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1805. A partir del estudio de censos parroquiales texto de Perú es analizada primero por Alejandro
que permiten un análisis comparativo de la demo- Diez, quien, a través del caso especial de las
grafía indígena en un medio tanto rural como comunidades de Catacaos y Sechura en la costa
urbano, ubica dicha crisis en relación con el dete- norte, insiste en los procesos de " recreación" de
rioro de los recursos disponibles para las comuni- éstas en el siglo XX y en la necesidad de replantear
dades indígenas y en coincidencia con la crisis dicho concepto en términos "políticos". Por su
minera que alteró los mercados urbanos de mer- parte, Carlos Contreras cuestiona una noción muy
cancías y trabajo . Por otro lado, el trabajo de difundida en la literatura sobre los Andes acerca
Xavier lzko sobre las comunidades de Sasaka y de una fuerte solidaridad en las comunidades en
Kirkyawi, en el norte de Potosí, se concentra en la sus relaciones internas y entre ellas mismas. Dado
dimensión estrictamente "interémica" de los con- que la solución a los conflictos ínter-comunales
flictos comunales referidos a la existencia de fue casi siempre la fragmentación, su propósito es
dinámicas segmentarías contrapuestas que no han reconocer que dicha solidaridad ha sido una cons-
sido resueltas en alianzas . Y estos pleitos entre trucción cambiante según los tiempos y las cir-
comunidades servirán, a su vez, de pretexto a las cunstancias . A su vez, el estudio de Luis Miguel
autoridades es tatales para afirmar la identidad G!ave documenta para el caso de los Canas en el
republicana. Los conflictos de tierras también Cuzco cómo el proceso de recreación perman ente
fueron endémicos en la sociedad del sur bolivia - de una memoria colectiva sirvió de estrntegia al
no. Estos no sólo involucraban casos entre hacien- campesino de un a memoria colcciv a sirv i6 de
das y comunidades, sino, también disputas intra- estrategia al campesino indígena frene a la arre-
comunales y luchas sobre tierras entre los no-in- metida mestiza y la subordinación neoco lonial.
dígenas. De ahí, que los pleitos entre comunida- Por último, Heraclio Bonilla intenta ilustrar la
des indígenas bolivianas del siglo XIX sean tam- experjencia ayacuchana del siglo XIX a través de
bién discutidos por Erick Langer. Este autor insis- la vinculación de los campesinos de la región con
te en que el alcance de la expansión de las hacien- el Estado peruano.
das difiri ó en la regióndeChuquisaca de la produ - La relación entre Estado y comunidad en
cida en el densamente poblado altiplano norte, Ecuador durante el siglo XIX está examinada por
con lo que introduce matices regionales al trabajo los artículos de Marth a Moscoso, Silvia Palome-
de Erwin Grieshaber. El período de Melgarejo que y Galo Ram ón. La primera se centra en la
parece haber tenido mayor efecto en el sur que en antigua provincia de Cuenca a partir de la pregun-
el norte porque las comunidades del sur tenían ta sobre cómo el indígena lograba mantener su
poco poder efectivo para recuperar la tierra que estatuto de subordinado y de generador de exce-
había sido vendida conforme indicaba la ley de dentes a pesar de su resistencia y protesta. La
Ex-vinculación. El resultado fue la pérdida de segunda, basándose también en el caso de Cuen-
cohesión interna como grupos étnicos de la mayor ca, trata de explicar por qué causas se mantienen
parte de ayllus pequeños y medianos, aunque no las autoridades comunales, "varas". Galo Ramón
de los grandes . Hecho que hace residir la explica- inicia igualmente su texto con preguntas referidas
ción de la supervivencia de algunas comunidades . al modo en que los indios de Cayambc entendie-
En esta misma línea de matizaciones regionales se ron y participaron en el proyecto republi cano na-
inscribe el trabajo de Gustavo Rodríguez sobre las cional, es decir, en un proyecto que no nacía de su
comunidades campesinas del valle bajo de Co- iniciativa. Como cierre, el artículo de Florencia
chabamba. Pretende desmentir la afirmación que Mallan compara la experiencia campesina de la
hace del "modelo altiplánico", es decir, de la sierra central del Perú y de los campesinos mexi -
extensión del latifundio, un acontecimiento na- canos de Puebla, y lo hace dentro de contextos
cional y general. Frente a ello, en el modelo bélicos que les obligaron a insertarse violenta-
valluno se da una ruptura del monopolio terrate- mente en la política nacional e internacional de sus
niente y el aumento de pequeños propietarios respectivos países. Como resultado, los campesi-
como consecuencias de las restricciones impues- nos terminaron en guerra civil tratando de reiv in-
tas al mercado interno boliviano ante la compe- dicar Jo que, para ellos, debería haber sido el
tencia de los productos chilenos. Esto es, a dife- resultado justo de su participac ión en la resisten-
rencia del altiplano paceño, la ley de Ex-vincula- cia nacional.
