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Integrantes:
• Lusvet Carranza García
• Tito Fernando Longa Flores
• Jhaquelita Delgado García
• Karen Fiorella Morales Hidalgo
• Ricardo Luis Villanueva Cerón
• Jhasmín Esther Muro Isla
• Luis Enrique Molina Guerrero
• Reátegui Córdova Patrick Edinson
• Jhon Leny Silva Delgado
• Panduro Pariapaza Norma Luz
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UNSM-FMH-HEMATOLOGÍA
ÍNDICE
1. TROMBOSIS..............................................................................................................3
2. ANTICOAGULANTES ORALES...............................................................................7
3. HEPARINAS............................................................................................................15
4. ANTIPLAQUETARIOS............................................................................................17
5. FIBRINOLÍTICOS....................................................................................................22
6. TROMBOEMBOLIA PULMONAR...........................................................................31
REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS………………………………………………………. 54
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1. TROMBOSIS
La trombosis representa la formación de un trombo en el sistema circulatorio, en el
interior de un vaso sanguíneo o del corazón. El trombo, del griego thrombos (grumo,
coágulo) es un cuerpo sólido integrado por plaquetas y fibrina, que se forma a causa
de una lesión endotelial, un retardo de la corriente sanguínea o una alteración de la
composición química de la sangre. En condiciones normales, la trombosis es un
proceso ligado al mantenimiento de la salud orgánica, pero en presencia de factores
que lo favorecen, este proceso, y sobre todo sus consecuencias en forma de
complicaciones circulatorias, se convierten, como se ha subrayado, en una de las
causas de mayor mortalidad en los países industrializados occidentales.
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Además de los factores de riesgo conocidos relevantes para el aumento de la
caogulabilidad, estasis y disfunción vascular, las nuevas áreas de investigación
identificaron contribuciones de micropartículas procoagulantes, células inflamatorias,
microvesículas y estructura de la fibrina
Hay varios factores antitrombóticos que también regulan la coagulación. Éstos son
antitrombina, inhibidor de la vía del factor hístico (TFPI, tissue factor pathway inhibitor),
cofactor de heparina II y proteína C/proteína F. En condiciones normales, estos
factores limitan la producción de trombosis para evitar la persistencia de la coagulación
y la formación de trombo. Es característico que después que el coágulo ha producido
obstrucción en el lugar de la lesión y comienza a expandirse hacia los segmentos
adyacentes no lesionados del vaso, las reacciones anticoagulantes determinadas por
el endotelio normal se vuelvan fundamentales para limitar la magnitud de este coágulo
hemostáticamente protector.
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Factores de riesgo para la trombosis venosa
Las variantes genéticas son las causas menos frecuentes de trombosis venosa. Estas
anomalías comprenden mutaciones con pérdida de la función de anticoagulantes
endógenos, así como mutaciones con ganancia de función de proteínas
procoagulantes. La deficiencia de antitrombina heterocigótica y la homocigocidad de la
mutación del factor V de Leiden incrementan en forma notable el riesgo de trombosis
venosa. Si bien la proteína C homocigótica o las deficiencias de proteína S son
infrecuentes y pueden causar púrpura fulminante letal, las defi ciencias heterocigóticas
se relacionan con un riesgo moderado de trombosis. La proteína C activada altera la
coagulación mediante la degradación proteolítica de FVa. Los pacientes resistentes a
la actividad de la proteína C activada pueden tener una mutación puntual en el gen de
FV situado en el cromosoma 1, un factor V de Leiden designado mutante. El
incremento leve del riesgo se atribuye al aumento de las concentraciones de factores
procoagulantes, así como a las bajas concentraciones del inhibidor de la vía del factor
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hístico. Se ha demostrado que los polimorfi smos de la metileno tetrahidrofolato
reductasa y de la hiperhomocisteinemia, son factores de riesgo independiente para la
trombosis venosa, al igual que para la arteriopatía; sin embargo, muchas de las
descripciones iniciales de las variantes genéticas y sus relaciones con la
tromboembolia se están cuestionando en estudios más actuales a mayor escala.
