Está en la página 1de 2

México, D.F. A 2 de enero del 2009.

Muy estimada :

La promesa es para aquellos que diezman. Para aquellos que están


dispuestos a creer no solo en la Palabra de Dios, sino a la Palabra de Dios. La
promesa de la Palabra de Dios es amplia “… derramare sobre vosotros
bendición que sobreabunde.” Le animo a probar al Señor. El mismo dice: “…
Probadme ahora en esto, dice Jehová de los ejércitos…” (Malaquías 3:10).
Diezmar es igual a dejar que la bendición de Dios sea una realidad plena en
nuestra vida. Diezmar es igual a ponernos bajo la economía de Dios y escapar
de los efectos negativos que se derivan de la economía humana. Es saber que
estamos bajo la cobertura de Dios y no la de los hombres. Eso hace que la viuda
pobre esté dispuesta a dar mucho más que el diezmo:
41
Estando Jesús sentado delante del arca de la ofrenda, miraba cómo el pueblo echaba
dinero en el arca; y muchos ricos echaban mucho. 42Y vino una viuda pobre, y echó dos
blancas, o sea un cuadrante. 43Entonces llamando a sus discípulos, les dijo: De cierto
os digo que esta viuda pobre echó más que todos los que han echado en el arca;
44
porque todos han echado de lo que les sobra; pero ésta, de su pobreza echó todo lo
que tenía, todo su sustento. (Marcos 12:41-44).

En Creyendo lo imposible creemos en la Palabra de Dios. Diezmamos


porque la Palabra de Dios lo dice. Sabemos que la bendición de Dios habrá de
seguir nuestra obediencia. Necesitamos ser bendecidos en una forma especial
en este 2009. Dios habrá de hacerlo si por fe, amor y gratitud empezamos lo
antes posible, dando el diezmo a un Señor quien “… por amor a nosotros se
hizo pobre, siendo rico, para que vosotros con su pobreza fueseis
enriquecidos.” (2 Corintios 8:9). Decídase hoy a diezmar a un Dios que nos ha
dado lo mejor en el poderoso Jesús.
Creyendo lo imposible,

Juan Germán Ortiz


Pastor

También podría gustarte