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BOLILLA XIV

Procesos Especiales

Interdictos y pretensiones posesorias


Son interdictos aquellas pretensiones que nacen con motivo de la
perturbación o despojo de la posesión o tenencia de un bien mueble o inmueble,
o de una obra nueva que afectare a un inmueble, y cuya finalidad consiste en
obtener una decisión judicial que ampare o restituya la posesión o la tenencia u
ordene la suspensión definitiva o destrucción de la obra.
Igual origen y fin tienen las pretensiones posesorias, con la diferencia de
que acuerdan al poseedor que reúna los requisitos de los Art. 2473 y 2478 a
2481 CC, aunque en la actualidad, es discutible la autonomía de dichas
pretensiones.
El régimen del CPN ha perdido sentido a raíz de la reforma introducida
por la ley 17711 a los Art. 2469, 2487, 2488 y 2490 del C Civil.
El CPN acuerda los interdictos de retener y de recobrar al poseedor actual
como al mero tenedor, mientras que el 574 del CC derogado, excluía la tenencia
del primero.
El CPN somete a las pretensiones posesorias al trámite del juicio
ordinario, y a los interdictos al trámite del juicio sumarísimo (Art. 607, 615, 619
y 623), y descarta la posibilidad de que sustanciada y decidida una pretensión
posesoria o un interdicto, la parte vencida plantee la cuestión posesoria en un
proceso posterior, como lo autorizaba el Art. 579 del CC derogado; por lo tanto,
estas sentencias adquieren efecto de cosa juzgada en lo que atañe al tema de la
posesión, pudiendo el vencido ejercer sólo la correspondiente pretensión real
(Art. 622 y 623 2º párr.), que se sustanciará por los trámites del juicio ordinario
o del sumario según sea su cuantía (Art. 320 inc. 1º y 2º).
Aunque la ley 17711 no derogó expresamente las normas que instituyen
los requisitos exigidos a la posesión por el CC (anualidad, carencia de vicios,
etc.), en razón de que el Art. 2469 CC (actual), concede explícitamente las
llamadas “acciones posesorias” a todo poseedor, con prescindencia de su
naturaleza, se impone la conclusión de que al margen de la inadecuada técnica
legislativa utilizada, aquellas normas deben reputarse implícitamente derogadas.
Clases de interdictos admisibles

606. Clases. Los interdictos sólo podrán intentarse:


1. Para adquirir la posesión o la tenencia.
2. Para retener la posesión o la tenencia.
3. Para recobrar la posesión o la tenencia.
4. Para impedir una obra nueva.

1-Interdicto de Adquirir
Tiene por objeto conseguir la investidura en una posesión o tenencia que
nunca se tuvo, no configura un verdadero interdicto. Su procedencia se halla
supeditada a la demostración, por parte del peticionario, de su título o derecho a
la posesión o a la tenencia.
607. Procedencia. Para que proceda el interdicto de adquirir se requerirá:
1. Que quien lo intente presente título suficiente para adquirir la posesión
o la tenencia con arreglo a derecho.
2. Que nadie tenga título de dueño o usufructuario de la cosa que
constituye el objeto del interdicto.
3. Que nadie sea poseedor o tenedor de la misma cosa.

608. Procedimiento. Promovido el interdicto, el juez examinará el título y


requerirá informe sobre las condiciones de dominio.
Si lo hallare suficiente, otorgará la posesión o la tenencia, sin perjuicio de
mejor derecho, y dispondrá la inscripción del título, si correspondiere.
Si otra persona también tuviere título o poseyere el bien, la cuestión
deberá sustanciarse en juicio ordinario o sumario, según lo determine el juez
atendiendo a la naturaleza y complejidad del asunto.
Cuando alguien ejerciera la tenencia de la cosa, la demanda contra él se
sustanciará por el trámite del juicio sumarísimo.
Si el título que presenta el actor para adquirir la posesión o la tenencia
deriva del que invoca el oponente para resistirla, el juez dispondrá que la
controversia tramite por juicio sumario o sumarísimo, atendiendo a las
circunstancias del caso.
Se trate de proceso contencioso o voluntario, la sentencia debe dictarse
“sin perjuicio de mejor derecho”, ya que, por un lado, no puede ser ejecutada en
perjuicio de quien ocupa la cosa invocando el título de dueño, usufructuario,
poseedor o tenedor, por otro lado, el pronunciamiento no impide la
interposición de las pretensiones reales que pueden corresponder a las partes
(Art.622).
609. Anotación de litis. Presentada la demanda, podrá decretarse la anotación de
litis en el Registro de la Propiedad, si los títulos acompañados y los antecedentes
aportados justificaren esa medida precautoria. (Respaldan la verosimilitud del
derecho).

2- Interdicto de retener
Pretensión procesal mediante la cual quién ejerce la posesión o tenencia de
una cosa mueble o inmueble, reclama el amparo judicial frente a actos que
implican una perturbación potencial o efectiva de aquellas situaciones.
610. Procedencia. Para que proceda el interdicto de retener se requerirá:
1. Que quien lo intentare se encuentre en la actual posesión o tenencia de
una cosa, mueble o inmueble.

2. Que alguien amenazare perturbarle o lo perturbase en ellas mediante


actos materiales.

611. Procedimiento. La demanda se dirigirá contra quien el actor denunciare que


lo perturba en la posesión o tenencia, sus sucesores o copartícipes, y tramitará
por las reglas del proceso sumarísimo.

612. Objeto de la prueba. La prueba sólo podrá versar sobre el hecho de la


posesión o tenencia invocada por el actor, la verdad o falsedad de los actos de
perturbación atribuidos al demandado, y la fecha en que éstos se produjeron.

613. Medidas precautorias. Si la perturbación fuere inminente, el juez podrá


disponer la medida de no innovar, bajo apercibimiento de aplicar las sanciones a
que se refiere el artículo 37.

617. Modificación y ampliación de la demanda. Si durante el curso del interdicto


de retener se produjere el despojo del demandante, la acción proseguirá como
interdicto de recobrar, sin retrotraer el procedimiento, en cuanto fuese posible.
Cuando llegare a conocimiento del demandante la existencia de otros
sucesores, copartícipes o beneficiarios, podrá ampliar la acción contra ellos en
cualquier estado del juicio. (Es un supuesto de transformación de la pretensión
fundada en razones de economía procesal).

3- Interdicto de Recobrar
También denominado interdicto de despojo, es la pretensión por la cual
quien ejerce la posesión o tenencia de una cosa mueble o inmueble de la que ha
sido total o parcialmente despojado, reclama judicialmente la restitución de esa
posesión o tenencia.

614. Procedencia. Para que proceda el interdicto de recobrar se requerirá:


1. Que quien lo intente, o su causante, hubiere tenido la posesión actual o
la tenencia de una cosa mueble o inmueble.
2. Que hubiere sido despojado total o parcialmente de la cosa, con
violencia o clandestinidad. Este interdicto requiere, como condición esencial,
que haya mediado desapoderamiento efectivo, total o parcial, del bien sobre el
que recae, no siendo suficiente la simple molestia o turbación en la posesión o
tenencia.

615. Procedimiento. La demanda se dirigirá contra el autor denunciado, sus


sucesores, copartícipes o beneficiarios del despojo y tramitará por juicio
sumarísimo.
Sólo se admitirán pruebas que tuvieren por objeto demostrar el hecho de la
posesión o tenencia invocadas, así como el despojo y la fecha en que éste se
produjo.

616. Restitución del bien. Cuando el derecho invocado fuere verosímil y


pudieren derivar perjuicios si no se decretare la restitución inmediata del bien, el
juez podrá ordenarla previa fianza que prestará el reclamante para responder por
los daños que pudiere irrogar la medida.

617. Modificación y ampliación de la demanda. Si durante el curso del interdicto


de retener se produjere el despojo del demandante, la acción proseguirá como
interdicto de recobrar, sin retrotraer el procedimiento, en cuanto fuese posible.
Cuando llegare a conocimiento del demandante la existencia de otros
sucesores, copartícipes o beneficiarios, podrá ampliar la acción contra ellos en
cualquier estado del juicio.
618. Sentencia. El juez dictará sentencia, desestimando el interdicto o mandando
restituir la posesión o la tenencia del bien al despojado.
La sentencia hace cosa juzgada en cuanto a la existencia o inexistencia de
desapoderamiento ilegítimo, no impidiendo el ejercicio de las pretensiones reales
q pudieren corresponder a las partes (622).

622. Juicio posterior. Las sentencias que se dictaren en los interdictos de adqurir,
retener y recobrar no impedirán el ejercicio de las acciones reales que pudieren
corresponder a las partes.

4- Interdicto de obra nueva


Pretensión procesal en cuya virtud el poseedor o tenedor de un inmueble
que es turbado en su posesión o tenencia por una obra nueva que afectare a ese
bien, reclama que la obra se suspenda durante la tramitación del proceso y se
ordene destruir en la sentencia.
Fundamento en el Código Civil:
2498. Si la turbación en la posesión consistiese en obra nueva, que se comenzara
a hacer en terrenos e inmuebles del poseedor, o en destrucción de las obras
existentes, la acción posesoria será juzgada como acción de despojo.
2499. Habrá turbación de la posesión, cuando por una obra nueva que se
comenzara a hacer en inmuebles que no fuesen del poseedor, sean de la clase que
fueren, la posesión de éste sufriere un menoscabo que cediese en beneficio del
que ejecuta la obra nueva.
[Quien tema que de un edificio o de otra cosa derive un daño a sus bienes
puede denunciar ese hecho al juez a fin de que se adopten las oportunas medidas
cautelares.] (párrafo agregado por ley 17.711.)

