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MÓDULO III:
TECNOLOGÍAS DE
REMEDIACIÓN Y
TRATAMIENTO
Unidad III-1:
Tratamientos
in situ de suelo
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MÓDULO III: TECNOLOGÍAS DE REMEDIACIÓN Y TRATAMIENTO


Unidad III -1: Tratamientos in situ de suelo – Bioremediación de sitios
contaminados

INTRODUCCIÓN
La Bioremediación de sitios contaminados es la tecnología por medio de la cual
se emplean microorganismos para reducir y eliminar contaminantes
biodegradables a un costo razonable, dado que esta tecnología compite con
otras procesos, como por ejemplo la termodestrucción y la extracción,
generalmente en vía húmeda.

Mientras que los procesos térmicos pueden remover contaminantes en un


amplio rango de suelos, arenas, arcillas y lodos, con una elevada eficiencia,
normalmente por encima del 99 %, los procesos húmedos pueden remover
metales pesados y compuestos orgánicos pero se encuentran más restringidos
a suelos de tipo arenosos, ambos tienen costos elevados, sin dejar de
mencionar los condicionantes, en algunos casos determinantes, para la
obtención de los recursos que ambos procesos requieren, en particular energía
y transporte.

Por ello a partir de la década de 1950 se empiezan a informar resultados de


estudios realizados a nivel de laboratorio que muestran que un amplio espectro
de contaminantes orgánicos, en particular derivados del petróleo, DDT y PCB,
que pueden ser removidos por medios biológicos. Por ello estas tecnologías,
sumado a su realización a costos muy razonables comienzan a tomar
importancia dado que en muchos sitios los contaminantes puede ser
biodegradados por la actividad de microorganismos. Sin embargo se deben
tener en consideración algunos aspectos de importancia:

I. La Bioremediación puede desarrollarse sólo en ambientes donde existan


condiciones adecuadas.
II. Un “consorcio” de microorganismos deberá estar presente, y
III. Los contaminantes deberán estar “disponibles” para el ataque por parte
de los microorganismos.

Así se deberá presentar un triángulo de condiciones para que la misma ocurra


en forma segura y eficiente:

Condiciones
Ambientales

Micro
Bioremediación Compuestos
organismos
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Desde entonces la Bioremediación ha sido aplicada para la remediación de


suelos contaminados con componentes tales como derivados del petróleo,
aromáticos tales como Benceno, Tolueno, Etilbenceno y Xilenos (BTEX),
alcanos ramificados y no ramificados y cíclicos con cadenas de 6 a 40 átomos
de Carbono.

Sin duda las condiciones físicas y químicas en la biodegradación de


hidrocarburos contaminando suelos tienen un rol de importancia, a lo cual se
deberá agregar la dinámica y el flujo de los acuíferos, la capacidad de aireación
y la temperatura del medio.

BIOREMEDIACIÓN IN SITU
El principio de la Bioremediación in situ es la limpieza de los suelos sin
necesidad de excavarlo, este proceso se basa en cambio de la composición de
la fase sólido – gas en la capa subsuperficial.

Originalmente los proyectos de remediación in – situ fueron basados en la


extracción de grandes cantidades de agua subterránea (conocido como P&T:
Pump & Treat) o bien del gas en los suelos por extracción de vapores (SVE:
Soil Vapor Extraction). Estos métodos sólo tratan la fracción disponibles, tales
como los volátiles y fracciones solubles, teniendo mucha mayor eficiencia en
suelos arenosos, así reemplazando el agua contenida en los poros 10 veces se
logrará remover la fracción soluble en un 90 %, sin embargo quedará
remanente una fracción que está fuertemente adsorbida como productos libres,
que se conocen como los NAPLs (por las siglas en inglés de: Fase Líquida No
Acuosa).

Cuando las condiciones ambientales son las adecuadas los microorganismos


presentes en las subsuperficies puede remover la contaminación residual, esta
etapa de pulimiento es por lo general un proceso lento aunque las velocidades
de degradación son suficientes para prevenir la dispersión de la contaminación
sin control.

