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MÓDULO III:

Metodos de
Remediación
Unidad II - 3:
Tratamiento Ex-Situ de
Agua y Suelo
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MÓDULO III: MÉTODOS DE REMEDIACIÓN


Unidad III - 3: Tratamiento ex situ de agua y suelo

INTRODUCCIÓN
En este documento se realizará la presentación de los tratamientos de los
residuos generados en actividades de remediación de sitios contaminados que
por sus características deben ser transportados, tratados y dispuestos en
plantas especialmente autorizadas a tales fines.

Por sus características los residuos resultantes de las actividades de


remediación ambiental pueden ser sólidos, líquidos y/o barros que
dependiendo de las características de los sitios podrán contener compuestos
orgánicos, tales como hidrocarburos de petróleo, pesticidas, solventes clorados
y no clorados e inorgánicos tales como metales pesados y otros de riesgos
específicos como los cianuros.

Otro tipo de residuos generados en las actividades de remediación como


tanques de almacenamiento de combustibles, debidamente descontaminados
y escombros de demolición podrán ser recuperados, los metálicos como
chatarra, o bien destinados a plantas específicas para la gestión de áridos,
como ocurre con los escombros

En todos los casos este tipo de residuos deberán ser gestionados bajo las
normas específicas de cada provincia o bien de las nacionales cuando no
existieran normas locales o las mismas no fueran suficientes.

Es muy importante realizar todos los estudios destinados a establecer si un


residuo resultante de un proyecto de remediación ambiental debe ser
considerado como peligroso, para lo cual le será aplicable toda la normativa
específica o si el mismo resulta asimilable a un residuo sólido urbano. En el
caso de la provincia de Buenos Aires, donde recordamos que los residuos
peligrosos se los denomina como especiales, existe regulaciones específicas
para aquellos de origen industrial que no reúnen la característica especial, a los
mismos se los denomina no especiales y por lo tanto tienen que ser
gestionados fuera de lo establecido para los residuos urbanos y los especiales.

Dada la importancia que revisten los residuos peligrosos o especiales y las


normas de gestión específicas para ellos, es que en este documento daremos
especial énfasis a las tecnologías disponibles en el país para su tratamiento y
disposición final. Asimismo se debe reconocer que la mayoría de los sitios
contaminados que presentan riesgos específicos para la salud humana y el
ambiente en general tienen constituyentes que requieren del tratamiento como
residuos peligrosos.
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LA GESTIÓN DE RESIDUOS PELIGROSOS – MARCO NORMATIVO


En la década de 1980 la comunidad internacional comienza a tomar debida
cuenta de un fenómeno que estaba tomando una dimensión de importancia,
por su magnitud y los riesgos que se práctica llevaba consigo. Se trataba del
movimiento transfronterizo de residuos desde países desarrollados a países en
vías de desarrollo o no desarrollados, esto fue denominado, para hacerlo de
una forma muy leve, como una política del alejamiento, a partir de la cual los
generadores de residuos peligrosos optaban por su exportación a otros donde
las normas y el conocimiento específico, por lógica los controles también, eran
muy débiles o inexistentes.

Para ello en el marco de las Naciones Unidas de aprobó el denominado


“Convenio de Basilea” en el año 1989 a fin de empezar a tomar acciones
directas para el comercio ilegal de residuos tóxicos. Así se fijaron tres objetivos
específicos:

i. Reducir al mínimo posible el movimiento transfronterizo de residuos


peligrosos.
ii. Disponer los residuos peligrosos lo más cerca posible de su lugar de
generación
iii. Minimizar la generación de residuos peligrosos en términos de cantidad y
peligrosidad.

Nuestro país ratificó el Convenio de Basilea y en el año 1991 se aprobó la Ley


N° 24.051 que todo lo relativo a la generación, transporte, tratamiento y
disposición final de los mismos. Paralelamente varias provincias adhirieron a la
ley, tal el caso de Córdoba y Santa Fe, reservándose la potestad de su
reglamentación y otras como la provincia de Buenos Aires y la Ciudad
Autónoma de Buenos Aires optaron por aprobar sus propias normas, las que
en líneas generales han seguido las bases y criterios establecidos por la ley
nacional.

Sin duda alguna la Ley 24.051 ha constituido una norma que más allá de lo
específicos relacionado a la gestión de residuos peligrosos, significó una base
de importancia para llevar adelante acciones tendientes a la preservación del
ambiente, a punto tal que la reforma constitucional del año 1994 termina
incorporando importantes conceptos y sentando las bases para el desarrollo e
implementación de las políticas ambientales del país.

Por otra parte, la aprobación de leyes específicas en la provincia de Buenos


Aires, donde la Ley N° 11.459 (1994) de radicación industrial lo hace sobre una
base netamente ambientalista y reconociendo a la actividad de tratamiento y
disposición final de residuos como un eslabón más de la cadena de producción
industrial, lo cual permitió el desarrollo de actividades industriales destinadas a
la recuperación, reciclado, tratamiento y disposición final de residuos peligrosos
(especiales) que hoy brindan sus servicios con un menú de alternativas
tecnológicas, donde se han incorporado las principales actualmente en uso en
países desarrollados. Esto mismo aconteció en otras provincias, tales como
Santa Fe, Córdoba, Mendoza, Neuquén, Chubut sólo por mencionar algunas.
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La normativa nacional establece da una serie de definiciones de importancia,


las que pasamos a presentar:

- Se instaura el denominado principio de “la cuna a la tumba” por el que el


generador de residuos es el permanente responsable de los mismos,
siendo los demás que actúan en el marco de la ley, transportistas,
tratadores y sitios de disposición final “guardianes”, por lo que todo daño
que se produzca en cualquiera de estas etapas en la que se divide la
gestión es responsabilidad del generador, salvo que exista impericia de
alguna de las partes intervinientes.

- De definen las responsabilidades de cada uno de los intervinientes en la


gestión y se abren registros específicos donde todo aquel que desee
intervenir deberá estar inscripto, incluso especificando los medios y
tecnologías bajo las cuales realizará la gestión de los residuos.

- A fin de garantizar la trazabilidad en la gestión de los residuos se instaura


el denominado manifiesto de transporte, en el que cada una de las partes
intervinientes, generador, transportista y operador de residuos, deberá
dejar asentados todos los detalles de la operación, tipo de residuo,
corriente, estado de agregación, cantidad y el resto de la información
relacionada con el responsable del transporte, el tratamiento y disposición
final.

- Se establece la obligatoriedad para los operadores de residuos de


entregar los certificados de tratamiento y/o disposición final, de acuerdo a
lo que corresponda, información que irá al generador de residuos y las
autoridades competentes, de tal forma se asegurar que los mismos han
recibido la gestión correcta por medio de empresas debidamente
autorizadas.

Algo que no contribuye al uso de la capacidad instalada, de características


singulares en nuestro país, ya que deberá ser debidamente revisado, es la
prohibición de ingreso de residuos a determinadas provincias, que lo han
dejado plasmado en sus constituciones, tal el caso de la provincia de Buenos
Aires, lo cual genera situaciones indeseadas, pues se reitera que no se permite
emplear en su amplia capacidad las plantas de tratamiento de residuos
existentes. Incluso algunas provincias han prohibido el egreso de los residuos
peligrosos de su jurisdicción, lo cual impone a los generadores a condiciones
de franca desventaja a la hora de seleccionar los medios de gestión de los
residuos producidos en sus actividades.

Estos factores deberán ser profundamente analizados por quienes tienen la


responsabilidad de llevar adelante proyectos de remediación ambiental ya que
se deberá hacer un análisis de las alternativas disponibles para la gestión de
los residuos peligrosos resultantes de un proyecto de recomposición ambiental.
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Un párrafo aparte merece la sanción de la Ley de Presupuestos Mínimos para


la Gestión de Residuos Industriales y Actividades de Servicios N° 25.612. Esta
norma, que nunca fue reglamentada, derogó la Ley N° 24.051, sin embargo por
Decreto N° 1302/02 del Poder Ejecutivo Nacional se la vetó parcialmente,
dejando sin efecto tal derogación, por lo que la Ley N° 24.051 continúa vigente
en todos sus aspectos y alcances. Nonna1 (2011) habla de una covigencia de
ambas normas, La Ley 24.051 está vigente y operativa ya que funcionan todos
los registros y mecanismos previstos en la misma, mientras que la Ley 25.612
no está operativa pues nunca se implementó. Es de esperar que en el futuro se
realice una adecuación de esta anomalía derivada de la covigencia de estas
leyes.

De acuerdo a la Ley 24.051 son considerados como residuos peligrosos:

La Ley Nacional Nº 24051 establece la definición de residuos peligrosos, en su


Art. 2, a “… todo residuo que pueda causar daño, directa o indirectamente a
seres vivos o contaminar el suelo, el agua, la atmósfera o el ambiente en
general” y se completa esta definición con la inclusión de los residuos
considerados peligrosos en una lista (Anexo I) o que tengan características de
peligrosidad dada por el Anexo II.

El Anexo I consta de dos partes, en la primera se listan 18 tipos de corrientes o


procesos que generan desechos considerados peligrosos (denominados Y1 a
Y18), seguidamente se presenta una lista de 27 elementos o compuestos cuya
presencia como constituyente determina que el desecho sea considerado como
peligroso (Y19 a Y45).

Como ejemplo de este anexo tenemos:


Y3- Desechos de medicamentos y productos farmacéuticos.
Y36- Asbestos (polvo y fibras)

A este Anexo I según la Resolución Nº 897/ 2002 se le agrega la categoría Y


48 referente a todos los materiales y/o elementos diversos contaminados con
algunos de los residuos peligrosos del Anexo I o que presenten alguna o
algunas de las características peligrosas del Anexo II de la Ley Nº 24051. Por
ejemplo: envases, contenedores y/o recipientes en general, tanques, silos,
trapos, tierras, filtros, artículos y/o prendas de vestir de uso sanitario y/o
industrial y/o de hotelería hospitalaria destinadas a descontaminación para su
reutilización, entre otros.

Tabla III.1 Ley Nº 24051 - Anexo I- Categorías sometidas a control


Corrientes de Desechos

Y1: Desechos clínicos resultantes de la atención médica prestada en


hospitales, centros médicos y clínicas para salud humana y animal.
Y2: Desechos resultantes de la producción y preparación de productos
farmacéuticos.

1
Nonna, S.: Ambiente y residuos peligrosos. Editorial Estudio (2011).
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Y3: Desechos de medicamentos y productos farmacéuticos para la salud


humana y animal.
Y4: Desechos resultantes de la producción, la preparación y utilización de
biocidas y productos fitosanitarios.
Y5: Desechos resultantes de la fabricación, preparación y utilización de
productos químicos para la preservación de la madera.
Y6: Desechos resultantes de la producción, la preparación y la utilización de
disolventes orgánicos.
Y7: Desechos que contengan cianuros, resultantes del tratamiento térmico y las
operaciones de temple.
Y8: Desechos de aceites minerales no aptos para el uso a que estaban
destinados.
Y9: Mezclas y emulsiones de desecho de aceite y agua o de hidrocarburos y
agua.
Y10: Sustancias y artículos de desecho que contengan o estén contaminados
por bifenilos policlorados (PCB), trifenilos policlorados (PCT) o bifenilos
polibromados (PBB).
Y11: Residuos alquitranados resultantes de la refinación, destilación o
cualquier otro tratamiento pirolítico.
Y12: Desechos resultantes de la producción, preparación y utilización de tintas,
colorantes, pigmentos, pinturas, lacas o barnices.
Y13: Desechos resultantes de la producción, preparación y utilización de
resinas, látex, plastificantes o colas y adhesivos.
Y14: Sustancias químicas de desecho, no identificadas o nuevas, resultantes
de la investigación y el desarrollo o de las actividades de enseñanza y cuyos
efectos en el ser humano o el medio ambiente no se conozcan.
Y15: Desechos de carácter explosivo que no estén sometidos a una legislación
diferente.
Y16: Desechos resultantes de la producción, preparación y utilización de
productos químicos y materiales para fines fotográficos.
Y17: Desechos resultantes del tratamiento de superficies de metales y
plásticos.
Y18: Residuos resultantes de las operaciones de eliminación de desechos
industriales.

Tabla III.2 Ley 24051- Anexo I - Categorías sometidas a control


Desechos que contengan como constituyentes

Y19: Metales carbonilos.


Y20: Berilio, compuesto de berilio.
Y21: Compuestos de cromo hexavalente.
Y22: Compuestos de cobre.
Y23: Compuestos de zinc.
Y24: Arsénico, compuestos de arsénico.
Y25: Selenio, compuestos de selenio.
Y26: Cadmio, compuestos de cadmio.
Y27: Antimonio, compuestos de antimonio.
Y28: Telurio, compuestos de telurio.
Y29: Mercurio, compuestos de mercurio.
Y30: Talio, compuestos de talio.
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Y31: Plomo, compuestos de plomo.


Y32: Compuestos inorgánicos de flúor, con exclusión de fluoruro cálcico.
Y33: Cianuros inorgánicos.
Y34: Soluciones ácidas o ácidos en forma sólida.
Y35: Soluciones básicas o bases en forma sólida.
Y36: Asbestos (polvo y fibras).
Y37: Compuestos orgánicos de fósforo.
Y38: Cianuros orgánicos.
Y39: Fenoles, compuestos fenólicos, con inclusión de clorofenoles.
Y40: Éteres.
Y41: Solventes orgánicos halogenados.
Y42: Disolventes orgánicos, con exclusión de disolventes halogenados.
Y43: Cualquier sustancia del grupo de los dibenzofuranos policlorados.
Y44: Cualquier sustancia del grupo de las dibenzoparadioxinas policloradas.
Y45: Compuestos organohalogenados, que no sean las sustancias
mencionadas.

Asimismo en el Anexo II de la Ley Nacional 24.051 se dan las denominadas


características de peligrosidad de las corrientes de residuos, las que se listan a
continuación:

H 1 - Explosivos: Por sustancia explosiva o desecho se entiende toda


sustancia o desecho sólido o líquido (o mezcla de sustancias o desechos) que
por sí misma es capaz, mediante reacción química, de emitir un gas a una
temperatura, presión y velocidad tales que puedan ocasionar daño a la zona
circundante.

H 3 - Líquidos Inflamables: Por líquidos inflamables se entienden aquellos


líquidos o mezcla de líquidos o líquidos con sólidos en solución o suspensión
(por ejemplo pinturas, barnices, lacas, etc., pero sin incluir sustancias o
desechos clasificados de otra manera debido a sus características peligrosas)
que emitan vapores inflamables a temperaturas no mayores de 60,5 ºC, en
ensayos con cubeta cerrada, o más de 65,6 ºC, en ensayos con cubeta abierta.
Como los resultados de los ensayos con cubierta abierta y con cubierta cerrada
no son estrictamente comparables, e incluso los resultados obtenidos mediante
un mismo ensayo a menudo difieren entre sí, la reglamentación que se
apartara de las cifras antes mencionadas para tener en cuenta tales diferencias
sería compatible con el espíritu de esta definición.

H 4.1 - Sólidos Inflamables: Se trata de sólidos o desechos sólidos, distintos a


los clasificados como explosivos, que en las condiciones prevalecientes
durante el transporte son fácilmente combustibles o pueden causar un incendio
o contribuir al mismo, debido a la fricción.
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H 4.2 - Sustancias o desechos susceptibles de combustión espontánea:


Se trata de sustancias o desechos susceptibles de calentamiento espontáneo
en las condiciones normales del transporte o de calentamiento en contacto con
el aire y que pueden entonces encenderse. Sustancia o desechos que en
contacto con el agua, emiten gases inflamables, sustancias o desechos que
por reacción con el agua, son susceptibles de inflamación espontánea o de
emisión de gases inflamables en cantidades peligrosas.

H 5.1 - Oxidantes: Sustancias o desechos que, sin ser necesariamente


combustibles, pueden, en general, al ceder oxígeno, causar o favorecer la
combustión de otros materiales.

H 5.2 - Peróxidos orgánicos: Las sustancias o los desechos orgánicos que


contienen la estructura bivalente -O-O son sustancias inestables térmicamente
que pueden sufrir una descomposición autoacelerada exotérmica.

H 6.1 - Tóxicos (venenos) agudos: Sustancias o desechos que pueden


causar la muerte o lesiones graves o daños a la salud humana, si se ingieren o
inhalan o entran en contacto con la piel.

H 6.2 - Sustancias infecciosas: Sustancias o desechos que contienen


microorganismos viables o sus toxinas, agentes conocidos o supuestos de
enfermedades en los animales o en el hombre.

H 8 - Corrosivos: Sustancias o desechos que por acción química, causan


daños graves en los tejidos vivos que tocan o que, en caso de fuga pueden
dañar gravemente o hasta destruir otras mercaderías o los medios de
transporte; o pueden también provocar otros peligros.

H 10 - Liberación de gases tóxicos en contacto con el aire o el agua:


Sustancia o desechos que, por reacción con el aire o el agua, pueden emitir
gases tóxicos en cantidades peligrosas.

H 11 - Sustancias tóxicas (con efectos retardados o crónicos): Sustancias


o desechos que, de ser aspirados o ingeridos o de penetrar en la piel pueden
entrañar efectos retardados o crónicos, incluso la carcinogenia.

H 12 - Ecotóxicos: Sustancias o desechos que, si se liberan, tienen o pueden


tener efectos adversos inmediatos o retardados en el ambiente debido a la
bioacumulación o los efectos tóxicos en los sistemas bióticos.

H 13 - Sustancias que pueden, por algún medio, después de su eliminación,


dar origen a otra sustancia, por ejemplo, un producto de lixiviación, que posee
alguna de las características arriba expuestas.

El Decreto Reglamentario Nº 831/93 de la Ley Nacional Nº 24051, sobre


Residuos Peligrosos, en su Anexo IV determina la forma de identificar a un
residuo como peligroso de acuerdo a si éste presenta las siguientes
características:
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- Inflamabilidad.
- Corrosividad.
- Reactividad.
- Lixiviabilidad.
- Toxicidad.
- Infecciosidad.
- Teratogenicidad.
- Mutagenicidad.
- Carcinogenicidad.
- Radiactividad (aunque estos no están encuadrados en la ley Nº 24051,
sino en la Ley Nº 25018 sobre Régimen de Gestión de Residuos
Radiactivos, cuyas autoridades de aplicación y control son la Comisión
Nacional de Energía Atómica y la Autoridad Regulatoria Nuclear).

Bajo el término de inflamabilidad, el decreto establece que con esta


característica “se identifican residuos que presenten riesgo de ignición, siendo
inflamables bajo las condiciones normales de almacenaje, transporte,
manipuleo, y disposición o bien que sean capaces de agravar severamente una
combustión una vez iniciada, o que sean capaces de originar fuegos durante
tareas rutinarias de manejo que puedan producir humos tóxicos y crear
corrientes convectivas que puedan transportar tóxicos a áreas circundantes”.
Bajo este concepto se encuentran entonces los de código: H 3, H 4.1, H 4.2, H
4.3 y H 5.1 según la ley mencionada.

El término de corrosividad identifica la característica que les otorga un riesgo


para la salud y el ambiente debido a que:

a) En caso de ser depositados directamente en un relleno de seguridad y al


entrar en contacto con otros residuos, pueden movilizar metales tóxicos.

b) Requieren un equipamiento especial (recipientes, contenedores,


dispositivos de conducción) para su manejo, almacenamiento y
transporte, lo cual exige materiales resistentes seleccionados.

c) Pueden destruir el tejido vivo en caso de un contacto (Código H 8).

El Decreto 831 aclara además que se considera que un residuo presenta la


característica de corrosividad si verifica alguna de las siguientes condiciones:

1) Es un residuo acuoso y tiene un pH < 2 ó pH > 12,5.


2) Es líquido y corroe el acero SAE 1020 en una proporción superior a 6,35
mm /año a una temperatura de 55 °C, de acuerdo al método identificado
en Nase, Stándard HIN 01-69.

Reactividad identifica la característica que poseen aquellos residuos que


debido a su extrema inestabilidad y tendencia a reaccionar violentamente o
explotar, plantean un problema para todas las etapas del proceso de gestión de
residuos peligrosos (Código H8). Se considera que un residuo presenta
características de reactividad, si una muestra representativa del mismo cumple
alguna de las siguientes condiciones:
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1. Es normalmente inestable y sufre cambios fácilmente sin detonación.


2. Reacciona violentamente con agua.
3. Forma mezclas potenciales explosivas con agua.
4. Cuando se mezcla con agua genera gases tóxicos, vapores o humos en
cantidad suficiente como para representar un peligro para la salud y el
ambiente.
5. Es portador de cianuros o sulfuros, por lo cual, al ser expuesto en
condiciones de pH entre 2 y 12,5, puede generar gases, vapores o
emanaciones tóxicas en cantidad suficiente como para representar un
peligro para la salud o el ambiente.
6. Es capaz de detonar o reaccionar explosivamente si es sometido a una
acción iniciadora fuerte o si es calentado en condición confinada, es
decir en condición de volumen constante.
7. Es capaz de detonar fácilmente, de descomponerse o de reaccionar
explosivamente en condiciones normales de presión y temperatura.
8. Es un explosivo, entendiéndose por tal a aquellas sustancias o mezclas
de sustancias susceptibles de producir en forma súbita reacción
exotérmica con generación de grandes cantidades de gases.

Con la característica de lixiviabilidad, según dicho decreto, “se identifican


aquellos residuos que, en caso de ser dispuestos en condiciones no
apropiadas, pueden originar lixiviados donde los constituyentes nocivos de
dichos residuos alcancen concentraciones tóxicas” En los mismos se deben
determinar las concentraciones de ciertas sustancias peligrosas, como por
ejemplo metales pesados y ciertos compuestos orgánicos. Las concentraciones
límites y los métodos de análisis están descriptos en el Anexo VI del citado
decreto.

En cuanto a la toxicidad, esta característica “identifica a aquellos residuos o a


sus productos metabólicos que poseen la capacidad de, a determinadas dosis,
provocar por acción química o químico-física un daño en la salud, funcional u
orgánico, reversible o irreversible, luego de estar en contacto con la piel o las
mucosas o de haber penetrado en el organismo por cualquier vía.” Comprende
a los residuos de código H 6.1, H 11 y H 12.

La característica de infecciosidad identifica a aquellos residuos capaces de


provocar una enfermedad infecciosa, es decir si contienen microbios patógenos
con suficiente virulencia o en tal cantidad, que la exposición a los mismos por
parte de un huésped sensible puede derivar en una enfermedad de tipo
infecciosa. Estos serían los residuos de código H 6.2 según el Anexo II de la
Ley 24051 y los de categoría Y 1, Y 2 e Y 3 del Anexo I de la misma ley.

La teratogenicidad identifica a aquellos residuos que por su composición


pueden crear efectos adversos sobre el feto como la muerte del embrión u
ocasionar deformaciones o disminución en el desarrollo intelectual o corporal.
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La característica de mutagenicidad se da en residuos que en base a las


sustancias que contienen provocan mutaciones en el material genético de
células somáticas (células que forman tejidos y órganos en un ser vivo) o de
células germinales. Las mutaciones en las primeras pueden producir cáncer y
en las segundas pueden transmitirse hereditariamente.

Con la característica de carcinogenicidad se identifica a aquellos residuos


capaces de originar cáncer.

Como se mencionara en el marco, tanto de las normas nacionales como


provinciales, se han abierto una serie de registros donde las empresas
generadoras de residuos como aquellas que los transportan u operan deben
estar inscriptas. Allí se deberán, entre otras cuestiones, declarar:

- Las tecnologías que desarrollan para el tratamiento y disposición final de


residuos.
- El equipamiento que disponen.
- Las capacidades operativas.
- Declarar las operaciones realizadas en forman mensual, lo cual incluirá
las paradas por mantenimiento u otras causas.

Como se aprecia de lo expuesto hasta aquí en el país se ha desarrollado una


profusa normativa para la gestión residuos peligrosos la cual deberá ser tenida
en consideración a la hora de encarar proyectos de gestión ambiental,
productivos y de remediación.

En el Anexo se realiza una presentación más detallada de las normas vigentes


en la materia en la Provincia y Ciudad Autónoma de Buenos Aires.

ETAPAS EN LA GESTIÓN DE RESIDUOS


A continuación se realizará una descripción de las etapas que se deben tomar
en consideración para llevar a cabo una gestión de residuos, las mismas
deberán ser estrictamente seguidas a fin de cumplimentar en todos sus
aspectos las normas nacionales y provinciales.

Etapa I: Evaluación

Esta etapa está destinada a:

- Seleccionar las empresas debidamente autorizadas para el transporte,


tratamiento y disposición final de residuo peligrosos.

- Realizar la evaluación de la generación para seleccionar las tecnologías


más adecuadas a cada corriente de residuos.

Para la selección de las empresas encargadas de la gestión se deberá recurrir


a los registros abiertos en cada una de las provincias donde se tendrá
intervención y en caso que los residuos pasen de una provincia a otra deberán
consultarse los registros nacionales.
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En todos los registros se tiene la información de las empresas:

- Encargadas de las actividades de transporte, conocidas como los


transportistas de residuos.
- Encargadas del tratamiento, conocidas como operadores.
- Encargadas de la disposición final, conocidas como operadores también.
- Encargadas del desarrollo de proyectos de remediación in – situ,
conocidos como operadores in –situ.

La información a recabar en estos registros es la siguiente:

- Están autorizadas para transportar y operar las corrientes de residuos


generadas por la empresa generadora.
- Dispone de la autorización para emplear las tecnologías adecuadas para
la gestión más eficiente de las corrientes de residuos.
- Tiene los permisos al día, esto es de importancia pues cada jurisdicción
establece un lapso de validez para las autorizaciones del transporte,
tratamiento y disposición final. Se deberán verificar pues no son iguales
en todas las provincias y a nivel nacional.

Realizada esta primera selección se deberá avanzar a la Evaluación de las


corrientes de residuos, la que está destinada a recabar información sobre
datos de la misma, dentro de los que cabe mencionar:

- Procesos que generaron las corrientes de residuos.


- Frecuencia de generación y estacionalidad.
- Materias primas, en particular las de tipo tóxico, empleadas en los
procesos.
- Sustancias de interés posibles de encontrar en los residuos y las
indicaciones específicas para su manejo seguro, para lo cual resulta de
suma utilidad recurrir a las denominadas hojas de seguridad (Material
Safety Data Sheet – MSDS).
- Estados de agregación.
- Tipo de contenedores empleados (tambores, bines, cuñetes, a granel en
roll – off, otros).

Etapa II: Almacenamiento

La etapa de almacenamiento en las plantas o sitios de generación es una de


las más importantes para prevenir los riesgos de contaminación, por lo que la
misma deberá ser debidamente evaluada y llevada a cabo.

