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Observatorio de Flamenco

Antropología teatral y
baile flamenco
Una relación posible
Voy llegando al flamenco desde las co- talmente distintos. Dichos principios cons-
marcas del teatro. He crecido en este úl- tituyen el bios escénico del intérprete, son
timo, empezando adolescente y siendo los principios de la pre-expresividad; es
ya mujer madura; pero teniendo la piel decir, un estado previo a toda emoción o
de una niña de ocho años, caminando reacción, que pertenece al universo sub-
en la espesura descomunal del flamenco, textual e invisible del actor/ bailarín, pero
con el aire arrebatado de tanta vivencia que a la vez produce en él una calidad de
fresca, de tanta terrenal jondura. El fla- energía extra-cotidiana, generando no-
menco y el teatro me miran la cabellera, torias tensiones físicas y mentales; como
se confrontan entre ellos en el seno de un estar al acecho. “Una vida dispuesta
mí misma, establecen relaciones, dialo- a transformarse en acciones y reacciones
gan en los pasillos de mi ser creador y precisas”, en términos de Barba. Estos
escénico, haciendo brotar poemas, rugi- principios, tan frecuentes de encontrar
dos en mis entrañas y también nuevas en las artes escénicas orientales, se re-
preguntas en mi tarea docente como fieren principalmente al peculiar uso del
Laura Moss
maestra de actores. Preguntas y refle- peso, la mantención de un equilibrio siem-
Catedrática de la Facultad de Teatro
de la Universidad Veracruzana, escritora xiones, íntimamente ligadas a los impul- pre precario, el despertar de la columna
y colaboradora en distintas publicaciones sos de acción acuñados en mi cuerpo, a vertebral, el particular despliegue en el
de flamenco. los registros feroces que tanto el arte dra- uso de los ojos y las manos, la alternancia
mático como el arte flamenco van dejando entre simetría y asimetría, la importancia
aquí en mi alma. En todo caso, teoría vin- de la oposición, de los contrastes, de la
culada estrechamente a mi práctica ar- omisión o contención. En suma, una pre-
tística, a mi quehacer pedagógico. En sencia o energía escénica que convierte
todo caso, una praxis. Fue así que en el cuerpo del intérprete en un cuerpo de-
2005 y a raíz del poderoso impacto que cidido, vivo, orgánico, dilatado, conectado
el flamenco y el aprendizaje del Baile es- profundamente a su universo biográfico,
taban produciendo en mi, inicié una in- mental, emocional y con un alto poder
vestigación (1) sobre el arte y la técnica para atraer y capturar la percepción del
del Baile Flamenco y su posible relación espectador, llevándolo cinestésica y emo-
con el trabajo del actor, enfocada desde tivamente, a ser parte activa y co-creadora
el paradigma de la Antropología teatral; del hecho escénico.
en tanto campo de estudio relevante den- Huelga decir que en los artistas fla-
tro de las teorías teatrales contemporá- mencos, en general, y en las bailaoras y
neas. bailaores, en particular, estos principios
A modo de aproximación diré que el aparecen fuertemente integrados a sus
teórico y creador Eugenio Barba (2) (con instrumentos escénicos. No podría ser
quien estudié en Buenos Aires y en Mé- de otro modo tratándose del Baile fla-
xico) acuña el término Antropología teatral menco, con sus rotundas exigencias téc-
y la define como “el estudio del compor- nicas: motoras, rítmicas, energéticas, de
tamiento biológico y socio-cultural del coordinación; pero también emotivas, ex-
hombre en una situación de representa- presivas, comunicativas. Con lo altamente
ción”. Es por ello que una de sus princi- distintivo, primario, visceral y entrañado
pales tareas ha sido y es la de realizar un que connota su expresividad. Con sus
análisis transcultural de las diversas téc- tremendos contrastes y asimetrías. Con
nicas de formación y entrenamiento del su gran capacidad de conexión y escucha
actor/ bailarín. Rescatando aquellos prin- en relación a los otros elementos esen-
cipios “que retornan”, es decir, aquellos ciales del flamenco; el cante y la música.
principios reconocidos como similares a Con su enorme proyección escénica que
Foto de la exposición
ʻEl color del baile fla-
pesar de las diferencias de lugares, épo- deja huella en la memoria del espectador
mencoʼ, de Paco Sán- cas y tradiciones, y que regulan el com- y con todos los impulsos de las distintas
chez. Fondos del Centro portamiento del intérprete sobre el esce- culturas de su historia, metidos en sus
Andaluz de Flamenco. nario, aunque los espectáculos sean to- cuerpos; encendiendo sus vivencias, sus