En aquellos proyectos con diseños ingenieriles se pueden lograr mejoras


sustantivas en la velocidad de biodegradación, aunque el transporte de masa
desde la matriz del sólido a la fase líquida o gaseosa suele ser el factor
limitante en la velocidad de reacción global, en particular en sitios
contaminados de larga data.

Más allá de la Bioremediación natural, también denominada remediación


intrínseca o atenuación natural, existen tres tipos de procesos de
Bioremediación in – situ:

 Biorestauración
 Bioventing
 Biosparging

Los principios simplificados de funcionamiento de estos métodos se presentan


en las siguientes figuras:
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La Bioremediación in – situ ha venido desarrollándose con éxito por muchas


años en países como Holanda, Estados Unidos y Noruega, sólo por mencionar
algunos, en base a estas experiencias se han identificado algunas limitaciones
en su uso:

 El agua subterránea se lograba limpiar completamente no ocurriendo lo


mismo con los suelos, donde se presentaba contaminación remanente.
 Se encontraban dificultades para hacer un seguimiento del proceso de
limpieza.
 Tiempos prolongados de tratamiento, muchas veces excediendo el
originalmente estimado.
 Altos niveles de contaminación remanente.
 Dificultades para documentar los resultados alcanzados.
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Las referencias muestran que no resulta para nada satisfactorio realizar


cambios de escala de resultados de laboratorio a campo sin tomar los debidos
recaudos, en especial a los condicionantes ambientales y a la posibilidad de
fuga y extensión de los contaminantes. Sin embargo la principal limitación para
el uso de estas tecnologías ha estado asociada a la imposibilidad de alcanzar
los objetivos propuestos en el proyecto de remediación en un lapso razonable,
el que no sólo debe satisfacer requerimientos técnicos específicos sino también
otros menos flexibles establecidos por autoridades políticas, las que
normalmente no ven bien que un proyecto se prolongue mucho más allá de su
período de gestión, es decir de 4 a 6 años.

Hasta el año 1994 en Holanda solamente el 40 % de los proyectos de


Bioremediación in situ habían alcanzado los objetivos de calidad pedidos por
las autoridades, lo cual implica estar totalmente limpios, y sólo el 30 % había
alcanzado los niveles para eliminar totalmente los riesgos ambientales
detectados.

LANDFARMING
El landfarming se ha definido como una tecnología simple, que siguiendo
técnicas de laboreo de suelos empleadas en la agricultura tradicional ha
permitido bioremediar suelos contaminados con hidrocarburos. En nuestro país
plantas de tratamiento de residuos han desarrollado estos procesos desde
hace más de 20 años y también existen experiencias de empresas petroleras
que las implementaron en sus propias instalaciones. En Holanda hasta el año
1994 se trataron por la tecnología de landfarming más de 1,5 millones de
toneladas de suelos contaminados con hidrocarburos de petróleo, aceitesl y
combustibles livianos.

Se pueden reconocer dos técnicas de landfarming, ambas de tipo ex – situ,


pues requieren la excavación y transporte de los suelos contaminados:

 Biopilas
 Biodegradación en suelo por técnicas de laboreo.

A continuación se realizará una presentación de la tecnología de biopilas.

Las corrientes de desecho a las que es factible aplicar la tecnología de biopila


son las siguientes:
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CATEGORÍA DESCRIPCIÓN
Todo material o suelo afectado por hidrocarburo, como resultado de
procesos, operaciones o actividades desarrolladas dentro de las
tareas de exploración, explotación, perforación, producción,
transporte, almacenaje, mantenimiento y limpieza y/o derrames de
hidrocarburos, en suelo y/o agua, con un contenido de hidrocarburos
totales de petróleo mayor a 1,00% p/p sobre masa seca (uno coma
cero cero por ciento peso en peso) o su equivalente 10.000 mg/Kg.
Residuos Petroleros
(diez mil miligramos por kilogramos de masa seca), determinado por
el Método E.P.A. 418.1., generado en forma habitual o eventual, no
programada o accidental, dentro del Yacimiento; y que no se
encuentre expresamente incluido dentro de las categorías de control
establecidas en el Anexo I de la ley 5439 , ni tenga alguna de las
características de peligrosidad establecidas en el Anexo II de la
citada ley.

