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0652 de
fecha 26/11/2021
Con esta decisión, que declaró vinculante, la Sala obligó a todos los
juzgados civiles a iniciar una especie de juicio para decidir si disuelve la
unión o si la mantiene cuando el divorcio consensuado ya no siga siéndolo.
El Código Civil, que data de 1982, es previo a la Carta Magna y “debe
adaptarse a las garantías procedimentales consagradas en el
constitucionalismo moderno que exigen la existencia de un debate probatorio
en donde las partes puedan, no solo comprobar los hechos que le asisten,
sino también controlar las pruebas evacuadas en oposición a sus posturas”.
A criterio de la Sala, la previsión del artículo 185 del Código Civil, que prevé
una limitación al número de las causales para demandar el divorcio, es
contraria al ejercicio de los derechos contenidos en la Constitución, ya que
resulta insostenible el mantenimiento de un numerus clausus de las causales
válidas para accionar el divorcio frente a la garantía de los derechos
fundamentales del ciudadano al libre desenvolvimiento de la personalidad y a
la tutela judicial efectiva.
“(…) los cónyuges cuyos hijos sean menores de edad que de mutuo acuerdo
deseen divorciarse, acudirán ante el Tribunal de Protección de Niños, Niñas y
Adolescentes en función de sustanciación y mediación del lugar donde hayan
establecido su último domicilio conyugal y, previo acuerdo igualmente,
expreso e inequívoco, de las instituciones familiares que les son inherentes,
para solicitar y obtener, en jurisdicción voluntaria, una sentencia de divorcio”.
“En consecuencia (…) se deberán tramitar las solicitudes de divorcio de
mutuo consentimiento que presenten ambos cónyuges, sin más exigencias
que el acta de matrimonio y de nacimiento de los niños, niñas y adolescentes
de que se trate, así como el acuerdo previo de los cónyuges acerca de las
instituciones familiares, esto es, lo relativo a la responsabilidad de crianza del
o los menores de edad que hubiesen procreado, la responsabilidad de
crianza y custodia, obligación de manutención y régimen de convivencia
familiar, a efectos de que sean evaluados por el Juez de niños, niñas y
adolescentes y determinar si son convenientes para los niños niñas y
adolescentes de que se trate y conferir homologación, en caso de que no lo
sea, el Juez o Jueza ordenará su corrección (…)”.
“En ese orden de ideas, esta Sala de Casación Civil acoge los criterios
doctrinales y jurisprudenciales antes citados, especialmente la sentencia N°
1070 dictada con carácter vinculante por la Sala Constitucional en fecha 9 de
diciembre de 2016, y concluye que cualquiera de los cónyuges que así lo
desee, podrá demandar el divorcio por las causales previstas en el artículo
185 del Código Civil, o por cualquier otro motivo, como la incompatibilidad de
caracteres o desafecto, sin que quepa la posibilidad de que manifestada la
ruptura matrimonial de hecho, se obligue a alguno de los cónyuges a
mantener el vínculo jurídico cuando éste ya no lo desea, pues de lo contrario,
se verían lesionados derechos constitucionales como el libre
desenvolvimiento de la personalidad, la de adquirir un estado civil distinto, el
de constituir legalmente una familia, y otros derechos sociales que son
intrínsecos a la persona.
Por último, ratifica esta Sala que el fin que deben perseguir los tribunales, es
producir como jueces naturales conforme lo dispone el artículo 49 de la Carta
Política, una decisión que entienda el divorcio como una solución al conflicto
marital surgido entre los cónyuges, con el propósito de la protección familiar
y de aligerar la carga emocional de la misma. Cabe destacar que no obstante
el procedimiento apropiado para tramitar la solicitud de divorcio que en este
punto se ha abordado, sin lugar a dudas que la correspondiente decisión
proferida por el tribunal causará cosa juzgada material a tenor de lo previsto
en el artículo 273 del Código de Procedimiento Civil, sería un absurdo
considerar que toda la interpretación progresiva de carácter constitucional
(vinculante) dada a la institución del divorcio en aras entre otros aspectos de
materializar en él un procedimiento célere, breve y expedito pudiera sacrificar
la fuerza de cosa juzgada material.”
Sentencia por desamor Sala Civil Mag. Guillermo Blanco Nro. 136 de
fecha 30 de marzo de 2017