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Excepciones previas en el proceso laboral de la Provincia de Buenos Aires

Adán Borlenghi

Sumario: I. Concepto y enumeración. II. Incompetencia. III. Falta de capacidad de las partes o
de personería en sus representantes. IV. Litispendencia. V. Cosa juzgada. VI. Prescripción. VII.
Falta de legitimación.

I. Concepto y enumeración

En un sentido amplio, la excepción es toda defensa que el demandado oponga a la pretensión del
actor, sea negando los hechos en que se funda el derecho invocado o impugnando la regularidad del
procedimiento (Alsina, Tratado, segunda edición). Pero en el proceso que nos ocupa, el término
excepción está tomado en sentido restringido, vale decir como defensa dirigida a paralizar el
ejercicio de la acción o a destruir su eficacia jurídica fundada en una omisión procesal o en una
norma sustancial (Alsina, Tratado, segunda edición).

Las únicas excepciones admisibles como previas en el proceso laboral son, conforme su artículo 31:

a) Incompetencia.

b) Falta de capacidad de las partes o de personería en sus representantes.

c) Litispendencia.

d) Cosa juzgada.

e) Prescripción, si se pudiere resolver como de puro derecho. En caso contrario, la prueba se


producirá junto con la de las restantes cuestiones de fondo y se resolverá en la sentencia
definitiva.

Evidentemente estamos frente a una enumeración taxativa, que se desvincula del proceso civil y
comercial adquiriendo características propias. Las mencionadas son las únicas excepciones de
previo y especial pronunciamiento que pueden oponerse. “Si el legislador hubiera pretendido que
en los juicios laborales resultasen admisibles como previas la generalidad de las excepciones
enumeradas en el art. 345 del Código Procesal Civil y Comercial no habría establecido una
disposición como la del art. 31 de la ley 11.653, pues si aquella era su intención, habría bastado
con la remisión que contiene el art. 63 del mismo cuerpo legal, sin necesidad de incluir una norma
específica en la ley ritual laboral”. (SCBA, L 84338 S 27-2-2008, Juez SORIA (SD). “T.,S. c/ E.,S. s/
Daños y perjuicios”).

La contestación de la demanda (artículo 29 ley 11.653), es la única oportunidad procesal que tiene
el demandado para oponerlas, debiendo ofrecer toda la prueba de la que intente valerse (incluso la
documental). De todo ello se dará traslado al actor (por cinco días), quien deberá cumplir con
idéntico requisito (artículo 348 CPCC).

Vencido el plazo con o sin respuesta, el Tribunal designará audiencia dentro de quince (15) días
para recibir la prueba ofrecida, si lo estimare necesario. En caso contrario, resolverá sin más
trámite.

El Tribunal debe siempre resolver previamente sobre la incompetencia y la litispendencia. En caso


de declararse competente, resolverá al mismo tiempo sobre las demás excepciones previas
(artículo 351 CPCC). El Tribunal se expide a través de una resolución interlocutoria que permita el
voto individual de sus tres integrantes, mas no deben guardarse las formalidades previstas para el

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dictado del veredicto y la sentencia. “El dictado del veredicto no se requiere en el de las
decisiones que resuelven excepciones previas, aunque pongan fin al pleito”. (SCBA, L 50304 S 11-5-
1993, Juez PISANO (SD). “Arriaga, Alfredo c/ Neumáticos Good Year s/ Indemnización”).

II. Incompetencia

Las cuestiones de competencia sólo podrán promoverse por vía de declinatoria con excepción de las
que se susciten entre jueces de distintos departamentos judiciales, en las que también procederá
la inhibitoria. En uno y otro caso, la cuestión sólo podrá promoverse antes de haberse consentido la
competencia de que se reclama. Además elegida una vía, no podrá en lo sucesivo usarse de otra
(artículo 7 del CPCC).

La declinatoria se sustanciará como las demás excepciones previas y, declarada procedente, se


remitirá la causa al juez tenido por competente (artículo 8 CPCC).

En cambio la inhibitoria podrá plantearse (ante el Tribunal considerado competente) hasta el


momento de contestar la demanda (artículo 8 CPCC).

Si entablada la inhibitoria, el Tribunal se declarase competente, librará oficio o exhorto


acompañando testimonio del escrito en que se hubiere planteado la cuestión, de la resolución
recaída y demás recaudos que estime necesarios para fundar su competencia. Solicitará, asimismo,
la remisión del expediente o, en su defecto, su elevación al tribunal competente para dirimir la
contienda.

Recibido el oficio o exhorto, el Tribunal requerido se pronunciará aceptando o no la inhibición. Si


mantuviere su competencia, enviará sin otra sustanciación las actuaciones al tribunal competente
para dirimir la contienda y lo comunicará sin demora al tribunal requirente para que remita las
suyas. Tratándose de Tribunales colegiados de instancia única, quien debe resolver es la Suprema
Corte Provincial.

Durante la contienda ambos Tribunales suspenderán los procedimientos sobre lo principal, salvo las
medidas precautorias o cualquier diligencia de cuya omisión pudiere resultar perjuicio irreparable.

