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Cómo citar este libro:

Catalán Barker, P. (2011). Divorcio Destructivo y Síndrome de


Alienación Parental, desde una mirada sistémica. Alemania. Ed.
Académica española.
INDICE

I MARCO TEORICO 4

1.1 Conceptualización del proceso de 4

separación.

1.2Proceso de separación destructiva. 7

1.3 Hijos en la ruptura de pareja 10

1.4 Síndrome de Alienación Parental 13

1.5 SAP: dinámica familiar 19

1.6 SAP: Intervención terapéutica 23

1.7 Sistema judicial y contexto legal 26

del Síndrome de Alienación Parental

II OBJETIVOS 34

III METODOLOGIA 35

IV RESULTADOS 40

4.1 Presentación del caso 40

4.2 Análisis del caso 42

V CONCLUSIONES 49

VI BIBLIOGRAFÍA 61

VII ANEXOS 65

1
Agradezco especialmente
a mis hijos;
por darme luz en la oscuridad.

2
Introducción

El Síndrome de Alienación Parental, se ha constituido, desde la

implementación de los nuevos Tribunales de Familia el año 2005 en nuestro

país, como uno de los temas que se ha distinguido como un fenómeno

recurrente desde el punto de vista psico-jurídico en el contexto de los

divorcios destructivos.

Desde una perspectiva sistémica, es considerado como un Síndrome que

se expresa en una dimensión jurídico-familiar, donde cada uno de los miembros

de la familia, así como los sistemas anexos tal como el judicial, se hacen parte

de la danza que ejecuta manifestándose a través del rechazo del hijo al padre

no custodio.

La introducción de la dimensión sistémica permite generar nuevas visiones

respecto a ciertos procesos que se ven con regularidad en el Tribunal, nuevas

interpretaciones a fenómenos ya conocidos, así como nuevos significados

asociados a las conductas y sus consecuencias, incorporando al sistema judicial

como parte y no como mero espectador de una dinámica.

Desde esta perspectiva, se ha hecho necesario que esas nuevas

distinciones se organicen en un cuerpo teórico consistente, con una

epistemología determinada como telón de fondo y, desde esa posición,

construir nuevos conocimientos el que, en este trabajo, surge del estudio de

caso analizado y desde ahí buscar nuevas propuestas y resignificaciones del

fenómeno.

3
I. Marco Teórico

1.1 Conceptualización del proceso de separación.

En la actualidad existen múltiples debates acerca de la situación actual

de la familia en el contexto de los cambios que debe enfrentar en un proceso

de separación y/o divorcio. Son especialmente relevantes aquellos asociados al

modo de proteger a los hijos de consecuencias negativas que pudiese acarrear

la separación de los padres.

Frente a la responsabilidad de cuidar de aquellos que, desde el punto de

vista del poder, son más vulnerables en este proceso de separación, es

necesario analizar y reflexionar acerca de interdependencia de los factores

que influyen en el proceso de divorcio de una familia, así como los subsistemas

y sistemas más amplios que configuran la realidad familiar y, desde esa

comprensión, generar las acciones necesarias para facilitar los procesos

familiares asociados al divorcio, con la coordinación de todos los actores

involucrados. Este es un ideal que una mirada sistémica y comprensiva del

proceso de separación permite construir.

Con estas consideraciones, hace sentido definir el proceso de separación

como “un ciclo recursivo que, en vez de romper al sistema, lo hace en realidad

más amplio y complicado, con diversos subsistemas que tienen: sus

pertenencias, lealtades y fronteras distintas” (Goldsmith, J., 1982, en Diaz

Usandivaras, 1986, p. 79).

4
La separación de la pareja conyugal1 puede considerarse como un proceso

que transcurre a través de diversos niveles y que implica la resolución de un

número determinado de tareas, en las áreas donde se expresa. Ya en 1970,

Bohannan planteaba que es posible distinguir seis procesos interrelacionados

que deben ser resueltos en el contexto de la separación conyugal: emocional,

legal, económico, coparental, social y psíquico (en Bolaños 2000).

La resolución de todos estos aspectos vuelca al sistema familiar y su

energía en la búsqueda de nuevas estabilidades que permitan el desarrollo de

una nueva organización familiar.

Diaz Usandivaras en 1986, interpretó las complejidades del proceso de

separación aportando en la conceptualización de divorcio como parte del ciclo

de vida familiar, dejando atrás aquella en que la separación implicaba la

destrucción de la familia.

Este autor desarrolla las etapas del proceso de separación, las que

culminan en la disociación instrumental de la pareja marital y la pareja

parental. Así, de acuerdo a Diaz Usandívaras, las etapas descritas asociadas al

proceso de separación son:

 Etapa de prerruptura

 Etapa de ruptura

 Etapa de familia uniparental

 Etapa de cortejo

 Etapa de re-matrimonio

1
Desde esta perspectiva se distingue la pareja conyugal de la pareja parental en cuanto a los roles y funciones
inherentes a cada subsistema. Así, la pareja conyugal se relaciona con la pareja propiamente tal, mientras la
pareja parental se relaciona con las funciones nutritivas y normativas respecto a los hijos.(Diaz Usandivaras,
1986) aquí tb sirve la cita de la mirada comprensiva Manhey y Cáceres

5
 Etapa de familia reconstituida estabilizada

 Etapa de destete de la pareja co-parental o divorcio definitivo.

Respecto a lo que sucede con los hijos en un proceso de separación es

posible señalar que “toda separación causa dolor pero no cualquier separación

causa daño” (Cáceres, C; Manhey, C; Vidal C., 2009, p. 47).

El daño al que se ven expuestos los hijos en un proceso de separación se

relacionan con el modo en que se lleve a cabo dicho proceso, y la capacidad de

los padres de mantener las funciones nutritivas y normativas a pesar de las

dificultades que puedan estar atravesando. Así, quién se separa es la pareja

conyugal y no la pareja parental.

En términos generales, es posible distinguir dos vías posibles luego de la

separación: “uno en el que la familia logra mantener las funciones de protección

hacia los hijos, y otro en el que mantiene vigente el conflicto de la relación

amorosa de la pareja que se separa, en desmedro de las funciones parentales

de cuidado” ( Cáceres, C.; Manhey, C.; Raies, A.; 2004, p. 56) , esta última es

concebida como una separación destructiva.

6
1.2 Procesos de separación destructiva.

De acuerdo a lo planteado por Cáceres y Manhey en su artículo publicado

el 2006, es posible conceptualizar una separación destructiva como “procesos

que se caracterizan por la presencia de un conflicto post-conyugal intenso, no

resuelto, que se traduce en peleas y tensiones que involucran a los propios

hijos y a terceros (familia extensa, amigos o profesionales que les prestan

ayuda)”. (Cáceres, C. y Manhey, C., 2006, p. 28)

En un artículo anterior, Hamel (1997) , distingue a las familias con una

separación destructiva cuando: litigan, impiden relación directa y regular con

uno de los padres, padres que no aportan económicamente, el juzgado y/o uno

de los miembros de la pareja considera al otro como una variable destructiva.

Desde un punto de vista relacional, la judicialización del conflicto post

conyugal implica, en primer lugar y en concordancia con lo expresado por

Bolaños (2000), la delegación al sistema judicial de la responsabilidad del

resolver sobre asuntos que competen al funcionamiento familiar.

Por otra parte, el sistema judicial se hace parte de la dinámica familiar

que se desarrolla. En este sentido, la naturaleza estructuralmente

contenciosa del sistema judicial se adhiere a la dinámica conflictiva que se está

dando dentro de la familia de modo que, rápidamente, la dinámica ampliada se

polariza, disminuyendo las posibilidades de acuerdos colaborativos.

7
Cuadro 1

Divorcio como etapa del ciclo vital o divorcio destructivo2

DIVORCIO COMO ETAPA DIVORCIO DESTRUCTIVO

Cuidado de los hijos Imposibilidad del cuidado de los

hijos

Peleas y desacuerdos solo en una Peleas permanentes

primera fase

Dolor por las pérdidas Necesidad de ganar y denigrar

Intermediarios no litigantes o Intermediarios litigantes. Contexto

ausencia de éstos Judicial

Poca involucración de familias de Sobreinvolucración de las familias

origen, hijos u otros. Limites claros de origen

Reconocimiento de la propia Falta de responsabilidad. Busqueda

responsabilidad de culpables y complices.


Fuente: Pablo Herrero Romero en articulo ¿ Porqué riñen las parejas?. Analisis relacional de los conflictos en los

procesos de mediación en separaciones y divorcio. Revista Redes 2005

Glasserman (1997), denomina a las parejas en los casos de divorcio

destructivo como “pareja postconyugal”, ya que en ellas prima el conflicto de la

relación amorosa por sobre la protección y cuidado de los hijos. Así, describe a

estas parejas por su incapacidad para sobreponerse a los sentimientos de

desilusión y traición que, para ellos, conlleva la separación.

De esta manera, en este conflicto, gran parte de la energía se vuelca a

demostrar sus propias verdades ante los demás, arrastrando en este quehacer

a los hijos, sistema judicial, familia extensa, entre otros.

