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INFORME PRUEBA DE EMBARAZO

Una prueba de embarazo es toda aquella técnica usada para la búsqueda de


los signos hipotéticos que permiten confirmar un embarazo. Consiste en
detectar la presencia de la hormona gonadotropina coriónica humana (hCG) en
el plasma materno o en la orina, y es el procedimiento que aporta quizá el
mayor nivel de probabilidad de diagnóstico confiable.
Otras técnicas, como el ultrasonido obstétrico, también confirman el embarazo,
pero el término prueba de embarazo suele implicar pruebas bioquímicas,
aplicadas a partir de los 4 días de la concepción, aproximadamente.
Historia

La visita del doctor, óleo de Jan Steen (siglo xvii): Un médico analiza una cinta
de color humedecida con la orina de la paciente y quemada en busca de
colores que indiquen positividad.
La prueba de embarazo más antigua registrada se halla narrada en un papiro
del Antiguo Egipto que se encuentra en el Museo Egipcio de Berlín. En ella se
cuenta que, para detectar el embarazo, se hacía orinar a la mujer durante
varios días sobre semillas de trigo y cebada. Si después de un tiempo
germinaba la cebada, el hijo sería varón; si germinaba el trigo, sería mujer; si
no germinaba ninguna semilla, la mujer no estaba embarazada.
Según el Instituto Nacional de Salud de Estados Unidos, en textos europeos
del siglo xvi se documenta que es posible dictaminar si una mujer está
embarazada sólo con observar su orina. La cual debe ser «color limón pálido
casi blanco con una nube en la superficie».3 Otra prueba de embarazo
contemporánea consistía en mezclar la orina con vino y observar si se produce
alguna reacción. Según dicho instituto, el alcohol reacciona con ciertas
proteínas presentes en la orina de mujeres embarazadas, por lo que es posible
que dicha prueba diera resultados acertados.
En 1928 los ginecólogos alemanes Selmar Aschheim y Bernhard
Zondek desarrollaron la primera prueba de embarazo confiable. Se inyectaban
pequeñas cantidades de orina en ratas hembras impúberes, dos veces por día
durante tres días sucesivos. Al cabo de unas 100 horas se sacrificaba a las
ratas y se inspeccionaban sus ovarios. Si éstos se hallaban engrosados, había
un 80 % de probabilidad de que la mujer estuviera embarazada.
En 1930 Collip y colaboradores descubrieron que la orina de las mujeres
embarazadas contiene —luego se descubrió que se trata en realidad de
fragmentos de ésta— la hormona gonadotropina coriónica humana,
actualmente denominada: gonadotrofina coriónica humana.
En 1942, el citólogo argentino Eduardo de Robertis —que en ese momento era
Jefe de Trabajos Prácticos dedicación exclusiva de la cátedra de histología de
la Escuela de Medicina de la Universidad de Buenos Aires y Jefe de la Sección
de Citología e Histofisiologia del Instituto de Anatomía General y Embriología—
determinó que la HCG actúa sobre las células de Sertoli y provoca la expulsión
de espermatozoides en los sapos. Su condiscípulo Carlos Galli Mainini,
mientras trabajaba en el Hospital Rivadavia de Buenos Aires entre 1942 y
1947, dedujo que, si la mujer embarazada eliminaba HCG en la orina, su
inyección en sapos causaría la maduración y expulsión de sus
espermatozoides. Inyectó orina de mujeres embarazadas en el saco linfático
dorsal de sapos macho Bufo Arenarium; al cabo de 2 o 3 horas observó, al
microscopio, la presencia de espermatozoides. El método, luego denominado
reacción de Galli Mainini o prueba de la rana, demostró ser un modo eficaz y
económico de diagnóstico precoz del embarazo, y por ello se usó masivamente
en Argentina y América Latina durante muchos años. A juzgar por la falta de
referencias en Internet, el mismo no tuvo difusión en Europa y en Estados
Unidos, donde aparentemente se usaron otros métodos biológicos, hasta el
desarrollo de los métodos inmunitarios algunas décadas después.
