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Universidad Abierta Para Adultos (UAPA)

Recinto Santiago

Facultad de Escuela de la Psicología


Psicología Educativa

Trabajo Final

Participante:
Rosanny del c. Vargas Valerio

Diaskelma Alt. Pérez Polonia

Matricula:
2019-01224

2019-01849

Asignatura:
Psicopatología II

Facilitador (a):

Lic. Teófilo Antonino Peralta

Marzo 2021

Santiago, República Dominicana


Escribas un artículo inédito sobre como la cultura influye en los
diagnósticos de un trastornos elegidos por ti.

“LA CULTURA INFLUYE EN LOS DIAGNÓSTICOS DE LOS TRASTORNOS


ALIMENTICIOS”

Introducción

Los trastornos alimenticios se inician o presentan principalmente en


adolescentes y púberes; muy probablemente, las personas de mayor edad que
los padecen iniciaron conductas sintomáticas en esta etapa de su vida. Las
edades de aparición o de inicio del trastorno van desde los 12 hasta los 25
años y la frecuencia aumenta entre los 12 y los 17. La expansión de los
padecimientos ha implicado también su aparición en edades cada vez más
tempranas.

Según el DSM-V los Criterios para el diagnóstico de la Anorexia nerviosa


cuando se presenta en una persona es rechazo a mantener el peso corporal
igual o por encima del valor mínimo normal considerando la edad y la talla (p.
ej., pérdida de peso que da lugar a un peso inferior al 85 % del esperable, o
fracaso en conseguir el aumento de peso normal durante el período de
crecimiento, dando como resultado un peso corporal inferior al 85 % del peso
esperable).
Desarrollo

La desigualdad de género también se refleja en todo esto: se sigue exigiendo


que la mujer coma con delicadeza y pocas cantidades, mientras que al hombre
se le tolera hacer grandes comilonas, como signo de masculinidad. La herencia
cultural de la desigualdad cultural.

En todo este contexto una metáfora de la anorexia podría ser una huelga de
hambre en las familias donde el centro fundamental es el bienestar y la
dependencia de los hijos, el narcisismo de éstos alimentado por los
progenitores, una dependencia mutua que no permite crecimiento y prolonga la
estancia en la casa al tiempo que prolonga el ciclo vital de los padres,
ejerciendo como tales (esto es un posible motivo por el que la anorexia aparece
más en mujeres que en varones).

Los Trastornos de la Conducta Alimentaria aparecen cada vez más en


sociedades en las que antes era impensable como la africana, Europa del Este,
India, etc. Esto hace reflexionar sobre el origen de dichas patologías y la
influencia cultural. Tal vez haya una imitación de los modelos de las mujeres
occidentales, por el poder que ejercen los medios de comunicación en la
transmisión de información.

Parece claro que el trastorno aparece en un contexto concreto:

El trastorno ocurre en una cultura específica y relacionado con otros trastornos


como adicción a las compras, consumo desaforado con repercusión en la
comida, consumo de drogas, etc.

 El trastorno se expresa por sí mismo en grados de intensidad y en un


espectro de distintas formas psíquicas.
 El trastorno expresa tensiones y factores psicológicos que aparecen en
la cultura y quien los acusa desarrolla una ansiedad severa.
 Los síntomas son exageraciones y conductas de actitudes normales
dentro de la cultura. A menudo incluyen conductas que están altamente
valoradas.
En relación a los alimentos, puede aparecer el fenómeno de la “aculturación
alimentaria”, es decir, la pérdida de las formas tradicionales de comida,
incorporando una forma de comer “moderna”, a cultural e imitada. Provienen de
un grupo que, en muchos casos, asimila la cultura anglosajona como forma de
ideal de vida y de alimentación. Puede aparecer la obsesión por los cereales
como la panacea de la alimentación. Otras veces, la aculturación proviene del
horario laboral de los padres, sin tiempo para nada. Muchas veces, la
necesidad de los adolescentes es sentirse alimentados física y psíquicamente.

A pesar de los factores biológicos, los aspectos culturales influyen en las


mujeres y les produce el miedo a estar gordas. La cultura acepta la delgadez y
condena la obesidad cristalizando un concepto falso de identidad femenina.

La interpretación en términos culturales de los problemas psicológicos en


trastornos de alimentación gira alrededor de las siguientes preocupaciones:

 Autonomía.
 Autoestima.
 Realizaciones personales.
 Logros.

El culto a la delgadez en la actualidad está mediatizado como valor positivo,


asociado a la salud, al bienestar, al desarrollo y a la vida adulta. Estar delgado
está asociado a la belleza y al éxito. Este concepto se inserta y se internaliza
en edades tempranas, en la pre-adolescencia, como concepto de salud, belleza
y posibilidad de éxito. A sabiendas que en la idea de salud una persona
delgada o muy delgada tiene más dificultades para los embarazos, para los
partos, para resistir la lactancia y para poder defenderse de posibles
enfermedades infecciosas.
Para que estos conceptos hayan podido llegar a la amplia masa de la población
el desarrollo de los medios de comunicación, del cine, de la publicidad
engañosa, logran que estas ideas se instalen como verdad absoluta.