ción produjo en el valle bajo una extensa campe- En general, Los Andes en la encrucijada
sinización de las comunidades indígenas. encierra diversas y desiguales versiones y explica-
La experiencia de las comunidades en el con- ciones sobre el modo en que, a lo largo del siglo
dadas de editores muchas veces apresurados. encumbrados de su tiempo. Los autores se preocu-
La edición de "Las Salinas" que comentamos pan en subrayar el hecho de estar su libro escrito
se basa en el manuscrito de la Hispanic Society, "desde el punto de vista de los conquistadores, no
cotejado con la edición de 1877, lo que asegura un de los vencidos en el brutal enfrentamiento entre
correcto trabajo de crítica textual. Sin embargo, dos mundos hasta entonces separados".
llama la atención que no se haya cotejado también Los Cook inician la historia de Francisco
la poco manejable edición de Sáenz de Santa Noguerol de Ulloa en la década de 1520, con la
María. Con todo, confiamos en la meticulosidad orfandad paterna y el matriarcado férreo al que se
del trabajo de editar 200 fojas de este texto cieza- ve sujeta su familia. Fue el hecho de verse obliga-
no, que es precedido por una breve introducción do por su madre a contraer matrimonio con quien
de Guibovich, útil para introducir al lector profa- no era de su agrado Jo que llevó a don Francisco a
no en la obra. Es una somera síntesis de su vida, embarcarse hacia América y a ser posteriormente
obra e importancia de Cieza, en la que el editor partícipe de la conquista del imperio inca. Su
resalta la "modernidad" del cronista que muestra habilidad para colocarse oportunamente al lado de
sus fuentes e información al lector, en buscar de los vencedores en cada una de las rivalidades y
dar verosimilitud a sus argumentos y a la presen- guerras internas que sacudieron al bando español
tación de su relato. Sin duda, un evento editorial en aquella época, le valieron la obtención y la
relevante la edición que comentamos, y que espe- confirmación de la propiedad de la encomienda de
ramos se culmine pronto y sin las demoras que, los Ubinas, primero, y de los Collaguas, después,
por desgracia, han impedido completar el proyec- logrando con ello una posición de importancia en
to de tener al alcance la obra del "príncipe de los la naciente ciudad de Arequipa. Pero fue cuando la
cronistas". fortuna parecía sonreirle irrevocablemente que
N.D.F. recibi9 noticias de sus hermanas desde España,
anunciando la muerte de su mujer y conminándo-
le a retomar a la península -con sus riquezas recién
COOK, Alexandra Parma y Noble David. Good adquiridas- a hacerse cargo de su madre enferma.
Faith and Truthful lgnorance. A Case of Tra- Lejos de moverse, permaneció Noguerol varios
satlantic Bigamy. Duke University Press, 1991. años más en estas tierras, valiéndole la noticia de
su viudez la libertad para contraer segundo matri-
Producto inesperado de las pesquisas de Ale- monio con la opulenta viuda del licenciado Juan
xandra Parma y Noble David Cook en el Archivo Lisón de Tejada.
General de Indias, el estudio que ahora nos ofre- No sería sino hasta 1555 en que Noguerol
cen parte de una narrativa biográfica desde la cual volvería a España con su nueva mujer, para darse
se explican diferentes aspectos históricos de con la amarga sorpresa que su primera esposa no
España y del Perú durante el período de la con- sólo no había muerto sino que había iniciado en su
quista y colonización temprana de estas tierras . contra un juicio por bigamia, pretendiendo la
El interés de los autores en el tema surgió en el recuperación de su marido y la participación en su
transcurso de sus investigaciones sobre los habi- fortuna indiana. El pleito se prolongaría por déca-
tantes del valle del Colea en el siglo XVI, Juego de das, sobreviviendo al propio Francisco Noguerol
toparse accidentalmente con una voluminosa y y concluyendo en un pacto entre ambas mujeres
cautivante documentación sobre el caso judicial recién en 1583.
que envolviera a un protagonista secundario de la Es este el embrollo judicial y sentimental que
gesta conquistadora y a su familia. ocupa a los esposos Cook, decididos a revelar
El libro, cuyo título podríamos traducir en todas las implicancias sociales, económicas, reli-
Buena fe y verdadera ignorancia. Un caso de giosas y jurídicas del caso en un siglo tan impor-
bigamia trasatlántica, procura hacemos entender tante en la historia de España y el Perú. El conte-
la mentalidad y ambiciones de los españoles de nido del trabajo tendría semejanza, al decir del
hace cuatro siglos, ejemplificados en Francisco profesor Wodrow Borah, con las novelas picares-
Noguerol de Ulloa y sus esposas doña Beatriz de cas de la época. Pero los autores se apresuran en
Villasur y doña Catalina de Vergara. Su historia remarcar que ellos no son novelistas y que la
pretende reflejar la de un segmento de la sociedad riqueza de información, por anecdótica que parez-
española que podría considerarse como "nobleza ca, provino toda de la abultada documentación
menor", tarea ardua allí donde ya resulta difícil la consultada, así como del esfuerzo tanto de los
reconstrucción de las vidas de los personajes más antiguos escribanos como de los archiveros espa-
autoridades y su acceso a la tierra, comprendida los cierta incertitudes en los criterios censales em-
campos de coca. pleados por Dávila de Cangas y Otazu, visitado-
El caso de Sonqo permite sugerir a Murra que res. Así, resulta riesgoso considerar el "pueblo"
"bajo la etiqueta yana encontramos grupos y perso- pre-toledano como base de futuras comparaciones
nas de diversos antecedentes, estatus y longitudinales. La presencia de nuevos pueblos en
funciones"(p.668). Posiblemente la Visita a los 1570 (Uriba y Cesytaco) y la ausencia de otros
valles de Sonqo será una de las últimas inspeccio - (Nacara, Macachaya) influyen en el conocimien-
nes que consagre información directa a ese respec- to de la filiación y el domicilio real de ciertos in-
to. Por ejemplo, las revisitas post-toledanas hechas dividuos.
