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CURSO
GRUPO
11R131
FACILITADOR
INTEGRANTES
2021
Los 33 trabajadores de la mina San José
Chile, 5 de agosto de 2010
Después de 69 largos días aislados bajo tierra en la mina de San José, sellados totalmente
en el desierto de Atacama, a 700 metros de profundidad, 33 mineros chilenos atrapados
salieron con vida a la superficie el 13 de octubre de 2010.
Se trataba de un grupo de mineros trabajares los cuales sus labores de rescate comenzaron
ocho horas después por grupos de rescatistas que empezaron a trabajar para lograr acceso
por un área de ventilación, a la vez que los mineros atrapados intentaban subir por la
escalera de emergencia, pero el intento fracasó debido a negligencia por parte de la minera
ya que un tramo de la escalera no había sido colocado por la empresa.
El domingo 22 de agosto, después de 17 días del derrumbe, los mineros fueron encontrados
con vida y con considerables síntomas de desnutrición. En ese tiempo se habían organizado
para racionar su alimentación y el servicio de agua potable también fue un gran reto
sostener un espíritu de solidaridad que les permitiera mantener el optimismo y la
convivencia entre compañeros.
Comenzaron entonces las tareas para abrir un pozo suficientemente ancho para poder enviar
una cápsula de rescate hasta el refugio. En este lapso, los sobrevivientes fueron alimentados
y monitoreados a través de la primera perforación, a la vez que se comunicaban con los
familiares que se habían instalado en un refugio conocido como Campamento Esperanza.
El tiempo promedio entre cada uno de los 33 rescates fue de 40 minutos, con una duración
total de 22 horas 36 minutos desde que bajó la cápsula con el primer rescatista hasta que
subió el último minero rescatado.
Fortaleza, Debilidades, oportunidades y amenazas
Aspectos fundamentales que la empresa responsable obvió en sus procesos
administrativos
Hubo al menos cuatro instancias de la que la empresa San Esteban Primera fue responsable
por la que el desastre no se pudo evitar a tiempo.
Esto demuestra el poco interés de los dueños por la seguridad de sus trabajadores.
Los jefes superiores ignoraron el hecho de que podría haber una debilidad interna en la
mina a favor de sobreexplotar la mina aumentando la cuota de extracción diaria que tenían
que cumplir los mineros.
La empresa San Esteban Primera alteraba las normas de seguridad para bajar los costos y
aumentar la producción en la mina y la autoridad supervisora a través de instituciones como
el Servicio Nacional de Geología y Minas, la Secretaria Regional Ministerial de Salud, la
Inspección de Trabajo, la Superintendencia de Seguridad Social, el Gobierno regional,
todas estas instituciones fallaron a la hora de preservar la seguridad e integridad de los 33
mineros que quedaron atrapados, e incluso la Corte de Apelaciones de Copiapó, que
rechazo un recurso de protección presentado por el consejo directivo de los Sindicatos de
Trabajadores de la Minera San Esteban Primera.
Si los órganos de la administración del Estado hubieran cumplido con su obligación legal
de la forma que se había previsto se hubiera evitado que los trabajadores terminaran
enterrados vivos. Los principales responsables de este fallo fue el Servicio Nacional de
Geología y Minas (Sernageomin), este órgano estatal tenía que velar que la empresa San
Esteban Primera cumpliera con las normas de seguridad, pero no lo hizo.
Lecciones de vida y de liderazgo
Una de las mejores hazañas del mundo, donde se puso a prueba todo lo que tenemos como
humanos, el querer vivir, querer estar con la familia. No sabemos cuando podemos perderlo
todo, o sentir que no hay salida. Esto les sucedió a los 33 mineros de Chile.
Los acontecimientos que ocurrieron en la minera San José en Chile, fue uno de los
acontecimientos en donde se observó el gran liderazgo que tomo un gobierno, sus ministros
y un líder como fue el supervisor de turno con ayuda de sus compañeros.
Este suceso nos enseña que, con un buen liderazgo, esperanza, empatía, fe, trabajo en
grupo, con disipación al cumplimiento. Se pueden lograr todos los objetivos que pensamos
son inalcanzables. En muchas ocasiones perdían el ánimo, pero fue más ocasiones que se
alentaban entre ellos a seguir con la esperanza.
No solo los mineros tuvieron que tener estas cualidades, también los que estaban a cargo
del rescate de los 33. Siempre perseverar, aprender de los errores para mejorar y buscar las
soluciones, buscar diferentes formas para cumplir objetivos.
Lo que les sucedió con los 33 mineros, como a los familiares y los rescatistas, les ha dejado
una enseñanza para todo el mundo, de lucha, de fe, esperanza, que todo con esfuerzo
apremia, que siempre debemos de aprender de los errores, que, aunque una puerta se cierra
otras se abren.
Y que sobre todas las cosas que un líder necesita tanto como ser buen líder, como tener un
gran equipo para cumplir con las metas.
Aporte
Al cumplirse diez años del rescate de los mineros, la mayoría de los mineros se vieron
afectados y con problemas de salud física y mental debido al trauma que sufrieron en
el accidente, nunca recibieron la indemnización prometida y se quedaron en el olvido
así aseguran los sobrevivientes.
"Los dueños o los gerentes de las empresas piensan que nosotros -los 33- vamos a ser
una molestia, una pulga en la oreja por el tema de la seguridad, porque si no se
cumplen las medidas, tenemos llegada con los medios de comunicación, con las
autoridades… entonces eso nos juega en contra", explica Reygadas, quien trabaja
como conductor, trasladando autos de una ciudad a otra junto a su amigo, también
miembro de los 33, Franklin Lobos.
Ojalá nunca hubiese ocurrido el accidente, para haber seguido trabajando, tranquilo,
recibiendo nuestro sueldo, en lo que a nosotros nos gusta…"
Ellos piden ser escuchados y quieren luchar por recuperar el poder sobre su imagen
ya que consideran que fueron estafados