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Seminario de Evangelismo Juvenil Ps.

Luis Siesquen

¿Cómo evangelizar a mis amigos?

Cada cristiano tiene o un miembro de la familia, un amigo, un compañero de trabajo o


un conocido que no es cristiano. Compartir el Evangelio con otros siempre es difícil y,
se vuelve aún más difícil cuando involucra a alguien cercano a nosotros.

Pero si preguntamos ¿Cómo te uniste a la iglesia? Vamos a encontrar que entre el 60 y


75% de los de los asistentes a la iglesia contestarían que su primer contacto con la fe fue
mediante un amigo, un pariente o un vecino que le compartió el evangelio de Cristo

Pero no muchos predican el evangelio de Jesucristo a sus amigos, por vergüenza, por
temor o por el ¿Qué dirá? es por eso que nuestros amigos no van a poder conocer
correctamente cual es el mensaje de la palabra de Dios. 

La palabra de Dios nos va a mostrar algo muy interesante, con respecto a compartir el
evangelio con nuestro amigo, hay un relato en el libro de Juan 1:43-46, muy interesante
donde podemos ver a un hombre llamado Felipe siendo llamado por el Señor…
encontró a Felipe y le dijo: Sígueme… (vs. 43) aquí vemos el llamado de Cristo y así
mismo la conversión, pero también vemos la pronta preocupación por su amigo. ¿Qué
hace Felipe luego de seguir a Jesús? Dice la palabra de Dios que Felipe encontró a
Natanael y le dijo: Hemos encontrado a aquel de quien escribieron Moisés, en la Ley,
y también los Profetas: a Jesús hijo de José, de Nazaret. (Juan 1:43-46).
En otras palabras, le predica el evangelio de Jesucristo, mencionando las profecías, las
escrituras y centrando en Jesús.

Sabes jovenes la amistad provee un terreno excelente para la evangelización (siempre y


cuando tu vida desde que sigues a Cristo se caracterice por la integridad, por supuesto).
Esto es debido a que tus amigos cercanos ya tienen confianza en ti, y si ellos te conocen
y te consideran realmente como amigo, están abiertos a escucharte con respeto. Así que
ten esto en cuenta.
Entonces nos preguntamos ¿Cómo puedo aprovechar mi amistad para compartir de
Cristo? Hoy veremos debemos evangelizar en las relaciones con personas cercanas a
nosotros como nuestros familiares, amigos y aquellos con quienes trabajamos a diario.
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Estos temas siempre son desafiantes para la mayoría de las personas, así que oro para
que el Señor nos dé una porción extra de su misericordia esta mañana.

1. Sé intencional y estratégico con tu vida.


Recuerda, todo inicia en tu persona, No olvides quién eres. Jesús nos ha comisionado
como sus embajadores (2 Co.5:20). Esto quiere decir que somos sus representantes
donde sea que él nos haya colocado.
A. Dedícate a orar por el evangelismo.
 Deberíamos orar para que Dios nos dé compasión por los perdidos (amigo,
familiares).
 Deberíamos orar para que Dios abra las puertas.
 Deberíamos orar para que Dios nos dé sabiduría sobre qué decir.
 Deberíamos orar para que Dios nos dé valor para hablar.

B. Siempre prepárate para compartir el evangelio.


 Pasa tiempo devocional de calidad con el Señor. Cuando te encuentres con
pasajes que muestran la proclamación del evangelio, ora para que el Señor se
mueva a través de ti en tu familia, vecindario, lugar de trabajo y el mundo.
 Usa material evangelístico y llévalas contigo para que las entregues a
personas con las que hables acerca del evangelio o a quienes les des un
consejo.
 Lee biografías de personas que dedicaron sus vidas a proclamar el evangelio.

C. Siempre busca oportunidades para compartir el evangelio con las personas a tu


alrededor.
 Sé intencional en orar y conocer a tus vecinos e invitarlos a cenar.
 Haz que el invitar a personas no cristianas a cenar sea una parte regular de tu
vida.
 Habla con las personas que ves todos los días. Que sea un hábito...

2. Se intensional compartiendo el evangelio con familiares, amigos y


compañeros de trabajo.
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A. Compartimos el mismo evangelio con nuestros familiares, amigos y compañeros


de trabajo como lo hacemos con cualquier otra persona.

