Está en la página 1de 2

Indemnización de daño moral por accidente de tránsito

La parte actora fundamenta su demanda de conformidad con lo establecido en los artículos 127,
129 y 150 de la Ley de Transito Terrestre.

Los cuales se transcriben a continuación:

Artículo 127: “El conductor, el propietario del vehículo y su empresa aseguradora, está
solidariamente obligados a reparar todo daño que se cause con motivo de la circulación del
vehículo, a menos que se pruebe que le daño proviene de un hecho de la víctima, o de un tercero
que haga inevitable el daño o que el accidente hubiese sido imprevisible para el conductor.
Cuando el hecho de la víctima o del tercero haya contribuido a causar el daño, se aplicará lo
establecido en el Código Civil. En caso de colisión entre vehículos, se presume, salvo prueba en
contrario, que los conductores tiene igual responsabilidad por los daños
causados………………………………………………………………………………………….

Artículo 129: “Se presume, salvo prueba en contrario, que el conductor es responsable de un
accidente de transito cuando al ocurrir este, el conductor se encuentre bajo los efectos de bebidas
alcohólica, de sustancias estupefacientes o psicotrópicas, o de conduzca a exceso de velocidad. Al
conductor se le practicará el examen toxicológico correspondiente, el cual podrá ser omitido en
caso de utilización de pruebas e instrumentos científicos por parte de las autoridades
competentes del transito y transporte terrestre al momento de levantar el accidente. Los
mecanismos para la práctica del examen, serán desarrollados en el reglamento de este decreto de
ley………………………………………………………..

Artículo 150: “El procedimiento para determinar la responsabilidad civil derivada de accidentes de
transito en los cuales se hayan ocasionado daños a personas o cosa, será establecido por el juicio
oral en el Código de Procedimiento Civil, sin perjuicio de los dispuesto en el Código Orgánico
Procesal Penal sobre la reparación de daños”…………………………………………………………………………..

Ahora bien, la parte actora /en su escrito de fecha 02 de marzo de 2006, solicita se dicte sentencia
en el presente procedimiento, dado que la parte demandada estando a derecho no da
contestación a la demanda ni presenta escritos de pruebas. El artículo 358 del Código de
Procedimiento Civil establece como norma rectora, la oportunidad procesal de la contestación de
la demanda, siendo un acto procesal en virtud del cual la parte demandada responde a la
pretensión de la parte actora, en su ejercicio de su derecho a la defensa, observando esta
juzgadora, que la parte demandada aún cuando estaba a derecho por medio de su apoderado, tal
como consta en autos, no procedió a contestar la demanda, produciéndose asi la confesión ficta,
no consta en autos que el demandado haya aportado ningún tipo de pruebas que lo favorezcan, ni
desvirtúen la confesión ficta.

Al analizar las actas procesales se observa, que los demandantes (Agraviados) ciudadana Elba
Margarita Díaz de Canelón y ciudadano Charles Manuel Landaeta Landaeta, fueron objeto de un
arrollamiento por parte de un vehículo con remolque, conducido por el ciudadano Luciano Galotti
Hernández, sufriendo graves lesiones la ciudadana Elba Margarita Díaz de Canelón, en la región
frontal, fractura de un tercio (1/3) del miembro inferior derecho, politraumatismos generalizados y
fractura del brazo derecho, reducción del (1.5 cm.) de la tibia, colocación de clavo intramuscular
de (9 m.m) de diámetro por (31 cms) de largo, se le colocó igualmente, un injerto córtico
esponjoso antólogo de cresta ilíaca derecha a nivel del foco pseudo artrosis de la tibia derecha y
otros, es así como este accidente ha ocasionado daños extramatrimoniales, consistente en un
dolor espiritual y en el padecimiento de sus psiquis, sufrimiento al núcleo familiar producido por el
largo tiempo de recuperación y los diferentes tratamientos a los cuales ha sido sometida,
alterando así la parte afectiva de su patrimonio moral, dadas las afecciones corporales graves y los
sufrimientos espirituales experimentados.

Por cuanto el daño moral es por exclusión, , el daño patrimonial es aquel que recae sobre los
valores espirituales o en valores que pertenecen más al campo de las afecciones que de la realidad
material, ese daño moral que constituyó la lesión ocasionada en los bienes no económicos de una
persona o la recuperación afectiva desfavorable producida por los daños materiales, que lesionan
los sentimientos del hombre que por su espiritualidad no son susceptibles de una valoración
económica.

Afirma el Dr. Alejandro Pietro h…………………………………………………………………

“El daño moral es, por exclusión, el daño no patrimonial, es el daño que no recae directamente
sobre el patrimonio de una persona, o que cayendo sobre bienes objetivos, ocasione o no lesión
material en los mismos, causa una perturbación anímica en su titular, cualquiera que sea le da
derecho que sobre ellos se ostente. El daño moral es, pues, daño espiritual, daño inferido en
derechos de estricta personalidad, o en valores que pertenecen más al campo de la afección que
de la realidad materia, económica. El daño moral es la lesión ocasionada en los bienes económicos
de una persona, o la repercusión afectiva desfavorable producida por los daños materiales. Es
decir no se excluye la circunstancia de que el daño moral puede originarse, y de hecho se origine
en multitud de ocasiones, unido como consecuencia de ofensas o daños causados en los bienes
patrimoniales o económicos del ofendido pero cuidando distinguir en todo caso los uno de los
otro.

Por lo que en esta causa, queda evidenciado la presencia de un daño moral y así se decide.

13692 – TSJ Regiones – Decisión

También podría gustarte