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ROMANOS LECCIÓN 17

EL AMOR INVENCIBLE DE DIOS


ROMANOS 8:31-39

Al contestar las preguntas, ore para que el Señor le de orientación y entendimiento. Lea completo Romanos
8:31-39, y luego vaya leyendo cada referencia que se indique. Recuerde citar los versículos de las Escrituras
de los cuales obtenga sus respuestas. Las preguntas señaladas con un asterisco (*) son para estudio más
profundo.

DÍA 1: ROMANOS 8:31-32—DIOS DE NUESTRO LADO


1. a. “¡DIOS ES POR NOSOTROS!” Con base en los siguientes versículos, ¿quién y qué es lo que está en
contra de nosotros?
(1) Salmo 37:12:

(2) Isaías 59:12:

(3) Romanos 7:5:

(4) 1 Pedro 5:8:

b. ¿Cuál de éstos le ocasiona la mayor lucha? Por favor explíquelo.

2. Lea los versículos 31 y 32 y 2 Pedro 1:3-4. Al enfrentar tales enemigos ¿cómo podemos estar seguros
de la victoria?

3. a. ¿Cuál es la respuesta que usted cree que requieren las preguntas retóricas que se encuentran en el
versículo 31?

b. ¿Qué es lo que el versículo 31 nos dice acerca de la perspectiva que Pablo tenía de Dios?

4. Escriba en sus propias palabras la lógica que Pablo presenta en el versículo 32.

DÍA 2: ROMANOS 8:33-34—CRISTO A NUESTRO LADO


5. a. ¿Quién es nuestro acusador ante Dios? (Lea Apocalipsis 12:9-10.)

b. De acuerdo con 1 Juan 3:19-20, ¿cuál es otra fuente de acusación?

c. ¿Cómo debemos manejar los cargos que provienen de cualquiera de estas fuentes? (Lea Romanos
8:1)

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6. ¿Quién es él que debe examinar nuestros corazones? (Lea el Salmo 139:23-24.)

7. a. El versículo 34 se enfoca en el único fundamento de nuestra defensa -la obra terminada de Cristo.
¿Cuáles son los pasos progresivos que usted encuentra aquí en relación a Su obra a favor de
nosotros?

b. ¿Cuál es su respuesta personal ante lo que Cristo está haciendo por usted?

8. (*) El Espíritu Santo intercede por nosotros cuando estamos orando (8:26), al igual que lo hace Cristo.
¿A qué conclusión puede usted llegar en cuanto a la naturaleza de la Trinidad? (Lea Juan 14:23,
15:26).

DÍA 3: ROMANOS 8:35-37—EL IMPACTO DE LAS DIFICULTADES,


9. a. (*) Cuando las dificultades y penalidades llegan, ¿dónde está Dios?

b. En algunas partes del mundo los cristianos son perseguidos abiertamente por su fe. ¿Cuáles son
algunas formas sutiles en las que nosotros -los que vivimos en el mundo occidental- podríamos ser
perseguidos por nuestra fe?

10. a. ¿Qué es lo que Mateo 13:20-21 nos dice acerca del peligro de los tiempos difíciles?

b. ¿Qué es lo que dice en Salmos 9:9 y 10:17-18 respecto a la respuesta del Señor a nuestras
dificultades?

11. a. De acuerdo al versículo 37, ¿cómo podría un creyente manejar las dificultades?

b. ¿Qué es lo que usted cree que significa ser “más que vencedores”?

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c. ¿Cómo podemos ser “más que vencedores”? ( vea 1 Juan 5:4; 1 Corintios 15:57.)

12. (*) Al leer estos versículos, anote ¿qué enfoque profundo sobre el sufrimiento logra usted tener?
(1) Romanos 1:28-31

(2) Juan 15:18-21

(3) 2 Corintios 1:3-5

(4) 1 Pedro 4:1-4

DÍA 4 Y 5: ROMANOS 8:38-39—EL AMOR INCONMOVIBLE DE DIOS


13. a. ¿Qué palabras usaría usted para describir la actitud de Pablo en estos versículos?

b. ¿Cuál es la gran verdad que hace que él se sienta de esa manera?