El almacenamiento se lo puede realizar en contendores tales como: tambores,


tanques, a granel en volquetes o roll – off sólo por mencionar algunas de las
más frecuentes.
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Las autoridades establecen condiciones a ser cumplidas en el almacenamiento


de residuos peligrosos, las que deberán ser consultadas previo al diseño de las
áreas que se destinará a estos fines. En el caso de la provincia de Buenos
Aires, por Resolución N° 592/00, OPDS estableció requisitos tales como:

- El área de almacenamiento deberá estar lo suficientemente separada de


las líneas municipales o ejes divisorios y otras áreas de uso diferente.
- Deberá contar con piso o pavimento impermeable. Ser cubiertas o
semicubiertas.
- Deberá contar con un sistema de recolección y concentración de
derrames.
- Deberá contar con un sistema de lucha contra incendios.
- Deberá existir un croquis de ubicación de los residuos, de identificación
de envase que los contiene, tipo de residuos con su denominación y
capacidad máxima de almacenamiento de cada corriente, incluyendo la
identificación del riesgo de acuerdo a la Resolución N° 195/97 de la
Secretaría de Transporte de la Nación.
- Los residuos deberán ser almacenados en forma agrupada y ordenada
para permitir su contabilización.
- Se deberán dejar pasajes de 1 m. de ancho mínimo para acceder a fin
de verificar su estado.
- Deberán ser almacenada en estibas siguiendo criterios que adopte el
profesional responsable. Normalmente se acepta una estiba vertical de
no más de tres niveles en el caso de tambores o bines.
- Los recipientes deberán estar en condiciones, no aceptándose aquellos
que presenten daños que constituyan un riesgo de pérdidas o caídas.
- Los recipientes deberán estar rotulados con su contenido genérico,
constituyente especial, fecha de ingreso al sector y clasificación de
acuerdo al riesgo, indicándose los elementos de protección personal
necesarios para su manipulación segura.

Por último los residuos no se podrán tener almacenados por más de 6 (seis)
meses desde el momento de su generación en la planta generadora o bien
desde el ingreso a la planta de tratamiento y disposición final.

Etapa III: Ingreso a la planta de tratamiento, aprobación

Cuando el residuo arriba a la planta de tratamiento se realizan una serie de


controles, el primero es de la documentación, se verifica que el manifiesto de
transporte esté debidamente completado con la información requerida al
generador y al transportista, como así también se verifica la cantidad recibida
por pesada. Luego se pasa a la verificación de la partida de residuos,
realizándose lo que se denomina el análisis de “finger print” (huellas digitales),
que está destinado a establecer si la partida que se está recibiendo se
corresponde con declarada en el manifiesto de transporte y la previamente
evaluada cuando el generador solicitó el servicio de tratamiento y/o disposición
final. De una forma rápida, realizando análisis expeditivos, como por ejemplo el
pH, o bien mediante inspección ocular se determina si la partida es aceptada u
obervada.
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En caso de presentarse divergencias se toma contacto con el generador para


verificar la información y puede llegarse a la situación extrema que la partida se
rechaza por no cumplir con algún requisito específico. En este aspecto las
plantas de tratamiento y disposición final de residuos son extremadamente
celosas pues cualquier desvío puede producir una severa sanción por parte de
las autoridades de aplicación.

Figura 1. Control de Residuos.


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Figura 2. Almacenamiento - Estiba.

DESTRUCCIÓN TÉRMICA – INCINERACIÓN – COPROCESAMIENTO


Los sistemas de destrucción térmica de residuos están destinados para hacerlo
con los componentes orgánicos, sin embargo los mismos no son los únicos
compuestos en los residuos peligrosos, están también presentes compuestos
inorgánicos no combustibles. A través de la destrucción térmica la fracción
orgánica se convertirá en dióxido de carbono y agua, por lo que la misma
reducirá el volumen y la masa de los residuos.
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De acuerdo con el Plastic Waste Management Institute el 77% de los RSU


plásticos generados en Japón son destinados para su tratamiento a plantas
incineradoras. El 44% del total - unas 2,2 millones Ton – es aprovechado por
recuperación energética.

Aproximadamente, unos 700 millones de kilos de residuos plásticos nipones


son reciclados anualmente. Esto es, un 15% del total generado a nivel
domiciliario y un 8% va a relleno sanitario.

Una de las mayores preocupaciones relacionadas con la incineración de


residuos está relacionada con las emisiones resultantes de los procesos de
combustión, así se tienen:

Gases ácidos:

- Cloruro de Hidrógeno
- Fluoruro de Hidrógeno
- Óxidos de Nitrógeno
- Óxidos de Azufre

Metales:

- Arsénico
- Berilio
- Cadmio
- Cromo
- Cobre
- Plata
- Aluminio
- Boro
- Bario
- Bismuto
- Mercurio
- Níquel
- Plomo
- Zinc

Orgánicos:

- Dibenzo – p dioxinas (PCCDDs) y Dibenzofuranos Policlorados (PCDFs)


en su diversos grupos (Tetra, Penta, Hexa, Hepta y Octa).
- Clorobencenos (Di, Tri, Tetra, Penta y Hexa).
- Difenilos Policlorados (PCBs)
- Hidrocarburos Aromáticos Polinucleares (PAHs).

Otros:

- Material particulado
- Opacidad
- Monóxido de Carbono
pag. 17

- Hidrocarburos totales

Tanto en Europa como Estados Unidos la tecnología de tratamiento de


residuos peligrosos por incineración, en sus diversas formas, ha sido
ampliamente utilizada. Por ello se avanzó mucho, particularmente en el control
de las emisiones desarrollándose sistemas de tratamiento de gases cada vez
más eficientes.

En Europa las plantas de incineración de residuos están empelando tres


diferentes tipos de sistemas de tratamiento de emisiones:

- Sistema de scrubber húmedo precedido por u separador electroestático


- Sistema de scrubber semi – húmedo con neutralización con cal seguido
de filtración.
- Sistema de scrubber seco usando hidróxido de calcio y separación de
material particulado de alta eficiencia.

En Estados Unidos la enmienda de 1984 de la ley de Residuos Peligrosos y


Urbanos por la que se establecieron restricciones al uso de la tecnología de
rellenos sanitarios y landfills para los residuos peligrosos llevó a que la Agencia
de Protección Ambiental (EPA) realizara investigaciones para el uso de
sistemas de calderas y hornos industriales para el tratamiento de residuos
peligrosos.

Las plantas de incineración cuentan con una serie de etapas, a saber:

- Etapa de preparación de los residuos


- Cámara o cámaras de combustión.
- Sistema de tratamiento de emisiones gaseosas.
- Manejo de las cenizas.
- Tratamiento de aguas residuales provenientes de los sistemas de
tratamiento de emisiones gaseosas.

Los residuos a ser procesados pueden estar en forma líquida, sólida o barros,
cada una de ellas requerirá de un acondicionamiento previo de acuerdo a sus
características, principalmente su poder calórico y el contenido de ciertos
contaminantes como Cl, S y PVC dado que los mismos pueden formar
sustancias de riesgo que deberán ser controladas por los procesos de
tratamiento de emisiones gaseosas. Asimismo en ocasiones para lograr una
más eficiente destrucción de los residuos se requiere que los mismos sean
triturados previo a su alimentación a los hornos.

De acuerdo a las tecnologías de combustión los procesos de tratamiento,


acutalmente existentes en nuestro país, se pueden dividir en:

- Tecnologías de incineración mediante hornos de lecho móvil


- Tecnología de incineración mediante hornos de lecho fijo.
- Cor –procesamiento en plantas industriales, en particular hornos
cementeros.
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Hornos rotativos

Los hornos rotativos son ampliamente utilizados a nivel mundial para destruir
térmicamente una amplia variedad de residuos orgánicos. La unidad consta de
un cilindro que rota suavemente el que está cubierto internamente por ladrillos
refractarios. La velocidad de giro varía entre 0,3 y 3 metros por minuto, con lo
cual se logra una mezcla de los residuos y además se los expone, junto con
una corriente de aire, a un proceso de combustión, donde las temperaturas que
se pueden alcanzar están el rango de 800 a 1650 °C. Por otra parte, a fin de
garantizar un tiempo de permanencia entre 0,1 y 0,2 segundo para gases y
líquidos y de horas para los sólidos, el horno se encuentra inclinado y la
relación diámetro/largo puede variar de 1:2 a 1:10.

Los hornos rotativos tienen la posibilidad de ser alimentados con corrientes de


residuos en variadas composiciones y estados de agregación, así sólidos,
líquidos, lodos y gases se pueden alimentar conjuntamente por diversos
medios de alimentación. El retiro de cenizas es continuo lo cual favorece su
posterior tratamiento y disposición final.

El calor liberado en la combustión de residuos es elevado y además es un


factor limitante a la hora de aplicar esta tecnología, usualmente se lo sitúa entre
931.000 y 1.290.000 KJ/hm3 (25.000 – 40.000 BTU/hr.ft3. Es imprescindible
mantener este rango pues de otra forma se dañaría la cubierta de ladrillos
refractarios del equipo.

La función primaria del horno es convertir residuos sólidos, pastosos (lodos) o


líquidos en gases, esta conversión acontece a través de una serie de procesos
de volatilización, destilación y combustión parcial. Dado que los gases aún
contienen compuestos orgánicos se requiere de una oxidación adicional, la que
tiene lugar en la denominada cámara secundaria o de post – combustión la
cual se encentra directamente vinculada con la anterior, de allí que a ésta se la
suele denominar también cámara primaria.

Lo a cámara secundaria también se encuentra cubierta de ladrillos refractarios,


dispone de un sistema de inyección de aire y una antorcha de combustión de
gas. De esta forma se garantiza que la cámara operará con un exceso de aire,
del orden del 120 al 200 %, la temperatura se mantendrá en el rango de 1100 a
1450 °C, mientras que el tiempo de retención de los gases en la cámara
secundaria será de hasta 3 segundos.
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Figura 3. Esquema horno rotativo.


Hornos de lecho fijo

Los hornos de lecho fijo o de flujo de aire controlado son ampliamente


utilizados para la termodestrucción de residuos, en particular de los
patogénicos. En este proceso se mantienen las dos cámaras pero en la
primaria se realiza la operación en niveles de concentración de oxígeno
subestequiométrica, normalmente entre el 50 – 80 % del aire necesario para
una combustión completa. Por eso también se los conoce como hornos
pirolíticos pues hacen una destrucción de los compuestos presentes en las
diversas corrientes de residuos sin necesidad de llegar a ser una combustión
completa, es una descomposición pirolítica.

Los residuos en la cámara primaria son descompuestos liberando un gas con


un alto poder calórico, luego este gas pasa a una cámara secundaria para
realizar la post – combustión, ahora si en condiciones de exceso de aire, entre
el 100 a 200 %.

La cámara primaria opera a una temperatura entre 540 y 800 °C y la


secundaria se la mantiene entre 1000 y 1200 °C, estás cámaras deberán ser
diseñadas para asegurar una correcta mezcla entre el aire y los gases
provenientes de la primaria y el tiempo de residencia de los gases se ubicará
en el rango de 0,5 a 2 segundos.

Mientras que en los hornos rotativos de lecho fijo la alimentación puede ser
continua en los de lecho fijo se realiza por pulsos.
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Figura 4. Esquema de Horno de Lecho Fijo o Pirolítico.


Co-procesamiento

En nuestros días la emisión de gases de efecto invernadero como el


calentamiento global, el uso eficiente de combustibles fósiles no renovables, la
generación de residuos tóxicos y la contaminación del suelo y el agua son
cuestiones de permanente preocupación, que forman parte de la agenda global
en materia de desarrollo sustentable.

También es menester mencionar que las empresas, en el contexto antes dado,


intentan desenvolverse en mercados que resultan cada vez más competitivos
lo cual las lleva a tener un celo muy singular sobre el mantenimiento de
condiciones de rentabilidad, acordes a los tiempos económicos globales y
locales. Esta es una preocupación de tipo económica, las restantes lo son
desde lo ambiental y social, en conjunto es lo que conocemos como los tres
ejes que hacen al desarrollo sustentable.

La industria cementera se caracteriza por el considerable consumo de recursos


naturales y energía, pero también por ser un motoro del crecimiento y
modernización de las ciudades y la infraestrutura que requiere todo país para
su desenvolvimiento. Es por ello que siempre está explorando medios que le
permitan ya no sólo hacer un uso más racional de los recursos naturales, en
particular los no renovables, sino en encontrar mecanismos que le permitan
sustituir parte de los mismos, sin alterar las características básica de sus
productos.
pag. 21

El consumo de cemento se viene incrementando año a año, así en el año 2001


era del 1,69 tons, en el 2003 1,94 y se espraba un crecimiento de
aproximadamente el 3,6 % aña a año. Europa consume el 14,4%; USA: 4,7 %,
resto de América: 6,6 %; Asia el 67,5 % (solo China el 41,9 %) y el resto del
mundo el 2,7 %, estimándose una consumo per capita de cemento de 260 kg
en el año 2003, según datos del Cembureau2.

Donde sea posible se debenaplicar las mejores tecnologías disponibles (Best


Available Technology – BAT) a fin de lograr la reducción en el consumo de
energía y materias primas provenientes de recursos naturales no renovables.
Así la industria del cemento ha reducido en Europa cerca del 30 % del
consumo de energía, lo cual implica, haciendo las conversiones necesarias un
ahorro de 11 millones de ton de carbón por año3.

La substitución de combustibles fósiles y materias primas por residuos es una


práctica muy reconocida y aplicada en muestro país, a estas corrientes de
residuos que se transforman en insumos y combustibles se los conoce como
Materiales y Combustibles Alternativos, (MCA). Es que los hornos, comparados
con los incineradores convencionales presetan algunas ventajas comparativas,
como por ejemplo temepraturas superiores a los 1600 ºC y tiempos de
retención mayores de los 5 segundos.