Una vez firme la resolución que desestima la excepción de incompetencia, las partes no podrán
argüir la incompetencia en lo sucesivo. Tampoco podrá ser declarada de oficio (artículo 350 del
CPCC).

En cambio, una vez firme la resolución que sí la declarare se procederá a remitir el expediente al
tribunal considerado competente, si perteneciere a la jurisdicción provincial. En caso contrario, se
archivará.

III. Falta de capacidad de las partes o de personería en sus representantes

A nuestro juicio esta excepción tiene la particularidad que es la única que puede ser planteada no
solo por la parte demandada al contestar la demanda, sino también por el actor al contestar el
segundo traslado. Pero “Si la parte actora consintió la falta de personería con que fue contestada
la demanda por el letrado que invocó un poder que no acompañó -no obstante manifiesta hacerlo-
operan los efectos de la preclusión en la resolución que tuvo por contestada la demanda en el
carácter invocado, impidiendo volver sobre la misma no obstante el déficit documental de la
presentación”. (SCBA, L 47724 S 29-12-1992, Juez NEGRI (MA). “Basterrechea, Claudia Orlando c/
De Luca, Mario Marcelo y otra s/ Acción civil por acc. de trabajo”).

Una vez firme la resolución que la declara procedente, se procederá a fijar el plazo dentro del cual
deben subsanarse los defectos. Vencido el plazo sin que el actor cumpla lo resuelto se lo tendrá por

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desistido del proceso, imponiéndosele las costas. Si fuera el demandado quien debe cumplir, se lo
tendrá por no presentado.

A los fines recursivos “La sentencia del Tribunal del Trabajo que desestima una excepción de falta
de personería, no reviste carácter de definitiva en el concepto del artículo 278 del C.P.C.C.”.
(SCBA, Ac 34567 I 5-3-1985; “Balaz, Mariana c/ Zialino H. y otros s/ Daños y perjuicios. Recurso de
queja”. SCBA, Ac 42699 I 25-7-1989; “Kruger, Aldo Daniel y ot. c/ Siderca SAIC s/ Cobro de pesos”.
SCBA, Ac 48986 I 17-12-1991; “Gimenez, Adolfo Oscar c/ D.E.B.A. y ot. s/ Cobro de haberes”.
SCBA, Ac 54544 I 5-10-1993; “Alegría, Vicente José c/ Plásticos Vitale S.R.L. s/ Indemnización
despido, etc.”. SCBA, Ac 61644 I 6-8-1996; “Franceschini, Luis A. c/ Omega de Junín S.A. s/
Indemnización por despido”).

Por último, un detalle importante a tener en cuenta es que “La demanda promovida con falta de
personería no interrumpe la prescripción”. (SCBA, L 46615 S 19-5-1992, Juez SALAS (MA); “Pucheta,
Eustaquia en rep. de sus nietos Alejo, Alejandro, Miguel y Reynaldo González c/ Arbolares S.A. y
otra s/ Lucro cesante”. SCBA, L 58365 S 26-8-1997, Juez SALAS (SD); “Kolarik, Juan c/ Capea S.A.
s/ Ley 9688”).

IV. Litispendencia

No se dará curso a esta excepción si no fuere acompañada del testimonio del escrito de demanda
del juicio pendiente. Podrá suplirse la presentación del testimonio si se solicitare la remisión del
expediente con indicación del juzgado y secretaría donde tramita (artículo 347 CPCC).

Pero una vez firme la resolución que la declara procedente, se procederá a remitir la causa al
tribunal donde tramite el otro proceso si la litispendencia fuese por conexidad. Si ambos procesos
fueren idénticos, se ordenará el archivo del iniciado con posterioridad (artículo 352 CPCC). Por el
contrario “No existe litispendencia si las pretensiones deducidas en las demandas promovidas se
sustentan en distintos supuestos de hecho y de derecho”. (SCBA, L 42232 S 31-7-1990, Juez SALAS
(SD). “Fernández, Ricardo Marcelino c/ Otero, Jorge Aldo s/ Ley 9688”).

De ello surge que existen dos tipos de litispendencia, con dos soluciones diferentes. La primera
sería la litispendencia por identidad o triple identidad, es decir mismos sujetos, mismo objeto y
misma causa, en ese caso se procede a archivar las causas. “Para la procedencia de la excepción de
litispendencia se requiere, como condición, que un idéntico reclamo sea objeto de un doble
conocimiento. Que exista otro proceso pendiente entre las mismas partes en virtud de la misma
causa por el mismo objeto, es decir se da frente a la coexistencia de dos pretensiones cuyos
elementos son idénticos”. (SCBA, L 40307 S 4-4-1989, Juez NEGRI (SD). “Carisio, Olga y otros c/
Jockey Club de la Pcia. de Buenos Aires s/ Despido”).