14. a. ¿De qué manera Juan 3:16 y Juan 10:10 le ayudan a usted a tener una mejor comprensión del amor
de Dios?

b. En la extensa lista que Pablo presenta, ¿encuentra brechas o salidas evasivas, es decir, cualquier
cosa que pudiera amenazar o separar al creyente del amor de Dios?

c. Dé algunos ejemplos de circunstancias que usted considere amenazadoras. ¿En cuál de las
categorías de Pablo podrían colocarse?

15. ¿Ha habido algún tiempo en su vida cuando usted se ha sentido separado del amor de Dios para
después sentirse restaurado? Si está usted dispuesto, por favor comparta con su grupo la manera en la
que Dios le animó y le llamó de nuevo a Su lado.

DÍA 6: PARTICIPE EN LA CLASE

APLIQUE lo que ha aprendido: Si al principio de este estudio usted pensó en posibles causas de temor o de
duda, ¿aún queda algo de ello en su mente? El mensaje de Pablo es simple: NADA absolutamente NADA,
puede separarnos del amor de Dios. Pídale al Espíritu Santo que diariamente escriba esta verdad
indeleblemente en su corazón.

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DÍA 7: EL AMOR INVENCIBLE DE DIOS


ROMANOS 8:31-39
Pablo concluye la primera mitad de su epístola con una nota de triunfo, y el tema de estos primeros ocho
capítulos es: “el justo vivirá por la fe” (1:17). Él argumenta que la esperanza del cristiano está
fundamentada en el amor eterno de Dios. Las amenazas en contra de ese amor comienzan con la duda
(vv.31-34), pasan por los peligros físicos (vv. 35-36), y culminan con las fuerzas del universo (vv.38-39).
Aún tan alarmantes como pueden llegar a ser, no se comparan con el amor invencible de Dios, el cual no nos deja. “¿Qué,
pues, diremos a esto?”, pregunta Pablo (v.31), su respuesta es profunda: “Dios es por nosotros”. En muchas religiones,
Dios se encuentra distante e indiferente, y la respuesta hacia un Ser desconocido y poderoso va desde la incertidumbre
hasta el temor; en cambio nuestro Dios es poderoso, y sin embargo Él ha escogido revelarse a Sí Mismo a través de Su
Palabra y de Su Hijo. Por lo tanto, sabemos que Él no es un tirano, que a Él le importa el bien y el mal y que
definitivamente Él cuida de nosotros. Él es “por nosotros”, Él está “de nuestro lado”.

La declaración anterior es ignorada por los creyentes que no comprenden que Dios no se basa en nuestro desarrollo para
poder aceptarnos, sino en el de Cristo. Además otras personas le dan a esto un gran énfasis y lo malinterpretan, pues esto
no significa que nosotros le agradamos a Dios y que por lo tanto le desagradan a Él aquellos que nos desagradan. Cada
vez que las personas practican la discriminación, la opresión, la crueldad o la injusticia y afirman que Dios está de su lado,
ellas son culpables de distorcionar maliciosamente este versículo. “Dios es por nosotros” lleva a otros a pensar en una
benevolencia vaga o indefinida: Dios está, ya sea desconectado del pecado o se olvida de él. ¡Absolutamente no! “Dios
es por nosotros” es el evangelio resumido en cuatro palabras y es la definición bíblica más concisa de la palabra gracia.
Esto significa que Dios nos ama a pesar de saber cómo somos y si Él nos ama, entonces Él también ama a todos los
demás, porque no somos más dignos de Su amor que ellos. Ninguna persona o grupo puede reclamar a Dios de manera
exclusiva. Él no se encuentra del lado de los poderosos y en contra de los débiles, ni tampoco del lado de los pobres y en
contra de los ricos. Es decir que Él no está a favor de una ideología en particular. Él envió a Su Hijo amado al mundo
para redimirlo de la obscuridad del pecado, para enseñar el perdón por encima de la retribución, el amor por encima del
odio, la justicia por encima de la injusticia y la paz por encima de la hostilidad (Lucas 4:18-19).

