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INSTITUTO UNIVERSITARIO ADVENTISTA DE VENEZUELA

COORDINACIÓN DE ADMINISTRACIÓN

Nombre de la Asignatura: Estadística


Carrera: Administración de Empresas y Administración de Personal.
Docente: Javier Rosales

INTEGRACIÓN FE Y ENSEÑANZA Nº 1. ¿Existe Dios?

Salmo 14.1 “Dice el necio en su corazón: No hay Dios. Se han corrompido,


hacen obras abominables; No hay quien haga el bien”.

La existencia de Dios ha sido cuestionada desde la historia de la humanidad. El


hombre se ha preguntado si realmente existe un ser extra-mundano, un ser que haya
creado el universo en el que vive. Para nosotros no hay cuestionamiento en esto; sin
embargo, entender ciertas verdades en cuanto esto, aumentará nuestra fe y
aprenderemos a defenderla. Una fe que a veces se ve atacada por el ateísmo, el cual
afirma que no hay Dios, ni ningún ser sobrenatural que sea el creador y causante de
todas las cosas que vemos. ¿Pero realmente los argumentos de estas personas son
confiables? ¿Es más inteligente aquel que no cree en Dios? ¿Cuáles son los
argumentos más sólidos y plausibles?

Como ya decía, para nosotros no hay duda de que hay un Dios. Hoy veremos
básicamente dos argumentos cómo los presenta el Dr. Lane Craig:

(1) Hay buenas razones para pensar que Dios existe [veremos tres].

(2) No hay buenas razones para pensar que el ateísmo sea cierto.
Para nosotros la Biblia es la máxima autoridad, y para los ateos la “ciencia” —dicen.
Hoy trataremos de explicar la existencia de Dios usando la razón —contrario a lo que
los ateos piensan de los creyentes. La razón y la fe no están peleadas, al contrario,
están ligadas —aunque hay que decirlo, son distintas en su definición. La fe no
puede ser contradictoria a la razón; fe no significa creer en contra de la razón. La
fe va más allá de la razón más bien, es un paso adelante de ella. En estas últimas
décadas ha habido grandes filósofos, tanto ateos como cristianos que se han
enfrentado cara a cara para debatir —sí Dios existe o no.

Se ha dicho que la religión es sinónimo de ignorancia, y que creer en Dios es


irracional. Pero esa es la verdadera ignorancia. En la historia ha habido científicos
muy sobresalientes que creen en un Dios. Por mencionar algunos: Johann Kepler,
Blaise Pascal, Robert Boyle, Isaac Newton.

En la historia se han desarrollado muy buenos argumentos en cuanto a que


Dios sí existe. Este es el objetivo del texto, demostrar que hay buenas razones para
creer que Dios existe, y por el contrario no hay una buena razón para pensar que el
ateísmo es verdad.
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I. Argumento cosmológico: “El origen del Universo tiene una causa”.

Romanos 1. 18 Porque la ira de Dios se revela desde el cielo contra toda impiedad e
injusticia de los hombres que detienen con injusticia la verdad; 19porque lo que de Dios
se conoce les es manifiesto, pues Dios se lo manifestó. 20 Porque las cosas invisibles de
él, su eterno poder y deidad, se hacen claramente visibles desde la creación del mundo,
siendo entendidas por medio de las cosas hechas, de modo que no tienen excusa. 21
Pues habiendo conocido a Dios, no le glorificaron como a Dios, ni le dieron gracias,
sino que se envanecieron en sus razonamientos, y su necio corazón fue entenebrecido.

¿Se han preguntado alguna vez de dónde viene el ‘universo’ y de donde provienen
las cosas? ¿Tuvo un comienzo o simplemente va hacia atrás en el tiempo para
siempre? Algunos científicos piensan que el universo es eterno y sin causa; pero hay
buenos motivos para dudar de ese pensamiento. La idea de un pasado infinito en sí
es problemática y un tanto absurda. Matemáticamente hablando los resultados de un
infinito son contradictorios —argumenta el Dr. Lane Craig:

“A manera de ejemplo: Supongamos que tenemos un número infinito de monedas, y


yo te quito todas las monedas de número impar. ¿Cuántas monedas te quedarían?
Infinitas.
¿Y si te quito todas las monedas mayores a “3”, cuantas quedan? Tres. Nos damos
cuenta que en cada resta hemos quitado un ‘infinito’ número de monedas y llegamos
a resultados contradictorios. Si te pido el diezmo de infinito no sabrás responder con
un número real; esto en un mundo real no es posible. Esto demuestra que “lo
infinito” sólo es una idea en nuestra mente, pero que en realidad no sucede como tal.
Si vemos lo que ha sucedido en el universo en el pasado, no son solo ideas, sino que
son hechos reales. Y sí el pasado es real, entonces debe ser finito; es decir tener un
principio, y por ende una causa”

Así que el universo como cualquier cosa o ser, debe haber comenzado a existir
en un punto del pasado. Esta conclusión filosófica ha sido confirmada por notables
descubrimientos en astronomía y astrofísica, y ha sido defendida por grandes
filósofos cristianos.

La “ciencia” de alguna manera a intentado aplazar y contradecir esta


conclusión de que el Universo tuvo un inicio y una causa, ha propuesto teorías llenas
de problemas y que cuando mucho nos llevan al comienzo un paso atrás. Si Dios creó
todo, —preguntan— ¿Quién creó a Dios? ¿Un Dios más grande? Pero esto va en
contra de un principio científico a lo largo de la historia: “que de la nada, nada sale”.