8
En estas parejas la modalidad relacional de conflicto es el único modo

que ellos encontraron para seguir vinculados (Cáceres, C. et al. 2004). Esta

estructura no necesariamente surge instantáneamente al momento de la

separación, sino que se va configurando paulatinamente a partir de diversas

variables y su interacción en la construcción de la dinámica familiar previa a la

separación. Dada la complejidad relacional de las familias involucradas en

divorcios o separaciones destructivas, Glasserman (1997) señala que, en estos

casos, la Mediación no es efectiva.

En este sentido, la visión psicoterapéutica planteada por el

mismo autor se configura a partir de una acompañamiento para buscar nuevas

lectura o puntos de vista de los conflictos en la conformación del sistema

terapéutico, donde el sistema se amplia y permite nuevas configuraciones.

También desde lo psicoterapéutico, es necesario tener presente que en el

proceso de separación o divorcio destructivo, si bien todos los miembros

participan de algún modo en la dinámica, existen diferentes responsabilidades

relacionales que se desprenden de la estructura jerárquica propia de la

configuración familiar (Gana,C.; Manhey,C.; Soto,P., 2008).

9
1.3 Hijos en la ruptura de la pareja.

Las consecuencias del proceso de separación para los hijos va en directa

relación con el modo que los padres enfrenten este cambio en la estructura y

organización familiar.

Las separaciones que cursan como parte del ciclo vital familiar, donde los

padres son capaces de priorizar el cuidado y protección de los hijos a través

de límites claros entre subsistemas, conversar y resolver los conflictos que

surgen y mantener una comunicación suficiente para la coordinación parental,

permiten en los hijos una experiencia que puede conllevar a la maduración y de

conservación del afecto a ambos padres pese a las adversidades, ampliando su

campo de seguridad.

Para cuidar a los hijos en un proceso de separación se hace necesario,

de acuerdo a Herscovici (1986), garantizar el acceso a ambos padres, el

derecho de ser leales a los dos al mismo tiempo y a no ser partícipes de

descalificaciones entre ellos.

Por otra parte, en los procesos de separación o divorcio destructivos el

panorama es bastante diferente respecto a las consecuencias en los hijos,

apareciendo sintomatología en estas familias.

En concordancia con lo planteado con Glasserman (1997), estos casos de

divorcios destructivos pueden ser catalogados dentro de la conceptualización

de “Maltrato Infantil”3

3
De acuerdo a Jorge Barudy (1998) “ Toda acción u omisión cometidas por individuos, instituciones o por la
sociedad en general y toda situación provocada por éstos que prive a los niños de cuidados, de sus derechos y
libertades, impidiendo un pleno desarrollo, constituyen, por definición, un acto o una situación que enra en la
categoría de lo que nosotros llamaremos malos tratos o negligencia” ( Barudy, J (1998) en Simon,C; López,
J, Linaza,J (2000), p.127).

10
En este contexto se describen dinámicas en que los hijos se ven

parentalizados, asumiendo responsabilidades, roles y funciones que no son

acordes con su etapa de desarrollo y que, a largo plazo, les acarrean problemas

asociados a depresión y ansiedad.

En las separaciones contenciosas o judicializadas, es frecuente que uno

de los progenitores busque aliarse con los hijos para enfrentase al otro

progenitor obligándolos, en muchos casos, a tomar partido en los espacios

legales donde se enfrentan, triangulando el conflicto.

Este tipo de situaciones descritas en la literatura generan en los hijos

un conflicto de lealtades, descrito por Borszomengy-Nagy (1973) como un

proceso por el cual la lealtad hacia uno de los progenitores implica la deslealtad

hacia el otro.

Hay que considerar además, que las nuevas parejas de los padres nunca

sustituyen, por lo que el acceso estable y continuo de los hijos con el padre no

custudio es imprescindible y no negociable.

Aguilar (2006) señala que la consecuencia más extrema de este conflicto

para la salud de los hijos es el Síndrome de Alienación Parental, concepto que

se desarrollará en el siguiente capítulo.

Frente a este panorama, la intervención terapéutica debe tener como

objetivo evitar el divorcio parental (Herscovici, 1986) y así, intentar

operativizar este subsistema en pro del cuidado y protección de los hijos.

Glasserman (1997) en concordancia con Herscovici (1986), señala la

importancia del acompañamiento en estas familias en su proceso de

reacomodación de la vida familiar, así como la generación de nuevas miradas a

11
la historia familiar que impliquen, en definitiva, nuevas significaciones a la

vivencia que permita la movilización del sistema hacia una nueva organización.

En términos terapéuticos, el camino debe conducir hacia la posibilidad de

construir progresivamente la cooperación mutua entre los padres a fin de que

ellos ayuden a sus hijos a crecer.

12
1.4 Síndrome de Alienación Parental

Richard Gardner (1985), fuel el primer autor que sistematiza el

concepto de Síndrome de Alienación Parental (SAP), en su artículo

“Tendencias Recientes en el divorcio y la litigación por custodia”. Luego, en la

segunda publicación de su libro “El Síndrome de Alienación Parental”, define al

mismo como “un trastorno que surge principalmente en el contexto de las

disputas por la guarda y custodia de los niños”.

Su primera manifestación es una campaña de difamación contra uno de

los padres por parte del hijo, campaña que no tiene justificación. El fenómeno,

de acuerdo a este autor, resulta de la combinación del sistemático

adoctrinamiento (lavado de cerebro) de uno de los padres y de las propias

contribuciones del niño dirigidas a la denigración del progenitor objetivo de

esta campaña”. (Gardner, R., 1985, en Aguilar, 2006, p.17)

De acuerdo a este autor es posible observar una serie de indicadores que

usualmente son observados en los hijos de familia con dinámica de SAP:

 Campaña de injurias y desaprobación.

 Explicaciones triviales para justificar la campaña de desprecio.

 Ausencia de ambivalencia en su odio hacia el progenitor rechazado.

 Autonomía de Pensamiento.

 Defensa del progenitor aceptado.

 Ausencia de culpabilidad.

 Escenarios prestados.

 Extensión del odio al entorno del progenitor rechazado.

13
Bolaños (2000) plantea la necesidad de incluir otros indicadores surgidos de

estudios posteriores:

 Contradicciones en las declaraciones de los hijos.

 Posesión del hijo de información inapropiada e innecesaria sobre la

ruptura y el proceso legal.

 El niño muestra una dramática sensación de urgencia y fragilidad. Todo

parece tener una importancia de vida o muerte.

 Marcada ausencia de pensamiento complejo acerca de las relaciones.

 El niño demuestra un sentimiento de restricción en el permiso de amar y

ser amado.

Por otra parte y de acuerdo al nivel de intensidad con que se presenta,

Gardner (1985), hace la siguiente distinción:

 Estadio I: Rechazo ligero.

Se caracteriza por la expresión de algunos signos de desagrado respecto

al progenitor no custodio, aunque en general las visitas se realizan de manera

tranquila, existiendo vínculos afectivos paterno-filiales fuertes. No hay

evitación y la relación no se interrumpe.

 Estadio II: Rechazo Moderado.

Los hijos pueden estar más negativos e irrespetuosos, tiñéndose las

visitas de un tono más conflictivo. Comienza una campaña de denigración en

baja intensidad que va en aumento progresivo.

14
Acá existe presencia de los ocho síntomas, aunque en una intensidad

más baja que en el SAP Severo.

 Estadio III: Rechazo Severo.

Los síntomas están presentes con toda intensidad de modo que la

relación directa y regular puede tornarse imposible y, de producirse,

transcurre entre la provocación produciendo un elevado desgaste.

Los hijos suelen estar perturbados en esta etapa, mostrando signos

altamentente patológicos: fobias, paranoia, entre otros.

Bolaños (2000) plantea una nueva distinción del SAP de acuerdo al momento

de su aparición:

o Rechazo Primario:

Aparece inmediatamente después de la ruptura, observándose

predominantemente en rupturas bruscas e impulsivas.

Se caracteriza, de acuerdo al autor, por el abandono por parte del padre

habitualmente de forma inesperada o tras haber iniciado una relación afectiva

extramatrimonial sin que exista una explicación conjunta a los hijos sobre la

situación familiar.

Así, por una parte, la madre no puede ocultar sus sentimientos y, por otra

parte, el padre fuerza a que los hijos se adapten inmediatamente a la nueva

realidad, lo que produce resistencias en el hijo.

La madre solidariza con tal resistencia, con lo que tiende a cronificarse el

rechazo.

15
o Rechazo Secundario:

Aparece en periodos posteriores que puede alcanzar varios años,

generalmente asociado a eventos del nuevo ciclo vital de la familia.

Así, para Gardner (1985) un elemento fundamental a considerar es que

el SAP se daría en el contexto de las disputas por la Custodia o Cuidado

Personal de un hijo. Aguilar (2006) señala que existen otros motivos por los

cuales se puede iniciar el rechazo del hijo hacia un progenitor: una nueva

pareja, el nacimiento de un hijo, entre otros, puede desencadenar este tipo de

dinámicas.

En este escenario, no se puede sostener que el Síndrome de Alienación

Parental se dé, exclusivamente, en el contexto de litigio por cuidado personal.

Esta aclaración, tal y como lo señala Aguilar, “no va tanto en contra de cambiar

el contexto en el que SAP tiene lugar, sino en el de enriquecerlo con intención

de ampliar su concepto”. (Aguilar,J. 2006, p. 9).

