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APORTES TEÓRICOS PARA EL ESTUDIO DE LA CONDUCTA

Lic. Vanessa Videla

Al iniciar el recorrido teórico de esta materia, reflexionamos sobre el objeto de


estudio de la Psicología, destacando y reconociendo que éste es el estudio de la
conducta humana “en sentido amplio, incluyendo tanto la conducta observable
como la no observable, sus aspectos objetivos y subjetivos.” (Fuentes, S., 2012)
En este sentido, el propósito de este texto, es reflexionar teóricamente sobre el
estudio de la conducta desde la Psicología y su aporte a la formación de las, los
y les Profesores.
Etimológicamente, el vocablo conducta, proviene del latín medieval conducere,
que significa acción de dirigir o guiar, escoltar, acompañar, guiar juntos. Con
significa juntamente, condensar, que acompaña y ducere, nos remite a llevar,
guiar. De la misma familia encontramos palabras como abducción (separar,
quitar, llevar lejos, conducir lejos) deducir (de: que viene de y ducere, que va
hacia), educación (e: hacia afuera, ducere, llevar hacia), producción (pro: hacia
adelante, ducere, llevar hacia), reproducir (re: volver a, ducere: llevar hacia,
dirigir); seducir (se: llevar a un lado, alejar, ducere: llevar, guiar, conducir).
El origen etimológico del vocablo conducta, nos señala que nos estamos
refiriendo a una acción que se dirige hacia un fin, con otros (acompañar, guiar
juntos). Es posible reconocer fácilmente en la familia de estas palabras, acciones
de las personas vinculadas con otros, para que exista conducta en el ser humano
es necesario la existencia de un otro.
Sin embargo, desde algunas perspectivas teóricas la conducta es considerada
como un fenómeno observable, mensurable, medible, desconociendo los
procesos inconscientes, afectivos, sociales y culturales, esto es al otro, al
juntamente con, y se la consideraba como una acción de una persona provocada
por una causa o estímulo. Es la perspectiva psicoanalítica que introduce el
reconocimiento de los aspectos internos del ser humano como partes
indisolubles e indispensables en la conducta humana.
Desde la perspectiva teórica de la cátedra, sostenemos que la conducta humana,
no se trata sólo de fenómenos visibles y observables, sino que lo psíquico, lo
subjetivo, también la conforma.
Para superar este obstáculo epistemológico, Pichón Riviere1 apoyado en el
planteo freudiano, propone a la conducta como una unidad constituida por la
relación entre “sujeto como cuerpo, sujeto de procesos biológicos, psíquicos y
sociales” (Quiroga, 1994), como una totalidad en evolución dialéctica, como
una estructura compuesta por numerosos factores que se relacionan. Esta
estructura, como conjunto de elementos articulados y con relaciones recíprocas,
tiene algún tipo de principio de ordenamiento. Es una estructura en movimiento
a partir de contradicciones, necesidades, tensiones; un estructurando, una
gestalt- gestaltung. Es una estructura -estructurándose permanentemente.
En este punto, para comprender como se va a conformar la conducta como
estructura a partir de nuestro mundo interno, vamos a recurrir al desarrollo
teórico que realiza Ana Quiroga 2 sobre Matrices de aprendizaje: “Definimos
entonces como matriz o modelo interno de aprendizaje a la modalidad con la
que cada sujeto organiza y significa el universo de su experiencia, su universo
de conocimiento. Esta matriz o modelo es una estructura interna, compleja y
contradictoria, y se sustenta en una infraestructura biológica. Está socialmente
determinada e incluye no sólo aspectos conceptuales sino también afectivos,
emocionales y esquemas de acción. Este modelo, construido en nuestra
trayectoria de aprendizajes, sintetiza y contiene en cada aquí y ahora nuestras
potencialidades y nuestros obstáculos. Estas matrices no constituyen una
estructura cerrada, sino una gestalt-gestaltung, una estructura en movimiento,
susceptible de modificación salvo en los casos de extrema patología”
1
Pichón Riviere fue un psiquiatra creador de la Psicología Social en Argentina.
2
Ana Quiroga, psicóloga argentina que trabajó junto con Pichón Riviere y aportó al desarrollo teórico
de la Psicología Social.
Es una estructura interna porque se constituye a través de la internalización de
los vínculos que se establecen con el mundo desde que el ser humano nace,
desde el principio de la vida se elaboran ordenadores, organizadores de la
experiencia.
¿Por qué es compleja? Desde el momento en que se construye a través de la
interacción con otros se complejiza, somos producto de una complejísima trama
vincular, las personas que nos rodean tienen que ver con lo que somos, la
internalización de las experiencias complejiza esta estructura. Y es
contradictoria porque en esta complejidad que planteamos, coexisten elementos
contradictorios como por ejemplo amor y odio, también puede aceptarse algo
desde lo conceptual pero no desde lo emocional, justamente por ser compleja, es
que tiene lugar la contradicción.
Está socialmente determinada porque se constituye a través de la interacción
con otros, porque las personas que se vinculan con un sujeto recién nacido dejan
una huella en el psiquismo, tienen que ver con lo que somos, somos producto de
una época socio histórica, política, económica y cultural que incide en la
interacción con otros. Incluye aspectos conceptuales, es decir, de qué manera
conocemos y aprendemos pero también incluye el tipo de vínculos que
establecemos. Este modelo lo vamos construyendo en nuestro desarrollo como
sujetos, por eso no es una estructura cerrada, puede ser modificada, sobre todo
en situaciones de crisis es cuando nos cuestionamos y la problematizamos.