La segunda sería la litispendencia por conexidad, en la cual no hay triple identidad, sino que se da
o identidad de sujetos, o identidad de objeto, o identidad de causa, en ese caso la solución es
acumular las causas. “Siendo evidente la continencia de ambos procesos en la medida que una de
las causas está contenida en la otra, sirviéndole de antecedente y surgiendo también la vinculación
entre el grado de incapacidad que se reclama en uno y otro juicio, debe declararse la
litispendencia por conexidad y disponerse la remisión de la causa iniciada en segundo lugar para su
prosecución y dictado de una única sentencia ante el órgano judicial que previno”. (SCBA, L 43307
S 20-12-1989, Juez SALAS (SD). “Taborda, Julio R. c/ Bolsapel S.A.C.I.F.y A. s/ Cobro de pesos”).

Para ello se aplica el principio de prevención. Es decir que la acumulación se hará sobre el
expediente en el que primero se hubiese notificado la demanda (artículo 189 CPCC).

Los procesos acumulados se sustanciarán y fallarán conjuntamente, pero si el trámite resultare


dificultoso por la naturaleza de las cuestiones planteadas, podrá el Tribunal disponer sin recurso,
que cada proceso se sustancie por separado, dictando una sola sentencia (artículo 194 CPCC).

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La Suprema Corte ha sostenido que “Es inadmisible la excepción de litispendencia si los actores
promueven la acción cuando en el reclamo que hicieron originalmente en otra causa estaba
totalmente clausurada la posibilidad de que tuvieran acceso a que la justicia definiera el derecho o
no de sus reclamos. La decisión que la admite, imposibilita y obstruye el acceso a la justicia y el
legítimo derecho de defensa de los accionantes (art. 18, Constitución Nacional)”. (SCBA, L 40307 S
4-4-1989, Juez NEGRI (SD). “Carisio, Olga y otros c/ Jockey Club de la Pcia. de Buenos Aires s/
Despido”).

A los fines recursivos ha dicho que “La sentencia que admite la excepción de litispendencia cuando
en la otra causa los actores tenían cerrada la vía para ejercer sus reclamos debe asimilarse a las
definitivas, puesto que estando agotada respecto de ellos la facultad de cognición de la instancia
ordinaria, les causa un agravio de imposible o insuficiente reparación ulterior”. (SCBA, L 40307 S 4-
4-1989, Juez NEGRI (SD). “Carisio, Olga y otros c/ Jockey Club de la Pcia. de Buenos Aires s/
Despido”).

En cambio “No es definitiva en los términos del art. 278 del Código Procesal Civil y Comercial la
sentencia que admite la excepción de litispendencia por conexidad y ordena la remisión de las
actuaciones al juzgado federal donde tramita la otra causa”. (SCBA, L 42008 S 16-5-1989, Juez
SALAS (SD). “Haded Chain c/ Aeroclub de Adolfo González Chaves y otro s/ Indemnización por
despido”).

Igualmente “El pronunciamiento del tribunal del trabajo que declara la existencia de litispendencia
al no haberse dictado resolución final en sede administrativa, no reviste el carácter de sentencia
definitiva, desde que, una vez agotada dicha vía, nada impide al recurrente hacer valer sus
derechos ante la instancia ordinaria”. (SCBA, Ac 57606 I 25-4-1995. “Vera, Ovidio R. y ot. c/ José
Buck S.A. y ot. s/ Indemnización por accidente de trabajo”).

V. Cosa juzgada

La Corte Suprema de Justicia de la Nación, ha decidido que el respeto a la cosa juzgada es uno de
los pilares fundamentales sobre los que se asienta nuestro régimen constitucional, y por ello no es
susceptible de alteración ni aún por vía de la invocación de leyes de orden público, toda vez que la
estabilidad de las sentencias, en la medida en que constituyen un presupuesto ineludible de la
seguridad jurídica, es también exigencia del orden público con jerarquía superior. (SCBA, L 94907 S
13-8-2008, Juez GENOUD (SD). “Muglia, Walter c/ Dupont Argentina S.A. s/ Daños y perjuicios”).

De ahí que “La sentencia pasada en autoridad de cosa juzgada plena, esto es sustancial, adquiere
dos atributos esenciales: por un lado la coercibilidad, en cuanto tiene la virtud de ser ejecutable
coactivamente en caso de incumplimiento del obligado; y el de inmutabilidad por el otro, es decir
que en el futuro ningún juez podrá alterar los efectos de ese fallo ni modificar sus fundamentos”.
(SCBA, L 45359 S 27-11-1990, Juez SALAS (SD). “Irrazábal, Rubén Angel c/ Aceros Bragado S.A.C.I.F.
s/ Indemnización de daños y perjuicios”).

Casi con las mismas palabras, pero más recientemente, también sostuvo la corte que “La sentencia
que pasa en autoridad de cosa juzgada -formal y material- gana los atributos de inimpugnabilidad,
inmutabilidad y coercibilidad. Se trata de una solución definitiva, concluyente, determinada; es la
última palabra de la justicia, la aplicación de la voluntad de la ley para el caso concreto, que no
cabe alterar, variar o modificar”. (SCBA, L 94907 S 13-8-2008, Juez GENOUD (SD). “Muglia, Walter
c/ Dupont Argentina S.A. s/ Daños y perjuicios”).

Sin embargo, con distinta integración más de diez años antes, había sostenido que “La
invariabilidad de las decisiones judiciales firmes no es un principio absoluto; hay que rendirle pleno
honor a la "res judicata", pero no hay que exagerar las cuestiones jurídicas haciendo de ellas un

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tabú sagrado”. (SCBA, L 66149 S 7-7-1998, Juez HITTERS (OP). “Rodríguez, Héctor Felipe c/
Municipalidad de General Rodríguez s/ Accidente de Trabajo”).

Aunque el “El carácter de orden público ínsito en el instituto de la cosa juzgada, impone su
aplicación aun de oficio por parte del Juez” (SCBA, L 81023 S 19-4-2006, Juez KOGAN (MA). “Q.,C.
c/ F.,d. s/ Daños y perjuicios”) , no se dará curso a la excepción de cosa juzgada si no se presenta
con el testimonio de la sentencia respectiva. Podrá suplirse la presentación del testimonio si se
solicitare la remisión del expediente con indicación del juzgado y secretaría donde tramita
(artículo 347 CPCC).

El Tribunal “ante la necesidad de establecer cuales son los elementos que permitan determinar si,
efectivamente, en un caso se pretende volver sobre algo ya resuelto por la jurisdicción o si se trata
en verdad de una controversia distinta conforme a la teoría de la identidad de cuestión, no se
encuentra atado a fórmulas legales que definan los requisitos de la cosa juzgada; previo examen
integral de las dos contiendas, debe estar facultado para determinar si por tratarse del mismo
asunto o si, por existir conexión, continencia, accesoriedad o subsidiaridad, la jurisdicción no deba
correr el riesgo de ser inducida a contradicción: no hay cosa juzgada si ambas contiendas pudieran
coexistir”. (SCBA, L 83992 S 5-4-2006, Juez KOGAN (SD). “Coria, Carlos Alberto c/ Ottaviano, Jorge
Antonio y otro s/ Daños y perjuicios y otros”).

Con el mismo criterio “Para determinar la existencia de cosa juzgada no es indispensable llevar a
cabo un estudio particularizado acerca de la concurrencia o no de la triple identidad de sujeto,
objeto y causa; sino lo que importa es que examinándose la situación en su integridad, pueda
caracterizarse a la pretensión deducida como coincidente con una ya resuelta, evitándose así la
reiteración indefinida de juicios y la posibilidad de escándalo jurídico”. (SCBA, L 75018 S 28-5-2003,
Juez SALAS (MI). “Liendro, Rosa E. y otro c/ SOMISA s/ Indemnización incapacidad”).

Una vez firme la resolución que la declarare procedente, se procederá a ordenar el archivo de la
causa (artículo 352 CPCC). Así “Los efectos del instituto de la cosa juzgada no se agotan con la
imposibilidad de renovar el debate sobre cuestiones planteadas y resueltas en el proceso anterior,
sino que se proyectan sobre aquéllas que pudieran haberse alegado en él”. (SCBA, L 100493 S 26-
11-2008, Juez KOGAN (SD). “Valvo, Héctor Vicente c/ Prear S.A. s/ Enfermedad accidente”).

a) Cosa juzgada administrativa

En el proceso laboral cuando hablamos de cosa juzgada, no nos referimos solamente a una
resolución judicial preexistente, sino que debemos aplicar un criterio más amplio incluyendo
decisiones de una autoridad competente. Por ejemplo cuando el Ministerio de Trabajo de la
Provincia a través de una de sus delegaciones homologa un acuerdo conciliatorio. Aparece lo que es
dado en llamar “la cosa juzgada administrativa”. Si bien nos son iguales, “Sean cuales fueren las
diferencias que existan entre la cosa juzgada judicial y administrativa, ésta tiene con aquélla un
elemento común, y es que media un acto decisorio de la autoridad, por el que se reconoce o del
que surge un derecho subjetivo a favor de una de las partes”. (SCBA, L 33685 S 14-12-1984, Juez
SALAS (SD); “Villa, Rubén c/ Parezmar S.A. s/ Diferencia de haberes, etc”. SCBA, L 33686 S 14-12-
1984, Juez SALAS (SD); “Santos, José María c/ Parezmar S.A. s/ Diferencia de haberes”. SCBA, L
42562 S 12-12-1989, Juez SALAS (SD); “Kessler, Eusebio Eduardo c/ Loma Negra C.I.A.S.A. s/
Indemnización ley 9688”. SCBA, L 42343 S 6-3-1990, Juez SALAS (SD); “Riccardi, Eduardo José c/
Loma Negra C.I.A.S.A. s/ Diferencia de indemnización, ley 9688”. SCBA, L 69145 S 2-2-2000, Juez
HITTERS (SD); “Benítez, Escolástica G. c/ Fundación Médica de Mar del Plata y ot. s/ Indemnización
por accidente de trabajo”).

Resulta muy abundante y esclarecedora la jurisprudencia referida a la cosa juzgada administrativa.