Por otra parte, en su tesis doctoral, Ignacio Bolaños (2000) contribuye a

ampliar el concepto, enfatizando los aspectos relacionales de la dinámica e

introduce, entre sus múltiples aportes, el papel del padre rechazado donde

menciona, por ejemplo, que éste colabora activamente a perpetuar la dinámica

de rechazo a través de una combinación de hostilidad reactiva y persecución

del niño.

16
Las distinciones mencionadas permitieron movilizar el concepto de SAP

hacia la configuración de un Síndrome Familiar, donde cada uno de los

miembros de la familia, así como los sistemas externos tal como el judicial, se

hacen parte de la danza que ejecuta.

En sus conclusiones, Bolaños (2000) señala que en la medida que el

sistema judicial se hace parte del desarrollo del síndrome, éste adquiere una

connotación Jurídico-Familiar.

Bolaños (2000), define el proceso psico-jurídico como “el conjunto de

interacciones entre el procedimiento legal y el psicosocial, los cuales,

influyéndose mutuamente, transcurren conectados durante un periodo de

tiempo limitado, desligándose cuando se ha conseguido definir una nueva

realidad legalmente legitimada y psicosocialmente funcional” (Bolaños, I. 2000.

P.10).

El autor señala que “en los procedimientos contenciosos, es probable que

las diferentes tareas adaptativas requeridas para llevar a cabo una adecuada

separación se vean mezcladas, obstaculizándose las unas con las otras y

ampliando su campo de expresión al proceso legal”. (Bolaños, I. 2000, p. 10).

17
Dimensiones del conflicto psico-jurídico (Bolaños, 2000)5

Conflicto
legal

Relaciones
Divorcio Legal Paternofiliales
Disolución del P. Potestad, G. Custodia,
matrimonio R. Visitas

Conflicto Conflicto
de pareja de padres

Divorcio Psicosocial Relaciones entre padres e


Relaciones de pareja hijos
Relaciones afectivas
Conflicto
psicosocial

Fuente: Bolaños, I. ( 2000). Estudio descriptivo del Síndrome de Alienación Parental en procesos de separación y

divorcio. Diseño y Aplicación de un programa piloto de mediación familiar. Tesis Doctoral . Universidad Autónoma de
Barcelona. Barcelona

Desde esta misma perspectiva, Gana, C. Manhey, C. y Soto, P. (2008),

plantean que “reconocer que el SAP es un síndrome familiar en el que los

participantes poseen una responsabilidad relacional, al mismo tiempo que se

introduce el contexto legal(…) permite aceptar que las soluciones aisladas a

este tipo de conflicto, serán siempre insuficientes” (Gana, C. Manhey, C. y

Soto, P., 2008, p. 4).

5
Bolaños, I. ( 2000). Estudio descriptivo del Síndrome de Alienación Parental en procesos de separación y
divorcio. Diseño y Aplicación de un programa piloto de mediación familiar. Tesis Doctoral. Universidad
Autónoma de Barcelona. Barcelona.

18
De esta manera, la introducción de una mirada sistémica del Síndrome

de Alienación Parental, desde una dimensión jurídico-familiar nos permite no

sólo ampliar el foco de análisis, que posibilita la opción de detenerse para

observar las funciones y/o roles de los distintos miembros de la familia y el

sistema judicial, sino también nos otorga una mirada llena de movimiento

respecto a los procesos que se dan en este sistema jurídico-familiar y, con ello,

nuevas estrategias de enfrentamiento.

1.5. SAP: Dinámica familiar.

Desde el punto de vista de la dinámica relacional que se desarrolla en el

Síndrome de Alienación Parental, se plantea que el rechazo hacia el progenitor

no custodio es la expresión de una dinámica familiar en la que todos sus

miembros son responsables relacionales (Bolaños, 2000). Así no se trata de la

negación de la figura parental real sino más bien se configura como una

negación relacional.

Respecto a la responsabilidad relacional, Gana, C. Manhey, C. y Soto, P.,

(2008) destacan que si bien todos los miembros de la familia poseen un grado

de responsabilidad en la dinámica que conforman, ésta responsabilidad no se

distribuye equitativamente. Esto, en especial respecto a los hijos, quienes

estructuralmente dentro de la familia, poseen menos poder que los padres.

19
Así, las autoras describen la dinámica familiar del Síndrome de Alienación

Parental del siguiente modo:

- Ex cónyuges no logran resolver sus conflictos.

- Hijos experimentan incomodidad por tensión, cambio de vida y sentimientos

asociados a la separación.

-Sentimientos de los padres se traspasan y se adhieren a los hijos.

-Encuentros con el progenitor no custodio empieza a incomodar al hijo.

-Inicio de rechazo y evitación al padre no custodio.

-Dichas conductas son reforzadas por el progenitor custodio motivado por sus

propios sentimientos.

-Progenitor no custodio tiende a realizar conductas inadecuadas que también

refuerzan el rechazo

-Relación entre hijo y progenitor custodio tiende a la dependencia.

-Familia extensa tiende a intensificar el rechazo.

Además, se han descrito algunos factores predictivos de aparición de

conflictos en la relación directa y regular (Hodges, 1986, en Bolaños 2000, pag.

17):

- Utilización de los hijos en el conflicto marital.

- Una causa del divorcio fue el inicio de una nueva relación afectiva por

parte del padre que no tiene la custodia.

- Los desacuerdos sobre el cuidado de los hijos han sido un contenido

importante en el conflicto que llevó a la ruptura.

- El conflicto marital ha sido generado por un cambio radical en el estilo

de vida de uno de los padres.

- Resentimientos relacionados con cuestiones económicas.

20
- Cuando una de las quejas en el conflicto marital es la irresponsabilidad

crónica de uno de los padres.

- Cuando el nivel de enojo es extremo.

- Cuando hay una batalla por la custodia.

- Cuando uno o ambos padres presentan una psicopatología que interfiere

con su actividad parental.

Desde esta perspectiva y de acuerdo a lo señalado por Gana, C. Manhey,

C. y Soto, P. (2008) se podría considerar a ambos padres como principales

responsables en la generación y mantención de una dinámica de SAP en una

familia en proceso de divorcio destructivo. Esto, porque ellos detentan la

mayoría del poder dentro de la familia y, a pesar de la responsabilidad que este

poder conlleva, no han sido capaces de mantener el cuidado y protección de los

hijos necesario para preservar su integridad psicoemocional en momentos de

alta vulnerabilidad.

Entrampados en los conflictos conyugales, han dejado de lado las

funciones nutritivas y normativas propias de la pareja parental.

Las autoras señalan que el padre custodio, no logra resolver sus

sentimientos de rabia e injusticia, los que se permean a través de diversos

canales comunicacionales hacia los hijos.

Por otra parte, el padre no custodio tiende a generar diversas actitudes

inadecuadas que refuerzan el descrédito del otro progenitor y, por otra parte,

21
no logra configurarse como un referente de protección y cuidado para los

hijos.

Desde el punto de vista terapéutico, la intervención clínica en los padres

se centra en evitar el divorcio de la pareja parental, de modo de generar un

mínimo de colaboración para el ejercicio de las funciones relacionadas con el

cuidado y protección de los hijos (Cáceres y col. 2004).

Desde esta perspectiva, es necesario el acompañamiento de estas parejas, a

través de la ampliación del sistema con la inclusión del terapeuta, para la

búsqueda de nuevos significados a la experiencia vivida que permitan resolver

los sentimientos subyacentes de rabia e injusticia y, finalmente, movilizar a

todo el sistema hacia una organización más saludable.

Por otra parte, los efectos del SAP sobre los hijos pueden ser

considerados como una forma de maltrato o abuso psicológico y emocional, que

puede producir un daño psicológico permanente en el vínculo con el progenitor

rechazado. (Gardner, R., 1999) .

Así, en la dinámica de SAP los hijos se ven permeables a los

conflictos de los padres, en especial de los sentimientos de rabia, impotencia e

injusticia de los padres. Paulatinamente, las visitas se ven revistiendo de un

clima emocional de tal intensidad y tensión, que el hijo opta por evitarlas, con

el consecuente sentimiento de rechazo hacia el padre no custodio. Este último

tiende a generar conductas inadecuadas motivadas por los sentimientos de

frustración y rabia por el deterioro de la relación. Los sentimientos de rabia

del hijo se ven alentados por el del progenitor custodio del que se vuelve cada

vez más dependiente. La resolución de dichos sentimientos por parte del hijo

22
implicaría un conflicto de lealtades hacia su progenitor custodio (Gana, C.

Manhey, C. y Soto, P., 2008).

Finalmente, las autoras destacan que la labor terapéutica con los niños

debe abocarse a “distinguir y fortalecer la voz de los hijos, diferenciándola de

la que se encuentra capturada por el conflicto post conyugal. En casos de SAP

esto sólo se hace posible en un contexto de terapia familiar en que se propicie

paulatinamente la salida de los hijos del conflicto”. (Gana, C. Manhey, C. y Soto,

P., 2008, p. 49).

1.6 SAP: Intervención Terapéutica.

El divorcio destructivo, como fenómeno de alta complejidad en el que se

cementa el Síndrome de Alienación Parental, requiere de un modelo específico

de intervención terapéutica que sea capaz de incluir las particularidades de

este proceso.

