“REBECA UNA MADRE CON

VISIÓN PROFÉTICA”

Vivimos un tiempo muy importante dentro del pueblo de Dios en cuanto al reconocimiento
de la actividad y ministerio profético.

Creo que hoy más que nunca necesitamos verdaderos profetas que puedan traer claridad
en los asuntos del Reino de Dios para este momento en las naciones, pueblos y familias.

También creo conveniente el levantamiento de maestros de parte de Dios que puedan

capacitar al pueblo de Dios para lo profético y lo ético. El desconocimiento de la verdad,
podría llevarnos a la mentira, falsedad, error y manipulación de los hombres.

Creo que gran parte del pueblo de Dios entiende mal las palabras "profeta", "profecía" y
"cumplimiento". Por lo general se considera la "profecía" como vaticinio de sucesos
futuros, y al "profeta", como la persona que predice tales sucesos.

Así, hay "cumplimiento" cuando algo ocurre exactamente como fue anunciado por el
profeta. Lo curioso del caso es que estos conceptos, que sin duda prevalecen entre
buenos evangélicos hoy, son de origen pagano.

La gran mayoría hoy no entiende el ministerio profético y la "profecía" según la

comprensión bíblica, sino según los oráculos antiguos paganos al estilo de Nostradamus o
el horóscopo, y lo que la Biblia condena como "adivinación".

Bíblicamente, el sentido de estos términos es muy distinto al que la gente suele

relacionarlo, el termino profeta proviene de las voces griegas ¨pro¨ (antes) y ¨faino¨
(mostrar), y estas palabras tienen el sentido de ¨pronosticar o hacer ver algo antes de
que suceda¨.

Profetes es el termino compuesto y su significado literalmente es “uno que predice¨. Este

era el concepto que tenía el pueblo griego sobre lo que era un profeta uno que podía
pronosticar o predecir algo antes de que sucediera.

Pero hay una gran diferencia entre el termino profetizar y predecir, predecir significa
"anunciar por revelación, ciencia o presumir que algo ha de suceder".

Por lo tanto, la "predicción" puede involucrar un don sobrenatural, un proceso lógico-

racional, o un juicio más o menos subjetivo basado en indicios u observaciones.

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Como por ejemplo aquellos que nos hablan sobre el clima de acuerdo a sus
observaciones, aquellos que pronostican la crisis que vendrá a un país por medio de su
análisis, aquellos que puede valerse de la ley del promedio.

Desde este punto de vista la profecía seria entonces 100 % predictiva y es lo que hoy más
se enfoca algunas personas que dicen tener un ministerio profético. Dios conoce el futuro
y puede revelarlo cuando él quiera y de hecho esto ocurría con algunos profetas bíblicos y
ocurre hoy con los verdaderos profetas

Pero es importante destacar que según grandes exegetas y eruditos de las

escrituras en cuanto al mensaje de los profetas en la biblia solo el 5 % es de
carácter predictivo, el 95 % restante de sus mensajes tienen que ver con lo
ético, lo social, la justicia.

En el libro "La lectura eficaz de la Biblia" Gordon Fee y Douglas Stuart han demostrado
que de los escritos proféticos del Antiguo Testamento, no más de cinco por ciento tiene
que ver con cosas futuras, aunque sean a pocos años ( ejemplo la caída de Samaria, de
Asiria o de Babilonia, etc.)

Además, apenas dos por ciento es mesiánico (o sea, llega hasta Cristo) y menos de un por
ciento puede considerarse aun futuro para nosotros hoy. Y es justo mencionar que Fee y
Stuart son evangélicos bíblicos, sin la menor intención de negar lo predictivo.

Si sólo cinco por ciento de los escritos proféticos trataba del futuro, ¿de qué se trataba el
otro 95 por ciento?. Para saber, sólo hay que leerlos, se trataba del pecado, la injusticia
social, económica y política. Se trataba de la discriminación contra el pobre, el forastero, la
viuda y el huérfano.

