Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
D OC T O R A D O E N H U M A N I D A D E
S CO N O R I E N T A CI Ó N E N H I S T O R I
A
POLÍTICA Y
SOCIEDAD EN
SALTA
Y EL NORTE
ARGENTINO
(1780-1850)
Tesista: Mg. Marcelo Daniel
Marchionni Directora: Dra. Sara
Emilia Mata
2013
Universidad Nacional de Salta
130
SEGUNDA PARTE
PODER Y TERRITORIO
154
El sucesivo y complejo tránsito desde y hacia el Alto Perú de los ejércitos leales
al Rey como así también de las fuerzas militares provenientes de Buenos Aires o desde
Salta y Jujuy, dibujó en la vasta extensión de la antigua Intendencia de Salta del
Tucumán un complejo y cambiante mapa de territorios “leales” o “enemigos” a la causa
de la independencia. Con vértice en Salta, la guerra se extendió hacia el norte por tres
corredores principales: la Puna, los Valles de Jujuy y Quebrada de Humahuaca; y los
Valles bajos a través de Orán y Tarija (ver ANEXOS, Fig. 3).
“Las fuerzas del mando del señor Comandante General de Vanguardia que
actualmente ocupan esta Ciudad, la dejarán libre igualmente que todo el
Territorio del Cabildo de Salta, realizando su retirada de ella, hasta un punto
situado en la campaña de Jujuy, a elección de dicho señor, con tal que
sea más allá de la referida ciudad […] Las tropas del Señor Comandante […]
será enteramente libre de toda hostilidad, incursión o cualquiera otra tentativa
de guerra por parte de la fuerza de la Provincia […]El mencionado Señor
comandante […] garantiza por el presente la completa libertad a todos los
Jefes políticos y militares y demás ciudadanos y habitantes, tanto de esta
Ciudad como de la de Jujuy y sus respectivas campañas […] especialmente
en el acto de nombrar un Gobernador propietario de esta Ciudad. […]
Inmediatamente después de posesionado del cargo el Señor Gobernador
electo, se reunirán en la ciudad de Jujuy con la brevedad posible, diputados
por este, el Pueblo de Jujuy, y los que otras Provincias determinasen, con los
que el Señor Comandante General tuviese a bien nombrar por su parte…”53.
Esta aparente confusión nos remite al problema que enfrentan quienes están
abocados a la tarea de organizar políticamente este territorio, que incluye dos ciudades
con sus jurisdicciones. No se incluyen a Orán ni a Tarija en estas negociaciones, aún
cuando a priori deberían ser consideradas como partes interesadas en este acuerdo,
debido en el primer caso a lo señalado anteriormente respecto al poco peso político que
tuvo en la toma de decisiones, encontrándose de hecho subsumida su representación
dentro de la que envía Salta; por su parte, Tarija se encuentra bajo el poder del ejército
realista y por lo tanto, no está integrada efectivamente al nuevo espacio Provincial.
53
ABHS. Biblioteca Zambrano, Carpeta 17. Nº 1057. Fs. 3-6. El remarcado es nuestro.
54
ABHS. AJProv. 21 de agosto de 1821. Copiador 338. Fs. 19v.
Esta particular “partida de nacimiento” de la Provincia de alguna manera
condicionará el derrotero posterior de estos territorios. Aún algunos años después de los
inicios de la institucionalización, persiste la percepción de falta de unidad territorial, lo
cual se materializa incluso en discusiones de Reglamentos impositivos diferenciados
para cada una de las ciudades. En este sentido, es ilustrativa una imagen presente en un
acta de la Junta Provincial de 1825 que permite ver la percepción que se tiene del
territorio Provincial. Se discute entonces el cobro de arbitrios en diferentes puntos de la
Provincia, en especial los del tráfico, extracciones e introducciones de mercancías. La
Comisión de Hacienda plantea la limitación de su cobro “sólo a esta Ciudad, no siendo
posible se verifique fuera de ella por ser la Provincia a todo rumbo un campo abierto
absolutamente”55.
55
ABHS. AJPte. 1 de junio de 1825. Carp. 316 Fs. 63v. El remarcado es nuestro.
56
Así se prescribe que la fórmula sería la siguiente: "Juráis a Dios Nuestro Señor y prometéis a la Patria
reconocer en la actual Junta Provincial toda la Autoridad soberana de los Pueblos libres de la
comprensión del Territorio, [que] vosotros mismos por vuestros sufragios habéis en ella depositado?". en
AJProv, 5 de agosto de 1821. ABHS. Copiador 338. Fs. 2v-3.
Honorable Junta”57. Más adelante se insiste en que la “representación soberana de la
Provincia [se encuentra] reconcentrada actualmente en la honorable Asamblea”58.
57
ABHS. AJProv, 6 de agosto de 1821. Copiador 338. Fs. 3.
58
ABHS. AJProv, 10 de agosto de 1821. Copiador 338. Fs. 12.
59
ABHS. AJProv, 6 de agosto de 1821. Copiador 338. Fs. 4.
60
ABHS. AJProv, 6 de agosto de 1821. Copiador 338. Fs. 4v.
61
ABHS. AJProv, 9 de agosto de 1821. Copiador 338. Fs. 10.
62
ABHS. AJProv, 9 de agosto de 1821. Copiador 338. Fs. 6.
63
ABHS. AJProv, 9 de agosto de 1821. Copiador 338. Fs. 9.
64
ABHS. AJProv, 11 de agosto de 1821. Copiador 338. Fs. 13.
publicadas y juradas”65. En los años sucesivos, las referencias serán al Reglamento
Provincial, abandonándose la noción de Constitución u Ordenanza.
68
ABHS. AJPte, 23 de setiembre de 1821. Copiador 338. fs. 31.
