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SEGURIDAD INTERIOR EN EL ESTADO PLURINACIONAL DE BOLIVIA

I. INTRODUCCIÓN

En los últimos años, Bolivia enfrentó, y aún enfrenta, una serie de retos en sus esferas económica
política y social. Dichos retos se complementan con una serie de reformas a lo largo de las últimas dos
décadas. Los cambios llevados a cabo tienen una fuerte esencia en el surgimiento de la Nueva
Constitución Política del Estado promulgada en el año 2009. Pese a los estudios que se pudieron ver
respecto a la Carta Magna y a los sucesos en torno a ella. Un aspecto mediante la cual la Constitución
boliviana podría considerarse como débil es probablemente lo que respecta a la definición de la Seguridad
Interior y a las instituciones encargadas de garantizarla. Además de ello, la aparición de problemáticas
como el narcotráfico, la creciente inseguridad ciudadana, la violencia contra la mujer y los grupos
poblacionales vulnerables, la delincuencia organizada y sumándole a ello, la poca credibilidad de las
instituciones encargadas de brindar seguridad a los ciudadanos, hace necesario pensar en una serie de
reformas que permitan el combate de esos males.

Dicha política no puede llevarse a cabo sin una propuesta que permita una serie de reformas, que, a la
vez, no derive en mal interpretaciones que deriven que ambigüedades y se establezcan políticas
contraproducentes que en lugar de garantizar la Seguridad Interna, sean mecanismos de persecución y
abusos por parte de las autoridades de seguridad hacia la ciudadanía.

Para ello, nos permitimos hacer una revisión de la normativa para proyectar una propuesta de un
Sistema de Seguridad Interna del Estado Plurinacional de Bolivia. En ese aspecto, en primer lugar,
daremos una revisión de la problemática en cuestión, realizando una reseña de la situación de la seguridad
interna en los diferentes países de América del Sur y Bolivia, su normativa e institucionalidad;
posteriormente veremos las principales problemáticas legales que acarrea esta problemática que permita
proyectar nuestra propuesta. En segundo lugar plasmaremos el marco teórico por medio del cuál
deseamos plasmar nuestra propuesta. Posterior a ello, deseamos mostrar nuestras propuesta y su
estructura y las recomendaciones con respecto a la misma. Gran parte de este trabajo esta respaldado con
anexos que permiten complementar y consolidar nuestros argumentos.

II. PLANTEAMIENTO DEL PROBLEMA

Entendemos por Seguridad Interior, al marco constitucional, jurídico e institucional que forma parte
de la seguridad interna de un Estado y de sus habitantes. En su forma básica podríamos indicar que el
Régimen de Seguridad Interior consiste en una fuerza de orden policial y en la entidad encargada de ello,
en el caso que nos atañe, lo que se conoce como Ministerio del Interior, de Gobierno, de Seguridad, etc.
También, cabe indicar que el concepto de por sí padece de una ambigüedad que puede llegar a dar malas
interpretaciones por parte de los gobiernos. Ello se debe a la confusión entre la seguridad nacional y la
seguridad interior; dicha confusión, puede generar una gran problemática que puede ser utilizada para la
persecución más que para brindar seguridad a la población, algo que es una obligación constitucional de
cada uno de los países; ello implica varias acciones como la combinación de las fuerzas policiales y
militares, la declaratoria innecesaria de estados de excepción entre otros 1.

Podríamos afirmar que ese marco nació casi en conjunto con las nacientes repúblicas independizadas
durante el siglo XIX. Sin embargo, ese marco tuvo modificaciones a lo largo del tiempo e incluso llegó a
adaptarse a las realidades vividas o el marco constitucional por cada país a lo largo del tiempo; ello
implica similitudes, y diferencias, en cada país sudamericano, variando su marco institucional y de fuerza
pública (ver Anexo 1). Así podemos citar ejemplos de Seguridad Interior en los cuales las fuerzas
coercitivas del Estado son más institucionalizadas, pero al mismo tiempo cometen diversos casos de
abuso policial2. En otro aspecto podemos citar casos de combinación de la fuerza policial con la de las
fuerzas armadas de cada país, como podría ser el caso de la conocida Guardia Nacional Bolivariana en
Venezuela.

Si el panorama de la seguridad interior en Sudamérica es de por sí complicado, el caso boliviano


merece un trato más particular. Ello, implica revisar algunos antecedentes históricos respecto a la
seguridad interior en el país, el papel de sus instituciones y su importancia tanto para la sociedad como
para la propia Seguridad Interior en el Estado Plurinacional.

Como lo mencionamos, la Seguridad Interior boliviana prácticamente nace con la propia república
con la creación de la policía nacional en 1826 bajo la jurisdicción del Ministerio de Estado (denominación
con que conocemos al Ministerio de Gobierno). A ello debemos agregar la creación de otras entidades
que cumplían la misma función como los carabineros.

Ese grupo llegó a participar en la revolución nacional de 1952 de parte de los insurrectos
enfrentándose directamente a las Fuerzas Armadas siendo fundamental en el triunfo de los
revolucionarios sobre todo en el área urbana de la paz durante las jornadas de abril. También, cabe indicar
que la participación del otrora conocido Ministerio del Interior fue también partícipe en los procesos
1
Al respecto llegamos a conocer un análisis de la ambigüedad de ese concepto realizado para el caso mexicano
respecto a la Ley de Seguridad Interior del país por parte de Marcos Pablo Moloeznik en la Revista IUS (2019)
2
Como ejemplo, existen dos casos recientes en América Latina que comprueban ese aspecto: En primer lugar
podemos citar el caso del ciudadano colombiano Javier Ordoñez, que fue asesinado por dos oficiales el 9 de
septiembre de 2020, cuyo hecho provocó la indignación de la población provocando disturbios en diferentes
ciudades provocando la muerte de otras 13 personas. Por otro lado, se cita el caso de la crisis política del Perú
producto de la vacancia presidencial, cuyas protestas derivaron en la muerte de 2 protestantes y en la renuncia del
presidente interino en noviembre del mismo año.
dictatoriales, de las que sobresale la tristemente célebre figura de Luis Arce Gómez en la década de los
años 80.

