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Arquitectura

virreynal peruana
 En Perú se encontraron
diferentes estilos de la
arquitectura europeo: el gótico
tardío español de salamanca y
segovia, el mudé|ar, el
renacimiento y sus versiones
españolas del plateresco y el
herreriano, el barroco y su
especificación española del
churriqueresco, y el rococó; pero
concentra la calificación estilística
que aplica a los monumentos
peruanos en los estilos
fundamentales: el renacimiento y
el barroco.
 Durante el siglo XVI, al edificarse las primeras construcciones
renacentistas, algunas de ellas con techumbres mudéjares, la más
indiferenciada uniformidad arquitectónica cubrió las nuevas
ciudades del Perú. Posteriormente, durante la segunda mitad del
siglo XVII, comienza la diversificación de los núcleos
arquitectónicos regionales, que se consolida a plenitud durante el
siglo XVIII. Cuzco, Arequipa-Puno, Lima, Cajamarca y Ayacucho
desarrollan sus propias formas de arquitectura con muy pocas
coincidencias e influencias mutuas, antes bien como núcleos
autónomos, de tal modo que allí comienza la unidad de las
diversidades arquitectónicas en el Perú.
 Los collas del lago Titicaca
resumen, en el siglo XVIII, su
identidad cultural con el
restablecimiento de la lengua
aymara y con una arquitectura
decorativa que reactualiza
prácticas ancestrales de tallar
la piedra al modo planiforme.
Esta brillante arquitectura plana
contrarresta agresivamente el
neoexpansionismo cuzqueño,
de tal modo que el espléndido
barroco del Cuzco.
Como nota común, todos los núcleos
arquitectónicos peruanos, excepto el de Lima,
desarrollan un diseño propio y lo reiteran una y
otra vez en todas las construcciones. Cada
núcleo del Perú funciona como unidad cerrada
en sí misma. Así, el diseño de las portadas
eclesiásticas difi ere de ciudad a ciudad; y lo
mismo ocurre con el estilo y los motivos
ornamentales. Cajamarca difiere radicalmente
de Arequipa, y ambas difieren de Lima o de
Cuzco; pero dentro de cada núcleo hay
perfecta homogeneidad.
 Los arquitectos del barroco limeño, menos espectaculares que los
provincianos, mantuvieron, sin embargo, despierto el espíritu de
creatividad y de renovación a lo largo de un siglo. Precisamente,
por no haber sido conservadores, acogieron las novedades del
rococó y del neoclásico, pero también destruyeron neciamente
valiosas creaciones barrocas. Dentro de la diversidad de los
núcleos arquitectónicos peruanos estáticos, Lima deviene en
diversa de todos
 En el panorama de la arquitectura colonial peruana, las escuelas
regionales de provincias (la del Cuzco, la de Arequipa-Puno o la de
Cajamarca) han prevalecido sobre la escuela limeña hasta el
punto de quedar esta relegada a un nivel más bien modesto y
derivado respecto de aquellas. ellos, y en diversa de sí misma.
 Analizando el factor climatológico o los elementos materiales de que se vale el
artista para expresar su mensaje, se comprueba, igualmente, que las obras surgidas
en el Perú tienen siempre un sello peculiar. Así el clima hará variar las trazas de las
iglesias o casas de la costa de aquellas de la sierra, yen el orden ornamental, las
fachadas de las mansiones limeñas lucirán balcones distintos a los de España o a los
de la sierra. En lo que respecta al factor geológico, se percibe su influencia en el
Cuzco, donde en las construcciones de iglesias y casas se emplearon las mismas
piedras de los palacios y templos incaicos; y en Lima, donde la catedral cambió sus
bóvedas de piedra por las de quincha debido a los temblores; y en Arequipa,
donde la misma razón y, sobre todo, las excepcionales cualidades de su piedra sillar
contribuyeron al logro de una original arquitectura mestiza.
 Estos factores, espirituales y
materiales, contribuyeron hacía
la paulatina formación de un
arte con características propias y
que hemos llamado hispano-
peruano. Arte que teniendo su
origen en el español, tan distinto
al incaico y tan superior en su
expresión espiritual, sólo pudo
adaptarse y adoptarse
definitivamente cuando
el espíritu del país se identifico
con el inconmensurable mensaje
que traía consigo. Y ello fué en
luminosa y pujante era durante el
barroco.
Estilo renacentista
 En los primeros momentos de la colonia se
desarrolló el llamado estilo renacentista, que
en Europa se había producido siguiendo la
corriente del renacimiento italiano. Este estilo
se caracterizó por el empleo de adornos y
filigranas que hacían desaparecer las líneas
arquitectónicas dándole al edificio la
semejanza de un trabajo de cincelado de
platería, de ahí el nombre de plateresco y
donde se confunde el arte gótico,
el arábigo y el románico de la época
colonial, desde el siglo XVI hasta mediados
del siglo XVII. Son magníficas muestras de
este estilo en Lima las portadas de
la Catedral de Lima y de la Casa de Pilatos.