Pablo no nos dice que los cristianos estarán libres de sus enemigos y adversarios, y el cristiano que piensa que no hay
fuerzas que buscan arruinarlo, es un necio. La oposición está presente y es espantosa, sin embargo permanece una verdad
mayor: “Dios es por nosotros”. El amor de Dios es más poderoso que la maldad de Satanás, “el que está en ustedes es
más poderoso que el que está en el mundo” (1 Juan 4:4). El cristiano sabe que “Dios es por nosotros” debido a un hecho
histórico: Dios demostró Su amor en tiempo y espacio -un tiempo y un lugar específicos- en el día que Jesús murió en la
cruz del Calvario. Fue entonces donde Él mostró Su amor por el mundo y por todos aquellos que en Él viven (v.32). Dios
es amor y la cruz es el lugar donde Él lo probó. El amor de Dios es desplegado como una hermosa joya, en contraste con
ese fondo obscuro.

El versículo 32 hace eco a dos imágenes gráficas de amor en el Antiguo Testamento (Génesis 22:11,16). Cualquiera que
haya seguido el camino que tomaron Abraham e Isaac hasta el Monte Moriah no puede dudar la influencia que esto tuvo
sobre Pablo. Sin embargo, una gran diferencia entre el sacrificio del Hijo de Dios y el del hijo de Abraham, es que nadie
intervino para evitar que Jesús fuera crucificado. Una segunda imagen importante es la del siervo sufriente: “Por Su
conocimiento Mi siervo justo justificará a muchos, y cargará con las iniquidades de ellos porque derramó Su vida hasta
la muerte, y fue contado entre los transgresores,” (Isaías 53:11-12). La crucifixión fue el medio por el cual Cristo llevó
nuestros pecados y nos reconcilió con el Padre. ¿Podemos entonces dudar del favor de Dios? “¿Cómo no habrá de
darnos generosamente, junto con Él, todas las cosas?” (v.32). Si Dios pagó el precio más alto cuando aún eramos Sus
enemigos, ¿acaso no habrá de darnos todo lo que necesitamos para la vida, ahora y en el mundo por venir, siendo que
ahora somos Sus amigos? (Juan 15:12.15).

Pablo disipa cualquier duda sobre la defensa de Dios y si Él nos ha declarado justos [rectos], entonces ¿quién se atreve a
volver a abrir el caso contra nosotros? (v.33). ¡Satanás no puede llegar a igualar a Cristo! Nosotros aún pecamos, pero si
Cristo murió por los pecadores, ¿quién puede condenarnos? (v.34). El Hijo de Dios, resucitado de la muerte, “está a la
diestra de Dios” (un lugar de indiscutible poder). Con afirmaciones que van en ascenso -murió, resucitó, está a la diestra
de Dios- el versículo 34 pone de manifiesto Su obra. Pablo dice que Cristo “intercede por nosotros” (v.34), pues para
hablar de manera significativa sobre Dios, Pablo debe hablar de Cristo “la imagen del Dios invisible” (Colosenses 1:15).
Jesús es la “cara humana” de Dios y a través del acto final de amor que Jesús realizó, tenemos por ello acceso a Dios el
Padre, a Quien Él se dirige como “abogado” nuestro (1 Juan 2:1).

MEDITE: A “Dios [que] es por nosotros” no debemos imaginárnoslo como un juez inflexible, ni a Jesús como un
Hijo suplicante Quien voluntariamente se ofrece a tomar nuestro lugar en la cruz, eso es herejía. Cuando queremos

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saber cómo es Dios, miramos hacia Jesús, Quien intercede por todos los creyentes y no es que Él tenga que
suplicarle a un Padre renuente e inflexible. Por el contrario, el Padre desea que se haga tal intercesión, ya que en
todo ello, Dios el Padre y Dios el Hijo están unidos tanto en propósito como en amor por nosotros.