Con la ascensión del gobierno del MAS en el año 2006, la institución policial cambia de nombre de
Policía Nacional a Policía Boliviana, pese a la inconstitucional de dicho procedimiento, se cambia el
nombre de diferentes unidades policiales y se incorporaron otras, que, si bien su objetivo es afianzar la
Seguridad Interior en el Estado, no llegan a cumplir a cabalidad su función llegando a estar siempre en el
ojo de la tormenta cuando salen a la luz hechos criminales en la prensa nacional. A ello debemos agregar
el cambio de constitución en el año 2009, mediante el cual se llega a oficializar el cambio de nombre de la
institución policial, pero al mismo tiempo, no logra cambiar la esencia de sus funciones en comparación
con la anterior carta magna (Ver Anexo 2).

Otro caso de la participación policial en sucesos históricos, no exenta de polémicas, son los tres
amotinamientos en 2003, 2012 y 2019. Dichas acciones, pese a cualquier implicación que pudieran tener,
terminan poniendo en riesgo la propia Seguridad Interior y la estabilidad política de un país tan poco
institucionalizado y económicamente desarrollado como el nuestro. Ello puede deberse a diversos
factores, políticos, económicos y sociales.

Además, el ofrecimiento de mejorar la Seguridad Interior siempre lleva implicaciones en las


principales ofertas electorales (Ver Anexo 3) y termina siendo parte de los principales debates políticos
sobre todo cuando sobresale un caso de crónica roja que llega a conmover a la opinión pública. Además
de la poca credibilidad de la fuerza policial y del propio Ministerio de Gobierno del que depende, sin
ningún tipo de distinción política (Ver Anexo 4).

Por lo anteriormente visto, queremos resaltar: en primer lugar, como se debe notar, la expresión de
“Seguridad Interior” no está explícita en el marco constitucional y su alcance y aplicación pueden llegar
tener ambigüedades; en segundo, ante esa limitación debemos llegar a entender a la Policía Boliviana y al
Ministerio de Gobierno como las máximas expresiones de la Seguridad Interior dentro el Estado
Plurinacional; y en tercer lugar, las dos anteriores nos debe llevar a analizar sus principales características
que nos permita plantear, una reforma parcial o total que permita consolidad una política de Seguridad
Interior verdadera que confluya con los parámetros constitucionales y legales vigentes.

Así, queremos establecer una propuesta de un Sistema de Seguridad Interna que cumpla los siguientes
objetivos. En primer lugar, eliminar la ambigüedad entre la Seguridad Interna y la Seguridad Nacional
para lograr una mejor cohesión entre la ciudadanía y las instituciones encargadas de la seguridad interna
en el territorio del Estado Plurinacional de Bolivia. En segundo lugar, establecer un sistema de Seguridad
Integral que permita el mejoramiento de las fuerzas del orden público y que permita el crecimiento de su
credibilidad ante la sociedad, y sobre todo, evitar disputas de carácter sectorial que provoquen
insubordinación, amotinamientos y actos de corrupción. En tercer lugar, potenciar el papel de las
entidades encargadas de la lucha contra los principales males que aquejan a la sociedad como ser el
narcotráfico, la delincuencia organizada, la violencia contra la mujer y las poblaciones vulnerables entre
otros.

III. MARCO TEÓRICO

Para establecer un marco de Seguridad Interior del Estado Plurinacional, debemos regirnos por medio de
los siguientes parámetros legales:

1. Constitución Politica del Estado Plurinacional de Bolivia


2. Decreto Supremo N° 29894 de la Estructura Organizativa del Órgano Ejecutivo
3. Ley Orgánica de la Policía Boliviana
4. Otras Normas Complementarias

IV. PROPUESTA

Para la conformación de un Sistema de Seguridad Interna en el Estado Plurinacional, con el objetivo de


no establecer cambios sustanciales en la esencia de las normas constitucionales y en el espíritu de las
leyes nacionales consideramos importante los planteamientos propuestos en el Plan Operativo Anual del
Ministerio de Gobierno del Estado Plurinacional en el año 2020:

1. Reforma y Modernización de la Policía Boliviana. La policía como parte fundamental de este


sistema debe considerarse su especialización, sobre todo en la conformación de una sola clases
policial dada la actual división entre la Academia, la Universidad y la Escuela de Bases policiales
que no solamente agranda las diferencias entre los grados subalternos, sino es un nido de
corrupción y de falta de credibilidad. Por el lado de la especialización, se debería tomar en cuenta
las aptitutes de cada efectivo para cada una de las labores a las cuales se especializa la institución
del orden público.
2. Consolidación del Sistema Nacional de Seguridad Ciudadana. Si bien se dieron avances, los
índices de inseguridad en las ciudades más grandes del país aún perviven y en el área rural
resultan hasta impunes. Por ello, la consolidación del sistema debe ir en la búsqueda de la
regionalización de la seguridad que permita una coordinación con la institución nacional, además
que acercaría la seguridad con las regiones, sus características y su propia población.
3. Nacionalización y Regionalización de la Lucha Contra el Narcotráfico. Como uno de los
grandes males que aquejan a nuestra sociedad, la lucha contra el narcotráfico debe ser
fundamental para llegar a consolidar el Sistema de Seguridad Interna del Estado. Para ello debe
haber una coordinación con los principales países afectados con la producción de drogas y con el
consumo de las mismas. Para ello se debe especializar e institucionalizar la lucha anti-narcóticas,
cuyo papel del sistema debería ser fundamental.
4. Reforma del Régimen Penintenciario. El Sistema de Seguridad Interior debe formar parte en la
construcción de una nueva estructura carcelaria y sobre todo en la rehabilitación de los presos,
puesto que una fuente de inseguridad es precisamente las propias cárceles, y ella debe ir a
acompañado de un proceso de reforma del propio trato de los presos.
5. Reforma Institucional. Un sistema de las características planteadas, solo puede llevarse a cabo
mediante una reforma institucional que permita llevar a cabo dichas acciones. Una sugerencia
podría ser la creación de Secretarías de Seguridad Ciudadana o una entidad encargada de
poblaciones vulnerables. Ello también debe ir acompañado de una reforma judicial y una reforma
del Ministerio de Gobierno, que permita la autonomía de las diferentes dependencias policiales
respecto a la línea política del mismo.