En Ayacucho la portada de las iglesias de
San Francisco y La Merced.
Estilo barroco
 El barroco se distinguió y caracterizó por su
recargada ornamentación, de líneas
predominantemente curvas, que daban un
aspecto de libre movimiento. Predominaron
los elementos decorativos en
las columnas, pilastras (columnas
embebidas), cornisas, además de una
modificación de las formas clásicas; las
columnas griegas pierden su pureza al
retorcerles, como gruesas serpientes, sus
fustes hasta formar la columna salomónica y
los adornos adquirieron gran exuberancia.
 Un elemento característico de este estilo es
el almohadillado que aparece en los muros
de la Basílica y Convento de San Francisco
de Lima. Este estilo predominó desde
mediados del siglo XVII hasta fines del siglo
XVIII. Dio origen al churrigueresco y rococó.
Son representativas muestras del barroco en
Lima, el Palacio de Torre Tagle, las iglesias de
San Francisco y San Marcelo.
En Cuzco la Catedral del Cuzco (barroco
mestizo), las iglesias de Santo Domingo y San
Sebastián. En Arequipa la Iglesia de la
Compañía.
Estilo barroco churriguresco
 Fue la forma más recargada del barroco
y se distinguió por el empleo complicado
y caprichoso de los adornos en forma
exagerada, su propugnador fue
un arquitecto español llamado José
Benito de Churriguera.
 En el virreinato del Perú, los edificios
religiosos arquitectónicos más
representativos de este estilo son
la basílica menor y convento de San
Agustín y la basílica menor y convento de
Nuestra Señora de la Merced, ambas
construidas en la ciudad capital Lima,
durante el siglo XVI ; y la catedral o iglesia
mayor de San Antonio en la ciudad
de Huancavelica, construida durante los
siglos XVI y XVII .
Estilo Rococo
 En el siglo XVIII, con la introducción
de la dinastía francesa de los
Borbones, llegó a España este estilo
que se caracterizó por
los balcones que no son
redondeados, la disminución de los
adornos en la ornamentación en las
columnas (estas son menos
retorcidas), sin dejar las
características propias del barroco
que son el empleo de las líneas
curvas y ondulantes.
 Son características del estilo rococó
la Quinta de Presa, la Casa de
Larriva (fachada en estilo rococó
pero granadino), la Casa de las
Trece Monedas (fachada en estilo
rococó limeño), la Casa de
Osambela y el Paseo de Aguas,
todas ubicadas en Lima.
Estilo plateresco
 El Plateresco, también llamado gótico plateresco, Protorrenacimiento, estilo
Isabel, estilo Reyes Católicos (estos dos últimos en referencia a su primera fase) y estilo
Príncipe Felipe (referido a su fase renacentista), fue una corriente artística,
especialmente arquitectónica, desarrollada por la monarquía española en
la península ibérica y los territorios imperiales de América y Asia, que apareció entre
el gótico tardío y el Renacimiento, a finales del siglo XV, extendiéndose durante los dos
siglos siguientes.
 Resulta de una modificación del espacio gótico y de una fusión ecléctica de
componentes decorativos mudéjares, del gótico flamígero y lombardos, así como
primerizos elementos renacentistas de origen toscano.1
 Ejemplos son la inclusión de escudos y pináculos, las fachadas divididas en tres
cuerpos (mientras que las renacentistas están divididas en dos) y las columnas de
tradición renacentista. Llegó a su máxima expresión durante el reinado de Carlos
I,especialmente en Salamanca, aunque también floreció notablemente en otras
ciudades de la península ibérica como León y Burgos y en el territorio de Nueva
España que hoy es México. Considerado a veces corriente renacentista y otras estilo
propio, recibe a veces los nombres de Protorrenacimiento y Primer Renacimiento
como rechazo a considerarlo un estilo en sí mismo.
Estilo herreriano
 La arquitectura herreriana, estilo herreriano o estilo escurialense, también denominada por algunos
autores manierismo clasicista,1 se desarrolló en España el último tercio del siglo XVI, coincidiendo con
el reinado de Felipe II (r. 1556-1598), y continuó vigente en el siglo XVII, aunque transformado por las
corrientes barrocas del momento. Se corresponde con la tercera y última etapa de la arquitectura
renacentista española, que fue evolucionando hacia una progresiva depuración ornamental, desde
el plateresco inicial hasta el purismo clásico del segundo tercio del siglo XVI y la absoluta desnudez
decorativa que introdujo el estilo herreriano.
