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Raziel Figueroa Pantoja

Licenciatura en Filosofía SUA

Dra. Martínez de la Escalera Lorenzo


Ana María De Las Mercedes

Intr. Fil. Prin. Tec. Inv. Fil. I

Ensayo: ¿Qué es la crítica?, Judith Butler

“Para que la crítica opere como parte de una práctica (…), tiene que captar los
modos en que las propias categorías se instituyen, la manera en que se ordena el
campo de conocimiento, y cómo lo que este campo suprime retorna, por así decir,
cómo su propia oclusión constitutiva (…) la crítica interroga sobre la constitución
oclusiva del campo del conocimiento al que pertenecen (…)”

“la construcción de sí y la desujeción suceden simultáneamente cuando se


aventura un modo de existencia que no se sostiene en lo que él (Foucault) llama
régimen de la verdad”

“la tarea primordial de la crítica no será evaluar si sus objetos (…) son buenos o
malos, ensalzables o desestimables, sino poner en relieve el propio marco de
evaluación”

“¿qué tiene de bueno pensar de otra manera si no sabemos de antemano que


pensar de otra manera produce un mundo mejor, si no tenemos un maro moral en
el cual decidir con conocimiento que ciertas posibilidad o modos nuevos de pensar
de otra manera impulsarán ese mundo cuya mejor condición podemos juzgar con
estándares seguros y previamente establecidos? (…) volver a un significado más
fundamental de crítica con el fin de ver qué problema hay con la manera en que la
cuestión se formula, para formular la cuestión de nuevo, de forma que se pueda
trazar una aproximación más productiva hacia el lugar que ocupa la ética en el
seno de la política (…) resulta que la crítica es una práctica que requiere una
cierta cantidad de paciencia, al igual que la lectura, de acuerdo con Nietzsche,
requiere que actuemos un poco más como vacas que como humanos,
aprendiendo el arte del lento rumiar.”

“repensemos la crítica como una práctica en la que formulamos la cuestión de los


límites de nuestros más seguros modos de conocimiento (…) una se interroga
sobre los límites de los modos de saber porque ya se ha tropezado con una crisis
en el interior del campo epistemológico que habita. Las categorías mediante las
cuales se ordena la vida social producen una cierta incoherencia o ámbitos
enteros en los que no se puede hablar (…)”

De acuerdo a la propuesta mostrada a lo largo del ensayo escrito por Judith, la


búsqueda de Foucault en la propuesta de la Crítica como una práctica, está ligada
a un modo de vida. Una forma de desujeción de los sujetos a partir del alcance de
los límites del conocimiento de sí dentro de los parámetros del saber dado en el
contexto en que los sujetos se desenvuelven.

Hay un cierto eco a las situaciones vividas en tiempos recientes por los grupos
minoritarios que representan a las muy diversas sexualidades disidentes, que se
encuentran en constante cuestionamiento de sí mismos y del mundo normalizado
y normalizante al respecto de sus respectivas identidades, de sus modos de
manifestarse y de ser dentro de lo establecido.

Sin embargo, no parece ser una cuestión que atañe únicamente a las
sexualidades no-normadas o a movilizaciones de grupos disconformes. Tal como
lo planteaba Kant en su respuesta a la pregunta ¿Qué es la Ilustración? al apelar a
la liberación intelectual y a la madurez de la razón en el género humano, casi
pareciera leerse en Foucault la misma voz alentadora orientada a la búsqueda de
la liberación de los juegos de los discursos de verdad.

Hay, un riesgo latente, según lo propuesto por Butler, y es poner en juego la


propia libertad en la búsqueda de ese estilo, de esa transformación de sí. Pues es
siempre al borde del saber válido, que otro-saber es posible.

Es un movimiento que puede verificarse también dentro de la práctica del


psicoanálisis, sobre todo de corte lacaniano, por poner un ejemplo. Puesto que el
sujeto, en la búsqueda de un sujeto-supuesto-saber que le presente su deseo, el
analizante se encuentra con la imposibilidad de encontrarlo en ese otro, además
de con la evidente castración simbólica en la que se encuentra ese en quien ha
depositado tal expectativa, y no hace sino devolverse a sí mismo toda posible
proyección afectiva y con ello mismo, dar cuenta de su deseo más allá del
padecimiento que la no-apropiación de sí hacía manifiesta en su psique y en su
cuerpo.

Encuentro que, justo en esta triada de Kant-Foucault-Butler, se retoma


constantemente la responsabilidad y el cuestionamiento de sí y de los saberes
depositados sobre el uno-mismo como propuesta ética.

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