Diversas son las corrientes que pueden ser tratados con esta tecnología,
suelos contaminados con metales, hidrocarburos de petróleo, compuestos
orgánicos diversos como solventes y residuos de pinturás y tintas, fondos de
tanques que contuvieron hidrocarburos, entre otros son ejemplos de aplicación
en la actualidad

A principios de esta década el uso de MCA estaba ya ampliamente consolidado


en países europeos y EEUU, así se tenían para el año 2003 las siguientes
cifras de generación de emergía empleado materiales alternativos:

País Energía generada de MCA

France: 32%
Alemania: 42%
Noruega: 45%
Suiza: 47%
USA: 25%

2
Cembureau, based in Brussels, is the representative organization of the cement industry in Europe and includes 25
members, based in Brussels, is the representative organization of the cement industry in Europe and includes 25
members
3
Useful information on BAT can be found in the following two documents:
- Cembureau, 1999. Best Available Technology for the cement industry
- Integrated Pollution Prevention and Control (IPPC) 2001. Reference document on Best Available Technology in the
Cement
and Lime manufacturing industries.
pag. 22

La producción de cemento es un proceso de uso intensivo de materiales, luego


de la extracción de la piedra caliza de las canteras se realiza una
homogeneización del material siendo la próxima etapa la calcinación del
carbonato de calcio, seguido de la sinterización del óxido de calcio resultante
con sílice, alúmina y hierro a altas temperaturas, de este proceso resulta el
clinker, que luego es molido conjuntamente con yeso y otros constituyentes
para producir el cemento.

La producción de 1 tonelada de clinker requiere el uso de 1,5 a 1,6 toneladas


de materias primas, gran parte de ellas se eliminan en la forma de CO2, de
acuerdo a la siguiente reacción:

Ø
CaCO3  CaO + CO2

En la producción de cemento el principal costo productivo es la energía, el que


representa del 35 al 40 % del costo total de producción. Todo esto ha llevado al
desarrollo de procedimientos y procesos que permitan la incorporación de
residuos, ya sea por que permiten reutilizar los materiales inertes presentes en
ellos como así también su poder calórico.

Figura 5. Esquema del Horno de Cemento.


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Figura 6. Esquema del Horno de Cemento.


A fin de producir corrientes de residuos a ser alimentadas se requiere de un
procesamiento previo ya que muchos de ellos no pueden ser alimentados en
forma directa a los hornos. Esto se conoce como la preparación de “blending”
de residuos ya que resulta de operaciones de mezcla, trituración y
acondicionamiento de tal forma de alcanzar los estándares y requisitos
impuestos por las empresas cementeras.

También se deberán cumplir todos los requisitos administrativos mencionados


en los capítulos anteriores en cuanto se refiere a permisos, manifiestos de
transporte y emisión de certificados de tratamiento.

La opción de coprocesamiento en plantas cementeras no debe verse como una


alternativa de reducción de residuos, habiendo alternativas que permitan evitar
y reducir la cantidad de residuos las mismas deberán ser consideradas como
prioritarias frente la coprocesamiento.

Control de Emisiones Gaseosas

El control de las emisiones de los hornos es otro de los factores esenciales a


ser considerados, por lo que parámetros como SOx; NOx; HCL, CO; CO 2;
Material Particulado; Dioxinas, Furanos, deberán ser monitoreados de acuerdo
a la frecuencia y términos específicos establecidos por las autoridades locales.
pag. 24

Las emisiones gaseosas deben ser tratadas para eliminar estas sustancias de
riesgo, para lograr esto se requiere de condiciones operativas, dentro de las
cuales cabe mencionar:

- Asegurar la mezcla completa de combustible con los residuos.


- Mantener las concentraciones de Oxígeno de tal forma de establecer
condiciones de combustión ideales.
- Diseñar los hornos para garantizar que la eficiencia se sitúe por encima
del 99,999 % para sustancias de riesgo como los PCBs.

Dentro de los procesos más utilizados se tienen:

I. Sistemas “Quench” los que consisten en una torre donde las corrientes
de gases salida de los hornos se mezclan con corrientes líquidas de
agua o soluciones alcalinas de NaOH. La pérdida de calor de la corriente
gaseosa ocasionada por la evaporación del las corrientes líquidas hace
que su temperatura disminuya y de esta forma determinadas sustancias,
en particular metales, condensen y pases a formar una corriente sólida.
Adicionalmente la corriente alcalina permitirá neutralizar el HCl, SOx,
NOx y CO2.

II. Sistemas de “scrubbers” húmedos destinados a remover el material


Particulado, esto se logra adicionando una solución alcalina para retener
partículas y a fin de lograr una mezcla se hace pasar la corriente
mezclada a través de una garganta que aumenta la velocidad y la
turbulencia. Este tipo de sistemas tienen como desventajas el generar
una corriente de efluentes líquidos que deberá ser tratada en plantas
específicas para aguas residuales.

III. Scrubber secos son sistemas donde se inyecta a la corriente de gases


un material sorbente, generalmente hidróxido de calcio, se lo puede
hacer en forma sólida o de lechada, en esta caso serán scrubbers semi
– húmedos. El sorbente neutraliza ácidos como el HCl y otros y luego se
lo separa mediante filtros de manga. Esta tecnología es una de las más
usadas en los países europeos.

IV. Precipitadores electroestáticos que consisten en electrodos por los


cuales circula una corriente eléctrica que atrae las partículas cargadas
negativamente y de esa forma las separa de la corriente gaseosa. Este
tipo de precipitadores funciona con rangos de partículas que van de 0,1
a 10 µm y pueden ser diseñados para temperaturas de hasta 375 ºC.
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Cenizas

El manejo de cenizas es otro de los aspectos centrales en los procesos de


incineración, de acuerdo al tipo de residuos tratados la cantidad de cenizas
resultantes pueden variar entre el 15 y 30 %. Las producidas por incineración
de residuos peligrosos deben ser consideradas como tales, una alternativa de
disposición en como MCA para hornos de cemento o bien como material
ligante en los procesos de tratamiento físicos y químicos de solidificación –
estabilización.

TRATAMIENTOS FÍSICOS Y QUÍMICOS


Los tratamientos físicos y químicos de residuos peligrosos están destinados a
cambiar las características de los mismos por determinados procesos físicos de
separación ampliamente conocidos como la filtración, centrifugación,
precipitación o bien cambiar sus características de riesgos y toxicidad por
medio de reacciones químicas, tales como la neutralización, oxido reducción,
estabilización y solidificación en una matriz sólida, estas últimas son
tecnologías destinadas a impedir la migración de contaminantes hacia el
ambiente y están especialmente indicadas para residuos con materia
inorgánica y metales pesados, la misma ha sido ampliamente presentada en
oportunidad de explicar los procesos de ES in – situ.

Una vez desarrollados los procesos físicos y químicos el destino final de los
residuos puede ser un proceso de recuperación, un relleno de seguridad o bien
un co-procesamiento en hornos de cemento.

En el esquema siguiente se presentan una serie de procesos destinados al


tratamiento físico y químico de residuos peligrosos.
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pag. 27

Dentro de los métodos químicos más empelados se encuentran los de


neutralización, por ejemplo de un ácido con carbonato de sodio:

H2SO4 + CO3-2  SO4 -2 + CO2 + H2O

Procesos de oxidación de sustancias tales como los cianuros empleando


hipoclorito de calcio, reacción que se lleva a cabo en dos etapas según lo
siguiente:

1ª Etapa:

NaCN + Cl2 + 2 NaOH ---------> NaCNO + 2 NaCl + H2O

2ª Etapa:

2 NaCNO + 4 NaOH + 3 Cl2 ---------> 6 NaCl + 2 CO2 + N2 + 2 H2O

Reacciones de reducción como las del Cr (VI) a Cr (III) que tiene por objeto la
reducción de la toxicidad de este metal en estado hexavalente, para ello se
emplea el bisulfito de sodio, el metabisulfito de sodio o bien el sulfato ferroso en
medio ácido, según las siguientes reacciones:

Agentes reductores:

• Bisulfito de Sodio: NaHSO3


• Metabisulfito de Sodio: Na2S2O5
• Sulfato Ferroso: FeSO4
• pH= 1 – 3

4 H2CrO4 + 6 NaHSO3 + 3 H2SO4 ------> 2 Cr2(SO4)3 + 3 Na2SO4 + 10 H2O

2 H2CrO4 + 6 FeSO4 + H2SO4 ------> Cr2(SO4)3 + 3 Na2SO4 + 8 H2O

Se pueden emplear métodos de encapsulamiento para la inmovilización de


ciertos metales pasándolos a una forma insoluble, al de caso del Cadmio:

Cd 2+(aq) + 2OH – 1 → Cd(OH)2(s)

Estos metales pueden luego ser inmovilizados por una matriz cementicia y
dispuestos para su envío a un landfill o relleno de seguridad.

En otras ocasiones cuando las sustancias a remover se encuentran en


suspensión en una solución acuosa, como ocurre con ciertos metales, se
pueden emplear procesos de coagulación - floculación, para lo cual se agregan
sales de Fe o Al, en ocasiones acompañadas por polímeros sintéticos
destinados a mejorar estos procesos de separación. Las reacciones de Al y Fe
se presentan a continuación:
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- Sales de Aluminio

El Sulfato de Aluminio, tanto en forma de solución como sólido reacciona de la


siguiente forma =

Al2 (SO4) 3 + 3 Ca (H CO3) 2 -- 3 CaSO4 + 2 Al (OH)3 + 6 CO2

Las dosis pueden variar ampliamente pero para el caso de aguas residuales se
sitúan entre 100 y 300 g/m3.

El Cloruro de Aluminio (de uso excepcional).

Al Cl3 + 3 Ca (HCO3)2 --- 2 Al (OH)3 + 3 CaCl2 + 6 CO2

Polímeros de aluminio se pueden obtener por la condensación de sales de


aluminio, denominados policloruro básico de aluminio (PCBA), la forma básica,
luego de lo cual la fórmula queda como:

Al6 (OH)126+ a Al54 (OH)1448 +

- Sales de Hierro

La más empleada es el Cloruro férrico, en forma de solución o bien cristalizado.

2 Fe Cl3 . + 3 Ca (H CO3)2 --- Ca Cl2 + 2 Fe (OH)3 + 6 CO2

La dósis para el tratamiento de aguas residuales es de 100 a 500 g/m 3, de la


forma comercial (Fe Cl3 . 6 H2O).

Las plantas de tratamiento físicos y químicos de residuos y aguas residuales


centralizadas tienen reactores los que usualmente son piletas de tamaño
diverso. Las mismas cuentan con una cubierta de hormigón que permite su
impermeabilización, protegiéndose de esta forma la posible salida de
contaminantes. Dentro de estas piletas se instalan reservorios construidos en
acero, los mismos están destinados a contener los residuos y los diferentes
agentes que se utilicen para las diferentes reacciones que se lleven a cabo.

En las siguientes fotos se muestran una variedad de estos reactores:


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Figura 7. Pileta de reacción.

Figura 8. Cubierta de Pileta de reacción.


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Figura 9. Planta Físico Química.

Figura 10. Piletas y palas mezcladoras.


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LANDFARMING
Existen plantas donde se llevan a cabo procesos de biodegradación en suelos
de diferentes corrientes de residuos, algunas encuadradas dentro de la
normativa de residuos peligrosos y otras no, tales como las procedentes de
industrias alimenticias o bien de centros comerciales, cabe destacar las aguas
residuales de frigoríficos, separadores de grasas o bien lodos de plantas de
tratamiento biológicos, donde no se encuentre sustancias de riesgo como
metales y compuestos orgánicos tóxicos.

El proceso denominado landfarming se lleva a cabo por el mezclado de la


cubierta del suelo vegetal del terreno con residuos para producir su
biodegradación natural por medio de los microorganismos presentes en el sitio.

Bajo condiciones controladas, que luego se describirán en detalle, los residuos


son mezclados con el suelo para crear condiciones óptimas de biodegradación,
descomposición y destrucción, de las sustancias presentes en los mismos. Los
microorganismos existentes naturalmente en el suelo descomponen la materia
orgánica en un medio facultativo o aeróbico, resultando de tal proceso la
producción de dióxido de carbono, agua, compuestos de nitrógeno y fósforo,
que se incorporan a la materia vegetal que crece naturalmente en el sitio.

Si bien la capacidad de carga depende de muchos factores, características del


suelo, tipo de residuos, condiciones climáticas locales, técnicas de laboreo,
utilización de nutrientes, entre otras, se pueden llegar a tener altas tasas de
degradación. Así se estima que el proceso de biodegradación puede estar
terminado en un lapso de 3 a 6 meses en climas templados

Un factor fundamental en la operación de esta tecnología constituye el


permanente control de los contaminantes y mecanismos de remoción en el
suelo, este aspecto es clave para la selección del tipo de residuos a ser
tratados y como los mismos deberán ser manejados durante la etapa de
operación del landfarming.

Las características locales del terreno son las que definen las reacciones
químicas y biológicas que tendrán lugar durante el proceso de biodegradación
como asimismo, la movilidad de las sustancias resultantes de tales procesos.
Las denominadas cubiertas vegetales de los suelos están compuestas por un
material de tipo poroso con un contenido de materia orgánica que puede variar
entre el 1 y 10 %, en los espacios generados por los poros se encuentra aire,
agua y los microorganismos que producen los procesos biológicos de
biodegradación.

Otra característica de los suelos es la capacidad para retener iones, en el caso


de la cubierta denominada vegetal compuesta por humus las partículas se
cargan en forma negativa. Los iones cargados en forma positiva, como por
ejemplo amonio, calcio, magnesio, sodio y en general los metales pesados son
atraídos y retenidos en esta capa de humus. Los aniones como los nitratos y
cloruros se movilizarán con el agua en los suelos en forma de soluciones,
quedando retenidos debido a las características hídricas de cada región.
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La capacidad de un suelo de intercambiar iones se conoce como CIC,


Capacidad de Intercambio de Cationes, cuanto mayor es esta capacidad mayor
es la posibilidad de ser utilizado el suelo como un medio de tratamiento, para la
mayoría de los suelos la CIC se ubica entre 10 y 30 meq/100 g de suelo y para
el humus puro es alrededor de 200 meq/100 g.