Si el trombo crece en la pared del vaso arterial que lleva sangre a un órgano, se va
reduciendo el flujo de sangre que pasa a través de éste y consecuentemente,
disminuye el aporte de sangre que llega al órgano en cuestión, produciéndose de este
modo una situación de isquemia. Si el trombo crece hasta obstruir totalmente el flujo
de sangre o llega otro trombo por la circulación sanguínea arterial que obstruye
totalmente el flujo sanguíneo, se produce una situación de infarto.
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(AIT), y si es en las extremidades inferiores, se hablará de claudicación intermitente o
«síndrome del escaparate».
2. ANTICOAGULANTES ORALES
Los anticoagulantes orales (ACO) actúan como antagonistas de la vitamina K,
inhibiendo el sistema enzimático encargado de su conversión a la forma activa, que
actúa como cofactor en la gamma carboxilación de los residuos terminales de ácido
glutámico de los factores II, VII, IX y X, y de las proteínas C y S; la ausencia de estos
residuos ocasiona que estos factores sean inactivos, por la incapacidad de ligar el
calcio.
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menor para el acenocumarol que para la warfarina (5-9 horas frente a 36-48 horas y 2-
3 días frente a 2-5 días, respectivamente)
2.1. INDICACIONES
Las indicaciones de los ACO que se revisan a continuación están basadas en las
recomendaciones realizadas en el documento de consenso elaborado en la sexta
conferencia (año 2000) de terapia antitrombótica del American College of Chest
Physicians (ACCP) que es el documento que consideramos de adopción más universal
entre los profesionales involucrados en este tema:
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Anticoagulantes orales antivitamina K (AVK) : El más utilizado en nuestro medio es
acenocumarol, aunque en la mayoría de países europeos es warfarina.
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hayan tenido un ictus o AIT para la prevención secundaria de las recurrencias
de nuevos ictus (Sociedad Española de Neurología).
Los pacientes con FA asociada a valvulopatía mitral, aórtica, prolapso mitral o
bioprótesis valvular, tienen indicación de anticoagulación oral salvo
contraindicación para ello (C2+).
Valvulopatías: En los siguientes casos tienen indicación de anticoagulación oral
salvo contraindicación para ello (B2+).
• Valvulopatía mitral con embolismo sistémico previo, o hipertrofia de aurícula
izquierda (HAI) >55 mm en ecocardiograma.
• Prolapso de la válvula mitral con AIT a pesar de tratamiento con ácido acetil
salicílico (AAS) o embolismo sistémico documentado.
• Valvulopatia aórtica con embolismo sistémico previo.
• Bioprótesis valvulares con embolismo sistémico previo, trombos en AI o
AI>55mm
• Prótesis valvulares mecánicas.
Cardiopatía isquémica: En pacientes con IAM y riesgo elevado embolígeno:
IAM anterior extenso, disfunción severa del VI (FE<35%), insuficiencia cardiaca,
historia de embolismo sistémico o embolismo pulmonar, trombosis parietal
demostrada en el ecocardiograma bidimensional o fibrilación auricular.
Se debe revisar si existe indicación definitiva a los 3-6 meses.
Prevención de la trombosis venosa profunda (TVP) y del
tromboembolismo pulmonar (TEP): Prevención 1ª postquirúrgica y 2ª de TVP,
proximal o distal y del TEP.
Se debe revisar a los 3-6 meses si existe indicación definitiva.
Miocardiopatía dilatada: Asociada a una fracción de eyección (FE) <30%
(D2+)
2.2. CONTRAINDICACIONES
a) Absolutas:
- Alergia al medicamento.
- Aneurisma cerebral.
- Hemorragia activa.
b) Relativas:
- Alteración de la hemostasia.
- Derrame pericárdico.
- Endocarditis bacteriana.
- Ulcus activo.