Esta tecnología presenta la ventaja que puede ser desarrollada en las


proximidades del sitio contaminado, aunque como se mencionó requiere de la
excavación y transporte de los suelos.

La misma puede ver mejorada la biodegradación asistiéndola mediante la


inoculación de microorganismos autóctonos en el suelo a tratar, aumentando
su concentración y contribuyendo a la aceleración del proceso de degradación
biológica.

En general posee ciertas ventajas sobre otras técnicas biológicas como el


landfarming o compostaje: una mayor velocidad de degradación, posibilidad de
aplicación efectiva en condiciones hostiles, no requiere de agregado de
material esponjante, entre otras cuestiones a destacar

El uso de microorganismos especialmente cultivados para la degradación de


una cierta variedad de contaminantes recibe el nombre de bioaumentación, la
cual es una sencilla forma de acelerar los procesos naturales de degradación.

Si la bioaumentación se realiza en forma selectiva presenta como ventajas la


no proliferación de microorganismos que no actúen sobre el sustrato, que sí
podría ocurrir durante una bioaumentación sin adecuado control, repercutiendo
esto negativamente en la velocidad de degradación.

Utilizando este principio de mejora del procesos se elabora un biopreparado a


aplicar que se desarrolla en base a los organismos que viven en el sitio que
debe remediarse (autóctonos). Los mismos son colectados a través de
muestreo del suelo a tratar para luego asilarlos y seleccionarlos en función de
su actividad sobre ciertos contaminantes específicos, para finalmente
cultivarlos (bioaumentados).

Luego son reinsertados en concentraciones adecuadas en el suelo a tratar


(sitio de origen) de manera de incrementar velozmente la población de los
microorganismos naturales, que tendrán preferencia por el contaminante objeto
del tratamiento.
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Queda establecido así, que las cepas de microorganismos a utilizar son


autóctonas y no son sometidas a procesos genéticos de obtención.

Una característica distintiva del biopreparado es que por el tipo y concentración


de las cepas y exo-enzimas que lo conforman, le permite actuar
inmediatamente sobre el sustrato (hidrocarburo), disminuyendo a un mínimo el
tiempo de adaptación (lag phase) y eliminando la necesidad de agregado de
sustancias químicas que actúen como inductores de la degradación tales como
catalizadores enzimáticos, agentes oxidantes, etc.

El medio de aplicación de este biopreparado es el agua que se aplica para el


riego del suelo.

La aplicación de la biopila es muy efectiva en el tratamiento de las fracciones


livianas de los hidrocarburos de petróleo, especialmente para suelos con
elevada concentración de HTP (> 7%).

Además, es perfectamente aplicable a fracciones semipesadas (rango diesel),


y en algunas fracciones asfalténicas aunque con una velocidad de
biodegradación significativamente menor.

El suelo contaminado se dispone en forma de pilas alargadas de sección


habitualmente trapezoidal lo cual brinda una mayor superficie de contacto con
el ambiente y el agua de lluvia, minimizando las velocidades de escurrimiento
superficial y la erosión que el agua pudiera ocasionar.

Las biopilas son periódicamente removidas, tarea que se conoce como “volteo”,
para promover su aireación natural y homogeneización, y regadas para
inocular microorganismos y nutrientes, estimulando la actividad microbiana.

Las condiciones del suelo se monitorean y controlan para optimizar la velocidad


de degradación del contaminante. Las condiciones normalmente controladas
incluyen: contenido de humedad, aireación (mediante laboreo programado), pH
(cercano a neutral), contenido de nutrientes y relación C:N:P.