Las reacciones químicas que ocurren durante la biodegradación en suelos de


residuos son complejas y resulta sumamente complicado realizar
determinaciones precisas, a lo cual debe adicionarse las características propias
de los terrenos. Las reacciones también afectan la movilidad de los
constituyentes, pero la adsorción y la precipitación son dos de los mecanismos
más importantes para gobernar el movimiento de sustancias a través del suelo,
complementariamente a lo mencionado con relación a la CIC.

Gran parte de los metales considerados como tóxicos, cadmio, níquel, zinc, y
cobre se encuentran positivamente cargados y por lo tanto son retenidos en
suelos con una CIC adecuada. Sin embargo a fin de no producir efectos tóxicos
que puedan alterar los mecanismos de degradación la tasa de carga de
metales debe controlarse adecuadamente; existe una regla general que
establece que las tasas de aplicación deberán seguir el siguiente orden: Pb >
Zn > Cu > Ni > Cd.

Dentro de loa factores que controlan el desarrollo bacteriano en suelos cabe


mencionar:

Temperatura

Los microorganismos mesófilos tienen un rango óptimo de temperatura entre


25 C y 40 C. Los ambientes microbianos más comunes con este rango de
temperatura son los cuerpos de animales de sangre caliente y se caracterizan
por mantener una temperatura constante con variaciones en cada organismo
de alrededor de un grado centígrado. Es de notar que en los suelos expuestos
a la luz solar directa las temperaturas pueden ascender entre 50 C y 70 C en
horas del mediodía. A unos pocos centímetros de profundidad las temperaturas
son mucho menores.

La principal acción dela temperatura elevada sobre los microorganismos es que


afecta al sistema de síntesis de proteínas y paredes celulares y provoca la
muerte en aquellos en que el rango de temperatura es muy estrecho.

También se debe considerar que actúan potenciando o disminuyendo la


resistencia al calor factores tales como el nivel de acidez y la concentración de
sales, azúcares, proteínas y grasas.
pag. 33

Efecto del pH

Cada organismo tiene un rango de pH dentro del cual puede crecer, y un nivel
más estricto de pH óptimo. La mayoría de las levaduras y hongos crecen en
medios levemente ácidos (pH: 5 a 6). La mayoría de las bacterias crecen mejor
en condiciones neutras a levemente alcalinas. Muchas algas son tolerantes a
medios débilmente ácidos, pero la mayoría de las algas verde azuladas pueden
crecer en condiciones levemente alcalinas.

En los casos en que el pH se eleva por acción microbiana, se produce la


deaminación de aminoácidos o de otros compuestos orgánicos de nitrógeno.
Ciertos microorganismos también pueden provocar disminución de los valores
de pH.

Efecto del potencial de óxido – reducción

Se encuentran medio ambientes en los cuales el potencial de óxido-reducción


es bajo, agrupándose bajo el nombre de medio ambientes anaeróbicos. Entre
ellos se encuentran barros y sedimentos de fondo de cuerpos de agua, suelos
inundables, tracto intestinal de animales, entre otros. En la mayoría de estos
lugares el bajo potencial de óxido – reducción se debe a la presencia de
bacterias que consumen el oxígeno.

Muchos organismos pueden vivir en ambientes aeróbicos y anaeróbicos, por lo


cual suelen denominarse facultativos. Los que pueden crecer sólo en
ambientes anaeróbicos son llamados anaeróbicos obligados. En presencia de
oxígeno no pueden crecer e incluso mueren. En los microorganismos aeróbicos
la presencia de oxígeno es necesaria para la biosíntesis de esteroles y ácidos
grasos no saturados. El otro factor importante es que el oxígeno es un aceptor
electrónico terminal en la respiración.

Efecto de la radiación

Uno de los efectos de la radiación solar se evidencia a través de los rayos


ultravioletas. Una célula puede morir por radiación ultravioleta ya que los
aminoácidos aromáticos de las proteínas y las bases de los ácidos nucleicos la
absorben fuertemente.

También la luz visible de suficiente intensidad puede provocar la muerte celular


mediante un proceso de fotooxidación. En este caso la luz es absorbida por los
pigmentos y causa inactivación de las enzimas y otros componentes sensibles
en presencia de oxígeno.

Los efectos destructivos de la luz del sol sobre los microorganismos se deben
generalmente a los procesos de fotooxidación.
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Efecto de la concentración de nitrógeno

Las bacterias nitrificadoras se encuentran ampliamente distribuidas en el suelo


y ejercen una gran importancia en la fertilidad del mismo y en el ciclo del
nitrógeno. En los ambientes aeróbicos las bacterias nitrificadoras utilizan el
amoníaco como fuente primaria de energía y los conviertes en nitrato. El paso
siguiente es la asimilación del nitrato en los grupos aminos de las proteínas.
Otros géneros fijan directamente el nitrógeno atmosférico.

Microorganismos existentes en el suelo

Los microorganismos juegan un rol muy importante en la transformación


biológica de los contaminantes debido a su amplia distribución en el ambiente y
a su capacidad enzimática. El petróleo es una mezcla extremadamente
compleja de hidrocarburos, tanto en número como en tipos, sobre los cuales
las poblaciones bacterianas pueden actuar frente a una amplia variedad de
componentes estructurales y facilitar el proceso de biodegradación.

En cuanto a la degradación de hidrocarburos se establece que la efectúan un


número relativamente bajo de microorganismos (tales como Nocardia,
Pseudomonas, Mycobacterium y algunas algas). Estos microorganismos
pueden utilizar los hidrocarburos como fuente de carbono para su crecimiento,
este proceso es estrictamente aeróbico. La vía metabólica más importante que
usan los microorganismos aeróbicos para degradar hidrocarburos lineales se
basa en la oxidación a través de un conjunto de reacciones que conduce a la
formación de acetil coenzima A la que puede ser asimilada fácilmente por los
organismos para producir energía y crecimiento celular. Los hidrocarburos
cíclicos siguen un proceso degradativo similar.

El mayor interés se centra en los hidrocarburos aromáticos, conocidos por su


toxicidad. Hay diversos mecanismos por los cuales los anillos aromáticos se
degradan conduciendo a la formación de compuestos de carbono más simple y
anhídrido carbónico, los que son fácilmente asimilables por los organismos. Se
ha determinado que compuestos complejos tales como naftaleno, fenantreno y
otros son degradados por bacterias que rinden productos finales tales como
salicilato, ácido benzoico, anhídrido carbónico y otros productos simples que
son asimilados por organismos.

El género Mycobacterium presenta una variedad de especies en suelo entre las


que se incluyen las que son capaces de utilizar hidrocarburos como fuente de
crecimiento.

El género Nocardia tiene capacidad para crecer mediante la utilización de


hidrocarburos, pero no puede hidrolizar proteínas complejas o polisacáridos.
pag. 35

Los organismos productores de antibióticos se encuentran frecuentemente en


ambientes naturales tales como suelo, agua y barro. Los principales
productores se encuentran en el suelo. Muchos organismos producen más de
un antibiótico y pueden llegar hasta seis. Entre las bacterias los principales
productores se encuentran en los géneros Bacillus y Streptomyces. Entre los
hongos los productores de antibióticos son comunes en los géneros Penicillium
y Aspergillus.

El género Streptomyces se encuentra predominantemente en los suelos y sus


esporas son ampliamente dispersadas por el viento. Entre los antibióticos que
producen este grupo de microorganismos se encuentran cloramfenicol,
estreptomicina, neomicina, eritromicina, cicloheximida, tetraciclina y otros
menos conocidos. Estos antibióticos actúan en diferentes niveles, tales como
inhibiendo la síntesis de pared celular y la síntesis de proteínas.

En presencia de materia orgánica en el suelo y adecuados niveles de


nutrientes se estimula la formación de antibióticos.

Se debe considerar que el género Streptomyces es bastante amplio en su


espectro nutritivo. Pueden utilizar como sustrato aminoácidos, azúcares,
alcoholes y ácidos orgánicos. Presentan como ventaja la producción de
enzimas extracelulares que permiten la utilización de polisacáridos (almidón,
celulosa, hemicelulosa), proteínas y grasas. Algunas cepas también son
capaces de degradar hidrocarburos, lignina y taninos. Otro aspecto muy
importante es que son aeróbicos estrictos.

En relación a la operación de los landfarming en la provincia de Buenos Aires la


misma se encuentra regulada por la Resolución Nº 446/964 la que establece los
alcances de aplicación de la tecnología, así establece podrán ser tratados,
únicamente aquellos Residuos Especiales que figuran en las corrientes de
desechos establecidas en el Anexo I de la Ley 11.720, como Y8 e Y9, todos
aquellos suelos contaminados con las corrientes señaladas, con excepción de
residuos asfálticos, o aquellos pertenecientes a dichas corrientes, que
contengan compuestos parafínicos con más de veinte (20) átomos de Carbono
en su fórmula molecular. Y se deberá seguir como criterio de carga limitante
para el tratamiento de residuos con presencia de metales pesados que la
concentración en ningún caso, luego de la aplicación del residuo en el suelo,
deberá sobrepasar los valores guía de calidad de suelos a ser empleados para
explotaciones agrícolas, y en este caso se ha seguido los valores, a modo de
guía general, establecidos en el Decreto N° 831/93.

Esta Resolución Nº 446/96 establece además condiciones operativas de los


landfarming muy precisas y aspectos relacionados con la posible ubicación de
estas plantas, por lo que se la puede considerar sin duda un valioso documento
técnico para el control y seguimiento de este tipo de operaciones.

A continuación se presenta una serie de fotos ilustrativas de la operación de


estas plantas:

4
http://www.opds.gba.gov.ar
pag. 36

Figura 11. Preparación del suelo previa aplicación de residuos.

Figura 12. Equipo de aplicación de residuos líquidos.


pag. 37

Figura 13. Labranza post aplicación de residuos.

Figura 14. Parcela en proceso de tratamiento.


pag. 38

RELLENO DE SEGURIDAD
Un relleno de seguridad es una instalación, considerada en la provincia de
Buenos Aires como una actividad productiva más (Ley Nº 11.459) la cual
deberá estar proyectada, construida y operada para el depósito permanente de
residuos peligrosos, en forma controlada.

Las plantas de disposición final, rellenos de seguridad o “security landfills” (se


diferencian así de los rellenos sanitarios de RSU denominados “sanitary
landfills”) consisten en celdas, separadas o bien unidas, las que tienen
conjunto de elementos de infraestructura para la recepción y
acondicionamiento de residuos, así como para el control de ingreso y la
evaluación de su funcionamiento.

De esta forma un relleno de seguridad para residuos peligrosos tiene por objeto
garantizar, mediante correctos principios de construcción y operación, la
contención segura de los residuos, y de esta forma brindar a los generadores
(quienes tienen la permanente responsabilidad sobre la gestión de sus residuos
de acuerdo a las normas nacionales y provinciales), una solución para
aquellas corrientes donde se han agotado las instancias destinadas a las
eliminación de sus componentes de riesgo.

Características Constructivas de los Rellenos de Seguridad,


Impermeabilización

La construcción de un relleno de seguridad tiene una serie de condiciones a ser


cumplidas previo al inicio del proyecto, las principales son las siguientes:

i. Requieren de la realización de un estudio de impacto ambiental dado


que la actividad tiene un efecto de relevante efecto ambiental.

ii. Necesariamente deberá estar alejada de todo centro urbano, la distancia


no será inferior a 5 km. Las normas de la provincia de Buenos Aires
establecen que deberá ser una zona rural y en el registro de la
propiedad deberá estar consignado el uso del terreno a tal objeto,
expresándose la imposibilidad de ser empleado, una vez cerrado, con
otro fin.

iii. Se deberá obtener un certificado de “no inundabilidad del predio” a nivel


nacional, de acuerdo lo establecido por la Ley Nº 24.051, el que se
deberá tramitar ante el Instituto Nacional del Agua (INA).

iv. Se deberá obtener un certificado que acredite que la zona de


emplazamiento no presenta riesgos sísmicos, este certificado se tramita
ante el Instituto Nacional de Prevención Sísmica (IMPRES).
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v. Deberá ser construido con un sistema de impermeabilización de la base


y los taludes laterales de doble barrera, denominado como sistema de
doble “liners”. Este sistema de liners será construido con
geomembranas de Polietileno de Alta Densidad (HDPE) con espesor no
inferior a 1,5 mm. (en algunos casos se requiere de 2,0 mm.) (ver
esquema).

vi. El liner más próximo al acuífero superior deberá ser construido con
materiales que garanticen que su permeabilidad será inferior a 10 – 7
cm/seg.

vii. El fondo de la celda deberá estar a una distancia mayor a los 3 m del
acuífero superior, para lo cual se deberán realizar los estudios
pertinentes que permitan determinar, históricamente y bajos las
condiciones hidrogeológicas del sitio, que esta distancia se mantendrá
dentro de estos valores.

viii. Deberá contar con un sistema de cobertura final con características de


impermeabilidad similares al fon de la celda.

ix. Deberá contar con un sistema de colección de lixiviados producidos por


la lluvia. Es de destacar que en este tipo de instalaciones no se
disponen residuos que generen lixiviados por descomposición de
materia orgánica, en los rellenos de seguridad se disponen residuos
estabilizados, por lo que no hay generación de agua por
descomposición, de allí que la generación de lixiviados está ligada a la
lluvia, que al pasar por el frente de la celda activa, es decir donde se
encuentran expuestos los residuos inertizados, podrían arrastrarse
contaminantes. Los lixiviados deben ser conducidos a sistemas de
tratamiento o bien, en aquellos casos donde exista un régimen pluvial
marcadamente deficitario se podrían implementar sistemas de gestión,
que reduzcan o bien minimicen la generación por recirculación de los
lixiviados sobre la misma celda.

x. Los sistemas de tratamiento y/o gestión de lixiviados deberán contar con


una impermeabilización de características similares a la celda de
disposición final.

