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GOBIERNOS “DEMOCRATICOS” O NEOLIBERALISMO

Bolivia, tuvo en la UDP. La posibilidad de cambiar de estructuras dentro la administración del


estado, y uno de esos avances significativos es el de implementar la cogestión obrera dentro de
la administración de la COMIBOL, en la que los trabajadores formaban parte de la vigilancia y
administración de la Corporación Minera de Bolivia.

El Gobierno popular si bien había llegado con apoyo del sector de los trabajadores, sin
embargo, una vez que llegó al gobierno le fue quitado el respaldo de los trabajadores, a través
de la Central Obrera Boliviana, y es cuando Juan Lechín Oquendo, empieza a presionar al
gobierno popular sumiendo al país en el caos, a través de las constantes marchas de protesta y
paros generales indefinidos, llevando en retroceso al movimiento obrero y popular, para instaurar
en el país un gobierno de carácter Neoliberal.

Con el lema “Bolivia se nos muere”, el gobierno de Víctor Paz Estensoro, aplica en Bolivia el
neoliberalismo, vía decreto 21060, en nuestro país no pudo darse una mayor política entreguista,
que llevó a desmantelar todas las empresas del estado, y entregarlas en manos privadas y
transnacionales.

Para Melvin Burke, la globalización no es un hecho natural o inevitable, sino simplemente es la


unión de las economías nacionales para beneficio de las economías transnacionales. Así dirá
que, “El programa de desnacionalización y desinversión en exploración de COMIBOL, durante
las dos primeras fases del plan triangular(1960 a 1965), más bien redujo el número de mineros…
En suma el plan triangular no rehabilitó a la Corporación minera de Bolivia. COMIBOL no fue
restituida a su antigua capacidad… Bastante es decir que Bolivia está cosechando lo que
sembró hace dos décadas.” (Burke, 2001)

Es cuando a título de relocalización se despide a los trabajadores, de las minas y de esta


manera desarticulan la resistencia de los trabajadores mineros vanguardia de la lucha social en
nuestro país y que podía constituirse en uno de los mayores escollos para la implantación del
neoliberalismo en nuestro país.

Con la política neoliberal el estado tiende a reducirse y empieza a desligarse de la relación que
tenía con las empresas del estado boliviano, y es cuando Gonzalo Sánchez de Lozada a título
de capitalizar las empresas estatales, empieza entregar en manos de las transnacionales, y se
deshacen de las principales empresas del estado a precios por debajo de su precio real,
estafando de esta manera al país y beneficiando a las transnacionales, como son ENTEL, LAB,
ENFE, YPFB, y las principales minas de nuestro país, es decir aquellas que eran rentables para
el estado.

La capitalización privó a nuestro país de ingresos económicos al TGN, por concepto de ingresos
gananciales por las rentas de las empresas, al mismo tiempo que empezó a lanzar a la calle a
muchos trabajadores, cundiendo en nuestro país la desocupación y como efecto multiplicador el
hambre y la miseria, convirtiéndonos cada vez en un país dependiente, de los EE. UU. Y las
empresas transnacionales.

Los demás gobiernos dentro el periodo democrático lo único que hicieron fue dar consecuencia a
todas las medidas asumidas por los neoliberales, con algunas variantes como es el caso del
MIR, que implantó una política que tendía a pedir la despenalización de la hoja de coca,
exponiéndola en todo el mundo, bajo el lema de “Coca no es cocaína” aspecto que le llevó a
tener relaciones tensas con el gobierno de los EE. UU. Que lo llevó a calificar al gobierno de
Jaime Paz y todo su entorno como Oscar Eid, y Guillermo Capovianco, como gobierno de
narcotraficantes, y esto se vería agravado con la designación de Faustino Rico Toro, como
comandante de la Fuerza de lucha contra el narco tráfico en nuestro país.

El neoliberalismo fue una medida impuesta por el gobierno de los Estados Unidos, a fin de
garantizar mayores ganancias a las empresas transnacionales que se vieron reducidas desde la
década de los setenta y no es una mediada necesaria para salvar a los gobiernos de las crisis
económicas por las que atravesaron, y ahora se pretende abrir mercados internacionales
distribuyendo los continentes para la explotación de los “países del primer mundo”, para el
saqueo de sus recursos naturales y humanos.
LATINOAMÉRICA EN LOS 70 (Plan Cóndor)

La década de los sesenta fue contemplado como un periodo revolucionario en Latinoamérica, ya


que se encontraba en boga el tema de la revolución cubana, que significaba la marcha al
socialismo, con su concepción política que venía acompañada con la muerte y posterior efigie de
“che Guevara”, como símbolo del foquismo, o la revolución dentro la revolución en la que se
cuestionaba la concepción marxista-leninista de la revolución.

La dependencia era ineludiblemente cuestionada por los intelectuales latinos de la época, que
apareció bajo el influjo de la concepción desarrollista del: centro – periferia, y el desarrollismo
elaborada por la Comisión Económica de las Naciones Unidas para América Latina, aspecto
teórico que empezó a causar rechazo hacia los partidos comunistas latinoamericanos para
incorporar el foquismo como instrumento de lucha, que inicialmente parecían muy poderosos, en
Chile, Salvador Allende, es electo presidente democráticamente con un programa que
propugnaba el tránsito al socialismo.