2500. La acción posesoria en tal caso tiene el objeto de que la obra se suspenda
durante el juicio, y que a su terminación se mande deshacer lo hecho.
2501. Las acciones posesorias serán juzgadas sumariamente y en la forma que
prescriban las leyes de los procedimientos judiciales.

Código Procesal Nación:


619. Procedencia. Cuando se hubiere comenzado una obra que afectare a un
inmueble, su poseedor o tenedor podrá promover el interdicto de obra nueva.
Será inadmisible si aquélla estuviere concluida o próxima a su terminación.
La acción se dirigirá contra el dueño de la obra y, si fuere desconocido,
contra el director o encargado de ella. Tramitará por el juicio sumarísimo.
El juez podrá ordenar preventivamente la suspensión de la obra.

620. Sentencia. La sentencia que admitiere la demanda dispondrá la suspensión


definitiva de la obra o, en su caso, su destrucción y la restitución de las cosas al
estado anterior, a costa del vencido.

Disposiciones comunes a los interdictos


1- Es competente el juez del lugar en q esté situada la cosa sobre la cual versan
los interdictos (Art. 5 inc. 1º párr. 2º)
2- En concordancia a los Art. 2456, 2493 y 4038 CC, el Art. 621 CPN prescribe
que los interdictos de retener, de recobrar y de obra nueva no podrán
promoverse después de transcurrido un año de producidos los hechos en que
se fundaren.
3- Las sentencias que se dicten en los interdictos de adquirir, retener o recobrar
no impiden el ejercicio de las pretensiones reales que pudieren corresponder
a las partes (Art. 622).

Pretensiones Posesorias
623. Trámite. Las acciones posesorias del Título 3, Libro 3, del Código Civil,
tramitarán por juicio sumario.
Deducida la acción posesoria o el interdicto, posteriormente sólo podrá
promoverse acción real.
Actualmente, no comporta un rasgo distintivo con respecto a los
interdictos, de manera que el poseedor o tenedor puede optar entre el trámite del
juicio sumario y el del sumarísimo.
ACCIÓN AMPARO - LEY 16.986 -
AMPARO: Peligro inminente, arbitrario, agotadas las instancias
administrativas.
Procede: contra todo acto u omisión de la administración pública, que en forma
actual o inminente, lesione, restrinja, altere o amenace contra arbitrariedades o
ilegalidad los derechos protegidos en la Constitución Nacional.
No procede: respecto de la libertad ambulatoria
Plazos: 15 días hábiles desde que ocurrió el acto o desde que se tomó
conocimiento.
Demanda: * requisitos del art. 330, más nombre de la autoridad * ante jueces de
1° instancia civíl comercial y laboral.* prueba documental y mencionar de la
restante que intente valerse.
Juez competente: el del lugar del acto lesivo
Tienen que estar agotadas todas las instancias administrativas. El juez hará un
primer examen de tiempo, lugar y forma y requerirá de la autoridad
administrativa y de la presentación de un informe circunstanciado dentro del
plazo que el juez fije.
Recibido ese informe, el juez fija audiencia para producción de pruebas y emite
sentencia dentro de las 48 hs.
SENTENCIA
Es apelable dentro de las 48 hs. Hábiles, y puede que:
1) se rechace in límine
2) o que se resuelva el fondo haciendo o no lugar
Recibida la cédula de notificación, se concede el recurso en relación fundado
ante el mismo juez y se eleva al superior para que resuelva.
COSTAS
1) rige el principio objetivo de la derrota
2) no para la parte actora, si el acto en cuestión, cesa antes de producirse el
informe. NO SE PAGA TASA DE JUSTICIA.
El juez puede pedir medidas para mejor proveer y requerir las actuaciones
administrativas.
PROVINCIA DE CHUBUT. LEY Nº 4.244. LEY DE HABEAS DATA.

RAWSON-CHUBUT, 5 diciembre de 1996


BOLETIN OFICIAL - 31/12/1996

ARTICULO 1.- La presente ley tiene por objeto la reglamentación del


procedimiento de protección de los datos de carácter personal que obren en
registros o bancos de datos públicos pertenecientes al Estado Provincial y los
Municipios, y en sus similares privados, estos últimos siempre y cuando estén
destinados a generar y proveer de información a terceros y no se afecte el secreto
de la fuente de información periodística.

ARTICULO 2.- Esta ley no rige respecto de los siguientes registros o bancos de
datos: a) Los pertenecientes a personas físicas con fines de uso exclusivamente
personal y su información no sea transferida a terceros ni difundida; b) Los que
reproduzcan datos ya publicados en boletines, diarios o repertorios oficiales; c)
Los de sistemas de informática jurídica accesibles al público que reproduzcan
disposiciones o resoluciones judiciales publicadas en repertorios oficiales; d) Los
registros de titularidad de periodisticas u órganos periodisticos en tanto sean
utilizados para su difusión pública a tráves de un medio de prensa o para la
investigación periodística.

ARTICULO 3.-Toda persona, física o jurídica, se encuentra legitimada para


interponer acción de habeas data o amparo especial de protección de los datos
personales, en la medida que se considera afectada por la información a ella
referida obrante en regístros o bancos de datos públicos o privados, con las
modalidades y alcances previstos en el artículo 56 de la Constitución Provincial
y esta ley que constituye su reglamentación. En el caso de las personas físicas, la
acción podrá ser ejercida por sus sucesores.

ARTICULO 4.- La acción procederá contra los titulares, responsables o usuarios


de registros o bancos de datos públicos y también privados, de conformidad con
lo establecido en el artículo 1' de la presente ley.

ARTICULO 5.- La acción tiene por objeto permitir acceder al conocimiento de


los datos obrantes en el registro relativos a la persona, su finalidad y
destinatarios de la información. Puede también consistir el objeto de la acción en
solicitar la supresión, rectificación, confidencialidad o actualización, en
cualquiera de los casos total o parcial, de los datos existentes, en aquellos casos
de error, omisión, falsedad, uso discriminatorio o cualquier otro tipo de
utilización ilícita.

ARTICULO 6.- Cuando una persona física y jurídica tenga razones para
presumir que en un registro o banco de datos, público o privado, obra
información acerca de ella, tendrá derecho a requerir a su titular o responsable se
le haga conocer dicha información y finalidad. Del mismo modo, cuando de
forma directa o en razón del requerimiento del párrafo anterior, tome
conocimiento de que la información es errónea, con omisiones, falsa, utilizada
con fines discriminatorios o difundida a terceros cuando por su naturaleza o
forma de obtención deba ser confidencial, la persona afectada tendrá derecho a
exigir del titular o responsable del registro o banco de datos su supresión,
rectificación, confidencialidad o actualización.

ARTICULO 7.- El requerimiento formulado en virtud de lo dispuesto por el


artículo 6' de esta ley deberá ser respondido por escrito dentro de los quince días
corridos de haber sido intimado en forma fehaciente el titular o responsable del
registro o banco de datos. En caso de corresponder, las supresiones, correcciones
o pedido de uso confidencial a los que alude el párrafo segundo del artículo
anterior, deberán ser cumplimentadas dentro de los quince días corridos de
comunicada la solicitud por medio fehaciente. En todos los casos, la
información, rectificación, actualización o supresión de datos se efectuará sin
cargo alguno para el solicitante.

ARTICULO 8.- La falta de contestación o de cumplimiento o lo requerido al


titular o responsable del registro o banco de datos, habilita la interposición de la
acción de habeas data. También habilita su interposición una contestación que a
juicio del solicitante sea insuficiente o inexacta. La acción deberá ser interpuesta
dentro de los quince días corridos contados desde el vencimiento de los plazos
establecidos en el artículo 7.

ARTICULO 9.- La acción deberá interponerse por escrito, individualizando con


la mayor precisión posible el nombre y domicilio del registro o banco de datos, y
su titular o responsable.
ARTICULO 10.- El accionante deberá alegar las razones por las cuales entiende
que en el registro o banco de datos obra información referente a su persona. El
juez habrá de evaluar la razonabilidad de la petición con criterio amplio,
expidiéndose en caso de duda por la admisibilidad de la acción al solo efecto de
requerir la información al registro o banco de datos.

ARTICULO 11.- En el caso de que la acción también por objeto alguno de los
supuestos enumerados en el artículo 5 párrafo segundo de esta ley, el actor
deberá indicar los motivos por los cuales considera que la información que le
atañe resulta errónea, falsa, incompleta o utilizada con fines discriminatorios o
ilícitos. En su caso, indicará además las razones por las cuales aun siendo exacta
la información entiende que debe ser de tratamiento confidencial e impedirse su
divulgación y/o transmitirse a terceros. El
accionante deberá acompañar la prueba documental correspondiente , o bien
individualizarla, de no encontrarse en su poder, y ofrecer la restante.

ARTICULO 12.- Interpuesta la acción, el juez deberá pronunciarse en el término


de dos días sobre su procedencia formal, pudiendo dar vista al procurador fiscal.
Esta vista no suspende el curso del plazo.

ARTICULO 13.- Admitida la acción, el juez requerirá al registro o banco de


datos la remisión de la información concerniente al accionante, acompañando
copia de la presentación efectuada. Podrá también solicitar informes sobre el
soporte técnico de los datos, documentación relativa a la recolección y cualquier
otro aspecto conducente a la resolución de la causa. El plazo para
contestar el informe será establecido prudencialmente por el juez, pero nunca
podrá ser superior a cinco días.

ARTICULO 14.- Los registros o bancos de datos privados no podrán alegar la


confidencialidad de la información requerida, a excepción de aquello que pudiera
afectar el secreto de las fuentes de información periodística, la que queda a salvo
de las disposiciones de esta ley.