Como terapia familiar, el modelo propuesto por Cáceres y Manhey (2006)

tiene como objetivo “promover una reorganización funcional post-separación

de la familia, que posibilite la protección y el adecuado desarrollo de sus

miembros” (Cáceres, c; Manhey, C.; 2006, p.32), intervención que se realiza

fundamentalmente en la elaboración del duelo y la disminución de la

destructividad como aspectos interrelacionados del proceso.

Así, desde este modelo de terapia familiar, se trabaja con el entramado

vincular que se estructura como ejes relacionales entre los miembros de la

familia: parental, postconyugal, fraterno, materno filial, paternofilial y otros

que influyan significativamente en la dinámica. En un divorcio con

23
características destructivas todos estos ejes se encuentran interferidos por

la dinámica e impide la posibilidad de coordinación y cooperación en el eje

parental con la consecuente disminución de las funciones nutridoras y

normativas respecto a los hijos.

El trabajo a partir de los ejes relacionales permite destrabar la

interferencia que la dinámica destructiva ejerce transversalmente en los

distintos ejes y tiene como objetivo de “promover la reorganización de la

dinámica vincular familiar de manera que alcance un “funcionamiento viable”,

entendiéndose éste como aquel en que los distintos ejes relacionales pueden

coexistir, con un suficiente nivel de autonomía” (Manhey, C., Cáceres, C. 2007,

p. 66).

La aparición del Síndrome de Alienación Parental en un proceso de

separación destructivo indica que el trabajo terapéutico se aboca a la

protección de los hijos ante una dinámica maltratante, en este sentido, la meta

es “crear un contexto familiar que abra la posibilidad de una transformación en

el proceso conflictivo” (Bolaños, 2004 en Gana, C. Manhey, C. Soto, P. 2008. P.

59,60)

Desde el modelo presentado por las autoras, el trabajo parte desde la

acción preventiva de la instalación de este síndrome, fomentando el desarrollo

de relaciones paterno-filiales que favorezcan el cuidado de los hijos por sobre

el conflicto post conyugal. Para ello, destacan la importancia de promover el

contacto entre los hijos y el padre no custodio pese a lo difícil que esta

relación se pueda tornar, así como el trabajo de elaboración del duelo que

significa la separación para cada miembro de la familia. Finalmente, marcan la

importancia de prevenir que el sistema judicial se transforme en un escenario

24
de guerra en que los abogados son los que asumen el objetivo de ganar el litigio,

entre otras intervenciones.

Señalan que, una vez instalada la dinámica de SAP, es necesario

“desarrollar estrategias que permitan: 1. Disminuir el conflicto post conyugal,

2. Fomentar una coparentalidad mínima entre los padres, 3. Promover

conductas auto protectoras en los hijos” (Gana, C. Manhey, C. Soto, P., 2008,

p. 60). En este contexto de una dinámica maltratante para los hijos, el

encuadre que se realiza desde este modelo enfatiza la parcialidad del

terapeuta en cuanto a privilegiar las necesidades de los hijos de estas familias

y la imparcialidad respecto a los cónyuges, lo que permite, de acuerdo a las

autoras, a distinguir el espacio terapéutico del judicial, así como descentrar el

conflicto post conyugal .

En una primera instancia este modelo promueve el desestancamiento del

proceso de duelo y la disminución del conflicto entre los padres, para luego

incluir el trabajo terapéutico de la relación paterno-filial. El lograr que los

padres puedan escuchar y ver las necesidades de sus hijos invisibilizadas por la

dinámica destructiva dentro del espacio terapéutico, posibilita el concientizar

el daño que implica para ellos el estar inmersos en una dinámica de SAP y,

desde ahí, comenzar a reparar el vínculo parento-filial truncado.

El trabajo terapéutico del eje fraterno como recurso en este modelo de

intervención, realza el fortalecimiento de la autonomía de la fratría respecto al

conflicto post- conyugal. Así, la terapia “debe ir transformando la fratría en un

espacio relacional que permita explorar y descubrir a los hermanos sus propios

25
recursos” (Manhey, C., Caceres, C., 2007., p. 80). Este espacio relacional les

permite no solo la expresión de sentimientos relacionados con el divorcio de los

padres, sino también permite la co-construcción de un espacio relacional

diferente al de éstos, a través del cuál es posible resignificar la experiencia de

separación de sus padres.

1.7 Sistema judicial y contexto legal del Síndrome de Alienación

Parental.

La creación y puesta en marcha de los Tribunales de Familia el año 2005, a

través de la Ley 19.968, tiene por objeto dotar al sistema de administración

de justicia de órganos y procedimientos para hacer frente a un especial tipo

contencioso que significan aquellos relacionados con asuntos de la familia.

De esta manera, se reemplaza el antiguo sistema donde algunas materias

se dirimían en los juzgados de menores y otros en los juzgados civiles,

concentrando las cuestiones concernientes a las familias en el nuevo sistema.

Divorcios, filiación, alimentos, patria potestad, vulneración de derechos,

violencia intrafamiliar y otras materias relacionadas con las familias se

abordan, ahora, en un solo lugar.

 Legislación y Cuidado Personal

En el marco legal chileno respecto al cuidado personal de los hijos (la antigua

tuición), se establece de acuerdo a doctrina que el cuidado personal es “ el

derecho de los padres a tener a sus hijos en su compañía” o “ el derecho

paternal a la crianza, educación y establecimiento del menor de edad”, o como

26
“el deber de alimentar, corregir y otorgar por lo menos una educación básica y

un oficio del profesión al hijo” ( Familia, legislación y jurisprudencia, 2007, pag

138).

El cuidado personal en nuestra legislación está regulada en artículos 225, 226

del Código Civil6, donde el cuerpo legal es taxativo en señalar que el cuidado

personal de los hijos le corresponde a la madre, en caso de estar separados los

padres. En el artículo 225, dada su amplitud, resulta irrelevante la causa de

dicha separación, pudiendo tratarse de padres no casados que ya no conviven o

de matrimonios separados de hecho o judicialmente.

Para Larthrop (2005), esta norma podría ser considerada inconstitucional,

dado que violaría el principio de igualdad al establecer una discriminación hacia

el progenitor varón. Del mismo modo, señala que además esta norma no

respetaría los tratados internacionales, tal como la Convención sobre la

Eliminación de todas las formas de Discriminación contra la mujer.

66
Art. 225. Si los padres viven separados, a la madre le toca el cuidado personal de los hijos.

Continuación…No obstante, mediante escritura pública, o acta extendida ante cualquier oficial del Registro Civil,
subinscrita al margen de la inscripción de nacimiento del hijo dentro de los treinta días siguientes a su otorgamiento,
ambos padres, actuando de común acuerdo, podrán de terminar que el cuidado personal de uno o más hijos corresponde
al padre. Este acuerdo podrá revocarse, cumpliendo las mismas solemnidades.
En todo caso, cuando el interés del hijo lo haga indispensable, sea por maltrato, descuido u otra causa calificada, el
juez podrá entregar su cuidado personal al otro de los padres. Pero no podrá confiar el cuidado personal al padre o
madre que no hubiese contribuido a la mantención del hijo mientras estuvo bajo el cuidado del otro padre, pudiendo
hacerlo.
Mientras una subinscripción relativa al cuidado personal no sea cancelada por otra posterior, todo acuerdo o resolución
será inoponible a terceros.
Art. 226. Podrá el juez, en le caso de inhabilidad física o moral de ambos padres, confiar el cuidado personal de los

hijos a otra persona p personas competentes.


En la elección de estas personas se preferirá a los consanguíneos más próximos, y sobre todo, a los ascendientes .

27
La legislación estructura, de esta forma, el contexto a través del cual se va

construyendo y sustenta la dinámica del Síndrome de Alienación Parental,

dejando al padre no custodio que, en la mayoría de los casos es el padre, de

alguna manera más marginado de la crianza del hijo.

 Legislación y Relación Directa y Regular.

Al reemplazar la expresión “derecho de visitas”, por el derecho-deber a una

relación directa y regular a través de la reforma de la Ley 19.585, se intenta

resaltar la idea de que ya no es un privilegio del padre o de la madre que no vive

en compañía de su hijo, sino que es también un derecho del propio hijo,

beneficiando el desarrollo de su autonomía a través de un régimen

comunicacional fluido con ambos progenitores.

Nuestra legislación regula esta cuestión a través del Artículo 229

Código Civil. “El padre o madre que no tenga el cuidado personal del hijo, no será privado del
derecho ni quedará exento del deber, que consiste en mantener con él una relación directa y
regular, la que ejercerá con la frecuencia y libertad acordada con quien lo tiene a su cargo o,
en su defecto, con la que el juez estimare conveniente para el hijo.

Se suspenderá o restringirá el ejercicio de este derecho cuando manifiestamente perjudica el


bienestar del hijo, lo que declarará el tribunal fundadamente.”

Por otra parte, Convención sobre los derechos del niño7, previene en su

artículo 9 que: "los Estados Partes velarán por que el niño no sea separado de

sus padres contra la voluntad de éstos, excepto cuando, a reserva de revisión

7
La Convención sobre los derechos del niño suscrita por Chile el 26 de enero de 1990 y promulgada mediante
Decreto Supremo N° 830 del Ministerio de Relaciones Exteriores, publicado en el Diario Oficial del 27 de
septiembre de 1990.

28
judicial, las autoridades competentes determinen, de conformidad con la ley y

los procedimientos aplicables, que tal separación es necesaria en el interés

superior del niño”.

Tal resolución puede ser necesaria y se aplica en casos particulares, por

ejemplo, en los casos en que el niño sea objeto de maltrato o descuido por

parte de sus padres o cuando éstos viven separados y debe adoptarse una

decisión acerca del lugar de residencia del niño.

Luego, el número 3 del artículo 9, previene que: "los Estados Partes

respetarán el derecho del niño que esté separado de uno o de ambos padres a

mantener relaciones personales y contacto directo con ambos padres de modo

regular, salvo si ello es contrario al interés superior del niño."

A continuación el artículo 18 número 1 de la Convención establece que:

"los Estados Partes pondrán el máximo empeño en garantizar el reconocimiento

del principio de que ambos padres tienen obligaciones comunes en lo que

respecta a la crianza y el desarrollo del niño. Incumbirá a los padres o, en su

caso, a los representantes legales la responsabilidad primordial de la crianza y

el desarrollo del niño. Su preocupación fundamental será el interés superior del

niño."

El interés superior del niño se configura, desde este punto de vista,

como el espíritu legal de este cuerpo, cuyas implicancias definen en quehacer

de los Tribunales de Familia, en las causas donde existen niños involucrados.

29
Finalmente, es necesario destacar que, desde el punto de vista de

procedimiento en estas materias, la Ley faculta al Juez para “oir al menor”:

“Si, por el contrario, la parte demandada se opone a las pretensiones del

demandante con argumentos que controvierten el asunto, el juez fijará la

oportunidad en la cuál oirá al menor y citará a las partes a una audiencia de

conciliación y prueba…”.

Estas audiencias especiales se realizan privadamente con el hijo y con la

colaboración del Consejero Técnico8, quedando los padres y abogados fuera de

esta instancia.

 Legislación y Síndrome de Alienación Parental

En Europa ya existe jurisprudencia que reconoce la existencia y efectos

nocivos del SAP. En efecto, en el año 2007 una juez de Manresa (Barcelona) ha

retirado a una mujer el cuidado personal de su hija de ocho años por incumplir

de forma "constante" el régimen de visitas concedido al padre, de quien está

separada, y generándose en la menor un fuerte rechazo hacia él que hace que

se niegue a verle. La magistrada, por otra parte, concedió al padre el cuidado

personal de su hija y suspendió por un período mínimo de medio año cualquier

comunicación y visita de la madre y de su familia hasta que pueda

restablecerse el contacto con la menor. Además la niña deberá seguir un

tratamiento psiquiátrico.

En nuestro país, el reconocimiento del SAP se ha manifestado

recientemente en la sentencia del Tribunal de Familia de Coquimbo el que

8
Consejo Técnico es un organismo conformado por especialistas en el área de familia cuya labor es asesorar a
los jueces en los casos en el contexto de los Tribunales de Familia.

30
reconoce los derechos de un padre frente a una actuación que "con la excusa

de buscar un bien, puede impedir el normal desarrollo del niño."

En este contexto, surge a nivel legislativo, la iniciativa que se ha

concretado en el proyecto de ley que introduce modificaciones en el Código

Civil y en otros cuerpos legales, con el objeto de proteger la integridad del

menor en caso de que sus padres vivan separados.

La iniciativa busca fortalecer la integridad del menor y persigue el propender

a que el menor tenga la mejor calidad de vida posible en caso de que sus padres

no vivan juntos.

La moción ingresó a la Comisión de Familia en junio de 2008 y plantea

modificaciones al Código Civil consagrando, además de la figura del SAP, nuevas

obligaciones de los padres a favor del menor, y el derecho y el deber de criar y

educar a sus hijos en forma compartida.

La iniciativa pretende introducir de plano al Síndrome de Alienación

Parental en nuestro Código Civil, específicamente en el artículo 229:

"Artículo 229 propuesto: El padre o madre que no tenga el cuidado personal del

hijo no será privado del derecho ni quedará exento del deber, que consiste en

mantener con él una relación directa y regular, la que ejercerá con la frecuencia

y libertad acordada con quien lo tiene a su cargo, o, en su defecto, con las que el

juez estimare conveniente para el hijo. Se suspenderá o restringirá el ejercicio

de este derecho cuando manifiestamente perjudique el bienestar del hijo, lo que

declarará el tribunal fundadamente.

En el evento de que el padre o madre que tuviere a su cuidado el hijo incurriere

en alguna de las siguientes conductas, o instigare a un tercero a cometerlas, el

otro padre podrá solicitar judicialmente que se le entregue el cuidado personal

31
de los hijos, con la sola excepción de lo previsto en el inciso final del artículo

225.

Estas conductas son: a) Denigrar, desprestigiar, insultar, alterar la imagen que

el hijo tiene del otro padre en forma permanente y sistemática que tengan como

resultado directo un cambio en la relación del otro padre con sus hijos; b)

Obstaculizar o prohibir injustificadamente la relación entre los hijos y el otro

padre, cuando éste último se encuentre cumpliendo sus obligaciones; c)

Incumpliere los acuerdos sobre visitas presentados ante el juez o las

resoluciones que el Tribunal dicte al respecto en forma injustificada; d)

Formular falsas denuncias sobre la conducta del otro padre que digan relación

con el trato que éste da a los hijos.

Asimismo, el juez podrá suspender el derecho a visitas del padre o madre que no

tuviere a su cargo el cuidado de los hijos y que incurriere en alguna de las

conductas previstas en el inciso anterior o instigare a terceros a hacerlo.

El padre o madre que, actuando personalmente o a través de terceros, obliga al

hijo a prestar falso testimonio en juicio, en indagaciones policiales o peritajes,

con miras a denostar al otro progenitor será responsable civil y penalmente. Se

aplicará respecto de él la pena prevista para el falso testimonio.”

Al analizar este proyecto de Ley, es posible constatar la existencia de

una mirada lineal del fenómeno del Síndrome de Alienación Parental. Desde

esta epistemología, en el sistema parental existe un culpable y una víctima, lo

que desprende como acción de la justicia, el castigo del culpable y la

compensación de la víctima.

Recordemos que el sistema judicial posee una naturaleza contenciosa y

dicotómica, por lo que este proyecto sigue el cimiento institucional en que se

encuentra inserto. Así, se hace necesaria la revisión exhaustiva, por parte del

32
legislador de este proyecto para no perder de vista el objetivo del mismo:

Garantizar los derechos de los niños en nuestro país.

Chile, al ratificar en el año 1990 a la Convención de Derechos del Niño,

tiene la obligación de velar y preservar los derechos de los niños. Estos

derechos, en las familias que han desarrollado una dinámica SAP, se ven

gravemente vulnerados y, las organizaciones relacionadas que operan y se hace

parte en dicho sistema (sistema judicial, SENAME, entre otros), deben

restituir a la brevedad dichos derechos a fin de garantizar el adecuado

desarrollo psicoemocional de nuestros niños.

La realidad de nuestro país genera la urgencia de legislar sobre estos

temas. De acuerdo con las estadísticas nacionales del Poder Judicial9, durante

el año 2008 se ingresaron 38.225 causas de divorcio en nuestro país, de los

cuales 29.850 se generaron como procesos contenciosos. Así mismo, esta

estadística revela el ingreso, en el mismo año, de alrededor de 23.000 causas

contenciosas de Relación Directa y Regular.

Frente a esta realidad, la protección de los hijos se hace una tarea

prioritaria en los diversos niveles de sistemas involucrados, a saber, estatal,

judicial, familiar, terapéutico.

9
Fuente: INE

33
II. OBJETIVOS

Objetivo General.

Analizar una causa judicial con dinámicas de Síndrome de Alienación

Parental en el contexto de Tribunal de Familia, desde una perspectiva

comprensiva sistémica.

Objetivos Específicos.

1. Explorar, desde el punto de vista teórico, el fenómeno de Síndrome

de Alienación Parental desde una mirada comprensiva sistémica.

2. Explorar el contexto judicial en que se inserta el fenómeno de SAP.

3. Presentar desde una perspectiva sistémica el caso judicial en que se

observa dinámicas de SAP.

34
III. METODOLOGÍA

Para la definición del diseño de investigación más apropiado para el logro

de los objetivos del presente trabajo, se consideró la conveniencia de la

utilización del estudio de casos como metodología de investigación. Para ello se

tomó en cuenta tanto las ventajas de este método investigativo, así como el

ajuste del método a la realidad a investigar y a las posibilidades del

investigador en ese contexto.

Algunas de las ventajas del estudio de casos en la investigación

mencionadas por Gloria Pérez Serrano (1992) que resonaron en la elaboración

de este trabajo fueron las siguientes:

A) Que puede ser una forma de profundizar en un proceso de

investigación a partir de un conjunto de datos analizados

estadísticamente.

B) Es un método adecuado para investigaciones de menor

envergadura, con tiempos limitados y con espacio y recursos

reducidos.

C) Es un método abierto, que no cierra en sí mismo la posibilidad

de retomar otras condiciones personales e institucionales

diferentes.

Por otra parte, los objetivos y las condiciones generales para la

realización de este estudio se ajustaban a varias de las precondiciones

sugeridas por los autores Kenny y Grotelenesh (1980) en Perez Serrano (1992)

para decidir sobre la elección de este método investigativo:

35
a) Cuando los objetivos deseados o proyectados de un esfuezo

educativo se centran en resultados humanísticos o diferencias

culturales, en oposición a los resultados conductuales o

diferencias individuales.

b) Cuando la información obtenida de los participantes no está

sujeta a verdad o falsedad, sino que puede someterse a

examen sobre el terreno de la credibilidad.

c) La singularidad de la situación que nos lleva a profundizar en el

caso concreto.( Pérez Serrano, 1992.p. 94).

Posteriormente en 1996, Latorre,A.; Del Rincón,D. y Arnal,J. en su libro

“Bases metodológicas de la investigación educativa” señalan respecto al estudio

de casos que “ su verdadero potencial yace en su capacidad para generar

hipótesis y descubrimientos, en centrar su interés en un individuo evento o

institución, y en su flexibilidad y aplicabilidad a situaciones naturales”

(Latorre,A.; Del Rincón,D. y Arnal,J. 1996. p.234).

Desde esta perspectiva, este trabajo se ajusta a un estudio de casos

interpretativo, ya que contiene descripción de un fenómeno denominado

Síndrome de Alienación Parental y los datos descriptivos de dicho fenómeno

han dado pie al desarrollo de categorías conceptuales.

Este trabajo de investigación se ha centrado en la identificación de

algunas dinámicas relacionadas con el Síndrome de Alienación Parental, a partir

del análisis de un caso real tramitado en el Tribunal de Familia de Iquique,

pretendiendo incorporar al sistema judicial en dicha dinámica.

36
Para los efectos de esta investigación, se siguió la “Estructura y

Organización de un estudio de casos” sugerida por Pérez Serrano (1992), la que

se detallará a continuación:

 Fase Preactiva:

Esta fase implicó en el presente trabajo la revisión de preconcepciones y

prejuicios de la investigadora sobre el fenómeno de Síndrome de Alienación

Parental; La revisión y análisis de material teórico que otorgue un marco

conceptual y epistemológico en la interpretación de los fenómenos; La revisión

y análisis de marco legal e institucional que construye el contexto del SAP y,

por último, la definición de los objetivos de la investigación, todo lo anterior

expuesto en los capítulos que anteceden.

Respecto a la selección del caso, siguiendo a Pérez Serrano (1992) “un caso

puede seleccionarse por ser intrínsecamente interesante y lo estudiamos para

obtener la máxima comprensión del fenómeno”. (Pérez Serrano, 1992, p.80).

 Fase interactiva:

En esta fase se incorporó la información del caso para su posterior análisis e

interpretación, esta consistió10 en:

 Denuncia de la causa.

 Peritaje psicológico del niño.

 Resolución judicial de cuidado personal.

 Pruebas documentales y testimoniales relacionadas con el Síndrome de

Alienación Parental que se expusieron en audiencia de juicio.

 Revisión de otras causas asociadas a las partes.

10
Los documentos analizados se encuentran incorporados en los anexos del presente trabajo.

37
 Sentencia de la causa.

Por otra parte, en esta fase se recogió la información necesaria para la

realización de una estadística que pudiese poner de manifiesto algunas

características más generales del fenómeno en un contexto específico11.

 Fase posactiva:

Latorre et al. (1996) señala que el investigador va incorporando nuevas

ideas que van surgiendo y que, dichas ideas, pueden ir reestructurando las

fases anteriores a lo largo del todo el estudio.

Considerando lo anterior es que la presente investigación culminó, luego de

un proceso recursivo de análisis, con la emergencia de modelos que dan cuenta

de dinámicas observadas respecto al Síndrome de Alienación Parental

abstraídas del caso analizado para, finalmente, elaborar las conclusiones del

presente estudio.

En el presente trabajo, la técnica utilizada es el análisis de discurso. Este, de

acuerdo a Binimelis (1994, p.63) supone tres operaciones distinguibles y

complementarias :

- Analizar: hacer un análisis semiológico pragmático lo que implica

descomponer el discurso.

- Interpretar: descifrar o hacer manifiesto lo oculto.

- Comprender: ponerse en el lugar del otro y así poder definir qué

escucha, qué está mirando, con quién está hablando.

11
El detalle de los datos que dieron origen a la estadística se encuentran incorporados en los anexo del
presente trabajo.

38
El análisis de los documentos del juicio tales como las solicitudes de las

partes y otros documentos relevantes12, dan cuenta no sólo de los aspectos

que relata en su contenido, sino que además revela una forma de

funcionamiento, el modo cómo se estructura la realidad en un contexto

determinado, en este caso el judicial, para las familias con dinámicas de

Síndrome de Alienación Parental.

Este análisis que se genera desde la práctica social, está inmersa en el

vaivén de los sucesos cotidianos, en los que diversos factores y movimientos

familiares y judiciales van apareciendo, transfigurando constantemente las

dinámicas. De esta manera, el análisis y reflexión desde una mirada

comprensiva sistémica debe ser constante para aportar a la práctica clínica en

la intervención con este tipo de familias

12
Documentos se encuentran en los Anexos de este trabajo.

39
IV. Resultados

4.1. Presentación del caso.

El caso se centra en una familia en proceso de divorcio destructivo, en

las que han surgido dinámicas de Síndrome de Alienación Parental con una

elevada judicialización.

El acercamiento a esta familia se dio en el contexto de un juicio

realizado en el Tribunal de Familia de Iquique, donde esta profesional participó

en calidad de Consejero Técnico, pudiendo acceder de esta manera, a los

documentos utilizados para este análisis.

Considerando que dicho acercamiento no se produjo en el ámbito clínico

sino en el jurídico, que existe diagnóstico y evidencia suficiente de la

existencia de una dinámica de Síndrome de Alienación Parental en la familia 13,

así como el papel desempeñado por esta profesional en ese juicio, es que

pareció pertinente centrar el análisis de este caso en la dinámica que se

construye entre el sistema judicial y el sistema familiar en la dinámica asociada

al SAP.

Sin perjuicio a lo anterior, se hace necesario aportar datos relevantes

de la historia familiar para una mayor comprensión del fenómeno y su inserción

en el sistema judicial14.

La familia proviene de un país que profesa la religión musulmana.

Estructurado a partir de un arreglo entre los padres, el matrimonio se

realizó en su país de origen el año 2001 mismo año que se trasladan a Chile.
13
Ver informes psicológicos y otros en Anexo.
14
Los nombres y lugares han sido borrados para proteger la identidad de la familia.

40
De acuerdo a los relatos que aparecen en los informes psicológicos que

se adjuntan15, los miembros de la pareja relatan diferencias

irreconciliables desde el principio del matrimonio, con episodios de

violencia intrafamiliar entre otras problemáticas. El año 2003 nace el

único hijo de la pareja y al poco tiempo se produce el quiebre definitivo de

ésta.

Ya, desde ese momento, se registran las primeras intervenciones del

sistema judicial en las problemáticas de esta familia.

El recurso legal es constantemente utilizado por esta familia, existiendo

al menos 11 causas asociadas a las partes en dicho Tribunal, constando

otras en los Tribunales de Santiago.

En un momento determinado, la madre le entrega el cuidado personal del

niño al padre y, posteriormente, el padre se lo lleva a EE.UU. sin la

autorización de la madre.

La madre localiza al niño a través de la INTERPOL y debe viajar a

EE.UU. e iniciar un juicio en el Tribunal de la Haya, la que se declara

incompetente en materia de tuición (cuidado personal) y se inicia el juicio

correspondiente en Chile, en el Tribunal de Familia de Iquique, donde esta

profesional cumplió el rol de Consejera Técnica.

La intervención de esta profesional en base a las antecedentes y análisis de

éstos que dieron cuenta de la existencia de una dinámica familiar

relacionada con el Síndrome de Alienación Parental se consolidó en la

sentencia judicial, generando un nuevo prisma desde donde observar y

entender la realidad familiar.

15
Ídem.

41
Genograma Familiar

Abuelo Abuela
Abuela materno materna
Abuelo
(1981) Paterna

2001-2004

Tio MAMÁ
paterno PAPÁ
(32)
(36)

HIJO (5)

4.2 Análisis del caso

En esta familia en proceso de divorcio destructivo, la integración de

sistema judicial surge de la imposibilidad de la pareja para acordar aspectos de

su funcionamiento familiar. Lo anterior se refleja en el número y materia

(alimentos, relación directa y regular, cuidado personal, entre otros), de las

causas tramitadas en el Tribunal de Familia de Iquique, contabilizándose once

42
desde el año 2006 hasta la fecha, registradas en el Sistema informático

SITFA16 (Anexo, doc. 1).

Confirma la misma idea, lo informado por la Coordinadora del Centro de

Mediación (Anexo, doc. 2):

“Por intermedio del presente informamos a Usted que en este centro de mediación
fueron atendidos doña (..) y don (…), y después de cinco sesiones no se llegó a acuerdo
en el proceso de mediación”.

A partir de lo anterior se podría decir que, en este caso, la inclusión de

Sistema Judicial se configura como “sintomático” en la medida que cumple la

función de expresar un conflicto familiar que la pareja conyugal no puede

resolver, movilizando las dinámicas y recursos de la familia en torno a los

procesos judiciales.

La incorporación constante del Sistema Judicial en el conflicto familiar,

que se expresa en la cantidad de causas tramitadas (Anexo, doc1), podría

develar una pauta de funcionamiento en que existe una escalada de agresión la

que es articulada a través de la disputa legal y todos los actores involucrados

en ella: abogados, peritos, testigos, entre otros.

