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Los ciclones son altamente eficaces en la eliminación de partículas, y además representan muchas ventajas
(asociadas a su sencilla construcción, su tamaño compacto, capacidad de operar a altas presiones y temperaturas,
entre otras), sin embargo, esta eficacia disminuye si el tamaño de las partículas a procesar es inferior a 10mm, es
por ello por lo que suelen utilizarse como tratamiento primario o inicial.
Los ciclones son adecuados para separar partículas con diámetros mayores de 5 μm con eficiencias hasta del 90%;
aunque partículas muchos más pequeñas, en ciertos casos, pueden ser separadas1.
Por otro lado, los filtros de mangas son mucho más eficaces que los ciclones y suelen utilizarse para tratamiento
secundarios, incluso, una de las etapas más importantes de la filtración se produce cuando existe una capa de
partículas retenida con anterioridad. Son considerados como los equipos más representativos de la separación
sólido-gas. La función de un filtro de mangas consiste en recoger las partículas sólidas que arrastra una corriente
gaseosa, haciéndola pasar a través de un tejido2. Su eficacia es alta y constante. Los filtros de mangas tienen la
capacidad de eliminar partículas muy pequeñas (submicrónicas) y es posible separar partículas de tamaños inferiores
a 0.5 mm, con una eficacia de entre el 99 y el 99,9%, que puede descender a 95% si las partículas son inferiores a
5mm.
Con los datos anteriores, calculamos el porcentaje de partículas retenidas, utilizando para ello la siguiente fórmula:
𝑚𝑐
𝑛= 𝑥100
𝑚𝑡
𝑚𝑐
97% = 𝑥100
39,6𝑘𝑔/ℎ𝑜𝑟𝑎
𝑚𝑐 = 38,412 𝑘𝑔/ℎ𝑜𝑟𝑎
La emisión a la atmósfera se calcula restando el caudal inicial de PM10 por el retenido por los controles, así:
La emisión final es de 1,18 kg/Hr lo que lo ubica dentro de los límites permitidos por la legislación (1,6 kg/hr).
5. ¿Según la tabla de carbones, recomienda cambiar o seguir utilizando el carbón actual? Explique su respuesta.
Basándose en la tabla presentada, no recomiendo seguir usando la turba debido a que su contenido de humedad es
alto y, por consiguiente, su contenido de carbono con respecto a otros combustibles es inferior; además su poder
calorífico es muy bajo y contiene un alto contenido de azufre. Es recomendable cambiar a otro combustible como
la antracita, que tiene más de un 90% de carbono, además de que arde con facilidad y tiene un alto poder calorífico
(más de 8000 kcal/kg).
Bibliografía: