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ERASMO DE ROTERDAM

Erasmo de Rotterdam, humanista holandés y principal intérprete de las corrientes


intelectuales del Renacimiento en el norte de Europa, se mostrará en contra del
modelo aristotélico-escolástico, centrado en cuestiones metafísicas, físicas y
dialécticas. Para Erasmo, significa conocerse a sí mismo a la manera socrática, es
decir, un conocimiento sapiencial de la vida, una sabiduría y una práctica de vida
cristiana, carente de complicados silogismos, la sabiduría cristiana se reduce a los
Evangelios y las Cartas de san Pablo. La filosofía de Cristo es un renacer, un regreso
a la naturaleza bien creada.

Para Erasmo, la gran reforma religiosa consiste sólo en quitarse de encima el poder
eclesiástico y las disputas de los escolásticos que fueron agregadas a la sencillez del
Evangelio, confundiéndolas y complicándolas. Cristo indicó que el camino más
sencillo para la salvación es la fe sincera, la verdadera caridad y la persistente
esperanza, como hicieron los grandes santos.

Sus primeras obras expresan un ataque a las prácticas corruptas de la Iglesia y al


escolasticismo racionalista. SuManual del caballero cristiano o su Elogio a la
locura, proponen esa vuelta a la primitiva ética cristiana, como bien expusimos
anteriormente. A pesar de todo, estas no fueron tan trascendente como su traducción
al griego del Nuevo Testamento. Con estas obras, que influyeron tanto a los
reformadores religiosos, Erasmo, llegó a convertirse en padre de la Reforma. Pero
una vez liderada la Reforma por Lutero, Erasmo se volvió apologista, desconfiando
de los católicos y los reformistas, manteniéndose siempre neutro.

Sus obras fueron incluidas en el Índice de obras prohibidas por el Concilio de


Trento, y prohibidas tras su muerte por la Iglesia Católica, y denunciadas por
muchos protestantes. Su Manual del caballero cristiano dice que el verdadero
creyente ha de renunciar a las riquezas; el culto y las ceremonias estaban cargadas
de supersticiones, y el único camino hacia la salvación es la lectura y el seguimiento
del Evangelio. Su Elogio a la locura, narra en boca un loco una serie de críticas
como la corrupción del clero, la superstición, el tráfico en torno a las reliquias, las
indulgencias, la ignorancia de los monjes, y el lujo del que se rodeaba el pontificado.
Esta obra habla de aquellos locos que por rezar, o dejar unas monedas en el cepillo
de la iglesia, piensan que tienen el cielo ganado

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