En líneas generales, se estima que en condiciones de operación reales la


velocidad de degradación promedio oscilará entre 0,4 y 0,8 g Kg/día. Este
promedio puede bajar o subir por efecto de las condiciones ambientales. De
esta manera, para cada rango de concentración inicial, se tiene un rango de
tiempo esperado de tratamiento.

La aplicación de esta tecnología implica contar con un sitio de tratamiento que


deberá guardar ciertas características.

Los criterios para la selección de los lugares donde se desarrollará el


tratamiento, fuera de los sitios contaminados, a ser tendidos en consideración
son:

 Requisitos de la normativa vigente.


 Requerimientos de espacio (función directa del volumen a tratar).
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 Distancias a los lugares de generación/acopio de residuos a tratar.


 Disponibilidad de servicios e infraestructura.

La experiencia en este tipo de proyectos indica que los suelos a tratar deben
ser sometidos a etapas previas de acondicionamiento a los fines de optimizar
su estado y evitar inconvenientes en el laboreo.

La necesidad de aplicación de dichas operaciones, que son procesos físicos y


no constituyen un tratamiento, deberá ser evaluada en cada caso particular,
puediendo ser:

 Tamizado para retirar rocas u otros materiales de gran tamaño.


 Segregación de elementos extraños y sólidos, por ejemplo escombros y
restos de otros materiales presentes en el sitio contaminado.
 Extracción de fase libre o acumulación de líquidos.

Cabe aclarar que estos materiales separados no son alcanzados por el


tratamiento y no constituyen un residuo del proceso, por lo tanto su gestión
deberá ser llevada a cabo en forma separada y atendiendo los requerimientos
de las normas aplicables.

La altura recomendable de las biopilas oscila entre 1 y 1,50 metros


dependiendo de las características del suelo, altura que permite una dispersión
vertical de biopreparado.

Se requiere de cierta área perimetral para lograr la operación de volteo y riego


de biopreparado con comodidad, máquinas viales como topadoras,
retroexcavadoras y palas.

En general la longitud de la biopila no presenta restricciones, aunque el ancho


queda limitado debido a que la aireación se realiza por volteo mecánico. En ese
caso, no conviene exceder los 6,00 metros de ancho en la base, habida cuenta
del alcance efectivo de labor de la maquinaria habitualmente utilizada.

La construcción de las biopilas es conveniente realizarla en capas de 20 a 30


cm de altura, aplicándose el biopreparado en cada capa, esta operatoria
presenta ventajas muy importantes en el tiempo requerido para el inicio de los
procesos de biodegradación.

La operación de la biopila consistirá en:

 Laboreo del suelo en tratamiento: con el objeto de oxigenar y mezclar el


suelo, exponiendo la totalidad del suelo a la acción de los
microorganismos. Las tareas de laboreo comprenderán el desarme,
remezcla y rearme de la pila con frecuencia a establecer en función del
avance del proceso.
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 Riego e inoculación: en determinadas zonas áridas se requiere el riego


para mantener la humedad de los suelos en valores óptimos como así
también un adecuado número de microorganismos para una máxima
velocidad de degradación.

 Incorporación de nutrientes: con el objeto de mantener la relación


correcta dee materia orgánica y nutrientes (C:N:P).

La frecuencia de estas operaciones será definida en base a la experiencia de


los operadores en las condiciones locales de trabajo.

Para la preparación del inóculo o biopreparado a agregar, se contará en el sitio


con bioreactores (o reactores de bioaumentación), donde se agregarán las
proporciones adecuadas de microorganismos, nutrientes y sales. Una vez
logrado el número de microorganismos requerido y la concentración de
nutrientes adecuada, el preparado se cargará en un equipo regador para ser
aplicado en forma de solución acuosa sobre el suelo bajo tratamiento.

