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Haz de Luz

Este es el tercer ejercicio para ayudarte a que te centres más plenamente en el momento
presente. Te ayudará a que seas más consciente de las sensaciones físicas de tu cuerpo.
Lee las instrucciones antes de comenzar el ejercicio para familiarizarte con el proceso.
Luego, puedes colocar estas instrucciones cerca de ti, si necesitas remitirte a ellas
mientras estés haciendo el ejercicio, o bien las puedes grabar con voz lenta y uniforme en
una grabadora y conectarla cuando estés observando las sensaciones de tu cuerpo.
Como en los otros ejercicios de este capítulo, lo más probable es que tu atención empiece
a divagar mientras estás realizando este ejercicio. Está bien. Cuando te des cuenta de
que tu atención está divagando, recondúcela suavemente hacia el ejercicio y procura no
criticarte ni juzgarte a ti mismo.
Instrucciones
Para empezar, busca un lugar cómodo donde sentarte en alguna habitación donde no
vayan a molestarte en los próximos diez minutos. Desconecta cualquier sonido que te
pueda distraer. Haz unas Cuantas respiraciones lentas y profundas y, luego, cierra los
ojos. Utilizando tu imaginación, visualiza un estrecho haz de luz blanca rodeando la parte
alta de tu cabeza, como un halo. A medida que este ejercicio avanza, el haz de luz
descenderá lentamente por tu cuerpo y, a medida que lo haga, te harás más consciente
de las diferentes sensaciones físicas que estás sintiendo por debajo del haz de luz.
Mientras sigues respirando con los Ojos cerrados, continúa viendo el haz de luz blanca
rodeando la parte alta de tu cabeza y percibe cualquier sensación física que sientas en
esa parte de tu cuerpo. Tal vez notes un hormigueo o un picor en tu cuero cabelludo.
Cualquier Sensación que percibas está bien.
- Lentamente, el haz de luz empieza a descender alrededor de tu cabeza, pasando
por la parte de arriba de tus orejas, tus párpados, parte alta de tu nariz. Mientras
eso tiene lugar, sé consciente de cualquiera sensación en esas zonas, incluso la
sensación más pequeña.
- Percibe cualquier tensión muscular que puedas estar sintiendo en la parte alta de
tu cabeza.
- Mientras el haz de luz desciende lentamente por tu nariz, boca y barbilla, sigue
centrándote en cualquier sensación física que puedas estar sintiendo en esos
puntos.
- Presta atención a la parte de atrás de la cabeza, donde puede que tengas
sensaciones.
- Percibe cualquier sensación que puedas notar en tu boca, en tu lengua o en los
dientes.
- Continúa observando el haz de luz, en tu imaginación, descendiendo en torno a tu
cuello y percibe cualquier sensación de tu garganta o cualquier tensión muscular
en la parte de atrás del cuello.
- Ahora, el haz se ensancha y empieza a descender por el torso, abarcando toda la
anchura de tus hombros.
- Percibe cualquier sensación, tensión muscular u hormigueo que puedas sentir en
los hombros, parte superior de la espalda, parte alta de los brazos y parte superior
del pecho.
- A medida que el haz de luz sigue descendiendo en torno a tus brazos, percibe
cualquier sensación de la que seas consciente en la parte superior de tus brazos,
hombros, antebrazos, muñecas, manos y dedos. Sé consciente de cualquier
hormigueo, picor o sensación que puedas tener en esos puntos.
- Ahora, hazte consciente del pecho, de la parte media de tu espalda, de las zonas
laterales del torso, de la parte baja de tu espalda y del estómago. Una vez más,
percibe cualquier tensión o sensación por pequeña o tenue que sea.
- A medida que el haz sigue descendiendo por la parte inferior de tu cuerpo, hazte
consciente de cualquier sensación en la región de la pelvis, nalgas y parte superior
de las piernas.
- Asegúrate de prestar atención a la parte de atrás de tus piernas y percibe
cualquier sensación que notes en esa zona.
- Sigue observando el haz de luz descendiendo por la parte inferior de tus piernas,
alrededor de tus pantorrillas, espinillas, pies y dedos de los pies. Percibe cualquier
sensación o tensión que estés experimentando.
- Luego, mientras el haz de luz desaparece tras completar su descenso, haz unas
cuantas respiraciones más, lentas, profundas, y, cuando te sientas a gusto, abre
lentamente los Ojos y vuelve a centrarte en la habitación.
Practica este ejercicio a diario durante las próximas 2 semanas, progresivamente irás
notando como te resulta más fácil percatarte de las sensaciones en cada parte de tu
cuerpo y centrarte en ellas.

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