La Implementación de este modelo de sistema, podría darse a partir de la promulgación de una ley y su
inmediata reglamentación. Para ello es necesaria la elaboración de dicha ley sobre la base de un consenso
político que evite la ambigüedad citada en el planteamiento del problema, además de las partes
integrantes del proceso, con la excepción de los privados de libertad. Ello podría plantear la elaboración
de un cronograma cuyo seguimiento y cumplimiento debería darse por parte de organizaciones
independientes que supervisen las mismas.

V. CONCLUSIONES

Acorde a lo visto, se pudo ver que, en el marco constitucional e institucional boliviano, existe una
falencia para definir la Seguridad Interior en el Estado Plurinacional. Dicha dificultad, puede caer en una
ambigüedad que de malas interpretaciones que deriven en situaciones de violación a los derechos
fundamentales de cualquier ciudadano, en lugar de garantizar su protección y lograr vivir plenamente a
partir del gozo de sus principales derechos y deberes constitucionales. Además, llegamos a conocer que
este problema no solamente es propio de nuestra realidad, sino también regional con las particularidades
de cada país.

A esta problemática, debemos añadir la débil situación a la cual se encuentran las principales instituciones
que deberían garantizar precisamente la Seguridad Interior del País. Esa situación derivo en una serie de
sucesos que comprometieron, y podrían a llegar a comprometer la propia estabilidad del país en un
mediano y largo plazo, por parte de las mismas fuerzas que debían garantizar su seguridad y
cumplimiento del orden constitucional establecido, más allá de las reivindicaciones o posiciones políticas
que implica ello. Además percibimos que el tema de la seguridad es un problema vigente en nuestra
sociedad, tanto para nuestro cotidiano como para la clase política.

En vista a esta situación, proponemos la implementación de un nuevo marco jurídico que logra la
implementación de un Sistema de Seguridad Interior del Estado Plurinacional. Ese plan consiste en la
reestructuración institucional de la Policía Boliviana y del Ministerio de Gobierno, además de la creación
de nuevas entidades destinadas a afianzar la consolidación del sistema bajo parámetros que no
comprometan la esencia de la constitución y de las principales leyes.

El cumplimiento de esta propuesta dependería de varios factores, sobre todo de la voluntad de la clase
política de y de los sectores de la sociedad en cuestión.

VI. RECOMENDACION

Nuestra recomendación, iría en la revisión de los antecedentes precedentes y en la elaboración de una


propuesta que permita la factibilidad y elaboración del proyecto del ley, además del cronograma de su
cumplimiento.
VII. ANEXOS

ANEXO 1

INSTITUCIONES Y FUERZAS ENCARGADAS EN LA SEGURIDAD INTERIOR EN


AMÉRICA DEL SUR

PAÍS FUERZA PÚBLICA ENTIDAD ENCARGADA


Argentina Policía Federal Argentina y Ministerio de Seguridad Federal
Policías Provinciales y Ministerios del área
provinciales
Bolivia Policía Boliviana Ministerio de Gobierno
Brasil Policia Federal y Policías de los Ministerio del Interior
Estados del Brasil
Chile Cuerpo de Carabineros Ministerio del Interior
Colombia Policia Nacional Ministerio del Interior y
Ministerio de Defensa
Ecuador Policia Nacional Ministerio del Interior
Perú Policía Nacional del Perú Ministerio del Interior
Uruguay Policía Nacional del Uruguay Ministerio del Interior
Venezuela Guardia Nacional Bolivariana y Ministerio del Poder Popular de
Policía Nacional Bolivariana Relaciones Interiores y
Ministerio de Defensa

Fuente: Elaboración propia en base a páginas institucionales

ANEXO 2

COMPARACIÓN DEL RÉGIMEN INTERIOR DE LA POLICIA BOLIVIANA EN LAS


CONSTITUCIONES DE 1967 Y 2009
CONSTITUCIÓN DE 1967 CONSTITUCIÓN DE 2009
TITULO OCTAVO CAPÍTULO SEGUNDO
RÉGIMEN DE LA POLICÍA NACIONAL POLICÍA BOLIVIANA
Artículo 251. I. La Policía Boliviana, como fuerza
Art. 215. Composición de la Policía
pública, tiene la misión específica de la defensa de la
Las Fuerzas de la Policía Nacional están constituidas
sociedad y la conservación del orden público, y el
por la Dirección General, Guardia Nacional, Tránsito y
cumplimiento de las leyes en todo el territorio
Dirección Nacional de Investigación Criminal. Tienen
boliviano. Ejercerá la función policial de manera
por misión especifica la conservación del orden
integral, indivisible y bajo mando único, en
público, la defensa de la sociedad mediante sus
conformidad con la Ley Orgánica de la Policía
organismos especializados y la garantía del
Boliviana y las demás leyes del Estado.Constitución
cumplimiento de las leyes. La Policía Nacional se
Política del Estado (CPE)
regirá por su ley orgánica. No delibera ni interviene en
II. Como institución, no delibera ni participa en
política partidista.
acción política partidaria, pero individualmente sus
miembros gozan y ejercen sus derechos ciudadanos,
Art. 216. Dependencia de la Policía
de acuerdo con la ley.
Las Fuerzas de la Policía Nacional dependen del
Artículo 252. Las Fuerzas de la Policía Boliviana
Presidente de la República por intermedio del Ministro
dependen de la Presidenta o del Presidente del
de Gobierno.
Estado por intermedio de la Ministra o Ministro de
Art. 217. Requisitos para ser Director de la Policía Gobierno.
Para ser designado Director General de la Policía Artículo 253. Para ser designado Comandante
Nacional es requisito indispensable ser boliviano de General de la Policía Boliviana será indispensable
nacimiento y poseer título académico. ser boliviana o boliviano por nacimiento, General de
la institución, y reunir los requisitos que señala la
Art. 218. Caso de guerra ley.
En caso de guerra internacional, las Fuerzas de la Artículo 254. En caso de guerra internacional, las
Policía Nacional pasan a depender del Comando en fuerzas de la Policía Boliviana pasarán a depender
Jefe de las Fuerzas Armadas por el tiempo que dure el del Comando en Jefe de las Fuerzas Armadas por el
conflicto. tiempo que dure el conflicto.