Para iniciar el tratamiento, se regará el suelo a tratar con agua con


biopreparado durante la construcción de las pilas en sucesivas capas.

Para el riego e inoculación se estima que el requerimiento de agua variará


entre 20 y 25 m3 cada 1000 m3 de suelo, a aplicarse de una sola vez con
frecuencia a definir en cada caso.

La velocidad y avance del proceso dependerá de diversos factores como la


temperatura ambiente, la frecuencia y concentración del inóculo aplicado, la
intensidad de laboreo, la concentración y tipo de hidrocarburo en tratamiento, el
tipo de suelo, entre otras cuestiones de interés.

Experiencias desarrolladas en condiciones ambientales rigurosas en


yacimientos petroleros del sur del país el rango de velocidades reales promedio
de degradación osciló entre 0,35 y 0,8 gHTP/KgSUELO/día. En resumidas cuentas,
la velocidad promedio de tratamiento oscilará entre 350 y 800 ppm/día, siendo
menor al inicio y final de tratamiento y mayor promediando el mismo, de
acuerdo a una curva genérica del siguiente tipo:
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CURVA TEÓRICA DE DEGRADACIÓN

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CONTENIDO DE HTP EN SUELOS

5
(TNRCC método 1005)

0
0 20 40 60 80 100 120
TIEMPO DE TRATAMIENTO (DÍAS)

Degradación Teórica

Por lo tanto, a solo título de ejemplo, para suelos con una concentración inicial
de HTP de 5% (40.000 ppm) que deban ser degradados hasta un 1% (10.000
ppm), la duración esperada del tratamiento será de un máximo de 120 días y
un mínimo óptimo de 50 días, lo cual estará muy vinculado a las condiciones
climáticas imperantes en la región de trabajo.

A los fines de determinar los avances en el proceso de degradación, se realiza


un muestreo de los suelos en tratamiento. El avance del proceso se mide
determinando la concentración de HTP remanente en los suelos.

En función de la geometría habitual de la biopila, se utiliza el siguiente


esquema de muestreo:

 En puntos equidistantes separados aproximadamente 10 metros entre


sí, definidos por un plano transversal a la biopila se toman 3 (tres)
muestras a una profundidad de 50 a 75 cm, utilizando un barreno
manual. De cada una de estas muestras se obtendrá una alícuota, a los
efectos de mezclarlas y obtener una única muestra compuesta por punto
de muestreo, según el siguiente esquema:
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 Se obtendrá así 1 (una) muestra por cada 10 (diez) metros lineales de


desarrollo por pila, cada una compuesta por 3 (tres) alícuotas obtenidas
del seno de la misma.

 El número de muestras a tomar deberá asegurar a lo largo de la


operación, la obtención de una población de datos adecuada para un
análisis estadístico de los resultados según metodología USEPA SW846
Capítulo 9 – Sampling.

La frecuencia de muestreo y análisis deberá ser establecida en cada caso, en


función de la concentración de HTP inicial que se obtenga, siendo la frecuencia
mensual la más utilizada, especialmente por razones de índole comercial.

A los efectos prácticos de determinar la eficiencia del tratamiento en todo el lote


de suelos en proceso, el valor de referencia a considerar es el promedio
aritmético de todas las muestras analizadas, de acuerdo a lo establecido en las
Normas EPA SW846, Capítulo 9 – Sampling.

Los objetivos de tratamiento, es decir las concentraciones de HTP máximas a


obtener en los suelos tratados serán del 1% en peso medido según Técnica
EPA 418.1. Estos objetivos podrán variar de una provincia a otra, por lo que se
requiere de su verificación.

Los suelos tratados estarán en condiciones de ser dispuestos o aplicados de


acuerdo a las normas locales vigentes, por lo que nuevamente se deberán
realizar las gestiones a tales fines.
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Figura 1. Etapa de preparación de la biopila.

Figura 2. Etapa de terminación de la biopila.


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Figura 3. Operación de volteo para aireación.

Figura 4. Operación de riego.

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