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Aunque con características farmacodinámicas similares existen diferencias
farmacocinéticas significativas. Así el acenocumarol alcanza la concentración
plasmática máxima entre 1-3 horas de su ingesta, con una vida media de 8-11 horas;
sin embargo su efecto anticoagulante no se obtiene hasta las 36-72 horas ya que es
necesario que se vayan consumiendo los factores mencionados (VII-6h, IX-24h, X-40h,
II-60h). La warfarina alcanza la concentración plasmática máxima entre 1-9 horas de
su ingesta, con una vida media de 31-48 h; aunque su efecto anticoagulante no se
obtiene hasta las 48-120 horas.
2.4. INTERACCIONES
Hay que tener presente que existe una amplia cantidad de principios activos que van
apareciendo en el mercado, y que pueden tener interacciones con los anticoagulantes
orales aunque no se hayan descrito aún.
Frecuentes (<10%)
a) Poco significativas:
-Hemorragia subconjuntival.
-Epistaxis.
-Gingivorragia.
-Equimosis.
-Metrorragia.
-Hematuria.
-Hemoptisis.
-Hematemesis.
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-Melenas.
-Cefalea brusca.
-Disnea brusca.
-Abdomen agudo.
• Reacciones alérgicas.
• Hiporexia.
• Náuseas y vómitos.
• Alopecia reversible.
• Vasculitis.
• Hepatotoxicidad.
El inicio del tratamiento anticoagulante oral debe ser individualizado y coordinado con
los servicios de Hematología. Se debe realizar una valoración inicial de los
antecedentes personales, tratamiento crónico (con especial atención a la utilización de
antiagregantes, AINEs y posibles interacciones) y realizar una analítica con
hemograma, coagulación y bioquímica con perfil hepático y renal. Tras esto se debe
realizar una entrevista con el paciente para que tome una decisión informada.
AVK: 4-Hidroxicumarinas : Con AVK se recomienda iniciar con una única toma fuera
de las comidas de 2-3 mg diarios de acenocumarol (D4), utilizando siempre de inicio la
presentación de 4 mg, a la misma hora, preferiblemente por la tarde o noche, lo que
permite si es necesario el cambio de dosis.
Las dosis más bajas de 2 mg/día se pueden utilizar en personas mayores, insuficiencia
hepática severa, enfermedad concomitante grave o desnutrición.
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El ajuste siempre se hace en función de la dosis total semanal (DTS).
Se citará al paciente para el primer control del INR al 3º día del inicio del tratamiento.
Los siguientes controles se recomiendan cada una o dos semanas, espaciándolos
según los resultados, hasta conseguir el INR adecuado
3. HEPARINAS
Las heparinas son sustancias anticoagulantes inyectables. Cabe distinguir entre la
heparina estándar o heparina no fraccionada (HNF) y las heparinas debajo peso
molecular (HBPM). La HNF está formada por una mezla heterogénea de cadenas
de polisacáridos de longitud variable con un peso molecular que oscila entre
6.000y 40.000 daltons. Estas cadenas de polisacáridos están constituidas por
secuencias que contienen glucosamina y ácido glucurónico o idurónico sulfatado. Su
peso molecular medio es de15.000 daltons. Las HBPM son resultado de la
fragmentación de la HNF por diferentes métodos para lograr productos con pesos
moleculares más bajos y más homogéneos. Están constituidas también por mezcla de
cadenas de polisacáridos y su peso molecular medio es mucho menor: entre
4.000 y 5.000 daltons.
Las heparinas son macromoléculas que difícilmente cruzan las barreras naturales del
organismo.
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medida. También se han descrito otros efectos como elevación de transaminasas
hepáticas.
3.3. SOBREDOSIFICACIÓN
Están comercializadas dos sales diferentes de HNF (la heparina sódica y la heparina
cálcica) y ambas son igual-mente efectivas en la prevención de trombosis
venosa. La mayor parte de especialidades con heparina cálcica son para
administración subcutánea. La razón principal es que es menos dolorosa que la
sódica por esta vía. Pero no habría ningún inconveniente en la administración de
heparina cálci-ca por vía intravenosa en preparados adecuados para ello
4. ANTIPLAQUETARIOS
4.1. ASPIRINA
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El principio activo es el ácido acetilsalicílico.
