Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
info@argentores.org.ar
CHAU CHAU
Marcelo Bertuccio
PERSONAJES:
Olímpico
Hidra (tres mujeres unidas)
Solange
Daniela
Agustina
Samantha
Olimpia (Noelia)
Juana
Mariela
Marcela
CHAU CHAU (Marcelo Bertuccio) 2
Evento
1
(Aplausos. Música: “Downtown” de Tony Hatch, interpretada por Petula Clark.)
(OLÍIMPICO saluda a algunas personas que se acercan, mientras sale el público. Cuando se queda
solo, descansa, se relaja, toma agua, bosteza.)
HIDRA: (Se asoma.) Olímpico, ¿vienes?
OLÍMPICO: En un momento.
2
(HIDRA vuelve y se suma a la actividad.)
HIDRA: Ya se están retirando.
3
DANIELA: (Entrando por la puerta de acceso, con su bolso colgando del hombro.) Perdón, ¿puedo
pasar?
OLÍMPICO: Sí, adelante. ¿En qué puedo ayudarte?
OLÍMPICO: ¿Y no te importó que nos diéramos cuenta de que nos estabas mintiendo?
DANIELA: Es que yo necesitaba coraje para volver a entrar, y pensé que la mentira de que me había
olvidado el bolso me iba a dar ese coraje, y no me di cuenta de que lo tenía que esconder, que
ustedes no lo tenían que ver. No me di cuenta.
CHAU CHAU (Marcelo Bertuccio) 4
HIDRA: También podías haber inventado otra cosa. Algo más fácil.
OLÍMPICO: Mmh…
DANIELA: Pero… es bueno lo que pasó. Quise mentir y no pude.
HIDRA: ¿Cómo?
DANIELA: Quise mentir, pero inconcientemente dije la verdad, porque dije que no tenía el bolso y me
olvidé de esconderlo. Mi inconciente no miente.
OLÍMPICO: Ningún inconciente miente.
DANIELA: Pero yo soy capaz de confesar que mentí. Soy una persona confiable.
HIDRA: Mmh…
OLÍMPICO: Disculpa, pero tenemos que terminar un asunto.
HIDRA: (Hacia la cabina.) Señorita, ¿estás ahí?
Barco
4
(En el escenario está AGUSTINA, sentada sobre una de las cajas de depósito que ocupan el espacio. A
una seña de HIDRA se corta la música.)
DANIELA: Ay… Parecía que iba a empezar una comedia musical o algo así.
OLÍMPICO: (A HIDRA.) Sí, vamos a usar esa desde ahora.
HIDRA: Okéi, / ¿vamos? / Es un minuto…
OLÍMPICO: Lo soy.
AGUSTINA: No, en el campo. Bah… en ese lugar que parecía un campo de concentración, o un centro
de detención… ¿Cómo habíamos llegado ahí? Te lo preguntaba todo el tiempo, y vos me repetías una
y otra vez que no lo sabías, que no lo podías saber, que dejara de preguntarte eso para lo que no
tenías respuesta. Yo, por suerte, había conservado mis ojotas.
AGUSTINA: Cuando no pude más, y me decidí a ir al baño, al pasar por una especie de dormitorio,
pisé sin querer la sábana de una cama armada en el piso húmedo y sucio, y me morí de miedo. ¡Qué
miedo! La limpié inmediatamente aunque siempre había estado sucia, embarrada, aceitosa. Un
hombre desdentado, que llevaba en una oreja un audífono y tenía la otra como destrozada por un
martillo, se me acercó y me dijo que se sentía muy bien, como que le gustaba verme, como que me
conocía y me quería, pero me parece que quería sexo conmigo, sexo salvaje, sin amor, y yo me dije
“va a haber que lidiar con esto… todos van a querer sexo conmigo, y yo voy a tener que cumplir con
ellos, o me van a matar”. Me da miedo esa gente.
AGUSTINA: Al volver del baño, noté que había oscurecido muchísimo, era muy difícil distinguir las
formas, y no veía luz artificial por ninguna parte. Y pensé “menos mal que no nos pusieron
capuchas”. Hay una comunicación por radio. Una persona, a través de la radio, da una noticia que no
recuerdo, la verdad, ¿vos no te acordás? (DANIELA no sabe si se acuerda.) No sé lo que dice, pero
dice algo de otra facultad, y eso me hacía pensar que estaba pasando lo mismo que en los 70.
DANIELA: ¡Pero no habíamos nacido!
HIDRA: Y ahora / van / a morir…
OLÍMPICO: ¡No, Hidra, cuidado! ¡Cuidado con la violencia explícita!