Métodos biológicos de detección precoz del embarazo
Los métodos precoces son los que permiten detectar el embarazo en sus
primeros días y antes de su principal síntoma, la suspensión de la
menstruación o amenorrea. A lo largo del tiempo se usaron diversos métodos
que hoy sabemos estaban basados en que, cuando una mujer queda
embarazada, aparecen en su orina hormonas antes inexistentes. Los primeros
métodos usaron los efectos visibles que estas hormonas tienen sobre plantas y
animales, llamados por esta razón métodos biológicos de detección de
embarazos. A partir de la década de 1960, se desarrollaron métodos de
detección directa, basados en que las reacciones inmunitarias que producen
estas hormonas pueden hacerse visibles usando antígenos específicos a ellas.
Existen signos positivos, probables e hipotéticos de embarazo, pero solo los
positivos confirman con certeza la existencia de un embarazo. La
determinación de HCG es un método hipotético, ya que puede ser positiva aun
en ausencia de embarazo. Sin embargo, de todos los métodos disponibles en
la actualidad es el que permite la detección más temprana y es la base de los
rápidos tests inmunitarios actuales.
Pruebas modernas
La primera prueba «moderna» para el embarazo detecta la inhibición del factor
de preñez temprana (EPF, en inglés). El EPF se puede detectar en la sangre
en las 48 horas siguientes a la fertilización.5 Sin embargo, las pruebas del EPF
son caras y toman mucho tiempo.
La mayor parte de las pruebas químicas buscan la presencia de la subunidad
beta de la gonadotropina coriónica humana (hCG) en la sangre o en la orina. El
hCG se puede detectar en la orina o la sangre después de la implantación del
producto en la matriz, que ocurre de seis a doce días después de
la fecundación.6 Los métodos cuantitativos (suero beta) pueden detectar
niveles de hCG tan pequeños como 1 mIU/mL, mientras que las pruebas de
orina requieren de 20 a 100 mIU/mL, según la marca.[cita requerida] Las
pruebas cualitativas de sangre generalmente tienen un umbral de 25 mIU/mL,
así que tienen menor sensibilidad que algunas pruebas de orina caseras.
Con ultrasonido obstétrico, el saco gestacional puede algunas veces
visualizarse desde las cuatro y media semanas
de gestación (aproximadamente dos semanas y media después de
la ovulación) y el «saco vitelino» unas cinco semanas después de la gestación.
El embrión puede observarse y medirse a las cinco semanas y media. El latido
del corazón puede detectarse a las siete semanas de gestación, y en
ocasiones se ha observado desde las seis semanas.
Influencia del tiempo en las pruebas de embarazo
Pueden darse lecturas negativas falsas (es decir, que indican que no hay
embarazo cuando realmente sí lo hay) cuando la prueba se aplica muy
temprano. Las pruebas cuantitativas de sangre y las más sensibles pruebas de
orina habitualmente detectan el hCG poco después de la implantación, que
puede ocurrir entre 6 y 12 días después de la ovulación.6 Exámenes de orina
menos sensibles y pruebas cualitativas de sangre pueden no detectar el
embarazo hasta tres o cuatro días después de la implantación.
La menstruación ocurre en promedio 14 días después de la ovulación, así que
la probabilidad de un resultado negativo falso es muy baja una vez que
el periodo menstrual se ha atrasado.
Sin embargo, la ovulación puede no ocurrir con regularidad (es decir, en un
momento predecible) en el ciclo menstrual. Hay varios factores que pueden
ocasionar una ovulación temprana o tardía, incluso en mujeres con
antecedentes de ciclos menstruales regulares. El uso de equipos predictores
de ovulación (OPK, por sus siglas en inglés) o el registro de los signos de
fertilidad de la mucosidad cervical o de la temperatura basal del cuerpo pueden
dar una idea más precisa de cuándo se debe hacer la prueba que la simple
cuenta de los días.