Es importante enfatizar que si el paciente toma aspirina con cubierta entérica el efecto
terapéutico lo observaremos en 3 o 6 horas después de su administración. Si, solo se
cuenta con esta presentación en caso de un síndrome coronario agudo debe
masticarse el medicamento para obtener el efecto antiplaquetario deseado. En el
tratamiento del infarto del miocardio debe administrarse aspirina sin cubierta entérica.
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La dosis antiplaquetaria es de: 75 mg a 100mg. Después de la administración de la
aspirina los niveles en el plasma aparecen entre los 5 y 30 minutos teniendo el pico
máximo de concentración a los 30 minutos y prolongándose hasta 2 horas.
Los pacientes tratados con aspirina tiene una reducción de riesgo de complicaciones
cardiovasculares de un 25 % independientemente de cuál fuera el territorio vascular
involucrado cerebral, miocárdico o vascular periférico.
Contraindicaciones
• Alergia a la aspirina.
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4.2. CLOPIDOGREL.
Esta indicado en síndrome coronario agudo con o sin elevación del segmento ST. En
los protocolos de tratamiento se usa concomitantemente con la aspirina. En todas las
guías internacionales se recomienda su uso en intervencionismo percutáneo
angioplastia y stent coronario.
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La falta de respuesta del clopidogrel en algunos pacientes, es sobre todo, por
interacciones medicamentosas, especialmente, se ha mencionado por el uso
concomitante de algunas estatinas lipofilicas (simvastatina, atorvastatina y lovastatina,
sin embargo, en el estudio Credo no demostró que el efecto fuera clínicamente
significativo.
La resistencia del clopidogrel fue descrita en pacientes voluntarios sanos como una
variable preexistente Los polimorfismos genéticos del CYP2C19*2 y CYP”C19*3 con
dos variantes alélicas pierde su función y su impacto genético esta por evaluarse. Este
polimorfismo explicaría la variable respuesta al medicamento en el 12 % de los
pacientes.
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Este fenómeno de resistencia al clopidogrel se presentan con más frecuencia en
pacientes con Diabetes mellitus, Dislipidemias y tabaquismo, ya que existe producción
de otras sustancias que son pro- agregantes plaquetarias (25). Los pacientes que
toman ciertos medicamento como los calcioantagonistas presentan respuesta variable
al efecto antiplaquetario debido a que todos comparten el mismo citocromo p450 para
su metabolismo.
5. FIBRINOLÍTICOS
Los fármacos fibrinolíticos son proteasas que actúan como activadores directos o
indirectos del plasminógeno, dando lugar a la conversión de esta proenzima en su
forma activa (plasmina), que a su vez cataliza la degradación de fibrina o fibrinógeno y
la disolución del coágulo. Estos fármacos pueden subdividirse teóricamente en
activadores “fibrinespecíficos” y “no fibrinespecíficos”.
Los fármacos trombolíticos han sido clasificados también como de primera, segunda y
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tercera generación, según se han ido incorporando a la terapéutica habitual de las
enfermedades tromboembólicas.
Identificada en 1933 por Tillet y Garner, utilizada en un primer ensayo terapéutico para
disolver un derrame pleural en 1948 y administrada intravenosamente por primera vez
en 1955.
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Farmacocinética: La cinética de este fármaco no es bien conocida, ya que su
concentración plasmática y su vida media dependen de su afinidad por el sustrato y de
las concentraciones plasmáticas de anticuerpos anti-SK. A diferencia de los fármacos
fibrinoespecíficos, el efecto fibrinolítico de la SK no es directamente proporcional a la
dosis administrada y varía marcadamente de un paciente a otro. Esto es, en parte
debido a la variabilidad en el nivel de anticuerpos anti-SK y en parte debido al inusual
mecanismo de acción, el cual precisa la presencia de plasminógeno como cofactor y
como sustrato.