69
ABHS. Artículo 1 del Reglamento Provincial. AJProv., 9 de agosto de 1821. Copiador 338. Fs. 6v.
70
ABHS. AJPte, 14 de febrero de 1824, Copiador 325, fs. 6v.
71
ABHS. AJPte, 14 de febrero de 1824, Copiador 325, fs. 7. El remarcado es nuestro.
Como vemos, hay preocupación por la provisionalidad del estado de dislocación, en el
que se encuentran los estados “de hecho” soberanos, pero que en algún momento deben
volver a organizarse desde su “centro”.
A partir de los registros previos a ese año se puede analizar de qué manera se
van incorporando espacios rurales o reconfigurando los existentes. Analizaremos en los
siguientes apartados cuáles fueron los curatos –luego departamentos desde la década de
1820- que integraron las jurisdicciones de las ciudades incluidas en el territorio
provincial, como así también algunas cuestiones referidas a la población y
características que tuvieron estas jurisdicciones.
72
Discusión sobre la dotación que debían gozar los jueces en las diferentes ciudades de la Provincia.
ABHS. AJProv. 1 de setiembre de 1826. Carpeta. 275 Fs. 1v.
73
AGN. Sala IX. 30-7-7. Interior. Leg. 58. Expte. 9. Elecciones capitulares de 1805.
74
La organización de estas comisiones combinó un criterio corporativo y otro espacial. En el caso de la
ciudad de Salta los encargados designados de la recaudación lo serían por el “Comercio nacional y de
ultramar” y por los “Gremios de la ciudad” (sastres, zapateros, plateros, carpinteros, albañiles y
panaderos); también se integraba otro grupo que comprendía al “Clero de la ciudad y la campaña”. Por
su parte, para el ámbito de la campaña se asigna un curato a cada uno de los encargados de la
recaudación. ACS del 18 de noviembre de 1815, en GD tomo 2, p. 404.
los representantes por la campaña lo hacen en representación de los mismos espacios
que en 1821, a los que se agrega un nuevo “departamento”, La Candelaria, que ha
resultado de la escisión del curato de Trancas cuyo territorio era compartido por Salta y
Tucumán. En este caso, cabe señalar que la separación del curato de Trancas surge de
un problema en la recolección y rendición de los fondos de diezmos, que a partir de la
conformación de las Provincias de Salta y Tucumán, sería un derecho compartido por
ambas75.
Otro tanto sucedió con Santa Victoria, territorio en disputa entre las
jurisdicciones de Jujuy y Orán. Este curato perteneció a la jurisdicción de Jujuy hasta el
año 1794, en que se vio despojada del mismo para incorporarse a la recientemente
fundada Orán. Desde el punto de vista eclesiástico Santa Victoria, junto con San
75
ABHS. AJPte 29 de noviembre de 1822. Copiador 506, Fs. 30v.
76
De la Cuesta, Marta: Organización institucional de Salta (1821-1855), EUCASA, Salta, 1999, p. 257.
77
ABHS. Libro Copiador 176, f. 112. Acta del 12 de febrero de 1837. Cit. en De la Cuesta, Marta:
Organización institucional…, Op. Cit., p. 257.
definitivamente a Salta78. Luego de algunos intentos por parte de las autoridades de
Hacia 1826 contamos con datos parciales de población que surgen de un censo
realizado en el ámbito de la Provincia con el fin de establecer la base poblacional para la
determinación del número de diputados a la representación nacional, cuyo
levantamiento y registro, no obstante, presentaron algunas dificultades como lo expresa
el acta legislativa analizada, la que da cuenta de ello. Las cifras arrojan una población
total para la Provincia de 43.674 habitantes, de los cuales, a los “territorios de Salta y
Orán” les corresponden 24.709, y a los de San Carlos, Rosario y La Candelaria, que si
bien son los únicos espacios de los cuales no se cuenta con cifras, se hizo una
“regulación” que ascienda a las 9.800 personas.
82
Para un análisis comparativo de la población de todas las jurisdicciones del Tucumán, remitimos al
trabajo de Cristina López: “El espacio y la gente: la dinámica sociodemográfica de la población del
Tucumán tardo y poscolonial”, en Andes, Nº 17, CEPIHA, Universidad Nacional de Salta, Salta, 2006.
83
Mena, Filiberto: “Fundación de Salta. Descripción y narración historial de la antigua Provincia del
Tucumán”, en Rodríguez, Gregorio: La Patria Vieja. Cuadros históricos. Guerra. Política y Diplomacia,
Compañía Sudamericana de Billetes de Banco, Buenos Aires, 1916 [1772]
84
Datos del Censo de 1776 mandado levantar por Carlos III. En Larrouy, Antonio: Documentos del
Archivo de Indias para la Historia del Tucumán, Edic. Atlas, Biblioteca de Autores Españoles, 1965,
tomo II.
85
Hoberman, Louise y Socolow, Susan: Ciudades y Sociedad en Latinoamérica colonial, Fondo de
Cultura Económica, México, 1993, p. 10.
El acta no aclara a cuáles territorios corresponden los 9.165 habitantes que
surgen de la diferencia entre el total Provincial y las cifras reales censadas y las
“reguladas”86. Cabe suponer que se trataría del resto de los curatos rurales de la
jurisdicción de Salta, pues siguiendo las características que asumió la representación de
las ciudades de Salta y Jujuy de manera diferenciada, es más que probable que el
recuento de población para el cálculo de la diputación se hiciera de manera separada en
Jujuy. No queda claro tampoco cuáles territorios se han englobado dentro de la
expresión “territorios de Salta y Orán”; en este caso, y teniendo en cuenta que
aparecen de manera separada mencionados espacios correspondientes al Calchaquí y a
la Frontera, es de suponer que esta cifra atribuida al territorio de Salta y Orán
corresponde mayoritariamente a la ciudad de Salta y los departamentos próximos
sumados a los del Valle de Lerma.
