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Vínculo Superyó/Yo -> advertencia (ser como el padre) y prohibición (no puede
ser como el padre, debe resignar a su madre como objeto de amor).
Latencia
Período comprendido entre la declinación de la sexualidad infantil (quinto o sexto
año) y el comienzo de la pubertad, y que representa una etapa de detención en la
evolución de la sexualidad. Se observa una disminución de las actividades
sexuales, la desexualización de las relaciones de objeto y de los sentimientos y la
aparición de sentimientos como el pudor y el asco y de aspiraciones morales y
estéticas. Según la teoría psicoanalítica, el período de la latencia tiene su origen
en la declinación del complejo de Edipo.
Secundariamente, las formaciones sociales, uniendo su acción a la del superyó,
vienen a reforzar la latencia sexual, esta “[…] sólo puede provocar una
interrupción completa de la vida sexual en las organizaciones culturales que en su
programa incluyen una represión de la sexualidad infantil”.
Durante el período considerado, si bien pueden observarse manifestaciones
sexuales, no se puede hablar de una nueva organización de la sexualidad.
Libido
Energía postulada por Freud como substrato de las transformaciones de la
pulsión sexual. Si bien nunca le dio una definición unívoca, Freud le atribuyó
siempre dos características originales:
- Desde un punto de vista cualitativo, la libido no es reductible a una energía
mental inespecífica. Por otro lado, la libido no incluye nunca todo el campo
pulsional. Se mantiene siempre el carácter sexual de la libido.
- Se considera siempre como un concepto cuantitativo: “Su producción, su
aumento y su disminución, su distribución y su desplazamiento deberían
proporcionarnos los medios para explicar los fenómenos psicosexuales”.
La libido es “la manifestación dinámica de la vida psíquica de la pulsión sexual”.
Dado que la pulsión sexual representa una fuerza que ejerce un “empuje”, Freud
define la libido como la energía de esta pulsión. Este aspecto cuantitativo es el
que prevalecerá en lo que será la “teoría de la libido”.
Sublimación
Proceso postulado por Freud para explicar ciertas actividades humanas que
aparentemente no guardan relación con la sexualidad, pero que hallarían su
energía en la fuerza de la pulsión sexual. Freud describió como actividades de
sublimación principalmente la actividad artística y la investigación intelectual. Se
dice que la pulsión se sublima en la medida que es derivada hacia un nuevo fin,
no sexual, y apunta hacia objetos socialmente valorados.
La sublimación afecta electivamente a las pulsiones parciales, en especial
aquellas que no logran integrarse en la forma definitiva de la genitalidad.
Desde el punto de vista del mecanismo, Freud indicó sucesivamente dos
hipótesis:
1. La primera se basa en la teoría del apoyo de las pulsiones sexuales sobre
las pulsiones de autoconservación.
2. Con la introducción del concepto de narcisismo y con la última teoría del
aparato psíquico, se anticipa otra idea: la transformación de una actividad
sexual en una actividad sublimada requeriría un tiempo intermedio, la
retirada de la libido sobre el yo, que haría posible la desexualización. Freud
habla de la energía del yo como una energía “desexualizada y sublimada”,
susceptible de ser desplazada sobre actividades no sexuales.
Introducción
Piaget concibe a la cognición humana como una red de estructuras mentales las
cuales son creadas activamente por el individuo en un constante esfuerzo de dar
sentido a las experiencias. Son estas estructuras a las que Piaget denomina
"esquemas".
Un esquema puede definirse como un patrón organizado de comportamiento o
pensamiento. Estos tienden a cambiar con la edad y sufren sus mayores cambios
en la infancia.
Por otra parte, la creación y modificación de esquemas permite generar nuevos
conocimientos. Para que los esquemas cambien, son necesarias ciertas funciones
intelectuales, la primera de ellas es la adaptación.
La adaptación es una de las funciones intelectuales que permite el cambio de
esquemas, esto implica la construcción de esquemas a través de la interacción
con el entorno.
Además, la adaptación está constituida por dos procesos que son
complementarios: la asimilación y la acomodación.