Cuando hablamos de compartir el evangelio en nuestras relaciones más cercanas,


deberíamos recordar que sin importar con quien lo hagamos, el evangelio nunca cambia.
Las personas siempre son pecadoras, Cristo es siempre el salvador sin mancha que
murió por los rebeldes, resucitó de entre los muertos y ahora los llama a arrepentirse y
creer. No hay nada secreto que debas decirles a tus hijos, a tus padres, a tu mejor amigo
o a tu jefe.
Aquí es importante que tu y yo tengamos claro ¿Qué es el evangelio?
La palabra “evangelio” significa literalmente “buenas nuevas.” Pero para comprender
verdaderamente que tan buenas son estas noticias, debemos entender primeramente las
malas noticias.
Las buenas nuevas del evangelio son que Jesús vivió una vida de perfecta rectitud y
perfecta obediencia a Dios, no a su propio favor, sino por su pueblo. Él ha hecho por mí
lo que yo no podía hacer por mí mismo. Pero no solo vivió esa vida de perfecta
obediencia, sino que se ofreció a sí mismo como un sacrificio perfecto para satisfacer la

justicia de Dios.  La única manera en que puedes recibir el beneficio de la vida y la
muerte de Cristo es poniendo tu fe en Él y solo en Él, arrepintiéndome de mis pecados.
Si haces esto, eres declarado justo por Dios, adoptado en su familia, perdonado de todos
tus pecados, y habrás comenzado tu peregrinación hacia la eternidad.

B. Deberíamos ser diligentes en orar con regularidad y perseverancia por aquellos


que necesitan el evangelio.

Como ya lo hemos mencionado, la oración es un parte poderoso de ser un evangelista


fiel. En cuanto a la familia, los amigos y los compañeros de trabajo… Te animo a que
tengas un diario o una lista de las personas por las que estás orando.
Aquí podemos iniciar con el proyecto de operación Andres:
Operación Andrés, es un sistema de Evangelismo por Amistad, constituye una
estrategia misionera que utiliza las relaciones sociales cercanas, parientes, amigos y
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vecinos, que, estando en nuestro entorno nos conocen, saben quiénes somos, pero no
conocen a Jesus.

C. Haz planes para compartir el evangelio con cada miembro de tu familia.

Como cristianos, creo que tenemos la responsabilidad ante Dios de decirles a nuestros
familiares quién es Cristo y qué quiere él de ellos. También para con nuestros amigos
Te animo a que tomes algo de tiempo, y en oración hagas una lista de las personas en tu
familia, y piensa en las veces que podrías compartir el evangelio con ellos. Pídele a
Dios oportunidades e intenta hacer que sucedan.

No te apresures para empezar a predicar. Empieza con una conversación casual y


pregúntale a la otra persona cómo ha estado últimamente. No esperes que todos te
tengan confianza de inmediato. Tomará un tiempo antes de que alguien sea franco
contigo.

Pregunta si todo está bien en su vida, y ofrécete a orar por ello.

Según la Asociación Billy Graham, el 90% de los convertidos permanece en una iglesia
cuando encuentra un amigo. Así que, si estás en la universidad o en la escuela, podrás
hacer este experimento: siéntate con alguien en la cafetería durante 3 días y primero
hazte amigo de esa persona, luego en el tercer día habla sobre tu fe. Los resultados
podrían sobresaltarte, porque es probable que ese chico o chica te abra su corazón
haciéndote muchas preguntas, inclusive durante varias horas.
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Convierte las conversaciones comunes en intercambios eternos. Si estamos motivados,


preparados y disponibles para evangelizar. Entonces deberíamos tener la oportunidad de
hablar a las personas acerca de Cristo.
Escucha con atención y evita presionar a las personas muy cercanas a ti, pero persiste
con las que sean abiertas. Escuchar con atención te ayudará a conocer su interés y a que
se abran aún más.
- Usa la tecnología para hacer conexiones sociales con tus amigos
- Organiza una reunión virtual para ver los cultos de adoración en línea
- Invita a tus amigos a tu grupo pequeño virtual

D. Mientras más cercanos seamos con alguien, es mucho más importante que
reflejemos el evangelio con nuestras vidas. En otras palabras, Vive como Cristo

Aunque siempre deberíamos buscar vivir una vida piadosa, es muy importante
asegurarnos de vivir humilde y diligentemente alrededor de nuestros familiares y
compañeros de trabajo. ¿Por qué piensas que digo esto?