En las preferencias por una dieta u otra, influyen mucho las modas.
Actualmente, esta influencia se observa, a través de los medios de
comunicación, en la preocupación por la gordura, o en la obsesión por el
colesterol. No resulta más natural aumentar la dieta de carne o vegetales,
cereales, etc.; está en relación con los tiempos y la cultura. Lo natural es ingerir
todo tipo de alimentos, algo que no siempre favorecen los creadores de “dietas
estrella”, que cada año se ponen de moda (Atkinson, Montignan, Dukan…)

En la anorexia y la bulimia se pierde la relación placentera con la comida. Con


frecuencia los pacientes nos dicen que quieren volver a aprender a comer, a no
situarse en los extremos, por exceso o por defecto, y en un marco de
permanente sufrimiento.

En síntesis, la cultura determina claramente las exigencias a las cuales los


adolescentes deben responder y dichas exigencias se imponen en los
contextos culturales cotidianos.

Ciertas actitudes o dinámicas familiares pueden contribuir al riesgo de que un


niño o un adolescente tenga un trastorno alimentario. El riesgo de trastornos
alimentarios puede ser mayor en las familias que:

 Se concentran en altos logros.


 Enfatizan la perfección.
 Se preocupan por la apariencia.
 Tienen dificultad para hablar o hacer frente a las emociones negativas
como la tristeza o la ira.
 Se preocupan por la aceptación social.
 Se preocupan por el acondicionamiento físico, incluyendo el propio peso
corporal de los padres y el de los hijos.
Son demasiado protectoras o están demasiado involucradas en la vida de los
hijos adolescentes. Los jóvenes que llegan a tener trastornos alimentarios a
menudo tienen una relación cercana pero problemática con sus padres.
Aunque esto es común en los años de la adolescencia, una persona con un
alto riesgo de tener un trastorno alimenticio llevará las preocupaciones sobre
problemas en las relaciones con los padres hasta extremos. El hijo puede tener
miedo de decepcionar a sus padres o puede estar tratando de controlar un
conflicto tácito o la falta de armonía dentro de la familia.

Las personas con trastornos de la alimentación pueden buscar sitios


proanorexia y probulimia para obtener apoyo y estímulo con el trastorno. Estos
sitios web, que a menudo reciben el sobrenombre de pro-Ana (abreviatura de
anorexia) y pro-Mía (abreviatura de bulimia), dan consejos a los usuarios sobre
el adelgazamiento, cómo evitar las comidas y cómo aumentar el ejercicio.
También permiten a los usuarios comunicarse entre sí para que puedan
alentarse mutuamente a continuar con sus dietas restrictivas. Algunas
personas con trastornos de la alimentación pueden decir que estos sitios web
les ofrecen apoyo. Pero estos sitios web son peligrosos y pueden empeorar el
trastorno alimentario.

Miedo intenso a ganar peso o a convertirse en obeso, incluso estando por


debajo del peso normal y Alteración de la percepción del peso o la silueta
corporales, exageración de su importancia en la autoevaluación o negación del
peligro que comporta el bajo peso corporal.

En las mujeres pospuberales, presencia de amenorrea; por ejemplo, ausencia


de al menos tres ciclos menstruales consecutivos. (Se considera que una mujer
presenta amenorrea cuando sus menstruaciones aparecen únicamente con
tratamientos hormonales, p. ej., con la administración de estrógenos.).
Opinión Personal:

En mi opinión Los trastornos alimenticios padecen individualmente y tienen


causas psicológicas en el entorno cultural y familiar que marcan su aparición y
los orígenes de los trastornos alimenticios que son multicausales, es por eso
que se relaciona con rasgos de la cultura actual que permiten caracterizarlos
como patologías propias de la sociedad urbana contemporánea, también la
cultura determina claramente las exigencias de los adolescentes que deben
responder a dichas exigencias que se imponen en los argumentos culturales
cotidianos.

Rosanny Vargas

En mi opinión los trastornos alimenticios tienen influencia en los factores


culturales siendo un factor determinante en el origen y mantenimiento de
dichos trastornos que contribuye a que conductas y actitudes alimentarias
anómalas, que son propias de estos trastornos, sean comunes en buena parte
de la población. El deseo de delgadez actual ya no supone en la mayoría de
las personas el anhelo por destacar y ser valorado de modo particular, sino el
ser suficientemente aceptado, o incluso el no sentirse rechazado, Sin embargo
el daño que ocasiona esto a nivel de salud, puede ir desde la diabetes, tensión,
colesterol y triglicéridos muy altos e hígado graso, incluso genera baja
autoestima, ansiedad y depresión. Etc.

Diaskelma Pérez
Conclusión:

Los trastornos alimentarios ocurren con mayor frecuencia en las sociedades


industrializadas donde hay un énfasis en la delgadez, especialmente si la
delgadez está vinculada al éxito. Las revistas, la televisión y otros medios de
comunicación han creado una imagen poco realista de la persona perfecta y
exitosa. La presión de ser delgado puede conducir a dietas extremas, incluso
en niños muy pequeños, lo que puede convertirse en un trastorno alimentario
en personas que tienen más probabilidades (están predispuestas) de tener
esos trastornos.
Bibliografías:

 Kathleen Romito (2020) MD - Medicina familiar & W. Stewart Agras MD,


FRCPC – Psiquiatría.

 Durand Mark V. y Barlaw David H. (2007). Psicopatología un enfoque


Integral de la Psicopatología Anormal. México. Editora: Cengage
Learning.

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