La asimilación es el proceso por el cual interpretamos el mundo externo en base
a nuestros esquemas actuales. Por ejemplo: si un niño va al zoológico y ve por
primera vez un camello, tendrá que buscar algún esquema que ya posea para
identificar a ese animal nuevo. Lo más cercano que podría encontrar es el
esquema "caballo", ya que ambos animales comparten varias características. Por
lo tanto, el niño llamará al camello, "caballo". Si un adulto lo corrige, o el mismo
niño indaga más, pronto notará ciertas diferencias que impiden que este animal
encaje completamente en el esquema de "caballo", y es ahí donde entra en juego
la acomodación. Consiste en cambiar un esquema existente o crear uno nuevo
para lidiar con un nuevo objeto o situación.
Siguiendo con el ejemplo, el niño puede notar que además de las similitudes, hay
varias diferencias. En base a esto, crea un nuevo esquema para el camello, y lo
separa de su esquema de "caballo".
Otra de las características importantes de la teoría, son las etapas del desarrollo.
Para Piaget, el desarrollo cognitivo consiste en una reorganización progresiva de
procesos mentales como resultado de la maduración biológica y la experiencia.
Por esa razón, propuso una serie de etapas del desarrollo marcadas por cambios
cualitativos.
Estas etapas tienen además dos características importantes: la primera es que
son invariables, siempre ocurren en el mismo orden y ninguna puede ser omitida;
la segunda es que son universales, ya que se presentan en los niños de todo el
mundo. Sin embargo, hay que considerar que muchos factores, tanto hereditarios
como ambientales, pueden afectar la velocidad con que el niño atraviesa cada
etapa.
A C
Al término del período sensorio-motor, hacia el año y medio o dos, aparece una
función fundamental, que consiste en poder representar algo por medio de un
“significante” diferenciado y que sólo sirve para esa representación: lenguaje,
imagen mental, gesto simbólico, etc. Se emplea la expresión de “función
semiótica” para designar los funcionamientos referentes al conjunto de los
significantes diferentes, para hablar de esta función generadora de la
representación.
La función semiótica y la imitación
Aparición de la función semiótica: En el curso del segundo año aparecen un
conjunto de conductas que implican la evocación representativa de un objeto o
de un acontecimiento ausente, y que supone entonces la construcción o el
empleo de significantes diferenciados, ya que el niño puede referirse a elementos
no actualmente perceptibles tanto como a los que están presentes. Pueden
distinguirse cinco de estas conductas, de aparición casi simultánea:
1. La imitación diferida: Es decir, la que se inicia en ausencia del modelo.
Constituye un comienzo de representación, y el gesto imitador es un inicio
de significante diferenciado.
2. Juego simbólico o juego de ficción.
3. El dibujo o imagen gráfica: Es, en sus comienzos, un intermediario entre el
juego y la imagen mental, aunque no aparece antes de los dos años o de
los dos años y medio.
4. La imagen mental: Aparece como una imitación interiorizada.
5. Lenguaje: El lenguaje naciente permite la evocación verbal de
acontecimientos no actuales. Cuando el niño o niña dice “miau”, sin ver ya
al gato, existe representación verbal, además de imitación.
Papel de la imitación: Las cuatro primeras formas en las que aparece la función
semiótica se basan en la imitación, y el lenguaje mismo se adquiere por un
contexto necesario de imitación. Esta constituye la prefiguración senso-motora de
la representación y, en consecuencia, el término de paso entre el nivel senso-
motor y el de las conductas propiamente representativas. Constituye, en el curso
del senso-motor, una especie de representación en actos materiales, todavía no
en pensamiento. Al término del período senso-motor ya es posible la imitación
diferida: el acto, desprendido de su contexto, se hace significante diferenciado y,
consecuentemente, en parte ya representación en pensamiento. Con el juego
simbólico y el dibujo, ese paso a la representación pensamiento se ve reforzado.