86
ABHS. AJProv. Acta del 26 de mayo de 1826 (Acta de la Junta Electoral). Carp. 253. Fs. 55.
87
ABHS. AJPte. 22 de diciembre de 1825. Carpeta 252. Fs. 2v. El remarcado es nuestro.
comprendía territorios incluidos en las tierras altas, en los valles y quebradas
intermedios y en la llanura o Frontera del Este.
88
ACJ del 17 de junio de 1815, en GD., Tomo 2, p. 432. El remarcado es nuestro.
la guerra y de su “devolución” por parte de las autoridades de Potosí, como veremos
más adelante.
Así para el censo de 1778-79 tenemos una población para la ciudad de Jujuy de
3962 habitantes; para los curatos rurales los datos son los siguientes: Santa Catalina,
1945; Rinconada, 1999; Cochinoca, 2247; Yavi, 2703; Tumbaya, 1177; Perico, 661;
haciendo un total de 14694 habitantes89. De estos 3962 habitantes censados en Jujuy,
corresponderían 1707 para la ciudad, suponiendo que el total sería el de la población de
todo el curato rectoral que incluye a la población dispersa de los alrededores. Esta cifra
se correspondería con la que podemos encontrar para 1823, cuando estimamos en 1533
el número de habitantes90. La diferencia se debe en gran parte a la situación de guerra y
a las entradas de los ejércitos realistas que provocan varias migraciones y
desplazamientos de población.
89
Censo publicado en Rojas, Ricardo (recopilador): Archivo Capitular de Jujuy, Buenos Aires, Tomo I,
1913, utilizado para el Cuadro 1 de Sica, Gabriela y Ulloa, Mónica: “Jujuy en la colonia…”, Op. Cit., p.
72.
90
Padrón del año 1823, en la Caja de Gobierno (CG) de 1823 Nº 1, en Raspi, Emma: “El mundo artesanal
de dos ciudades del norte argentino. Salta y Jujuy, primera mitad del siglo XIX”, Anuario de Estudios
Americanos, Tomo LVIII, 1, 2001, p. 163.
que se hacen los recuentos son los mismos en ambos casos-. Entonces, la población de
la ciudad alcanza los 1667 habitantes, la de la campaña 26633, totalizando 28300
personas91. Hacia 1851 la población de la ciudad se incrementa en mucha mayor
proporción que la de la campaña: Jujuy 2274; campaña, 27335; total: 29609
habitantes92.
5.3.3 La ciudad de San Ramón de la Nueva Orán. Por “…ser los vecinos de aquel
Pueblo los más pobres de la Provincia”.
91
Datos tomados de Raquel Gil Montero, “La población de Jujuy entre 1779 y 1869”, Tesis de
Licenciatura, Universidad Nacional de Córdoba, 1993, Inédito y Teruel, Ana: “Población y trabajo rural
en Jujuy. Siglo XIX”, en: Teruel, Ana (compiladora): Población y trabajo en el Noroeste Argentino,
siglos XVIII y XIX, Universidad Nacional de Jujuy, 1995. Estos datos incluidos en el cuadro 1 de Conti,
Viviana (con la colaboración de Emma Raspi): “De las guerras de la independencia a la organización del
estado…”, Op. Cit., p. 94.
92
Datos tomados de Paz, Gustavo: Province and Nation un Northern Argentina. Peasants, Elite and the
State, Jujuy, 1780-1880, Emory University, Department of History, UMI Dissertation Service, 1999, p.
419. Estos datos están incluidos en Conti, Viviana (con la colaboración de Emma Raspi): “De las guerras
de la independencia a la organización del estado…”, Op. Cit., p. 94.
El fundador, el gobernador intendente Ramón García de León y Pizarro, en el
Reglamento económico que elaboró en julio de 1795 para la nueva ciudad destaca que
su población inicial fue de 158 vecinos “que ciertamente pueden prosperar mediante la
industria y comercio que pródigamente ofrecen la benignidad del clima, la
feracidad del terreno, y las ventajas de la ubicación”93. No obstante, la historia
posterior de Orán hará visible la creciente dificultad de estos vecinos por permanecer y
prosperar a pesar de las bondades del paisaje. La pobreza y la falta de vecinos
suficientes serán la constante en todos los reclamos y presentaciones a las autoridades.
Ya lo expresan estas palabras en 1827 cuando se analiza un pedido de los habitantes de
Orán, a quienes se quiere eximir del pago de diezmos en atención a “ser los vecinos de
aquel Pueblo los más pobres de la Provincia”94.
“Como la ciudad de la nueva Orán está más avanzada del país de los indios
infieles, que los Fuertes, que guarnecen estas fronteras, y como todos sus
93
Zorreguieta, Mariano: Apuntes históricos de la Provincia de Salta…, Op. Cit., p. 102.
94
ABHS. AJPte. 16 de noviembre de 1827. Carpeta 385. Fs. 47.
95
Ídem, p. 103.
96
Ídem, p. 103.
vecinos y residentes se deben considerar soldados de continuo ejercicio y en
servicio efectivo (…) deberán tener en sus casas armas de fuego…”97.
97
Ídem., p. 107
98
Informe del Prefecto Tomajuncosa, en De Angelis, Pedro: Colección de Obras y Documentos relativos
a la Historia Antigua y Moderna de las Provincias del Río de la Plata, Ed. Lajouane & Cía., Buenos
Aires, tomo IV, citado en Poderti, Alicia: San Ramón de la Nueva Orán…, Op. Cit., p. 53.