Habiendo hablado Pablo sobre las dudas del amor de Dios, ahora se refiere a los peligros actuales de ello (v.35b) y en la
lista refleja sus propias experiencias (vea 2 Corintios 11:16-33). El amor de Dios lo sostuvo a través de todas sus
dificultades, y de ese modo Pablo puede asegurarles a los creyentes que “en todo esto somos más que vencedores por
medio de Aquel que nos amó” (v.37). Él está “convencido de que ninguna cosa en toda la creación, podrá apartarnos del
amor que Dios nos ha manifestado en Cristo Jesús nuestro Señor” (v.39). La adversidad siempre ha sido la porción que le
ha correspondido a aquel que dedica su vida totalmente a Dios. (Lea el Salmo 44:22). Estas dificultades no se deben
comparar con las “desgracias marginales” de la fe, puesto que ellas llegan “Por causa de [Dios]” (v.36) y en ocasiones
¡son la verdadera voluntad de Dios! Lejos de ser una señal de fracaso, la persecución que proviene de la obediencia a
Cristo es una señal de fidelidad. La victoria viene a través del sufrimiento (vv.35-36). Dios obra a través de las duras
realidades de un mundo caído, pero la victoria no puede depender de nosotros, sino que se debe al amor constante de Dios.
Nuestra voluntad y resistencia no van a sostenernos en la batalla más de lo que nuestras obras pueden hacernos ganar la
salvación. Toda ésta es la obra de Dios de principio a fin y el sostenernos de Cristo no es lo que nos permite atravesar por
las circunstancias, ¡sino el hecho de que Cristo nos sostiene a nosotros!

Pablo declara entonces la doxología más triunfante en el Nuevo Testamento, siendo una convicción presente basada en su
experiencia pasada: “Estoy seguro” (v.38). Una serie de antítesis absolutas -muerte/vida, ángeles/demonios,
presente/futuro, altura/profundidad- concluyen este capítulo. En el versículo 35 se mencionan las amenazas físicas contra
la fe, mientras que en este versículo son cósmicas y espirituales. Pablo conocía los poderes, tanto malignos como buenos
que afectan nuestras vidas y que se encuentran operando en el universo, pero él estaba convencido también de que aún las
fuerzas de Satanás no pueden vencer al amor de Dios. Fue en la cruz donde Cristo ganó la batalla decisiva en contra de
tales poderes subversivos (Efesios 1:21; Colosenses 2:15) y aunque el universo está en contra de su Creador, Pablo insiste
en que nada “podrá apartarnos del amor que Dios nos ha manifestado en Cristo Jesús nuestro Señor” (v.39).

Es difícil ser optimista respecto al futuro al estar frente a la violencia, las catástrofes, la amenaza de una explosión nuclear,
un colapso económico mundial o la desintegración del orden social. Sin embargo, deberíamos estar agradecidos del amor
y de la fidelidad de Dios. La cruz de Cristo demuestra Su amor y el hecho de que el Espíritu Santo mora en nosotros, nos
asegura Su presencia. No sabemos lo que está por venir, pero sea lo que fuere “Dios es por nosotros.” Nosotros
ponemos nuestra fe en Cristo, Quien animó a Sus seguidores diciéndoles: “En este mundo afrontaran aflicciones, pero
¡anímense!, Yo he vencido al mundo.” (Juan 16.33b)

PERSONALICE esta lección: Este último pasaje en Romanos 8 es tranquilizador, pero también nos invita al
sosiego, ya que consuela a todos aquellos que han luchado con los sentimientos de culpa y temor de no ser
amados por Dios. Dios nos ama y es por nosotros, pero de igual manera existen palabras que ayudan a recapacitar
a los cristianos que piensan que Dios va a cumplir todos sus deseos. ¿Hemos de creer que Él nos ama, pero que a
la vez quiere que suframos? No, en lo absoluto. Jesús actuó consistentemente para eliminar la miseria y la
enfermedad humana. Existen problemas que son inherentes en un mundo caído, problemas que están ligados al
tener demasiado, asi como los peligros de ser perseguidos por la justicia (Filipenses 2:15; 1 Pedro 4:12-13). No
importa cual sea la razón de nuestro sufrimiento, “Dios es por nosotros” y nada (ni siquiera nuestras faltas) nos
pueden “separar del amor de Dios, que es en Cristo Jesús, Señor nuestro.”

REPASO DEL COMENTARIO: EL AMOR INVENCIBLE DE DIOS


16. a. ¿Qué nuevo entendimiento logró obtener en cuanto a la profundidad y la constancia del amor de
Dios?

b. Haga una lista de las seguridades que Pablo da en los versículos 31-39.

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