ARTICULO 15.- Los registros o bancos de datos públicos sólo estarán


exceptuados de remitir la información requerida cuando medien razones
vinculadas a la preservación del orden y seguridad públicos. En tales casos,
deberá acreditarse fehacientemente la vinculación entre la información y la
preservación de dichos valores. El juez de la causa evaluará con criterio
restrictivo toda oposición al envio de la información sustentada en las causales
mencionadas. La resolución judicial que insista con la remisión de
los datos será apelable dentro del segundo día de notificada. El recurso se
interpondrá fundado. La apelación será denegada o concedida en ambos efectos
dentro del segundo día. En caso de ser concedida, será elevada a la Cámara de
Apelaciones dentro del día de ser concedida.

ARTICULO 16.- Al contestar el informe el requerido deberá indicar las razones


por las cuales incluyó la información cuestionada y, en su caso, por qué entiende
que la misma no debe ser considerada de tratamiento confidencial. Deberá
también acompañar la documentación que entienda vinculante y ofrecer el resto
de la prueba.

ARTICULO 17.- De haberse ofrecido prueba, se fijará audiencia para su


producción dentro del tercer día.

ARTICULO 18.- En caso de que requerido manifestara que no existe en el


registro o banco de datos información sobre el accionante y éste acreditara por
algún medio de prueba que tomó conocimiento de ello, podrá solicitar las
medidas cautelares que estime corresponder de conformidad con las
prescripciones del Código Procesal Civil y Comercial.

ARTICULO 19.- Vencido el plazo para la contestación del informe o contestado


el mismo y, en su caso, habiendo sido producida la prueba, el juez dictará
sentencia dentro del tercer día. En caso de estimarse procedente la acción, la
sentencia ordenará que la información debe ser suprimida, rectificada,
actualizada o declarada confidencial, según corresponda, estableciendo asimismo
el plazo para su cumplimiento.

ARTICULO 20.- En caso de incumplirse con la sentencia, y sin perjuicio de su


ejecución forzosa, el juez podrá disponer, a pedido de parte: a) La aplicación de
astreintes cuando el condenado fuere un registro o banco de datos privado; b) La
aplicación de multas de tipo personal cuando el condenado fuere un registro o
banco de datos público. La multa será aplicada sobre la remuneración del titular
o responsable del organismo del cual dependa el registro o banco de datos. Su
retención y depósito judicial será responsabilidad del servicio administrativo del
área.

ARTICULO 21.- Todos los plazos vinculados con el procedimiento judicial a


que hace referencia esta ley deben entenderse como hábiles.

ARTICULO 22.- Sin perjuicio de lo establecido en el artículo 15 sólo serán


apelables para ambas partes la sentencia definitiva, y en su caso del accionante
también la que declare la inadmisibilidad formal de la acción.

ARTICULO 23.- Serán de aplicación supletoria en el procedimiento de habeas


data el Decreto 583/63 y las normas sobre acción de amparo que en lo sucesivo
lo modifiquen o reemplacen y las disposiciones del Código Procesal Civil y
Comercial, en particular las relativas al proceso sumarísimo.

ARTICULO 24.- LEY GENERAL. Comuníquese al Poder Ejecutivo.

FIRMANTES: CHAYEP PASUTTI

El Hábeas Data en el Derecho Argentino

1. Introducción
2. El derecho a controlar la información personal
3. La interpretación doctrinaria y jurisprudencial del texto
constitucional

Introducción
El hábeas data puede ser concebido como una acción judicial para acceder a
registros o bancos de datos, conocer los datos almacenados y en caso de existir
falsedad o discriminación corregir dicha información o pedir su
confidencialidad.
Somos de la idea que una futura regulación del habeas data debería limitarse a
establecer solamente los aspectos procesales, tal como lo han hecho
recientemente las provincias de Mendoza, Chaco y Chubut.
La influencia de la Informática y las nuevas tecnologías en el derecho a la
intimidad (con especial referencia a la recopilación de datos personales) ha
llevado al pensamiento jurídico a conceptualizar un nuevo derecho como
variante del primero: el derecho a controlar la información personal existente en
registros y bancos de datos, y actuar en consecuencia.
 

El derecho a controlar la información personal


a) Derechos protegidos por el habeas data.
Un primer punto a esclarecer es el de los derechos que el hábeas data protege y
de qué forma lo hace.
En nuestro Derecho, un sector de la doctrina lo ha asociado al derecho a la
intimidad. Así, Bidart Campos relacionó la indefensión de la persona frente al
mal uso de sus datos y a la publicidad de los mismos con el derecho
constitucional a la privacidad.
Bergel lo ha caracterizado como un derecho humano de tercera generación
que surge frente a la necesidad de una protección adecuada de la privacidad ante
el desmedido avance de las tecnologías de la información.
Ekmekdjian lo califica como una garantía al derecho a la intimidad.
Badeni sostiene que su propósito es evitar que mediante el uso de la
informática se pueda lesionar el honor o la intimidad de las personas y
particularmente el segundo.
Sagüés lo define como una subespecie de amparo destinada a preservar los
valores constitucionales de verdad o igualdad.
De lo expuesto surge que el habeas data protege un "complejo de derechos
personalísimos", que incluyen la privacidad y la identidad, relacionados a su vez
con la imagen y con los conceptos de verdad e igualdad.
Compartimos la tesis que sostiene que el habeas data ampara la identidad
pero aclarando que ello no implica descartar que el hábeas data proteja también
el derecho a la privacidad. Sucede que cuando los datos divulgados son
sensibles, se afecta también este derecho, y de ahí que el mismo sea también
objeto de tutela por esta acción.
Pero resulta claro que cuando un sujeto pretende corregir información
falsa o discriminatoria almacenada en un banco de datos público o privado y que
es difundida a terceros, lo que intenta es principalmente tutelar la identidad que
el registrado posee frente a la sociedad.
Por lo demás, no puede olvidarse que ambos derechos -intimidad e
identidad-, por ser "personalísimos" tienen un fundamento único que es el
reconocimiento que la persona humana tiene un valor en si misma y como tal
cabe reconocerle una dignidad.
En síntesis, el hábeas data no sólo protege entonces el derecho a la
privacidad sino también el derecho a la identidad a través de los valores "verdad"
e "igualdad". Todo dependerá de la situación que se intenta amparar por el
habeas data.
Primero, recordemos cómo la Corte Suprema ha definido al derecho a la
privacidad. En el leading case "Ponzetti de Balbin" dijo que el derecho a la
intimidad previsto por el art. 19 de la Constitución ampara la autonomía
individual integrada por sentimientos, hábitos, costumbres, relaciones familiares,
posición económica, creencias religiosas, salud mental y física y todos los
hechos y datos que integran el estilo de vida de una persona que la comunidad
considera reservadas al individuo y cuyo conocimiento o divulgación significa
un peligro para la intimidad.
En aquella oportunidad la Corte Suprema de Justicia de la Nación también
sostuvo que:
"...nadie puede inmiscuirse en la vida privada de una persona ni violar áreas de
su actividad no destinadas a ser difundidas, sin su consentimiento o el de sus
familiares autorizados para ello y sólo por ley podrá justificarse la intromisión,
siempre que medie un interés superior en resguardo de la libertad de los otros,
la defensa de la sociedad, las buenas costumbres o la persecución del crimen".
Y el Juez Petracchi dijo en su voto que es
"el derecho genérico al aseguramiento de un área de exclusión sólo reservada a
cada persona y sólo penetrable por su libre voluntad ...".
De este concepto queremos resaltar la faz negativa del derecho a la
intimidad, caracterizada por la facultad del afectado de excluir de su zona de
reserva las intromisiones a su vida privada.
Pero de este concepto negativo se evoluciona a uno positivo, donde lo que
se busca no es excluir a terceros del propio ámbito de reserva que constituye la
esfera privada, sino dar al agraviado una herramienta legal para acceder a la
información que de éste se posea y controlarla, verificarla y corregirla en caso
que sea defectuosa o le cause algún perjuicio.
Lo importante es tener el control sobre los propios datos.
Este concepto también esta siendo receptado en algunas decisiones
judiciales. A comienzos de 1996 la Corte Suprema dictó un fallo relacionado con
el alcance de los derechos personalísimos frente al almacenamiento de datos en
registros informáticos.
El caso se origina cuando el Colegio Público de Abogados de la Capital se
niega a suministrar a la Dirección General Impositiva (DGI) los datos sobre sus
matriculados, argumentando que la entrega de dicha información afectaba el
ámbito de autonomía individual de los abogados inscriptos y ponía en peligro
real o potencial la intimidad de los mismos. El ente recaudador acudió a la
justicia, logrando que el juez de primera instancia ordenara al Colegio que
suministrase la información negada bajo apercibimiento de proceder al secuestro
de los registros correspondientes.
Apelada la decisión, la Cámara confirmó por mayoría lo decidido en la
instancia anterior. Comenzó señalando que los datos requeridos por la DGI se
publican anualmente en la guía que anualmente edita la entidad forense, y que se
trata de datos públicos y no de datos íntimos que deban como principio
mantenerse dentro de la esfera privada de la persona. Agregó asimismo que la
Dirección General Impositiva no los solicitaba para divulgarlos sino para
ejecutar funciones que le son propias en la fiscalización del cumplimiento de
obligaciones previsionales. Contra esa resolución el Colegio Público interpuso
recurso extraordinario, cuya denegación motivo la respectiva queja.
En lo que a nosotros nos interesa, la resolución de la Corte recuerda la
definición dada en "Ponzetti de Balbin" sobre el derecho a la intimidad pero
agrega además que este derecho se halla consagrado en forma genérica por el art.
19 de la Constitución Nacional y especificado respecto de alguno de sus aspectos
en los arts. 18, 43 y 75 inc. 22 (los dos últimos según la reforma de 1994) de la
Constitución.
Es decir que el Alto Tribunal reconoce por primera vez que el art. 43 está
relacionado con el derecho a la privacidad.
La Corte seguidamente recoge los argumentos expuestos por el apelante
en el recurso extraordinario, aclarando que
"... en la era de las computadoras el derecho a la intimidad ya no puede reducirse
a excluir a los terceros de la zona de reserva, sino que se traduce en la facultad
del sujeto de controlar la información personal que de él figura en los
registros, archivos y bancos de datos...".
Aquí el Alto Tribunal adopta el concepto positivo del derecho a la
privacidad al que aludíamos anteriormente, es decir el derecho de acceso a la
información y la posibilidad de corregir aquella que sea inexacta o cause algún
perjuicio (art. 43 CN).
En relación al caso, confirma la sentencia de Cámara por considerar que
no existía una injerencia o intromisión en la vida privada de los matriculados.
Agregó finalmente que lo requerido por la DGI era conducente a sus tareas
legales y no constituía una transgresión de los derechos amparados por la
Constitución Nacional.
En nuestro país, se ha utilizado el hábeas data en varios casos como simple
medio de acceso a la información.
Y ello no implica negar que, además de acceder a la información, el
hábeas data posee otra finalidad que es la de corregir información falsa o
discriminatoria.
Así, recientemente la Cámara Civil lo ha conceptualizado, de acuerdo a su
finalidad, con un doble objetivo:
"La acción de hábeas data prevista en el art. 43, párrafo 3° de la Constitución
Nacional contempla un doble objeto. Por un lado, la posibilidad de que toda
persona tome conocimiento de los datos a ella referidos que consten en registros
o bancos de datos públicos o privados y de su finalidad, y por el otro, en caso de
falsedad o discriminación, se otorga el derecho para exigir su supresión,
rectificación, confidencialidad o actualización....".
Es así como surge en la doctrina jurídica -y se va receptando en la
jurisprudencia nacional-, un derecho de la persona a controlar los datos e
informaciones que otros tienen sobre ella y que hacen a su identidad, su
personalidad y sus hábitos, aspectos que a nuestro juicio son los que delimitan el
objeto o finalidad del habeas data.
 

