ESTUDIO AL EVANGELIO DE MARCOS:

JESÚS: SEÑOR Y SIERVO.

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PASAJE BÍBLICO: Marcos 8: 1-21

TEMA DEL TEXTO: Las evidencias de la divinidad y salvación de Cristo. La incredulidad de

los fariseos frente a las señales de Jesús que demostraban que es el mesías; contrastada a la
inmadurez espiritual de los discípulos que olvidan las bondades del Señor.

PROPOSITO DEL SERMÓN: Exhortar a la iglesia a madurar en la confianza hacia Cristo debido
a su fidelidad inagotable. Exhortar a los incrédulos a depositar su confianza en Cristo
abandonando todo orgullo intelectual, religioso o moral.

TÍTULO:
EVIDENCIAS QUE EXIGEN UNA RESPUESTA.

Cuando a alguien lo acusan de cometer algún tipo de crimen, tanto el fiscal como el abogado
defensor utilizan sus mejores estrategias para convencer al jurado y al juez de la inocencia o
culpabilidad del acusado. Pero algo que es de mucho peso son las evidencias. ¿Quién puede
rebatirlas? ¿Quién puede controvertir una muestra de ADN, o un video, una grabación, o la voz
de los testigos?

De la misma manera, existen evidencias que nos declaran la realidad de un Dios santo, justo y
amoroso que se revela a si mismo en la creación y especialmente, en la persona de Jesucristo.

Jesucristo es quién dijo ser y ahí están las evidencias, pero ¿cómo respondemos ante ellas? Dios
ha sido fiel siempre y nos lo ha manifestado por medio de muchas evidencias y ¿Qué hacemos
en respuesta a las evidencias de su fidelidad? Eso es lo que vamos a analizar el día de hoy.
Abramos nuestra biblia en Marcos 8.

1. ¡Ahí están las evidencias! (8: 1-9)

81En aquellos días, como había una gran multitud, y no tenían qué comer, Jesús llamó a sus
discípulos, y les dijo: 2Tengo compasión de la gente, porque ya hace tres días que están
conmigo, y no tienen qué comer; 3y si los enviare en ayunas a sus casas, se desmayarán en el
camino, pues algunos de ellos han venido de lejos.

4
Sus discípulos le respondieron: ¿De dónde podrá alguien saciar de pan a éstos aquí en el
desierto? 5El les preguntó: ¿Cuántos panes tenéis? Ellos dijeron: Siete. 6Entonces mandó a la
multitud que se recostase en tierra; y tomando los siete panes, habiendo dado gracias, los
partió, y dio a sus discípulos para que los pusiesen delante; y los pusieron delante de la
multitud. 7Tenían también unos pocos pececillos; y los bendijo, y mandó que también los
pusiesen delante. 8Y comieron, y se saciaron; y recogieron de los pedazos que habían sobrado,
siete canastas. 9Eran los que comieron, como cuatro mil; y los despidió.
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JESÚS: SEÑOR Y SIERVO.
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La compasión del Señor Jesús se demuestra una vez más con poder sobre aquellos que están
necesitados, alimentándolos de una forma milagrosa. Los discípulos no entienden que él
puede obrar un milagro semejante. Se muestra su incredulidad a pesar de que el Señor ya
había realizado el milagro anteriormente. Una vez más, Jesús demuestra que es el mesías
enviado del cielo para salvar a su pueblo Israel.

2. ¿Qué te hace falta para creer? (8: 10-13)

10
Y luego entrando en la barca con sus discípulos, vino a la región de Dalmanuta. 11Vinieron
entonces los fariseos y comenzaron a discutir con él, pidiéndole señal del cielo,a para
tentarle. 12Y gimiendo en su espíritu, dijo: ¿Por qué pide señal esta generación?b De cierto os
digo que no se dará señal a esta generación. 13Y dejándolos, volvió a entrar en la barca, y se fue
a la otra ribera.

¿Acaso los milagros que el Señor Jesús había realizado y su autoridad al enseñar no eran
suficiente señal para mostrar que él era el mesías? ¿Qué tipo de señal querían los fariseos?
¿Estaban dispuestos a creer en Jesús como el Cristo/mesías y les hubiera demostrado alguna
señal? Jesús no creía en la fe de la gente que dependía de señales y maravillas (Jn 2.23–25).

Sin embargo, estaban esperando una señal espectacular de parte del Señor. Precisamente, una
de las creencias populares de aquel entonces era que cuando el Mesías apareciera lo haría sobre
el pináculo del templo, proclamando la liberación de Israel, y desplegando una luz del cielo
como señal de que era el Mesías.

Por todo ello rehusó darles una señal portentosa. Israel quería una señal del cielo. La tuvieron
cuando Cristo vino de la gloria a la cruz, y la tendrán cuando venga otra vez, pues “entonces
aparecerá la señal del Hijo del Hombre en el cielo” (Mt. 24:30).