El Síndrome de Alienación Parental se expresa en este contexto, tal

como lo señala el informe psicológico del niño (Anexo, doc 3):

“…el niño presenta un discurso y preocupaciones adultas, como sentirse


responsable de los resultados del juicio. Además manifiesta sentimientos de odio
injustificados hacia la madre “no me gusta porque hace comidas malas”, lo que no es un
motivo para que un niño de esa edad, que requiere a ambos padres afectivamente para

16
Las causas previas al 2006 no se encuentran registradas en el sistema SITFA, por corresponder a causas
previas a la creación de los Tribunales de Familia..

43
su desarrollo, odie a alguno de ellos. Junto con eso, la falta de ambivalencia en las
emociones de odio: todos los seres humanos presentamos naturalmente sentimientos
de odio y amor hacia nuestros vínculos íntimos y, que un niño manifieste solo odio y
puro odio, es indicador de que algo está funcionando inadecuadamente en su desarrollo
emocional. Junto con eso, existen antecedentes que el niño está siendo manipulado por
el padre para “hablar mal” de la madre, con el fin de cumplir su anhelo de retornar a su
lugar de residencia en donde tiene su mundo y sus amigos, lo que constituye un
aprovechamiento de las ilusiones y emociones genuinas del niño…”.

El hijo, desde su nacimiento, se convierte en el centro de la disputa. Las

necesidades del niño son invisibles para los padres, quienes centran la lucha por

ganarle al otro. De esta manera, uno de los aliados de esta guerra legal, son los

abogados.

Ellos son contratados para tejer la estrategia necesaria para ganar la

batalla. En este caso, las principales acciones realizadas en el curso del juicio

por las partes a través de sus abogados, fueron los siguientes:

 Solicitudes de orden de arresto por ambas partes (Anexo, doc 5 y

6), por no cumplimiento del régimen de relación directa y regular.

 Presentaciones que relatan los actos de rechazo del niño hacia su

madre Anexos, doc 7 y 8).

 Solicitud de medida cautelar en contra de madre por maltrato al

hijo. (Anexos, doc 9)

 Respuesta de la madre ante acusaciones del padre (Anexo, doc

10).

44
Con esto, la dinámica familiar que se expresa en el ámbito judicial se

podría describir del siguiente modo:

El progenitor custodio, a través de la denuncia de violencia intrafamiliar

que realiza así como las presentaciones dando cuenta de rechazo de niño hacia

la madre (Anexos, doc 9,8,7,5), solicita la obtención de medidas cautelares de

prohibición de acercamiento personal, la modificación de la relación directa y

regular u otra media de protección que implique el alejamiento de la madre del

niño. Con estas y otras acciones, se dificulta el acceso de la madre al hijo

común17.

La madre responde también en el ámbito legal: solicitud de arresto del

padre y la compensación de las visitas no realizadas, en su intento de estar con

el hijo. Se podría inferir que esta acción se configura, desde el punto de vista

del núcleo familiar del padre, como un fundamento que legitima el rechazo a la

madre (la madre mala que quiere encarcelar a papá), produciéndose un aumento

en el rechazo del hijo.

Este rechazo es registrado por el padre para reunir más pruebas que

desacredite a la madre en el ejercicio de su rol ante la ley, acción que

desemboca en una nueva acción judicial. Lo anterior, sin duda, contribuye

fuertemente a la agudización y profundización del conflicto que configura el

SAP, donde el rol de sistema judicial, opera amplificando el conflicto

subyacente a la acción iniciada.

De la dinámica descrita y en concordancia con lo expresado Bolaños

(2000), es posible decir que la inclusión del sistema judicial expande el círculo

del conflicto, incorporando, además, a profesionales que puedan colaborar a

17
El acercamiento del demandado al hogar de la víctima, aunque sea en el contexto del
ejercicio de la Relación Directa y Regular, implica el delito de desacato.

45
probar la posición defendida. Así mismo, la estructura contenciosa del sistema

judicial, genera una posición altamente litigante del conflicto, dificultando la

posibilidad de buscar resignificaciones de la experiencia que permitan

movilizar al sistema familiar del estancamiento de conflicto.

Toda la dinámica anteriormente descrita es posible de representarla a

partir del cuadro N°2, que se presenta a continuación:

46
Cuadro 2

Dinámica Relacional entre Sistema Judicial y Sistema

Familiar.

INGRESO DEL SISTEMA


JUDICIAL
Denuncia VIF del progenitor
custodio/ no cumplimiento

Progenitor custodio
logra justificación de su
campaña de denigración

Dificulltad o imposibilidad del


AMPLIACION
padre no custodio para ejercer la Padre no custodio siente DEL Padre custodio utiliza Aumento del rechazo del hijo
RDR impotencia e intenta CONFLICTO el rechazo para hacia el padre no custodio.
acercarse al hijo campaña de guerra.

Legitimación del descrédito:


padre no custodio mala ataca a
padre custodio

Padre no custodio solicita


arresto del padre custodio y
compensación de visita

47
De la dinámica antes descrita, el gran tema omitido son las necesidades

del niño. En esta familia, cuya historia se ha construido en relación al sistema

judicial, el niño- centro de la disputa –desaparece ante un conflicto de

dimensiones abrumantes.

En este punto, no queda más que reflexionar sobre el modo en que esta

dinámica destructiva ha generado la permeabilidad del sistema familiar a un

desfile de profesionales asociados a la disputa judicial. Ellos ingresan a la

intimidad familiar temporalmente, asociado al proceso contencioso del

momento. El niño, centro de la disputa, debe incorporar a estas personas a su

propia intimidad, en una continua seguidilla de pericias y otras acciones, la que

se transforman en las arma de guerra más poderosas en el contexto judicial.

El niño se encuentra empoderado y es depositario de una excesiva

responsabilidad, donde los padres pagan para que lo miren, evalúen, examinen y

preparen para el juzgado. Sin embargo, para el niño esa sentencia no resuelve

nada, ya que gane uno u otro, dado el conflicto de lealtades existente respecto

a los padres, él es el único que nunca va a ganar.

48
V. Conclusiones

La complejidad del proceso de Separación Destructiva y, en particular

del fenómeno de Síndrome de Alienación Parental, nos lleva a la necesidad de

contemplar un nuevo enfoque de abordaje de esta realidad dado que las

soluciones intentadas parecieran ser incompletas. En este sentido

consideramos que una mirada relacional de los fenómenos que se manifiestan en

procesos contenciosas pudiera dar cuenta de un modo más profundo de la

complejidad y de la movilidad de dicha realidad.

En este sentido, se hace relevante analizar y profundizar sobre las

instancias de ayuda legal que la sociedad ha desarrollado con la finalidad de

ofrecer protección a la familia, especialmente a los niños. Se nos hace

necesario, entonces, discriminar entre los modos eficaces de aprehender la

realidad familiar y de ayuda y aquellos modos que no lo son. Proponemos una

mirada relacional observando las pautas comunicacionales en juego entre los

diferentes sistemas que interactúan en las dinámicas de Síndrome de

Alienación Parental deducido de la mirada del caso expuesto desde una mirada

comprensiva sistémica.

 Niños y Sistema Judicial

Tal como se señaló en el marco teórico, el procedimiento judicial incluye la

opinión del hijo como una parte del proceso contencioso en las denominadas

audiencias especiales.

49
Cuando nos posicionamos desde una mirada sistémica y en la experiencia del

caso analizado, nos es posible decir que esta práctica posiciona al niño en un

nivel de responsabilidad mayor al que el niño ejerce efectivamente en la familia

y al que está preparado para responder, ya que en ese contexto detenta menos

poder que sus padres en la dinámica en que se encuentra inmerso.

Por otra parte, la opinión del niño no siempre da cuenta de lo que en

realidad necesita, su opinión o discurso es una manifestación que se asocia a la

edad, nivel evolutivo, capacidad de verbalizar, motivación, conflictos, defensas

y miedos, entre otras variables. En este punto, es probable que el niño

verbalice un discurso, que en forma literal, no da cuenta de sus necesidades

reales. Este mundo infantil posee una complejidad tal que para poder

aprehenderlo se hace necesario, muchas veces, tener que recurrir a pruebas

específicas aplicadas por profesionales altamente adiestrados. Por último, cabe

señalar que el contexto de conflictos y de estresores emocionales influye en

que los niños muchas veces hagan referencia a realidades fantaseadas,

magnificadas o negadas de la realidad en la cual se encuentran insertos. Lo

anteriormente descrito pudiese verse amplificado si el niño se encuentra

triangulado por el conflicto conyugal, pudiendo generar un discurso concreto

que no dé cuenta de su mundo interno de necesidades más bien dé cuenta del

conflicto de los padres. El niño podría plasmar el deseo de uno de los padres en

sustitución del propio deseo en forma alienante.

50
 Audiencia Especial del niño

Respecto a la instancia de Audiencia Especial del niño en el caso

analizado, es posible señalar, en primer lugar, que existe una intención por

parte del sistema judicial de saber o conocer cuál es la visión, opinión y

preferencias del niño en relación al tema que se encuentra en controversia. En

segundo lugar, existe una acción que consiste en preguntar al niño sobre aquello

que el juez necesita saber para la mejor resolución de la causa. Sin embargo,

en el contexto del Síndrome de Alienación Parental en donde el niño se

encuentra triangulado, el discurso concreto del niño pudiese verse influido por

el contexto de estrés y disfunción familiar y por tanto reflejar negaciones,

lealtades y contradicciones más que la realidad interna y los deseos legítimos

del hijo. En este sentido y en este contexto el discurso concreto podría

carecer de validez.

