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Manual Derecho Procesal Penal
Manual Derecho Procesal Penal
Tomo I
1.- Julio B.J. Maier, “Derecho Procesal Penal”, Tomos I y II; 2.- Claus Roxin, “Derecho Procesal Penal”; 3.- Agustín Squella
Narducci, “Introducción al Derecho”; 4.- Julián López Masle y María Inés Horvitz Lennon, “Derecho Procesal Penal
Chileno”, Tomos I y II; 5.- Rodrigo Cerda San Martín y Francisco Hermosilla Iriarte, “El Código Procesal Penal,
Comentarios, Concordancias y Jurisprudencia”; 6.- Raúl Tavolari Oliveros, “ Instituciones del Nuevo Proceso Penal,
Cuestiones y Casos”; 7.- Humberto Nogueira Alcalá, “El Debido Proceso en la Constitución y el Sistema Interamericano”;
8.- Emilio Pfeffer Urquiaga, “Código Procesal Penal, Anotado y Concordado”; 9.- Andrés Baytelman A. y Mauricio Duce
J., “Litigación Penal, Juicio Oral y Prueba”; 10.- Francisco Hermosilla Iriarte, “Apuntes sobre la Prueba en el Código
Procesal Penal”; 11.- Pelayo Vial Campos, “Técnicas y Fundamentos del Contraexamen en el Proceso Penal Chileno”; 12.-
Rodrigo Cerda San Martín y Francisco Hermosilla Iriarte, “El Procedimiento Abreviado”; 13.- Francisco Hermosilla Iriarte
y Alejandro Aguilar Brevis, “Procedimientos Especiales en el Nuevo Proceso Penal”; 14.- Alex Carocca Pérez, “El Nuevo
Sistema Procesal Penal”, 15.- Mario Mini Masonni, “La Prueba Ilícita en el Proceso Penal”; 16.- José Luis Guzmán Dalbora,
“ Estudios y Defensas Penales”; 17.- Rodrigo Coloma Correa, Gonzalo Medina Schulz, Miguel Ángel Méndez Longoria,
Raúl Núñez Ojeda, L. Iván Díaz García, Michelle Taruffo y Gerhard Dannnecker, “La Prueba en el Nuevo Proceso Penal
Oral”; 18.- Rodrigo Durán Fuica, “Medidas Cautelares Personales en el Proceso Penal”; 19.- Rafael Durán Sanhueza,
“Procedimiento Simplificado y Monitorio en el Código Procesal Penal Chileno”; 20.- Rafael Blanco Suárez, Mauricio Decap
Fernández, Leonardo Moreno Holman y Hugo Rojas Corral, “Litigación Estratégica en el Nuevo Proceso Penal”; 21.- María
Francisca Zapata García, “La Prueba Ilícita”; 22.- Cristián Aguilar Aranela, “La Prueba en el Proceso Penal Oral”, 23.-
Mauricio Duce J. y Cristián Riego R. “Introducción al Nuevo Sistema Procesal Penal” Volumen I; 24.- Humberto Nogueira
Alcalá, “Derechos Fundamentales y Garantías Constitucionales”; 25.- Alberto M. Binder, “Introducción al Derecho Procesal
Penal”; 26.- Manuel Miranda Estrampes, “El Concepto de Prueba Ilícita y su Tratamiento en el Proceso Penal”; 27.-
Guillermo Brown , “Límites a la Valoración de la Prueba en el Proceso Penal”; 28.- Jorge Danilo Correa Selamé, “Recursos
Procesales Penales”; 29.- José Luis Guzmán Dalbora; “La Pena y la Extinción de la Responsabilidad Penal “; 30.- Carlos
Pérez del Valle, exposición del Aula Iberoamericana, Cartagena de Indias, Noviembre de 2008, “El Imputado y El Derecho
De Defensa En El Marco Del Proceso Penal. Reflexiones en torno a las consecuencias del principio nemo tenetur”; 31.-
Manuel Miranda Estrampes, Exposición del Aula Iberoamericana, “La Prueba y Su Valoración En Los Procesos Penales
Acusatorios Latinoamericanos”; 32.- Adolfo Cisterna Pino, “La detención por flagrancia en el nuevo proceso penal. Doctrina
y Jurisprudencia”; 33.- Manuel Miranda Estrampes, Rodrigo Cerda San Martín y Francisco Hermosilla Iriarte, “Práctica de
la Prueba en el Juicio Oral, su Valoración y el Estándar de más allá de toda duda razonable”, año 2012; 34.- Germán
Hermosilla Arriagada; Colección Guías De Clases N° 14, “Nuevo Procedimiento Penal, Criticas Al Sistema de
Enjuiciamiento Penal. Mensaje Del Proyecto. Organización, Competencia y Funcionamiento de los Nuevos Tribunales,
Ministerio Público y Defensoría Penal Pública; 35.- Eduardo Couture; “Fundamentos del Derecho Procesal Civil”; 36.-
Fernando Orellana; “Manual de Derecho Procesal. Recursos Procesales” Tomo IV; 37.- Jordi Nieva Fenoll; “Fundamentos
de Derecho Procesal Penal”; 38.- Héctor Hernández Basualto; “La exclusión de la prueba ilícita en el nuevo proceso penal
chileno”; 39.- Adolfo Cisterna Pino; “Acciones Civiles en el Nuevo Proceso Penal”; 40.- DUCE J., Mauricio y RIEGO R.,
Cristián; “La Prisión Preventiva en Chile: Análisis de los cambios legales y su impacto”.
Preámbulo
La idea del presente Manual explicativo del Programa del curso del ramo de Derecho
Procesal Penal, tiene por objeto que los alumnos, como futuros operadores del nuevo sistema de
enjuiciamiento criminal puedan encontrar en este texto, elementos de consulta suficientes que el día de
mañana les ayuden en la interpretación y aplicación de los diversos enunciados normativos del CPP.
Es decir, el país ha asumido una justicia más justa aunque sea redundante decirlo, para todos
sus ciudadanos, donde se respeten no solamente las garantías de todo imputado, sino que, además, por el otro
lado, se cautelen los derechos de las víctimas.
Junto a ello creó un ente persecutor (Ministerio Público) que deberá desarrollar su trabajo
con objetividad y respeto de las garantías fundamentales del imputado y deberá proteger a la víctima, todo
ello custodiado por un Juez de Garantía.
Por su parte, el imputado será asesorado por una defensa técnica, real y efectiva para evitar
esa desigualdad (o desequilibrio) entre la persecución penal del Estado ejercida por el Ministerio Público
contra algún ciudadano.
Para decidir las controversias hay jueces técnicos e imparciales, no contaminados con la
investigación fiscal, que para algunos procesos de menor entidad está constituido por los jueces de Garantía,
por ejemplo, en el procedimiento abreviado, el simplificado y el monitorio y que, para los juicios orales, estará
integrada por un Tribunal colegiado, compuesto de tres jueces, denominado Tribunal de Juicio Oral en lo
Penal, quienes luego de escuchar la prueba que se rinda en su presencia, deberán absolver o condenar según el
mérito de lo actuado en esas audiencias orales y públicas, dictando sentencias fundadas en apoyo de su
decisión.
Como veremos, en una postura diametralmente opuesta al sistema inquisitivo que nos rigió
antaño por más de 100 años.
Por último, las decisiones más importantes dictadas por los jueces de Garantía y por los
Tribunales de Juicio Oral en lo Penal, serán conocidas por la vía de los recursos por los Tribunales Superiores,
(Corte Suprema y Cortes de Apelaciones) garantizándose de esta manera el derecho al recurso que tienen
todos, la víctima y el imputado.
Entre las fuentes legislativas extranjeras, que se tuvieron a la vista para articular este Código,
se menciona el "Código Procesal Penal Italiano" de 1988; la "Ordenanza Procesal Penal Alemana" de 1877, la
"Ley de Enjuiciamiento Criminal Española" de 1882 y sus posteriores reformas; el "Código Procesal Penal de la
Nación Argentina" de 1992; el "Código Procesal Penal de la Provincia de Córdova" de 1992; y el "Código
Procesal Penal Peruano" de 1991. Finalmente, se indica también como fuente importante, el "Código Procesal
Penal Modelo para Iberoamérica", desarrollado por el Instituto Iberoamericano de Derecho Procesal, que se
tuvo permanentemente a la vista, tanto por el Foro de Discusión como por la Comisión Técnica.
Este Manual comienza con un glosario de términos de uso frecuente, que no es más que el
CPP ordenado alfabéticamente, lo que se hace al inicio, a modo de refuerzo necesario de algunos conceptos
que resultan ser claves para entender este nuevo sistema de enjuiciamiento criminal.
Luego, se tratan los principios orientadores del sistema, detrás de los que se esconden todos
aquellos que son necesarios para lo que se conoce como un debido proceso, fundamentalmente, en los
primeros artículos del nuevo CPP y que son recogidos como un derecho fundamental al debido proceso, no
sólo en la propia Constitución Política de la República de Chile, sino que también, en diversos Tratados
Internacionales, ratificados por Chile y que se encuentran vigentes.
En segundo término, se hace un bosquejo general del nuevo proceso penal ordinario, en sus
tres etapas, se verá cómo se inicia aquél, quienes intervienen, sus tres fases bien diferenciadas, la de
investigación, la intermedia y la de juicio oral, luego se analizarán las salidas alternas y algunos
procedimientos especiales que contempla el sistema.
A continuación se tratan las normas de aplicación general, luego, en particular, las distintas
fases del procedimiento ordinario, esto es, la de investigación, la intermedia y la de juicio oral.
Después se hace una panorámica general de los recursos que caben en contra de las
resoluciones que se vayan dictando por los jueces de Garantía o el Tribunal de Juicio Oral en lo Penal.
Tal como se expresa en la descripción breve del programa, éste curso se destina a enseñar al
alumno el nuevo Proceso Penal existente en el país, mediante el estudio de sus principales instituciones.
Este manual está ideado para alumnos del ramo de Derecho Procesal Penal de la
Universidad de Los Andes, el que se compone de las abreviaturas usadas en el Manual, la bibliografía, un
preámbulo, un glosario básico de palabras de uso frecuente y los siguientes capítulos:
1
MAIER, Julio B.J.; “Derecho Procesal Penal – I. Fundamentos”, Editorial Editores del Puerto, Argentina, año 2004, pág.471
1. La acción penal.
2. La acción civil en el proceso penal.
1. Concepto.
2. Clasificaciones.
3. Aplicación.
1. La etapa de investigación.
2. La etapa intermedia.
3. El juicio oral.
1. Nociones generales
2. Ámbito de aplicación
1. Simplificado
2. Monitorio.
1. Nociones Generales
a) Dar a conocer al alumno la forma en que el Estado aplica la justicia penal con respeto al
debido proceso y a las garantías y derechos de los imputados y de las víctimas;
b) Ofrecer al alumno un panorama completo de las diferencias entre el sistema inquisitivo
y el acusatorio oral que rige en la actualidad;
c) Obtener que los alumnos conozcan las formas de inicio, de desarrollo, juzgamiento y
ejecución de la condena en el proceso penal ordinario;
d) Conseguir que los alumnos diferencien entre el proceso ordinario y los procedimientos
abreviado, simplificado y algunos de los especiales;
e) Lograr que se reconozcan los objetivos de los recursos y en especial del recurso de
nulidad contra la sentencia definitiva.
A
Abandono de la acción penal privada: La inasistencia del querellante a la audiencia del juicio, así como su
inactividad en el procedimiento por más de treinta días, entendiendo por tal la falta de realización de
diligencias útiles para dar curso al proceso que fueren de cargo del querellante, producirán el abandono de la
acción privada. En tal caso el tribunal deberá, de oficio o a petición de parte, decretar el sobreseimiento
definitivo de la causa. Lo mismo se observará si, habiendo muerto o caído en incapacidad el querellante, sus
herederos o representante legal no concurrieren a sostener la acción dentro del término de noventa días. (Art.
402 CPP)
Acción Penal Privada: Es aquella acción que sólo puede ser ejercida por la víctima del delito y es la que nace
de los siguientes delitos: La calumnia y la injuria; La falta descrita en el número 11 del artículo 496 del Código
Penal; La provocación a duelo y el denuesto o descrédito público por no haberlo aceptado, y El matrimonio del
menor llevado a efecto sin el consentimiento de las personas designadas por la ley y celebrado de acuerdo con
el funcionario llamado a autorizarlo. (Art. 55 CPP)
Acción Penal Pública: Es aquella acción que el Estado, a través del Ministerio Público, debe iniciar para la
persecución de un delito. La acción penal pública para la persecución de todo delito que no esté sometido a
regla especial deberá ser ejercida de oficio por el ministerio público. Podrá ser ejercida, además, por las
personas que determine la ley, con arreglo a las disposiciones de este Código. Se concede siempre acción penal
pública para la persecución de los delitos cometidos contra menores de edad. (Art. 53 CPP)
Acción Pública, previa instancia particular: Es aquella acción que el Estado, a través del Ministerio Público,
no puede iniciar de oficio, sino que requiere previamente que el ofendido por el delito hubiere denunciado el
hecho, a la justicia, al ministerio público o a la policía. A falta del ofendido por el delito, podrán denunciar el
hecho las personas indicadas en el inciso segundo del artículo 108, de conformidad a lo previsto en esa
disposición, es decir: a) al cónyuge o al conviviente civil y a los hijos; b) a los ascendientes; c) al conviviente; d)
a los hermanos, y e) al adoptado o adoptante. Cuando el ofendido se encontrare imposibilitado de realizar
libremente la denuncia, o cuando quienes pudieren formularla por él se encontraren imposibilitados de
hacerlo o aparecieren implicados en el hecho, el ministerio público podrá proceder de oficio. Iniciado el
procedimiento, éste se tramitará de acuerdo con las normas generales relativas a los delitos de acción pública.
Tales delitos son: Las lesiones previstas en los artículos 399 y 494, número 5º, del Código Penal; La violación de
domicilio; La violación de secretos prevista en los artículos 231 y 247, inciso segundo, del Código Penal; Las
amenazas previstas en los artículos 296 y 297 del Código Penal; Los previstos en la ley N° 19.039, que establece
normas aplicables a los privilegios industriales y protección de los derechos de propiedad industrial; La
comunicación fraudulenta de secretos de la fábrica en que el imputado hubiere estado o estuviere empleado, y
Los que otras leyes señalaren en forma expresa. (Art. 54 CPP)
Acción Indemnizatoria: Durante la tramitación del procedimiento penal la víctima podrá deducir respecto del
imputado, con arreglo a las prescripciones de este Código, todas las restantes acciones que tuvieren por objeto
perseguir las responsabilidades civiles derivadas del hecho punible. La víctima podrá también ejercer esas
acciones civiles ante el tribunal civil correspondiente. Con todo, admitida a tramitación la demanda civil en el
procedimiento penal, no se podrá deducir nuevamente ante un tribunal civil. (Art. 59 inciso 2° CPP). Con la
sola excepción de lo indicado en el inc. 1° (ver acción restitutiva), las otras acciones encaminadas a obtener la
reparación de las consecuencias civiles del hecho punible que interpusieren personas distintas a la víctima, o se
dirigieren contra personas diferentes del imputado, deberán iniciarse siempre ante el tribunal civil que
corresponda (Art. 59 inciso 3° CPP)
Actividades de la investigación: Para los fines previstos en el artículo anterior, la investigación se llevará a
cabo de modo de consignar y asegurar todo cuanto condujere a la comprobación del hecho y a la identificación
de los partícipes en el mismo. Así, se hará constar el estado de las personas, cosas o lugares, se identificará a
los testigos del hecho investigado y se consignarán sus declaraciones. Del mismo modo, si el hecho hubiere
dejado huellas, rastros o señales, se tomará nota de ellos y se los especificará detalladamente, se dejará
constancia de la descripción del lugar en que aquél se hubiere cometido, del estado de los objetos que en él se
encontraren y de todo otro dato pertinente. Para el cumplimiento de los fines de la investigación se podrá
disponer la práctica de operaciones científicas, la toma de fotografías, filmación o grabación y, en general, la
reproducción de imágenes, voces o sonidos por los medios técnicos que resultaren más adecuados, requiriendo
la intervención de los organismos especializados. En estos casos, una vez verificada la operación se certificará
el día, hora y lugar en que ella se hubiere realizado, el nombre, la dirección y la profesión u oficio de quienes
hubieren intervenido en ella, así como la individualización de la persona sometida a examen y la descripción
de la cosa, suceso o fenómeno que se reprodujere o explicare. En todo caso se adoptarán las medidas
necesarias para evitar la alteración de los originales objeto de la operación. (Art. 181 CPP)
Actuación del demandado: El imputado deberá oponer las excepciones que corresponda y contestar la
demanda civil en la oportunidad señalada en el artículo 263 (hasta la víspera del inicio de la audiencia de
preparación de juicio oral, si es por escrito, o al inicio de dicha audiencia, en forma verbal). Podrá, asimismo,
señalar los vicios formales de que adoleciere la demanda civil, requiriendo su corrección. En su contestación,
deberá indicar cuáles serán los medios probatorios de que pensare valerse, del modo previsto en el artículo
259. (Art. 62 CPP). Según el art. 259 CPP, se deben señalar los medios de prueba y si se trata de testigos, se
deberá presentar una lista que los individualice (con nombre, apellido, profesión y domicilio) y los puntos
sobre los que recaerán sus declaraciones. Lo mismo respecto de los peritos, donde se deberá además indicar
sus títulos o calidades.
Actuaciones de la Policía sin orden previa: Corresponderá a los funcionarios de Carabineros de Chile y de la
Policía de Investigaciones de Chile realizar las siguientes actuaciones, sin necesidad de recibir previamente
instrucciones particulares de los fiscales: a) Prestar auxilio a la víctima; b) Practicar la detención en los casos de
flagrancia, conforme a la ley; c) Resguardar el sitio del suceso 2 . Deberán preservar siempre todos los lugares
donde se hubiere cometido un delito o se encontraren señales o evidencias de su comisión, fueren éstos
abiertos o cerrados, públicos o privados. Para el cumplimiento de este deber, procederán a su inmediata
clausura o aislamiento; impedirán, además, el acceso a toda persona ajena a la investigación y evitarán que se
alteren, modifiquen o borren de cualquier forma los rastros o vestigios del hecho, o que se remuevan o
2 Nota de los autores: Esta letra c) fue modificada por el art. 2° de la ley 20.931 de 5 de Julio de 2016. El texto anterior
prescribía: “c) Resguardar el sitio del suceso. Para este efecto, impedirán el acceso a toda persona ajena a la investigación y procederá a
su clausura, si se tratare de local cerrado, o a su aislamiento, si se tratare de lugar abierto, y evitarán que se alteren o borren de
cualquier forma los rastros o vestigios del hecho o se remuevan los instrumentos usados para llevarlo a cabo, mientras no interviniere
personal experto de la policía que el ministerio público designare.”
Actuación del Querellante: Hasta quince días antes de la fecha fijada para la realización de la audiencia de
preparación del juicio oral, el querellante, por escrito, podrá: Adherir a la acusación del ministerio público o
acusar particularmente. En este segundo caso, podrá plantear una distinta calificación de los hechos, otras
formas de participación del acusado, solicitar otra pena o ampliar la acusación del fiscal, extendiéndola a
hechos o a imputados distintos, siempre que hubieren sido objeto de la formalización de la investigación;
Señalar los vicios formales de que adoleciere el escrito de acusación, requiriendo su corrección; Ofrecer la
prueba que estimare necesaria para sustentar su acusación, lo que deberá hacerse en los mismos términos
previstos en el artículo 259, y Deducir demanda civil, cuando procediere. (Art. 261 CPP)
Actuaciones previas al conocimiento del recurso de nulidad: Ingresado el recurso a la Corte, se abrirá un
plazo de cinco días para que las demás partes solicitaren que se le declare inadmisible, se adhirieren a él o le
formularen observaciones por escrito. La adhesión al recurso deberá cumplir con todos los requisitos
necesarios para interponerlo y su admisibilidad se resolverá de plano por la Corte. Hasta antes de la audiencia
en que se conociere el recurso, el acusado podrá solicitar la designación de un defensor penal público con
domicilio en la ciudad asiento de la Corte, para que asuma su representación, cuando el juicio oral se hubiere
desarrollado en una ciudad distinta. (Art. 382 CPP)
Acuerdo Reparatorio: Es una salida alternativa consistente en un acuerdo entre la víctima y el imputado
generalmente relativo a la reparación de los daños causados por el hecho ilícito, que asume el segundo. Si bien,
el contenido del acuerdo no está limitado a lo meramente económico, este puede consistir en el pago de una
suma de dinero, disculpas públicas, o cualquier otra convención que satisfaga las pretensiones de la víctima.
Dentro del proceso penal requiere que se haya formalizado la investigación y el último momento que
contempla la ley es durante la audiencia de preparación del juicio oral (art. 245 CPP) El juez de garantía
aprobará el acuerdo, siempre que verifique previamente que los concurrentes al acuerdo prestaron su
consentimiento en forma libre y con pleno conocimiento de sus derechos y solo cuando se trate de hechos
investigados que afectaren bienes jurídicos disponibles de carácter patrimonial o consistieren en lesiones
3
Nota de los Autores: Este artículo fue modificada por la ley 20.931 (que “Facilita la aplicación efectiva de las penas
establecidas para los delitos de robo, hurto y receptación y mejora la persecución penal en dichos delitos”) de 5 de Julio de 2016.
Acusación Penal: Es una petición escrita que presenta del Fiscal al Juez de Garantía cuando estima que su
investigación proporciona fundamento serio para someter a juicio oral y público al imputado, en virtud del
cual se da lugar a la audiencia de preparación de Juicio Oral, y que debe contener en forma clara, precisa y
circunstanciada los hechos por los cuales se atribuye participación al acusado y la pena que se le solicita. Este
escrito de acusación deberá contener en forma clara y precisa: a) La individualización de el o los acusados y de
su defensor; b) La relación circunstanciada de el o los hechos atribuidos y de su calificación jurídica; c) La
relación de las circunstancias modificatorias de la responsabilidad penal que concurrieren, aun
subsidiariamente de la petición principal; d) La participación que se atribuyere al acusado; e) La expresión de
los preceptos legales aplicables; f) El señalamiento de los medios de prueba de que el ministerio público
pensare valerse en el juicio; g) La pena cuya aplicación se solicitare, y h) En su caso, la solicitud de que se
proceda de acuerdo al procedimiento abreviado. Si, de conformidad a lo establecido en la letra f) de este
artículo, el fiscal ofreciere rendir prueba de testigos, deberá presentar una lista, individualizándolos con
nombre, apellidos, profesión y domicilio o residencia, salvo en el caso previsto en el inciso segundo del
artículo 307, y señalando, además, los puntos sobre los que habrán de recaer sus declaraciones. En el mismo
escrito deberá individualizar, de igual modo, al perito o los peritos cuya comparecencia solicitare, indicando
sus títulos o calidades. La acusación sólo podrá referirse a hechos y personas incluidos en la formalización de
la investigación, aunque se efectuare una distinta calificación jurídica. (Art. 259 CPP)
Admisibilidad del informe y remuneración de los peritos: El juez de garantía admitirá los informes y citará a
los peritos cuando, además de los requisitos generales para la admisibilidad de las solicitudes de prueba,
considerare que los peritos y sus informes otorgan suficientes garantías de seriedad y profesionalismo. Con
todo, el juez de garantía podrá limitar el número de informes o de peritos, cuando unos u otros resultaren
excesivos o pudieren entorpecer la realización del juicio. Los honorarios y demás gastos derivados de la
intervención de los peritos mencionados en este artículo corresponderán a la parte que los presentare.
Excepcionalmente, el juez de garantía podrá relevar a la parte, total o parcialmente, del pago de la
remuneración del perito, cuando considerare que ella no cuenta con medios suficientes para solventarlo o
cuando, tratándose del imputado, la no realización de la diligencia pudiere importar un notorio desequilibrio
en sus posibilidades de defensa. En este último caso, el juez de garantía regulará prudencialmente la
remuneración del perito, teniendo presente los honorarios habituales en la plaza y el total o la parte de la
remuneración que no fuere asumida por el solicitante será de cargo fiscal. (Art. 316 CPP)
Admisibilidad del recurso de nulidad en el tribunal a quo: Interpuesto el recurso, el tribunal a quo se
pronunciará sobre su admisibilidad. La inadmisibilidad sólo podrá fundarse en haberse deducido el recurso en
contra de resolución que no fuere impugnable por este medio o en haberse deducido fuera de plazo. La
resolución que declarare la inadmisibilidad será susceptible de reposición dentro de tercero día. (Art. 380 CPP)
Agrupación y separación de investigaciones: El fiscal podrá investigar separadamente cada delito de que
conociere. No obstante, podrá desarrollar la investigación conjunta de dos o más delitos, cuando ello resultare
conveniente. Asimismo, en cualquier momento podrá separar las investigaciones que se llevaren en forma
conjunta. Cuando dos o más fiscales se encontraren investigando los mismos hechos y con motivo de esta
circunstancia se afectaren los derechos de la defensa del imputado, éste podrá pedir al superior jerárquico o al
superior jerárquico común, en su caso, que resuelva cuál tendrá a su cargo el caso. (Art. 185 CPP)
Alegatos de Apertura: Luego que el Presidente de la sala lea las acusaciones que deberán ser objeto del juicio,
contenidas en el auto de apertura del juicio oral, concederá la palabra al fiscal, para que exponga su acusación
y al querellante para que sostenga la acusación, así como la demanda civil si la hubiere interpuesto. (Art. 325
inciso final CPP)
Alegatos de Clausura o Cierre: Concluida la recepción de las pruebas, el juez presidente de la sala otorgará
sucesivamente la palabra al fiscal, al acusador particular, al actor civil y al defensor para que expongan sus
conclusiones. El tribunal tomará en consideración la extensión del juicio para determinar el tiempo que
concederá al efecto. Seguidamente, se otorgará al fiscal, al acusador particular, al actor civil y al defensor la
posibilidad de replicar. Las respectivas réplicas sólo podrán referirse a las conclusiones planteadas por las
demás partes. Por último, se otorgará al acusado la palabra, para que manifestare lo que estimare conveniente.
A continuación se declarará cerrado el debate. (Art. 338 CPP)
Ámbito de aplicación del procedimiento simplificado: El conocimiento y fallo de las faltas se sujetará al
procedimiento previsto en este Título. El procedimiento se aplicará, además, respecto de los hechos
constitutivos de simple delito para los cuales el ministerio público requiriere la imposición de una pena que no
excediere de presidio o reclusión menores en su grado mínimo – (hasta 540 días). Art. 388 CPP.
Ámbito de la Defensa: El imputado tendrá derecho a ser defendido por un letrado desde la primera actuación
del procedimiento dirigido en su contra. Todo imputado que carezca de abogado tendrá derecho irrenunciable
a que el Estado le proporcione uno. La designación del abogado la efectuará el juez antes de que tenga lugar la
primera actuación judicial del procedimiento que requiera la presencia de dicho imputado.- El imputado
tendrá derecho a formular los planteamientos y alegaciones que considerare oportunos, así como a intervenir
en todas las actuaciones judiciales y en las demás actuaciones del procedimiento, salvas las excepciones
expresamente previstas en este Código. (Art. 8 CPP)
Amparo ante el juez de garantía: Toda persona privada de libertad tendrá derecho a ser conducida sin
demora ante un juez de garantía, con el objeto de que examine la legalidad de su privación de libertad y, en
todo caso, para que examine las condiciones en que se encontrare, constituyéndose, si fuere necesario, en el
Antecedentes a remitir concedido el recurso de apelación: Concedido el recurso, el juez remitirá al tribunal
de alzada copia fiel de la resolución y de todos los antecedentes que fueren pertinentes para un acabado
pronunciamiento sobre el recurso. (Art. 371 CPP)
Antecedentes a remitir concedido el recurso de nulidad: Concedido el recurso, el tribunal remitirá a la Corte
copia de la sentencia definitiva, del registro de la audiencia del juicio oral o de las actuaciones determinadas de
ella que se impugnaren, y del escrito en que se hubiere interpuesto el recurso. (Art. 381 CPP)
Anticipación de Prueba: Al concluir la declaración del testigo, el fiscal o el abogado asistente del fiscal, en su
caso, le hará saber la obligación que tiene de comparecer y declarar durante la audiencia del juicio oral, así
como de comunicar cualquier cambio de domicilio o de morada hasta esa oportunidad.- Si, al hacérsele la
prevención prevista en el inciso anterior, el testigo manifestare la imposibilidad de concurrir a la audiencia del
juicio oral, por tener que ausentarse a larga distancia o por existir motivo que hiciere temer la sobreviniencia
de su muerte, su incapacidad física o mental, o algún otro obstáculo semejante, el fiscal podrá solicitar del juez
de garantía que se reciba su declaración anticipadamente.- En los casos previstos en el inciso precedente, el
juez deberá citar a todos aquéllos que tuvieren derecho a asistir al juicio oral, quienes tendrán todas las
facultades previstas para su participación en la audiencia del juicio oral.- Sin perjuicio de lo anterior, la
inasistencia del imputado válidamente emplazado no obstará a la validez de la audiencia en la que se rinda la
prueba anticipada.4 (Art. 191 CPP) Asimismo, para los casos de procedimientos simplificados donde el
imputado requerido, válidamente emplazado, no asista injustificadamente a la audiencia de juicio por segunda
ocasión, el tribunal deberá recibir, siempre que considere que ello no vulnera el derecho a defensa del
imputado, la prueba testimonial y pericial del Ministerio Público, de la defensa y del querellante, en carácter
de prueba anticipada, conforme a lo previsto en el artículo 191 de este Código, sin que sea necesaria su
comparecencia posterior al juicio. (Art. 396 inc. final)
Anticipación de Prueba de menores de edad: El fiscal podrá solicitar que se reciba la declaración anticipada
de los menores de 18 años que fueren víctimas de alguno de los delitos contemplados en el Libro Segundo,
Título VII, párrafos 5 y 6 del Código Penal. En dichos casos, el juez, considerando las circunstancias personales
y emocionales del menor de edad, podrá, acogiendo la solicitud de prueba anticipada, proceder a interrogarlo,
debiendo los intervinientes dirigir las preguntas por su intermedio.- Con todo, si se modificaren las
circunstancias que motivaron la recepción de prueba anticipada, la misma deberá rendirse en el juicio oral.- La
declaración deberá realizarse en una sala acondicionada, con los implementos adecuados a la edad y etapa
evolutiva del menor de edad.- En los casos previstos en este artículo, el juez deberá citar a todos aquellos que
tuvieren derecho a asistir al juicio oral. (Art. 191 bis CPP)
4
Nota de los Autores: Inc. final agregado por la ley 20.931 ( que “Facilita la aplicación efectiva de las penas establecidas para
los delitos de robo, hurto y receptación y mejora la persecución penal en dichos delitos”) de 5 de Julio de 2016
Apelación de la resolución que declara la ilegalidad de la detención: Tratándose de los delitos establecidos
en los artículos 141 (secuestro), 142 (sustracción de menores), 361 (violación propia), 362 (violación impropia),
365 bis (abuso sexual con introducción de objetos), 390 (parricidio), 391 (homicidio simple y calificado), 433
(robo calificado), 436 (robo con violencia, intimidación o por sorpresa) y 440 (robo con fuerza en lugar
habitado) del Código Penal, en las leyes N°17.798 (ley de control de armas) y N°20.000 (tráfico ilícito de
estupefacientes) que tengan penas de crimen o simple delito, y de los delitos de castración, mutilaciones y
lesiones contra miembros de Carabineros, de la Policía de Investigaciones y de Gendarmería de Chile, en el
ejercicio de sus funciones, la resolución que declare la ilegalidad de la detención será apelable por el fiscal o el
abogado asistente del fiscal en el solo efecto devolutivo. En los demás casos no será apelable.5 (Art. 132 bis
CPP)
Apertura del Juicio Oral: El día y hora fijados, el tribunal se constituirá con la asistencia del fiscal, del
acusado, de su defensor y de los demás intervinientes. Asimismo, verificará la disponibilidad de los testigos,
peritos, intérpretes y demás personas que hubieren sido citadas a la audiencia y declarará iniciado el juicio. El
presidente de la sala señalará las acusaciones que deberán ser objeto del juicio contenidas en el auto de
apertura del juicio oral, advertirá al acusado que deberá estar atento a lo que oirá y dispondrá que los peritos y
los testigos hagan abandono de la sala de la audiencia. Seguidamente concederá la palabra al fiscal, para que
exponga su acusación y al querellante para que sostenga la acusación, así como la demanda civil si la hubiere
interpuesto. (Art. 325 CPP)
Aplicación de normas comunes a todo procedimiento: Serán aplicables al procedimiento penal, en cuanto no
se opusieren a lo estatuido en este Código o en leyes especiales, las normas comunes a todo procedimiento
contempladas en el Libro I del Código de Procedimiento Civil. (Art. 52 CPP)
Aplicación supletoria en los recursos: Los recursos se regirán por las normas de este Libro. Supletoriamente,
serán aplicables las reglas del Título III del Libro Segundo de este Código. (Art. 361 CPP)
Aplicación temporal de la ley procesal penal: Las leyes procesales penales serán aplicables a los
procedimientos ya iniciados, salvo cuando, a juicio del tribunal, la ley anterior contuviere disposiciones más
favorables al imputado. (Art. 11 CPP)
Apreciación de la Prueba de acuerdo a la sana crítica: Los tribunales apreciarán la prueba con libertad, pero
no podrán contradecir los principios de la lógica, las máximas de la experiencia y los conocimientos
científicamente afianzados. El tribunal deberá hacerse cargo en su fundamentación de toda la prueba
producida, incluso de aquélla que hubiere desestimado, indicando en tal caso las razones que hubiere tenido
en cuenta para hacerlo.
5 Nota de los Autores: Artículo modificado por la ley 20.931 de 5 de julio de 2016. El texto anterior, señalaba: “Tratándose de
los delitos establecidos en los artículos 141, 142, 361, 362, 365 bis, 390, 391, 433, 436 y 440 del Código Penal, y los de la ley N° 20.000
que tengan pena de crimen, la resolución que declare la ilegalidad de la detención será apelable por el fiscal o el abogado asistente del
fiscal, en el sólo efecto devolutivo. En los demás casos no será apelable.”
Asistencia a diligencias: Durante la investigación, el fiscal podrá permitir la asistencia del imputado o de los
demás intervinientes a las actuaciones o diligencias que debiere practicar, cuando lo estimare útil. En todo
caso, podrá impartirles instrucciones obligatorias conducentes al adecuado desarrollo de la actuación o
diligencia y podrá excluirlos de la misma en cualquier momento. (Art. 184 CPP)
6
Artículo modificado por la Ley N° 20.931 de 5 de julio de 2016.
Audiencia de Preparación del Juicio Oral: Audiencia oral y pública en que el Fiscal, la defensa y el
querellante discuten sobre las pruebas que serán presentadas en el Juicio Oral (art. 272 CPP), los hechos que se
darán por probados mediante las convenciones probatorias (art. 275 CPP) y cuales pruebas serán excluidas del
juicio (art. 276 CPP), así, el juez de garantía, luego de examinar las pruebas ofrecidas y escuchar a los
intervinientes que hubieren comparecido a la audiencia, ordenará fundadamente que se excluyan de ser
rendidas en el juicio oral aquéllas que fueren manifiestamente impertinentes y las que tuvieren por objeto
acreditar hechos públicos y notorios. Si estimare que la aprobación en los mismos términos en que hubieren
sido ofrecidas las pruebas testimonial y documental produciría efectos puramente dilatorios en el juicio oral,
dispondrá también que el respectivo interviniente reduzca el número de testigos o de documentos, cuando
mediante ellos deseare acreditar unos mismos hechos o circunstancias que no guardaren pertinencia sustancial
con la materia que se someterá a conocimiento del tribunal de juicio oral en lo penal. Del mismo modo, el juez
excluirá las pruebas que provinieren de actuaciones o diligencias que hubieren sido declaradas nulas y
aquéllas que hubieren sido obtenidas con inobservancia de garantías fundamentales. Las demás pruebas que
se hubieren ofrecido serán admitidas por el juez de garantía al dictar el auto de apertura del juicio oral.
Además se indicará en ella la acusación que será objeto del juicio. Al término de la audiencia, el Juez de
Garantía dictará el auto de apertura del juicio oral. Ver auto de apertura de juicio oral (art. 277).
Audiencia del Juicio Oral: Serán una o más audiencias públicas donde comparece el fiscal, el querellante, el
defensor y el acusado y que tiene por finalidad que un Tribunal Colegiado (o un Juez Unipersonal, en caso de
procedimiento simplificado) denominado Tribunal del Juicio Oral en lo Penal (o Juez de Garantía, en su caso),
reciba en forma oral toda la prueba que los intervinientes han ofrecido, esto es la prueba testimonial, pericial,
documental u otros medios de prueba y donde además se exhiben las evidencias, al término de la cual deben
dar a conocer su decisión o veredicto de absolución o condena. La audiencia del juicio oral se desarrollará en
forma continua y podrá prolongarse en sesiones sucesivas, hasta su conclusión. Constituirán, para estos
efectos, sesiones sucesivas, aquéllas que tuvieren lugar en el día siguiente o subsiguiente de funcionamiento
ordinario del tribunal. Deben comparecer el acusado y su defensor y el fiscal. La ausencia del querellante dará
lugar al abandono de la querella. El Juicio Oral es la fase esencial del proceso. Se realizará sobre la base de la
acusación, en forma oral, pública, contradictoria y concentrada y con la presencia ininterrumpida de los jueces
y de todas las partes. (Arts. 282, 284, 285 y 286 CPP)
Audiencia en la extradición pasiva: La audiencia será pública, y a su inicio el representante del Estado
requirente dará breve cuenta de los antecedentes en que se funda la petición de extradición. Si fuere el
ministerio público, hará saber también los hechos y circunstancias que obraren en beneficio del imputado. A
continuación se rendirá la prueba testimonial, pericial o documental que las partes hubieren ofrecido. Una vez
rendida la prueba, si el imputado lo deseare podrá prestar declaración y, de hacerlo, podrá ser
Aumento de los plazos en los recursos: Si el juicio oral hubiere sido conocido por un tribunal que se hubiese
constituido y funcionado en una localidad situada fuera de su lugar de asiento, los plazos legales establecidos
para la interposición de los recursos se aumentarán conforme a la tabla de emplazamiento prevista en el
artículo 259 del Código de Procedimiento Civil. (Art. 353 CPP)
Auto de Apertura del Juicio Oral: Es la resolución que dicta el Juez de Garantía al terminar la audiencia de
preparación del juicio oral: Esta resolución deberá indicar: a) El tribunal competente para conocer el juicio oral;
b) La o las acusaciones que deberán ser objeto del juicio y las correcciones formales que se hubieren realizado
en ellas; c) La demanda civil; d) Los hechos que se dieren por acreditados, en conformidad con lo dispuesto en
el artículo 275 (convenciones probatorias); e) Las pruebas que deberán rendirse en el juicio oral, de acuerdo a
lo previsto en el artículo anterior; y, f) La individualización de quienes debieren ser citados a la audiencia del
juicio oral, con mención de los testigos a los que debiere pagarse anticipadamente sus gastos de traslado y
habitación y los montos respectivos. El auto de apertura del juicio oral sólo será susceptible del recurso de
apelación, cuando lo interpusiere el ministerio público por la exclusión de pruebas decretada por el juez de
garantía de acuerdo a lo previsto en el inciso tercero del artículo precedente (cuando hubiere sido excluida por
tratarse de prueba ilícita). Este recurso será concedido en ambos efectos. Lo dispuesto en este inciso se
entenderá sin perjuicio de la procedencia, en su caso, del recurso de nulidad en contra de la sentencia
definitiva que se dictare en el juicio oral, conforme a las reglas generales. Si se excluyeren, por resolución
firme, pruebas de cargo que el Ministerio Público considere esenciales para sustentar su acusación en el juicio
oral respectivo, el fiscal podrá solicitar el sobreseimiento definitivo de la causa ante el juez competente, el que
la decretará en audiencia convocada al efecto. 7 (art. 277 CPP)
Autodenuncia: Quien hubiere sido imputado por otra persona de haber participado en la comisión de un
hecho ilícito, tendrá el derecho de concurrir ante el ministerio público y solicitar se investigue la imputación de
que hubiere sido objeto. Si el fiscal respectivo se negare a proceder, la persona imputada podrá recurrir ante
las autoridades superiores del ministerio público, a efecto de que revisen tal decisión. (Art. 179 CPP)
Autorización Judicial Previa (en la afectación de garantías fundamentales): Toda actuación del
procedimiento que privare al imputado o a un tercero del ejercicio de los derechos que la Constitución
asegura, o lo restringiere o perturbare, requerirá de autorización judicial previa.- En consecuencia, cuando una
diligencia de investigación pudiere producir alguno de tales efectos, el fiscal deberá solicitar previamente
autorización al juez de garantía.- Tratándose de casos urgentes, en que la inmediata autorización u orden
judicial sea indispensable para el éxito de la diligencia, podrá ser solicitada y otorgada por cualquier medio
idóneo al efecto, tales como teléfono, fax, correo electrónico u otro, sin perjuicio de la constancia posterior, en
el registro correspondiente. No obstante lo anterior, en caso de una detención se deberá entregar por el
funcionario policial que la practique una constancia de aquélla, con indicación del tribunal que la expidió, del
delito que le sirve de fundamento y de la hora en que se emitió. (Art. 9° CPP)
Autorización para practicar diligencias sin conocimiento del afectado: Las diligencias de investigación que
de conformidad al artículo 9º requirieren de autorización judicial previa podrán ser solicitadas por el fiscal aún
antes de la formalización de la investigación. Si el fiscal requiriere que ellas se llevaren a cabo sin previa
comunicación al afectado, el juez autorizará que se proceda en la forma solicitada cuando la gravedad de los
hechos o la naturaleza de la diligencia de que se tratare, permitiere presumir que dicha circunstancia resulta
indispensable para su éxito. Si con posterioridad a la formalización de la investigación el fiscal solicitare
7 Nota de los Autores: Este último inciso, trata de una causal especial de sobreseimiento por falta de prueba inculpatoria.
Auxiliares del ministerio público como peritos: El ministerio público podrá presentar como peritos a los
miembros de los organismos técnicos que le prestaren auxilio en su función investigadora, ya sea que
pertenecieren a la policía, al propio ministerio público o a otros organismos estatales especializados en tales
funciones. (Art. 321 CPP)
Calidad de Imputado: Las facultades, derechos y garantías que la Constitución Política de la República, este
Código y otras leyes reconocen al imputado, podrán hacerse valer por la persona a quien se atribuyere
participación en un hecho punible desde la primera actuación del procedimiento dirigido en su contra y hasta
la completa ejecución de la sentencia. Para este efecto, se entenderá por primera actuación del procedimiento
cualquiera diligencia o gestión, sea de investigación, de carácter cautelar o de otra especie, que se realizare por
o ante un tribunal con competencia en lo criminal, el ministerio público o la policía, en la que se atribuyere a
una persona responsabilidad en un hecho punible. (Art. 7 CPP)
Cancelación de la Caución: La caución será cancelada y devueltos los bienes afectados, siempre que no
hubieren sido ejecutados con anterioridad: Cuando el imputado fuere puesto en prisión preventiva; Cuando,
por resolución firme, se absolviere al imputado, se sobreseyere la causa o se suspendiere condicionalmente el
procedimiento, y Cuando se comenzare a ejecutar la pena privativa de libertad o se resolviere que ella no
debiere ejecutarse en forma efectiva, siempre que previamente se pagaren la multa y las costas que impusiere
la sentencia. (Art. 148 CPP)
Carga de la Prueba: La carga de la prueba corresponderá al Fiscal, quien deberá probar en el juicio oral y
público, en el procedimiento abreviado, en el simplificado o en el monitorio, los hechos que fundamenten su
acusación o requerimiento. El ministerio público dirigirá en forma exclusiva la investigación de los hechos
constitutivos de delito, los que determinaren la participación punible y los que acreditaren la inocencia del
imputado, en la forma prevista por la Constitución y la ley. Los fiscales ejercerán y sustentarán la acción penal
pública en la forma prevista por la ley. Con ese propósito practicarán todas las diligencias que fueren
conducentes al éxito de la investigación y dirigirán la actuación de la policía, con estricta sujeción al principio
de objetividad consagrado en la Ley Orgánica Constitucional del Ministerio Público. (Arts. 3 y 77 CPP)
Caución para reemplazar la prisión preventiva: Cuando la prisión preventiva hubiere sido o debiere ser
impuesta únicamente para garantizar la comparecencia del imputado al juicio y a la eventual ejecución de la
pena, el tribunal podrá autorizar su reemplazo por una caución económica suficiente, cuyo monto fijará. La
caución podrá consistir en el depósito por el imputado u otra persona de dinero o valores, la constitución de
prendas o hipotecas, o la fianza de una o más personas idóneas calificadas por el tribunal. (Art. 146 CPP)
Causales de Rebeldía, declaración y efectos: El imputado será declarado rebelde: 1) Cuando, decretada
judicialmente su detención o prisión preventiva, no fuere habido, o 2) Cuando, habiéndose formalizado la
investigación en contra del que estuviere en país extranjero, no fuere posible obtener su extradición. La
declaración de rebeldía del imputado será pronunciada por el tribunal ante el que debiere comparecer.
Declarada la rebeldía, las resoluciones que se dictaren en el procedimiento se tendrán por notificadas
personalmente al rebelde en la misma fecha en que se pronunciaren. La investigación no se suspenderá por la
declaración de rebeldía y el procedimiento continuará hasta la realización de la audiencia de preparación del
juicio oral, en la cual se podrá sobreseer definitiva o temporalmente la causa de acuerdo al mérito de lo
obrado. Si la declaración de rebeldía se produjere durante la etapa de juicio oral, el procedimiento se
sobreseerá temporalmente, hasta que el imputado compareciere o fuere habido. El sobreseimiento afectará sólo
al rebelde y el procedimiento continuará con respecto a los imputados presentes. El imputado que fuere
Cautelares Personales: Las medidas cautelares personales sólo serán impuestas cuando fueren absolutamente
indispensables para asegurar la realización de los fines del procedimiento y sólo durarán mientras subsistiere
la necesidad de su aplicación. Estas medidas serán siempre decretadas por medio de resolución judicial
fundada (Art. 122 CPP). Estas medidas se dividen en “citación” (Arts. 123 y 124 CPP), la “detención” (Arts. 125
a 138 CPP); la “prisión preventiva” (Art. 140 a 154 CPP )y las “otras medidas cautelares personales de menor
entidad del artículo 155” del CPP (Arts. 155 a 156 bis CPP), esto es, para garantizar el éxito de las diligencias
de investigación o la seguridad de la sociedad, proteger al ofendido o asegurar la comparecencia del imputado
a las actuaciones del procedimiento o ejecución de la sentencia, después de formalizada la investigación el
tribunal, a petición del fiscal, del querellante o la víctima, podrá imponer al imputado una o más de las
siguientes medidas: a) La privación de libertad, total o parcial, en su casa o en la que el propio imputado
señalare, si aquélla se encontrare fuera de la ciudad asiento del tribunal (arresto domiciliario total o parcial);
b) La sujeción a la vigilancia de una persona o institución determinada, las que informarán periódicamente al
juez; c) La obligación de presentarse periódicamente ante el juez o ante la autoridad que él designare (firma
periódica ante alguna institución); d) La prohibición de salir del país, de la localidad en la cual residiere o del
ámbito territorial que fijare el tribunal (arraigo nacional o local); e) La prohibición de asistir a determinadas
reuniones, recintos o espectáculos públicos, o de visitar determinados lugares; f) La prohibición de
comunicarse con personas determinadas, siempre que no se afectare el derecho a defensa; g) La prohibición de
aproximarse al ofendido o su familia y, en su caso, la obligación de abandonar el hogar que compartiere con
aquél; h) La prohibición de poseer, tener o portar armas de fuego, municiones o cartuchos, y i) La obligación
del imputado de abandonar un inmueble determinado. El tribunal podrá imponer una o más de estas medidas
según resultare adecuado al caso y ordenará las actuaciones y comunicaciones necesarias para garantizar su
cumplimiento.- La procedencia, duración, impugnación y ejecución de estas medidas cautelares se regirán por
las disposiciones aplicables a la prisión preventiva, en cuanto no se opusieren a lo previsto en este Párrafo.
(Arts. 155 CPP). Medidas cautelares especiales. En los casos de investigaciones por fraude en el otorgamiento
de licencias médicas, el tribunal podrá, en la oportunidad y a petición de las personas señaladas en el artículo
155, decretar la suspensión de la facultad de emitir dichas licencias mientras dure la investigación o por el
menor plazo que, fundadamente, determine. (Artículo 156 bis CPP)
Cautela de garantías: En cualquiera etapa del procedimiento en que el juez de garantía estimare que el
imputado no está en condiciones de ejercer los derechos que le otorgan las garantías judiciales consagradas en
la Constitución Política, en las leyes o en los tratados internacionales ratificados por Chile y que se encuentren
vigentes, adoptará, de oficio o a petición de parte, las medidas necesarias para permitir dicho ejercicio. Si esas
medidas no fueren suficientes para evitar que pudiere producirse una afectación sustancial de los derechos del
imputado, el juez ordenará la suspensión del procedimiento y citará a los intervinientes a una audiencia que se
celebrará con los que asistan. Con el mérito de los antecedentes reunidos y de lo que en dicha audiencia se
expusiere, resolverá la continuación del procedimiento o decretará el sobreseimiento temporal del mismo. Con
todo, no podrá entenderse que existe afectación sustancial de los derechos del imputado cuando se acredite,
por el Ministerio Público o el abogado querellante, que la suspensión del procedimiento solicitada por el
imputado o su abogado sólo persigue dilatar el proceso. (Art. 10 CPP)
Cautelares reales: Durante la etapa de investigación, el ministerio público o la víctima podrán solicitar por
escrito al juez de garantía que decrete respecto del imputado, una o más de las medidas precautorias
autorizadas en el Título V del Libro Segundo del Código de Procedimiento Civil. Es decir, para asegurar el
resultado de la acción, puede el demandante en cualquier estado del juicio, aun cuando no esté contestada la
demanda, pedir una o más de las siguientes medidas: 1a. El secuestro de la cosa que es objeto de la demanda;
2a. El nombramiento de uno o más interventores; 3a. La retención de bienes determinados; y 4a. La prohibición
de celebrar actos o contratos sobre bienes determinados. En estos casos, las solicitudes respectivas se
substanciarán y regirán de acuerdo a lo previsto en el Título IV del mismo Libro. Con todo, concedida la
medida, el plazo para presentar la demanda se extenderá hasta la oportunidad prevista en el artículo 60 (es
decir, por escrito, con los mismos requisitos de toda demanda civil y hasta 15 días antes de la fecha fijada para
la audiencia de preparación de juicio oral).- Del mismo modo, al deducir la demanda civil, la víctima podrá
solicitar que se decrete una o más de dichas medidas. (Art. 157 CPP)
Citación a audiencia de preparación del juicio oral: Presentada la acusación, el juez de garantía ordenará su
notificación a todos los intervinientes y citará, dentro de las veinticuatro horas siguientes, a la audiencia de
preparación del juicio oral, la que deberá tener lugar en un plazo no inferior a veinticinco ni superior a treinta
y cinco días. Al acusado se le entregará la copia de la acusación, en la que se dejará constancia, además, del
hecho de encontrarse a su disposición, en el tribunal, los antecedentes acumulados durante la investigación.
(Art. 260 CPP)
Citación a audiencia de juicio oral: El juez de garantía hará llegar el auto de apertura del juicio oral al tribunal
competente, dentro de las 48 horas siguientes al momento en que quedare firme.- También pondrá a
disposición del tribunal de juicio oral en lo penal las personas sometidas a prisión preventiva o a otras
medidas cautelares personales.- Una vez distribuida la causa, cuando procediere, el juez presidente de la sala
respectiva procederá de inmediato a decretar la fecha para la celebración de la audiencia del mismo, la que
deberá tener lugar no antes de 15 ni después de 60 días desde la notificación del auto de apertura del juicio
oral.- Señalará, asimismo, la localidad en la cual se constituirá y funcionará el tribunal de juicio oral en lo
penal, si se tratare de alguno de los casos previstos en el artículo 21 A del Código Orgánico de Tribunales.- En
su resolución, el juez presidente indicará también el nombre de los jueces que integrarán la sala. Con la
aprobación del juez presidente del comité de jueces, convocará a un número de jueces mayor de tres para que
la integren, cuando existieren circunstancias que permitieren presumir que con el número ordinario no se
podrá dar cumplimiento a lo exigido en el artículo 284.- Ordenará, por último, que se cite a la audiencia de
todos quienes debieren concurrir a ella. El acusado deberá ser citado con, a lo menos, 7 días de anticipación a
la realización de la audiencia, bajo los apercibimientos previstos en los artículos 33 (recurrir a la fuerza
pública) y 141, inciso cuarto (prisión preventiva anticipada) (Art. 281 CPP)
Citación del ministerio público. Cuando en el desarrollo de su actividad de investigación el fiscal requiriere
la comparecencia de una persona, podrá citarla por cualquier medio idóneo. Si la persona citada no
compareciere, el fiscal podrá ocurrir ante el juez de garantía para que lo autorice a conducirla
compulsivamente a su presencia. Con todo, el fiscal no podrá recabar directamente la comparecencia personal
de las personas o autoridades a que se refiere el artículo 300 (personas que están exceptuadas del deber de
comparecencia: Presidente de la Republica, ex Presidentes, senadores, diputados, miembros de la Corte
Suprema, etc.). Si la declaración de dichas personas o autoridades fuere necesaria, procederá siempre previa
autorización del juez de garantía y conforme lo establece el artículo 301. (Art. 23 CPP)
Citación Judicial: Mecanismo mediante el cual el tribunal solicita la presencia de un imputado, testigo o
perito, entre otros, ordenando para ello notificar la resolución que obliga su comparecencia. Cuando fuere
necesario citar a alguna persona para llevar a cabo una actuación ante el tribunal, se le notificará la resolución
que ordenare su comparecencia. Se hará saber a los citados el tribunal ante el cual debieren comparecer, su
domicilio, la fecha y hora de la audiencia, la identificación del proceso de que se tratare y el motivo de su
comparecencia. Al mismo tiempo se les advertirá que la no comparecencia injustificada dará lugar a que sean
conducidos por medio de la fuerza pública, que quedarán obligados al pago de las costas que causaren y que
pueden imponérseles sanciones. También se les deberá indicar que, en caso de impedimento, deberán
comunicarlo y justificarlo ante el tribunal, con anterioridad a la fecha de la audiencia, si fuere posible.- El
tribunal podrá ordenar que el imputado que no compareciere injustificadamente sea detenido o sometido a
prisión preventiva hasta la realización de la actuación respectiva. Tratándose de los testigos, peritos u otras
personas cuya presencia se requiriere, podrán ser arrestados hasta la realización de la actuación por un
máximo de veinticuatro horas e imponérseles, además, una multa de hasta quince unidades tributarias
mensuales.- Si quien no concurriere injustificadamente fuere el defensor o el fiscal, se le aplicará lo dispuesto
en el artículo 287 (sanción de suspensión del ejercicio de la profesión por hasta 2 meses) (Art. 33 CPP) Cuando
fuere necesaria la presencia del imputado ante el tribunal, éste dispondrá su citación, de acuerdo con lo
previsto en el artículo 33 (Art. 123). Cuando la imputación se refiriere a faltas, o delitos que la ley no
sancionare con penas privativas ni restrictivas de libertad, no se podrán ordenar medidas cautelares que
recaigan sobre la libertad del imputado, con excepción de la citación.- Lo dispuesto en el inciso anterior no
tendrá lugar en los casos en que se refiere el inciso 4º del artículo 134 o cuando procediere el arresto por falta
de comparecencia, la detención o la prisión preventiva de acuerdo a lo dispuesto en el artículo 33. (Art. 124
CPP). El inc. 4° del art. 134 se refiere al Código Penal, art. 494 n°s 4 (amenaza con arma blanca o de fuego), 5
(lesiones leves) y 19 (hurto de hallazgo, incendio, apropiación indebida, estafas, todas de menos de 1 UTM),
494 bis (hurto falta), 495 n° 21 (daño falta, menores a 1 UTM), 496 n°s 3 (impedir el ejercicio de las funciones
fiscalizadoras de los inspectores municipales 8 ), 5 (ocultación de identidad) y 26 (arrojar piedras en lugares
públicos con riesgo de los transeúntes o a casas o edificios).
8
Nota de los Autores: Número agregado por la Ley N°20.931 de 5 de julio de 2016.
Comparecencia del imputado ante el Ministerio Público: Durante la etapa de investigación el imputado
estará obligado a comparecer ante el fiscal, cuando éste así lo dispusiere. Mientras el imputado se encuentre
detenido o en prisión preventiva, el fiscal estará facultado para hacerlo traer a su presencia cuantas veces fuere
necesario para los fines de la investigación, sin más trámite que dar aviso al juez y al defensor. (Art. 193 CPP)
Comparecencia del fiscal y defensor a la audiencia de preparación del juicio oral: La presencia del fiscal y
del defensor del imputado durante la audiencia constituye un requisito de validez de la misma.- La falta de
comparecencia del fiscal deberá ser subsanada de inmediato por el tribunal, quien además pondrá este hecho
en conocimiento del fiscal regional. Si no compareciere el defensor, el tribunal declarará el abandono de la
defensa, designará un defensor de oficio al imputado y dispondrá la suspensión de la audiencia por un plazo
que no excediere de cinco días, a objeto de permitir que el defensor designado se interiorice del caso.- La
ausencia o abandono injustificados de la audiencia por parte del defensor o del fiscal será sancionada
conforme a lo previsto en el artículo 287 (suspensión del ejercicio de la profesión por hasta 2 meses). (Art. 269
CPP)
Comparecencia ininterrumpida de los jueces, ministerio público, acusado y defensor en la audiencia del
juicio oral: La audiencia del juicio oral se realizará con la presencia ininterrumpida de los jueces que
integraren el tribunal y del fiscal, sin perjuicio de lo dispuesto en el artículo 258 (forzamiento de la acusación,
en cuyo caso el querellante subrogará al fiscal para todos los efectos legales).- Lo dispuesto en el inciso final del
artículo 76 respecto de la inhabilidad se aplicará también a los casos en que, iniciada la audiencia, faltare un
integrante del tribunal de juicio oral en lo penal.- Cualquier infracción de lo dispuesto en este artículo
implicará la nulidad del juicio oral y de la sentencia que se dictare en él. (Art. 284 CPP) El acusado deberá estar
presente durante toda la audiencia.- El tribunal podrá autorizar la salida de la sala del acusado cuando éste lo
solicitare, ordenando su permanencia en una sala próxima.- Asimismo, el tribunal podrá disponer que el
acusado abandonare la sala de audiencia, cuando su comportamiento perturbare el orden.- En ambos casos, el
tribunal adoptará las medidas necesarias para asegurar la oportuna comparecencia del acusado.- El presidente
de la sala deberá informar al acusado de lo ocurrido en su ausencia, en cuanto éste reingresare a la sala de
audiencia.(Art. 285 CPP) La presencia del defensor del acusado durante toda la audiencia del juicio oral será
un requisito de validez del mismo, de acuerdo a lo previsto en el artículo 103 (lo que produce la nulidad de la
audiencia). La no comparecencia del defensor a la audiencia constituirá abandono de la defensa y obligará al
tribunal a la designación de un defensor penal público, de acuerdo con lo dispuesto en el inciso segundo del
artículo 106 (en caso de renuncia o abandono de hecho de la defensa, se designará uno público o uno de
confianza del imputado).- No se podrá suspender la audiencia por la falta de comparecencia del defensor
elegido por el acusado. En tal caso, se designará de inmediato un defensor penal público al que se concederá
un período prudente para interiorizarse del caso. (Arts. 286 CPP)
Comparecencia de las partes a la audiencia en los delitos de acción privada: El querellante y querellado
podrán comparecer a la audiencia en forma personal o representados por mandatario con facultades
Comparecencia Judicial: A la primera audiencia judicial del detenido deberá concurrir el fiscal o el abogado
asistente del fiscal. La ausencia de éstos dará lugar a la liberación del detenido. No obstante lo anterior, el juez
podrá suspender la audiencia por un plazo breve y perentorio no superior a dos horas, con el fin de permitir la
concurrencia del fiscal o su abogado asistente. Transcurrido este plazo sin que concurriere ninguno de ellos, se
procederá a la liberación del detenido. En todo caso, el juez deberá comunicar la ausencia del fiscal o de su
abogado asistente al fiscal regional respectivo a la mayor brevedad, con el objeto de determinar la eventual
responsabilidad disciplinaria que correspondiere. En la audiencia, el fiscal o el abogado asistente del fiscal
actuando expresamente facultado por éste, procederá directamente a formalizar la investigación y a solicitar
las medidas cautelares que procedieren, siempre que contare con los antecedentes necesarios y que se
encontrare presente el defensor del imputado. En el caso de que no pudiere procederse de la manera indicada,
el fiscal o el abogado asistente del fiscal actuando en la forma señalada, podrá solicitar una ampliación del
plazo de detención hasta por tres días, con el fin de preparar su presentación. El juez accederá a la ampliación
del plazo de detención cuando estimare que los antecedentes justifican esa medida. En todo caso, la
declaración de ilegalidad de la detención no impedirá que el fiscal o el abogado asistente del fiscal pueda
formalizar la investigación y solicitar las medidas cautelares que sean procedentes, de conformidad con lo
dispuesto en el inciso anterior, pero no podrá solicitar la ampliación de la detención. La declaración de
ilegalidad de la detención no producirá efecto de cosa juzgada en relación con las solicitudes de exclusión de
prueba que se hagan oportunamente, de conformidad con lo previsto en el artículo 276. (Art. 132 CPP)
Competencia del Juez de Garantía: Los juzgados de garantía estarán conformados por uno o más jueces con
competencia en un mismo territorio jurisdiccional, que actúan y resuelven unipersonalmente los asuntos
sometidos a su conocimiento. Corresponderá a los jueces de garantía: a) Asegurar los derechos del imputado y
demás intervinientes en el proceso penal, de acuerdo a la ley procesal penal; b) Dirigir personalmente las
audiencias que procedan, de conformidad a la ley procesal penal; c) Dictar sentencia, cuando corresponda, en
el procedimiento abreviado que contemple la ley procesal penal; d) Conocer y fallar las faltas penales de
conformidad con el procedimiento contenido en la ley procesal penal, y e) Conocer y fallar, conforme a los
procedimientos regulados en el Título I del Libro IV del Código Procesal Penal, las faltas e infracciones
contempladas en la Ley de Alcoholes, cualquiera sea la pena que ella les asigne; f) Hacer ejecutar las condenas
criminales y las medidas de seguridad, y resolver las solicitudes y reclamos relativos a dicha ejecución, de
conformidad a la ley procesal penal, y g) Conocer y resolver todas las cuestiones y asuntos que este Código y
la ley procesal penal les encomienden. (Art. 14 COT)
Competencia del Tribunal de Juicio Oral en Lo Penal: Los tribunales de juicio oral en lo penal funcionarán en
una o más salas integradas por tres de sus miembros. Sin perjuicio de lo anterior, podrán integrar también
cada sala otros jueces en calidad de alternos, con el solo propósito de subrogar, si fuere necesario, a los
miembros que se vieren impedidos de continuar participando en el desarrollo del juicio oral, en los términos
que contemplan los artículos 76, inciso final, y 281, inciso quinto, del Código Procesal Penal. Cada sala será
dirigida por un juez presidente de sala, quien tendrá las atribuciones a que alude el artículo 92 y las demás de
orden que la ley procesal penal indique. La integración de las salas de estos tribunales, incluyendo a los jueces
alternos de cada una, se determinará mediante sorteo anual que se efectuará durante el mes de enero de cada
año. La distribución de las causas entre las diversas salas se hará de acuerdo a un procedimiento objetivo y
general que deberá ser anualmente aprobado por el comité de jueces del tribunal, a propuesta del juez
presidente. Corresponderá a los tribunales de juicio oral en lo penal: a) Conocer y juzgar las causas por crimen
o simple delito, salvo aquellas relativas a simples delitos cuyo conocimiento y fallo corresponda a un juez de
garantía; b) Resolver, en su caso, sobre la libertad o prisión preventiva de los acusados puestos a su
disposición;
c) Resolver todos los incidentes que se promuevan durante el juicio oral, y d) Conocer y resolver los demás
asuntos que la ley procesal penal les encomiende. (Arts. 17 y 18 COT)
Cómputo de plazos de horas. Los plazos de horas establecidos en este Código comenzarán a correr
inmediatamente después de ocurrido el hecho que fijare su iniciación, sin interrupción. (Art. 15 CPP)
Comunicaciones entre autoridades: Todas las autoridades y órganos del Estado deberán realizar las
diligencias y proporcionar, sin demora, la información que les requirieren el ministerio público y los tribunales
con competencia penal. El requerimiento contendrá la fecha y lugar de expedición, los antecedentes necesarios
para su cumplimiento, el plazo que se otorgare para que se llevare a efecto y la determinación del fiscal o
tribunal requirente. Con todo, tratándose de informaciones o documentos que en virtud de la ley tuvieren
carácter secreto, el requerimiento se atenderá observando las prescripciones de la ley respectiva, si las hubiere,
y, en caso contrario, adoptándose las precauciones que aseguraren que la información no será divulgada. Si la
autoridad requerida retardare el envío de los antecedentes solicitados o se negare a enviarlos, a pretexto de su
carácter secreto o reservado y el fiscal estimare indispensable la realización de la actuación, remitirá los
antecedentes al fiscal regional quien, si compartiere esa apreciación, solicitará a la Corte de Apelaciones
respectiva que, previo informe de la autoridad de que se tratare, recabado por la vía que considerare más
rápida, resuelva la controversia. La Corte adoptará esta decisión en cuenta. Si fuere el tribunal el que requiriere
la información, formulará dicha solicitud ante la Corte de Apelaciones. Si la razón invocada por la autoridad
requerida para no enviar los antecedentes solicitados fuere que su publicidad pudiere afectar la seguridad
nacional, la cuestión deberá ser resuelta por la Corte Suprema. Aun cuando la Corte llamada a resolver la
controversia rechazare el requerimiento del fiscal, por compartir el juicio de la autoridad a la que se hubieren
requerido los antecedentes, podrá ordenar que se suministren al ministerio público o al tribunal los datos que
le parecieren necesarios para la adopción de decisiones relativas a la investigación o para el pronunciamiento
de resoluciones judiciales. Las resoluciones que los ministros de Corte pronunciaren para resolver estas
materias no los inhabilitarán para conocer, en su caso, los recursos que se dedujeren en la causa de que se
tratare. (Art. 19 CPP)
Comunicación entre el acusado y su defensor: El acusado podrá comunicarse libremente con su defensor
durante el juicio, siempre que ello no perturbare el orden de la audiencia. No obstante, no podrá hacerlo
mientras prestare declaración. (Art. 327 CPP)
Comunicaciones entre el ministerio público y la policía: Las comunicaciones que los fiscales y la policía
debieren dirigirse en relación con las actividades de investigación de un caso particular se realizarán en la
forma y por los medios más expeditos posibles, salvo los casos urgentes a que se refiere el inciso final del
artículo 9º, en los cuales la autorización judicial se exhibirá posteriormente. (Art. 81 CPP)
Conciliación sobre la responsabilidad civil en la audiencia de preparación del juicio oral: El juez deberá
llamar al querellante y al imputado a conciliación sobre las acciones civiles que hubiere deducido el primero y
proponerles bases de arreglo. Regirán a este respecto los artículos 263 (el juez obrará como amigable
componedor y sus opiniones no lo inhabilitaran para seguir conociendo de la causa) y 267 (si se logra la
conciliación, se levantará un acta que contendrá el arreglo y se estimará como sentencia ejecutoriada para
todos los efectos legales) del Código de Procedimiento Civil. Si no se produjere conciliación, el juez resolverá
en la misma audiencia las solicitudes de medidas cautelares reales que la víctima hubiere formulado al deducir
su demanda civil. (Art. 273 CPP)
Condiciones por cumplir decretada la suspensión condicional del procedimiento: El juez de garantía
dispondrá, según correspondiere, que durante el período de suspensión (entre 1 y 3 años), el imputado esté
sujeto al cumplimiento de una o más de las siguientes condiciones: a) Residir o no residir en un lugar
determinado; b) Abstenerse de frecuentar determinados lugares o personas; c) Someterse a un tratamiento
médico, psicológico o de otra naturaleza; d) Tener o ejercer un trabajo, oficio, profesión o empleo, o asistir a
algún programa educacional o de capacitación; e) Pagar una determinada suma, a título de indemnización de
perjuicios, a favor de la víctima o garantizar debidamente su pago. Se podrá autorizar el pago en cuotas o
dentro de un determinado plazo, el que en ningún caso podrá exceder el período de suspensión del
procedimiento; f) Acudir periódicamente ante el ministerio público y, en su caso, acreditar el cumplimiento de
las demás condiciones impuestas; g) Fijar domicilio e informar al ministerio público de cualquier cambio del
mismo; y h) Otra condición que resulte adecuada en consideración con las circunstancias del caso concreto de
que se tratare y fuere propuesta, fundadamente, por el Ministerio Público.- Durante el período de suspensión y
oyendo en una audiencia a todos los intervinientes que concurrieren a ella, el juez podrá modificar una o más
de las condiciones impuestas. (Art. 238 CPP)
Conservación de las especies: Las especies recogidas durante la investigación serán conservadas bajo la
custodia del ministerio público, quien deberá tomar las medidas necesarias para evitar que se alteren de
cualquier forma. Podrá reclamarse ante el juez de garantía por la inobservancia de las disposiciones antes
señaladas, a fin que adopte las medidas necesarias para la debida preservación e integridad de las especies
recogidas. Los intervinientes tendrán acceso a esas especies, con el fin de reconocerlas o realizar alguna pericia,
siempre que fueren autorizados por el ministerio público o, en su caso, por el juez de garantía. El ministerio
público llevará un registro especial en el que conste la identificación de las personas que fueren autorizadas
para reconocerlas o manipularlas, dejándose copia, en su caso, de la correspondiente autorización. (Art. 188
CPP)
Conservación de los registros: Mientras dure la investigación o el respectivo proceso, la conservación de los
registros estará a cargo del juzgado de garantía y del tribunal de juicio oral en lo penal respectivo, de
conformidad a lo previsto en el Código Orgánico de Tribunales. Cuando, por cualquier causa, se viere dañado
el soporte material del registro afectando su contenido, el tribunal ordenará reemplazarlo en todo o parte por
una copia fiel, que obtendrá de quien la tuviere, si no dispusiere de ella directamente. Si no existiere copia fiel,
las resoluciones se dictarán nuevamente, para lo cual el tribunal reunirá los antecedentes que le permitan
fundamentar su preexistencia y contenido, y las actuaciones se repetirán con las formalidades previstas para
cada caso. En todo caso, no será necesario volver a dictar las resoluciones o repetir las actuaciones que sean el
antecedente de resoluciones conocidas o en etapa de cumplimiento o ejecución. (Art. 43 CPP)
Contenido de la denuncia: La denuncia podrá formularse por cualquier medio y deberá contener la
identificación del denunciante, el señalamiento de su domicilio, la narración circunstanciada del hecho, la
designación de quienes lo hubieren cometido y de las personas que lo hubieren presenciado o que tuvieren
noticia de él, todo en cuanto le constare al denunciante. En el caso de la denuncia verbal se levantará un
Contenido de la Notificación: La notificación deberá incluir una copia íntegra de la resolución de que se
tratare, con la identificación del proceso en el que recayere, a menos que la ley expresamente ordenare agregar
otros antecedentes, o que el juez lo estimare necesario para la debida información del notificado o para el
adecuado ejercicio de sus derechos. (Art. 25 CPP)
Contenido de la orden de registro y constancia de la diligencia: La orden que autorizare la entrada y registro
deberá señalar: a) El o los edificios o lugares que hubieren de ser registrados; b) El fiscal que lo hubiere
solicitado; c) La autoridad encargada de practicar el registro; y d) El motivo del registro y, en su caso, del
ingreso nocturno.- La orden tendrá una vigencia máxima de diez días, después de los cuales caducará la
autorización. Con todo, el juez que emitiere la orden podrá establecer un plazo de vigencia inferior. (Art. 208
CPP). De todo lo obrado durante la diligencia de registro deberá dejarse constancia escrita y circunstanciada.
Los objetos y documentos que se incautaren serán puestos en custodia y sellados, entregándose un recibo
detallado de los mismos al propietario o encargado del lugar.- Si en el lugar o edificio no se descubriere nada
sospechoso, se dará testimonio de ello al interesado, si lo solicitare (Art. 216 CPP).
Contenido del Requerimiento: El requerimiento deberá contener: La individualización del imputado; Una
relación sucinta del hecho que se le atribuyere, con indicación del tiempo y lugar de comisión y demás
circunstancias relevantes; La cita de la disposición legal infringida; La exposición de los antecedentes o
elementos que fundamentaren la imputación, La pena solicitada por el requirente, y La individualización y
firma del requirente. (Art. 391 CPP)
Contenido de la sentencia dictada en Juicio Oral: La sentencia definitiva contendrá: a) La mención del
tribunal y la fecha de su dictación; la identificación del acusado y la de el o los acusadores; b) La enunciación
breve de los hechos y circunstancias que hubieren sido objeto de la acusación; en su caso, los daños cuya
reparación reclamare en la demanda civil y su pretensión reparatoria, y las defensas del acusado; c) La
exposición clara, lógica y completa de cada uno de los hechos y circunstancias que se dieren por probados,
fueren ellos favorables o desfavorables al acusado, y de la valoración de los medios de prueba que
fundamentaren dichas conclusiones de acuerdo con lo dispuesto en el artículo 297 (valoración de la prueba
según las reglas de la sana crítica, esto es sin contradecir las reglas de la lógica, las máximas de la experiencia y
los conocimientos científicamente afianzados); d) Las razones legales o doctrinales que sirvieren para calificar
jurídicamente cada uno de los hechos y sus circunstancias y para fundar el fallo; e) La resolución que
condenare o absolviere a cada uno de los acusados por cada uno de los delitos que la acusación les hubiere
atribuido; la que se pronunciare sobre la responsabilidad civil de los mismos y fijare el monto de las
indemnizaciones a que hubiere lugar; f) El pronunciamiento sobre las costas de la causa; y, g) La firma de los
jueces que la hubieren dictado.- La sentencia será siempre redactada por uno de los miembros del tribunal
colegiado, designado por éste, en tanto la disidencia o prevención será redactada por su autor. La sentencia
señalará el nombre de su redactor y el del que lo sea de la disidencia o prevención. (Art. 342 CPP)
Continuidad del Juicio Oral: La audiencia del juicio oral se desarrollará en forma continua y podrá
prolongarse en sesiones sucesivas, hasta su conclusión. Constituirán, para estos efectos, sesiones sucesivas,
aquéllas que tuvieren lugar en el día siguiente o subsiguiente de funcionamiento ordinario del tribunal. (Art.
282 CPP)
Contrainterrogatorio: Después de que el testigo o perito haya declarado puede ser contrainterrogado por la
parte contraria. Los interrogatorios serán realizados en primer lugar por la parte que hubiere ofrecido la
respectiva prueba y luego por las restantes. Durante el contrainterrogatorio, las partes podrán confrontar al
perito o testigo con sus propios dichos u otras versiones de los hechos presentadas en el juicio. (Arts. 329 y 330
CPP)
Control de identidad preventivo (art. 12 Ley 20.931) .- En cumplimiento de las funciones de resguardo del
orden y la seguridad pública, y sin perjuicio de lo señalado en el artículo 85 del Código Procesal Penal, los
funcionarios policiales indicados en el artículo 83 del mismo Código, podrán verificar la identidad de
cualquier persona mayor de 18 años en vías públicas, en otros lugares públicos y en lugares privados de acceso
al público, por cualquier medio de identificación tal como cédula de identidad, licencia de conducir, pasaporte
o tarjeta estudiantil o utilizando, el funcionario policial o la persona requerida, cualquier dispositivo
tecnológico idóneo para tal efecto, debiendo siempre otorgarse las facilidades necesarias para su adecuado
cumplimiento. En caso de duda respecto de si la persona es mayor o menor de 18 años, se entenderá siempre
que es menor de edad. El procedimiento descrito anteriormente deberá limitarse al tiempo estrictamente
necesario para los fines antes señalados. En ningún caso podrá extenderse más allá de una hora. No obstante lo
anterior, en aquellos casos en que no fuere posible verificar la identidad de la persona en el mismo lugar en
que se encontrare, el funcionario policial deberá poner término de manera inmediata al procedimiento. Si la
persona se negare a acreditar su identidad, ocultare su verdadera identidad o proporcionare una identidad
falsa, se sancionará según lo dispuesto en el número 5 del artículo 496 del Código Penal en relación al artículo
Control judicial. En los casos contemplados en los dos artículos anteriores, (archivo provisional y facultad
para no iniciar investigación) la víctima podrá provocar la intervención del juez de garantía deduciendo la
querella respectiva. Si el juez admitiere a tramitación la querella, el fiscal deberá seguir adelante la
investigación conforme a las reglas generales. (Art. 169 CPP)
Convenciones Probatorias: la convención probatoria es un acto jurídico procesal entre partes – acusador
(fiscal y querellante si lo hubiere) y acusado – mediante el cual acuerdan dar por acreditados ciertos hechos
ante el Juez de Garantía, respecto de los cuales no podrá volverse a discutir en el juicio oral. Se concibe como
una útil herramienta de economía procesal en torno a la prueba a rendir en el futuro juicio oral. El juez de
garantía podrá formular proposiciones a los intervinientes sobre la materia. Si la solicitud no mereciere
reparos, por conformarse a las alegaciones que hubieren hecho los intervinientes, el juez de garantía indicará
en el auto de apertura del juicio oral los hechos que se dieren por acreditados, a los cuales deberá estarse
durante el juicio oral. (Art. 275 CPP)
Convicción del Tribunal: Nadie podrá ser condenado por delito sino cuando el tribunal que lo juzgare
adquiriere, más allá de toda duda razonable, la convicción de que realmente se hubiere cometido el hecho
punible objeto de la acusación y que en él hubiere correspondido al acusado una participación culpable y
penada por la ley.- El tribunal formará su convicción sobre la base de la prueba producida durante el juicio
oral.- No se podrá condenar a una persona con el solo mérito de su propia declaración. (Art. 340 CPP)
Copias de comunicaciones o transmisiones: El juez de garantía podrá autorizar, a petición del fiscal, que
cualquier empresa de comunicaciones facilite copias de las comunicaciones transmitidas o recibidas por ellas.
Del mismo modo, podrá ordenar la entrega de las versiones que existieren de las transmisiones de radio,
televisión u otros medios. (Art. 219 CPP)
Corrección de vicios formales en la audiencia de preparación del juicio oral: Cuando el juez considerare que
la acusación del fiscal, la del querellante o la demanda civil adolecen de vicios formales, ordenará que los
mismos sean subsanados, sin suspender la audiencia, si ello fuere posible. En caso contrario, ordenará la
suspensión de la misma por el período necesario para la corrección del procedimiento, el que en ningún caso
podrá exceder de cinco días. Transcurrido este plazo, si la acusación del querellante o la demanda civil no
hubieren sido rectificadas, se tendrán por no presentadas. Si no lo hubiere sido la acusación del fiscal, a
petición de éste, el juez podrá conceder una prórroga hasta por otros cinco días, sin perjuicio de lo cual
informará al fiscal regional. Si el ministerio público no subsanare oportunamente los vicios, el juez procederá a
decretar el sobreseimiento definitivo de la causa, a menos que existiere querellante particular, que hubiere
deducido acusación o se hubiere adherido a la del fiscal. En este caso, el procedimiento continuará sólo con el
querellante y el ministerio público no podrá volver a intervenir en el mismo. La falta de oportuna corrección
de los vicios de su acusación importará, para todos los efectos, una grave infracción a los deberes del fiscal.
(Art. 270 CPP)
Cuestiones Prejudiciales Civiles: Siempre que para el juzgamiento criminal se requiriere la resolución previa
de una cuestión civil de que debiere conocer, conforme a la ley, un tribunal que no ejerciere jurisdicción en lo
penal, se suspenderá el procedimiento criminal hasta que dicha cuestión se resolviere por sentencia firme.-
Esta suspensión no impedirá que se verifiquen actuaciones urgentes y estrictamente necesarias para conferir
protección a la víctima o a testigos o para establecer circunstancias que comprobaren los hechos o la
participación del imputado y que pudieren desaparecer.- Cuando se tratare de un delito de acción penal
pública, el ministerio público deberá promover la iniciación de la causa civil previa e intervendrá en ella hasta
su término, instando por su pronta conclusión. (Art. 171 CPP)
Curso de la acción civil ante suspensión o terminación del procedimiento penal: Si antes de comenzar el
juicio oral, el procedimiento penal continuare de conformidad a las normas que regulan el procedimiento
abreviado, o por cualquier causa terminare o se suspendiere, sin decisión acerca de la acción civil que se
hubiere deducido oportunamente, la prescripción continuará interrumpida siempre que la víctima presentare
su demanda ante el tribunal civil competente en el término de sesenta días siguientes a aquél en que, por
resolución ejecutoriada, se dispusiere la suspensión o terminación del procedimiento penal.- En este caso, la
demanda y la resolución que recayere en ella se notificarán por cédula y el juicio se sujetará a las reglas del
procedimiento sumario. Si la demanda no fuere deducida ante el tribunal civil competente dentro del referido
plazo, la prescripción continuará corriendo como si no se hubiere interrumpido. Si en el procedimiento penal
se hubieren decretado medidas destinadas a cautelar la demanda civil, éstas se mantendrán vigentes por el
plazo indicado en el inciso primero, tras el cual quedarán sin efecto si, solicitadas oportunamente, el tribunal
civil no las mantuviere.- Si, comenzado el juicio oral, se dictare sobreseimiento de acuerdo a las prescripciones
de este Código, el tribunal deberá continuar con el juicio para el solo conocimiento y fallo de la cuestión civil.
(Art. 68 CPP)
D
Debate acerca de las pruebas ofrecidas por las partes: Durante la audiencia de preparación del juicio oral
cada parte podrá formular las solicitudes, observaciones y planteamientos que estimare relevantes con relación
a las pruebas ofrecidas por las demás, para los fines previstos en los incisos segundo y tercero del artículo 276
(es decir, para la discusión sobre exclusión probatorias). (Art. 272 CPP)
Deber de comparecer y declarar: Toda persona que no se encontrare legalmente exceptuada tendrá la
obligación de concurrir al llamamiento judicial practicado con el fin de prestar declaración testimonial; de
declarar la verdad sobre lo que se le preguntare y de no ocultar hechos, circunstancias o elementos acerca del
contenido de su declaración. Para la citación de los testigos regirán las normas previstas en el Párrafo 4º del
Título II del Libro Primero. En casos urgentes, los testigos podrán ser citados por cualquier medio, haciéndose
constar el motivo de la urgencia. Con todo, en estos casos no procederá la aplicación de los apercibimientos
previstos en el artículo 33 (es decir, arresto y multas) sino una vez practicada la citación con las formalidades
legales. (Art. 298 CPP)
Deberes de los asistentes a la audiencia del juicio oral: Quienes asistieren a la audiencia deberán guardar
respeto y silencio mientras no estuvieren autorizados para exponer o debieren responder a las preguntas que
se les formularen. No podrán llevar armas ni ningún elemento que pudiere perturbar el orden de la audiencia.
No podrán adoptar un comportamiento intimidatorio, provocativo o contrario al decoro. (Art. 293 CPP)
Decisión absolutoria y medidas cautelares personales: Comunicada a las partes la decisión absolutoria
prevista en el artículo 343, el tribunal dispondrá, en forma inmediata, el alzamiento de las medidas cautelares
personales que se hubieren decretado en contra del acusado y ordenará se tome nota de este alzamiento en
todo índice o registro público y policial en el que figuraren. También se ordenará la cancelación de las
garantías de comparecencia que se hubieren otorgado. (Art. 347 CPP)
Decisión del Tribunal (en la Acción de Revisión): La resolución de la Corte Suprema que acogiere la solicitud
de revisión declarará la nulidad de la sentencia. Si de los antecedentes resultare fehacientemente acreditada la
inocencia del condenado, el tribunal además dictará, acto seguido y sin nueva vista pero separadamente, la
sentencia de reemplazo que corresponda. Asimismo, cuando hubiere mérito para ello y así lo hubiere recabado
quien hubiere solicitado la revisión, la Corte podrá pronunciarse de inmediato sobre la procedencia de la
indemnización (por error judicial) a que se refiere el artículo 19, Nº 7, letra i), de la Constitución Política. (Art.
478 CPP)
Decisión sobre absolución o condena: Una vez concluida la deliberación privada de los jueces, de
conformidad a lo previsto en el artículo 339 (deliberación que se inicia inmediatamente clausurado el debate),
la sentencia definitiva que recayere en el juicio oral deberá ser pronunciada en la audiencia respectiva,
comunicándose la decisión relativa a la absolución o condena del acusado por cada uno de los delitos que se le
imputaren, indicando respecto de cada uno de ellos los fundamentos principales tomados en consideración
para llegar a dichas conclusiones.- Excepcionalmente, cuando la audiencia del juicio se hubiere prolongado por
más de dos días y la complejidad del caso no permitiere pronunciar la decisión inmediatamente, el tribunal
podrá prolongar su deliberación hasta por veinticuatro horas, hecho que será dado a conocer a los
intervinientes en la misma audiencia, fijándose de inmediato la oportunidad en que la decisión les será
comunicada.- La omisión del pronunciamiento de la decisión de conformidad a lo previsto en los incisos
precedentes producirá la nulidad del juicio, el que deberá repetirse en el más breve plazo posible.- En el caso
de condena, el tribunal deberá resolver sobre las circunstancias modificatorias de responsabilidad penal en la
misma oportunidad prevista en el inciso primero (tratándose de circunstancias inherentes al hecho punible).-
No obstante, tratándose de circunstancias ajenas al hecho punible, y los demás factores relevantes para la
determinación y cumplimiento de la pena, el tribunal abrirá debate sobre tales circunstancias y factores,
Decisiones sobre los recursos: El tribunal que conociere de un recurso sólo podrá pronunciarse sobre las
solicitudes formuladas por los recurrentes, quedándole vedado extender el efecto de su decisión a cuestiones
no planteadas por ellos o más allá de los límites de lo solicitado, salvo en los casos previstos en este artículo y
en el artículo 379 inciso segundo (caso en que la Corte, de oficio, podrá acoger el recurso que se hubiere
deducido en favor del imputado por un motivo distinto del invocado, siempre que aquél fuere alguno de los
señalados en el artículo 374, que trata los motivos absolutos de nulidad). Si sólo uno de varios imputados por
el mismo delito entablare el recurso contra la resolución, la decisión favorable que se dictare aprovechará a los
demás, a menos que los fundamentos fueren exclusivamente personales del recurrente, debiendo el tribunal
declararlo así expresamente. Si la resolución judicial hubiere sido objeto de recurso por un solo interviniente, la
Corte no podrá reformarla en perjuicio del recurrente (esto se conoce como la prohibición de la reformatio in
peius). (Art. 360 CPP)
Declaraciones del imputado ante la Policía: La policía sólo podrá interrogar autónomamente al imputado en
presencia de su defensor. Si éste no estuviere presente durante el interrogatorio, las preguntas se limitarán a
constatar la identidad del sujeto.- Si, en ausencia del defensor, el imputado manifestare su deseo de declarar, la
policía tomará las medidas necesarias para que declare inmediatamente ante el fiscal.- Si esto no fuere posible,
la policía podrá consignar las declaraciones que se allanare a prestar, bajo la responsabilidad y con la
autorización del fiscal. El defensor podrá incorporarse siempre y en cualquier momento a esta diligencia. (Art.