Se deberá contar con un sistema de detección de lixiviados, los que están


destinados a verificar en forma permanente que son se produce fuga de
líquidos entre el sistema de liner superior, que está en contacto con los
residuos, y el liner inferior. En caso de detectarse una fuga se deberá encontrar
el punto donde el liner se encuentra afectado y se debe proceder a su
reparación, aunque ello lleve a la remoción parcial de los residuos depositados
en la celda. Así tenemos una serie de características de los rellenos de
seguridad que los diferencia de los sanitarios, un sistema de doble liners, un
sistema de colección de lixiviados y otro destinado a la detección de posibles
fugas.
pag. 40

En la provincia de Buenos Aires se exige la colocación de sistemas de


detección entre el fondo de la celda y el acuífero superior, los mismos se basan
en la medición de la conductividad eléctrica, los que deberán ser distribuidos
uniformemente para cubrir en forma razonable toda la superficie del fondo de
la celda. En los siguientes esquemas se presenta el sistema de liners de fondo
y taludes
pag. 41

Sistema de
Colección de
Sistema de
Lixiviados Detección de
Geonet
Lixiviados

HPDE 1.5 mm

Liner de
Bentonita

Geonet

HPDE 1.5 mm

- Sistema de impermeabilización de base y taludes de doble barrera.


- Sistema de captación, conducciónLiner
y tratamiento de de
de Bentonita lixiviados.
1,00 m de Espesor
–7
- Sistema de detección de pérdidas. Permeabilidad < 10 cm/seg
- Sistema de captación y conducción de gases.
- Elementos de control de ingreso de agua de lluvia por escurri
- Suelo
-
- cumplimiento
Acuífero Superior a una distancia mayor
de 3,00 m del Fondo de la Celda
pag. 42

xi. El sistema de liners se completa con unas redes (geonets) que tienen
por objeto darle resistencia estructural al sistema, en especial en
aquellos rellenos de seguridad donde se requiere del trabajo de
máquinas para la compactación de los residuos en la misma celda. Es
de destacar que según la opción que se seleccione existen rellenos
donde se tiene una única celda de dimensiones reducidas que una vez
alcanzada su capacidad se cierran. Otros se proyectan para ir
ampliándolos a medida que se van alcanzado niveles de residuos, por lo
que presentan laterales expandibles o bermas provisorias. La selección
de una u otra tecnología dependerá de las condiciones locales, por
ejemplo en regiones con regímenes pluviales elevados se requerirá el
techado de la celda para minimizar la generación de lixiviados, por lo
que podría resultar más apropiado disponer de una celda única de
menores dimensiones, en otras regiones donde el régimen pluvial es de
menor efecto se puede optar por celdas únicas expandibles.
Lógicamente también está en consideración la generación de residuos o
demanda de este tipo de disposición final y la posibilidad de tener
celdas únicas para un único tipo de residuos.

xii. A medida que la celda se va llenando el perfil final de los residuos se va


ajustando para proceder a la cobertura final. Un concepto operativo de
importancia en los rellenos, ya sea sanitarios o de seguridad, es dejar
diariamente la menor superficie expuesta al aire libre, ya que de esa
forma se previene la generación de lixiviados por lluvias, el
esparcimiento de residuos por acción del viento y la posible presencia
de animales y aves que afectarían la operación. Por ello se realiza la
denominada cobertura diaria, en general se emplean suelos extraídos
de la excavación de las celdas y en otros casos se debe recurrir a su
importación, siempre la cobertura diaria deberá ser del menor espesor
posible para no perder volumen de disposición final. En el caso de los
rellenos de seguridad la cobertura final deberá contar con un sistema de
liners como el que se muestra en el siguiente esquema:

Cobertura Vegetal

60 cm de Suelos Compactados

50 cm de Suelos Compactados
Geonet
Residuos – Perfil 1: 5

Liner de HPDE de
1,5 mm
pag. 43

Generalmente se maneja la posibilidad de diseñar celdas contiguas, cuya


construcción se puede diferir en el tiempo.

El relleno podrá ser abierto o techado. Esto va a depender de un tema


económico donde intervienen básicamente dos términos: el costo del techado y
el costo del tratamiento de lixiviados. Dentro de este último, el régimen de
lluvias es uno de los aspectos clave ya que determina el volumen de lixiviados,
mientras que la composición del lixiviado fijará los requerimientos de
tratamiento. La composición del lixiviado dependerá del tipo de residuo y de la
forma en la que ingresa al relleno. En el caso de tratarse de monorellenos (para
un solo tipo de residuos) el tratamiento suele ser más simple. La concentración
del lixiviado dependerá de la facilidad de liberación de los contaminantes, lo
que se puede regular con tratamientos previos a los que sean sometidos los
residuos.

Otro aspecto a considerar es la optimización de la relación entre el volumen de


confinamiento, el área impermeabilizada y el movimiento de suelo. Dado que el
costo de la impermeabilización tiene un peso importante dentro del costo total
de la obra, se trata de lograr el mayor volumen de confinamiento
impermeabilizando la menor cantidad de área posible. Trabajar con área
mínima tiene la ventaja adicional de reducir la captación de agua de lluvia
(generando menor cantidad de lixiviado) o implica menor superficie a techar si
se opta por esta alternativa. En este punto la geología, hidrogeología, la
topografía y el costo de los movimientos de tierra serán aspectos clave. La
geología y la hidrogeología pueden limitar la profundidad de la celda, mientras
que la topografía incidirá en los volúmenes de los movimientos de tierra.

A continuación se presentan una serie de fotos que muestran en detalle los


sistemas constructivos antes descriptos

Figura 15. Instalación de geosintéticos.


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Figura 16. Instalación de geosintéticos.

Figura 17. Construcción sumideros lixiviados.


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Figura 18. Instalación de conductos lixiviados.

Figura 19. Celda terminada.


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Figura 20. Construcción cobertura final.

Figura 21. Cobertura final terminada.


Sistemas de Control de Calidad en la Construcción

Dentro de los aspectos considerados de mayor importancia durante las


distintas etapas de construcción de un relleno de seguridad se encuentra el
desarrollo de procedimientos de aseguramiento de la calidad a fin de cumplir
con todos los requisitos, establecidos por las normas además de los
constructivos y de seguridad para la operación posterior.
pag. 47

Así se deben realizar ensayos de permeabilidad en la construcción de los liners


materializados mediante suelos mezclados con bentonita de tal forma de
asegurar que se alcanzó el grado de impermeabilidad solicitado. Para ello se
emplean ensayos de permeabilidad en campo empleando lisímetros como el
que se muestra en la figura. Estos ensayos se encuentran establecidos
mediante Normas IRAM y ASTM.

Figura 22. Ensayo de permeabilidad en campo.


Asimismo la instalación de las geomembranas deberá estar controlada
mediante la realización de ensayos destinados a verificar las soldaduras y las
resistencias a la tracción, corte, etc.
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Figura 23. Soldadura de juntas.

Figura 24. Ensayo de soldadura por vacío.


pag. 49

Barrera Forestal

La barrera forestal tiene por objeto minimizar la posibilidad de que, por efecto
del viento, se pueda producir una dispersión de contaminantes, desde los
sectores operativos de la planta de disposición final al medio circundante.
Asimismo se busca minimizar el impacto visual y evitar el ingreso de animales
a la planta.

La construcción de la barrera forestal deberá estar acorde a las posibilidades


de los suelos locales, debiéndose garantizar la cobertura aérea pero también a
nivel de terreno, por ello se suelen utilizar varias especies de árboles y
arbustos, que en conjunto, brindan una cubierta eficiente.

Las distancias de la barrera forestal las áreas activas deberá ser debidamente
estudiadas, por lo general se las ubica en el perímetro a continuación de la
valla de seguridad y entre el la misma y las áreas activas se deja una calle de
tal forma de permitir el acceso a todo el ámbito de la planta. En ocasiones,
donde se dispone de suelos excedentes de las excavaciones de las celdas se
suelen construir bermas perimetrales las que se cubren con pasto y de esa
forma se garantiza la cobertura inferior del sitio.

Corrientes de Residuos Aceptables

Las plantas de disposición final de residuos deberán contar con procedimientos


que permitan establecer las corrientes de residuos aceptables o bien aquellas
que no se pueden ingresar, ya sea porque han sido expresamente prohibidas
por las normas vigentes o bien por el operador de la planta que ha establecido
restricciones específicas, inherentes a su instalación.

A continuación se brinda un listado de distintas corrientes de residuos no


aceptadas en los rellenos de seguridad como así también otras condiciones
generales:

- Residuos conteniendo líquidos libres


- Residuos dispersables
- Residuos solubles
- Contenedores con espacios libres
- Gases comprimidos
- Residuos inflamables
- Residuos oxidantes y/o reactivos
- Residuos conteniendo compuestos orgánicos halogenados, por ejemplo
PCBs.
- Residuos radiactivos
- Residuos con olores ofensivos y con posibilidad de generar emisiones o
bien desprender material particulado.

Esta lista es sólo indicativa, pudiendo existir restricciones específicas de cada


operación que pueden agregar condiciones particulares.
pag. 50

Monitoreos operativos y ambientales – Post Clausura

Las plantas de disposición final de residuos deben desarrollar planes de


monitoreo operativos y ambientales, el primero tiene por objeto establecer los
mecanismos registrados para controlar el ingreso de residuos a la planta, tal
como ya se mencionara anteriormente. Asimismo de acuerdo a los nomas
vigentes se deberá realizar un relevamiento diario de las coordenadas dentro
de la celda donde se ha realizado la disposición de residuos, esta información,
junto al certificado de disposición final deberá ser entregada al generador de
residuos y estará a disposición de las autoridades competentes, las que
normalmente requieren también registros escritos de la totalidad de las
operaciones llevadas a cabo dentro de la planta, debiéndose indicar también
aquellas condiciones que salieran de la operación normal.

El plan de monitoreo ambiental está destinado a registrar en forma continuada


la calidad de los recursos en el ámbito de la planta, así se deberán llevar a
cabo monitoreos de calidad de agua subterránea, suelos y calidad de aire
ambiental. En todos los casos los parámetros, los métodos analíticos y
frecuencias de muestreo serán fijados por las autoridades, pero serán los
suficientes para verificar la no afectación de la calidad ambiental del sitio.

Si bien no ha sido establecido en todos sus alcances por las normativas


nacionales y provinciales las plantas de disposición final deben diseñar y llevar
adelante un plan de post – clausura, es decir el que se desarrollará cuando el
sitio haya alcanzado su máxima capacidad. Dentro de los aspectos mínimos a
cubrir tenemos:

- Mantenimiento y verificación de instalaciones tales como control y


colección de lixiviados, tratamiento de lixiviados, barrera forestal,
integridad de la cobertura final, caminos y accesos.
- Desmantelamiento de instalaciones operativas inutilizables.
- Monitoreo ambiental, el que se deberá mantener por un período a ser
acordado con las autoridades competentes. Si bien inicialmente se
reconocía un lapso de hasta 50 años, gradualmente se ha instalado la
necesidad de realizarlo a perpetuidad.
pag. 51

ANEXO
MARCO NORMATIVO PROVINCIA DE BUENOS AIRES Y
CIUDAD AUTÓNOMA DE BUENOS AIRES

Legislación de la Provincia de Buenos Aires

La Provincia de Buenos Aires, en realidad, toma el término de residuos


“especiales” en su ley Nº 11.720 que regula la generación, manipulación,
almacenamiento, transporte, tratamiento y disposición final de dichos residuos
en el territorio de la provincia.

En el Artículo 3 define, en principio, residuos como: “cualquier sustancia u


objeto, gaseoso (siempre que se encuentre contenido en recipientes), sólido,
semisólido o líquido del cual su poseedor, productor o generador se desprenda
o tenga la obligación legal de hacerlo” y los residuos a los que denomina
“especiales” los define como los que pertenezcan a las categorías enumeradas
en el Anexo I de dicha ley o que tengan las características descriptas en el
Anexo II de la ley y “todo aquel residuo que posea sustancias o materias que
figuren en el Anexo I en cantidades, concentraciones a determinar por la
Autoridad de Aplicación, o de naturaleza tal que directa o indirectamente
representan un riesgo para la salud o el medio ambiente en general.”

En el Anexo I de esta ley provincial se encuentran listadas las mismas


corrientes de desechos y los desechos con constituyentes peligrosos
codificados Y 2 a Y 45 de la Ley Nacional Nº 24051. Cabe aclarar que los
desechos clínicos resultantes de la atención médica prestada en hospitales,
centros médicos y clínicas para salud humana y animal, corriente de código Y
1, se encuentran regulados por norma separada, la Ley Nº 11347 de Residuos
Patogénicos, ya que estos están excluidos en la Ley Nº 11720 de Residuos
Especiales.

Comparando los Anexos II de ambas leyes (provincial y nacional), donde se


establecen las listas de características peligrosas, se puede observar que son
totalmente iguales.

El Decreto reglamentario de la Ley Provincial de Residuos Especiales es el Nº


806/97. En este decreto se vuelve a definir el término de residuos especiales
como “los comprendidos en el Artículo 3 de la ley Nº 11720”, es decir los
alcanzados por el Anexo I o que posean características peligrosas definidas en
el Anexo II de dicha ley.