99
Poderti, Alicia: San Ramón de la Nueva Orán…, Op. Cit., p. 181.
5.3.4 La ciudad de Tarija. “…forma una parte y tan principal de la Provincia…”.
100
Ávila Echazú, Edgar: Historia de Tarija, Editorial Luis de Fuentes, Tarija, 1997, p. 185.
101
Trigo O’Connor d’Arlach, Eduardo: Tarija en la Independencia del Virreinato del Río de la Plata,
Plural Editores, Lima, 2011.
traspaso entre las fuerzas leales al Rey y a la revolución. Esta situación se extendió
durante toda la década de 1810 y culminó en 1825 con la entrada de las fuerzas
revolucionarias provenientes del Perú, lo cual dio origen posteriormente a la
independencia del Alto Perú y los inicios de la organización de la República de Bolivia
en agosto de 1825.
En este sentido vemos cómo en los primeros meses de 1826 se suceden una serie
de acontecimientos y cambios en la situación política en la Villa que evidencian las
fracturas dentro de la elite local tarijeña en torno a la pertenencia política del territorio:
mientras una facción aboga por el restablecimiento del vínculo con las Provincias
Unidas y su integración a Salta, la otra apoya decididamente la anexión a las
Provincias altoperuanas, recientemente transformadas en la nueva República de
Bolivia. En uno y otro caso, los argumentos para justificar las diferentes posiciones
giran en torno a cuestiones económicas principalmente, a la necesidad de reforzar
vínculos con el eje comercial atlántico o pacífico, o a la antigua pertenencia a la
Intendencia potosina, etc.
102
ABHS. AJProv. 26 de agosto de 1826. Carpeta 276. Fs. 116. El remarcado es nuestro.
Potosí. Si bien desde el punto de vista de la representación política esta población nunca
estuvo integrada en la Junta Provincial, resulta interesante referir al proceso de
integración territorial de Atacama dentro del complejo entramado de la construcción de
la Provincia de Salta.
Según el historiador boliviano Edgar Ávila Echazú “en febrero de ese año
[1816] el Partido de Atacama, perteneciente a la Intendencia de Potosí, decidió
mediante sus representantes pertenecer a Salta. De los antiguos territorios de Charcas,
las Provincias Unidas del Río de la Plata tenían, pues, a Orán, Tarija y Atacama. En
1811 según disposiciones reales, pasó también a depender de Salta el Partido de
Chichas. Con la medida de los atacameños, el puerto de Cobija estuvo bajo ese
protectorado salteño. Desde poco antes de 1825 y durante los primeros tiempos
republicanos, fue por ese puerto que se llevó a cabo un intenso tráfico comercial
favorable a Salta y Tarija” 103. En esos años, se produjeron algunos problemas entre
facciones locales en Atacama que se generaron en torno de la elección y designación del
Teniente de Gobernador104.
103
Ávila Echazú, Edgar: Historia de Tarija…, Op. Cit., p. 214.
104
ABHS. Gobierno, Febrero 1823.
Chichas inclusive, debió quedar Atacama por de esta Provincia o restituirse a
ella, como habría sido de hecho si el asomo de la revolución, no hubiera
frustrado la demarcación que iba a hacerse con arreglo a dicha cédula”105.
105
ABHS. AJPte., 14 de junio de 1825 Carp. 316 Fs. 75.
106
Ídem.
De todas maneras, queda evidente, en las palabras del diputado Zuviría, que el
gobierno de Salta debería hacer los esfuerzos necesarios para que Atacama
permaneciera integrando su territorio, hasta tanto se pudiera resolver a nivel de
Congreso General, teniendo en cuenta las riquezas que encierra aquel espacio, pues al
perderse, la Provincia
107
Ídem, fs. 78.
construcción, y que se interrelaciona con el paulatino, aunque débil, delineamiento de
marcas identitarias.
Los núcleos del asentamiento español en América fueron los centros urbanos,
dispuestos a lo largo del espacio conquistado como cabeceras de sus respectivas
jurisdicciones, organizadores de las actividades productivas y eslabones de los circuitos
comerciales que recorrieron el continente. Estos centros urbanos, en su mayoría en sus
inicios pobres caseríos, recibieron diferentes nombres según los status jurídicos
diferenciados.
Vemos que ciudad y pueblo, desde el punto de vista jurídico resultan términos
equivalentes en cuanto refieren a la población representada en el Ayuntamiento o
Cabildo y sujeto de representación política. Además de las ciudades, tenemos la
presencia de las “villas”, unidades de asentamiento urbano con diferentes connotaciones
jurídicas. En 1739 se definen como “la población, que tiene algunos privilegios, con
que se distingue de la Aldea, como vecindad, y jurisdicción separada de la Ciudad”,
sentido que se mantuvo a lo largo del período considerado.
El término “Estado”, en este caso, está reservado al conjunto del territorio que
pertenecía al virreinato del Río de la Plata y que se intentaba organizar mediante el
congreso general. Resulta interesante que Zorrilla argumente en pos de la unidad de la
Provincia, entendiendo que ha conservado su integridad, o sea, es la única que ha
retenido otras ciudades con sus jurisdicciones, a diferencia de las demás Provincias que
se han organizado a partir del cabildo de la ciudad cabecera de jurisdicción. Así lo
109
ABHS, AJPte. 19 de octubre de 1825. Carp. 254 Fs. 26-27.
corrobora Zuviría al plantear una diferencia sustancial entre Salta y las demás
Provincias, pues plantea que la expresión
Más allá de cómo se presente en los debates a Salta frente a las demás
Provincias, lo cierto es que esta Provincia reúne en sí las jurisdicciones de tres ciudades
que no están integradas jurídicamente en un todo territorial. Un aspecto que claramente
evidencia esta afirmación es la organización impositiva, como por ejemplo las
dificultades que encuentra el comercio con el cobro de diferentes derechos por parte de
cada una de las ciudades. Asimismo, se manifiesta la dificultad de las autoridades
Provinciales por imponer más allá de la ciudad de Salta, las obligaciones fiscales bajo
un criterio de uniformidad que sería el deseable.