ANEXO 3

PROPUESTAS DE SEGURIDAD EN LAS PRINCIPALES FUERZAS POLÍTICAS EN LAS


ELECCIONES GENERALES DE 2020
AGRUPACIÓN PROPUESTA
 Mayor inversión en seguridad ciudadana,
específicamente para la lucha contra la violencia
hacia las mujeres, niñas y adolescentes.53
 Más programas y proyectos dirigidos a la
prevención y registro de crímenes de violencia
contra la mujer, entre otros (construcción de la
cultura de la no violencia, programas conjuntos
con la empresa privada, organizaciones sociales,
municipios y gobernaciones, y otros).
 Construcción de centros integrales de atención
para víctimas de violencia.
MOVIMIENTO AL SOCIALISMO-  Programas de sensibilización de trato a
INSTRUMENTO POLÍTICO POR LA víctimas de violencia para que estas no sean
SOBERANÍA DE LOS PUEBLOS victimizadas nuevamente.
 Crear mecanismos de seguimiento para
garantizar que las alcaldías y las gobernaciones
ejecuten efectivamente el 10% del IDH para
seguridad ciudadana. Se plantearán incentivos
para que este monto se dirija especialmente a la
lucha contra la violencia hacia las mujeres, las
niñas y las adolescentes.
 Consolidar el Sistema Integrado de Seguridad
Ciudadana BOL 110, articulando los servicios a
cargo de la Policía Boliviana, con los servicios
de atención de emergencias del sistema de salud,
atención de emergencia y desastres de defensa
civil, y los servicios descentralizados bajo
dependencia de los gobiernos de las entidades
territoriales autónomas.
 Continuar con el fortalecimiento y
modernización de la Policía Boliviana, para
mejorar sus instrumentos y medios de lucha
contra la criminalidad y la inseguridad
ciudadana.  Incorporar mecanismos que
garanticen la transparencia en las funciones que
realiza la Policía, e implementar procedimientos
que aseguren la selección de agentes policiales
altamente capacitados y con honestidad para
servicio del pueblo.
 Retomar las acciones en el marco de la
Estrategia de Lucha Contra el Narcotráfico y
Control de Cultivos de Coca.
 Fortalecer decididamente la lucha contra el
narcotráfico, cumpliendo los preceptos
establecidos en convenciones de fiscalización
internacional del control de drogas de las
Naciones Unidas, con responsabilidad y
compromiso.
 Implementar mecanismos que eviten que el
narcotráfico penetre en las estructuras de la
Policía Boliviana, Fuerzas Armadas ni en
ninguna otra institución pública. Los servidores
públicos involucrados en estas actividades ilícitas
serán procesados y castigados con el máximo
rigor que prevé la ley.
 Proporcionar entrenamiento en centros
internacionales a efectivos policiales y civiles.
 Fortalecer el rol de las Fuerzas Armadas en la
lucha contra el narcotráfico.
 Impulsar acciones de cooperación internacional
orientadas contra el narcotráfico, en el marco de
los acuerdos suscritos a nivel bilateral, regional y
multilateral.
 Impulsar e incrementar los operativos
antidroga, para la interdicción al tráfico y micro-
tráfico de drogas, castigando a los delincuentes
con el máximo rigor que la ley permita.
 Continuar con la racionalización y
erradicación de cultivos excedentarios de coca.
 Emisión de decretos presidenciales de indulto y
amnistía, para reducir la cantidad de personas
privadas de libertad en los centros penitenciarios.
Entre 2006 y 2018 se indultó a 6.452 personas.
 Otorgación de asistencia técnica y jurídica a
personas privadas de libertad, para promover la
obtención de sentencias.
 Se amplió infraestructura carcelaria conforme
a estándares internacionales, se realizaron
refacciones y/o se ampliaron los espacios
destinados a la atención de la salud, educación,
deporte y otros.
 Se aprobó un plan de infraestructura a mediano
plazo que contempla la construcción de dos
nuevos complejos penitenciarios.
 Ampliar la infraestructura de centros
penitenciarios a lo largo del país, para satisfacer
las necesidades principales de las personas
privadas de libertad.
 Elaborar nueva normativa para viabilizar la
sanción penal. En forma complementaria, se
mejorarán las capacidades de los servidores
públicos del Ministerio Público, Policía
Boliviana, Defensa Pública y Órgano Judicial.
 Continuar con los programas de reinserción
social en los componentes de salud, educación,
trabajo y deporte.
Nueva Policía.
Reconocemos la laboral patriótica de la Policía
Boliviana por la democracia y proponemos
reformarla con la participación de los
uniformados para darle mayor dignidad y
eficiencia. La nueva política de seguridad
ciudadana y la reforma integral de la Policía
Boliviana serán ampliamente discutidas y
consensuadas con la sociedad civil y los efecticos
COMUNIDAD CIUDADANA policiales para que respondan a un concepto
amplio de seguridad, confianza, eficacia y
respuesta oportuna y cualificada a los nuevos
retos del siglo XXI, como los derivados de las
crisis socio-ambientales.
Nueva Academia de Policías.
Realizaremos una auditoría técnica y académica
de la Academia Nacional de Policías para
realizar una profunda reforma institucional que
valorice el trabajo de nuestros policías. 27.
Tolerancia cero a la corrupción policial.
Garantizaremos mayor eficiencia y transparencia
de la Policía Bolivia y en consecuencia mayor
seguridad a la ciudadanía, a través de la Entidad
Autónoma de Probidad Pública responsable del
monitoreo y control de las acciones de la Policía
Boliviana en su interacción cotidiana con la
ciudadanía a través de cámaras de registro en
tiempo real de los operativos.
Régimen carcelario.
Es imprescindible que el Estado pueda
garantizar el cumplimiento de los derechos
constitucionales de las personas privadas de
libertad. El hacinamiento y la captura de las
cárceles por mafias organizadas, deben ser
solucionados a la brevedad posible. La gestión
debe ser compartida por la Policía, la Defensoría
del Pueblo y la Justicia, a fin de suprimir la
ilegalidad y la injusticia que se ha apoderado del
régimen penitenciario.