91 CPP).
Declaración del imputado como medio de defensa: Durante todo el procedimiento y en cualquiera de sus
etapas el imputado tendrá siempre derecho a prestar declaración, como un medio de defenderse de la
imputación que se le dirigiere.- La declaración judicial del imputado se prestará en audiencia a la cual podrán
concurrir los intervinientes en el procedimiento, quienes deberán ser citados al efecto.- La declaración del
imputado no podrá recibirse bajo juramento. El juez o, en su caso, el presidente del tribunal, se limitará a
exhortarlo a que diga la verdad y a que responda con claridad y precisión las preguntas que se le formularen.
Regirá, correspondientemente, lo dispuesto en el artículo 326 (es decir, puede declarar libremente lo que
estime conveniente respecto de la o de las acusaciones formuladas y luego podrá ser interrogado por el fiscal,
el querellante y el defensor; y el tribunal podrá realizar preguntas aclaratorias).- Si con ocasión de su
declaración judicial, el imputado o su defensor solicitaren la práctica de diligencias de investigación, el juez
podrá recomendar al ministerio público la realización de las mismas, cuando lo considerare necesario para el
ejercicio de la defensa y el respeto del principio de objetividad.- Si el imputado no supiere la lengua castellana
o si fuere sordo o mudo, se procederá a tomarle declaración de conformidad al artículo 291, incisos tercero y
cuarto (es decir por escrito o por medio de intérpretes). (Art. 98 CPP)
Declaración del imputado (en extradición pasiva): En la audiencia prevista en el artículo 448, el imputado
tendrá derecho siempre a prestar declaración, ocasión en la que podrá ser libre y directamente interrogado por
el representante del Estado requirente y por su defensor. (Art.445 CPP)
Declaración de peritos: La declaración de los peritos en la audiencia del juicio oral se regirá por las normas
previstas en el artículo 329 (es decir, personalmente según las reglas del interrogatorio y contrainterrogatorio,
previo resumen del contenido y conclusiones de su pericia) y, supletoriamente, por las establecidas para los
testigos. Si el perito se negare a prestar declaración, se le aplicará lo dispuesto para los testigos en el artículo
299 inciso segundo (sanción por delito de desacato del art. 240 del Código de Procedimiento Civil: “El que
quebrante lo ordenado cumplir será sancionado con reclusión menor en su grado medio a máximo.”). (Art. 319 CPP)
Declaración de personas exceptuadas: Las personas comprendidas en las letras a), b) y d) del artículo anterior
(art. 300 sobre excepciones a la obligación de comparecencia) serán interrogadas en el lugar en que ejercieren
Declaración voluntaria del imputado: Si el imputado se allanare a prestar declaración ante el fiscal y se tratare
de su primera declaración, antes de comenzar el fiscal le comunicará detalladamente cuál es el hecho que se le
atribuyere, con todas las circunstancias de tiempo, lugar y modo de comisión, en la medida conocida,
incluyendo aquéllas que fueren de importancia para su calificación jurídica, las disposiciones legales que
resultaren aplicables y los antecedentes que la investigación arrojare en su contra. A continuación, el imputado
podrá declarar cuanto tuviere por conveniente sobre el hecho que se le atribuyere.- En todo caso, el imputado
no podrá negarse a proporcionar al ministerio público su completa identidad, debiendo responder las
preguntas que se le dirigieren con respecto a su identificación.- En el registro que de la declaración se
practicare de conformidad a las normas generales se hará constar, en su caso, la negativa del imputado a
responder una o más preguntas. (Art. 194 CPP)
Declaración de rebeldía: La declaración de rebeldía del imputado será pronunciada por el tribunal ante el que
debiere comparecer. (Art. 100 CPP) Declarada la rebeldía, las resoluciones que se dictaren en el procedimiento
se tendrán por notificadas personalmente al rebelde en la misma fecha en que se pronunciaren.- La
investigación no se suspenderá por la declaración de rebeldía y el procedimiento continuará hasta la
realización de la audiencia de preparación del juicio oral, en la cual se podrá sobreseer definitiva o
temporalmente la causa de acuerdo al mérito de lo obrado.- Si la declaración de rebeldía se produjere durante
la etapa de juicio oral, el procedimiento se sobreseerá temporalmente, hasta que el imputado compareciere o
fuere habido.- El sobreseimiento afectará sólo al rebelde y el procedimiento continuará con respecto a los
imputados presentes. El imputado que fuere habido pagará las costas causadas con su rebeldía, a menos que
justificare debidamente su ausencia (Art. 101 CPP)
Defectos no esenciales (en el recurso de nulidad): No causan nulidad los errores de la sentencia recurrida que
no influyeren en su parte dispositiva, sin perjuicio de lo cual la Corte podrá corregir los que advirtiere durante
el conocimiento del recurso. (Art. 375 CPP)
Defensa de varios imputados en un mismo proceso: La defensa de varios imputados podrá ser asumida por
un defensor común, a condición de que las diversas posiciones que cada uno de ellos sustentare no fueren
incompatibles entre sí.- Si el tribunal advirtiere una situación de incompatibilidad la hará presente a los
afectados y les otorgará un plazo para que la resuelvan o para que designen los defensores que se requirieren a
fin de evitar la incompatibilidad de que se tratare. Si, vencido el plazo, la situación de incompatibilidad no
hubiere sido resuelta o no hubieren sido designados el o los defensores necesarios, el mismo tribunal
determinará los imputados que debieren considerarse sin defensor y procederá a efectuar los nombramientos
que correspondieren. (Art. 105 CPP)
Defensa material y Declaración del Acusado: El imputado tendrá derecho a formular los planteamientos y
alegaciones que considerare oportunos, así como a intervenir en todas las actuaciones judiciales y en las demás
Defensa oral del imputado en la Audiencia de Preparación del Juicio Oral: Si el imputado no hubiere
ejercido por escrito las facultades previstas en el artículo 263, el juez le otorgará la oportunidad de efectuarlo
verbalmente. (Art. 268 CPP)
Defensoría Penal Pública: Organismo público encargado de otorgar asistencia jurídica letrada a todo persona
desde el momento en que sea imputada de un delito y carezca de abogado. Se establece como un derecho
inviolable e irrenunciable. La Defensoría tiene por finalidad proporcionar defensa penal a los imputados o
acusados por un crimen, simple delito o falta sea de competencia de un juzgado de garantía o de un tribunal
de juicio oral en lo penal y de las respectivas Cortes, en su caso, y que carezcan de abogado de confianza. (Art.
2 Ley 19.718 que Crea la Defensoría Penal Pública)
De la modificación, revocación o sustitución de las medidas cautelares personales (en extradición pasiva):
En cualquier estado del procedimiento se podrán modificar, revocar o sustituir las medidas cautelares
personales que se hubieren decretado, de acuerdo a las reglas generales, pero el Ministro de la Corte Suprema
tomará las medidas que estimare necesarias para evitar la fuga del imputado. (Art. 447 CPP)
Deliberación: Es un acto privado y reservado en el cual los jueces del Tribunal de Juicio Oral en lo Penal se
retiran a decidir, sobre la absolución ó condena, una vez terminado el debate. (Art. 339 CPP)
Delitos de acción privada: Se trata de ciertos delitos cuya acción solo puede ser ejercida por la víctima. El art.
55 CPP, individualiza algunas: a) La calumnia y la injuria; b) La falta de injurias livianas del n° 11 del artículo
496 del Código Penal; La provocación a duelo y el denuesto o descrédito público por no haberlo aceptado, y El
matrimonio del menor llevado a efecto sin el consentimiento de las personas designadas por la ley y celebrado
de acuerdo con el funcionario llamado a autorizarlo. (Art. 55 CPP). Asimismo debemos agregar los delitos de
giro doloso de cheques del artículo 22 de la Ley sobre Cuentas Corrientes Bancarias y Cheques (cuando la
causal de protesto es por falta fondos o cuenta corriente cerrada).
Delitos de acción pública previa instancia particular: Se trata de aquellos delitos en los que no puede
procederse de oficio sin que, a lo menos el ofendido por el delito (o el habilitado a actuar por él) hubiere
denunciado el hecho. Sin embargo, efectuada la denuncia, el procedimiento se tramita de la misma forma que
los delitos de acción pública. Son ejemplos de esta clase de acciones: a) Las lesiones previstas en los artículos
399 (lesiones menos graves) y 494, número 5º (lesiones leves), del Código Penal; b) La violación de domicilio; c)
La violación de secretos prevista en los artículos 231 y 247, inciso segundo, del Código Penal; d) Las amenazas
previstas en los artículos 296 y 297 del Código Penal (condicionales y no condicionales); e) Los previstos en la
ley N° 19.039, sobre privilegios industriales y protección de derechos de propiedad industrial; f) La
comunicación fraudulenta de secretos de la fábrica en que el imputado hubiere estado o estuviere empleado, y
g) Los que otras leyes señalaren en forma expresa. (Art. 54 CPP)
Denominaciones de los Tribunales: Salvo que se disponga expresamente lo contrario, cada vez que en este
Código se hiciere referencia al juez, se entenderá que se alude al juez de garantía; si la referencia fuere al
tribunal de juicio oral en lo penal, deberá entenderse hecha al tribunal colegiado encargado de conocer el juicio
mencionado. Por su parte, la mención de los jueces se entenderá hecha a los jueces de garantía, a los jueces del
tribunal de juicio oral en lo penal o a todos ellos, según resulte del contexto de la disposición en que se utilice.
Denuncia: Cualquier persona podrá comunicar directamente al ministerio público el conocimiento que tuviere
de la comisión de un hecho que revistiere caracteres de delito. También se podrá formular la denuncia ante los
funcionarios de Carabineros de Chile, de la Policía de Investigaciones, de Gendarmería de Chile en los casos
de los delitos cometidos dentro de los recintos penitenciarios, o ante cualquier tribunal con competencia
criminal, todos los cuales deberán hacerla llegar de inmediato al ministerio público (Art. 173 CPP)
Denuncia obligatoria: Estarán obligados a denunciar: a) Los miembros de Carabineros de Chile, de la Policía
de Investigaciones de Chile y de Gendarmería, todos los delitos que presenciaren o llegaren a su noticia. Los
miembros de las Fuerzas Armadas estarán también obligados a denunciar todos los delitos de que tomaren
conocimiento en el ejercicio de sus funciones; b) Los fiscales y los demás empleados públicos, los delitos de
que tomaren conocimiento en el ejercicio de sus funciones y, especialmente, en su caso, los que notaren en la
conducta ministerial de sus subalternos; c) Los jefes de puertos, aeropuertos, estaciones de trenes o buses o de
otros medios de locomoción o de carga, los capitanes de naves o de aeronaves comerciales que naveguen en el
mar territorial o en el espacio territorial, respectivamente, y los conductores de los trenes, buses u otros medios
de transporte o carga, los delitos que se cometieren durante el viaje, en el recinto de una estación, puerto o
aeropuerto o a bordo del buque o aeronave; d) Los jefes de establecimientos hospitalarios o de clínicas
particulares y, en general, los profesionales en medicina, odontología, química, farmacia y de otras ramas
relacionadas con la conservación o el restablecimiento de la salud, y los que ejercieren prestaciones auxiliares
de ellas, que notaren en una persona o en un cadáver señales de envenenamiento o de otro delito, y e) Los
directores, inspectores y profesores de establecimientos educacionales de todo nivel, los delitos que afectaren a
los alumnos o que hubieren tenido lugar en el establecimiento. La denuncia realizada por alguno de los
obligados en este artículo eximirá al resto. (Art. 175 CPP)
Derecho a Defensa: El imputado tendrá derecho a ser defendido por un letrado desde la primera actuación
del procedimiento dirigido en su contra. Todo imputado que carezca de abogado tendrá derecho irrenunciable
a que el Estado le proporcione uno. La designación del abogado la efectuará el juez antes de que tenga lugar la
primera actuación judicial del procedimiento que requiera la presencia de dicho imputado. (Art. 8 inciso 1°
CPP)
Derecho a designar libremente a un defensor: Desde la primera actuación del procedimiento y hasta la
completa ejecución de la sentencia que se dictare, el imputado tendrá derecho a designar libremente uno o más
defensores de su confianza. Si no lo tuviere, el juez procederá a hacerlo, en los términos que señale la ley
respectiva. En todo caso, la designación del defensor deberá tener lugar antes de la realización de la primera
audiencia a que fuere citado el imputado.- Si el imputado se encontrare privado de libertad, cualquier persona
podrá proponer para aquél un defensor determinado, o bien solicitar se le nombre uno. Conocerá de dicha
petición el juez de garantía competente o aquél correspondiente al lugar en que el imputado se encontrare. El
juez dispondrá la comparecencia del imputado a su presencia, con el objeto de que acepte la designación del
defensor. Si el imputado prefiriere defenderse personalmente, el tribunal lo autorizará sólo cuando ello no
perjudicare la eficacia de la defensa; en caso contrario, le designará defensor letrado, sin perjuicio del derecho
del imputado a formular planteamientos y alegaciones por sí mismo, según lo dispuesto en el artículo 8º (sobre
el ámbito de defensa). (Art. 102 CPP)
Derechos de los abogados . Todo abogado tendrá derecho a requerir del funcionario encargado de cualquier
lugar de detención o prisión, la confirmación de encontrarse privada de libertad una persona determinada en
ese o en otro establecimiento del mismo servicio y que se ubicare en la comuna. En caso afirmativo y con el
acuerdo del afectado, el abogado tendrá derecho a conferenciar privadamente con él y, con su consentimiento,
a recabar del encargado del establecimiento la información consignada en la letra a) del artículo 94 (es decir, el
motivo de la privación de libertad y, salvo el caso de delito flagrante, a que se le exhiba la orden que la
dispusiere). Si fuere requerido, el funcionario encargado deberá extender, en el acto, una constancia de no
encontrarse privada de libertad en el establecimiento la persona por la que se hubiere consultado. (Art. 96
CPP)
Derechos y facultades del defensor: El defensor podrá ejercer todos los derechos y facultades que la ley
reconoce al imputado, a menos que expresamente se reservare su ejercicio a este último en forma personal.
(Art. 104 CPP)
Derechos y garantías del imputado: Todo imputado podrá hacer valer, hasta la terminación del proceso, los
derechos y garantías que le confieren las leyes. En especial, tendrá derecho a: a) Que se le informe de manera
específica y clara acerca de los hechos que se le imputaren y los derechos que le otorgan la Constitución y las
leyes; b) Ser asistido por un abogado desde los actos iniciales de la investigación; c) Solicitar de los fiscales
diligencias de investigación destinadas a desvirtuar las imputaciones que se le formularen; d) Solicitar
directamente al juez que cite a una audiencia, a la cual podrá concurrir con su abogado o sin él, con el fin de
prestar declaración sobre los hechos materia de la investigación; e) Solicitar que se active la investigación y
conocer su contenido, salvo en los casos en que alguna parte de ella hubiere sido declarada secreta y sólo por el
tiempo que esa declaración se prolongare; f) Solicitar el sobreseimiento definitivo de la causa y recurrir contra
la resolución que lo rechazare; g) Guardar silencio o, en caso de consentir en prestar declaración, a no hacerlo
bajo juramento. Sin perjuicio de lo dispuesto en los artículos 91 (declaraciones del imputado ante la policía) y
102 (derecho a designar libremente un abogado defensor), al ser informado el imputado del derecho que le
asiste conforme a esta letra, respecto de la primera declaración que preste ante el fiscal o la policía, según el
caso, deberá señalársele lo siguiente: “Tiene derecho a guardar silencio. El ejercicio de este derecho no le
ocasionará ninguna consecuencia legal adversa; sin embargo, si renuncia a él, todo lo que manifieste puede ser
usado en su contra”; h) No ser sometido a tortura ni a otros tratos crueles, inhumanos o degradantes, y i) No
ser juzgado en ausencia, sin perjuicio de las responsabilidades que para él derivaren de la situación de
rebeldía. (Art. 93 CPP)
Derechos y garantías del imputado privado de libertad: El imputado privado de libertad tendrá, además (de
las consignadas en el art. 93), las siguientes garantías y derechos: a) A que se le exprese específica y claramente
el motivo de su privación de libertad y, salvo el caso de delito flagrante, a que se le exhiba la orden que la
dispusiere; b) A que el funcionario a cargo del procedimiento de detención o de aprehensión le informe de los
derechos a que se refiere el inciso segundo del artículo 135; c) A ser conducido sin demora ante el tribunal que
hubiere ordenado su detención; d) A solicitar del tribunal que le conceda la libertad; e) A que el encargado de
la guardia del recinto policial al cual fuere conducido informe, en su presencia, al familiar o a la persona que le
indicare, que ha sido detenido o preso, el motivo de la detención o prisión y el lugar donde se encontrare; f) A
entrevistarse privadamente con su abogado de acuerdo al régimen del establecimiento de detención, el que
sólo contemplará las restricciones necesarias para el mantenimiento del orden y la seguridad del recinto; g) A
tener, a sus expensas, las comodidades y ocupaciones compatibles con la seguridad del recinto en que se
encontrare, y h) A recibir visitas y comunicarse por escrito o por cualquier otro medio, salvo lo dispuesto en el
artículo 151 (es decir que el juez lo prohíba, pero en ningún caso puede incluir al abogado defensor ni a la
debida atención médica). (Art. 94 CPP)
Derechos de la persona sujeta a control de identidad: En cualquier caso que hubiere sido necesario conducir
a la unidad policial a la persona cuya identidad se tratare de averiguar en virtud del artículo precedente, el
funcionario que practicare el traslado deberá informarle verbalmente de su derecho a que se comunique a su
Derechos del querellado frente al desistimiento: El desistimiento de la querella dejará a salvo el derecho del
querellado para ejercer, a su vez, la acción penal o civil a que dieren lugar la querella o acusación calumniosa,
y a demandar los perjuicios que le hubiere causado en su persona o bienes y las costas. Se exceptúa el caso en
que el querellado hubiere aceptado expresamente el desistimiento del querellante. (Art. 119 CPP)
Designación de curador (en sujeto inimputable por enajenación mental): Existiendo antecedentes acerca de
la enajenación mental del imputado, sus derechos serán ejercidos por un curador ad litem designado al efecto.
(Art. 459 CPP)
Designación posterior de defensor: La designación de un defensor penal público no afectará el derecho del
imputado a elegir posteriormente otro de su confianza; pero la sustitución no producirá efectos hasta que el
defensor designado aceptare el mandato y fijare domicilio. (Art. 107 CPP)
Desistimiento del Estado requirente (en extradición pasiva): Se sobreseerá definitivamente en cualquier
etapa del procedimiento en que el Estado requirente se desistiere de su solicitud. (Art. 453 CPP)
Desistimiento y abandono de la acción civil: La víctima podrá desistirse de su acción en cualquier estado del
procedimiento.- Se considerará abandonada la acción civil interpuesta en el procedimiento penal, cuando la
víctima no compareciere, sin justificación, a la audiencia de preparación del juicio oral o a la audiencia del
juicio oral. (Art. 64 CPP)
Desistimiento del querellante: El querellante podrá desistirse de su querella en cualquier momento del
procedimiento. En ese caso, tomará a su cargo las costas propias y quedará sujeto a la decisión general sobre
costas que dictare el tribunal al finalizar el procedimiento. (Art. 118 CPP)
Destino de las especies decomisadas: Los dineros y otros valores decomisados se destinarán a la Corporación
Administrativa del Poder Judicial.- Si el tribunal estimare necesario ordenar la destrucción de las especies, se
llevará a cabo bajo la responsabilidad del administrador del tribunal, salvo que se le encomendare a otro
organismo público. En todo caso, se registrará la ejecución de la diligencia.- Las demás especies decomisadas
se pondrán a disposición de la Dirección General del Crédito Prendario para que proceda a su enajenación en
subasta pública, o a destruirlas si carecieren de valor. El producto de la enajenación tendrá el mismo destino
que se señala en el inciso primero.- En los casos de los artículos 366 quinquies (producción de material
pornográfico de menores de edad), 374 bis, inciso primero (comercialización o distribución de material
pornográfico infantil), y 374 ter del Código Penal (que fija reglas de competencia nacional por estos delitos), el
Detención en caso de flagrancia: Cualquier persona podrá detener a quien sorprendiere en delito flagrante,
debiendo entregar inmediatamente al aprehendido a la policía, al ministerio público o a la autoridad judicial
más próxima.- Los agentes policiales estarán obligados a detener a quienes sorprendieren in fraganti en la
comisión de un delito. En el mismo acto, la policía podrá proceder al registro de las vestimentas, equipaje o
vehículo de la persona detenida, debiendo cumplir con lo señalado en el inciso segundo del artículo 89 de este
Código (el registro se debe realizar por una persona del mismo sexo del detenido).- No obstará a la detención
la circunstancia de que la persecución penal requiriere instancia particular previa, si el delito flagrante fuere de
aquellos previstos y sancionados en los artículos 361 a 366 quáter (violación, estupro, abusos sexuales o
exposición a material sexual con menores involucrados) del Código Penal. La policía deberá, asimismo,
detener al sentenciado a penas privativas de libertad que hubiere quebrantado su condena, al que se fugare
estando detenido, al que tuviere orden de detención pendiente, a quien fuere sorprendido en violación
flagrante de las medidas cautelares personales que se le hubieren impuesto, al que fuere sorprendido
infringiendo las condiciones impuestas en virtud de las letras a) (prohibición de acudir a determinados
lugares), b) (prohibición de acercarse a la víctima u otras personas), c) (obligación de mantenerse en el
domicilio) y d) (obligación de cumplir con tratamientos o programas) del artículo 17 ter de la ley Nº 18.216 y al
que violare la condición del artículo 238, letra b) (abstenerse de frecuentar determinadas personas o lugares en
el contexto de una suspensión condicional del procedimiento), que le hubiere sido impuesta para la protección
de otras personas.- Sin perjuicio de lo señalado en el inciso anterior, el tribunal que correspondiere deberá, en
caso de quebrantamiento de condena y tan pronto tenga conocimiento del mismo, despachar la respectiva
orden de detención en contra del condenado. En los casos de que trata este artículo, la policía podrá ingresar a
un lugar cerrado, mueble o inmueble, cuando se encontrare en actual persecución del individuo a quien
debiere detener, para practicar la respectiva detención. En este caso, la policía podrá registrar el lugar e
incautar los objetos y documentos vinculados al caso que dio origen a la persecución, dando aviso de
inmediato al fiscal, quien los conservará. Lo anterior procederá sin perjuicio de lo establecido en el artículo 215
(es decir, incautación de especies no vinculadas al caso pero posiblemente constitutivas de un hecho punible).
(Art. 129 CPP)
Detención en la residencia del imputado: La detención del que se encontrare en los casos previstos en el
párrafo segundo del número 6º del artículo 10 del Código Penal se hará efectiva en su residencia (casos de
Legítima defensa privilegiada). Si el detenido tuviere su residencia fuera de la ciudad donde funcionare el
tribunal competente, la detención se hará efectiva en la residencia que aquél señalare dentro de la ciudad en
que se encontrare el tribunal. (Art. 138 CPP)
Detención in fraganti (en desafuero): Si el aforado fuere detenido por habérsele sorprendido en delito
flagrante, el fiscal lo pondrá inmediatamente a disposición de la Corte de Apelaciones respectiva. Asimismo,
remitirá la copia del registro de las diligencias que se hubieren practicado y que fueren conducentes para
resolver el asunto. (Art. 417 CPP)
Detención Judicial: Salvo en los casos contemplados en el artículo 124, el tribunal, a solicitud del ministerio
público, podrá ordenar la detención del imputado para ser conducido a su presencia, sin previa citación,
cuando de otra manera la comparecencia pudiera verse demorada o dificultada.- Además, podrá decretarse la
detención del imputado por un hecho al que la ley asigne una pena privativa de libertad de crimen.-
Tratándose de hechos a los que la ley asigne las penas de crimen o simple delito, el juez podrá considerar como
razón suficiente para ordenar la detención la circunstancia de que el imputado haya concurrido
voluntariamente ante el fiscal o la policía, y reconocido voluntariamente su participación en ellos.- También se
decretará la detención del imputado cuya presencia en una audiencia judicial fuere condición de ésta y que,
legalmente citado, no compareciere sin causa justificada.- La resolución que denegare la orden de detención
será susceptible del recurso de apelación por el Ministerio Público. (Art. 127 CPP)
Detención por cualquier tribunal: Todo tribunal, aunque no ejerza jurisdicción en lo criminal, podrá dictar
órdenes de detención contra las personas que, dentro de la sala de su despacho, cometieren algún crimen o
simple delito, conformándose a las disposiciones de este Título. (Art. 128 CPP)
Devolución de los documentos de la investigación: El tribunal devolverá a los intervinientes los documentos
que hubieren acompañado durante el procedimiento. (Art. 279 CPP)
Días y horas hábiles: Todos los días y horas serán hábiles para las actuaciones del procedimiento penal y no
se suspenderán los plazos por la interposición de días feriados.- No obstante, cuando un plazo de días
concedido a los intervinientes venciere en día feriado, se considerará ampliado hasta las veinticuatro horas del
día siguiente que no fuere feriado. (Art. 14 CPP)
Difusión de derechos: En todo recinto policial, de los Juzgados de Garantía, de los tribunales del juicio oral en
lo penal, del Ministerio Público y de la defensoría Penal Pública, deberá exhibirse en lugar destacado y
claramente visible al público, un cartel en el cual se consignen los derechos de las víctimas y aquellos que les
asisten a las personas que son detenidas. Asimismo, en todo recinto de detención policial y casa de detención
deberá exhibirse un cartel en el cual se consignen los derechos de los detenidos. El texto y formato de estos
carteles serán determinados por el Ministerio de Justicia. (Art. 137 CPP)
Dirección del ministerio público: Los funcionarios señalados en el artículo anterior (policía de
investigaciones, carabineros y gendarmería pero solo respecto de hechos cometidos dentro de recintos
carcelarios) que, en cada caso, cumplieren funciones previstas en este Código, ejecutarán sus tareas bajo la
dirección y responsabilidad de los fiscales y de acuerdo a las instrucciones que éstos les impartieren para los
efectos de la investigación, sin perjuicio de su dependencia de las autoridades de la institución a la que
pertenecieren. También deberán cumplir las órdenes que les dirigieren los jueces para la tramitación del
procedimiento. Los funcionarios antes mencionados deberán cumplir de inmediato y sin más trámite las
órdenes que les impartieren los fiscales y los jueces, cuya procedencia, conveniencia y oportunidad no podrán
calificar, sin perjuicio de requerir la exhibición de la autorización judicial previa, cuando correspondiere, salvo
los casos urgentes a que se refiere el inciso final del artículo 9º (orden de detención verbal), en los cuales la
autorización judicial se exhibirá posteriormente. (Art. 80 CPP)
Duración y control de las medidas de seguridad: Las medidas de seguridad impuestas al enajenado mental
sólo podrán durar mientras subsistieren las condiciones que las hubieren hecho necesarias, y en ningún caso
podrán extenderse más allá de la sanción restrictiva o privativa de libertad que hubiere podido imponérsele o
del tiempo que correspondiere a la pena mínima probable, el que será señalado por el tribunal en su fallo.- Se
entiende por pena mínima probable, para estos efectos, el tiempo mínimo de privación o restricción de libertad
que la ley prescribiere para el delito o delitos por los cuales se hubiere dirigido el procedimiento en contra del
sujeto enajenado mental, formalizado la investigación o acusado, según correspondiere.- La persona o
institución que tuviere a su cargo al enajenado mental deberá informar semestralmente sobre la evolución de
su condición al ministerio público y a su curador o a sus familiares, en el orden de prelación mencionado en el
artículo 108, es decir: a) al cónyuge o al conviviente civil y a los hijos; b) a los ascendientes; c) al conviviente; d)
a los hermanos, y e) al adoptado o adoptante.- El ministerio público, el curador o familiar respectivo podrá
solicitar al juez de garantía la suspensión de la medida o la modificación de las condiciones de la misma,
cuando el caso lo aconsejare.- Sin perjuicio de lo anterior, el ministerio público deberá inspeccionar, cada seis
Efectos civiles del acuerdo reparatorio: Ejecutoriada la resolución judicial que aprobare el acuerdo
reparatorio, podrá solicitarse su cumplimiento ante el juez de garantía con arreglo a lo establecido en los
artículos 233 y siguientes del Código de Procedimiento Civil. El acuerdo reparatorio no podrá ser dejado sin
efecto por ninguna acción civil. (Art. 243 CPP)
Efectos del ejercicio exclusivo de la acción civil: Cuando sólo se ejerciere la acción civil respecto de un hecho
punible de acción privada se considerará extinguida, por esa circunstancia, la acción penal (.-) Para estos
efectos no constituirá ejercicio de la acción civil la solicitud de diligencias destinadas a preparar la demanda
civil o a asegurar su resultado, que se formulare en el procedimiento penal. (Art. 66 CPP)
Efectos del abandono: La declaración del abandono de la querella impedirá al querellante ejercer los derechos
que en esa calidad le confiere este Código. (Art. 121 CP/P)*
Efectos de la ausencia del defensor: La ausencia del defensor en cualquier actuación en que la ley exigiere
expresamente su participación acarreará la nulidad de la misma, sin perjuicio de lo señalado en el artículo 286
(Es necesaria la presencia del defensor durante la celebración del juicio oral, su incomparecencia, constituirá
abandono de la defensa y obligará al tribunal a la designación de un defensor penal público, en relación a lo
dispuesto en el artículo 106, el cual establece las normas relativas al abandono o renuncia de la defensa; en caso
de renuncia formal, no lo exime de responsabilidad en cuanto al cumplimiento de actos inmediatos y urgentes,
en caso de renuncia el tribunal deberá designar un defensor penal público, salvo que el imputado designe uno
privado). Sin perjuicio de lo anterior, no podrá ser presentada la mencionada renuncia del abogado defensor
dentro de los diez días previos a la realización de la audiencia de juicio oral, como tampoco dentro de los siete
días previos a la realización de la audiencia de preparación de juicio. El abogado defensor que renunciare a su
cargo en los plazos señalados en el inciso anterior, o abandonare o dejare de asistir injustificadamente a las
audiencias mencionadas en el artículo 103 bis, será sancionado con la suspensión del ejercicio de la profesión
en los términos previstos en el citado precepto. En el caso de renuncia del defensor o en cualquier situación de
abandono de hecho de la defensa, el tribunal deberá designar de oficio un defensor penal público que la
asuma, a menos que el imputado se procurare antes un defensor de su confianza. Con todo, tan pronto este
defensor hubiere aceptado el cargo, cesará en sus funciones el designado por el tribunal.(Art. 106 CPP)
Efectos de la declaración de nulidad: La declaración de nulidad del acto conlleva la de los actos consecutivos
que de él emanaren o dependieren. El tribunal, al declarar la nulidad, determinará concretamente cuáles son
los actos a los que ella se extendiere y, siendo posible, ordenará que se renueven, rectifiquen o ratifiquen. Con
todo, la declaración de nulidad no podrá retrotraer el procedimiento a etapas anteriores, a pretexto de
repetición del acto, rectificación del error o cumplimiento del acto omitido, salvo en los casos en que ello
Efectos de la extinción de la acción civil: Extinguida la acción civil no se entenderá extinguida la acción penal
para la persecución del hecho punible. (Art. 65 CPP)
Efectos de la interposición del recurso (de nulidad): La interposición del recurso de nulidad suspende los
efectos de la sentencia condenatoria recurrida. En lo demás, se aplicará lo dispuesto en el artículo 355 (la
interposición de un recurso «cualquiera de ellos» no suspenderá la ejecución de una decisión, salvo que se
impugne una sentencia definitiva condenatoria o así sea dispuesto por la ley). Interpuesto el recurso, no
podrán invocarse nuevas causales. Con todo, la Corte, de oficio, podrá acoger el recurso que se hubiere
deducido en favor del imputado por un motivo distinto del invocado por el recurrente, siempre que aquél
fuere alguno de los señalados en el artículo 374 (En caso de sentencia declarada por un tribunal incompetente;
en caso de ser pronunciada la sentencia por un tribunal no integrado por los jueces designados por la ley; en
caso de que la sentencia fuera pronunciada por algún juez implicado o que su recusación estuviere pendiente o
declarado por el tribunal competente; en caso de que la sentencia hubiere sido acordada por un número menor
de votos, pronunciada por un número menor de jueces o con la concurrencia de jueces que no hubieren
asistido; en caso de celebrar la audiencia de juicio oral en ausencia del juez, del fiscal del ministerio público o
del defensor; en caso de que a la defensa se le hubiere impedido ejercer sus facultades; en caso de violación a
las disposiciones relacionadas con los principios de publicidad y continuidad del juicio; en caso de la omisión
de la exposición clara de los hechos y circunstancias probados, de las bases legales o doctrinales que sirvieren
de fundamento, de la resolución de condena o absolución o la responsabilidad civil; en caso de que la sentencia
se hubiere dictado excedida del contenido de la acusación y, por último, en caso de que la sentencia se hubiere
dictado en oposición a otra sentencia pasada en autoridad de cosa juzgada). (Art. 379 CPP)
Efectos de la rebeldía: Declarada la rebeldía, las resoluciones que se dictaren en el procedimiento se tendrán
por notificadas personalmente al rebelde en la misma fecha en que se pronunciaren (.-) La investigación no se
suspenderá por la declaración de rebeldía y el procedimiento continuará hasta la realización de la audiencia de
preparación del juicio oral, en la cual se podrá sobreseer definitiva o temporalmente la causa de acuerdo al
mérito de lo obrado (.-) Si la declaración de rebeldía se produjere durante la etapa de juicio oral, el
procedimiento se sobreseerá temporalmente, hasta que el imputado compareciere o fuere habido (.-) El
sobreseimiento afectará sólo al rebelde y el procedimiento continuará con respecto a los imputados presentes
(.-) El imputado que fuere habido pagará las costas causadas con su rebeldía, a menos que justificare
debidamente su ausencia. (Art. 101 CPP)
Efectos de la resolución que dirime la competencia: Dirimida la competencia, serán puestas inmediatamente
a disposición del juez competente las personas que se encontraren privadas de libertad, así como los
antecedentes que obraren en poder de los demás jueces que hubieren intervenido (.-) Todas las actuaciones
practicadas ante los jueces que resultaren incompetentes serán válidas, sin necesidad de ratificación por el juez
que fuere declarado competente. (Art. 73 CPP)
Efectos de la resolución que no diere lugar a formación de causa (en desafuero): Si, en el caso del inciso
primero del artículo 416 (Cerrada la investigación, si el fiscal estima que procede formular acusación en contra
de diputados o senadores por la comisión de delitos flagrantes, deberá remitirla a la Corte de Apelaciones
correspondiente; misma situación ocurrirá en caso de requerir la privación preventiva u otra medida
preventiva del funcionario aforado; en caso de que se tratare de delitos de acción privada, el querellante
deberá solicitar la declaración a la Corte de Apelaciones) la Corte de Apelaciones declarare no haber lugar a
formación de causa, esta resolución producirá los efectos del sobreseimiento definitivo respecto del aforado
favorecido con aquella declaración Tratándose de la situación contemplada en el inciso tercero del mismo
artículo, el juez de garantía no admitirá a tramitación la querella y archivará los antecedentes. (Art. 421 CPP)
Efectos del recurso de apelación: La apelación se concederá en el solo efecto devolutivo, a menos que la ley
señalare expresamente lo contrario. (Art. 368 CPP)
Efectos relativos de la renuncia (de la acción penal): La renuncia de la acción penal sólo afectará al
renunciante y a sus sucesores, y no a otras personas a quienes también correspondiere la acción. (Art. 57 CPP)
Efectos de la sentencia que declara admisible la querella de capítulos: Cuando por sentencia firme se
hubieren declarado admisibles todos o alguno de los capítulos de acusación, el funcionario capitulado quedará
suspendido del ejercicio de sus funciones y el procedimiento penal continuará de acuerdo a las reglas
generales. Sin embargo, en el caso a que se refiere el inciso primero del artículo 425 (Cerrada la investigación,
en caso de que el fiscal estimare que procede formular acusación en contra de un juez, un fiscal judicial o del
ministerio público, deberá remitir los antecedentes a la Corte de Apelaciones correspondiente) el juez de
garantía fijará de inmediato la fecha de la audiencia de preparación del juicio oral la que deberá verificarse
dentro de los quince días siguientes a la recepción de los antecedentes por el juzgado de garantía. A su vez, la
audiencia del juicio oral deberá iniciarse dentro del plazo de quince días contado desde la notificación del auto
de apertura del juicio oral. Con todo, se aplicarán los plazos previstos en las reglas generales cuando el
imputado lo solicitare para preparar su defensa. (Art. 428 CPP)
Efectos de la sentencia que declara inadmisible la querella de capítulos: Si, en el caso del inciso primero del
artículo 425 (Cerrada la investigación, en caso de que el fiscal estimare que procede formular acusación en
contra de un juez, un fiscal judicial o del ministerio público, deberá remitir los antecedentes a la Corte de
Apelaciones correspondiente), la Corte de Apelaciones declarare inadmisibles todos los capítulos de acusación
comprendidos en la querella, tal resolución producirá los efectos del sobreseimiento definitivo respecto del
juez, fiscal judicial o fiscal del ministerio público favorecido con aquella declaración. Tratándose de la
Efectos de la sentencia (de revisión): Si la sentencia de la Corte Suprema o, en caso de que hubiere nuevo
juicio, la que pronunciare el tribunal que conociere de él, comprobare la completa inocencia del condenado por
la sentencia anulada, éste podrá exigir que dicha sentencia se publique en el Diario Oficial a costa del Fisco y
que se devuelvan por quien las hubiere percibido las sumas que hubiere pagado en razón de multas, costas e
indemnización de perjuicios en cumplimiento de la sentencia anulada (.-) El cumplimiento del fallo en lo
atinente a las acciones civiles que emanan de él será conocido por el juez de letras en lo civil que corresponda,
en juicio sumario. Los mismos derechos corresponderán a los herederos del condenado que hubiere fallecido.
Además, la sentencia ordenará, según el caso, la libertad del imputado y la cesación de la inhabilitación. (Art.
479 CPP)
Efectos del sobreseimiento definitivo: El sobreseimiento definitivo pone término al procedimiento y tiene la
autoridad de cosa juzgada. (Art. 251 CPP)
Efecto en Chile de las sentencias penales de tribunales extranjeros: Tendrán valor en Chile las sentencias
penales extranjeras. En consecuencia, nadie podrá ser juzgado ni sancionado por un delito por el cual hubiere
sido ya condenado o absuelto por una sentencia firme de acuerdo a la ley y al procedimiento de un país
extranjero, a menos que el juzgamiento en dicho país hubiere obedecido al propósito de sustraer al individuo
de su responsabilidad penal por delitos de competencia de los tribunales nacionales o, cuando el imputado lo
solicitare expresamente, si el proceso respectivo no hubiere sido instruido de conformidad con las garantías de
un debido proceso o lo hubiere sido en términos que revelaren falta de intención de juzgarle seriamente (.-) En
tales casos, la pena que el sujeto hubiere cumplido en el país extranjero se le imputará a la que debiere cumplir
en Chile, si también resultare condenado (.-) La ejecución de las sentencias penales extranjeras se sujetará a lo
que dispusieren los tratados internacionales ratificados por Chile y que se encontraren vigentes. (Art. 13 CPP)
Efectos penales del acuerdo reparatorio: Una vez cumplidas las obligaciones contraídas por el imputado en el
acuerdo reparatorio o garantizadas debidamente a satisfacción de la víctima, el tribunal dictará sobreseimiento
definitivo, total o parcial, en la causa, con lo que se extinguirá, total o parcialmente, la responsabilidad penal
del imputado que lo hubiere celebrado. (Art. 242 CPP)
Efectos subjetivos del acuerdo reparatorio: Si en la causa existiere pluralidad de imputados o víctimas, el
procedimiento continuará respecto de quienes no hubieren concurrido al acuerdo. (Art. 244 CPP)
Ejecución civil: En el cumplimiento de la decisión civil de la sentencia, regirán las disposiciones sobre
ejecución de las resoluciones judiciales que establece el Código de Procedimiento Civil. (Art. 472 CPP)
Ejecución de la medida de prisión preventiva: El tribunal será competente para supervisar la ejecución de la
prisión preventiva que ordenare en las causas de que conociere. A él corresponderá conocer de las solicitudes
y presentaciones realizadas con ocasión de la ejecución de la medida. La prisión preventiva se ejecutará en
establecimientos especiales, diferentes de los que se utilizaren para los condenados o, al menos, en lugares
absolutamente separados de los destinados para estos últimos. El imputado será tratado en todo momento
como inocente. La prisión preventiva se cumplirá de manera tal que no adquiera las características de una
Ejecución de la sentencia penal: Las sentencias condenatorias penales no podrán ser cumplidas sino cuando
se encontraren ejecutoriadas. Cuando la sentencia se hallare firme, el tribunal decretará una a una todas las
diligencias y comunicaciones que se requirieren para dar total cumplimiento al fallo. Cuando el condenado
debiere cumplir pena privativa de libertad, el tribunal remitirá copia de la sentencia, con el atestado de
hallarse firme, al establecimiento penitenciario correspondiente, dando orden de ingreso. Si el condenado
estuviere en libertad, el tribunal ordenará inmediatamente su aprehensión y, una vez efectuada, procederá
conforme a la regla anterior. Si la sentencia hubiere concedido una pena sustitutiva a las penas privativas o
restrictivas de libertad consideradas en la ley, remitirá copia de la misma a la institución encargada de su
ejecución. Asimismo, ordenará y controlará el efectivo cumplimiento de las multas y comisos impuestos en la
sentencia, ejecutará las cauciones en conformidad con el artículo 147 (En casos de rebeldía del imputado, se
entregará el monto obtenido a la Corporación Administrativa del Poder Judicial, en caso de que la caución
hubiere sido constituida por un tercero, el tribunal deberá informar al tercero, apercibiéndolo a hacer efectiva
la caución en caso de la no comparecencia del imputado; en caso de que la caución no consistiere en dinero, el
ejecutante será el Consejo de Defensa del Estado), cuando procediere, y dirigirá las comunicaciones que
correspondiere a los organismos públicos o autoridades que deban intervenir en la ejecución de lo resuelto.
(Art. 468 CPP)
Ejercicio de la acción penal: Los delitos de acción pública serán investigados con arreglo a las disposiciones
de este Título. Cuando el ministerio público tomare conocimiento de la existencia de un hecho que revistiere
caracteres de delito, con el auxilio de la policía, promoverá la persecución penal, sin que pueda suspender,
interrumpir o hacer cesar su curso, salvo en los casos previstos en la ley. Tratándose de delitos de acción
pública previa instancia particular, no podrá procederse sin que, a lo menos, se hubiere denunciado el hecho
con arreglo al artículo 54 (No se podrá proceder de oficio sin que el ofendido no denunciare el hecho), salvo
para realizar los actos urgentes de investigación o los absolutamente necesarios para impedir o interrumpir la
comisión del delito. (Art. 166 CPP)
Entrada y registro en lugares cerrados: Cuando se presumiere que el imputado, o medios de comprobación
del hecho que se investigare, se encontrare en un determinado edificio o lugar cerrado, se podrá entrar al
mismo y proceder al registro, siempre que su propietario o encargado consintiere expresamente en la práctica
de la diligencia. En este caso, el funcionario que practicare el registro deberá individualizarse y cuidará que la
diligencia se realizare causando el menor daño y las menores molestias posibles a los ocupantes. Asimismo,
entregará al propietario o encargado un certificado que acredite el hecho del registro, la individualización de
los funcionarios que lo hubieren practicado y de aquél que lo hubiere ordenado. Si, por el contrario, el
propietario o el encargado del edificio o lugar no permitiere la entrada y registro, la policía adoptará las
medidas tendientes a evitar la posible fuga del imputado y el fiscal solicitará al juez la autorización para
proceder a la diligencia. En todo caso, el fiscal hará saber al juez las razones que el propietario o encargado
hubiere invocado para negar la entrada y registro. (Art. 205 CPP)
Entrada y registro en lugares cerrados sin autorización u orden : La policía podrá entrar en un lugar cerrado
y registrarlo, sin el consentimiento expreso de su propietario o encargado ni autorización u orden previa,
cuando las llamadas de auxilio de personas que se encontraren en el interior u otros signos evidentes indicaren
que en el recinto se está cometiendo un delito, o que exista algún indicio de que se está procediendo a la
destrucción de objetos o documentos, de cualquier clase, que pudiesen haber servido o haber estado
Entrada y registro en lugares de libre acceso público: Carabineros de Chile y la Policía de Investigaciones
podrán efectuar el registro de lugares y recintos de libre acceso público, en búsqueda del imputado contra el
cual se hubiere librado orden de detención, o de rastros o huellas del hecho investigado o medios que
pudieren servir a la comprobación del mismo. (Art. 204 CPP)
Entrada y registro en locales consulares: Para la entrada y registro de los locales consulares o partes de ellos
que se utilizaren exclusivamente para el trabajo de la oficina consular, se deberá recabar el consentimiento del
jefe de la oficina consular o de una persona que él designare, o del jefe de la misión diplomática del mismo
Estado. Regirá, en lo demás, lo dispuesto en el artículo precedente. (Art. 211 CPP)
Entrada y registro en lugares especiales: Para proceder al examen y registro de lugares religiosos, edificios en
que funcionare alguna autoridad pública o recintos militares, el fiscal deberá oficiar previamente a la
autoridad o persona a cuyo cargo estuvieren, informando de la práctica de la actuación. Dicha comunicación
deberá ser remitida con al menos 48 horas de anticipación y contendrá las señas de lo que hubiere de ser objeto
del registro, a menos que fuere de temer que por dicho aviso pudiere frustrarse la diligencia. Además, en ella
se indicará a las personas que lo acompañarán e invitará a la autoridad o persona a cargo del lugar, edificio o
recinto a presenciar la actuación o a nombrar a alguna persona que asista. Si la diligencia implicare el examen
de documentos reservados o de lugares en que se encontrare información o elementos de dicho carácter y cuyo
conocimiento pudiere afectar la seguridad nacional, la autoridad o persona a cuyo cargo se encontrare el
recinto informará de inmediato y fundadamente de este hecho al Ministro de Estado correspondiente, a través
del conducto regular, quien, si lo estimare procedente, oficiará al fiscal manifestando su oposición a la práctica
de la diligencia. Tratándose de entidades con autonomía constitucional, dicha comunicación deberá remitirse a
la autoridad superior correspondiente. En este caso, si el fiscal estimare indispensable la realización de la
actuación, remitirá los antecedentes al fiscal regional, quien, si compartiere esa apreciación, solicitará a la Corte
Suprema que resuelva la controversia, decisión que se adoptará en cuenta. Mientras estuviere pendiente esa
determinación, el fiscal dispondrá el sello y debido resguardo del lugar que debiere ser objeto de la diligencia.
Regirá, en lo pertinente, lo dispuesto en el artículo 19 (Obligación de todas las autoridades y órganos del
Estado a realizar las diligencias y proporcionar al ministerio público, la información requerida), y, si la
diligencia se llevare a cabo, se aplicará a la información o elementos que el fiscal resolviere incorporar a los
antecedentes de la investigación lo dispuesto en el artículo 182 (Las actuaciones realizadas por el órgano
investigador y la policía, deberán ser secretas para todos aquellos terceros ajenos al procedimiento). (Art. 209
CPP)
Entrada y registro en lugares que gozan de inviolabilidad diplomática: Para la entrada y registro de locales
de embajadas, residencias de los agentes diplomáticos, sedes de organizaciones y organismos internacionales y
de naves y aeronaves que, conforme al Derecho Internacional, gozaren de inviolabilidad, el juez pedirá su
consentimiento al respectivo jefe de misión por oficio, en el cual le solicitará que conteste dentro de
veinticuatro horas. Este será remitido por conducto del Ministerio de Relaciones Exteriores. Si el jefe de misión
negare su consentimiento o no contestare en el término indicado, el juez lo comunicará al Ministerio de
Relaciones Exteriores. Mientras el Ministro no contestare manifestando el resultado de las gestiones que
practicare, el juez se abstendrá de ordenar la entrada en el lugar indicado. Sin perjuicio de ello, se podrán
adoptar medidas de vigilancia, conforme a las reglas generales. En casos urgentes y graves, podrá el juez
solicitar la autorización del jefe de misión directamente o por intermedio del fiscal, quien certificará el hecho
de haberse concedido. (Art. 210 CPP)
Enumeración y aplicación de otras medidas cautelares personales: Para garantizar el éxito de las diligencias
de investigación o la seguridad de la sociedad, proteger al ofendido o asegurar la comparecencia del imputado
Especies retenidas y no decomisadas: Transcurridos a lo menos seis meses desde la fecha de la resolución
firme que hubiere puesto término al juicio, sin que hubieren sido reclamadas por su legítimo titular las cosas
corporales muebles retenidas y no decomisadas que se encontraren a disposición del tribunal, deberá
procederse de acuerdo a lo dispuesto en los incisos siguientes. Si se tratare de especies, el administrador del
tribunal, previo acuerdo del comité de jueces, las venderá en pública subasta. Los remates se podrán efectuar
dos veces al año. El producto de los remates, así como los dineros o valores retenidos y no decomisados, se
destinarán a la Corporación Administrativa del Poder Judicial. Si se hubiere decretado el sobreseimiento
temporal o la suspensión condicional del procedimiento, el plazo señalado en el inciso primero será de un año.
Las especies que se encontraren bajo la custodia o a disposición del Ministerio Público, transcurridos a lo
menos seis meses desde la fecha en que se dictare alguna de las resoluciones o decisiones a que se refieren los
artículos 167 (Archivo provisional; el ministerio público podrá hacerlo mientras no se produjera intervención
del juez de garantía ni existieran antecedentes que pudieren derivar el esclarecimiento de un hecho), 168
(Facultad para no iniciar la investigación, el fiscal se podrá abstener –fundadamente- de investigar mientras no
existiere intervención del juez de garantía), 170 (Principio de Oportunidad, los fiscales del ministerio público
podrán no iniciar investigación o abandonar la que ya iniciaron cuando un hecho no comprometa el interés
público, salvo que se trate de delitos cometidos por funcionarios públicos o por delitos en los que la pena
mínima exceda la de presidio o reclusión menor en su grado mínimo) y 248 letra c) (Al cierre de la
investigación, el Fiscal del ministerio público, deberá comunicar su decisión de no perseverar en el
procedimiento), de este Código, serán remitidas a la Dirección General del Crédito Prendario, para que
proceda de conformidad a lo dispuesto en el inciso tercero del artículo anterior. Lo dispuesto en los incisos
anteriores no tendrá aplicación tratándose de especies de carácter ilícito. En tales casos, el fiscal solicitará al
juez que le autorice proceder a su destrucción. (Art. 470 CPP)
Exámenes corporales: Si fuere necesario para constatar circunstancias relevantes para la investigación, podrán
efectuarse exámenes corporales del imputado o del ofendido por el hecho punible, tales como pruebas de
carácter biológico, extracciones de sangre u otros análogos, siempre que no fuere de temer menoscabo para la
salud o dignidad del interesado. Si la persona que ha de ser objeto del examen, apercibida de sus derechos,
consintiere en hacerlo, el fiscal o la policía ordenarán que se practique sin más trámite. En caso de negarse le
solicitará la correspondiente autorización judicial, exponiéndose al juez las razones del rechazo El juez de
garantía autorizará la práctica de la diligencia siempre que se cumplieren las condiciones señaladas en el inciso
primero. (Art. 197 CPP)
Examen del registro y certificaciones: Salvas las excepciones expresamente previstas en la ley, los
intervinientes siempre tendrán acceso al contenido de los registros. Los registros podrán también ser
consultados por terceros cuando dieren cuenta de actuaciones que fueren públicas de acuerdo con la ley, a
menos que, durante la investigación o la tramitación de la causa, el tribunal restringiere el acceso para evitar
que se afecte su normal substanciación o el principio de inocencia. En todo caso, los registros serán públicos
transcurridos cinco años desde la realización de las actuaciones consignadas en ellos. A petición de un
Examen de vestimentas, equipaje o vehículos: Se podrá practicar el examen de las vestimentas que llevare el
detenido, del equipaje que portare o del vehículo que condujere. Para practicar el examen de vestimentas, se
comisionará a personas del mismo sexo del imputado y se guardarán todas las consideraciones compatibles
con la correcta ejecución de la diligencia. (Art. 89 CPP)
Exámenes médicos y autopsias: En los delitos en que fuere necesaria la realización de exámenes médicos para
la determinación del hecho punible, el fiscal podrá ordenar que éstos sean llevados a efecto por el Servicio
Médico Legal o por cualquier otro servicio médico. Las autopsias que el fiscal dispusiere realizar como parte
de la investigación de un hecho punible serán practicadas en las dependencias del Servicio Médico Legal, por
el legista correspondiente; donde no lo hubiere, el fiscal designará el médico encargado y el lugar en que la
autopsia debiere ser llevada a cabo. Para los efectos de su investigación, el fiscal podrá utilizar los exámenes
practicados con anterioridad a su intervención, si le parecieren confiables. (Art. 199 CPP)
Exámenes médicos y pruebas relacionadas con los delitos previstos en los artículos 361 a 367 bis y en el
artículo 375 del Código Penal: Tratándose de los delitos previstos en los artículos 361 a 367 bis (Violación,
Estupro) y en el artículo 375 (Incesto) del Código Penal, los hospitales, clínicas y establecimientos de salud
semejantes, sean públicos o privados, deberán practicar los reconocimientos, exámenes médicos y pruebas
biológicas conducentes a acreditar el hecho punible y a identificar a los partícipes en su comisión, debiendo
conservar los antecedentes y muestras correspondientes. Se levantará acta, en duplicado, del reconocimiento y
de los exámenes realizados, la que será suscrita por el jefe del establecimiento o de la respectiva sección y por
los profesionales que los hubieren practicado. Una copia será entregada a la persona que hubiere sido
sometida al reconocimiento, o a quien la tuviere bajo su cuidado; la otra, así como las muestras obtenidas y los
resultados de los análisis y exámenes practicados, se mantendrán en custodia y bajo estricta reserva en la
dirección del hospital, clínica o establecimiento de salud, por un período no inferior a un año, para ser
remitidos al ministerio público. Si los mencionados establecimientos no se encontraren acreditados ante el
Servicio Médico Legal para determinar huellas genéticas, tomarán las muestras biológicas y obtendrán las
evidencias necesarias, y procederán a remitirlas a la institución que corresponda para ese efecto, de acuerdo a
la ley que crea el Sistema Nacional de Registros de ADN y su Reglamento. (Art. 198 CPP)
Exclusión de otras medidas: Cuando la imputación se refiriere a faltas, o delitos que la ley no sancionare con
penas privativas ni restrictivas de libertad, no se podrán ordenar medidas cautelares que recaigan sobre la
libertad del imputado, con excepción de la citación. Lo dispuesto en el inciso anterior no tendrá lugar en los
casos en que se refiere el inciso 4º del artículo 134 (El imputado podrá ser detenido en caso de cometer las
siguientes faltas: amenaza a otro con armas blancas o de fuego, lesiones leves, etc.) o cuando procediere el
arresto por falta de comparecencia, la detención o la prisión preventiva de acuerdo a lo dispuesto en el artículo
33. (Art. 124 CPP)
Excepciones de previo y especial pronunciamiento: El acusado podrá oponer como excepciones de previo y
especial pronunciamiento las siguientes: a) Incompetencia del juez de garantía; b) Litis pendencia; c) Cosa
juzgada; d) Falta de autorización para proceder criminalmente, cuando la Constitución o la ley lo exigieren, y
e) Extinción de la responsabilidad penal. (Art. 264 CPP)
Excepciones en el juicio oral: No obstante lo dispuesto en el artículo 263 (Hasta la víspera de la APJO, por
escrito o al inicio de la audiencia, el acusado podrá señalar los vicios de la acusación, deducir excepciones y
exponer sus argumentos de defensa), si las excepciones previstas en las letras c) y e) del artículo anterior no
fueren deducidas para ser discutidas en la audiencia de preparación del juicio oral, ellas podrán ser planteadas
en el juicio oral. (Art. 265 CPP)
Exclusión de pruebas para el juicio oral: El juez de garantía, luego de examinar las pruebas ofrecidas y
escuchar a los intervinientes que hubieren comparecido a la audiencia, ordenará fundadamente que se
excluyan de ser rendidas en el juicio oral aquéllas que fueren manifiestamente impertinentes y las que tuvieren
por objeto acreditar hechos públicos y notorios. Si estimare que la aprobación en los mismos términos en que
hubieren sido ofrecidas las pruebas testimonial y documental produciría efectos puramente dilatorios en el
juicio oral, dispondrá también que el respectivo interviniente reduzca el número de testigos o de documentos,
cuando mediante ellos deseare acreditar unos mismos hechos o circunstancias que no guardaren pertinencia
sustancial con la materia que se someterá a conocimiento del tribunal de juicio oral en lo penal (.-) Del mismo
modo, el juez excluirá las pruebas que provinieren de actuaciones o diligencias que hubieren sido declaradas
nulas y aquéllas que hubieren sido obtenidas con inobservancia de garantías fundamentales. Las demás
pruebas que se hubieren ofrecido serán admitidas por el juez de garantía al dictar el auto de apertura del juicio
oral. (Art. 276 CPP)
Exhumación: En casos calificados y cuando considerare que la exhumación de un cadáver pudiere resultar de
utilidad en la investigación de un hecho punible, el fiscal podrá solicitar autorización judicial para la práctica
de dicha diligencia. El tribunal resolverá según lo estimare pertinente, previa citación del cónyuge, del
conviviente civil o de los parientes más cercanos del difunto. En todo caso, practicados el examen o la autopsia
correspondientes se procederá a la inmediata sepultura del cadáver. (Art. 202 CPP)
Extradición pasiva simplificada: Si la persona cuya extradición se requiriere, luego de ser informada acerca de
sus derechos a un procedimiento formal de extradición y de la protección que éste le brinda, con asistencia
letrada, expresa ante el Ministro de la Corte Suprema que conociere de la causa, su conformidad en ser
entregada al Estado solicitante, el Ministro concederá sin más trámite la extradición, procediéndose en este
caso en conformidad con el artículo 451 (Ejecutoriada la sentencia que concede la extradición, el Ministro de la
Corte Suprema, pondrá al sujeto requerido a disposición del ministerio de Relaciones Exteriores). (Art. 454
CPP)
Facultad de abstenerse de declarar por razones de secreto: Tampoco estarán obligadas a declarar aquellas
personas que, por su estado, profesión o función legal, como el abogado, médico o confesor, tuvieren el deber
Facultades del acusado: Hasta la víspera del inicio de la audiencia de preparación del juicio oral, por escrito, o
al inicio de dicha audiencia, en forma verbal, el acusado podrá: a) Señalar los vicios formales de que
adoleciere el escrito de acusación, requiriendo su corrección; b) Deducir excepciones de previo y especial
pronunciamiento, y c) Exponer los argumentos de defensa que considere necesarios y señalar los medios de
prueba cuyo examen en el juicio oral solicitare, en los mismos términos previstos en el artículo 259 (Contenido
de la acusación; individualización del o de los acusados, relación circunstanciada de los hechos, relación de las
circunstancias que modifiquen la responsabilidad penal subsidiariamente de la petición principal,
participación del imputado, precepto jurídico aplicable, medios de prueba y la pena a solicitar). (Art. 263 CPP)
Facultades (del Ministerio Público): Los fiscales ejercerán y sustentarán la acción penal pública en la forma
prevista por la ley. Con ese propósito practicarán todas las diligencias que fueren conducentes al éxito de la
investigación y dirigirán la actuación de la policía, con estricta sujeción al principio de objetividad consagrado
en la Ley Orgánica Constitucional del Ministerio Público. (Art. 77 CPP)
Facultades del juez presidente de la sala en la audiencia del juicio oral: El juez presidente de la sala dirigirá
el debate, ordenará la rendición de las pruebas, exigirá el cumplimiento de las solemnidades que
correspondieren y moderará la discusión. Podrá impedir que las alegaciones se desvíen hacia aspectos no
pertinentes o inadmisibles, pero sin coartar el ejercicio de la acusación ni el derecho a defensa (.-) También
podrá limitar el tiempo del uso de la palabra a las partes que debieren intervenir durante el juicio, fijando
límites máximos igualitarios para todas ellas o interrumpiendo a quien hiciere uso manifiestamente abusivo de
su facultad (.-) Además, ejercerá las facultades disciplinarias destinadas a mantener el orden y decoro durante
el debate, y, en general, a garantizar la eficaz realización del mismo (.-) En uso de estas facultades, el
presidente de la sala podrá ordenar la limitación del acceso de público a un número determinado de personas.
También podrá impedir el acceso u ordenar la salida de aquellas personas que se presentaren en condiciones
incompatibles con la seriedad de la audiencia. (Art. 292 CPP)
Facultades del juez respecto del sobreseimiento: El juez de garantía, al término de la audiencia a que se
refiere el artículo 249, se pronunciará sobre la solicitud de sobreseimiento planteada por el fiscal. Podrá
acogerla, sustituirla, decretar un sobreseimiento distinto del requerido o rechazarla, si no la considerare
procedente. En este último caso, dejará a salvo las atribuciones del ministerio público contempladas en las
letras b) y c) del artículo 248 (El Fiscal del ministerio público, dentro de los diez días siguientes al cierre de la
investigación podrá formular acusación o comunicar la decisión de no perseverar). (Art. 256 CPP)
Facultad de no declarar por motivos personales: No estarán obligados a declarar el cónyuge o el conviviente
del imputado, sus ascendientes o descendientes, sus parientes colaterales hasta el segundo grado de
consanguinidad o afinidad, su pupilo o su guardador, su adoptante o adoptado. Si se tratare de personas que,
por su inmadurez o por insuficiencia o alteración de sus facultades mentales, no comprendieren el significado
de la facultad de abstenerse, se requerirá la decisión del representante legal o, en su caso, de un curador
designado al efecto. Si el representante interviniere en el procedimiento, se designará un curador, quien deberá
resguardar los intereses del testigo. La sola circunstancia de que el testigo fuere menor de edad no configurará
necesariamente alguna de las situaciones previstas en la primera parte de este inciso. Las personas
comprendidas en este artículo deberán ser informadas acerca de su facultad de abstenerse, antes de comenzar
cada declaración. El testigo podrá retractar en cualquier momento el consentimiento que hubiere dado para
prestar su declaración. Tratándose de las personas mencionadas en el inciso segundo de este artículo, la
declaración se llevará siempre a cabo en presencia del representante legal o curador. (Art. 302 CPP)
Facultad para no iniciar investigación: En tanto no se hubiere producido la intervención del juez de garantía
en el procedimiento, el fiscal podrá abstenerse de toda investigación, cuando los hechos relatados en la
denuncia no fueren constitutivos de delito o cuando los antecedentes y datos suministrados permitieren
establecer que se encuentra extinguida la responsabilidad penal del imputado. Esta decisión será siempre
fundada y se someterá a la aprobación del juez de garantía. (Art. 168 CPP)
Fallo del recurso (de Nulidad): La Corte deberá fallar el recurso dentro de los veinte días siguientes a la fecha
en que hubiere terminado de conocer de él. En la sentencia, el tribunal deberá exponer los fundamentos que
sirvieren de base a su decisión; pronunciarse sobre las cuestiones controvertidas, salvo que acogiere el recurso,
en cuyo caso podrá limitarse a la causal o causales que le hubieren sido suficientes, y declarar si es nulo o no el
juicio oral y la sentencia definitiva reclamados, o si solamente es nula dicha sentencia, en los casos que se
indican en el artículo siguiente. El fallo del recurso se dará a conocer en la audiencia indicada al efecto, con la
lectura de su parte resolutiva o de una breve síntesis de la misma. (Art. 384 CPP)
Fallo de la extradición pasiva. El tribunal concederá la extradición si estimare comprobada la existencia de las
siguientes circunstancias: a) La identidad de la persona cuya extradición se solicitare; b) Que el delito que se
le imputare o aquél por el cual se le hubiere condenado sea de aquéllos que autorizan la extradición según los
tratados vigentes o, a falta de éstos, en conformidad con los principios de derecho internacional, y c) Que de
los antecedentes del procedimiento pudiere presumirse que en Chile se deduciría acusación en contra del
imputado por los hechos que se le atribuyen. La sentencia correspondiente se dictará, por escrito, dentro de
quinto día de finalizada la audiencia. (Art. 449 CPP)
Fallo en el procedimiento abreviado: Terminado el debate, el juez dictará sentencia. En caso de ser
condenatoria, no podrá imponer una pena superior ni más desfavorable a la requerida por el fiscal o el
querellante, en su caso. La sentencia condenatoria no podrá emitirse exclusivamente sobre la base de la
aceptación de los hechos por parte del imputado. En ningún caso el procedimiento abreviado obstará a la
concesión de alguna de las penas sustitutivas consideradas en la ley, cuando correspondiere. La sentencia no
se pronunciará sobre la demanda civil que hubiere sido interpuesta. (Art. 412 CPP)
Fallo que acoge la solicitud de extradición activa. En caso de acoger la solicitud de extradición, la Corte de
Apelaciones se dirigirá al Ministerio de Relaciones Exteriores, al que hará llegar copia de la resolución de que
se trata en el artículo anterior, pidiendo que se practiquen las gestiones diplomáticas que fueren necesarias
para obtener la extradición (.-) Acompañará, además, copia de la formalización de la investigación que se
hubiere formulado en contra del imputado; de los antecedentes que la hubieren motivado o de la resolución
firme que hubiere recaído en el procedimiento, si se tratare de un condenado; de los textos legales que
tipificaren y sancionaren el delito, de los referentes a la prescripción de la acción y de la pena, y toda la
Fecha, lugar, integración y citaciones (del Juicio Oral): El juez de garantía hará llegar el auto de apertura del
juicio oral al tribunal competente, dentro de las cuarenta y ocho horas siguientes al momento en que quedare
firme (.-) También pondrá a disposición del tribunal de juicio oral en lo penal las personas sometidas a prisión
preventiva o a otras medidas cautelares personales (.-) Una vez distribuida la causa, cuando procediere, el juez
presidente de la sala respectiva procederá de inmediato a decretar la fecha para la celebración de la audiencia
del mismo, la que deberá tener lugar no antes de quince ni después de sesenta días desde la notificación del
auto de apertura del juicio oral (.-) Señalará, asimismo, la localidad en la cual se constituirá y funcionará el
tribunal de juicio oral en lo penal, si se tratare de alguno de los casos previstos en el artículo 21 A del Código
Orgánico de Tribunales (.-) En su resolución, el juez presidente indicará también el nombre de los jueces que
integrarán la sala (.-) Con la aprobación del juez presidente del comité de jueces, convocará a un número de
jueces mayor de tres para que la integren, cuando existieren circunstancias que permitieren presumir que con
el número ordinario no se podrá dar cumplimiento a lo exigido en el artículo 284 (.-) (Presencia ininterrumpida
de los jueces y del ministerio público en el juicio oral) Ordenará, por último, que se cite a la audiencia de todos
quienes debieren concurrir a ella. El acusado deberá ser citado con, a lo menos, siete días de anticipación a la
realización de la audiencia, bajo los apercibimientos previstos en los artículos 33 (Citaciones judiciales) y 141,
inciso cuarto (No procederá la prisión cuando el imputado se encontrare cumpliendo una pena privativa de
libertad). (Art. 281 CPP)
Finalidad y alcance (de las medidas cautelares): Las medidas cautelares personales sólo serán impuestas
cuando fueren absolutamente indispensables para asegurar la realización de los fines del procedimiento y sólo
durarán mientras subsistiere la necesidad de su aplicación (.-) Estas medidas serán siempre decretadas por
medio de resolución judicial fundada. (Art. 122 CPP)
Firma de las resoluciones: Las resoluciones judiciales serán suscritas por el juez o por todos los miembros del
tribunal que las dictare. Si alguno de los jueces no pudiere firmar se dejará constancia del impedimento (.-) No
obstante lo anterior, bastará el registro de la audiencia respecto de las resoluciones que se dictaren en ella. (Art.
37 CPP)
Fiscalización del cumplimiento del deber de información: El fiscal y, en su caso, el juez, deberán cerciorarse
del cumplimiento de lo previsto en el artículo precedente. Si comprobaren que ello no hubiere ocurrido,
informarán de sus derechos al detenido y remitirán oficio, con los antecedentes respectivos, a la autoridad
competente, con el objeto de que aplique las sanciones disciplinarias correspondientes o inicie las
investigaciones penales que procedieren. (Art. 136 CPP)
Formas de inicio (de la investigación): La investigación de un hecho que revistiere caracteres de delito podrá
iniciarse de oficio por el ministerio público, por denuncia o por querella. (Art. 172 CPP)
Forma de interposición del recurso de apelación: El recurso de apelación deberá ser interpuesto por escrito,
con indicación de sus fundamentos y de las peticiones concretas que se formularen. (Art. 367 CPP)
Forma y contenido de la denuncia: La denuncia podrá formularse por cualquier medio y deberá contener la
identificación del denunciante, el señalamiento de su domicilio, la narración circunstanciada del hecho, la
designación de quienes lo hubieren cometido y de las personas que lo hubieren presenciado o que tuvieren
noticia de él, todo en cuanto le constare al denunciante (.-) En el caso de la denuncia verbal se levantará un
registro en presencia del denunciante, quien lo firmará junto con el funcionario que la recibiere. La denuncia
escrita será firmada por el denunciante. En ambos casos, si el denunciante no pudiere firmar, lo hará un tercero
a su ruego. (Art. 174 CPP)
Función de la policía en el procedimiento penal: La Policía de Investigaciones de Chile será auxiliar del
ministerio público en las tareas de investigación y deberá llevar a cabo las diligencias necesarias para cumplir
los fines previstos en este Código, en especial en los artículos 180 (Investigación de los fiscales, los fiscales
deberán dirigir la investigación), 181(La investigación deberá dirigirse con el objeto de comprobar el hecho) y
187 (Los objetos, documentos o instrumentos encontrados en el sitio del suceso, deberán ser recogidos,
identificados y conservados bajo el sello; en caso de que se encontraren en poder del imputado, se deberá
incautar), de conformidad a las instrucciones que le dirigieren los fiscales (.-) Tratándose de delitos que
dependieren de instancia privada se estará a lo dispuesto en los artículos 54 (Delitos de acción pública previa
instancia particular: no se podrá proceder de oficio sin que el ofendido no denunciare el hecho) y 400 (Inicio
del procedimiento) de este Código. Asimismo, le corresponderá ejecutar las medidas de coerción que se
decretaren (.-) Carabineros de Chile, en el mismo carácter de auxiliar del ministerio público, deberá
desempeñar las funciones previstas en el inciso precedente cuando el fiscal a cargo del caso así lo dispusiere (.-
Funcionarios habilitados (para notificar): Las notificaciones de las resoluciones judiciales se realizarán por los
funcionarios del tribunal que hubiere expedido la resolución, que hubieren sido designados para cumplir esta
función por el juez presidente del comité de jueces, a propuesta del administrador del tribunal (.-) El tribunal
podrá ordenar que una o más notificaciones determinadas se practicaren por otro ministro de fe (Art. 24 CPP)
Fundamentación: Será obligación del tribunal fundamentar las resoluciones que dictare, con excepción de
aquellas que se pronunciaren sobre cuestiones de mero trámite. La fundamentación expresará sucintamente,
pero con precisión, los motivos de hecho y de derecho en que se basaren las decisiones tomadas (.-) La simple
relación de los documentos del procedimiento o la mención de los medios de prueba o solicitudes de los
intervinientes no sustituirá en caso alguno la fundamentación. (Art. 36 CPP)
G
Gastos. Cuando fuere necesario efectuar un gasto cuyo pago correspondiere a los intervinientes, el tribunal
estimará su monto y dispondrá su consignación anticipada (.-) En todo caso, el Estado soportará los gastos de
los intervinientes que gozaren del privilegio de pobreza. (Art. 51 CPP)
H
Hallazgo de un cadáver. Cuando hubiere motivo para sospechar que la muerte de una persona fuere el
resultado de un hecho punible, el fiscal procederá, antes de la inhumación del cadáver o inmediatamente
después de su exhumación, a practicar el reconocimiento e identificación del difunto y a ordenar la autopsia (.-
) El cadáver podrá entregarse a los parientes del difunto o a quienes invocaren título o motivo suficiente,
previa autorización del fiscal, tan pronto la autopsia se hubiere practicado. (Art. 201 CPP)
Horario para el registro. El registro deberá hacerse en el tiempo que media entre las seis y las veintidós horas;
pero podrá verificarse fuera de estas horas en lugares de libre acceso público y que se encontraren abiertos
durante la noche. Asimismo, procederá en casos urgentes, cuando su ejecución no admitiere demora (.-) En
este último evento, la resolución que autorizare la entrada y el registro deberá señalar expresamente el motivo
de la urgencia. (Art. 207 CPP)
I
Improcedencia de inhabilitación de los peritos. Los peritos no podrán ser inhabilitados. No obstante, durante
la audiencia del juicio oral podrán dirigírseles preguntas orientadas a determinar su imparcialidad e
idoneidad, así como el rigor técnico o científico de sus conclusiones. Las partes o el tribunal podrán requerir al
perito información acerca de su remuneración y la adecuación de ésta a los montos usuales para el tipo de
trabajo realizado. (Art. 318 CPP)
Imposibilidad de cumplimiento (de una orden). El funcionario de la policía que, por cualquier causa, se
encontrare impedido de cumplir una orden que hubiere recibido del ministerio público o de la autoridad
judicial, pondrá inmediatamente esta circunstancia en conocimiento de quien la hubiere emitido y de su
superior jerárquico en la institución a que perteneciere (.-) El fiscal o el juez que hubiere emitido la orden
podrá sugerir o disponer las modificaciones que estimare convenientes para su debido cumplimiento, o
reiterar la orden, si en su concepto no existiere imposibilidad. (Art. 82 CPP)
Improcedencia de recursos. La resolución que fallare un recurso de nulidad no será susceptible de recurso
alguno, sin perjuicio de la revisión de la sentencia condenatoria firme de que se trata en este Código (.-)
Tampoco será susceptible de recurso alguno la sentencia que se dictare en el nuevo juicio que se realizare como
consecuencia de la resolución que hubiere acogido el recurso de nulidad. No obstante, si la sentencia fuere
condenatoria y la que se hubiere anulado hubiese sido absolutoria, procederá el recurso de nulidad en favor
del acusado, conforme a las reglas generales. (Art. 387 CPP)
Imputado enajenado mental. Cuando en el curso del procedimiento aparecieren antecedentes que permitieren
presumir la inimputabilidad por enajenación mental del imputado, el ministerio público o juez de garantía, de
oficio o a petición de parte, solicitará el informe psiquiátrico correspondiente, explicitando la conducta punible
que se investiga en relación a éste. El juez ordenará la suspensión del procedimiento hasta tanto no se remitiere
el informe requerido, sin perjuicio de continuarse respecto de los demás coimputados, si los hubiere. (Art. 458
CPP)
Imputado que cae en enajenación mental. Si, después de iniciado el procedimiento, el imputado cayere en
enajenación mental, el juez de garantía decretará, a petición del fiscal o de cualquiera de los intervinientes,
previo informe psiquiátrico, el sobreseimiento temporal del procedimiento hasta que desapareciere la
incapacidad del imputado o el sobreseimiento definitivo si se tratare de una enajenación mental incurable (.-)
La regla anterior sólo se aplicará cuando no procediere la terminación del procedimiento por cualquier otra
causa (.-) Si en el momento de caer en enajenación el imputado se hubiere formalizado la investigación o se
hubiere deducido acusación en su contra, y se estimare que corresponde adoptar una medida de seguridad, se
aplicará lo dispuesto en el Párrafo 2º (Todo lo referido a los sujetos inimputables por enajenación mental) de
este Título. (Art. 465 CPP)
Incapacidad para ser perito. No podrán desempeñar las funciones de peritos las personas a quienes la ley
reconociere la facultad de abstenerse de prestar declaración testimonial. (Art. 317 CPP)
Incautación de objetos y documentos. Los objetos y documentos relacionados con el hecho investigado, los
que pudieren ser objeto de la pena de comiso y aquéllos que pudieren servir como medios de prueba, serán
incautados, previa orden judicial librada a petición del fiscal, cuando la persona en cuyo poder se encontraren
no los entregare voluntariamente, o si el requerimiento de entrega voluntaria pudiere poner en peligro el éxito
de la investigación (.-) Si los objetos y documentos se encontraren en poder de una persona distinta del
imputado, en lugar de ordenar la incautación, o bien con anterioridad a ello, el juez podrá apercibirla para que
los entregue. Regirán, en tal caso, los medios de coerción previstos para los testigos. Con todo, dicho
apercibimiento no podrá ordenarse respecto de las personas a quienes la ley reconoce la facultad de no prestar
declaración (.-) Cuando existieren antecedentes que permitieren presumir suficientemente que los objetos y
documentos se encuentran en un lugar de aquéllos a que alude el artículo 205 (Entrada y registro en lugares
cerrados) se procederá de conformidad a lo allí prescrito. (Art. 217 CPP)
Incidentes en la audiencia del juicio oral. Los incidentes promovidos en el transcurso de la audiencia del
juicio oral se resolverán inmediatamente por el tribunal. Las decisiones que recayeren sobre estos incidentes no
serán susceptibles de recurso alguno. (Art. 290 CPP)
Incidentes relacionados con la demanda y su contestación. Todos los incidentes y excepciones deducidos con
ocasión de la interposición o contestación de la demanda deberán resolverse durante la audiencia de
preparación del juicio oral, sin perjuicio de lo establecido en el artículo 270 (Corrección de vicios formales en la
audiencia de preparación del juicio oral, en caso de errores, deberán resolverse sin suspender la audiencia, en
caso de ser necesario se suspenderá por un plazo no mayor a cinco días; en caso de no ser subsanado, el
tribunal tomará las medidas necesarias). (Art. 63 CPP)
Incumplimiento de las instrucciones del fiscal por la policía. Se considerará falta contra el buen servicio de
los funcionarios policiales el incumplimiento de las instrucciones impartidas por los fiscales a las policías,
dando lugar a las responsabilidades administrativas que correspondan, conforme lo establecen los respectivos
reglamentos. (Art. 87 bis CPP)
Incumplimiento de la obligación de denunciar. Las personas indicadas en el artículo 175 (Los miembros de
los Carabineros de Chile, de la Policía de Investigaciones de Chile, de Gendarmería, de las Fuerzas Armadas,
los fiscales y demás empleados públicos, los jefes de puertos, aeropuertos, estaciones de trenes, de buses, los
jefes de establecimientos hospitalarios o de clínicas particulares, los profesionales en medicina, odontología,
química, farmacia o de otras ramas relacionadas con la salud, los directores, inspectores y los profesores de
establecimientos educacionales) que omitieren hacer la denuncia que en él se prescribe incurrirán en la pena
prevista en el artículo 494 (Las faltas) del Código Penal, o en la señalada en disposiciones especiales, en lo que
correspondiere (.-) La pena por el delito en cuestión no será aplicable cuando apareciere que quien hubiere
omitido formular la denuncia arriesgaba la persecución penal propia, del cónyuge, de su conviviente o de
ascendientes, descendientes o hermanos. (Art. 177 CPP)
Información al detenido. El funcionario público a cargo del procedimiento de detención deberá informar al
afectado acerca del motivo de la detención, al momento de practicarla (.-) Asimismo, le informará acerca de los
derechos establecidos en los artículos 93, letras a), b) y g) (El imputado durante el proceso tendrá derecho a
que se le informe acerca de los hechos que se le imputan, ser asistido por un abogado desde actos iniciales y
deberá guardar silencio o en caso de declarar, a no hacerlo bajo juramento), y 94, letras f) y g) (El imputado
privado de libertad tendrá como garantía y derecho a entrevistarse con su abogado y a tener las comodidades
compatibles con la seguridad del recinto donde se encuentre), de este Código. Con todo, si, por las
circunstancias que rodearen la detención, no fuere posible proporcionar inmediatamente al detenido la
información prevista en este inciso, ella le será entregada por el encargado de la unidad policial a la cual fuere
conducido (.-) Se dejará constancia en el libro de guardia del recinto policial del hecho de haberse
proporcionado la información, de la forma en que ello se hubiere realizado, del funcionario que la hubiere
entregado y de las personas que lo hubieren presenciado (.-) La información de derechos prevista en el inciso
anterior podrá efectuarse verbalmente, o bien por escrito, si el detenido manifestare saber leer y encontrarse en
condiciones de hacerlo. En este último caso, se le entregará al detenido un documento que contenga una
descripción clara de esos derechos, cuyo texto y formato determinará el ministerio público (.-) En los casos
comprendidos en el artículo 138, la información prevista en los incisos precedentes será entregada al afectado
en el lugar en que la detención se hiciere efectiva, sin perjuicio de la constancia respectiva en el libro de
guardia. (Art. 135 CPP)
Información al ministerio público. Recibida una denuncia, la policía informará inmediatamente y por el
medio más expedito al ministerio público. Sin perjuicio de ello, procederá, cuando correspondiere, a realizar
las actuaciones previstas en el artículo precedente, respecto de las cuales se aplicará, asimismo, la obligación de
información inmediata. (Art. 84 CPP)
Información a personas que no hubieren intervenido en el procedimiento. En los casos a que se refiere el
inciso segundo del artículo 108 (Se considerará víctima en los delitos donde falleciera el ofendido; el cónyuge o
al concubino, a los ascendientes, al conviviente, a los hermanos y al adoptado o al adoptante), si ninguna de las
personas enunciadas en ese precepto hubiere intervenido en el procedimiento, el ministerio público informará
sus resultados al cónyuge del ofendido por el delito o, en su defecto, a alguno de los hijos u otra de esas
personas. (Art. 110 CPP)
Información de la revisión en un nuevo juicio. Si el ministerio público resolviere formalizar investigación por
los mismos hechos sobre los cuales recayó la sentencia anulada, el fiscal acompañará en la audiencia respectiva
copia fiel del fallo que acogió la revisión solicitada. (Art. 480 CPP)
Información y protección a las víctimas. Será deber de los fiscales durante todo el procedimiento adoptar
medidas, o solicitarlas, en su caso, para proteger a las víctimas de los delitos; facilitar su intervención en el
mismo y evitar o disminuir al mínimo cualquier perturbación que hubieren de soportar con ocasión de los
trámites en que debieren intervenir (.-) Los fiscales estarán obligados a realizar, entre otras, las siguientes
actividades a favor de la víctima: (.-) a) Entregarle información acerca del curso y resultado del procedimiento,
de sus derechos y de las actividades que debiere realizar para ejercerlos (.-) b) Ordenar por sí mismos o
solicitar al tribunal, en su caso, las medidas destinadas a la protección de la víctima y su familia frente a
Ingreso de personas detenidas. Los encargados de los establecimientos penitenciarios no podrán aceptar el
ingreso de personas sino en virtud de órdenes judiciales. (Art. 133 CPP)
Inhabilitación del juez de garantía. Planteada la inhabilitación del juez de garantía, quien debiere subrogarlo
conforme a la ley continuará conociendo de todos los trámites anteriores a la audiencia de preparación del
juicio oral, la que no se realizará hasta que se resolviere la inhabilitación. (Art. 75 CPP)
Inhabilitación de los jueces del tribunal del juicio oral. Las solicitudes de inhabilitación de los jueces del
tribunal de juicio oral deberán plantearse, a más tardar, dentro de los tres días siguientes a la notificación de la
resolución que fijare fecha para el juicio oral, y se resolverán con anterioridad al inicio de la respectiva
audiencia (.-) Cuando los hechos que constituyeren la causal de implicancia o recusación llegaren a
conocimiento de la parte con posterioridad al vencimiento del plazo previsto en el inciso anterior y antes del
inicio del juicio oral, el incidente respectivo deberá ser promovido al iniciarse la audiencia del juicio oral (.-)
Con posterioridad al inicio de la audiencia del juicio oral, no podrán deducirse incidentes relativos a la
inhabilitación de los jueces que integraren el tribunal (.-) Con todo, si cualquiera de los jueces advirtiere un
hecho nuevo constitutivo de causal de inhabilidad, el tribunal podrá declararla de oficio (.-) El tribunal
continuará funcionando con exclusión del o de los miembros inhabilitados, si éstos pudieren ser reemplazados
de inmediato en virtud de lo dispuesto en el inciso quinto del artículo 281 (El tribunal citará a la audiencia a
quienes deban concurrir a ella, el acusado por su parte deberá ser citado con al menos siete días de antelación),
o si continuare integrado por, a lo menos, dos jueces que hubieren concurrido a toda la audiencia. En este
último caso, deberán alcanzar unanimidad para pronunciar la sentencia definitiva. Si no se cumpliere alguna
de estas condiciones, se anulará todo lo obrado en el juicio oral. (Art. 76 CPP)
Inicio del procedimiento (delito de acción privada). El procedimiento comenzará sólo con la interposición de
la querella por la persona habilitada para promover la acción penal, ante el juez de garantía competente. Este
escrito deberá cumplir con los requisitos de los artículos 113 (Requisitos de la Querella) y 261 (Hasta quince
días antes de la fecha fijada para la APJO el querellante podrá; adherir a la acusación del ministerio público,
acusar particularmente, señalar vicios de la acusación, ofrecer pruebas o deducir demanda), en lo que no fuere
contrario a lo dispuesto en este Título (.-) El querellante deberá acompañar una copia de la querella por cada
querellado a quien la misma debiere ser notificada (.-) En la misma querella se podrá solicitar al juez la
realización de determinadas diligencias destinadas a precisar los hechos que configuran el delito de acción
privada. Ejecutadas las diligencias, el tribunal citará a las partes a la audiencia a que se refiere el artículo 403
(El querellante y el querellado podrán comparecer personalmente a la audiencia o a través de un mandatario).