AGUSTINA: Algo me decía que pronto iba a terminar esa tortura, pero al mismo tiempo sentía lo
contrario: que no iba a terminar nunca más. Soy muy contradictoria yo… Pensaba en la higiene
también. Pensaba que en poco tiempo íbamos a empezar a oler mal. ¿Cómo sería vivir así? Vos y yo,
abrazadas en silencio. ¿No te acordás?
DANIELA: No sé… Pero vos, eso… ¿lo soñaste?
AGUSTINA: ¡No! ¿Vos no te acordás?
AGUSTINA: Y si hubieras estado, también podrías mentirme y decirme que no estuviste. ¿Cómo
saber?
DANIELA: Es verdad, podría mentirte. Pero estoy intentando no mentir, ¿eh? En general. De verdad.
OLÍMPICO: También podría ser un barco pirata. Y tú serías mi asistente.
5
HIDRA: (A DANIELA.) ¡Daniela, / acá no se viene / a comer! (Silencio expectante.) ¡Daniela, acá no / se
viene a / comer! (Nueva expectación. Hacia afuera.) ¡Samantha! / ¡Samantha! /¡Samantha!
SAMANTHA: (Ingresa abruptamente.) Agustina, no dejes la cámara de tortura toda mojada, ¿cuántas
veces te lo tengo que decir?
DANIELA: Daniela.
AGUSTINA: Tres.
SAMANTHA: El A, el B, y el C. Yo estoy en el A. Así que vos sos Daniela…
AGUSTINA: Y este es el B.
DANIELA: (A AGUSTINA.) Ah, por eso la había perdido de vista a Samy. (A SAMANTHA.) Por eso te
había perdido de vista a vos.
HIDRA: (Hacia la cabina.) Señorita… / allá arriba… / Downtown tortura.
(Se escucha una versión de Downtown interrumpida regularmente por gritos femeninos de pánico.
HIDRA disfruta especialmente cuando escucha los gritos.)
SAMANTHA: Otra vez está torturando.
DANIELA: Downtown.
AGUSTINA: ¿Cómo?
SAMANTHA: (A AGUSTINA.) El tema que pone. Downtown.
DANIELA: ¿Es Petula Clark o Petula?
SAMANTHA: ¿Petula?
DANIELA: Saben que… en la casa de mis abuelos había un disco de… Clark, y no lo escuchaban nunca.
Me contó mi papá. Hasta es posible que no lo hayan escuchado nunca entero.
HIDRA: Ustedes están / dentro de un palacete / y son en sí mismas / una entelequia. / ¿Para qué
quieren saber / qué quiere decir?
DANIELA: (A HIDRA.) ¿Cómo palacete? ¿No era un barco?
SAMANTHA: (A OLÍMPICO.) Pero a vos se te está yendo la mano, me parece.
AGUSTINA: Un poco.
OLÍMPICO: Y bueno… ¿qué quieren? ¿Que no reaccione? ¿Como Hamlet?
Cabaret
6
(Empiezan a armar el cabaret, hacia el número musical, el único momento completamente teatral, en
el sentido de artificioso, del espectáculo.)
7
(Entra JUANA, descalza pero con un bolso lleno colgando del hombro.)
OLIMPIA: (A JUANA.) ¿Vos estás siempre descalza como dice Samy? No me di cuenta.
JUANA: Siempre… eh… (No recuerda el nombre.)
JUANA: … Olimpia.
CHAU CHAU (Marcelo Bertuccio) 11
JUANA: ¡Sí, Olimpia! ¿Vos tenés una fijación con mis pies, te gustan mis pies, querés que te los
regale?
HIDRA 1: ¿Qué pasa?
HIDRA 2: ¡Tranquilas!
HIDRA 3: “¿Vos tenés una fijación?”
JUANA: Desde que llegamos me preguntó cinco veces si yo camino descalza por la calle, y cada vez le
contesté que sí.
JUANA: Es verdad, nunca uso calzado, solo uso unas chatitas muy finitas cuando hace frío, eso se lo
dije unas siete veces, cada vez que me lo pregunta, y ahora me lo vuelve a preguntar, entonces yo le
pregunto si tiene una fijación con mis pies, porque no es sano fijarse en una parte del cuerpo. Es
buena intención, además. Lo digo por ella más que por mí.
OLIMPIA: Están muy limpios tus pies como para que andes descalza por la calle.
JUANA: Bueno, no me los quiero ensuciar, después no tengo dónde lavármelos acá, pero se puede
imaginar, ¿no?
HIDRA 1: Las esclavas.
HIDRA 2: ¡Apurando!
HIDRA 3: “Qué mal suena, ¿no?”
JUANA: A veces me parece que Hidra son tres personas distintas.