La precisión de una prueba de embarazo tiene que ver más con el día de la
ovulación que con el día en que ocurre la relación sexual. Es habitual que
el espermatozoide viva hasta cinco días después del coito9 en las trompas de
falopio, esperando a que ocurra la ovulación.10 La implantación puede llegar a
tardar hasta doce días, y pueden transcurrir otros tres o cuatro para que los
niveles de hCG puedan detectarse - lo que significa que se pueden obtener
resultados negativos falsos hasta tres semanas después del coito que causó el
embarazo.
Falsos positivos

Resultado falso positivo, por no tener la línea del control visible asociado a una
línea positiva del paciente.
Pueden aparecer líneas de evaporación en muchas pruebas de embarazo
caseras si se leen después del periodo sugerido (tiempo de reacción) de 3-5
minutos, independientemente de que exista un embarazo real. Por tanto, es
imperativo que una prueba de embarazo se interprete dentro del tiempo de
reacción especificado por la compañía que lo produce.
Una mujer a quien se ha aplicado una inyección de hCG como parte de un
tratamiento de infertilidad dará resultados positivos, sin importar su estado
de embarazo real. Algunos medicamentos para la infertilidad, como el clomid,
no contienen hormona hCG.
Cuando la prueba la realizan, siguiendo las instrucciones del paquete, mujeres
que no han recibido una inyección de hCG, los resultados positivos falsos son
muy raros en las pruebas de embarazo.
Algunas enfermedades pueden generar un resultado positivo
falso: coriocarcinomas, deficiencia de inmunoglobulina A, anticuerpos
heterófilos, enterocistoplastias, enfermedades trofoblásticas
gestacionales (GTD) (incluso neoplasias), tumores de células germinales, y
otros tipos de cáncer (como el cáncer de pulmón)
En ocasiones por la elevada sensibilidad del test, se detecta la concepción en
las primeras semanas de embarazo. Pero algunos embarazos terminan de
forma natural en las cuatro primeras semanas, dando así lo que se precibe
como un resultado falsamente positivo.
Falsos negativo
Al igual que las pruebas de embarazo pueden dar resultados positivos falsos,
también pueden dar falsos negativos. Las causas de este fenómeno son muy
diversas; no obstante, hay algunas que destacan sobre el resto:
En ocasiones, el problema está en realizar la prueba demasiado pronto. Los
tests de embarazo detecta los niveles de la hormona hCG en orina, y en
función éstos establecen un pronóstico. No obstante, existe un mínimo por
debajo del cual, el dispositivo no es capaz de detectar la presencia de dicha
hormona en la orina. Si la mujer realiza el test en los primeros días tras
detectar la falta de menstruación, se puede obtener un resultado negativo, sin
que esto implique la ausencia de embarazo. De ahí que se denomine falso
negativo.12
En otros casos, el fallo es debido a un mal uso del dispositivo derivado de la
falta de conocimiento o práctica. Es por eso, que siempre se debe leer el
prospecto detenidamente antes de iniciar el proceso y seguir las instrucciones
al pie de la letra. En caso de duda siempre se puede consultar a un médico o a
un farmacéutico.
Aunque no es así para todos los tests, la efectividad de muchos de ellos está
influenciada por el tipo de orina que se use para hacer la prueba. No es lo
mismo realizar el test con la primera orina de la mañana que con la última del
día. Esto se debe a que si la orina está demasiado diluida puede contener un
nivel demasiado bajo de la hormona hCG, que no pueda ser detectado por el
dispositivo. Como la orina que presenta mayor concentración de dicha hormona
es la primera orina de la mañana, se recomienda usar ésta para hacer la
prueba.
Viabilidad del embarazo
Las pruebas de embarazo se pueden utilizar para determinar la viabilidad de un
embarazo. Se puede hacer una serie de exámenes de sangre cuantitativos,
habitualmente con una diferencia de 2 a 3 días. Bajo un nivel de hCG de 1
200 mIU/mL, el hCG suele duplicarse cada 48−72 horas, aunque un aumento
de 50−60 por ciento todavía se considera normal. Entre 1 200 y 6
000 mIU/mL le toma de 72 a 96 horas al hCG para aumentar al doble, y arriba
de 6 000 mIU/mL, el hCG muchas veces tarda más de 4 días en alcanzar el
doble. Si no aumenta a esta velocidad, suele indicar un riesgo más alto
de aborto espontáneo o de embarazo ectópico.