La adquisición del lenguaje, hecha accesible en esos contextos de imitación,
cubre finalmente el conjunto del proceso, permite a la representación naciente
aumentar sus poderes apoyándose en la comunicación.
La función semiótica engendra entonces dos clases de instrumentos:
- Los símbolos, que son “motivados”, es decir, presentan alguna semejanza
con sus significados. Pueden ser construidos por el individuo solo, sin
excluir los símbolos colectivos ulteriores. Por ejemplo, una rama que
representa una espada es reconocido como un símbolo, siendo la rama el
simbolizante y la espada el simbolizado.
- Los signos, que son arbitrarios o convencionales. Ha de ser
necesariamente colectivo: el niño lo recibe por el canal de la imitación, él
solamente lo acomoda. Por ejemplo, los signos matemáticos: “+”, “-“,
etcétera, o las palabras de cada idioma. Otro ejemplo, la palabra “rama” es
signo del objeto “rama”.
Piaget diferencia estos instrumentos de los índices y señales, ya que los
significantes de estos son indiferenciados. Un significante indiferenciado no es ni
un símbolo ni un signo, es un “indicio”. Un indicio está indiferenciado de su
significado, en el sentido de que constituye un aspecto (la blancura para la leche),
una parte (el sector visible de un
objeto semioculto), un antecedente temporal (la puerta que se abre para la
llegada de la madre) etc.
El juego simbólico
Corresponde a la función esencial que el juego llena en la vida del niño. El juego
transforma lo real, por asimilación más o menos pura, a las necesidades del yo,
mientras que la imitación es acomodación más o menos pura a los modelos
exteriores, y la inteligencia es equilibrio entre la asimilación y la acomodación.
Es fundamental para el niño que pueda disponer de un medio propio de
expresión, o sea, de un sistema de significantes construidos por él y adaptables a
sus deseos: tal es el sistema del juego simbólico, tomados de la imitación a título
de instrumentos. El juego simbólico no es sólo asimilación de lo real al yo, como
el juego en general, sino asimilación asegurada por un lenguaje simbólico
construido por el yo y modificable a la medida de las necesidades. El juego
simbólico es la asimilación de cualquier objeto a cualquier otro por intermedio de
imágenes imitativas (hacer que una caja sea un auto, un cohete, etc.). En el
llamado juego de imitación, el objeto significante es el propio cuerpo (jugar a que
soy un árbol).
El dibujo
El dibujo es una forma de la función semiótica que se inscribe a mitad de camino
entre el juego simbólico y la imagen mental (con la que comparte el esfuerzo de
imitación de lo real). El sujeto comienza a dibujar lo que sabe de un personaje u
objeto antes de expresar lo que ve en él.
Lenguaje
El lenguaje aparece al mismo tiempo que otras formas de función semiótica. Al
principio comienza como un balbuceo. Luego pasa a las palabras-frases que son
palabras que quieren expresar deseos o emociones. A fin del segundo año puede
decir frases de dos palabras o pocas frases completas.
El lenguaje guarda relación con las operaciones, un niño preoperatorio tiene un
lenguaje más limitado ya que concuerda con su razonamiento: “este tiene uno
grande” consideran una dimensión a la vez, no hay conservación de sustancia;
mientras que los operatorios dicen “ese lápiz es más largo pero más fino”
teniendo en cuenta ambas dimensiones. El lenguaje no constituye la fuente de la
lógica, sino que está estructurado por ella.
La formación del símbolo en el niño – Piaget
DESCENTRACIÓN
Ya no hay aquella centración ligada al objeto, a lo perceptivo, a los elementos de
una categoría única en el preoperatorio. Esta descentración, que es continua, va a
permitir que el pensamiento alcance una reversibilidad inexistente en el
preoperatorio.
Con la reversibilidad el niño toma al mismo tiempo todos los puntos de vista, no
se queda sólo con el suyo; de forma simultánea toma los distintos aspectos. Se
llega, en ese punto, a una COMPOSICIÓN REVERSIBLE.