8
MARIELA: (Entrando por la puerta de acceso con unas carpetas.) Perdón, me distraje en cubierta.
HIDRA 1: (A HIDRA 3.) ¿Vas a hacer alguna otra cosa además de imitar burlonamente algo de lo que
se dijo recientemente?
AGUSTINA: Se armó.
CHAU CHAU (Marcelo Bertuccio) 13
OLIMPIA: Pero va a ser esa la canción, Mariela. Y la que no esté de acuerdo, ya sabe lo que le espera.
OLÍMPICO: ¡Eso es, Noelia!
OLIMPIA: (Estalla.) ¡Me llamo Olimpia, Olímpico! ¡Olimpia! ¿Por qué me hacés sufrir así?
MARIELA: ¡¿Qué carajo les importa?! ¡Nunca abro la boca y una vez que me preparo para hacer una
exposición como la gente, no me dejan hablar! ¡Y se dicen amigas! ¡Amigas de mierda!
DANIELA: ¿Y esta, ahora?
AGUSTINA: ¿Qué pasó con Juana?
SAMANTHA: Marcela.
MARIELA: ¡Mariela!
MARIELA: (Con pizarra y puntero.) Un señor llamado Tony Hatch escribió una canción titulada
“Downtown” que grabó una señorita llamada Petula Clark…
DANIELA: Me parece que es Petula.
OLÍMPICO: ¡Silencio!
HIDRA 1: Bruto.
CHAU CHAU (Marcelo Bertuccio) 15
HIDRA 2 y 3: ¡Sh!
MARIELA: … que grabó esta señorita Clark en 1964. La canción versa acerca de las ventajas que tiene
acercarse al Centro - el Downtown- de una ciudad, para no sentirse solo.
OLÍMPICO: Muy bonito.
(MARIELA hace una seña a la cabina. Aparece una pantalla blanca. Se escucha a Petula Clark cantar:)
Downtown
Things will be great when you're downtown
No finer place for sure, downtown
Everything's waiting for you
(Al mismo tiempo, se proyecta en la pantalla:)
en el Centro
las cosas serán maravillosas cuando estés
en el Centro
sin duda no hay otro lugar mejor
que el Centro
todo te está esperando
MARIELA: Que podés escuchar una bossanova, que podés bailar… Y, sobre todo, que podés encontrar
a alguien bueno que te entienda y que te ayude, y que no esperes un minuto porque en el Centro
todo lo bueno te está esperando.
JUANA: (En complicidad con el público.) No, no, imaginario quiero decir, ¿cómo va a haber público?
En la realidad no hay público, nada más que en el teatro hay público. Claro… Bueno, si hacemos de
cuenta que acá hay público… Para decirlo de mejor manera: Si acá hubiese público, podríamos
preguntar: “¿Hay entre los presentes un germano-parlante que nos ayude a traducir la versión
alemana de la canción, de ‘Downtown’?”
SAMANTHA: (A AGUSTINA.) ¿Parlante?
(JUANA se pone en contacto con un espectador imaginario y le pide la traducción literal del
fragmento en alemán. OLÍMPICO cronometra la improvisación, que se detiene cuando dice:)
OLÍMPICO: ¡Stop!
Downtown
so viele Gesichter rum
Downtown
so viele Lichter rum
Downtown
die alle laden dich ein
Downtown
todas ellas te invitan
MARIELA: De la francesa tampoco puedo hablar mucho, pero sí localizo en el estribillo que, en lugar
de decir Downtown, se dice “Dans le temps”, que quiere decir algo así como “en aquellos tiempos”,
“otrora”, “antaño”…
DANIELA: ¿”Totora”?
SAMANTHA: ¿”Ancaño”?
OLÍMPICO: ¡Silencio, ignorantes! ¡”Otrora”, “antaño”, “en otro tiempo”, “en el pasado”! ¿Qué idioma
se habla en sus países?
dans le temps
comme on s'aimait, oh oui!
dans le temps
je m'en souviens, oh oui!
dans le temps
qui a passé depuis
qué tiempos
cómo nos queríamos, ¡oh sí!
qué tiempos
me acuerdo, ¡oh sí!
qué tiempos
que después se fueron
MARIELA: Luego podemos observar la supuesta traducción italiana. Los italianos reemplazaron
“Downtown” por “Ciao ciao”.
SAMANTHA: Qué brutos son los italianos.
HIDRA 1: Y por si fuera poco, xenófoba.
DANIELA: ¿En qué idioma habla esta gente?
HIDRA 1: Es interesante.
HIDRA 3: ¡Cállate!