Repasándola podremos dilucidar diversas cuestiones atinentes a la materia y en casos de duda
apreciar cuando hay o no cosa juzgada administrativa.

Así, por ejemplo ha dicho la Corte que “Corresponde conferir valor de cosa juzgada al acuerdo
conciliatorio en tanto haya sido objeto de homologación por la autoridad de trabajo competente, y,

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desde esa perspectiva, no puede revisarse lo decidido -sin impugnación en dicha sede- por el
Servicio de Conciliación Obligatoria”. (SCBA, L 89794 S 15-10-2008, Juez NEGRI (MI). “Silvero,
Cabral Aníbal c/ Cervecería y Maltería Quilmes S.A. s/ Indemnización por estabilidad sindical”).

Del mismo modo “Sólo corresponde asignar los efectos de la cosa juzgada al acto administrativo de
homologación de un convenio celebrado entre empleado y empleador si éste fue consentido por la
parte interesada que no formuló la impugnación pertinente en dicha sede por razones formales o
sustanciales y el interesado estará en condiciones de formular tal impugnación, si previamente le
es notificada dicha decisión o cuando surge de las actuaciones administrativas que las partes
actuaron posteriormente a su dictado en forma que evidencia el cabal conocimiento de la
resolución homologatoria”. (SCBA, L 90029 S 19-3-2008, Juez SORIA (MA). “Ramírez, Oscar c/
Serpina S.A. s/ Despido”).

Siguiendo el mismo criterio “Sólo corresponde asignar los efectos de la denominada "cosa juzgada"
al acto administrativo de homologación de un convenio celebrado entre empleado y empleador si el
interesado, notificado de dicha decisión -o evidenciado según el trámite de las actuaciones
administrativas el conocimiento cabal por su parte de dicha resolución homologatoria- la consiente,
omitiendo impugnarla en dicha sede por razones formales o sustanciales”. (SCBA, L 81023 S 19-4-
2006, Juez SORIA (OP). “Q.,C. c/ F.,d. s/ Daños y perjuicios”).

Observamos tres elementos característicos a la hora de cotejar la existencia de cosa juzgada


administrativa. El acuerdo tiene que haber sido homologado por autoridad competente. Dicha
resolución homologatoria debe notificarse a las partes. Y por último, la voluntad del trabajador no
debe haber sido viciada a la hora de celebrar el acuerdo.

Tenemos entonces que “Si el convenio celebrado ante la autoridad administrativa del trabajo no
fue homologado por la autoridad de aplicación debe rechazarse la excepción de cosa juzgada
opuesta por la demandada”. (SCBA, L 86295 S 16-7-2003, Juez DE LAZZARI (SD). “Alvarez, Roberto
c/ ESEBA S.A. s/ Enfermedad profesional”). En consecuencia “El mero archivo del expediente
tramitado ante la Subsecretaría de Trabajo de la Provincia no produce la cosa juzgada
administrativa (ley 10.149)”. (SCBA, L 60202 S 30-9-1997, Juez SALAS (SD). “Samuel, Pablo
Guillermo c/ P. Pietracatella y Cía. S.C.C. s/ Indemnización accidente de trabajo”).

Tampoco media cosa juzgada si la autoridad administrativa del trabajo al homologar el convenio
celebrado entre las partes no se pronunció acerca de la procedencia o no de los rubros que integran
el objeto de la posterior demanda judicial. (SCBA, L 87579 S 5-3-2008, Juez PETTIGIANI (SD).
“Rodríguez, Ernesto Nicolás y otros c/ Sertec Servicios y Tecnología en Limpieza y otros s/
Diferencias liquidación art. 232, L.C.T.”).

Por otra parte “Si al formalizar en sede administrativa un acuerdo extintivo de la relación de
trabajo la empleadora abonó al actor una suma en concepto de gratificación extraordinaria que se
imputaría como pago a cuenta de cualquier reclamo fundado en base a la relación laboral, debe
reconocerse que, más allá de la utilización de una fórmula indicativa de la satisfacción de todo
crédito que fuera objeto de eventual pretensión por el trabajador, en la medida en que
expresamente se dejó expedita la vía para incoar reclamos devenidos de la relación laboral, no se
configuran los presupuestos de la cosa juzgada administrativa, según los términos de la doctrina
legal de esta Corte cuya vigencia se mantiene”. (SCBA, L 90462 S 24-5-2006, Juez GENOUD (OP).
“Torres, Miguel Angel c/ Cervecería y Maltería Quilmes S.A. s/ Indemnización por violación de
estabilidad sindical”).