Esto último se advierte cuando la Junta trabaja sobre el arduo asunto de la deuda
pública de la Provincia y sobre los términos de consolidación de la misma que debían
fijarse para cada una de las jurisdicciones. El Poder Ejecutivo reclama la prórroga del
término de reconocimiento de la deuda pública que venció en marzo de 1825, teniendo
en cuenta las presentaciones hechas en Salta y en los partidos de la Puna. La comisión
de Hacienda presenta un proyecto de prórroga diferenciando a los partidos de la Puna,
territorios de Tarija y Salta, Jujuy y Orán. Entonces, se discute largamente sobre dos
cuestiones: los fraudes que provocan las prórrogas, la oportunidad de prórrogas
diferenciadas según distancias o situación política -Tarija acaba de ser liberada- o bien
la legalidad de una medida que no es uniforme a toda la Provincia. Así, se plantean dos
términos diferenciados basados en la distancia y teniendo en cuenta que los bandos y
decretos muchas veces se desconocen fuera de los términos de las ciudades de Salta y
Jujuy. El proyecto presentado propone que “al territorio de Salta, Jujuy y Orán se
concede prórroga por cuatro meses”, mientras que “a los Partidos de Humahuaca,
110
ABHS, AJPte. 19 de octubre de 1825. Carp. 254 Fs. 26v. El remarcado es nuestro.
San Andrés, Santa Victoria, los de la Puna, y territorio de Tarija se conceden seis
meses para el mismo reconocimiento desde que en ellos se haga igual publicación”111.
111
ABHS. AJPte. 13 de abril de 1825. Carp. 316 Fs. 15v.
112
ABHS. AJPte. 13 de abril de 1825. Carp. 316 Fs. 16. El remarcado es nuestro.
113
ABHS. AJPte. 13de abril de 1825. Carp. 316 Fs. 16-16v. El remarcado es nuestro.
“Siendo el Departamento de Tarija una parte integral de la Provincia de
Salta, no es arreglado a la unión de comProvincianos que a los de aquel
territorio se cobre en la ciudad de Jujuy un real por yegua o caballo…”;
“siendo tan gravoso, gravite sobre las mismas partes que constituyen la
Provincia de Salta (…). Los de Tarija no extraen los animales fuera de la
Provincia, los conducen a su nativo País para su propio uso, de manera que
exigiéndose tales derechos por vía de extracción, no son, ni deben ser
comprendidos los tarijeños. Nuestra República necesita de tropas de
caballería, y las monturas de Tarija son más fuertes que otras, tal que por sola
esta consideración los de mi País deben ser eximidos de cualesquiera
derechos impuestos al tráfico de animales. Eximir a los tarijeños de la referida
pensión contribuirá completa y enérgicamente a vincularlos más a formar
perpetuamente una sola Provincia, fuerte y respetable. Guardándose
recíprocamente igualdad de derechos, conocerán prácticamente que Salta los
trata como a hermanos, y así en los sucesivo no habrán motivos para solicitar
la separación de Provincias” 114
114
ABHS. AJProv. 31 de julio de 1826; Carpeta 276. Fs. 49. El remarcado es nuestro.
“provincianos”. Entonces, la comisión de Hacienda de la Junta, eleva su dictamen a
propósito de la presentación de Hevia afirmando que
“Que nada es más monstruoso en la economía de un Estado o de una
Provincia que la desigualdad de derechos y deberes entre los individuos que lo
componen; de ella resulta una división entre las mismas partes que componen
el todo: que al fin terminará por su destrucción recíproca.
La comisión abundaría en probar la necesidad de una igualdad legal entre los
Provincianos, si creyese que en hacerlo no ofendía la ilustración de los
Señores Representantes. ¿Y cómo se conservará esta igualdad tan necesaria
gravitando sobre unos miembros de la sociedad Provincial las pensiones de
que están exentos otros? Los hijos de Jujuy pagan algo por tal extracción del
territorio de Salta; los de Salta son acaso pensionados por lo que de Jujuy
extraen para su Departamento, los unos y los otros pagan alguna pensión por
lo que de Tarija extrajesen para Salta o Jujuy? No señores, ¿y será justo que
solo los de Tarija sufran tan grave pensión por lo que extraen de Jujuy para
una parte de la misma Provincia?
Grávese enhorabuena a todo hijo de la Provincia por cuanto exporte de ella y
de sus límites; más no por lo que circula dentro de ella misma con ventaja y
utilidad de toda ella. Y si esto se cree justo, que sea general e igual la pensión,
y que nadie puede moverse dentro de la misma Provincia sin ser gravado, en
cuyo caso nada tendrá de injusto y extraño que el tránsito de un barrio a otro
tuviese un derecho especial. (…)
La comisión ha creído que si el derecho ha gravitado hasta hoy sobre las
bestias que se extraían para Tarija, ha sido por que hasta la incorporación de
los Representantes de aquel Departamento no se reputaba de hecho en una
parte integrante de tal Provincia, más en el día en que forma una parte y tan
principal de la Provincia, sus hijos deben gozar de iguales derechos, como
ser iguales en las pensiones”115.