MARIELA: En italiano, la canción no habla del Centro. Habla de alguien que se reencuentra con un
amor del pasado, y le dice “Ciao ciao”, que no voy a traducir por ahora porque puede provocar cierto
nivel de polémica.
DANIELA: Claro, “dans le temps”.
MARIELA: Bueno, dice que esta persona vuelve a una playa donde conoció a la otra y se encuentra
con sus amigos de antaño… (Silencio tenso.) … de otro tiempo… (Alivio general.) y que se encuentra
con el hombre que ama y que lo saluda diciéndole “Ciao ciao”, que en italiano quiere decir “Hola
hola”.
SAMANTHA: Y también quiere decir “chau chau”.
MARIELA: ¿No te digo? (Repentinamente desencajada.) ¡DESPUÉS! ¡Eso después! ¡Déjenme hablar!
(Silencio.)
OLÍMPICO: ¿Y?
MARIELA: Terminé.
OLÍMPICO: ¿Y en castellano?
OLÍMPICO: Esto no es una tesis, Marcela. (Silencio furioso de MARIELA.) Todo es aproximativo,
general, dubitativo,…
MARIELA: No, bueno, una tesis es (Lee en un papel.) un hecho demostrable.
OLÍMPICO: Sí.
MARIELA: La aseveración de una idea que se expone públicamente.
OLÍMPICO: Sí. No lo leas.
MARIELA: Sí.
OLÍMPICO: Dime esto último de otra manera. (MARIELA lo intenta pero no lo consigue.) Bueno,
piénsalo con tiempo.
JUANA: ¿Yo puedo?
OLÍMPICO: A ver…
JUANA: Yo te digo, por ejemplo, que tenés que comer más semillas y menos químicos, y escribir
“Buen Día Te Amo” en la pared de tu habitación para que eso sea lo primero que veas en el día, y vos
te lo creés porque yo lo fundamento detalladamente como si fuera verdadero. (Silencio
desconcertado.) Eh… no sé… Que te lo puedo explicar, quise decir.
(Silencio.)
MARIELA: No la tengo en castellano.
(HIDRA 2 e HIDRA 3 se disponen a salir, pero se detienen al ver que HIDRA 1 no las acompaña.)
CHAU CHAU (Marcelo Bertuccio) 20
9
(HIDRA 2 e HIDRA 3 traen, empujándolas, a OLIMPIA y MARCELA. OLIMPIA se queda por ahí,
ensimismada, preocupada.)
OLÍMPICO (A MARCELA.) ¿Así que tú tienes la versión castellana?
OLÍMPICO: Bueno, entonces recítala. (A HIDRA.) Y tú, ve a buscar papel y lápiz para que pueda
escribirla.
HIDRA 2: (A HIDRA 1.) Ve tú sola ahora, a ver cómo te sientes.
HIDRA 3: (A HIDRA 2.) Déjala en paz.
(HIDRA 1 sale silenciosamente.)
OLÍMPICO: (Furioso.) ¡Me da igual! (Silencio.) La computadora, a la que tú, Agustina, llamas
estúpidamente “compu”, es de mi uso exclusivo y personal. (De repente, otra vez furioso.) ¡¿O crees
que soy un imbécil como tú?!
JUANA: (A SAMANTHA.) En el barco pirata pasaba lo mismo, ¿te acordás?
(Vuelve HIDRA 1 con cuaderno y lapicera. Se las entrega a MARCELA, quien empieza a escribir en
silencio.)
OLÍMPICO: (A MARCELA.) ¡Ahora no, idiota! Ahora la recitas y luego la escribes para que se la
aprendan todas estas, si es que saben leer.
MARCELA: (A OLÍMPICO, a los ojos.) “Vuelvo a la playa donde te conocí, y el mar me canta así: Chau
chau. Y los amigos que antaño dejé…”
AGUSTINA: (A SAMANTHA.) ¿”Ancaño”?
HIDRA 2: ¡Silencio!
HIDRA 3: ¡Cállate!
SAMANTHA: Esa es la parte donde el “Ciao ciao” italiano se traduce como “Hola hola”. Deciles,
Mariela.
JUANA: Che, ¿y la versión original en inglés? (La busca, la encuentra, se tira por ahí y la lee íntegra en
voz alta, mientras continúa la situación.)
MARIELA: Claro, eso es lo que yo decía en la tesis que expuse hace un rato, pero vos no estabas,
Marcela.
AGUSTINA (A SAMANTHA.) Mariela-Marcela, ¿te habías dado cuenta?
SAMANTHA: ¿De qué?
OLÍMPICO: ¡Cállate!
HIDRA 3: ¡Cállate!