El Decreto N° 806/97 también introduce en su Anexo I una lista de sustancias


consideradas peligrosas, por lo que si un residuo las contenga hace que sea
tratado como residuo “especial”. Esta lista comprende unas 150 sustancias y
grupo de sustancias inorgánicas y orgánicas de conocida peligrosidad pero a
su vez se aclara en el mismo decreto que la enumeración de estas sustancias
no reviste carácter taxativo, pudiéndose actualizar anualmente en virtud de los
avances científicos y tecnológicos.
pag. 52

Dichas sustancias son las nombradas en la Tabla III.3

Tabla III.3 Anexo I Decreto 806/97 Provincia de Buenos Aires


Sustancias Especiales

ACENAFTENO BROMOMETANOS DIBROMOCLOROPROPANO


ACETONA 1-3 BUTADIENO DIBROMOETILENOS
ACETONITRILO BUTANOL DICLOROETANO
ACETOFENONA CADMIO, COMPUESTOS DE DICLOROETILENOS
ACIDO PROPENOICO CARBAZOLES DICLOROPROPANO
ACRILONITRILO CARBOFURANO DICLOROPROPENOS
ACRILATO DE ETILO CIANOGENO DICOFOL
ACROLEINA CIANUROS ORGANICOS / INORG. DICLORVOS
ALCOHOL BENCILICO CINC, COMPUESTOS DE DIELDRIN
ALCOHOL ALILICO CLORDANO DIMETILANILINA
ALCOHOL ISOBUTILICO CLOROANILINA DIMETOATO
ALDRIN CLOROBENCENOS DDD, (P,P’-DICLORODIFENILDICLOROETANO)
ALDICARB CLOROBUTANO DDT, (P,P’-DICLOROBIFENILTRICLOROETANO
ANHIDRICO MALEICO CLOROPROPANO DDE, (P,P’-
DICLORODIFENILDICLOROETILENO)
ANILINA CLOROPROPANOL DIMP, (FOSFONATO DE DIISOPROPIL ETILO)
ANTIMONIO, COMPUESTOS DE CLOROCIANURO ENDRIN
ANTRAZINA CLOROETANOS ENDOSULFAN
ANTRACENO CLOROETILENOS EPICLORHIDRINA
ARSENICO, COMPUESTOS DE CLOROETILETER ESTERES FTÁLICOS
ASBESTOS, POLVOS / FIBRAS CLOROFENOLES ETERES
BARIO, COMPUESTOS DE CLOROFORMO ETERES CLOROALQUÍLICOS
BENCENO CLOROMETANOS ETILBENCENO
BENCIDINA CLORURO DE VINILO ETILENGLICOL
BENSALDEHIDO CLORURO DE METILENO ETU, (ETILENTIOUREA)
BERILIO, COMPUESTOS DE COBRE, COMPUESTOS DE FENANTRENO
BENZOICO ACIDO CRESOLES FENOLES, COMPUESTOS FENÓLICOS
BENZOANTRACENO CROMO VI FENOLES CLORADOS
BENZOFLUORANTENO DIBENZO-DIOXINAS POLICLORADAS
FLUORUROS, (EXCLUIDO F2Ca)
BIFENILOS POLIBROMADOS,
(PBB)
DIBENZO-FURANOS
POLICLORADOS
FLUORANTENO
BIFENILOS POLICLORADOS,
(PCB)
DIBENZOPARADIOXINAS
POLICLORADAS
FLUORENO
FTALATOS DE: DIMETIL, DIETIL, ETILHEXIL, BUTILBENCIL,DI-N-OCTIL
NAFTALENOS PLAGUICIDAS
FURANO NAFTALENOS CLORADOS PLOMO, COMPUESTOS DE
FURFURAL NITROBENCENO QUINOLEINA
HALOMETANOS NITROFENOLES SELENIO, COMPUESTOS DE
pag. 53

HEPTACLOROS NITROPROPANO SULFURO DE HIDROGENO


HCH: ALFA, BETA, GAMA. NITROTOLUENOS TALIO, COMPUESTOS DE
HEXACLOROS: ETANO,
CICLOHEXANO,
CICLOPENTADIENO,
BUTADIENO.
NITROSODIFENILAMINA TELURO, COMPUESTOS DE
HIDRAZINAS NITROSODIPROPILAMINA TETRACLOROETILENO
HIDRAZIDA MALEICA NITROSODIBUTILAMINA TETRACLORURO DE
CARBONO
HIDROCARBUROS NITROSODIETILAMINA TETRAHIDROFURANO
HIDROCARBUROS
AROMATICOS
POLINUCLEARES
NITROSOMETILUREA TIOACETAMIDA
KEPONE NITROSOPIRROLIDINA TIOMETANOL
MALATION ORGANO-HALOGENADOS TIOUREA
MERCURIO, COMPUESTOS DE ORGANO-FOSFORADOS TOLUENOS
METACRILONITRILO PARATION TOLUIDINA
METAL-CARBONILO PARAQUAT TOXAFENO
METANOL PIRENO TRICLOROETILENO
METILETILCETONA PIRIDINA TRIFENILOS POLICLORADOS, (PCT)
METILISOBUTILCETONA METILPIRIDINA TRIFLURALINA
METOXICLORO PEROXIDOS ORGANICOS XILENOS

Es de destacar incluso que este decreto hace mención especial a las


sustancias con características H 11 (Sustancias tóxicas con efectos retardados
o crónicos) y a las H 12 (ecotóxicas) en cuanto a que la clasificación se
realizaría con la información disponible y en caso de no existir o de resultar
insuficiente se deberán realizar los ensayos necesarios que se consideren
convenientes.

Este decreto se encuentra complementado por la Resolución Provincial Nº


2864/05 (24) que establece un listado de los que denomina residuos tóxicos.
Esta resolución se origina en realidad porque en el Artículo Nº 28 de la
Constitución de la Provincia de Buenos Aires (25), prohíbe el ingreso en su
territorio de “residuos tóxicos”. Por lo que se definen a estos como sustancias
que estén nombradas en una lista, (que coincide con la mostrada en el Decreto
806/97, a excepción del ácido benzoico que no está nombrado en la resolución)
o que tengan las características catalogadas como H 6.1 (tóxicos agudos), H
10 (que liberan gases tóxicos en contacto con agua o aire ), H 11 (sustancias
tóxicas con efectos retardados o crónicos), H 12 (ecotóxicos) y H 13
(sustancias que pueden dar origen a sustancias toxicas).

Legislación de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires

La Ciudad Autónoma de Buenos Aires regula sus residuos peligrosos por


medio de la Ley N° 2214 sancionada el 7 de diciembre de 2006 de Residuos
Peligrosos, Generación, Manipulación, Almacenamiento, Transporte,
Tratamiento y Disposición Final”.
pag. 54

Esta ley posee el mismo esquema de la Ley Nacional Nº 24051. La diferencia


es que, al igual que en la provincia de Buenos Aires, aquí los residuos
catalogados como Y1 son regulados por norma separada (Ley 154 sobre
Residuos Patogénicos).

La Ley N° 2214 define a los residuos peligrosos en su Artículo 2º como: “todo


residuo que se encuentre comprendido dentro del Anexo I y/o que posea
alguna de las características enumeradas en el Anexo II”. Los llamados Anexo I
y II de esta ley coinciden con los mismos de la ley Nacional, con la salvedad
hecha de la corriente Y 1.

El 13 de diciembre de 2007 fue publicado en el Boletín Oficial Nº 281 el


Decreto 2020/07, reglamentario de esta Ley de Residuos Peligrosos Nº 2214.

En el Articulo 2º del Anexo I del Decreto N° 2020/07 se establece que para la


clasificación de un residuo como peligroso, además de la clasificación dada por
la ley, se “tendrán en cuenta las fichas internacionales de Seguridad Química
de la/s sustancia/s contenida/s en el residuo del Programa Internacional de
Seguridad Química de la Organización Mundial de la Salud y la Organización
Internacional del Trabajo” donde se indican las frases de riesgo.

Además se aclara que la Autoridad de Aplicación (el Ministerio de Medio


Ambiente o el organismo que lo reemplace en la nueva gestión de gobierno)
podrá establecer si un residuo no es considerado peligroso cuando la
concentración relativa de las sustancias, compuestos o mezclas peligrosas que
lo componen no implique riesgo a la salud y al medioambiente.

En este decreto se ha introducido una novedad con respecto a la legislación


nacional y provincial ya vista. En sus Anexos se adoptan directivas europeas y
normas mexicanas. A saber:

- Anexo II Frases de Riesgo: Naturaleza de los riesgos específicos


atribuidos a sustancias y preparaciones peligrosas. Directiva
92/32/CEE (30).
- Anexo III Propiedades que hacen peligroso a un residuo: Norma
Oficial Mexicana NOM-052-SEMARNAT-1993. Para el análisis del
lixiviado de las muestras, la técnica de extracción establecida en el
Método 1310 B – Extraction Procedure (EP) Toxicity Test Method and
Structural Integrity Test - SW - 846 - 3ª Ed. 1986 - Revisión 2
Noviembre 2004 (31) (32).
- Anexo IV: Concentraciones de sustancias peligrosas por encima de
las cuales un residuo debe considerarse peligroso en función de sus
características de peligrosidad: Decisión 2000/532/EC.
pag. 55

Tabla III.4 Anexo II Decreto Nº 2020 de Ley Nº 2014 – Frases de Riesgo.


Naturaleza de los riesgos específicos atribuidos a sustancias y
preparaciones peligrosas

Frases R (Riesgo)
R1 Explosivo en estado seco.
R2 Riesgo de explosión por choque, fricción, fuego u otras fuentes de ignición.
R3 Alto riesgo de explosión por choque, fricción, fuego u otras fuentes de
ignición.
R4 Forma compuestos metálicos explosivos muy sensibles.
R5 Peligro de explosión en caso de calentamiento.
R6 Peligro de explosión en contacto o sin contacto con el aire.
R7 Puede provocar incendios.
R8 Peligro de fuego en contacto con materias combustibles.
R9 Peligro de explosión al mezclar con materias combustibles
R10 Inflamable.
R11 Fácilmente inflamable.
R12 Extremadamente inflamable.
R14 Reacciona violentamente con el agua.
R15 Reacciona con el agua liberando gases extremadamente inflamables.
R16 Puede explosionar en mezcla con sustancias comburentes.
R17 Se inflaman espontáneamente en contacto con el aire.
R18 Al usarlo pueden formarse mezclas aire - vapor explosivas/inflamables.
R19 Puede formar peróxidos explosivos.
R20 Nocivo por inhalación.
R21 Nocivo en contacto con la piel.
R22 Nocivo por ingestión.
R23 Tóxico por inhalación.
R24 Tóxico en contacto con la piel.
R25 Tóxico por ingestión.
R26 Muy tóxico por inhalación.
R27 Muy tóxico en contacto con la piel.
R28 Muy tóxico por ingestión.
R29 En contacto con el agua libera gases tóxicos.
R30 Puede inflamarse fácilmente al usarlo.
R31 En contacto con ácidos libera gases tóxicos.
R32 En contacto con ácidos libera gases muy tóxicos.
R33 Peligro de efectos acumulativos.
R34 Provoca quemaduras.
R35 Provoca quemaduras graves.
R36 Irrita los ojos.
R37 Irrita las vías respiratorias.
R38 Irrita la piel.
R39 Peligro de efectos irreversibles muy graves.
R40 Posibilidad de efectos irreversibles.
R41 Riesgos de lesiones oculares muy graves.
R42 Posibilidad de sensibilización por inhalación.
R43 Posibilidad de sensibilización en contacto con la piel.
R44 Riesgo de explosión al calentarlo en ambiente confinado.
R45 Puede causar cáncer.
pag. 56

R46 Puede provocar alteraciones genéticas hereditarias.


R47 Puede provocar malformaciones congénitas.
R48 Riesgo de efectos graves para la salud en caso de exposición prolongada.
R49 Puede causar cáncer por inhalación.
R50 Muy tóxico para los organismos acuáticos.
R51 Tóxico para los organismos acuáticos.
R52 Nocivo para los organismos acuáticos.
R53 Puede provocar a largo plazo efectos negativos en el medio ambiente
acuático.
R54 Tóxico para la flora.
R55 Tóxico para la fauna.
R56 Tóxico para los organismos del suelo.
R57 Tóxico para las abejas.
R58 Puede provocar a largo plazo efectos negativos en el medio ambiente.
R59 Peligroso para la capa de ozono.
R60 Puede perjudicar la fertilidad.
R61 Riesgo durante el embarazo de efectos adversos para el feto.
R62 Posible riesgo de perjudicar la fertilidad.
R63 Posible riesgo durante el embarazo de efectos adversos para el feto.
R64 Puede perjudicar a los niños alimentados con leche materna.
R65 Nocivo: Si se ingiere puede causar daño pulmonar.
R66 La exposición repetida puede provocar sequedad o formación de grietas
en la piel.
R67 La inhalación de vapores puede provocar somnolencia y vértigo.

Tabla III.5 Anexo II Decreto Nº 2020 de Ley Nº 2014 – Frases de Riesgo.


Naturaleza de los riesgos específicos atribuidos a sustancias y
preparaciones peligrosas.

Combinación de Frases R (Riesgo)

R68 Posibilidad de efectos irreversibles


R14/15 Reacciona violentamente con el agua, liberando gases
extremadamente inflamables.
R15/29 En contacto con el agua libera gases tóxicos y extremadamente
inflamables.
R20/21 Nocivo por inhalación y en contacto con la piel.
R20/22 Nocivo por inhalación y por ingestión.
R20/21/22 Nocivo por inhalación, por ingestión y en contacto con la piel.
R21/22 Nocivo en contacto con la piel y por ingestión.
R23/24 Tóxico por inhalación y en contacto con la piel.
R23/25 Tóxico por inhalación y por ingestión.
R23/24/25 Tóxico por inhalación, por ingestión y en contacto con la piel.
R24/25 Tóxico en contacto con la piel y por ingestión.
R26/27 Muy tóxico por inhalación y en contacto con la piel.
R26/28 Muy tóxico por inhalación y por ingestión.
R26/27/28 Muy tóxico por inhalación, por ingestión y en contacto con la piel.
R27/28 Muy tóxico en contacto con la piel y por ingestión.
R36/37 Irrita los ojos y las vías respiratorias.
R36/38 Irrita los ojos y la piel.
pag. 57

R36/37/38 Irrita los ojos, la piel y las vías respiratorias.