(Art. 400 CPP)
Instrucciones generales. Sin perjuicio de las instrucciones particulares que el fiscal impartiere en cada caso, el
ministerio público regulará mediante instrucciones generales la forma en que la policía cumplirá las funciones
previstas en los artículos 83 (Actuaciones que pueden realizar los funcionarios de Carabineros de Chile y de la
Policía de Investigaciones de Chile sin orden previa) y 85 (Control de identidad que pueden realizar los
funcionarios de Carabineros de Chile y de la Policía de Investigaciones de Chile), así como la forma de
proceder frente a hechos de los que tomare conocimiento y respecto de los cuales los datos obtenidos fueren
insuficientes para estimar si son constitutivos de delito. Asimismo, podrá impartir instrucciones generales
relativas a la realización de diligencias inmediatas para la investigación de determinados delitos. (Art. 87 CPP)
Instrucciones necesarias para el trabajo de los peritos. Durante la etapa de investigación o en la audiencia de
preparación del juicio oral, los intervinientes podrán solicitar del juez de garantía que dicte las instrucciones
necesarias para que sus peritos puedan acceder a examinar los objetos, documentos o lugares a que se refiriere
su pericia o para cualquier otro fin pertinente. El juez de garantía accederá a la solicitud, a menos que,
Internación provisional del imputado. Durante el procedimiento el tribunal podrá ordenar, a petición de
alguno de los intervinientes, la internación provisional del imputado en un establecimiento asistencial, cuando
concurrieren los requisitos señalados en los artículos 140 (Requisitos para ordenar la prisión preventiva; que
existan antecedentes justificados, que indiquen su participación, que aseguren el fin de las diligencias, que se
sospeche de peligro de fuga) y 141 (Improcedencia de la prisión; cuando el delito no previere penas privativas
de libertad, cuando se traten de delitos de acción privada, cuando el imputado se encuentre cumpliendo ya
una pena privativa de libertad), y el informe psiquiátrico practicado al imputado señalare que éste sufre una
grave alteración o insuficiencia en sus facultades mentales que hicieren temer que atentará contra sí o contra
otras personas. Se aplicarán, en lo que fueren pertinentes, las normas contenidas en los párrafos 4º, 5º y 6º del
Título V del Libro Primero (Medidas cautelares personales). (Art.464 CPP)
Intervención previa del juez de garantía (en el procedimiento abreviado). Antes de resolver la solicitud del
fiscal, el juez de garantía consultará al acusado a fin de asegurarse que éste ha prestado su conformidad al
procedimiento abreviado en forma libre y voluntaria, que conociere su derecho a exigir un juicio oral, que
entendiere los términos del acuerdo y las consecuencias que éste pudiere significarle y, especialmente, que no
hubiere sido objeto de coacciones ni presiones indebidas por parte del fiscal o de terceros. (Art. 409 CPP)
Intervinientes. Para los efectos regulados en este Código, se considerará intervinientes en el procedimiento al
fiscal, al imputado, al defensor, a la víctima y al querellante, desde que realizaren cualquier actuación procesal
o desde el momento en que la ley les permitiere ejercer facultades determinadas. (Art. 12 CPP)
Intervinientes (en la etapa de ejecución). Durante la ejecución de la pena o de la medida de seguridad, sólo
podrán intervenir ante el competente juez de garantía el ministerio público, el imputado y su defensor (.-) El
condenado o el curador, en su caso, podrán ejercer durante la ejecución de la pena o medida de seguridad
todos los derechos y facultades que la normativa penal y penitenciaria le otorgare. (Art. 466 CPP)
Inventario y custodia. De toda diligencia de incautación se levantará inventario, conforme a las reglas
generales. El encargado de la diligencia otorgará al imputado o a la persona que los hubiere tenido en su poder
un recibo detallado de los objetos y documentos incautados (.-) Los objetos y documentos incautados serán
inventariados y sellados y se pondrán bajo custodia del ministerio público en los términos del artículo 188
(Todo lo recabado durante la investigación, será conservado por el ministerio público). (Art. 221 CPP)
Juez de garantía competente. El juez de garantía llamado por la ley a conocer las gestiones a que dé lugar el
respectivo procedimiento se pronunciará sobre las autorizaciones judiciales previas que solicitare el ministerio
público para realizar actuaciones que privaren, restringieren o perturbaren el ejercicio de derechos asegurados
por la Constitución (.-) Si la detención se practicare en un lugar que se encontrare fuera del territorio
jurisdiccional del juez que hubiere emitido la orden, será también competente para conocer de la audiencia
judicial del detenido el juez de garantía del lugar donde se hubiere practicado la detención, cuando la orden
respectiva hubiere emanado de un juez con competencia en una ciudad asiento de Corte de Apelaciones
diversa. Cuando en la audiencia judicial se decretare la prisión preventiva del imputado, el juez deberá
ordenar su traslado inmediato al establecimiento penitenciario del territorio jurisdiccional del juez del
procedimiento. Lo previsto en este inciso no tendrá aplicación cuando la orden de detención emanare de un
juez de garantía de la Región Metropolitana y ésta se practicare dentro del territorio de la misma, caso en el
cual la primera audiencia judicial siempre deberá realizarse ante el juzgado naturalmente competente (.-) En
los demás casos, cuando debieren efectuarse actuaciones fuera del territorio jurisdiccional del juzgado de
garantía y se tratare de diligencias u órdenes urgentes, el Ministerio Público también podrá pedir la
autorización directamente al juez de garantía del lugar. Una vez realizada la diligencia o cumplida la orden, el
Ministerio Público dará cuenta a la brevedad al juez de garantía del procedimiento. (Art. 70 CPP)
Juez, fiscal judicial o fiscal detenido in fraganti (querella de capítulos). Si un juez, un fiscal judicial o un
fiscal del ministerio público fuere detenido por habérsele sorprendido en delito flagrante, el fiscal lo pondrá
inmediatamente a disposición de la Corte de Apelaciones respectiva. Asimismo, remitirá la copia del registro
de las diligencias que se hubieren practicado y que fueren conducentes para resolver el asunto. (Art. 426 CPP)
Juez natural. Nadie podrá ser juzgado por comisiones especiales, sino por el tribunal que señalare la ley y que
se hallare establecido por ésta con anterioridad a la perpetración del hecho. (Art. 2 CPP)
Juicio inmediato. En la audiencia de formalización de la investigación, el fiscal podrá solicitar al juez que la
causa pase directamente a juicio oral. Si el juez acogiere dicha solicitud, en la misma audiencia el fiscal deberá
formular verbalmente su acusación y ofrecer prueba. También en la audiencia el querellante podrá adherirse a
Juicio previo y única persecución. Ninguna persona podrá ser condenada o penada, ni sometida a una de las
medidas de seguridad establecidas en este Código, sino en virtud de una sentencia fundada, dictada por un
tribunal imparcial. Toda persona tiene derecho a un juicio previo, oral y público, desarrollado en conformidad
con las normas de este cuerpo legal (.-) La persona condenada, absuelta o sobreseída definitivamente por
sentencia ejecutoriada, no podrá ser sometida a un nuevo procedimiento penal por el mismo hecho. (Art. 1
CPP)
Juramento o promesa. Todo testigo, antes de comenzar su declaración, prestará juramento o promesa de decir
verdad sobre lo que se le preguntare, sin ocultar ni añadir nada de lo que pudiere conducir al esclarecimiento
de los hechos (.-) No se tomará juramento o promesa a los testigos menores de dieciocho años, ni a aquéllos de
quienes el tribunal sospechare que pudieren haber tomado parte en los hechos investigados. Se hará constar en
el registro la omisión del juramento o promesa y las causas de ello (.-) El tribunal, si lo estimare necesario,
instruirá al testigo acerca del sentido del juramento o promesa y de su obligación de ser veraz, así como de las
penas con las cuales la ley castiga el delito de falso testimonio en causa criminal. (Art. 306 CPP)
Juicio Oral: Es aquella fase del procedimiento ordinario penal que se realiza en una o más audiencias
continuas, concentradas, orales y públicas, ante un tribunal colegiado integrado por tres jueces que conocerán
directamente la acusación, la defensa y las pruebas. El juicio es la fase esencial del proceso. Se realizará sobre la
base de la acusación, en forma oral, pública, contradictoria y concentrada. (Arts. 281 y siguientes CPP)
Lectura o exhibición de documentos, objetos y otros medios. Los documentos serán leídos y exhibidos en el
debate, con indicación de su origen. Los objetos que constituyeren evidencia deberán ser exhibidos y podrán
ser examinados por las partes. Las grabaciones, los elementos de prueba audiovisuales, computacionales o
cualquier otro de carácter electrónico apto para producir fe, se reproducirán en la audiencia por cualquier
medio idóneo para su percepción por los asistentes. El tribunal podrá autorizar, con acuerdo de las partes, la
lectura o reproducción parcial o resumida de los medios de prueba mencionados, cuando ello pareciere
conveniente y se asegurare el conocimiento de su contenido. Todos estos medios podrán ser exhibidos al
acusado, a los peritos o testigos durante sus declaraciones, para que los reconocieren o se refirieren a su
conocimiento de ellos. (Art. 333 CPP)
Lectura para apoyo de memoria en la audiencia del juicio oral. Sólo una vez que el acusado o el testigo
hubieren prestado declaración, se podrá leer en el interrogatorio parte o partes de sus declaraciones anteriores
prestadas ante el fiscal, el abogado asistente del fiscal, en su caso, o el juez de garantía, cuando fuere necesario
para ayudar la memoria del respectivo acusado o testigo, para demostrar o superar contradicciones o para
solicitar las aclaraciones pertinentes (.-) Con los mismos objetivos, se podrá leer durante la declaración de un
perito partes del informe que él hubiere elaborado. (Art. 332 CPP)
Legalidad de las medidas privativas o restrictivas de libertad. No se podrá citar, arrestar, detener, someter a
prisión preventiva ni aplicar cualquier otra forma de privación o restricción de libertad a ninguna persona,
sino en los casos y en la forma señalados por la Constitución y las leyes (.-) Las disposiciones de este Código
Lesiones corporales. Toda persona a cuyo cargo se encontrare un hospital u otro establecimiento de salud
semejante, fuere público o privado, dará en el acto cuenta al fiscal de la entrada de cualquier individuo que
tuviere lesiones corporales de significación, indicando brevemente el estado del paciente y la exposición que
hicieren la o las personas que lo hubieren conducido acerca del origen de dichas lesiones y del lugar y estado
en que se le hubiere encontrado. La denuncia deberá consignar el estado del paciente, describir los signos
externos de las lesiones e incluir las exposiciones que hicieren el afectado o las personas que lo hubieren
conducido (.-) En ausencia del jefe del establecimiento, dará cuenta el que lo subrogare en el momento del
ingreso del lesionado. El incumplimiento de la obligación prevista en este artículo se castigará con la pena que
prevé el artículo 494 (Delitos que merecen pena de multa de una a cuatro unidades tributarias mensuales;
provocar un desorden en un espectáculo público, dirigir o excitar reuniones tumultuosas en ofensa de una
persona, amenazas con armas blancas, quien cause lesiones leves, entre otros) del Código Penal. (Art. 200 CPP)
Levantamiento del cadáver. En los casos de muerte en la vía pública, y sin perjuicio de las facultades que
corresponden a los órganos encargados de la persecución penal, la descripción a que se refiere el artículo 181
(Actividades de la investigación dirigidas a la comprobación del hecho así como la identificación de los
partícipes) y la orden de levantamiento del cadáver podrán ser realizadas por el jefe de la unidad policial
correspondiente, en forma personal o por intermedio de un funcionario de su dependencia, quien dejará
registro de lo obrado, en conformidad a las normas generales de este Código. (Art. 90 CPP)
Libertad de prueba. Todos los hechos y circunstancias pertinentes para la adecuada solución del caso
sometido a enjuiciamiento podrán ser probados por cualquier medio producido e incorporado en conformidad
a la ley. (Art. 295 CPP)
Medidas Cautelares: Son aquellas medidas restrictivas que a solicitud del fiscal o querellante, el Juez de
Garantía puede aplicar sobre la persona o bienes del imputado, con el objeto de asegurar los fines del
procedimiento. (Arts. 122 a 158 CPP)
Medidas de vigilancia. Aun antes de que el juez de garantía dictare la orden de entrada y registro de que trata
el artículo 208 (Contenido de la orden de registro; lugar a ser registrado, fiscal que lo solicita, autoridad
encargada, motivo del registro), el fiscal podrá disponer las medidas de vigilancia que estimare convenientes
para evitar la fuga del imputado o la substracción de documentos o cosas que constituyeren el objeto de la
diligencia. (Art. 213 CPP)
Medios de prueba no regulados expresamente. Podrán admitirse como pruebas películas cinematográficas,
fotografías, fonografías, videograbaciones y otros sistemas de reproducción de la imagen o del sonido,
versiones taquigráficas y, en general, cualquier medio apto para producir fe (.-) El tribunal determinará la
forma de su incorporación al procedimiento, adecuándola, en lo posible, al medio de prueba más análogo.
(Art. 323 CPP)
Métodos prohibidos. Queda absolutamente prohibido todo método de investigación o de interrogación que
menoscabe o coarte la libertad del imputado para declarar. En consecuencia, no podrá ser sometido a ninguna
clase de coacción, amenaza o promesa. Sólo se admitirá la promesa de una ventaja que estuviere expresamente
prevista en la ley penal o procesal penal (.-) Se prohíbe, en consecuencia, todo método que afecte la memoria o
la capacidad de comprensión y de dirección de los actos del imputado, en especial cualquier forma de
maltrato, amenaza, violencia corporal o psíquica, tortura, engaño, o la administración de psicofármacos y la
hipnosis (.-) Las prohibiciones previstas en este artículo rigen aun para el evento de que el imputado
consintiere en la utilización de alguno de los métodos vedados. (Art. 195 CPP)
Motivos absolutos de nulidad. El juicio y la sentencia serán siempre anulados: (.-) a) Cuando la sentencia
hubiere sido pronunciada por un tribunal incompetente, o no integrado por los jueces designados por la ley;
cuando hubiere sido pronunciada por un juez de garantía o con la concurrencia de un juez de tribunal de juicio
oral en lo penal legalmente implicado, o cuya recusación estuviere pendiente o hubiere sido declarada por
tribunal competente; y cuando hubiere sido acordada por un menor número de votos o pronunciada por
menor número de jueces que el requerido por la ley, o con concurrencia de jueces que no hubieren asistido al
juicio; (.-) b) Cuando la audiencia del juicio oral hubiere tenido lugar en ausencia de alguna de las personas
cuya presencia continuada exigen, bajo sanción de nulidad, los artículos 284 (Presencia ininterrumpida de los
jueces y del ministerio público en el juicio oral) y 286 (Presencia del defensor en el juicio oral); (.-) c) Cuando al
defensor se le hubiere impedido ejercer las facultades que la ley le otorga; (.-) d) Cuando en el juicio oral
hubieren sido violadas las disposiciones establecidas por la ley sobre publicidad y continuidad del juicio; (.-) e)
Cuando, en la sentencia, se hubiere omitido alguno de los requisitos previstos en el artículo 342 (Contenido de
la sentencia: c) exposición clara de los hechos, d) bases legales y doctrinales o e)resolución que condena o
absuelve), letras c), d) o e); (.-) f) Cuando la sentencia se hubiere dictado con infracción de lo prescrito en el
artículo 341 (La sentencia que condena, no puede exceder al contenido de la acusación), y Cuando la sentencia
hubiere sido dictada en oposición a otra sentencia criminal pasada en autoridad de cosa juzgada. (Art. 374
CPP)
Normas aplicables a las notificaciones. En lo no previsto en este párrafo, las notificaciones que hubieren de
practicarse a los intervinientes en el procedimiento penal se regirán por las normas contempladas en el Título
VI del Libro I del Código de Procedimiento Civil. (Art. 32 CPP)
Normas supletorias (en el simplificado). El procedimiento simplificado se regirá por las normas de este
Título y, en lo que éste no proveyere, supletoriamente por las del Libro Segundo de este Código
(Procedimiento ordinario), en cuanto se adecuen a su brevedad y simpleza. (Art. 389 CPP)
Normas supletorias (en delitos acción privada). En lo que no proveyere este título, el procedimiento por
delito de acción privada se regirá por las normas del Título I del Libro Cuarto, con excepción del artículo 398
(El juez podrá dictar la suspensión de la pena por un lapso de seis meses cuando concurrieren antecedentes
favorables para el imputado). (Art. 405 CPP)
Notificación al afectado por la interceptación. La medida de interceptación será notificada al afectado por la
misma con posterioridad a su realización, en cuanto el objeto de la investigación lo permitiere, y en la medida
que ello no pusiere en peligro la vida o la integridad corporal de terceras personas. En lo demás regirá lo
previsto en el artículo 182 (Las actuaciones realizadas por el órgano investigador y la policía, deberán ser
secretas para todos aquellos terceros ajenos al procedimiento). (Art. 224 CPP)
Notificaciones al imputado privado de libertad. Las notificaciones que debieren realizarse al imputado
privado de libertad se le harán en persona en el establecimiento o recinto en que permaneciere, aunque éste se
hallare fuera del territorio jurisdiccional del tribunal, mediante la entrega, por un funcionario del
establecimiento y bajo la responsabilidad del jefe del mismo, del texto de la resolución respectiva. Al efecto, el
tribunal podrá remitir dichas resoluciones, así como cualquier otro antecedente que considerare relevante, por
cualquier medio de comunicación idóneo, tales como fax, correo electrónico u otro (.-) Si la persona a quien se
debiere notificar no supiere o no pudiere leer, la resolución le será leída por el funcionario encargado de
notificarla (.-) No obstante lo dispuesto en el inciso primero, el tribunal, podrá disponer, por resolución
fundada y de manera excepcional, que la notificación de determinadas resoluciones al imputado privado de
libertad sea practicada en el recinto en que funcione. (Art. 29 CPP)
Notificación al ministerio público. El ministerio público será notificado en sus oficinas, para lo cual deberá
indicar su domicilio dentro de los límites urbanos de la ciudad en que funcionare el tribunal e informar a éste
de cualquier cambio del mismo. (Art. 27 CPP)
Notificaciones de las resoluciones en las audiencias judiciales. Las resoluciones pronunciadas durante las
audiencias judiciales se entenderán notificadas a los intervinientes en el procedimiento que hubieren asistido
o debido asistir a las mismas. De estas notificaciones se dejará constancia en el estado diario, pero su omisión
no invalidará la notificación (.-) Los interesados podrán pedir copias de los registros en que constaren estas
resoluciones, las que se expedirán sin demora. (Art. 30 CPP)
Nuevo plazo. El que, por un hecho que no le fuere imputable, por defecto en la notificación, por fuerza mayor
o por caso fortuito, se hubiere visto impedido de ejercer un derecho o desarrollar una actividad dentro del
Nuevo plazo para presentar prueba (en la Audiencia Intermedia). Cuando, al término de la audiencia, el juez
de garantía comprobare que el acusado no hubiere ofrecido oportunamente prueba por causas que no le fueren
imputables, podrá suspender la audiencia hasta por un plazo de diez días. (Art. 278 CPP)
Nulidad de las actuaciones delegadas. La delegación de funciones en empleados subalternos para realizar
actuaciones en que las leyes requirieren la intervención del juez producirá la nulidad de las mismas. (Art. 35
CPP)
Nulidad de la sentencia. La Corte podrá invalidar sólo la sentencia y dictar, sin nueva audiencia pero
separadamente, la sentencia de reemplazo que se conformare a la ley, si la causal de nulidad no se refiriere a
formalidades del juicio ni a los hechos y circunstancias que se hubieren dado por probados, sino se debiere a
que el fallo hubiere calificado de delito un hecho que la ley no considerare tal, aplicado una pena cuando no
procediere aplicar pena alguna, o impuesto una superior a la que legalmente correspondiere (.-) La sentencia
de reemplazo reproducirá las consideraciones de hecho, los fundamentos de derecho y las decisiones de la
resolución anulada, que no se refieran a los puntos que hubieren sido objeto del recurso o que fueren
incompatibles con la resolución recaída en él, tal como se hubieren dado por establecidos en el fallo recurrido.
(Art. 385 CPP)
Nulidad del juicio oral y de la sentencia. Salvo los casos mencionados en el artículo 385 (Nulidad de la
sentencia), si la Corte acogiere el recurso anulará la sentencia y el juicio oral, determinará el estado en que
hubiere de quedar el procedimiento y ordenará la remisión de los autos al tribunal no inhabilitado que
correspondiere, para que éste disponga la realización de un nuevo juicio oral (.-) No será obstáculo para que se
ordene efectuar un nuevo juicio oral la circunstancia de haberse dado lugar al recurso por un vicio o defecto
cometido en el pronunciamiento mismo de la sentencia. (Art. 386 CPP)
Nulidad de oficio. Si el tribunal estimare haberse producido un acto viciado y la nulidad no se hubiere
saneado aún, lo pondrá en conocimiento del interviniente en el procedimiento a quien estimare que la nulidad
le ocasiona un perjuicio, a fin de que proceda como creyere conveniente a sus derechos, a menos de que se
tratare de una nulidad de las previstas en el artículo 160 (Presunción de derecho del perjuicio. si la infracción
impidiera el ejercicio de las garantías constitucionales o de las demás leyes, se presumirá la existencia del
perjuicio), caso en el cual podrá declararla de oficio. (Art. 163 CPP)
Objeto de la querella de capítulos. La querella de capítulos tiene por objeto hacer efectiva la responsabilidad
criminal de los jueces, fiscales judiciales y fiscales del ministerio público por actos que hubieren ejecutado en el
ejercicio de sus funciones e importaren una infracción penada por la ley. (Art. 424 CPP)
Objetos, documentos e instrumentos. Los objetos, documentos e instrumentos de cualquier clase que
parecieren haber servido o haber estado destinados a la comisión del hecho investigado, o los que de él
provinieren, o los que pudieren servir como medios de prueba, así como los que se encontraren en el sitio del
suceso a que se refiere la letra c) del artículo 83 (Los funcionarios de Carabineros de Chile y de la Policía de
Investigaciones podrán resguardar el sitio del suceso, sin orden previa), serán recogidos, identificados y
conservados bajo sello. En todo caso, se levantará un registro de la diligencia, de acuerdo con las normas
generales (.-) Si los objetos, documentos e instrumentos se encontraren en poder del imputado o de otra
persona, se procederá a su incautación, de conformidad a lo dispuesto en este Título. Con todo, tratándose de
objetos, documentos e instrumentos que fueren hallados en poder del imputado respecto de quien se
practicare detención en ejercicio de la facultad prevista en el artículo 83 letra b) (Los funcionarios de
Obligación de cumplimiento e información. El tribunal, los fiscales y los funcionarios policiales dejarán
constancia en los respectivos registros, conforme al avance del procedimiento, de haber cumplido las normas
legales que establecen los derechos y garantías del imputado. (Art. 97 CPP)
Oportunidad de la citación judicial. Cuando fuere necesaria la presencia del imputado ante el tribunal, éste
dispondrá su citación, de acuerdo con lo previsto en el artículo 33 (Citaciones judiciales). (Art. 123 CPP)
Oportunidad para interponer la demanda civil. La demanda civil en el procedimiento penal deberá
interponerse en la oportunidad prevista en el artículo 261 (Hasta quince días antes de la fecha fijada para la
APJO el querellante podrá; adherir a la acusación del ministerio público, acusar particularmente, señalar vicios
de la acusación, ofrecer pruebas o deducir demanda) por escrito y cumpliendo con los requisitos exigidos por
el artículo 254 (Requisitos de la demanda: designación del tribunal, datos completos del demandante y de
quienes lo representan, datos completos del demandado, exposición clara de los hechos y las peticiones) del
Código de Procedimiento Civil. La demanda civil del querellante deberá deducirse conjuntamente con su
escrito de adhesión o acusación (.-) La demanda civil deberá contener la indicación de los medios de prueba,
en los mismos términos expresados en el artículo 259 (Contenido de la acusación; individualización del o de
los acusados, relación circunstanciada de los hechos, relación de las circunstancias que modifiquen la
responsabilidad penal subsidiariamente de la petición principal, participación del imputado, precepto jurídico
aplicable, medios de prueba y la pena a solicitar). (Art. 60 CPP)
Oportunidad para la recepción de la prueba (en el juicio oral). La prueba que hubiere de servir de base a la
sentencia deberá rendirse durante la audiencia del juicio oral, salvas las excepciones expresamente previstas en
la ley. En estos últimos casos, la prueba deberá ser incorporada en la forma establecida en el Párrafo 9º
(Desarrollo del juicio oral) de este Título. (Art. 296 CPP)
Oportunidad para pedir y decretar la suspensión condicional del procedimiento o los acuerdos
reparatorios. La suspensión condicional del procedimiento y el acuerdo reparatorio podrán solicitarse y
decretarse en cualquier momento posterior a la formalización de la investigación. Si no se planteare en esa
misma audiencia la solicitud respectiva, el juez citará a una audiencia, a la que podrán comparecer todos los
intervinientes en el procedimiento (.-) Una vez declarado el cierre de la investigación, la suspensión
condicional del procedimiento y el acuerdo reparatorio sólo podrán ser decretados durante la audiencia de
preparación del juicio oral. (Art. 245 CPP)
Oportunidad para presentar la querella. La querella podrá presentarse en cualquier momento, mientras el
fiscal no declarare cerrada la investigación. Admitida a tramitación, el juez la remitirá al ministerio público y el
querellante podrá hacer uso de los derechos que le confiere el artículo 261 (Hasta quince días antes de la fecha
fijada para la APJO el querellante podrá; adherir a la acusación del ministerio público, acusar particularmente,
señalar vicios de la acusación, ofrecer pruebas o deducir demanda). (Art. 112 CPP)
Oportunidad para solicitar el procedimiento abreviado. Una vez formalizada la investigación, la tramitación
de la causa conforme a las reglas del procedimiento abreviado podrá ser acordada en cualquier etapa del
procedimiento, hasta la audiencia de preparación del juicio oral (.-) Si no se hubiere deducido aún acusación, el
fiscal y el querellante, en su caso, las formularán verbalmente en la audiencia que el tribunal convocare para
resolver la solicitud de procedimiento abreviado, a la que deberá citar a todos los intervinientes. Deducidas
verbalmente las acusaciones, se procederá en lo demás en conformidad a las reglas de este Título (.-) Si se
hubiere deducido acusación, el fiscal y el acusador particular podrán modificarla según las reglas generales,
así como la pena requerida, con el fin de permitir la tramitación del caso conforme a las reglas de este Título (.-
) Para estos efectos, la aceptación de los hechos a que se refiere el inciso segundo del artículo 406 (Se aplicará el
procedimiento abreviado cuando el imputado tenga conocimiento y acepte los hechos materia de la acusación
y los antecedentes recabados) podrá ser considerada por el fiscal como suficiente para estimar que concurre la
circunstancia atenuante del artículo 11, Nº 9 (Será una circunstancia atenuante, colaborar para el
esclarecimiento de los hechos), del Código Penal, sin perjuicio de las demás reglas que fueren aplicables para
la determinación de la pena (.-) Sin perjuicio de lo establecido en los incisos anteriores, respecto de los delitos
señalados en el artículo 449 (Robo y hurto de vehículos) del Código Penal, si el imputado acepta expresamente
los hechos y los antecedentes de la investigación en que se fundare un procedimiento abreviado, el fiscal o el
querellante, según sea el caso, podrá solicitar una pena inferior en un grado al mínimo de los señalados por la
Oportunidad para solicitar la nulidad (procesal). La declaración de nulidad procesal se deberá impetrar, en
forma fundada y por escrito, incidentalmente, dentro de los cinco días siguientes a aquél en que el
perjudicado hubiere tomado conocimiento fehaciente del acto cuya invalidación persiguiere, a menos que el
vicio se hubiere producido en una actuación verificada en una audiencia, pues en tal caso deberá impetrarse
verbalmente antes del término de la misma audiencia. Con todo, no podrá reclamarse la nulidad de
actuaciones verificadas durante la etapa de investigación después de la audiencia de preparación del juicio
oral. La solicitud de nulidad presentada extemporáneamente será declarada inadmisible. (Art. 161 CPP)
Oposición del querellante al procedimiento abreviado. El querellante sólo podrá oponerse al procedimiento
abreviado cuando en su acusación particular hubiere efectuado una calificación jurídica de los hechos,
atribuido una forma de participación o señalado circunstancias modificatorias de la responsabilidad penal
diferentes de las consignadas por el fiscal en su acusación y, como consecuencia de ello, la pena solicitada
excediere el límite señalado en el artículo 406 (No superior a cinco años de presidio o reclusión menores en su
grado máximo, no superior a diez años de presidio o reclusión mayores en su grado mínimo). (Art. 408 CPP)
Oralidad (en el juicio oral). La audiencia del juicio se desarrollará en forma oral, tanto en lo relativo a las
alegaciones y argumentaciones de las partes como a las declaraciones del acusado, a la recepción de las
pruebas y, en general, a toda intervención de quienes participaren en ella. Las resoluciones serán dictadas y
fundamentadas verbalmente por el tribunal y se entenderán notificadas desde el momento de su
pronunciamiento, debiendo constar en el registro del juicio (.-) El tribunal no admitirá la presentación de
argumentaciones o peticiones por escrito durante la audiencia del juicio oral (.-) Sin embargo, quienes no
pudieren hablar o no lo supieren hacer en el idioma castellano, intervendrán por escrito o por medio de
intérpretes. El acusado sordo o que no pudiere entender el idioma castellano será asistido de un intérprete que
le comunicará el contenido de los actos del juicio. (Art. 291 CPP)
Oralidad e inmediación (en la audiencia intermedia). La audiencia de preparación del juicio oral será
dirigida por el juez de garantía, quien la presenciará en su integridad, se desarrollará oralmente y durante su
realización no se admitirá la presentación de escritos. (Art. 266 CPP)
Orden de recepción de las pruebas en la audiencia del juicio oral. Cada parte determinará el orden en que
rendirá su prueba, correspondiendo recibir primero la ofrecida para acreditar los hechos y peticiones de la
acusación y de la demanda civil y luego la prueba ofrecida por el acusado respecto de todas las acciones que
hubieren sido deducidas en su contra. (Art. 328 CPP)
Orden Judicial. Toda orden de prisión preventiva o de detención será expedida por escrito por el tribunal y
contendrá: a) El nombre y apellidos de la persona que debiere ser detenida o aprehendida o, en su defecto, las
circunstancias que la individualizaren o determinaren; b) El motivo de la prisión o detención, y c) La
indicación de ser conducido de inmediato ante el tribunal, al establecimiento penitenciario o lugar público de
prisión o detención que determinará, o de permanecer en su residencia, según correspondiere. Lo dispuesto en
este artículo se entenderá sin perjuicio de lo previsto en el artículo 9º (Cuando se traten de casos urgentes, la
autorización judicial para privar al imputado o a un tercero del ejercicio de los derechos que les asegura la
Constitución, podrán hacerlo por cualquier medio idóneo) para los casos urgentes. (Art. 154 CPP)
Otros medios técnicos de investigación. Cuando el procedimiento tuviere por objeto la investigación de un
hecho punible que mereciere pena de crimen, el juez de garantía podrá ordenar, a petición del ministerio
público, la fotografía, filmación u otros medios de reproducción de imágenes conducentes al esclarecimiento
de los hechos. Asimismo, podrá disponer la grabación de comunicaciones entre personas presentes. Regirán
correspondientemente las normas contenidas en los artículos 222 al 225 (Reglas de la Interceptación de
comunicaciones telefónicas). (Art. 226 CPP)
Peritos y testigos en la audiencia del juicio oral. Durante la audiencia, los peritos y testigos deberán ser
interrogados personalmente. Su declaración personal no podrá ser sustituida por la lectura de los registros en
que constaren anteriores declaraciones o de otros documentos que las contuvieren, sin perjuicio de lo
dispuesto en los artículos 331 (Se podrán reproducir o dar lectura a los registros de declaraciones, cuando se
trate de declaraciones de testigos o peritos fallecidos, incapaces mental o físicamente, cuando sean dictámenes
que todas las partes acuerden incorporar, cuando la incomparecencia de los testigos, peritos o coimputados,
fuere imputada al acusado, cuando se trate de declaraciones realizadas por coimputados rebeldes) y 332 (Una
vez que el acusado o testigo prestaran declaración, se podrá leer en el interrogatorio partes de sus
declaraciones; igual oportunidad tendrá el perito con respecto a su dictamen pericial) (.-) El juez presidente de
la sala identificará al perito o testigo y ordenará que preste juramento o promesa de decir la verdad (.-) La
declaración de los testigos se sujetará al interrogatorio de las partes. Los peritos deberán exponer brevemente
el contenido y las conclusiones de su informe, y a continuación se autorizará que sean interrogados por las
partes. Los interrogatorios serán realizados en primer lugar por la parte que hubiere ofrecido la respectiva
prueba y luego por las restantes. Si en el juicio intervinieren como acusadores el ministerio público y el
querellante particular, o el mismo se realizare contra dos o más acusados, se concederá sucesivamente la
palabra a todos los acusadores o a todos los acusados, según corresponda (.-) Finalmente, los miembros del
tribunal podrán formular preguntas al testigo o perito con el fin de aclarar sus dichos (.-) A solicitud de alguna
de las partes, el tribunal podrá autorizar un nuevo interrogatorio de los testigos o peritos que ya hubieren
declarado en la audiencia. Antes de declarar, los peritos y los testigos no podrán comunicarse entre sí, ni ver,
oír ni ser informados de lo que ocurriere en la audiencia (.-) Los testigos y peritos que, por algún motivo grave
y difícil de superar no pudieren comparecer a declarar a la audiencia del juicio, podrán hacerlo a través de
videoconferencia o a través de cualquier otro medio tecnológico apto para su interrogatorio y
contrainterrogatorio. La parte que los presente justificará su petición en una audiencia previa que será
especialmente citada al efecto, debiendo aquéllos comparecer ante el tribunal con competencia en materia
penal más cercano al lugar donde se encuentren (.-) Excepcionalmente, en el caso de fallecimiento o
incapacidad sobreviniente del perito para comparecer, las pericias podrán introducirse mediante la exposición
que realice otro perito de la misma especialidad y que forme parte de la misma institución del fallecido o
incapacitado. Esta solicitud se tramitará conforme a lo dispuesto en el artículo 283 (El tribunal podrá
suspender la audiencia – por razones de necesidad - hasta por dos veces). (Art. 329 CPP)
Plazos de la detención. Cuando la detención se practicare en cumplimiento de una orden judicial, los agentes
policiales que la hubieren realizado o el encargado del recinto de detención conducirán inmediatamente al
detenido a presencia del juez que hubiere expedido la orden. Si ello no fuere posible por no ser hora de
despacho, el detenido podrá permanecer en el recinto policial o de detención hasta el momento de la primera
audiencia judicial, por un período que en caso alguno excederá las veinticuatro horas (.-) Cuando la detención
se practicare en virtud de los artículos 129 (Detención en flagrancia) y 130 (Situación de flagrancia; el que se
encontrare cometiendo el delito, el que acaba de cometerlo, el que huye del lugar de la comisión del delito y
fuere señalado como autor o cómplice; el que fuera encontrado de inmediato a la comisión del hecho punible,
con objetos relacionados con ese hecho, a solicitud del clamor público, el que aparezca en registro
Plazo de notificación. Las actuaciones del querellante, las acusaciones particulares, adhesiones y la demanda
civil deberán ser notificadas al acusado, a más tardar, diez días antes de la realización de la audiencia de
preparación del juicio oral. (Art. 262 CPP)
Plazos fatales e improrrogables. Los plazos establecidos en este Código son fatales e improrrogables, a menos
que se indicare expresamente lo contrario. (Art. 16 CPP)
Plazos generales para dictar las resoluciones. Las cuestiones debatidas en una audiencia deberán ser resueltas
en ella. Las presentaciones escritas serán resueltas por el tribunal antes de las veinticuatro horas siguientes a su
recepción. (Art. 38 CPP)
Plazo judicial para el cierre de la investigación. Cuando el juez de garantía, de oficio o a petición de alguno
de los intervinientes y oyendo al ministerio público, lo considerare necesario con el fin de cautelar las garantías
de los intervinientes y siempre que las características de la investigación lo permitieren, podrá fijar en la
misma audiencia un plazo para el cierre de la investigación, al vencimiento del cual se producirán los efectos
previstos en el artículo 247 (Establece el plazo para declarar el cierre de la investigación; una vez transcurrido
el lapso de dos años desde la fecha de la formalización, el fiscal deberá declarar el cierre de la investigación; en
caso de no hacerlo, el imputado o el querellante podrán requerir al juez que aperciba al fiscal, a tal efecto citará
a una audiencia; en caso de que el fiscal no compareciera, el juez otorgará dos días para que éste se pronuncie;
en caso de comparecer y negarse a la declaración de cierre de la investigación, el juez decretará el
sobreseimiento definitivo; en caso de allanarse a la solicitud de cierre de la investigación, así lo declarará y
tendrá diez días para deducir acusación, en caso de no deducirla, el juez fijará un plazo de dos días para que lo
haga, una vez transcurrido este lapso, sin que dedujere la acusación, el juez dictará el sobreseimiento
definitivo. El plazo de dos años se suspenderá únicamente en tres casos; cuando se dispusiere la suspensión
condicional del procedimiento, cuando se decretare el sobreseimiento temporal previsto en el artículo 252,
desde el decreto del acuerdo reparatorio hasta el cumplimiento de éste). (Art. 234 CPP)
Plazo para declarar el cierre de la investigación. Plazo para declarar el cierre de la investigación. Transcurrido
el plazo de dos años desde la fecha en que la investigación hubiere sido formalizada, el fiscal deberá proceder
a cerrarla (.-) Si el fiscal no declarare cerrada la investigación en el plazo señalado, el imputado o el querellante
podrán solicitar al juez que aperciba al fiscal para que proceda a tal cierre (.-) Para estos efectos, el juez citará a
los intervinientes a una audiencia y si el fiscal no compareciere, el juez otorgará un plazo máximo de dos días
para que éste se pronuncie, dando cuenta de ello al fiscal regional. Transcurrido tal plazo sin que el fiscal se
pronuncie o si, compareciendo, se negare a declarar cerrada la investigación, el juez decretará el
sobreseimiento definitivo de la causa, informando de ello al fiscal regional a fin de que éste aplique las
sanciones disciplinarias correspondientes. Esta resolución será apelable (.-) Si el fiscal se allanare a la solicitud
de cierre de la investigación, deberá formular en la audiencia la declaración en tal sentido y tendrá el plazo de
diez días para deducir acusación (.-) Transcurrido este plazo sin que se hubiere deducido acusación, el juez
fijará un plazo máximo de dos días para que el fiscal deduzca la acusación, dando cuenta de inmediato de ello
al fiscal regional. Transcurrido dicho plazo, el juez, de oficio o a petición de cualquiera de los intervinientes,
sin que se hubiere deducido la acusación, en audiencia citada al efecto dictará sobreseimiento definitivo. En
este caso, informará de ello al fiscal regional a fin de que éste aplique las sanciones disciplinarias
correspondientes (.-) El plazo de dos años previsto en este artículo se suspenderá en los casos siguientes: a)
cuando se dispusiere la suspensión condicional del procedimiento; b) cuando se decretare sobreseimiento
Plazo para efectuar la denuncia. Las personas indicadas en el artículo anterior (Los miembros de los
Carabineros de Chile, de la Policía de Investigaciones de Chile, de Gendarmería, de las Fuerzas Armadas, los
fiscales y demás empleados públicos, los jefes de puertos, aeropuertos, estaciones de trenes, de buses, los jefes
de establecimientos hospitalarios o de clínicas particulares, los profesionales en medicina, odontología,
química, farmacia o de otras ramas relacionadas con la salud, los directores, inspectores y los profesores de
establecimientos educacionales) deberán hacer la denuncia dentro de las veinticuatro horas siguientes al
momento en que tomaren conocimiento del hecho criminal. Respecto de los capitanes de naves o de aeronaves,
este plazo se contará desde que arribaren a cualquier puerto o aeropuerto de la República. (Art. 176 CPP)
Plazo para interponer el recurso de apelación. El recurso de apelación deberá entablarse dentro de los cinco
días siguientes a la notificación de la resolución impugnada. (Art. 366 CPP)
Plazo para redacción de la sentencia. Al pronunciarse sobre la absolución o condena, el tribunal podrá diferir
la redacción del fallo y, en su caso, la determinación de la pena hasta por un plazo de cinco días, fijando la
fecha de la audiencia en que tendrá lugar su lectura. No obstante, si el juicio hubiere durado más de cinco días,
el tribunal dispondrá, para la fijación de la fecha de la audiencia para su comunicación, de un día adicional por
cada dos de exceso de duración del juicio. El transcurso de estos plazos sin que hubiere tenido lugar la
audiencia citada, constituirá falta grave que deberá ser sancionada disciplinariamente. Sin perjuicio de ello, se
deberá citar a una nueva audiencia de lectura de la sentencia, la que en caso alguno podrá tener lugar después
del segundo día contado desde la fecha fijada para la primera. Transcurrido este plazo adicional sin que se
comunicare la sentencia se producirá la nulidad del juicio, a menos que la decisión hubiere sido la de
absolución del acusado. Si, siendo varios los acusados, se hubiere absuelto a alguno de ellos, la repetición del
juicio sólo comprenderá a quienes hubieren sido condenados (.-) El vencimiento del plazo adicional
mencionado en el inciso precedente sin que se diere a conocer el fallo, sea que se produjere o no la nulidad del
juicio, constituirá respecto de los jueces que integraren el tribunal una nueva infracción que deberá ser
sancionada disciplinariamente. (Art. 344 CPP)
Plazo y titulares de la solicitud de revisión. La revisión de la sentencia firme podrá ser pedida, en cualquier
tiempo, por el ministerio público, por el condenado o por el cónyuge, ascendientes, descendientes o hermanos
de éste. Asimismo, podrá interponer tal solicitud quien hubiere cumplido su condena o sus herederos, cuando
el condenado hubiere muerto y se tratare de rehabilitar su memoria. (Art. 474 CPP)
Pluralidad de sujetos (en el desafuero). Si aparecieren implicados individuos que no gozaren de fuero, se
seguirá adelante el procedimiento en relación con ellos. (Art. 422 CPP)
Personas exentas (de pagar costas). Los fiscales, los abogados y los mandatarios de los intervinientes en el
procedimiento no podrán ser condenados personalmente al pago de las costas, salvo los casos de notorio
desconocimiento del derecho o de grave negligencia en el desempeño de sus funciones, en los cuales se les
podrá imponer, por resolución fundada, el pago total o parcial de las costas. (Art. 50 CPP)
Poder coercitivo. En el ejercicio de sus funciones, el tribunal podrá ordenar directamente la intervención de la
fuerza pública y disponer todas las medidas necesarias para el cumplimiento de las actuaciones que ordenare
y la ejecución de las resoluciones que dictare. (Art. 34 CPP)
Preparación de la demanda civil. Sin perjuicio de lo dispuesto en el artículo anterior, con posterioridad a la
formalización de la investigación la víctima podrá preparar la demanda civil solicitando la práctica de
diligencias que considerare necesarias para esclarecer los hechos que serán objeto de su demanda, aplicándose,
en tal caso, lo establecido en los artículos 183 (Durante la fase de investigación tanto el investigado como los
demás intervinientes podrán solicitar al fiscal del ministerio público, sirva tramitar lo conducente a fin de
practicar las diligencias pertinentes, útiles y necesarias) y 184 (Durante la fase de investigación, el fiscal podrá
permitir la asistencia del imputado a las diligencias pertinentes) (.-) Asimismo, se podrá cautelar la demanda
civil, solicitando alguna de las medidas previstas en el artículo 157 (Durante la fase de investigación, el
ministerio público o la víctima podrán solicitar por escrito al juez de garantía, que se decreten medidas
precautorias en contra del imputado) (.-) La preparación de la demanda civil interrumpe la prescripción. No
obstante, si no se dedujere demanda en la oportunidad prevista en el artículo precedente, la prescripción se
considerará como no interrumpida. (Art. 61 CPP)
Preparación del recurso (de nulidad). Si la infracción invocada como motivo del recurso se refiriere a una ley
que regulare el procedimiento, el recurso sólo será admisible cuando quien lo entablare hubiere reclamado
oportunamente del vicio o defecto (.-) No será necesaria la reclamación del inciso anterior cuando se tratare de
alguna de las causales del artículo 374 (En caso de sentencia declarada por un tribunal incompetente; en caso
de ser pronunciada la sentencia por un tribunal no integrado por los jueces designados por la ley; en caso de
que la sentencia fuera pronunciada por algún juez implicado o que su recusación estuviere pendiente o
declarado por el tribunal competente; en caso de que la sentencia hubiere sido acordada por un número menor
de votos, pronunciada por un número menor de jueces o con la concurrencia de jueces que no hubieren
asistido; en caso de celebrar la audiencia de juicio oral en ausencia del juez, del fiscal del ministerio público o
del defensor; en caso de que a la defensa se le hubiere impedido ejercer sus facultades; en caso de violación a
las disposiciones relacionadas con los principios de publicidad y continuidad del juicio; en caso de la omisión
de la exposición clara de los hechos y circunstancias probados, de las bases legales o doctrinales que sirvieren
de fundamento, de la resolución de condena o absolución o la responsabilidad civil; en caso de que la sentencia
se hubiere dictado excedida del contenido de la acusación y, por último, en caso de que la sentencia se hubiere
dictado en oposición a otra sentencia pasada en autoridad de cosa juzgada); cuando la ley no admitiere recurso
alguno contra la resolución que contuviere el vicio o defecto, cuando éste hubiere tenido lugar en el
pronunciamiento mismo de la sentencia que se tratare de anular, ni cuando dicho vicio o defecto hubiere
llegado al conocimiento de la parte después de pronunciada la sentencia. (Art. 377 CPP)
Presencia del acusado en el juicio oral. El acusado deberá estar presente durante toda la audiencia (.-) El
tribunal podrá autorizar la salida de la sala del acusado cuando éste lo solicitare, ordenando su permanencia
en una sala próxima (.-) Asimismo, el tribunal podrá disponer que el acusado abandonare la sala de audiencia,
cuando su comportamiento perturbare el orden (.-) En ambos casos, el tribunal adoptará las medidas
necesarias para asegurar la oportuna comparecencia del acusado (.-) El presidente de la sala deberá informar al
acusado de lo ocurrido en su ausencia, en cuanto éste reingresare a la sala de audiencia. (Art. 285 CPP)
Presencia del defensor en el juicio oral. La presencia del defensor del acusado durante toda la audiencia del
juicio oral será un requisito de validez del mismo, de acuerdo a lo previsto en el artículo 103 (La ausencia del
defensor que sea obligatoria, acarrea la nulidad de las actuaciones) (.-) La no comparecencia del defensor a la
Presencia ininterrumpida de los jueces y del ministerio público en el juicio oral. La audiencia del juicio oral
se realizará con la presencia ininterrumpida de los jueces que integraren el tribunal y del fiscal, sin perjuicio de
lo dispuesto en el artículo 258 (En caso de que el querellante particular se opusiera a la solicitud de
sobreseimiento formulada por el fiscal, el juez remitirá los antecedentes al fiscal regional para que evalúe la
decisión tomada por el fiscal; en caso de que éste decidiere – dentro de los tres días siguientes - que formulara
acusación, remitirá al fiscal que correspondiere, quien deberá decidir dentro de los diez días siguientes; en
caso de ratificar la decisión – sobreseimiento – el juez podrán disponer que la acusación quedara en manos del
querellante; en caso de que el fiscal decidiera no perseverar en el procedimiento, el querellante podrá solicitar
al juez que lo faculte para que la acusación quedara en sus manos) (.-) Lo dispuesto en el inciso final del
artículo 76 (En caso de requerir la inhabilitación de los jueces, el tribunal continuará funcionando con exclusión
de los miembros inhabilitados) respecto de la inhabilidad se aplicará también a los casos en que, iniciada la
audiencia, faltare un integrante del tribunal de juicio oral en lo penal (.-) Cualquier infracción de lo dispuesto
en este artículo implicará la nulidad del juicio oral y de la sentencia que se dictare en él. (Art. 284 CPP)
Presentación voluntaria del imputado. El imputado contra quien se hubiere emitido orden de detención por
cualquier autoridad competente podrá ocurrir siempre ante el juez que correspondiere a solicitar un
pronunciamiento sobre su procedencia o la de cualquier otra medida cautelar. (Art. 126 CPP)
Presunción de derecho del perjuicio. Se presumirá de derecho la existencia del perjuicio si la infracción
hubiere impedido el pleno ejercicio de las garantías y de los derechos reconocidos en la Constitución, o en las
demás leyes de la República. (Art. 160 CPP)
Presunción de inocencia del imputado. Ninguna persona será considerada culpable ni tratada como tal en
tanto no fuere condenada por una sentencia firme. (Art. 4 CPP)
Presupuestos del procedimiento abreviado. Se aplicará el procedimiento abreviado para conocer y fallar, los
hechos respecto de los cuales el fiscal requiriere la imposición de una pena privativa de libertad no superior a
cinco años de presidio o reclusión menores en su grado máximo; no superior a diez años de presidio o
reclusión mayores en su grado mínimo, tratándose de los ilícitos comprendidos en los párrafos 1 a 4 bis del
título IX del Libro Segundo del Código Penal (La apropiación de las cosas muebles ajenas contra la voluntad
de su dueño, el robo con violencia o intimidación en las personas, el robo con fuerza en las cosas y el hurto) y
en el artículo 456 bis A (La receptación) del mismo Código, con excepción de las figuras sancionadas en los
artículos 448, inciso primero (Hurto de objetos muebles con valor superior a una unidad tributaria), y 448
quinquies (Apropiación indebida de plumas, pelos, crines, cerdas o cualquier elemento de pelaje animal) de
ese cuerpo legal, o bien cualesquiera otras penas de distinta naturaleza, cualquiera fuere su entidad o monto,
ya fueren ellas únicas, conjuntas o alternativas (.-) Para ello, será necesario que el imputado, en conocimiento
de los hechos materia de la acusación y de los antecedentes de la investigación que la fundaren, los acepte
expresamente y manifieste su conformidad con la aplicación de este procedimiento (.-) La existencia de varios
acusados o la atribución de varios delitos a un mismo acusado no impedirá la aplicación de las reglas del
procedimiento abreviado a aquellos acusados o delitos respecto de los cuales concurrieren los presupuestos
señalados en este artículo. (Art. 406 CPP)
Primeras actuaciones de la audiencia. Al inicio de la audiencia, el tribunal efectuará una breve relación del
requerimiento y de la querella, en su caso. Cuando se encontrare presente la víctima, el juez instruirá a ésta y al
imputado sobre la posibilidad de poner término al procedimiento de conformidad a lo previsto en el artículo
241 (Acuerdos reparatorios, sólo para casos culposos, de afectación patrimonial o de lesiones menos graves), si
ello procediere atendida la naturaleza del hecho punible materia del requerimiento. Asimismo, el fiscal podrá
Principio de no autoincriminación. Todo testigo tendrá el derecho de negarse a responder aquellas preguntas
cuya respuesta pudiere acarrearle peligro de persecución penal por un delito. El testigo tendrá el mismo
derecho cuando, por su declaración, pudiere incriminar a alguno de los parientes mencionados en el artículo
302, inciso primero (Cónyuge o conviviente, ascendentes y descendientes dentro de cuarto grado de
consanguinidad y segundo de afinidad, su pupilo o guardador, su adoptante o adoptado). (Art. 305 CPP)
Principio general (en las acciones civiles). La acción civil que tuviere por objeto únicamente la restitución de
la cosa, deberá interponerse siempre durante el respectivo procedimiento penal, de conformidad a lo previsto
en el artículo 189 (Las reclamaciones o tercerías deberán realizarse ante el juez de garantía) (.-) Asimismo,
durante la tramitación del procedimiento penal la víctima podrá deducir respecto del imputado, con arreglo a
las prescripciones de este Código, todas las restantes acciones que tuvieren por objeto perseguir las
responsabilidades civiles derivadas del hecho punible. La víctima podrá también ejercer esas acciones civiles
ante el tribunal civil correspondiente. Con todo, admitida a tramitación la demanda civil en el procedimiento
penal, no se podrá deducir nuevamente ante un tribunal civil (.-) Con la sola excepción indicada en el inciso
primero, las otras acciones encaminadas a obtener la reparación de las consecuencias civiles del hecho punible
que interpusieren personas distintas de la víctima, o se dirigieren contra personas diferentes del imputado,
deberán plantearse ante el tribunal civil que fuere competente de acuerdo a las reglas generales. (Art. 59 CPP)
Principio de oportunidad. Los fiscales del ministerio público podrán no iniciar la persecución penal o
abandonar la ya iniciada cuando se tratare de un hecho que no comprometiere gravemente el interés público, a
menos que la pena mínima asignada al delito excediere la de presidio o reclusión menores en su grado mínimo
o que se tratare de un delito cometido por un funcionario público en el ejercicio de sus funciones (.-) El
ejercicio de esta facultad se regulará mediante instrucciones generales dictadas por el Ministerio Público, con el
objetivo de establecer un uso racional de la misma (.-) Para estos efectos, el fiscal deberá emitir una decisión
motivada, la que comunicará al juez de garantía (.-) Éste, a su vez, la notificará a los intervinientes, si los
hubiere (.-) Dentro de los diez días siguientes a la comunicación de la decisión del fiscal, el juez, de oficio o a
petición de cualquiera de los intervinientes, podrá dejarla sin efecto cuando considerare que aquél ha excedido
sus atribuciones en cuanto la pena mínima prevista para el hecho de que se tratare excediere la de presidio o
reclusión menores en su grado mínimo, o se tratare de un delito cometido por un funcionario público en el
ejercicio de sus funciones. También la dejará sin efecto cuando, dentro del mismo plazo, la víctima manifestare
de cualquier modo su interés en el inicio o en la continuación de la persecución penal (.-) La decisión que el
juez emitiere en conformidad al inciso anterior obligará al fiscal a continuar con la persecución penal (.-) Una
vez vencido el plazo señalado en el inciso tercero o rechazada por el juez la reclamación respectiva, los
intervinientes contarán con un plazo de diez días para reclamar de la decisión del fiscal ante las autoridades
del ministerio público (.-) Conociendo de esta reclamación, las autoridades del ministerio público deberán
verificar si la decisión del fiscal se ajusta a las políticas generales del servicio y a las normas que hubieren sido
dictadas al respecto (.-) Transcurrido el plazo previsto en el inciso precedente sin que se hubiere formulado
reclamación o rechazada ésta por parte de las autoridades del ministerio público, se entenderá extinguida la
acción penal respecto del hecho de que se tratare (.-) La extinción de la acción penal de acuerdo a lo previsto en
este artículo no perjudicará en modo alguno el derecho a perseguir por la vía civil las responsabilidades
pecuniarias derivadas del mismo hecho. (Art. 170 CPP)
Procedencia de la aplicación de medidas de seguridad. En el proceso penal sólo podrá aplicarse una medida
de seguridad al enajenado mental que hubiere realizado un hecho típico y antijurídico y siempre que existieren
antecedentes calificados que permitieren presumir que atentará contra sí mismo o contra otras personas. (Art.
455 CPP)
Procedencia de la revisión. La Corte Suprema podrá rever extraordinariamente las sentencias firmes en que se
hubiere condenado a alguien por un crimen o simple delito, para anularlas, en los siguientes casos: (.-) a)
Cuando, en virtud de sentencias contradictorias, estuvieren sufriendo condena dos o más personas por un
mismo delito que no hubiere podido ser cometido más que por una sola; (.-) b) Cuando alguno estuviere
sufriendo condena como autor, cómplice o encubridor del homicidio de una persona cuya existencia se
comprobare después de la condena; (.-) c) Cuando alguno estuviere sufriendo condena en virtud de sentencia
fundada en un documento o en el testimonio de una o más personas, siempre que dicho documento o dicho
testimonio hubiere sido declarado falso por sentencia firme en causa criminal; (.-) d) Cuando, con
posterioridad a la sentencia condenatoria, ocurriere o se descubriere algún hecho o apareciere algún
documento desconocido durante el proceso, que fuere de tal naturaleza que bastare para establecer la
inocencia del condenado, y (.-) e) Cuando la sentencia condenatoria hubiere sido pronunciada a consecuencia
de prevaricación o cohecho del juez que la dictó o de uno o más de los jueces que concurrieron a su dictación,
cuya existencia hubiere sido declarada por sentencia judicial firme. (Art. 473 CPP)
Procedencia de los acuerdos reparatorios. El imputado y la víctima podrán convenir acuerdos reparatorios,
los que el juez de garantía aprobará, en audiencia a la que citará a los intervinientes para escuchar sus
planteamientos, si verificare que los concurrentes al acuerdo hubieren prestado su consentimiento en forma
libre y con pleno conocimiento de sus derechos (.-) Los acuerdos reparatorios sólo podrán referirse a hechos
investigados que afectaren bienes jurídicos disponibles de carácter patrimonial, consistieren en lesiones menos
graves o constituyeren delitos culposos (.-) En consecuencia, de oficio o a petición del ministerio público, el
juez negará aprobación a los acuerdos reparatorios convenidos en procedimientos que versaren sobre hechos
diversos de los previstos en el inciso que antecede, o si el consentimiento de los que lo hubieren celebrado no
apareciere libremente prestado, o si existiere un interés público prevalente en la continuación de la persecución
penal. Se entenderá especialmente que concurre este interés si el imputado hubiere incurrido reiteradamente
en hechos como los que se investigaren en el caso particular. (Art. 241 CPP)
Procedencia de la prisión preventiva y de otras medidas cautelares personales (en la extradición pasiva).
Presentada la solicitud de extradición, el Estado requirente podrá solicitar la prisión preventiva del individuo
cuya extradición se requiriere, u otras medidas cautelares personales, que se decretarán si se cumplieren los
requisitos que disponga el tratado respectivo o, en su defecto, los previstos en el Título V del Libro I (Medidas
cautelares personales). (Art. 446 CPP)
Procedencia de las medidas cautelares reales. Durante la etapa de investigación, el ministerio público o la
víctima podrán solicitar por escrito al juez de garantía que decrete respecto del imputado, una o más de las
medidas precautorias autorizadas en el Título V del Libro Segundo del Código de Procedimiento Civil. En
estos casos, las solicitudes respectivas se substanciarán y regirán de acuerdo a lo previsto en el Título IV del
mismo Libro (Medidas prejudiciales). Con todo, concedida la medida, el plazo para presentar la demanda se
extenderá hasta la oportunidad prevista en el artículo 60 (La demanda civil en el procedimiento penal deberá
interponerse hasta quince días antes de la fecha fijada para la APJO el querellante podrá; adherir a la acusación
del ministerio público, acusar particularmente, señalar vicios de la acusación, ofrecer pruebas o deducir
demanda» por escrito y cumpliendo con los siguientes requisitos: designación del tribunal, datos completos
del demandante y de quienes lo representan, datos completos del demandado, exposición clara de los hechos y
las peticiones. La demanda civil del querellante deberá deducirse conjuntamente con su escrito de adhesión o
acusación. La demanda civil deberá contener la indicación de los medios de prueba, en los mismos términos de
la acusación; individualización del o de los acusados, relación circunstanciada de los hechos, relación de las
circunstancias que modifiquen la responsabilidad penal subsidiariamente de la petición principal,
participación del imputado, precepto jurídico aplicable, medios de prueba y la pena a solicitar) (.-) Del mismo
modo, al deducir la demanda civil, la víctima podrá solicitar que se decrete una o más de dichas medidas. (Art.
157 CPP)
Procedencia de las nulidades procesales. Sólo podrán anularse las actuaciones o diligencias judiciales
defectuosas del procedimiento que ocasionaren a los intervinientes un perjuicio reparable únicamente con la
declaración de nulidad. Existe perjuicio cuando la inobservancia de las formas procesales atenta contra las
posibilidades de actuación de cualquiera de los intervinientes en el procedimiento. (Art. 159 CPP)
Procedencia del informe de peritos. El ministerio público y los demás intervinientes podrán presentar
informes elaborados por peritos de su confianza y solicitar en la audiencia de preparación del juicio oral que
éstos fueren citados a declarar a dicho juicio, acompañando los comprobantes que acreditaren la idoneidad
profesional del perito (.-) Procederá el informe de peritos en los casos determinados por la ley y siempre que
para apreciar algún hecho o circunstancia relevante para la causa fueren necesarios o convenientes
conocimientos especiales de una ciencia, arte u oficio (.-) Los informes deberán emitirse con imparcialidad,
ateniéndose a los principios de la ciencia o reglas del arte u oficio que profesare el perito. (Art. 314 CPP)
Procedimiento monitorio. Se aplicará el procedimiento monitorio a la tramitación de las faltas respecto de las
cuales el fiscal pidiere sólo pena de multa. En el requerimiento señalado en el artículo precedente el fiscal
indicará el monto de la multa que solicitare imponer (.-) Si el juez estimare suficientemente fundado el
requerimiento y la proposición relativa a la multa, deberá acogerlos inmediatamente, dictando una resolución
que así lo declare. Dicha resolución contendrá, además, las siguientes indicaciones: (.-) a) La instrucción acerca
del derecho del imputado de reclamar en contra del requerimiento y de la imposición de la sanción, dentro de
los quince días siguientes a su notificación, así como de los efectos de la interposición del reclamo; (.-) b) La
instrucción acerca de la posibilidad de que dispone el imputado en orden a aceptar el requerimiento y la multa
impuesta, así como de los efectos de la aceptación, y (.-) c) El señalamiento del monto de la multa y de la forma
en que la misma debiere enterarse en arcas fiscales, así como del hecho que, si la multa fuere pagada dentro de
los quince días siguientes a la notificación al imputado de la resolución prevista en este inciso, ella será
rebajada en 25%, expresándose el monto a enterar en dicho caso (.-) Si el imputado pagare dicha multa o
transcurriere el plazo de quince días desde la notificación de la resolución que la impusiere, sin que el
imputado reclamare sobre su procedencia o monto, se entenderá que acepta su imposición. En dicho evento la
resolución se tendrá, para todos los efectos legales, como sentencia ejecutoriada (.-) Por el contrario, si, dentro
Procedimiento para el registro. La resolución que autorizare la entrada y el registro de un lugar cerrado se
notificará al dueño o encargado, invitándosele a presenciar el acto, a menos que el juez de garantía autorizare
la omisión de estos trámites sobre la base de antecedentes que hicieren temer que ello pudiere frustrar el éxito
de la diligencia (.-) Si no fuere habida alguna de las personas expresadas, la notificación se hará a cualquier
persona mayor de edad que se hallare en el lugar o edificio, quien podrá, asimismo, presenciar la diligencia. Si
no se hallare a nadie, se hará constar esta circunstancia en el acta de la diligencia. (Art. 212 CPP)
Procedimiento simplificado en caso de falta o simple delito flagrante. Tratándose de una persona
sorprendida in fraganti cometiendo una falta o un simple delito de aquellos a que da lugar este procedimiento,
el fiscal podrá disponer que el imputado sea puesto a disposición del juez de garantía, para el efecto de
comunicarle en la audiencia de control de detención, de forma verbal, el requerimiento a que se refiere el
artículo 391 (Individualización del imputado; relación sucinta del hecho que se le atribuyere, con indicación
del tiempo y lugar de comisión y demás circunstancias relevantes; cita de la disposición legal infringida;
exposición de los antecedentes o elementos que fundamentaren la imputación; la pena solicitada por el
requirente, y la individualización y firma del requirente), y proceder de inmediato conforme a lo dispuesto en
este Título. (Art. 393 bis)
Prohibición de comunicaciones. El tribunal podrá, a petición del fiscal, restringir o prohibir las
comunicaciones del detenido o preso hasta por un máximo de diez días, cuando considerare que ello resulta
necesario para el exitoso desarrollo de la investigación. En todo caso esta facultad no podrá restringir el acceso
del imputado a su abogado en los términos del artículo 94, letra f) (Entrevista privada con su abogado de
confianza), ni al propio tribunal. Tampoco se podrá restringir su acceso a una apropiada atención médica (.-) El
tribunal deberá instruir a la autoridad encargada del recinto en que el imputado se encontrare acerca del modo
de llevar a efecto la medida, el que en ningún caso podrá consistir en el encierro en celdas de castigo. (Art. 151
CPP)
Prohibición de informar. Los funcionarios policiales no podrán informar a los medios de comunicación social
acerca de la identidad de detenidos, imputados, víctimas, testigos, ni de otras personas que se encontraren o
pudieren resultar vinculadas a la investigación de un hecho punible. (Art. 92 CPP)
Prohibición de lectura de registros y documentos. Salvo en los casos previstos en los artículos 331 (Se podrán
reproducir o dar lectura a los registros de declaraciones, cuando se trate de declaraciones de testigos o peritos
fallecidos, incapaces mental o físicamente, cuando sean dictámenes que todas las partes acuerden incorporar,
cuando la incomparecencia de los testigos, peritos o coimputados, fuere imputada al acusado, cuando se trate
de declaraciones realizadas por coimputados rebeldes) y 332 (Una vez que el acusado o testigo prestaran
declaración, se podrá leer en el interrogatorio partes de sus declaraciones; igual oportunidad tendrá el perito
con respecto a su dictamen pericial), no se podrá incorporar o invocar como medios de prueba ni dar lectura
durante el juicio oral, a los registros y demás documentos que dieren cuenta de diligencias o actuaciones
realizadas por la policía o el ministerio público (.-) Ni aun en los casos señalados se podrá incorporar como
medio de prueba o dar lectura a actas o documentos que dieren cuenta de actuaciones o diligencias declaradas
nulas, o en cuya obtención se hubieren vulnerado garantías fundamentales. (Art. 334 CPP)
Prohibición de querella. No podrán querellarse entre sí, sea por delitos de acción pública o privada: (.-) a) Los
cónyuges, a no ser por delito que uno hubiere cometido contra el otro o contra sus hijos, o por el delito de
bigamia; (.-) b) Los convivientes civiles, a no ser por delito que uno hubiere cometido en contra del otro o
contra sus hijos y (.-) c) Los consanguíneos en toda la línea recta, los colaterales y afines hasta el segundo
grado, a no ser por delitos cometidos por unos contra los otros, o contra su cónyuge o hijos. (Art. 116 CPP)
Prolongación excesiva de la declaración. Si el examen del imputado se prolongare por mucho tiempo, o si se
le hubiere dirigido un número de preguntas tan considerable que provocare su agotamiento, se concederá el
descanso prudente y necesario para su recuperación (.-) (Se hará constar en el registro el tiempo invertido en el
interrogatorio). (Art. 196 CPP)
Pronunciamiento sobre costas. Toda resolución que pusiere término a la causa o decidiere un incidente
deberá pronunciarse sobre el pago de las costas del procedimiento. (Art. 45 CPP)
Pronunciamiento sobre la demanda civil. Tanto en el caso de absolución como en el de condena deberá el
tribunal pronunciarse acerca de la demanda civil válidamente interpuesta. (Art. 349 CPP)
Proposición de diligencias. Durante la investigación, tanto el imputado como los demás intervinientes en el
procedimiento podrán solicitar al fiscal todas aquellas diligencias que consideraren pertinentes y útiles para el
esclarecimiento de los hechos (.-) El fiscal deberá pronunciarse dentro de los 10 (diez) días siguientes a la
solicitud y ordenará que se lleven a efecto aquellas que estimare conducentes (.-) Si el fiscal rechazare la
solicitud o no se pronunciare dentro del plazo establecido en el inciso anterior, se podrá reclamar ante las
autoridades del Ministerio Público según lo disponga la ley orgánica constitucional respectiva, dentro del
plazo de 5 (cinco) días contado desde el rechazo o desde el vencimiento del señalado plazo, con el propósito de
obtener un pronunciamiento definitivo acerca de la procedencia de la diligencia. (Art. 183 CPP)
Protección a los testigos. El tribunal, en casos graves y calificados, podrá, por solicitud de cualquiera de las
partes o del propio testigo, disponer medidas especiales destinadas a proteger la seguridad de este último, las
que podrán consistir, entre otras, en autorizarlo para deponer vía sistema de vídeo conferencia, separado del
resto de la sala de audiencias mediante algún sistema de obstrucción visual, o por otros mecanismos que
impidan el contacto directo del testigo con los intervinientes o el público. Dichas medidas durarán el tiempo
razonable que el tribunal dispusiere y podrán ser renovadas cuantas veces fuere necesario (.-) De igual forma,
el ministerio público, de oficio o a petición del interesado, adoptará las medidas que fueren procedentes para
conferir al testigo, antes o después de prestadas sus declaraciones, la debida protección. Se entenderá que
constituye un caso grave y calificado aquel en que la solicitud se fundamente en la existencia de malos tratos
de obra o amenazas en los términos del artículo 296 (Con presidio menor en sus grados medio a máximo, si la
amenaza fuere exigiendo una cantidad de dinero o imponiendo una condición, con presidio menos en sus
grados medio a máximo, si la hecha la amenaza, el culpable no consiguiera su propósito, con presidio menor
en su grado mínimo, si la amenaza no fue condicionada salvo que merezca mayor pena el hecho consumado)
del Código Penal. Para adoptar esta decisión, el tribunal podrá oír de manera reservada al testigo, sin
participación de los intervinientes en el juicio. (Art. 308 CPP)
Protección de la víctima. El ministerio público estará obligado a velar por la protección de la víctima del delito
en todas las etapas del procedimiento penal. Por su parte, el tribunal garantizará conforme a la ley la vigencia
Prueba anticipada. Durante la audiencia de preparación del juicio oral también se podrá solicitar la prueba
testimonial anticipada conforme a lo previsto en el artículo 191 (Una vez concluida la declaración del testigo,
se le advertirá que deberá estar atento a prestar declaración en un posible juicio, sin embargo, en caso de que
este manifestara su imposibilidad comprobada, se le deberá requerir al juez, la declaración anticipada) (.-) Si
con posterioridad a la realización de la audiencia de preparación del juicio oral, sobreviniere, respecto de los
testigos, alguna de las circunstancias señaladas en el inciso segundo del artículo 191 (Imposibilidad de
concurrencia al juicio por ausencia a larga distancia, por sobreviniencia de muerte, de incapacidad física o
mental) o se tratare de la situación señalada en el artículo 191 bis (Menores de dieciocho años víctimas de casos
como abusos sexuales), cualquiera de los intervinientes podrá solicitar al juez de garantía, en audiencia
especial citada al efecto, la rendición de prueba anticipada. Asimismo, se podrá solicitar la declaración de
peritos en conformidad con las normas del Párrafo 6º del Título III del Libro Segundo (Informe de peritos; del
artículo 314 al 322), cuando fuere previsible que la persona de cuya declaración se tratare se encontrara en la
imposibilidad de concurrir al juicio oral, por alguna de las razones contempladas en el inciso segundo del
artículo 191 (Imposibilidad de concurrencia al juicio por ausencia a larga distancia, por sobreviniencia de
muerte, de incapacidad física o mental). Para los efectos de lo establecido en los incisos anteriores, el juez de
garantía citará a una audiencia especial para la recepción de la prueba anticipada. (Art. 280 CPP)
Pruebas caligráficas. El fiscal podrá solicitar al imputado que escriba en su presencia algunas palabras o
frases, a objeto de practicar las pericias caligráficas que considerare necesarias para la investigación. Si el
imputado se negare a hacerlo, el fiscal podrá solicitar al juez de garantía la autorización correspondiente. (Art.
203 CPP)
Prueba de las acciones civiles. La prueba de las acciones civiles en el procedimiento criminal se sujetará a las
normas civiles en cuanto a la determinación de la parte que debiere probar y a las disposiciones de este Código
en cuanto a su procedencia, oportunidad, forma de rendirla y apreciación de su fuerza probatoria
Imposibilidad de concurrencia al juicio por ausencia a larga distancia, por sobreviniencia de muerte, de
incapacidad física o mental Lo previsto en este artículo se aplicará también a las cuestiones civiles a que se
refiere el inciso primero del artículo 173 del Código Orgánico de Tribunales. (Art. 324 CPP)
Publicidad de la audiencia del juicio oral. La audiencia del juicio oral será pública, pero el tribunal podrá
disponer, a petición de parte y por resolución fundada, una o más de las siguientes medidas, cuando
considerare que ellas resultan necesarias para proteger la intimidad, el honor o la seguridad de cualquier
persona que debiere tomar parte en el juicio o para evitar la divulgación de un secreto protegido por la ley: (.-)
a) Impedir el acceso u ordenar la salida de personas determinadas de la sala donde se efectuare la audiencia; (.-
) b) Impedir el acceso del público en general u ordenar su salida para la práctica de pruebas específicas, y (.-) c)
Prohibir al fiscal, a los demás intervinientes y a sus abogados que entreguen información o formulen
declaraciones a los medios de comunicación social durante el desarrollo del juicio (.-) Los medios de
comunicación social podrán fotografiar, filmar o transmitir alguna parte de la audiencia que el tribunal
determinare, salvo que las partes se opusieren a ello. Si sólo alguno de los intervinientes se opusiere, el
tribunal resolverá. (Art. 289 CPP)
Prueba en los recursos. En el recurso de nulidad podrá producirse prueba sobre las circunstancias que
constituyeren la causal invocada, siempre que se hubiere ofrecido en el escrito de interposición del recurso (.-)
Esta prueba se recibirá en la audiencia conforme con las reglas que rigen su recepción en el juicio oral. En caso
alguno la circunstancia de que no pudiere rendirse la prueba dará lugar a la suspensión de la audiencia. (Art.
359 CPP)
Querellante. La querella podrá ser interpuesta por la víctima, su representante legal o su heredero
testamentario (.-) También se podrá querellar cualquier persona capaz de parecer en juicio domiciliada en la
provincia, respecto de hechos punibles cometidos en la misma que constituyeren delitos terroristas, o delitos
cometidos por un funcionario público que afectaren derechos de las personas garantizados por la Constitución
o contra la probidad pública (.-) Los órganos y servicios públicos sólo podrán interponer querella cuando sus
respectivas leyes orgánicas les otorguen expresamente las potestades correspondientes. (Art. 111 CPP)
Querella rechazada. Cuando no se diere curso a una querella en que se persiguiere un delito de acción pública
o previa instancia particular, por aplicación de alguna de las causales previstas en las letras a) y b) del artículo
114 (Presentación extemporánea y, cuando el juez otorgue un plazo de tres días para subsanar defectos y no
los corrigieran), el juez la pondrá en conocimiento del ministerio público para ser tenida como denuncia,
siempre que no le constare que la investigación del hecho hubiere sido iniciada de otro modo. (Art. 117 CPP)
Realización de la entrada y registro. Practicada la notificación a que se refiere el artículo 212 (Al dueño,
encargado del lugar privado o cualquier persona mayor de edad, se le informará sobre la resolución judicial
que autoriza la entrada para el registro), se procederá a la entrada y registro. Si se opusiere resistencia al
ingreso, o nadie respondiere a los llamados, se podrá emplear la fuerza pública. En estos casos, al terminar el
registro se cuidará que los lugares queden cerrados, a objeto de evitar el ingreso de otras personas en los
mismos. Todo ello se hará constar por escrito (.-) En los registros se procurará no perjudicar ni molestar al
interesado más de lo estrictamente necesario. El registro se practicará en un solo acto, pero podrá suspenderse
cuando no fuere posible continuarlo, debiendo reanudarse apenas cesare el impedimento. (Art. 214 CPP)
Realización del juicio. El juicio simplificado comenzará dándose lectura al requerimiento del fiscal y a la
querella, si la hubiere. En seguida se oirá a los comparecientes y se recibirá la prueba, tras lo cual se preguntará
al imputado si tuviere algo que agregar (.-) Con su nueva declaración o sin ella, el juez pronunciará su decisión
de absolución o condena, y fijará una nueva audiencia, para dentro de los cinco días próximos, para dar a
conocer el texto escrito de la sentencia (.-) La audiencia no podrá suspenderse, ni aun por falta de
comparecencia de alguna de las partes o por no haberse rendido prueba en la misma (.-) Sin embargo, si no
hubiere comparecido algún testigo o perito cuya citación judicial hubiere sido solicitada de conformidad a lo
dispuesto en el inciso tercero del artículo 393 (La resolución que dispone la citación, ordenará a las partes a que
comparezcan con todos los medios de prueba, en caso de requerir la presencia de testigos o peritos, podrán
solicitar al tribunal que tramitara lo conducente en un plazo no inferior a cinco días a la fecha fijada para la
audiencia) y el tribunal considerare su declaración como indispensable para la adecuada resolución de la
causa, dispondrá lo necesario para asegurar su comparecencia. La suspensión no podrá en caso alguno exceder
de cinco días, transcurridos los cuales deberá proseguirse conforme a las reglas generales, aun a falta del
testigo o perito. En caso que el imputado requerido, válidamente emplazado, no asista injustificadamente a la
audiencia de juicio por segunda ocasión, el tribunal deberá recibir, siempre que considere que ello no vulnera
el derecho a defensa del imputado, la prueba testimonial y pericial del Ministerio Público, de la defensa y del
querellante, en carácter de prueba anticipada, conforme lo previsto en el artículo 191 (Una vez concluida la
declaración del testigo, se le advertirá que deberá estar atento a prestar declaración en un posible juicio, sin
Reapertura de la investigación. Dentro de los diez días siguientes al cierre de la investigación, los
intervinientes podrán reiterar la solicitud de diligencias precisas de investigación que oportunamente hubieren
formulado durante la investigación y que el Ministerio Público hubiere rechazado o respecto de las cuales no
se hubiere pronunciado (.-) Si el juez de garantía acogiere la solicitud, ordenará al fiscal reabrir la investigación
y proceder al cumplimiento de las diligencias, en el plazo que le fijará. Podrá el fiscal, en dicho evento y por
una sola vez, solicitar ampliación del mismo plazo (.-) El juez no decretará ni renovará aquellas diligencias que
en su oportunidad se hubieren ordenado a petición de los intervinientes y no se hubieren cumplido por
negligencia o hecho imputable a los mismos, ni tampoco las que fueren manifiestamente impertinentes, las que
tuvieren por objeto acreditar hechos públicos y notorios ni, en general, todas aquéllas que hubieren sido
solicitadas con fines puramente dilatorios (.-) Vencido el plazo o su ampliación, o aun antes de ello si se
hubieren cumplido las diligencias, el fiscal cerrará nuevamente la investigación y procederá en la forma
señalada en el artículo 248 (El Fiscal del ministerio público, dentro de los diez días siguientes al cierre de la
investigación podrá: solicitar el sobreseimiento de la causa, formular acusación o comunicar la decisión de no
perseverar). (Art. 257 CPP)
Reapertura del procedimiento al cesar la causal de sobreseimiento temporal. A solicitud del fiscal o de
cualquiera de los restantes intervinientes, el juez podrá decretar la reapertura del procedimiento cuando cesare
la causa que hubiere motivado el sobreseimiento temporal. (Art. 254 CPP)
Reclamaciones o tercerías. Las reclamaciones o tercerías que los intervinientes o terceros entablaren durante la
investigación con el fin de obtener la restitución de objetos recogidos o incautados se tramitarán ante el juez de
garantía. La resolución que recayere en el artículo así tramitado se limitará a declarar el derecho del reclamante
sobre dichos objetos, pero no se efectuará la devolución de éstos sino hasta después de concluido el
procedimiento, a menos que el tribunal considerare innecesaria su conservación (.-) Lo dispuesto en el inciso
precedente no se extenderá a las cosas hurtadas, robadas o estafadas, las cuales se entregarán al dueño o
legítimo tenedor en cualquier estado del procedimiento, una vez comprobado su dominio o tenencia por
cualquier medio y establecido su valor (.-) En todo caso, se dejará constancia mediante fotografías u otros
medios que resultaren convenientes de las especies restituidas o devueltas en virtud de este artículo. (Art. 189
CPP)
Recurso de apelación (en las medidas cautelares). Serán apelables las resoluciones que negaren o dieren lugar
a las medidas previstas en este Título. (Art. 158 CPP)
Recurso de hecho. Denegado el recurso de apelación, concedido siendo improcedente u otorgado con efectos
no ajustados a derecho, los intervinientes podrán ocurrir de hecho, dentro de tercero día, ante el tribunal de
alzada, con el fin de que resuelva si hubiere lugar o no al recurso y cuáles debieren ser sus efectos (.-)
Presentado el recurso, el tribunal de alzada solicitará, cuando correspondiere, los antecedentes señalados en el
artículo 371 (Concedido el recurso, el juez deberá remitir copia fiel de la resolución y sus antecedentes, al
tribunal de alzada) y luego fallará en cuenta (.-) Si acogiere el recurso por haberse denegado la apelación,
retendrá tales antecedentes o los recabará, si no los hubiese pedido, para pronunciarse sobre la apelación. (Art.
369 CPP)
Recurso de nulidad. El recurso de nulidad se concede para invalidar el juicio oral y la sentencia definitiva, o
solamente ésta, por las causales expresamente señaladas en la ley (.-) Deberá interponerse, por escrito, dentro
de los diez días siguientes a la notificación de la sentencia definitiva, ante el tribunal que hubiere conocido del
juicio oral. (Art. 372 CPP)
Recursos (en el simplificado). Contra la sentencia definitiva sólo podrá interponerse el recurso de nulidad
previsto en el Título IV del Libro Tercero (Recurso de nulidad). El fiscal requirente y el querellante, en su caso,
sólo podrán recurrir si hubieren concurrido al juicio. (Art. 399 CPP)
Recursos en contra de la sentencia que falla la petición de extradición. En contra de la sentencia que se
pronunciare sobre la extradición procederán el recurso de apelación y el recurso de nulidad, el que sólo podrá
fundarse en una o más de las causales previstas en los artículos 373, letra a) (Cuando en cualquier etapa del
procedimiento o en el pronunciamiento de la sentencia, se infringiera derechos o garantías constitucionales), y
374 (En caso de sentencia declarada por un tribunal incompetente; en caso de ser pronunciada la sentencia por
un tribunal no integrado por los jueces designados por la ley; en caso de que la sentencia fuera pronunciada
por algún juez implicado o que su recusación estuviere pendiente o declarado por el tribunal competente; en
caso de que la sentencia hubiere sido acordada por un número menor de votos, pronunciada por un número
menor de jueces o con la concurrencia de jueces que no hubieren asistido; en caso de celebrar la audiencia de
juicio oral en ausencia del juez, del fiscal del ministerio público o del defensor; en caso de que a la defensa se le
hubiere impedido ejercer sus facultades; en caso de violación a las disposiciones relacionadas con los
principios de publicidad y continuidad del juicio; en caso de la omisión de la exposición clara de los hechos y
circunstancias probados, de las bases legales o doctrinales que sirvieren de fundamento, de la resolución de
condena o absolución o la responsabilidad civil; en caso de que la sentencia se hubiere dictado excedida del
contenido de la acusación y, por último, en caso de que la sentencia se hubiere dictado en oposición a otra
sentencia pasada en autoridad de cosa juzgada). Corresponderá conocer de estos recursos a la Corte Suprema.
En el evento de interponerse ambos recursos, deberán deducirse en forma conjunta en un mismo escrito, uno
en subsidio del otro y dentro del plazo previsto para el recurso de apelación. La Corte Suprema conocerá del
recurso en conformidad a las reglas generales previstas en este Código para la tramitación de los recursos.
(Art. 450 CPP)
Recursos relacionados con la medida de prisión preventiva. La resolución que ordenare, mantuviere, negare
lugar o revocare la prisión preventiva será apelable cuando hubiere sido dictada en una audiencia. No obstará
a la procedencia del recurso, la circunstancia de haberse decretado, a petición de cualquiera de los
intervinientes, alguna de las medidas cautelares señaladas en el artículo 155 (Referido a otras medidas
cautelares personales como; la privación de libertad total o parcial en su casa, la sujeción a vigilancia, el
régimen de presentación, la prohibición de: salida del país, de asistencia a determinados lugares, de
comunicación con determinadas personas de aproximación al ofendido o de su familia, de portar armas,
municiones o cartuchos, la obligación de abandonar el inmueble). En los demás casos no será susceptible de
recurso alguno (.-) Tratándose de los delitos establecidos en los artículos 141 (Secuestro), 142 (Sustracción de
un menor de 18 años), 361 (Violación a mayor de 14 años; cuando se usa fuerza, cuando la víctima está privada
de sentidos o cuando es incapaz), 362 (Violación a menor de 14 años), 365 bis (Abuso sexual con introducción
de objetos de cualquier índole >14 y <14 años), 390 (Parricidio), 391 (Homicidio calificado), 433 (Robo
calificado), 436 (Robo simple) y 440 (Robo en lugar habitado) del Código Penal, en las leyes N° 17.798 y N°
20.000 y de los delitos de castración, mutilaciones y lesiones contra miembros de Carabineros, de la Policía de
Investigaciones y de Gendarmería de Chile, en el ejercicio de sus funciones, el imputado que hubiere sido
puesto a disposición del Tribunal en calidad de detenido o se encontrare en prisión preventiva no podrá ser
puesto en libertad mientras no se encontrare ejecutoriada la resolución que negare, sustituyere o revocare la
prisión preventiva. El recurso de apelación contra esta resolución deberá interponerse en la misma audiencia,
gozará de preferencia para su vista y fallo y será agregado extraordinariamente a la tabla el mismo día de su
ingreso al Tribunal de Alzada, o a más tardar a la del día siguiente hábil. Cada Corte de Apelaciones deberá
establecer una sala de turno que conozca estas apelaciones en días feriados (.-) En los casos en que no sea
Registro de actuaciones ante los tribunales con competencia en materia penal. Las audiencias ante los jueces
con competencia en materia penal se registrarán en forma íntegra por cualquier medio que asegure su
fidelidad, tal como audio digital, video u otro soporte tecnológico equivalente. (Art. 41 CPP)
Registro de las actuaciones del ministerio público. El ministerio público deberá dejar constancia de las
actuaciones que realizare, tan pronto tuvieren lugar, utilizando al efecto cualquier medio que permitiere
garantizar la fidelidad e integridad de la información, así como el acceso a la misma de aquéllos que de
acuerdo a la ley tuvieren derecho a exigirlo (.-) La constancia de cada actuación deberá consignar a lo menos la
indicación de la fecha, hora y lugar de realización, de los funcionarios y demás personas que hubieren
intervenido y una breve relación de sus resultados. (Art. 227 CPP)
Registro de las actuaciones policiales. La policía levantará un registro, en el que dejará constancia inmediata
de las diligencias practicadas, con expresión del día, hora y lugar en que se hubieren realizado y de cualquier
circunstancia que pudiere resultar de utilidad para la investigación. Se dejará constancia en el registro de las
instrucciones recibidas del fiscal y del juez (.-) El registro será firmado por el funcionario a cargo de la
investigación y, en lo posible, por las personas que hubieren intervenido en los actos o proporcionado alguna
información (.-) En todo caso, estos registros no podrán remplazar las declaraciones de la policía en el juicio
oral. (Art. 228 CPP)
Registro de la interceptación. La interceptación telefónica de que trata el artículo precedente será registrada
mediante su grabación magnetofónica u otros medios técnicos análogos que aseguraren la fidelidad del
registro. La grabación será entregada directamente al ministerio público, quien la conservará bajo sello y
cuidará que la misma no sea conocida por terceras personas (.-) Cuando lo estimare conveniente, el ministerio
público podrá disponer la transcripción escrita de la grabación, por un funcionario que actuará, en tal caso,
como ministro de fe acerca de la fidelidad de aquélla. Sin perjuicio de ello, el ministerio público deberá
conservar los originales de la grabación, en la forma prevista en el inciso precedente (.-) La incorporación al
juicio oral de los resultados obtenidos de la medida de interceptación se realizará de la manera que
determinare el tribunal, en la oportunidad procesal respectiva. En todo caso, podrán ser citados como testigos
los encargados de practicar la diligencia (.-) Aquellas comunicaciones que fueren irrelevantes para el
procedimiento serán entregadas, en su oportunidad, a las personas afectadas con la medida, y se destruirá
toda transcripción o copia de ellas por el ministerio público (.-) Lo prescrito en el inciso precedente no regirá
respecto de aquellas grabaciones que contuvieren informaciones relevantes para otros procedimientos
seguidos por hechos que pudieren constituir un delito que merezca pena de crimen, de las cuales se podrá
hacer uso conforme a las normas precedentes. (Art. 223 CPP)
Registro (en la suspensión condicional del procedimiento). El ministerio público llevará un registro en el
cual dejará constancia de los casos en que se decretare la suspensión condicional del procedimiento o se
aprobare un acuerdo reparatorio (.-) El registro tendrá por objeto verificar que el imputado cumpla las
condiciones que el juez impusiere al disponer la suspensión condicional del procedimiento, o reúna los
requisitos necesarios para acogerse, en su caso, a una nueva suspensión condicional o acuerdo reparatorio (.-)
El registro será reservado, sin perjuicio del derecho de la víctima de conocer la información relativa al
imputado. (Art. 246 CPP)
Reglas generales de vista de los recursos. La vista de la causa se efectuará en una audiencia pública (.-) La
falta de comparecencia de uno o más recurrentes a la audiencia dará lugar a que se declare el abandono del
recurso respecto de los ausentes. La incomparecencia de uno o más de los recurridos permitirá proceder en su
ausencia (.-) La audiencia se iniciará con el anuncio, tras el cual, sin mediar relación, se otorgará la palabra a el
o los recurrentes para que expongan los fundamentos del recurso, así como las peticiones concretas que
formularen. Luego se permitirá intervenir a los recurridos y finalmente se volverá a ofrecer la palabra a todas
las partes con el fin de que formulen aclaraciones respecto de los hechos o de los argumentos vertidos en el
debate (.-) En cualquier momento del debate, cualquier miembro del tribunal podrá formular preguntas a los
representantes de las partes o pedirles que profundicen su argumentación o la refieran a algún aspecto
específico de la cuestión debatida (.-) Concluido el debate, el tribunal pronunciará sentencia de inmediato o, si
no fuere posible, en un día y hora que dará a conocer a los intervinientes en la misma audiencia (.-) La
sentencia será redactada por el miembro del tribunal colegiado que éste designare y el voto disidente o la
prevención, por su autor. (Art. 358 CPP)
Reiteración de faltas. En caso de reiteración de faltas de una misma especie se aplicará, en lo que
correspondiere, las reglas contenidas en el artículo 351 (En casos de reiteración de crímenes o simples delitos
de una misma especie – que afectan al mismo bien jurídico - la pena se impondrá como un solo delito, en caso
de no poder hacerlo así, el tribunal estimará la de mayor pena). (Art. 397 CPP)
Reiteración de crímenes o simples delitos de una misma especie. En los casos de reiteración de crímenes o
simples delitos de una misma especie se impondrá la pena correspondiente a las diversas infracciones,
estimadas como un solo delito, aumentándola en uno o dos grados (.-) Si, por la naturaleza de las diversas
infracciones, éstas no pudieren estimarse como un solo delito, el tribunal aplicará la pena señalada a aquélla
que, considerada aisladamente, con las circunstancias del caso, tuviere asignada una pena mayor,
aumentándola en uno o dos grados, según fuere el número de los delitos (.-) Podrá, con todo, aplicarse las
penas en la forma establecida en el artículo 74 (El culpable de dos o más delitos se le impondrán todas las
penas relacionadas con las infracciones, debiendo cumplirlas simultáneamente, en caso de no lograr cumplirlas
de esa forma, deberá cumplirlas una por una, desde la que corre con la pena más alta) del Código Penal si, de
seguirse este procedimiento, hubiere de corresponder al condenado una pena menor (.-) Para los efectos de
este artículo, se considerará delitos de una misma especie aquéllos que afectaren al mismo bien jurídico. (Art.