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recuerdos arquetípicos, su presencia. Por expandir su instrumento escénico...” (3). de Teatro de la Universidad Veracruzana cuyo
éstas y otras razones, es posible estable- Hacia ese sitio donde lo patético, lo titulo es Arte y técnica del baile flamenco. Una
cer analogías y relaciones complejas entre hierático, lo festivo del flamenco se con- valiosa contribución a la formación del actor y
su trabajo sobre la presencia escénica. El pro-
el Baile flamenco y los principios pre-ex- jugan en contrastes inesperados. Hacia
ducto artístico-académico de dicha investigación
presivos postulados por la Antropología ese sitio donde el ritmo se convierte en es su libro Flamenco por dentro. Trazos poéticos.
teatral. Los artistas que nos dejan marcas los pulsos de un cuerpo “en vida” y el Publicado en 2008 por Signatura Ediciones y
en el alma, tanto del Baile flamenco como equilibrio precario deviene necesario. Allí, prologado por Manuel Ríos Ruiz.
del Teatro, poseen la virtud de penetrar donde lo apolíneo y dionisiaco se desdo- (2) Discípulo de Jerzy Grotovsky, creador del
en el “espacio invisible que sostiene lo vi- blan en contención y vértigo, flamencos. Odin Teatret en 1964, fundador del ISTA Inter-
sible”. Basta con verlos pasearse como Y la “sangre” y su “color” hacen con la national School of Theatre Anthropology en 1970.
fieras a lo largo de un ayeo, o imaginando “piel” un todo, indivisible, orgánico. Allí, Autor de La canoa de papel, Las islas flotantes,
Más allá de las islas flotantes, Anatomía del
abedules, altos, envueltos de niebla, en donde el cuerpo se dilata y la temperatura
actor, entre otros títulos.
una obra de Chejov. se eleva. Donde la tierra y el cielo, la vida (3) Pasaje final de su ponencia, relacionada con
Y de la misma manera que el Baile y la muerte, danzan su oposición, dialéc- la investigación antes mencionada acerca del
flamenco -forjado como tal en los cafés tica. baile flamenco y el trabajo del actor, presentada
cantantes andaluces de finales del siglo Allí, hacia ese sitio, en el VII Coloquio de Estudios de la Cultura: Los
XIX- ha mantenido durante toda su historia “donde tiembla enmarañada Estudios Culturales en Iberoamérica. Los nuevos
una constante apertura hacia aquellas la obscura raíz objetos culturales, compartiendo mesa de trabajo
manifestaciones culturales y artísticas del grito” con la antropóloga Cristina Cruces Roldán , de
la Universidad de Sevilla, en el marco de la Feria
que pudieran enriquecerlo, entre ellas el Y el gesto es signo,
Internacional del Libro (FIL 2006) de Guadalajara,
Teatro, así también el Arte del actor puede cuerpo habitado, Jalisco. México, en la cual Andalucía fue la In-
ser enriquecido por el Baile flamenco, a duende, vitada de Honor. Dicho pasaje aparece publicado
través de un entrenamiento no lineal, pero misterio. en el libro Flamenco por dentro. Trazos poéticos.
lleno de sentido. Laura Moss. Signatura Ediciones. España
“(...) Un entrenamiento que le permita (1) Investigación llevada a cabo en la Facultad 2008. pág. 341.

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