En cuanto a la notificación o falta de ella, “La ratificación personal del convenio, contando con
patrocinio letrado, ante funcionario del Servicio de Conciliación Laboral Obligatorio y el retiro del
importe acordado, que extinguía las obligaciones emergentes del contrato laboral permiten
concluir que la eventual falta de notificación de la homologación posterior no puede tener por
efecto, enervar la cosa juzgada administrativa”. (SCBA, L 90029 S 19-3-2008, Juez PETTIGIANI (MI).
“Ramírez, Oscar c/ Serpina S.A. s/ Despido”). Y en el mismo sentido “La eventual falta de
notificación de la homologación de los acuerdos no puede, en este caso particular, enervar la cosa

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juzgada administrativa, pues el reconocimiento que hicieron los actores en su escrito liminar,
acerca de haber percibido el importe conciliado, resulta suficiente, para tener por notificado el
acto administrativo”. (SCBA, L 87579 S 5-3-2008, Juez PETTIGIANI (SD). “Rodríguez, Ernesto Nicolás
y otros c/ Sertec Servicios y Tecnología en Limpieza y otros s/ Diferencias liquidación art. 232,
L.C.T.”).

Por último, en relación a los vicios de la voluntad “Resulta prematura la sentencia que al declarar
operada la cosa juzgada se basa en el alcance de un convenio "espontáneo" celebrado entre las
partes ante el Servicio de Conciliación Laboral Obligatoria (S.E.C.L.O.), sin tomar en consideración
que la parte actora denunció en su escrito postulatorio vicios en la voluntad al momento de
suscribirlo”. (SCBA, L 90462 S 24-5-2006, Juez RONCORONI (MI). “Torres, Miguel Angel c/
Cervecería y Maltería Quilmes S.A. s/ Indemnización por violación de estabilidad sindical”). Y yendo
aún más lejos “En una acción, en la que existe la denuncia que se actuó bajo presión, que de
acreditarse invalidaría el convenio celebrado y homologado, la cosa juzgada deja de ser una
excepción de previo y especial pronunciamiento, pues sobre ella giran los hechos y las pruebas que
por principio dispositivo introducen las partes en el proceso y debe ser resuelta por el tribunal del
trabajo como cuestión de fondo, pues se transforma en el primer objeto inmediato de la
pretensión”. (SCBA, L 83461 S 22-11-2006, Juez RONCORONI (MA). “Haedo, Alberto Ismael y otros
c/ E.S.E.B.A. S.A. s/ Diferencias liquidación final”).

b) Concurso o quiebra del demandado

Otra situación de incertidumbre se genera en el caso que el trabajador obtenga un reconocimiento


de su derecho por parte del juez del concurso o quiebra del demandado y a la vez que esté
tramitando un reclamo en sede laboral.

Al respecto la corte suprema provincial sostiene que “Si el Juez nacional en lo comercial resolvió
declarar, el derecho de los acreedores a percibir, con carácter de pronto pago, las sumas que se les
adeudan por créditos de índole laboral, reconociendo la existencia de los procesos laborales
promovidos anteriormente, en los que aún no había recaído sentencia definitiva y las sumas
efectivamente percibidas fueron menores a las allí reconocidas, no es posible concluir en la
identidad objetiva entre dichos créditos y consecuentemente tampoco en la existencia de cosa
juzgada”. (SCBA, L 78340 S 28-2-2007, Juez HITTERS (SD). “Casarino, Omar A. y otros c/ Neo Plax
S.A. C.I.F.I.A. y otros s/ Despido. Cobro de pesos”).

c) Recursos

A los fines recursivos “La decisión que declara operada la cosa juzgada reviste carácter de
sentencia definitiva”. (SCBA, L 72119 S 19-2-2002, Juez SALAS (SD); “Dure, Nancy Liliana c/
Curtarsa S.A.I.C. s/ Despido”. SCBA, Ac 101312 I 19-12-2007; “Escobar, Angel Daniel c/
Freudenberg S.A. s/ Accidente de Trabajo. Acción especial”). Pero sin perder de vista que “La
apreciación formulada por los jueces de grado sobre la concurrencia del instituto de la cosa
juzgada, proviene de una labor que les atañe en forma privativa, por regla no revisable en la
instancia extraordinaria, salvo absurdo”. (SCBA, L 91476 S 8-7-2008, Juez NEGRI (SD). “Villagra,
Pedro y otros c/ Establecimiento Metalúrgico Tauro S.A. s/ Despido”). Con el mismo criterio “Si no
se ha denunciado la existencia del vicio de absurdo no corresponde ingresar al análisis de la
interpretación y alcance de un acuerdo celebrado en una instancia extrajudicial y en lo
concerniente a la declaración de la existencia de la cosa juzgada, con especial atención a la
concurrencia de las llamadas "identidades" de la res judicata”. (SCBA, L 91476 S 8-7-2008, Juez DE
LAZZARI (SD). “Villagra, Pedro y otros c/ Establecimiento Metalúrgico Tauro S.A. s/ Despido”).

d) Cuestiones técnicas

Encontramos alguna jurisprudencia que puede ayudar a resolver casos específicos, bajo
determinadas circunstancias.

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Así por ejemplo, debemos tener en cuenta que el Tribunal “no se encuentra atado a fórmulas
legales que definan los requisitos de la cosa juzgada. Antes bien, sobre la base del examen integral
de las contiendas involucradas, se encuentra facultado para determinar si por tratarse del mismo
asunto, o por existir conexión, continencia, accesoriedad o subsidiariedad, la jurisdicción no debe
correr el riesgo de ser inducida a contradicción; como también ha sostenido la inexistencia de cosa
juzgada si tales contiendas pueden coexistir”. (SCBA, L 87579 S 5-3-2008, Juez PETTIGIANI (SD).
“Rodríguez, Ernesto Nicolás y otros c/ Sertec Servicios y Tecnología en Limpieza y otros s/
Diferencias liquidación art. 232, L.C.T.”).