351 CPP)
Remisión a normas del Párrafo 1º (en desafuero de intendente o gobernador). El procedimiento establecido
en el Párrafo 1º de este Título (Personas que tienen el fuero del artículo 58 de la Constitución Política;
diputados y senadores respecto de sus opiniones bajo el desempeño de su cargo) es aplicable a los casos de
desafuero de un intendente o de un gobernador, en lo que fuere pertinente. (Art. 423 CPP)
Renuencia a comparecer o a declarar. Si el testigo legalmente citado no compareciere sin justa causa, se
procederá conforme a lo dispuesto en el inciso tercero del artículo 33 (El tribunal podrá ordenar que el
imputado incompareciente, sea detenido o sometido a prisión preventiva hasta su presentación al tribunal. En
caso de los testigos, peritos u otras personas requeridas, podrán ser arrestados hasta por veinticuatro horas así
como también ser impuestos al pago de quince unidades tributarias mensuales). Además, podrá imponérsele
el pago de las costas provocadas por su inasistencia (.-) El testigo que se negare sin justa causa a declarar, será
sancionado con las penas que establece el inciso segundo del artículo 240 (Quien quebrante lo que se deba
cumplir, será sancionado con reclusión menor en su grado medio) del Código de Procedimiento Civil. (Art.
299 CPP)
Renuncia de plazos. Los intervinientes en el procedimiento podrán renunciar, total o parcialmente, a los
plazos establecidos a su favor, por manifestación expresa (.-) Si el plazo fuere común, la abreviación o la
renuncia requerirán el consentimiento de todos los intervinientes y la aprobación del tribunal. (Art. 18 CPP)
Renuncia o abandono de la defensa. La renuncia formal del defensor no lo liberará de su deber de realizar
todos los actos inmediatos y urgentes que fueren necesarios para impedir la indefensión del imputado (.-) Sin
perjuicio de lo anterior, no podrá ser presentada la mencionada renuncia del abogado defensor dentro de los
diez días previos a la realización de la audiencia de juicio oral, como tampoco dentro de los siete días previos a
la realización de la audiencia de preparación de juicio (.-) El abogado defensor que renunciare a su cargo en los
plazos señalados en el inciso anterior, o abandonare o dejare de asistir injustificadamente a las audiencias
mencionadas en el artículo 103 bis, será sancionado con la suspensión del ejercicio de la profesión en los
términos previstos en el citado precepto (.-) En el caso de renuncia del defensor o en cualquier situación de
abandono de hecho de la defensa, el tribunal deberá designar de oficio un defensor penal público que la
asuma, a menos que el imputado se procurare antes un defensor de su confianza. Con todo, tan pronto este
defensor hubiere aceptado el cargo, cesará en sus funciones el designado por el tribunal. (Art. 106 CPP)
Renuncia y desistimiento de los recursos. Los recursos podrán renunciarse expresamente, una vez notificada
la resolución contra la cual procedieren (.-) Quienes hubieren interpuesto un recurso podrán desistirse de él
antes de su resolución. En todo caso, los efectos del desistimiento no se extenderán a los demás recurrentes o a
los adherentes al recurso (.-) El defensor no podrá renunciar a la interposición de un recurso, ni desistirse de
los recursos interpuestos, sin mandato expreso del imputado. (Art. 354 CPP)
Representación del Estado requirente. El ministerio público representará el interés del Estado requirente en el
procedimiento de extradición pasiva, lo que no obstará al cumplimiento de lo dispuesto en su ley orgánica
constitucional (.-) En cualquier momento, antes de la audiencia a que se refiere el artículo 448 (La audiencia de
extradición pasiva será pública, se deberá hacer saber los hechos, luego la rendición de prueba testimonial,
pericial o documental, luego el imputado podrá declarar, luego se le concede la palabra al estado requirente y
luego el imputado o su defensor, efectuará las argumentaciones procedentes), el Estado requirente podrá
designar otro representante, caso en el cual cesará la intervención del ministerio público. (Art. 443 CPP)
Reposición de las resoluciones dictadas fuera de audiencias. De las sentencias interlocutorias, de los autos y
de los decretos dictados fuera de audiencias, podrá pedirse reposición al tribunal que los hubiere pronunciado.
El recurso deberá interponerse dentro de tercero día y deberá ser fundado (.-) El tribunal se pronunciará de
plano, pero podrá oír a los demás intervinientes si se hubiere deducido en un asunto cuya complejidad así lo
aconsejare (.-) Cuando la reposición se interpusiere respecto de una resolución que también fuere susceptible
de apelación y no se dedujere a la vez este recurso para el caso de que la reposición fuere denegada, se
entenderá que la parte renuncia a la apelación (.-) La reposición no tendrá efecto suspensivo, salvo cuando
contra la misma resolución procediere también la apelación en este efecto. (Art. 362 CPP)
Reposición en las audiencias orales. La reposición de las resoluciones pronunciadas durante audiencias
orales deberá promoverse tan pronto se dictaren y sólo serán admisibles cuando no hubieren sido precedidas
de debate. La tramitación se efectuará verbalmente, de inmediato, y de la misma manera se pronunciará el
fallo. (Art. 363 CPP)
Reproducción de declaraciones anteriores en la audiencia del juicio oral. Podrá reproducirse o darse lectura
a los registros en que constaren anteriores declaraciones de testigos, peritos o imputados, en los siguientes
casos: (.-) a) Cuando se tratare de declaraciones de testigos o peritos que hubieren fallecido o caído en
incapacidad física o mental, o estuvieren ausentes del país, o cuya residencia se ignorare o que por cualquier
motivo difícil de superar no pudieren declarar en el juicio, siempre que ellas hubieren sido recibidas por el juez
Requerimiento. Recibida por el fiscal la denuncia de un hecho constitutivo de alguno de los delitos a que se
refiere el artículo 388 (Inscripción de un matrimonio prohibido por la ley o si un ministro de culto que
cometiere – en contra de un tercero – falsedad en un acta de matrimonio), solicitará del juez de garantía
competente la citación inmediata a audiencia, a menos que fueren insuficientes los antecedentes aportados, se
encontrare extinguida la responsabilidad penal del imputado o el fiscal decidiere hacer aplicación de la
facultad que le concede el artículo 170 (Principio de Oportunidad, los fiscales del ministerio público podrán no
iniciar investigación o abandonar la que ya iniciaron cuando un hecho no comprometa el interés público, salvo
que se trate de delitos cometidos por funcionarios públicos o por delitos en los que la pena mínima exceda la
de presidio o reclusión menor en su grado mínimo). De igual manera, cuando los antecedentes lo ameritaren y
hasta la deducción de la acusación, el fiscal podrá dejar sin efecto la formalización de la investigación que ya
hubiere realizado de acuerdo con lo previsto en el artículo 230 (El fiscal podrá formalizar la investigación
cuando así lo considere, siempre que exista la intervención judicial correspondiente), y proceder conforme a
las reglas de este Título (.-) Asimismo, si el fiscal formulare acusación y la pena requerida no excediere de
presidio o reclusión menores en su grado mínimo, la acusación se tendrá como requerimiento, debiendo el juez
disponer la continuación del procedimiento de conformidad a las normas de este Título (.-) Tratándose de las
faltas indicadas en los artículos 494, Nº 5 (Lesiones leves), y 496, Nº 11 (Injuria con publicidad), del Código
Penal, sólo podrán efectuar el requerimiento precedente las personas a quienes correspondiere la titularidad
de la acción conforme a lo dispuesto en los artículos 54 (No se podrá proceder de oficio sin que el ofendido no
denunciare el hecho) y 55 (Delitos de acción privada: la calumnia, la injuria, la injuria por escrito, la
provocación al duelo, el matrimonio de un menor llevado a cabo sin autorización). Si la falta contemplada en el
artículo 494 bis del Código Penal (Hurto) se cometiere en un establecimiento de comercio, para la
determinación del valor de las cosas hurtadas se considerará el precio de venta, salvo que los antecedentes que
se reúnan permitan formarse una convicción diferente. (Art. 390 CPP)
Requerimientos de información, contenido y formalidades. Todas las autoridades y órganos del Estado
deberán realizar las diligencias y proporcionar, sin demora, la información que les requirieren el ministerio
público y los tribunales con competencia penal (.-) El requerimiento contendrá la fecha y lugar de expedición,
los antecedentes necesarios para su cumplimiento, el plazo que se otorgare para que se llevare a efecto y la
determinación del fiscal o tribunal requirente (.-) Con todo, tratándose de informaciones o documentos que en
virtud de la ley tuvieren carácter secreto, el requerimiento se atenderá observando las prescripciones de la ley
respectiva, si las hubiere, y, en caso contrario, adoptándose las precauciones que aseguraren que la
información no será divulgada (.-) Si la autoridad requerida retardare el envío de los antecedentes solicitados o
se negare a enviarlos, a pretexto de su carácter secreto o reservado y el fiscal estimare indispensable la
realización de la actuación, remitirá los antecedentes al fiscal regional quien, si compartiere esa apreciación,
solicitará a la Corte de Apelaciones respectiva que, previo informe de la autoridad de que se tratare, recabado
por la vía que considerare más rápida, resuelva la controversia. La Corte adoptará esta decisión en cuenta. Si
fuere el tribunal el que requiriere la información, formulará dicha solicitud ante la Corte de Apelaciones (.-) Si
la razón invocada por la autoridad requerida para no enviar los antecedentes solicitados fuere que su
publicidad pudiere afectar la seguridad nacional, la cuestión deberá ser resuelta por la Corte Suprema (.-) Aun
Requerimiento de medidas de seguridad. En el caso previsto en el inciso segundo del artículo anterior, el
fiscal requerirá la medida de seguridad, mediante solicitud escrita, que deberá contener, en lo pertinente, las
menciones exigidas en el escrito de acusación (.-) El fiscal no podrá, en caso alguno, solicitar la aplicación del
procedimiento abreviado o la suspensión condicional del procedimiento (.-) En los casos previstos en este
artículo, el querellante podrá acompañar al escrito a que se refiere el artículo 261 (Hasta quince días antes de la
fecha fijada para la APJO el querellante podrá; adherir a la acusación del ministerio público, acusar
particularmente, señalar vicios de la acusación, ofrecer pruebas o deducir demanda) los antecedentes que
considerare demostrativos de la imputabilidad de la persona requerida. (Art. 461 CPP)
Requisitos del escrito de interposición (del recurso de nulidad). En el escrito en que se interpusiere el
recurso de nulidad se consignarán los fundamentos del mismo y las peticiones concretas que se sometieren al
fallo del tribunal (.-) El recurso podrá fundarse en varias causales, caso en el cual se indicará si se invocan
conjunta o subsidiariamente. Cada motivo de nulidad deberá ser fundado separadamente (.-) Cuando el
recurso se fundare en la causal prevista en el artículo 373, letra b) (Cuando en el pronunciamiento de la
sentencia, se hubiere hecho una errónea aplicación del derecho y que éste influyera en la dispositiva), y el
recurrente sostuviere que, por aplicación del inciso tercero del artículo 376 (Cuando en el pronunciamiento de
la sentencia, se hubiere hecho una errónea aplicación del derecho, que éste influyera en la dispositiva y
respecto de la materia y el derecho existieran diversas interpretaciones, corresponderá a la Corte Suprema), su
conocimiento correspondiere a la Corte Suprema, deberá, además, indicar en forma precisa los fallos en que se
hubiere sostenido las distintas interpretaciones que invocare y acompañar copia de las sentencias o de las
publicaciones que se hubieren efectuado del texto íntegro de las mismas. (Art. 378 CPP)
Requisitos de la querella. Toda querella criminal deberá presentarse por escrito ante el juez de garantía y
deberá contener: (.-) a) La designación del tribunal ante el cual se entablare; (.-) b) El nombre, apellido,
profesión u oficio y domicilio del querellante; (.-) c) El nombre, apellido, profesión u oficio y residencia del
querellado, o una designación clara de su persona, si el querellante ignorare aquellas circunstancias. Si se
ignoraren dichas determinaciones, siempre se podrá deducir querella para que se proceda a la investigación
del delito y al castigo de el o de los culpables; (.-) d) La relación circunstanciada del hecho, con expresión del
lugar, año, mes, día y hora en que se hubiere ejecutado, si se supieren; e) La expresión de las diligencias cuya
práctica se solicitare al ministerio público, y (.-) f) La firma del querellante o la de otra persona a su ruego, si no
supiere o no pudiere firmar. (Art. 113 CPP)
Requisitos para ordenar la prisión preventiva. Una vez formalizada la investigación, el tribunal, a petición
del Ministerio Público o del querellante, podrá decretar la prisión preventiva del imputado siempre que el
solicitante acreditare que se cumplen los siguientes requisitos: (.-) a) Que existen antecedentes que justificaren
la existencia del delito que se investigare; (.-)) Que existen antecedentes que permitieren presumir
fundadamente que el imputado ha tenido participación en el delito como autor, cómplice o encubridor, y (.-) c)
Que existen antecedentes calificados que permitieren al tribunal considerar que la prisión preventiva es
indispensable para el éxito de diligencias precisas y determinadas de la investigación, o que la libertad del
imputado es peligrosa para la seguridad de la sociedad o del ofendido, o que existe peligro de que el imputado
se dé a la fuga, conforme a las disposiciones de los incisos siguientes (.-) Se entenderá especialmente que la
prisión preventiva es indispensable para el éxito de la investigación cuando existiere sospecha grave y
fundada de que el imputado pudiere obstaculizar la investigación mediante la destrucción, modificación,
ocultación o falsificación de elementos de prueba; o cuando pudiere inducir a coimputados, testigos, peritos o
terceros para que informen falsamente o se comporten de manera desleal o reticente (.-) Para estimar si la
libertad del imputado resulta o no peligrosa para la seguridad de la sociedad, el tribunal deberá considerar
especialmente alguna de las siguientes circunstancias: la gravedad de la pena asignada al delito; el número de
delitos que se le imputare y el carácter de los mismos; la existencia de procesos pendientes, y el hecho de haber
Resoluciones apelables. Las resoluciones dictadas por el juez de garantía serán apelables en los siguientes
casos: (.-) a) Cuando pusieren término al procedimiento, hicieren imposible su prosecución o la suspendieren
por más de treinta días, y (.-) b) Cuando la ley lo señalare expresamente. (Art. 370 CPP)
Resolución de excepciones en la audiencia de preparación del juicio oral. Si el imputado hubiere planteado
excepciones de previo y especial pronunciamiento, el juez abrirá debate sobre la cuestión. Asimismo, de
estimarlo pertinente, el juez podrá permitir durante la audiencia la presentación de los antecedentes que
estimare relevantes para la decisión de las excepciones planteadas (.-) El juez resolverá de inmediato las
excepciones de incompetencia, litis pendencia y falta de autorización para proceder criminalmente, si hubieren
sido deducidas. La resolución que recayere respecto de dichas excepciones será apelable (.-) Tratándose de las
restantes excepciones previstas en el artículo 264 (Incompetencia del juez de garantía, litis pendencia, cosa
juzgada, falta de autorización para proceder criminalmente y extinción de la responsabilidad penal), el juez
podrá acoger una o más de las que se hubieren deducido y decretar el sobreseimiento definitivo, siempre que
el fundamento de la decisión se encontrare suficientemente justificado en los antecedentes de la investigación.
En caso contrario, dejará la resolución de la cuestión planteada para la audiencia del juicio oral. Esta última
decisión será inapelable. (Art. 271 CPP)
Resolución del requerimiento. Formulado el requerimiento, corresponderá al juez de garantía declarar que el
sujeto requerido se encuentra en la situación prevista en el artículo 10, número 1° (Loco o demente), del
Código Penal. Si el juez apreciare que los antecedentes no permiten establecer con certeza la inimputabilidad,
rechazará el requerimiento (.-). Al mismo tiempo, dispondrá que la acusación se formulare por el querellante,
siempre que éste se hubiere opuesto al requerimiento del fiscal, para que la sostuviere en lo sucesivo en los
mismos términos que este Código establece para el ministerio público. En caso contrario, ordenará al
ministerio público la formulación de la acusación conforme al trámite ordinario (.-) Los escritos de acusación
podrán contener peticiones subsidiarias relativas a la imposición de medidas de seguridad. (Art. 462 CPP)
Resoluciones inapelables. Serán inapelables las resoluciones dictadas por un tribunal de juicio oral en lo
penal. (Art. 364 CPP)
Resolución inmediata (en el simplificado). Una vez efectuado lo prescrito en el artículo anterior, el tribunal
preguntará al imputado si admitiere responsabilidad en los hechos contenidos en el requerimiento o si, por el
contrario, solicitare la realización de la audiencia. Para los efectos de lo dispuesto en el presente inciso, el fiscal
podrá modificar la pena requerida para el evento de que el imputado admitiere su responsabilidad (.-) En los
casos de los delitos señalados en el artículo 449 (Robo y hurto de vehículos) del Código Penal, el fiscal podrá
solicitar una pena inferior en un grado al mínimo de los señalados por la ley, debiendo considerar previamente
lo establecido en las reglas 1a y 2a del artículo 449 del mismo cuerpo legal (.-) Si el imputado admitiere su
responsabilidad en el hecho, el tribunal dictará sentencia inmediatamente. En estos casos, el juez no podrá
imponer una pena superior a la solicitada en el requerimiento, permitiéndose la incorporación de antecedentes
que sirvieren para la determinación de la pena. (Art. 395 CPP)
Resolución sobre la prisión preventiva. Al concluir la audiencia el tribunal se pronunciará sobre la prisión
preventiva por medio de una resolución fundada, en la cual expresará claramente los antecedentes calificados
que justificaren la decisión. (Art. 143 CPP)
Responsabilidad penal. La acción penal, fuere pública o privada, no puede entablarse sino contra las personas
responsables del delito (.-) La responsabilidad penal sólo puede hacerse efectiva en las personas naturales. Por
las personas jurídicas responden los que hubieren intervenido en el acto punible, sin perjuicio de la
responsabilidad civil que las afectare. (Art. 58 CPP)
Resumen de las presentaciones de los intervinientes (en la audiencia intermedia). Al inicio de la audiencia,
el juez de garantía hará una exposición sintética de las presentaciones que hubieren realizado los
intervinientes. (Art. 267 CPP)
Retención e incautación de correspondencia. A petición del fiscal, el juez podrá autorizar, por resolución
fundada, la retención de la correspondencia postal, telegráfica o de otra clase y los envíos dirigidos al
imputado o remitidos por él, aun bajo nombre supuesto, o de aquéllos de los cuales, por razón de especiales
circunstancias, se presumiere que emanan de él o de los que él pudiere ser el destinatario, cuando por motivos
fundados fuere previsible su utilidad para la investigación. Del mismo modo, se podrá disponer la obtención
de copias o respaldos de la correspondencia electrónica dirigida al imputado o emanada de éste (.-) El fiscal
deberá examinar la correspondencia o los envíos retenidos y conservará aquéllos que tuvieren relación con el
hecho objeto de la investigación. Para los efectos de su conservación se aplicará lo dispuesto en el artículo 188
(Todo lo recabado durante la investigación, será conservado por el ministerio público). La correspondencia o
los envíos que no tuvieren relación con el hecho investigado serán devueltos o, en su caso, entregados a su
destinatario, a algún miembro de su familia o a su mandatario o representante legal. La correspondencia que
hubiere sido obtenida de servicios de comunicaciones será devuelta a ellos después de sellada, otorgando, en
caso necesario, el certificado correspondiente. (Art. 218 CPP)
Sanciones (por infracción a la publicidad). Quienes infringieren las medidas sobre publicidad previstas en el
artículo 289 (Impedir el acceso u ordenar la salida de personas de la sala de juicio, Impedir el acceso u ordenar
la salida de personas de la sala de juicio al momento de la práctica de pruebas específicas, prohibir a fiscales o
demás intervinientes, que declaren ante los medios de comunicación) lo dispuesto en el artículo 293 (Quienes
asistan a la audiencia de juicio oral, deberán guardar compostura, no portar armas, ni adoptar comportamiento
intimidatorio) podrán ser sancionados de conformidad con los artículos 530 ó 532 del Código Orgánico de
Tribunales, según correspondiere (.-) Sin perjuicio de lo anterior, el tribunal podrá expulsar a los infractores de
la sala (.-) En caso de que el expulsado fuere el fiscal o el defensor, deberá procederse a su reemplazo antes de
continuar el juicio. Si lo fuere el querellante, se procederá en su ausencia y si lo fuere su abogado, deberá
remplazarlo. (Art. 294 CPP)
Secreto de las actuaciones de investigación. Secreto de las actuaciones de investigación. Las actuaciones de
investigación realizadas por el ministerio público y por la policía serán secretas para los terceros ajenos al
procedimiento (.-) El imputado y los demás intervinientes en el procedimiento podrán examinar y obtener
copias, a su cargo, de los registros y documentos de la investigación fiscal y podrán examinar los de la
investigación policial (.-) El fiscal podrá disponer que determinadas actuaciones, registros o documentos sean
mantenidas en secreto respecto del imputado o de los demás intervinientes, cuando lo considerare necesario
para la eficacia de la investigación (.-) En tal caso deberá identificar las piezas o actuaciones respectivas, de
modo que no se vulnere la reserva y fijar un plazo no superior a cuarenta días para la mantención del secreto,
el cual podrá ser ampliado por el mismo período, por una sola vez, con motivos fundados. Esta ampliación no
será oponible ni al imputado ni a su defensa (.-) El imputado o cualquier otro interviniente podrá solicitar del
juez de garantía que ponga término al secreto o que lo limite, en cuanto a su duración, a las piezas o
actuaciones abarcadas por él, o a las personas a quienes afectare (.-) Sin perjuicio de lo dispuesto en los incisos
anteriores, no se podrá decretar el secreto sobre la declaración del imputado o cualquier otra actuación en que
hubiere intervenido o tenido derecho a intervenir, las actuaciones en las que participare el tribunal, ni los
informes evacuados por peritos, respecto del propio imputado o de su defensor (.-) Los funcionarios que
hubieren participado en la investigación y las demás personas que, por cualquier motivo, tuvieren
conocimiento de las actuaciones de la investigación estarán obligados a guardar secreto respecto de ellas. (Art.
182 CPP)
Sentencia que concede la extradición pasiva. Ejecutoriada que fuere la sentencia que concediere la
extradición, el Ministro de la Corte Suprema pondrá al sujeto requerido a disposición del Ministerio de
Relaciones Exteriores, a fin de que sea entregado al país que la hubiere solicitado. (Art. 451 CPP)
Sentencia que deniega la extradición pasiva. Si la sentencia denegare la extradición, aun cuando no se
encontrare ejecutoriada, el Ministro de la Corte Suprema procederá a decretar el cese de cualquier medida
cautelar personal que se hubiere decretado en contra del sujeto cuya extradición se solicitare (.-) Ejecutoriada la
sentencia que denegare la extradición, el Ministro de la Corte comunicará al Ministerio de Relaciones
Exteriores el resultado del procedimiento, incluyendo copia autorizada de la sentencia que en él hubiere
recaído. (Art. 452 CPP)
Situación de flagrancia. Se entenderá que se encuentra en situación de flagrancia: (.-) a) El que actualmente se
encontrare cometiendo el delito; (.-) b) El que acabare de cometerlo; (.-) c) El que huyere del lugar de comisión
del delito y fuere designado por el ofendido u otra persona como autor o cómplice; (.-) d) El que, en un tiempo
inmediato a la perpetración de un delito, fuere encontrado con objetos procedentes de aquél o con señales, en
sí mismo o en sus vestidos, que permitieren sospechar su participación en él, o con las armas o instrumentos
que hubieren sido empleados para cometerlo, y (.-) e) El que las víctimas de un delito que reclamen auxilio, o
testigos presenciales, señalaren como autor o cómplice de un delito que se hubiere cometido en un tiempo
inmediato (.-) f) El que aparezca en un registro audiovisual cometiendo un crimen o simple delito al cual la
policía tenga acceso en un tiempo inmediato (.-) Para los efectos de lo establecido en las letras d), e) y f) se
Sobreseimiento definitivo. El juez de garantía decretará el sobreseimiento definitivo: (.-) a) Cuando el hecho
investigado no fuere constitutivo de delito; (.-) b) Cuando apareciere claramente establecida la inocencia del
imputado; (.-) c) Cuando el imputado estuviere exento de responsabilidad criminal en conformidad al artículo
10 (El loco o demente; El menor de 18 años; quien actúe por legítima defensa; quien obra en defensa de su
cónyuge, de su concubino, de su pariente dentro del cuarto grado de consanguinidad y segundo de afinidad o
de un tercero, quien para repeler una acción, causa un daño en la propiedad ajena, quien causa un dañor para
ejecutar un acto lícito, quien obra por miedo insuperable, quien actúa bajo omisión hallándose en causa
legítima o insuperable, quien cometa cuasidelito) del Código Penal o en virtud de otra disposición legal; (.-) d)
Cuando se hubiere extinguido la responsabilidad penal del imputado por algunos de los motivos establecidos
en la ley; (.-) e) Cuando sobreviniere un hecho que, con arreglo a la ley, pusiere fin a dicha responsabilidad, y
(.-) f) Cuando el hecho de que se tratare hubiere sido materia de un procedimiento penal en el que hubiere
recaído sentencia firme respecto del imputado (.-) El juez no podrá dictar sobreseimiento definitivo respecto de
los delitos que, conforme a los tratados internacionales ratificados por Chile y que se encuentren vigentes, sean
imprescriptibles o no puedan ser amnistiados, salvo en los casos de los números 1° y 2° del artículo 93 (La
responsabilidad penal se extingue: Por muerte del imputado; Por cumplimiento de condena) del Código Penal.
(Art. 250 CPP)
Sobreseimiento temporal. El juez de garantía decretará el sobreseimiento temporal en los siguientes casos: (.-)
a) Cuando para el juzgamiento criminal se requiriere la resolución previa de una cuestión civil, de acuerdo con
lo dispuesto en el artículo 171 (Para resolver una cuestión penal, necesariamente se debe resolver una cuestión
prejudicial civil); (.-) b) Cuando el imputado no compareciere al procedimiento y fuere declarado rebelde, de
acuerdo con lo dispuesto en los artículos 99 y siguientes (Causales de rebeldía; decretada la detención o prisión
preventiva, no fuere habido y una vez formalizado en un país extranjero, no se pudiera extraditar), y (.-) c)
Cuando, después de cometido el delito, el imputado cayere en enajenación mental, de acuerdo con lo
dispuesto en el Título VII del Libro Cuarto (Procedimiento para la aplicación exclusiva de medidas de
seguridad – artículo 455 y siguientes). El tribunal de juicio oral en lo penal dictará sobreseimiento temporal
cuando el acusado no hubiere comparecido a la audiencia del juicio oral y hubiere sido declarado rebelde de
conformidad a lo dispuesto en los artículos 100 (La declaración de rebeldía la debe hacer el tribunal ante el
cual se debe presentar) y 101 (Declarada la rebeldía, se debe notificar al rebelde de todas las resoluciones, de
igual manera la declaración de rebeldía, no obstará la investigación, de hecho deberá continuar hasta la APJO)
de este Código. (Art. 252 CPP)
Sobreseimiento total y parcial. El sobreseimiento será total cuando se refiriere a todos los delitos y a todos los
imputados; y parcial cuando se refiriere a algún delito o a algún imputado, de los varios a que se hubiere
extendido la investigación y que hubieren sido objeto de formalización de acuerdo al artículo 229 (La
formalización de la investigación es la comunicación que le hace el fiscal al imputado - ante el juez de garantía
– sobre la investigación que pesa en su contra) (.-). Si el sobreseimiento fuere parcial, se continuará el
procedimiento respecto de aquellos delitos o de aquellos imputados a que no se extendiere aquél. (Art. 255
CPP)
Solicitud de admisibilidad de los capítulos de acusación. Una vez cerrada la investigación, si el fiscal
estimare que procede formular acusación por crimen o simple delito contra un juez, un fiscal judicial o un
fiscal del ministerio público, remitirá los antecedentes a la Corte de Apelaciones correspondiente, a fin de que,
si hallare mérito, declare admisibles los capítulos de acusación (.-) En el escrito de querella se especificarán los
capítulos de acusación, y se indicarán los hechos que constituyeren la infracción de la ley penal cometida por el
funcionario capitulado (.-) Igual declaración a la prevista en el inciso primero requerirá el fiscal si, durante la
investigación, quisiere solicitar al juez de garantía la prisión preventiva de algunas de esas personas u otra
medida cautelar en su contra (.-) Si se tratare de un delito de acción privada, el querellante deberá ocurrir ante
la Corte de Apelaciones solicitando igual declaración, antes de que se admitiere a tramitación por el juez de
garantía la querella que hubiere presentado por el delito. (Art. 425 CPP)
Solicitud de desafuero. Una vez cerrada la investigación, si el fiscal estimare que procediere formular
acusación por crimen o simple delito en contra de una persona que tenga el fuero a que se refieren los incisos
segundo a cuarto del artículo 58 de la Constitución Política (Personas que tienen el fuero del artículo 58 de la
Constitución Política; diputados y senadores respecto de sus opiniones bajo el desempeño de su cargo),
remitirá los antecedentes a la Corte de Apelaciones correspondiente, a fin de que, si hallare mérito, declare que
ha lugar a formación de causa (.-) Igual declaración requerirá si, durante la investigación, el fiscal quisiere
solicitar al juez de garantía la prisión preventiva del aforado u otra medida cautelar en su contra (.-) Si se
tratare de un delito de acción privada, el querellante deberá ocurrir ante la Corte de Apelaciones solicitando
igual declaración, antes de que se admitiere a tramitación su querella por el juez de garantía. (Art. 416 CPP)
Solicitud de detención previa u otra medida cautelar personal (en la extradición). Durante la tramitación de
la extradición, a petición del fiscal o del querellante que la hubiere requerido, la Corte de Apelaciones podrá
solicitar del Ministerio de Relaciones Exteriores que se pida al país en que se encontrare el imputado que
ordene la detención previa de éste o adopte otra medida destinada a evitar la fuga de la persona cuya
extradición se solicitará, cuando el juez de garantía hubiere comprobado la concurrencia de los requisitos que
admitirían decretar la prisión preventiva u otra medida cautelar personal (.-) La solicitud de la Corte de
Apelaciones deberá consignar los antecedentes que exigiere el tratado aplicable para solicitar la detención
previa o, a falta de tratado, al menos los antecedentes contemplados en el artículo 442 (Antes de recibir la
solicitud de extradición, la Corte Suprema podrá decretar la detención del imputado bajo los siguientes
requisitos: identificación del imputado; la existencia de una sentencia condenatoria firme o una orden de
privación judicial de libertad y la calificación del delito que motiva al solicitud). (Art. 434 CPP)
Solicitud de registros de actuaciones. El ministerio público podrá requerir en cualquier momento los registros
de las actuaciones de la policía. (Art. 88 CPP)
Solicitudes entre tribunales. Cuando un tribunal debiere requerir de otro la realización de una diligencia
dentro del territorio jurisdiccional de éste, le dirigirá directamente la solicitud, sin más menciones que la
indicación de los antecedentes necesarios para la cabal comprensión de la solicitud y las demás expresadas en
el inciso primero del artículo anterior (.-) Si el tribunal requerido rechazare el cumplimiento del trámite o
diligencia indicado en la solicitud, o si transcurriere el plazo fijado para su cumplimiento sin que éste se
produjere, el tribunal requirente podrá dirigirse directamente al superior jerárquico del primero para que
ordene, agilice o gestione directamente la petición. (Art. 20 CPP)
Supletoriedad de las normas del Libro Segundo para la aplicación de medidas de seguridad. El
procedimiento para la aplicación de medidas de seguridad se rige por las reglas contenidas en este Título y en
lo que éste no prevea expresamente, por las disposiciones del Libro Segundo (Procedimiento ordinario), en
cuanto no fueren contradictorias. (Art. 456 CPP)
Suspensión de la audiencia o del juicio oral. El tribunal podrá suspender la audiencia hasta por dos veces
solamente por razones de absoluta necesidad y por el tiempo mínimo necesario de acuerdo con el motivo de la
suspensión. Al reanudarla, efectuará un breve resumen de los actos realizados hasta ese momento (.-) El juicio
se suspenderá por las causas señaladas en el artículo 252 (Sobreseimiento temporal; cuando se requiera
Suspensión de la imposición de condena por falta. Cuando resulte mérito para condenar por la falta
imputada, pero concurrieren antecedentes favorables que no hicieren aconsejable la imposición de la pena al
imputado, el juez podrá dictar la sentencia y disponer en ella la suspensión de la pena y sus efectos por un
plazo de seis meses. En tal caso, no procederá acumular esta suspensión con alguno de los beneficios
contemplados en la ley N° 18.216 (.-) Transcurrido el plazo previsto en el inciso anterior sin que el imputado
hubiere sido objeto de nuevo requerimiento o de una formalización de la investigación, el tribunal dejará sin
efecto la sentencia y, en su reemplazo, decretará el sobreseimiento definitivo de la causa (.-) Esta suspensión no
afecta la responsabilidad civil derivada del delito. (Art. 398 CPP)
Suspensión de la vista de la causa por otras causales. La vista de los recursos penales no podrá suspenderse
por las causales previstas en los numerales 1, 5, 6 y 7 del artículo 165 del Código de Procedimiento Civil (Sólo
se puede suspender o retardar el día de la vista de una causa; por impedirlo el examen de las causas colocadas,
por solicitud de una de las partes, por tener alguno de los abogados, otra vista pendiente para el mismo día,
porque así lo ordene el tribunal) (.-) Al confeccionar la tabla o disponer la agregación extraordinaria de
recursos o determinar la continuación para el día siguiente de un pleito, la Corte adoptará las medidas
necesarias para que la sala que correspondiere no viere alterada su labor (.-) Si en la causa hubiere personas
privadas de libertad, sólo se suspenderá la vista de la causa por muerte del abogado del recurrente, del
cónyuge, del conviviente civil o de alguno de sus ascendientes o descendientes, ocurrida dentro de los ocho
días anteriores al designado para la vista del recurso (.-) En los demás casos la vista sólo podrá suspenderse si
lo solicitare el recurrente o todos los intervinientes facultados para concurrir a ella, de común acuerdo. Este
derecho podrá ejercerse una sola vez por el recurrente o por todos los intervinientes, por medio de un escrito
que deberá presentarse hasta las doce horas del día hábil anterior a la audiencia correspondiente, a menos que
la agregación de la causa se hubiere efectuado con menos de setenta y dos horas antes de la vista, caso en el
cual la suspensión podrá solicitarse hasta antes de que comenzare la audiencia. (Art. 357 CPP)
Suspensión temporal de otras medidas cautelares personales. El tribunal podrá dejar temporalmente sin
efecto las medidas contempladas en este Párrafo, a petición del afectado por ellas, oyendo al fiscal y previa
citación de los demás intervinientes que hubieren participado en la audiencia en que se decretaron, cuando
estimare que ello no pone en peligro los objetivos que se tuvieron en vista al imponerlas. Para estos efectos, el
juez podrá admitir las cauciones previstas en el artículo 146 (Cuando la prisión fuere designada para asegurar
la comparecencia del imputado al juicio o a la ejecución de la pena, el tribunal podrá autorizar una caución
como reemplazo, que puede consistir en el depósito de dinero o valores, la constitución de hipotecas o la
fianza de una o varias personas). (Art. 156 CPP)
Técnicas especiales de investigación. Cuando la investigación de los delitos contemplados en la ley Nº 17.798,
en el artículo 190 de la ley Nº 18.290 y en los artículos 442 (Robo en lugar no habitado), 443 (Robo de bienes
nacionales), 443 bis, 447 bis (Hurto de electricidad, gas, agua, alcantarillado, colectores de agua o telefonía), 448
bis (Abigeato) y 456 bis A (Receptación) del Código Penal, lo hicieren imprescindible y existieren fundadas
sospechas, basadas en hechos determinados, de la participación en una asociación ilícita, o en una agrupación
u organización conformada por dos o más personas, destinada a cometer los hechos punibles previstos en
estas normas, aun cuando ésta o aquella no configure una asociación ilícita, el Ministerio Público podrá aplicar
Terceros involucrados en el procedimiento. En caso necesario, los peritos y otros terceros que debieren
intervenir en el procedimiento para efectos probatorios podrán pedir al ministerio público que adopte medidas
tendientes a que se les brinde la protección prevista para los testigos. (Art. 322 CPP)
Término de la prisión preventiva por absolución o sobreseimiento. El tribunal deberá poner término a la
prisión preventiva cuando dictare sentencia absolutoria y cuando decretare sobreseimiento definitivo o
temporal, aunque dichas resoluciones no se encontraren ejecutoriadas (.-) En los casos indicados en el inciso
precedente, se podrá imponer alguna de las medidas señaladas en el párrafo 6º (Referido a otras medidas
cautelares personales como; la privación de libertad total o parcial en su casa, la sujeción a vigilancia, el
régimen de presentación, la prohibición de: salida del país, de asistencia a determinados lugares, de
comunicación con determinadas personas de aproximación al ofendido o de su familia, de portar armas,
municiones o cartuchos, la obligación de abandonar el inmueble) de este Título, cuando se consideraren
necesarias para asegurar la presencia del imputado. (Art. 153 CPP)
Testigos ante el ministerio público. Durante la etapa de investigación, los testigos citados por el fiscal estarán
obligados a comparecer a su presencia y prestar declaración ante el mismo o ante su abogado asistente, salvo
aquéllos exceptuados únicamente de comparecer a que se refiere el artículo 300 (Presidente de la Republica, los
ex Presidentes, los Ministros de Estado, los Senadores, los Diputados, los miembros de la Corte Suprema, los
Integrantes del Tribunal Constitucional, el Contralor General de la Republica, el Fiscal Nacional, los
Comandantes en Jefe de las Fuerzas Armadas, el Director General de la Policía de Investigaciones de Chile, los
chilenos o extranjeros que gozan de inmunidad diplomática y los que por enfermedad grave u otro
impedimento calificado por el tribunal, se hallen en imposibilidad de hacerlo). El fiscal o el abogado asistente
del fiscal no podrán exigir del testigo el juramento o promesa previstos en el artículo 306 (El testigo - antes de
iniciar su declaración - prestará juramento de sólo decir la verdad sobre lo que conociere) (.-) Si el testigo
citado no compareciere sin justa causa o, compareciendo, se negare injustificadamente a declarar, se le
impondrán, respectivamente, las medidas de apremio previstas en el inciso primero y las sanciones
contempladas en el inciso segundo del artículo 299 (El testigo que se niegue a declarar será sancionado con
reclusión menor en su grado medio a máximo) (.-) Tratándose de testigos que fueren empleados públicos o de
una empresa del Estado, el organismo público o la empresa respectiva adoptará las medidas correspondientes,
las que serán de su cargo si irrogaren gastos, para facilitar la comparecencia del testigo, sea que se encontrare
en el país o en el extranjero. (Art. 190 CPP)
Testigos menores de edad. El testigo menor de edad sólo será interrogado por el presidente de la sala,
debiendo los intervinientes dirigir las preguntas por su intermedio. (Art. 310 CPP)
Testigos sordos o mudos. Si el testigo fuere sordo, las preguntas le serán dirigidas por escrito; y si fuere
mudo, dará por escrito sus contestaciones (.-) Si no fuere posible proceder de esa manera, la declaración del
testigo será recibida por intermedio de una o más personas que pudieren entenderse con él por signos o que
comprendieren a los sordomudos. Estas personas prestarán previamente el juramento o promesa prescritos en
Tramitación ante el juez de garantía (en la extradición activa). Se podrá formalizar la investigación respecto
del imputado ausente, el que será representado en la audiencia respectiva por un defensor penal público, si no
contare con defensor particular (.-) Al término de la audiencia, previo debate, el juez de garantía accederá a la
solicitud de extradición si estimare que en la especie concurren los requisitos del artículo 140 (Requisitos para
ordenar la prisión preventiva; que existan antecedentes justificados, que indiquen su participación, que
aseguren el fin de las diligencias, que se sospeche de peligro de fuga) (.-) Si el juez de garantía diere lugar a la
solicitud de extradición a petición del fiscal o del querellante, declarará la procedencia de pedir, en el país
extranjero, la prisión preventiva u otra medida cautelar personal respecto del imputado, en caso de que se
cumplan las condiciones que permitirían decretar en Chile la medida respectiva (.-) Para que el juez eleve los
antecedentes a la Corte de Apelaciones, será necesario que conste en el procedimiento el país y lugar en que el
imputado se encontrare en la actualidad. (Art. 432 CPP)
Tramitación del fallo que acoge la solicitud de extradición activa. El Ministerio de Relaciones Exteriores
legalizará y traducirá los documentos acompañados, si fuere del caso, y hará las gestiones necesarias para dar
cumplimiento a la resolución de la Corte de Apelaciones. Si se obtuviere la extradición del imputado, lo hará
conducir del país en que se encontrare, hasta ponerlo a disposición de aquel tribunal (.-) En este último caso, la
Corte de Apelaciones ordenará que el imputado sea puesto a disposición del tribunal competente, a fin de que
el procedimiento siga su curso o de que cumpla su condena, si se hubiere pronunciado sentencia firme. (Art.
437 CPP)
Tribunal ante el que se entabla el recurso de apelación. El recurso de apelación deberá entablarse ante el
mismo juez que hubiere dictado la resolución y éste lo concederá o lo denegará. (Art. 365 CPP)
Tribunal competente para conocer del recurso (de nulidad). El conocimiento del recurso que se fundare en la
causal prevista en el artículo 373, letra a) (Cuando en cualquier etapa del procedimiento o en el
pronunciamiento de la sentencia, se infringiera derechos o garantías constitucionales), corresponderá a la
Corte Suprema (.-) La respectiva Corte de Apelaciones conocerá de los recursos que se fundaren en las causales
Tribunal de primera instancia en la extradición pasiva. Recibidos los antecedentes, se designará al ministro
de la Corte Suprema que conocerá en primera instancia de la solicitud de extradición, quien fijará, desde luego,
día y hora para la realización de la audiencia a que se refiere el artículo 448 (La audiencia de extradición pasiva
será pública, se deberá hacer saber los hechos, luego la rendición de prueba testimonial, pericial o documental,
luego el imputado podrá declarar, luego se le concede la palabra al estado requirente y luego el imputado o su
defensor, efectuará las argumentaciones procedentes) y pondrá la petición y sus antecedentes en conocimiento
del representante del Estado requirente y del imputado, a menos que se hubieren solicitado medidas
cautelares personales en contra de este último. Si se hubieren pedido tales medidas, el conocimiento de la
petición y los antecedentes se suministrará al imputado una vez que las mismas se hubieren decretado. (Art.
441 CPP)
Unión y separación de acusaciones. Cuando el ministerio público formulare diversas acusaciones que el juez
considerare conveniente someter a un mismo juicio oral, y siempre que ello no perjudicare el derecho a
defensa, podrá unirlas y decretar la apertura de un solo juicio oral, si ellas estuvieren vinculadas por referirse a
un mismo hecho, a un mismo imputado o porque debieren ser examinadas unas mismas pruebas (.-) El juez de
garantía podrá dictar autos de apertura del juicio oral separados, para distintos hechos o diferentes imputados
que estuvieren comprendidos en una misma acusación, cuando, de ser conocida en un solo juicio oral, pudiere
provocar graves dificultades en la organización o el desarrollo del juicio o detrimento al derecho de defensa, y
siempre que ello no implicare el riesgo de provocar decisiones contradictorias. (Art. 274 CPP)
Valoración de la prueba. Los tribunales apreciarán la prueba con libertad, pero no podrán contradecir los
principios de la lógica, las máximas de la experiencia y los conocimientos científicamente afianzados (.-) El
tribunal deberá hacerse cargo en su fundamentación de toda la prueba producida, incluso de aquélla que
hubiere desestimado, indicando en tal caso las razones que hubiere tenido en cuenta para hacerlo (.-) La
Valor del registro del juicio oral. El registro del juicio oral demostrará el modo en que se hubiere desarrollado
la audiencia, la observancia de las formalidades previstas para ella, las personas que hubieren intervenido y
los actos que se hubieren llevado a cabo. Lo anterior es sin perjuicio de lo dispuesto en el artículo 359 (En el
recurso de nulidad pueden producirse pruebas de la causal que se alega, la cual se recibirán conforme a las
normas del juicio oral), en lo que corresponda (.-) La omisión de formalidades del registro sólo lo privará de
valor cuando ellas no pudieren ser suplidas con certeza sobre la base de otros elementos contenido en el
mismo o de otros antecedentes confiables que dieren testimonio de lo ocurrido en la audiencia. (Art. 42 CPP)
Víctima. Concepto. Para los efectos de este Código, se considera víctima al ofendido por el delito. En los
delitos cuya consecuencia fuere la muerte del ofendido y en los casos en que éste no pudiere ejercer los
derechos que en este Código se le otorgan, se considerará víctima: (.-) a) al cónyuge o al conviviente civil y a
los hijos; (.-) b) a los ascendientes; (.-) c) al conviviente; (.-) d) a los hermanos, y (.-) e) al adoptado o adoptante
(.-) Para los efectos de su intervención en el procedimiento, la enumeración precedente constituye un orden de
prelación, de manera que la intervención de una o más personas pertenecientes a una categoría excluye a las
comprendidas en las categorías siguientes. (Art. 108 CPP)
Cada Estado es quien determina, en definitiva, cuáles son las conductas sociales que le
parecen reprochables para la adecuada convivencia social y en consecuencia, frente a su vulneración, por la vía
legislativa crea “tipos penales” que llevan aparejada una sanción de tipo penal, que puede significar una
privación de libertad, una pérdida patrimonial, pérdida de derechos, o todas a la vez.
Lo anterior, lo hace basado en una “ideal protección de bienes jurídicos” que le parece
conveniente asegurar, ya sea referidos a las personas en su integridad física o psíquica, o bien, en sus bienes y
el derecho de propiedad que sobre los mismos detentan personas naturales y jurídicas. Esto sin perjuicio de
que conforme la realidad actual, el legislador penal cada vez más, incluye tipos penales nuevos, ya sea
respecto de modalidades de atentados de bienes jurídicos, o bien, elevando a la categoría de “delito”,
conductas que antes solo devenían en responsabilidad civil, administrativa o de otra índole.
Aquí el Estado omnicomprensivo de tal actividad, no deja de lado sus fines, es decir el objeto
de su existencia, fijando un “bien común ideal”, por eso señala en el artículo 1° de la CPRCH que “El Estado
está al servicio de la persona humana y su finalidad es promover el bien común, para lo cual debe contribuir a crear las
condiciones sociales que permitan a todos y a cada uno de los integrantes de la comunidad nacional su mayor realización
espiritual y material posible, con pleno respeto a los derechos y garantías que esta Constitución establece [.-] Es deber del
Estado resguardar la seguridad nacional, dar protección a la población y a la familia, propender al fortalecimiento de ésta,
promover la integración armónica de todos los sectores de la Nación y asegurar el derecho de las personas a participar con
igualdad de oportunidades en la vida nacional”.
Sin embargo, para cumplir tal propósito, necesita desdoblarse y auto controlarse, por eso, lo
primero que hace es fijar un marco regulatorio constitucional y supraconstitucional, donde señala que toda su
actividad va a quedar regulada por aquellas normas, así se señalan en los artículos 5° y 6° de la CPRCH que:
“El ejercicio de la soberanía reconoce como limitación el respeto a los derechos esenciales que emanan de la naturaleza
humana. Es deber de los órganos del Estado respetar y promover tales derechos, garantizados por esta Constitución, así
como por los tratados internacionales ratificados por Chile y que se encuentren vigentes”; “Los órganos del Estado deben
someter su acción a la Constitución y a las normas dictadas conforme a ella, y garantizar el orden institucional de la
República. Los preceptos de esta Constitución obligan tanto a los titulares o integrantes de dichos órganos como a toda
persona, institución o grupo. La infracción de esta norma generará las responsabilidades y sanciones que determine la
ley”.
Como vemos, constitucionalmente se establece la posibilidad de que por medio de una ley,
que está en manos del Poder Legislativo, se señalen conductas que van a estar sancionadas y si ello es así, es
Ahora bien, una cosa será investigar la existencia o inexistencia de tales conductas y
determinar quién es su infractor y la otra resolver en definitiva sobre aquello. Aquí el Estado, constituido como
Poder Judicial es quien tiene la facultad exclusiva para hacerlo, así queda de manifiesto en el artículo 76 de la
CPRCH, cuando se señala: “La facultad de conocer de las causas civiles y criminales, de resolverlas y de hacer ejecutar
lo juzgado, pertenece exclusivamente a los tribunales establecidos por la ley. Ni el Presidente de la República ni el
Congreso pueden, en caso alguno, ejercer funciones judiciales, avocarse causas pendientes, revisar los fundamentos o
contenido de sus resoluciones o hacer revivir procesos fenecidos”.
Pues bien, ya sabemos quién fija las conductas “indeseadas socialmente” en tipos penales y
fija su sanción para el caso de transgresión. Sabemos también quién estará a cargo de investigar su comisión
(autoría, participación, grado de desarrollo, etc.), y en definitiva decidirá sobre la existencia o inexistencia de
esa conducta y sobre si el sujeto al que se le imputa la conducta prohibida merece o no la sanción
preestablecida.
Sin embargo, aún no sabemos cómo debe hacerlo éste último. Una pista nos lo da el propio
texto constitucional en el artículo 19 N°3, cuando nos indica que: “Toda sentencia de un órgano que ejerza
jurisdicción debe fundarse en un proceso previo legalmente tramitado. Corresponderá al legislador establecer siempre las
garantías de un procedimiento y una investigación racionales y justos”. Esto es lo que se conoce como el “Debido
Proceso”.
Para entender la filosofía del actual sistema de enjuiciamiento criminal que ya nos acompaña
desde el año 2000, bueno es hacer algo de historia en estas materias, para entender qué es lo que cambió y
porqué.
Bajo el amparo del antiguo Código de Procedimiento Penal, el juez del crimen era quien
investigaba, sometía a proceso, acusaba y juzgaba a un inculpado, en base a un proceso establecido
básicamente en dos grandes parcelas: el sumario (normalmente secreto) y el plenario, que comenzaba con la
acusación penal (auto acusatorio), su contestación, término probatorio y luego la sentencia. Todo esto, claro,
enmarcado en un procedimiento escrito, muy ritualista y donde, además, la prueba era prácticamente
aportada por el juez, sin inmediación, pues era recibida por funcionarios del Tribunal (actuarios), la que era
apreciada y valorada de acuerdo a un sistema de prueba legal o tasada.
Como dijimos, no había separación de las funciones de investigar, acusar y juzgar. Todas se
reunían en una sola persona: el juez era juez y parte, pues él decretaba las pruebas, las recibía (por intermedio
de otros –los actuarios-) y en base a ellas juzgaba, condenando o absolviendo. Además, era un solo
procedimiento general, independientemente de las penas asignadas al delito que se investigara. Todo esto, es
lo que se conoce como sistema inquisitivo.
Ante tal panorama, el foro de la Reforma Procesal Penal, concibió un nuevo modelo de corte
acusatorio y no inquisitivo como el de antaño, en base a ciertas ideas matrices, que se verán a continuación.
Para que este nuevo sistema funcionara realmente, debía tenerse claro en qué consistía
realmente un sistema acusatorio, como para emprender un giro radical desde el sistema inquisitivo que nos
amparaba. Así fluyen de manera inequívoca en este nuevo sistema de enjuiciamiento criminal, al menos, los
siguientes principios:
Asimismo, a la luz de este principio, todo debe investigarse. Sin embargo, no todo llegará a
Juicio Oral, por lo que se contemplan las Salidas Alternas al Juicio, dentro de las que se incorporan, como
veremos más adelante en el Principio de Oportunidad (en sentido amplio). Esta directriz central del Sistema
pasa por pensar en la existencia de salidas novedosas frente a la pretensión punitiva única de sentencias
(condenatorias o absolutorias), privatizando de alguna manera la persecución penal en algunos casos, dándole
una importancia real al parecer de las víctimas, quienes hoy, son verdaderos intervinientes del sistema
(quienes pueden actuar en algunos casos por sí mismas, y en otros representados por abogados o asumir la
calidad de querellantes).
9
NIEVA FENOLL, Jordi; “Fundamentos de Derecho Procesal Penal”, Editorial Edisofer S.L., Madrid, España, año 2012, pág.2
10
HERMOSILLA ARRIAGADA, Germán; Colección Guías De Clases N° 14, “Nuevo Procedimiento Penal, Criticas Al Sistema De
Enjuiciamiento Penal. Mensaje Del Proyecto. Organización, Competencia Y Funcionamiento De Los Nuevos Tribunales, Ministerio
Público y Defensoría Penal Pública”, 2° edición actualizada, Tomo I, Año 2005, Ediciones de la Universidad Central, pág. 13. Allí, este
autor refiere que “El Código Procesal Penal tuvo un origen directo, según se expresa en el propio Mensaje, en un Foro de dilatado
desarrollo, convocado por el Ministerio de Justicia y dos Institutos Privados, la "Corporación de Promoción Universitaria" y la
"Fundación Paz Ciudadana", el que, a su vez, tuvo como antecedente un "Taller sobre Oralidad" realizado por el primero de los
Institutos nombrados en 1993. Este "Foro sobre Reformas Procesales Penales", se desarrolló durante 1994 y fue el antecedente directo
de la concreción del Proyecto de Ley respectivo remitido al Congreso Nacional el 5 de Junio de 1995 y que, posteriormente, se convirtió
en la ley N° 19.696, publicada el 12 de Octubre de 2000 en el Diario Oficial”
2.1.3.- Distintos Procedimientos según las penas. No todo conflicto penal deberá terminar
con una sentencia definitiva dictada con ocasión de un juicio oral. Así, se crean diversos procedimientos por
los que el juez dictará una sentencia condenatoria o absolutoria: el procedimiento abreviado, el simplificado
(incluido el de acción penal privada) y el monitorio.
2.1.5.- Defensa Efectiva. El Código no solo consagra la presunción de inocencia, sino que
además, le otorga al imputado, la oportunidad de participar activamente en la investigación. Así, desde los
primeros actos de la investigación y hasta la completa ejecución de la sentencia, debe contar con defensa
técnica y efectiva. Desde el mismo momento que adquiere esa calidad, el imputado tiene derecho a ser asistido
por un abogado. La defensa es hoy ejercida siempre por abogados (al contrario del antiguo sistema donde gran
parte de la defensa gratuita quedaba en manos de los postulantes a abogados que realizaban sus prácticas en la
11
Nota de los Autores: Nuestro CPP, contempla en su Libro IV, en realidad 7 procedimientos, aparte del Juicio Ordinario, a
saber: “Procedimiento Simplificado”, “Procedimiento por delito de Acción Privada”, “Procedimiento Abreviado”, “Procedimiento
relativo a las Personas que gozan de Fuero Constitucional”, “Querella de Capítulos”, “Extradición”, “Procedimiento para la aplicación
exclusiva de Medidas de Seguridad”. Para estos efectos, nombramos los 5 principales y de aplicación cotidiana, ya que, por ejemplo, el
procedimiento por delito de acción penal privada, sin perjuicio de ciertas particularidades, en general, se tramita conforme a las reglas
del Procedimiento Simplificado. Asimismo, el procedimiento de desafuero, no es un procedimiento especial de juzgamiento, sino una
condición de procesabilidad del aforado, en razón de su cargo. Algo similar ocurre en la querella de capítulos, pero esta vez, respecto
de Jueces y Fiscales (judiciales o del Ministerio Público). Respecto al procedimiento de aplicación de Medidas de Seguridad, este tiene
sus propias reglas especiales debido a que se está frente a un enajenado mental, pero en lo medular (y supletoriamente) se le aplican
las normas del Procedimiento Ordinario, baste entender que en estos casos, para aplicar la medida de seguridad, debe igualmente
constatarse la presencia de un hecho típico y antijurídico. Por último, el Procedimiento de Extradición (activa y pasiva), más que un
procedimiento sancionatorio, lo que busca es materializar las formas en que se procede entre el Estado cuando requirente o es
requerido para el juzgamiento o ejecución de la sentencia de un imputado o condenado.
2.1.6.- Rol de la Víctima. Se define quién se entiende víctima de un delito y se consagran sus
derechos dentro del proceso. Hoy el CPP, en el artículo 108 señala que se considera víctima al “ofendido por el
delito”. En los delitos en que la víctima fallezca o que no pudiere ejercer sus derechos, se establece un orden de
prelación, donde se considerará víctima: a) al cónyuge o conviviente civil y a los hijos; b) a los ascendientes; c)
al conviviente; d) a los hermanos, y e) al adoptado o adoptante. Este listado establece un orden de prelación,
donde las de categoría anterior, excluyen a las siguientes.
2.1.7.- Libertad de medios probatorios. El sistema se abre a que un hecho sea probado por
cualquier medio apto para producir fe. La idoneidad de la prueba ahora estará en cómo se produce en el juicio,
no existiendo limitaciones previas. Se aparta del modelo anterior, donde la confesión deja de ser la reina de las
pruebas y pese a que se reglamentan algunas en el nuevo CPP, como por ejemplo, la testimonial y la pericial,
sin embargo, la atenta lectura del artículo 295 CPP no deja duda alguna. Se eliminan las tachas de los testigos
por causales de parentesco y comienzan a tomar especial fuerza la prueba testimonial, pericial y otros medios
tecnológicos como videos, audios u otros medios.
Artículo 295. Libertad de prueba. Todos los hechos y circunstancias pertinentes para la adecuada solución del
caso sometido a enjuiciamiento podrán ser probados por cualquier medio producido e incorporado en
conformidad a la ley.
Tal como señala Rodrigo Cerda, 12 el sistema de valoración libre y racional de la prueba o
sana crítica tiene una razón de ser: “La exteriorización de la secuencia racional adoptada por los jueces para la
determinación de los hechos y la calificación jurídica a los mismos, hace posible el ejercicio de la actividad contralora de los
litigantes, verificando la corrección de dichas operaciones mentales, materializadas en dos inferencias, la primera
inductiva (determinación del hecho) y la segunda deductiva (subsunción jurídica). En la primera se refleja el soporte
racional de la valoración de la prueba y la concordancia de dicha valoración con el hecho determinado en consecuencia. Por
la segunda se aprecia si la norma sustantiva que se dice aplicable ha sido interpretada en forma correcta, así como si dicha
norma ha sido bien aplicada en el caso al hecho determinado”.
2.1.9.- Un Sistema recursivo mejorado. Esta idea, mantiene el reconocimiento del derecho al
recurso, en tanto es posible revisar un fallo condenatorio por un tribunal superior 13 , pero desaparece la doble
instancia como regla general, en cautela de los principios de oralidad e inmediación. La mayoría de las
opciones de recursos del CPP están establecidas para etapas previas al juzgamiento (en general, apelaciones),
quedando restringidas las opciones para recurrir frente a las sentencias definitivas pronunciadas en el contexto
de un juicio oral.
Esto tiene su razón de ser, ya que en teoría un juicio oral genuino es -por definición- de única
instancia, único e irrepetible. En virtud esa inmediación (piénsese en la declaración testimonial), la única
manera de reemplazar la decisión sería repitiendo íntegramente el juicio oral. Pero igualmente, se trataría de
otro juicio.
12
MIRANDA ESTRAMPES, Manuel, CERDA SAN MARTÍN, Rodrigo y HERMOSILLA IRIARTE, Francisco, “Práctica de la Prueba en
el Juicio Oral, su Valoración y el Estándar de más allá de toda duda razonable”, año 2012, Editorial Librotecnia, pág.
13
Arts. 8 N° 2 letra h) CADH y 14.5 PIDCP
En el sistema inquisitivo del antiguo Código de Procedimiento Penal, el papel del juez era
casi omnímodo, así como señala el profesor Germán Hermosilla, 15 en virtud de dicho modelo, el juez asumía
los siguientes roles dentro del proceso criminal:
b) Reúne y agrega al proceso las PRUEBAS o evidencias que, auxiliado por la policía, ha
obtenido en la indagación, sin intervención ni contradicción del inculpado;
La organización del sistema procedimental penal anterior, generó entre otras críticas,
mencionadas por Germán Hermosilla, 16 las siguientes:
14
Nota de los Autores: Lo anterior queda demostrado con la actual desaparición del trámite de la consulta que obligaba en
ciertos casos a que la Corte de Apelaciones, se pronunciara acerca de la sentencia dictada en primera instancia. Otro cambio
importante es la prohibición de la reformatio in peius (que permitía al superior jerárquico reformar la sentencia en perjuicio del
apelante).
15
HERMOSILLA ARRIAGADA, Germán; Ob.Cit. pág. 23
16
Ídem cita anterior
Como dijimos, el antiguo Código de Procedimiento Penal constaba de tres fases: el sumario,
el plenario y la sentencia; siendo la primera normalmente secreta para el abogado, donde realmente el propio
juez era quien investigaba, adjuntaba las pruebas y luego acusaba siendo el rol del abogado defensor casi
decorativo.
Respecto de la primera tal estatuto decía: “La existencia del hecho punible es el fundamento de
todo juicio criminal, y su comprobación por los medios que admite la ley es el primer objeto a que deben tender las
investigaciones del sumario”. 17
Esta idea la volvía a remarcar más adelante, cuando se refería el mismo Código a la
conclusión de dicha fase, señalando: “Practicadas las diligencias que se hayan considerado necesarias para la
averiguación del hecho punible y sus autores, cómplices y encubridores, el juez declarará cerrado el sumario”. 18
Luego el legislador de antaño, refiriéndose a la nueva etapa que se abría una vez concluido el
sumario, indicaba en una de sus disposiciones: “No podrá elevarse a plenario un proceso por crimen o simple delito
sino en contra de las personas que están sometidas a proceso”. 19
Esta fase comenzaba con la dictación que hacía el juez del crimen de la acusación de oficio,
allí aquél dejaba “testimonio de los hechos que constituyen el delito o los delitos que resultan haberse cometido y la
participación que ha cabido en él, o en cada uno de ellos, al reo o a los reos de la causa, con expresión de los medios de
prueba que obran en el sumario para acreditar unos y otras”. 20
Una de las curiosidades del antiguo régimen procesal penal, era que en esta fase del plenario
podía el acusado renunciar a la práctica de diligencias probatorias, así se indicaba: “Puede el reo renunciar a la
práctica de las diligencias del juicio plenario y consentir en que el juez pronuncie sentencia sin más trámite que la
acusación y su contestación”. 21
Por último, venía la fase o etapa de sentencia, que era aquella en que el juez simplemente
decidía si condenaba o absolvía al acusado de la acusación de oficio que aquél le había enderezado, luego de
valorar tarifadamente la prueba producida, tanto en la fase de sumario, como en la de plenario, recordándose,
como ya se dijo, que el enjuiciado podía renunciar a rendir prueba en esta fase.
Hoy la renuncia a la fase de prueba del plenario, conformándose el acusado con las
probanzas rendidas en la fase de sumario parece ilógica, sin embargo, no podemos cerrar los ojos ya que si nos
fijamos en el procedimiento abreviado contemplado en el nuevo proceso penal, hay una especie de renuncia a
controvertir las probanzas de la fase de investigación en un juicio oral futuro, renunciando a aquél y
conformándose con las mismas y aceptando su mérito por parte del acusado.
Similar situación ocurre, en nuestra opinión, con las actuales “convenciones probatorias” 22
que acuerde un imputado con el ente persecutor y querellante si lo hubiere, al amparo de la norma del artículo
17
Véase el artículo 108 del CdPP
18
Véase el artículo 401 del CdPP
19
Véase el artículo 403 del CdPP
20
Véase el artículo 424 del CdPP
21
Véase el artículo 449 del CdPP
22
Nota: conceptualizo las convenciones probatorias como “la facultad que se le da a un juez de garantía para que pueda dar
por acreditados, ciertos hechos, que algunos intervinientes en conjunto le soliciten o bien que él mismo les ha propuesto y que se
En un comparativo sencillo de las dos últimas legislaciones que han cobijado nuestro sistema
procesal penal, apreciamos que ambas aparecen constituidas en tres fases.
Empero, si se optaba por rendir prueba en el antiguo sistema, se pasaba a la fase de plenario
y en esta misma fase se ofrecían y rendían las probanzas.
Hoy la finalidad de esta segunda fase del proceso es distinta, simplemente la de ofrecer y
depurar la prueba que está ofrecida, la que se rendirá en la fase subsecuente, esto es, la del Juicio Oral y
además, se hará ante un Tribunal distinto que (según el procedimiento ordinario) es colegiado.
En cuanto a la última fase, esto es, la de “sentencia” y “juicio oral”, respectivamente, las
finalidades son distintas en ambos institutos procesales.
compadecen tanto con el mérito de la carpeta investigativa – donde constan las fuentes mismas – y con sus alegaciones, los que se
insertan en una resolución judicial denominada “auto de apertura de juicio oral”, llegando así a conocimiento del Tribunal del Juicio y a
los que deberá estarse en el juicio oral, prohibiéndose en tal sede discusión alguna sobre el particular”.
23
COUTURE, Eduardo: “Fundamentos del Derecho Procesal Civil”, Ediciones De Palma, Buenos Aires, 2° edición, año 1966,
págs. 121 y 122.
24
Véase el inciso 2° del artículo 406 del CPP
Así se establecía que: “el secretario, sin demora, presentará los autos al juez, quien, dentro del plazo
fatal de seis días, los examinará para ver”: 1) si se ha omitido alguna diligencia de importancia y 2) si creyere necesario
esclarecer algún punto dudoso, mandará practicar las diligencias conducentes, determinándolas con toda precisión, y
disponiendo que se proceda con la posible brevedad”. 26
En cambio, en el nuevo sistema, jueces distintos a los que han participado en las dos fases
previas – de investigación y de preparación del juicio oral – reciben ante ellos la prueba que se rinde en el
juicio oral, luego la valoran en un sistema de libre convicción racional o de sana crítica y finalmente dictan
sentencia.
La excepción al esquema propuesto, de que sean distintos los jueces que fallen de los que
hayan participado en las fases preliminares, se da en algunos procedimientos especiales, como el abreviado, el
simplificado y el monitorio, donde el mismo juez que ha participado cautelando garantías en las fases iniciales,
es el que decide.
Eso sí, cabe resaltar que, a diferencia de lo que ocurría en el antiguo sistema, hoy un
organismo autónomo y jerarquizado – el Ministerio Público 27 – es quien “dirige en forma exclusiva la
investigación de los hechos constitutivos de delito, los que determinen la participación punible” y luego acusa en todos
los procesos penales señalados.
También cabe señalar que bajo el antiguo Código de Procedimiento Penal, la reina de las
pruebas era la confesión. No en vano, éste sistema arranca de la Inquisición, de ahí precisamente deriva su
nombre de sistema inquisitivo. Asimismo el sistema de valoración de la prueba era el de un sistema tarifario o
de prueba legal o tasada como también se le conoce donde las pruebas tenían un valor preestablecido en la ley.
Este nuevo Código está conformado aparentemente por enunciados normativos que, en su
correcto significado, cada intérprete debiera descubrir con su lectura, sin embargo, a veces expresamente y a
veces no tanto, detrás de cada interpretación que se haga de sus normas, se amparan los principios
constitucionales y legales de un debido proceso, estas dos palabras así unidas significan en el fondo que se
quiere como ideal, un sistema que persiga, defienda, condene o absuelva a un ciudadano cualquiera, con
estricta sujeción a los denominados principios fundamentales de todo proceso penal y en base a ello deben
interpretarse todas las normas de este texto legal.
El Tema del Debido proceso es algo que ha preocupado desde antaño al hombre, así diversos
textos legales lo señalan: 28
25
Véase artículo 499 del CdPP
26
Ídem cita anterior
27
Véase el artículo 83 de la CPRCH de 1980
28
Apuntes explicativos de clases del profesor Lionel González, del Magíster de Derecho Penal y Procesal Penal, años 2008-
2009, Magíster Legum Magíster, Universidad de Valparaíso.
Así la Carta Magna de 1215, 29 en su capítulo XXXIX señalaba: “Ningún hombre libre podrá
ser arrestado, detenido o preso, o desposeído de su propiedad, o de ninguna otra forma molestado, y no
iremos en su busca ni mandaremos prenderlo, salvo en virtud de enjuiciamiento legal de sus pares y por la
ley de la tierra”
29
Ídem cita anterior
30
Ídem cita anterior
31
Ídem cita anterior
32
Ídem cita anterior
33
Ídem cita anterior
34
Ídem cita anterior
Aunque, en general, el derecho al debido proceso puede ser definido: 37 “como el derecho que
garantiza al ciudadano la realización en el proceso de los principios, derechos y garantías procesales constitucionalizadas”,
añadiendo tales autores que el problema radica en determinar cuáles son en definitiva dichas garantías
procesales y hasta qué punto la noción de debido proceso aporta algo, si a través de ella sólo se pretende
agrupar otras garantías que gozan ya de un suficiente desarrollo y reconocimiento autónomo”.
Pese a lo anterior, se ha entendido, ya casi sin discusiones que los principios que agrupan
todo lo que debe entenderse hoy por un debido proceso son los siguientes: Interpretación y prevalencia de
principios; Legalidad procesal; Reglas técnicas del proceso; (contradicción, inmediación, simplificación,
eficacia, oralidad, publicidad, concentración y estricta igualdad de las partes) Juez natural; Separación de
funciones; Independencia e imparcialidad; Prohibición del doble juzgamiento; Inocencia; Publicidad del
proceso; Derecho a la defensa; Libertades personales; Control judicial de afectación de derechos
fundamentales; Derecho a la intimidad; Respeto a los derechos humanos; Justicia en tiempo razonable;
Derecho a guardar silencio; Validez de la prueba; Igualdad procesal de las partes; Protección a la víctima;
Interpretación; Motivación; Impugnación; Investigación objetiva; Control judicial de la pena; Solución del
conflicto; Gratuidad; y Diversidad cultural. Algunos de ellos se encuentran anidados en tratados
internacionales, otros son recogidos constitucionalmente y luego, desarrollados en este Código Procesal Penal.
Otros autores, como el penalista chileno Héctor Hernández Basualto, señalan con acierto
respecto del debido proceso que “La consideración separada de esta garantía se justifica porque, en rigor, no se trata
de una sino de un haz de garantías procesales, cuyo contenido específico dista de ser pacífico, aspecto que abre un enorme
frente de discusiones sobre la posible existencia y los alcances de principios o reglas procesales con mera consagración legal
o aun de simple creación doctrinaria o jurisprudencial que eventualmente podrían formar parte del núcleo del cambiante
y acumulativo concepto de debido proceso y que por esa vía, gozarían de rango constitucional, de suerte que su
vulneración debería conducir a la exclusión del material probatorio así obtenido” 38
Seguiremos, en la medida de lo posible, el mismo orden del articulado del CPP en estas
materias.
En síntesis señala que nadie podrá ser condenado a una pena o sometido a una medida de
seguridad, sino en virtud de una sentencia fundada, dictada por un Tribunal imparcial, agregándose que toda
persona tiene derecho a un juicio previo, oral y público, dentro de un proceso tramitado con arreglo a las
normas de este Código.
35
Ídem cita anterior
36
Ídem cita anterior
37
LÓPEZ MASLE, Julián y HORVITZ LENNON, María Inés: “Derecho Procesal Chileno”, Tomo I, Editorial Jurídica de Chile,
Primera Edición, año 2002, pág. 69.
38
HERNÁNDEZ BASUALTO, Héctor. “La exclusión de la prueba ilícita en el nuevo proceso penal chileno”, Colección de
Investigaciones Jurídicas 2002, N°2, Escuela de Derecho, Universidad Alberto Hurtado, pág. 54
Lo anterior significa que nadie puede ser condenado (mediante una sentencia penal
condenatoria) o bien sujeto a una medida de seguridad (internación en un establecimiento psiquiátrico o su
custodia o tratamiento sin que haya existido un juicio previo, oral y público, que fundamente precisamente o la
condena o la medida de seguridad, todo ello enmarcado dentro de un proceso tramitado con arreglo a las
normas de la Constitución, 39 los Tratados Internacionales 40 41 42 que estén ratificados por Chile y que se
39
CPRCH: Normas pertinentes de la Constitución Política de la República de Chile, que señalan: Artículo 19.- La Constitución
asegura a todas las personas: 1º.- El derecho a la vida y a la integridad física y psíquica de la persona. La ley protege la vida del que está
por nacer. La pena de muerte sólo podrá establecerse por delito contemplado en ley aprobada con quórum calificado. Se prohíbe la
aplicación de todo apremio ilegítimo; 2º.- La igualdad ante la ley. En Chile no hay persona ni grupo privilegiados. En Chile no hay
esclavos y el que pise su territorio queda libre. Hombres y mujeres son iguales ante la ley. Ni la ley ni autoridad alguna podrán
establecer diferencias arbitrarias; 3º.- La igual protección de la ley en el ejercicio de sus derechos. Toda persona tiene derecho a
defensa jurídica en la forma que la ley señale y ninguna autoridad o individuo podrá impedir, restringir o perturbar la debida
intervención del letrado si hubiere sido requerida. Tratándose de los integrantes de las Fuerzas Armadas y de Orden y Seguridad
Pública, este derecho se regirá, en lo concerniente a lo administrativo y disciplinario, por las normas pertinentes de sus respectivos
estatutos. La ley arbitrará los medios para otorgar asesoramiento y defensa jurídica a quienes no puedan procurárselos por sí mismos.
La ley señalará los casos y establecerá la forma en que las personas naturales víctimas de delitos dispondrán de asesoría y defensa
jurídica gratuitas, a efecto de ejercer la acción penal reconocida por esta Constitución y las leyes. Toda persona imputada de delito
tiene derecho irrenunciable a ser asistida por un abogado defensor proporcionado por el Estado si no nombrare uno en la oportunidad
establecida por la ley. Nadie podrá ser juzgado por comisiones especiales, sino por el tribunal que señalare la ley y que se hallare
establecido por ésta con anterioridad a la perpetración del hecho. Toda sentencia de un órgano que ejerza jurisdicción debe fundarse
en un proceso previo legalmente tramitado. Corresponderá al legislador establecer siempre las garantías de un procedimiento y una
investigación racionales y justos. La ley no podrá presumir de derecho la responsabilidad penal. Ningún delito se castigará con otra
pena que la que señale una ley promulgada con anterioridad a su perpetración, a menos que una nueva ley favorezca al afectado.
Ninguna ley podrá establecer penas sin que la conducta que se sanciona esté expresamente descrita en ella; 4º.- El respeto y protección
a la vida privada y a la honra de la persona y su familia; 5º.- La inviolabilidad del hogar y de toda forma de comunicación privada. El
hogar sólo puede allanarse y las comunicaciones y documentos privados interceptarse, abrirse o registrarse en los casos y formas
determinados por la ley; 7º.- El derecho a la libertad personal y a la seguridad individual. En consecuencia: a) Toda persona tiene
derecho de residir y permanecer en cualquier lugar de la República, trasladarse de uno a otro y entrar y salir de su territorio, a
condición de que se guarden las normas establecidas en la ley y salvo siempre el perjuicio de terceros; b) Nadie puede ser privado de su
libertad personal ni ésta restringida sino en los casos y en la forma determinados por la Constitución y las leyes; c) Nadie puede ser
arrestado o detenido sino por orden de funcionario público expresamente facultado por la ley y después de que dicha orden le sea
intimada en forma legal. Sin embargo, podrá ser detenido el que fuere sorprendido en delito flagrante, con el solo objeto de ser puesto
a disposición del juez competente dentro de las veinticuatro horas siguientes. Si la autoridad hiciere arrestar o detener a alguna
persona, deberá, dentro de las cuarenta y ocho horas siguientes, dar aviso al juez competente, poniendo a su disposición al afectado. El
juez podrá, por resolución fundada, ampliar este plazo hasta por cinco días, y hasta por diez días, en el caso que se investigaren hechos
calificados por la ley como conductas terroristas; d) Nadie puede ser arrestado o detenido, sujeto a prisión preventiva o preso, sino en
su casa o en lugares públicos destinados a este objeto. Los encargados de las prisiones no pueden recibir en ellas a nadie en calidad de
arrestado o detenido, procesado o preso, sin dejar constancia de la orden correspondiente, emanada de autoridad que tenga facultad
legal, en un registro que será público. Ninguna incomunicación puede impedir que el funcionario encargado de la casa de detención
visite al arrestado o detenido, procesado o preso, que se encuentre en ella. Este funcionario está obligado, siempre que el arrestado o
detenido lo requiera, a transmitir al juez competente la copia de la orden de detención, o a reclamar para que se le dé dicha copia, o a
dar él mismo un certificado de hallarse detenido aquel individuo, si al tiempo de su detención se hubiere omitido este requisito; e) La
libertad del imputado procederá a menos que la detención o prisión preventiva sea considerada por el juez como necesaria para las
investigaciones o para la seguridad del ofendido o de la sociedad. La ley establecerá los requisitos y modalidades para obtenerla. La
apelación de la resolución que se pronuncie sobre la libertad del imputado por los delitos a que se refiere el artículo 9°, será conocida
por el tribunal superior que corresponda, integrado exclusivamente por miembros titulares. La resolución que la apruebe u otorgue
requerirá ser acordada por unanimidad. Mientras dure la libertad, el imputado quedará siempre sometido a las medidas de vigilancia
de la autoridad que la ley contemple; f) En las causas criminales no se podrá obligar al imputado o acusado a que declare bajo
juramento sobre hecho propio; tampoco podrán ser obligados a declarar en contra de éste sus ascendientes, descendientes, cónyuge y
demás personas que, según los casos y circunstancias, señale la ley; g) No podrá imponerse la pena de confiscación de bienes, sin
perjuicio del comiso en los casos establecidos por las leyes; pero dicha pena será procedente respecto de las asociaciones ilícitas; h) No
podrá aplicarse como sanción la pérdida de los derechos previsionales, e i) Una vez dictado sobreseimiento definitivo o sentencia
absolutoria, el que hubiere sido sometido a proceso o condenado en cualquier instancia por resolución que la Corte Suprema declare
Este juicio, oral y público, bajo un “proceso previo legalmente tramitado”, no es otro que el
establecido y reglamentado en el Código Procesal Penal chileno. Debe tratarse de un proceso con todas las
garantías o, en otras palabras, de un debido proceso.
La garantía fundamental del debido proceso 43 comprende a su vez una serie de derechos, o
mejor dicho un haz de garantías, todos los cuales encuentran en la actual normativa una consagración positiva.
a.- Derecho al juicio previo, oral y público, donde se respeten los principios de adversariedad
(contradictoriedad), inmediación, oralidad, continuidad, publicidad y concentración.
42
DUDH: Declaración Universal de Derechos Humanos que dispone: Artículo 1. Todos los seres humanos nacen libres e iguales
en dignidad y derechos y, dotados como están de razón y conciencia, deben comportarse fraternalmente los unos con los otros.
Artículo 2.1. Toda persona tiene todos los derechos y libertades proclamados en esta Declaración, sin distinción alguna de raza, color,
sexo, idioma, religión, opinión política o de cualquier otra índole, origen nacional o social, posición económica, nacimiento o cualquier
otra condición. 2. Además, no se hará distinción alguna fundada en la condición política, jurídica o internacional del país o territorio de
cuya jurisdicción dependa una persona, tanto si se trata de un país independiente, como de un territorio bajo administración fiduciaria,
no autónomo o sometido a cualquier otra limitación de soberanía. Artículo 3. Todo individuo tiene derecho a la vida, a la libertad y a la
seguridad de su persona. Artículo 4. Nadie estará sometido a esclavitud ni a servidumbre, la esclavitud y la trata de esclavos están
prohibidas en todas sus formas. Artículo 5. Nadie será sometido a torturas ni a penas o tratos crueles, inhumanos o degradantes.
Artículo 6. Todo ser humano tiene derecho, en todas partes, al reconocimiento de su personalidad jurídica. Artículo 7.Todos son iguales
ante la ley y tienen, sin distinción, derecho a igual protección de la ley. Todos tienen derecho a igual protección contra toda
discriminación que infrinja esta Declaración y contra toda provocación a tal discriminación. Artículo 8. Toda persona tiene derecho a un
recurso efectivo ante los tribunales nacionales competentes, que la ampare contra actos que violen sus derechos fundamentales
reconocidos por la constitución o por la ley. Artículo 9. Nadie podrá ser arbitrariamente detenido, preso ni desterrado. Artículo 10.
Toda persona tiene derecho, en condiciones de plena igualdad, a ser oída públicamente y con justicia por un tribunal independiente e
imparcial, para la determinación de sus derechos y obligaciones o para el examen de cualquier acusación contra ella en materia penal.
Artículo 11. 1. Toda persona acusada de delito tiene derecho a que se presuma su inocencia mientras no se pruebe su culpabilidad,
conforme a la ley y en juicio público en el que se le hayan asegurado todas las garantías necesarias para su defensa. 2. Nadie será
condenado por actos u omisiones que en el momento de cometerse no fueron delictivos según el Derecho nacional o internacional.
Tampoco se impondrá pena más grave que la aplicable en el momento de la comisión del delito. Artículo 12. Nadie será objeto de
injerencias arbitrarias en su vida privada, su familia, su domicilio o su correspondencia, ni de ataques a su honra o a su reputación. Toda
persona tiene derecho a la protección de la ley contra tales injerencias o ataques.
43
CERDA SAN MARTÍN, Rodrigo y HERMOSILLA IRIARTE, Francisco; “Código Procesal Penal, Comentarios, Concordancias y
Jurisprudencia”, Editorial Librotecnia, 2ª edición, año 2009.
d.- Derecho del imputado a guardar silencio o a declarar como medio de defensa y a que si
guarda silencio, aquél no le perjudicará en sentido alguno.
Dentro de este contexto de debido proceso se considera que el juicio oral y público es la
institución principal o centro de gravedad del procedimiento penal, su punto culminante, no obstante que
estadísticamente representa sólo una pequeña parte de él. En efecto por el diseño implementado sólo una
parte menor de las causas llegarán a esta etapa y el resto finalizará por otras vías.
El Código contempla una serie de instituciones que tienen por objeto descomprimir el
sistema, otorgando inicialmente al Fiscal facultades en ese sentido (archivo provisional; facultad de no
investigar; principio de oportunidad). Además, existe una descongestión de gran parte de los conflictos
penales, admitiendo la ley la posibilidad de salidas alternativas (suspensión condicional del procedimiento y
los acuerdos reparatorios). Por último, existe la posibilidad de tramitar los conflictos a través de
procedimientos especiales más sencillos y acotados (procedimiento abreviado, procedimiento simplificado y
procedimiento monitorio).
La idea político criminal que subyace a esta forma de concebir la respuesta diversificada del
Estado al conflicto penal es la “racionalización del sistema de enjuiciamiento criminal”. Por su intermedio se
busca la eficacia y eficiencia de la persecución penal, utilizando los mecanismos de descongestión,
dirigiéndose contra la criminalidad más grave, diversificando la forma de solucionar el conflicto intersubjetivo
y simplificando los procedimientos.
4.4.1.1.-Oficialidad
Se mantiene la idea de persecución penal pública de los delitos, donde el Estado actúa de
44
LÓPEZ MASLE, Julián y HORVITZ LENNON, María Inés; “Derecho Procesal Chileno”, Tomo I, Editorial Jurídica de Chile,
Primera Edición, año 2002, págs. 34 y sgtes.
4.4.1.3.- Acusatorio
Según este principio, deben distribuirse los poderes de persecución penal y, por ello, las
funciones asociadas a su ejercicio, esto es, investigación, acusación y decisión del asunto.
El investigador debe ser distinto del juzgador y el acusador debe ser distinto del juzgador.
El principio de legalidad enuncia que el Ministerio Público está obligado a iniciar y sostener
la persecución penal de todo delito que llegue a su conocimiento, sin que pueda suspenderla, interrumpirla o
hacerla cesar a su mero arbitrio. 45
Su fundamento actual es la vigencia del principio de igualdad ante la ley, se pretende que la
persecución penal no quede sujeta al arbitrio de un órgano estatal, cuya decisión de perseguir o no un delito y
la forma de hacerlo podría ser discriminatoria. El principio de legalidad impone así al Estado, la obligación de
perseguir por igual todos los delitos que se cometen en una sociedad determinada, sin permitirle seleccionar
entre ellos de manera alguna. Se busca, en definitiva, materializar la garantía constitucional de la igualdad ante
la ley para recurrir ante la justicia, de tal manera que no existe razón legal para no recoger una denuncia. Este
principio de legalidad en un sentido absoluto, es ineficiente, ya que requiere que el Estado gaste recursos
materiales y humanos en denuncias de hechos que por sus características, no requieren mayor análisis para
proyectar su final fracaso.