Plan de Potenciamiento de la Policía Boliviana.


La Policía Boliviana es un estamento
fundamental en la organización del Estado, pues
se encarga de la protección de la ciudadanía y el
combate contra el crimen, para que la sociedad
boliviana pueda desarrollar sus actividades en un
ambiente estable y sin sobresaltos.
Tradicionalmente, el trato que han dispensado los
diferentes Gobiernos a la Policía Boliviana ha
sido bastante deficiente, pues no la han equipado
adecuadamente ni le han mejorado sus
condiciones de vida y ambientes de trabajo, lo
CREEMOS que afecta su eficiencia y rendimiento. Se
propone poner en marcha en el segundo semestre
del año 2020 un Plan de Emergencia para el
Fortalecimiento de la Policía Boliviana,
ejecutado por el Ministerio de Gobierno, y
elaborado con la participación directa de la
Policía Boliviana, desde su Comando General a
los representantes de la tropa policial, para
garantizar el equipamiento, mejorar las
instalaciones y acuartelamientos que permitan
desarrollar con eficiencia su misión
constitucional y legal. acuartelamientos que
permitan desarrollar con eficiencia su misión
constitucional y legal.
Equiparación Salarial con las Fuerzas
Armadas. Teniendo en cuenta las importantes
atribuciones legales y constitucionales que tiene
la Policía Boliviana, no es justificable la
diferencia salarial que presenta frente a los
oficiales de las Fuerzas Armadas, lo que genera
un malestar entre los integrantes del cuerpo
policial. Es necesario emprender un proceso de
mejora salarial de la Policía Boliviana, hasta su
equiparación con las Fuerzas Armadas, que
permita un ingreso acorde con sus funciones y los
riesgos profesionales a los que están sometidos
todos los días los policías. Se propone lograr la
equiparación salarial entre miembros de la
Policía Boliviana y las Fuerzas Armadas hasta el
ejercicio financiero del año 2025, recortándose
anualmente la diferencia en el un 20% a partir
del año 2021.
Aplicación de leyes relativas al Narcotráfico
El narcotráfico ha tenido un importante
desarrollo en los últimos años, lo que lo convierte
en un problema de seguridad pública por la
violencia que tiene asociada esta práctica y de
salud pública por el aumento del consumo de
drogas entre la población, especialmente los más
jóvenes. La principal falencia que se ha
observado en este asunto de interés público ha
sido la no aplicación de las leyes para enfrentar
el problema y evitar la propagación de este en la
sociedad y en el territorio nacional. Se propone
instruir a la Policía Boliviana para que a través
de sus unidades especializadas y capacitadas
realice el cumplimiento de las normas legales
vigentes en materia de narcotráfico, para evitar
que se siga propagando y se incrementen los
niveles de consumo de estupefacientes entre la
población boliviana. Un fenómeno que se ha
advertido es la presencia de cultivos ilegales de
coca en los parques nacionales, lo que supone un
peligro nacional para estos ecosistemas
protegidos tan importantes para el equilibrio del
medio ambiente. Se propone controlar estos
cultivos ilegales en los parques Nacionales y
Áreas Protegidas para evitar la degradación de
estos y sus consecuencias sobre las condiciones
de vida de la población.
Fortalecimiento de la Política de Seguridad
Ciudadana.
La Seguridad Ciudadano entendida como los
mecanismos de prevención y castigo del delito
sobre la población nacional y sus bienes, es una
política pública de primer orden para garantizar
la convivencia pacífica de nuestra sociedad y el
desarrollo de su vida y actividades sin
contratiempos. Todos los niveles de Gobierno
(Nacional, Departamental y Municipal) tienen
competencias en esta materia, que además
involucra el funcionamiento de otras instituciones
como la Fiscalía, Policía Boliviana y sociedad
civil, por lo que deben generarse los espacios de
diálogo y concertación de acciones para aplicar
medidas eficiencias en la materia. Se propone
revitalizar todos los ámbitos de participación
ampliada del Sistema Nacional de Seguridad
Ciudadana, para que el Gobierno Central,
Gobernaciones, Gobiernos Municipales,
Ministerio Público y Policía Boliviana, con la
participación ciudadana, establezcan planes
claros y concretos, regionalizados, para
desarrollar la seguridad ciudadana con
financiamiento claro y permanente con aportes
proporcionales de todos los actores
institucionales.
Participación Ciudadana en la Seguridad
Ciudadana.
Teniendo en cuenta que la población civil es la
afectada de forma directa por las acciones
delictivas que provocan inseguridad, su
participación es determinante para lograr
acciones y prácticas más eficientes de
prevención. Los ciudadanos en los barrios en los
que viven y desarrollan sus actividades cotidianas
son los que mejor conocen el entorno y los
posibles problemas que se presenten en el mismo,
por lo que su participación, de forma ordenada y
en coordinación directa con las unidades de la
Policía Boliviana asignadas en su jurisdicción, es
un elemento de apoyo importante para la
construcción de una política de Seguridad
Ciudadana efectiva. Se propone involucrar a la
ciudadanía organizada a colaborar con la Policía
Boliviana en la aplicación de las políticas de
seguridad ciudadana, para que mejoren los
resultados, especialmente mediante apoyo e
información sobre movimientos extraños de
personas a horas inusuales, y en los casos que se
considere necesario mediante la organización de
un Serenazgo Vecinal. Este Serenazgo Vecinal
será voluntario y sus integrantes capacitados por
la Policía Boliviana que establecerá los
mecanismos de comunicación y aviso para la
intervención de las unidades policiales cuando
sea necesario.
Especialización de Unidades Policiales.
Las unidades policiales se encargan de cumplir
una amplia variedad de tareas que van desde el
control de tráfico hasta la prevención del delito,
por lo que es necesario que sus integrantes,
además de la formación recibida en las
academias de formación se especialicen en las
tareas específicas de cada unidad, pudiendo
construir su carrera profesional de servicio en las
mismas. Esta formación especializada y continua
se debe ver complementada con el acceso a
medios y equipamiento para cumplir con
eficiencia las misiones encomendadas, que deben
modernizarse de acuerdo con los avances
existentes en esta actividad en otros lugares del
mundo. Se propone establecer una política de
formación especializada a las tareas asignadas a
las diferentes unidades policiales y dotar a la
Policía Boliviana de los medios y materiales más
eficientes para el cumplimiento de sus misiones,
como por ejemplo de armamento no letal, como
las pistolas eléctricas, para las unidades
encargadas de la patrulla y prevención del delito
como policía de proximidad, para que actuando,
con nuevas técnicas y procedimientos, como
pareja, uno de ellos con las armas no letales para
encargarse de neutralizar al delincuente.
Fuente: página oficial del Órgano Electoral Plurinacional