A NIVEL DE LAS OPERACIONES CONCRETAS (7-8 años hasta 11-12)
niveles que es necesario distinguir:
- Necesidad de reconstruir en el nuevo plano, la representación, lo que ya
estaba adquirido en la acción.
- La descentración, ya laboriosa en el plano de la acción, es mucho más
difícil todavía en el plano de la representación, porque esta atañe a un
universo mucho más extenso y de mayor complejidad.
- Cuando el lenguaje y la función semiótica permiten, no solo la evocación,
sino también la comunicación (lenguaje verbal o por gestos, juegos
simbólicos entre varios, imitaciones reciprocas, etc.), el universo de la
representación no está exclusivamente formado por objetos, sino
igualmente por sujetos, a la vez exteriores y análogos al yo. Es decir: la
descentralización necesaria para desembocar en la constitución de las
operaciones no solo recaerá sobre un universo físico, sino también y de
manera indisociable, sobre un universo inter- individual o social.
Las operaciones implican siempre, en efecto, una posibilidad de intercambio, de
coordinación individual e inter-individual.
Tales consideraciones muestran que las construcciones y la descentralización
cognoscitivas necesarias, son inseparables de construcciones y de una
descentración afectiva y social.
La representación del universo, causalidad y azar.
Los “¿por qué?” atestiguan una pre-causalidad intermedia entre la causa eficiente
y la causa final. Tienden a encontrar una razón para los fenómenos que para
nosotros son fortuitos, pero que para el niño provocan entonces mucho más la
necesidad de una explicación finalista.
La pre-causalidad representativa, que es esencialmente asimilación a la acción, se
transforma poco a poco al nivel de las operaciones concretas, en una causalidad
racional por asimilación, no ya a las acciones propias en su orientación
egocéntrica, sino a las operaciones en tanto que son coordinaciones generales de
las acciones.
El obstáculo para esas formas operatorias, es que lo real resiste en la deducción y
entraña siempre una parte mayor o menor de aleatorio. El interés de las
reacciones del niño ante lo aleatorio es que no capta la noción de azar o mezcla
irreversible mientras no se halla en la posesión de las operaciones reversibles
para que le sirvan de referencias, mientras que, una vez construidas estas,
comprende lo irreversible, como resistencia a la deductibilidad operatoria.
Desde los 8/9 años, por el contrario, hay previsión de la mezcla y de la
improbabilidad de un retorno al estado inicial.
La noción de probabilidad se construye entonces poco a poco, en tanto que es
relación entre los casos favorables y los casos posibles. Su conclusión supone
una estructura que se elabora solamente después de los 11/12 años.
Sentimientos y juicios morales
Uno de los resultados esenciales de las relaciones afectivas entre el niño y sus
padres es engendrar sentimientos morales específicos de obligación de
conciencia. Freud hizo popular la “interiorización de la imagen afectiva del padre
o ambos progenitores, que se convierte en fuente de deberes, de modelos
restrictivos, de remordimientos, y a veces, incluso de autocastigo.”
A partir de cierta frontera, el yo de los padres no puede ser imitado
inmediatamente, y se convierte entonces en un “yo ideal”, fuente de modelos
constrictivos y por consiguiente, de conciencia moral.
Génesis del deber
La formación del sentimiento de obligación está subordinada a dos condiciones:
- Intervención de consignas dadas desde el exterior, ordenes de
cumplimiento indeterminado
- Aceptación de esas consignas.
Ese respeto unilateral, engendra en el niño una moral de obediencia caracterizada
esencialmente por una heteronomía que se atenuara luego para dejar paso,
parcialmente, a la autonomía propia del respeto mutuo.
Heteronomía: Se traduce ciertas reacciones afectivas y en ciertas estructuras
notables, propias del juicio moral antes de los 7/8 años. Desde el punto de vista
afectivo, el poder de las consignas está ligado a la presencia material de quien las
da.
Realismo moral: La heteronomía conduce a una estructura bastante sistemática:
el realismo moral, según el cual, las obligaciones y los valores están determinados
por la ley o la consigna en sí misma, independientemente del contexto de las
intenciones y las relaciones.