Resulta todo un alegato para justificar la unidad de la Provincia y la necesidad
de la libre circulación dentro de un territorio que evidentemente no funciona en los
hechos como una entidad territorial Provincial. En estos escritos y en otros posteriores
se apela repetidamente a la expresión “nuestra Provincia”, “nuestro territorio”, haciendo
115
ABHS. AJProv. 26 de agosto de 1826. Carpeta 276. Fs. 116. El remarcado es nuestro.
presente de qué manera se representa la realidad política territorial de la Provincia frente
al problema de la incorporación de Tarija, la cual nunca había sido efectiva a pesar de
las disposiciones de las autoridades.
“unidos los Pueblos que componen la Provincia por instituciones libres que
les conservan la igualdad de sus derechos (…) satisfaciendo los votos de
aquella parte interesante y benemérita de la Provincia”118.
“el conocimiento de que los Pueblos subalternos de que habla, desean las
mejoras que indica, las que por consiguiente servirán a afianzar la unión que
debe ser la base de la prosperidad de la Provincia”119.
116
ABHS. AJPte. 21 de diciembre de 1825. Carpeta 254. Fs. 81v. El remarcado es nuestro.
117
ABHS. AJPte. 22 de diciembre de 1825. Carpeta 252. Fs. 2v. El remarcado es nuestro.
118
ABHS. AJProv. 4 de julio de 1826. Carpeta 276. Fs. 3v-4. El remarcado es nuestro.
119
ABHS. AJPte. 11 de octubre de 1825. Carpeta. 254 Fs. 10v. El remarcado es nuestro.
“1º La villa de Tarija será Ciudad. 2º. Los que antes eran Tenientes
Gobernadores de Jujuy y Tarija tendrán la denominación de Gobernadores de
Departamento con la misma sujeción que han reconocido hasta hoy al
Gobierno de la Provincia. 3º. Tendrán el tratamiento de Señoría y el mismo
sueldo que antes han gozado. 4º. Tendrán el mando militar como antes lo han
tenido: pero el Gobierno de la Provincia será el Capitán General. 5º. Los que
se han denominado subdelegados se dominarán [sic] en adelante Tenientes
Gobernadores de Partido, y gozarán el medio sueldo de los Gobernadores de
Departamento, sin tratamiento especial. 6. El funcionario del P.E. General
llevará el renombre de Gobernador y Capitán General de la Provincia sin
aumento de sueldo. 7º. Los Departamentos tendrán su tenencia de Hacienda
sujeta para el buen orden a la Principal; y el que la administre,
denominándose Tesorero de la Hacienda del Departamento, disfrutará el
sueldo de seiscientos pesos. 8º. Orán permanecerá sin variación hasta que el
aumento de la población la haga conveniente; pero su Teniente Gobernador
tendrá desde ahora el sueldo de trescientos pesos anuales. 9º. Los demás
arreglos consiguientes a la presente Ley se reservan a la H.J. General, quien
dispondrá lo conveniente con la concurrencia de los Diputados por los dichos
Departamentos y Partidos”120.
para continuar luego refiriendo a las condiciones materiales que tiene San Carlos y que
ameritan su elevación al rango de Ciudad o Villa, como ser “su localidad ventajosa, las
ricas producciones de su suelo afortunado, su número de población, los progresos de
sus vecinos en la civilización, y otras consideraciones”122.
El planteo de en qué medida se extienden los pagos a los jueces fuera de los de
Salta, nuevamente presenta la cuestión de la permanencia de las diferenciaciones entre
las jurisdicciones, y que pondrían en evidencia diferencias que podrían resultar nocivas.
En las actas en las cuales se exponen los argumentos sobre este tema aparece por
121
ABHS. AJPte. 10 de mayo de 1826. Carpeta 253. Fs. 39.
122
ABHS. AJPte. 10 de mayo de 1826. Carpeta 253. Fs. 40.
123
ABHS. AJPte. 10 de mayo de 1826. Carpeta 253. Fs. 40. El remarcado es nuestro.
124
ABHS. AJProv. 31 de agosto de 1826. Carpeta 276. Fs. 127v.
primera vez la referencia a Salta como capital de la Provincia, y portadora de una
política en pos de fortalecer esta posición. El diputado Ormaechea sostiene al respecto
que deben extenderse los sueldos a todos los jueces, además de los de la ciudad de
Salta, pues si no se lo hace, esta dotación “presentaría el aspecto de un capitalismo y
promovería en todos los otros Pueblos un celo funesto al orden y prosperidad de la
Provincia”125. En actas posteriores se verá cómo paulatinamente se va generalizando el
uso del término “capital” para referir a Salta, lo cual modifica lo usual hasta este
momento ya que la ciudad aparecía casi exclusivamente referida como “esta Ciudad”,
“este Pueblo”, o simplemente, “Salta”.
125
ABHS. AJProv. 1 de setiembre de 1826. Carpeta. 275 Fs. 1v. El remarcado es nuestro.
126
ABHS. AJProv. 22 de agosto de 1827. Carpeta 73. Fs. 175v. y 188.
127
Cfr. http://buscon.rae.es
las fuerzas defensivas desplegadas a lo largo de las líneas de frontera de las cuales estos
cantones forman parte, y que requieren de medidas particulares de parte de la Junta.
Capítulo 6. Ciudades y Cabildos en las representaciones
nacionales
En estos procesos electorales nos interesa ver de qué manera participaron las
ciudades de Salta, Jujuy, Orán y Tarija, cuál fue la concepción de la representación que
estuvo presente en estas elecciones y de qué manera se concibe el territorio de la
Intendencia y de las jurisdicciones en ella incluidas. Nos centraremos en primer lugar en
la cuestión de la representación de la Intendencia y sus ciudades ante los Congresos
Nacionales, para lo cual presentaremos sumariamente los procesos electorales de 1813,
1815, 1819 y 1820; luego nos detendremos en la representación de la Provincia y las
ciudades en el Congreso Constituyente de 1824-27.