Considerando lo anteriormente señalado, se visualiza que en la práctica,

no se considera la complejidad que se encuentra tras el discurso concreto del

niño. En la Audiencia Especial del niño se valida el relato infantil considerándolo

veraz, legítimo del niño y no un reflejo de la triangulación familiar. Ello se suma

al hecho de que, lo dicho por el niño, se valora como la expresión de un derecho

plasmado en la Convención de los Derechos del Niño.

Entonces, podríamos visualizar que el sistema familiar con dinámicas de

Síndrome de Alienación Parental constituye un modo de organizarse propio. En

esta dinámica, el niño se podría encontrar triangulado y por tanto dar un

testimonio plagado de sus ansiedades de su mundo interno y por los conflictos

de lealtades.

51
Por otra parte, las familias que cursan procesos de SAP tienden a operar

con el sistema judicial, desplazando la responsabilidad en este sistema, de la

resolución de los conflictos. Específicamente, en los procesos de judicialización

de custodia y de relación directa y regular, el sistema judicial interactúa con el

sistema familiar de un modo muy particular organizando otra dinámica desde

un nivel superior de análisis.

Esta segunda interacción, entre el sistema judicial y el sistema familiar,

ofrece al niño el derecho de ser escuchado. Este acto de escucha estructura

una pauta comunicacional que consideramos ambigua y compleja si tomamos en

cuenta las variables que se encuentran participando del discurso del niño. En

este sentido y al considerar que el discurso pudiera verse influenciado por

otros factores no contemplados y que no se expresan en lo literal del habla,

podríamos cuestionar la validez de este acto de escucha.

Entonces, al analizar la interacción de estos dos sistemas: el sistema

individual-niño y el sistema judicial, sin considerar la dinámica familiar

disfuncional que se configura en una dinámica de SAP, se configura desde

nuestro modo de ver, como una Disfunción Comunicacional. La forma concreta

en que se estructura esta disfunción adopta la forma de Doble Vínculo.

El Doble Vínculo anteriormente señalado se observa en cuanto que:

- A nivel de acción: Se escucha el relato concreto del niño.

- A nivel de interacción: Se escucha el conflicto conyugal, invisibilizando

las necesidades del niño.

52
Desde el punto de vista de las intenciones se organiza una Paradoja Relacional

que denominamos Paradoja de Moebious:

- A nivel de intención comunicacional: Se pretende ayudar al niño

escuchándolo.

- A nivel de acción: Se escucha al niño en forma literal y por lo tanto no se

ayuda.

Espacio Relacional entre Sistema Judicial y Sistema Individual-Hijo.

Escucha
Acción r

DOBLE VÍNCULO

No Escucha
Relación

Desde la perspectiva sistémica es posible señalar que, a nivel de esta

dinámica, la imposibilidad de salir de la contradicción del doble vínculo influye

53
activamente en la dinámica asociada al Síndrome de Alienación Parental. La

paradoja relacional interviene dificultando que el sistema familiar se

desprenda del sistema judicial, colaborando a la cronicidad del Síndrome de

Alienación Parental, tal como se observa en el caso estudiado. Ahí la cronicidad

ha llegado a tal punto que la historia de la familia se ha construido a partir de

su relación con el sistema judicial, por lo que es solo en ese ámbito, donde les

es posible interactuar.

Por otra parte, el doble vínculo descrito, plasmado en la paradoja, genera

una falsa ilusión de escucha y estructura, en definitiva, una apariencia de

ayuda.

54
NIVELES DE REFLEXION DE LA PARADOJA DE MOEBIOUS

NIVEL INTERSISTEMA
DINÁMICA RELACIONAL ENTRE
SISTEMA JUDICIAL- SISTEMA FAMILIAR

NIVEL SISTEMA FAMILIAR


Dinámica de SAP

NIVEL INDIVIDUAL DEL NIÑO


TRIANGULACIÓN, CONFLICTOS DE LEALTADES

55
En la observación del espacio relacional que se configura entre el

sistema judicial y el sistema familiar, es posible distinguir que el conflicto

post-conyugal tiende a ampliarse cuando se judicializa. Por otra parte, la

cronicidad de la dinámica dificulta la posibilidad de buscar resignificaciones de

la experiencia que permitan movilizar al sistema familiar del estancamiento.

Aquí, el sistema judicial también posee una responsabilidad relacional en el

mantenimiento de la dinámica destructiva.

Por otra parte, es sabido que la posibilidad de salir de la relación doble-

vincular se relaciona con la metacomunicación de ésta. Lo anterior, sustenta la

importancia de visibilizar el fenómeno de Síndrome de Alienación Parental en

todos los actores que se ligan con el fenómeno (psicólogos peritos, jueces, red

social), de resignificar el fenómeno con una mirada comprensiva y un lenguaje

sistémico y, desde ahí, construir las intervenciones más adecuadas para

proteger a quién se encuentra más vulnerables: el hijo.

Esta mirada intersistémica propuesta, es un enfoque protector para

resguardar los derechos del niño y de la familia, ya que permite entender y

responsabilizarse, según el rol que cumple cada quien, de las consecuencias de

sus actos.

Así mismo, esta mirada nos brinda la posibilidad de escapar a la

perturbación comunicacional descrita como Doble Vínculo, a través de la meta-

comunicación de ella. Por lo anterior, este trabajo es, en sí mismo, un acto

meta-comunicativo que permite ampliar la mirada de los procesos

56
comunicacionales entre los sistemas implicados ampliando el marco de

referencia para observar la realidad.

Por último respecto a la audiencia de escucha al niño, la propuesta reflexiva

apunta al significado de este acto de escucha. En este sentido, se pretende

amplificar la mirada enriqueciendo las posibilidades interpretativas de aquello

que el niño dice.

 Sobre el rol de psicólogo

Así mismo, el papel del psicólogo con una mirada sistémica en el contexto

judicial se constituye de alta exigencia ética y profesional. Esto, en la medida

que su intervención construye una acción psico-social que tiende a generar una

red de conversaciones inter-sistemas para generar nuevos significados a

antiguas experiencias.

Considerando la responsabilidad relacional que compete a todos los actores

involucrados con una familia con dinámicas de SAP, quienes forman parte del

sistema terapéutico y judicial deben tomar acciones en miras preservar la

integridad de los niños en dinámicas destructivas de Síndrome de Alienación

Parental. Dado el elevado riesgo de amplificación y estancamiento del conflicto

en las familias que judicializan los problemas irresueltos, las acciones

terapéuticas que se realicen a las familias que ya están insertas en el sistema

judicial debiesen desarrollarse, desde esta perspectiva, en los diversos niveles

donde la dinámica se desenvuelve y desde un enfoque multidisciplinario.

57
La co-construcción, entre el sistema judicial y el terapéutico, de una visión

sistémica de las familias con indicadores de Síndrome de Alienación Parental,

permitiría diseñar en conjunto, acciones tendientes a movilizar el

estancamiento y evitar la amplificación del conflicto post-conyugal que afecta

el adecuado desarrollo psico-emocional de los hijos involucrados, a los cuales

este sistema se ve obligado a proteger.

En este sentido, la posición del profesional no debe ser neutra, sino que

debe movilizar todos los recursos a su disposición a la protección de los

derechos de aquellos que se ven más vulnerables, los hijos. Con conciencia del

rol que ejerce el sistema judicial en estas familias, el proceder debe ser

coordinado en miras de minimizar dichos riesgos y, por el contrario, aportar a

la movilización saludable de la familia.

En el caso expuesto, la estrategia de intervención diseñada, intentó

promover la visibilización de las dinámicas de SAP desde una mirada sistémica,

incluyendo el análisis del rol del sistema judicial en esa dinámica. La existencia

de dinámicas de Síndrome de Alienación Parental fue enunciada y validada a

través de la Sentencia Judicial. La comprensión sistémica del SAP permitió

incorporar nuevos significados asociados a la historia familiar:

-Para el niño, la validación de la relación materno-filial fuera de la

responsabilidad relacional y discursiva en que estaba inserto, lo que le permite

mayores grados de libertad en la construcción de la relación con la madre.

-Para la madre le es posible resignificar el rechazo de su hijo y, a partir

de ello, elaborar estrategias más asertivas de acercamiento a su hijo.

58
-Para el padre, la expresión pública de la dinámica de SAP genera la

posibilidad de pensar a su hijo desde una perspectiva diferente y más

empática.

-Para los jueces y consejeros técnicos, la posibilidad de replantearse e

introducir mejoras en miras de proteger a los niños en procesos de SAP.

Con todo esto, es posible aseverar que en este caso, la mirada sistémica se

constituye como una mirada reparadora para la familia.

Aquí, la construcción de una nueva realidad jurídico-familiar en la que todos

los actores poseen grados de responsabilidad en la danza que se ejecuta, ha

permitido movilizar a esta familia de un estancamiento del conflicto y, desde

ahí, promover recursos más saludables de ella.

59
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VII Anexos

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