Cali – valle del cauca 12 de mayo de 2019

Instructora: Adriana apraez

Programa: gestión de la seguridad y salud en el trabajo
Aprendices: diana Salazar granja y camilo González

5 de agosto de 2010, como era de costumbre se dirigen a trabajar en la mina

san José en el país de chile 33 mineros, incluyendo el profesional de
seguridad y salud en el trabajo, alrededor de las 2:30 pm esta mina se
derrumba dejando atrapados a 33 mineros a unos 720 metros de profundidad,
durante 69 días, al enterarse sus familiares de aquel acontecimiento
empezaron a llegar al lugar para saber más acerca de sus esposos, hermanos,
hijos, que se encontraban bajo tierra, estas familias a quienes no les importo si
volverían a ver a su familiar vivo o muerto lucharon incansablemente por
encontrarlos, no perdieron la fe, la esperanza, las ganas y el amor hacia su ser
querido que los mantuvo hasta el final de pie. mientras tanto el gobierno de
chile es enterado por la noticia a quien en un principio no logro importarle, y
quien a su vez no guardaban fe alguna de encontrarlos con vida, pasados los
día, pudieron hallarlos con vida y fue ahí donde empezó la lucha por
rescatarlos y sacarlos de la profundidad en la que se encontraba, el cual era
su deber buscar la forma y la manera de devolverlos al seno de su hogar, la
presencia del gobierno de chile fue vista como una esperanza de las familias
en medio de tanta tristeza su presencia en este caso fue fundamental aunque
literalmente la responsabilidad no era del estado sino de la empresa que
estaba a cargo de la mina, a los cuales la negativa por un rescate fue evidente
ya que solo les importaba lucrarse económicamente que la vida de sus
trabajadores y aunque ya habían sucedidos casos similares donde las
personas quedaron atrapadas no vivieron para contarlo, esta mina siguió
escavando la mina pero esta vez las personas si lograron salir con vida.
Aunque en esta historia hay un profesional de seguridad y salud en el trabajo
que era la persona encargada de velar por la salud y la vida de estos individuos
su presencia en este caso fue un completo desastre, porque aun sabiendo los
peligros a que estaban expuesto decidió continuar la labor arriesgando su vida
por miedo quizás a quedarse sin trabajo o a represarías por llegar a decir algo
de lo que sucedía en el interior de la mina, la sociedad fue una base
fundamental en esta historia ya que logro tocarles el corazón la suerte de los
mineros y fue tanta su solidaridad que se unieron llevando a sus familiares una
voz de aliento y les dieron a entender que no estaban solos, que su tristeza era
la de ellos y que ahí estarían hasta que volvieran abrazar a sus seres queridos,
porque fue una muestra más de que la unión hace la fuerza, y que mientras
tengamos vida y personas luchando a nuestro lado todo será posible, porque la
lucha se pierde cuando no se lucha y la esperanza se acaba cuando no hay fe,
La mente positiva te llevara a dónde quieres llegar.
2. un caso similar que sucedió en Colombia fue el de una mina artesanal de
oro a cielo abierto, ubicada en el sector conocido como El Catorce, en Puerto
Valdivia, norte de Antioquia, donde ocurrió un alud de tierra que sepultó a los
barequeros dejando 2 muertos y cuatros sobrevivieron los cuales lograron ser
rescatados sanos y salvos y posteriormente fueron trasladados a un centro
asistencial donde recibieron atención médica, sin mayores complicaciones de
salud. Se refleja la necesidad que muchos colombianos tenemos, que lleva en
muchos casos a obtener trabajo que pueden afectar nuestra salud y nuestras
vidas, y que a su vez no son minas que estén legalmente constituida pero que
la necesidad te lleva a trabajar en ello, por el hecho de que en muchos casos
tienes una familia que alimentarnos, y aunque aquí en Colombia no hubo un
rescate de tal magnitud como el sucedido en chile ni una manifestación de tal
magnitud diariamente se presentan casos donde la vida es expuesta en riesgo
Lo abarco desde mi perspectiva y visión como un futuro profesional en
seguridad y salud en el trabajo es que el estado y las autoridades pertinentes
deben hacer presencia en estos lugares, tomar control de la situación llegar
hasta estos los lugares y tomar las medidas necesarias y cerrar estos
establecimientos que no cumplen con lo que estipula la ley que todo lugar de
trabajo debe ser seguro y acto para el trabajador y no puede en ningún
momento estar expuesto a riesgos de muerte, en caso tal de verme involucrado
en una situación similar como la que han transcurrido, lo mejor es dejar por
escrito la inestabilidad de la empresa y presentar mi renuncia en caso tal o de
que el riesgo se ha alto y pueda perjudicar la vida del individuo, lo primero es
hacer la advertencia y la información por escrito en donde quede constancia
en caso tal que el empleador haga caso omiso a la mala situación que yo le
exponga de la empresa.

Campamento Esperanza se transformó en el epicentro de la noticia. El calor

del día y el
frío en la noche sumaron un condimento de sacrificio y entrega mayor, a este
proceso épico
de rescate. Durante 70 días 2500 personas vivieron en casas rodantes, carpas
improvisadas
y rústicas viviendas, de esta población, sólo 500 personas eran familiares y
cercanos, el
resto correspondía a camarógrafos, productores, periodistas y fotógrafos. Se
acreditaron
para este fenómeno noticioso medios impresos, radiales, televisivos y digitales
de todo el
mundo. La vida de los mineros bajo tierra, la espera de los familiares que vivían
en el
campamento, sumado a las visitas más inverosímiles como personalidades
nacionales e
internacionales, del mundo de la política, el deporte, el espectáculo, la cultura,
el
empresariado, la religión... todos querían estar presentes en el proceso de
rescate de estos
sufridos trabajadores. Los espacios naturales (desierto) y culturales
(multicultural) se
transformaron en un verdadero set de televisión. Con el pasar de los días esta
riencia
comenzó, poco a poco, a transformarse en un ascendente Reality Show. La
única razón por
la que se podría invalidar esta tesis, es porque los 33 mineros jamás optaron
por este
encierro (o entierro), ellos más bien fueron víctimas de un trágico accidente,
evento que fue
el resultado de una negligencia extrema (falta de medidas de seguridad) y una
avaricia
única por parte de los dueños de la mina San Esteban.
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sellados, a 700 metros de profundidad, los treinta y tres mineros chilenos
atrapados en el yacimiento salieron con vida a la superficie el 13 de octubre de
2010. Se trataba de un grupo de hombres comunes, mineros anónimos que
tuvieron que echar mano de la solidaridad interna en el grupo para sobrevivir,
además de todos los esfuerzos de rescate que se realizaron desde el exterior.
Una historia de supervivencia en condiciones extremas que dio la vuelta al
mundo y que conmocionó a la opinión pública.