Hacia mediados de 1812 se produjo el ingreso desde el Alto Perú del ejército
realista al mando de Pío Tristán, el cual ocupó sucesivamente las ciudades de Jujuy y
Salta. Por orden de Belgrano se impuso el traslado de la población jujeña –no acatado
totalmente- que de esta manera se retiró hasta la ciudad de Tucumán. También algunos
personajes comprometidos con la revolución hicieron lo propio en Salta. En esos
momentos se produjo la convocatoria realizada por el Triunvirato para la elección de
diputados a reunirse en Buenos Aires en la Asamblea General Constituyente, que fijaba
la representación de las ciudades capitales de Intendencia en dos diputados,
correspondiéndoles a las subalternas, uno a cada una –a excepción de Tucumán a quien
se le otorgaba el privilegio de concurrir con dos en premio a la victoria de la batalla
ganada por Belgrano-.
Años más tarde, las elecciones de 1815 para designar diputados por la
Provincia al Congreso General reunido en Tucumán, se realizaron siguiendo la
normativa establecida en el Estatuto Provisorio de 1815, aunque, como vimos
anteriormente, no se cumplió totalmente lo que esta disponía.
128
Canter, Juan: “La Asamblea General Constituyente”, en Academia Nacional de la Historia: Historia de
la Nación Argentina…, Op. Cit. Tomo 6 (I), p. 67.
elección de noviembre de 1815 debió realizarse nuevamente en el exilio: entonces el
Cabildo eligió a Teodoro Sánchez de Bustamante, quien recibió las instrucciones
redactadas por el mismo Cabildo129. En Salta, como ya vimos, se votaron a electores en
la ciudad y en la campaña bajo particulares circunstancias.
Esta elección manifiesta el interés de Güemes y sus partidarios por lograr tener
una representación afín, lo cual se evidencia en los resultados pues son electos José
Ignacio Gorriti, José Moldes y Mariano Boedo, sus aliados políticos. Teodoro Sánchez
de Bustamante, electo por Jujuy, era un férreo opositor a Güemes; su nombramiento
tampoco ocultaba el particular contexto de 1815, cuando recrudece la oposición del
Cabildo de Jujuy a Güemes y a las pretensiones del Cabildo de Salta, al producirse el
nombramiento del Gobernador, conflicto que, como vimos, había puesto de manifiesto
crudamente los enfrentamientos jurisdiccionales, políticos y militares que
caracterizaban la relación entre ambos Cabildos.
129
Conti, Viviana (con la colaboración de Emma Raspi): “De las guerras de la independencia…”, Op.
Cit., p. 112.
130
ACS del 25 de mayo de 1819, en G.D. T. 6, pp. 146-147.
131
ACS del 26 de noviembre de 1819, en G.D. T. 6, p. 187.
tres eclesiásticos, un senador por cada universidad y el Director del Estado saliente 132.
El mecanismo para la elección de senadores difería del establecido para los diputados,
quienes representaban directamente al “pueblo” en una proporción de uno cada 25.000
habitantes o porción que iguale 16.500. En el artículo XIV de la constitución se
establece que
los cuales constituirán una terna que será elevada al Senado, el cual elegirá de entre los
propuestos133.
132
Constitución de las Provincias Unidas en Sudamérica [1819], capítulo II, X, en: Ravignani, E.
Asambleas Constituyentes Argentinas…, Op. Cit., p. 715.
133
Constitución de las Provincias Unidas en Sudamérica [1819], capítulo II, X, en: Ravignani, E.
Asambleas Constituyentes Argentinas…, Op. Cit. p. 715.
134
ACS del 18 de noviembre de 1819, en G.D. T. 6, pp. 181-183.
135
ACS del 29 de febrero de 1820, en G.D. T. 6, p. 316.
electores. En la Asamblea Electoral se encuentran los seis representantes de la ciudad y
cinco de la campaña (no asisten los de Rosario de la Frontera y San Carlos) 136; estos
electores también incluían la representación de Orán. Por separado, Jujuy realiza la
elección de su representante, reeditando lo acontecido en las elecciones de
representantes para los congresos de 1813 y 1816.
Este repaso sobre las características que asumieron los procesos electorales
permite ver la dispar representación que le cupo a las ciudades de la Intendencia Y LA
Provincia en los Congresos nacionales de la década de 1810. A través de estas
instancias, es posible visualizar la preeminencia de las ciudades por sobre la unidad
territorial mayor que las englobaba. Esta situación evidencia la pervivencia del
imaginario que otorga fuerza a la noción de jurisdicción urbana, la cual, desde otro
punto de vista, se refuerza en la particular noción de representante que acude a las
reuniones generales de estos años. Los diputados, según lo que Chiaramonte ha
señalado en este sentido, asumen más bien el carácter de apoderados de su ciudad, con
poderes e instrucciones dadas por los Cabildos que los eligen.
Para asistir a los Congresos cada ciudad elige su propia representación que
acude a dar cumplimiento a las instrucciones que a tal fin redactan los respectivos
Cabildos. Sólo la elección de senadores para el congreso nacional instaurado por la
constitución de 1819 se realiza en individuos que representan al conjunto de la
Provincia, aunque el cuerpo de electores proviene de cada una de las ciudades. En el
caso de Orán, su representación no tuvo el mismo rango que sí retuvo la de la ciudad de
Jujuy respecto de Salta.
136
ACS del 11 de marzo de 1820, en G.D. T. 6, pp. 319-321.
6.2 La Provincia en la Nación, 1824-27. “…pudiendo de esto
resultar que los Diputados de una misma Provincia lleven
instrucciones no solo distintas sino enteramente
opuestas…”.