MARCELA: (Continúa, a los ojos de OLÍMPICO.) “Lo veo todo igual, nada ha cambiado en el ambiente.
Y con la mirada yo te busco entre la gente. ¡Ya te encontré! Radiante, tu cara de alegría. Vienes
corriendo. De lejos sonriéndome. Chau chau…”
DANIELA: “Ho-la.”
MARCELA: ¡Ay, cierto! (Hablándole claramente a OLÍMPICO, utilizando la letra de la canción.) “Hola,
yo voy gritándote. Hola, tú contestándome. Hola, ven a mis brazos, mi amor. No sabes tú cómo los
días conté hasta volverte a ver. Hola. No quiero estar ni un momento sin ti, y te lo…”
OLÍMPICO: (A MARCELA.) Abandona ese jueguito de una vez o voy a volver a encerrarte. Ya te he
dicho mil y mil veces que no.
Velatorio
10
(Comienzan a desarmar el Cabaret. Desarman el artificio creado. Se percibe un clima angustioso.)
MARCELA: Siempre la muerte me hace pensar en Hamlet.
JUANA: Claro, se mueren todos en Hamlet, ¿no?
DANIELA: ¿Disuade?
HIDRA 2: Nadie te obliga a hacerlo. Es más, no queremos que lo hagas. Tus manos están limpias. No
puedes separarte de nosotras solo porque se te lastiman los principios.
HIDRA 1: Sí puedo. Cualquiera puede. Pero mientras tanta gente siga pensando como tú piensas, no
se podrá. No debemos aceptar nunca jamás que se vulneren nuestra libertad y nuestra ética, hay que
ser capaz de renunciar a todo por los principios.
SAMANTHA: Me cansa esto del Amor, así con mayúscula. ¿Qué amor?
HIDRA 2: No sé qué pudo haberte hecho nuestro padre para que hables de él como si fuese tu
enemigo.
HIDRA 1: Debería darte vergüenza defenderlo. La vergüenza que no tuvo él. Los arios nos han
dominado siempre. Son los únicos artífices de esta decadencia que nos angustia tanto. Ellos y su
barbarie disfrazada de civilización. Pero nosotras no podemos hacer lo mismo que ellos, nosotras
estamos para otra cosa.
HIDRA 2: No te entiendo.
HIDRA 1: Me da pena que no lo entiendas… que no lo veas. Pero te quiero igual, hermana, y te
perdono.
SAMANTHA: (Burlona.) Y te mando mucha luz.
HIDRA 1 se pone un abrigo, toma un bolso o una cartera, abraza a sus hermanas y se va sin saludar a
nadie.
AGUSTINA: Se pusieron un nombre cada una.
DANIELA: ¿Un nombre distinto para cada una?
OLIMPIA: Juana, Mariela y Marcela.
MARCELA: ¡No!
OLIMPIA: ¡Sí!
MARIELA: Pero se van a confundir Mariela con Marcela. Cuando las llame desde lejos no se va a saber
bien a cuál llama.
MARCELA: Claro. Los nombres tienen que ser muy distintos entre sí.
JUANA: ¿Qué?
AGUSTINA: Nada, disculpá.
HIDRA 3: No entiendo.
MARIELA: Sí.
AGUSTINA: Nada, perdón.
AGUSTINA: ¡Marcela!
CHAU CHAU (Marcelo Bertuccio) 26
MARCELA: ¿Qué?
MARCELA: ¿Y por qué no te buscás a otra como ejemplo? (De golpe se pone a llorar. Las demás no la
consuelan, solo hacen una especie de “silencio de compañía”. Después de un tiempo:)
AGUSTINA: ¿Te das cuenta de lo que te quiero decir, Marcela?
MARCELA: ¡¿Qué?!
HIDRA 3: Mariela.
AGUSTINA: (A MARCELA.) Nada. (A HIDRA 3.) Mariela, sí. ¿Me entendés?
HIDRA 3: Sí, pero es distinto en este caso.
11
(Silencio. Se van colocando en dos grupos, dejando espacio para el ataúd, y colocando los elementos
necesarios para realizar un velatorio: coronas, palmas, crucifijos, café, etc. De un lado: MARIELA,
MARCELA y JUANA. Del otro: SAMANTHA, DANIELA y AGUSTINA. Sola, en un extremo: OLIMPIA.)
MARCELA: (A OLIMPIA.) Te saliste con la tuya.
OLIMPIA: ¿De qué hablás? No entiendo de qué hablás.
MARCELA: Porque no les importó. Yo le cerré los ojos. Ustedes estaban de viaje.
JUANA: Me parece un poco frívolo decir que alguien que murió se merecía o no se merecía haber
muerto.