A partir de la configuración de nuestras matrices de aprendizaje, es decir de
nuestra organización biológica, de las formas de nuestro psiquismo, de la
configuración de nuestro mundo interno, de los vínculos y la modalidad de
vincularnos que fueron conformando nuestra existencia, de las formas de
aprender y de resolver conflictos, se va a conformar una estructura de
comportamiento como una unidad múltiple de interrelación intrapsíquica (en el
mundo interno) e intersubjetiva (relación del mundo interno con el mundo
externo).
Teniendo en cuenta estos aspectos, Pichon Riviere define la conducta como el
“conjunto de operaciones materiales y simbólicas, por las que un sujeto en
situación intenta resolver sus contradicciones internas y con el medio”
(Quiroga, 1994), se intenta resolver la contradicción entre necesidad y
satisfacción, modalidad que se fue conformando desde el mismo momento en
que nacemos y se fue constituyendo nuestro mundo interno, nuestras matrices
de aprendizaje.
Por conjunto de operaciones, se hace referencia a las acciones que produce el
sujeto. Estos movimientos pueden ser materiales, es decir fisiológicos, motrices
o pueden ser simbólicos, relacionados con el mundo interno, con operaciones
intrapsíquicas, por ejemplo, sentimientos, temores, ansiedades, fantasías o
conflictos inconscientes que buscan resolver una contradicción, una tensión
interna y con el medio social, con el contexto, buscando la satisfacción que
motiva una necesidad.
La necesidad, concepto que Pichón Riviere adopta para desplazar el de instinto,
surge a partir de un proceso en el cual un estado de equilibrio se desestructura;
esta desestructuración es registrada como carencia o tensión promoviendo la
búsqueda de un nuevo equilibrio. La necesidad es el motor de la búsqueda de la
satisfacción. Esa búsqueda permanente se transforma en actividad, en
producción, en praxis donde nos transformamos y a la vez transformamos
nuestro medio, nuestro contexto.
Entonces, podemos decir que la conducta es una estructura dinámica que tiene
un sentido (ducere: ir hacia, llevar), satisfacer una necesidad, resolver la
contradicción permanente entre necesidad y satisfacción. La conducta es una
estructura emergente del interjuego indisoluble e inseparable de causas internas
y causas externas, causas históricas y causas actuales.
Para que se produzca una conducta, se deben dar ciertas condiciones que se
articulan: actuales e históricas. Las condiciones o factores actuales
corresponden a las exigencias adaptativas planteadas por el momento que vive
cada persona en su contexto, en el aquí y ahora.
Las condiciones históricas son las que remiten a la configuración del sujeto a
través de sus trayectorias vitales y se conforman por factores constitucionales y
disposicionales.
Los factores constitucionales se conforman por el fenotipo y el genotipo. Lo
fenotípico, también llamado congénito, son los rasgos y características
adquiridas por las experiencias en la vida intrauterina. Es la infraestructura
biológica que conforma la matriz de aprendizaje. Pichón Riviere ubica las
primeras experiencias sociales en el intercambio que se da en el útero materno.
Lo genotípico, hace referencia a lo genético en un sentido estrictamente
biológico, la fórmula hereditaria que incluye lo filogenético, es decir el
aprendizaje de la especie.
El factor constitucional (condiciones históricas), conforma el factor
disposicional que, ligado a las necesidades actuales, promueve una conducta.
Necesidades que se van a resolver según el aprendizaje que se obtuvo en el
contexto vincular, las significaciones incorporadas en el mismo, la historia de
acciones gratificantes o frustrantes en el vínculo con el objeto, en definitiva, con
las matrices de aprendizaje y con las posibilidades que ofrece el medio, es decir,
con la estructura de un orden socio histórico, las relaciones de producción, las
instituciones, las formas de pensamiento compartido, lo que posibilitará o no, la
adaptación activa, las posibilidades de transformación de ese medio.
A modo de síntesis, concebimos, siguiendo a Pichón Riviere, al sujeto como un
ser social, emergente de una complejísima red de relaciones vinculares, y de
necesidades que se satisfacen socialmente. Estas necesidades lo llevan a la
acción para satisfacerlas, dando lugar a la conducta que es considerada como
una totalidad organizada, como una estructura, como un sistema dialéctico en
permanente interacción, por eso decimos también, que no solo es una estructura
sino también estructurante, de modificación mutua entre el mundo interno y el
mundo externo, es decir el contexto que implica determinada forma de
organización concreta o material de la experiencia, determinada forma de
organización social.
Consideramos que como futuras y futuros docentes van a trabajar con la
conducta humana porque constituye una unidad de análisis fundamental de la
vida cotidiana. Esta unidad o estructura es compleja y deriva de la expresión del
interjuego entre el mundo interno y el mundo externo.

Bibliografía
- Fuentes, S. (2012). ¿Psicología o psicologías? Una introducción a los
debates epistemológicos sobre la diversidad de perspectivas en Psicología.
Ficha de Cátedra. Cátedra de Psicología y Trabajo Social. UNC.
- Gómez de Silva, G.(1998) Breve diccionario etimológico. México: fondo de
cultura económica.
- Quiroga A. (1991) Matrices de aprendizaje: constitución del sujeto en el
proceso de conocimiento. Cap. 4 y 6. Buenos Aires: Ediciones Cinco.
- Quiroga A. (1994). Apuntes para una teoría de la conducta. Desde el
pensamiento de E. Pichón Riviere. Buenos Aires: Ediciones Cinco. pp.15-32.

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