En el terreno de la valuación de las responsabilidades, el realismo moral lleva a
esa forma: la responsabilidad objetiva, el acto es valorado en función de su grado
de conformidad material con la ley y no en función de las intenciones de violar la
ley o buena intención que, involuntariamente, se halle en conflicto con la ley.
Resulta de ello que la regla de veracidad permanece como exterior a la
personalidad del sujeto y da lugar a una situación típica de realismo moral y de
responsabilidad objetiva, ya que la mentira parece grave, en la medida en la que
se aleja materialmente de la verdad objetiva.
Autonomía. Con los progresos de la COOPERACION SOCIAL entre niños y los
progresos operatorios correlativos, el niño llega a relaciones morales nuevas,
fundadas en el respeto mutuo y que llevan a cierta autonomía.
Dos hechos importantes:
- En los juegos de reglas, los niños de menos de 7 años, que reciben reglas
ya establecidas por los mayores, las consideran como “sagradas”,
intangibles. Los mayores ven en la regla un producto de acuerdo entre
contemporáneos, y admiten que pueda modificarse, siempre que haya
consentimiento en ello, democráticamente regulado.
- Un producto esencial del respeto mutuo y la reciprocidad es el sentimiento
de JUSTICIA. Ya a los 7/8 años, y después cada vez más, la justicia se
impone sobre la misma obediencia y se convierte en una norma central.
Introducción
Tanto la Convención Internacional sobre los Derechos del Niño (CIDN) y la Ley
Nacional de Protección Integral de Derechos de Niños, Niñas y Adolescentes
(NNyA) N° 26061 instan a dejar de considerar a NNyA como “objetos de tutela”
para pensarles como “sujetos plenos de derecho”. Para su implementación se ha
puesto en funcionamiento el Sistema de Protección Integral de los Derechos de
NNyA (SPI). Su función principal es, justamente, la implementación de políticas
públicas de promoción y protección de derechos de NNyA.
Prólogo
Las violencias contra NNyA constituyen una problemática siempre grave que
puede tener como consecuencias desde alteraciones del desarrollo hasta la
muerte. Su abordaje desde la perspectiva de derechos plantea, por su
complejidad y por su carácter multidimensional, una serie de desafíos para el
equipo de salud: detectar los indicios de maltrato sin revictimizar; interactuar con
la familia y con la comunidad sin desperdiciar oportunidades; saber qué, cómo y a
quién comunicar las situaciones de violencia; articular con otros actores, en
especial con el sistema educativo y con el sistema de protección integral de
derechos, para realizar tareas de prevención de las violencias y de intervención
en situaciones singulares.
Introducción
El sistema de salud cumple un rol estratégico en el abordaje integral de NNyA en
situación de maltrato y/o abuso, en tanto trabaja en el cuidado de esta población
en las distintas etapas de su desarrollo. Se considera al maltrato como una
problemática multidimensional, en tanto se piensan las múltiples dimensiones de
la vida de una persona afectada en situación de maltrato (integridad corporal,
desarrollo psíquico, emocional, rendimiento escolar, capacidad de interactuar con
pares, estado nutricional, capacidad de disfrute, entre muchas otras cosas) y a su
vez los diferentes espacios de
circulación donde pueden detectarse los signos de esas afecciones (escuela,
centro de salud, club, iglesia, etc.), siendo que cada lugar constituye una potencial
puerta de entrada al circuito de abordaje estatal del maltrato.
Incumbencias de los equipos de salud
El sistema de salud es un sector fundamental del Estado en lo que respecta al
cuidado de NNyA. Reúne condiciones especiales para la prevención, detección y
abordaje del maltrato, por diversas razones:
- El frecuente contacto de NNyA con el equipo de salud permite observar su
desarrollo, apreciar cambios en el aspecto físico, en el carácter y en la
conducta. Cambios que pueden constituir señales de que “algo está
pasando”.
- La consulta con cualquier integrante del equipo de salud es un espacio en
el que NNyA construyen vínculos basados en la confianza con los/las
profesionales. Estos vínculos permiten “ver y oír” situaciones que no se
manifiestan en otros espacios.