a los valles quiruas, al este de La Paz, no eviden- Pero las diferencias no sólo se producen en las
cian laexistenciade tales yana en los hogares de las divisiones internas creadas en los valles de Songo
autoridades. Más bien, la de niños y jóvenes huér- Challana y Chacapa., también en las unidades que
fanos (waqchas y uta-wawas) que justifican su estos albergan. En 1568, el criterio elegido para
presencia en términos parentales. censar es el de "casa por casa", o más bien domi-
El ensayo de demografía histórica de R. Mella- cilio por domicilio; mientras que en 1570 una
fe y M.T. González es una" Aproximación prelimi- unidad de facto que podemos denominar unidad-
nar a la estructura de los pueblos de Sonqo, Challa- fiscal será puesta en valor. De ahí que pretender
na y Chacapa" para el año 1568. Los autores nos realizar un análisis de la "familia" resulta muy
muestran una población de 1662 habitantes repar- delicado y polémico (p.642-644), puesto que la
tidos en 12 Jugares poblados, entre los cuales nu- visita nos está planteando la variación entre la
méricamente los más importantes son Songo, unidad doméstica real y la unidad-fiscal.
Challana., Chacapa. En su conjunto, esta población El problema de la variabilidad de criterios
se halla en un proceso de descomposición estructu- censales,"no debe hacemos perder de vista que las
ral, reflejada en el desequilibrio de sexo en las informaciones disponibles se presentan bajo la
pirámides de edades : más mujeres que hombres. forma de datos transversales que reflejan realida-
Este desequilibrio es atribuido a la conquista, las des de un momento dado. En ese sentido, no
guerras civiles y las epidemias. podemos inferir afirmaciones que se inscriben en
La Visita a los valles de Sonqo aporta datos en una perspectiva longitudinal . Resulta prematuro
abundancia sobre casi todos esos puntos señalados hablar de una destrucción de la familia en Songo
en ambos ensayos. Pero el valor de esa información o de tendencias de comportamiento matrimonia-
es desigual y ciertas distorsiones pueden tener les a partir de los datos de 1568.
efectos profundos y peligrosos sobre la imagen En resumen, la presente publicación nos intro-
reconstituida a partir de ese documento. duce -a través de centenares de fragmentos biográ-
La Visita a los valles de Sonqo puede preciarse ficos- al mundo de la coca (producción, rendi-
por la extensión de dominios que cubre, pero hay mientos, usos, entre otros) como núcleo central de
aspectos demográficos que permanecen descono- las visitas . En este sentido resulta difícil compa-
cidos entre la información de 1568 y la obtenida rarla con la Visita de Huánuco (Perú Central)
entre 1569-70. De una parte, la composición de la (p.634)(*), que es menos circunscrita y nos da
población difiere entre esas fechas : no hay indicios cuenta excepcionalmente de la actividad econó-
de una continua permanencia de sus habitantes a mica a diversos niveles.
pesar de haberse afirmado que "la gran mayoría de La Visita a los valles de Sonqo nos plantea el
las personas entrevistadas aparecen en ambas desafío de llegar a recuperar a través de un análisis
inspecciones"(p.10). Debemos considerar que es- de cada componente del sistema social, los frag-
tamos frente a una población que en su seno retiene mentos de vida y las acciones individuales de los
individuos no cristianizados, es decir, grupos que productores de coca. A la vez de invitamos a
mantienen cierta fluidez frente a los mecanismos reflexionar sobre la pertinencia de la escala del
de control de la administración colonial (posibili- análisis en el cual las dimensiones temporales y
dades de fuga, mimetismo, cambios de nombre o biográficas deberán ser tomadas en cuenta.
estatuto, etc.}. Este aspecto nos alerta sobre la C.B.L.