Merece también una especial atención la forma en que está compuesta una sentencia y como debe
ser considerada, ya que “Una sentencia es un todo compuesto de diversas partes consideradas
entre sí, armónicas y solidarias; de tal manera que lo que se dejara de decir en la parte dispositiva,
que es sin duda donde se polariza el mandato del juez, debe suplirse o interpretarse por lo que el
mismo magistrado ha dicho claramente al fundar su resolución. Si bien la autoridad de la cosa
juzgada estaría en la parte dispositiva de la sentencia antes que en sus motivaciones, lo cierto es
que la discutible ortodoxia de la regla debe ceder inexorablemente cuando sea menester acudir a
los argumentos para precisar el auténtico alcance de lo decidido”. (SCBA, L 58897 S 22-10-1996,
Juez SALAS (SD). “Rufanacht, Oscar Francisco c/ SOMISA s/ Enfermedad accidente”).

Por último “Transgrede el principio de la cosa juzgada la decisión aclaratoria que -consentida por
las partes la sentencia que omitió la condena de intereses- procede a corregir de oficio tal
preterición disponiendo se calculen intereses sobre el capital de condena (arts. 36 inc. "3" y 166
inc. "3", C.P.C.C.)”. (SCBA, L 58730 S 11-2-1997, Juez PISANO (SD). “Daniel, Marcelo Z. c/
Windaver, Andrés s/ Accidente de trabajo (art. 1113 C.C.)”).

VI. Prescripción

Prescriben a los dos (2) años las acciones relativas a créditos provenientes de las relaciones
individuales de trabajo y, en general, de disposiciones de convenios colectivos, laudos con eficacia
de convenios colectivos y disposiciones legales o reglamentarias del Derecho del Trabajo (art. 256
L.C.T.). Por ello “Corresponde desestimar la excepción de prescripción si al tiempo de la
promoción de la demanda no transcurrió el plazo bianual prescripto por el art. 256 de la Ley de
Contrato de Trabajo”. (SCBA, L 80648 S 27-4-2004, Juez KOGAN (SD). “Cocco, Gustavo D. c/
Organización Clearing Argentino S.A. s/ Indemnización por despido”).

Esta norma tiene carácter de orden público y el plazo no puede ser modificado por convenciones
individuales o colectivas.

Sin perjuicio de la aplicabilidad de las normas del Código Civil, la reclamación ante la autoridad
administrativa del trabajo interrumpirá el curso de la prescripción durante el trámite, pero en
ningún caso por un lapso mayor de seis (6) meses (artículo 257 L.C.T.).

“Del juego armónico de los arts. 3.962 del Código Civil, 31 in fine y 29 4° párr. de la ley 11.653,
surge sin hesitación que la primera presentación en juicio idónea para que el accionado oponga la
defensa de prescripción liberatoria en el proceso laboral local, es al evacuar el traslado de la
demanda, que en este tipo de proceso debe contestarse de manera conjunta con la oposición de
excepciones cuyo tratamiento se autoriza como previo”. (SCBA, L 81217 S 8-11-2006, Juez
RONCORONI (OP). “Roncallo, María Angélica c/ Dirección General de Escuelas y Cultura de la
Provincia de Buenos Aires s/ Indemnización por accidente de trabajo y otros”).

Si bien esta excepción se encuentra incluida en la enumeración taxativa que hace el artículo 31 de
la ley 11.653, observamos que el legislador quiso incorporarla en forma condicional. Con esto
queremos decir que sólo puede ser tratada como de previo y especial pronunciamiento en el caso
que resulte manifiesta. Si así no lo fuera, se producirá su prueba junto con el resto y se resolverá
conjuntamente con las cuestiones de fondo al dictarse la sentencia. “A lo largo de la evolución
normativa de los regímenes procesales laborales, provincial y nacional, la excepción de falta de

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legitimación para obrar nunca fue incluida como una de aquellas susceptibles de ser resueltas en la
etapa previa, y ni siquiera se consagró la posibilidad de hacerlo en atención a las circunstancias de
cada caso, como sí ocurrió con la defensa de prescripción a partir del dictado de las leyes 7.718
(hoy 11.653) y 18.345”. (SCBA, L 84338 S 27-2-2008, Juez SORIA (SD). “T.,S. c/ E.,S. s/ Daños y
perjuicios”).