- Los/las profesionales mantienen un contacto frecuente con las familias, lo
que en muchas ocasiones puede facilitar el trabajo con ellas.
- Es un ámbito en el que la palabra tiene un lugar destacado, lo que permite
crear condiciones que facilitan que NNyA puedan comunicar y expresarse
confiando en que serán escuchados/as.
- La temática de derechos y su posible vulneración debe ser incorporada
por los equipos de salud en todas las consultas con NNyA, pero también en
aquellas dirigidas a la población en general y a la totalidad de las
actividades de promoción y prevención.
Trabajando en prevención primaria, se colabora para minimizar los factores de
riesgo y potenciar los factores protectores.
Intervenir no debe asociarse con derivar a NNyA de un sitio a otro y someterlos/as
a exploraciones y valoraciones excesivas o innecesarias.
Definiciones básicas
Se entiende por maltrato infantil a todas las modalidades de maltrato físico o
psicológico, abuso sexual, desatención, negligencia y explotación comercial o de
otro tipo que causen o puedan causar un daño a la salud, desarrollo o dignidad de
NNyA, o poner en peligro su supervivencia, en el contexto de una relación de
responsabilidad, confianza o poder. La exposición a la violencia de pareja también
se incluye entre las formas de maltrato infantil.
Maltrato físico
Síndrome del bebé sacudido: Sacudidas violentas de bebés de meses o durante
la infancia temprana, que producen desplazamientos de la cabeza hacia adelante
y hacia atrás, por la debilidad de los músculos del cuello. El cerebro golpea contra
las paredes del cráneo provocando graves daños.
- Síndrome de Münchausen por poderes (proxy).
Maltrato psicológico o emocional
- Testigos de violencia: Se la suele caracterizar como la forma de maltrato
infantil en la que confluyen el maltrato emocional y la negligencia, y que se
produce en el contexto de la violencia doméstica.
- Negligencia.
Abuso sexual infanto-juvenil:
• En función de la relación entre la víctima y el abusador
o Intrafamiliar
o Extrafamiliar
• En función del tipo de contacto sexual
o Sin contacto físico: En esta categoría se encuentra por ejemplo: el
exhibicionismo, obligarlos/as a mantener relaciones sexuales entre
sí, espiar la intimidad de NNoA (mientras se bañan o se cambian),
obligarlos/as a observar al adulto desnudo o durante el acto sexual.
También se considera abuso sexual hablar o mostrar al niño o a la
niña material pornográfico, comentarios verbales y aquellas
situaciones de abuso o acoso realizadas mediante las nuevas
tecnologías.
o Con contacto físico
Por otro lado, dentro del ASIJ puede incluirse también la explotación sexual
comercial infantil y adolescente.
Otras modalidades de maltrato
- Trabajo infantil
- Mendicidad: NNyA son utilizados/as por los/as adultos/as para mendigar.
También se aplica si se realiza esta actividad por iniciativa propia en
beneficio de una persona adulta.
- Maltrato institucional
- Maltrato entre iguales: Refiere a situaciones de agresión o maltrato entre
hermanos/as, compañeros/as o amigos/as. Es el abuso en cualquiera de
sus formas, o la intimidación reiterada por parte de uno/a o varios/as NNyA
hacia quien no tiene posibilidades de defenderse.
- Secuestro y/o sustitución de identidad: Se refiere a los casos en los que
el/la NNoA fue separado/a de su familia ni bien nacía, para ser entregado/a
a personal policial, a personas relacionadas con secuestradores, a
personas que realizan adopciones ilegales, para venta de recién nacidos/as
y/o a organizaciones que se dedican a esas actividades, negando su
identidad y la posibilidad de volver con su familia de origen.
El proceso de intervención
El objetivo central del proceso es garantizar la continuidad del cuidado, en el
sentido de la realización de un seguimiento efectivo de la situación en particular, y
evitar la desatención por parte del sistema de salud.