necesidad de profundizar en varios puntos referen-
ciales de los fragmentos biográficos de los cultiva- (*) ORTIZ DE ZUl\'IGA, lñigo l 15621 , Visita de la
dores de coca. Provincia de León de Huánuco en 1562. ed. John
Más importante para el estudio cronológico de Murra, Universidad Nacional Hennilio Valdiz.án, 2
vols. Huánuco 1967-1972/
la población y su evolución a largo término, son
la producción literaria en su afán por hacer coin- ponden también a una época y a una sensibilidad
cidir tal o cual novela o ensayo siempre con un que va evolucionando en función de determinadas
"proyecto", ya sea de la "oligarquía exportadora" experiencias históricas (aun dentro de una misma
o de la "elite industrial". Es así por ejemplo, que clase), y donde entran en juego, más allá de
según él, "la violación y el asesinato de la mucha- proyectos racionalmente concebidos, temores,
cha [en El Padre Horán] sirven para argumentar ilusiones, miedos, fantasías . El tiempo y la subje-
que individuos que abusan del sistema feudal tividad son factores relegados en un análisis cuyo
constituyen una barrera al comercio" (p.54 ). Afir- reduccionismo sorprendería menos si no provi-
mación tan categórica como caprichosa -¡es lo niera de un especialista de la literatura.
menos que podemos decir en honor a Aréstegui!- Con todo, el libro no deja de tener algunas
' y creo que ni siquiera hay que haber leído la virtudes . Cumple una función divulgadora al dar a
novela para percibir que algo aquí anda mal. conocer novelas desconocidas para nosotros pero
Similares planteamientos reduccionistas, con res- conocidas para los lectores de la Revista de Lima
pecto a otras obras, se observan alo largo del libro. de la década de 1870. Y acierta en algunas intui-
El tratamiento del civilismo en la literatura es ciones, por ejemplo, al notar que la época caudi-
igualmente defectuoso. El civilismo, de acuerdo a 11 ista resulta más imponante de lo que muchos han
Kristal, representaba la opción política de la "oli- pensado para entender el discurso republicano
garquía exportadora", según el autor, opuesta a la sobre el indio. La presentación del debate en torno
"elite industrial". Y, mientras el primer sector al indio, posterior a la guerra con Chile, resulta
estaría representado por las novelas indigenistas ilustrativa, aunque contrasta con la asombrosa
que aparecieron en los años setenta en la Revista fragilidad de su análisis del periodo leguiísta (¡tan
de Lima, el segundo estaría encamado en las importante en el debate del indigenismo!). En
novelas de Clorinda Matto (Aves sin Nido, Indo- suma, se.trata de un libro útil, por la actualidad del
le ... ). Una lectura que contrastara más libremente tema tratado, y por la información a la que even-
los textos sugeridos, encontrará con seguridad, tualmente nos puede conducir, más que por sus
más semejanzas en la visión del indio, allí donde propias hipótesis. El lector no especializado ten-
Kristal sugiere antagonismos. drá que ser receloso, en todo caso, con los conte-
Acaso las deficiencias centrales del libro se nidos del libro, pues es a él a quien parece dirigirse
hubieran salvado si el autor hubiese optado por un el autor.
tratamiento más sensible del tema: tanto en su C.:\1.G .
razonamiento histórico como en el campo de lo
subjetivo. Simplemente no es posible decir: tal
fue la visión del indio de la "oligarquía exponado- MAMANl CONDORI, Carlos. Taraqu 1866-
ra" (el civilismo) y oponerla categóricamente a la 1935. Masacre, guerra y "renovación" en la
de la "elite industrial". Porque el propio proyecto biografía de Eduardo L. Nina Qhispi. Edicio-
civilista, por sólo poner un ejemplo, evolucionó, nes Aruwiyiri- Taller de Historia Oral Andina, La
representando cosas distintas en distintos perio- Paz, 1991.
dos. Mientras con Manuel Pardo en el poder
(1872-1876), elcivilismo representaba la alterna-
tiva de modernización del país, a comienzos de El libro de Carlos Mamani Condori, miembro
siglo había devenido en una fuerza política más del Taller de Historia Oral Andina, inaugura una
bien conservadora: su visión del indio evolucionó nueva editorial, ARUWIYlRI, "el que incendia la
igualmente. Podría decirse que a medida que los voz", que se califica como "una casa abierta a
civilistas se sentían más confiados en el poder, diversas corrientes del pensamiento andino". Hay
veían a un indio más remoto, más lejano y más que felicitar iniciativas como ésta y desear, ante
estático, más -literalmente- arcaico. todo, que logren sus objetivos.