Es así como la desacreditación del principio de legalidad, la hipertrofia del derecho penal
45
Maier citado por LÓPEZ MASLE, Julián y HORVITZ LENNON, María Inés en ob. cit., pág. 46
Luego, de determinados cuáles serán los principios de la persecución penal, dentro de ellos
se enmarcan las garantías del individuo frente a este sistema de prosecución penal que se le ofrece, a modo de
mecanismos de defensa que el propio Estado se ha dado para juzgar a sus nacionales, dividiéndose en
garantías relativas al órgano judicial, garantías generales relativas al procedimiento y por último, las garantías
del juicio mismo.
El Juez debe ser independiente desde la perspectiva institucional, esto es, la independencia
del Poder Judicial frente a los demás poderes del Estado, 46 como también debe serlo desde el punto de vista
personal, que al decir de Binder 47 es “la primera y genuina independencia de los jueces”. La independencia
personal del Juez tiene, a su vez, dos dimensiones: la independencia externa, que exige que el Juez no dependa
de ninguna otra autoridad del Estado, y la independencia interna, respecto de todo organismo superior dentro
del Poder Judicial.
Este último aspecto se ha visto fortalecido en el nuevo sistema procesal por la disminución
del régimen de recursos y la eliminación del trámite de la consulta; y en lo administrativo, se sientan bases
para un sistema que separa con claridad el ejercicio de la jurisdicción con la administración de los órganos
jurisdiccionales, permitiéndole a los Jueces dedicarse a lo que es su función natural.
Es derecho de toda persona imputada ser juzgada por un tribunal previamente establecido
por la ley, independiente e imparcial, dentro del contexto de un debido proceso. 48
46
Art. 76 CPRCH
47
Citado por LÓPEZ MASLE, Julián y HORVITZ LENNON, María Inés en ob. cit., pág. 53
48
Artículos 10 de la DUDH; 14.1 del PIDCP; 8.1. de la CADH; 5 inciso 2° de la CPRCH; y 1 del CPP
Este derecho se encuentra consagrado en los artículos 10 de la DUDH, 14.1 del PIDCP y 8.1
de la CADH. Además, el artículo 19 Nº 3, inciso cuarto, de la CPR prescribe que “Nadie puede ser juzgado por
comisiones especiales, sino por el tribunal que le señale la ley y que se halle establecido con anterioridad por ésta”
Por su parte el artículo 2 del CPP precisa que la anterioridad a que se refiere la Constitución
es la relativa “a la perpetración del hecho”.
Según el profesor Alberto Binder 49 la denominación derecho al juez natural tiene su origen
en el sistema feudal, donde, siendo la costumbre la principal fuente del derecho, se hacía imprescindible que el
juez y los jurados conocieran la vida local y las costumbres del lugar. En otras palabras, debía tratarse de un
juez respetado por la comunidad, que conociera la vida, características y costumbres de ese pueblo.
Modernamente, sin embargo, el concepto dice relación con la predeterminación legal del
juez, que tiene por objeto asegurar, como garantía para el justiciable, la imposibilidad de influir indebidamente
en la designación del tribunal competente para el enjuiciamiento.
Toda persona goza del derecho a ser juzgada criminalmente en un juicio oral y público, de
modo que la decisión de absolución o condena sea el necesario resultado de ese juicio previo. 50
El derecho al juicio es una consecuencia de la prohibición general de autotutela en materia
penal y del monopolio que se reconoce al Estado en materia de persecución penal.
Este juicio, oral y público, “proceso previo legalmente tramitado”, 51 no es otro que el
establecido y reglamentado en el Código Procesal Penal. Debe tratarse de un proceso con todas las garantías,
o, en otras palabras, de un debido proceso.
El debido proceso es la principal garantía procesal, cuyo contenido normativo es genérico y
aún indeterminado, por lo que corresponderá que los actores del sistema sean los que especifiquen su
sustancia y esfera de aplicación en cada caso.
La fórmula descrita en la Constitución no nos dice nada acerca de las características que debe
tener ese procedimiento que ha de conducir a la sentencia. Estas características se derivan como exigencias de
49
LÓPEZ MASLE, Julián y HORVITZ LENNON, María Inés Ob. cit., pág. 62
50
Art. 1 del CPP
51
Art 19 N° 3 inciso 5° CPRCH
52
Art 14.3 c) del PIDCP
53
Art. 8.1 CADH
54
Caso Genie Lacayo, sentencia del 29 de enero de 1997, Serie C N° 30, párrafos. 77-81.
4.4.2.2.3.-Derecho de defensa
De acuerdo a nuestra Carta Fundamental toda persona tiene derecho a defensa jurídica en la
forma que la ley señale. Ninguna autoridad o individuo podrá impedir, restringir o perturbar la debida
intervención del letrado, si hubiere sido requerida y que la ley arbitrará los medios para otorgar asesoramiento
y defensa jurídica a quienes no puedan procurárselos por sí mismos.
Por su parte el inciso 2° del artículo 8° del CPP establece que el imputado tendrá derecho a
formular los planteamientos y alegaciones que considere oportunos, así como a intervenir en todas las
actuaciones judiciales y en las demás del procedimiento, salvas las excepciones expresamente previstas en el
Código.
Con respecto a la defensa técnica letrada el mismo artículo 8 CPP dispone que el imputado
deba ser defendido por un letrado desde la primera actuación del procedimiento dirigido en su contra.
55
Véase el Art. 186 CPP
56
Ver Art. 93, donde sería aplicable para los casos del número 1° (muerte), 3° (casos de amnistía propia) y 6° prescripción de la
acción penal. Asimismo, ver el Art. 94 CP. La acción penal prescribe: Respecto de los crímenes a que la ley impone pena de presidio,
reclusión o relegación perpetuos, en quince años. Respecto de los demás crímenes, en diez años. Respecto de los simples delitos, en
cinco años. Respecto de la faltas, en seis meses. Cuando la pena señalada al delito sea compuesta, se estará a la privativa de libertad,
para la aplicación de las reglas comprendidas en los tres primeros acápites de este artículo; si no se impusieren penas privativas de
libertad, se estará a la mayor. Las reglas precedentes se entienden sin perjuicio de las prescripciones de corto tiempo que establece
este Código para delitos determinados.
e) El derecho del imputado a una defensa técnica desde la primera actuación del
procedimiento y hasta la completa ejecución de la sentencia, ya sea un defensor de confianza o un defensor
penal público, que puede ser gratuito 57 . Esta prerrogativa no implica la necesaria e ineludible asistencia
del defensor a todos y cada uno de los actos de la investigación (o instrucción). Sólo en algunos casos
específicos la ley exige esta condición. En los demás actos procesales y con independencia que se haya de
proveer a abogado al imputado privado de libertad y de que el abogado defensor pueda libremente
participar en las diligencias de la instrucción, la intervención del defensor no deviene obligatoria hasta el
punto que hayan de estimarse nulas, por infracción del derecho de defensa diligencias a las que no ha
asistido.
g) El derecho del imputado a disponer del tiempo y de los medios adecuados para
preparar la defensa.
57
Nota de los Autores: Es importante señalar, que el derecho es a obtener de estado defensa técnica, lo que no
necesariamente significa que la defensa pública siempre será gratuita, sino sólo en los casos en que el imputado no disponga de los
recursos económicos, en los términos señalados en la Resolución Exenta N° 261 de fecha 19 de mayo de 2014.-
58
Citado por LÓPEZ MASLE, Julián y HORVITZ LENNON, María Inés en Ob.cit., pág. 78.
59
Nota de los Autores: Este deber tiene excepciones: Artículo 305.- Principio de no autoincriminación. Todo testigo tendrá el
derecho de negarse a responder aquellas preguntas cuya respuesta pudiere acarrearle peligro de persecución penal por un delito. El
testigo tendrá el mismo derecho cuando, por su declaración, pudiere incriminar a alguno de los parientes mencionados en el artículo
302, inciso primero.
60
También deben considerarse los arts. 8 de la CADH y 14 del PIDCP
61
Art. 91 del CPP
62
Arts. 14.7 del PIDCP y 8.4 CADH
63
ROXIN, Claus; en su obra “Derecho Procesal Penal”, Editores del Puerto, Argentina, año 2000, pág. 407
La audiencia del juicio debe desarrollarse en forma oral, tanto en lo relativo a las alegaciones
y argumentaciones de las partes como a las declaraciones del acusado, a la recepción de las pruebas y, en
general, a toda intervención de quienes participaren en ella. Las resoluciones serán dictadas y fundamentadas
verbalmente por el tribunal y se entenderán notificadas desde el momento de su pronunciamiento, debiendo
constar en el registro del juicio. 67
El tribunal no debe admitir la presentación de argumentaciones o peticiones por escrito. Sin
embargo, la ley contempla algunos casos excepcionales en donde es posible admitir presentaciones escritas,
como lo dispone el penúltimo inciso del art. 281 CPP: “Sin embargo, quienes no pudieren hablar o no lo
supieren hacer en el idioma castellano, intervendrán por escrito o por medio de intérpretes.”
Este principio se reafirma en numerosas disposiciones legales: como aquella que prohíbe
sustituir las declaraciones de peritos y testigos por la lectura de registros u otros documentos, 68 en especial la
de los policías; 69 y la prohibición de incorporar o invocar como medios de prueba ni dar lectura durante el
juicio oral, a los registros y demás documentos que dieren cuenta de diligencias o actuaciones realizadas por la
policía o el ministerio público. 70
64
Nota de los Autores: En los casos de víctimas de delitos sexuales menores de edad, se les ha protegido haciéndolos declarar
en dependencias separadas de la sala de audiencia y conectadas para el tribunal mediante circuito cerrado de televisión. Ahora se
posibilita, de conformidad a lo prevenido en el artículo 191 bis del CPP, su prueba anticipada ante el Juez de Garantía
65
Ver art. 289 CPP.
66
El artículo 10 de la DUDH establece que “Toda persona tiene derecho, en condiciones de plena igualdad, a ser oída
públicamente y con justicia por un tribunal independiente e imparcial, para la determinación de sus derechos y obligaciones o para el
examen de cualquier acusación contra ella en materia penal”. Y el artículo 14.1 del PIDCP dispone que “..La prensa y el público podrán
ser excluidos de la totalidad o parte de los juicios por consideraciones de moral, orden público o seguridad nacional en una sociedad
democrática, o cuando lo exija el interés de la vida privada de las partes o, en la medida estrictamente necesaria en opinión del tribunal,
cuando por circunstancias especiales del asunto la publicidad pudiere perjudicar a los intereses de la justicia; pero toda sentencia en
materia penal...será pública.”
67
Véase el Art. 291 CPP
68
Véase el Art. 329 inciso 1° CPP
69
Véase el Art. 228 inciso final CPP
70
Véase el Art. 334 CPP
2. El tribunal debe extraer los hechos de la fuente, por sí mismo, sin utilizar
equivalente probatorio alguno (inmediación material).
71
Nota de los Autores: De hecho, la única vez que el CPP hace referencia a expresa al término “inmediación”, es a propósito de
la audiencia de preparación de juicio oral: “Artículo 266.- Oralidad e inmediación. La audiencia de preparación del juicio oral será
dirigida por el juez
de garantía, quien la presenciará en su integridad, se desarrollará oralmente y durante su realización no se admitirá la presentación de
escritos.”
72
ROXIN, Claus; En su obra “Derecho Procesal Penal”, Editores del Puerto, Argentina, año 2000, página 394
73
Véase el Arts. 284 y 374 letra b) CPP
74
Véase el Art. 296 CPP
75
Véase el Art. 334 CPP
76
Véase el Art. 329 inciso 1° CPP
77
Véase el Art. 340 inciso 2° CPP
78
Véase el Art. 282 del CPP
El artículo 14.5 del PIDCP (Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos) señala que
toda persona declarada culpable de un delito tendrá derecho a que el fallo condenatorio y la pena que se le
haya impuesto sean sometidos a un tribunal superior, conforme a lo prescrito por la ley.
En el mismo sentido el artículo 8.2 h de la CADH contempla el derecho de recurrir del fallo
ante juez o tribunal superior.
El Comité de Derechos Humanos ha establecido que este derecho no obliga a los Estados a
proporcionar más de una instancia de apelación, pero si la legislación nacional dispone de más de una
instancia de apelación en el enjuiciamiento de delitos, la persona declarada culpable debe gozar de un acceso
efectivo a cada una de las instancias de apelación.
Nuestro sistema procesal penal sólo contempla el recurso de apelación para la sentencia
definitiva dictada en un procedimiento abreviado, más no para los fallos pronunciados en el juicio oral y
procedimiento simplificado. Sin embargo, en contra de estas últimas se puede recurrir de nulidad.
En la propia Constitución, en los Tratados Internacionales ratificados por Chile y en el
propio Código, se recogen estos principios rectores que forman, en primer lugar un sistema de persecución
penal de tipo acusatorio y luego se señalan las garantías que se le dan a los justiciables cuando el Estado los
persigue criminalmente.
En suma se quiere señalar en este artículo 1 CPP, que nadie puede ser condenado en Chile,
ni sometido a una medida que restrinja su libertad personal, sin la existencia de un juicio previo que se haya
tramitado de acuerdo a las reglas del debido proceso, las que se encuentran tanto en la Constitución Política de
Chile, como en los Tratados Internacionales antes referidos y que están ratificados por nuestro país.
Sobre el particular, cabe traer a colación lo que prescribe el Código Procesal Penal Modelo
para Iberoamérica en su artículo 1°.
Art. 1 CPPMIB: Juicio previo. Nadie podrá ser condenado, penado o sometido a una medida de seguridad y
corrección, sino después de una sentencia firme, obtenida por un procedimiento regular, llevado a cabo
conforme a las disposiciones de este Código con observancia estricta de las garantías previstas para las
personas, y de las facultades y los derechos del imputado.
La inobservancia de una regla de garantía establecida en favor del imputado no se podrá hacer valer en su
perjuicio.
Se establecen bajo el enunciado de principios básicos, varios de los que ya hemos visto y que
se recogen en la Constitución y en diversos ordenamientos internacionales, aquí también, se han incluido
algunas garantías junto a ellos, o bien llamadas normas o reglas técnicas del proceso de corte acusatorio, a
79
Véase el Art. 374 letra d) CPP
80
Véase el Art. 283 CPP
Nos parece altamente interesante señalar aquí una opción clara que ha dado el legislador
chileno en orden a señalar derechamente la “constitucionalización del proceso”, proceso nuevo que lleva a la
llamada Escuela Neo constitucional, en boga en los países democráticos y de ella, merece destacarse la
acepción de la constitucionalización, que es explicada por el profesor de filosofía del Derecho de la
Universidad de Valparaíso, don Agustín Squella Narducci 81 , en apuntes de clases del magíster “Legum
Magíster” años 2008-2009 de la Facultad de Derecho de la Universidad de Valparaíso.
81
SQUELLA NARDUCCI, Agustín; Constitución, Derecho Constitucional, Constitucionalización, Constitucionalismo, y
Neoconstitucionalismo ¿De Qué Estamos Hablando? Apuntes de Clases Magíster “Legum Magíster”, Universidad de Valparaíso,
Facultad de Derecho, sin publicar. Constitucionalización del derecho es un proceso acaecido a partir a partir de la segunda mitad del
siglo XX, que está ligado al auge de la jurisdicción constitucional y a la instalación y funcionamiento, en ocasiones, de tribunales
constitucionales, el cual, al menos en mi manera de ver las cosas, tiene dos caras o reconoce dos aspectos. La primera de esas caras o
aspectos se muestra en cuanto la Constitución impregna el conjunto o totalidad del ordenamiento jurídico del cual forma parte, de
manera que éste, en cada una de sus gradas normativas, debe embeberse de una Constitución que, por lo mismo, toma si se quiere un
carácter “invasor” (la expresión es de Paolo Comanducci), puesto que ella condiciona la actividad no sólo de la doctrina ( es decir, de los
juristas), sino de la legislación, de la jurisprudencia y de la Administración del Estado ( es decir, de legisladores, jueces y funcionarios), e
incluso los comportamientos de los actores políticos en general y las mismas relaciones entre particulares. La segunda cara o aspecto
de la Constitucionalización del derecho se muestra en el hecho de que la Constitución adquiere una cada vez mayor carga normativa, lo
cual quiere decir que más reglas, principios u otros estándares del derecho se llevan a la Constitución, consagrándose o estableciéndose
en ella y no en otros tipos de leyes o fuentes del ordenamiento jurídico. Como resultado de este proceso, la Constitución se
sustancializa cada vez más, se “rematerializa”, como prefieren decir algunos, y ello a su vez en un doble sentido: la Constitución se
rematerializa desde el punto de vista de su volumen normativo (más derecho en la Constitución) y, además, desde el punto de vista la
diversidad de estándares que se incorporan a ella de manera explícita ( no sólo declaraciones programáticas, sino reglas; y no
únicamente reglas, sino también principios y valores superiores del ordenamiento). Principios y valores de carácter moral –tales como
“justicia” en el Art.1.1 de la Constitución española de 1978 o, “dignidad humana”, como en la Ley Fundamental de la República Federal
Alemana de 1949, cuya existencia, por tanto, es preconstitucional, y que, al juridizarse, al incorporarse a la Constitución del Estado y
resultar vinculantes para los operadores jurídicos que producen , aplica e interpretan el respectivo ordenamiento jurídico, forzarían una
relación necesaria entre derecho y moral –como sostienen algunos no-positivistas-, o, cuando menos, obligarían, en el caso de los
positivistas, a suscribir ese positivismo jurídico incluyente, o no excluyente, que fue explicado en nuestra clase del 27 de junio. Dicha
“rematerialización” de la Constitución –como apunta Luis Prieto Sanchís, “supone que la Constitución ya no tiene por objeto sólo la
distribución formal del poder entre los distintos órganos estatales, sino que está dotada de un contenido material, singularmente
principios y derechos fundamentales, que condicionan la validez de las normas inferiores”. La Constitución no es únicamente “fuente”
de las “fuentes del derecho”, sino que, ella misma, opera como fuente del derecho “en el sentido pleno de la expresión, es decir, origen
mediato e inmediato de derechos y obligaciones” Dos caras de la constitucionalización del derecho –digámoslo una vez más- porque
mientras que con motivo de la segunda de ellas lo que tenemos es mayor densidad y diversidad normativa, con motivo de la primera la
Constitución a) deja de ser un conjunto de solemnes declaraciones vagamente vinculantes para operadores jurídicos tales como
legisladores, jueces y funcionarios de la Administración; b) expande o irradia su fuerza normativa a todas las gradas del ordenamiento
jurídico que le están subordinadas, afirmando su supremacía; c) introduce controles jurisdiccionales tanto preventivos como represivos
para garantizar su vigencia e integridad; d) favorece lo que se llama “especificidad de la interpretación constitucional”, sujeta a criterios
propios y distintos de los que se aplican en el caso de las leyes comunes y otras fuentes del derecho; y e) subordina la interpretación de
esas otras fuentes a la interpretación del texto constitucional. De acuerdo a lo que hemos entendido aquí por constitucionalización, un
derecho puede estar más o menos “constitucionalizado”, o, si se prefiere, la constitucionalización de un derecho cualquiera puede ser
más o menos acusada, según el grado en que se presenten los dos aspectos antes señalados. Y ello porque la constitucionalización es
mucho más que darse o que tener una Constitución, aunque el hecho de darse una constitución pueda ser identificado como el primer
momento del proceso. Más propiamente, se trata de un proceso por el que pasa una Constitución, y en general el derecho de un
Estado, y que se manifiesta o expresa en las dos caras o aspectos que fueron previamente explicados.- El constitucionalismo no es un
proceso que acontezca a partir de cierto momento en la realidad del derecho como fenómeno normativo y social (como sí ocurre con la
constitucionalización), sino un punto de vista acerca del proceso de constitucionalización. Un punto de vista que describe ese proceso,
que lo sitúa históricamente, que lo explica en sus acusas o antecedentes, que lo relata en las distintas y sucesivas etapas por las que ha
pasado, etc. En esta acepción, el constitucionalismo es una teoría que, como tal, registra y explica el proceso de constitucionalización
del derecho y que, además, muestra los efectos que dicho proceso ha tenido no sólo para el funcionamiento del derecho (producción,
interpretación, aplicación y obedecimiento), sino para la comprensión de éste (definición del derecho y tipo de relación que guarda –
necesariamente- o puede guardar –contingentemente- con la moral). Como doctrina ahora, el constitucionalismo es una corriente del
pensamiento jurídico que favorece y alienta el proceso de constitucionalización del derecho desde su primer momento, a saber, el de la
sola aparición de las constituciones, y, más específicamente, es la doctrina que, como asuntos relevantes del proceso que apoya y
alienta, propugna la limitación del poder político, esto es, el estricto sometimiento de las autoridades públicas a reglas, así como el
gobierno de dicha autoridades por medio de reglas y no de decisiones caso a caso, y, por tanto, se trata de la doctrina del Estado de
Derecho, del Estado tanto sujeto a reglas de carácter abstracto y general como del que manda por medio de reglas del mismo doble
Sin embargo, la distinción es válida, pues no todos los principios que determinan un sistema
procesal penal pueden ser elevados al rango de garantías. Buena parte de ellos obedece a necesidades de
organización del poder de persecución penal de un Estado y son, por tanto, opciones políticas que no tienen
necesariamente una dimensión garantista.
Esta norma deja constancia de algunas de las características en las que debe enmarcarse todo
el nuevo proceso penal.
Según este principio deben distribuirse los poderes de la persecución penal y, por ello, las
funciones asociadas a su ejercicio, esto es, investigación, acusación y decisión quedan entregados en manos
distintas, así investiga y acusa el Ministerio Público y deciden la absolución o condena los Tribunales, así
además, se desprende claramente del Código y del artículo 80 A) de la CPRCH.
Artículo 3°.- Exclusividad de la investigación penal. El ministerio público dirigirá en forma exclusiva la
investigación de los hechos constitutivos de delito, los que determinaren la participación punible y los que acreditaren la
inocencia del imputado, en la forma prevista por la Constitución y la ley.
El investigador debe ser distinto del juzgador y el acusador debe ser distinto del juzgador
Si bien en este sistema se respeta esta separación de funciones, en tanto órganos diferentes
del Estado las asumen, se trata de un principio acusatorio formal desde que es el ente estatal en definitiva
quien está a cargo de todas ellas.
carácter, del Estado sub lege (sometido a la ley) y del Estado per lege (que gobierna por medio de leyes). Del Estado, además, cuya
acción está limitada por derechos fundamentales de las personas que se encuentran declarados en un capítulo importante de su
respectiva Constitución, aunque no sólo limitada, puesto que si eso es lo que pretenden los derechos humanos de primera generación
(los así llamados derechos civiles o personales) -limitar el poder-, los de segunda generación (los derechos políticos) permiten a los
ciudadanos participar del poder, mientras que los de tercera generación (los derechos económicos, sociales y culturales) condicionan el
ejercicio del poder en pos de la obtención de condiciones de vida más igualitarias para los miembros de la sociedad. Como dice
nuevamente Rodrigo Borja, el constitucionalismo significa “sumisión del Estado al Derecho” y “afirmación del valor de la persona ante
el Estado y delimitación de su inviolable esfera de libertad”. Precisamente, el cometido o propósito de los derechos humanos de
primera generación –los cuales se basan en el valor de la libertad- es delimitar ese espacio al que alude Borja. Cabe señalar, por otra
parte, que el constitucionalismo, en lo que a la afirmación de los derechos fundamentales se refiere, suele ser relacionado con una
determinada concepción de éstos –aquella que los considera derechos naturales- y, asimismo, con una determinada justificación de los
derechos –aquella que ve el fundamento de los derechos humanos en el derecho natural, es decir, en un orden normativo anterior y
superior a los ordenamientos jurídicos dotados de realidad y vigencia históricas, los cuales no otorgan tales derechos y se limitan a
reconocerlos, declararlos y protegerlos. Para una concepción como ésta, los derechos fundamentales serían anteriores al Estado, y el
papel de éste, como se dijo, sería reconocerlos, más no otorgarlos.
82
LÓPEZ MASLE, Julián y HORVITZ LENNON, María Inés; “Derecho Procesal Chileno”, Tomo I, Editorial Jurídica de Chile, año
2002, pág. 34
Prueba de este principio además del artículo 3 CPP, que ya señalamos, lo son el artículo 77
CPP que deja exclusivamente en manos del Ministerio Público el ejercicio de la acción penal pública.
Artículo 77. Facultades. Los fiscales ejercerán y sustentarán la acción penal pública en la forma prevista por la ley. Con
ese propósito practicarán todas las diligencias que fueren conducentes al éxito de la investigación y dirigirán la actuación
de la policía, con estricta sujeción al principio de objetividad consagrado en la Ley Orgánica Constitucional del Ministerio
Público.
El Juez debe ser independiente desde la perspectiva institucional, esto es, la independencia
del Poder Judicial frente a los demás poderes del Estado, como también debe serlo desde el punto de vista
personal, que al decir de Binder 83 es “la primera y genuina independencia de los jueces”.
Este último aspecto se ha visto fortalecido en el nuevo sistema procesal por la disminución
del régimen de recursos y en lo administrativo, se sientan bases para un sistema que separa con claridad el
ejercicio de la jurisdicción con la administración de los órganos jurisdiccionales, permitiéndoles a los Jueces
dedicarse a lo que es su función natural.
A esta materia se refieren los artículos 75 y 76 CPP, donde se garantiza para las partes, la
independencia de los jueces.
Es derecho de toda persona imputada ser juzgada por un tribunal previamente establecido
por la ley, independiente e imparcial, dentro del contexto de un debido proceso. 84
Además, se requiere que el tribunal no albergue ningún tipo de prejuicio en cuanto al fondo
del asunto sometido a su decisión. Existe prejuzgamiento cuando un juez es llamado a juzgar nuevamente
acerca de una imputación, sobre la cual haya juzgado.
83
LÓPEZ MASLE, Julián y HORVITZ LENNON, María Inés; Ob. Cit., Tomo I, pág. 53
84
Véase los Artículos 10 de la DUDH; 14.1 del PIDCP; 8.1. de la CADH; y 6 del CPP
85
Puede consultarse en este sentido la sentencia de la Corte Suprema en causa Rol N° 29.359-14.
Art. 2 CPPMIB: Juez imparcial El juzgamiento y decisión de las causas penales se llevará a cabo por jueces
imparciales independientes de los poderes del Estado, sólo sometidos a la ley. La ejecución penal estará a
cargo de un tribunal judicial
Por ninguna causa los restantes poderes del Estado podrán arrogarse el juzgamiento de causas pendientes o
el restablecimiento de las ya terminadas por decisión firme.
Nadie puede ser juzgado, condenado, penado o sometido a una medida de seguridad y corrección, sino por
los tribunales designados por la ley antes del hecho de la causa.
86
Art. 195 COT. Son causas de implicancia: 1° Ser el juez parte en el pleito o tener en él interés personal, salvo lo dispuesto en
el número 18 del artículo siguiente; 2° Ser el juez consorte o pariente consanguíneo legítimo en cualquiera de los grados de la línea
recta y en la colateral hasta el segundo grado inclusive, o ser padre o hijo natural o adoptivo de alguna de las partes o de sus
representantes legales; 3° Ser el juez tutor o curador de alguna de las partes, o ser albacea de alguna sucesión, o síndico de alguna
quiebra, o administrador de algún establecimiento, o representante de alguna persona jurídica que figure como parte en el juicio; 4°
Ser el juez ascendiente o descendiente legítimo, padre o hijo natural o adoptivo del abogado de alguna de las partes; 5° Haber sido el
juez abogado o apoderado de alguna de las partes en la causa actualmente sometida a su conocimiento o haber intervenido en ella
como mediador. 6° Tener el juez, su consorte, ascendientes o descendientes legítimos, padres o hijos naturales o adoptivos, causa
pendiente en que deba fallar como juez alguna de las partes; 7° Tener el juez, su consorte, ascendientes o descendientes legítimos,
padres o hijos naturales o adoptivos, causa pendiente en que se ventile la misma cuestión que el juez debe fallar; 8° Haber el juez
manifestado su dictamen sobre la cuestión pendiente con conocimiento de los antecedentes necesarios para pronunciar sentencia, y 9°
Ser el juez, su consorte, o alguno de sus ascendientes o descendientes legítimos, padres o hijos naturales o adoptivos, heredero
instituido en testamento por alguna de las partes. Lo dicho en este artículo es sin perjuicio de lo dispuesto en el artículo 1324 y en los
incisos tercero y cuarto del artículo 1325 del Código Civil. Respecto de los jueces con competencia criminal, son causas de implicancia,
además, las siguientes: 1º Haber intervenido con anterioridad en el procedimiento como fiscal o defensor; 2º Haber formulado
acusación como fiscal, o haber asumido la defensa, en otro procedimiento seguido contra el mismo imputado, y 3º Haber actuado el
miembro del tribunal de juicio oral en lo penal como juez de garantía en el mismo procedimiento.
Art. 196 COT: Son causas de recusación: 1° Ser el juez pariente consanguíneo simplemente ilegítimo en toda la línea recta y
en la colateral hasta el cuarto grado inclusive, o consanguíneo legítimo en la línea colateral desde el tercero hasta el cuarto grado
inclusive, o afín hasta el segundo grado también inclusive, de alguna de las partes o de sus representantes legales; 2° Ser el juez
ascendiente o descendiente ilegítimo, hermano o cuñado legítimo o natural del abogado de alguna de las partes; 3° Tener el juez
superior alguno de los parentescos designados en el inciso precedente o en el número 4° del artículo 195, con el juez inferior que
hubiere pronunciado la sentencia que se trata de confirmar o revocar; 4° Ser alguna de las partes sirviente, paniaguado o dependiente
asalariado del juez, o viceversa; 5° Ser el juez deudor o acreedor de alguna de las partes o de su abogado; o serlo su consorte o alguno
de sus ascendientes, descendientes o parientes colaterales dentro del segundo grado. Sin embargo, no tendrá aplicación la causal del
presente número si una de las partes fuere alguna de las instituciones de previsión fiscalizadas por la Superintendencia de Seguridad
Social, la Asociación Nacional de Ahorro y Préstamo, o uno de los Servicios de Vivienda y Urbanización, a menos que estas instituciones
u organismos ejerciten actualmente cualquier acción judicial contra el juez o contra alguna otra de las personas señaladas o viceversa.
6° Tener alguno de los ascendientes o descendientes simplemente ilegítimos del juez o los parientes colaterales del mismo dentro del
segundo grado, causa pendiente que deba fallar como juez alguna de las partes. 7° Tener alguno de los ascendientes o descendientes
simplemente ilegítimos del juez o los parientes colaterales del mismo dentro del segundo grado, causa pendiente en que se ventile la
misma cuestión que el juez deba fallar; 8° Tener pendientes alguna de las partes pleito civil o criminal con el juez, con su consorte, o
con alguno de sus ascendientes, descendientes o parientes colaterales dentro del segundo grado. Cuando el pleito haya sido
promovido por alguna de las partes, deberá haberlo sido antes de la instancia en que se intenta la recusación; 9° Haber el juez
declarado como testigo en la cuestión actualmente sometida a su conocimiento; 10. Haber el juez manifestado de cualquier modo su
dictamen sobre la cuestión pendiente, siempre que lo hubiere hecho con conocimiento de ella; 11. Ser alguno de los ascendientes o
descendientes ilegítimos del juez o alguno de sus parientes colaterales dentro del segundo grado, instituido heredero en testamento
por alguna de las partes; 12. Ser alguna de las partes heredero instituido en testamento por el juez; 13. Ser el juez socio colectivo,
comanditario o de hecho de alguna de las partes, serlo su consorte o alguno de los ascendientes o descendientes del mismo juez, o
alguno de sus parientes colaterales dentro del segundo grado. 14. Haber el juez recibido de alguna de las partes un beneficio de
importancia, que haga presumir empeñada su gratitud; 15. Tener el juez con alguna de las partes amistad que se manifieste por actos
de estrecha familiaridad; 16. Tener el juez con alguna de las partes enemistad, odio o resentimiento que haga presumir que no se halla
revestido de la debida imparcialidad; 17. Haber el juez recibido, después de comenzado el pleito, dádivas o servicios de alguna de las
partes, cualquiera que sea su valor o importancia, y 18. Ser parte o tener interés en el pleito una sociedad anónima de que el juez sea
accionista. No obstante lo dispuesto en el inciso precedente, no constituirá causal de recusación la circunstancia de que una de las
Veremos que, los jueces, además de imparciales, deben en estas nuevas materias (sentencias
penales orales), ser incontaminados con los hechos investigados en forma previa, no deben conocerlos, porque
precisamente la prueba de los mismos, tendrá que rendirse en la audiencia de juicio oral, esto es, ante los
mismos jueces, quienes deberán estar atentos y con todos sus sentidos bien dispuestos. Ello, porque cuando los
jueces resuelven algún problema, o mejor dicho, pretenden resolverlo, primero tratan de indagar sobre los
hechos, el “qué, cómo y cuándo ocurrió tal cosa o tal otra”, luego, a esos hechos, le aplican, así en sentido
genérico “el derecho”.
Artículo 75. Inhabilitación del juez de garantía. Planteada la inhabilitación del juez de garantía, quien debiere
subrogarlo conforme a la ley continuará conociendo de todos los trámites anteriores a la audiencia de preparación del
juicio oral, la que no se realizará hasta que se resolviere la inhabilitación.
Artículo 76. Inhabilitación de los jueces del tribunal del juicio oral. Las solicitudes de inhabilitación de los jueces
del tribunal de juicio oral deberán plantearse, a más tardar, dentro de los tres días siguientes a la notificación de la
resolución que fijare fecha para el juicio oral, y se resolverán con anterioridad al inicio de la respectiva audiencia.
Cuando los hechos que constituyeren la causal de implicancia o recusación llegaren a conocimiento de
la parte con posterioridad al vencimiento del plazo previsto en el inciso anterior y antes del inicio del juicio oral, el
incidente respectivo deberá ser promovido al iniciarse la audiencia del juicio oral.
Con posterioridad al inicio de la audiencia del juicio oral, no podrán deducirse incidentes relativos a la
inhabilitación de los jueces que integraren el tribunal. Con todo, si cualquiera de los jueces advirtiere un hecho nuevo
constitutivo de causal de inhabilidad, el tribunal podrá declararla de oficio.
El tribunal continuará funcionando con exclusión del o de los miembros inhabilitados, si éstos
pudieren ser reemplazados de inmediato en virtud de lo dispuesto en el inciso quinto del artículo 281, o si continuare
integrado por, a lo menos, dos jueces que hubieren concurrido a toda la audiencia. En este último caso, deberán alcanzar
unanimidad para pronunciar la sentencia definitiva. Si no se cumpliere alguna de estas condiciones, se anulará todo lo
obrado en el juicio oral.
Artículo 281.- Fecha, lugar, integración y citaciones. El juez de garantía hará llegar el auto de apertura del juicio
oral al tribunal competente, dentro de las cuarenta y ocho horas siguientes al momento en que quedare firme.
También pondrá a disposición del tribunal de juicio oral en lo penal las personas sometidas a prisión
preventiva o a otras medidas cautelares personales.
Una vez distribuida la causa, cuando procediere, el juez presidente de la sala respectiva procederá de
inmediato a decretar la fecha para la celebración de la audiencia del mismo, la que deberá tener lugar no antes de quince ni
después de sesenta días desde la notificación del auto de apertura del juicio oral.
partes fuere una sociedad anónima abierta. Lo prevenido en el inciso anterior no regirá cuando concurra la causal señalada en el Nº 8
de este artículo. Tampoco regirá cuando el juez, por sí solo o en conjunto con alguna de las personas indicadas en el numerando
octavo, fuere dueño de más del diez por ciento del capital social. En estos dos casos existirá causal de recusación.
Proveyó don Francisco Hermosilla Iriarte, Juez Titular del Tribunal de Juicio Oral en lo Penal de Valparaíso.
Resolución incluida en el estado diario del día de hoy.
“La persona condenada, absuelta o sobreseída definitivamente por sentencia ejecutoriada, no podrá ser
sometida a un nuevo procedimiento penal por el mismo hecho”.
Se consagra así la proscripción del doble enjuiciamiento por el mismo hecho, de donde
puede inferirse una coherencia, al menos sistémica, dado que el CPP sanciona un mismo objeto del proceso –
hecho punible – tanto para la congruencia como para la evitación del doble juzgamiento, como se verá más
A través de esta garantía se busca proteger al imputado del riesgo de una nueva persecución
penal, simultánea o sucesiva por los mismos hechos atribuidos en una persecución penal anterior dirigida en
su contra.
En general, se afirma que existe identidad cuando concurren copulativamente las siguientes
condiciones: 88
El artículo 4 del Código Procesal penal Modelo para Iberoamérica trata este tema de la
siguiente manera:
Art. 4 CPPMIB: 4. Única persecución. Nadie debe ser perseguido penalmente más de una vez por el mismo
hecho.
Sin embargo, será admisible una nueva persecución penal: cuando la primera fue intentada ante un
tribunal incompetente que por ese motivo clausuró el procedimiento; cuando la clausura del procedimiento
proviene de defectos en la promoción o en el ejercicio de la persecución penal, que no debió iniciarse o
proseguirse, o no debió iniciarse o proseguirse por quien la ejerció, según obstáculo legal que no inhiba la
punibilidad del imputado; o cuando un mismo hecho debe ser juzgado por tribunales o procedimientos
diferentes, que no puedan unificarse según las reglas respectivas. Rige, también, el art. 359, párrafo. II.
La absolución o el sobreseimiento (absolución anticipada) por un delito no impedirá la persecución penal
posterior por una contravención o falta derivada del mismo hecho imputado, y viceversa, ni el
procedimiento realizado por una autoridad disciplinaria inhibirá la persecución penal derivada del mismo
hecho.
Este derecho a un juez natural se encuentra consagrado en los artículos 10 de la DUDH, 14.1
del PIDCP y 8.1 de la CADH.
También nuestra CPRCH señala en el art. 19 n°3 que “Nadie podrá ser juzgado por
comisiones especiales, sino por el tribunal que señalare la ley y que se hallare establecido por ésta con
anterioridad a la perpetración del hecho.” En el mismo sentido lo prescribe el artículo 2° del CPP:
Artículo 2º.- Juez natural. Nadie podrá ser juzgado por comisiones especiales, sino por el tribunal que señalare la ley y
que se hallare establecido por ésta con anterioridad a la perpetración del hecho.
Según el profesor Alberto Binder, 89 la denominación derecho al juez natural tiene su origen
en el sistema feudal, donde, siendo la costumbre la principal fuente del derecho, se hacía imprescindible que el
87
Véase los Arts. 14.7 PIDCP y 8.4 CADH.
88
LÓPEZ MASLE, Julián y HORVITZ LENNON, María Inés, Ob. Cit., Tomo I año 2002, pág. 88, citando a Binder señalan sobre el
particular que “En general, se afirma que existirá identidad entre la persecución penal y, por lo tanto, infracción de la garantía, cuando
concurran tres identidades o correspondencias: 1) identidad de persona (eadem persona); 2) identidad de objeto (eadern res); y 3)
identidad de motivo de persecución (causa petendi)”.
89
LÓPEZ MASLE, Julián y HORVITZ LENNON, María Inés; Ob.cit.pág.62
Modernamente, sin embargo, el concepto dice relación con la predeterminación legal del
juez, que tiene por objeto asegurar, como garantía para el justiciable, la imposibilidad de influir indebidamente
en la designación del tribunal competente para el enjuiciamiento.
Como se puede apreciar de las disposiciones citadas, el derecho al juez natural 90 consiste en
la prohibición de juzgar a una persona a través de comisiones especiales, esto es órganos no jurisdiccionales
creados por designación especial de alguno de los otros poderes del Estado. Es una garantía vinculada a la
independencia e imparcialidad del juez.
Igualmente, se halla establecido en el artículo 8.2 de la CADH, que expresa: “Toda persona
inculpada de delito tiene derecho a que se presuma su inocencia mientras no se establezca legalmente su
culpabilidad”.
Por su parte el artículo 4 CPP dispone:
Artículo 4º.- Presunción de inocencia del imputado. Ninguna persona será considerada culpable ni tratada como tal
en tanto no fuere condenada por una sentencia firme.
Más que un derecho de carácter procesal, se trata de un principio que inspira todo el nuevo
procedimiento penal, como se desprende de la lectura atenta de muchas de sus disposiciones, especialmente
las relativas a las medidas cautelares personales. Impone a los Jueces, Fiscales y demás Intervinientes, la
obligación de considerar y tratar como inocente al imputado en todos los actos de investigación y de
procedimiento, en tanto no fuere condenado por sentencia firme.
De acuerdo con lo que se ha señalado, si los fiscales del Ministerio Público estiman que el
imputado es culpable de un hecho delictivo determinado, se encuentran en la necesidad de demostrar que así
lo es, debe destruir esta verdadera presunción legal que lo ampara, encaminando la investigación hacia ese
objetivo, por ello pesa sobre ellos la carga de la prueba.
Este principio tiene decisiva importancia con respecto al derecho del imputado a gozar de su
libertad mientras se desarrolla el procedimiento. La prisión preventiva es una medida cautelar de carácter
excepcional, que sólo procederá cuando las demás medidas cautelares sean incapaces de asegurar las
finalidades del proceso.
90
CERDA SAN MARTÍN, Rodrigo y HERMOSILLA IRIARTE, Francisco; “Código Procesal Penal, Comentarios, Concordancias y
Jurisprudencia”, Editorial Librotecnia, 2ª edición
91
LÓPEZ MASLE, Julián y HORVITZ LENNON, María Inés; Ob.cit., pág.78
De otro lado, sólo se considera actividad probatoria idónea para desvirtuar la presunción de
inocencia, la que tiene lugar en el juicio, con la salvedad del procedimiento abreviado y en los procedimientos
especiales como la aceptación de responsabilidad penal en el procedimiento simplificado y el procedimiento
monitorio, donde los antecedentes de la carpeta de la investigación sirven para adoptar la decisión.
Sobre el imputado no recae ninguna carga de probar su inocencia, sino por el contrario, ella
recae exclusivamente sobre la acusación. Por consiguiente, si en el juicio no se produce la prueba de cargo, se
mantiene la presunción de inocencia y debe procederse a la absolución del acusado, excepcionalmente el
acusado deberá probar cuando su defensa consista, principalmente en una teoría alternativa del caso, como
por ejemplo, sin negar la existencia del hecho punible o el delito, aquél niega su participación, señalando que,
por ejemplo él no pudo haber cometido el delito porque ese día se encontraba en otro lugar.
Otra excepción a esta regla general del onus probandi ó carga de la prueba, queda de
manifiesta en la ley de lavado de activos, allí, los imputados deberán demostrar la procedencia lícita de los
bienes que posean, allí pesará sobre ellos la carga de esa prueba, en consecuencia, sí deben defenderse,
deberán declarar y, si les es posible, aportar prueba.
El tratamiento del imputado como inocente, está contemplado también en el artículo 3° del
Código Procesal Penal Modelo para Iberoamérica.
Art. 3° CPPMIB: Tratamiento del imputado como inocente. El imputado o acusado debe ser tratado como
inocente durante el procedimiento, hasta tanto una sentencia firme le imponga una pena o una medida de
seguridad y corrección.
Las disposiciones de esta ley que restringen la libertad del imputado o limitan el ejercicio de sus facultades
serán interpretadas restrictivamente; en esta materia, la interpretación extensiva y la analogía quedan
prohibidas, mientras no favorezcan la libertad del imputado o el ejercicio de sus facultades.
Las únicas medidas de coerción posibles en contra del imputado son las que este Código autoriza; tendrán
carácter de excepcionales y serán proporcionadas a la pena o medida de seguridad y corrección que se
espera del procedimiento, con estricta sujeción a las disposiciones pertinentes.
La duda favorece al imputado.
Como se dijo, mientras no exista una sentencia condenatoria firme o ejecutoriada deberá
dársele un trato respetuoso y considerarlo inocente, es decir los Jueces, los Fiscales y miembros de la Policía,
no podrían presentar a un imputado como culpable y no podrían brindar información a su respecto, en ese
sentido, a los medios de comunicación social.
Se pretende con ello que cualquier ciudadano que sea imputado, mientras no se dice
sentencia definitiva de condena y ella esté firme, es decir, ya no pueda recurrirse de aquella, debe ser
considerado como inocente, porque bien pudiera ocurrir que esa persona imputada, al final del juicio sea
absuelta de los cargos enderezados en su contra, o bien un Tribunal Superior, conociendo de un recurso,
declare finalmente su inocencia.
Sabido es que la información anticipada, antes de un juicio oral y público, proporcionada por
los medios de comunicación social, acerca de la autoría culpable de un detenido nunca logra ser borrada del
sentimiento colectivo y ese daño causado a veces gratuitamente, sin esperar que el imputado se defienda en un
juicio, aunque al final logre su absolución, es decir se le declare inocente, no resulta, pues siempre para parte
de la sociedad será un culpable.
Además, una cosa es que se le considere y trate como inocente y otra es que realmente lo sea,
por ello, esta persona imputada tiene derechos, porque en caso de ser culpable, debe ser defendido
técnicamente para lograr una pena justa. Este sistema contempla la posibilidad de un reconocimiento
temprano de culpabilidad y a ello le atribuye ciertas ventajas, eso se hace pensando básicamente en la
De acuerdo con lo que se ha señalado, si los fiscales del Ministerio Público estiman que el
imputado es culpable de un hecho delictivo determinado, se encuentran en la necesidad de demostrar que así
lo es, debe destruir esta verdadera presunción de inocencia que lo ampara, encaminando la investigación hacia
ese objetivo.
En este sistema el imputado no tiene el deber de declarar la verdad, como ocurre con los
testigos y peritos, no lo hace bajo juramento o promesa, sino solamente exhortado a ser veraz.
Así las cosas, del silencio del imputado no se pueden inferir consecuencias en su contra y
puede el imputado declarar cuantas veces quiera. 92 La confesión no puede ser inducida por el Estado de
92
PÉREZ DEL VALLE, Carlos; Ponencia del Aula Iberoamericana, Cartagena de Indias, Colombia, año 2008, titulada: Sobre el
Derecho al silencio, monografía 5.La instrucción de derechos al imputado y la libertad de declarar: las consecuencias del silencio. El
enfoque de la tesis del status negativo, que se ha puesto en relación con el derecho a ser oído como derecho de la persona cuando es
objeto del proceso en la fase de investigación, conduce directamente a la relación con las declaraciones del imputado, y especialmente
a sus manifestaciones durante la incriminación. Es más: incluso en el derecho inglés se admite que su operatividad en las fases
anteriores al juicio es contenido esencial del derecho a no declarar contra sí mismo y, en particular, el derecho del sospechoso o del
acusado a declinar la contestación de ciertas preguntas durante la investigación policial y los interrogatorios. Pero la libertad de
declarar puede ser examinada también en dos perspectivas: como exigencia de condiciones de la declaración que afectan al contenido
mismo del derecho a ser oído y, por tanto, que permiten al imputado declarar o no hacerlo (el derecho a guardar silencio); y como
La garantía en estudio rige todas las etapas del proceso, tanto en los actos iniciales como en
el desarrollo de la etapa preparatoria, en la etapa intermedia y, por supuesto, adquiere su mayor relevancia en
la etapa del juicio, que es donde se produce la actividad probatoria por excelencia.
El principio de legalidad enuncia que el Ministerio Público está obligado a iniciar y sostener la
persecución penal de todo delito que llegue a su conocimiento, sin que pueda suspenderla, interrumpirla o
hacerla cesar a su mero arbitrio. 93
Su fundamento actual es la vigencia del principio de igualdad ante la ley, se pretende que la
persecución penal no quede sujeta al arbitrio de un órgano estatal, cuya decisión de perseguir o no un delito y
la forma de hacerlo podría ser discriminatoria. El principio de legalidad impone así al Estado, la obligación de
perseguir por igual todos los delitos que se cometen en una sociedad determinada, sin permitirle seleccionar
entre ellos de manera alguna.
exigencia condiciones mínimas que permiten entender que su declaración se ha prestado con libertad y, por tanto, como ausencia de
obstáculos externos. A la primera de estas perspectivas se dedican las reflexiones que siguen, mientras que la segunda será examinada
en el status negativo propio de la privación de libertad. Por una parte, es preciso hacer una referencia a las consecuencias de la
negativa a declarar o a contestar a algunas preguntas del acusado. Se indica, con frecuencia, que es posible que el silencio no puede ser
utilizado en perjuicio del acusado: es obvio que si el silencio es un derecho fundado en la imposibilidad de coacción para hacer declarar
al imputado y que encuentra respaldo en su derecho a ser oído, la posibilidad de una interpretación de la negativa a declarar que
perjudicase a quien guarda silencio sería absurda. Por una parte, en esta dirección se encuentran los preceptos legales que, en los
sistemas de derecho continental, excluyen el juramento de verdad al imputado. La consecuencia que se deriva de ello es, desde luego,
que el juez penal no puede, en una valoración conjunta de las pruebas, utilizar este silencio como un elemento inculpatorio del
imputado. De otro modo, el ejercicio de una facultad vinculada al derecho a ser oído y, más directamente, a la facultad de escoger los
medios para su defensa, como es el derecho a guardar silencio, llevaría a consecuencias negativas de inculpación del propio acusado, y
esto supone indudablemente un contrasentido. Estarían por tanto vedadas en la motivación de una sentencia condenatoria
motivaciones que aplicaran la máxima: “el que calla otorga”. Pero tampoco está autorizado el juez, en el momento de valoración de la
prueba, a cuestionarse sobre el motivo del silencio del acusado; el acusado puede guardar silencio por resignación, por una
ponderación personal con otros intereses propios o ajenos o incluso por reacciones de boicot al proceso penal, incluso por razones
políticas. Mientras esta primera conclusión es muy clara en relación con el silencio total respecto de los hechos, la cuestión es más
debatida si se trata de un silencio parcial: el acusado responde algunas preguntas y otras no. En este punto, hay dos opiniones al
respecto: por un lado, se piensa que el silencio parcial debe valorarse como una parte de las manifestaciones; por otro, se indica
también que el silencio parcial es también ejercicio de un derecho, y que una ponderación respecto de lo que calla supondría su
vulneración. La solución, sin embargo, debe ser negativa: en ningún caso el silencio puede ser interpretado como prueba contra el
acusado, ni siquiera como indicio de refuerzo de la convicción del tribunal: el derecho a guardar silencio no es una consecuencia de la
“libertad de auto inculparse” –que no existe- sino de la “libertad para determinar el modo y forma de defensa”; por tanto, no sólo
puede acogerse al silencio quien ha cometido el delito y no quiere confesar, sino también quien es inocente y considera que ésta es la
forma adecuada de defenderse. Es evidente que en este último caso, una interpretación del silencio del acusado, aun parcial, sería
errónea.
93
LÓPEZ MASLE, Julián y HORVITZ LENNON, María Inés; Ob.cit., pág. 46
Artículo 3°.- Exclusividad de la investigación penal. El ministerio público dirigirá en forma exclusiva la
investigación de los hechos constitutivos de delito, los que determinaren la participación punible y los que
acreditaren la inocencia del imputado, en la forma prevista por la Constitución y la ley.
Es un principio clave y rector de este sistema, que pese a no señalarse explícitamente como
regla técnica del proceso, se halla inmerso implícitamente, como en el artículo 330 del CPP, al tratar del contra
interrogatorio.
Artículo 330. Métodos de interrogación. En sus interrogatorios, las partes que hubieren presentado a un
testigo o perito no podrán formular sus preguntas de tal manera que ellas sugirieren la respuesta.
Durante el contrainterrogatorio, las partes podrán confrontar al perito o testigo con sus propios
dichos u otras versiones de los hechos presentadas en el juicio.
En ningún caso se admitirán preguntas engañosas, aquéllas destinadas a coaccionar ilegítimamente
al testigo o perito, ni las que fueren formuladas en términos poco claros para ellos.
Estas normas se aplicarán al imputado cuando se allanare a prestar declaración.
Este principio también está implícitamente inmerso en el resto de la normativa del Código,
su finalidad principal es la de controvertir por el litigante opositor las argumentaciones o probanzas de su
contraparte, en otras palabras permitirle hacerse cargo de los antecedentes que le exhibe al tercero imparcial, el
Juez, produciendo sus propias alegaciones, tendientes a rebatirlas, sólo de esa manera los jueces quedarán en
mejores condiciones para resolver, pues si, por ejemplo una prueba testimonial rendida pasó el test de
“veracidad” al ser contra interrogado ese testigo por el interviniente contrario, el juez podrá convencerse o de
la falsedad de sus dichos, o bien de la veracidad de los mismos.
Es por eso mismo, una manifestación del derecho de defensa, que consiste básicamente en la
necesidad de que los intervinientes sean oídos, puedan alegar y probar para conformar la resolución judicial,
y de que conozcan y puedan rebatir todos los materiales de hecho y de derecho que puedan influir en la
resolución judicial. Constituye, por eso mismo, una de las facetas del principio de contradicción. Veremos más
adelante, que existen ciertas técnicas para hacerlo valer en juicio.
Artículo 284. Presencia ininterrumpida de los jueces y del ministerio público en el juicio oral. La audiencia del
juicio oral se realizará con la presencia ininterrumpida de los jueces que integraren el tribunal y del fiscal, sin
perjuicio de lo dispuesto en el artículo 258.
Lo dispuesto en el inciso final del artículo 76 respecto de la inhabilidad se aplicará también a los
casos en que, iniciada la audiencia, faltare un integrante del tribunal de juicio oral en lo penal.
Cualquier infracción de lo dispuesto en este artículo implicará la nulidad del juicio oral y de la
sentencia que se dictare en él.
Según el profesor Claus Roxin 94 el principio de inmediación implica dos cosas distintas:
a) El tribunal que dicta la sentencia debe observar por sí mismo la recepción de la prueba
(inmediación formal); y
b) El tribunal debe extraer los hechos de la fuente, por sí mismo, sin utilizar equivalente
probatorio alguno (inmediación material).
Artículo 374.- Motivos absolutos de nulidad. El juicio y la sentencia serán siempre anulados:
b) Cuando la audiencia del juicio oral hubiere tenido lugar en ausencia de alguna de las personas cuya
presencia continuada exigen, bajo sanción de nulidad, los artículos 284 y 286;
Y también, indirectamente como causal de nulidad en el literal a) del artículo 373 del CPP.
Artículo 373.- Causales del recurso. Procederá la declaración de nulidad del juicio oral y de la sentencia:
a) Cuando, en cualquier etapa del procedimiento o en el pronunciamiento de la sentencia, se hubieren
infringido sustancialmente derechos o garantías asegurados por la Constitución o por los tratados internacionales
ratificados por Chile que se encuentren vigentes
Si los jueces no estuvieran presentes en alguna parte el juicio donde se recibiera la prueba y
las alegaciones de las partes, violarían implícitamente las normas del debido proceso y luego, si ellos llegaran a
resolver, lógicamente afectarían la apreciación de la prueba de acuerdo a las reglas de la sana crítica, pues
según el inciso segundo del artículo 297 del CPP, el Tribunal formará su convicción de la valoración conjunta
y armónica de toda la prueba producida y si algún juez no estuvo presente en su rendición, mal podrá cumplir
con esta norma.
Artículo 297. Valoración de la prueba. Los tribunales apreciarán la prueba con libertad, pero no podrán contradecir
los principios de la lógica, las máximas de la experiencia y los conocimientos científicamente afianzados.
El tribunal deberá hacerse cargo en su fundamentación de toda la prueba producida, incluso de aquélla que
hubiere desestimado, indicando en tal caso las razones que hubiere tenido en cuenta para hacerlo.
La valoración de la prueba en la sentencia requerirá el señalamiento del o de los medios de prueba mediante los
cuales se dieren por acreditados cada uno de los hechos y circunstancias que se dieren por probados. Esta fundamentación
deberá permitir la reproducción del razonamiento utilizado para alcanzar las conclusiones a que llegare la sentencia.
94
ROXIN, Claus, “Derecho Procesal Penal”, Editores del Puerto, Argentina 2° edición, año 2000, página 394
La audiencia del juicio siempre debe desarrollarse en forma oral, tanto en lo relativo a las
alegaciones y argumentaciones de las partes como a las declaraciones del acusado, a la recepción de las
pruebas y, en general, a toda intervención de quienes participaren en ella. Las resoluciones serán dictadas y
fundamentadas verbalmente por el tribunal, salvo la sentencia que es escrita.
A él también se refiere el artículo 291 CPP, cuando habla de la oralidad en el juicio oral.
Artículo 291. Oralidad. La audiencia del juicio se desarrollará en forma oral, tanto en lo relativo a las alegaciones y
argumentaciones de las partes como a las declaraciones del acusado, a la recepción de las pruebas y, en general, a toda
intervención de quienes participaren en ella. Las resoluciones serán dictadas y fundamentadas verbalmente por el tribunal
y se entenderán notificadas desde el momento de su pronunciamiento, debiendo constar en el registro del juicio.
El tribunal no admitirá la presentación de argumentaciones o peticiones por escrito durante la
audiencia del juicio oral.
Sin embargo, quienes no pudieren hablar o no lo supieren hacer en el idioma castellano, intervendrán
por escrito o por medio de intérpretes.
El acusado sordo o que no pudiere entender el idioma castellano será asistido de un intérprete que le
comunicará el contenido de los actos del juicio.
Siguiendo a Claus Roxin podemos decir que el fundamento de la publicidad es triple: “Su
significado esencial reside en consolidar la confianza pública en la administración de justicia, fomentar la responsabilidad
de los órganos de la administración de justicia y evitar la posibilidad de que circunstancias ajenas a la causa influyan en el
tribunal y, con ello, en la sentencia” 95 .
Desde la visión del ciudadano, el principio de la publicidad procesal permite que los
gobernados conozcan en forma directa como se tramitan los juicios y ejerzan un escrutinio mucho más amplio
sobre los juzgadores, quienes son responsables ante la sociedad del debido ejercicio de sus atribuciones. El
principio de publicidad está consagrado en los artículos 8.5 de la CADH, 14.1 del PIDCP.
La publicidad tiene ese triple objetivo al que se ha referido a Roxin, esto es, consolidar la
confianza pública en la administración de justicia, fomentar la responsabilidad de los órganos de la
administración de justicia y evitar la posibilidad de que circunstancias ajenas a la causa influyan en el tribunal
y, con ello, en la sentencia. A él se refiere, en el juicio oral, el artículo 289 del CPP.
95
ROXIN, Claus; Ob. Cit. pág. 407
La concentración como principio en este sistema implica que todos los actos procesales
cometidos en audiencias se lleven a efecto de manera continuada, concentrada, es decir, que se rindan todos en
audiencias ojala sucesivas, sin interrupciones ni dilaciones, como se desprende claramente de los artículos 282
y 283 CPP.
Artículo 282. Continuidad del juicio oral. La audiencia del juicio oral se desarrollará en forma continua y podrá
prolongarse en sesiones sucesivas, hasta su conclusión. Constituirán, para estos efectos, sesiones sucesivas, aquéllas que
tuvieren lugar en el día siguiente o subsiguiente de funcionamiento ordinario del tribunal.
El artículo 14 del CPP, tratando de la actividad procesal en el párrafo de los plazos señala:
Artículo 14. Días y horas hábiles. Todos los días y horas serán hábiles para las actuaciones del procedimiento penal y
no se suspenderán los plazos por la interposición de días feriados.
No obstante, cuando un plazo de días concedido a los intervinientes venciere en día feriado, se considerará
ampliado hasta las veinticuatro horas del día siguiente que no fuere feriado.
Por otra parte, el artículo 283 CPP, se refiere a las suspensiones del juicio de la siguiente
manera.
Artículo 283.- Suspensión de la audiencia o del juicio oral. El tribunal podrá suspender la audiencia hasta por dos
veces solamente por razones de absoluta necesidad y por el tiempo mínimo necesario de acuerdo con el motivo de la
suspensión. Al reanudarla, efectuará un breve resumen de los actos realizados hasta ese momento.
El juicio se suspenderá por las causas señaladas en el artículo 252. Con todo, el juicio seguirá adelante cuando la
declaración de rebeldía se produjere respecto del imputado a quien se le hubiere otorgado la posibilidad de prestar
declaración en el juicio oral, siempre que el tribunal estimare que su ulterior presencia no resulta indispensable para la
prosecución del juicio o cuando sólo faltare la dictación de la sentencia.
La suspensión de la audiencia o la interrupción del juicio oral por un período que excediere de diez días impedirá
su continuación. En tal caso, el tribunal deberá decretar la nulidad de lo obrado en él y ordenar su reinicio.
Cuando fuere necesario suspender la audiencia, el tribunal comunicará verbalmente la fecha y hora de su
continuación, lo que se tendrá como suficiente citación.
Consiste básicamente en la necesidad de que los intervinientes sean oídos, puedan alegar y
probar para conformar la resolución judicial, y de que conozcan y puedan rebatir todos los materiales de hecho
y de derecho que puedan influir en la resolución judicial.
En cuanto a la defensa material el artículo 8.1 de la CADH señala que cualquier interviniente
en un proceso criminal tiene derecho a ser oído, a formular sus alegaciones y a intervenir en el proceso por sí o
por abogado.
Nuestro Código Procesal Penal se refiere a la defensa material, en el inciso 2° del artículo 8°
que establece que el imputado tendrá derecho a formular los planteamientos y alegaciones que considere
oportunos, así como a intervenir en todas las actuaciones judiciales y en las demás del procedimiento, salvas
las excepciones expresamente previstas en el Código y a la defensa técnica en el inciso 1° del mismo artículo.
Artículo 8º. Ámbito de la defensa. El imputado tendrá derecho a ser defendido por un letrado desde la primera
actuación del procedimiento dirigido en su contra. Todo imputado que carezca de abogado tendrá derecho irrenunciable a
que el Estado le proporcione uno. La designación del abogado la efectuará el juez antes de que tenga lugar la primera
actuación judicial del procedimiento que requiera la presencia de dicho imputado.
El imputado tendrá derecho a formular los planteamientos y alegaciones que considerare oportunos, así como a
intervenir en todas las actuaciones judiciales y en las demás actuaciones del procedimiento, salvas las excepciones
expresamente previstas en este Código.
Con respecto a la defensa técnica letrada el artículo 8 inciso 1° del CPP dispone que el
imputado deba ser defendido por un letrado desde la primera actuación judicial del procedimiento en que se
requiera la presencia del imputado.
Este derecho a defensa también se consagra en este Código en el artículo 102 CPP, de la
siguiente manera, al tratarse de la designación obligada de un defensor:
Artículo 102. Derecho a designar libremente a un defensor. Desde la primera actuación del procedimiento y hasta la
completa ejecución de la sentencia que se dictare, el imputado tendrá derecho a designar libremente uno o más defensores
de su confianza. Si no lo tuviere, el juez procederá a hacerlo, en los términos que señale la ley respectiva. En todo caso, la
designación del defensor deberá tener lugar antes de la realización de la primera audiencia a que fuere citado el imputado.
Si el imputado se encontrare privado de libertad, cualquier persona podrá proponer para aquél un defensor
determinado, o bien solicitar se le nombre uno. Conocerá de dicha petición el juez de garantía competente o aquél
correspondiente al lugar en que el imputado se encontrare.
Este tema de la defensa, también está contemplado en el artículo 4° del Código Procesal
Penal Modelo para Iberoamérica.
Art. 4° CPPMIB: Defensa. Es inviolable la defensa en el procedimiento. Salvo las excepciones expresamente
previstas en este Código, el imputado tendrá derecho a intervenir en todos los actos del procedimiento que
incorporen elementos de prueba y a formular todas las instancias y observaciones que considere oportunas,
sin perjuicio del ejercicio del poder disciplinario por la autoridad correspondiente, cuando perjudique el
curso normal de los actos o del procedimiento; cuando esté privado de su libertad personal, podrá formular
sus instancias y observaciones por intermedio del encargado de su custodia, quien las transmitirá
inmediatamente al tribunal de la causa o al ministerio público.
El imputado tiene derecho a elegir un defensor letrado de su confianza. Si no lo hiciere, el tribunal
designará de oficio un defensor letrado, a más tardar antes de que se produzca la primera declaración del
imputado sobre el hecho, según la reglamentación para la defensa oficial. Si prefiriese defenderse por sí
mismo, el tribunal lo autorizará, sólo cuando no perjudique la eficacia de la defensa técnica y, en caso
contrario, designará de oficio un defensor letrado, sin que ello menoscabe su derecho a formular instancias
y observaciones, previsto en el párrafo anterior.
La misma disposición rige para el condenado o para aquel a quien se le hubiere impuesto una medida de
seguridad y corrección, en lo pertinente, hasta la extinción de la pena o la medida.
Como ya se ha mencionado, uno de los grandes avances de este Código es el que se haya
preocupado por la víctima y que mejor ejemplo de aquello, que lo que dispone el artículo 6 del CPP, señalando
en los principios básicos, la protección de la víctima.
Artículo 6º. -Protección de la víctima. El ministerio público estará obligado a velar por la protección de la víctima del
delito en todas las etapas del procedimiento penal. Por su parte, el tribunal garantizará conforme a la ley la vigencia de sus
derechos durante el procedimiento.
El Fiscal deberá promover durante el curso del procedimiento acuerdos patrimoniales, medidas
cautelares u otros mecanismos que faciliten la reparación del daño causado a la víctima. Este deber no importará el
ejercicio de las acciones civiles que pudieren corresponder a la víctima.
Asimismo, la policía y los demás organismos auxiliares deberán otorgarle un trato acorde con su
condición de víctima, procurando facilitar al máximo su participación en los trámites en que debiere intervenir.
De lo anotado en la disposición legal citada, queda de manifiesto que no sólo será obligación
del ente persecutor velar por la protección de la víctima, sino que también esta obligación pesará sobre los
Tribunales, así a modo ejemplar, cabe traer a colación la norma de protección de aquellos para el juicio oral.
Artículo 308.- Protección a los testigos. El tribunal, en casos graves y calificados, podrá, por solicitud de cualquiera
de las partes o del propio testigo, disponer medidas especiales destinadas a proteger la seguridad de este último, las que
podrán consistir, entre otras, en autorizarlo para deponer vía sistema de vídeo conferencia, separado del resto de la sala de
audiencias mediante algún sistema de obstrucción visual, o por otros mecanismos que impidan el contacto directo del
testigo con los intervinientes o el público. Dichas medidas durarán el tiempo razonable que el tribunal dispusiere y podrán
ser renovadas cuantas veces fuere necesario.
De igual forma, el ministerio público, de oficio o a petición del interesado, adoptará las medidas que fueren
procedentes para conferir al testigo, antes o después de prestadas sus declaraciones, la debida protección.
También cabe hacer notar, como ya se verá en este manual, en el capítulo II, a propósito de la
acción civil, que se ha definido por el legislador quien es la víctima, en el artículo 108 del CPP que previene:
Artículo 108. Concepto. Para los efectos de este Código, se considera víctima al ofendido por el delito.
En los delitos cuya consecuencia fuere la muerte del ofendido y en los casos en que éste no pudiere ejercer los
derechos que en este Código se le otorgan, se considerará víctima:
a) al cónyuge, al conviviente civil y a los hijos;
b) a los ascendientes;
c) al conviviente;
d) a los hermanos, y
e) al adoptado o adoptante.
Para los efectos de su intervención en el procedimiento, la enumeración precedente constituye un orden de
prelación, de manera que la intervención de una o más personas pertenecientes a una categoría excluye a las comprendidas
en las categorías siguientes.
El Título II del Libro I del CPP se refiere a la ACTIVIDAD PROCESAL, allí se trata dentro de
otras materias de: Los Plazos, Las comunicaciones entre las autoridades, Las comunicaciones y citaciones del
Ministerio Público, las Notificaciones y citaciones judiciales, las Resoluciones y otras actuaciones judiciales, el
Registro de las actuaciones judiciales, las Costas y las normas supletorias del CPC.
En el proceso penal no hay días inhábiles y los plazos no se suspenden por la interposición
de feriados y si un plazo de días vence en feriado, se prorroga o, como dice el Código, amplía hasta las 24
horas del día siguiente que no fuere feriado. Además, los plazos de horas establecidos en el Código comienzan
a regir o correr, inmediatamente después de ocurrido el hecho que fijare su iniciación, sin interrupción.
Artículo 14. Días y horas hábiles. Todos los días y horas serán hábiles para las actuaciones del procedimiento penal y
no se suspenderán los plazos por la interposición de días feriados.
No obstante, cuando un plazo de días concedido a los intervinientes venciere en día feriado, se considerará
ampliado hasta las veinticuatro horas del día siguiente que no fuere feriado.
El Art. 16 preceptúa que los plazos establecidos en el nuevo Código Procesal son FATALES e
IMPRORROGABLES, a menos que se indique lo contrario, en forma expresa, lo que, por cierto, admite la
excepción relativa al vencimiento del plazo en un día domingo o festivo. El carácter de fatales e
improrrogables rige tanto para aquellos plazos establecidos por la ley para las actuaciones propias del tribunal
como para aquellos dispuestos para las actuaciones de los intervinientes.
Artículo 16. Plazos fatales e improrrogables. Los plazos establecidos en este Código son fatales e improrrogables, a
menos que se indicare expresamente lo contrario.
Los plazos judiciales, que son aquellos que puede disponer el tribunal cuando la ley lo
autoriza en forma expresa, admiten prórroga a petición de parte, siempre que ella sea pedida antes del
vencimiento del plazo.
Artículo 17. Nuevo plazo. El que, por un hecho que no le fuere imputable, por defecto en la notificación, por fuerza
mayor o por caso fortuito, se hubiere visto impedido de ejercer un derecho o desarrollar una actividad dentro del plazo
establecido por la ley, podrá solicitar al tribunal un nuevo plazo, que le podrá ser otorgado por el mismo período. Dicha
solicitud deberá formularse dentro de los cinco días siguientes a aquél en que hubiere cesado el impedimento.
El Art. 18 previene que los intervinientes pueden RENUNCIAR, total o parcialmente, los
plazos establecidos a su favor, siempre que hagan una manifestación expresa en este sentido. Si el plazo fuere
común, la abreviación o la renuncia requerirán del consentimiento de todos los intervinientes y de la
APROBACIÓN del tribunal.
Artículo 18. Renuncia de plazos. Los intervinientes en el procedimiento podrán renunciar, total o parcialmente, a los
plazos establecidos a su favor, por manifestación expresa.
Si el plazo fuere común, la abreviación o la renuncia requerirán el consentimiento de todos los intervinientes y la
aprobación del tribunal.
Como se sabe, NOTIFICAR una resolución a alguna persona no es otra cosa que DARLE A
CONOCER dicha decisión, en forma íntegra, por cualquier medio apto.
El artículo 25 CPP dispone que la NOTIFICACIÓN deberá incluir una copia íntegra de la
resolución de que se trate, con la identificación del proceso en que recayere, a menos que la ley ordene agregar
otros antecedentes, o que el juez lo estimare necesario para la debida información del notificado o para el
adecuado ejercicio de sus derechos.
Según previene el artículo 24 del CPP, las notificaciones de las resoluciones judiciales se
realizarán por los funcionarios del tribunal que hubiere expedido la resolución, que hubieren sido designados
para cumplir esta función por el juez presidente del comité de jueces, a propuesta del administrador del
tribunal. El tribunal podrá ordenar que una o más notificaciones determinadas se practicaren por otro ministro
de fe o, en casos calificados y por resolución fundada, por un agente de la policía. En la práctica hoy en día
existen los Centros Integrados de Notificaciones Judiciales, que son los encargados de realizar dichas
funciones. 96
96
ACTA Nº 1-2009. En Santiago, a dos de enero de dos mil nueve, se deja constancia que el día veintiséis de diciembre último
se reunió el Tribunal Pleno bajo la Presidencia de su titular don Urbano Marín Vallejo y con la asistencia de los Ministros señores Juica,
Oyarzún, Rodríguez, Ballesteros, Muñoz, Valdés, Carreño y Pierry, señoras Pérez y Araneda, señor Künsemüller, y del Ministro Suplente
señor Torres, y se acordó lo siguiente: AUTO ACORDADO SOBRE REGLAMENTO PARA NOTIFICACIONES EFECTUADAS POR RECEPTORES
JUDICIALES EN ASUNTOS DE JUZGADOS DE FAMILIA, DEL TRABAJO, DE COBRANZA LABORAL Y PREVISIONAL Y PENAL. Teniendo en
consideración la propuesta efectuada por el Consejo Superior de la Corporación Administrativa del Poder Judicial, respecto de las
actuaciones que el Poder Judicial encomienda a los Receptores Judiciales, y de conformidad a lo establecido en los artículos 82 de la
Constitución Política de la República y 96 N°4 del Código Orgánico de Tribunales, se acuerda aprobarla en los siguientes términos:
PRIMERO: El presente reglamento regula la asignación de carga de trabajo a los Receptores Judiciales y la forma en que se calcularán y
pagarán los aranceles que les correspondan por la realización de las gestiones que les encomiende la autoridad encargada de coordinar
las funciones de notificación y citaciones, en adelante el Centro, con el objeto de asegurar la eficiencia y eficacia de la labor de los
tribunales. Para los efectos de este reglamento, todas las funciones otorgadas al Centro, se entenderán entregadas al Centro de
Estas materias están tratadas en los artículos 27, 28 y 29 del CPP, donde se señala que al fiscal
se le notifica en sus oficinas, a otros intervinientes que cuenten con defensor o mandatario, solamente a éste,
salvo que el tribunal dispusiere que también se notificare al interviniente respectivo y, por último, al imputado
privado de libertad se le notificará en persona en el establecimiento en que se encuentre, mediante la entrega,
por un funcionario del establecimiento y bajo la responsabilidad del jefe del mismo, del texto de la resolución
respectiva. Al efecto, el tribunal podrá remitir dichas resoluciones, así como cualquier otro antecedente que
considerare relevante, por cualquier medio de comunicación idóneo, tales como fax, correo electrónico u otro.
De acuerdo con las disposiciones pertinentes del Código de Procedimiento Civil, aplicables
en la especie, en virtud de las normas remisorias referidas, esta clase de notificación consiste en hacer saber,
EN PERSONA, al notificado el contenido de una resolución, entregándole al efecto copia íntegra de ella y de la
solicitud en que haya recaído, cuando sea escrita. Como sabemos, es la más perfecta de las notificaciones
judiciales y es la que se exige cuando se trata de practicar la primera notificación al demandado o a las
personas a quienes hayan de afectar los resultados de un juicio. Al imputado privado de libertad deberá
notificársele siempre en forma personal. La primera notificación al querellante deberá efectuársele
únicamente por el estado diario por aplicación de las reglas del Código de Procedimiento Civil.
97
Ver artículo 12 CPP
El Código Procesal Penal no proporciona ninguna regla sobre esta clase de notificaciones,
por lo que se concluye que deberán aplicarse las normas supletorias que el Código de Procedimiento Civil
contempla a este respecto. Cabe señalar que una de las pocas disposiciones del Código Procesal Penal que se
refiere expresamente a la notificación por cédula es el inciso segundo del artículo 68, que la exige para la
notificación de la demanda civil presentada por la víctima y de la resolución recaída en ella.
De acuerdo con las normas remisorias de los Arts.32 y 52 del Código Procesal Penal al título
VI del Libro Primero del Código de Procedimiento Civil y a las disposiciones comunes a todo procedimiento
contenidas en este último Código, el Estado Diario establecido en el Art.50 de dicho cuerpo de leyes se aplica
también, como sistema de notificación, a determinadas resoluciones adoptadas por los jueces de garantía y los
tribunales de juicio oral en lo penal y la notificación consiste sustancialmente, al igual que en materia
procedimental civil, en la inclusión del número de la causa y demás datos que sirvan para identificarla, en un
formulario, fechado, que debe fijarse, en lugar visible de la Secretaría, durante tres días. En virtud de lo
prescrito en el Art.389 G del Código Orgánico de Tribunales la formación del Estado Diario le corresponde al
JEFE DE LA UNIDAD ADMINISTRATIVA que tenga a su cargo la ADMINISTRACIÓN DE CAUSAS. Por
tanto, él deberá certificar la circunstancia de haberse notificado una resolución por este medio.
Cabe señalar que la notificación por el Estado Diario deberá emplearse, asimismo, como
sanción, para aquellos intervinientes que no hayan dado cumplimiento a la obligación de fijar domicilio
dentro de los límites urbanos del lugar en que funcione el tribunal, impuesta por el artículo 26 del CPP. Dicho
artículo prescribe que las notificaciones se harán por este medio con respecto a quienes omitan indicar su
domicilio, señalen uno inexacto o inexistente o no comuniquen el cambio que éste haya experimentado.
La norma del artículo 30 del CPP contempla una norma de gran utilidad, respecto de las
notificaciones de las resoluciones pronunciadas en audiencia.
Artículo 30. Notificaciones de las resoluciones en las audiencias judiciales Las resoluciones pronunciadas durante
las audiencias judiciales se entenderán notificadas a los intervinientes en el procedimiento que hubieren asistido o debido
asistir a las mismas. De estas notificaciones se dejará constancia en el estado diario, pero su omisión no invalidará la
notificación.
Los interesados podrán pedir copias de los registros en que constaren estas resoluciones, las que se expedirán sin
demora.
Artículo 31.- Otras formas de notificación. Cualquier interviniente en el procedimiento podrá proponer para sí otras
formas de notificación, que el tribunal podrá aceptar si, en su opinión, resultaren suficientemente eficaces y no causaren
indefensión.
Asimismo, regirán en materia procedimental penal las reglas relativas a las formalidades de
las diferentes clases de resoluciones judiciales proporcionadas por el Código de Enjuiciamiento Civil, merced a
la remisión antedicha.
5.3.2.- Fundamentación
El artículo 36 del CPP, precisando y complementando el artículo 171 del CPC, aplicable en la
especie debido al Art. 52 referido, dispone que será obligación del tribunal FUNDAMENTAR las resoluciones
que dictare, con excepción de aquellas que se pronunciaren sobre cuestiones de mero trámite. La
fundamentación, agrega, expresará sucintamente, pero con precisión, los motivos de hecho y de derecho en
que se basaren las decisiones adoptadas. La simple relación del procedimiento o de los documentos o la
mención de los medios de prueba o solicitudes de los intervinientes "no sustituirá en caso alguno la
fundamentación".
De hecho, tan importante es el deber de fundamentación, que no es poco frecuente que las
Cortes de Apelaciones o Suprema invaliden resoluciones que no cumplen con dicho deber. 99
El artículo 37 del CPP, dispone que las resoluciones serán firmadas por el juez de garantía y
tratándose de los tribunales de juicio oral en lo penal, por los tres jueces que lo componen. Esta norma que, al
parecer, resulta innecesaria teniendo presente la remisión legal dicha, obedece al propósito de dejar establecido
que las decisiones judiciales sólo la suscriben los jueces que las adoptan; la firma del Secretario que
antiguamente tenía por objeto autorizarlas, actualmente no sería posible dado que tales funcionarios auxiliares
98
Art. 158 CPC: Las resoluciones judiciales se denominarán sentencias definitivas, sentencias interlocutorias, autos y decretos.
Es sentencia definitiva la que pone fin a la instancia, resolviendo la cuestión o asunto que ha sido objeto del juicio. Es sentencia
interlocutoria la que falla un incidente del juicio, estableciendo derechos permanentes a favor de las partes, o resuelve sobre algún
trámite que debe servir de base en el pronunciamiento de una sentencia definitiva o interlocutoria. Se llama auto la resolución que
recae en un incidente no comprendido en el inciso anterior. Se llama decreto, providencia o proveído el que, sin fallar sobre incidentes
o sobre trámites que sirvan de base para el pronunciamiento de una sentencia, tiene sólo por objeto determinar o arreglar la
substanciación del proceso.
99
Así por ejemplo, la Corte Suprema en causa Rol N° 23.772-14, ha señalado que “1° […] la necesidad de fundamentación de
las resoluciones judiciales, en particular aquella que ordena la prisión preventiva, constituye una garantía consagrada a favor del
imputado para conocer a cabalidad los motivos de la decisión que lo priva de libertad y que encuentra reconocimiento constitucional
en el artículo 19 N° 3 inciso 6° de la Constitución Política de la República.- 2° Que dicha fundamentación no se satisface con referencias
formales de compartir o adherir a la tesis de alguno de los intervinientes ni con la mera enunciación de citas legales si no se dota de
contenido a la decisión en términos de indicar, en cada caso y con precisión, cuáles son los fundamentos de hecho y de derecho que
fundan las resoluciones adoptadas, es decir, en el caso que se revisa, ésta debe comprender todos los extremos de peligro que exige
el artículo 140 del Código Procesal Penal. 3°- Que, en la especie, la juez recurrida se limita a hacer suyos los antecedentes
proporcionados por la fiscalía, sin explicitar en su resolución las consideraciones en virtud de las cuales la medida cautelar impugnada
resultaba procedente, por lo que se aparta del mandato legal y constitucional, lo que acarrea la arbitrariedad de la decisión y es
suficiente para acoger la acción intentada. Sin embargo, atendido el estado procesal en que se encuentra la causa, los hechos que se
atribuyen al amparado -transcritos a fojas 24 de este cuaderno- y los elementos de juicio que los justifican, hacen procedente, a fin de
asegurar los fines del procedimiento, las medidas cautelares personales contempladas en el artículo 155 letras c) y d) del Código
Procesal Penal, en la forma que se dirá en lo resolutivo.- Y de acuerdo, además, con lo dispuesto en los artículos 19 N° 7 y 21de
la Constitución Política de la República, se revoca la sentencia apelada de veintiocho de agosto pasado, escrita de fojas 19 a 22, y en su
lugar se declara que se acoge el recurso de amparo […]”
El artículo 34 del CPP se refiere al IMPERIO del tribunal, esto es, a la facultad que tiene para
hacer cumplir sus resoluciones. Expresa que en el ejercicio de sus funciones, el tribunal "podrá ordenar
directamente la intervención de la fuerza pública y disponer todas las medidas necesarias para el cumplimiento de las
actuaciones que ordenare y la ejecución de las resoluciones que dictare". En verdad, esta norma resultaba innecesaria
a la luz de lo dispuesto en los incisos tercero y cuarto del Art.73 de la Constitución Política de la República que
establecen el IMPERIO respecto de todos los tribunales ordinarios de justicia, integrantes del Poder Judicial, y,
entre éstos, los juzgados de garantía y los tribunales de juicio oral en lo penal. Sin embargo, tal vez ello le
pareció necesario al legislador para reafirmar esta facultad con respecto a los jueces de esta clase de tribunales,
dado que en el nuevo sistema de enjuiciamiento criminal se encomienda la investigación de los ilícitos al
Ministerio Público, en forma exclusiva, y teniendo presente además, que tanto Carabineros de Chile como la
Policía de Investigaciones tienen el carácter de auxiliares del Ministerio Público para llevar a cabo las
diligencias de investigación y ejecutar las medidas de coerción que decreten los tribunales.
El artículo 38 del CPP establece que las cuestiones debatidas en una audiencia "deberán ser
resueltas en ella". Es decir, el tribunal no puede dilatar su decisión para una fecha posterior, sin perjuicio de lo
señalado respecto a la continuidad de las audiencias y la posibilidad de recesos.
En cuanto a las presentaciones escritas, efectuadas fuera de audiencia, dicha norma prescribe
que ellas deberán ser resueltas por el tribunal "antes de las veinticuatro horas siguientes a su recepción".
Respecto del TJOP existen normas especiales de plazo para dictar la deliberación o veredicto
y la sentencia definitiva en los artículos 343 y 344 del CPP. Para la primera habrá un plazo máximo de 24
horas, dependiendo si el debate duró dos o más días y para la última, el plazo ordinario fatal es de 5 días,
pudiendo aumentarse, dado el número de días que duró el juicio.
El artículo 35 del CPP contiene una importante norma que tiende a dar cumplimiento al
principio de la inmediatez al prescribir que la DELEGACIÓN DE FUNCIONES en empleados subalternos para
realizar actuaciones en que las leyes requirieren la intervención del juez ''producirá la nulidad de las mismas".
El Art. 39 del CPP dispone que de las actuaciones realizadas por o ante el juez de garantía y
el tribunal de juicio oral en lo penal deberá levantarse un REGISTRO el que se efectuará por cualquier medio
APTO para producir fe, que permita garantizar la conservación y reproducción de su contenido. La formación
Artículo 39.- Reglas generales. De las actuaciones realizadas por o ante el juez de garantía, el tribunal de juicio oral en
lo penal, las Cortes de Apelaciones y la Corte Suprema se levantará un registro en la forma señalada en este párrafo. En
todo caso, las sentencias y demás resoluciones que pronunciare el tribunal serán registradas en su integridad.
El registro se efectuará por cualquier medio apto para producir fe, que permita garantizar la conservación y la
reproducción de su contenido.
Artículo 41.- Registro de actuaciones ante los tribunales con competencia en materia penal. Las audiencias ante
los jueces con competencia en materia penal se registrarán en forma íntegra por cualquier medio que asegure su fidelidad,
tal como audio digital, video u otro soporte tecnológico equivalente.
Artículo 42.- Valor del registro del juicio oral. El registro del juicio oral demostrará el modo en que se hubiere
desarrollado la audiencia, la observancia de las formalidades previstas para ella, las personas que hubieren intervenido y
los actos que se hubieren llevado a cabo. Lo anterior es sin perjuicio de lo dispuesto en el artículo 359, en lo que
corresponda.
La omisión de formalidades del registro sólo lo privará de valor cuando ellas no pudieren ser suplidas con certeza
sobre la base de otros elementos contenido en el mismo o de otros antecedentes confiables que dieren testimonio de lo
ocurrido en la audiencia.
Artículo 43.- Conservación de los registros. Mientras dure la investigación o el respectivo proceso, la conservación de
los registros estará a cargo del juzgado de garantía y del tribunal de juicio oral en lo penal respectivo, de conformidad a lo
previsto en el Código Orgánico de Tribunales.
Cuando, por cualquier causa, se viere dañado el soporte material del registro afectando su contenido, el tribunal
ordenará reemplazarlo en todo o parte por una copia fiel, que obtendrá de quien la tuviere, si no dispusiere de ella
directamente.
Si no existiere copia fiel, las resoluciones se dictarán nuevamente, para lo cual el tribunal reunirá los
antecedentes que le permitan fundamentar su preexistencia y contenido, y las actuaciones se repetirán con las
formalidades previstas para cada caso. En todo caso, no será necesario volver a dictar las resoluciones o repetir las
actuaciones que sean el antecedente de resoluciones conocidas o en etapa de cumplimiento o ejecución.
Debe señalarse que también existen registros del Ministerio Público y de la Policía. De los
primeros trata el Art. 227 y de los segundos, el Art.228, ambos del CPP. Asimismo, los arts. 181, 187 y varias
otras normas, prescriben la obligación de llevar registros.
El artículo 47 del CPP sienta la regla general al disponer que las costas serán de cargo del
condenado.
Asimismo, la víctima que abandonare la acción civil soportará las costas que hubiere
causado su intervención en el procedimiento, al igual que el querellante que abandonare la querella.
Cuando los intervinientes condenados al pago de las costas fueren varios, el tribunal fijará la
parte o proporción que corresponda soportar a cada uno de ellos.