Efectos secundarios: Al igual que ocurre con otros fármacos trombolíticos, la principal
complicación del tratamiento con SK es la hemorragia, la cual está relacionada con la
dosis y duración de la infusión intravenosa. El sitio de sangrado más frecuente es el
lugar donde se ha realizado un procedimiento invasivo. En un estudio que incluyó
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5.860 pacientes tratados con SK se observó sangrado “mayor” en un 0,3 % de los
pacientes y “menor” en un 3,7 % en ausencia de cualquier procedimiento invasivo.
La hemorragia que se puede provocar tras un tratamiento fibrinolítico viene dada por
dos factores: a) por una parte, debido a la lisis de la fibrina del trombo, en los lugares
de daño vascular, y b) por otra, al estado lítico sistémico que se crea como resultado
de la formación sistémica de plasmina que produce fibrinogenolisis, destrucción de
otros factores de la coagulación especialmente factor V y VIII, depleción de fibrinógeno
y generación de productos de degradación del fibrinógeno con acción anticoagulante.
5.2. UROQUINASA
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tratamiento del IAM en los años 60 y actualmente es el trombolítico recomendado para
el tratamiento del IAM en Japón, siendo su actividad trombolítica similar a la de la SK,
pero su aplicación en clínica ha estado limitada por su alto coste y por la inexistencia
de grandes estudios randomizados que prueben su eficacia.
Al contrario de lo que sucede con la SK, existe una relación directa entre la dosis de
UK administrada y el efecto farmacológico inducido, de tal manera que puede
establecerse una correlación lineal entre la actividad trombolítica plasmática y la dosis
de UK. Esta estrecha relación es debida probablemente a su mecanismo de acción y a
la ausencia de anticuerpos neutralizantes.
5.3. ANISTREPLASA
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plasmina tiene lugar dentro de los trombos y coágulos así como sobre la superficie y el
interior de todo el sistema circulatorio. La degradación de la fibrina y del fibrinógeno
produce sustancias con efecto anticoagulante, que ejercen un efecto inhibidor de la
agregación de las plaquetas que persiste durante 24 h. Igualmente, como
consecuencia de la reducción en las concentraciones de fibrinógeno, se reduce la
agregación de los eritrocitos y la viscosidad de la sangre.
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genética.
El t-PA tiene una gran especificidad por la fibrina, lo que supone un gran aumento de
su actividad enzimática en presencia de fibrina y esto parece ser el resultado de un
cambio conformacional tanto en el t-PA como en el plasminógeno producido tras la
unión a la fibrina. El t-PA y el plasminógeno se unen a la fibrina directamente gracias a
la presencia de los dominios "kringle". El plasminógeno tiene cinco dominios "kringle",
teniendo una alta afinidad por la fibrina el primero de ellos. El t-PA posee dos dominios
"kringle" y el segundo junto con el dominio "finger" es esencial para la unión con la
fibrina.
La relativa especificidad del t-PA sobre la fibrina parece aumentar la velocidad con la
que este agente consigue la recanalización coronaria respecto a otros agentes no
fibrinespecíficos, además de aumentar la capacidad para lisar coágulos relativamente
antiguos. Por el contrario, esta temprana tasa de recanalización se ha acompañado por
una mayor incidencia de reoclusiones, 13% frente al 8% con respecto a los agentes no
fibrinespecíficos. Al parecer este aumento de la tasa de reoclusiones está relacionada
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con la escasa deplección de fibrinógeno que se provoca ya que, a dosis
convencionales, los niveles de fibrinógeno sérico apenas disminuyen un 50% de su
valor, con una elevación mínima de los productos de degradación del fibrinógeno.
Otras propiedades del t-PA son la activación del sistema del complemento y activación
de plaquetas in vivo.