R37/38 Irrita las vías respiratorias y la piel.
R39/23 Tóxico: Peligro de efectos irreversibles muy graves por inhalación.
R39/24 Tóxico: Peligro de efectos irreversibles muy graves por contacto con la
piel.
R39/25 Tóxico: Peligro de efectos irreversibles muy graves por ingestión.
R39/23/24 Tóxico: Peligro de efectos irreversibles muy graves por inhalación y
contacto con la piel.
R39/23/25 Tóxico: Peligro de efectos irreversibles muy graves por inhalación e
ingestión.
R39/24/25 Tóxico: Peligro de efectos irreversibles muy graves por contacto con
la piel e ingestión.
R39/23/24/25 Tóxico: Peligro de efectos irreversibles muy graves por
inhalación, contacto con la piel e ingestión.
R39/26 Muy tóxico: Peligro de efectos irreversibles muy graves por inhalación.
R39/27 Muy tóxico: Peligro de efectos irreversibles muy graves por contacto
con la piel.
R39/28 Muy tóxico: Peligro de efectos irreversibles muy graves por ingestión.
R39/26/27 Muy tóxico: Peligro de efectos irreversibles muy graves por
inhalación y contacto con la piel.
R39/26/28 Muy tóxico: Peligro de efectos irreversibles muy graves por
inhalación e ingestión.
R39/27/28 Muy tóxico: Peligro de efectos irreversibles muy graves por contacto
con la piel e ingestión.
R39/26/27/28 Muy tóxico: Peligro de efectos irreversibles muy graves por
inhalación, contacto con la piel e ingestión.
R40/20 Nocivo: Posibilidad de efectos irreversibles por inhalación.
R40/21 Nocivo: Posibilidad de efectos irreversibles en contacto con la piel.
R40/22 Nocivo: Posibilidad de efectos irreversibles por ingestión.
R40/20/21 Nocivo: Posibilidad de efectos irreversibles por inhalación y contacto
con la piel.
R40/20/22 Nocivo: Posibilidad de efectos irreversibles por inhalación e
ingestión.
R40/21/22 Nocivo: Posibilidad de efectos irreversibles en contacto con la piel e
ingestión.
R40/20/21/22 Nocivo: Posibilidad de efectos irreversibles por inhalación,
contacto con la piel e ingestión.
R42/43 Posibilidad de sensibilización por inhalación y en contacto con la piel.
R48/20 Nocivo: Riesgo de efectos graves para la salud en caso de exposición
prolongada por inhalación.
R48/21Nocivo: Riesgo de efectos graves para la salud en caso de exposición
prolongada por contacto con la piel.
R48/22 Nocivo: Riesgo de efectos graves para la salud en caso de exposición
prolongada por ingestión.
R48/20/21 Nocivo: Riesgo de efectos graves para la salud en caso de
exposición prolongada por inhalación y contacto con la piel.
R48/20/22 Nocivo: Riesgo de efectos graves para la salud en caso de
exposición prolongada por inhalación e ingestión.
R48/21/22 Nocivo: riesgo de efectos graves para la salud en caso de
exposición prolongada por contacto con la piel e ingestión.
pag. 58

R48/20/21/22 Nocivo: Riesgo de efectos graves para la salud en caso de


exposición prolongada por inhalación, contacto con la piel e ingestión.
R48/23 Tóxico: Riesgo de efectos graves para la salud en caso de exposición
prolongada por inhalación.
R48/24 Tóxico: Riesgo de efectos graves para la salud en caso de exposición
prolongada por contacto con la piel.
R48/25 Tóxico: Riesgo de efectos graves para la salud en caso de exposición
prolongada por ingestión.
R48/23/24 Tóxico: Riesgo de efectos graves para la salud en caso de
exposición prolongada por inhalación y contacto con la piel.
R48/23/25 Tóxico: Riesgo de efectos graves para la salud en caso de
exposición prolongada por inhalación e ingestión.
R48/24/25 Tóxico: Riesgo de efectos graves para la salud en caso de
exposición prolongada por contacto con la piel e ingestión.
R48/23/24/25 Tóxico: riesgo de efectos graves para la salud en caso de
exposición prolongada por inhalación, contacto con la piel e ingestión.
R50/53 Muy tóxico para los organismos acuáticos, puede provocar a largo
plazo efectos negativos en el medio ambiente acuático.
R51/53 Tóxico para los organismos acuáticos, puede provocar a largo plazo
efectos negativos en el medio ambiente acuático.
R52/53 Nocivo para los organismos acuáticos, puede provocar a largo plazo
efectos negativos en el medio ambiente acuático.

En el Anexo III del Decreto N° 2214/07 se enuncian las propiedades de las


características peligrosas: corrosividad, reactividad, explosividad, toxicidad al
ambiente e inflamabilidad.

En el caso particular de toxicidad ambiental se considera así cuando el residuo


es sometido a una prueba de extracción y el lixiviado de la muestra
representativa contenga concentraciones mayores a los límites señalados de
ciertos contaminantes inorgánicos (As, Ba, Cd, Cr (VI), Ni, Hg, Ag, Pb y Se),
contaminantes orgánicos (ej: acrilonitrilo, clordano, cresoles, 2,4 dinitrotolueno,
heptacloro, hexaclorohexano, lindano, pentacloronitrofenol etc.) y
constituyentes orgánicos volátiles (benceno, clorobenceno, cloroformo, cloruro
de metileno, cloruro de vinilo, fenol, hexaclorobenceno, tolueno etc.).

En cuanto a las demás características enunciadas en dicho Anexo III de


peligrosidad de residuos, la Tabla III. 6 muestra cuales son las propiedades por
las que se los clasifica.

Tabla III.6 Decreto Nº 2020. Ley Nº 2014 CABA- Anexo III


Característica de peligrosidad
Propiedad/es (debe poseer alguna de las descriptas)

En estado líquido o en solución acuosa presenta pH menor o igual a 2 y mayor


o igual a 12,5.
pag. 59

Corrosividad

En estado líquido o en solución acuosa y a 55 ºC es capaz de corroer el acero


al carbón (SAE 1020) a una velocidad de 0,35 mm o más por año.

Bajo condiciones normales (25ºC y 1 atm) se combina o polimeriza


violentamente sin detonación.

En condiciones normales (25 °C y 1 atmósfera) cuando se pone en contacto


con agua en relación (residuo-agua) de 5:1, 5:3, 5:5 reacciona violentamente
formando gases, vapores o humos.

Bajo condiciones normales cuando se ponen en contacto con soluciones de


pH; ácido (HCl 1,0 N) y básico (NaOH 1,0 N), en relación (residuo-solución) de
5:1, 5:3, 5:5 reacciona violentamente formando gases, vapores o humos.

Posee en su constitución cianuros o sulfuros que cuando se exponen a


condiciones de pH entre 2,0 y 12,5 pueden generar gases, vapores o humos
tóxicos en cantidades mayores a 250 mg de HCN/Kg de residuo o 500 mg de
H2S/Kg de residuo.

Reactividad

Es capaz de producir radicales libres.

Tiene una constante de explosividad igual o mayor a la del Explosividad


dinitrobenceno.

Es capaz de producir una reacción o descomposición detonante o explosiva a


25°C y a 1,03 Kg/cm² de presión.

En solución acuosa contiene más de 24% de alcohol en volumen.

Es líquido y tiene un punto de inflamación inferior a 60°C.

No es líquido pero es capaz de provocar fuego por fricción, absorción de


humedad o cambios químicos espontáneos (a 25°C y a 1,03 Kg/cm²).
Inflamabilidad Se trata de gases comprimidos inflamables o agentes que
estimulan la combustión.

El Anexo IV de este decreto enumera entonces, como ya se mencionó, las


concentraciones máximas de ciertos contaminantes para considerar a un
residuo como no peligroso. A continuación en la Tabla III.7 se transcribe dicho
Anexo:

Contener una o más sustancias clasificadas como muy tóxicas en una


concentración total 0,1 %.

Contener una o más sustancias clasificadas como tóxicas en una


concentración total ³ 3 %.
pag. 60

Contener una o más sustancias clasificadas como nocivas en una


concentración total ³ 25 %.

Contener una o más sustancias corrosivas, que provoquen quemaduras


graves (R35), en una concentración total³ 1 %.

Contener una o más sustancias corrosivas, que provoquen quemaduras (R34)


en una concentración total ³ 5 %.

Contener una o más sustancias irritantes, que tienen riesgo de producir


lesiones oculares graves (R41), en una concentración total ³ 10 %.

Contener una o más sustancias irritantes, que provoquen irritación de vías


respiratorias o dérmica (R36, R37, R38), en una concentración total ³ 20 %.

Contener una o más sustancia que sean un cancerígeno conocido de la


categoría 1 o 2 en una concentración ³ 0,1 %.

Contener una o más sustancia tóxicas para la reproducción de la categoría


1 o 2, que puede perjudicar la fertilidad o existe un riesgo durante el embarazo
de efectos adversos para el feto(R60 y R61), una concentración ³ 0,5 %.

Contener una sustancia tóxica para la reproducción de la categoría 3,


posible riesgo durante el embarazo de efectos adversos para el feto o puede
perjudicar a los niños alimentados con leche materna (R62 y R63), en una
concentración ³ 5 %.

Contener una sustancia mutagénica de la categoría 1 o 2, que puede causar


alteraciones genéticas hereditarias (R46), en una concentración ³ 0,1 %.

Contener una sustancia mutagénica de la categoría 3, con posibles efectos


cancerígenos (R40), en una concentración ³ 1 %.

III.4 - Clasificación de los Residuos según su peligrosidad

La Legislación Nacional también clasifica a los residuos peligrosos según su


peligrosidad. La resolución Nº 224/94 (34) establece los parámetros y normas
técnicas tendientes a definirlos que deberán utilizarse para su categorización.

Según esta norma, los residuos de alta peligrosidad son los descriptos entre Y
1 e Y 17 independientemente de la concentración en los otros constituyentes.
Los Y 18 a Y 45 inclusive son considerados particularmente de acuerdo al
contenido de sus constituyentes peligrosos.

Los residuos de baja peligrosidad son aquellos de estas categorías que


contengan concentraciones de los constituyentes correspondientes menores a
ciertos valores indicadas en el Anexo A de la mencionada resolución. Estas
concentraciones son del 0,1 % en peso para las categorías Y 19 a Y 33 y de Y
37 a Y 42.
pag. 61

Cabe destacar que en dicho Anexo A se define detalladamente cada categoría


Y de la Ley Nacional Nº 24051. En particular la corriente Y 14 sobre
“Sustancias químicas de desecho, no identificadas o nuevas, resultantes de la
investigación y el desarrollo o de las actividades de enseñanza y cuyos efectos
en el ser humano o el medio ambiente no se conozcan.” Esta corriente,
considerada de alta peligrosidad por la mencionada Resolución, es la única que
nombra las actividades de enseñanza pero para el caso de sustancias nuevas.

El Anexo A define tres subcategorías:

- 14.a) Investigación y desarrollo de los institutos de enseñanza de


cualquier nivel.
- 14.b) Universidades, colegios, escuelas profesionales y sus
dependencias de investigación y estudio, oficiales y/o privadas.
- 14. c) Institutos de investigación y desarrollo de productos y tecnologías
oficiales y/o privadas

La legislación de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires hace una diferencia con


respecto a esta calificación de residuos ya que los divide en alta peligrosidad,
mediana peligrosidad y baja peligrosidad (Art. 21, Decreto Nº 2020) (29). Así la
clasificación es:

- Baja peligrosidad: Y 2, Y 3, Y 16, Y 18, Y 34, Y 35.


- Media peligrosidad: Y 7, Y 8, Y 9, Y 10, Y 12, Y 13, Y 19, Y 20, Y 22, Y
23, Y 25, Y 28, Y 30, Y 31, Y 37, Y3 9, Y 40.
- Alta peligrosidad: Y 4, Y 5, Y 6, Y 11, Y 14, Y 15, Y 17, Y 21, Y 24, Y 26,
Y 29, Y 33, Y 36, Y 38, Y 41, Y 42, Y 43, Y 44, Y 45.

La Provincia de Buenos Aires en el Artículo 5º de la Resolución Nº 344/98 (35)


define a los Residuos Especiales de Alta Peligrosidad como aquellos que
“contengan como constituyentes sustancias especiales alcanzadas por el
decreto 806/97 que posean algunas de las siguientes características:

- Explosivas (Norma IRAM 3798).


- Toxicidad aguda medida como LD50 (oral en ratas) < 50 mg/Kg de peso
del cuerpo (Clasificación recomendada por la Organización Mundial de
la Salud. WHO/PCS/90.1-1991).
- Corrosividad: pH < 2 o pH > 12,5 o es un líquido que corroe el acero
SAE 1020 en una proporción superior a 6,35 mm por año a 55°C
(Método Nase, Standard
- HIN 01-69).
Asimismo en estas legislaciones se brindan detalles que permiten
establecer categorías de pequeños, medianos y grandes generadores.
pag. 62

BIBLIOGRAFÍA
La Grega, M. ,et al: Gestión de residuos tóxicos, tratamiento, eliminación y
recuperación de suelos. Mac Graw Hill. Madrid, 1996.

Romero Rojas,Jairo: Tratamiento de las aguas residuales, teoría y principios de


diseño. Editorial Escuela Colombiana de Ingeniería. Bogotá, Colombia, marzo
de 2010.

Nonna, S.: Ambiente y residuos peligrosos. Editorial Estudio. Buenos Aires,


2011.

Bioremediation of contaminated soils. Managing Editor David Kral, Co – Editors:


Adriano, D.; Viney, M. , Hatfield, J., Volenec, J., Bigham, J. American Society of
Agronomy, Wisconsin, USA. 1998.

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