 La arquitectura herreriana, o el estilo herreriano se caracteriza por su rigor geométrico, la relación
matemática entre los distintos elementos arquitectónicos, los volúmenes limpios, el predominio del
muro sobre el vano y por la ausencia casi total de decoración, razón por la cual en su época era
denominado estilo desornamentado. También es conocido como estilo escurialense, en alusión al
edificio que sirve de paradigma a esta corriente arquitectónica.
 Los edificios herrerianos destacan por su severa horizontalidad, lograda gracias al equilibrio de las
formas, preferentemente cúbicas, que se disponen simétricamente en la estructura. Por lo general,
presentan cubiertas de madera revestidas al exterior de pizarra y torres laterales, rematadas
en chapiteles cónicos o piramidales cuadrangulares terminados en punta, conocidos como
chapiteles madrileños, que introducen un elemento de verticalidad y magnificencia, al tiempo que
contribuyen a reforzar la sensación de simetría.
Estilo neoclásico
 A fines del siglo XVIII y principios del
siglo XIX llegó el estilo
llamado neoclásico, que se
caracterizó por el predominio de
una tendencia hacia el retorno de
los estilos clásicos de
la arquitectura greco-
romana (empleo de columnas
románicas con capiteles corintios y
sin ninguna ornamentación, líneas
rectas y sencillez en las mismas,
además de frontis triangular).
 Era pues, una reacción contra el
barroco. Son magníficas muestras
de este estilo el altar mayor y las
torres de la Catedral de Lima, la
fachada de la Basílica y Convento
de San Pedro, el altar mayor de
la Basílica y Convento de San
Francisco, las pilastras de la Casa
de Osambela, la fachada
del Fuerte de Santa Catalina y
el Cementerio Presbítero Matías
Maestro.
El Barroco Mestizo
 Y no sólo fué de influencia indígena de lo
que se nutrió el barroco en el Perú, sino
también de mudejarismo, que ya traía y
que prolongaron árabes llegados de la
Península, y de extraños aportes orientales.
Según se dice, los misioneros españoles del
Virreinato mantenían relaciones con
aquellos del Japón, motivo por el cual,
durante la época del Emperador
Daysuyama, vinieron a tierra peruana
muchos japoneses convertidos que
se dedicaron a las artes ornamentales.
 A la necesidad de catequizar indios, deslumbrándolos con fabulosos
retablos, se unió el natural deseo del español, o criollo, de adornar la
ciudad, en donde se había enriquecido con magníficas obras de arte.
 La ciudad de Los Reyes, nombre que dio a Lima el conquistador Pizarro,
se fundó a la vera del Rímac en 1535. Por ello dispuso el fundador que sus
calles fuesen aún más anchas que en las ciudades españolas. Pronto el
esfuerzo de sus Virreyes y el de sus vecinos se concretó en una ciudad de
bellos perfiles y alegre espíritu.
 Por eso, en sus comienzos, la arquitectura que brota en Lima conserva la
pureza de los modelos españoles. Sólo cuando el barroco se afinca y
reverdece en América, el espíritu mestizo se infiltra en la villa. A las primeras
influencias arábigo-andaluzas siguieron, aunque en forma muy limitada, las
de Oriente.
 Luego vino el aporte personal del artífice criollo y mestizo, que modela
inspirado por la fuerza telúrica. Lima es, por esencia, ciudad española. Es
decir, una ciudad de Andalucía nacida en América.
 Son notables las características barroco-andaluzas de los edificios limeños,
tanto en los religiosos como en los civiles; en las trazas de sus plantas como
en sus motivos ornamentales. De ahí que su atractivo fundamental sea el
de la gracia de sus líneas y no la imponencia de sus dimensiones
 Tanto en Lima como en la metrópoli, el nuevo arte hubo
de enfrentarse a los clásicos cánones herrerianos que
defendía el arquitecto trujillano Francisco de Becerra,
autor de las trazas de las catedrales de Lima y Cuzco.
En la de Lima es más marcada la influencia plateresca.
 El barroco que llegó a Lima fué el barroco andaluz, y se
manifestó por primera vez en el convento e iglesia de
Santo Domingo, que es el más antiguo de Lima, y en
cuyos armoniosos claustros se conservan graciosas
arquerías trilobulares. Según Velarde, el convento es
típico limeño por su forma, estilo y grandiosidad, y en él
se guarda una de las joyas arquitectónicas de la
ciudad.
 Fué la característica de la arquitectura residencial limeña su gran
sobriedad de fachada. De portadas simples, sólo los balcones tan
típicamente nuestros, heredados de los árabes, ornamentan los sencillos
muros exteriores. Contrastando con ello tienen gran riqueza en el interior,
especialmente en los artesonados y en el mobiliario, de lujosos
enconchados de origen filipino, tallados roperos o decorados bargueños.

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