AGUSTINA: Mirá quién habla de frívolo: la vegetariana.
MARIELA: Ustedes se están dando cuenta de que yo hace rato que no abro la boca, ¿no?
(Todas se levantan. Las que estaban de un lado se sientan del otro, y viceversa. OLIMPIA queda de pie
en su lugar, desorientada por unos segundos, hasta que vuelve a sentarse en el mismo lugar.)
AGUSTINA: Ustedes nos quieren hacer creer que murió, y yo sé que no. Que debe estar escondido en
alguna parte.
SAMANTHA: Nadie vio el cuerpo.
DANIELA: Si no lo veo no lo creo.
MARCELA: Lo único que pretenden es dividir. Por eso las estoy odiando.
MARIELA: Los que quieren dividir en lugar de unir, no cuenten conmigo.
JUANA: Lo único que vale es la unión. Y yo no me uno a los que quieren dividir.
SAMANTHA: El que quiere unir no divide. Yo quiero la unión, por eso no quiero saber nada con
ustedes.
DANIELA: Lo único que falta. Que ustedes hablen de unión cuando lo único que quieren es la división.
Nosotras no nos unimos a ustedes. Nosotras queremos unión, y no es eso lo que ustedes proponen.
OLIMPIA: Yo siempre trabajé para la unión.
SAMANTHA: ¿Cómo qué pasa con el cuerpo? Si nosotras pensamos que no murió.
AGUSTINA: ¿Vos no tenés ideología, Daniela?
DANIELA: Bueno, che… me había olvidado de la ideología que tenemos, tanto lío por una pavada…
Entonces, voy a ver si alguien sabe por qué no llega, a ver si me confirman que no murió. ¿Ahora sí?
(SAMANTHA y AGUSTINA asienten en silencio, no muy convencidas. DANIELA sale.)
MARCELA: (Llorando.) Les pagan para que digan eso. Y a esta (Por OLIMPIA.) también.
CHAU CHAU (Marcelo Bertuccio) 29
12
MARIELA: Mirá vos… Marcela, Mariela. Por una letrita no es el mismo nombre.
JUANA: Dos.
AGUSTINA: Yo también, Samy, pero lo quiero comprobar igual para sacarme las dudas.
MARIELA: La c por la i, y la i por la c.
SAMANTHA: Entonces tenés dudas, Agus.
AGUSTINA: De…
SAMANTHA: Sí, de mierda.
CHAU CHAU (Marcelo Bertuccio) 30
MARCELA: Juana, ¿no era que había que cambiar de lugar para que pudiéramos ponernos un poco de
acuerdo?
MARIELA: A lo mejor no funcionó porque nos cambiamos completamente de lugar.
JUANA: Debe ser porque nos cambiamos todas, ¿no? Si lo que estaba de un lado pasa al otro, y lo
que estaba en el otro lado pasa al otro, no hay cambio real, solo cambio aparente. Intercalémonos.
AGUSTINA: Y bueno, intercalémonos. A mí me tiene cansada este enfrentamiento, la verdad.
(Todas se levantan. Las que estaban de un lado se sientan del otro, y viceversa. OLIMPIA queda de pie
en su lugar, desorientada por unos segundos, hasta que vuelve a sentarse en el mismo lugar.
Mientras:)
SAMANTHA: A mí también.
JUANA: Claro, no es natural.
MARIELA: Es cultural.
(Silencio.)
AGUSTINA: La verdad es que las odio más que antes.
MARIELA: Yo también. ¿Qué pasa, Juana? ¿Vos sabés lo que nos estás haciendo hacer?
JUANA: Por supuesto. Pero no puedo darme cuenta de qué es lo que no funciona.
MARCELA: ¿Será porque ellas son dos y nosotras tres?
SAMANTHA: Puede ser… Y… ¿dónde está Daniela?
AGUSTINA: Salió.
MARIELA: Recién estaba ahí. (Señala la silla vacía de enfrente.) No, bueno, en realidad acá. (Señala
una silla de su lado.) No, ahí. (Vuelve a señalar la silla vacía de enfrente.)
JUANA: Ya va a volver. Seguro.
OLIMPIA: ¿Qué pasa con el cuerpo? ¡Vaya alguien a averiguar, por favor! (Llora.) ¡Mi querido!
MARCELA: ¡Callate, mala persona! (Llora también.)
AGUSTINA: Voy a ver si alguien me puede explicar qué pasa.
SAMANTHA: ¿Con el cuerpo? Pero si nosotras estamos convencidas de que no murió. ¿Vos no tenés
ideología, Agustina?