La interpretación doctrinaria y jurisprudencial del texto constitucional


El art. 43, 3er párrafo de la nueva Constitución de 1994 dice que toda
persona podrá interponer esta acción para tomar conocimiento de los datos a ella
referidos y de su finalidad, que consten en registros y bancos de datos públicos, o
los privados destinados a proveer informes; y en caso de falsedad o
discriminación, para exigir la supresión, rectificación, confidencialidad o
actualización de aquellos. Agrega que no podrá afectarse el secreto de las fuentes
de información periodísticas.
En lo que sigue analizaremos la interpretación que los tribunales
argentinos han hecho del hábeas data a lo largo de estos tres años de vigencia de
la Constitución de 1994.
a) Operatividad del Habeas Data y aplicación subsidiaria de las normas del
amparo.
En primer lugar, cabe afirmar que el habeas data, tal como está legislado
en la Constitución Nacional, es una norma que reviste carácter operativo, por lo
que a pesar de su falta de reglamentación, cualquier afectado puede hacer valer
esos derechos.
Cabe recordar que la Corte Suprema sostuvo que una norma es operativa
cuando está dirigida a una situación de la realidad en la que puede operar
inmediatamente, sin necesidad de instituciones que deba establecer el congreso.
La falta de reglamentación, sin embargo, no ha sido óbice para que
prosperaran gran cantidad de demandas de habeas data.
Así como el habeas data tiene un parentesco etimológico con el habeas
corpus, respecto del amparo, el parentesco es procesal. Por ello, existe muy poca
discusión en cuanto a la aplicación del trámite del amparo como vía procesal.
Tanto la doctrina como también la jurisprudencia, han coincidido en tal solución.
Por lo cual la aplicación de las normas del amparo al habeas data se
debería realizar en forma subsidiaria y no directa.
Por ejemplo, los requisitos de interponer la acción dentro del plazo legal
establecido o la arbitrariedad exigida al acto lesivo conspiran contra el éxito de
esta acción ya que desvirtúan el instituto.
El amparo, como remedio o vía procesal de naturaleza excepcional
requiere que exista "ilegalidad o arbitrariedad manifiesta", el habeas data, en
cambio, tiene una finalidad muy específica, que es otorgar a toda persona un
medio procesal eficaz para proteger su intimidad, o evitar que terceras personas
hagan un uso indebido de información de carácter personal que le concierne.
A nuestro juicio la doctrina correcta la estableció un fallo de la Sala IV de
la Cámara en lo Contencioso Administrativo Federal de la Capital, que sostuvo,
respeto de la pretensión de la demandada que se cumpliera con el art. 2 inc. "e"
de la ley de amparo, lo siguiente:
"Cabe señalar que es cierto que, en tanto no se dicte una nueva norma, deben
aplicarse -en principio- a la acción prevista en el artículo 43 de la Constitución
Nacional las disposiciones de la ley 16.986 en todo aquello que no se oponga a
expresas directivas de la Carta Magna... Empero la mencionada ley de amparo
no puede ser aplicada, sin restricciones respecto del "habeas data", en razón de
que el objeto perseguido procesalmente difiere en ambos casos. Ello así, en la
medida en que, para la procedencia del habeas data no se requiere, en
principio, arbitrariedad o ilegalidad manifiestas dado que procede ante la mera
falsedad en el contenido de los datos o la discriminación que de ellos pudiere
resultar, y aún solo para conocer dichos datos, sin que sea necesario que ellos
vulneren inmediatamente derechos o garantías constitucionales... En tales
condiciones, no sería razonable una aplicación estricta de las reglas previstas
en el artículo segundo de la citada ley 16.986".
Aplicando esta regla al caso concreto el tribunal concluye que
"...pretender que la actora hubiese cumplido con el requisito establecido en el
inciso e) del referido artículo 2° de la ley de amparo se convertiría en un exceso
ritual...".
La interpretación que realizó la Cámara es elogiable. El hábeas data no es
un amparo, sino una acción independiente con la finalidad específica de tutelar
ciertos y determinados derechos -distintos a los genéricos del amparo-, y al que
se le aplican sólo en forma subsidiaria las normas del proceso de la ley 16.986.
La Suprema Corte de Mendoza sostuvo también que:
"A pesar de que la reforma constitucional lo ha icluido dentro de las previsiones
del amparo, el habeas data es un amparo especial, al cual no le es aplicable
todo lo regulado por la ley de amparo",
y agregó
"…por ende, dado que para la procedencia del habeas data no se requiere, en
principio arbitrariedad o ilegalidad manifiesta, siendo suficiente la mera
falsedad en el contenido de los datos, se ha sostenido que, si dicha acción se
inicia por la via del amparo", hay que probar la existencia de tales
circunstancias".
La aplicación de otros requisitos parece mas obvia, como es el caso de la
existencia de vías legales específicas para acceder a la información o la
existencia de recursos judiciales disponibles y que sean más aptos que el habeas
data.
Por ejemplo, los registros de propiedad, de créditos prendarios, de
antecedentes criminales, entre otros, poseen su propia reglamentación para
proveer datos a los registrados. Sólo cuando estas vías normales fueran
denegadas, y tal denegatoria se aparte de la normativa vigente será posible hablar
de una acción -en estos casos alternativa a esas vías ordinarias-, como la del
habeas data. También sucederá lo mismo si existen remedios judiciales
específicos para cumplir con el objetivo propuesto.
En síntesis, creemos que al enfundar el hábeas data dentro del proceso de
amparo, la jurisprudencia no ha hecho sino perjudicarlo en su aplicación
práctica.
 
