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- ¿Con qué elementos (que inciden sobre el bienestar de nuestra sociedad local, regional o
nacional) va a contar la sociedad con el proyecto, que no hubiera tenido sino se realizara el
proyecto?
- ¿Qué elementos (que inciden sobre el bienestar) tiene que sacrificar la sociedad para realizar el
proyecto, que no tendría que sacrificar sino se llevara a cabo?
Estas preguntas señalan cinco aspectos de la misma definición de impactos de los proyectos de
inversión que se deben tener en cuenta en el proceso de identificar los impactos.
Primero: Hay que tener en cuenta que el impacto de un proyecto se deduce de la comparación de
un escenario con proyecto y otro escenario sin proyecto. Es necesario proyectar los consumos, las
exportaciones o importaciones o las utilizaciones de recursos que se van a presentar tanto en un
escenario como en otro, con el fin de asegurar que se aísla el impacto del proyecto.
Cabe destacar que el escenario sin proyecto no es equivalente al escenario antes del proyecto. El
análisis sin proyecto consiste en hacer una proyección de lo que ocurrirá (o, en el caso de una
evaluación ex-post, de lo que hubiera ocurrido) en el caso de no realizar el proyecto. Es, por tanto,
un análisis dinámico, de lo que ocurre a través de todo el horizonte de la vida útil del proyecto.
Tercero: Es preciso tener en cuenta que se trata de identificar el impacto del proyecto sobre la
colectividad (sin incluir el proyecto mismo). Entonces, para determinar el impacto del proyecto, es
necesario cuestionar de qué manera las actividades del proyecto modifican el consumo y/o el uso
de recursos por parte de los demás miembros de la sociedad.
Las transferencias “puras”, que se excluyen de la evaluación económica, son los intercambios
monetarios que no sean respaldados por un intercambio de bienes o servicios. Por ejemplo, el
pago de un subsidio por el gobierno a un productor es un intercambio de dinero, que ingresa (con
signo positivo) a las cuentas de una entidad (el productor) y sale (con signo negativo) de las
cuentas de otra (el gobierno) sin que haya intercambio directo de bienes y servicios. Estas
transacciones no modifican el bienestar del agregado social.
Otros ejemplos de estas transferencias incluyen los impuestos (que salen del bolsillo del
contribuyente e ingresan al del gobierno), un crédito concedido por una entidad nacional a otra y el
repago de dicho crédito.
Finalmente, (y con el riesgo de ser redundante), el proceso de identificación de impactos tiene que
enfocarse a la identificación de cambios que el proyecto genera sobre elementos que aportan o
inciden sobre el bienestar. Como tal, todos los impactos deben expresar como efectos directos o
indirectos sobre el consumo. Por tanto, al identificar los impactos, no se refiere a “reducción de
precios” o “aumentos en el ingreso” o “aumento en la inflación” o “generación de empleo”, que
serían efectos del proyecto. Para hacer completo el análisis del proyecto, será necesario cuestionar
la consecuencia de estos efectos, en términos de impactos directos sobre el consumo o impactos
sobre el uso de recursos.