Entonces “La prescripción sólo puede tratarse como de puro derecho cuando no deba ser materia
de prueba [conf. art. 31 in fine de la ley 11.653], por ello el pronunciamiento del tribunal del
trabajo acogiéndola y declarando abstracto el tratamiento de otras cuestiones planteadas resulta
prematuro, desde que se ha privado a la parte actora de uno de los presupuestos básicos que hacen
al derecho de defensa en juicio, cual es poder producir la prueba ofrecida a los fines de acreditar
los extremos fácticos invocados (art. 18 de la Constitución nacional, 15 de la local y 8, C.A.D.H.)”.
(SCBA, L 85328 S 23-11-2005, Juez RONCORONI (SD). “Perdomo, Cristian Sebastián c/ Mark Up S.A.
y otro s/ Daños y perjuicios”).

En este sentido el criterio de la corte ha sido plasmado en fallo reciente, al establecer que “No
corresponde resolver la excepción de prescripción como de puro derecho cuando median hechos
controvertidos de suficiente entidad, que requieren verificar en la etapa de prueba si existió -v.gr-,
dispensa de la prescripción o es preciso determinar el momento a partir del cual debe iniciarse el
cómputo del plazo respectivo, con apoyo en los elementos probatorios que surgen de la causa”.
(SCBA, L 82995 S 13-8-2008, Juez NEGRI (MA). “Benincasa, Antonio Alberto c/ Super Canal S.A. s/
Daños y perjuicios”).

Continuando en el mismo fallo “La excepción de prescripción opuesta requiere la evaluación y


prueba del hecho de la que deriva su procedencia -inacción del acreedor durante el tiempo
legalmente establecido- y, estando éste acreditado, reviste además algún grado de opinabilidad
que es necesario despejar”. (SCBA, L 82995 S 13-8-2008, Juez NEGRI (MA). “Benincasa, Antonio
Alberto c/ Super Canal S.A. s/ Daños y perjuicios”).

Por supuesto que este criterio registra antecedentes en el mismo sentido, así “La excepción de
prescripción debe ser considerada en la sentencia definitiva si para resolverla no basta con definir
el encuadramiento jurídico del caso o realizar el simple cómputo del plazo transcurrido desde el
hecho generador, sino que hay que decidir una cuestión que constituye el punto litigioso
fundamental del juicio para fijar -y precisar- la localización temporal de ese mismo hecho,
resolución ésta que debe emitirse, por lo tanto, en el pronunciamiento final”. (SCBA, L 84713 S 1-
11-2006, Juez KOGAN (MA). “Garay Alarcón, Daniel A. c/ Microómnibus Sur S.A.C. y otros s/
Accidente de trabajo”).

Y aún con anterioridad sostuvo que “La defensa de prescripción reviste el carácter de cuestión
esencial desde que incuestionablemente de su consideración depende -aunque sea en parte- la
suerte del litigio y su omisión por el Tribunal del Trabajo acarrea la nulidad del fallo (art. 156,
Const. Prov.)”. (SCBA, L 38451 S 27-9-1988, Juez CAVAGNA MARTINEZ (SD); “Uzuna, Wilfredo y
otros c/ La Hidrófila Argentina S.A.I.C. s/ Diferencias de salarios”. SCBA, L 78337 S 14-11-2001,
Juez PISANO (MA); “Diani, Daniel O y Ortega, Juan M c/ Compañía Lureza SA s/ Salarios adeudados,
etc.”).

En caso de resolverse como previa, una vez firme la resolución que declarare procedente la
prescripción se ordenará el archivo de la causa (artículo 352 CPCC).

VII. Falta de legitimación

Recordemos que esta excepción no fue incluida en la enumeración del artículo 31 de la ley 11.653.
Consideramos que el legislador, con buen criterio optó por excluirla debido a que por las especiales
características del proceso laboral nos encontramos muchas veces con que resolviendo esta
excepción estaríamos dilucidando al mismo tiempo la cuestión de fondo, lo que evidentemente
debe hacerse en la sentencia definitiva.

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La corte provincial ha sido clara al respecto “La excepción de falta de legitimación para obrar no
puede ser tratada como cuestión previa en los procesos laborales, en tanto no ha sido incluida en la
enumeración taxativa establecida en el art. 31 de la ley 11.653”. (SCBA, L 84338 S 27-2-2008, Juez
SORIA (SD). “T.,S. c/ E.,S. s/ Daños y perjuicios”). Para seguir “La enumeración contenida en el
art. 31 de la ley 11.653 es taxativa y las excepciones no mencionadas allí -incluyendo a la de falta
de legitimación para obrar- deben ser resueltas, necesariamente, al momento del dictado de la
sentencia definitiva”. (SCBA, L 84338 S 27-2-2008, Juez SORIA (SD). “T.,S. c/ E.,S. s/ Daños y
perjuicios”).

A más abundamiento “El art. 31 de la ley 11.653 al disponer taxativamente que las únicas
excepciones admisibles como previas son las allí consignadas, entre las cuales no se ha incluido a la
de falta de legitimación para obrar, ni siquiera en el caso de que resultare manifiesta, ha
establecido una solución que se ha considerado la más adecuada para atender las particularidades
del proceso laboral y que, por tal razón, desplaza la aplicación supletoria del Código Procesal Civil
y Comercial”. (SCBA, L 84338 S 27-2-2008, Juez SORIA (SD). “T.,S. c/ E.,S. s/ Daños y perjuicios”).

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