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ENFERMEDAD CARENCIALES

En su sentido más amplio, se denominan enfermedades por carencia


a aquellos procesos patológicos que tienen como causa la escasez o falta
absoluta, en los alimentos, de algunos principios indispensables para la vida y
la conservación de la buena salud en los seres animales.

Los micronutrientes, vitaminas y minerales, son compuestos necesarios para


mantener un estado fisiológico adecuado. Su carencia ocasiona un síndrome complejo
de síntomas y signos, bien caracterizado para cada vitamina y mineral, y que evoluciona
en 3 etapas: depleción de las reservas, disfunción bioquímica y, finalmente, estado
carencial, que puede manifestarse en cualquier órgano o sistema. En la actualidad, las
enfermedades carenciales sólo se dan, en el caso de los países occidentales, en ciertos
grupos de riesgo, pero aún siguen siendo un problema sanitario importante en países
subdesarrollados. El diagnóstico de las carencias nutricionales comienza con la
identificación de situaciones de riesgo nutricional. La anamnesis y una exploración
física cuidadosa del paciente son clave en su detección.

Enfermedades carenciales

Son trastornos producidos por la ausencia de sustancias específicas

esenciales como las vitaminas, los minerales o los aminoácidos. De forma más

genérica incluye aquellas situaciones en las que la sustancia esencial, está

presente pero no se absorbe adecuadamente, o cuando el organismo no es

capaz de producir algún producto natural esencial como una hormona.

Enfermedades como el beriberi, el escorbuto, la pelagra o el raquitismo son

debidas a la carencia de ciertas vitaminas, y la recuperación es espectacular

cuando con la dieta se administran las cantidades adecuadas de

la vitamina correspondiente. Algunas formas de anemia se producen por la

falta de hierro utilizable (absorbible) en la dieta. En la dieta humana

existen al menos diez aminoácidos, diez vitaminas y diez minerales que son


nutrientes esenciales, cuya ausencia da lugar a una enfermedad

carencial concreta.

Las personas que la sufren suelen tener cansancio, debilidad, encías


inflamadas que sangran, hemorragias, sangrados, malas cicatrizaciones,
aumento de las infecciones.

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