Lo que nos muestra el texto es que los fariseos estaban discutiendo con el Señor, por lo que su
actitud no era humilde sino arrogante. También, al pedirle señal del cielo, Marcos señala que
su propósito era “tentarle”, es decir, que él ejerciera su poder de manera incorrecta.

Los incrédulos, así pertenezcan a una creencia religiosa, no pueden aceptar a Jesucristo, con
todas las señales que ha mostrado para entender que él es el salvador y Dios sobre el mundo.

El problema que ellos enfrentan es un asunto del corazón enceguecido por el pecado y el
orgullo. Aún los ateos, quiere que demostremos la existencia de Dios, aunque ya haya
suficiente evidencia que muestre su realidad.

aa
8.11: Mt. 12.38; Lc. 11.16.
bb
8.12: Mt. 12.39; Lc. 11.29.
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JESÚS: SEÑOR Y SIERVO.
3
Dios ya ha mostrado sus señales para que la gente entienda que necesita un salvador y señor.
Pero para un corazón incrédulo nada es suficiente para que pueda creer en Jesucristo. Así él
mismo se le apareciera no creería e inventaría cualquier excusa para no rendirse ante él. El fin
de los incrédulos será eterna perdición en el infierno debido a su incredulidad y su corazón
endurecido (Apocalipsis 21: 8) ¿Has creído en Jesucristo como tu salvador y Señor?

3. ¿Qué te hace falta para confiar? (8: 14-21)

14
Habían olvidado de traer pan, y no tenían sino un pan consigo en la barca. 15Y él les
mandó, diciendo: Mirad, guardaos de la levadura de los fariseos,c y de la levadura de Herodes.

16
Y discutían entre sí, diciendo: Es porque no trajimos pan. 17Y entendiéndolo Jesús, les
dijo: ¿Qué discutís, porque no tenéis pan? ¿No entendéis ni comprendéis? ¿Aún tenéis
endurecido vuestro corazón? 18¿Teniendo ojos no veis, y teniendo oídos no oís?d ¿Y no
recordáis? 19Cuando partí los cinco panes entre cinco mil, ¿cuántas cestas llenas de los
pedazos recogisteis? Y ellos dijeron: Doce. 20Y cuando los siete panes entre cuatro mil, ¿cuántas
canastas llenas de los pedazos recogisteis? Y ellos dijeron: Siete. 21Y les dijo: ¿Cómo aún no
entendéis?

Jesús usó la discusión acerca del pan para advertir a sus discípulos a que evitaran las
enseñanzas falsas. Comparó las enseñanzas falsas a la levadura: es pequeña, pero poderosa y
puede esparcirse rápidamente.

El cuidado que debían tener (v. 15) con respecto a las malas influencias. La levadura siempre
simboliza el mal, por la forma rápida y poderosa en que se extiende.

El Señor les advirtió a los discípulos respecto de dos influencias negativas: el formalismo,
ritualismo e hipocresía de los fariseos; y el materialismo, mundanalidad e inmoralidad de los
herodianos. Más adelante haría la advertencia en cuanto al racionalismo y escepticismo de los
saduceos.

El Señor quería que los discípulos se guardaran de una actitud incrédula como la de los
fariseos, y les señala la necesidad de madurar en la fe, confiando en él siempre. Ellos pensaron
que el Señor se refería a algo natural como el haber traído pan. No entendieron que se refería a
cuidarse de la actitud de los fariseos de ser duros de corazón.

El Señor les llama la atención a todo su ser que está sin crecimiento; habla de su corazón, sus
oídos, sus ojos, su entendimiento. Luego los confronta con las evidencias de su poder y les
reprende ¿Cómo aún no entendéis?

cc
8.15: Lc. 12.1.
dd
8.18: Is. 6.9–10; Jer. 5.21; Ez. 12.2.
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JESÚS: SEÑOR Y SIERVO.
4
El problema de la fe está muy ligado al corazón y la mente. A nosotros nos cuesta mucho
entender que el Señor nos puede guiar en cualquier situación debido a nuestra miopía
espiritual y a que no estamos en continua comunión con Dios. Aún, siendo personas de
oración, puede llegar a pasar que nos olvidemos por un momento de quien es él. Necesitamos
aprender a crecer en fe y entendimiento de la palabra de Dios para que no lleguemos a
endurecernos como los incrédulos.

¿Cuántas veces olvidamos lo que Dios ha hecho mostrando su compasión por nosotros? Dios
no se cansa de mostrarnos su poder y revelarnos sus atributos para salvación y madurez
espiritual. Como los discípulos, nosotros somos lentos para comprender quién es Jesús
realmente. (Salmo 103: 1-2)

CONCLUSIÓN: No olvides la continua fidelidad de Dios que se muestra en su palabra y en la

persona de Cristo Jesús. No endurezcas tu corazón ante las evidencias de la justicia y el amor
de Dios.