b) Legitimación activa y pasiva en el hábeas data.
El tercer párrafo del artículo 43 CN autoriza a "toda persona ... para
tomar conocimiento de los datos a ella referidos...". Ello implica que su ejercicio
es de carácter personal, restringida sólo al afectado, a diferencia de lo que sucede
con el hábeas corpus, concedida al "afectado o cualquiera en su favor" (art. 43,
4° párrafo de la Constitución Nacional) o con el amparo destinado a tutelar los
"derechos de incidencia colectiva" (art. 43, 2do párrafo, ídem).
Por ello dice Quiroga Lavie que el hábeas data busca solamente que el
particular damnificado tome conocimiento de los datos a él referidos y su
finalidad. No podrá en consecuencia tomar conocimiento de datos de terceros, ni
de otras circunstancias registradas, aunque tuvieran directa vinculación con el
registro de datos personales materia de la acción.
Así se ha resuelto que "debe confirmarse el rechazo de la acción de
amparo iniciada por una empresa que tiene como objeto fundamental el servicio
de banco de datos con fines comerciales en el sentido que la DGI le suministre
el listado nacional de códigos de identificación tributaria (CUIT, CUIL, etc),
con los nombres y domicilios de las personas físicas y jurídicas".
La doctrina añade que no se trata de una acción popular y que sólo puede
articularla el afectado. Por último se subraya que la necesidad de acreditar el
derecho subjetivo vulnerado es imprescindible pues se tutelan intereses propios
que hacen a la naturaleza e imagen de una persona.
No debe descartarse la posibilidad de ejercer una suerte de "hábeas data
colectivo" en los casos de discriminación, lo que se ve posibilitado por una
interpretación conjunta del párrafo segundo del art. 43.
En doctrina se ha dicho que frente a un ente ideal el hábeas data protege
un derecho a la verdad sobre los datos sociales que se posean en un determinado
registro y que hagan a la reputación fama y buen nombre del afectado.
También se ha dicho, siguiendo la definición del Código Civil, que
"persona es todo sujeto susceptible de adquirir derechos y contraer
obligaciones", por lo que debe entenderse que comprende tanto a las personas
físicas como las personas jurídicas, con el alcance del art. 33 del Código Civil.
Como dijimos en el punto II de este trabajo, el hábeas data no sólo protege el
derecho a la privacidad sino también el derecho a la intimidad y los valores
"verdad" e "igualdad", términos que son plenamente aplicables a las personas
ideales.
Por último cabe preguntarse si los sucesores de una persona registrada
tienen legitimación para acceder a los datos del causante que obren en un banco
o base de datos. A nivel doctrinario se sostiene que la muerte, al extinguir la
persona -sujeto y soporte de todo derecho-, extingue igualmente aquellos bienes
jurídicos que le son sustancialmente inherentes.
En un caso resuelto en octubre de 1996, la Cámara de Apelaciones en lo
Contencioso Administrativo de la Capital Federal rechazó una demanda de
habeas data por la que el actor buscaba acceder a información sobre su hermano
desaparecido, la que obraría en bancos de datos de organismos del gobierno
nacional y de la provincia de Buenos Aires. La Sala sostuvo que "…el actor
carece de legitimación para intentar la presente acción en tanto los datos que
pretende recabar no están referidos a su persona…".
En disidencia votó la Dra. Marta Herrera, sosteniendo que el reclamo en
cuestión entrañaba el ejercicio de un derecho constitucional fundamental cuya
protección está garantizada procesalmente por el art. 25 de la Convención
Interamericana de Derechos Humanos, de jerarquía constitucional conforme el
art. 75 inc. 22 CN e implícitamente por el art. 33 de la Constitución nacional.
  En cuanto a la legitimación pasiva, el art. 43 menciona a los datos que
consten en "registros o bancos de datos públicos, o los privados destinados a
proveer informes".
Cabe aquí realizar una distinción. Por una parte quiénes son los sujetos
que responderán en el proceso según la calidad del registro.
Por la otra, qué clase de registros o bancos de datos son los accesibles
según las distintas situaciones.
En relación al primer supuesto, debe diferenciarse según se trate de
registro público o privado. En el primer caso generalmente será el funcionario
que esté a cargo del registro en virtud de la norma que regule su funcionamiento.
Tratándose del segundo, será el representante legal del mismo.
El texto constitucional habla de "registros" o "bancos de datos", que
pueden ser públicos o privados destinados a dar informes. Entendemos que se
hace alusión tanto a ficheros manuales como a los informatizados, pues con
ambos términos se está queriendo referenciar cualquier conjunto de datos o
información sobre el afectado, con independencia del soporte o la forma en que
estén almacenados.
Es decir que no se requiere un conjunto sistematizado de información, sino
que bastará que el demandado posea información cuya falsedad o discriminación
afecte al actor.
Respecto de los registros privados, el art. 43 CN tiene un carácter
limitativo pues se extiende sólo a aquellos "destinados a proveer informes". La
norma apunta a incluir en esta categoría principalmente a las empresas dedicadas
a proveer información sobre la capacidad crediticia tanto de personas
individuales como colectivas, que generalmente prestan sus servicios a bancos,
organizaciones financieras y compañías de seguro.

c) Competencia.
Las resoluciones judiciales han trazado una clara línea divisoria respecto
de la competencia en relación a la cuestión jurídica que se discuta en el juicio de
habeas data.
Si la acción se relaciona con situaciones regladas por el derecho privado y
el registro o base de datos pertenece a un particular, corresponde que la
jurisdicción ordinaria sea la competente para juzgar el tema.
Cuando la situación jurídica a tutelar por el hábeas data se relaciona con el
ejercicio de la función administrativa y los registros o bases de datos pertenecen
a la autoridad pública, el fuero competente debe ser el contencioso
administrativo.
Siguiendo esta línea de pensamiento se resolvió que es competente el
fuero contencioso administrativo si se solicitan pedidos de informes que versan
sobre la presunta existencia de un sumario administrativo vinculado a la
comisión de delitos e imputado de irregularidades administrativas a raíz de su
desempeño como funcionario público.
Pero la jurisprudencia no es uniforme cuando se trata de determinar el
tribunal que deberá entender en la acción de hábeas data cuando la demandada es
una empresa destinada a proveer informes.
Pero apuntando al criterio comercial de la provisión de informes, la
Cámara Comercial de la Capital, siguiendo lo dictaminado por su Fiscal, sostuvo
en sendos pronunciamientos que
"atento la manifestación del accionante referida a la inexistencia de
antecedentes comerciales o bancarios perjudiciales, en razón de la cual se
cuestionan los datos base de la información prestada, información que se
vincula con el giro comercial de la empresa accionada, la situación encuadra
prima facie dentro del ámbito mercantil (art. 7 Cód. Com)". Además se sostuvo
que era aplicable el art. 4 de la ley de amparo.
Este criterio es el seguido en el fuero mercantil, donde se resolvió que
"Si la demandada se dedica comercialmente a la difusión de información del
contenido de su banco privado de datos, lo que a criterio de este Ministerio la
coloca dentro de la órbita de los arts. 5 y ccdtes del Código Mercantil, de
acuerdo a lo normado en el art. 43 bis del dec. ley 1285/58 t.o. ley 23.637 la
justicia comercial es competente para entender en el juicio de habeas data".
A nuestro juicio, la competencia del tribunal para los casos de demandas
contra bancos de datos privados debe ser la civil, en atención a que la materia
que se halla en debate es un derecho personalísimo, regido por la Constitución
(arts. 19 y 43) y por la ley civil (art. 1071 bis C.C.).
En cambio, cuando el demandado es un registro público, en principio será
competente el fuero en lo Contencioso Administrativo.
d) Medidas cautelares.
Como en cualquier otro proceso, en el juicio de habeas data es posible
obtener también medidas precautorias. Ello siempre se den los requisitos que el
Código Procesal Civil y Comercial requiere para su procedencia.
El peticionante deberá cuidar que la medida cautelar y el objeto del
proceso -que en el habeas data suele ser suprimir, actualizar o rectificar la
información-, no coincidan, pues ello llevaría al rechazo de la medida.
Lo ideal será solicitar que el demandado se abstenga de difundir el dato
mientras dure el pleito.
Una alternativa a la posibilidad de prohibir la difusión del dato mientras
dure el litigio, sería anotar en dicho registro que el mismo está controvertido o
sometido a juicio como lo establecen algunas legislaciones extranjeras.
Esto último tendría como fundamento la medida cautelar de anotación de
litis pero en el propio registro demandado, con la obligación de informar, al
difundir el dato a terceros que el mismo está siendo cuestionado por un litigio.

Alimentos y litis pendencia


Juicio q tiende a satisfacer una pretensión fundad en la existencia de una
obligación alimentaria.
Régimen del Código Civil:
Se deben alimentos entre si: 1- Los cónyuges (198); 2- Los parientes por
consanguinidad (ascendientes, descendientes, hermanos y medios hermanos-
Art.367); 3- Los parientes afines vinculados en primer grado (368).
Fuera de la obligación q surge del matrimonio o del parentesco, también existe
en cabeza del donatario y a favor del donante, cuando la donación ha sido sin
cargo y éste último careciera de medios de subsistencia (Art.1837); también en la
hipótesis del legado de alimentos (Art.370).
La prestación de alimentos comprende: 372. La prestación de alimentos
comprende lo necesario para la subsistencia, habitación y vestuario
correspondiente a la condición del que la recibe, y también lo necesario para la
asistencia en las enfermedades.
Requisitos de la pretensión:
1-El vínculo (mediante las partidas q prueben el matrimonio o el parentesco)
2-La necesidad; la falta de medios para procurarse los alimentos y la
imposibilidad de adquirirlos con su trabajo (tratándose de cónyuges, no rige
cuando se trata de alimentos provisionales q deben fijarse durante la tramitación
del juicio de separación personal o de divorcio vincular- Art. 231- Juega luego
de decretada la separación o divorcio en el caso de q cualquiera de los cónyuges,
haya o no declaración de culpabilidad en la sentencia, solicita al otro la
prestación de alimentos y acredite la carencia de recursos propios suficientes y la
imposibilidad razonable de procurárselos- Art.209-).
3-El caudal económico del obligado (Es indispensable, pero cuando resulte
imposible –Ej. personas q trabajan en forma independiente- corresponde fijar una
cuota q cubra las necesidades mínimas de subsistencia).
Régimen del CPN:
En concordancia a las expuestas del CC, el CPN dispone:

638. Recaudos. La parte que promoviere juicio de alimentos deberá, en un


mismo escrito:
1. Acreditar el título en cuya virtud los solicita.
2. Denunciar, siquiera aproximadamente, el caudal de quien deba suministrarlo.
3. Acompañar toda la documentación que tuviere en su poder y que haga a su
derecho, de acuerdo con lo dispuesto en el artículo 333.
4. Ofrecer la prueba de que intentare valerse.
Si se ofreciere prueba testimonial, los testigos declararán en primera audiencia.
Procedimiento
639. Audiencia preliminar. El juez, sin perjuicio de ordenar inmediatamente las
medidas probatorias que fueren solicitadas, señalará una audiencia que tendrá
lugar dentro de un plazo que no podrá exceder de diez días, contado desde la
fecha de la presentación.
En dicha audiencia, a la que deberán comparecer las partes personalmente y el
representante del ministerio pupilar, si correspondiere, el juez procurará que
aquéllas lleguen a un acuerdo directo, en cuyo caso, lo homologará en ese mismo
acto, poniendo fin al juicio.
640.* Incomparecencia injustificada del alimentante. Efectos. Cuando, sin causa
justificada, la persona a quien se le requieren alimentos no compareciere a la
audiencia prevista en el artículo anterior, en el mismo acto el juez dispondrá:
1. La aplicación de una multa, a favor de la otra parte, que fijará entre [australes
cuatrocientos cuarenta mil trescientos doce con treinta y seis centavos y australes
ocho millones ochocientos seis mil doscientos cincuenta y uno con cuarenta y
nueve centavos] y cuyo importe deberá depositarse dentro de tercero día contado
desde la fecha en que se notificó la providencia que la impuso.
2. La fijación de una nueva audiencia que tendrá lugar dentro de quinto día, la
que se notificará con habilitación de día y hora, bajo apercibimiento de
establecer la cuota alimentaria de acuerdo con las pretensiones de la parte actora
y lo que resulte del expediente.
641. Incomparecencia injustificada de la parte actora. Efectos. Cuando quien no
compareciere sin causa justificada a la audiencia que prevé el artículo 639 fuere
la parte actora, el juez señalará nueva audiencia, en la misma forma y plazo
previstos en el artículo anterior, bajo apercibimiento de tenerla por desistida de
su pretensión si no concurriese.
642. Incomparecencia justificada. A la parte actora y a la demandada se les
admitirá la justificación de la incomparecencia por una sola vez. Si la causa
subsistiese, aquéllas deberán hacerse representar por apoderado, bajo
apercibimiento de lo dispuesto en los artículos 640 y 641, según el caso.
643. Intervención de la parte demandada. En la audiencia prevista en el artículo
639 el demandado, para demostrar la falta de título o derecho de quien pretende
los alimentos, así como la situación patrimonial propia o de la parte actora, sólo
podrá:
1. Acompañar prueba instrumental.
2. Solicitar informes cuyo diligenciamiento no podrá postergar, en ningún caso,
el plazo fijado en el artículo 644.
El juez al sentenciar valorará esas pruebas para determinar el monto de la
pensión, o para denegarla, en su caso.

Sentencia

644. Sentencia. Cuando en la oportunidad prevista en el artículo 639 no se


hubiere llegado a un acuerdo, el juez, sin necesidad de petición de parte, deberá
dictar sentencia dentro de cinco días, contados desde que se hubiese producido la
prueba ofrecida por la parte actora. Admitida la pretensión el juez fijará la suma
que considere equitativa y la mandará abonar por meses anticipados, desde la
fecha de interposición de la demanda.
Las cuotas mensuales a que se refiere este artículo, como también las
suplementarias previstas en el siguiente, devengarán intereses desde la fecha
fijada en la sentencia para el pago de cada una de ellas.
645. Alimentos atrasados. Respecto de los alimentos que se devengaren durante
la tramitación del juicio, el juez fijará una cuota suplementaria, de acuerdo con
las disposiciones sobre inembargabilidad de sueldos, jubilaciones y pensiones, la
que se abonará en forma independiente.
La inactividad procesal del alimentario crea la presunción, sujeta a prueba en
contrario, de su falta de necesidad y, con arreglo a las circunstancias de la causa,
puede determinar la caducidad del derecho a cobrar las cuotas atrasadas referidas
al período correspondiente a la inactividad.
La caducidad no es aplicable a los beneficiarios menores de edad; tampoco,
cuando la aparente inactividad del interesado es provocada por la inconducta del
alimentante.
Recursos. Cumplimiento de la sentencia y percepción de las cuotas

646. Percepción. Salvo acuerdo de partes, la cuota alimentaria se depositará en el


banco de depósitos judiciales y se entregará al beneficiario a su sola
presentación. Su apoderado únicamente podrá percibirla cuando existiere
resolución fundada que así lo ordenare.
647. Recursos. La sentencia que deniegue los alimentos será apelable en ambos
efectos. Si los admitiere, el recurso se concederá en efecto devolutivo. En este
último supuesto, una vez deducida la apelación, se expedirá testimonio de la
sentencia, el que se reservará en el juzgado para su ejecución, remitiéndose
inmediatamente las actuaciones a la cámara.
648. Cumplimiento de la sentencia. Si dentro de quinto día de intimado el pago,
la parte vencida no lo hubiere hecho efectivo, sin otra sustanciación se procederá
al embargo y se decretará la venta de los bienes necesarios para cubrir el importe
de la deuda.
649. Divorcio decretado por culpa de uno o de ambos cónyuges. Cuando se
tratase de alimentos fijados a favor de uno de los cónyuges durante la
sustanciación del juicio de divorcio, y recayese sentencia definitiva decretándolo
por culpa de aquél o de ambos, la obligación del alimentante cesará de pleno
derecho, sin perjuicio de lo dispuesto en el artículo 80 de la ley de matrimonio
civil.
650. Trámite para la modificación o cesación de los alimentos. Toda petición de
aumento, disminución, cesación o coparticipación en los alimentos, se
sustanciará por las normas de los incidentes en el proceso en que fueron
solicitados. Este trámite no interrumpirá la percepción de las cuotas ya fijadas.
En el incidente de aumento de la cuota alimentaria, la nueva cantidad fijada rige
desde la notificación del pedido.

Litisexpensas
651. Litisexpensas. La demanda por litisexpensas se sustanciará de acuerdo con
las normas de este Título. Las litisexpensas consisten en la suma de dinero q el
beneficiario de los alimentos tiene derecho a solicitar a quien deba
suministrárselos, con el objeto de atender los gastos de un juicio determinado
(Ej. divorcio).
El derecho de solicitar las litisexpensas surge de los Art. 375 y 1295 del CC.
Tiene carácter provisional (procede la aplicación cuando los gastos superen los
calculados), y su obtención se halla sujeta al cumplimiento de los recaudos
establecidos con respecto a los alimentos. En los juicios de divorcio, se ha
decidido q corresponde la paralización de los procedimientos hasta q se
verifiquen el pago de la suma fijada en concepto de litisexpensas. Esta suma,
además debe cubrir los gastos ordinarios del juicio, excluyendo los honorarios
profesionales.

Código Civil:

375. El procedimiento en la acción de alimentos, será sumario, y no se


acumulará a otra acción que deba tener un procedimiento ordinario; y desde el
principio de la causa o en el curso de ella, el juez, según el mérito que arrojaren
los hechos, podrá decretar la prestación de alimentos provisorios para el actor, y
también las expensas del pleito, si se justificare absoluta falta de medios para
seguirlo.

1295.* Entablada la acción de separación de bienes, y aun antes de ella, si


hubiere peligro en la demora, la mujer puede pedir embargo de sus bienes
muebles que estén en poder del marido, y la no enajenación de los bienes de éste,
o de la sociedad. Puede también pedir que se le dé lo necesario para los gastos
que exige el juicio.
Rendición de cuentas

Obligación q contrae quien ha realizado actos de administración o de gestión por


cuenta y en interés de un tercero y en cuya virtud debe suministrar a éste un
detalle circunstanciado y documentado acerca de las operaciones realizadas,
estableciendo, eventualmente, el saldo deudor o acreedor resultante en contra o a
favor del administrador o gestor. Esta obligación recae, entre otros, sobre los
tutores, curadores, administradores de sociedades con posterioridad a la
extinción de ésta, mandatarios, gestores de negocios ajenos, comisionistas, etc.

La rendición de cuentas puede ser judicial o extrajudicial, según se efectúe


dentro de un juicio o constituya el objeto de una pretensión procesal fundada en
la negativa u omisión del obligado a rendirlas o en la negativa del dueño de los
bienes a recibirla.

La rendición de cuentas extrajudicial, como acto jurídico, está sujeto a la


impugnación por error, dolo, violencia o simulación; la rendición de cuentas
aprobada por sentencia sólo es impugnable a través de los recursos admisibles
contra ésta.

944. Son actos jurídicos los actos voluntarios lícitos, que tengan por fin
inmediato, establecer entre las personas relaciones jurídicas, crear, modificar,
transferir, conservar o aniquilar derechos.

1045. Son anulables los actos jurídicos, cuando sus agentes obraren con una
incapacidad accidental, como si por cualquiera causa se hallasen privados de su
razón, o cuando no fuere conocida su incapacidad impuesta por la ley al tiempo
de firmarse el acto, o cuando la prohibición del objeto del acto no fuese conocida
por la necesidad de alguna investigación de hecho, o cuando tuviesen el vicio de
error, violencia, fraude o simulación; y si dependiesen para su validez de la
forma instrumental, y fuesen anulables los respectivos instrumentos.

El CC derogado no reglamentaba el procedimiento de rendición de cuentas,


entonces, la jurisprudencia estableció q constaba de dos etapas: 1- de
comprobación de una obligación (q debía sustanciarse de acuerdo a las normas
del proceso ordinario), 2- trámite de rendición de cuentas (sujeta a las normas de
ejecución de sentencia q condenan al pago de cantidad líquida procedente de
frutos, pudiendo el proceso integrarse mediante una tercera etapa tendiente al
cobro del saldo activo determinado por la sentencia aprobatoria de las cuentas).