La lógica dice que debe de haber una causa trascedente —algo que cruza los
límites “normales” de tiempo o espacio— que trajo a la existencia el universo.
Aseguran que es posible que el universo no tenga causa, ya que hay ciertas cosas
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que parecen no tener propósito ni causa: hoyos negros, especies que se extinguen
tan rápido como aparecen, estalactitas, que el cielo sea azul, algunos planetas. Sin
embargo, que ciertas cosas “parezcan” no tener propósito, no significa que no lo
tengan. Si no lo entendemos no significa que así sea. Además cualquier cosa en la
vida que tenga relevancia podremos concluir que tiene propósito, y tiene una causa.
Considera las cosas importantes en tu vida: una casa, un vehículo, electrodomésticos;
cosas que evidencian diseño y propósito, sería irracional pensar que aparecen de la
nada.

De hecho en el año 2003, Arvind Borde, Alan H. Guth y Alexander Vilenkin,


pudieron probar que cualquier universo que este en estado de expansión, no puede
ser eterno en el pasado y debe tener un principio absoluto. Vilenkin no deja dudas, y
escribe: “Se dice que un argumento es aquello que convence a los hombres
razonables, y que una prueba, es lo que se necesita para convencer incluso a los no
razonables. Ahora, con la prueba presente, los cosmólogos ya no pueden esconderse
detrás de la posibilidad de un universo eterno en el pasado. No hay escapatoria y
tienen que enfrentar el problema de un comienzo cósmico”

La ciencia ha llegado también a la conclusión de que el Universo sí tuvo un


inicio. A esa teoría la han llamado el “Bigbang”, un evento que sucedió hace más de
13 billones de años dónde el universo inicio a partir de la nada; todo lo que
conocemos: la energía, el espacio, la materia e incluso el tiempo comenzó a existir
por una explosión. Y esta es la gran apuesta del mundo científico como la teoría más
plausible —aceptable. Aunque no lo crean ha habido otras mucho más absurdas,
pero la ciencia dice que todo lo que conocemos en el universo como los planetas, los
satélites, los montes, los mares, la vegetación, los animales, los humanos, etc.,
comenzaron “de la nada”. ¿Díganme si no es absurdo si quiera digerirlo en nuestro
sentido común?
El argumento se resume de la siguiente manera:
1. El universo comenzó a existir.
2. Si el universo comenzó a existir, entonces tiene una causa trascendente.
3. El universo tiene una causa trascendente.
Por la misma naturaleza de los argumentos, por el espacio y el tiempo, la causa debe
ser una ‘Entidad’ in-causada, invariable, eterna, inmaterial y de un poder
inmensurable —argumenta Lane Craig.

¿Por qué debe ser in-causada? Porque como hemos visto, no puede existir un
universo infinito, tal como lo ilustra el dicho ¿Qué fue primero, la gallina o el huevo?
Debe ser eterno aquello que causó el Universo, porqué el mismo habría creado el
tiempo. Así como creó el espacio, entonces esa entidad debe cruzar los límites del
tiempo y espacio; por tanto debe ser inmaterial, es decir, no físico. Y para esta
entidad in-causada sólo hay dos candidatos que encajan en tal descripción. O bien un
objeto abstracto, como un número, o bien una mente consciente y personal. Pero los
números no pueden causar nada, por ejemplo el número 7 no puede crear o causar
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algo; por ello se deduce que la causa del Universo es una mente no encarnada, más
bien es un creador eterno, inmaterial, incausado, de inmenso poder y personal.

¿Quién creo a Dios? Lo que podemos decir sobre la base del argumento
cosmológico, únicamente es que como el universo debe tener una causa, ninguna
razón se ha dado para pensar que el Creador debe tener una causa. Sería una cadena
infinita pensar que Dios fue creado por un ser necesariamente más grande, y luego,
¿Quién creó al otro ser más grande que Dios? ¿Otro ser más grande? Por tanto, es
lógico y razonable pensar que alguien tiene que ser más grande y más poderoso que
todas las cosas existentes que tuvieron inicio en un tiempo.
Hechos 17. 18Y algunos filósofos de los epicúreos y de los estoicos disputaban con él
[con Pablo]; y unos decían: ¿Qué querrá decir este palabrero? Y otros: Parece que es
predicador de nuevos dioses; porque les predicaba el evangelio de Jesús, y de la
resurrección.
24El Dios que hizo el mundo y todas las cosas que en él hay, siendo Señor del cielo y de
la tierra, no habita en templos hechos por manos humanas, 25ni es honrado por manos
de hombres, como si necesitase de algo; pues él es quien da a todos vida y aliento y
todas las cosas. 26Y de una sangre ha hecho todo el linaje de los hombres, para que
habiten sobre toda la faz de la tierra; y les ha prefijado el orden de los tiempos, y los
límites de su habitación; 27para que busquen a Dios, si en alguna manera, palpando,
puedan hallarle, aunque ciertamente no está lejos de cada uno de nosotros. 28Porque
en él vivimos, y nos movemos, y somos; como algunos de vuestros propios poetas
también han dicho: Porque linaje suyo somos.

Sin lugar a duda no es fácil asimilar cuestiones filosóficas. Pero racionalmente


es más plausible y probable razonar que hubo un ser extra-mundano creador de
todo, necesariamente debe ser eterno, inmaterial, y de un poder insondable.

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