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Prácticas Javier Iáñez. javianez@ucm.es
Temario:
Vamos a tener un siglo XVIII muy heterogéneo, con Boucher y sus cuadros galantes, La
odalisca rubia 1752. Pero, sin embargo, también personas a las que les empiecen a
interesar el mundo clásico, la columna de trajano de Piranesi 1760 y también el mundo
ilustrado con la Enciclopedia. Por lo que vemos un conglomerado de teorías en el siglo
XVIII.
Los neoclasicistas no van a ver más allá de esa búsqueda de la belleza clásica. En cambio,
un ilustrado busca una historia. Por lo que el neoclasicismo no es sinónimo de
Ilustración.
Todos coincidían en que la razón tenía que ser la herramienta para la búsqueda de la
verdad y como medio de luchar contra la superstición. Los ilustrados, por lo general, van
en contra de las corrientes religiosas dogmáticas ya que aprisionan al hombre, van en
contra de la orden decreto-ley… En definitiva, van en contra de las estructuras
anquilosadas. Ellos creen la bondad natural del hombre, como bien dijo Rousseau. Había
que potencial al hombre, el hombre es bueno por naturaleza, pero es la sociedad quien
lo perversa.
Los ilustrados van, de alguna manera, a alabar las obras de arte donde ha y emoción y
sensibilidad. Dicen “La sensibilidad sirve como actitud para la emoción, porque la
sensibilidad es la auténtica potenciadora de la razón. La sensibilidad ha de estar guiada
por la experiencia”
El pensamiento ilustrado fue difundido por los salones, los periódicos y las academias
Cyclopaedia.
Esta enciclopedia británica fue descubierta por Bretón, por lo que se lo llevó a Francia
en el 1745. Es ahí donde empieza realmente la historia de la enciclopedia, siendo su
padre Diderot.
Diderot va a comenzar a traducir esa Cyclopaedia al francés y se hace cargo de su
edición. Es aquí, en el 1751 cuando comenzamos a hablar de la enciclopedia tal y como
la conocemos. Diderot se va a encontrar con muchas oposiciones, pero junto con
D´Alembert van a sacar el proyecto a delante.
Máquina de vapor.
Es también el siglo del auge del coleccionismo burgués. Va a ser el momento donde se
deja de lado la idea de que el artista solo puede vivir de su patrocinador, como reyes o
iglesias. Ahora el arte le interesa a la burguesía, personas que quieren tener arte en sus
casas. Comenzaremos a ver tiendas y negocios de arte, se empieza a organizar un
mercado de arte, con ese mundo de compra-venta de pinturas o pequeñas esculturas.
También comienzan las subastas y, por lo tanto, comienza la imagen del coleccionismo.
La muestra de Gersain. Wattwau. 1720.
Otro rasgo importante de la época va a ser el nacimiento de las bibliotecas, los salones
y unido a este último, la crítica de arte. Los salones serán la base de esos futuros museos.
Es normal que, en este ambiente enciclopédico e ilustrado, donde la educación es la
base de todo, empiece a tomar relevancia las bibliotecas, sobre todo públicas. También
el nacimiento de las academias, como lugares donde los artistas formen en base a unas
normas, generalmente neoclásicas, pues los profesores van a estar instruidos en ese tipo
de pensamientos e ideas clásicas. El arte bello, el arte perfecto, la búsqueda del modelo
ideal, la importancia del dibujo…
No solo nacen academias de arte, sino de historia, ciencia… Se regula la enseñanza.
Salón Carré en el Louvre (aquí se exponían los mejores trabajos de los profesores y
alumnos. Los cuadros que no se vendían se guardaban, creando sus propios fondos). La
real academia de Historia española (1738).
Para que la gente entienda están las piezas de obra que se exponen, se crea la figura del
crítico. Esto surge de manera escrita, ya que generalmente se ve en periódicos. El padre
de la crítica será Diderot.