Reglas aplicables del CPN


5.* [Reglas generales. La competencia se determinará por la naturaleza de las
pretensiones deducidas en la demanda y no por las defensas opuestas por el
demandado. Con excepción de los casos de prórroga expresa o tácita, cuando
procediere, y sin perjuicio de las reglas especiales contenidas en este Código y
en otras leyes, será juez competente ....
6. En las acciones sobre rendición de cuentas, el del lugar donde éstas deban
presentarse, y no estando determinado, a elección del actor, el del domicilio de la
administración o el del lugar en que se hubiere administrado el principal de los
bienes. En la demanda por aprobación de cuentas regirá la misma regla, pero si
no estuviese especificado el lugar donde éstas deban presentarse, podrá serlo
también el del domicilio del acreedor de las cuentas, a elección del actor.
652. Obligación de rendir cuentas. La demanda por obligación de rendir cuentas
tramitará por juicio sumario, a menos que integrase otras pretensiones que
debieren sustanciarse en juicio ordinario.
El traslado de la demanda se hará bajo apercibimiento de que si el demandado no
la contestare, o admitiere la obligación y no las rindiere dentro del plazo que el
juez fije al conferir dicho traslado, se tendrán por aprobadas las que presente el
actor, en todo aquello que el demandado no pruebe que sean inexactas.
653. Trámite por incidente. Se aplicará el procedimiento de los incidentes
siempre que:
1. Exista condena judicial a rendir cuentas.

2. La obligación de rendirlas resultare de instrumento público o privado


reconocido, o haya sido admitida por el obligado al ser requerido por diligencia
preliminar.
654. Facultad judicial. En los casos del artículo anterior, si conjuntamente con el
pedido, quien promovió el incidente hubiere acompañado una cuenta
provisional, el juez dará traslado a la otra parte para que la admita u observe,
bajo apercibimiento de que si no lo hiciere se aprobará la presentada.
E1 juez fijará los plazos para los traslados y producción de prueba, atendiendo a
la complejidad de las cuentas y documentos que se hubiesen acompañado.
655. Documentación. Justificación de partidas. Con el escrito de rendición de
cuentas deberá acompañarse la documentación correspondiente. El juez podrá
tener como justificadas las partidas respecto de las cuales no se acostumbrare a
pedir recibos y fueren razonables y verosímiles.
656. Saldos reconocidos. El actor podrá reclamar el pago de los saldos
reconocidos por el demandado, sin esperar la resolución definitiva sobre las
cuentas y sin que por ello se entienda que las ha aceptado.
El pedido se sustanciará por las normas sobre ejecución de sentencias.
657. Demanda por aprobación de cuentas. El obligado a rendir cuentas podrá
pedir la aprobación de las que presente. De la demanda, a la que deberá
acompañarse boleta de depósito por el importe del saldo deudor, se dará traslado
al interesado, por el plazo que fije el juez, bajo apercibimiento de ser tenido por
conforme si no las impugnare al contestar. Se aplicará, en lo pertinente, el
procedimiento establecido en los artículos anteriores.

Mensura y deslinde

Mensura operación técnica consistente en ubicar con precisión el título de


propiedad sobre el terreno y en comprobar, a través del plano q se trate, la
coincidencia entre la superficie consignada en el título y la efectivamente
poseída, determinando, eventualmente, en cuál de las propiedades linderas se
halla la parte faltante.
Deslinde acto en cuya virtud se establece, mediante una mensura la línea
divisoria entre dos propiedades contiguas cuyos límites se encuentran
confundidos.
Amojonamiento consiste en el hecho de colocar señales tendientes a precisar
sobre el terreno los límites de las propiedades q han sido objeto de un deslinde.
Mensura- Procedimiento
Tiene carácter voluntario, pues tiende a satisfacer una petición unilateral del
solicitante y no otorga derechos de posesión o dominio, q en su caso, deben
hacerse valer en el correspondiente proceso contencioso de conocimiento.
658. Procedencia. Procederá la mensura judicial:
1. Cuando estando el terreno deslindado, se pretendiera comprobar su superficie.

2. Cuando los límites estuvieren confundidos con los de un terreno colindante.


659. Alcance. La mensura no afectará los derechos que los propietarios pudieren
tener al dominio o a la posesión del inmueble.
660. Requisitos de la solicitud. Quien promoviere el procedimiento de mensura,
deberá:
1. Expresar su nombre, apellido y domicilio real.

2. Constituir domicilio legal, en los términos del artículo 40.


3. Acompañar el título de propiedad del inmueble.
4. Indicar el nombre, apellido y domicilio de los colindantes o manifestar que
los ignora.
5. Designar el agrimensor que ha de practicar la operación.
El juez desestimará de oficio y sin sustanciación previa la solicitud que no
contuviere los requisitos establecidos.
661. Nombramiento del perito. Edictos. Presentada la solicitud con los requisitos
indicados en el artículo anterior, el juez deberá:
1.Disponer que se practique la mensura por el perito designado por el requirente.
2.Ordenar se publiquen edictos por tres días, citando a quienes tuvieren interés
en la mensura. La publicación deberá hacerse con la anticipación necesaria para
que los interesados puedan concurrir a presenciarla, por sí o por medio de sus
representantes.
En los edictos se expresará la situación del inmueble, el nombre del solicitante,
el juzgado y secretaría, y el lugar, día y hora en que se dará comienzo a la
operación.
3.Hacer saber el pedido de mensura a la oficina topográfica.
662. Actuación preliminar del perito. Aceptado el cargo, el agrimensor deberá:
1.Citar por circular a los propietarios de los terrenos colindantes, con la
anticipación indicada en el inciso 2 del artículo anterior y especificando los datos
en él mencionados.
Los citados deberán notificarse firmando la circular. Si se negaren a hacerlo, el
agrimensor deberá dejar constancia en aquélla ante dos testigos, que la
suscribirán.
Si los propietarios colindantes no pudiesen ser notificados personalmente, la
diligencia se practicará con quien los represente, dejándose constancia. Si se
negare a firmar, se labrará acta ante dos testigos, se expresarán en ella las
razones en que fundare la negativa y se lo tendrá por notificado.
Si alguno de los terrenos colindantes fuese de propiedad fiscal, el agrimensor
deberá citar a la autoridad administrativa que corresponda y a su representante
judicial.
2. Cursar aviso al peticionario con las mismas enunciaciones que se especifiquen
en la circular.
3. Solicitar instrucciones a la oficina topográfica y cumplir con los requisitos de
carácter administrativo correspondientes a la intervención asignada a ese
organismo.
663. Oposiciones. La oposición que se formulare al tiempo de practicarse la
mensura no impedirá su realización, ni la colocación de mojones. Se dejará
constancia, en el acta, de los fundamentos de la oposición, agregándose la
protesta escrita, en su caso.
664. Oportunidad de la mensura. Cumplidos los requisitos establecidos en los
artículos 660 a 662, el perito hará la mensura en el lugar, día y hora señalados,
con la presencia de los interesados o de sus representantes.
Cuando por razones climáticas o mal estado del terreno no fuese posible
comenzar la mensura en el día fijado en las citaciones y edictos, el profesional y
los interesados podrán convenir nueva fecha todas las veces que ello sea
necesario, labrándose siempre acta de cada postergación.
Cuando la operación no pudiere llevarse a cabo por ausencia del profesional, el
juzgado fijará la nueva fecha. Se publicarán edictos, se practicarán citaciones a
los linderos y se cursarán avisos con la anticipación y en los términos del artículo
662.
665. Continuación de la diligencia. Cuando la mensura no pudiere terminar en el
día, proseguirá en el más próximo posible. Se dejará constancia de los trabajos
realizados y de la fecha en que continuará la operación, en acta que firmarán los
presentes.
666. Citación a otros linderos. Si durante la ejecución de la operación se
comprobare la existencia de linderos desconocidos al tiempo de comenzarla, se
los citará, si fuere posible, por el medio establecido en el artículo 662, inciso 1.
El agrimensor solicitará su conformidad respecto de los trabajos ya realizados.
667. Intervención de los interesados. Los colindantes podrán:
1. Concurrir al acto de la mensura acompañados por peritos de su elección,
siendo a su cargo los gastos y honorarios que se devengaren.
2. Formular las reclamaciones a que se creyeren con derecho, exhibiendo los
títulos de propiedad en que las funden. El agrimensor pondrá en ellos constancia
marginal que suscribirá.
Los reclamantes que no exhibieron sus títulos sin causa justificada, deberán
satisfacer las costas del juicio que promovieren contra la mensura, cualquiera
fuese el resultado de aquél.
La misma sanción se aplicará a los colindantes que, debidamente citados, no
hubiesen intervenido en la operación de mensura sin causa justificada.
El perito deberá expresar, oportunamente, su opinión técnica acerca de las
observaciones que se hubiesen formulado.
668. Remoción de mojones. El agrimensor no podrá remover los mojones que
encontrare, a menos que hubiesen comparecido todos los colindantes y
manifestasen su conformidad por escrito.
669. Acta y trámite posterior. Terminada la mensura, el perito deberá:
1. Labrar acta en la que expresará los detalles de la operación y el nombre de los
linderos que la han presenciado. Si se hubiere manifestado disconformidad, las
razones invocadas.

