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Sebastián Horacio Foronda González

Universidad Icesi – Ingeniería Bioquímica

Curso: Comunicación escrita I

Resumen

El autor Lewis Thomas con su ensayo “De la muerte natural” persuade al lector de
que para morir no hay que desarrollar una habilidad o tener un manual de
instrucciones, como incita la extensa documentación sobre el tema; la cual lleva al
pensamiento de que el ser humano es único frente a la conciencia de la muerte.
Sin embargo, lo natural e indoloro de la muerte es igual en toda especie. El autor
ejemplifica que la muerte de un Olmo difiere de la de un ratón debido a que el
Olmo no tiene terminaciones nerviosas, carece de la sensación de dolor. Aunque
puede el ratón no sentir dolor cuando está suspendido de la boca de un gato.

La tesis del autor es que, al momento de la muerte, las células que se encargan
de la percepción del dolor se rodean por hormonas péptidas como la dopamina,
que posee propiedades analgésicas, siendo así nulo el efecto. La presenta como
una hipótesis que no desea comprobar, dejándola como un acertijo sobre la
muerte en general. Para argumentar Lewis Thomas cita a Montaigne, que luego
de un accidente casi mortal, afirma que la muerte es como dormir con un
descanso total , donde no hay cupo para el sufrimiento; para saber cómo es en
realidad hay que estar cerca de ella y no compadecernos sin razón . En otro
ensayo agrega que morir se escapa de la voluntad que se tenga.

Otra evidencia que presenta son dos soldados que mueren en un accidente de
tránsito y al ser cuestionados previamente no muestran señas de dolor. Por último,
concluye que el dolor hace parte del diario vivir, pero que dentro de la muerte no
existe un mínimo espacio para él. Es mejor la forma de aprestar un ecosistema
donde la muerte es natural y no concebida voluntariamente.

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