Efectos secundarios: El efecto secundario más común, al igual que ocurre con otros
agentes trombolíticos, es el riesgo de hemorragia, siendo éste prácticamente el mismo
que para la SK o la UK, a pesar de que el t-PA es bastante fibrinespecífico. La
incidencia de hemorragia es menor cuando se utiliza en el tratamiento del IAM
comparado con otras enfermedades como la trombosis venosa, ya que la duración del
tratamiento en este último caso es mayor.
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6. TROMBOEMBOLIA PULMONAR
La tromboembolia pulmonar (TEP) es una entidad patológica de importancia en la
medicina clínica. Consiste en la obstrucción del flujo sanguíneo arterial pulmonar por
embolismo de un coágulo desde sitios distantes de la vasculatura.
Hasta 20% de los pacientes con TEP, no tiene factores de riesgo identificables como
se mostró en el estudio International Cooperative Pulmonary Embolism
Registry (ICOPER). De acuerdo con el riesgo relativo de presentar TEP, los factores
de riesgo se dividen en tres grupos: débiles (OR < 2), moderados (OR 2 a 9) y fuertes
(OR >10).
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6.2. CUADRO CLÍNICO
La TEP es de las patologías que presenta un cuadro clínico tan variado, que puede
pasar completamente desapercibida por la carencia de signos y síntomas o
manifestarse en la forma clásica. Los síntomas por lo general se presentan de forma
aguda ocasionando que el enfermo busque atención médica. De manera un tanto
arbitraria se han clasificado los síntomas de TEP en tres grupos: (1) disnea aislada, (2)
dolor pleurítico y hemoptisis y, (3) colapso circulatorio. La gravedad de los síntomas
depende principalmente de la magnitud del embolismo y la condición
cardiorrespiratoria previa. El síntoma más frecuente es la disnea, se manifiesta cuando
el coágulo obstruye porciones proximales de la vasculatura pulmonar, es decir, la
disnea se asocia con TEP de mayor tamaño.
Dímero D
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de corte para considerar un resultado de dímero D positivo y continuar la evaluación
del paciente es de 500 μg/L. Es importante reconocer que este método no confirma
TEP y los estudios adicionales realizados dependen de su disponibilidad y las
características del paciente. En los individuos hospitalizados hay que tener especial
cuidado, ya que el dímero D puede ser positivo hasta en 90% y en este contexto los
estudios de imagen cobran especial importancia.
Tomografía computarizada
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En conclusión, la angiotomografía de la vasculatura pulmonar es actualmente el
estudio de elección para el diagnóstico de TEP debido a su alta sensibilidad y
especificidad, no es operador dependiente y su interpretación es relativamente
sencilla; permite además valorar el parénquima pulmonar y estructuras torácicas en
búsqueda de otras causas que expliquen el cuadro clínico del paciente. En caso de
probabilidad clínica baja una tomografía computarizada (TAC) negativa es suficiente
para excluir el diagnóstico, sin embargo, para el raro caso de que en probabilidad
clínica alta el estudio sea negativo no está bien establecida la necesidad de otros
métodos.
Debido a que aproximadamente 90% de los coágulos que ocasionan TEP provienen
de los miembros inferiores, es importante la evaluación de su sistema venoso.
Actualmente los estudios no invasivos como el ultrasonido por compresión (UC) de los
miembros inferiores o la venografía por tomografía han desplazado a la venografía. El
UC tiene una sensibilidad y especificidad de 90% y 95% respectivamente para la
detección de TVP proximal y muestra ésta en aproximadamente 30% a 50% de los
pacientes con TEP. En el caso del paciente con TVP confirmada por UC y sospecha
clínica de TEP, está justificado iniciar anticoagulación total sin estudios adicionales.