Se trataba de la hipocresía y la idolatría del sistema en que vivía Israel. De hecho, la

pequeña parte que es predictivo también llama a sus oyentes a arrepentirse y hacer la
voluntad de Dios.

Para entender bien el termino profeta usado en la biblia, debemos comenzar con el
testimonio bíblico.

Abraham es la primera persona que la Biblia llama "profeta" (Gen 20:7), no por predecir el
futuro (cosa que nunca hizo) sino porque podría interceder por Abimelec.

El fundador del profetismo, y prototipo para todo profeta después, hasta hoy, es Moisés
(Deut 18:15), pero él tampoco se dedicó a vaticinar el futuro. Moisés fue profeta porque
trajo al pueblo la Palabra de Dios, con todas sus implicaciones y exigencias éticas.

Aun el texto donde Moisés se llama profeta, y que siglos después se entendía como
profecía predictiva del Mesías, en su contexto original es una amonestación contra la
abominación de la adivinación (Deut 18:9-15).

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El profeta no lo es porque vaticina el futuro, ni deja de serlo si no vaticina nada. Amós no
profetizó nada del futuro remoto, más allá de la destrucción de Samaria por su corrupción
e incumplimiento del pacto.

Amós pronunció una palabra tronadora contra Israel, Judá y las naciones circunvecinas
(Amós 1:3-2:6). Los profetas no siempre vaticinaban el futuro, porque eso no era su tarea
esencial, pero ningún profeta nunca se calló la voz ante la injusticia. ¡Eso es ser profeta!

El termino hebreo utilizado aquí para profeta es ¨nabí¨ qué significa hombre inspirado.
Un profeta es: ¨Un hombre inspirado por el Eterno que expresa su palabras porque
conoce, percibe y comprende lo que acontece en determinados escenarios más allá de la
realidad física¨

Si queremos aprender un sobre lo profético y su importancia en nuestras vidas,

familias y nación debemos tomar en cuenta a la nación de Israel. El pueblo de
Israel es producto una revelación profética de parte de Dios a los padres o
patriarcas de la nación Israelí.

El nombre Israel contiene los nombres de aquellos patriarcas y matriarcas de la

nación con la cual Dios estableció sus pactos divinos. La letra “I” tiene que ver
con Isaac y Iaacov, la letra “S” de Sara, la letra “R” de Rebeca, la de “A” de
Abraham, la letra “E” del Eterno, la letra “L” de Lea.

De todas estas personas quisiera hablarles de una mujer que jugó un papel importante en
el destino profético de sus hijos. Una mujer que fue un pilar muy importante para el plan
de Dios para creación de la nación de Israel. Rebeca fue la esposa de Isaac y era hermana
de Laban, hija de Betuel.

Génesis 25:21-23 “Isaac suplico a Hashem, frente a su esposa, porque es

estéril. Hashem accedió a su ruego, de modo que su esposa Rebeca concibió.
Los hijos pugnaban dentro de ella, y ella se preguntó: Siendo así ¿Por qué me
toca esto a mi? Y fue a inquirir a Hashem. Hashem le contesto: Dos pueblos hay
en tu vientre y dos reinos serán separados en tu seno. Un reino prevalecerá
sobre el otro reino, y el mayor servirá al menor”

Sabía usted que la suma de los nombre de Isaac y Rebeca da el mismo resultado en la
guematría que el termino oración? Los maestros hebreos han dicho de esto que se debe a
que es el único matrimonio de los patriarcas del pueblo hebreo que en la biblia hace
mención que oraban juntos.

La oración que fue emitida por este matrimonio es de mucha importancia ya que:

1) Isaac oro a Dios y este sano la matriz de Rebeca y le dio dos hijos, Pero Rebeca oro a
Dios y Dios le revelo el destino profético de los dos hijos en el plan de Dios.