ANEXO 4

PERCEPCIÓN DE CONFIANZA EN LA POLICIA DURANTE EL AÑO 2017

La desconfianza alienta la sensación de inseguridad- Los Tiempos, 6 de agosto de 2017


SEGURIDAD CIUDADANA | Wilson Cahuaya


Redacción Central
La mayor parte de la población boliviana se siente afectada por la inseguridad ciudadana, no confía en
el sistema judicial y menos aún en la policía, todo lo que da lugar a que más de la mitad de la gente
desee tener un arma de fuego para asumir su propia defensa. Todos esos factores se presentan más en
Cochabamba que en La Paz y Santa Cruz, según las percepciones de las personas que fueron
encuestadas.

En lo que a la sensación de inseguridad se refiere, cuando se preguntó: “Hablando del lugar o barrio
donde usted vive y pensando en la posibilidad de ser víctima de un asalto o robo,   ¿usted se siente muy
seguro,  algo seguro,  algo inseguro o muy inseguro?”, más de la mitad de las personas (65,9 por
ciento) afirmaron que se sienten algo o muy inseguras, algo seguras, 27,6 por ciento, y muy seguras 6,6
por ciento.

En Cochabamba, llega apenas al 4,8 por ciento, por debajo del promedio nacional (6,6 por ciento) el
porcentaje de quienes afirman sentirse “muy seguros”. En el otro extremo, esa cifra llega en Santa Cruz
a 7,5 por ciento. Sin embargo, es en esa ciudad donde es mayor la cantidad de gente que afirmó sentirse
“muy insegura”.

Paradójicamente, tal sensación de inseguridad no aparece directamente relacionada con experiencias


personales, pues casi dos tercios de las personas afirman que durante los últimos 12 meses no tuvieron
una experiencia negativa. “¿Ha sido usted víctima de algún acto de delincuencia en los últimos 12
meses? Es decir, ¿ha sido usted víctima de un robo, hurto, agresión, fraude, chantaje,  extorsión,
amenazas o algún otro tipo de acto delincuencial en los últimos 12 meses?” fue la pregunta que se hizo,
a la que 65,1 por ciento respondió negativamente, frente a 34,9 que afirmó haber pasado por alguna de
esas experiencias.

Santa Cruz aparece como la ciudad en la que menos gente (30,2 por ciento) fue directamente afectada
por alguna forma de inseguridad ciudadana, porcentaje que en La Paz se eleva a 38,2 por ciento.

Para evaluar el nivel de confianza de la gente en la justicia, se preguntó: “Si usted fuera víctima de un
robo o asalto,  ¿cuánto confiaría que el sistema judicial castigue al culpable? Confiaría… mucho, algo,
poco, o nada?”, como promedio nacional, 42 por ciento de las personas afirmó que no confiaría nada,
33,2 por ciento, un poco. Cochabamba, con 46,2 que no confía nada y 32,9 que confía poco, aparece
como la ciudad con mayor nivel de desconfianza en el sistema judicial. En La Paz, en cambio, es donde
más gente (12,0 por ciento), afirmó que confía “mucho” en la labor del sistema judicial.

El grado de confianza en la labor policial fue puesto a consideración de las personas encuestadas a
través de una reciente experiencia. Se interrogó: “Pensando en el asalto que hubo a una joyería en Santa
Cruz, ¿usted piensa que la policía… hizo lo que tenía que hacer, actuó en forma muy precipitada o fue
muy irresponsable?”, a lo que sólo un 28,5 por ciento expresó una opinión favorable a la actuación
policial, mientras que 37,2 por ciento la juzgó negativamente como “muy precipitada” y “muy
irresponsable”, 34,3 por ciento. Cochabamba, una vez más, se destaca como la ciudad en la que más
duramente se juzga la labor de las instituciones, en este caso de la Policía Boliviana.