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El gammagrama pulmonar V/Q ha sido durante años el estudio de primera elección
para el diagnóstico de TEP; sin embargo, actualmente ha sido desplazado por la
angiotomografía. El método consiste en dos fases, la primera con la administración
intravenosa del radiofármaco Tecnecio 99 que se fijará a los capilares pulmonares
permitiendo la valoración de este sistema. De esta forma cuando existe obstrucción de
la vasculatura la fijación se verá disminuida mostrando un defecto de perfusión
conocido como zona fría. La segunda fase es la ventilatoria; se administra un marcador
en gas como Xenón133 o Tc99 en aerosol que permite identificar áreas donde está
disminuida la ventilación y realizar un diagnóstico diferencial, ejemplo. neumonía. Por
lo tanto, un gammagrama compatible con TEP mostrará áreas de hipocaptación
o zonas frías en la fase perfusoria combinada con áreas con ventilación normal; es
decir una alteración (mismatch) en la relación ventilación-perfusión.
Las desventajas del estudio incluyen que patologías como neumonía y broncoespasmo
pueden causar defectos de perfusión y confundir el diagnóstico; también el estudio no
será valorable ante una radiografía de tórax con derrame pleural o infiltrados; la
segunda limitante es que en la mayoría de los pacientes con TEP demostrada por
otros medios y que tienen una probabilidad intermedia o baja en el gammagrama se
debe continuar el algoritmo diagnóstico.
Angiografía
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procedimiento en el contexto de pacientes críticamente enfermos con inestabilidad
hemodinámica.
Entre las ventajas están la certeza diagnóstica de TEP, es el estudio ideal para
descartar la misma aun en alta probabilidad. Permite la localización exacta del trombo
o del defecto de llenado incluso en ramas subsegmentarias y con trombos de hasta 1
mm o 2 mm; valora disfunción de ventrículo derecho y permite la medición de
presiones de la arteria pulmonar y por tanto la repercusión hemodinámica de la
patología.
Ecocardiograma
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En conclusión, el ecocardiograma no es útil como estudio diagnóstico, pero tiene un
importante papel en el pronóstico de TEP, sin embargo, en caso de inestabilidad
hemodinámica sí descarta TEP como causa de la misma en ausencia de signos de
sobrecarga del VD.
Anticoagulación parenteral
La anticoagulación parenteral debe iniciarse sin demora en todos los pacientes con
TEP confirmado, incluso en pacien tes con sospecha clínica alta o moderada. Puede
utilizarse HNF, HBPM o fondaparinux.
Pueden iniciarse el mismo día de la heparina, esta debe interrumpirse cuando el INR
esté entre 2 y 3 durante, por lo menos, dos días consecutivos. Los AVK no deben
usarse como tratamiento inicial único. En nuestro medio, el AVK más utilizado es
acenocumarol (Sintrom®). En cambio, en países anglosajones es warfarina el
cumarínico más empleado.
Tratamiento endovascular
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Actualmente es utilizada como guía durante de intervención. Las técnicas
intervencionales y dispositivos utilizados son:
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• Se presenta asociada siempre a una serie de fenómenos patológicos definidos.
7.1. EPIDEMIOLOGÍA
7.2. CLASIFICACIÓN
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para distinguir casos particulares de la enfermedad; sin embargo, el tratamiento es
similar en ambas circunstancias.
Infecciones y sepsis: son la principal causa mundial de CID; se sabe que entre 25
y 50% de los pacientes sépticos desarrollan esta condición. El estrecho vínculo
entre sepsis y CID se relaciona con la activación secundaria de la cascada de la
coagulación y con la merma de anticoagulantes endógenos que se presenta en las
infecciones graves. En este grupo de individuos el desarrollo de CID se asocia con
mayor disfunción orgánica y peor pronóstico.
Daño orgánico: el ejemplo clásico son los pacientes con pancreatitis aguda grave,
en quienes la necrosis pancreática favorece la presentación de CID. De forma
similar a lo visto en individuos con sepsis, los pacientes con pancreatitis aguda que
desarrollan CID tienen un aumento significativo del riesgo de morir. Otro grupo
incluido en esta categoría son los individuos con grandes quemaduras
hipertensivos del embarazo y al abruptio de placenta. 4,14 Sin embargo, hay otras
situaciones que, aunque más raras, se acompañan con mayor frecuencia de CID, como
la embolia de líquido amniótico y la retención de un feto muerto; en la primera de ellas,
hasta 80% de las pacientes afectadas desarrollan CID; en la segunda, la incidencia de
CID es directamente proporcional al tiempo de evolución del cuadro.