Principio: Una cosa es un milagro, otra es saber cuál es el propósito del milagro.

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2) La oración de Isaac activo el poder sobrenatural de Dios, la oración de Rebeca hizo
revelar la agenda profética de Dios para su descendencia.

Isaac pidió, Rebeca inquirió. En estas dos oraciones vemos dos niveles, el primero tiene
que ver con cubrir una necesidad, pero la segunda tiene que ver con averiguar,
escudriñar, indagar lo que realmente pasa en un momento dado.

De aquí que los maestros hebreos han declarado que el primer nivel de
interpretación bíblico comienza con inquirir y lo toman de este episodio.

Rebeca representa al hijo de Dios que inquiere o escudriña, que no se queda con la duda,
la incertidumbre que provoca la crisis que vive, sino que necesita una palabra de Dios para
comprender lo que está pasando.

La crisis o momento doloroso llevo a esta mujer a buscar una respuesta de parte de Aquel
que le había concedido el sueño de tener un hijo. Rebeca no perdió tiempo en el momento
de su crisis, ella se dedicó a orar buscando una respuesta.

La revelación de Dios se activa cuando hay alguien que en la tierra está dispuesto a
invertir su tiempo buscando, indagando, escudriñando las escrituras con diligencia para
obtener el Davar de Dios en los momentos más trascendentales de la humanidad.

El apóstol Pedro declaro que los profetas que profetizaron acerca de la gracia
destinada a nosotros, inquirieron y escudriñaron diligentemente acerca de esta
salvación, indagando quien y que tiempo indicaba el Espíritu del Mesías que
estaba en ellos, el cual predecía los padecimientos del Mesías y la gloria que
vendría tras ellos (1Pedro 1:10).

El Apóstol dice que a ellos fue revelado que no para sí mismos, sino para nosotros
administraban las cosas que hora os fueron proclamaban por medio de los que predicaron
el evangelio por el Espíritu Santo enviado del cielo, cosas que los ángeles mirando
fijamente, anhela penetrar.

Aquí tenemos algunos principios del reino en cuanto a lo profético:

1) La actitud de los profetas fue determinante para que el Espíritu se revelara, ya que
ellos mostraron un interés grande por aquello que le fue mostrado e indagaron y
escudriñaron con diligencia para saber más sobre esto.

2) El Espíritu de Dios volvió a revelarse a ellos por su voraz hambre en cuanto a la agenda
del Reino de Dios para la humanidad.

3) Los profetas fueron catalogados por Dios como administradores del reino en cuanto a
las cosas que sucederían en nuestras vidas.

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Dios respondió conforme a la oración de Rebeca y la visión profética fue impartida a
Rebeca al saber que no eran dos hijos sino dos naciones, dos reinos que estaban en su
interior.

La revelación profética cambio sus perspectiva de sus hijos, desde ese momento sabía
que ellos representaban las naciones y gobiernos que afectarían al mundo.

El pueblo de Israel ha elogiado la obediencia e integridad de Isaac en cuanto aquella

aquel mandato de su padre en cuanto al sacrificio, pero criticaron su pasividad. La que
tenía conocimiento de lo que Dios haría con los niños era REBECA, ella sabía que el menor
había sido escogido por Dios para llevar a cabo lo planteado en el pacto Abrahamico, Ella
sabía que habría un reino que prevalecería sobre el otro.

Por eso esta mujer hizo todo lo que estuvo a su mano para que la palabra de Dios se
cumpliera tal cual.

“Cuando se cumplieron sus días para dar a luz, resulta que había mellizos en su vientre.
Entonces salió el primero, colorado y todo velludo como manta de pelo. Y lo llamaron Esaú
(peludo). Y después salió su hermano, que tenía la mano aferrada al talón de Esaú, y lo
llamo con el nombre Iaacov (este nombre deriva de ekev que significa: talón). Isaac tenía
60 años cuando ellos nacieron. Los muchachos crecieron Esaú era hombre diestro en la
caza, hombre de campo. Y Jacob era hombre íntegro que permanecía en la tiendas”
Génesis 25:24-27.