El artículo 50 del CPP establece que se encuentran PERSONALMENTE exentos del pago de
las costas los fiscales, los abogados y los mandatarios de los intervinientes, a menos que revelen un notorio
desconocimiento del derecho o incurrieren en grave negligencia en el desempeño de sus funciones, eventos
en que se les podrá imponer, por resolución fundada, el pago total o parcial de las costas causadas.
Esta norma es más beneficiosa para los abogados y procuradores judiciales que la que se
contiene en el Art. 28 del Código de Procedimiento Civil, puesto que aquella obliga a los procuradores
judiciales a responder PERSONALMENTE del pago de todas las costas procesales generadas durante el
ejercicio de sus funciones que sean de cargo de sus mandantes, sin perjuicio de la responsabilidad de éstos.
Sin perjuicio de lo señalado en los artículos citados, el CPP también establece en otras normas la
obligación de pagar costas. 100
Artículo 52.- Aplicación de normas comunes a todo procedimiento. Serán aplicables al procedimiento penal, en
cuanto no se opusieren a lo estatuido en este Código o en leyes especiales, las normas comunes a todo procedimiento
contempladas en el Libro I del Código de Procedimiento Civil.
100
Así lo disponen las siguientes situaciones:
a) Casos de incomparecencia a citaciones judiciales del art. 33 CPP.
b) Casos de rebeldía donde el imputado que fuere habido, pagará las costas según el art. 99 CPP causadas con su rebeldía, a
menos que justificare debidamente su ausencia.
c) Art. 192, inc. final: “Si se autorizare la práctica de esta diligencia en el extranjero y ella no tuviere lugar, el ministerio público
deberá pagar a los demás intervinientes que hubieren comparecido a la audiencia los gastos en que hubieren incurrido, sin
perjuicio de lo que se resolviere en cuanto a costas.”;
d) También a los testigos que son renuentes a declarar, según el artículo 299: “Renuencia a comparecer o a declarar. Si el testigo
legalmente citado no compareciere sin justa causa, se procederá conforme a lo dispuesto en el inciso tercero del artículo 33.
Además, podrá imponérsele el pago de las costas provocadas por su inasistencia.”;
e) Caso del desistimiento del querellante según el art. 118 y 119 (salvo aceptación del querellado) y de la querella en el caso del
art. 401 (salvo acuerdo con el querellado)
De todo hecho punible nace una acción penal para su persecución procesal, acción que será
pública o privada de acuerdo al régimen de persecución penal al que esté sometido el hecho de que se trata.
Según la profesora María Inés Horvitz Lennon la acción penal expresa una pretensión al
esclarecimiento de un hecho que constituye prima facie un delito y a la determinación de su autor, para la
imposición de una pena a quien la sentencia declare responsable del mismo.
Artículo 58 CPP.- Responsabilidad penal. La acción penal, fuere pública o privada, no puede entablarse sino contra
las personas responsables del delito.
La responsabilidad penal sólo puede hacerse efectiva en las personas naturales. Por las personas jurídicas
responden los que hubieren intervenido en el acto punible, sin perjuicio de la responsabilidad civil que las afectare.
El Código divide la acción penal en acción penal pública propiamente tal, acción penal
pública previa instancia particular y acción penal privada.
Respecto de los delitos cometidos contra menores de edad, cualquiera sea su naturaleza,
según la distinción anterior, la ley concede siempre acción penal pública, según lo establece el art. 53 CPP.
En general, los delitos de acción penal pública darán origen al procedimiento ordinario por
crimen o simple delito. Por excepción, podrá aplicarse el procedimiento abreviado. Las faltas y,
excepcionalmente, los simples delitos de acción penal pública darán origen a los procedimientos simplificado o
monitorio.
Es aquella acción que el Estado, a través del Ministerio Público, debe iniciar para la
persecución de un delito. La acción penal es pública cuando el delito de que se trate puede ser perseguido de
oficio por el Ministerio Público, sin perjuicio que pueda ser ejercida, además, por las personas que determine la
ley. Lo anterior guarda relación con la disposición contenida en el artículo 80 A inciso 2° de la CPR que
confiere a la víctima y demás personas que determine la ley un derecho constitucional al ejercicio de la acción
penal. Como se dijo se concede siempre acción penal pública para la persecución de los delitos cometidos
contra menores de edad. (Art. 53 CPP)
El CPP establece que en los delitos de acción penal pública previa instancia particular no
puede procederse de oficio sin que, a lo menos, el ofendido por el delito o a quien la ley confiera la facultad de
actuar por él, hubiere denunciado el hecho a la justicia, al ministerio público o a la policía. Efectuada la
denuncia exigida por la ley, el procedimiento se tramitará conforme a las reglas generales relativas a los delitos
de acción pública.
a.- Las lesiones previstas en los artículos 399 y 494 N° 5 del Código Penal.
c.- La violación de secretos prevista en los artículos 231 y 247 inciso 2° del Código Penal.
d.- Las amenazas previstas en los artículos 296 y 297 del Código Penal.
e.- Los previstos en la Ley N° 19.039, que establece normas aplicables a los privilegios
industriales y protección de los derechos de propiedad industrial.
Además del ofendido por el delito, pueden denunciar las personas a quienes el Código
reconoce la calidad de víctima, cuando la misma no pueda ejercer sus derechos en el proceso, en la forma
establecida en la ley. Si el ofendido se encuentra imposibilitado de realizar libremente la denuncia, o cuando
quienes pueden formularla por él se encuentren imposibilitados de hacerlo o aparezcan implicados en el
delito, el Ministerio Público podrá proceder de oficio.
Este régimen de persecución excluye el ejercicio de la acción penal por otra persona que no
sea la víctima. En estos casos, existe un interés privado preponderante que impide la intervención del órgano
oficial.
Los delitos de acción penal privada que señala el CPP son los siguientes:
A esta lista debemos agregar los delitos previstos y sancionados en el artículo 22 de la Ley
sobre Cuentas Corrientes Bancarias y Cheques que deriven del giro del cheque efectuado por un librador que
no cuente de antemano con fondos o créditos disponibles suficientes en su cuenta corriente, que hubiere
retirado los fondos disponibles después de expedido el cheque o hubiere girado sobre cuenta corriente
cerrada.
101
Para mayor información, ver glosario.
102
PINO CISTERNAS, Adolfo; “Acciones Civiles en el Nuevo Proceso Penal”, Editorial Librotecnia, 1° edición, año 2005, pág. 56.
También hay que hacer presente que según el art. 116, tienen prohibición de presentarse
querella entre sí, sea por delitos de acción pública o privada: a) Los cónyuges, a no ser por delito que uno
hubiere cometido contra el otro o contra sus hijos, o por el delito de bigamia; b) los convivientes civiles, a no
ser por delito que uno hubiere cometido en contra del otro o contra sus hijos; y c) los consanguíneos en toda la
línea recta, los colaterales y afines hasta el segundo grado, a no ser por delitos cometidos por unos contra los
otros, o contra su cónyuge o hijos.
Artículo 56.- Renuncia de la acción penal. La acción penal pública no se extingue por la renuncia de la persona
ofendida.
Pero se extinguen por esa renuncia la acción penal privada y la civil derivada de cualquier clase de delitos.
Si el delito es de aquellos que no pueden ser perseguidos sin previa instancia particular, la renuncia
de la víctima a denunciarlo extinguirá la acción penal, salvo que se tratare de delito perpetrado contra menores de
edad.
Esta renuncia no la podrá realizar el ministerio público.
En el caso de los delitos de acción penal privada la víctima puede renunciar a su persecución
de modo expreso o tácito. Interpuesta la querella, la víctima puede aún desistirse o abandonar la acción.
Producida la renuncia expresa, el desistimiento o el abandono de la querella se extingue la acción penal
privada. Sin embargo la ley establece una excepción al efecto general del desistimiento en los delitos de acción
penal privada. En efecto, una vez iniciado el juicio no se dará lugar al desistimiento si el querellado se opone al
mismo.
El desistimiento de la querella obliga al querellante al pago de las costas, salvo que el
desistimiento obedezca a un acuerdo con el querellado.
La ley presume la renuncia del ofendido a la acción penal privada, cuando sólo ejerce la
acción civil.
Para determinar las formas probables de inicio de la persecución penal, debemos precisar
previamente de la naturaleza de la acción penal de que se trata.
Si nos encontramos frente a un hecho punible que otorga acción penal pública, el
procedimiento podrá iniciarse por querella, por denuncia o de oficio por el Ministerio Público cuando el
suceso haya llegado a su conocimiento. Cualquiera sea la forma de inicio y el lugar en que se verifique, es este
organismo autónomo quien debe recibir en definitiva los antecedentes para definir el curso a seguir, de
acuerdo a sus facultades.
Si se trata de un hecho punible que otorga acción penal pública previa instancia particular, el
Ministerio Público no puede proceder de oficio sin que, a lo menos, el ofendido por el delito hubiere
denunciado el suceso a los tribunales, a la propia fiscalía o a la policía. Recordemos, no obstante, que a falta
del ofendido por el delito, pueden denunciar el hecho las personas indicadas en el artículo 108 del CPP y si la
víctima se encontrara imposibilitada de realizar libremente la denuncia, o cuando quienes pueden formularla
por él se encuentran imposibilitados o implicados en el hecho, puede excepcionalmente, el Ministerio Público
proceder de oficio. Iniciado el procedimiento de cualquiera de estas formas continuará tramitándose de
acuerdo con las reglas generales relativas a los delitos de acción pública.
Tal como señalamos antes, hay que hacer presente que según el art. 116, tienen prohibición
de presentarse querella entre sí, sea por delitos de acción pública o privada: a) Los cónyuges, a no ser por
delito que uno hubiere cometido contra el otro o contra sus hijos, o por el delito de bigamia; b) los convivientes
civiles, a no ser por delito que uno hubiere cometido en contra del otro o contra sus hijos; y c) los
consanguíneos en toda la línea recta, los colaterales y afines hasta el segundo grado, a no ser por delitos
cometidos por unos contra los otros, o contra su cónyuge o hijos
Por último, si estamos en presencia de un delito que sólo otorga acción privada, el
procedimiento sólo puede iniciarse por querella.
1.6.1.- La denuncia
1.6.1.1.- Concepto
Es el acto mediante el cual una persona pone en conocimiento de las autoridades que señala
la ley un hecho que puede revestir el carácter de delito, además, en cuanto le constare, las circunstancias del
suceso y el nombre o datos que permitan identificar al presunto responsable y a las personas que lo hubieren
presenciado o tuvieren noticia de él.
En términos generales la denuncia es una facultad discrecional de las personas, sin embargo,
aquellas señaladas en el artículo 175 del CPP, en razón de la naturaleza de sus cargos o actividades, están
obligados a dar cuenta oportunamente de los hechos allí señalados y si omiten hacerlo incurren en la pena
prevista en el artículo 494 del Código Penal, o en la señalada en disposiciones especiales. No será aplicable la
sanción referida a quien arriesgaba la persecución penal propia, del cónyuge, de su conviviente o de sus
ascendientes, descendientes o hermanos.
En razón de la posición que ocupan estas personas tienen deberes especiales de protección
respecto de ciertos bienes sociales relevantes, son por ende, garantes de los mismos. Por ello la infracción del
mandato de denuncia es constitutiva de un delito falta de omisión. 103
El artículo 179 del CPP contempla una institución especial denominada auto denuncia, en
cuya virtud la persona imputada por otro de haber participado en la comisión de un hecho ilícito, tiene el
derecho de concurrir ante el Ministerio Público y solicitar se investigue tal imputación. Si el fiscal respectivo se
negare a proceder, la persona afectada podrá recurrir ante las autoridades superiores del Ministerio Público a
efecto de que revisen tal decisión. Si bien la auto denuncia no es usual, puede ser utilizada y servir de base
para configurar una atenuante de responsabilidad penal (como lo dispone el art. 11 n° 8 del Código Penal: “Si
pudiendo eludir la acción de la justicia por medio de la fuga u ocultándose, se ha denunciado y confesado el
delito”).
103
Estarán obligados a denunciar: a) Los miembros de Carabineros de Chile, de la Policía de Investigaciones de Chile y de
Gendarmería, todos los delitos que presenciaren o llegaren a su noticia. Los miembros de las Fuerzas Armadas estarán también
obligados a denunciar todos los delitos de que tomaren conocimiento en el ejercicio de sus funciones; b) Los fiscales y los demás
empleados públicos, los delitos de que tomaren conocimiento en el ejercicio de sus funciones y, especialmente, en su caso, los que
notaren en la conducta ministerial de sus subalternos; c) Los jefes de puertos, aeropuertos, estaciones de trenes o buses o de otros
medios de locomoción o de carga, los capitanes de naves o de aeronaves comerciales que naveguen en el mar territorial o en el espacio
territorial, respectivamente, y los conductores de los trenes, buses u otros medios de transporte o carga, los delitos que se cometieren
durante el viaje, en el recinto de una estación, puerto o aeropuerto o a bordo del buque o aeronave; d) Los jefes de establecimientos
hospitalarios o de clínicas particulares y, en general, los profesionales en medicina, odontología, química, farmacia y de otras ramas
relacionadas con la conservación o el restablecimiento de la salud, y los que ejercieren prestaciones auxiliares de ellas, que notaren en
una persona o en un cadáver señales de envenenamiento o de otro delito, y e) Los directores, inspectores y profesores de
establecimientos educacionales de todo nivel, los delitos que afectaren a los alumnos o que hubieren tenido lugar en el
establecimiento. La denuncia realizada por alguno de los obligados en este artículo eximirá al resto. (Art. 175 CPP)
1.7.1- Concepto
Es un acto jurídico procesal mediante el cual la víctima de un hecho punible o las demás
personas o instituciones expresamente facultadas por la ley ponen en conocimiento de la autoridad
competente la existencia de un hecho que puede revestir los caracteres de un delito.
Si el querellante es una persona o institución distinta a la víctima adquiere por este acto la
calidad procesal de interviniente con todos los derechos que ello conlleva.
1.7.2.- El querellante
Como regla general, la querella sólo puede ser interpuesta por la víctima, por el
representante legal de la víctima o el heredero testamentario de la víctima.
En sentido estricto la víctima es el ofendido por el delito, sin embargo en aquellos delitos
cuya consecuencia es la muerte del ofendido y en los casos en que éste no pueda ejercer sus derechos, se
considera víctima a las personas indicadas en el artículo 108 del CPP y en ese orden de prelación, es decir: a) al
cónyuge o al conviviente civil y a los hijos; b) a los ascendientes; c) al conviviente; d) a los hermanos, y e) al
adoptado o adoptante.
No obstante, la víctima en ciertos casos, según lo dispone el art. 116, tiene prohibición de
querellarse entre ciertas personas, cuando existen ciertas relaciones entre ellas : a) Los cónyuges, a no ser por
delito que uno hubiere cometido contra el otro o contra sus hijos, o por el delito de bigamia; b) los convivientes
civiles, a no ser por delito que uno hubiere cometido en contra del otro o contra sus hijos; y c) los
consanguíneos en toda la línea recta, los colaterales y afines hasta el segundo grado, a no ser por delitos
cometidos por unos contra los otros, o contra su cónyuge o hijos.
Excepcionalmente la ley permite que otras personas o instituciones se querellen. Así toda
persona capaz de parecer en juicio puede hacerlo en las situaciones señaladas en los incisos 2° y 3° del artículo
111 del CPP. Por último, algunos órganos del Estado están autorizados para querellarse tratándose de delitos
relacionados con su actividad fiscalizadora, así ocurre por ejemplo con el Servicio de Impuestos Internos y el
Servicio de Aduanas, también el Consejo de Defensa del Estado puede hacerlo en los casos que determina su
Ley Orgánica; el Ministro del Interior, Intendentes Regionales, Gobernadores Provinciales y Comandantes de
Guarnición pueden ser querellantes en delitos calificados de terroristas. En todos estos casos se les otorga los
mismos derechos que a la víctima.
Si bien el concepto tradicional de víctima se identifica con la idea de persona que sufre el
daño directo que produce el delito (“el ofendido por el delito”), observamos la incorporación progresiva de un
concepto de víctima en un sentido colectivo, relativo al conjunto de personas que pueden verse afectadas o son
perjudicadas en sus intereses o bienes sociales por la comisión de un delito.
De las normas del CPP podemos constatar la existencia de dos tipos de querellantes:
a.- El querellante conjunto adhesivo (querellante particular), contemplado para los delitos
de acción penal pública como colaborador y control externo del Ministerio Público, con posibilidades de
forzar la acusación. Este querellante puede intervenir activamente en el procedimiento, adherir a la
acusación del Fiscal o presentar una particular, ofrecer y presentar pruebas en el juicio e interponer
recursos.
b.- El querellante privado, que tiene el carácter de acusador exclusivo y excluyente en los
delitos de acción penal privada. Este querellante tiene la carga de la persecución penal, pues en este tipo de
delitos, como ya se dijo, no interviene el Ministerio Público.
La querella debe presentarse por escrito ante el juez de garantía competente, quien analizará
su admisibilidad a la luz de los requisitos establecidos en el artículo 113 del CPP.
Según el art. 116, no pueden querellarse entre sí, sea por delitos de acción pública o privada:
a) Los cónyuges, a no ser por delito que uno hubiere cometido contra el otro o contra sus
hijos, o por el delito de bigamia, y
b) los convivientes civiles, a no ser por delito que uno hubiere cometido en contra del otro
o contra sus hijos;
c) Los consanguíneos en toda la línea recta, los colaterales y los afines hasta el segundo
grado, a no ser por delitos cometidos por unos contra los otros, o contra su cónyuge o hijos.
Se trata de una sanción procesal impuesta por el tribunal al querellante, de oficio o a petición
de cualquiera de los intervinientes, en situaciones objetivas que demuestran negligencia o falta de interés de su
parte, impidiéndole ejercer en lo sucesivo los derechos que el CPP le confería.
b) Cuando no asistiere a la audiencia de preparación del juicio oral sin causa debidamente
justificada, y
c) Cuando no concurriere a la audiencia del juicio oral o se ausentare de ella sin
autorización del tribunal.
En casos de acción penal privada, el art. 102 establece además que se entenderá abandonada
la querella por a) inasistencia del querellante a la audiencia de juicio; b) por su inactividad en el procedimiento
por más de 30 días (por no realizar diligencias útiles al proceso a su cargo); y c) si, habiendo muerto o caído en
incapacidad el querellante, sus herederos o representante legal no concurrieren a sostener la acción dentro del
término de 90 días. En todos estos casos, se decretará el sobreseimiento definitivo de la causa.
Los artículos 59 a 68 del Código Procesal Penal, se encargan de las acciones civiles.
Podemos decir a priori que el legislador de este cuerpo legal no mira con buenos ojos la
interposición de acciones civiles, que de una u otra manera puedan perturbar el objeto central de la acción
penal entablada.
Por otra parte, el artículo 10 del mismo Código Procedimental disponía que en el proceso
penal podía deducirse también, las acciones civiles tendientes a reparar los efectos civiles del hecho punible,
104
HERMOSILLA IRIARTE, Francisco y AGUILAR BREVIS, Alejandro; “Procedimientos Especiales en el Nuevo Proceso Penal”,
Editorial Librotecnia, 2° edición, año 2004, págs. 47 y siguientes.
Como bien dice el profesor Guillermo Ruiz Pulido 105 “En un sentido estricto, la acción civil en
el campo procesal penal es un elemento impropio que perturba el libre desarrollo institucional, funcional y orgánico de la
acción penal; y que contamina valores del más alto interés con otros – importantes también -, pero que corresponden a
factores patrimoniales o extra patrimoniales de inferior jerarquía, en relación con la libertad y la vida, que son los bienes
jurídicos expuestos y comprometidos en un proceso penal”.
El mensaje del Código en estas materias es más bien lacónico, expresando solamente: 106 “Se
mantiene la posibilidad de la demanda civil en el procedimiento criminal con algunas innovaciones destinadas a favorecer
la posición de los afectados por los resultados del delito”.
Según el citado profesor Ruiz Pulido, 107 en el antiguo Código de Procedimiento Penal se
distinguían varias acciones civiles distintas, sin embargo, ahora nos referiremos a tres de ellas, que en mi
opinión son las más importantes por su concurrencia:
A.- Las restitutorias, que comprenden la que pretenden obtener o bien la cosa misma, o su
valor;
C.- Las indemnizatorias, aquí caben las acciones civiles referidas al daño patrimonial (daño
emergente y lucro cesante) y al extrapatrimonial (daño moral), aplicándose en esta parte los artículos 2.314 y
siguientes del Código Civil;
El artículo 59 del CPP, ya nos da un principio general: “La acción civil que tuviere por objeto
únicamente la restitución de la cosa, deberá interponerse siempre durante el respectivo procedimiento penal, de
conformidad a lo previsto en el artículo 189”.
La primera diferencia con el sistema de antaño, se refiere a que hoy sólo se permite pedir la
restitución de la cosa, más no de su valor y el procedimiento para aquello es el siguiente:
El Código Procesal Penal 109 señala que se entablan verdaderas reclamaciones o tercerías por
parte del dueño o poseedor de una especie, ante el Juez de Garantía, quien se limitará a declarar el derecho del
reclamante sobre dichos objetos.
105
RUIZ PULIDO, Guillermo; artículo: “La Acción Civil en el Nuevo Proceso Penal”, en pág.1 www.cde.cl
106
Mensaje del Código Procesal Penal
107
RUIZ PULIDO, Guillermo; Ob.Cit., pág.2
108
Véase artículo 370 del CP
109
Véase el artículo 189 del CPP
Estimo, sin embargo, que no puede regularse su tramitación conforme a las normas de las
tercerías que da el Código a raíz del juicio ejecutivo, sino que su tramitación debe ser la incidental, de
conformidad a las normas que la regulan en los artículos 82 y siguientes del Código de Procedimiento Civil,
esto, por aplicación del artículo 52 del CPP, que ordena aplicar supletoriamente, en todo lo no previsto en este
Código, las normas comunes a todo procedimiento del Libro I del Código de Procedimiento Civil.
En resumen, se permite entablar ante el Juez de Garantía sólo una acción civil restitutoria,
respecto de la cosa, más no de su valor, pues en este último caso deberá recurrirse a un tribunal con
competencia civil.
No será necesario entablar dicha acción restitutoria de la cosa ante el Juez de Garantía
respectivo, cuando se trate de obtener la restitución de cosas sustraídas en delitos de robo y hurto o bien, las
estafadas; las que podrán ser devueltas a quien acredite ser dueño (o poseedor), dejándose constancia de su
existencia en el procedimiento mediante fotografías u otros medios que resultaren convenientes, con el objeto
de poder ser utilizadas posteriormente al momento de fallar, ya sea en procedimientos abreviados,
simplificados, monitorios o juicios orales.
Lo primero que hay que tener presente de dichas acciones civiles, es que en el Código
Procesal Penal, hay un único demandante civil – LA VÍCTIMA- y un único posible demandado civil, que es –
EL IMPUTADO - .
Esto quiere decir, que si se quieren deducir acciones civiles, por ejemplo, en contra del
tercero civilmente responsable, deben ejercerse únicamente en sede civil.
Lo mismo, si van a ser ejercidas por quienes hoy en día no son víctimas o no se respeta el
orden de prelación de quienes se consideran víctimas, tal demanda podrá ser desestimada por el juez de
garantía y sólo cabrá interponerlas en sede civil por parte de los interesados.
Lo establecido en los dos párrafos anteriores es lo que señala el inciso tercero del artículo 59
del CPP.
También, admitida que sea la interposición de la demanda civil en el Juzgado de Garantía,
ella no se podrá deducir nuevamente ante un tribunal civil.
110
Véase artículo 518 del CPC
Como víctima, uno de los derechos que este Código le establece, es precisamente el de
“ejercer contra el imputado acciones tendientes a perseguir las responsabilidades civiles provenientes del hecho
punible”. 112
Tal derecho, es decir, el de ejercer la acción civil indemnizatoria lo tiene la víctima en dos
fases:
Primera fase: A modo preparatorio de una futura acción civil, según lo dispone el artículo
61 del CPP, sólo después que el Ministerio Público haya formalizado la investigación en contra de algún
imputado, cuando por ejemplo, le solicite al fiscal de la investigación, la práctica de una o más diligencias
encaminadas a establecer los hechos que serán objeto de su demanda, según reza el citado artículo,
aplicándose en tal caso las disposiciones de los artículos 183 y 184 del CPP;
Artículo 61. Preparación de la demanda civil. Sin perjuicio de lo dispuesto en el artículo anterior, con posterioridad a
la formalización de la investigación la víctima podrá preparar la demanda civil solicitando la práctica de diligencias que
considerare necesarias para esclarecer los hechos que serán objeto de su demanda, aplicándose, en tal caso, lo establecido en
los artículos 183 y 184.
Asimismo, se podrá cautelar la demanda civil, solicitando alguna de las medidas previstas en el artículo 157.
La preparación de la demanda civil interrumpe la prescripción. No obstante, si no se dedujere demanda en la
oportunidad prevista en el artículo precedente, la prescripción se considerará como no interrumpida.
Cabe advertir que no basta ser una simple víctima (con rol pasivo en el proceso), sino que
hay que ser, además QUERELLANTE (rol activo en lo penal) para deducir la demanda civil, pues de la lectura
de los artículos 60, 261 y 273 del CPP, 113 aparece de manifiesto que hay que tener no sólo la calidad de
interviniente como víctima, sino que además ser querellante; es decir, ser un doble interviniente en los
términos del artículo 12 del CPP.
111
El Artículo 108 CPP, menciona en orden de prelación: a) al cónyuge o al conviviente civil y a los hijos; b) a los ascendientes; c)
al conviviente; d) a los hermanos, y e) al adoptado o adoptante.
112
Véase el artículo 109 letra c) del CPP
113
Véase artículos 60, 261 y 273 del CPP: “…la demanda civil del querellante deberá deducirse..”; “…Hasta 15 días antes….el
querellante, por escrito podrá…c) deducir demanda civil cuando procediere; y…”El juez deberá llamar al querellante y al imputado a
conciliación sobre las acciones civiles…”
Estas medidas, que el CPP trata como cautelares, en los artículos 157 y 158 del referido texto
legal, sólo las puede pedir la víctima y el Ministerio Público, esto último merece algún comentario.
El título VI del Libro I del CPP, trata como dijimos las medidas cautelares reales, habiendo
tratado, en el título V las medidas cautelares personales, refiriéndose a la citación, la detención, la prisión
preventiva y otras medidas cautelares personales, como dando a entender que las cautelares reales son otras
de las medidas de que puede disponer el Ministerio Público, ya no para asegurar a la persona del imputado,
sino que para asegurar sus bienes, cautelando de dicha forma la demanda civil.
Sin embargo, lo lógico será que la víctima sea quien incoe por dichas medidas, si decide
hacerlo, lo deberá hacer por escrito y ante el juez de garantía y (según la jurisprudencia mayoritaria) sólo
una vez que el ministerio público haya formalizado la investigación en contra de algún imputado. Esto
último aparece de manifiesto de la lectura de los incisos primero y segundo del artículo 61 del CPP.
El artículo 157 del CPP, a su vez, establece una excepción a la regla general de los artículos
299 y 280 del CPC, en orden a que el plazo para presentar la demanda civil se amplía hasta la oportunidad
prevista en el artículo 60 del CPP, esto es, la demanda civil del querellante deberá deducirse conjuntamente
con su escrito de adhesión o acusación.
Por último, la otra oportunidad que tiene el actor civil para pedir que se decrete alguna de
las medidas cautelares reales (ahora sí equivalentes a las medidas precautorias civiles) es conjuntamente
con la presentación de la demanda civil, allí también podrá solicitarlas al juez de garantía.
Las resoluciones de los jueces de garantía que decreten o nieguen las referidas medidas
cautelares reales son apelables, dentro del plazo referido en el artículo 366 del CPP, esto es, dentro de los cinco
días siguientes a la notificación de la resolución impugnada.
El artículo 64 del CPP señala que la víctima podrá desistirse de su acción en cualquier estado
del procedimiento. Esta misma norma agrega una sanción para el actor que no compareciere, sin justificación,
a la audiencia de preparación del juicio oral o a la del juicio oral, que se llama abandono.
Artículo 64. Desistimiento y abandono. La víctima podrá desistirse de su acción en cualquier estado del
procedimiento.
Se considerará abandonada la acción civil interpuesta en el procedimiento penal, cuando la víctima no
compareciere, sin justificación, a la audiencia de preparación del juicio oral o a la audiencia del juicio oral.
En cuanto a los efectos de la extinción de la acción civil el CPP en el artículo 65 señala que
extinguida que sea la acción civil, no se entenderá extinguida la acción penal por ese solo hecho.
Artículo 65. Efectos de la extinción de la acción civil. Extinguida la acción civil no se entenderá extinguida la acción
penal para la persecución del hecho punible.
El artículo 66 del CPP señala que cuando sólo se ejerciere la acción civil respecto de un hecho
punible que da acción penal privada, se considerará extinguida, por esa circunstancia, la acción penal. Cabe
señalar eso sí, que la solicitud de diligencias destinadas a preparar la demanda civil o asegurar su resultado,
no implica lo anterior.
Artículo 66. Efectos del ejercicio exclusivo de la acción civil. Cuando sólo se ejerciere la acción civil respecto de un
hecho punible de acción privada se considerará extinguida, por esa circunstancia, la acción penal.
Para estos efectos no constituirá ejercicio de la acción civil la solicitud de diligencias destinadas a
preparar la demanda civil o a asegurar su resultado, que se formulare en el procedimiento penal
Los delitos de acción penal privada están referidos en el artículo 55 del CPP.
Artículo 55. Delitos de acción privada. No podrán ser ejercidas por otra persona que la víctima, las acciones que
nacen de los siguientes delitos:
a) La calumnia y la injuria;
b) La falta descrita en el número 11 del artículo 496 del Código Penal;
c) La provocación a duelo y el denuesto o descrédito público por no haberlo aceptado, y
El matrimonio del menor llevado a efecto sin el consentimiento de las personas designadas por la ley y celebrado de
acuerdo con el funcionario llamado a autorizarlo
El artículo 67 del CPP señala que si se dicta sentencia absolutoria en materia penal, ello no
impedirá que se de lugar a la acción civil, si fuere legalmente procedente.
Artículo 67.- Independencia de la acción civil respecto de la acción penal. La circunstancia de dictarse
sentencia absolutoria en materia penal no impedirá que se de lugar a la acción civil, si fuere legalmente
procedente.
En primer lugar diremos que en el procedimiento abreviado no cabe que el juez de garantía
se pronuncie en su sentencia, ya sea condenatoria ó absolutoria, sobre la demanda civil que hubiere sido
interpuesta, según reza el inciso final del artículo 412 del CPP.
114
De la lectura del artículo 7 del CPP, se puede inferir que el imputado es aquél sujeto a quien se le atribuyere participación
como autor, cómplice o encubridor en un hecho punible.
En cuanto al plazo de la investigación, hay que señalar que existe uno legal, contemplado en
el artículo 247 del CPP, y que es el de los 2 años ya comentado, en otras palabras, el fiscal está obligado a cerrar
la investigación, vencido que sea ese lapso. Sin embargo, el juez debe citar a los intervinientes a una audiencia
y si el fiscal no compareciere, el juez otorgará un plazo máximo de dos días para que éste se pronuncie, dando
cuenta de ello al fiscal regional. Si transcurrido tal plazo, el fiscal no se pronuncia o si, compareciendo, se
negare a declarar cerrada la investigación, el juez decretará el sobreseimiento definitivo de la causa,
informando de ello al fiscal regional a fin de que éste aplique las sanciones disciplinarias correspondientes.
De conformidad con lo dispuesto en el artículo 234 del CPP, si alguno de los intervinientes
estima que el plazo legal es muy extenso atendida las características de la investigación y con el fin de cautelar
las garantías del imputado, podrá solicitarle al juez de garantía que fije uno menor, y si el juez accede, oyendo
previamente al ministerio público, se fijará un plazo judicial para el término de la investigación.
Una vez concluido el plazo legal o judicial dado al fiscal para investigar, o en otras palabras,
practicadas las diligencias necesarias para la averiguación del hecho punible y sus autores, cómplices o
encubridores, el fiscal declarará cerrada la investigación y dentro de un plazo de 10 días, puede tomar alguno
de los tres caminos, señalados en el artículo 248 del CPP, a nosotros, el que nos interesa por ahora, es el del
literal b), es decir, formular acusación, cuando estimare que la investigación proporciona fundamento serio
para el enjuiciamiento del imputado contra quien se hubiere formalizado la misma.
Esta acusación penal, deberá hacerse por escrito y contener todas y cada una de las
menciones del artículo 259 del CPP. Ella es presentada al juez de garantía y aquél ordenará notificar a todos los
intervinientes y citará a una audiencia de “preparación del juicio oral”, la que tendrá lugar no antes de 25 ni
después de 30 días.
Si existe un querellante, a él también deberá notificársele la acusación del ministerio público,
por ser un interviniente, 116 si bien el artículo 109 c), ya concede un derecho a la víctima no querellante para
ejercer contra el imputado las acciones tendientes a perseguir las responsabilidades civiles provenientes del
hecho punible.
Es decir, la víctima tiene tal derecho, pero, el legislador sólo contempló que la víctima que se
ha querellado pueda interponer demanda civil, según reza la letra d) del artículo 261 del CPP 117 y debe hacerlo,
por escrito y hasta quince días antes de la fecha fijada para la realización de la audiencia de preparación del
115
Artículo 233.- Efectos de la formalización de la investigación. La formalización de la investigación producirá los siguientes
efectos: a) Suspenderá el curso de la prescripción de la acción penal en conformidad a lo dispuesto en el artículo 96 del Código Penal; b)
Comenzará a correr el plazo previsto en el artículo 247, y c) El ministerio público perderá la facultad de archivar provisionalmente el
procedimiento.
116
El artículo 12 del CPP, señala como intervinientes en el nuevo proceso: al fiscal, al imputado, al defensor, a la víctima y al
querellante.
117
Artículo 261.- Actuación del querellante. Hasta quince días antes de la fecha fijada para la realización de la audiencia de
preparación del juicio oral, el querellante, por escrito, podrá: a) Adherir a la acusación del ministerio público o acusar particularmente.
En este segundo caso, podrá plantear una distinta calificación de los hechos, otras formas de participación del acusado, solicitar otra
pena o ampliar la acusación del fiscal, extendiéndola a hechos o a imputados distintos, siempre que hubieren sido objeto de la
formalización de la investigación; b) Señalar los vicios formales de que adoleciere el escrito de acusación, requiriendo su corrección;
c) Ofrecer la prueba que estimare necesaria para sustentar su acusación, lo que deberá hacerse en los mismos términos previstos en el
artículo 259, y d) Deducir demanda civil, cuando procediere.
Llegado el día de la audiencia, normalmente cada parte ofrecerá la prueba con la que cuenta
para llegar al juicio oral, se discutirá sobre ello en una audiencia que ordinariamente será larga y finalmente, el
juez de garantía dictará una resolución llamada “auto de apertura del juicio oral”, la que deberá contener las
menciones del artículo 277 del CPP.
Dicha resolución deberá ser enviada, normalmente, dentro de 48 horas al Tribunal de Juicio
Oral en lo Penal que sea competente, quienes notificarán y citarán a todos los intervinientes, testigos y peritos
a una o más audiencias para celebrar el juicio oral, en una fecha que no podrá ser antes de 15 ni después de 60
días, contados desde la fecha en que se celebró la audiencia de preparación del juicio oral.
En una muy apretada síntesis, eso debiera ser normalmente el procedimiento ordinario.
Ustedes dirán bueno y que pasa con la demanda civil en el procedimiento abreviado.
118
Artículo 407, inc. 1° y 2°. Oportunidad para solicitar el procedimiento abreviado. Una vez formalizada la investigación, la
tramitación de la causa conforme a las reglas del procedimiento abreviado podrá ser acordada en cualquier etapa del procedimiento,
hasta la audiencia de preparación del juicio oral.- Si no se hubiere deducido aún acusación, el fiscal y el querellante, en su caso, las
formularán verbalmente en la audiencia que el tribunal convocare para resolver la solicitud de procedimiento abreviado, a la que
deberá citar a todos los intervinientes. Deducidas verbalmente las acusaciones, se procederá en lo demás en conformidad a las reglas
de este Título.
119
El art. 259 CPP, al tratar el contenido de la acusación, señala en la letra d) que la acusación deberá contener: “En su caso, la
solicitud de que se proceda de acuerdo al procedimiento abreviado.”
120
Si se hubiere deducido acusación, el fiscal y el acusador particular podrán modificarla según las reglas generales, así como la
pena requerida, con el fin de permitir la tramitación del caso conforme a las reglas de este Título. Para estos efectos, la aceptación de
los hechos a que se refiere el inciso segundo del artículo 406 podrá ser considerada por el fiscal como suficiente para estimar que
concurre la circunstancia atenuante del artículo 11, Nº 9, del Código Penal, sin perjuicio de las demás reglas que fueren aplicables para
la determinación de la pena. (Art. 407 inc. 3°)
121
Artículo 409.- Intervención previa del juez de garantía. Antes de resolver la solicitud del fiscal, el juez de garantía consultará
al acusado a fin de asegurarse que éste ha prestado su conformidad al procedimiento abreviado en forma libre y voluntaria, que
conociere su derecho a exigir un juicio oral, que entendiere los términos del acuerdo y las consecuencias que éste pudiere significarle y,
especialmente, que no hubiere sido objeto de coacciones ni presiones indebidas por parte del fiscal o de terceros.
Y por ello, deberemos estar a lo que dispone el art. 68, que refiriéndose al “Curso de la acción
civil ante suspensión o terminación del procedimiento penal”, señala que si antes de comenzar el juicio oral, el
procedimiento penal continuare de conformidad a las normas que regulan el procedimiento abreviado, o por
cualquier causa terminare o se suspendiere, sin decisión acerca de la acción civil que se hubiere deducido
oportunamente, la prescripción continuará interrumpida siempre que la víctima presentare su demanda ante
el tribunal civil competente en el término de sesenta días siguientes a aquél en que, por resolución
ejecutoriada, se dispusiere la suspensión o terminación del procedimiento penal. Señala además, que en este
caso, la demanda y la resolución que recayere en ella se notificarán por cédula y el juicio se sujetará a las reglas
del procedimiento sumario. Finalmente, si la demanda no fuere deducida ante el tribunal civil competente
dentro del referido plazo, la prescripción continuará corriendo como si no se hubiere interrumpido. (incs. 1° y
2°)
Aquí la situación es diversa, pues hay que tener presente que el procedimiento simplificado
puede llegar a constituirse en un juicio oral más sencillo, que se tramita ante un juez de garantía como juez
unipersonal, tratándose de simples delitos en los que el ministerio público requiriere la imposición de una
pena que no excediere la de presidio menor en su grado mínimo, esto es, de hasta 540 días.
Una vez que el ministerio público presente su requerimiento 122 ante el juez de garantía,
dicho tribunal ordenará su notificación al imputado y citará a todos los intervinientes al juicio (inclusive al
querellante si lo hubiere) entre 20 y 40 días, luego de esta resolución.
La citación ordenará que las partes comparezcan a la audiencia, con todos sus medios de
prueba. Si alguna de ella requiriere de la citación de testigos o peritos, por intermedio del tribunal, deberá
hacer llegar la solicitud con a lo menos 5 días antes de la fecha fijada para la audiencia.
122
El artículo 391 del CPP menciona los requisitos de dicho escrito.
123
El inc. 2° del art. 393 CPP, señala que “En el procedimiento simplificado no procederá la interposición de demandas civiles,
salvo aquella que tuviere por objeto la restitución de la cosa o su valor.”
Aquí diremos que una vez que el Ministerio Público acuse, el querellante deberá,
necesariamente tomar conocimiento del ejercicio de la acción penal y debe adoptar alguno de los siguientes
caminos:
C) Presentar demanda civil. Aquí, entonces adquiere la calidad de actor civil y puede,
dentro de los plazos señalados en el 261 y 60 del CPP, entablar su escrito de demanda
civil que, como ya se adelantó, debe cumplir con los requisitos del artículo 254 del
CPC.
Si ha optado por ésta última vía, deberá, necesariamente acreditar su acción civil o sus
pretensiones indemnizatorias, básicamente las que persigan obtener la reparación del daño que se le ha
inferido por el o los acusados con el hecho punible de que fue “víctima”, entre otros, el posible daño
emergente, lucro cesante y el tan mentado daño moral.
En consecuencia, a él, casi sólo le competerá probar los daños sufridos. Aquí cabe remitirse al
artículo 1698 del Código Civil, que sigue siendo la norma madre en estas lides civilistas del proceso penal.
La gran diferencia con el sistema antiguo y con la sede civil actual, radica en que los jueces
del tribunal oral en lo penal no se rige por las normas probatorias clásicas ni del Código Civil ni del Código de
Procedimiento Civil, sino que simplemente, por las normas de los artículos 295 y 297 del CPP, esto es, el
tribunal tiene libertad para apreciar la prueba de las acciones civiles también, limitándose en ello empero, sólo
a los principios de la lógica, las máximas de la experiencia y los conocimientos científicamente afianzados.
Lo anterior, es lo que señala claramente el artículo 324 del CPP, que dispone: “La prueba de las
acciones civiles en el procedimiento criminal se sujetará a las normas civiles en cuanto a la determinación de la parte que
debiere probar y a las disposiciones de este Código en cuanto a su procedencia, oportunidad, forma de rendirla y
apreciación de su fuerza probatoria”.
Gran ventaja para los litigantes, pues se termina de facto con la prueba tasada también en el
aspecto civil, y por ende, hay más libertad para apreciar, y más libertad para elegir de los medios probatorios
aptos para obtener dichas pretensiones civiles.
En el nuevo diseño procesal penal la labor jurisdiccional es ejecutada por dos tipos de
tribunales distintos, con una organización y gestión administrativa interna innovadora. Un tribunal
unipersonal llamado Juez de Garantía y un tribunal colegiado denominado Tribunal de Juicio Oral en lo Penal.
Los Tribunales de Juicio Oral en lo Penal, son tribunales colegiados, compuestos a lo menos
por tres jueces letrados que actúan en sala, ninguno de los cuales ha debido tener intervención en etapas
previas del mismo procedimiento y que tienen como función principal resolver el conflicto penal a través de
un mecanismo cognoscitivo, como es el juicio oral y público. En dicho escenario les corresponde dirigir el
debate, controlar la legalidad de las actuaciones de las partes y de la forma de introducir la prueba en juicio.
Estos tribunales, actúan o deciden por unanimidad o por mayoría 125 y funcionan con un
Juez Presidente (quien es el encargado dentro de otras cosas, de comunicar las decisiones y dirigir la
124
Art. 14 COT.- Los juzgados de garantía estarán conformados por uno o más jueces con competencia en un mismo territorio
jurisdiccional, que actúan y resuelven unipersonalmente los asuntos sometidos a su conocimiento.- Corresponderá a los jueces de
garantía: a) Asegurar los derechos del imputado y demás intervinientes en el proceso penal, de acuerdo a la ley procesal penal; b)
dirigir personalmente las audiencias que procedan, de conformidad a la ley procesal penal; c) Dictar sentencia, cuando corresponda, en
el procedimiento abreviado que contemple la ley procesal penal; d) Conocer y fallar las faltas penales de conformidad con el
procedimiento contenido en la ley procesal penal, y e) Conocer y fallar, conforme a los procedimientos regulados en el Título I del
Libro IV del Código Procesal Penal, las faltas e infracciones contempladas en la Ley de Alcoholes, cualquiera sea la pena que ella les
asigne; f) Hacer ejecutar las condenas criminales y las medidas de seguridad, y resolver las solicitudes y reclamos relativos a dicha
ejecución, de conformidad a la ley procesal penal; g) Conocer y resolver todas las cuestiones y asuntos que la ley de responsabilidad
penal juvenil les encomienden, y ; h) Conocer y resolver todas las cuestiones y asuntos que este Código, la ley procesal penal y la ley
que establece disposiciones especiales sobre el Sistema de Justicia Militar les encomienden.
125
Art. 19 COT.- Las decisiones de los tribunales de juicio oral en lo penal se regirán, en lo que no resulte contrario a las normas
de este párrafo, por las reglas sobre acuerdos en las Cortes de Apelaciones contenidas en los artículos 72, 81, 83, 84 y 89 de este
Código.- Sólo podrán concurrir a las decisiones del tribunal los jueces que hubieren asistido a la totalidad de la audiencia del juicio
oral.- La decisión deberá ser adoptada por la mayoría de los miembros de la sala.- Cuando existiere dispersión de votos en relación
con una decisión, la sentencia o la determinación de la pena si aquélla fuere condenatoria, el juez que sostuviere la opinión más
desfavorable al condenado deberá optar por alguna de las otras.- Si se produjere desacuerdo acerca de cuál es la opinión que
favorece más al imputado, prevalecerá la que cuente con el voto del juez presidente de la sala.
b.- Ejercer, en su caso, la acción penal pública en la forma prescrita por la ley. 129 Lo que
constituye una demostración de los principios de oficialidad y legalidad en la persecución punitiva,
morigerados por el principio de oportunidad; y
Todas estas funciones deben ser desempeñadas con eficiencia y adecuada administración de
los recursos y bienes públicos.
Las facultades y funciones específicas del Ministerio Público y de sus Fiscales, en cuanto
interviniente, serán estudiadas en cada etapa del procedimiento.
4. La Policía
En el párrafo 3° del Título IV del Libro I, el CPP trata a la policía, en los artículos 79 a 92,
destacándose allí las siguientes materias tratadas en las disposiciones señaladas:
126
Art. 18 COT.- Corresponderá a los tribunales de juicio oral en lo penal: a) Conocer y juzgar las causas por crimen o simple
delito, salvo aquellas relativas a simples delitos cuyo conocimiento y fallo corresponda a un juez de garantía; b) Resolver, en su caso,
sobre la libertad o prisión preventiva de los acusados puestos a su disposición; c) Resolver todos los incidentes que se promuevan
durante el juicio oral; d) Conocer y resolver todas las cuestiones y asuntos que la ley de responsabilidad penal juvenil les
encomienden, y e) Conocer y resolver los demás asuntos que la ley procesal penal y la ley que establece disposiciones especiales sobre
el Sistema de Justicia Militar les encomiende.
127
Art. 83 CPRCH
128
Art. 3° CPP
129
Art. 77 CPP
130
Art. 6° CPP
131
Asimismo, arts. 30 a 37 de la Ley de Drogas N° 20.000
El artículo 79 CPP refiere que tanto la Policía de Investigaciones de Chile como Carabineros
de Chile y, en algunos casos excepcionales también Gendarmería de Chile 132 , son auxiliares del Ministerio
Público en las tareas de investigación y que debe llevar a cabo las diligencias necesarias para cumplir los fines
previstos en este Código, en especial, los artículos 180, 181 y 187 del CPP, que hablan, respectivamente de:
Artículo 180. Investigación de los fiscales. Los fiscales dirigirán la investigación y podrán realizar por sí mismos o
encomendar a la policía todas las diligencias de investigación que consideraren conducentes al esclarecimiento de los
hechos.
Sin perjuicio de lo dispuesto en el Párrafo 1º de este Título, dentro de las veinticuatro horas siguientes a que
tomare conocimiento de la existencia de un hecho que revistiere caracteres de delito de acción penal pública por alguno de
los medios previstos en la ley, el fiscal deberá proceder a la práctica de todas aquellas diligencias pertinentes y útiles al
esclarecimiento y averiguación del mismo, de las circunstancias relevantes para la aplicación de la ley penal, de los
partícipes del hecho y de las circunstancias que sirvieren para verificar su responsabilidad. Asimismo, deberá impedir que
el hecho denunciado produzca consecuencias ulteriores.
Los fiscales podrán exigir información de toda persona o funcionario público, los que no podrán excusarse de
proporcionarla, salvo en los casos expresamente exceptuados por la ley. Los notarios, archiveros y conservadores de bienes
raíces, y demás organismos, autoridades y funcionarios públicos, deberán realizar las actuaciones y diligencias y otorgar
los informes, antecedentes y copias de instrumentos que los fiscales les solicitaren, en forma gratuita y exentos de toda
clase de derechos e impuestos
Artículo 181.- Actividades de la investigación. Para los fines previstos en el artículo anterior, la investigación se
llevará a cabo de modo de consignar y asegurar todo cuanto condujere a la comprobación del hecho y a la identificación de
los partícipes en el mismo. Así, se hará constar el estado de las personas, cosas o lugares, se identificará a los testigos del
hecho investigado y se consignarán sus declaraciones. Del mismo modo, si el hecho hubiere dejado huellas, rastros o
señales, se tomará nota de ellos y se los especificará detalladamente, se dejará constancia de la descripción del lugar en que
aquél se hubiere cometido, del estado de los objetos que en él se encontraren y de todo otro dato pertinente.
Para el cumplimiento de los fines de la investigación se podrá disponer la práctica de operaciones científicas, la
toma de fotografías, filmación o grabación y, en general, la reproducción de imágenes, voces o sonidos por los medios
técnicos que resultaren más adecuados, requiriendo la intervención de los organismos especializados. En estos casos, una
vez verificada la operación se certificará el día, hora y lugar en que ella se hubiere realizado, el nombre, la dirección y la
profesión u oficio de quienes hubieren intervenido en ella, así como la individualización de la persona sometida a examen y
la descripción de la cosa, suceso o fenómeno que se reprodujere o explicare. En todo caso se adoptarán las medidas
necesarias para evitar la alteración de los originales objeto de la operación.
Artículo 187. Objetos, documentos e instrumentos. Los objetos, documentos e instrumentos de cualquier clase que
parecieren haber servido o haber estado destinados a la comisión del hecho investigado, o los que de él provinieren, o los
que pudieren servir como medios de prueba, así como los que se encontraren en el sitio del suceso a que se refiere la letra c)
del artículo 83, serán recogidos, identificados y conservados bajo sello. En todo caso, se levantará un registro de la
diligencia, de acuerdo con las normas generales.
Si los objetos, documentos e instrumentos se encontraren en poder del imputado o de otra persona, se procederá
a su incautación, de conformidad a lo dispuesto en este Título. Con todo, tratándose de objetos, documentos e
instrumentos que fueren hallados en poder del imputado respecto de quien se practicare detención en ejercicio de la
facultad prevista en el artículo 83 letra b) o se encontraren en el sitio del suceso, se podrá proceder a su incautación en
forma inmediata
132
Tratándose de la investigación de hechos cometidos en el interior de establecimientos penales, el ministerio público también
podrá impartir instrucciones a Gendarmería de Chile, que actuará de conformidad a lo dispuesto en este Código. (art. 79 inc. final CPP)
Las funciones de los policías se ejecutarán bajo la dirección y responsabilidad de los fiscales,
de acuerdo a instrucciones que éstos les impartan, no pueden calificar su procedencia, conveniencia o utilidad.
Artículo 80.- Dirección del ministerio público. Los funcionarios señalados en el artículo anterior que, en cada caso,
cumplieren funciones previstas en este Código, ejecutarán sus tareas bajo la dirección y responsabilidad de los fiscales y de
acuerdo a las instrucciones que éstos les impartieren para los efectos de la investigación, sin perjuicio de su dependencia de
las autoridades de la institución a la que pertenecieren.
También deberán cumplir las órdenes que les dirigieren los jueces para la tramitación del procedimiento.
Los funcionarios antes mencionados deberán cumplir de inmediato y sin más trámite las órdenes que les
impartieren los fiscales y los jueces, cuya procedencia, conveniencia y oportunidad no podrán calificar, sin perjuicio de
requerir la exhibición de la autorización judicial previa, cuando correspondiere, salvo los casos urgentes a que se refiere el
inciso final del artículo 9º, en los cuales la autorización judicial se exhibirá posteriormente.
Artículo 87 bis.- Se considerará falta contra el buen servicio de los funcionarios policiales el incumplimiento de las
instrucciones impartidas por los fiscales a las policías, dando lugar a las responsabilidades administrativas que
correspondan, conforme lo establecen los respectivos reglamentos.
Artículo 83.- Actuaciones de la policía sin orden previa. Corresponderá a los funcionarios de Carabineros de Chile y
de la Policía de Investigaciones de Chile realizar las siguientes actuaciones, sin necesidad de recibir previamente
instrucciones particulares de los fiscales:
a) Prestar auxilio a la víctima;
b) Practicar la detención en los casos de flagrancia, conforme a la ley;
c) Resguardar el sitio del suceso. Deberán preservar siempre todos los lugares donde se hubiere cometido un
delito o se encontraren señales o evidencias de su comisión, fueren éstos abiertos o cerrados, públicos o privados. Para el
cumplimiento de este deber, procederán a su inmediata clausura o aislamiento; impedirán, además, el acceso a toda
persona ajena a la investigación y evitarán que se alteren, modifiquen o borren de cualquier forma los rastros o vestigios
del hecho, o que se remuevan o trasladen los instrumentos usados para llevarlo a cabo.
El personal policial experto deberá recoger, identificar y conservar bajo sello los objetos, documentos o
instrumentos de cualquier clase que parecieren haber servido a la comisión del hecho investigado, sus efectos o los que
pudieren ser utilizados como medios de prueba, para ser remitidos a quien correspondiere, dejando constancia, en el
registro que se levantare, de la individualización completa del o los funcionarios policiales que llevaren a cabo esta
diligencia;
En aquellos casos en que en la localidad donde ocurrieren los hechos no exista personal policial experto y la
evidencia pueda desaparecer, el personal policial que hubiese llegado al sitio del suceso deberá recogerla y guardarla en los
términos indicados en el párrafo precedente y hacer entrega de ella al Ministerio Público, a la mayor brevedad posible.
En el caso de delitos flagrantes cometidos en zonas rurales o de difícil acceso, la policía deberá practicar de
inmediato las primeras diligencias de investigación pertinentes, dando cuenta al fiscal que corresponda de lo hecho, a la
mayor brevedad. Asimismo, el personal policial realizará siempre las diligencias señaladas en la presente letra cuando
reciba denuncias conforme a lo señalado en la letra e) de este artículo y dará cuenta al fiscal que corresponda
inmediatamente después de realizarlas. Lo anterior tendrá lugar sólo respecto de los delitos que determine el Ministerio
Público a través de las instrucciones generales a que se refiere el artículo 87. En dichas instrucciones podrá limitarse esta
facultad cuando se tratare de denuncias relativas a hechos lejanos en el tiempo.
d) Identificar a los testigos y consignar las declaraciones que éstos prestaren voluntariamente, en los
casos de delitos flagrantes, en que se esté resguardando el sitio del suceso, o cuando se haya recibido una
denuncia en los términos de la letra b) de este artículo. Fuera de los casos anteriores, los funcionarios policiales
deberán consignar siempre las declaraciones que voluntariamente presten testigos sobre la comisión de un delito o de sus
partícipes o sobre cualquier otro antecedente que resulte útil para el esclarecimiento de un delito y la determinación de sus
Recibida una denuncia por parte de las Policías, éstas deben comunicarla de inmediato al
Ministerio Público y por el medio más expedito.
Artículo 84.- Información al ministerio público. Recibida una denuncia, la policía informará inmediatamente y por el
medio más expedito al ministerio público. Sin perjuicio de ello, procederá, cuando correspondiere, a realizar las
actuaciones previstas en el artículo precedente, respecto de las cuales se aplicará, asimismo, la obligación de información
inmediata.
El Control de Identidad es una institución que permite a las policías, verificar la identidad de
cualquier persona y registrarlas, concurriendo ciertas circunstancias. Ha sido objeto de una serie de
modificaciones legales, las que han ido en la línea de ampliar las facultades de las policías y de disminuir los
requisitos de procedencia, ampliando su ámbito de aplicación.
Respecto a las faltas, cabe hacer presente que existe jurisprudencia en el sentido que el
indicio debe estar referido a la comisión de una falta penal y no de otra cualquiera administrativa, como lo
podría ser una simple infracción de tránsito 133 .
133
Así se ha pronunciado la SCS en causa Rol 36.836-2015, de 23 de febrero de 2016, donde en su voto disidente, señala que:
“ teniendo en cuenta que el control de identidad constituye una facultad autónoma de investigación de las policías como colaboradoras
del Ministerio Público que se relaciona, conforme surge de su texto, con acciones ilícitas, ya sea en su prevención o su sanción, lo cierto
es que en el ejercicio hermenéutico del sentido de la expresión “falta” contenida en el artículo 85 del Código Procesal Penal, aparece
con toda evidencia que, al afectar garantías constitucionales sin previa autorización judicial, sólo se justifica en la medida que se
relacione con hechos de naturaleza penal, por una parte dado que es éste el contexto normativo dentro del cual la ley otorga esta
facultad a las policías, y por la otra porque sólo las infracciones al ordenamiento jurídico que estén revestidas de una mayor gravedad
pueden justificar la afección de los derechos constitucionales de los ciudadanos de una envergadura como la que supone el control de
identidad, que en concreto implica, al menos, una intromisión a la libertad ambulatoria y al derecho a la intimidad”
Aparte de reducir a 1 indicio, el necesario para controlar la identidad de un sujeto (antes eran
“indicios” y por lo tanto 2 o más); otra novedad que se incluyó producto de la ley 20.391, se refiere a que:
“Procederá también tal solicitud cuando los funcionarios policiales tengan algún antecedente que les permita inferir que
una determinada persona tiene alguna orden de detención pendiente.” En estos casos, ocurre que se ha reemplazado
el término “indicio” (que ya ha sido objeto de determinación por la jurisprudencia como un dato objetivo, no
arbitrario y verificable 134 ) y ahora se refiere “antecedente” sobre que una persona pudiere tener una detención
pendiente. Al ser muy nueva dicha disposición, quedará en manos de la jurisprudencia, determinar que
“antecedente” servirá de base para concluir que una persona pudiera tener una orden de detención vigente.
Artículo 85.- Control de identidad. Los funcionarios policiales señalados en el artículo 83 deberán, además, sin orden
previa de los fiscales, solicitar la identificación de cualquier persona en los casos fundados, en que, según las
circunstancias, estimaren que exista algún indicio de que ella hubiere cometido o intentado cometer un crimen, simple
delito o falta; de que se dispusiere a cometerlo; de que pudiere suministrar informaciones útiles para la indagación de un
crimen, simple delito o falta; o en el caso de la persona que se encapuche o emboce para ocultar, dificultar o disimular su
identidad.
Procederá también tal solicitud cuando los funcionarios policiales tengan algún antecedente que les permita
inferir que una determinada persona tiene alguna orden de detención pendiente.
La identificación se realizará en el lugar en que la persona se encontrare, por medio de documentos de
identificación expedidos por la autoridad pública, como cédula de identidad, licencia de conducir o pasaporte. El
funcionario policial deberá otorgar a la persona facilidades para encontrar y exhibir estos instrumentos.
Durante este procedimiento, sin necesidad de nuevo indicio, la policía podrá proceder al registro de las
vestimentas, equipaje o vehículo de la persona cuya identidad se controla, y cotejar la existencia de las órdenes de
detención que pudieren afectarle. La policía procederá a la detención, sin necesidad de orden judicial y en conformidad a lo
134
En este sentido, la SCS en causa Rol Nº 1946-15 de fecha 23 de marzo de 2015, señala: “Que, en consecuencia, por no haber
constatado directamente indicio alguno de la comisión de un delito ni haberse verificado situación de flagrancia que permitiera el
actuar autónomo de la policía, ocurre que aquélla se desempeñó fuera de su marco legal y de sus competencias, vulnerando el derecho
del imputado a un procedimiento justo y racional que debía desarrollarse con apego irrestricto a todos los derechos y las garantías
constitucionales que le reconoce el legislador, de modo que toda la evidencia recogida en el procedimiento incoado respecto de
M.A.N.D. resulta ser ilícita, al haber sido obtenida en un proceder al margen de la ley. Esta misma calidad tiene, producto de la
contaminación, toda la prueba posterior que de ella deriva, esto es, la materializada en el juicio, consistente en las declaraciones de los
funcionarios policiales sobre el contenido de las pesquisas, las fotografías, pericias y testimonios que hayan derivado de tal indagación.
En este sentido, aunque el juez de la instancia haya afirmado su convicción condenatoria en prueba producida en la audiencia, al
emanar ella del mismo procedimiento viciado no puede ser siquiera considerada, por cuanto su origen está al margen de las
prescripciones a las cuales la ley somete el actuar de los auxiliares del Ministerio Público en la faena de investigación.”
Este Control de Identidad preventivo, es una novedad que se incorpora en julio del año 2016.
Por primera vez, ahora las policías pueden solicitar la verificación de identidad de cualquier persona mayor de
edad (habiendo duda se presume que es menor de edad), para el solo efecto de identificarla. Al contrario de lo
que ocurre con el Control de Identidad del art. 85, en este caso, no se requiere de ningún indicio de nada, sino
que queda a la arbitrariedad de los funcionarios policiales, entendiéndose por tal la Policía de Investigaciones
y Carabineros de Chile (en los términos del art. 83 CPP).
Sin embargo, la ley no permite que esta facultad pueda ser realizada en cualquier lugar,
limitando su ámbito de actuación a los lugares públicos, como las calles, y aquellos lugares privados de libre
acceso al público. En consecuencia, no procede el ejercicio de este control de identidad en lugares privados o
aquellos que no son de libre acceso al público.
En este caso, la ley señala que sirven para el propósito de verificación los mismos
documentos que se permiten para cumplir el objetivo del Control de Identidad del art. 85, pero también
incluye la tarjeta estudiantil.
Otra particularidad de este control preventivo, es que al no estar directamente vinculado con
la comisión ni investigación de delitos, tiene un breve tiempo para la realización de la diligencia: MÁXIMO 1
HORA.
Uno de los objetivos de esta facultad se basó en una respuesta político criminal, por la
cantidad de órdenes de detención pendientes, donde la única vía supuestamente “legal” para detectar a los
Teniendo presente que estas facultades podrían dar orígenes a abusos y arbitrariedades, ya
que no obstante de tratarse de un procedimiento breve, una persona podría ser restringida en su libertad
ambulatoria por hasta 1 hora, se ordena crear por esta ley un procedimiento estandarizado de reclamos para
aquellos que estimen haber sido objeto de un ejercicio abusivo o denigratorio de esta facultad.
Art. 12 Ley N° 20.931: En cumplimiento de las funciones de resguardo del orden y la seguridad pública, y sin
perjuicio de lo señalado en el artículo 85 del Código Procesal Penal, los funcionarios policiales indicados en el artículo 83
del mismo Código, podrán verificar la identidad de cualquier persona mayor de 18 años en vías públicas, en otros lugares
públicos y en lugares privados de acceso al público, por cualquier medio de identificación tal como cédula de identidad,
licencia de conducir, pasaporte o tarjeta estudiantil o utilizando, el funcionario policial o la persona requerida, cualquier
dispositivo tecnológico idóneo para tal efecto, debiendo siempre otorgarse las facilidades necesarias para su adecuado
cumplimiento. En caso de duda respecto de si la persona es mayor o menor de 18 años, se entenderá siempre que es menor
de edad.
El procedimiento descrito anteriormente deberá limitarse al tiempo estrictamente necesario para los fines antes señalados.
En ningún caso podrá extenderse más allá de una hora. No obstante lo anterior, en aquellos casos en que no fuere posible
verificar la identidad de la persona en el mismo lugar en que se encontrare, el funcionario policial deberá poner término de
manera inmediata al procedimiento.
Si la persona se negare a acreditar su identidad, ocultare su verdadera identidad o proporcionare una identidad falsa, se
sancionará según lo dispuesto en el número 5 del artículo 496 del Código Penal en relación al artículo 134 del Código
Procesal Penal.
En caso de que la persona sometida a este trámite mantuviere una o más órdenes de detención pendientes, la policía
procederá a su detención, de conformidad a lo establecido en el artículo 129 del Código Procesal Penal.
En el ejercicio de esta facultad, los funcionarios policiales deberán exhibir su placa y señalar su nombre, grado y dotación,
respetando siempre la igualdad de trato y la no discriminación arbitraria.
Constituirá una falta administrativa ejercer las atribuciones señaladas en este artículo de manera abusiva o aplicando un
trato denigrante a la persona a quien se verifica la identidad. Lo anterior tendrá lugar, sin perjuicio de la responsabilidad
penal que procediere.
Las Policías deberán elaborar un procedimiento estandarizado de reclamo destinado a aquellas personas que estimen haber
sido objeto de un ejercicio abusivo o denigratorio de la facultad señalada en el presente artículo.
Las Policías informarán trimestralmente al Ministerio del Interior y Seguridad Pública sobre los antecedentes que les sean
requeridos por este último, para conocer la aplicación práctica que ha tenido esta facultad. El Ministerio del Interior y
Seguridad Pública, a su vez, publicará en su página web la estadística trimestral de la aplicación de la misma. (D.Of.
5/7/2016)
El sujeto controlado que es trasladado a la unidad policial (que recordemos que sólo es el
caso del art. 85 y no del nuevo “control de identidad preventivo”) tiene derecho a comunicarse con su familia o
con la persona que estime y no podrá ser ingresado a celdas o calabozos, ni mantenido en contacto con
personas detenidas. Esta norma no sería aplicable al nuevo control, ya que las personas sujetas al control
preventivo, no pueden ser llevadas a las unidades policiales (salvo el caso de detención por flagrancia).
Artículo 86.- Derechos de la persona sujeta a control de identidad. En cualquier caso que hubiere sido necesario
conducir a la unidad policial a la persona cuya identidad se tratare de averiguar en virtud del artículo precedente, el
funcionario que practicare el traslado deberá informarle verbalmente de su derecho a que se comunique a su familia o a la
Artículo 89.- Examen de vestimentas, equipaje o vehículos. Se podrá practicar el examen de las vestimentas que
llevare el detenido, del equipaje que portare o del vehículo que condujere.
Para practicar el examen de vestimentas, se comisionará a personas del mismo sexo del imputado y se guardarán
todas las consideraciones compatibles con la correcta ejecución de la diligencia.
La regla general es que el cadáver se levante por orden del fiscal, pero si es encontrado en la
vía pública, tal autorización la puede dar, previa revisión del sitio del suceso, por el jefe de la unidad policial
correspondiente.
Artículo 90.- Levantamiento del cadáver. En los casos de muerte en la vía pública, y sin perjuicio de las facultades
que corresponden a los órganos encargados de la persecución penal, la descripción a que se refiere el artículo 181 y la
orden de levantamiento del cadáver podrán ser realizadas por el jefe de la unidad policial correspondiente, en forma
personal o por intermedio de un funcionario de su dependencia, quien dejará registro de lo obrado, en conformidad a las
normas generales de este Código.
De modo general, sostenemos que el imputado puede declarar tanto en sede extrajudicial,
como en sede judicial y en cada una de las tres etapas del proceso (investigación, preparación del juicio oral y
juicio oral) tendrá una oportunidad y forma especiales para hacerlo. 135
Artículo 91.- Declaraciones del imputado ante la policía. La policía sólo podrá interrogar autónomamente al
imputado en presencia de su defensor. Si éste no estuviere presente durante el interrogatorio, las preguntas se limitarán a
constatar la identidad del sujeto.
Si, en ausencia del defensor, el imputado manifestare su deseo de declarar, la policía tomará las medidas
necesarias para que declare inmediatamente ante el fiscal. Si esto no fuere posible, la policía podrá consignar las
declaraciones que se allanare a prestar, bajo la responsabilidad y con la autorización del fiscal. El defensor podrá
incorporarse siempre y en cualquier momento a esta diligencia
135
Nota: Coincido con HORVITZ y LÓPEZ, en Ob. Cit. pág. 443, en la existencia de una cuarta fase o etapa del proceso penal,
como es la de ejecución de las sentencias condenatorias y las de medidas de seguridad.
Esta distinción no es nueva, ya DUCE y RIEGO, señalan algo similar cuando en la etapa de
investigación preliminar, distinguen dos sub fases, “la fase anterior a la intervención judicial (a la formalización de
la investigación) y la fase posterior a la intervención judicial (a la formalización de la investigación)” aunque esa
distinción la basan ellos en una “lectura estratégica de la misma (fase), que considere la operatividad de las distintas
normas que la regulan”; en otras palabras, a que entienden que alguna de las disposiciones de la etapa de
investigación regulan, por un lado, un conjunto de situaciones en las que se permitiría al Ministerio Público y a
la Policía “desplegar la investigación criminal en un escenario relativamente cómodo para sus intereses”, es decir antes
de que intervenga un juez de garantía; pues una vez formalizada ante él la investigación, tal actuación del
juzgador es permanente y tiene una finalidad “contralora de la actividad investigativa del Ministerio Público”. 136
Lo que realmente importa, es que quede de manifiesto que un imputado puede declarar en
las tres fases del proceso penal, como se verá en el siguiente esquema.
En relación a estas posibilidades que un imputado tiene para declarar, hay que hacer una
salvedad en relación con los menores adolescentes, 137 regulados por la Ley Nº 20.084, pues en la fase de
investigación, ellos nunca pueden declarar ante la Policía, sino siempre ante un fiscal y en presencia de su
defensor, según se desprende del artículo 31 138 de la citada ley.
Lo común de las anteriores posibilidades, es el hecho de que no sean prestadas ante un juez,
por ello se habla de declaraciones extrajudiciales.
Así, en primer término, será extrajudicial, si la presta ante la Policía, - sea de manera
espontánea (o natural), voluntaria o provocada.
La declaración espontánea o natural del imputado ante la Policía, será la que aquél le
manifieste libremente al policía una vez que se halle frente a él, ya sea porque es fiscalizado en el marco de una
diligencia de control de identidad (sea del art. 85 o el nuevo, preventivo), 139 sea porque se le detiene en el
marco de uno de los casos autorizados de flagrancia 140 contemplados en nuestro sistema o bien, porque
concurre voluntariamente a un policía, en todos estos casos, además, la declaración del imputado debe nacer
de manera espontánea o natural, es decir, el policía no debe haber indagado nada previamente.
136
DUCE J., Mauricio y RIEGO R., Cristián: “Proceso Penal”, Editorial Jurídica de Chile, Santiago de Chile, 1° Edición, mayo de
2007, págs.132 a 134.
137
Nota: El artículo 3° de la Ley N° 20.084, señala que: “La presente ley se aplicará a quienes al momento en que se hubiere
dado principio de ejecución del delito sean mayores de catorce y menores de dieciocho años, los que, para los efectos de esta ley, se
consideran adolescentes”
138
Nota; en lo pertinente, el artículo 31 de la Ley N° 20.084 dispone; “El adolescente sólo podrá declarar ante el fiscal en
presencia de un defensor, cuya participación será indispensable en cualquier actuación en que se requiera al adolescente y que exceda
de la mera acreditación de su identidad”
139
Véase el artículo 85 del CPP
140
Véase el artículo 130 del CPP
¿Ese testimonio del policía como testigo de oídas, puede ser llevado a juicio por el fiscal?
a) una positiva, esto es, el ofrecimiento de esta prueba salva la valla de la exclusión
probatoria que alega la defensa en la fase intermedia y el dilema estará entonces en el valor que le asignen los
jueces a tal relato, puesto que el sujeto no alcanzó a ser advertido de su derecho a guardar silencio y a no auto
incriminarse.
La declaración voluntaria del imputado ante la Policía, en cambio, nace desde el momento en
que aquél, advertido de su derecho a guardar silencio, renuncia voluntariamente a tal prerrogativa y declara
inculpándose de algún hecho, exculpándose del mismo o bien inculpando o exculpando a otros.
A su vez ésta declaración voluntaria del imputado ante la policía, puede tener dos
modalidades, atento a si está o no presente su defensor. 141
Así, si el defensor no está presente, la policía sólo puede limitarse a indagar la identidad del
sujeto. Si así y todo el imputado desea prestar declaración voluntaria, la policía debe comunicar tal situación al
fiscal, caso en el cual pasamos a la segunda fase del esquema, pero, si ello no fuere posible, la policía puede
consignar las declaraciones que aquél se allanare a prestar, bajo la responsabilidad y con la autorización del
fiscal, esto es lo que se llama, con “delegación” del fiscal.
141
Nota: para el caso de los imputados adolescentes, de conformidad a lo previsto en el artículo 31 de la Ley Nº 20.084 siempre
debe estar presente el defensor del menor cuando aquél desea declarar ante el fiscal.
Es la dada por el coimputado forzado a ello por métodos que anulen su voluntariedad.
En relación con la declaración extrajudicial del imputado, en sede Policial, el legislador ha
impuesto ciertos parámetros de protección para tal declarante, según se desprende de lo prevenido en el
artículo 91 del CPP.
Así, “La policía sólo podrá interrogar autónomamente al imputado en presencia de su defensor. Si éste
no estuviere presente durante el interrogatorio, las preguntas se limitarán a constatar la identidad del sujeto” y luego se
agrega, en el inciso segundo, que, “Si en ausencia del defensor el imputado manifestare su deseo de declarar, la policía
tomará las medidas necesarias para que declare inmediatamente ante el fiscal”, posibilidad que hay que concordarla,
necesariamente, con las facultades prevenidas para el imputado en el artículo 93 del CPP.
Sin embargo, el legislador al modificar en junio de 2012 la letra g) del artículo 93 del CPP, 143
abrió la posibilidad de la existencia de los policías como testigos de oídas de las declaraciones extrajudiciales
de los imputados, cuando señala en dicha norma que: “Tiene derecho a guardar silencio. El ejercicio de este
derecho no le ocasionará ninguna consecuencia legal adversa; sin embargo, si renuncia a él, TODO LO QUE
MANIFIESTE PUEDE SER USADO EN SU CONTRA”.
Se dará, cuando la Policía le señale al fiscal que el coimputado desea declarar, en tal caso,
deberá llamarlo y si aquél no puede concurrir, deberá expresamente (el fiscal), bajo su responsabilidad,
autorizar para que la Policía le consigne tal declaración. Es la que llamamos delegada.
En segundo término; como todo derecho concedido por la legislación, por regla general es
renunciable, según se desprende de lo prevenido en el artículo 12 del Código Civil, que dispone que: “Podrán
renunciarse los derechos conferidos por las leyes, con tal que sólo miren al interés individual del renunciante, y que no esté
prohibida su renuncia”.
No existe ninguna norma en el ámbito del CPP que prohíba que un coimputado preste
declaración, renunciando a su derecho a guardar silencio. Se trata además, de una norma establecida en su
único beneficio y lo único prohibido en tal disposición del citado cuerpo legal, es la de consentir en prestarla
bajo juramento o siendo forzado a ello, por alguno de los métodos prohibidos señalados en el artículo 195 del
citado cuerpo legal.
Artículo 195.- Métodos prohibidos. Queda absolutamente prohibido todo método de investigación o de interrogación
que menoscabe o coarte la libertad del imputado para declarar. En consecuencia, no podrá ser sometido a ninguna clase de
coacción, amenaza o promesa.
Sólo se admitirá la promesa de una ventaja que estuviere expresamente prevista en la ley penal o procesal penal.
142
POBLETE ITURRATE, Orlando, en INFORMES EN DERECHO, Doctrina Procesal Penal 2001-2003, “Sobre el derecho de los
funcionarios policiales a declarar en el juicio oral sobre lo que los imputados habían declarado ante ellos al momento de su detención”.
Centro de Documentación Defensoría Penal Pública, Santiago de Chile, año 2003, Pág.50
143
Ley N° 20.593 publicada Diario Oficial 2/6/2012
Diremos que autónomamente, no puede, sino sólo hacerle preguntas que se limitarán a
constatar su identidad. Únicamente, en presencia del defensor, la Policía puede interrogar de manera
autónoma, esto es, sin la venia del fiscal, al imputado.
Entonces, ante la ausencia del defensor y la manifestación expresa del imputado a declarar,
la Policía debe tomar las medidas necesarias para que aquél declare ante un Fiscal.
Sólo si el Fiscal indica que no puede concurrir a tal diligencia, puede autorizar a la Policía,
para que, bajo su responsabilidad – del fiscal - , aquella consigne las declaraciones que los imputados se
allanaren a prestar.
Los funcionarios policiales no podrán informar a los medios de comunicación social acerca
de la identidad de detenidos, imputados, víctimas, testigos, ni de otras personas que se encontraren o pudieren
resultar vinculadas a la investigación de un hecho punible, que es, precisamente lo que establece el artículo 92
del CPP.
5. El imputado
El párrafo 4° del Título IV del Libro I del CPP trata del imputado y, fundamentalmente, de
sus derechos y garantías, entre los artículos 93 y 101, dedicándole algunas de sus disposiciones a los derechos
del imputado rebelde.
El artículo 93 del CPP establece que el imputado podrá hacer valer, hasta la terminación del
proceso, los derechos y garantías que les confieren las leyes.
Artículo 93. Derechos y garantías del imputado. Todo imputado podrá hacer valer, hasta la terminación del proceso,
los derechos y garantías que le confieren las leyes.
En especial, tendrá derecho a:
a) Que se le informe de manera específica y clara acerca de los hechos que se le imputaren y los derechos que le
otorgan la Constitución y las leyes;
Por otra parte, el imputado privado de libertad, tiene además otras garantías y derechos que
están expresadas en el artículo 94 del CPP.
Artículo 94. Imputado privado de libertad. El imputado privado de libertad tendrá, además, las siguientes garantías y
derechos:
a) A que se le exprese específica y claramente el motivo de su privación de libertad y, salvo el caso de
delito flagrante, a que se le exhiba la orden que la dispusiere;
b) A que el funcionario a cargo del procedimiento de detención o de aprehensión le informe de los
derechos a que se refiere el inciso segundo del artículo 135;
c) A ser conducido sin demora ante el tribunal que hubiere ordenado su detención;
d) A solicitar del tribunal que le conceda la libertad;
e) A que el encargado de la guardia del recinto policial al cual fuere conducido informe, en su presencia,
al familiar o a la persona que le indicare, que ha sido detenido o preso, el motivo de la detención o prisión y el lugar
donde se encontrare;
f) A entrevistarse privadamente con su abogado de acuerdo al régimen del establecimiento de detención,
el que sólo contemplará las restricciones necesarias para el mantenimiento del orden y la seguridad del recinto;
g) A tener, a sus expensas, las comodidades y ocupaciones compatibles con la seguridad del recinto en que
se encontrare, y
h) A recibir visitas y comunicarse por escrito o por cualquier otro medio, salvo lo dispuesto en el artículo
151.
El amparo ante el juez de garantías está contemplado en el artículo 95 del CPP y se idea
como un “recurso especial y sencillo” que tiene toda persona privada de libertad, para ser conducida sin
demora ante un juez de garantía, a fin de que éste examine la legalidad de su privación de libertad y las
condiciones en que se encontrare, pudiendo constituirse el juez en el lugar. Esta materia está tratada más a
fondo en el capítulo de los Recursos.
Artículo 95.- Amparo ante el juez de garantía. Toda persona privada de libertad tendrá derecho a ser conducida sin
demora ante un juez de garantía, con el objeto de que examine la legalidad de su privación de libertad y, en todo caso, para
que examine las condiciones en que se encontrare, constituyéndose, si fuere necesario, en el lugar en que ella estuviere. El
juez podrá ordenar la libertad del afectado o adoptar las medidas que fueren procedentes.
Esta norma es de gran importancia, ya que puede ser utilizada en cualquier etapa del
procedimiento penal, aún en las más primarias. Así por ejemplo, es posible solicitar la presencia de un juez de
garantía, para efectos de verificar la legalidad de un control de identidad, cuando el sujeto se encontrare
retenido sin justificación; o también en casos de que la persona esté en un lugar detenido o retenido en
condiciones insalubres o inseguras; etc.
Otra cuestión relevante de la normas, es que solo es posible utilizar este medio cuando se
está privado de libertad sin una resolución judicial previa, ya que de lo contrario el mecanismo correcto será la
utilización de los recursos procesales, en especial, el recurso de apelación.
Asimismo, este amparo es sin perjuicio de la “Acción de Amparo” constitucional del art. 21
de la CPRCH, ya permite ejercer el control de cualquier amenaza o afectación a la libertad ambulatoria que sea
producto de una actuación ilegal o arbitraria.
El artículo 96 del CPP faculta a todo abogado para requerir del funcionario encargado del
cualquier lugar de detención o prisión, la confirmación de encontrarse privada de libertad una persona. A
poder conferenciar libre y privadamente con el detenido.
Artículo 96.- Derechos de los abogados. Todo abogado tendrá derecho a requerir del funcionario encargado de
cualquier lugar de detención o prisión, la confirmación de encontrarse privada de libertad una persona determinada en ese
o en otro establecimiento del mismo servicio y que se ubicare en la comuna.
En caso afirmativo y con el acuerdo del afectado, el abogado tendrá derecho a conferenciar privadamente con él y,
con su consentimiento, a recabar del encargado del establecimiento la información consignada en la letra a) del artículo 94.
Si fuere requerido, el funcionario encargado deberá extender, en el acto, una constancia de no encontrarse
privada de libertad en el establecimiento la persona por la que se hubiere consultado.
El artículo 98 del CPP señala que el imputado tiene derecho, durante todo el procedimiento y
en cualquiera de sus etapas, a prestar declaración como un modo de defenderse de la imputación que se le
dirigiere. Esta norma consagra lo que se conoce como defensa material, en contraposición a la defensa técnica
que es la que hace un letrado.
Artículo 98.- Declaración del imputado como medio de defensa. Durante todo el procedimiento y en cualquiera de
sus etapas el imputado tendrá siempre derecho a prestar declaración, como un medio de defenderse de la imputación que se
le dirigiere.
La declaración judicial del imputado se prestará en audiencia a la cual podrán concurrir los intervinientes en el
procedimiento, quienes deberán ser citados al efecto.
La declaración del imputado no podrá recibirse bajo juramento. El juez o, en su caso, el presidente del tribunal,
se limitará a exhortarlo a que diga la verdad y a que responda con claridad y precisión las preguntas que se le formularen.
Regirá, correspondientemente, lo dispuesto en el artículo 326.
Si con ocasión de su declaración judicial, el imputado o su defensor solicitaren la práctica de diligencias de
investigación, el juez podrá recomendar al ministerio público la realización de las mismas, cuando lo considerare necesario
para el ejercicio de la defensa y el respeto del principio de objetividad.
Si el imputado no supiere la lengua castellana o si fuere sordo o mudo, se procederá a tomarle declaración de
conformidad al artículo 291, incisos tercero y cuarto.
El imputado rebelde es el que no comparece a algún acto del procedimiento o del juicio y,
por ello, el artículo 99 del CPP señala cuáles son las causales de su rebeldía.
Artículo 100. Declaración de rebeldía. La declaración de rebeldía del imputado será pronunciada por el tribunal ante el
que debiere comparecer.
Están señalados en el artículo 101 del CPP y dicen relación con el modo de las futuras
notificaciones, que la investigación no se suspende y continuará hasta la realización de la audiencia intermedia
y si se produjere la rebeldía durante el juicio oral, se sobreseerá temporalmente hasta que el rebelde sea
habido.144
Artículo 101. Efectos de la rebeldía. Declarada la rebeldía, las resoluciones que se dictaren en el procedimiento se
tendrán por notificadas personalmente al rebelde en la misma fecha en que se pronunciaren.
La investigación no se suspenderá por la declaración de rebeldía y el procedimiento continuará hasta la
realización de la audiencia de preparación del juicio oral, en la cual se podrá sobreseer definitiva o temporalmente la causa
de acuerdo al mérito de lo obrado. Si la declaración de rebeldía se produjere durante la etapa de juicio oral, el
procedimiento se sobreseerá temporalmente, hasta que el imputado compareciere o fuere habido.
El sobreseimiento afectará sólo al rebelde y el procedimiento continuará con respecto a los imputados presentes.
El imputado que fuere habido pagará las costas causadas con su rebeldía, a menos que justificare debidamente su
ausencia.
6.- El defensor
El párrafo 5° del Título IV del Libro I del CPP en sus artículos 102 a 107 da diversas normas
relativas a la defensa.
El artículo 102 del CPP señala como derecho del imputado desde la primera actuación del
procedimiento dirigido en su contra, hasta la completa ejecución de la sentencia, a designar libremente a un
defensor de su confianza, si no lo hiciere el Estado le deberá proporcionar uno, el que deberá designárselo un
juez.
144
Esta norma debemos relacionarla con el art. 96 del CP, que señala que la prescripción “se suspende desde que el procedimiento se
dirige contra él; pero si se paraliza su prosecución por tres años o se termina sin condenarle, continúa la prescripción como si no se
hubiere interrumpido.”
Artículo 103. Efectos de la ausencia del defensor. La ausencia del defensor en cualquier actuación en que la ley
exigiere expresamente su participación acarreará la nulidad de la misma, sin perjuicio de lo señalado en el artículo 286.
El art. 286, señala que “La no comparecencia del defensor a la audiencia constituirá abandono de la defensa y
obligará al tribunal a la designación de un defensor penal público” (inc. 2°)
El defensor puede ejercer todos los derechos que se le dan en este Código al imputado, a
menos que se reserve su ejercicio al imputado en forma personal, como ocurre, por ejemplo, cuando el
imputado se allana a prestar declaración en el juicio oral.
Artículo 104. Derechos y facultades del defensor. El defensor podrá ejercer todos los derechos y facultades que la ley
reconoce al imputado, a menos que expresamente se reservare su ejercicio a este último en forma personal.
Un defensor puede defender a más de un imputado, a menos, que tales defensas sean
incompatibles entre sí.
Artículo 105. Defensa de varios imputados en un mismo proceso. La defensa de varios imputados podrá ser asumida
por un defensor común, a condición de que las diversas posiciones que cada uno de ellos sustentare no fueren
incompatibles entre sí.
Si el tribunal advirtiere una situación de incompatibilidad la hará presente a los afectados y les otorgará un
plazo para que la resuelvan o para que designen los defensores que se requirieren a fin de evitar la incompatibilidad de que
se tratare. Si, vencido el plazo, la situación de incompatibilidad no hubiere sido resuelta o no hubieren sido designados el o
los defensores necesarios, el mismo tribunal determinará los imputados que debieren considerarse sin defensor y procederá
a efectuar los nombramientos que correspondieren
Un defensor puede por cierto, renunciar a la defensa, sin embargo, la renuncia formal no lo
liberará de su deber de realizar todos los actos inmediatos y urgentes que fueren necesarios para impedir la
indefensión de un imputado. Los efectos de dicha renuncia, serán como dijimos, que se deberá nombrar a un
defensor penal público, a menos que se contrate a otro defensor de confianza.
Artículo 106. Renuncia o abandono de la defensa. La renuncia formal del defensor no lo liberará de su deber de
realizar todos los actos inmediatos y urgentes que fueren necesarios para impedir la indefensión del imputado.
Sin perjuicio de lo anterior, no podrá ser presentada la mencionada renuncia del abogado defensor dentro de los
diez días previos a la realización de la audiencia de juicio oral, como tampoco dentro de los siete días previos a la
realización de la audiencia de preparación de juicio.
El abogado defensor que renunciare a su cargo en los plazos señalados en el inciso anterior, o abandonare o
dejare de asistir injustificadamente a las audiencias mencionadas en el artículo 103 bis, será sancionado con la suspensión
del ejercicio de la profesión en los términos previstos en el citado precepto.
En el caso de renuncia del defensor o en cualquier situación de abandono de hecho de la defensa, el tribunal
deberá designar de oficio un defensor penal público que la asuma, a menos que el imputado se procurare antes un defensor
de su confianza. Con todo, tan pronto este defensor hubiere aceptado el cargo, cesará en sus funciones el designado por el
tribunal.
Artículo 107. Designación posterior. La designación de un defensor penal público no afectará el derecho del imputado a
elegir posteriormente otro de su confianza; pero la sustitución no producirá efectos hasta que el defensor designado
aceptare el mandato y fijare domicilio.