Como directa consecuencia de las anteriores percepciones, más de la mitad de la población de las tres
principales ciudades del país (53 por ciento) afirmó que quisiera tener un arma de fuego para su
protección. La Paz, con 58,6 por ciento, aparece como la ciudad más proclive a recurrir al uso de las
armas, mientras que en Cochabamba sólo 46,6 por ciento se manifestó favorable a esa posibilidad.
En lo que a los lugares más inseguros se refiere, casi la mitad de las personas encuestadas (49,2 por
ciento) identificó a su su entorno más inmediato –su hogar y su barrio– como los lugares donde fueron
víctimas de algún acto delincuencial. Cochabamba es la ciudad donde es mayor la cantidad de gente
(21,4 por ciento) que identificó a su propio hogar como un lugar inseguro. En el otro extremo, sólo 13,3
por ciento de la gente encuestada en La Paz hizo esa afirmación.

En Santa Cruz, en cambio, en su propio municipio, pero más allá de su barrio, es donde la mayor parte
de las personas fueron víctimas de la delincuencia. Esa opción fue la señalada por 27,6 por ciento de
quienes viven en la región metropolitana de Cochabamba.

Más de la mitad de la población, 53%, afirmó que quisiera tener un arma de fuego para su protección

NIVELES BAJOS DE VIOLENCIA

Actos delincuenciales relativamente poco violentos, (robo sin arma sin agresión o amenaza física),
fueron los más comunes en las tres ciudades en las que se aplicó la encuesta. Cochabamba es donde más
gente (42,5 por ciento) dijo haber tenido una experiencia de este tipo, ligeramente por encima del
promedio nacional, que es de 38 por ciento.

La segunda figura delictiva más mencionada fue la de “robo sin arma con agresión o amenaza física”, la
que fue señalada por 17,2 por ciento de las personas. La Paz, con con 20,1 por ciento de las menciones,
aparece como la ciudad más afecada por esta forma de robo.

Santa Cruz, en cambio, aparece como la ciudad donde más gente afirmó haber sido víctima por “robos a
la casa. los ladrones se metieron a la casa mientras no había nadie”. En La Paz, en cambio, sólo 7,6 por
ciento de las personas afirmó haber sido víctima de esa forma de robo.

La violencia sexual, identificada en la encuesta como “Violencia o asalto sexual”, fue señalada por 2,8
por ciento de las personas en La Paz. En Santa Cruz y Cochabamba, ninguna de las personas
encuestadas afirmó haber sido víctima de ese delito.

Es también en La Paz donde más gente dijo haber sufrido “extorsión y chantaje” (11,8 por ciento),
figura delictiva menos común en Cochabamba (7,5 por ciento).

 ANÁLISIS

Inseguridad y desconfianza
La inseguridad ciudadana es un problema creciente  a escala mundial y nacional. Dura realidad con la 
cual nos relacionamos de forma cotidiana tanto por el bombardeo mediático –generalista y de crónica
roja– como en muchos casos, de forma vivencial; siendo el caso más frecuente el de hurtos y robos.

Los resultados preliminares de la encuesta del Foro Regional (2017) en las principales regiones
metropolitanas del país (Cochabamba, La Paz y Santa Cruz) nos muestran que entre personas que fueron
víctimas de algún acto de  inseguridad ciudadana  en los últimos doce meses, el 38 por ciento  de los
casos sufrieron hurtos, robos sin arma; es decir, sin agresión ni amenaza física.

En una sociedad regida  por un estado de derecho,   se espera que los casos delincuenciales sean
castigados por medio del sistema judicial y no queden impunes, determinando  que el sentimiento de
vulnerabilidad de la población sea menor y se sienta protegida por las instituciones designadas a esa
función. Esto se pone en duda cada vez más. Cuando se preguntó: “Si usted fuera víctima de un robo o
asalto ¿cuánto confiaría que el sistema judicial castigue al culpable?”,  el 41,7 por ciento respondió que
no confía nada en que se castigue al culpable. Esta sensación de impunidad permite explicar que el 52,6
por ciento quiera tener un arma de fuego para su protección.  

El sentimiento de vulnerabilidad no sólo es frente el sistema judicial. En esta ronda del Foro se preguntó
sobre la percepción ciudadana sobre forma en la que actuó la policía en el caso del reciente y trágico  
atraco en Santa Cruz, como respuesta se tuvo que el 32 por ciento piensa que la policía actuó de forma
muy irresponsable  y el 35 por ciento que actuó de forma muy precipitada, mostrando un claro rechazo a
la actuación policial.

La vulnerabilidad e impunidad ante la inseguridad ciudadana genera que la población busque


protección propia o autodefensa, pues el sentimiento de desamparo que tiene frente al Estado genera una
respuesta individual.  Ahora bien, esta percepción está basada en una  lógica de sobrevivencia 
individual y no colectiva,  tendencialmente orientada a defender la vida y libertades de cada cual sin
importar el otro.

Es pertinente analizar cómo el hecho social de la inseguridad nos pone en una posición de guerra.
ANEXO 5

ESTRUCTURA DEL MINISTERIO DE GOBIERNO ACTUAL ACORDE AL D.S. 29894

CAPÍTULO V
MINISTERIO DE GOBIERNO

ARTÍCULO 33.- (ESTRUCTURA JERÁRQUICA).

