Teorías psicoanalíticas del desarrollo: una integración– Phyllis Tyson

Capítulo 2

“La perspectiva del desarrollo comprende no sólo una investigación de los conflictos
internos y la neurosis infantil, sino que también toma en cuenta el origen y el desarrollo
de las estructuras psíquicas que contribuyen a la adaptación, así como aquellas que
entran en conflicto o dirigen su curso” (Tyson, 2000, p.39).

Lo innato

“La propensión del infante a la actividad es uno de los principales hallazgos de la

investigación contemporáneas sobre el desarrollo. Lejos de ser una tabula rasa, abierta y
floreciente en virtud de la energía ambiental, o un plan determinado genéticamente, el
niño participa activamente en su desarrollo y lo moldea empleando su propia y especial
gama de factores constitucionales” (Tyson, 2000, p. 41).

La experiencia

“El funcionamiento psicológico no es innato y, hasta donde podemos determinar, no es

cuenta con él al momento del nacimiento. Más bien, las estructuras psíquicas concluyen
gradualmente a través de una serie de experiencias individuales en la interacción con los
demás. Así, fuera del potencial de desarrollo innato del infante, hemos podido apreciar
que las experiencias individuales tienen un impacto crucial en el desarrollo” (Tyson,
2000, p. 44).

“Las experiencias del infante de sus interacciones con los demás constituyen la base de
la memoria sobre la cual el niño elabora un sentido de su realidad personal. Por lo tanto,
la realidad debe ser vista como un producto de la actividad del niño y de sus
experiencias individuales” (Tyson, 2000, p.44).

La formación de la estructura psíquica

“El desarrollo hacia adelante también se debe a integraciones propias del desarrollo.
Esto es, diversos componentes y funciones que aparecen independientemente llegan a
vincularse y a operar coordinadamente, formando una nueva organización de una
variedad de funciona coherentemente. Esta nueva organización es más compleja que
cualquiera de sus elementos constitutivos. La unión u organización de una variedad de
funciones en un sistema coherente constituye la esencia de la estructuración del yo. Los
puntos notables en los que varias funciones llegan a vincularse, marcando estadíos en la
formación del yo, se caracterizan por avances notables en las capacidades adaptativas y
autoreguladoras del niño y, por lo tanto, por cambios notables en su comportamiento”
(Tyson, 2000, p.47).

El proceso de desarrollo

“Abrams señaló que el modo en que la progresión en el desarrollo contribuye a la

personalidad es muy variable. No sólo los cambios importantes en la organización
debido a transformaciones o integraciones hacen que el proceso sea discontinuo, sino
que también pueden identificarse las continuidades. Además, se ha demostrado que el
patrón de relaciones interpersonales retiene algunas características que pueden ser
reconocidas a lo largo del desarrollo” (Tyson, 2000, p. 48).