El desempeño de los defensores locales y de los abogados que presten defensa penal pública
estará sujeto a estrictos controles y dará origen a las responsabilidades y sanciones que la ley establece. 146
En suma, con el sistema mixto descrito se busca combinar una organización permanente de
abogados funcionarios que satisfagan los requerimientos básicos e impostergables de la defensa penal pública
con otra más flexible, de prestadores públicos o privados que deben concursar para la adjudicación de un
fondo público en base a criterios de competitividad y eficiencia.
La Ley establece como regla general que los defensores locales asumirán la defensa de los
imputados siempre que, de conformidad al CPP, falte abogado defensor por cualquier causa en cualquier
145
LÓPEZ MASLE, Julián y HORVITZ LENNON, María Inés, Ob. cit., pág. 256
146
Arts. 68 y siguientes LDPP
Como complemento final de este sistema, se confiere al Defensor Nacional la atribución para
que, en caso necesario, celebre convenios directos, por un plazo fijo, con abogados o personas jurídicas
públicas o privadas que se encuentren en condiciones de asumir la defensa penal de los imputados hasta que
se resuelva una nueva licitación. Se destaca que, en la prestación de sus servicios, estas personas naturales o
jurídicas se sujetarán a las mismas reglas aplicables a aquellas contratadas en virtud de procesos de licitación.
148
147
Art. 25 incisos 3° y 4° LDPP
148
Art. 49 inciso 3° LDPP
149
Art. 2 LDPP
150
Art. 1 LDPP
151
Arts. 35 y 36 LDPP
152
Art. 10 LDPP
La víctima está definida en este nuevo sistema procesal penal, en el artículo 108 del CPP,
consignándose allí que se considera víctima al ofendido por el delito.
Artículo 108. Concepto. Para los efectos de este Código, se considera víctima al ofendido por el delito.
En los delitos cuya consecuencia fuere la muerte del ofendido y en los casos en que éste no pudiere ejercer los derechos que
en este Código se le otorgan, se considerará víctima:
a) al cónyuge, al conviviente civil y a los hijos;
b) a los ascendientes;
c) al conviviente;
d) a los hermanos, y
e) al adoptado o adoptante.
Para los efectos de su intervención en el procedimiento, la enumeración precedente constituye un orden de
prelación, de manera que la intervención de una o más personas pertenecientes a una categoría excluye a las comprendidas
en las categorías siguientes.
Artículo 109. Derechos de la víctima. La víctima podrá intervenir en el procedimiento penal conforme a lo establecido
en este Código, y tendrá, entre otros, los siguientes derechos:
a) Solicitar medidas de protección frente a probables hostigamientos, amenazas o atentados en contra
suya o de su familia;
b) Presentar querella;
c) Ejercer contra el imputado acciones tendientes a perseguir las responsabilidades civiles provenientes
del hecho punible;
d) Ser oída, si lo solicitare, por el fiscal antes de que éste pidiere o se resolviere la suspensión del
procedimiento o su terminación anticipada;
e) Ser oída, si lo solicitare, por el tribunal antes de pronunciarse acerca del sobreseimiento temporal o
definitivo u otra resolución que pusiere término a la causa, y
f) Impugnar el sobreseimiento temporal o definitivo o la sentencia absolutoria, aun cuando no hubiere
intervenido en el procedimiento.
Los derechos precedentemente señalados no podrán ser ejercidos por quien fuere imputado del delito respectivo, sin
perjuicio de los derechos que le correspondieren en esa calidad.
El artículo 110 del CPP señala que si se tratare de las personas que subrogan a la víctima, el
Ministerio Público, cuando ellas no hubieren intervenido en el procedimiento, deberá informar sus resultados
al cónyuge del ofendido por el delito, o en su defecto, a sus hijos o a alguna de las otras personas.
8.- El querellante
8.2.- El querellante
Como regla general, la querella sólo puede ser interpuesta por la víctima, por el
representante legal de la víctima o el heredero testamentario de la víctima.
En sentido estricto la víctima es el ofendido por el delito, sin embargo en aquellos delitos
cuya consecuencia es la muerte del ofendido y en los casos en que éste no pueda ejercer sus derechos, se
considera víctima a las personas indicadas en el artículo 108 del CPP y en ese orden de prelación, es decir: a) al
cónyuge o al conviviente civil y a los hijos; b) a los ascendientes; c) al conviviente; d) a los hermanos, y e) al
adoptado o adoptante
Así toda persona capaz de parecer en juicio puede hacerlo, respecto de hechos ocurridos en
su provincia, en casos de delitos terroristas, o delitos cometidos por un funcionario público que afectaren
derechos de las personas garantizados por la Constitución o contra la probidad pública según el artículo 111
del CPP.
Por último, algunos órganos del Estado están autorizados para querellarse tratándose de
delitos relacionados con su actividad fiscalizadora. Así ocurre por ejemplo con el Servicio de Impuestos
Internos y el Servicio de Aduanas, también el Consejo de Defensa del Estado puede hacerlo en los casos que
determina su Ley Orgánica; el Ministro del Interior, Intendentes Regionales, Gobernadores Provinciales y
Comandantes de Guarnición pueden ser querellantes en delitos calificados de terroristas. En todos estos casos
se les otorga los mismos derechos que a la víctima.
Si bien el concepto tradicional de víctima se identifica con la idea de persona que sufre el
daño directo que produce el delito (sujeto pasivo del delito en términos penales), observamos la incorporación
progresiva de un concepto de víctima en un sentido colectivo, relativo al conjunto de personas que pueden
verse afectadas o son perjudicadas en sus intereses o bienes sociales por la comisión de un delito.
De las normas del CPP podemos constatar la existencia de dos tipos de querellantes:
a.- El querellante conjunto adhesivo (querellante particular), contemplado para los delitos
de acción penal pública (propiamente tal o previa instancia particular) como colaborador y control externo del
b.- El querellante privado, que tiene el carácter de acusador exclusivo y excluyente en los
delitos de acción penal privada. Este querellante tiene la carga de la persecución penal, pues en este tipo de
delitos, como ya se dijo, no interviene el Ministerio Público.
En la primera hipótesis la oportunidad para interponer una querella criminal está dada por
el plazo de la prescripción de la acción penal, dependiendo exclusivamente de la voluntad de la víctima.
En el segundo caso, en cambio, la querella criminal sólo puede interponerse por las personas
autorizadas legalmente durante la instrucción, desde el inicio del procedimiento y hasta el cierre de la
investigación. 154 De inmediato debemos advertir que el cierre de la investigación constituye una actuación
administrativa del Ministerio Público que depende de la voluntad del fiscal a cargo (voluntad que puede ser
libre en el caso de que haya agotado la investigación o provocada, en el caso que el juez de garantía lo aperciba
al cierre por haber vencido el plazo establecido). En términos generales, cuando nos referimos a la querella sin
más, se trata de la querella en el contexto de un procedimiento de acción penal pública.
La querella debe presentarse por escrito ante el juez de garantía competente, quien analizará
su admisibilidad a la luz de los requisitos establecidos en el artículo 113 del CPP.
No pueden querellarse entre sí, sea por delitos de acción pública o privada: 157
a) Los cónyuges, a no ser por delito que uno hubiere cometido contra el otro o contra sus
hijos, o por el delito de bigamia,
b) los convivientes civiles, a no ser por delito que uno hubiere cometido en contra del otro o
contra sus hijos,
153
Nota de los Autores: El término “forzar la acusación” o “forzamiento de la acusación”, hace referencia a una autorización del
juez de garantía para que el querellante pueda subrogar al ministerio público en el ejercicio de la acción penal, para los casos en que el
fiscal solicite el sobreseimiento de la causa, o bien, decida no perseverar en una investigación, es decir, en aquellos casos en que decide
no acusar.
154
Art. 112 CPP
155
Arts.115 y 368 CPP
156
Art. 117 CPP
157
Art. 116 CPP
Se trata de una sanción procesal impuesta por el tribunal al querellante, de oficio o a petición
de cualquiera de los intervinientes, en situaciones objetivas que demuestran negligencia o falta de interés de su
parte, impidiéndole ejercer en lo sucesivo los derechos que el CPP le conferían. 161
9. El actor civil
El actor civil es quien ejerce dentro del proceso penal o fuera de él, una pretensión civil, ya
sea contra el imputado o contra el tercero civilmente responsable.
Las normas de los artículos 59 a 68 del CPP se refieren a las acciones civiles. Ya anticipamos
en el capítulo II muchos temas sobre la acción civil, ahora las complementaremos simplemente, indicando
algunas cuestiones principales.
Así, cabe señalar que la víctima puede demandar civilmente además, de la acción civil
restitutoria, todas las demás acciones que tuvieren por objeto perseguir las responsabilidades civiles derivadas
del hecho punible, pero sólo cuando la víctima entablara la acción contra el imputado o acusado. Es decir, si
deseara perseguir la responsabilidad civil de tercero civilmente responsable, deberá hacerlo en sede de
Tribunal civil competente y ya no a través de este procedimiento.
158
Art. 118 CPP
159
Art. 119 CPP
160
Art. 120 CPP
161
Art. 121 CPP
Mucho se ha hablado de lo inadecuado que para algunos ha resultado, que dentro del
proceso penal estén inmersos los intereses patrimoniales de la víctima, empero, estimo al igual que CISTERNA
PINO, que este Código, aún restringiendo la acción civil del ofendido por el delito al acusado únicamente, por
otro lado ha ampliado el abanico de sus posibilidades, “Sin embargo ello es más aparente que real y baste para
comprobarlo que en el nuevo sistema el perjudicado tiene no sólo acciones (pretensiones es el término correcto) que puede
ejercer a través de la demanda civil y las tercerías, sino otras vías que no implican el ejercicio de la acción civil
propiamente tal. En efecto, a través de los acuerdos reparatorios (art. 241) y la suspensión condicional del procedimiento
(art. 238 CPP letra e)), el perjudicado puede conseguir la reparación total o parcial de los perjuicios sufridos con el hecho
punible. Otro ejemplo está en la obligación que pesa sobre el Tribunal de Juicio Oral de continuar y fallar la causa en su
aspecto civil, en aquel caso en que iniciado el juicio oral se dicte sobreseimiento definitivo (art. 68 del CPP)”. 162
La demanda civil debe interponerse en la oportunidad prevista en el artículo 261 del CPP, es
decir, hasta 15 días antes de la fecha fijada para la realización de la audiencia de preparación del juicio oral,
debiendo cumplir tal demanda, con los requisitos exigidos en el artículo 254 del CPC. 163
Artículo 61. Preparación de la demanda civil. Sin perjuicio de lo dispuesto en el artículo anterior, con posterioridad a
la formalización de la investigación la víctima podrá preparar la demanda civil solicitando la práctica de diligencias que
considerare necesarias para esclarecer los hechos que serán objeto de su demanda, aplicándose, en tal caso, lo establecido en
los artículos 183 y 184.
Asimismo, se podrá cautelar la demanda civil, solicitando alguna de las medidas previstas en el artículo 157.
La preparación de la demanda civil interrumpe la prescripción. No obstante, si no se dedujere demanda en la
oportunidad prevista en el artículo precedente, la prescripción se considerará como no interrumpida.
Artículo 64. Desistimiento y abandono. La víctima podrá desistirse de su acción en cualquier estado del
procedimiento.
Se considerará abandonada la acción civil interpuesta en el procedimiento penal, cuando la víctima no
compareciere, sin justificación, a la audiencia de preparación del juicio oral o a la audiencia del juicio oral.
162
CISTERNA PINO, Adolfo; “Acciones Civiles en el Nuevo Proceso Penal”; Editorial Librotecnia, 1° edición, Noviembre de 2005,
págs. 36 y 37
163
Art. 254 CPC: La demanda debe contener: 1° La designación del tribunal ante quien se entabla; 2° El nombre, domicilio y
profesión u oficio del demandante y de las personas que lo representen, y la naturaleza de la representación; 3° El nombre, domicilio y
profesión u oficio del demandado; 4° La exposición clara de los hechos y fundamentos de derecho en que se apoya; y 5° La enunciación
precisa y clara, consignada en la conclusión de las peticiones que se sometan al fallo del tribunal.
1. Concepto
De allí que nuestro legislador haya ideado variados procedimientos, dependiendo, en primer
lugar de la pena solicitada por el fiscal en su acusación penal o requerimiento.
Otra posibilidad diferenciadora lo ha sido por la materia, por ejemplo, al tratar los delitos de
acción privada, ha señalado para ellos en los artículos 400 a 405 del CPP su reglamentación.
Además, trata tanto el procedimiento de extradición activa como la extradición pasiva, en los
artículos 431 a 454.
Por otro lado, regula en los artículos 455 a 465 del CPP un procedimiento para la sola
aplicación de medidas de seguridad para enajenados mentales.
2. Clasificaciones
164
Art. 108 COT: La competencia es la facultad que tiene cada juez o tribunal para conocer de los negocios que la ley ha
colocado dentro de la esfera de sus atribuciones.
165
Art. 115 COT: En los asuntos civiles la cuantía de la materia se determina por el valor de la cosa disputada. En los asuntos
criminales se determina por la pena que el delito lleva consigo.
Procedimiento Abreviado
Cuantía (pena)
Procedimiento Simplificado
Procedimiento Monitorio
Materia
Fuero Grande
Personas con fuero constitucional
Fuero Chico
Fuero
3. Aplicación
El procedimiento abreviado se aplica para aquellos casos en que el fiscal requiera se imponga
al acusado una pena de hasta 5 años de presidio menor en su grado máximo, o tratándose de algunos delitos
contra la propiedad pida la imposición de la una condena por 10 años. Esto debe ser solicitado expresamente y
solo una vez formalizado el imputado. También puede realizarse en la fase intermedia, ya sea por escrito
conjuntamente en la acusación o verbalmente en la audiencia de preparación del juicio oral. Su conocimiento y
fallo queda entregado a un Juez de Garantía.
El procedimiento monitorio se aplica para las faltas penales en aquellos casos en que el fiscal
requiera la aplicación de una pena de multa. Al igual que los dos anteriores, su conocimiento y fallo queda
entregado a un Juez de Garantía.
Este procedimiento sólo actúa el querellante que esté habilitado para interponer acción como
víctima de un delito de esta clase, por la comisión de algunos de los delitos de acción penal privada. En este
procedimiento no actúa para nada el Ministerio Público. Se lo conoce y falla por el Juez de Garantía.
Son mecanismos procesales que procuran asegurar los fines penales y civiles del
procedimiento.
En razón de las diferencias que existen entre las medidas cautelares personales y reales, a
continuación procederemos a analizarlas en forma separada.
1.1.1.- Concepto
Según los profesores Duce y Riego 166 el tema de la coerción durante el proceso suele ser uno
de los aspectos más polémicos de todo ordenamiento procesal penal y en el caso de nuestro país no ha sido la
excepción.
De acuerdo a las orientaciones del nuevo sistema, estas medidas no pueden constituir una
anticipación de pena, pues de ser así se estaría vulnerando el derecho del imputado al juicio previo y la
presunción de inocencia.
El correcto establecimiento de la verdad puede estar en riesgo ya sea por la negativa del
imputado a comparecer a los actos del procedimiento (peligro de fuga) o por la evidencia de que éste
desarrollará actos de destrucción u ocultación de pruebas (éxito de la investigación). 167
Por su parte, la actuación de la ley penal supone la disponibilidad del sujeto para la
imposición y ejecución de la sanción y puede estar en riesgo cuando exista evidencia de que el imputado
pretenda eludir la acción de la justicia mediante la fuga. 168
166
DUCE y RIEGO; Ob. cit., pág. 243
167
Art. 140 inciso 1°, letra c), incisos 2° y 3° CP.
a.- Principio de legalidad, que consiste en una reserva legal para el reconocimiento de las
medidas coercitivas que implican formas de restricción o privación de libertad. 169
b.- Principio de Jurisdiccionalidad, en cuya virtud las medidas cautelares personales sólo
pueden ser adoptadas por el órgano jurisdiccional competente, con la salvedad de la facultad que tienen
ciertas autoridades para ordenar la detención de una persona. 170
e.- Principio de Provisionalidad, toda vez que estas medidas deben mantenerse sólo
mientras subsista la necesidad de su aplicación y permanezca pendiente el procedimiento penal al que
instrumentalmente sirven. 173
f.- Principio de Proporcionalidad, esto es, que las medidas estén en relación proporcional
con la finalidad del procedimiento que se persigue cautelar y con la gravedad del hecho que se investiga. La
regla general está constituida por la aplicación de las medidas cautelares personales menos intensas para la
libertad del imputado y la prisión preventiva sólo procederá cuando las demás medidas fueren insuficientes
para asegurar los fines del procedimiento. 174
1.1.4.- La citación
168
Art. 141 inciso 2° CPP
169
Arts. 19 N° 7, letra b) CPRCH, y 5 CPP
170
Art. 122 inciso 2° CPP
171
Arts. 4, 5 y 122 inciso 1° CPP
172
Art. 122 inciso 1° CPP
173
Arts. 122 inciso 1° y 141 inciso 2° CPP
174
Art. 139 inciso 2° CPP
Las modificaciones introducidas por la Ley N° 19.789 en esta materia han reducido los
alcances de este límite, ampliando la posibilidad de que las medidas privativas de libertad se apliquen a las
faltas y a los delitos de menor gravedad.
Para lograr este efecto el nuevo texto del artículo 124 CPP sustrajo del ámbito de la citación
los casos en que la imputación se refiere a delitos sancionados con penas que no exceden las de presidio o
reclusión menores en su grado mínimo.
También se ha producido el debilitamiento de las dos hipótesis subsistentes, esto es, los casos
de faltas o delitos que la ley no sancionare con penas privativas ni restrictivas de libertad. Para estas
situaciones, el nuevo inciso final de la disposición declara admisibles otras medidas privativas o restrictivas de
libertad “en los casos a que se refiere el inciso 4° del artículo 134 o cuando procediere el arresto por falta de
comparecencia, la detención o la prisión preventiva de acuerdo a lo dispuesto en el artículo 33”.
Según los profesores Horvitz y López, 176 lo anterior conlleva que, aún en las hipótesis que
subsisten, queda autorizada la detención en caso de flagrancia, e incluso la detención y prisión preventiva por
falta de comparecencia. De este modo, la prisión preventiva pasa a ser plenamente aplicable a todo tipo de
crímenes, simples delitos y faltas, 177 sin olvidar que el único objetivo que habilita la prisión en los casos de
faltas y delitos menores es el de asegurar la comparecencia del imputado y que rige sólo cuando éste ha
incumplido con dicha obligación en forma previa.
Las hipótesis de citación subsistentes se encuentran, por otra parte, restringidas ahora en el
caso de flagrancia, y se faculta a la policía para conducir al imputado al recinto policial, para efectuar allí la
citación. 178
1.1.5.- La detención
La detención como medida cautelar personal es aquella en virtud de la cual, sin citación
previa, se priva de libertad a una persona a quien se le imputa la comisión de un delito, por un breve lapso,
175
Arts. 124 inciso 1°, 155 y 393 bis CPP
176
LÓPEZ MASLE, Julián y HORVITZ LENNON, María Inés, Ob. cit., pág. 607
177
Art. 141 inciso 4° CPP
178
Art. 134 inciso 3° CPP
Para que sea procedente la detención judicial se requiere la concurrencia de las siguientes
condiciones:
1.- Apariencia de buen derecho, por aplicación del principio de proporcionalidad parece
necesario exigir un cierto grado de probabilidad acerca de la existencia del hecho punible y de la participación
del imputado. En razón de la diferente intensidad de las cautelares parece lógico exigir un menor grado de
probabilidad que aquél que se requiere para la prisión preventiva.
2.- Peligro de retardo, en el sentido que la detención es necesaria pues de otra manera la
comparecencia del imputado pudiere verse demorada o dificultada.
3.- La necesidad de la medida, que habrá de ponderarse por el tribunal en los términos del
artículo 122 CPP, esto es que la detención sea estrictamente indispensable para asegurar la realización de los
fines del procedimiento. No será suficiente cualquier demora o dificultad en la comparecencia del imputado,
sino sólo aquella que genere un riesgo serio para que el procedimiento cumpla sus fines de averiguar
correctamente la verdad (peligro de obstaculización de la investigación) o actuar de la ley penal (peligro de
fuga).
En cuanto al procedimiento a seguir para decretar una detención judicial debemos tener en
cuenta, en primer lugar, que el tribunal no puede ordenar la detención de oficio, salvo el caso de delito
flagrante en la sala de su despacho, de modo que por regla general se requiere la petición expresa del
Ministerio Público. 180
La orden de detención debe ser cumplida por las policías, organismos encargados
legalmente de ejecutar las medidas de coerción que se decreten. 182 En el ejercicio de esta función la policía está
facultada para registrar los lugares y recintos de libre acceso público en búsqueda del imputado 183 y puede
incluso entrar y registrar edificios o lugares cerrados en los que se presumiere que el imputado se encontrare,
siempre que su propietario o encargado consintiere expresamente en la práctica de la diligencia, 184 en caso
contrario la policía se limitará a adoptar las medidas para evitar la fuga del imputado, mientras el fiscal solicite
al Juez la autorización para proceder a la entrada y registro.
Antes de practicar la detención la policía debe intimar la orden en forma legal al imputado.
La contrapartida a esta obligación es el derecho del imputado a que la orden le sea exhibida y a obtener una
copia de ella. 185 Además, en el acto de la detención la policía debe informar al detenido acerca del motivo de
la detención y de los derechos a que se refiere el artículo 135 del CPP.
179
Art. 127 inciso 1° CPP
180
Art. 127 inciso 1° CPP
181
Art. 122 inciso final CPP
182
Art. 79 inciso 1° CPP
183
Art. 204 CPP
184
Art. 205 CPP
185
Art. 19 N° 7 letra d) inciso 3° CPRCH
Asimismo, puede ser considerada razón suficiente el hecho de que el imputado haya
reconocido voluntariamente la participación en un crimen o simple delito.
Pero en el caso que legalmente citado y sin justificación el imputado no comparezca a una
audiencia que requiere su presencia, el juez deberá decretar su detención.
Si el juez niega lugar a decretar la detención judicial, dicha resolución es apelable ante la ICA
respectiva.
Artículo 127.- Detención judicial. Salvo en los casos contemplados en el artículo 124, el tribunal, a
solicitud del ministerio público, podrá ordenar la detención del imputado para ser conducido a su presencia, sin previa
citación, cuando de otra manera la comparecencia pudiera verse demorada o dificultada.
Además, podrá decretarse la detención del imputado por un hecho al que la ley asigne una pena
privativa de libertad de crimen.
Tratándose de hechos a los que la ley asigne las penas de crimen o simple delito, el juez podrá
considerar como razón suficiente para ordenar la detención la circunstancia de que el imputado haya concurrido
voluntariamente ante el fiscal o la policía, y reconocido voluntariamente su participación en ellos.
También se decretará la detención del imputado cuya presencia en una audiencia judicial fuere
condición de ésta y que, legalmente citado, no compareciere sin causa justificada.
La resolución que denegare la orden de detención será susceptible del recurso de apelación por el
Ministerio Público.
Se trata de una detención ordenada por un funcionario público diferente del juez, pero
autorizado expresamente por la ley, con el mismo objeto de la detención judicial y sujeta a sus mismos
supuestos de aplicación y procedimientos.
También llamada arresto, es la detención del imputado decretada por el juez, de oficio o a
petición del Ministerio Público, como consecuencia del incumplimiento injustificado de la citación despachada
previamente por el juez o el fiscal y con el objeto de asegurar su comparecencia a la actuación respectiva. 187
186
Art. 131 inciso 1° CPP
187
Arts. 33 inciso 3°, 124, 127 y 193 CPP
Es aquella que puede realizar cualquier persona que sorprenda a otra en delito flagrante, con
el solo objeto de poner inmediatamente al detenido a disposición de la policía, del Ministerio Público o de la
autoridad judicial más próxima.
Artículo 129. Detención en caso de flagrancia. Cualquier persona podrá detener a quien sorprendiere en delito
flagrante, debiendo entregar inmediatamente al aprehendido a la policía, al ministerio público o a la autoridad judicial más
próxima.
Los agentes policiales estarán obligados a detener a quienes sorprendieren in fraganti en la comisión de un delito. En el
mismo acto, la policía podrá proceder al registro de las vestimentas, equipaje o vehículo de la persona detenida, debiendo
cumplir con lo señalado en el inciso segundo del artículo 89 de este Código.
No obstará a la detención la circunstancia de que la persecución penal requiriere instancia particular previa, si el delito
flagrante fuere de aquellos previstos y sancionados en los artículos 361 a 366 quáter del Código Penal.
La policía deberá, asimismo, detener al sentenciado a penas privativas de libertad que hubiere quebrantado su condena, al
que se fugare estando detenido, al que tuviere orden de detención pendiente, a quien fuere sorprendido en violación
flagrante de las medidas cautelares personales que se le hubieren impuesto, al que fuere sorprendido infringiendo las
condiciones impuestas en virtud de las letras a), b), c) y d) del artículo 17 ter de la ley Nº 18.216 y al que violare la
condición del artículo 238, letra b), que le hubiere sido impuesta para la protección de otras personas.
Sin perjuicio de lo señalado en el inciso anterior, el tribunal que correspondiere deberá, en caso de quebrantamiento de
condena y tan pronto tenga conocimiento del mismo, despachar la respectiva orden de detención en contra del condenado.
En los casos de que trata este artículo, la policía podrá ingresar a un lugar cerrado, mueble o inmueble, cuando se
encontrare en actual persecución del individuo a quien debiere detener, para practicar la respectiva detención. En este
caso, la policía podrá registrar el lugar e incautar los objetos y documentos vinculados al caso que dio origen a la
persecución, dando aviso de inmediato al fiscal, quien los conservará. Lo anterior procederá sin perjuicio de lo establecido
en el artículo 215.
La ley no define la flagrancia, limitándose a señalar casos en que entiende existe una
situación de flagrancia. 188 Doctrinariamente se ha sostenido que la palabra flagrante viene del latín flagrans-
flagrantis, participio del presente del verbo flagrare, que significa “arder o quemar como fuego o llama”, de tal
modo que delito flagrante es aquel que resplandece, salta a la vista, que es groseramente vistoso y ostensible.
Por ello la idea de flagrancia excluye la inferencia, deducción, indicio, sospecha o presunción, que constituyen
procesos intelectuales y no meramente sensoriales. 189 Sin embargo, las situaciones de la flagrancia, han sido
estipuladas expresamente por el legislador:
188
Art. 130 CPP
189
En este sentido CISTERNA PINO, Adolfo en su libro “La detención por flagrancia en el nuevo proceso penal. Doctrina y
Jurisprudencia”. Editorial Librotecnia, primera edición, mayo 2004, página 22.
En la detención por flagrancia se mantienen las obligaciones de informar los derechos del
detenido y conducirlo dentro de plazo ante el juez competente. Sin embargo, en forma previa la policía
informará del hecho de la detención al Fiscal, dentro del plazo de doce horas. El Fiscal puede disponer la
libertad del detenido o su conducción ante el juez dentro de un plazo máximo de veinticuatro horas contado
desde la detención. 191
Si el detenido fuere un diputado o senador, 193 juez, fiscal judicial o fiscal del Ministerio
Público, 194 el fiscal respectivo debe poner al detenido inmediatamente a disposición de la Corte de
Apelaciones correspondiente.
1.1.6.-Duración de la detención
Cualquiera sea el tipo de detención de que se trate, ella termina tan pronto se cumple el
objetivo perseguido. Si se trata de una detención por flagrancia cesa una vez que el detenido es puesto a
disposición del tribunal, lo mismo ocurre con la detención imputativa, pues el fiscal estará en condiciones de
formalizar y luego pedir, en su caso, medidas cautelares; por último, tratándose de la detención judicial por
incomparecencia, previa citación, cesa del mismo modo al cumplirse con la comparecencia.
Puede llevar a confusión el hecho que la privación de libertad que originalmente se fundaba
en una detención, luego se transforme en prisión preventiva o en el cumplimiento de la pena privativa
quebrantada. Pero en realidad lo que sucede es que la detención ha terminado.
Este plazo para poner al detenido a disposición del tribunal no es ampliable, sin embargo,
una vez cumplido el deber que pesa sobre la policía, el fiscal puede solicitar al juez de garantía una
ampliación de la detención hasta por tres días, fundado en que no está en condiciones de formalizar
inmediatamente la investigación o pedir cautelares, debido a que no cuenta con los antecedentes necesarios. El
juez concederá la ampliación cuando estime que los antecedentes justifican la medida.
190
Arts. 83 letra b) y 129 CPP
191
Art. 131 inciso 2° CPP
192
Art. 134 inciso final CPP
193
Art. 417 CPP
194
Arts. 426 CPP y 78 CPRCH
Si se trata de una detención ordenada por funcionarios públicos distintos del juez, como no
existe norma, habrá que estarse a lo que diga la ley que establece la facultad, y de persistir la falta de norma
expresa, procede aplicar analógicamente la norma que exige la conducción inmediata.
Si bien el artículo 19 N° 7 letra c) de la CPRCH contempla para este caso un plazo máximo de
cuarenta y ocho horas, la historia legislativa del CPP evidencia que la intención de la ley fue acortar ese plazo y
uniformar todos los plazos de detención en veinticuatro horas. De este modo la ley garantiza de una mejor
manera el derecho a la libertad personal reduciendo el plazo máximo que establecía la CPRCH.
Si se trata de una detención por delito flagrante, el plazo máximo legal para poner al
detenido a disposición del juez es también de veinticuatro horas 195 y se mantiene la facultad de solicitar una
ampliación de ese plazo hasta por tres días. Sin embargo, la policía debe informarle al fiscal la detención
dentro del plazo de 12 horas. Asimismo, si llevado el detenido a la audiencia de control de detención y esta ha
sido declarada ilegal, el fiscal no puede pedir la ampliación del plazo para efectos de formalizar.
Artículo 131.- Plazos de la detención. Cuando la detención se practicare en cumplimiento de una orden judicial, los
agentes policiales que la hubieren realizado o el encargado del recinto de detención conducirán inmediatamente al detenido
a presencia del juez que hubiere expedido la orden. Si ello no fuere posible por no ser hora de despacho, el detenido podrá
permanecer en el recinto policial o de detención hasta el momento de la primera audiencia judicial, por un período que en
caso alguno excederá las veinticuatro horas.
Cuando la detención se practicare en virtud de los artículos 129 y 130, el agente policial que la hubiere realizado
o el encargado del recinto de detención deberán informar de ella al ministerio público dentro de un plazo máximo de doce
horas. El fiscal podrá dejar sin efecto la detención u ordenar que el detenido sea conducido ante el juez dentro de un plazo
máximo de veinticuatro horas, contado desde que la detención se hubiere practicado. Si el fiscal nada manifestare, la
policía deberá presentar el detenido ante la autoridad judicial en el plazo indicado.
Cuando el fiscal ordene poner al detenido a disposición del juez, deberá, en el mismo acto, dar conocimiento de
esta situación al abogado de confianza de aquél o a la Defensoría Penal Pública.
Para los efectos de poner a disposición del juez al detenido, las policías cumplirán con su obligación legal
dejándolo bajo la custodia de Gendarmería del respectivo tribunal.
El control jurídico de las condiciones de la detención puede producirse básicamente por dos
vías contempladas en el CPP:
Así se denomina en la práctica la primera audiencia judicial del detenido ante el juez que
ordenó su detención imputativa, o en los casos de detención por flagrancia y las que han sido ordenadas por
funcionarios públicos distintos, ante el juez de garantía competente. En realidad es una audiencia del control
de la legalidad de la detención.
Aun cuando el CPP no señala que la finalidad de esta audiencia sea efectuar un control
jurídico acerca de las condiciones de la detención, ello fluye de lo dispuesto en los artículos 95 inciso 1° del
CPP, 9 N° 4 del PIDCP y 7 N° 6 de la CADH.
195
Art. 131 inciso 2° CPP
Artículo 132.- Comparecencia judicial. A la primera audiencia judicial del detenido deberá concurrir el fiscal o el
abogado asistente del fiscal. La ausencia de éstos dará lugar a la liberación del detenido. No obstante lo anterior, el juez
podrá suspender la audiencia por un plazo breve y perentorio no superior a dos horas, con el fin de permitir la
concurrencia del fiscal o su abogado asistente. Transcurrido este plazo sin que concurriere ninguno de ellos, se procederá a
la liberación del detenido.
En todo caso, el juez deberá comunicar la ausencia del fiscal o de su abogado asistente al fiscal regional
respectivo a la mayor brevedad, con el objeto de determinar la eventual responsabilidad disciplinaria que correspondiere.
En la audiencia, el fiscal o el abogado asistente del fiscal actuando expresamente facultado por éste, procederá
directamente a formalizar la investigación y a solicitar las medidas cautelares que procedieren, siempre que contare con los
antecedentes necesarios y que se encontrare presente el defensor del imputado. En el caso de que no pudiere procederse de
la manera indicada, el fiscal o el abogado asistente del fiscal actuando en la forma señalada, podrá solicitar una ampliación
del plazo de detención hasta por tres días, con el fin de preparar su presentación. El juez accederá a la ampliación del plazo
de detención cuando estimare que los antecedentes justifican esa medida.
En todo caso, la declaración de ilegalidad de la detención no impedirá que el fiscal o el abogado asistente del fiscal
pueda formalizar la investigación y solicitar las medidas cautelares que sean procedentes, de conformidad con lo dispuesto
en el inciso anterior, pero no podrá solicitar la ampliación de la detención. La declaración de ilegalidad de la detención no
producirá efecto de cosa juzgada en relación con las solicitudes de exclusión de prueba que se hagan oportunamente, de
conformidad con lo previsto en el artículo 276.
Si se trata de una detención judicial consideramos que no procede revisar sus fundamentos,
pues el control lo estaría ejerciendo el mismo juez que la ordenó y en virtud de lo señalado en el artículo 95
inciso final del CPP. Sin embargo algunos jueces han sostenido que cuando la orden de detención se ha
realizado de manera verbal, por tratarse de casos urgentes, es posible verificar la veracidad de los
presupuestos que se les dio al juez y cuyo resultado se tradujo en una orden de detención. Incluso también se
ha sostenido que es procedente verificar la vigencia de la orden de detención, en aquellos casos que se han
decretado por un tiempo limitado.
196
Arts. 97 y 136 CPP
Artículo 132 bis.- Apelación de la resolución que declara la ilegalidad de la detención. Tratándose de los delitos
establecidos en los artículos 141, 142, 361, 362, 365 bis, 390, 391, 433, 436 y 440 del Código Penal, en las leyes N°
17.798 y N° 20.000 que tengan penas de crimen o simple delito, y de los delitos de castración, mutilaciones y lesiones
contra miembros de Carabineros, de la Policía de Investigaciones y de Gendarmería de Chile, en el ejercicio de sus
funciones, la resolución que declare la ilegalidad de la detención será apelable por el fiscal o el abogado asistente del fiscal
en el solo efecto devolutivo. En los demás casos no será apelable.
En resumen, se trata de los delitos establecidos en los artículos 141 (secuestro), 142
(sustracción de menores), 361 (violación propia), 362 (violación impropia), 365 bis (abuso sexual con
introducción de objetos), 390 (parricidio), 391 (homicidio simple y calificado), 433 (robo calificado), 436 (robo
con violencia, intimidación o por sorpresa) y 440 (robo con fuerza en lugar habitado) del Código Penal, en las
leyes N°17.798 (ley de control de armas) y N°20.000 (tráfico ilícito de estupefacientes) que tengan penas de
crimen o simple delito, y de los delitos de castración, mutilaciones y lesiones contra miembros de Carabineros,
de la Policía de Investigaciones y de Gendarmería de Chile, en el ejercicio de sus funciones.
Es un derecho que se reconoce a toda persona privada de libertad para ser conducida sin
demora ante cualquier juez de garantía, para que examine la legalidad de su privación de libertad y las
condiciones en que se encontrare constituyéndose, si fuere necesario, en el lugar en que ella estuviere. El juez
podrá ordenar la libertad del afectado o adoptar las medidas que fueren procedentes. El abogado de la persona
privada de libertad, sus parientes o cualquier persona en su nombre podrán siempre ocurrir ante el juez que
conociere del caso o aquél del lugar donde aquélla se encontrare, para solicitar que ordene que sea conducida a
su presencia y se ejerzan las facultades establecidas en el inciso anterior. Con todo, si la privación de libertad
hubiere sido ordenada por resolución judicial, su legalidad sólo podrá impugnarse por los medios procesales
que correspondan ante el tribunal que la hubiere dictado, sin perjuicio de lo establecido en el artículo 21 de la
Constitución Política de la República 197
197
Art. 95 CPP
198
Art. 21 CPRCH
En razón de la especial protección que todo Estado debe proporcionar a los niños, la Ley de
Responsabilidad Penal de los Menores Adolescentes, contiene ciertas normas especiales nuevas relativas a su
tratamiento en calidad de imputados penales.
Si el hecho imputado a un menor fuere de alguno de los señalados en el artículo 124 del CPP,
199 Carabineros de Chile se limitará a citarlo a la presencia del fiscal y lo dejará libre, previo señalamiento de su
domicilio. En este punto, sin embargo, cabe tener presente la norma del artículo 1° de la Ley N° 20.084 que
señala que: Tratándose de faltas, sólo serán responsables en conformidad con la presente ley los adolescentes
mayores de dieciséis años y exclusivamente tratándose de aquellas tipificadas en los artículos 494 números 1,
4, 5 y 19, sólo en relación con el artículo 477, 494 bis, 495, número 21, y 496, números 5 y 26, del Código Penal y
de las tipificadas en la ley Nº 20.000. En los demás casos se estará a lo dispuesto en la ley 19.968.
Los menores adolescentes, en los casos en que sean detenidos en flagrancia o bien por una
orden judicial, deberán ser puestos de manera inmediata y directa y en el menor tiempo posible, que no exceda
las 24 horas ante un juez de Garantía.
Artículo 31 Ley 20.084.- Detención en caso de flagrancia. Carabineros de Chile y la Policía de Investigaciones, en
Art. único Nº 5 sus respectivos ámbitos de competencia, deberán poner a los adolescentes que se encuentren en las
situaciones previstas en los artículos 129 y 131 del Código Procesal Penal, a disposición del juez de garantía, de manera
directa y en el menor tiempo posible, no pudiendo exceder de 24 horas. La audiencia judicial que se celebre gozará de
preferencia en su programación.
En consecuencia la policía sólo puede detener en estos casos, debiendo poner directa e
inmediatamente a estos menores a disposición del juez de garantía competente para los efectos del control de
la detención. El plazo de la detención se puede ampliar, conforme faculta el artículo 132 del CPP hasta por tres
días. Si ello ocurriere la detención del menor adolescente sólo puede ser ejecutada en un centro de internación
provisoria.
El fiscal puede solicitar ampliación del plazo de la detención y si el juez de garantía accede,
el menor deberá ingresar a un Centro de Internación Provisoria.
199
Art. 124 inciso 1° CPP: Cuando la imputación se refiriere a faltas, o delitos que la ley no sancionare con penas privativas ni
restrictivas de libertad, no se podrán ordenar medidas cautelares que recaigan sobre la libertad del imputado, con excepción de la
citación.
200
Art. 31 Ley de RPA N°20.084
Si bien aparece como contrapuesta a los derechos al juicio previo y presunción de inocencia,
se justifica y legitima sólo en cuanto su finalidad sea la de garantizar los fines del procedimiento, más no si se
le utiliza como una anticipación de pena. La prisión preventiva no puede perseguir las mismas finalidades que
la pena.
Se ha dicho que la forma en que un Estado resuelve la contradicción entre presunción de
inocencia y prisión preventiva está en directa relación con los grados de libertad individual que se reconocen
en una determinada sociedad.
a.- Apariencia de buen derecho, que en este caso consiste en que el solicitante acredite ante
el tribunal las circunstancias signadas con las letras a) y b) del inciso 1° del artículo 140 del CPP, también
llamadas “supuesto material” de la prisión preventiva.
a) Que existen antecedentes que justificaren la existencia del delito que se investigare;
Si analizamos esta primera circunstancia en relación con la locución de la letra b) que exige
solamente “antecedentes que permitieren presumir fundadamente”. En el juicio de probabilidad sobre la
participación del imputado, se constata que el nivel de certeza exigido en el primer caso (letra a) es superior al
segundo (letra b).
Según Duce y Riego 201 lo que se requiere es que el juez, frente a la solicitud del fiscal,
verifique primero la seriedad de los cargos. Esto es, que en una apreciación temprana, la información con que
cuenta el fiscal tenga los elementos necesarios que permitan fundamentar esos cargos de un modo
suficientemente convincente, en términos de prever que habrá de llevarse adelante un juicio en el que la
prueba será examinada pormenorizadamente y que luego será valorada en la sentencia.
Agregan, que en la práctica, el nuevo sistema exige que el fiscal le cuente al juez cuáles son
los antecedentes que fundamentan los cargos que formula. Si de esta exposición, que se realiza en la audiencia
y que puede ser controvertida por la defensa, el juez llega a la conclusión que el fiscal cuenta con un material
que aparentemente le permitirá promover la realización de un juicio con una buena probabilidad de éxito,
entonces puede dar por satisfecho el elemento material necesario para las medidas cautelares. El juez no
201
DUCE y RIEGO, Ob. cit., pág. 248
2.- Que la libertad del imputado sea peligrosa para la seguridad de la sociedad; o
3.- Que la libertad del imputado sea peligrosa para la seguridad del ofendido.
Será el tribunal quien determine la ocurrencia de estas situaciones en cada caso concreto, sin
embargo el legislador ha señalado ciertos parámetros objetivos en que estima que existe esa necesidad
cautelar.
202
Nota de los Autores: Esa misma orientación se observa en la historia legislativa de las normas que introducen esta causal en
nuestro ordenamiento, a saber, el Acta Constitucional N° 3, luego recogida por la CPRCH y en el Código de Procedimiento Penal, en
cuanto se refería a dos situaciones distintas: el peligro de que el imputado eludiera la acción de la justicia y el peligro de que continúe
delinquiendo. La modificación introducida por la Ley N° 19.047 si bien dejó el contenido de la causal abierta a la interpretación judicial,
el componente de prevención se mantuvo, situación que poco varió con las modificaciones contenidas en las leyes N° 19.503 y 19.661.
Algunos autores han tratado de buscar una interpretación sistémica que haga compatibles la
necesidad cautelar con los principios inspiradores del sistema y con las normas de derecho internacional, para
ello sostienen que el sentido de este peligro para la seguridad de la sociedad se corresponde a la existencia de
“peligro de fuga” o intención de eludir la acción de la justicia más que a un peligro de reincidencia.
- Cuando los delitos imputados tengan asignada pena de crimen en la ley que los
consagra;
- Cuando el imputado hubiere sido condenado con anterioridad por delito al que la ley
señale igual o mayor pena, sea que la hubiere cumplido efectivamente o no;
- Cuando se encontrare sujeto a alguna medida cautelar personal como orden de detención
judicial pendiente u otras, en libertad condicional o cumpliendo alguna de las penas sustitutivas a la
ejecución de las penas privativas o restrictivas de libertad contempladas en la ley.
Asimismo, para estimar si la libertad del imputado resulta o no peligrosa para la seguridad
de la sociedad, el tribunal deberá considerar especialmente alguna de las siguientes circunstancias: la gravedad
de la pena asignada al delito; el número de delitos que se le imputare y el carácter de los mismos; la existencia
de procesos pendientes, y el hecho de haber actuado en grupo o pandilla.
Además, respecto al peligro para la seguridad del ofendido, también son aplicables los
cuestionamientos anteriores, sin embargo su aplicación es más restringida en relación a las situaciones que la
generan y la posibilidad de utilizar otras medidas cautelares menos intensas e igualmente eficientes, por
ejemplo la prohibición de acercarse al ofendido. En todo caso se entenderá que la seguridad del ofendido se
encuentra en peligro por la libertad del imputado cuando existieren antecedentes calificados que permitieren
presumir que éste realizará atentados en contra de aquél, o en contra de su familia o de sus bienes.
Artículo 140.- Requisitos para ordenar la prisión preventiva. Una vez formalizada la investigación, el tribunal, a
petición del Ministerio Público o del querellante, podrá decretar la prisión preventiva del imputado siempre que el
solicitante acreditare que se cumplen los siguientes requisitos:
a) Que existen antecedentes que justificaren la existencia del delito que se investigare;
b) Que existen antecedentes que permitieren presumir fundadamente que el imputado ha tenido participación en el delito
como autor, cómplice o encubridor, y
c) Que existen antecedentes calificados que permitieren al tribunal considerar que la prisión preventiva es indispensable
para el éxito de diligencias precisas y determinadas de la investigación, o que la libertad del imputado es peligrosa para la
seguridad de la sociedad o del ofendido, o que existe peligro de que el imputado se dé a la fuga, conforme a las disposiciones
de los incisos siguientes.
Se entenderá especialmente que la prisión preventiva es indispensable para el éxito de la investigación cuando existiere
sospecha grave y fundada de que el imputado pudiere obstaculizar la investigación mediante la destrucción, modificación,
ocultación o falsificación de elementos de prueba; o cuando pudiere inducir a coimputados, testigos, peritos o terceros para
que informen falsamente o se comporten de manera desleal o reticente.
Se trata de casos en que esta medida cautelar personal y excepcional aparece como
desproporcionada (principio de proporcionalidad en relación con la finalidad del procedimiento que se
persigue cautelar y con la gravedad del hecho que se investiga, circunstancias de comisión y pena) e
innecesaria (Principio de instrumentalidad, en razón de la consecución de los fines del procedimiento). 203
Así legalmente se reconoce que esto ocurre respecto de los delitos sancionados únicamente
con penas pecuniarias o privativas de derechos, o con penas privativas o restrictivas de libertad de duración
no superior a la de presidio o reclusión menores en su grado mínimo.
A nivel de valoración judicial, pueden resultar excesivas cuando el delito se castigue o con
penas privativas o restrictivas de libertad de duración no superior a la de presidio o reclusión menores en su
grado mínimo y cuando el tribunal considere que, en el caso de condena, el imputado pueda ser objeto de un
beneficio alternativo y acredite tener vínculos permanentes con la comunidad, que den cuenta de su arraigo
familiar o social.
203
Art. 141 CPP
Aún cuando nos encontremos frente a uno de los casos de improcedencia a que se refiere el
artículo 141 inciso 2° del CPP, el tribunal puede decretar la prisión preventiva, siempre a solicitud del
Ministerio Público o del querellante, en los siguientes casos:
1.- Cuando el imputado hubiere incumplido alguna de las medidas cautelares del artículo
155 o 156 bis 204 ;
o
2.- Cuando se estimare que el imputado no se presentará a los actos del procedimiento y a la
ejecución de la sentencia, después de requerido o citado; o
3.- Cuando no asista a la audiencia de juicio oral, a petición del querellante o del fiscal.
La prisión preventiva que se decrete en estas circunstancias sólo habilita dictar la medida con
el objeto de asegurar la comparecencia y el éxito de diligencias precisas y determinadas de la investigación,
debiendo cesar una vez realizadas.
Se aplica precisamente en los casos en que la medida cautelar hubiere sido impuesta para
garantizar la comparecencia del imputado al juicio y a la eventual ejecución de la pena.
Artículo 146. Caución para reemplazar la prisión preventiva. Cuando la prisión preventiva hubiere sido o debiere
ser impuesta únicamente para garantizar la comparecencia del imputado al juicio y a la eventual ejecución de la pena, el
tribunal podrá autorizar su reemplazo por una caución económica suficiente, cuyo monto fijará.
La caución podrá consistir en el depósito por el imputado u otra persona de dinero o valores, la constitución de
prendas o hipotecas, o la fianza de una o más personas idóneas calificadas por el tribunal
Luego, debe existir solicitud del Ministerio Público o querellante. Por aplicación del
principio de división de funciones y ejercicio de la persecución penal pública, parece afianzarse la
interpretación del artículo 144 inciso 1° del CPP, en el sentido que sólo el caso de una prisión preventiva
previamente ordenada puede ser modificada, de oficio o a petición de parte, por el tribunal, más no en el
evento de una prisión preventiva previamente rechazada, que sólo es modificable a solicitud de parte.
204
Artículo 156 bis CPP. Medidas cautelares especiales. En los casos de investigaciones por fraude en el
otorgamiento de licencias médicas, el tribunal podrá, en la oportunidad y a petición de las personas señaladas en el
artículo 155, decretar la suspensión de la facultad de emitir dichas licencias mientras dure la investigación o por el
menor plazo que, fundadamente, determine.
205
Art. 146 CPP
Acto seguido el tribunal debe resolver fundadamente. Si accede a la medida debe emitir la
orden escrita de prisión preventiva con las menciones señaladas en el artículo 154 del CPP.
a.- Revisión de solicitud de prisión preventiva previamente rechazada. 206 En este caso el
solicitante debe hacer valer nuevos antecedentes que justifiquen discutir nuevamente su procedencia. Si no los
invoca, la petición será rechazada de plano.
b.1.2.- Obligatoria, para resolver su cesación o prolongación, lo que ocurrirá cuando hubieren
transcurrido seis meses desde el último debate oral en que ella se hubiere decidido. 208
b.1.3.- Obligatoria, para resolver su terminación, cuando estime que no subsisten los motivos
que la justificaron. 210
Artículo 145. Substitución de la prisión preventiva y revisión de oficio. En cualquier momento del procedimiento
el tribunal, de oficio o a petición de parte, podrá substituir la prisión preventiva por alguna de las medidas que se
contemplan en las disposiciones del Párrafo 6º de este Título.
Transcurridos seis meses desde que se hubiere ordenado la prisión preventiva o desde el último debate oral en
que ella se hubiere decidido, el tribunal citará de oficio a una audiencia, con el fin de considerar su cesación o
prolongación.
La solicitud de revocación del imputado puede ser rechazada de plano por el tribunal o
resuelta en audiencia, previo debate en torno a la subsistencia de los requisitos que la autorizan.
206
Art. 144 inciso final CPP
207
Art. 145 inciso 1° CPP
208
Art. 145 inciso final CPP
209
Art. 152 inciso 2° CPP
210
Art. 152 inciso 1° CPP
A fin de sentar ciertas diferencias entre la prisión preventiva y la prisión punitiva el artículo
150 del CPP ha establecido un régimen especial para su ejecución, a cargo del juez competente, que dice
relación con una serie de garantías y reglas especiales destinadas a la protección de quienes hayan de ser
objeto de la misma, con miras a intentar brindar protecciones mínimas a los afectados y son las siguientes:
Trato de inocente.
Artículo 150. Ejecución de la medida de prisión preventiva. El tribunal será competente para supervisar la ejecución
de la prisión preventiva que ordenare en las causas de que conociere. A él corresponderá conocer de las solicitudes y
presentaciones realizadas con ocasión de la ejecución de la medida.
La prisión preventiva se ejecutará en establecimientos especiales, diferentes de los que se utilizaren para los
condenados o, al menos, en lugares absolutamente separados de los destinados para estos últimos.
El imputado será tratado en todo momento como inocente. La prisión preventiva se cumplirá de manera tal que
no adquiera las características de una pena, ni provoque otras limitaciones que las necesarias para evitar la fuga y para
garantizar la seguridad de los demás internos y de las personas que cumplieren funciones o por cualquier motivo se
encontraren en el recinto.
El tribunal deberá adoptar y disponer las medidas necesarias para la protección de la integridad física del
imputado, en especial aquellas destinadas a la separación de los jóvenes y no reincidentes respecto de la población
penitenciaria de mayor peligrosidad.
El tribunal podrá excepcionalmente conceder al imputado permiso de salida por resolución fundada y por el
tiempo estrictamente necesario para el cumplimiento de los fines del referido permiso, siempre que se asegure
convenientemente que no se vulnerarán los objetivos de la prisión preventiva.
Cualquier restricción que la autoridad penitenciaria impusiere al imputado deberá ser inmediatamente
comunicada al tribunal, con sus fundamentos. Éste podrá dejarla sin efecto si la considerare ilegal o abusiva, convocando,
si lo estimare necesario, a una audiencia para su examen.
Esta medida cautelar personal no tiene establecido un límite temporal absoluto que
determine su terminación automática. El transcurso del plazo sólo determina mecanismos obligatorios de
revisión de la medida.
Sustitución. Opera cuando las finalidades perseguidas por la prisión preventiva pasan a
cumplirse, en lo sucesivo, por otra medida cautelar que se dicta en su reemplazo. 212
Una modalidad especial de sustitución encontramos en el artículo 153 inciso 2° del CPP.
Reemplazo por una caución económica. Como ya vimos, ello procede sólo cuando la
prisión preventiva se hubiere decretado para garantizar la comparecencia del imputado a juicio y a la eventual
ejecución de la pena. 213
La regla de oro en estas materias es la siguiente, según previene el inciso 1° del artículo 149
del CPP: La resolución que ordenare, mantuviere, negare lugar o revocare la prisión preventiva será apelable
cuando hubiere sido dictada en una audiencia.
Artículo 149 Recursos relacionados con la medida de prisión preventiva. La resolución que ordenare, mantuviere,
negare lugar o revocare la prisión preventiva será apelable cuando hubiere sido dictada en una audiencia. No obstará a la
procedencia del recurso, la circunstancia de haberse decretado, a petición de cualquiera de los intervinientes, alguna de las
medidas cautelares señaladas en el artículo 155. En los demás casos no será susceptible de recurso alguno.
Tratándose de los delitos establecidos en los artículos 141, 142, 361, 362, 365 bis, 390, 391, 433, 436 y 440 del
Código Penal, en las leyes N° 17.798 y N° 20.000 y de los delitos de castración, mutilaciones y lesiones contra miembros
211
Arts. 153, 347 y 379 CPP
212
Art. 145 inciso 1° CPP
213
Arts. 141 inciso 4° y 146 CPP
Al igual que los casos en que puede apelarse la declaración de ilegalidad de la detención,
tratándose de los delitos establecidos en los artículos 141 (secuestro), 142 (sustracción de menores), 361
(violación propia), 362 (violación impropia), 365 bis (abuso sexual con introducción de objetos), 390
(parricidio), 391 (homicidio simple y calificado), 433 (robo calificado), 436 (robo con violencia, intimidación o
por sorpresa) y 440 (robo con fuerza en lugar habitado) del Código Penal, en las leyes N°17.798 (ley de control
de armas) y N°20.000 (tráfico ilícito de estupefacientes) que tengan penas de crimen o simple delito, y de los
delitos de castración, mutilaciones y lesiones contra miembros de Carabineros, de la Policía de Investigaciones
y de Gendarmería de Chile, en el ejercicio de sus funciones, el imputado que hubiere sido puesto a disposición
del Tribunal en calidad de detenido o se encontrare en prisión preventiva no podrá ser puesto en libertad
mientras no se encontrare ejecutoriada la resolución que negare, sustituyere o revocare la prisión preventiva.
En esta modificación de la ley 20.391, se agregan delitos por los cuales se puede apelar
verbalmente al rechazo de la prisión preventiva y se zanja la discusión aplicándola derechamente a quien se
encuentra ya en prisión preventiva y se rechazaba la petición del fiscal de mantenerla.
El artículo 155 del CPP contempla otras medidas cautelares alternativas a la prisión
preventiva, que deben ser utilizadas con preferencia a ésta, cuando el objetivo perseguido pueda ser cumplido
razonablemente con restricciones a la libertad de menor intensidad.
Los intervinientes que pueden solicitar estas medidas son el Fiscal, el querellante o la
víctima.
De acuerdo a los profesores Duce y Riego 214 estas medidas están sujetas a los mismos
requisitos y controles que la prisión preventiva, 215 pero deben interpretarse con mayor flexibilidad,
especialmente en lo que dice relación con la exigencia del supuesto material. Para un juez no puede ser lo
mismo una solicitud de prisión preventiva que una de arraigo o una de prohibición de acercarse a la víctima.
Todas las medidas cautelares suponen afectaciones a la presunción de inocencia y, por lo tanto, requieren un
fundamento fuerte, no obstante la intensidad de la afectación evidentemente condiciona su propio
fundamento. Por lo tanto, es probable que en el caso de medidas de muy baja intensidad, el juez se conforme
con un caso menos fuerte.
214
DUCE y RIEGO, Ob. cit., pág. 271
215
Art. 155 inciso final CPP
216
Art. 155 inciso 1° CPP
Duce y Riego señalan que “se trata de que el Juez construya una combinación de medidas que
constituya un cierto marco de restricciones al imputado, que razonablemente permitan cautelar los objetivos procesales
que se invoquen entre el momento en que la necesidad surge y el momento en que esta concluye, que normalmente será el
juicio y la sentencia”. 217
Estas medidas, tienen además la particularidad que pueden imponerse para garantizar la
ejecución de la sentencia.
1.3.1.- Las medidas que contempla el artículo 155 CPP son las siguientes
El tribunal, a petición del fiscal, del querellante o de la víctima puede imponer una o más de
estas medidas según resultare adecuado al caso y ordenará las actuaciones y comunicaciones necesarias para
garantizar su cumplimiento. 218 La correcta y eficaz aplicación de estas medidas requiere de la implementación
de sistemas de apoyo adecuados, tanto para la determinación inicial de cuál o cuáles de ellas son idóneas para
la cautela de los diversos objetivos en cada caso concreto, como para la adecuada fiscalización de su
cumplimiento.
Asimismo, el incumplimiento de estas medidas y las del 156 bis, pueden servir de base para
que se decrete la prisión preventiva del imputado, o se eleven en intensidad para satisfacer los fines del
procedimiento.
1.3.2.- Las medidas especiales que contempla el artículo 156 bis CPP
Artículo 156 bis.- Medidas cautelares especiales. En los casos de investigaciones por fraude en el
otorgamiento de licencias médicas, el tribunal podrá, en la oportunidad y a petición de las personas señaladas en el
artículo 155, decretar la suspensión de la facultad de emitir dichas licencias mientras dure la investigación o por el menor
plazo que, fundadamente, determine.
217
DUCE J., Mauricio y RIEGO R., Cristián; “La Prisión Preventiva en Chile: Análisis de los cambios legales y su impacto”,
Ediciones Universidad Diego Portales, 1° edición, agosto de 2011, pág. 91.
218
Art. 255 inciso 2° CPP
Las medidas cautelares reales son aquellas medidas restrictivas o privativas de la libre
administración y/o disposición patrimonial, que puede adoptar el tribunal, a petición del Ministerio Público o
la víctima, en contra del imputado en el proceso penal, con el objeto de asegurar la realización de los fines
civiles del procedimiento, y eventualmente de los fines penales, cuando la pena asignada al delito tenga un
contenido patrimonial.
Como sabemos, conforme a lo dispuesto por el artículo 59 del CPP, la acción civil en el nuevo
procedimiento penal únicamente puede ser ejercida por la VÍCTIMA en contra del IMPUTADO, pero el
artículo 157 del CPP también autoriza al ministerio público para impetrar medidas cautelares reales.
En efecto, el citado artículo 157 prescribe que durante la etapa de investigación, una vez que
ésta ha sido formalizada, el ministerio público y la víctima podrán ocurrir ante el juez de garantía, solicitando
por escrito, que decrete respecto del IMPUTADO una o más de las MEDIDAS PRECAUTORIAS contempladas
en el título V del Libro Segundo del Código de Procedimiento Civil.
El artículo 290 del CPC, inserto en el título mencionado, expresa que para asegurar el
resultado de la acción, puede el actor solicitar una o más de las siguientes medidas:
Estas medidas precautorias pueden ser solicitadas por escrito al juez de garantía durante la
etapa de investigación, concedida la medida, el plazo para presentar la demanda se extenderá hasta la
oportunidad prevista en el artículo 60 del CPP. Del mismo modo, al deducir la demanda civil, la víctima podrá
solicitar que se decrete una o más de dichas medidas.
Por otra parte, de acuerdo con lo dispuesto en el citado artículo 257, estas medidas sólo
pueden solicitarse "durante la etapa de investigación", ello implica que una vez que el fiscal la ha declarado
219
Art. 157 CPP
220
Véase artículos 279 y 298 del CPC
La resolución que niegue o de lugar a las medidas cautelares reales solicitadas es apelable en
el solo efecto devolutivo. 221
221
Arts. 158 y 368 CPP
Tomo II
Como se podrá advertir, en las dos primeras fases o etapas, interviene el juez de garantía y
sólo en la última el tribunal oral en lo penal.
Sin embargo, como una persona no pudiera estar siendo eternamente investigada durante el
tiempo en que aún no prescribe la acción penal, 222 el legislador ideó el mecanismo de la “auto denuncia”
contemplado en el artículo 179 del CPP, tendiente a solicitarle al ministerio público que investigue la
imputación que un tercero le hace a cualquier persona de la comisión de un ilícito.
Una vez que el fiscal ha formalizado en contra de un imputado, le nace el plazo perentorio y
máximo de 2 años para concluir su investigación y ese acto “comunicacional y garantista” que realiza el fiscal
ante el juez de garantía produce determinados efectos, que están contemplados en el artículo 233 del CPP.
En cuanto al plazo de la investigación, hay que señalar que existe uno legal, contemplado en
el artículo 247 del CPP, y que es el de los 2 años ya comentado, en otras palabras, el fiscal está obligado a
cerrar la investigación, vencido que sea ese lapso, previo apercibimiento del juez de garantía.
De conformidad con lo dispuesto en el artículo 234 del CPP, si alguno de los intervinientes
estima que el plazo legal es muy extenso atendida las características de la investigación y con el fin de cautelar
las garantías del imputado, podrá señalarle al juez de garantía que fije uno menor a ese plazo, y si el juez
accede, oyendo previamente al ministerio público, se ha fijado un plazo judicial para el término de la
investigación.
222
Nota: Según el artículo 94 del CP, la acción penal prescribe, respecto de crímenes a que la ley impone pena de presidio,
reclusión o relegación perpetuos, en 15 años; respecto de los demás crímenes en 10 años; respecto de simples delitos, en 5 años y
respecto de las faltas en 6 meses y el término de la prescripción, añade el artículo 95 del citado Código punitivo, comienza a correr
desde el día en que se hubiere cometido el delito.
Esta acusación penal, deberá hacerse por escrito y contener todas y cada una de las
menciones del artículo 259 del CPP, ella es presentada al juez de garantía y aquél ordenará notificar a todos los
intervinientes y citará a una audiencia de “preparación del juicio oral”, la que tendrá lugar no antes de 25 ni
después de 30 días, con la presentación de este escrito comienza la etapa intermedia o de preparación del juicio
oral.
Llegado el día de la audiencia, normalmente cada parte ofrecerá la prueba con la que cuenta
para llegar al juicio oral, se discutirá sobre ello en una audiencia que ordinariamente será larga y finalmente, el
juez de garantía dictará una resolución llamada “auto de apertura del juicio oral”, la que deberá contener las
menciones del artículo 277 del CPP.
Dicha resolución deberá ser enviada, normalmente, dentro de 48 horas al Tribunal de Juicio
Oral en lo Penal que sea competente, quienes notificarán y citarán a todos los intervinientes, testigos y peritos
a una o más audiencias para celebrar el juicio oral, en una fecha que no podrá ser antes de 15 ni después de 60
días, contados desde la fecha en que se celebró la audiencia de preparación del juicio oral.
En una muy apretada síntesis, eso debiera ser normalmente el procedimiento ordinario.
Recordemos que en los delitos de acción penal pública y previa instancia particular, cuando
ha existido denuncia de la víctima, la investigación se encuentra a cargo del Ministerio Público, cuya actividad
es controlada por el Juez de Garantía.
Finalmente, conviene destacar que para asegurar la centralidad del juicio oral, la etapa de
investigación se constituye en una fase meramente preparatoria de la acusación y del juicio, de modo que las
actuaciones que en ella se realizan carecen, por regla general, de valor probatorio.
En vista de lo anterior resulta importante distinguir entre los actos de investigación y los
actos de prueba propiamente tal. Los primeros son medios de averiguación del hecho punible y la
participación culpable que, a lo más, y cuando alcanzan un cierto estándar, pueden originar efectos personales
y patrimoniales de carácter aseguratorio o cautelar contra una determinada persona y constituirse en el
fundamento de la acusación del Ministerio Público en contra de la misma. Para que dicha persona pueda ser
condenada o absuelta se requiere la producción de prueba en sentido estricto, en el curso del juicio oral. 224
Sin embargo, este derecho se encuentra limitado por la facultad del Fiscal de disponer la
reserva temporal de ciertas actuaciones, registros o documentos de la investigación, cuando lo considere
necesario para la eficacia de las pesquisas. En tal caso debe identificar las piezas o actuaciones respectivas, de
modo que no se vulnere la reserva y fijar un plazo no superior a 40 días para la mantención del secreto. 226
223
Arts. 83 CPRCH y 3 LOCMP
224
LÓPEZ MASLE, Julián y HORVITZ LENNON, María Inés; Ob.cit., pág. 457
225
Art. 182 CPP
226
Art. 182 inciso 3° CPP
De otro lado, la ley prohíbe decretar el secreto sobre la declaración del imputado o cualquier
otra actuación en que hubiere intervenido o tenido derecho a intervenir, las actuaciones en las que haya
participado el tribunal, ni los informes evacuados por peritos, respecto del propio imputado o su defensor.
Por último el Código impone sobre los funcionarios que hayan participado en la
investigación y las demás personas que, por cualquier motivo, tuvieren conocimiento de las actuaciones de la
investigación, la obligación de guardar secreto respecto de ellas.
Como ya se señaló, esta etapa puede iniciarse de oficio por el Ministerio Público, por
denuncia o por querella y concluye con el cierre de la investigación y la decisión del fiscal sobre el resultado de
ésta. Esta decisión puede ser positiva, lo que ocurrirá cuando existan antecedentes serios y suficientes para
sostener una acusación en contra de una determinada persona, o negativa, en caso contrario, por lo que
procede solicitar el sobreseimiento de la causa o comunicar la decisión de no perseverar en el procedimiento.
Siguiendo en este punto a la profesora Horvitz, 227 la etapa de investigación tiene tres
objetivos básicos:
b.- Impedir que pasen a la etapa de preparación del juicio oral los casos de sospechas
infundadas de comisión de un delito, operando como primer filtro del procedimiento; y
El inicio del procedimiento no está determinado por la realización de actos formales sino por
la realización de actuaciones que significan la imputación de un delito y, con ello, la afectación de derechos
fundamentales.
227
LÓPEZ MASLE, Julián y HORVITZ LENNON, María Inés; Ob.cit., pág. 471
228
Art. 7 inciso 2° CPP
Los fiscales están obligados a denunciar, en los mismos términos que los demás funcionarios
públicos, los delitos de que tomen conocimiento en el ejercicio de sus funciones y, especialmente, en su caso,
los que noten en la conducta ministerial de sus subalternos. 229
Por último resulta habitual el inicio del procedimiento en situaciones de flagrancia 230 que, si
bien puede subsumirse en el inicio por denuncia o de oficio, tiene la particularidad que implica la
judicialización inmediata del procedimiento, esto es, la intervención del juez de garantía, por la necesidad de
hacer comparecer al detenido ante la presencia judicial dentro del plazo máximo de 24 horas desde que la
detención se hubiere practicado, para controlar el respeto del estatuto del detenido.
Dentro de las 24 horas siguientes desde que un fiscal del Ministerio Público tome
conocimiento de un hecho que reviste caracteres de delito de acción penal pública, deberá proceder, por sí
mismo o a través de la policía, a efectuar las siguientes actuaciones:
b.- Investigar las circunstancias relevantes para la aplicación de la ley penal, de los
partícipes del hecho y de las circunstancias que sirvan para verificar su responsabilidad, y
a.- Tomar declaración a los testigos que se allanen voluntariamente a comparecer y realizar
dicha actuación, pero si el testigo citado no comparece sin justa causa o compareciendo se niega
injustificadamente a declarar deberá solicitarse al juez la aplicación de medidas de apremio. 233 La policía
sólo podrá identificar a los testigos del hecho investigado y hacer constar las declaraciones que éstos
presten voluntariamente cuando se trate de delito flagrante y se encuentren en el sitio del suceso. 234
b.- Consignar, recoger y asegurar todo cuanto conduzca a la comprobación del hecho y a la
identificación de los partícipes. Estas actuaciones se entregan a la policía, en cuanto auxiliares del
229
Art. 175 letra b) CPP
230
Art. 129 CPP
231
Art. 180 inciso 2° CPP
232
Art. 180 inciso 1° CPP
233
Art. 190 CPP
234
Art. 83 letra d) CPP
b.2.- Si el hecho hubiere dejado huellas, rastros o señales, tomarán nota de ellos
especificándolos detalladamente, consignando la descripción del lugar en que el hecho se hubiere cometido
y el estado de los objetos que en él se encuentren, y de todo otro dato pertinente; 235
b.3.- Recoger, identificar y conservar bajo sello los objetos, documentos e instrumentos de
cualquier clase que parezcan haber servido o haber estado destinados a la comisión del hecho investigado,
o los que de él provengan, o los que pudieren servir como medios de prueba, así como los que se
encuentren en el sitio del suceso, levantándose un registro de la diligencia conforme a las normas
generales. 236 Esta diligencia debe ser realizada por el personal policial experto que el Ministerio Público
determine y en el registro debe dejarse constancia de la individualización completa del o los funcionarios
policiales que hayan intervenido en ella. En caso de delito flagrante puede procederse a la inmediata
incautación de los objetos, documentos e instrumentos que se hallen en poder del imputado. En los demás
casos deberá recabarse autorización judicial previa, salvo el caso especial del art. 215 (incautación con
ocasión de registro, de especies no vinculadas al caso pero posiblemente constitutivas de un hecho punible
donde la policía pruede incautar, debiendo dar aviso inmediato al fiscal para que las conserve);
b.4.- Exigir información de toda persona o funcionario público, los que no podrán
excusarse de proporcionarla, salvo en los casos expresamente previstos en la ley; 237
El Ministerio Público sólo podrá realizar estas actuaciones cuando no supongan afectación
de derechos fundamentales. En este último caso, sólo serán admisibles cuando se investigue un hecho punible
que merezca pena de crimen y con autorización judicial previa. 239
b.7.- Tomar exámenes corporales del imputado o del ofendido cuando fuere necesario para
constatar circunstancias relevantes para la investigación, tales como pruebas de carácter biológico,
extracciones de sangre u otros análogos, siempre que no fuere de temer menoscabo para la salud o dignidad
del interesado. 242
235
Art. 83 letra c) CPP
236
Art. 187 inciso 1° CPP
237
Art. 180 inciso final CPP
238
Art. 181 inciso final CPP
239
Art. 226 CPP
240
Art. 321 CPP
241
Art. 314 CPP
242
Art. 197 CPP
Tratándose del hallazgo de un cadáver, y existiendo motivo para sospechar que la muerte es
el resultado de un hecho punible, el fiscal deberá proceder a practicar el reconocimiento e identificación del
difunto y disponer su autopsia, ya sea antes de su inhumación o inmediatamente después de su exhumación.
El cadáver podrá entregarse a los parientes del difunto o a quienes invoquen título o motivo suficiente, previa
autorización del fiscal, tan pronto la autopsia se haya practicado. 247
b.9.- Tomar muestras caligráficas al imputado, siempre que éste se allane voluntariamente
a efectuarlas. De lo contrario, se requerirá autorización judicial. 248
b.10.- Disponer las medidas de vigilancia que estime convenientes para evitar la fuga del
imputado o la substracción de documentos o cosas que constituyan el objeto de una diligencia de
investigación intrusiva que aun no haya sido autorizada judicialmente. 249 .
b.12.- En general, los fiscales pueden llevar a cabo autónomamente cualquier diligencia de
investigación que no signifique privar, restringir o perturbar al imputado o a un tercero, del ejercicio de los
derechos que la Constitución asegura. 251
243
Art. 199 inciso 1° CPP
244
Art. 198 CPP
245
Arts. 200 y 175 letra d) CPP
246
Art. 199 inciso 2° CPP
247
Arts. 201 CPP y 139 Código Sanitario
248
Art. 203 CPP
249
Art. 213 CPP
250
Art. 83 letra a) CPP
251
Arts. 83 CPRCH y 9 CPP
252
Art. 98 CPP
El imputado también puede declarar voluntariamente ante la policía siempre que esté
presente su defensor. Pero si no es así y no fuere posible conducirlo inmediatamente ante la presencia del
fiscal, la policía podrá consignar las declaraciones que éste se allane a prestar cuando así lo autorice el fiscal y
bajo su responsabilidad. 254
No proceden recursos judiciales en contra de las decisiones del Ministerio Público por no
tratarse de actuaciones jurisdiccionales.
Lo anterior es sin perjuicio de la facultad de reiterar las diligencias ante el juez de garantía,
una vez cerrada la investigación, para los efectos de obtener su reapertura. 257
Del mismo modo, el fiscal podrá permitir la asistencia del imputado y demás intervinientes a
las diligencias de investigación que practique, cuando lo estime de utilidad, pudiendo impartirles
instrucciones obligatorias que deben observar para el adecuado desarrollo de la actuación e, incluso, excluirlos
de la misma en cualquier momento. 258
Si bien la regla general es que la policía actúe bajo las instrucciones particulares o generales
de los fiscales, en ciertos casos que la ley contempla expresamente, pueden actuar sin orden previa. Estos casos
son los siguientes; 259
253
Arts. 93 letra g) y 194 CPP
254
Art. 91 CPP
255
Arts. 195 y 196 CPP
256
Arts. 93 letra c), 109 y 183 CPP
257
Art. 257 CPP
258
Art. 184 CPP
259
Art. 83 CPP
El control de identidad del art. 85 CPP, constituye una forma de restricción de libertad
eventual, en cuya virtud se faculta a la policía para solicitar la identificación de cualquier persona en casos
fundados, como son la existencia de un indicio de que ella hubiere cometido o intentado cometer un crimen,
simple delito o falta, de que se dispusiere a cometerlo, o de que pudiere suministrar informaciones útiles para
la indagación de un crimen, simple delito o falta.
En principio este control se efectúa en el lugar en que la persona se encontrare a través de los
documentos que indica. Hasta aquí no es más que un mero control policial, sin embargo, si la persona se niega
o no puede acreditar su identidad es conducida a la unidad policial más cercana, siempre para fines de
identificación. Acreditada la identidad por otros medios, o a través de la toma de huellas, se la dejará en
libertad.
Durante el control de identidad la policía puede registrar las vestimentas, equipaje o
vehículo de la persona controlada.
En ningún caso el procedimiento se puede extender más allá de seis horas, transcurridas las
cuales, se debe dejar a la persona en libertad, a menos que existan indicios de que ha ocultado su verdadera
identidad o ha proporcionado una falsa. En esta última hipótesis se procederá a su detención como autor de la
falta prevista y sancionada en el artículo 496 N° 5 del CP.
A modo de control de eventuales abusos de esta facultad policial, el inciso final del artículo
85 del CPP impone la obligación de ejercerla en la forma más expedita posible, sancionando penalmente el
abuso en su ejercicio.
260
Arts. 129 y 130 CPP
261
Este procedimiento que busca proteger la indemnidad de los objetos y evidencias se denomina “Cadena de Custodia”
262
Art. 90 CPP
263
Arts. 85 y 86 CPP
“Artículo 12.- En cumplimiento de las funciones de resguardo del orden y la seguridad pública, y sin
perjuicio de lo señalado en el artículo 85 del Código Procesal Penal, los funcionarios policiales indicados en el
artículo 83 del mismo Código podrán verificar la identidad de cualquier persona mayor de 18 años en vías
públicas, en otros lugares públicos y en lugares privados de acceso al público, por cualquier medio de
identificación, tal como cédula de identidad, licencia de conducir, pasaporte o tarjeta estudiantil o utilizando,
el funcionario policial o la persona requerida, cualquier dispositivo tecnológico idóneo para tal efecto,
debiendo siempre otorgarse las facilidades necesarias para su adecuado cumplimiento. En caso de duda
respecto de si la persona es mayor o menor de 18 años, se entenderá siempre que es menor de edad.
El procedimiento descrito anteriormente deberá limitarse al tiempo estrictamente necesario para los
fines antes señalados. En ningún caso podrá extenderse más allá de una hora.
No obstante lo anterior, en aquellos casos en que no fuere posible verificar la identidad de la persona
en el mismo lugar en que se encontrare, el funcionario policial deberá poner término de manera inmediata al
procedimiento.
Si la persona se negare a acreditar su identidad, ocultare su verdadera identidad o proporcionare una
identidad falsa, se sancionará según lo dispuesto en el número 5 del artículo 496 del Código Penal en relación
con el artículo 134 del Código Procesal Penal.
En caso de que la persona sometida a este trámite mantuviere una o más órdenes de detención
pendientes, la policía procederá a su detención, de conformidad a lo establecido en el artículo 129 del Código
Procesal Penal.
En el ejercicio de esta facultad, los funcionarios policiales deberán exhibir su placa y señalar su
nombre, grado y dotación, respetando siempre la igualdad de trato y la no discriminación arbitraria.
Constituirá una falta administrativa ejercer las atribuciones señaladas en este artículo de manera
abusiva o aplicando un trato denigrante a la persona a quien se verifica la identidad. Lo anterior tendrá lugar,
sin perjuicio de la responsabilidad penal que procediere.
Las Policías deberán elaborar un procedimiento estandarizado de reclamo destinado a aquellas
personas que estimen haber sido objeto de un ejercicio abusivo o denigratorio de la facultad señalada en el
presente artículo.
Las Policías informarán trimestralmente al Ministerio del Interior y Seguridad Pública sobre los
antecedentes que les sean requeridos por este último, para conocer la aplicación práctica que ha tenido esta
facultad. El Ministerio del Interior y Seguridad Pública, a su vez, publicará en su página web la estadística
trimestral de la aplicación de la misma.”
a.- Cuando cualquier persona que se sienta afectada por una investigación del ministerio
público, que no ha sido formalizada judicialmente, solicite al juez de garantía que le ordene al fiscal
informar acerca de los hechos que sean objeto de la misma. El juez podrá fijarle al fiscal un plazo para que
formalice la investigación. 264 Esta facultad puede operar como un mecanismo de aceleración del
procedimiento a favor del imputado.
264
Art. 186 CPP
265
Art. 230 inciso 2° CPP
Si con posterioridad a la formalización el fiscal solicita una diligencia sin previa información
al afectado, el juez sólo podrá autorizarlo cuando la reserva resulte estrictamente indispensable para la eficacia
de la diligencia. 267 El juez debe ponderar los intereses en juego a fin de resguardar el principio de
proporcionalidad exigido para la admisibilidad de una medida intrusiva.
Son medidas intrusivas de excepcional importancia por los valores constitucionales en juego
como la dignidad de la persona, 268 el derecho a la integridad física y psíquica de la persona, 269 el derecho a no
ser sometido a tratos crueles, inhumanos y degradantes, 270 el derecho a la libertad personal y el derecho a no
autoincriminarse.
De otro lado, existe un interés público por el esclarecimiento y sanción de los delitos, que
hace necesario dotar a los órganos vinculados a la persecución penal de la posibilidad de recurrir a este tipo de
medidas intrusivas.
Las intervenciones corporales son medidas de investigación que se realizan sobre el cuerpo
de las personas, que implican un reconocimiento externo del mismo (registros o inspecciones) o la extracción
desde su interior de elementos que proporcionen información sobre la persona o de elementos incorporados a
él (investigaciones corporales), con el fin de descubrir circunstancias fácticas que sean de interés para el
establecimiento del cuerpo del delito y de la participación culpable.
En nuestro ordenamiento esta materia se encuentra reglamentada en los artículos 197 y 198
del CPP.
“Artículo 197.- Exámenes corporales. Si fuere necesario para constatar circunstancias relevantes para la
investigación, podrán efectuarse exámenes corporales del imputado o del ofendido por el hecho punible, tales como pruebas
de carácter biológico, extracciones de sangre u otros análogos, siempre que no fuere de temer menoscabo para la salud o
dignidad del interesado.
Si la persona que ha de ser objeto del examen, apercibida de sus derechos, consintiere en hacerlo, el fiscal o la
policía ordenará que se practique sin más trámite. En caso de negarse, se solicitará la correspondiente autorización
judicial, exponiéndose al juez las razones del rechazo.
El juez de garantía autorizará la práctica de la diligencia siempre que se cumplieren las condiciones señaladas en
el inciso primero.”
266
Arts. 9 y 236 inciso 1° CPP
267
Art. 236 inciso final CPP
268
Art. 1 CPRCH
269
Art. 19 N° 1 inciso 1° CPRCH
270
Arts. 5.2 CADH y 7 PIDCP
Ante la negativa de la persona a examinar, sea el imputado o la víctima, el fiscal puede solicitar
autorización judicial para proceder forzadamente.
Según la profesora Horvitz 274 esta exigencia de autorización judicial aparece como un
mecanismo preventivo en la protección del derecho; de allí que no sea criterio para evaluar la vulneración de
esta garantía el examen de si hubo o no realmente una lesión efectiva al derecho. Por ello la mera
comprobación de ingreso ilegítimo al domicilio conlleva, entre otros efectos, la exclusión probatoria o la
271
Casos de violación (propia, impropia y sodomítica), estupro, abuso sexual (propio, impropio o con introducción de objetos),
delitos de corrupción de menores, promoción de prostitución de menores, e incesto.
272
Arts. 19 Nº 4 y 5 CPRCH, 17 PIDCP y 11 CADH
273
Definición de Raimundo del Río incorporadas a las actas de la Comisión Constituyente
274
LÓPEZ MASLE, Julián y HORVITZ LENNON, María Inés; Ob.cit., pág. 514
Hay ciertos casos, como el allanamiento de lugares que gozan de inviolabilidad diplomática,
en que se exige la intervención del juez, pero no ya para que éste apruebe la medida sino para que obtenga las
autorizaciones correspondientes conforme a las reglas establecidas por el Derecho Internacional.
En general, la ley procesal penal exige autorización judicial previa para la entrada y registro
de lugares cerrados cuando no existe consentimiento del titular del derecho.
El Código regula esta medida intrusiva y determina sus requisitos según el lugar en que se
realice la actuación, según el siguiente detalle:
Artículo 204.- Entrada y registro en lugares de libre acceso público. Carabineros de Chile y la Policía de
Investigaciones podrán efectuar el registro de lugares y recintos de libre acceso público, en búsqueda del imputado contra
el cual se hubiere librado orden de detención, o de rastros o huellas del hecho investigado o medios que pudieren servir a la
comprobación del mismo.
En caso de negativa la policía deberá adoptar las medidas necesarias tendientes a evitar la
posible fuga del imputado cuando fuere el caso y el fiscal deberá solicitar la correspondiente autorización
judicial haciendo saber al juez las razones que el propietario o encargado hubiere invocado para negar la
entrada y registro.
Para los efectos de hacer efectivas las correspondientes responsabilidades, la ley exige que
quede constancia de la individualización del funcionario que practique el registro, quien debe cuidar que la
275
Art. 204 CPP
276
Art. 205 CPP
277
Art. 209 CPP
278
Art. 210 CPP
279
Art. 211 CPP
Excepcionalmente, la ley permite que la policía entre en un lugar cerrado y lo registre, sin
autorización judicial y sin el consentimiento expreso de su propietario o encargado, cuando las llamadas de
auxilio de personas que se encuentren en el interior u otros signos evidentes indiquen que en el recinto se está
cometiendo un delito. 280 Se trata de una hipótesis especial de flagrancia que se rige por el régimen jurídico
general de la misma.
Artículo 206.- Entrada y registro en lugares cerrados sin autorización judicial. La policía podrá entrar en un
lugar cerrado y registrarlo, sin el consentimiento expreso de su propietario o encargado ni autorización u orden previa,
cuando las llamadas de auxilio de personas que se encontraren en el interior u otros signos evidentes indicaren que en el
recinto se está cometiendo un delito, o que exista algún indicio de que se está procediendo a la destrucción de objetos o
documentos, de cualquier clase, que pudiesen haber servido o haber estado destinados a la comisión de un hecho
constitutivo de delito, o aquellos que de éste provinieren.
De dicho procedimiento deberá darse comunicación al fiscal inmediatamente terminado y levantarse un acta
circunstanciada que será enviada a éste dentro de las doce horas siguientes. Copia de dicha acta se entregará al propietario
o encargado del lugar.
Tratándose del delito de abigeato, la policía podrá ingresar a los predios cuando existan indicios o sospechas de que se está
perpetrando dicho ilícito, siempre que las circunstancias hagan temer que la demora en obtener la autorización del
propietario o del juez, en su caso, facilitará la concreción del mismo o la impunidad de sus hechores
La orden judicial que autoriza la entrada y registro debe contener la indicación del o los
edificios que hubieren de ser registrados, el fiscal solicitante, la autoridad encargada de practicar el registro, y
el motivo del registro y, en su caso, del ingreso nocturno. 282 .
La ley establece un plazo máximo de 10 días de vigencia de la orden, tras los cuales se
produce la caducidad de la misma.
280
Art. 206 CPP
281
Art. 130 CPP
282
Art. 208 CPP
283
Art. 212 CPP
En principio, esta diligencia deberá practicarse en el tiempo que media entre las seis y las
veintidós horas. Con todo podrá llevarse a cabo fuera de este horario cuando se trate de lugares de libre acceso
al público y que se encuentren abiertos durante la noche, o también en casos urgentes, cuando la ejecución de
la medida no admita demora. La orden judicial deberá expresar esta circunstancia y el motivo de la urgencia.
285 Por otro lado, la diligencia deberá practicarse en un solo acto, pero podrá suspenderse cuando no sea
Artículo 209. Entrada y registro en lugares especiales. Para proceder al examen y registro de lugares religiosos,
edificios en que funcionare alguna autoridad pública o recintos militares, el fiscal deberá oficiar previamente a la autoridad
o persona a cuyo cargo estuvieren, informando de la práctica de la actuación. Dicha comunicación deberá ser remitida
con al menos 48 horas de anticipación y contendrá las señas de lo que hubiere de ser objeto del registro, a menos que fuere
de temer que por dicho aviso pudiere frustrarse la diligencia. Además, en ellas se indicará a las personas que lo
acompañarán e invitará a la autoridad o persona a cargo del lugar, edificio o recinto a presenciar la actuación o a nombrar
a alguna persona que asista.
Si la diligencia implicare el examen de documentos reservados o de lugares en que se encontrare información o
elementos de dicho carácter y cuyo conocimiento pudiere afectar la seguridad nacional, la autoridad o persona a cuyo cargo
se encontrare el recinto informará de inmediato y fundadamente de este hecho al Ministro de Estado correspondiente, a
través del conducto regular, quien, si lo estimare procedente, oficiará al fiscal manifestando su oposición a la práctica de la
diligencia. Tratándose de entidades con autonomía constitucional, dicha comunicación deberá remitirse a la autoridad
superior correspondiente.
En este caso, si el fiscal estimare indispensable la realización de la actuación, remitirá los antecedentes al fiscal
regional, quien, si compartiere esa apreciación, solicitará a la Corte Suprema que resuelva la controversia, decisión que se
adoptará en cuenta. Mientras estuviere pendiente esa determinación, el fiscal dispondrá el sello y debido resguardo del
lugar que debiere ser objeto de la diligencia.
Regirá, en lo pertinente, lo dispuesto en el artículo 19, y, si la diligencia se llevare a cabo, se aplicará a la
información o elementos que el fiscal resolviere incorporar a los antecedentes de la investigación lo dispuesto en el artículo
182.