Es importante notar que la palabra hombre aparece dos veces en cuanto a Esaú, de eso
los eruditos hebreos han dicho que esto alude a la doble personalidad que poseía Esaú. En
cambio en cuanto a Jacob las palabras menciona solo una vez la palabra hombre
aludiendo el carácter armónico y estable de su personalidad, Jacob era un hombre íntegro
en todo el sentido de la palabra.

Los niños fueron creciendo y uno se destaca por su habilidad de cazar y también alude a
su forma de mentir. Se dice que Isaac era una ofrenda integra porque jamás supo que era
el engaño, ni ser falso en su propia vida, por eso le creía a Esaú. Pero Esaú no pudo lograr
engañar a su madre Rebeca ya que ella venia de una familia que estaba acostumbrada a
las prácticas de la mentira que se manifestaban con su padre y hermano. Y por eso por
haberse criado en una casa de idolatras y perversos conocía muy bien la naturaleza de su
hijo.

En cambio Jacob era hombre íntegro que permanecía en la tiendas. Las tiendas acá alude
a casa de estudio de la palabra, Jacob no solo era integro, también amaba todo lo
relaciona con el Dios que hizo pacto con su abuelo y padre. Se dice que el amor y pasión
que tenía Jacob por el pacto Abrahamico era demasiado grande a tal punto que cuando
vio la oportunidad de negociar con su hermano la primogenitura lo hizo sobre un valor
muy alto. Dice la tradición oral que Jacob estudio por 14 años en las tiendas del
conocimiento divino antes de tener la experiencia del sueño profético en Moreh.

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Génesis 27: 13 “Dijo Rebeca a Jacob: Esa maldición dirigida a ti recaerá sobre mí, hijo
pero escucha tan solo mi voz: anda y tráemelos”

Aquí vemos a una profeta operando, no a una madre, Rebeca tenía la certeza de que no
vendría una maldición sobre la vida de Jacob, ella sabía que ese era el escenario
preparado por Dios para que ella actuara con sabiduría divina. Rebeca le fue dada visión
profética, Isaac por el contrario perdió la vista, muchos piensan que Dios lo hizo así por el
apego sentimental que tenía Isaac por Esaú por ser su primogénito, así que al no disponer
Isaac de la visión espiritual en ese momento, no supo que era Jacob el que sería el
receptor de la bendición del primogénito.

Hay una gran diferencia entre tener vista y tener visión.

La diferencia radica en que la vista es un sentido o capacidad para poder visualizar el

mundo físico o natural.

Para disfrutar de la vista se necesita del buen funcionamiento de los ojos.

En cambio la visión tiene que ver con la capacidad de visualizar a través del espíritu o
mente aquello que pertenece al mundo espiritual o sea a lo invisible.

Aquella oración que hizo Rebeca en la cual inquirió, indago, averiguo lo que pasaba con
sus hijos en el vientre, le cambio la vida pues la revelación de Dios abrió sus ojos
espirituales y le permitió ver el destino que Dios había planificado para sus vidas antes de
la creación de este mundo.

A partir de ese momento entendió que todo milagro que viene de parte de Dios tiene un
propósito. Si en su vida usted experimento un milagro y entendió el propósito de ese
milagro usted siempre vivirá agradecido con Dios y todo lo que realice en la vida será
conforme al propósito por el cual vino el milagro.

Si está pasando por una crisis tome el ejemplo de Rebeca y dedique a orar a inquirir
delante de Dios hasta que tenga una respuesta del Cielo que le permita ver las cosas
como Dios las ve, y se levantar de allí como un gigante de la fe que avanzara y cambiara
los escenarios para bendición de su generación. Un gran abrazo