Contrástese sino las opiniones de Manuel Pardo Escribir una reseña del libro de C. Mamani es
sobre el indio en los años 1860 y 1870 (reprodu- grato porque nos muestra no sólo el nivel de
cidas en la reciente tesis de Carmen McEvoy), con algunas tesis de licenciatura sino también la fuer-
las de Francisco García Calderón en Le Pérou za de una "nueva" historiografía que al revelar,
Contemporain (1907). Las discrepancias en la citando a C. Mamani, la otra cara de la historia
visión del indio no pueden pues plantearse tan criolla-boliviana, no sólo la desnuda de su ropaje
simplistamente en función de "clase" o "proyecto sino que constituye también un verdadero desafío
político" (cuya importancia no negamos). Corres- a la sociedad actual.
fue sin duda el del propio presidente Montes . Es interesante la inclusión de cuadros esquemáticos
en este contexto que C . Mamani sitúa la rebelión de la estn.1ctura de los ayllus de Taraqu y otras
de Pacajes de 1914 convertida en una resistencia comunidades, principales protagonistas del libro.
general con la participación conjunta de comuna- Su ausencia ocasiona que los lectores que no
rios de ayllu, de hacienda e indios lanzados, que conocemos mucho sobre estas regiones nos perda-
demandaban un deslinde general de tierras o una mos de vez en cuando, dado que además el término
revisita. En la década de 1920, con el advenimien- comunidad se aplica tanto a Taraqu o Waki como
to del partido republicano y la lucha legal por a cada uno de sus ayllus. Finalmente, la lectura se
recuperar sus tierras aparece Nina Quispe. Los facilitaría con la inclusión de mapas sucesivos de
comunarios, que seguían juicio a Goitia, fueron ubicación de las haciendas, comunidades y ayllus
acusados de "usurpadores" y debieron enfrentar por una parte, y de las redes de apoderados por
no sólo el imperio de la ley del Estado sino otra.
también la de sus intermediarios, cuadrillas de Por otra parte y aunque el tema no forma parte
mayordomos e indios fieles llamados sotas. de su trabajo, leyendo el libro me he preguntado
En el capítulo 3, utilizando la caracterización por el destino de los caciques de sangre. Este es
de "guerra interna" de René Arze para el período indudablemente un tema que se desprende de la
de la guerra del Chaco, el autor nos va mostrando investigación de Carlos Mamani . Me pregunto por
lo que ella significó para las comunidades: una ejemplo por el origen de los apoderados que
serie de nuevos atentados como el reclutamiento fueron sucediéndose en distintos momentos. Esto
forzado, el aumento de la contribución territorial, nos condujo a interrogamos sobre el carác ter co-
las colectas forzadas y la creación de la Legión lectivo y enraizamiento del liderazgo en las nor-
Cívica a la que califica como la fuerza armada del mas de autoridad de los ayllus y comunidades que
estado en el frente interno, nuevo instrumento de el autor remarca. ¿Cuáles eran en el siglo XIX y
opresión colonial. XX? Estas interrogantes complejizanel panorama
Es en este marco histórico, el de la rebelión de y la existencia de líderes "nuevos" podría, en su
1927 y los inicios de la guerra del Chaco que Nin a caso, estar relacionado a la tenenecia de la tierra.
Quispe desplegó su labor. Como "indio lanzado" De aquí llegamos a otro punto: el grado de com-
se instaló en La Paz entablando estrechas relacio- promiso asumido por la población india en es ta
nes con el gremio de matarifes a cuyos hijos les larga guerra. En este sentido y si bi en la pertenen-
enseñó a leer y escribir. En agosto de 1930 fundó cia de la población indígena a comunidades o
la Sociedad Centro Educativo Kollasuyo que buscó hacienda~ determinaron en gran parte su afiliación
la instalación de escuelas en comunidades y ha- en la lucha emprendida, la situ ación de clase pudo
ciendas juntan1ente con la creación de filiales . también ser determinante. Así, la existencia de
Carlos Mamani muestra que el paralelismo entre indios fieles tal vez no sólo se explica por conílic-
la temática educativa y la reivindicación de tierras tos de linderos aprovechados por las haciendas o
revelaría el proyecto de N ina Quispe: una práctica por una desventaja de fuer zas, sino también por la
"civilizadora"pero que encubría una propuesta de presencia de una realidad agraria, inclusive comu-
cambio contenida principalmente en su escrito nitaria. no tan homogénea. Y de la misma forma
titulado "De los títulos de la composición de la que no hubieron indios sotas, como Carlos Mama-
Corona de España" y que constituye la otra cara de ni nos hace conocer, existieron también, aunque
la masacre y la rebelión. Nina Quispe planteó en escasos es cierto, mestizos, corregidores e incluso
la "Renovación" la transformación de la sociedad intelectuales que apoyaron la pelea comunaria.
colonial en manos de una minoría criolla a una Otro aspecto que nos llama la atención es el
nueva sociedad multiétnica. Su tarea fue truncada relacionado a la venta de tierras comunitarias
al ser acusado de comunista y luego apresado en cuando Taraqu recibió sus títulos en forma pro-
1933. Liberado sólo tres años más tarde, murió indiviso. ¿Qué factores internos lo explican? Me
poco tiempo después. parece que si bien la oposición dicotómica entre
Con el contenido expuesto podemos allora in- comunidades y población india versus Estado y
tentar realizar un balance del trabajo de C. Mama- criollos está muy bien analizada, del lado "comu-
ni. Señalemos en primer lugar algunas observa- nitario" tengo la impresión que los conílictos y la
ciones. Creemos que el libro se hubiera enrique- heterogeneidad han sido sacrificados. El mundo
cido enormemente con la presentación de un indio que nos presenta aparece a veces demasiado
panorama sobre la tenencia de la tierra en T araqu, idílico en períodos en los que precisamente debie-
Waki y Tiwanaku. Por otra parte, hubiera sido ron discutirse varias propuestas, estrategias, etc.
