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Los capítulos 9–11 forman una unidad referida al trato de Dios con Israel.

Con frecuencia estos capítulos de Romanos son considerados


como un paréntesis que se puede pasar por alto, o como un apéndice que suele ser extirpado, con el resultado de que su valiosa
enseñanza queda ausente del púlpito y de la vida. La importancia de estos capítulos reside en que Pablo explica por qué la proclamación
del evangelio a las naciones gentiles no se contradice con los propósitos de Dios para Israel revelados en el A.T.

Al comenzar el capítulo Pablo expresa que siente gran tristeza y continuo dolor por la situación de Israel. Son sus parientes según la carne
(v. 3), por lo que su identificación con ellos es verdadera y profunda. Para que esto se reconozca, cosa que algunos dudarían al verle
predicar a un Jesús que ellos han rechazado, él invoca como testigos a Cristo, a su conciencia y al Espíritu Santo (v. 1). El significado de la
palabra “anatema” es “maldito” y está explicado en el mismo texto: “separado de Cristo”. No hay peor situación que estar separado,
muerto para Dios, y esto como consecuencia de la maldición del pecado.
- La adopción (v. 4) No debemos confundir con “la adopción de hijos” (Gá. 4:5) que disfrutamos los creyentes en Jesucristo; acá se trata de
la adopción que Dios hizo de Israel como nación, como pueblo. Esta adopción le dio a Israel los privilegios distintivos de conocer y adorar
al Dios único y verdadero, y de esos manes diferenciarse de los pueblos paganos, adoradores de ídolos. Hemos recibido la gracia y la
verdad por medio de Jesucristo. Estas son las bendiciones del nuevo pacto, pero nuestra experiencia no ha sido una escena aterradora en
el Monte Sinaí.

- Las promesas (v. 4) Israel vive el tiempo de su sequedad como nación, pero tiene a su favor todas las promesas divinas a los padres de
Israel, promesas que, por haber sido dadas por Dios, son de fiel cumplimiento. Las promesas (plural) se sintetizan en la promesa
El fracaso de los judíos no significa que Dios no haya cumplido su palabra (v. 6). La consideración es que no todos 1los que nacieron de Israel
de la venida
son verdaderos
del Mesías.
israelitas,
ParanoPablo
así como todoseran
las promesas
los que
dadas
nacieron de
a Abraham
Abraham
y a su descendencia
son verdaderos
espiritual
hijos. Con respecto a Abraham, se destaca como
válida la descendencia que tuvo en Isaac (v. 7). El hijo sería de Abraham, pero tenía que ser también de Sara. No son meramente hijos según
la carne, sino hijos “según la promesa”. Esa promesa decía también: “Sara tendrá un hijo” (vv. 8–10). A su vez, cuando Rebeca concibió de
Isaac, aún antes que hubieran nacido, como iba a tener gemelos, Dios dijo: “El mayor servirá al menor” (vv. 10–12).

Dios no es injusto cuando elige. La gracia de Dios es justamente eso, gracia. Pablo ya ha demostrado (cap. 4) que si es por obras, no es
por gracia. Nadie merece el favor de Dios, ni siquiera uno (cap. 3). ¿Será Dios injusto si elige a algunos y los hace objeto de su gracia?
La contestación es categórica: “En ninguna manera” (v. 14). Dios no puede ser injusto nunca y tampoco lo es por esto. Dios ya aclaró
Un predicador es un hombre de un libro, la Biblia, del cual debe ser una autoridad. Él debe conocer la Biblia al derecho y al revés. Debe
este principio mucho antes, a Moisés, cuando le dijo: “Tendré misericordia del que yo tenga misericordia, y me compadeceré del que
conocer su contenido y ser capaz de declarar y defender sus verdades.
yo me compadezca” (vv. 15, 16). El tema está planteado en términos de blanco y negro, pero nuestra mente es muy insignificante
como
5. para entender tanta grandeza de la soberana gracia de Dios. Todo depende de Dios, que tiene misericordia. Tiene misericordia
del que quiere, y al que quiere endurecer, endurece (vv. 17, 18).

En la sección anterior, Romanos 9:1–29, el énfasis ha estado en la soberanía de Dios y cómo él lleva a cabo su propósito redentor
mediante el principio de la elección de ciertas personas y ciertas naciones. Ahora la atención se vuelve hacia la otra cara de la moneda, la
responsabilidad humana.
Un predicador es unHay una segunda
hombre manera
de un libro, de responder
la Biblia, a la pregunta
del cual debe con respecto
ser una autoridad. a loconocer
Él debe que ha ocurrido con
la Biblia al Israel. Su
derecho y alrechazo
revés.
puedeDebe
explicarse en términos de un camino equivocado con respecto a la manera
conocer su contenido y ser capaz de declarar y defender sus verdades. en que el hombre se salva y su obstinada persistencia en
este camino a pesar de todos los intentos por parte de Dios de hacerlos volver al camino correcto.
4.

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