Inmunes y tóxicos: hasta 10% de los casos de reacción transfusional aguda por
incompatibilidad de grupo ABO pueden presentar CID. En un número pequeño de
individuos se puede desencadenar la CID tras las picaduras de animales ponzoñosos y
por el consumo de anfetaminas.
Enfermedad hepática: el 30% de los pacientes con cirrosis hepática cumplen con los
criterios diagnósti- cos de CID pero, en contraste con otros estados pa- tológicos, las
implicaciones clínicas del desarrollo de CID en este grupo de individuos son inciertas,
pues aún no está claro si tienen un pronóstico peor que los sujetos sin coagulopatía.
La importancia relativa de cada una de las entidades mencionadas como causa de CID
es muy variable; en una serie que incluyó a 346 individuos con esta com- plicación
evaluados en un hospital universitario la causa más frecuente fueron los procesos
Causa Frecuenci
a (%)
Infecciones / 26
Sepsis
Malignidad 24
Trauma mayor 19
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Enfermedad 8
hepática
7.4. FISIOPATOLOGÍA
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7.5. MANIFESTACIONES CLÍNICAS
Como se mencionó al comienzo, además del cuadro clínico propio del trastorno
de base que predispone a la CID, pueden encontrarse manifestaciones
hemorrágicas y trombóticas; en la tabla n.º 2 se ve la frecuencia de
Manifestación Frecuenci
a (%)
Sangrado mayor † 64-87
Fenómenos tromboembólicos 22-47
Lesión renal aguda 25-67
Disfunción hepática 55
Síndrome de dificultad 16-78
respiratoria aguda
Alteraciones del sistema 2-65
nervioso ‡
Choque 14-55
† Incluye gastrointestinal, respiratorio y del sistema nervioso central
‡ Incluye ataque cerebrovascular y encefalopatía
* Modificado de la referencia 38
7.6. HALLAZGOS DE LABORATORIO
7.7. DIAGNÓSTICO
El primer paso para llegar a un diagnóstico acertado de CID debe ser evaluar
el estado clínico del individuo y buscar las enfermedades que predispongan a
ella. Una vez hecho esto, se solicitan unos exámenes paraclínicos básicos
con los que se puede calcular un puntaje diagnóstico (tabla n.º 4). Este
puntaje, introducido a la práctica clínica en 2001 y posteriormente validado,
permite hacer el diagnóstico tanto de las formas agudas como de las
subagudas, es fácil de realizar y útil para el seguimiento de los enfermos.
Además, como se describirá posteriormente, tiene importantes implicaciones
pronósticas.
Alteración Frecuenci
a (%)
Trombocitopenia 98
Elevación del dímero D 93
Prolongación del TP/TPTa † 40-60
Disminución del fibrinógeno 5-30
Esquistocitos en sangre 50
periférica ‡
* Modificado de las referencias 39 y 55
† Tiempo de protrombina y tiempo parcial de tromboplastina activado
‡ Se presentan usualmente en baja cantidad (menos del 10% de la masa
de eritrocitos)
CID.4 Para tratar de ajustar el valor del fibrinógeno con la respuesta de fase
aguda del paciente algunos autores han propuesto obtener un índice
dividiendo el fibrinógeno por el valor de la proteína C reactiva (ambos
expresados en mg/dL); si el resultado es menor de 104 se puede considerar
que el paciente cursa con CID. 48 Pese a la utilidad de este ajuste, el
diagnóstico de la entidad siempre debe hacerse de acuerdo con el puntaje
previamente mencionado.
Incremento
2 < 50.000 > 3 segundos leve
Increment
3
o
marcado‡
* Modificado de la referencia 45
† Interpretación: 5 puntos o más son diagnósticos de CID
7.9. TRATAMIENTO
REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS
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Expertos sobre el uso de agentes antiplaquetarios. Rev. Esp. de
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