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Introducción

Existen dentro de la economía diaria diversas figuras que hacen parte del

intercambio mercantil. En este caso haremos referencia a los títulos valores que

son documentos indispensables para la dinámica económica, deben ser

diligenciados por las partes, firmados por el deudor que tiene una obligación

dineraria, de tal manera que se le reconoce un derecho al acreedor o al tenedor,

con una serie de garantías que le infunden confianza a las personas que los

utilizan, además, hace parte de los bienes comerciales y pueden ser utilizados

por comerciantes y no comerciantes.

Dentro de la legislación comercial colombiana se ha establecido la existencia de

título valor con espacios en blanco, es aquel donde se han dejado algunos espacios en

blanco.

en ellos encontramos pagarés y las letras de cambio, que son completamente

válidas siempre que se llenen los espacios con lo acordado las instrucciones del

creador del título. El título valor en blanco tiene su origen cuando quien crea el

título no llena los espacios establecidos o todos los espacios o valores que debe

contener el título valor. Esto facilitando que un título valor puede estar

previamente creado con los parámetros establecidos por las partes en la carta

de instrucciones.
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Una firma puesta sobre un papel en blanco (Art. 622 inciso 2º del Código de Comercio),

entregado por el firmante con la intención de que se convierta en título valor, se considera

título valor en blanco y dará derecho al tenedor de llenarlo. Para que el título una vez

completado, pueda hacerse valer contra cualquiera de los que en él han intervenido antes

de completarse, debe ser llenado estrictamente conforme a las instrucciones del

suscriptor.15 No obstante si un título de esta clase es negociado, después de llenado, en

forma contraria a las instrucciones, a favor de un tenedor de buena fe exenta de culpa,

será válido y efectivo para el tenedor y éste podrá hacerlo valer como si se hubiera

llenado de acuerdo a las mismas. En derecho comercial la buena fe, aún la exenta de

culpa se presume.
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Desarrollo

La legislación colombiana en la parte mercantil manifiesta la existencia de

títulos valores en blanco, obviando el hecho de que estos títulos están sujetos a

una manera de llenarse según lo acordado en la carta de instrucciones, ya que

de no ser así, se iría en contra de los intereses de la persona que lo firmó

estando este en blanco, y los requisitos para su existencia se encuentran

señalados en el artículo 622 del Código de Comercio, entre ellos podemos

resumirlo y explicarlo de la siguiente manera: el título debe ser diligenciado por

el tenedor legítimo (la persona que ostente el título) y que este documento se le

llenen sus espacios en blanco de acuerdo a las instrucciones de los

concordantes, de ese modo, el legítimo tenedor del título en blanco no puede

prescindir de las instrucciones de su suscriptor cuando se vaya a llenar. Las

instrucciones deben ser claras y determinadas, además de que deben

establecerse los requisitos mínimos señalados por la ley, además de las

características propias del título valor, también podemos decir que el título debe

llenarse previamente antes de presentar el documento para el pago, negociarlo

o ejercer la acción cambiaria orientada al recaudo del valor del título.

La forma más adecuada de transferir el crédito, sin que por ejemplo: un título

valor en blanco sea diligenciado, sea mediante una cesión y notificación al

deudor, en lo establecido en los artículos 1959 y siguientes del Código Civil.


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Esto se podría basar en que, mientras el título valor en blanco no se haya

diligenciado, no se tiene un derecho incorporado y sin que se haya incorporado

un derecho crediticio no hay título valor al carecer de sus elementos esenciales

propiamente dicho, ni tampoco susceptible de ser endosado.

Mediante el Concepto 2000085581-2 del 24 de enero del 2001 la

superintendencia financiera de Colombia señaló lo siguiente respecto al

contenido de la carta de instrucciones:

“a. Tipo de título valor.

b. Identificación completa del título sobre el cual recaen las instrucciones.

c. Elementos generales y particulares del título, que no se consignen en este, y

para el cual se dan las instrucciones.

d. Eventos y circunstancias que autorizan al tenedor legítimo para llenar el título

valor. La copia de las instrucciones debe quedar en poder de quien las otorga.”