2.Presentar al juzgado la circular de citación y, a la oficina topográfica, un


informe acerca del modo en que ha cumplido su cometido y, por duplicado, el
acta y el plano de la mensura. Será responsable de los daños y perjuicios que
ocasionare su demora injustificada.
670. Dictamen técnico administrativo. La oficina topográfica podrá solicitar al
juez el expediente con el título de propiedad. Dentro de los treinta días contados
desde la recepción del acta y diligencia de mensura o, en su caso, del expediente
requerido al juez, remitirá a éste uno de los ejemplares del acta, el plano y un
informe acerca del valor técnico de la operación efectuada.
671. Efectos. Cuando la oficina topográfica no observare la mensura y no
existiere oposición de linderos, el juez la aprobará y mandará expedir los
testimonios que los interesados solicitaren.
672. Defectos técnicos. Cuando las observaciones u oposiciones se fundaren en
cuestiones meramente técnicas, se dará traslado a los interesados por el plazo
que fije el juez. Contestados los traslados o vencido el plazo para hacerlo, aquél
resolverá aprobando o no la mensura, según correspondiere, u ordenando las
rectificaciones pertinentes, si fuere posible.
Competencia
5.* [Reglas generales. La competencia se determinará por la naturaleza de las
pretensiones deducidas en la demanda y no por las defensas opuestas por el
demandado. Con excepción de los casos de prórroga expresa o tácita, cuando
procediere, y sin perjuicio de las reglas especiales contenidas en este Código y
en otras leyes, será juez competente:

1.Cuando se ejerciten acciones reales sobre bienes inmuebles, el del lugar donde
esté situada lo cosa litigiosa. Si éstas fuesen varias, o una sola pero situada en
diferentes jurisdicciones judiciales, será el del lugar de cualquiera de ellas o de
alguna de sus partes, siempre que allí tenga su domicilio el demandado. No
concurriendo tal circunstancia, será el del lugar en que esté situada cualquiera de
ellas, a elección del actor. La misma regla regirá respecto de las acciones
posesorias, interdictos, restricción y límites del dominio, medianería,
declarativa de la prescripción adquisitiva, mensura y deslinde y división de
condominio....
Deslinde-

Pretensión q busca poner fin al condominio forzoso q el Art. 2746 CC instituye


entre propietarios de inmuebles colindantes y da lugar a un proceso contencioso
q busca el pronunciamiento de una sentencia q con eficacia de cosa juzgada en
sentido material, fije en forma definitiva la correspondiente línea divisoria. El
deslinde supone la mensura (busca ubicar el título en el terreno, aclarar la
confusión y deslindar las heredades contiguas).

Constituye pretensión de deslinde q no se conozca con certeza la línea divisoria


entre los fundos colindantes; si existe controversia sobre el límite separativo
mediando una zona litigiosa sobre la cual las partes se atribuyen derechos
mutuamente, corresponde la pretensión reivindicatoria y no la de deslinde.(Art.
2747), al igual q si hubieran desaparecido los mojones.

Código Civil:

2746. El que poseyere terrenos cuyos límites estuvieren confundidos con los de
un terreno colindante, repútase condómino con el poseedor de ese terreno, y
tiene derecho para pedir que los límites confusos se investiguen y se demarquen.

2747. Cuando los límites de los terrenos estén cuestionados, o cuando hubiesen
quedado sin mojones por haber sido éstos destruidos, la acción competente a los
colindantes es la acción de reivindicación para que a uno de los poseedores se le
restituya el terreno en cuya posesión estuviese el otro.
2748. La acción de deslinde tiene por antecedente indispensable la contigüidad y
confusión de dos predios rústicos. Ella no se da para dividir los predios urbanos.
2749. Esta acción compete únicamente a los que tengan derechos reales sobre el
terreno, contra el propietario del fundo contiguo.
2750. Puede dirigirse contra el Estado respecto de los terrenos dependientes del
dominio privado. El deslinde de los fundos que dependen del dominio público
corresponde a la jurisdicción administrativa.
2751. La posesión de buena fe de mayor parte de terrenos que la que expresan
los títulos, no aprovecha al que la ha tenido.
2752. Los gastos en mejoras de la línea separativa son comunes a los
colindantes; pero cuando la demarcación fuese precedida por investigación de
límites, los gastos del deslinde se repartirán proporcionalmente entre ellos, según
la extensión del terreno de cada uno.
2753. El deslinde de los terrenos puede hacerse entre los colindantes por acuerdo
entre ellos que conste de escritura pública. Bajo otra forma será de ningún valor.
El acuerdo, la mensura y todos los antecedentes que hubiesen concurrido a
formarlo deben presentarse al juez para su aprobación; y si fuese aprobado, la
escritura otorgada por personas capaces, y la mensura practicada, servirán en
adelante como título de propiedad, siempre que no se causare perjuicio a tercero.
En lo sucesivo, el acto puede únicamente ser atacado por las causas que permiten
volver sobre una convención. (Deslinde extrajudicial).
2754. El deslinde judicial se hará por agrimensor, y la tramitación del juicio, será
la que prescriban las leyes de procedimiento. (Deslinde Judicial).
2755. No siendo posible designar los límites de los terrenos, ni por los vestigios
antiguos ni por la posesión, la parte dudosa de los terrenos será dividida entre los
colindantes, según el juez lo considere conveniente.

En concordancia al Art. 2753, el 673 del CPN dispone:

673. Deslinde por convenio. La escritura pública en que las partes hubiesen
efectuado el deslinde deberá presentarse al juez, con todos sus antecedentes.
Previa intervención de la oficina topográfica se aprobará el deslinde, si
correspondiere.
Proceso
674. Deslinde judicial. La acción de deslinde tramitará por las normas
establecidas para el juicio sumario.
Si el o los demandados no se opusieren a que se efectúe el deslinde, el juez
designará de oficio perito agrimensor para que realice la mensura. Se aplicarán,
en lo pertinente, las normas establecidas en el Capítulo 1 de este Título, con
intervención de la oficina topográfica. (En concordancia con el Art. 2747 CC,
aquí no media oposición).
Presentada la mensura, se dará traslado a las partes por diez días, y si expresaren
su conformidad, el juez la aprobará estableciendo el deslinde. Si mediare
oposición a la mensura, el juez, previo traslado y producción de prueba por los
plazos que fijare, dictará sentencia.
675. Ejecución de la sentencia que dispone el deslinde. La ejecución de la
sentencia que declare procedente el deslinde se llevará a cabo de conformidad
con las normas establecidas en el artículo anterior. Si correspondiere, se
efectuará el amojonamiento. (Es en caso de haber mediado oposición).

División de cosas comunes

Es uno de los medios de conclusión del condominio, y consiste en transformar el


derecho inmaterial del condominio en una fracción material, equivalente a su
interés dentro de la cosa.
Esta pretensión puede ser deducida por todo copropietario y en cualquier tiempo,
y su admisibilidad está condicionada, básicamente, a la concurrencia de dos
requisitos: 1- la existencia de una copropiedad debidamente reconocida; 2- la
inexistencia de cláusulas de indivisión dentro de los límites fijados por la ley
(Art. 2693 CC), o de normas legales q la establezcan (Art. 2710 a 2716 CC).
La división de condominio debe necesariamente hacerse con intervención
judicial en el supuesto de q existan menores o incapaces interesados (Art. 3465
inc. 1º CC).

Procedimiento
5.* [Reglas generales. La competencia se determinará por la naturaleza de las
pretensiones deducidas en la demanda y no por las defensas opuestas por el
demandado. Con excepción de los casos de prórroga expresa o tácita, cuando
procediere, y sin perjuicio de las reglas especiales contenidas en este Código y
en otras leyes, será juez competente:

Cuando se ejerciten acciones reales sobre bienes inmuebles, el del lugar donde
esté situada lo cosa litigiosa. Si éstas fuesen varias, o una sola pero situada en
diferentes jurisdicciones judiciales, será el del lugar de cualquiera de ellas o de
alguna de sus partes, siempre que allí tenga su domicilio el demandado. No
concurriendo tal circunstancia, será el del lugar en que esté situada cualquiera de
ellas, a elección del actor. La misma regla regirá respecto de las acciones
posesorias, interdictos, restricción y límites del dominio, medianería,
declarativa de la prescripción adquisitiva, mensura y deslinde y división de
condominio....
La demanda se sustancia y resuelve por proceso ordinario. Durante éste, puede
discutirse la admisibilidad de la división y la forma de llevarla a cabo (división
en especie o por venta en remate público), para lo cual corresponde estar a la
decisión unánime por los condóminos (Art. 2698 y 3462 CC), con la limitación
prevista en el Art. 2326 CC; según la cual no procede la división de las cosas (en
especie) cuando ello convierta en antieconómico su uso y aprovechamiento. De
allí, el Art. 676 CPN dispone:
676. Trámite. La demanda por división de cosas comunes se sustanciará y
resolverá por el procedimiento del juicio sumario.
La sentencia deberá contener, además de los requisitos generales, la decisión
expresa, cuando fuere posible, sobre la forma de la división, de acuerdo con la
naturaleza de la cosa.
Si la sentencia no ha establecido la forma de la división, una vez ejecutoriada, el
Art. 677 CPN indica:
677. Peritos. Ejecutoriada la sentencia, se citará a las partes a una audiencia para
el nombramiento de un perito tasador, partidor o martillero, según corresponda, y
para que convengan la forma de la división, si no se hubiere establecido en la
sentencia. Para su designación y procedimientos ulteriores, se aplicarán las
disposiciones relativas a la división de herencia, en el primer caso, o las del
juicio ejecutivo, en el segundo.
El Art. 678 reglamenta una petición q constituye el objeto de un proceso
voluntario en el cual, existiendo menores o incapaces interesados, corresponde
conferir intervención al Ministerio Pupilar (Art. 59 CC). La resolución del juez,
por lo tanto, no adquiere eficacia de cosa juzgada, pues si es aprobatoria se halla
sin embargo expuesta a impugnación en los términos del Art. 1157 CC, y en caso
contrario nada obsta a q los condóminos reiteren la petición rectificando los
defectos puntualizados por el juez o modificando la forma de partición
convenida.
678. División extrajudicial. Si se pidiere la aprobación de una división de bienes
hecha extrajudicialmente, el juez, previas las ratificaciones que correspondieren,
y las citaciones necesarias en su caso, resolverá aprobándola o rechazándola, sin
recurso alguno.

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