cuencia del sistema de archipiélagos ecológicos nes viven esencialmente dentro del primero, es
las lenguas y dialectos de la sierra sur del Perú decir dentro de una "ecología social del lenguaje"
ocupaban territorios no contúmos, tendencia re- fundamentalmente idéntica a la prehispánica, la
forzada por los desplazamientos de población en variación lingüística dentro del espacio quechua
la época incaica. Grupos humanos de hablas dis- hablante meridional pasa desapercibida o es asig-
tintas coexistían en un mosaico lingüístico de nada a diferencias locales y la hipercorrección no
"diferenciación estable", es decir sin dejar de ser es factor de cambio fonológico, constatación par-
fieles a la lengua de su etnia de origen. La comu- ticularmente importante a nivel teórico. En estas
nicación supra étnica estaba asegurada por un comunidades el impacto del castellano sobre el
bilingüismo más o menos generalizado con dis- quechua permanece débil. Para los bilingües urba-
tintas lenguas francas, entre las cuales diferentes nos, al contrario, la diferencia lingüística es em-
variedades del quechua chínchay. Esta peculiar blema de la posición social y tratan de amoldar su
"ecología social del lenguaje" propició fenóme- fonología y el orden de los constituyentes de la
nos de convergencia lingüística entre lengua étni - frase sobre el modelo castellano.
ca y lengua franca, lo cual explica en gran parte el La segunda parte del libro está dedicada al
acervo que tienen en común idiomas de orígenes cambio lingüísti co desde un punto de vista inter-
tan distintos como el quechua, el aymara y el no. El capítulo 5 comprende una reconstrucción
puquina. El arqueólogo y el etnohistoriador de las del sistema fonológico del "sureño común", an-
sociedades prehispánicas encontrarán ahí abun- cestro directo del ayacuchano y cuzqueño moder-
dante materia para su reflexión. nos. El siguiente viene a ser una introducción al
El capítulo siguiente reconstituye la historia estudio crítico de las fuentes lingüísticas colonia-
de los debates coloniales sobre política lingüísti - les . Es a nuestro entender el menos necesario y
ca, propone algunas hipótesis de interpretación denso d.el libro . Mannheim plantea primero que la
del "renacimiento literario quechua" del siglo problemática filológica quechua descansa alter-
xvm y del fracaso de los esfuerzos borbónicos nativamente en "exuberancias" y "deficiencias"
por eliminar las lenguas indígenas. Insiste, a nues- fonológicas en la interpretación que criollos y
tro parecer de manera demasiado esquemática, en españoles hicieron de la lengua al escribirla. Pre-
las continuidades entre el debate colonial y el senta luego trece textos para los cuales señala
actual ("hispanismo" versus "asimilacionismo algunos de los problema5 que deberán tratarse
suave"). Tal vez esto se deba a que el libro busca para utilizar estas fuentes como testimonios de un
esencialmente dar una idea sintética del problema estado de lengua. Dichos problemas son aborda-
a un público norteamericano no especialista en dos más detenidamente en otros capítul os .
temas peruanos. El séptimo capítulo es un balance de lo que
El cuarto capítulo contrasta la estructura socio conocemos sobre las sibilantes del sureño del
lingüística colonial con la que se describió en el siglo XVI, y algunos factores que condicionaron
segundo. Con la Conquista se establece una jerar- su evolución.
quía idiomática en laqueelcastellano se convien e Junto con el noveno y el décimo, el octavo
en la lengua de los sectores dominantes, mientras capítulo es el que presenta las evidencias empíri-
se promueve, para el sector dominado, a algunas cas de mayor interés para el lingüista interesado en
lenguas generales en perjuicio de la diversidad de investigar el tema del cambio fonológico . Mann-
las lenguas y variedades étnicas. La homogenei- heim muestra que la adquisición por el dialecto
dad lingüística actual de las regiones del Perú cuzqueño de las series de oclusivas laringalizadas
donde se habla chínchay sureño, es fruto del características del aru se explica en última instan-
régimen colonial. Mannheim advierte que hasta cia por el panorama socio lingüístico descrito en el
hoy se puede percibir en cada acto lingüístico de capítulo 2. El "contacto estable" favorece con
la vida diaria de los quechua hablantes la perma- relativa rapidez las convergencias fonológicas y
nencia de una situación de hegemonía y jerarquía sintácticas así como los préstamos masivos de
lingüística. Esta crea una significativa separación formas individuales. Y en efecto existen ev iden-
en dos esferas idiomáticas de la experiencia del cias de que, en una primera etapa de su contac to
campesino. Vive enfrentando dos órdenes políti- con el aymara en tierras cuzqueñas, el quechua
co económicos: el suyo, basado en la reciprocidad asim iló un buen caudal de lexemas de esta lengua
(Mannheim muestra de paso como esta noción dotados de una oclusiva laringal izada. Mannheim
estructura parte del léxico e incluso de la morfo - observa que la distribuci ón no fortuita de las
logía quechuas) y el nacional peruano. Para quie- aspiraciones y glotalizaciones en el léxico actual
es una diestra investigadora de la etnografía y de solamente en aquellos pueblos que vieron la nece-
la historia. Ha trabajado durante muchos años sidad de formar una organización política más
estudiando la vida política e intelectual de los comprensiva para poder confrontar al Estado, sea
pueblos indígenas del sur de Colombia y del norte éste un Estado precolombino, colonial español o
de Ecuador. Este libro es primordialmente etno- una de las actuales naciones latinoamericanas.
