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MAURO MARINI, Ruy

DIALECTICA DE LA DEPENDENCIA. Edera. Mexico, 1991.


Cap. 1 al 3 (pp 20-029).

El objetivo del texto es el análisis de lo que Marini llama el desarrollo del capitalismo
dependiente latinoamericano, como forma particular que adoptó el capitalismo en este
continente.

Se trata de una propuesta de análisis que Marini realiza en contraposición a dos tipos de
lecturas “marxistas”: 1. las lecturas “abstractas”, que desarrolla relaciones conceptos
reemplazando la realidad concreta (con un mal uso de los datos empíricos), y 2. en
contrapartida a las lecturas sociológicas que reemplazan el rigor metodológico y
conceptual para optar por lecturas eclécticas (que terminan, mixtificando la realidad).

Para desarrollar su concepto, Marini nos propone entender, primeramente, la forma en


que se articula Latinoamérica al mundo. Para este autor, el propio surgimiento de la
colonia es parte de su articulación al “naciente capitalismo del siglo XVI”. Inicialmente,
aportando con metales preciosos y géneros exóticos, Latinoamérica contribuyó al
fortalecimiento del comercio (y bancario) y apuntaló el sistema manufacturero europeo,
lo que allanó la creación de la gran industria. La revolución industrial marca un cambio
cualitativo, que llevó al capital ingles a tomar centralidad en este intercambio y continúo
articulando la nervadura demográfica y administrativa de la colonia en torno a sí mismo.

En este nuevo marco, Latinoamérica comienza a producir en función de los


requerimientos ingleses, bienes primarios a cambio de manufacturas de consumo y de
deudas. Es a partir de este momento en que las relaciones de Latinoamérica y los
centros europeos se insertan en una división internacional del trabajo como una
estructura definida: “se configura la dependencia, entendida como una relación de
subordinación entre naciones formalmente independientes, en cuyo marco las
relaciones de producción de las naciones subordinadas son modificas o recreadas para
asegurar la reproducción ampliada de la dependencia”.

(Nota: los primeros autores que pensaron dependencia y subdesarrollo en America


Latina, van desde Castells, Cardozo y Quijano en la línea estructuralista y medio
Cepalina (es posible que a ellos vaya la crítica de ser abstractos y eclécticos); luego van
Marini, Furtado y Cueva en una línea más independiente y ortodoxa del marxismo).

En el desarrollo de su análisis del capitalismo dependiente, Marini señala que no debe


confundirse dependiente con colonial; si bien existe continuidad entre ambas, su
carácter progresivo, indica, no debe llevar a excluir su originalidad. Y en el caso de
Latinomamérica, el colonialismo tiene un cambio cualitativo, cuando la gran industria
permite establecer bases solidas para la división internacional del trabajo (“la gran
industria ha creado el mercado mundial, ya preparado por el descubrimiento de
América” Marx, manifiesto comunista ).

¿Cómo es que el descubrimiento de América posibilitó la Gran industria?

Marini expone, que para que una parte de sociedad (europea) pueda dedicarse a la
producción especializada que requiere la gran industria, necesitaba contar con un gran
contingente de bienes y productos agrícolas (que permita liberar a esa parte de la
población); América vino a cubrir este requerimiento.

Dotar alimento, esta fue la primera función que la división internacional del trabajo le
dio a Latinoamerica. A esa función, se agregó la de contribuir en la formación de un
mercado de materias primas industriales, cuya importancia crece en función del mismo
desarrollo industrial. Esta 2da función, demostraría ser la de más larga duración para
este continente.

Al consolidarse esta división mundial del trabajo, Marini señala que se da nuevamente
un cambio cualitativo; lo que se consolidó como división internacional del trabajo (con
Latinoamerica como proveedora de alimentos y materias primas), permitió que la
acumulación capitalista pueda pasar de una modalidad basada en la plusvalía absoluta, a
la plusvalia relativa. Para explicar este transito, Marini hace una recapitulación de estos
conceptos en Marx, y resalta lo siguiente:

- La plusvalía absoluta, es el incremento de la producción de valor excedentario


manteniendo constante el tiempo de trabajo necesario. Es decir, se extiende la
jornada laboral en el sentido del tiempo excedentario. En este marco, la tasa de
plusvalía (la media de ganancia de todos los capitalistas en el mercado),
aumenta extrayendo mayor valor del trabajo, extendiendo la explotación.

- Considerando que hablamos en términos de media social, la plusvalia relativa


no se refiere solamente al incremento de productividad generada en la misma
jornada laboral; ya que esto implica solamente que se produce más (valores de
uso), en menos tiempo. La plusvalía relativa solo existe cuando la extensión de
la producción de valor y plusvalor se realizan en el sentido del tiempo necesario
(salario), lo cual no se logra solamente produciendo más productos (valores de
uso), en menos tiempo, sino, logrando que el propio tiempo necesario (salario)
reduzca en su significado de valor; es decir, que la fuerza de trabajo se
desvalore. Y eso ocurre solamente cuando los medios necesarios de subsistencia
de la fuerza de trabajo reducen su valor (manifiesto en su precio).