Etapas:
1. Detección y construcción de la sospecha diagnóstica: El objetivo de esta
primera etapa es relevar los indicadores de sospecha para la construcción
de una hipótesis diagnóstica y para la valoración preliminar de la gravedad
y urgencia de la situación, a los fines de tomar las medidas necesarias para
proteger la integridad de NNyA en caso de ser necesario. Las acciones a
desarrollar implicarán la aplicación de protocolos en los casos que existan
y correspondan. Estas acciones van desde entrevistas y evaluaciones
clínicas, atendiendo las cuestiones médicas de urgencia, hasta prever y
organizar las siguientes etapas del proceso de intervención. Ante relatos
opuestos, se debe priorizar el discurso del NNyA. En cuanto a cómo
escuchar a NNoA durante las entrevistas a desarrollar, se recomienda:
- Aclarar sus derechos y que lo que sucede no es su culpa y que no debería
sucederle.
- Escuchar y contener. Demostrar que se comprende y se toma en serio lo
que el/la NNoA dice.
- Reconocer el esfuerzo que está haciendo al hablar del tema. Asegurar que
está haciendo lo correcto y que no corre peligro al hacerlo.
- No desconfiar de lo contado por el/la NNoA.
2. Notificación y registro: Las/los profesionales tratantes deberán notificar la
sospecha al Sistema de Protección de los Derechos de la Infancia o al
Sistema de Justicia. Quienes notifican, en este caso profesionales de la
salud, sólo comunican una sospecha. No están obligados a presentar
pruebas. La sospecha se fundamenta en base a los indicadores relevados
y al análisis de la situación de un modo integral.
3. Articulación intersectorial: resulta recomendable generar encuentros
periódicos o constituir mesas intersectoriales de trabajo para aunar
criterios, definir formas de articulación y establecer coordinaciones a fin de
construir respuestas más eficientes y eficaces. A su vez, se propone
abordar la problemática de la vulneración de derechos en una lógica de
tres momentos de intervención: antes de que las situaciones ocurran (con
acciones referidas a la promoción y protección de NNyA), durante la
detección de señales de alerta de posibles situaciones (con
recomendaciones acerca del abordaje desde el Sistema Educativo), y
finalmente un tercer momento donde se plantea la importancia del
acompañamiento desde la escuela de los/las NNyA que estén transitando
estas situaciones, y el valor fundamental del trabajo en red con otras
instituciones y actores sociales, donde el sistema de salud cumple un rol
estratégico.
4. Abordaje integral y seguimiento: Es importante que los equipos que
detecten la situación de maltrato garanticen la continuidad del cuidado aun
luego de haber interconsultado a servicios especializados. Una meta de
esta etapa consiste en favorecer, oportunamente y respetando la opinión
del/la NNyA, los lazos saludables con los otros significativos del/la NNoA,
tanto a nivel familiar, grupo de pares, comunidad escolar, etc. No sólo debe
orientarse la práctica en función de la sintomatología, sino también hacia el
fortalecimiento de los factores de protección. En caso de que se evalúe la
necesidad de psicoterapia, debe contarse con el consentimiento de la/del
NNoA. Se instrumentarán los medios para disminuir los niveles de
intervención en caso de mejoría, visibilizando así la dimensión de derechos
y la no victimización.
Comentarios finales
El desarrollo saludable de NNyA requiere de compromiso de toda la comunidad y
especialmente del Estado Nacional como garante del acceso a derechos. El
Sistema de Salud cumple un rol estratégico. Su estructura descentralizada y en
red permite una cobertura territorial de gran amplitud. La diversidad de disciplinas
que lo componen favorece las posibilidades de dar respuestas de carácter
interdisciplinario. Su constante articulación con otros actores de la comunidad
fortalece la integralidad de sus intervenciones. Estas particularidades del sistema
permiten a los equipos de salud no sólo la detección y atención integral de
situaciones de riesgo, sino también el trabajo de sensibilización comunitaria, entre
otras estrategias de promoción de entornos más saludables para el desarrollo de
NNyA.