histórico y toma como sus fuentes tres tipos prin- Por consiguiente, Rappaport evita la tipología
cipales de documentación: los títulos de los res- que contrapone el mito a la historia para así
guardos del siglo XVIII, los tratados publicados y examinar la manera en que unas modalidades
las historias orales de personajes sobresalientes culturales específicas para la interpretación de la
de los siglos XIX y XX. historia se expresen en términos de la interacción
El libro se divide en tres partes. La primera está política entre dos culturas: la indígena, y la nacio -
dedicada al estudio de la creación de una ideología nal .
del cacique en la época colonial. La base de su J.S.
enfoque es el famoso caso del cacique don Juan
Tama de Vitoncó y sus esfuerws para convertirse (*) Out of Time . Cambridge University Prcss, Cam-
en caudillo durante la transición de la época colo- bridge.
nial a la republicana. Aquí, su estudio se apoya en
el tratado político En defensa de mi raza, escrito RODRIGUEZ OSTRIA, Gustavo y SOLARES
en los años 30 por el líder indigenista Manuel SERRANO, Humberto . Sociedad oligárquica,
Quintín Lame, y publicado en 1971 por el Comité chicha y cultura popular. Editorial Serrano,
de Defensa del Indio. Un estudio de las interpre- Cochabamba 1990.
taciones históricas contemporáneas forma la ter-
cera parte, con un énfasis especial en los trabajos
de Julio Niquinás, discípulo de Lame y político de El interesante libro de Gustavo Rodríguez y
gran influencia. Humberto Solares analiza la importancia de la
Este estudio es único entre las investigaciones chicha en la cultura y economía cochabambinas a
etnohistóricas porque demuestra y analiza clara- fines del siglo XIX y principios del siglo XX . El
mente los eslabones de la cadena que ha transmi - principal argumento del libro es que el dinámico
tido una visión histórica de una generación de mercado de la chicha creció en esta región durante
historiadores a otra. Rappaportevita aquellas tram- el período estudiado, sustentó la economía regio-
pas de la antropología histórica criticadas por nal en época de crisis y fue el baluarte de los
Nicolas Thomas (1991 )(*). Ella analiza el desa- procesos de modernización en la ciudad de Cocha -
rrollo cronológico de la creación de la conciencia bamba. Los autores enfatizan la aparente contra-
histórica de un pueblo, sin convertirlo en una tipo- dicción de que, a través de las patentes y de los
logía evolucionaría ahistórica. De hecho, su capí- impuestos municipales, la chicha, símbolo de la
tulo introductorio ofrece una excelente exposi- cultura popular, produjera una subvención que
ción teórica de las cuestiones más importantes facilitaría la urbanización y el desarrollo de obras
para la definición de una conciencia histórica no públicas en la ciudad de Cochabamba. Analizando
occidental. La autora explora la división concep- en detalle dichos documentos municipales, Rodrí-
tual entre la historia y la leyenda. guez y Solares describen el precario balance entre
Su argumento principal es que la historia es el aprovechamiento de la "economía de la chicha"
una expresión del poder en el presente y no repre- para subvencionar tales obras y los deseos de
senta una reflexión objetiva del pasado. La me- suprimir/esconder la chicha para construir una
moria histórica se ubica en el presente y en el sociedad "moderna".