137
ABHS. AJPte. 29 de febrero de 1824. Copiador 325. Fs. 10.
población que permitiera determinar con exactitud la base de representación
proporcional que fijaba el Reglamento Provisorio de 1817, al cual se remiten, dado que
Zanjada esta cuestión, surge la discusión sobre quiénes deben elegir a los
diputados. En torno a este punto surgen tres posibilidades, todas fundadas en diferentes
principios de legitimidad: que sea la Junta Provincial, la Junta Permanente o bien que la
elección se haga “por las [Juntas] Electorales que se formen en esta Ciudad en la de
Jujuy y Orán”139. Como vimos anteriormente, la remisión a la Junta Permanente o a la
Junta Provincial se inscribe en la compleja naturaleza de la representación que asume
cada una de estas instancias: de base territorial y constituyente/legislativa la primera; de
naturaleza legislativa por delegación la segunda. La tercera solución posible,
autonomiza el poder electoral en una instancia “ad hoc” que sería la asamblea electoral
que de todas maneras, sería la reunión de los representantes de la misma ciudad a la
Junta Provincial reunidos para realizar estos nombramientos.
138
ABHS. AJPte. 29 de febrero de 1824. Copiador 325. Fs. 12.
139
ABHS. AJPte. 29 de febrero de 1824. Copiador 325. Fs. 12v.
particular contexto de la provisionalidad y la “dislocación” que de hecho generaba la
existencia de poderes soberanos. El debate no oculta, por otra parte, la visión que los
diputados tenían de la experiencia política inaugurada con la revolución, que planteaba
la necesidad de fijar gobiernos y representaciones “estables”, libres del espíritu faccioso
que se quería combatir para no reeditar situaciones consideradas “funestas”140.
“las Leyes eran tanto más perfectas, cuanto más se acercaban a la naturaleza;
que ésta era más consonante sin disputa que las elecciones de Diputados se
hiciesen directamente a satisfacción de los mismos que en ellos delegan sus
poderes que a deliberación de otros, la que raras veces o nunca conforman
con la voluntad de los principales Delegantes”141.
“que era muy equivocado el principio sentado, de que por las elecciones
directas se deducía mejor la voluntad general de los Pueblos eligentes: que las
más veces esta se confundía con las facciones casi imprescindibles en
semejantes casos, según lo ha acreditado la experiencia, arrastrando éstas
tras sí un considerable número de ciudadanos bastante a afirmar una
elección
140
En este contexto se produce la discusión sobre la conveniencia de elecciones directas o indirectas,
asunto al cual ya referimos en la Primera Parte.
141
ABHS. AJPte. 4 de marzo de 1824. Copiador 325. Fs. 13-13v.
indebida como el voto más recto y sano de la parte sensata que no se
contaminó en las citadas facciones”.
“se hallaba vigente pues que no había sido alterada por la Legislatura
Provincial; lo que fundaba una incompetencia notoria de facultad en la Junta
Permanente para la variación que hoy se pretendía respecto a que a esta
corporación le era denegado el poder de sancionar, y mucho más de revocar
las Leyes fundamentales en cuyo caso debía considerarse la presente
contenida en el ciado Reglamento”142.
142
ABHS. AJPte. 4 de marzo de 1824. Copiador 325. Fs. 13v-14.
143
ABHS. AJPte. 4 de marzo de 1824. Copiador 325. Fs. 14.
“en cuanto los que corresponden al territorio de Salta [serán elegidos] por los
representantes electos por los Pueblos de su comprensión a la Junta General,
con exclusión de los de Jujuy”144.
Una vez realizada la elección de los dos diputados, esta Junta Electoral
comenzó a debatir la cuestión de la redacción de las instrucciones; se discutió entonces
“sobre si a la Junta Permanente o a la Electoral competía la facultad de dar
instrucciones a los Diputados de la Provincia” 145. Por una parte, se fundamentaba la
competencia de la Junta Electoral en el hecho de que había sido ésta la encargada de la
elección y por lo tanto le correspondía el otorgamiento de los poderes e instrucciones a
los electos. Por la alternativa contraria encontramos la postura de Zorrilla, quien
consideraba un “error” lo actuado por la Junta Permanente al permitir la elección de
manera separada por los representantes de Salta y Jujuy, cuestión que se originaba en el
no otorgamiento de facultades electorales a los representantes de Jujuy.
144
ABHS. AJPte. 4 de marzo de 1824. Copiador 325. Fs. 14.
145
AHBS. Acta de la Junta Electoral (en adelante AJElect). 6 de abril de 1824. Copiador 325. Fs. 31v.
que por otras Juntas extrañas se ejercite un acto de la soberanía que a
aquella sola en toda su extensión compete”146.
“si la Junta Electoral que no reviste otro carácter que el de territorial por
Salta y Orán comunicare instrucciones a los Diputados que ha elegido, la
misma Junta Electoral autorizada en Jujuy debería también por sí misma con
independencia de la de aquí, ejecutar otro tanto con el Diputado que ha
nombrado; pudiendo de esto resultar que los Diputados de una misma
Provincia lleven instrucciones no solo distintas sino enteramente opuestas,
cuando el medio más sencillo y más propio de la naturaleza de este negocio
parece ser que la Corporación que reviste un carácter Provincial cual es el
que reside en la Junta Permanente, instruya no sólo a los Diputados de Salta
sino también al de Jujuy”147.
146
AHBS. AJElect. 6 de abril de 1824. Copiador 325. Fs. 32 bis. El remarcado es nuestro.
147
AHBS. AJElect. 6 de abril de 1824. Copiador 325. Fs. 32 bis v. El remarcado es nuestro.