El ultrasonido también es una herramienta común para determinar la viabilidad.
Un pulso cardíaco menor que el esparado o fallas en el desarrollo pueden
indicar la presencia de algún problema en el embarazo. Sin embargo, el
diagnóstico no debe basarse en un solo ultrasonido. Los cálculos imprecisos de
la edad del feto y la falta de precisión inherente en el ultrasonido pueden ser
causa de malinterpretaciones. Si los resultados del primer ultrasonido indican
un problema, es una práctica razonable repetir el escaneo 7-10 días después.
DIAGNÓSTICO CLINICO
Consiste en la presencia de síntomas subjetivos que describe la paciente o
signos indirectos que pueden orientar sobe un posible embarazo.
Síntomas:
• Digestivos: Las náuseas y los vómitos en el primer trimestre de la gestación
son muy frecuentes. Suelen aparecer a las 6 semanas y desaparecer sobre las
12-14 semanas. Son de predominio matutino aunque en ocasiones pueden
persistir más tiempo o aparecer en cualquier momento del día. Parece que
tiene relación con los niveles de hCG, por lo que son más graves en
gestaciones múltiples y en la enfermedad trofoblástica gestacional.
También, puede presentarse sialorrea, dispepsia, estreñimiento (por acción de
la progesterona), meteorismo, anorexia, rechazo a determinados alimentos,
apetito caprichoso (antojos). • Urinarios El crecimiento del útero puede dar
lugar a polaquiuria y tenesmo vesical por la presión sobre la vejiga.
Desaparece según progresa el embarazo por el ascenso del fondo uterino.
El aumento de la frecuencia miccional se suele presentar al final del embarazo.
Por compresión ureteral puede presentar dolor lumbar en decúbito que mejora
al cambiar la postura.
• Fatiga Es frecuente al inicio del embarazo la astenia y el aumento de
somnolencia. También, la disminución de la capacidad física normal. Ello es
debido al aumento de progesterona durante el embarazo.
• Percepción de movimientos fetales Se puede presentar desde la semana 16
en pacientes con antecedente de embarazo a término y a partir de las 20
semanas en primigestas.
• Otros Distensión abdominal por distensión intestinal (no por crecimiento
uterino) es un signo precoz. Alteraciones del olfato, irritabilidad, cambios de
carácter, tristeza, euforia, vértigos o lipotimias. Sígnos:
• Amenorrea: es el primer y más importante síntoma para la sospecha del
embarazo. Debemos considerar como tal un retraso de más de 10 días en una
mujer con ciclos regulares. Si el retraso es de 2 ciclos, las probabilidades son
mucho mayores. El embarazo es la principal causa de amenorrea en mujeres
fértiles, pero no la única. Además, una embarazada puede tener sangrados que
pueden inducir a error, y una mujer puede quedar embarazada en un periodo
de amenorrea. Dicha amenorrea puede ser primaria (mujer que nunca ha
tenido ciclos, que no ha tenido la menarquia) o secundaria, tanto de carácter
psicógeno (miedo al embarazo, cambios ambientales, viajes...) como funcional
(lactancia, hipotiroidismo, hiperprolactinemia, enfermedades crónicas...).
• Vulvovaginales: ◦ Reblandecimiento, elasticidad y calor por hiperemia.
Distensión del introito vaginal. ◦ Aspereza vaginal. ◦ Pulso arterial de Oslander:
a veces se hace palpable el pulso de la arteria uterina a través de los fondos de
saco vaginales. • Uterinos: ◦ Aumento de tamaño del cuerpo uterino. Se hace
manifiesto a partir de la semana 6-7 y es posible detectarlo mediante el tacto
bimanual. El aumento de tamaño tiene lugar sobre todo a expensas del
diámetro anteroposterior, y constituye el signo mas fiable de embarazo de la
exploración física. A partir de la semana 12 pasa a cavidad abdominal y es
posible palparlo por encima de la sínfisis púbica. A las 20 semanas se palpa el
fondo uterino a nivel del ombligo.

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