futuro y no en el pasado. La historia confiere el El libro representa una importante contribu-
poder en el presente manteniéndolo, o se convier- ción no solamente a la historia cochabambina,
te en un vehículo que posibilita el cambio. sino también a los debates sobre el regionalismo y
Más específicamente, Rappaport establece que a la casi inexplorada historia de la cultura de la~
el carácter del Estado determina el nivel de la elites bolivianas. En el primer capítulo, los autores
conciencia histórica del pueblo páez. Con el revisan los trabajos más importantes sobre el des -
aumento del poder del Estado, era necesario que arrollo socioeconómico de esta excepcion al re-
el pueblo páez formulara una visión histórica más gión que se distingue de las demás regiones boli-
universal. Concluye la autora que este proceso no vianas por la consolidación de una economía
ocurrió en todas las comunidades indígenas, sino parcelaria/campesina a fines del siglo XIX, el
Este libro apunta nuevos rumbos y preguntas, Como comentario global, decimos, enfática-
enriqueciendo nuestro entendimiento de la for- mente, que es un libro que vale la pena leer. Ha
mación de espacios culturales durante una época sido escrito con pasión y Juego de una extensa
de profundos cambios sociales y mostrando cómo reflexión. A pesar de compartir los objetivos
fueron disputados estos espacios. Documenta, generales, este comentarista tiene más puntos de
además, cómo, en el lento proceso de formación discrepancia que de coincidencia en el tratamien-
del estado boliviano, los símbolos y las prácticas to detallado de los temas; aunque quizá sea por
étnicas/populares no fueron eliminados, sino que esta razón que nos parece tan interesante.
se convirtieron en sustancia de nuevas identida- En la primera parte, en el capítulo sobre Estado
des regionales y nacionales. y Sociedad, llama la atención la definición del
L.G. objetivo de la sociedad como democrática y socia-
lista. En estos tiempos , una opción de esta natura-
leza. con todo lo que tradicionalmente implica,
V arios Autores.Por una Bolivia diferente. Apor-
como un régimen planificado, requiere de un a
tes para un proyecto histórico popular. Cuader-
sólida argumentación que no encontramos en el
nos de investigación 34. Centro de Investigación
y Promoción del Campesinado (CIPCA). La Paz, texto.
Destaca asimismo en este primer capítulo la in-
1991. 268 pp., mapas, cuadros.
teresante introducción de Nac ión Subestatal y el
explícito reconocimiento de las repercusiones
Luego de un período de gestación de tres años, internacionales de la propuesta de Estado plurina-
iniciado en 1988, el Centro de Investigación y cional . Ambos asuntos se hallan interrelaciona -
Promoción del Campesinado de Bolivia, CIPCA, dos . La utilización de esta nueva categoría se
ha reunido en este volumen sus experiencias y realiza.justamente, para haceroperativa la idea de
debates sobre la problemática del campesinado y Estado plurinacional.
del desarrollo en Bolivia. En este nuevo Estado se podría ser miembro,
Se indica con claridad al inicio del texto que la con los mismos derechos y obligaciones, a la vez
propuesta no está completamente desarrollada, de la nación boliv iana y de la quechua. aymara,
constituyendo aportes para que maduren con el c hiri guana, etc .. Asimismo, la nac ión aymara, por
debate. ejemplo , ha estado asentada, desde siempre, en un
Llega en momento oportuno al Perú, puesto territorio ahora dividido entre Bolivia y el Perú.
que nos aprestamos a revisar la constitución vi- Esta situación, al igual que otras simi lares con
gente, y los temas tratados en este libro se refieren otras naciones, plan tea interesantes problemas
a problemas y asuntos que deberemos discutir en internacionales, que aunque se tr atan só lo sucinta-
breve plazo. mente, se dicen con claridad y lucidez. Nos parece
El Ji bro contiene una propuesta general para el absolutamente necesario co ntinuar explorando
desarrollo de Bolivia, esto es, objetivos de largo y estos problemas.
mediano plazo. estrategias y criterios para orientar En el segundo capítulo de la primera parte,
la acción, en los tres campos siguientes: el de Economía y Campesinado, se trata solamente de
Estado y Sociedad, el de Economía y Campesina- la producción agropecuaria. Esta nos parece una
do y el del Política Cultural. de las limitaciones más grandes del libro. No es
Estos capítulos de propuesta constituyen la posi ble hablar de desarrollo sin hablar ele indus-
primera parte del libro, la que abarca la quinta tria. Más aún, no es posible hablar ele agricultura
parte del volumen. En una segunda parte, titulada sin referir este asunto al conte xto global ele la
"Aclaraciones y Debate", se presentan notas que economía y a la industria. Los problemas de la pro-
amplían Jo tratado y las opiniones de una treintena ducción agropec uaria, y sus soluciones , no se
de personalidades bolivianas, tanto simpatéticas encuentran conten idos dentro de sí misma ni dentro
como abiertamente '-Títicas. Por último, en seis de lo rural. Se necesita un a visión de conjun to .
anexos se presentan materiales de base sobre los Dentro del can1po agropecuario, el elemento
siguientes temas: nación y clase, mecanismos de principal es la "seguridad alimentaria", asociado a
representación en el nuevo Estado, territorios y una preocupación por la importación de alimen-
delimitación administrativa del país, territori os tos . Así pues, el tratamiento de este campo nos
indígenas, conceptos fundamentales a ser tratados parece insuficiente. Con es ta entrada al tema no se
en la futura legislación y, un comentario global al toman en cuen ta una gran cantid ad de problemas.
documento por una personalidad boliviana. En especial, el ele la productividad y el del uso de