¿Qué es una Carta de instrucciones en los títulos valores en blanco?

En el momento en el que se suscribe un título valor en blanco se concede

facultades al legitimo tenedor del título valor para que lo pueda diligenciar,
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previendo que esto puede prestarse para arbitrariedades, para esto sea crea la

carta de instrucciones, para poder hacer este tipo de trámites de manera segura

desde el punto de vista jurídico. En efecto, la norma es clara en que debe

realizarse previamente una carta de instrucciones, para que de esta manera los

espacios en blanco se diligencien de acuerdo a las instrucciones o condiciones

allí contenidas, De esta manera, la carta de instrucciones tiene que ser

completamente entendible y precisa en los señalamientos o parámetros en los

que se debe diligenciar el título como tal, y en efecto, el tenedor pueda

diligenciar lo que la carta de instrucciones contemple.

¿Qué ha dicho la Jurisprudencia al respecto?

La Sentencia T-968, la Corte Constitucional señaló lo siguiente:

cuando no hay instrucciones o existe inconformidad en la formalidad en que se

suscribió el título, tal situación no excluye el mérito ejecutivo que tiene el título

valor, sino que implica ajustarlo a lo realmente acuerden las partes.

La Sala de Casación Civil Mediante sentencia de tutela afirmó que:

“la inobservancia de las instrucciones previamente manifestadas para llenar los

espacios en blanco de un título valor no dirige automáticamente a su nulidad o

ineficacia. Puesto que ante esa irregularidad la solución es ajustar el documento

a las condiciones que realmente acuerden el suscriptor y el tenedor”

La norma es bastante clara, cuando se diligencie un título valor en blanco se

debe realizar en concordancia a la carta de instrucciones, de manera que, si

algún acto de mala fe o por error ocurre, el título valor podría perder validez, o
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tenerla hasta lo que permite la carta de instrucciones. Sin embargo, si no se

presenta una carta de instrucciones, el título valor carece de mérito ejecutivo, en

este caso, la carga de la prueba recae sobre el acreedor y no al tenedor que

diligencia los mencionados valores en blanco.

La consecuencia, si se firma una letra de cambio o un pagaré con un dato en

blanco, como el monto o valor a restituir sin que se alargue la carta de

instrucciones, el tenedor de la letra podrá escribir la cifra que desee, y tendrá

que probar que no existía una carta de instrucciones.

Probar el hecho de que un título valor se haya diligenciado sin haber seguido las

instrucciones es algo relativamente fácil, pero sólo en el evento donde hay una

carta de instrucciones, pero el hecho de probar que no había una carta de

instrucciones es un asunto más complicado aún.

Conclusión

Quien crea un título valor en blanco está aceptando de previamente todo lo que

en este se incluya en un futuro, y para cancelar ese acuerdo, necesita demostrar

que no hubo carta de las instrucciones que era necesario dar al momento de

firmar el título valor en blanco. El creador de un título valor en blanco siempre

debe expedir la carta de instrucciones y tenerla bajo custodio en algún lugar

seguro, donde se sepa su ubicación y su estado material.


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Jurídicamente es posible suscribir títulos valores en blanco, siempre y cuando

vayan acompañados de sus correspondientes instrucciones.

El contenido de las instrucciones es un límite que tiene el tenedor legítimo de un

título valor en blanco para diligenciar el citado documento.

Por otra parte, es importante aclarar que si llega a surgir una controversia sobre

la forma en que el tenedor legítimo diligenció el título valor en blanco, se debe

acudir ante las instancias judiciales, pues estas son las únicas competentes para

dirimir dicho conflicto y no las autoridades administrativas, como por ejemplo la

Superintendencia Financiera.
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Bibliografía:

Código de comercio. D ECRETO 410 DE 1971 (arts. 622 y siguientes) 1971

Sentencia T-968, corte constitucional (Bogotá, Colombia) 2013

Sentencia T-968 del 2011, corte suprema de justicia SC civil (Bogotá, Colombia)

2011

Concepto 2000085581-2, superintendencia financiera (Bogotá, Colombia) 2001

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