El evangelio no es solo una idea que deberíamos intentar comunicar… En cambio,


deberíamos verlo como una realidad que debe ser proclamada y reflejada. Las personas
deberían ver cómo la esperanza, el amor y el poder del evangelio transforman nuestras
vidas y nos da una esperanza que es superior a este mundo. 1 Pedro 3:1-6.
Recuerda tú eres un testimonio vivo de Cristo. Cómo actúas, lo que dices, con quién te
relacionas e incluso cómo te comportas, todo refleja cómo te verán los demás. Si quieres
reflejar la luz de Cristo, entonces ellos también querrán hacer lo mismo; sé cómo Jesús.
Muchas personas notarán una diferencia en ti porque irradias amor y bondad, dos
hermosas cualidades.

E. Comparte tu testimonio.
Cerraremos, entonces, con un breve modelo de cómo compartir fielmente nuestros
testimonios.

A. Cómo era tu vida antes de Cristo.


Este no es un lugar para presumir de tu pecado (si pecaste amplia o públicamente) o
para minimizar tu pecado (si llegaste a Cristo a una edad temprana y no te rebelaste
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tanto públicamente), sino que este es un lugar para hablar de dónde estabas separado de
Cristo. Nadie nace cristiano. Por la gracia de Dios algunos llegan a conocerlo
temprano, pero todos estábamos separados de Cristo, éramos enemigos de Dios. Habla
de esta temporada de tu vida. Habla de cómo solías pensar sobre Dios, el pecado o el
cristianismo. A menudo, al compartir esto, la persona o las personas con las que
compartes el evangelio pueden relacionarse contigo y ver cómo ellos también se han
desviado de Dios.

B. Cómo llegaste a arrepentirte de tus pecados y creer en el evangelio.


Una vez más, algunas personas pueden tener circunstancias dramáticas respecto a su
conversión, mientras que otras pueden tener una conversión aparentemente «menos
dramática» ... el punto es que hay un momento en el que te apartaste de tu pecado y
confiaste en Cristo. Habla acerca de lo que Dios hizo durante este tiempo y acerca de
qué se convirtió tu creencia. Hábleles de la muerte de Cristo en tu lugar y su
resurrección. Comparte con ellos cómo te apartaste de tu pecado y cómo confiaste
plenamente en Cristo para el perdón de tus pecados.
C. Cómo ha sido tu vida desde que conociste a Cristo.
Este no es un momento para resaltar cuán bueno eres, sino que es un momento para
mostrarles cuán grande es Cristo y cómo ha transformado tu vida. También es un
excelente momento para hablar con ellos de tu necesidad perdurable del evangelio, del
hecho de que todavía lo necesitas hasta el día de hoy. Aprovecha la oportunidad para
disipar las falsas ideas de que el cristianismo es para las personas perfectas. ¡No! Diles
cómo Cristo todavía es tu Salvador y cómo aún necesitas su abundante misericordia
para cubrir tu propensión a deambular.

Al igual que con cualquier presentación del evangelio, debe haber un llamado a
responder a Cristo. Es importante cuando termines de compartir tu testimonio y llames a
alguien a arrepentirse que indiques claramente que no le estás pidiendo que se vuelva
como tú... en cambio, lo estás llamando a hacer lo que hizo la mujer del pozo... ven a
ver a Jesús. Tu testimonio debe apuntar a Cristo y tu llamado al arrepentimiento debería
hacer lo mismo. Invítalos a que consideren a este Jesús que ha cambiado tu vida. Diles
que él también puede cambiarlos.

Conclusión
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Podemos predicar a nuestros amigos, al igual que lo hizo Felipe a su amigo Nata, si,
Jesús nos dice que no estamos solos cuando evangelizamos, que el Espíritu Santo nos va
a enseñar (lo que dice la biblia) y nos hará recordar (lo que leímos de la biblia), no
podemos recordar si no leemos. Nosotros no podemos cambiar los corazones de las
personas y hacer que crean en Jesús (La Palabra enseña en muchos pasajes que eso es
trabajo del Espíritu Santo), pero sí podemos evangelizar como Dios quiere que lo
hagamos si nos esforzamos en conocerlo más a Él (por medio de su palabra).

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