AGUSTINA: Bueno, che… me había olvidado de la ideología que tenemos, tanto lío por una pavada…
Entonces, voy a ver si alguien sabe por qué no llega, a ver si me confirman que no murió. ¿Así te
parece bien, Samy?
(SAMANTHA asiente en silencio, no muy convencida. AGUSTINA sale.)
CHAU CHAU (Marcelo Bertuccio) 31
13
JUANA: ¿Probamos cambiar otra vez de lugar?
SAMANTHA: (Muy alterada.) Quiero decirles… a todos… que me sentí descontextualizada todo el
tiempo… sin contenido… y que me voy sin terminar de entender lo que pasa. (Va a salir.)
(SAMANTHA sale.)
Evento
14
OLIMPIA: (Entra, de prisa.) Chicas, discúlpenme la tardanza, pero me demoré en el médico.
MARCELA: No te preocupes.
CHAU CHAU (Marcelo Bertuccio) 32
MARIELA: Estábamos armando, no sé si va a ser así, o te parece que hay que cambiar algo.
JUANA: ¿Qué?
MARIELA: ¿Qué?
OLIMPIA: ¡Son trillizos!
OLIMPIA: Sí, muy poco. Llegó a enterarse de mi atraso, nada más, pobrecito.
JUANA: Bueno, no pienses en eso ahora. ¿Tenés los nombres?
OLIMPIA: Se van a llamar Yamel, Gamel y Damel.
MARIELA: Qué lindos, pero… ¿no se van a confundir?
OLIMPIA: ¿Viste? Eso decía yo. Seguro que va a haber mucha gente que me va a preguntar eso. Y la
verdad, que no entiendo por qué.
MARCELA: Sí, tenés razón. Somos muy complejos los seres humanos.
CHAU CHAU (Marcelo Bertuccio) 33
JUANA: Oscuros. Por eso tenemos que subir hacia la luz, iluminarnos.
OLIMPIA: Bueno, vamos a ver. El espacio está perfecto. Acá va a haber unas botellitas de agua,
vamos a ver si conseguimos tres micrófonos… (Hacia la cabina.) Solange, ¿estás ahí? (No hay
respuesta. Se acerca a un teléfono interno que hay junto a la pared y marca dos números.) Solange,
Olimpia, en el teatro. Estoy preparando las premiaciones de las tesis. ¿Me das luz, por favor? Gracias.
(Cuelga.)
MARIELA, MARCELA y JUANA: ¿Querés que vaya a buscarla?
OLIMPIA: Y después digo que ustedes han sido las ganadoras de las tesis, con diez, nueve y medio, y
nueve y cuarto, respectivamente, que van a hacer un crucero pedagógico como premio, porque son
las mejores, y que disfruten la frustración y el fracaso de los perdedores, las presento, … y arrancan.
MARIELA: Bueno, mi tesis es una investigación acerca del hambre en el planeta y de su posible… eh…
resolución.
OLIMPIA: ¿La tuya no era la de una canción… cómo era… Down… algo?
MARIELA: No.
CHAU CHAU (Marcelo Bertuccio) 34
JUANA: No. Esa era la de Daniela. Que a su familia le gustaba mucho una cantante que se llamaba…
Petunia no sé cuánto…
OLIMPIA: Ah…
MARIELA: (Molesta.) ¿Puedo seguir? (Breve pausa.) Bueno, que mil millones de personas en el
planeta pasan hambre.
OLIMPIA: Disculpame, Marcela…
MARIELA: Mariela.
OLIMPIA: Sí, Mariela, voy a ver qué pasa con la técnica, que no viene. Sigan ustedes. Que siga…
nueve cincuenta…
JUANA: Yo.
OLIMPIA: Bueno, sí, vos. (Sale muy contrariada.)
15
JUANA: Bueno, ¿seguimos solas?
MARIELA: Y… Eso dijo.
16
(Silencio desconcertado.)
MARCELA: (Se pasa a la silla donde estaba JUANA.) ¿Sigo yo, te parece?
MARIELA: Y… si querés…
SOLANGE: ¿A mí?
MARIELA: Sí.
SOLANGE: ¿Qué?
MARIELA: Si no sabés dónde se fue Olimpia.
SOLANGE: No.
(Silencio.)
MARIELA: Bueno, dale.
MARCELA: Eh… Yo voy a hablar de que es recomendable el consumo de carne, y también de leche y
de huevos… Y que no me hablen de crueldad para con los animales…
MARIELA: Va a estar muy bueno, che. Disculpame, voy a ver qué pasa que no vuelven. (Salen.)
17
(MARCELA, creyéndose sola, canta la versión castellana de “Downtown”. De pronto, se enciende toda
la luz.)