De acuerdo a Marini, Latinoamerica contribuyó a desarrollar el modo de producción


capitalista basada en la plusvalía relativa, a través de su participación como proveedora
de productos y bienes de alimentos al mercado mundial, permitiendo así, de manera
decisiva, reducir el valor de la fuerza de trabajo de los países industriales (menor costo
de los alimentos). En este marco, la cuoita de plusvalía bajo la modalidad de plusvalía
relativa, fue incrementándose de más en más.

A contracara, al elevarse la productividad de los países industrializados, el


requerimiento de materia prima también se incrementará; sin embargo, esto no tiene
efecto positivo sobre el precio de las materias primas, debido a lo siguiente:

- El incremento de la productividad y la plusvalía no retorna en su totalidad como


tasa de ganancia; solo retorna una parte, porque el resto de la ganancia esta
adelantada en el proceso de producción; por lo tanto, existe una tendencia a la
baja en la cuota de ganancia.
- Para contrarestar esta baja (que es una tendencia en el capitalismo), Marini
indica que hay diversos procedimientos (menciona 2 fundamentales): 1.
incrementar la plusvalía y 2. aumentar la masa de productos cada vez más
baratos de parte de America latina.

El hecho es que el mercado mundial se ve abarrotado de productos alimenticios y


agrarios de Latinoamérica, lo cual en contraste con los productos de manufactura (que
mantienen un precio relativamente constante), termina generando un intercambio de
bienes primarios depreciados contra bienes industriales; lo cual genera una evidente
intercambio desigual -balanza negativa entre exportación e importación (entrada de
valores de uso y salida de valor y plusvalor)-.
La fuente de este intercambio desigual, señala Marini, ha sido generada por el mismo
capitalismo; que genera las condiciones para que se generalice la ley de valor, pero al
mimso tiempo, se encuentren formas de transgredir la misma. En este caso, se trata de la
división internacional del trabajo, que pone en ventaja a los países industriales, que han
sido abarrotados de alimentos y materias primas por Latinoamérica (países no
industrializadosa), y en desventaja a los países no industrializados, que se ven en la
carencia o dificultad de acceder a los productos manufacturados.

Esta condición deja vulnerable a los países no industrializados, que terminan cediendo
sus productos con una doble transferencia de valor en favor de los países
industrializados: por un lado, en la diferencia de valor que se lleva el precio de los
productos industrializados en relación a la masa de productos alimenticios de
Latinoamérica, y por otra, en el precio, que refleja la posición ventajosa que tienen los
países industrializados.

Los países no industrializados pierden en esta doble transferencia de valor. Marini


señala, que estos mismos países (sus burguesías oligarquicas, dirá luego Cueva), viendo
que no pueden recurrir a la concurrencia (mercado) para compensar esta perdida,
recurren a un mecanismo en la esfera interna de la producción: la superexploración del
trabajo.

Marini expone cómo es que la plusvalía absoluta, la plusvalía extraordinaria y la


plusvalía relativa funcionan en el merco de un mercado internacional con ventajas para
los países industrializados. Sin embrago, la forma particular de desarrollo del
capitalismo en Latinoamérica termina generando una nueva forma de plusvalía: la
superexplotación del trabajo.

¿En qué consiste el mecanismo de la superexplotación del trabajo?

Si la plusvalía relativa implica que los medios de susbsistencia de la fuerza de trabajo


reduzcan su valor en términos generales; lo cual implica tanto un incremento de la
productividad, intensificación de la explotación (grado de explotación) y
desvalorización de la fuerza de trabajo; sinb embargo, en esta modalidad, el capital no
toca en sí mismo ese valor que permite reproducir la fuerza de trabajo.

La plusvalía basada en la superexplotación del trabajo, se basa “en reducir el consumo


del obrero (sus bienes de subsistencia), más allá de su límite natural, por lo cual el
fondo necesario de consumo del obrero se convierte de hecho, dentro de ciertos límites,
en un fondo de acumulación de capital”, implicando asi un modo especifico de
aumentar el tiempo de trabajo excedente.

En otras palabras, se trata de la expropiación de parte del trabajo necesario al obrero


para reponer su fuerza de trabajo. Al remunerar al obrero por debajo de su valor, se
entra en lo que Marini llama: la superexplotación delñ trabajo.

Marini aclara que las tres modalidad pueden combinarse, ya que se basan en el mismo
fundamento: agudiza los métodos de extracción de trabajo excedente (búsqueda de
mayor explotación del trabajador.

En base a esta clave, es posible entender la tendencia de los salarios de subsistencia que
se desarrollan en toda Latinoamerica, el bajo nivel de las fuerzas productivas y las
actividades que allí se realizan.

Posteriormente, Marini aclara las diferencias e incopatibilidades del desarrollo de este


capitalismo dependiente basado en la superexplotación, con las formas escalvistas y
servidumbre; señalando que es posible la articulación de formas mixtas de servidumbre
y trabajo asalariado; sin embargo, no pueden confundirse entre si (superexplotación no
es igual a esclavismo).

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