Con el avance de las posiciones de izquierda y las concepciones revolucionarias en


Latinoamérica Estados Unidos comenzó a frenar este avance gestionando golpes militares
contra los distintos regímenes Latinoamericanos, tal es el caso de Argentina, Chile, Brasil,
Bolivia, Uruguay, aspecto que menguó la ola revolucionaria en los años setenta, excepto el de
los Sandinistas en Nicaragua que representaron el último eslabón.

Sutherland ex Director de la CIA., “en el vientre del Cóndor”, habla del temor del poder militar,
industrial a perder su hegemonía, por el mal negocio de la paz. Y a la conspiración desde
esferas de los más alto del gobierno norteamericano, del la CIA., y la ejecución de dicho
cometido por mercenarios cubanos contrarrevolucionarios que aplicaron este plan en noviembre
de 1963.

Después del triunfo de la Revolución Cubana en 1959, un selecto grupo de personajes


contrarevolucionarios se convertirán en protagonistas de las últimas acciones encubierta desde
los últimos tiempos, no existiendo escenarios imposibles para estos profesionales del Terrorismo
que actuaron en Vietnam, Irán, Nicaragua, Laos, Bolivia, Libia, El Salvador, Venezuela, EE
UUU , Chile.

En todas sus acciones y contactos y nexos, siempre se evidencia el trueque de armas por
cocaína, tal es el caso de lo ocurrido en El Salvador y Honduras entre 1983 y 1986, el atentado
de la Penca, Costa Rica, contra Edem Pastora en Mayo de 1984; el minado de los puertos
Nicaragüenses en 1983, la venta de Armas a Somosa en 1979; el atentado contra Cubana de
Aviación en Venezuela en 1976; los intentos de asesinato contra Fidel Castro y el complot de
Dallas que nos conducen a ubicar el nudo conductor hacia atrás en el tiempo.

Félix Rodríguez, fue el cubano que ordenó la muerte del Ché Guevara en Bolivia en octubre de
1967, se comunicaba telefónicamente con George Busch en la casa Blanca en 1984 para
reportar sobre novedades en torno al abastecimiento de armas, medicamentos y comestibles a
los “contras nicas” en el Salvador. Pues Busch, tenía conocimiento por ser subdirector de la CIA
cuando se desarrollaron las campañas de Laos y Camboya.

Oliver North,, capitán de infantería de marina que en su tiempo fue destinado a tareas
especiales, fue el encargado de utilizar las conexiones con los narcotraficantes de heroína para
financiar mediante el Narcotráfico, la estructura de empresas pantalla que darían lugar al llamado
“Team secreto”, hijo natural por lo tanto, no reconocido del Consejo de Seguridad Nacional del
Gobierno Estadounidense. El TEAM SECRETO, estaba formado por agentes de la CIA, oficiales
de ejercito Norteamericano, contrarrevolucionarios Cubanos y asesinos a sueldo, que
trabajaban con la finalidad de apoyar a gobiernos y grupos anticomunistas con el armamento
sustraído en Vietnam en vísperas del fin de la guerra.

John Hull, despachaba la cocaína entregada por el Cartel de Medellín que servían para financiar
las variadas actividades que el Congreso de EEUU había prohibido a raíz del minado de los
puertos de la Costa Atlántica Nicaraguense. Siendo algunos de los aspectos en los que estos
contrarrevolucionarios formaron parte.

El craso error cometido por las dictaduras militares en la década de los setenta fue la de
contactarse con Orlando Bosch, dirigente del Movimiento Nacionalista Cubano quien estuvo en
Chile entre Diciembre de 1974 y Febrero de 1976 y fue quien tomó contacto con el Coronel
Pedro Espinoza oficial de Enlace de la DINA. Bosch negoció con Pinochet y con Contreras el
entrenamiento de los miembros del MNC (Movimiento Nacionalista Cubano), a cambio de
operaciones encubiertas de la DINA en el extranjero. Bosch, ingreso personalmente a las
acciones de la DINA, con pasaporte oficial chileno, a nombre de Héctor Davanza, quién fue a
Costa Rica con el propósito de asesinar a Henry Kissinger.

Uno de los grandes errores cometidos por los cubanos cuando trabajaron en la DINA chilena, fue
la de crear el plan cóndor , que controlaba las acciones tanto a nivel nacional como
internacional, bajo el amparo del poder paramilitar norteamericano, que estaban apoyadas y
estimuladas por el Departamento de Estado Norteamericano y el Pentágono.

Las dictaduras latinoamericanas, de apoco fueron creando dificultades al gobierno


norteamericano, ya que su coordinación internacional fue llegando incluso la mismo país del
norte, en la que desafiaron la seguridad e inteligencia norteamericana, con los atentados a
Letelier en Washington y el plan descubierto por la CIA. Para asesinar a Edward Koch, promotor
de la enmienda de la supresión de ayuda a Uruguay, por la sistemática violación a los derechos
humanos.

Todo señala que la estructura del plan cóndor era una estructura que se había incrustado en
altas esferas de los gobiernos y que tocaba todas las organizaciones militares y policiales, pero
cuyas cabezas eran la CIA., el Pentágono, la DEA., y la mas visible era la CIA, que en 1980
instrumento el narco golpe de Guillermo García Meza, en Bolivia, operando siempre con el apoyo
local, a través de sus instituciones, la policía, militares, servicios de inteligencia que
constituyeron un apéndice de un todo.

Todos estos acontecimientos fueron descubiertos a través del descubrimiento de los archivos del
terror, en Uruguay, en cuyas investigaciones se tocan temas de tráfico de armas, narcotráfico,
secuestros asesinatos, y muchos otros aspectos, que tenían un eje común era el
anticomunismo.

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