I. La estructura jerárquica del Ministerio de Gobierno, es la siguiente: MINISTRA(O) DE GOBIERNO -


Viceministerio de Régimen Interior y Policía • Dirección General de Régimen Interior • Dirección
General de Reforma y Transparencia Policial - Viceministerio de Defensa Social y Sustancias
Controladas • Dirección General de Defensa Social • Dirección General de Sustancias Controladas •
Dirección General de la Fuerza Especial de Lucha Contra el Narcotráfico - Viceministerio de Seguridad
Ciudadana • Dirección General de Seguridad Ciudadana y Prevención del Delito

II. El Ministerio de Gobierno, contará además con las siguientes Direcciones Generales: • Dirección
General de Migración • Dirección General de Régimen Penitenciario • Dirección General de Registro,
Control y Administración de Bienes Incautados • Dirección General de Recaudaciones

ARTÍCULO 34.- (ATRIBUCIONES DE LA MINISTRA(O) DE GOBIERNO). Las atribuciones de la


Ministra(o) de Gobierno, en el marco de las competencias asignadas al nivel central por la Constitución
Política del Estado, son las siguientes: a) Formular, dirigir y coordinar políticas para la seguridad
pública del Estado Plurinacional, precautelando el ejercicio de los derechos y garantías
constitucionales, el orden público y la paz social, inherentes al Estado Plurinacional. b) Planificar y
coordinar con las Gobernadoras y Gobernadores y la Policía Boliviana el Régimen de políticas de
seguridad pública en todo el territorio boliviano. c) Dirigir a la Policía Boliviana garantizando su
accionar efectivo en la preservación de la seguridad pública y la defensa de la sociedad, priorizando su
acción preventiva y de auxilio, el control del orden público y el cumplimiento de las leyes de acuerdo a lo
dispuesto por la Constitución Política del Estado. d) Formular, dirigir, coordinar y administrar políticas
en los siguientes ámbitos: - Migratorio e inmigratorio. - Régimen interior de control del orden público y
la paz social. - Defensa social y lucha contra el narcotráfico, que comprenderá asimismo el régimen de
sustancias controladas y bienes incautados. - Seguridad Pública, de prevención y represión del delito. -
Régimen Penitenciario, rehabilitación y reinserción social elaborando una política nacional contra el
crimen. e) Formular y coordinar políticas de cooperación policial internacional de lucha contra el
crimen organizado. f) Promover acciones de diagnóstico político coyunturales del Estado Plurinacional.

ARTÍCULO 35.- (ATRIBUCIONES DEL VICEMINISTERIO DE RÉGIMEN INTERIOR Y POLICÍA). Las


atribuciones del Viceministerio de Régimen Interior y Policía, en el marco de las competencias
asignadas al nivel central por la Constitución Política del Estado, son las siguientes: a) Proponer
políticas y acciones para la seguridad pública del Estado, precautelando el ejercicio de los derechos y
garantías constitucionales, el orden público y la paz social, inherentes al Estado Plurinacional. b)
Ejecutar y coordinar con las Gobernadoras y Gobernadores y la Policía Boliviana, la formulación de
Políticas de Seguridad Pública en todo el territorio boliviano. c) Por delegación del Ministro, coordinar
las acciones de la Policía Boliviana en el marco de las atribuciones constitucionales y su Ley Orgánica.
d) Por delegación del Ministro presidir el Consejo Nacional de Régimen Penitenciario. e) Por
instrucciones del Ministro, iniciar y proseguir las acciones legales que el ministerio lleve adelante por
razones de seguridad del Estado.

ARTÍCULO 36.- (ATRIBUCIONES DEL VICEMINISTERIO DE DEFENSA SOCIAL Y SUSTANCIAS


CONTROLADAS). Las atribuciones del Viceministerio de Defensa Social y Sustancias Controladas, en el
marco de las competencias asignadas al nivel central por la Constitución Política del Estado, son las
siguientes: a) Proponer, desarrollar y aplicar políticas, leyes, reglamentos e instructivos para la lucha
contra el tráfico ilícito de sustancias controladas. b) Registrar, coordinar y verificar el transporte,
destino, uso de precursores y sustancias químicas. c) Vigilar el cumplimiento de las normas nacionales y
convenios internacionales sobre la lucha contra el narcotráfico. d) Proporcionar información y apoyo
técnico al Consejo Nacional contra el Tráfico Ilícito de Drogas – CONALTID. e) Por delegación del
Ministro, coordinar con los organismos de la comunidad internacional la prevención y el tráfico ilícito
de drogas. f) Proponer ajustes normativos en la legislación contra el narcotráfico.

ARTÍCULO 37.- (ATRIBUCIONES DEL VICEMINISTERIO DE SEGURIDAD CIUDADANA). Las


atribuciones del Viceministerio de Seguridad Ciudadana, en el marco de las competencias asignadas al
nivel central por la Constitución Política del Estado, son las siguientes: a) Proponer y desarrollar la
política de prevención y lucha contra el crimen en coordinación con gobernadoras y gobernadores,
gobiernos municipales y Policía Boliviana. b) Establecer y coordinar políticas de cooperación con la
Policía Boliviana contra el crimen organizado. c) Proponer y coordinar políticas en la lucha contra la
trata y tráfico de personas. d) Diagnosticar, formular y coordinar las políticas de seguridad ciudadana,
respetando los derechos humanos y el ejercicio de la ciudadanía plena. e) Proponer y canalizar
proyectos de investigación y evaluación sobre la situación de seguridad ciudadana en los diferentes
departamentos del país

VIII. BIBLIOGRAFÍA

Estado Plurinacional de Bolivia, (2009), Constitución Política del Estado, Vicepresidencia del Estado, La
Paz.

Estado Plurinacional de Bolivia, (2009), Decreto Supremo N° 29894 de la Estructura Organizativa del
Órgano Ejecutivo, La Paz.

Marcos Pablo Moloeznik, (2019) Seguridad interior, un concepto ambiguo. Revista IUS, vol. 13, N°44,
Puebla México

IX. WEBGRAFIA

www.oep.gob.org/eleccionesgenerales2020

www.lostiempos.com

páginas web de Ministerios del Interior

www.elespectador.com

www.tvperú.com

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