MARCELA: No… Mi novio murió… hace unos meses ya… Jovencito se murió… Yo todavía… recuerdo…
sus gritos… su brutalidad… Era bueno, pero muy inseguro. Era tan bueno, que sentía que tenía que
ser malísimo para hacerse respetar. Malísimo era. (Largo silencio.) Hice bien. (Otro silencio.) Él había
estado enamorado de… otra chica, que se llamaba Noelia. Antes de conocerme a mí. Estaba
obsesionado él con esa chica. Ella no lo quería, parece. Y yo a él lo quería mucho, me gustaba mucho
además. Entonces escribí su nombre en un papel, y en otro escribí el mío, y puse los dos papelitos
abrazados en un frasquito con miel en el freezer… y entonces se quedó conmigo… Pero no conseguí
que se sacara de la cabeza a Noelia. Yo nunca le vi la cara a ella. A veces pienso que no existe, que no
existió nunca, y que él estaba mal de la cabeza… Él trabajaba de capitán pirata en una parrilla con
show, donde yo empecé a cantar… Después se hizo empresario… de… Me decía que la verdad de la
vida está en el medio, en el equilibrio, no en los polos, … o sea… entre los polos. Pero era tan
autoritario él… que me confundía… Hoy, justamente, yo quería comprar un libro por Mercado Libre…
un libro valioso… porque es un libro escrito por un revolucionario… por un guerrillero… que fue
periodista… Y… el vendedor me dijo que… me escribió que… me recordó, en realidad… que el libro no
tenía tapa ni contratapa. Y como él tuvo tan buenos modales para responderme, o por lo menos yo
CHAU CHAU (Marcelo Bertuccio) 36
entendí que eran buenos modales… y no estoy acostumbrada… me pareció bien comprarlo…
porque… y también por el valor que tiene un libro deteriorado… roto… Entonces, le pregunté…
primero le agradecí… y… le escribí que… bueno, que… le agradecí lo que me había dicho… y le dije… a
ver… textualmente le dije… (Busca y lee en el teléfono.) “Gracias. Quizá pueda parecerte una tontería,
pero me gustaría saber si tiene el lomo. Muchas gracias.” Porque… claro, me dijo que no tenía tapa ni
contratapa pero no me había dicho nada del lomo. Y entonces… me di cuenta de lo que escribí… Y…
¿No era mucho escribir “gracias” y “muchas gracias” en una sola línea?... Pero yo sé que agradezco
tanto porque… No porque sea agradecida… Porque… le tengo mucho miedo a una reacción violenta.
Porque mientras escribo empiezo a escuchar como que el otro me va a responder algo como… “Pero,
pelotuda, ¿vos me estás cargando?, ¿cómo me preguntás esa boludez?, si no tiene tapa ni contratapa
tampoco tiene lomo, forra…, no me hagas perder el tiempo, conchuda del orto…” Eso es lo que hace
que yo agradezca tanto… (Largo silencio.) Y mientras pensaba en esto… me llegó su respuesta… Eh…
(Busca en el teléfono y lee.) “No, tampoco tiene el lomo. Me olvidé de aclararlo. Perdón. Agustín”. Y
yo… me sentí… enamorada… Lo amé. Porque no me agredió. Y entonces le compré el libro. Sin decir
nada más. Fue un logro enorme. Porque me di cuenta de que él no era el que me tortur... el que me
maltrataba. Mi marido… Él me maltrataba, pero yo también… Yo también me maltrataba. Él y yo
éramos los que “me” maltrataban. Es difícil expresarse cuando uno se desdobla, ¿viste? Quiero decir
que, por ejemplo, no se puede decir “Vos y yo… ¿‘me’ amo?... ¿o ‘nos’ amo?”… No, eso sería otra
cosa… “Vos y yo ‘me’ amamos”… Por ahí es… “Él y yo ‘me’ maltrataban”. “Él y yo ‘me’
maltratábamos”… Bueno, fue un gran descubrimiento. Y encima vengo acá y me entero de que mi
tesis ganó el primer premio con 10, y que me voy a hacer un crucero. Es increíble cómo puede
cambiar todo de un momento para otro. Somos circunstancias, puras circunstancias… ¿No te parece?
SOLANGE: Disculpame, no te escucho bien de acá arriba, ¿qué pasó? ¿Te vas?
MARCELA: Mariela. (Rápido.) Perdón, Marcela. (Silencio.) No hay ninguna Noelia acá, ¿no?
MARCELA: (Va saliendo de la sala.) Sí, espero afuera. (Se detiene antes de abrir la puerta. Saluda con
la mano hacia la cabina, desde donde no obtiene respuesta. Abre la puerta, sale y la cierra.)
OSCURIDAD.