Artículo 210. Entrada y registro en lugares que gozan de inviolabilidad diplomática. Para la entrada y registro
de locales de embajadas, residencias de los agentes diplomáticos, sedes de organizaciones y organismos internacionales y de
naves y aeronaves que, conforme al Derecho Internacional, gozaren de inviolabilidad, el juez pedirá su consentimiento al
284
Art. 214 incisos 1º y 2º CPP
285
Art. 207 CPP
286
Art. 214 inciso final CPP
287
Art. 216 CPP
Desde una perspectiva subjetiva, la intimidad puede ser concebida como autodeterminación
informativa, esto es, como la facultad del individuo, grupo o institución de determinar por sí mismo cuándo,
cómo y en qué grado puede comunicarse a otros información sobre él. Por ende, este derecho determina una
facultad de exclusión de los demás, de abstención de injerencias por parte de otros, tanto en lo que se refiere a
la adquisición del conocimiento ajeno como a su divulgación.
También se ha dicho que la intimidad se refiere al espacio personal y exclusivo del ser
humano, el cual sólo puede ser compartido por decisión propia, pero nunca vulnerado debido a ese carácter
interior; es la facultad que tiene todo individuo de mantener una zona reservada para sí, protegida de
cualquier interferencia o intromisión, en la que sólo podrán inmiscuirse quienes fueren expresamente
autorizados por su titular.
Objetivamente, se señala que el derecho a la intimidad abarca tres esferas: la zona pública,
esto es, la que corresponde al campo de actuación de los hombres públicos; la zona privada, que abarca la
esfera no pública, fundamentalmente la vida familiar y de las relaciones de amistad; y la esfera íntima o
confidencial, es decir, la que normalmente se quiere ocultar a la curiosidad ajena.
En cumplimiento del mandato constitucional el CPP establece los casos y formas en que es
procedente la intervención y reglamenta, además, el destino de la información reservada obtenida a través de
estos medios, como ocurre también respecto de la retención e incautación de correspondencia.
De este modo, no basta con que el funcionario público actúe autorizado judicialmente para
que sea legítima la afección del derecho constitucional, sino que debe respetar además la adecuada manera de
proceder regulada legalmente.
Artículo 218. Retención e incautación de correspondencia. A petición del fiscal, el juez podrá autorizar, por
resolución fundada, la retención de la correspondencia postal, telegráfica o de otra clase y los envíos dirigidos al imputado
o remitidos por él, aun bajo nombre supuesto, o de aquéllos de los cuales, por razón de especiales circunstancias, se
presumiere que emanan de él o de los que él pudiere ser el destinatario, cuando por motivos fundados fuere previsible su
utilidad para la investigación. Del mismo modo, se podrá disponer la obtención de copias o respaldos de la
correspondencia electrónica dirigida al imputado o emanada de éste.
El fiscal deberá examinar la correspondencia o los envíos retenidos y conservará aquéllos que tuvieren relación
con el hecho objeto de la investigación. Para los efectos de su conservación se aplicará lo dispuesto en el artículo 188. La
correspondencia o los envíos que no tuvieren relación con el hecho investigado serán devueltos o, en su caso, entregados a
su destinatario, a algún miembro de su familia o a su mandatario o representante legal. La correspondencia que hubiere
sido obtenida de servicios de comunicaciones será devuelta a ellos después de sellada, otorgando, en caso necesario, el
certificado correspondiente.
El fiscal también puede solicitar que el juez autorice que cualquier empresa de
comunicaciones facilite copias de aquellas transmitidas o recibidas por ellas. Del mismo modo, podrá ordenar
la entrega de las versiones que existieren de las transmisiones de radio, televisión u otros medios. 289
Artículo 219. Copias de comunicaciones o transmisiones. El juez de garantía podrá autorizar, a petición del fiscal,
que cualquier empresa de comunicaciones facilite copias de las comunicaciones transmitidas o recibidas por ellas. Del
mismo modo, podrá ordenar la entrega de las versiones que existieren de las transmisiones de radio, televisión u otros
medios.
288
Art. 218 CPP
289
Art. 219 CPP
Una vez examinada la correspondencia o los envíos retenidos, el fiscal sólo podrá conservar
aquellos que tengan relación con el hecho objeto de la investigación, el resto deberá ser devuelta o, en su caso,
entregada a su destinatario o representante legal. La correspondencia obtenida de servicios de comunicaciones
será devuelta a ellos después de sellada, otorgando, cuando sea necesario, el certificado correspondiente. 290
El artículo 220 inciso 1° del CPP establece la prohibición absoluta de incautación o entrega de
ciertos objetos o documentos que se encuentren en poder de las personas a quienes la ley reconoce la facultad
de no prestar declaración, ya sea por parentesco o reserva, salvo que se tratare de un imputado por el hecho o
se trate de documentos que puedan caer en comiso.
Según la profesora Horvitz 292 la redacción del precepto es poco afortunada, pues parece
referirse no sólo a las personas a quienes se imputa en calidad de autor o partícipe, un delito consumado que
merece pena de crimen sino también a quien realice cualquier etapa previa de comisión del mismo, incluidos
los actos preparatorios. Sin embargo, debe recordarse que los actos preparatorios de un delito son punibles
sólo excepcionalmente. En consecuencia, no procederá esta medida si el hecho que se requiere pesquisar no es
actualmente punible y no merece pena de crimen.
Se trata de uno de los pocos casos en que el legislador se preocupó de establecer requisitos
claros de procedencia de una medida intrusiva, configurando un estándar bastante exigente. En efecto,
requiere la existencia de fundadas sospechas basadas en hechos determinados...., que merecen pena de crimen,
293 esto es, de los delitos más graves que prevé el ordenamiento jurídico chileno.
290
Art. 218 CPP
291
Art. 222 CPP
292
LÓPEZ MASLE, Julián y HORVITZ LENNON, María Inés; Ob.cit., pág. 528
293
Art. 21 CP, sobre cinco años y un día
Al juicio oral se puede citar como testigos tanto los encargados de practicar la diligencia
como el funcionario que actúe como ministro de fe, lo que podrá ocurrir por ejemplo cuando se ponga en tela
de juicio la fidelidad o autenticidad de la transcripción. 295
Al revés si las grabaciones dan cuenta de hechos que sólo pudieren merecer penas de simple
delito o falta deberán ser destruidas, solución que guarda coherencia con lo dispuesto en el artículo 225 del
CPP, por lo que tales grabaciones no podrán, en caso alguno, ser valoradas como medios de prueba en la etapa
procesal correspondiente.
Por razones de eficacia la medida de interceptación se lleva a cabo sin previa comunicación
al afectado y puede ser solicitada por el fiscal tanto antes como después de la formalización. Sin embargo,
deberá ser notificada al afectado con posterioridad a su realización, en cuanto el objeto de la investigación lo
permita, y en la medida que ello no ponga en peligro la vida o la integridad corporal de terceras personas. 296
294
Art. 223 incisos 1º y 2º CPP
295
Arts. 223 inciso 3º y 336 inciso 2º del CPP
296
Art. 224 CPP
297
Art. 225 CPP
298
Art. 226 CPP
Se trata de una medida intrusiva que afecta el derecho de propiedad del titular del bien
respectivo que tiene por finalidad asegurar la evidencia que sirva para acreditar el cuerpo del delito y la
participación culpable como los efectos del respectivo delito, que puedan ser objeto de pena de comiso en la
sentencia definitiva. 299
Tratándose del imputado la incautación se llevará a cabo siempre previa orden judicial
librada a petición del fiscal, cuando se niegue a entregarlos voluntariamente o cuando ese requerimiento
pudiere poner en peligro el éxito de la investigación. Sin embargo, no requiere aprobación judicial la
incautación de objetos que se hallen en poder del imputado detenido por delito flagrante. 301
Si las especies se encuentran en poder de una persona distinta del imputado, el juez podrá
apercibirla para que las entregue en lugar de ordenar la incautación, o bien efectuar primero el apercibimiento
y luego ordenar la incautación.
Los objetos, documentos e instrumentos que se hallen en lugares públicos o en el sitio del
suceso podrán ser incautados sin necesidad de orden judicial previa. 303
También podrán incautarse, previa orden judicial, los objetos o documentos descubiertos
durante la práctica de una diligencia de registro cuando ellos hagan sospechar la existencia de un hecho
punible distinto del que constituye la materia del procedimiento en que la orden respectiva se ha librado. Estos
objetos y documentos deberán ser conservados por el fiscal. 304
De toda diligencia de incautación se levantará inventario, conforme a las reglas generales. 305 .
El encargado de la diligencia otorgará al imputado o a la persona que los hubiere tenido en su poder un recibo
detallado de los objetos y documentos incautados, luego serán sellados y puestos bajo custodia del ministerio
público.
299
Art. 217 CPP
300
Art. 187 CPP
301
Art. 187 inciso 2º CPP
302
Art. 217 inciso 3º CPP
303
Art. 83 letra c) CPP
304
Art. 215 CPP
305
Art. 221 CPP
Esta decisión del fiscal debe ser fundada y luego aprobada por el juez de garantía.
Con esta facultad se busca excluir lo más tempranamente posible del sistema aquellos casos
en que el Estado carece de fundamento para hacer actuar el ius puniendi, generando una selectividad
oportuna y racional que determina, además, un importante ahorro de recursos.
En las circunstancias descritas el fiscal busca evitar que el sistema se recargue con casos que
no tiene sentido investigar, porque no existe ninguna posibilidad de llegar a obtener una sentencia
condenatoria en materia penal.
306
Art. 202 CPP
307
En este sentido DUCE, Mauricio y RIEGO, Cristian en su obra “Introducción al nuevo Sistema Procesal Penal”, Volumen 1,
Escuela de Derecho de la Universidad Diego Portales, mayo de 2002, página 173
308
Art. 168 CPP
309
Art. 169 CPP
En el evento que no existan antecedentes o datos que permitan al fiscal continuar con la
investigación para el esclarecimiento de los hechos, puede decidir autónomamente el archivo provisional del
caso, siempre que no haya intervenido el juez de garantía en el procedimiento. 310
El Código controla esta facultad para impedir abusos en su ejercicio. Un primer control, de
carácter interno, consiste en la aprobación del fiscal regional, cuando se trate de delitos que merezcan pena
aflictiva. El segundo control, externo, se traduce en la facultad de la víctima de solicitar al ministerio público la
reapertura del procedimiento y la realización de diligencias de investigación, pudiendo reclamar ante las
autoridades superiores del mismo en caso de denegación de su solicitud. Además, puede provocar la
intervención del juez de garantía deduciendo la querella respectiva. Si el juez declara admisible la querella, el
fiscal deberá seguir adelante la investigación conforme a las reglas generales.
Consiste en la facultad de los fiscales del ministerio público para no iniciar la persecución
penal o abandonar la ya iniciada cuando se trate de un hecho que reviste caracteres de delito pero que no
compromete gravemente el interés público, a menos que la pena mínima asignada al delito exceda la de
presidio o reclusión menor en su grado mínimo (pena mínima en abstracto) o se trate de un delito cometido
por un funcionario público en el ejercicio de sus funciones. 311
Esta decisión del fiscal debe ser motivada y comunicada al juez de garantía, quien la
notificará a los intervinientes, si los hubiere.
También para evitar los abusos, se contemplan dos tipos de controles, uno judicial y otro
administrativo.
El control judicial consiste en que, dentro de los diez días siguientes a la comunicación de la
decisión del fiscal, el juez, de oficio o a petición de parte, podrá dejarla sin efecto en los siguientes casos:
a.- Cuando estime que el fiscal ha excedido sus atribuciones sólo en relación a los límites
formales de penalidad mínima y calidad del sujeto activo.
En ambos casos la resolución del juez obliga al fiscal a continuar con la investigación.
El control administrativo opera cuando, vencido el plazo de diez días para el control judicial
o rechazada por el juez la reclamación respectiva, los intervinientes decidan, dentro de un nuevo plazo de diez
días, reclamar la decisión del fiscal ante las autoridades superiores del Ministerio Público. Estas deben verificar
si la decisión del fiscal se ajusta a las políticas generales del servicio y a las normas que hayan sido dictadas al
respecto. Transcurrido este nuevo plazo sin que se haya formulado reclamación alguna o si, formulada la
310
Arts. 167 y 233 letra c) CPP
311
Art. 170 CPP
Señalan Duce y Riego 312 que un gran desafío de la Fiscalía Nacional en la materia es elaborar
una política que permita un ejercicio intenso de esta facultad, pero en términos transparentes, igualitarios y
flexibles. De hecho, la actual modificación por la ley 20.931, incluyó especialmente un inciso, que señala lo
siguiente “El ejercicio de esta facultad se regulará mediante instrucciones generales dictadas por el Ministerio
Público, con el objetivo de establecer un uso racional de la misma”
Por último, es preciso dejar en claro que la extinción de la acción penal generada por la
aplicación del principio de oportunidad no perjudica el derecho a perseguir por la vía civil las
responsabilidades pecuniarias que correspondan.
Es un mecanismo procesal que permite a los fiscales del Ministerio Público, con el acuerdo
del imputado y con la aprobación del juez de garantía, dar término anticipado al procedimiento cuando se
cumplan ciertos requisitos previstos en la ley y se satisfagan determinadas condiciones fijadas por el juez, que
permiten suponer que el imputado no volverá a delinquir.
También se ha dicho que es una salida alternativa al proceso, en virtud de la cual se puede
detener provisoriamente la persecución penal a favor de una persona imputada por un delito, quedando ella
sometida, dentro de un determinado plazo, al cumplimiento de un conjunto de condiciones impuestas por el
juez de garantía, al término del cual – si son cumplidas estas condiciones en forma satisfactoria – se extingue la
acción penal y, si no lo son o se vuelve a imputar un nuevo delito, se revoca la medida reiniciándose la
persecución penal. 313
Se le critica, sin embargo, que constituye una respuesta de carácter sancionatorio impuesta a
una persona que no ha sido todavía declarada culpable con todas las garantías del debido proceso.
Procede respecto de delitos que no representan un atentado grave o relevante para el interés
público respecto de sujetos sin condenas previas. Su fundamento político criminal consiste en evitar
312
DUCE, Mauricio y RIEGO, Cristian, Ob.cit., pág. 209
313
DUCE y RIEGO, ob cit, pág. 298
En razón de sus efectos, cobra especial importancia el consentimiento libre e informado del
imputado como fundamento de legitimación de estas verdaderas medidas sancionatorias. Por lo mismo, es
fundamental que el juez de garantía verifique rigurosamente los presupuestos de aplicación en la respectiva
audiencia.
Debe ser resuelta en audiencia, que puede ser la de formalización, una convocada
especialmente al efecto o la audiencia de preparación. En la audiencia el imputado debe contar con un
defensor letrado.
La solicitud normalmente será planteada por el fiscal con acuerdo del imputado, pero ello no
impide que en una audiencia fluya a iniciativa del imputado o en razón de la actitud proactiva del juez de
garantía. La solicitud puede ser verbal o escrita.
Si el querellante estuviere presente en la audiencia tiene derecho a ser oído por el juez de
garantía antes de resolver y, una vez resuelta la solicitud, tiene derecho a apelar de ella si le causa perjuicio.
El juez rechazará la solicitud cuando del mérito de los antecedentes requeridos concluya que
no se cumplen los requisitos de procedencia o cuando constate que el imputado no ha prestado su
consentimiento en forma libre e informada, con presiones indebidas.
La resolución que se dicte es susceptible de ser recurrida vía apelación por el imputado, la
víctima, el ministerio público o el querellante. 315
a.- Que la pena que pudiere imponerse al imputado, en el evento de dictarse sentencia
condenatoria (pena en concreto), no exceda de tres años de privación de libertad;
314
Art. 245 CPP
315
Art. 237 inciso 6° CPP
c.- Que el imputado no tuviere vigente una suspensión condicional del procedimiento, al
momento de verificarse los hechos materia del nuevo proceso.
Artículo 237. Suspensión condicional del procedimiento. El fiscal, con el acuerdo del imputado, podrá solicitar al
juez de garantía la suspensión condicional del procedimiento.
El juez podrá requerir del ministerio público los antecedentes que estimare necesarios para resolver.
La suspensión condicional del procedimiento podrá decretarse:
a) Si la pena que pudiere imponerse al imputado, en el evento de dictarse sentencia condenatoria, no excediere de tres
años de privación de libertad;
b) Si el imputado no hubiere sido condenado anteriormente por crimen o simple delito; y
c) Si el imputado no tuviere vigente una suspensión condicional del procedimiento, al momento de verificarse los hechos
materia del nuevo proceso.
La presencia del defensor del imputado en la audiencia en que se ventilare la solicitud de suspensión condicional
del procedimiento constituirá un requisito de validez de la misma.
Si el querellante o la víctima asistieren a la audiencia en que se ventile la solicitud de suspensión condicional del
procedimiento, deberán ser oídos por el tribunal.
Tratándose de imputados por delitos de homicidio, secuestro, robo con violencia o intimidación en las personas o
fuerza en las cosas, sustracción de menores, aborto; por los contemplados en los artículos 361 a 366 bis y 367 del Código
Penal; por los delitos señalados en los artículos 8º, 9º, 10, 13, 14 y 14 D de la ley Nº17.798; por los delitos o cuasidelitos
contemplados en otros cuerpos legales que se cometan empleando alguna de las armas o elementos mencionados en las
letras a), b), c), d) y e) del artículo 2º y en el artículo 3º de la citada ley Nº17.798, y por conducción en estado de ebriedad
causando la muerte o lesiones graves o gravísimas, el fiscal deberá someter su decisión de solicitar la suspensión
condicional del procedimiento al Fiscal Regional.
Al decretar la suspensión condicional del procedimiento, el juez de garantía establecerá las condiciones a las que
deberá someterse el imputado, por el plazo que determine, el que no podrá ser inferior a un año ni superior a tres. Durante
dicho período no se reanudará el curso de la prescripción de la acción penal. Asimismo, durante el término por el que se
prolongare la suspensión condicional del procedimiento se suspenderá el plazo previsto en el artículo 247.
La resolución que se pronunciare acerca de la suspensión condicional del procedimiento será apelable por el
imputado, por la víctima, por el ministerio público y por el querellante.
La suspensión condicional del procedimiento no impedirá de modo alguno el derecho a perseguir por la vía civil
las responsabilidades pecuniarias derivadas del mismo hecho.
1.- Produce la suspensión del plazo legal para el cierre de la investigación. Pero no altera
la suspensión del plazo de prescripción de la acción penal producido como efecto de la formalización.
Durante el período de la suspensión el juez puede modificar una o más de las condiciones
impuestas, la decisión la adoptará en audiencia y oyendo a los intervinientes presentes. 316
316
Art. 238 inciso final CPP
En ambos casos se requiere la declaración judicial para que la revocación opere y este
pronunciamiento sólo tendrá lugar cuando lo solicite el fiscal o la víctima. La resolución que se dicte en este
sentido es apelable. 317
En este último escenario, con el fin de cautelar la imparcialidad del tribunal y evitar que los
antecedentes relativos a la proposición, discusión, aceptación, procedencia, rechazo o revocación de la
suspensión condicional sean considerados como elemento de convicción, se prohíbe que sean invocados, leídos
o incorporados a juicio. 318
Se ha criticado esta forma de solución del conflicto penal sosteniendo que en nuestra
sociedad polarizada y desigual los poderosos económicamente siempre tendrán acceso a ella, no así las
personas más vulnerables social y económicamente. Sin embargo, en la práctica hemos podido observar que el
acto de reparación no ha quedado restringido al pago de una cantidad de dinero, también se han aceptado
disculpas públicas de parte del imputado hacia la víctima o la realización de ciertos trabajos en beneficio de
esta última. El llamado en este sentido es a ser creativos y aceptar formas de reparación distintas a las que
acostumbramos, en tanto sean lícitas.
3.2.2.1.- Oportunidad
1.- Respecto del hecho investigado, sólo debe afectar bienes jurídicos disponibles de
carácter patrimonial, o consistir en lesiones menos graves, o constituir un delito culposo.
317
Art. 239 CPP
318
Art. 335 CPP
319
Art. 245 CPP
La “disponibilidad” del bien jurídico protegido es un criterio legal cuyo contenido deberá ir
siendo fijado jurisprudencialmente.
Respecto de los delitos culposos no existen restricciones, pudiendo ser objeto de acuerdo
reparatorio incluso un cuasidelito de homicidio. La restricción podría venir sin embargo por razones
preventivas de interés público prevalente en la continuación de la persecución.
2.- Debe existir acuerdo entre el imputado (no se exige la presencia del defensor como
requisito de validez) y la víctima; y
3.- La aprobación del juez de garantía. Para dar su aprobación el juez oirá previamente a
los intervinientes presentes en la audiencia respectiva y verificará la concurrencia de las siguientes
condiciones:
a) Si la voluntad del imputado y de la víctima ha sido prestada en forma libre y con pleno
conocimiento de sus derechos.
Si el juez estima que concurren estos supuestos, entonces aprobará el acuerdo reparatorio,
dejando constancia del contenido del mismo y dictando acto seguido el respectivo sobreseimiento definitivo.
En caso contrario rechazará fundadamente el acuerdo reparatorio, debiendo el procedimiento seguir su curso
de acuerdo a las reglas generales. También opera aquí la prohibición establecida en el artículo 335 del CPP.
3.2.2.3.- Efectos
Artículo 242.- Efectos penales del acuerdo reparatorio. Una vez cumplidas las obligaciones contraídas por el
imputado en el acuerdo reparatorio o garantizadas debidamente a satisfacción de la víctima, el tribunal dictará
sobreseimiento definitivo, total o parcial, en la causa, con lo que se extinguirá, total o parcialmente, la responsabilidad
penal del imputado que lo hubiere celebrado
En el ámbito civil, aún cuando el Código no lo señala expresamente, por tratarse de una
solución jurídico – penal, no debe entenderse que el acuerdo reparatorio extinga las acciones civiles derivadas
del hecho punible para perseguir las responsabilidades pecuniarias que correspondan, conforme a las reglas
comunes. Por ello es necesario estipular expresamente la clausura de esa posibilidad, cuando se considere que
la suma de dinero acordada cubre todos esos aspectos.
320
Arts. 253 y 370 letra a) CPP
321
Art. 242 CPP
Ejecutoriado el acuerdo reparatorio no puede ser dejado sin efecto por ninguna acción civil y
se podrá solicitar su cumplimiento ante el juez de garantía con arreglo a lo establecido en los artículos 233 y
siguientes del CPC.
3.2.2.4.- Registro
4.1.- Concepto
Esta decisión no puede ser impugnada ni dejada sin efecto por el juez, sin perjuicio de la
facultad del imputado de reclamar ante las autoridades del Ministerio Público cuando la considere arbitraria.
322
e.- Desde la formalización comienza a correr el plazo legal de dos años para el cierre de la
investigación. 327
322
Art. 232 inciso final CPP
323
Art. 259 letra b) e inciso final CPP
324
Art. 93 letras a), c) y d) CPP
325
Art. 230 inciso 2° CPP
326
Art. 233 letra a) CPP
g.- Otra formalización por hechos distintos dentro del período de una suspensión
condicional autoriza para revocar esta salida alternativa. 329
De acuerdo al artículo 25, inciso 2°, de la Ley N° 19.718 de la Defensoría Penal Pública,
corresponde a los defensores locales asumir la defensa del imputado en la realización de la primera audiencia
judicial a que fuere citado.
Terminada la formalización el juez abrirá debate sobre las demás peticiones que los
intervinientes deseen efectuar y que pueden consistir en medidas cautelares, diligencias de investigación
intrusivas con conocimiento del afectado, plazo judicial para el cierre de la investigación, juicio inmediato,
prueba anticipada, suspensión condicional del procedimiento, acuerdos reparatorios y la declaración judicial
del imputado.
La posibilidad que tiene el juez de garantía para fijar un plazo menor al legal para el cierre
de la investigación constituye un mecanismo de aceleración del procedimiento que busca cautelar las garantías
de los intervinientes.
327
Arts. 233 letra b) y 247 CPP
328
Art. 233 letra c) CPP
329
Art. 239 inciso 1° CPP
330
Art. 132 CPP
331
Necesariamente deben estar presentes el Fiscal, el imputado y su defensor, este último por aplicación de lo dispuesto en el
artículo 132 inciso 2° del CPP
El juez de garantía puede ejercer esta facultad de oficio o a petición de parte, pero siempre en
audiencia y previo debate, a lo menos debe oír al Ministerio Público.
Al decretar el plazo judicial el juez tendrá en cuenta las garantías afectadas al imputado y a
los demás intervinientes con motivo del procedimiento y las características de la investigación, su complejidad,
número de imputados, actuaciones que falten por realizar, entre otros factores.
Los efectos que genera el cumplimiento del plazo judicial en estudio serán analizados más
adelante con ocasión del cierre de la investigación.
Artículo 235. Juicio inmediato. En la audiencia de formalización de la investigación, el fiscal podrá solicitar al juez que
la causa pase directamente a juicio oral. Si el juez acogiere dicha solicitud, en la misma audiencia el fiscal deberá formular
verbalmente su acusación y ofrecer prueba. También en la audiencia el querellante podrá adherirse a la acusación del fiscal
o acusar particularmente y deberá indicar las pruebas de que pensare valerse en el juicio. El imputado podrá realizar las
alegaciones que correspondieren y ofrecer, a su turno, prueba.
Al término de la audiencia, el juez dictará auto de apertura del juicio oral. No obstante, podrá suspender la
audiencia y postergar esta resolución, otorgando al imputado un plazo no menor de quince ni mayor de treinta días,
dependiendo de la naturaleza del delito, para plantear sus solicitudes de prueba.
Las resoluciones que el juez dictare en conformidad a lo dispuesto en este artículo no serán susceptibles de recurso alguno.
En teoría a través de esta vía del juicio inmediato se podría solicitar la aplicación del
procedimiento abreviado, pues el efecto que se genera con la aceptación del juicio inmediato es la
transformación de la audiencia de formalización en una audiencia de preparación de juicio oral, momento
oportuno para decidir ese especial procedimiento. En dicho evento el fiscal deberá formular su acusación en
forma verbal y en razón de su pretensión punitiva solicitará el abreviado.
Se trata de una verdadera medida prejudicial probatoria que el fiscal solicita al juez de
garantía, durante la investigación o en la etapa intermedia, cuando tema que un testigo o perito pueda verse
imposibilitado de asistir a la audiencia de juicio oral, por tener que ausentarse a larga distancia o por existir
motivos que hicieren temer la sobreviniencia de su muerte, su incapacidad física o mental, o algún otro
obstáculo semejante. 334
332
Art. 235 CPP
333
Principios de oportunidad y racionalización
334
Arts. 191 y 280 CPP
Una vez rendida la testimonial o pericial, el registro de la misma podrá ser utilizado en el
juicio oral siempre y cuando subsistan los motivos que determinaron su procedencia. 335 En efecto, como se
verá más adelante, el tribunal de juicio oral en lo penal, antes de dar lectura o reproducir los registros,
verificará si el testigo o perito falleció, cayó en incapacidad física o mental, se ausentó del país y aun no
regresa.
Artículo 191. Anticipación de prueba. Al concluir la declaración del testigo, el fiscal o el abogado asistente del
fiscal, en su caso, le hará saber la obligación que tiene de comparecer y declarar durante la audiencia del juicio oral, así
como de comunicar cualquier cambio de domicilio o de morada hasta esa oportunidad.
Si, al hacérsele la prevención prevista en el inciso anterior, el testigo manifestare la imposibilidad de concurrir a
la audiencia del juicio oral, por tener que ausentarse a larga distancia o por existir motivo que hiciere temer la
sobreviniencia de su muerte, su incapacidad física o mental, o algún otro obstáculo semejante, el fiscal podrá solicitar del
juez de garantía que se reciba su declaración anticipadamente.
En los casos previstos en el inciso precedente, el juez deberá citar a todos aquéllos que tuvieren derecho a asistir
al juicio oral, quienes tendrán todas las facultades previstas para su participación en la audiencia del juicio oral.
Sin perjuicio de lo anterior, la inasistencia del imputado válidamente emplazado no obstará a la validez de la
audiencia en la que se rinda la prueba anticipada.
También es relevante destacar que para los casos de procedimientos simplificados donde el imputado
requerido, válidamente emplazado, no asista injustificadamente a la audiencia de juicio por segunda ocasión,
el tribunal deberá recibir, siempre que considere que ello no vulnera el derecho a defensa del imputado, la
prueba testimonial y pericial del Ministerio Público, de la defensa y del querellante, en carácter de prueba
anticipada, conforme a lo previsto en el artículo 191 de este Código, sin que sea necesaria su comparecencia
posterior al juicio. (Art. 396 inc. final)
Hay norma especial sobre prueba anticipada de menores de edad y de víctimas de ciertos
delitos sexuales en el artículo 191 bis del CPP.
Artículo 191 bis.- Anticipación de prueba de menores de edad. El fiscal podrá solicitar que se reciba la declaración
anticipada de los menores de 18 años que fueren víctimas de alguno de los delitos contemplados en el Libro Segundo,
Título VII, párrafos 5 y 6 del Código Penal. En dichos casos, el juez, considerando las circunstancias personales y
emocionales del menor de edad, podrá, acogiendo la solicitud de prueba anticipada, proceder a interrogarlo, debiendo los
intervinientes dirigir las preguntas por su intermedio.
Con todo, si se modificaren las circunstancias que motivaron la recepción de prueba anticipada, la misma deberá
rendirse en el juicio oral.
La declaración deberá realizarse en una sala acondicionada, con los implementos adecuados a la edad y etapa
evolutiva del menor de edad.
En los casos previstos en este artículo, el juez deberá citar a todos aquellos que tuvieren derecho a asistir al juicio
oral.
También existe la posibilidad de solicitar una prueba anticipada, pero fundada en motivos
de seguridad, en ciertas leyes especiales, donde se justifica esta excepcional medida por la gravedad y
naturaleza de los hechos de que se trata. Así por ejemplo el artículo 32 de la Ley N° 20.000 dispone que “Las
declaraciones del cooperador eficaz, de los agentes encubiertos, agentes reveladores, informantes y, en general, de testigos y
335
Art. 331 letra a) CPP
Sin embargo, en el evento que haya transcurrido el plazo de dos años desde la fecha en que
la investigación hubiere sido formalizada, o el plazo menor que haya determinado el juez de garantía, la ley le
impone al fiscal el deber de cerrarla. 336 Si no lo hace así, el querellante o el imputado pueden solicitar al juez de
garantía que lo aperciba para que proceda al cierre de la misma, so pena de declarar el sobreseimiento
definitivo de la causa.
En tal caso, el juez citará a una audiencia para resolver esta petición, cuyos resultados
dependerán de la actitud que adopte el fiscal, esto es:
Artículo 247. Plazo para declarar el cierre de la investigación. Transcurrido el plazo de dos años desde la fecha en
que la investigación hubiere sido formalizada, el fiscal deberá proceder a cerrarla.
Si el fiscal no declarare cerrada la investigación en el plazo señalado, el imputado o el querellante podrán
solicitar al juez que aperciba al fiscal para que proceda a tal cierre.
Para estos efectos, el juez citará a los intervinientes a una audiencia y si el fiscal no compareciere, el juez
otorgará un plazo máximo de dos días para que éste se pronuncie, dando cuenta de ello al fiscal regional. Transcurrido tal
plazo sin que el fiscal se pronuncie o si, compareciendo, se negare a declarar cerrada la investigación, el juez decretará el
sobreseimiento definitivo de la causa, informando de ello al fiscal regional a fin de que éste aplique las sanciones
disciplinarias correspondientes. Esta resolución será apelable.
Si el fiscal se allanare a la solicitud de cierre de la investigación, deberá formular en la audiencia la declaración
en tal sentido y tendrá el plazo de diez días para deducir acusación.
Transcurrido este plazo sin que se hubiere deducido acusación, el juez fijará un plazo máximo de dos días para
que el fiscal deduzca la acusación, dando cuenta de inmediato de ello al fiscal regional. Transcurrido dicho plazo, el juez,
de oficio o a petición de cualquiera de los intervinientes, sin que se hubiere deducido la acusación, en audiencia citada al
efecto dictará sobreseimiento definitivo. En este caso, informará de ello al fiscal regional a fin de que éste aplique las
sanciones disciplinarias correspondientes.
El plazo de dos años previsto en este artículo se suspenderá en los casos siguientes:
a) cuando se dispusiere la suspensión condicional del procedimiento;
b) cuando se decretare sobreseimiento temporal de conformidad a lo previsto en el artículo 252, y
c) desde que se alcanzare un acuerdo reparatorio hasta el cumplimiento de las obligaciones contraídas por el imputado a
favor de la víctima o hasta que hubiere debidamente garantizado su cumplimiento a satisfacción de esta última.
336
Arts. 234 y 247 inciso 1° CPP
Declarado el cierre de la investigación, dentro de los diez días siguientes, el fiscal puede
adoptar una de las siguientes actitudes:
c.- Formular acusación, cuando estime que la investigación proporciona fundamento serio
para el enjuiciamiento del imputado contra quien se hubiere formalizado.
Las mismas actuaciones deberá realizar el fiscal cuando haya transcurrido el plazo fijado por
el juez para declarar cerrada la investigación.
El Código regula sólo dos supuestos de reapertura: aquel que se encuentra vinculado con el
sobreseimiento temporal de la causa y el que se contiene en el artículo 257 del CPP, ambos casos con hipótesis
muy restringidas. Con ello el legislador quiso dejar sentado el principio de que sólo en casos muy
excepcionales se otorga la posibilidad al órgano de persecución penal de prolongar la etapa de investigación
preparatoria, pues se encuentra en juego el derecho del imputado a ser juzgado dentro de un plazo razonable.
Artículo 254. Reapertura del procedimiento al cesar la causal de sobreseimiento temporal. A solicitud del fiscal
o de cualquiera de los restantes intervinientes, el juez podrá decretar la reapertura del procedimiento cuando cesare la
causa que hubiere motivado el sobreseimiento temporal.
En todo caso el juez no podrá decretar ni renovar las diligencias que en su oportunidad se
hubieren ordenado a petición de los intervinientes y no se hubieren cumplido por negligencia o hecho
imputable a los mismos; las que fueren manifiestamente impertinentes; y aquellas que hubieren sido
solicitadas con fines puramente dilatorios.
Vencido el plazo o su ampliación, o aun antes de ello si se hubieren cumplido las diligencias,
el fiscal cerrará nuevamente la investigación y procederá en la forma señalada en el artículo 248 del CPP.
Artículo 257.- Reapertura de la investigación. Dentro de los diez días siguientes al cierre de la investigación, los
intervinientes podrán reiterar la solicitud de diligencias precisas de investigación que oportunamente hubieren formulado
durante la investigación y que el Ministerio Público hubiere rechazado o respecto de las cuales no se hubiere pronunciado.
337
Art. 249 CPP
El sobreseimiento solicitado por el fiscal puede ser definitivo o temporal, total o parcial.
e.- Cuando sobrevenga un hecho que, con arreglo a la ley, ponga fin a dicha
responsabilidad, y
f.- Cuando el hecho de que se trate haya sido materia de un procedimiento penal en el que
haya recaído sentencia firme respecto del imputado.
El Código prohíbe dictar sobreseimiento definitivo respecto de los delitos que, conforme a
los tratados internacionales ratificados por Chile y que se encuentren vigentes, sean imprescriptibles o no
puedan ser amnistiados, salvo en los casos de los números 1° y 2° del artículo 93 del CP.
a.- Cuando para el juzgamiento criminal se requiere la resolución previa de una cuestión
civil, de acuerdo con lo dispuesto en el artículo 171.
b.- Cuando el imputado no compareciere al procedimiento y fuere declarado rebelde, de
acuerdo con lo dispuesto en los artículos 99 y siguientes.
c.- Cuando después de cometido el delito, el imputado cayere en enajenación mental.
El inciso final del artículo 252 del CPP, faculta al TJOP para dictar sobreseimiento temporal
en el siguiente evento:
338
Art. 251 CPP
339
Art. 250 CPP
340
Art. 252 CPP
Esta opción procesal del Ministerio Público fue introducida por el Senado en la última fase
de tramitación parlamentaria del proyecto como consecuencia de haberse eliminado la causal de
sobreseimiento temporal equivalente.
Si el fiscal decide hacer uso de esta facultad debe pedir al juez de garantía la citación de
todos los intervinientes a una audiencia donde comunicará su decisión.
Por tratarse del ejercicio de una prerrogativa exclusiva del Ministerio Público, no cabe que el
juez se pronuncie acerca de su procedencia, debiendo limitarse a constatar su ejercicio. 341
a.- El fiscal regional decide acusar, en cuyo caso debe señalar a su vez si la causa continuará
a cargo del mismo fiscal o si designa uno distinto. En este evento la acusación debe ser formulada dentro de los
diez días siguientes.
b.- El fiscal regional ratifica la decisión del fiscal del caso. En este contexto corresponde que
el juez de garantía se pronuncie respecto de la oposición del querellante en uno de los siguientes sentidos:
b.1.- Acoge la oposición, por estimar atendibles los fundamentos del querellante y resuelve
que la acusación sea formulada por éste, quien la sostendrá en lo sucesivo en los mismos términos que el
Código establece para el Ministerio Público.
341
Art. 249 CPP
342
Art. 258 inciso 4° CPP
343
Art. 258 CPP
344
Art. 462 CPP
Sin entrar a pronunciarnos acerca de cuál es la mejor solución, es del caso señalar que el
artículo 258, en sus incisos 3° y 4°, del CPP no contiene tal exigencia.
Además, como veremos más adelante, el control jurídico que ejerce el juez de garantía sobre
la acusación del fiscal es solo formal, de modo que le está impedido rechazar el libelo acusatorio aunque
estime que no tiene fundamentos serios. Sin embargo, en la situación de forzamiento, al discernir el juez de
garantía si permite o no que el querellante formule y sostenga la acusación realiza un control jurídico de fondo,
que no podría efectuar si la acusación hubiera sido presentada por el Ministerio Público.
La circunstancia anotada precedentemente ha servido para sostener que ese juicio de mérito
que realiza el juez de garantía, en este caso, faculta al querellante para acusar aun cuando no exista
formalización.
Si el juez de garantía rechaza el requerimiento, por estimar que los antecedentes no permiten
establecer con certeza la inimputabilidad, dispondrá que la acusación se formule por el querellante. Ahora, si
no hay querellante, el juez ordenará al Ministerio Público la formulación de la acusación conforme al trámite
ordinario.
5.1.1.- Reglamentación
Esta etapa del procedimiento ordinario por crimen o simple delito de acción penal pública se
encuentra reglamentada en el Título II del Libro Segundo del CPP, artículos 259 a 280.
De la lectura de los preceptos antes indicados podemos señalar que las funciones principales
de esta fase del procedimiento son las siguientes:
a.- El control, por parte del juez de garantía, de la corrección formal de la acusación o
acusaciones;
b.- El control de la validez y pertinencia de las pruebas ofrecidas por las partes.
f.- Fija el tribunal competente y las personas que deben intervenir en el juicio.
5.3.- Características
345
Por ejemplo a través de las convenciones probatorias y eventual conciliación en lo civil
346
Mediante la exclusión de pruebas, que analizaremos más adelante
347
Ver art. 248 letra b) del CPP
348
En el caso del procedimiento abreviado
De otro lado, conviene tener en cuenta que en caso de subrogación por inhabilidad 349 del
juez de garantía a cargo del procedimiento, el subrogante sólo puede actuar hasta la audiencia de preparación,
la que no se realizará sino una vez resuelta la inhabilidad. 350
La etapa intermedia consta de dos fases, una escrita y la otra oral. La fase escrita comienza
con la presentación del escrito de acusación por parte del Ministerio Público y dura hasta la víspera del día de
celebración de la audiencia de preparación. 352 La fase oral está constituida precisamente por la audiencia de
preparación del juicio. 353
La acusación es escrita y debe contener en forma clara y precisa los requisitos señalados en
el artículo 259 del CPP, a saber:
349
Ver arts. 206, 207 y 208 del COT
350
Ver art. 75 del CPP
351
Imparcialidad del tribunal como componente del debido proceso
352
Ver art. 263 CPP
353
Ver art. 266 CPP
e.- La expresión de los preceptos legales aplicables. Requisito que se refiere tanto a las
normas sustantivas como adjetivas que regulen la imputación.
f.- El señalamiento de los medios de prueba de que el Ministerio Público piensa valerse en
juicio. Esta exigencia obedece al principio de contradicción e igualdad procesal y procura respetar el derecho
de defensa del acusado. En el sistema norteamericano la audiencia preliminar se denomina “discovery”, o sea,
“mostrarse las cartas”, de tal forma que no exista ocultamiento de elementos de pruebas por parte de los
litigantes. El inciso 2° de este artículo 259 reglamenta la forma en que debe ofrecerse la prueba, señalando que
en el caso de la testimonial deberá presentarse una lista de los testigos, individualizándolos, a lo menos, con
su nombre, apellidos, profesión y domicilio o residencia, 354 señalando además los puntos sobre los que habrán
de recaer sus declaraciones. Del mismo modo se individualizará a los peritos, indicando además sus títulos o
calidades. En el caso de los otros elementos de prueba, como documentos, objetos y otros medios atípicos, sólo
se requiere su mención expresa.
g.- La pena cuya aplicación se solicitare. En este punto el fiscal debe fijar su pretensión
punitiva, que deberá ser concordante con los hechos descritos y calificados jurídicamente. Esta exigencia
comprende tanto la pena principal como las accesorias legales, tanto las penas corporales como las pecuniarias,
incluso si procediere el comiso y otras sanciones establecidas por la ley.
j.- Entrega de los antecedentes de la investigación. Por último, el Fiscal de la causa debe
poner a disposición de los intervinientes, en el tribunal, los antecedentes acumulados durante la investigación,
357 siendo conveniente que deje constancia de ello en el escrito de acusación. Esta exigencia es también
manifestación del derecho de defensa y principio adversarial, supone por lo demás el cumplimiento de la
354
Puede omitirse el domicilio o residencia del testigo, por motivos de protección, si existiera motivo para temer que su
indicación pública implica un peligro para él o para otra persona, de acuerdo a lo establecido en el art. 307 del CPP
355
Ver art. 406 inciso 1° del CPP
356
Ver art. 407 CPP
357
Ver art. 260 parte final del CPP
Presentada la acusación ante el juez de garantía, éste, dentro de las veinticuatro horas
siguientes debe dictar una resolución disponiendo la notificación de la acusación a todos los intervinientes y
los citará a la audiencia de preparación de juicio oral, que deberá llevarse a efecto no antes de veinticinco días
ni después de treinta y cinco. 359
Son plenamente aplicables las normas especiales para la notificación del Ministerio Público,
en cuanto este organismo será notificado en sus oficinas, y respecto de los otros intervinientes, distinguiendo si
cuentan con defensor o mandatario constituido, en cuyo caso las notificaciones deberán ser hechas solamente a
éste, salvo que la ley o el tribunal dispongan que también se notifique directamente a aquél. 362
La notificación al acusado debe efectuarse, a más tardar, diez días antes de la realización de
la audiencia de preparación. 363 En dicha actuación se le entregará copia de la acusación, en la que se dejará
constancia del hecho de encontrarse a su disposición, en el tribunal, los antecedentes de la investigación, en su
caso se le entregarán además copias de las actuaciones del querellante, las acusaciones particulares, adhesiones
y la demanda civil. 364 Si el acusado se encuentra privado de libertad, la notificación se efectuará en persona en
el establecimiento o recinto penal, aunque éste se hallare fuera del territorio jurisdiccional del tribunal,
mediante la entrega, por un funcionario del establecimiento y bajo la responsabilidad del jefe del mismo, del
texto de la resolución y los demás antecedentes. 365
Salvo el caso del imputado privado de libertad, si analizamos la historia legislativa del
artículo 260 del CPP, podemos concluir que para los legisladores fue suficiente en este caso la notificación por
cédula. En efecto, en el Senado se expresó que si bien el plazo para efectuar estas notificaciones no es muy
amplio, es suficiente, habida consideración que no es la primera notificación que se realiza, por lo que ella
deberá practicarse de acuerdo a las reglas generales, que normalmente será por cédula, ya que todos los
intervinientes tienen su domicilio registrado en el tribunal. Por ello se rechazó una indicación que exigía que
esta notificación se efectuara en forma personal.
358
Ver arts. 227 y 228 del CPP
359
Ver art. 260 del CPP
360
Ver art. 25 del CPP
361
Ver art. 33 del CPP
362
Ver arts. 27 y 28 del CPP
363
Ver art. 262 del CPP
364
Ver art. 262 CPP
365
Ver art. 29 del CPP
Por escrito y hasta quince días antes de la fecha fijada para la realización de la audiencia de
preparación el querellante podrá realizar las siguientes actuaciones: 366
a.- Presentar acusación particular, donde amplíe la acusación del Fiscal, extendiéndola a
hechos o a imputados distintos, siempre con respeto al principio de congruencia. También puede plantear una
distinta calificación jurídica de los hechos, otras formas de participación del acusado, o solicitar penas
distintas, normalmente superiores a la pretensión punitiva del persecutor estatal. Sólo en esta hipótesis,
siempre y cuando la pena solicitada exceda el límite legal, puede el querellante oponerse al procedimiento
abreviado. 367
b.- Adherir a la acusación del Fiscal, lo que ocurrirá cuando el querellante esté de acuerdo
con la penalidad solicitada y con la calificación jurídica que, de los hechos, participación y circunstancias, haya
realizado el Ministerio Público. Si el querellante no deduce acusación particular o no adhiere a la acusación en
esta oportunidad el juez de garantía, de oficio o a petición de parte, declarará abandonada la querella. 368
c.- Deducir demanda civil, cuando procediere. Recordemos que en el proceso penal sólo se
pueden presentar demandas civiles que tengan por objeto la restitución de la cosa 369 y tratándose de la
víctima, además, las que tengan por objeto perseguir las responsabilidades civiles derivadas del hecho punible
siempre y cuando se dirijan en contra del imputado penal. 370 Por lo tanto, las otras acciones encaminadas a
obtener la reparación de las consecuencias civiles del hecho punible que se interpusieren por personas
distintas de la víctima, o se dirigieren contra personas diferentes del imputado, deberán plantearse en sede
civil. La demanda civil presentada en el proceso penal por el querellante debe deducirse por escrito
conjuntamente con la adhesión o acusación particular y debe cumplir con los requisitos exigidos por el artículo
254 del Código de Procedimiento Civil. Finalmente, el escrito de demanda debe contener la indicación de los
medios de prueba, efectuada de la misma manera que debe hacerlo el Fiscal. 371
e.- Ofrecer la prueba que estimare necesaria para sustentar su acusación. El querellante o el
actor civil deberán ofrecer la prueba de la misma manera que la ley establece para el Ministerio Público.
Sólo hasta la víspera del inicio de la audiencia de preparación el acusado puede, por escrito,
efectuar alguna de las siguientes actuaciones: 372
a.- Señalar los vicios formales de que adoleciere el escrito de acusación, requiriendo su
corrección. Normalmente se trata de errores en la individualización de los intervinientes, testigos o peritos,
omisión de alguno de los requisitos legales o defectos de redacción que le restan claridad y precisión a la
acusación.
366
Ver art. 261 CPP
367
Ver art. 408 del CPP
368
Ver art. 120 del CPP
369
Pero, en este caso, debe tramitarse de conformidad a lo previsto en el art. 189 del CPP, esto es, como una reclamación o
tercería ante el juez de garantía.
370
Ver arts. 59 del CPP y 171 del COT
371
Ver art. 60 del CPP
372
Ver art. 263 del CPP
c.- Exponer los argumentos de defensa que considere necesarios. En la práctica por razones
estratégicas, los abogados defensores normalmente reservan esta opción para los alegatos de apertura y
clausura del juicio oral.
d.- Oponer excepciones o contestar la demanda civil. También puede señalar los vicios
formales de que adolece la demanda civil requiriendo su corrección. 375
e.- Señalar los medios de prueba de que se valdrá en el juicio oral. Este señalamiento se
efectuará del mismo modo que la ley impone para el Fiscal y querellante.
Estas mismas facultades puede ejercerlas el acusado y eventual demandado civil, en forma
verbal, durante la audiencia de preparación del juicio. 376
Llegado el día y hora fijados, el juez de garantía procederá a verificar la asistencia de los
intervinientes. No pueden faltar el Fiscal ni el defensor ya que su presencia constituye un requisito de validez
de la audiencia. 378
Respecto de la presencia obligatoria del acusado, creemos que ella resulta indispensable, no
obstante que la ley no la exige en forma expresa. En primer lugar, haciendo una interpretación extensiva al
derecho de toda persona a no ser juzgada penalmente en ausencia, consagrado positivamente en el artículo 93
letra i) del CPP y también en el artículo 14 N° 3 letra d) del PIDCP, que consagra la prerrogativa de hallarse
presente en el proceso. Enseguida, porque esta audiencia es fundamental para la defensa del acusado y ésta se
divide en defensa material o autodefensa y la defensa técnica, de modo que avanzar en la audiencia de
preparación sin considerar las alegaciones o planteamientos que personalmente pueda efectuar el propio
imputado 379 no se condice con el respeto cabal de sus derechos. Finalmente, existen razones de orden práctico
373
Ver art. 74 inciso 2° del CPP
374
Ver art. 265 del CPP
375
Ver art. 62 del CPP
376
Ver art. 263 inciso 1° del CPP
377
Ver arts. 40 inciso final y 41 del CPP
378
Ver art. 269 del CPP
379
Art. 8 inciso 2° CPP
Empero, el problema descrito no es un tema resuelto, tanto es así que, ante la insistencia del
Ministerio Público, se han realizado audiencias de preparación sin la presencia del acusado, sólo con su
defensor, entendiendo el tribunal que se trata de una audiencia técnica, donde se analizan y definen cuestiones
jurídicas, que sólo exigen la presencia del defensor letrado. Además, a la luz de lo dispuesto en el artículo 101
del CPP, se argumenta en apoyo de esta tesis que si es posible realizar la audiencia cuando el imputado ha
sido declarado rebelde, 380 con mayor razón se podrá celebrar sin él.
La falta de comparecencia del Fiscal deberá ser subsanada de inmediato por el tribunal,
quien además pondrá este hecho en conocimiento del Fiscal Regional.
Una vez declarado el inicio de la audiencia, el juez realizará una exposición sintética de las
presentaciones escritas efectuadas por los intervinientes, vale decir, la acusación del fiscal, la acusación
particular del querellante, la adhesión, la demanda civil, la eventual defensa escrita y las solicitudes de
corrección de vicios formales. 385
Si el acusado no hubiere ejercido por escrito las facultades previstas en el artículo 263 del
CPP, dentro de las cuales se encuentra la exposición de los argumentos de defensa, el juez le otorgará la
posibilidad de hacerlo verbalmente, si lo desea. 386
380
Faculta al tribunal para sobreseer definitiva o temporalmente la causa de acuerdo al mérito de lo obrado.
381
Ver art. 8 N° 2 letra c) de la CADH que contempla como garantía judicial “la concesión al inculpado del tiempo y de los medios
adecuados para la preparación de su defensa”.
382
Ver art. 64 inciso 2° del CPP
383
Ver art. 120 letra b) del CPP
384
Ver arts. 35 y 159 del CPP
385
Ver art. 267 del CPP
386
Ver art. 268 del CPP
En este punto debemos tener presente lo dispuesto en el artículo 245 inciso final del CPP que,
en cuanto a la oportunidad, señala que después del cierre de la investigación la suspensión condicional del
procedimiento y el acuerdo reparatorio sólo puede ser decretado o aprobado durante la audiencia de
preparación de juicio oral.
De lo anterior fluye la conveniencia de que el juez de garantía llame a las partes a explorar,
por última vez, la posibilidad de alguna de las salidas alternativas.
En el evento que el Fiscal hubiere efectuado solicitud en ese sentido, ya sea por escrito, junto
a la acusación, o en forma verbal en la audiencia, procede discutir y decidir sobre el particular.
El juez de garantía, de oficio o a petición de parte, puede ordenar que los vicios formales de
que adolece la acusación del fiscal, la acusación particular o la demanda civil sean subsanados, en lo posible de
inmediato y sin suspender la audiencia. Si no es posible subsanarlos de inmediato, suspenderá la audiencia
por el período que el tribunal estime necesario, que en ningún caso podrá exceder de cinco días.
Los efectos que se siguen en caso que no se subsanen los vicios en el plazo judicial señalado
difieren según cuál sea el interviniente incumplidor.
Si es el Fiscal quien no corrige los vicios observados en su acusación, el juez puede, a petición
de éste, prorrogar la audiencia por otros cinco días, sin perjuicio de lo cual el juez debe informar el
incumplimiento al Fiscal Regional. Si transcurrido este último plazo no se han subsanado los vicios, el juez
podrá adoptar una de las siguientes decisiones:
a.- Si existe querellante particular que hubiere deducido acusación o se hubiere adherido a la
del Fiscal, dispondrá que el procedimiento continúe sólo con el querellante y el Ministerio Público no podrá
volver a intervenir en él.
387
Ver art. 406 del CPP
388
Ver art. 270 del CPP
En nuestro país esta obligación legal tiene un claro contenido fáctico, alcanzando únicamente
a los hechos, circunstancias y personas objeto de la formalización, de la acusación y de la sentencia, se reserva
entonces a los acusadores y, por último, al tribunal la libre calificación jurídica del “factum” o “núcleo fáctico”
del juicio.
En esta etapa procesal la obligación de congruencia pesa directamente sobre los acusadores,
esto es, el Fiscal y el acusador particular. Estos intervinientes en sus respectivos escritos deberán respetar a
cabalidad esta correlación sustancial que debe existir entre los hechos descritos en la formalización y aquellos
que se contengan en sus acusaciones.
En relación al texto del proyecto original de CPP, que sólo permitía resolver estas
excepciones en base a los antecedentes de la investigación, el Senado cuestionó la limitación, estimando que es
un tema de fondo que el imputado no podrá volver a plantear después y en ciertos casos, como la cosa juzgada
o la litis pendencia, requerirá precisamente de antecedentes que no constarán normalmente en la investigación
sino que emanan de otros procedimientos. Sopesó el riesgo de alargar la audiencia, pero creyó necesario que la
mayor cantidad de problemas queden despejados en ella para llegar al juicio oral sólo con los hechos. Por ello,
acordó permitir que los intervinientes puedan en ese momento presentar pruebas adicionales a las que consten
en la investigación.
Si acoge las excepciones, terminará la audiencia. En cambio, si las rechaza, puede seguir
avanzando en ella hasta la dictación, en su caso, del auto de apertura.
En ambos casos la resolución que se dicte es apelable en el sólo efecto devolutivo. 390
Por el contrario, si el juez estima que los antecedentes de la investigación no son suficientes
para justificar dichas excepciones, debe dejar su decisión para la audiencia de juicio oral. Esta resolución que
reserva el conocimiento de las excepciones para el posterior juicio es inapelable. 392
Como la demanda civil debe cumplir con los requisitos formales establecidos en el artículo
254 del CPC, resulta evidente que el demandado tiene la facultad de oponer a esa demanda excepciones
dilatorias (de forma) y perentorias (de fondo).
Respecto de estas excepciones civiles el artículo 63 del CPP dispone que deben ser resueltas
durante la audiencia de preparación del juicio oral. Sin embargo, ello no parece aplicable a las excepciones de
fondo, que constituyen propiamente la contestación de la demanda y requieren de prueba, por ello
corresponde que sean conocidas y resueltas por el tribunal del juicio.
Son acuerdos que celebran los intervinientes ante el juez de garantía, en la audiencia de
preparación, en cuya virtud dan por acreditados ciertos hechos, que no podrán luego ser discutidos y a los
cuales deberá estarse en el juicio oral. 394
389
Ver art. 74 inciso 2° del CPP
390
Ver arts. 271 inciso 2° y 368 del CPP
391
Ver arts. 271 inciso 3°, 253 y 368 del CPP
392
Ver art. 271 inciso 3° del CPP
393
Ver art. 273 del CPP, 263 y 267 del CC
394
Ver art. 275 del CPP
Según el profesor Julián López Masle la exclusión de prueba que provenga de actuaciones o
diligencias declaradas nulas y las que hubieren sido obtenidas con inobservancia de garantías fundamentales,
constituye un mecanismo general correctivo para la protección de garantías, junto a la nulidad procesal y al
recurso de nulidad. Los otros casos de exclusión de prueba dicen relación más bien con la racionalidad y
eficacia del proceso.
b.- Por tratarse de pruebas que tienen por objeto acreditar hechos públicos y notorios, esto
es, sucesos de la naturaleza por todos conocidos, acontecimientos históricos relevantes y, en general, todos
aquellos hechos de los cuales tienen normalmente conocimiento las personas sensatas o sobre lo que ellas se
pueden informar en fuentes confiables.
d.- Por tratarse de pruebas que provinieren de actuaciones o diligencias que hubieren sido
declaradas nulas. Este punto se encuentra íntimamente relacionado con el tema de la nulidad procesal de las
actuaciones o diligencias judiciales defectuosas.
e.- Por tratarse de pruebas que hubieren sido obtenidas con inobservancia de garantías
fundamentales. Todos los autores coinciden en señalar que esta causal de exclusión constituye un gran avance
normativo del Derecho Procesal Chileno, llegando incluso a hablar de la “constitucionalización del Derecho
Procesal”.
395
Ver art. 272 del CPP
En esta materia lo que interesa no es tanto la solución del conflicto penal específico sino la
definición de las formas y medios lícitos a través de los cuales se autoriza la averiguación de los hechos. El
proceso penal en un Estado de Derecho se concibe como un instrumento de control social formalizado, es por
esto que sólo pueden utilizarse como medios de investigación y de acreditación aquellos que se obtengan con
observancia escrupulosa de la disciplina de garantía de cada instrumento de acreditación.
En el caso de las garantías procesales no basta con la mera infracción de una norma de
procedimiento aislada, de una formalidad o de un requisito de un acto, es preciso además que esas
infracciones vulneren una garantía procesal componente del debido proceso.
Según el profesor Alex Carocca 397 la prueba ilícita es aquella obtenida o practicada con
infracción de cualquier derecho fundamental del imputado o de terceros, reconocido a nivel constitucional en
nuestro país, ya sea directamente o por remisión a los tratados internacionales sobre derechos humanos.
En primer lugar el deber de los órganos del Estado de respetar y promover los derechos
fundamentales y, en consecuencia, abstenerse de vulnerarlos. En principio los derechos y libertades
individuales deben primar por sobre los fines de la persecución penal. El descubrimiento de la verdad debe ser
efectuado en forma lícita, no sólo porque hay de por medio un principio ético en la represión del delito, sino
porque la tutela de los derechos del individuo es un valor más importante para la sociedad que el castigo al
autor del delito. El respeto a la dignidad del hombre y a los derechos esenciales que derivan de esa calidad,
constituyen el vértice fundamental sobre el que reposa la existencia misma de todo Estado de Derecho. 398
En segundo lugar, se busca desincentivar los abusos de la policía, toda vez que las reglas
de inadmisibilidad probatoria afirma el valor práctico de los derechos fundamentales de los imputados o de
terceros, desincentivando la transgresión de los mismos por los agentes del Estado al determinar su ineficacia
probatoria.
396
Citado por los ex Jueces de Garantía de Curicó, ahora en Santiago, Carlos Gutiérrez Moya y Alejandro Aguilar Brevis en un
trabajo inédito denominado “La Prueba Ilícita: Las Reglas de Exclusión de Medios Probatorios Obtenidos Vulnerando Derechos
Fundamentales”, página 7.
397
Citado por Gutiérrez y Aguilar, ob. Cit., pág. 5
398
Extracto de sentencia de la Corte Federal Argentina de 10 de agosto de 1984 citada por Guillermo Brown, en su libro
“Límites a la valoración de la prueba en el proceso penal”, Editorial Jurídica Nova Tesis, año 2002, pág. 88
Finalmente, el respeto del estado o presunción de inocencia del imputado, en sus alcances
probatorios, toda vez que para ser destruida exige la concurrencia de prueba suficiente que pueda
razonablemente ser calificada de cargo y que haya sido practicada con todas las garantías constitucionales y
procesales. 400
5.5.3.- Oportunidad para reclamar la ilicitud de la prueba
En la fase oral de la etapa intermedia, esto es, durante la audiencia de preparación y con
ocasión del debate acerca de las pruebas ofrecidas los litigantes pueden plantear el tema de la exclusión de la
prueba ilícita, vale decir, aquella obtenida en contravención de las garantías fundamentales de las personas. Si
la exclusión solicitada opera en contra del fiscal y es aceptada por el juez de garantía, el persecutor penal
puede apelar de esa decisión. En cambio, si esa petición es rechazada, la resolución que así se pronuncia es
inapelable.
Durante el juicio oral el litigante que no obtuvo la exclusión solicitada podrá solicitar que los
elementos de prueba que estima viciados no sean valorados por el tribunal en la sentencia.
Finalmente, si el tribunal del juicio ha valorado esa prueba que se estima ilegítima, puede el
litigante perjudicado interponer recurso de nulidad fundado en la causal contemplada en el artículo 373 letra
a) del CPP, esto es por infracción sustancial de derechos o garantías asegurados por la Constitución o los
tratados internacionales suscritos por Chile.
Las normas que regulan la actividad probatoria 401 son normas de garantía de los ciudadanos
frente al ejercicio de la potestad penal del Estado y, por ello, no debe permitirse que surtan efectos las pruebas
obtenidas, directa o indirectamente, violentando los derechos o libertades fundamentales. La exclusión es una
exigencia derivada del contenido esencial del derecho vulnerado y la prohibición de utilización se extiende a
las pruebas derivadas en la medida que éstas participen de la misma vulneración del derecho fundamental,
por lo que se hace necesario, en cada caso, comprobar si la prueba posterior, que no ha sido practicada con
vulneración de un derecho fundamental, participa de la ilicitud de la primera. En otras palabras, a la prueba
posterior, por lo tanto derivada, que ha sido regularmente obtenida, debe privársele de eficacia probatoria si
aparece conectada con la vulneración de la prueba anterior de manera que la antijuridicidad de la primera es
traspasada a la derivada.
399
Fundamento extraído de los precedentes norteamericanos
400
Jurisprudencia reiterada del Tribunal Constitucional Español
401
Nota: Nos referimos especialmente a los actos de investigación, vale decir aquellos elementos de prueba obtenidos durante
la instrucción mediante diligencias del fiscal o de la policía, cuya finalidad inmediata es servir de fundamento a importantes decisiones
tanto del persecutor penal como del juez de garantía, y de un modo mediato servir como acto de prueba cuando son producidos en el
juicio.
Los jueces de garantía utilizan con esta finalidad la concepción de la “conexión causal” entre
el acto que lesiona el derecho fundamental y los medios de prueba que se obtienen como consecuencia de
dicho acto y, que por ello se denomina, prueba derivada.
Los efectos reflejos de la prueba ilícita se producen siempre que se acredite la relación causal
entre la información ilegítimamente adquirida y los elementos de prueba obtenidos a partir de ella. En
consecuencia, debe existir un nexo causal entre la prueba ilícita y la derivada, de modo tal que la segunda sea
fruto o resultado necesario de la primera (doctrina del fruto del árbol envenenado)
Las demás pruebas que hubieren sido ofrecidas por las partes y no excluidas por el juez de
garantía, después del debate respectivo, serán admitidas y señaladas en el respectivo auto de apertura. 403
402
Es lo que el Tribunal Constitucional Español denomina “conexión de antijuridicidad”. Ver en este sentido sentencia
028/2002, de 11 de febrero de 2002. Y Tribunal Supremo de España en sentencia N° 58/2003 de la Sala de lo Penal, de fecha 22 de
enero de 2003.
403
Ver arts. 276 inciso final y 277 letra e) del CPP
404
Ver arts. 10 y 278 del CPP
Eventualmente las partes pueden, durante la audiencia de preparación, solicitar que se rinda
prueba testimonial y pericial anticipada. 405
Es una facultad que la ley concede al juez de garantía basada en razones de economía
procesal y conveniencia práctica.
Se relaciona con la facultad legal de los fiscales para agrupar o separar investigaciones. 409
Para que el juez de garantía haga uso de esta facultad debe existir una pluralidad de
acusaciones presentadas por el Ministerio Público, vinculadas entre ellas por referirse a un mismo hecho, a un
mismo acusado, o porque debieren ser examinadas unas mismas pruebas.
405
Ver arts. 280 y 191 del CPP
406
Ver art. 329 inciso 1° del CPP
407
Ver arts. 98 y 326 del CPP
408
Ver art. 274 del CPP
409
Ver art. 185 del CPP
En este caso nos encontramos frente a una acusación presentada por el Ministerio Público
que se refiere a distintos hechos o diferentes imputados que, de ser conocida en un solo juicio oral, pudiere
provocar graves dificultades en la organización o desarrollo del juicio o detrimento de la defensa, y siempre
que ello no implique el riesgo de provocar decisiones contradictorias.
Si el juez de garantía así lo estima, previo debate, dictará autos de apertura de juicio oral
separados ya para los distintos hechos, ya para los distintos imputados.
Agotados los temas de la audiencia, el juez de garantía debe proceder a dictar el auto de
apertura de juicio oral, sentencia interlocutoria que pone fin a la etapa intermedia y cuyo contenido mínimo se
encuentra señalado en los artículos 37 y 277 del CPP y 169 del CPC en relación al artículo 52 del CPP, según
pasamos a detallar a continuación.
a.- Señalamiento del tribunal competente para conocer el juicio oral. 410 Este requisito se
refiere más bien a la competencia territorial (relativa), correspondiendo que conozca del juicio al Tribunal de
Juicio Oral en lo Penal con jurisdicción sobre el territorio en que se hubiere cometido el hecho que da motivo al
juicio, teniendo en cuenta, además, que el delito se considera cometido en el lugar donde se hubiere dado
comienzo a su ejecución. 411
b.- La indicación de la o las acusaciones que deberán ser objeto del juicio y las
correcciones formales que se hubieren realizado en ellas. 412 Si sólo ha presentado acusación el Ministerio
Público, en el auto de apertura bastará con la trascripción o mención extractada pero fiel de su contenido.
Estimamos que no debe faltar la relación circunstanciada de los hechos, la calificación jurídica de los mismos,
las circunstancias modificatorias de responsabilidad invocadas, la participación atribuida y la penalidad
solicitada. Si además existe acusación particular, deberá hacerse igual mención a su respecto.
En relación con los vicios formales de la acusación, creemos que debe indicarse también el
resultado del análisis que el juez efectúe sobre la congruencia entre la formalización y la o las acusaciones.
c.- La enunciación de la demanda civil, en su caso. 413 Parece adecuado transcribir del modo
más fiel posible el libelo respectivo, para que el juez presidente del Tribunal Oral, en su oportunidad, esté en
condiciones de señalar esta pretensión junto con las acusaciones y, luego, para el pronunciamiento en la
sentencia definitiva. 414
410
Ver art. 277 letra a) del CPP
411
Ver arts. 16, 21 y 157 incisos 1° y 3° del COT
412
Ver art. 277 letra b) del CPP
413
Ver art. 277 letra c) del CPP
414
Ver arts. 325 inciso 2° y 342 letra e) del CPP
e.- El señalamiento de las pruebas que deberán rendirse en el juicio oral. 416 Se trata de las
pruebas aceptadas y no excluidas después del debate respectivo.
En este punto el profesor Raúl Tavolari sostiene que por tratarse de una sentencia
interlocutoria firme, produce cosa juzgada y deviene en intangible para el Tribunal de Juicio Oral en lo Penal,
de modo que éste último no podría, con posterioridad, en la audiencia aceptar prueba que ha sido excluida o
excluir prueba que ha sido ya aceptada. Refuerza este aserto con la institución de la preclusión y la ausencia de
facultades de revisión que el tribunal colegiado tiene respecto del juez de garantía, por no existir entre ellos
relación de superioridad jerárquica.
Si bien compartimos la posición del profesor Tavolari en cuanto sostiene que no pueden
recibirse en el juicio elementos de prueba que han sido expresamente excluidos durante la audiencia de
preparación, discrepamos de aquella parte de la conclusión que nos niega la posibilidad de excluir prueba
previamente aceptada.
Fundamos nuestro aserto en una razón de texto y en el rol que creo se les ha asignado a todos
los jueces penales. En primer lugar, el artículo 334 inciso 2° del CPP faculta expresamente al tribunal de Juicio
Oral en lo Penal para impedir que se incorpore como medio de prueba actas o documentos que dieren cuenta
de actuaciones o diligencias declaradas nulas, o en cuya obtención se hubieren vulnerado garantías
fundamentales. Impedir incorporar un elemento de prueba, sea que se haya ofrecido oportunamente o no, es
excluir. Luego, estimamos que los jueces penales en el nuevo sistema tienen la obligación de cautelar los
derechos de los litigantes, especialmente las garantías fundamentales del debido proceso, por lo que si en la
audiencia se demuestra que la manera de obtener una determinada información fue vulneratoria de garantías,
es deber del tribunal excluir esa fuente de información, recordemos que los órganos del Estado están
obligados a respetar y promover los derechos fundamentales. 417
f.- La individualización de quienes debieren ser citados a la audiencia de juicio oral, con
mención de los testigos a los que debiere pagarse anticipadamente sus gastos de traslado y habitación y los
montos respectivos. 418 Aquí deben singularizarse en forma completa los abogados litigantes, el acusado, los
testigos y los peritos, de tal manera que llegado el auto de apertura al tribunal de juicio oral, éste se encuentre
en condiciones de proceder a notificar y citar.
g.- La expresión en letras de la fecha y lugar en que se expide y la firma del juez que la
dictare. 419
415
Ver arts. 275 y 277 letra d) del CPP
416
Ver art. 277 letra e) del CPP
417
Ver artículo 5° inciso 2° de la CPRCH
418
Ver art. 277 letra f) del CPP
419
Ver arts. 37 y 52 del CPP; y 169 del CPC
420
Ver art. 279 del CPP
Como se trata de una resolución que se dicta en audiencia, se entiende notificada a los
intervinientes en el momento de su lectura, dejándose constancia de ello en el estado diario. 424
En cuanto a la remisión del auto de apertura, la ley exige al juez de garantía que haga llegar
esta resolución al tribunal oral competente dentro de las cuarenta y ocho horas siguientes a su notificación. 425
Esta sentencia interlocutoria sólo es susceptible de ser impugnada vía recurso de apelación,
que debe ser concedido en ambos efectos, únicamente cuando lo interponga el Ministerio Público por la
exclusión de pruebas decretada de acuerdo a lo previsto en el artículo 276 inciso 3° del CPP, esto es, por
provenir de actuaciones o diligencias declaradas nulas y aquellas que hubieren sido obtenidas con
inobservancia de garantías fundamentales. 426 En consecuencia, es inapelable en los demás casos.
En el proyecto original el auto de apertura no era susceptible de recurso alguno, sin embargo
la preocupación del Senado en el sentido de permitir que el juez de garantía rechace pruebas, sin que esta
resolución pueda ser apelable, lo que podría significar dejar a una de las partes en la indefensión antes de
empezar el juicio, especialmente en lo que dice relación con la prueba ilícita, generó la modificación del texto
del ejecutivo acordando establecer el recurso en los términos ya señalados.
El nuevo sistema procesal penal, de corte acusatorio pretende enfrentar a dos partes, en un
terreno de igualdad - al menos teórica -, ante un tercero imparcial que dirime un conflicto de naturaleza penal,
constituido por un Tribunal, donde el Estado es una de esas partes, - el acusador - representada por el
Ministerio Público como un órgano autónomo. De la otra, está quien es acusado de la comisión de un delito,
normalmente será una persona natural, pero a efectos de algunos delitos especiales, como por ejemplo el delito
de lavado de activos puede ser una persona jurídica de derecho privado o incluso, una empresa del Estado. 427
421
Ver art. 281 inciso 2° del CPP
422
Ver arts. 144 inciso 2°, 145 inciso 2° y 281 incisos 1° y 2° del CPP
423
Ver arts. 348 inciso 2° del CPP y 28 del CP
424
Ver art. 30 del CPP
425
Ver art. 281 inciso 1° del CPP
426
Ver art. 277 inciso final del CPP
427
Nota: Véase al efecto la Ley N° 20.393 relativa a La Responsabilidad Penal de las Personas Jurídicas en los delitos de lavado
de activos, financiamiento del terrorismo y delitos de cohecho. Para los delitos de lavado de activos también puede obtenerse como
pena accesoria, la disolución o cancelación de la personalidad jurídica, como indica el inciso final del artículo 28 de la ley N°19.913.
El tercero imparcial que dirime los conflictos que se presentan, en nuestro sistema están
constituidos por un juez de garantía, como tribunal unipersonal y un tribunal colegiado, que es el Tribunal de
Juicio Oral en lo Penal.
De las partes que se enfrentan, la estatal, constituida como se ha dicho por el ministerio
público o fiscalía como único ente persecutor, 428 es lógicamente la que se ve más poderosa y la otra, puede ser
simplemente cualquier persona, como Ud. o yo, o bien una persona jurídica, tratándose, por ejemplo de los
delitos de lavado de activos.
Tal desigualdad, la ley pretende equipararla dotando al perseguido criminalmente, con una
serie de garantías que fijan su estatuto básico y que se constituye en su verdadero escudo protector.
Desde ya, el CPP enumera en diversos artículos del Libro I, una serie de principios básicos, o
garantías, a saber, entre otras, como ya vimos en capítulos anteriores:
Nadie puede ser condenado ni sometido a medidas de seguridad, sino en virtud de una
sentencia fundada y dictada por un tribunal imparcial (art. 1 CPP)
Toda persona tiene derecho a un juicio previo, oral y público, desarrollado conforme las
normas que previene este CPP (art. 1 CPP)
Nadie puede ser juzgado por comisiones especiales, sino por el tribunal que señalare la ley y
que se hallare establecido por ésta con anterioridad a la perpetración del hecho (art. 2 CPP)
Exclusividad de la investigación penal por parte del Ministerio Público (art. 3 CPP)
Ninguna persona será considerada culpable ni tratada como tal en tanto no fuere condenada
por una sentencia, es lo que se conoce como presunción de inocencia (art. 4 CPP)
428
Nota: El legislador ha dejado la etapa de la investigación de un ilícito que pudiere revestir connotación criminal o penal,
exclusivamente al Ministerio Público que, según el artículo 1° de la Ley Orgánica que lo crea señala, “...es un organismo autónomo y
jerarquizado, cuya función es dirigir en forma exclusiva la investigación de los hechos constitutivos de delito, los que determinen la
participación punible y los que acrediten la inocencia del imputado y, en su caso, ejercer la acción penal pública en la forma prevista por
la ley. De igual manera, le corresponderá la adopción de medidas para proteger a las víctimas y a los testigos. No podrá ejercer
funciones jurisdiccionales”. Ley N°19.460, LOC del Ministerio Público, publicada en el Diario Oficial de 15 octubre de 1999.
Protección de la víctima por parte del Ministerio Público y garantía de parte de los tribunales
de velar por la vigencia de sus derechos durante el procedimiento (art. 6 CPP)
El imputado tiene derecho a ser defendido por un letrado (abogado) desde la primera
actuación del procedimiento dirigido en su contra y él mismo tiene derecho a formular los planteamientos y
alegaciones que considere oportunos, así como a intervenir en todas las actuaciones judiciales (art. 8 CPP)
Toda actuación del procedimiento que privare al imputado o a un tercero del ejercicio de los
derechos que la Constitución asegura, o lo restringiere o perturbare, requerirá de autorización judicial previa.
En consecuencia, cuando una diligencia de investigación pudiere producir alguno de tales efectos, el fiscal
deberá solicitar previamente autorización al juez de garantía. Tratándose de casos urgentes, en que la
inmediata autorización u orden judicial sea indispensable para el éxito de la diligencia, podrá ser solicitada y
otorgada por cualquier medio idóneo al efecto, tales como teléfono, fax, correo electrónico u otro, sin perjuicio
de la constancia posterior, en el registro correspondiente. No obstante lo anterior, en caso de una detención se
deberá entregar por el funcionario policial que la practique una constancia de aquélla, con indicación del
tribunal que la expidió, del delito que le sirve de fundamento y de la hora en que se emitió (art. 9 CPP)
En cualquiera etapa del procedimiento en que el juez de garantía estimare que el imputado
no está en condiciones de ejercer los derechos que le otorgan las garantías judiciales consagradas en la
Constitución Política, en las leyes o en los tratados internacionales ratificados por Chile y que se encuentren
vigentes, adoptará, de oficio o a petición de parte, las medidas necesarias para permitir dicho ejercicio, es lo
que se conoce como cautela de garantías. (Art. 10 CPP)
En mi opinión, esta es la única manera de entender la idea “garantista” que regula nuestro
sistema supranacional, constitucional y legal y que algunos, lamentablemente hacen sinónima de impunidad.
Lo medular acá, no es la dictación de sentencias absolutorias, que las habrá siempre, sino que
cuando se dispongan sentencias condenatorias, es que ellas hayan sido precedidas de un proceso justo, debido
y racional, donde se hayan respetado para el juzgado todas sus garantías y que, además las sentencia que
resuelve sea fundada y ello, por una doble exigencia, la del condenado de saber porqué fue condenado y para
la parte contraria, el saber la exacta motivación y fundamentación de la misma, lo que podría permitir la
revisión de la sentencia en sede de nulidad por la Corte de Apelaciones respectiva o bien la Corte Suprema.
Debemos dejar sentado también, que las aludidas garantías pueden ser restringidas en casos
excepcionales por el propio legislador y la finalidad última de tales restricciones dicen relación, respecto de
algunos delitos, con lograr finalmente la persecución de tales ilícitos.
Veremos también, más adelante, que en materia de prueba no es fácil obtener elementos
incriminatorios directos que acrediten la comisión algunos delitos y aquí será fundamental recurrir a la prueba
indiciaria.
La fase intermedia, esta fase se inicia con la presentación que el fiscal haga, por escrito, de su
acusación penal – excepcionalmente su acusación podrá ser verbal, tratándose del juicio inmediato – y se
verificará en ella una audiencia central, como ya se adelantó, esto es, la audiencia de preparación del juicio oral
, la finalidad de aquella es que básicamente se le muestra o enuncia a la defensa, la futura prueba de cargo con
que el ente persecutor cuenta y los antecedentes de la investigación que la respaldan, para que puedan debatir
sobre la misma, con la posibilidad que se da a la defensa, de solicitar su exclusión, entre otras causales, 429 por
vulneración de garantías fundamentalmente en su obtención, situación que es finalmente resuelta por el juez
429
Nota: Véase HERMOSILLA IRIARTE, Francisco “Apuntes Sobre la Prueba en el Código Procesal Penal”, Editorial Librotecnia,
1° edición, año 2006, págs.32 y 33), donde señalo: “Eventualmente, el juez de garantía puede disponer la exclusión de pruebas en los
siguientes casos: por tratarse de pruebas (cualquiera sea su naturaleza) manifiestamente impertinentes, esto es, que no dicen relación
con el objeto del juicio; por referirse a pruebas que tienen por objeto acreditar hechos públicos y notorios, esto es, sucesos de la
naturaleza por todos conocidos, acontecimientos históricos relevantes y, en general, todos aquellos hechos de los cuales tienen
normalmente conocimiento las personas sensatas o sobre lo que ellas se pueden informar en fuentes confiables; por estimar que es
superabundante y dilatoria, tratándose de la prueba testimonial y documental que tuviere por objeto acreditar unos mismos hechos o
circunstancias que no guardan pertinencia sustancial con la materia del juicio y produzcan en él efectos puramente dilatorios; por
consistir en pruebas que provinieren de actuaciones o diligencias que hubieren sido declaradas nulas. Este punto se encuentra
íntimamente relacionado con el tema de la nulidad procesal de las actuaciones o diligencias judiciales defectuosas y finalmente, por
tratarse de pruebas que hubieren sido obtenidas con inobservancia de garantías fundamentales. Todos los autores coinciden en señalar
que esta causal de exclusión constituye un gran avance normativo del Derecho Procesal Chileno, llegando incluso a hablar de la
“constitucionalización del Derecho Procesal”.
La fase del Juicio Oral, la fase del juicio oral comienza cuando el Tribunal Oral recibe el auto
de apertura del juicio oral que dictó el juez de garantía correspondiente y dicha resolución deberá ser enviada,
normalmente, dentro de 48 horas al Tribunal de Juicio Oral en lo Penal que sea competente, quienes
notificarán y citarán a todos los intervinientes, testigos y peritos a una o más audiencias para celebrar el juicio
oral, en una fecha que no podrá ser inferior a 15 ni posterior a 60 días, contados desde la fecha en que se
celebró la audiencia de preparación del juicio oral. En una o más audiencias que constituyen el juicio oral
mismo, deben estar presentes ineludiblemente, el fiscal, eventualmente puede haber un querellante, el
defensor, el acusado y el Tribunal en pleno. En estas audiencias es donde se desahoga la prueba ofrecida por el
MP, la parte querellante, si la hubiere y por la defensa, ante un tribunal colegiado, compuesto por tres jueces,
quienes al final de la audiencia, o en un plazo razonable de horas, posterior, que no puede exceder las 24
horas, aquellos magistrados darán a conocer en audiencia pública su decisión de absolución o condena de él o
los acusados, luego, podrá proseguirse con una audiencia de determinación de pena, para el efecto de que
fuere ella condenatoria de conformidad a lo prevenido en el artículo 343 del CPP y, por último, y dentro del
quinto día contado desde la audiencia de lectura de la decisión de absolución o condena, por regla general, se
dictará y leerá en audiencia especial, citada al efecto, la sentencia que da los razonamientos y fundamentos
acabados de su decisión. Aquí son claves la contradictoriedad de la prueba en el desarrollo del juicio, el
permitir un juicio con igualdad de armas, el no condenar por hechos no contenidos en la acusación, aun
cuando el Tribunal puede recalificarlos jurídicamente, siempre que le avise previamente a los intervinientes y,
finalmente y esto para mí es lo más importante, la existencia de una valoración racional y libre de toda la
prueba rendida en el juicio oral y que explicite de manera fundada su decisión. La sentencia definitiva que
dicte el Tribunal del Juicio es susceptible sólo del recurso de nulidad, que será competente, según cuál sea la
causa de nulidad alegada, la Corte de Apelaciones o la Corte Suprema, quienes podrán a groso modo,
invalidar o anular el juicio oral y la sentencia o sólo la sentencia y dictar, en contados casos sentencia de
reemplazo.
Como ya anticipamos, existen dos esquemas bien diferenciados el uno del otro, en lo que a
sistema probatorio se refiere; así diremos que en general, tenemos por un lado el de la prueba legal o tasada y,
por el otro, el de la prueba de libre convicción, que en nuestro caso actual, estimaba estaba morigerada, en
relación al antiguo sistema, sin embargo, me he dado cuenta con el transcurso del tiempo que ello no es así,
pues el sistema actual es mucho más exigente para los jueces que se desempeñan en el área de los delitos.
Esta exigencia, al decir del profesor BROWN, 430 queda de manifiesto en que en el sistema de
libre convicción, el sentenciar es mucho más complejo que en el de la prueba tasada, pues, en el primero, el
legislador es quien ponía un freno a la interpretación que el juez podía hacer de la prueba, fijándole distinto
valor a cada prueba; empero, hoy el legislador le ha dejado esta tremenda responsabilidad al propio juez,
como bien señala dicho autor “En el de la prueba tasada el juzgador no realiza gran parte de la actividad
axiológica, porque ya la realizó la ley al tasar la prueba y al imponerle un valor a cada una de ellas; mientras
en el sistema de libres convicciones la ley no realiza valoración de prueba alguna; no plasma en normas
jurídicas juicio previo alguno acerca de esa valoración, deja esa actividad en manos del sentenciante. Sin
embargo, exige del juzgador una intervención intelectual, un trabajo y una responsabilidad mucho mayores, al
432
BROWN, Guillermo; “Límites a la valoración de la Prueba en el Proceso Penal”, Editorial Jurídica Nueva Tesis, Argentina, año
2002.
Siguiendo al profesor DEL RÍO FERRETTI, 433 se concluye que en los dos sistemas
probatorios que hemos conocido, el de prueba legal y tasada versus el de libre convicción, “proponen maneras
antagónicas de ordenar lo que se denomina la actividad probatoria”.
En efecto, el primero es de oficialidad, por cuanto aquí es el propio Juez como órgano
persecutor, quien se “aporta” su propia prueba para formarse una convicción; en cambio, en el actual sistema
del Código Procesal Penal, son las partes (ministerio público y defensa), quienes aportan sus respectivas y
contradictorias pruebas para lograr “convencer” a cada juez de que su posición es la correcta, es decir, de que
los hechos que le están acreditando en el juicio ocurrieron de la forma en que ellos señalan.
En éste último sistema, cuando los jueces entran a la sala del juicio oral, sólo conocen de
antemano la versión de los hechos que intentará, o mejor dicho, deberá acreditar el ministerio público. Sin
embargo, ellos desconocen si realmente la versión ofrecida por el ente persecutor es completa o parcial, es
decir, puede perfectamente presentárseles una visión que no concuerde plenamente con la realidad.
Por ello creo que uno de los principales problemas a resolver, en la aplicación del nuevo
sistema, pasa por el “uso” o “abuso” que hagan las partes de la verdad, eso es algo que no deja de preocupar a
los jueces, el nuevo sistema “disfraza” verdades o las da a medias.
El uso más o menos correcto de las teorías del caso de la fiscalía y ciertas actitudes de la
defensa, parecen, a veces, rozar el límite de lo ético en lo tocante a la verdad.
La solución del caso concreto no siempre calza con la justicia del caso particular, los jueces,
muchas veces, sin necesidad de conocer antecedentes anteriores de la investigación, “olfatean” que lo que se
les está presentado en estrados es una verdad a medias, es una porción de lo realmente ocurrido; normalmente
la fiscalía elige la opción de lo que cree poder probar y la defensa, conocedora de aquellas debilidades de la
investigación las explota, muchas veces en desmedro de una solución que pudiera ser más justa.
Por todo lo anterior, la valoración que se haga de la prueba rendida en el juicio oral, de
acuerdo a las nuevas pautas debe ser de una exigencia, estimo superior a la del antiguo sistema, pues aquí no
sólo hay que valorar una prueba que “terceros” le aportan a los jueces, sino que, además hay que analizarla en
433
BROWN, Guillermo, Ob.cit. págs. 65 y66
434
Convención Americana sobre Derechos Humanos (Pacto de San José de Costa Rica), suscrita en San José de Costa Rica el
22/11/1969 en la Conferencia Especializada Interamericana sobre Derechos Humanos, con igual fecha de adopción, en vigor
internacional para Chile de fecha 21 de agosto de 1990, mediante decreto promulgatorio N°873 de 23 de agosto de 1990, publicada en
el Diario Oficial el 5 de enero de 1991; Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos, adoptado y abierto a la firma, ratificación y
adhesión por la Asamblea General en su resolución 2200 A (XXI) de 16/12/1966, con igual fecha de adopción, en vigor internacional
para Chile de 10 mayo de 1972, mediante decreto promulgatorio N°778 de 30 de noviembre de 1976 y publicado en el Diario Oficial con
fecha 29 de abril de 1989.
435
DEL RÍO FERRETTI, Carlos; ob. cit.
Pero, además, esta prueba de cargo que nos presente el ministerio público siempre chocará
con una de las siguientes dos opciones posibles de la defensa: ya sea, el silencio del acusado, con todo lo que
aquello conlleva, pues hoy en día, esa actitud sí tiene un valor para los jueces, porque implica simplemente que
el acusado se ha acogido a una prerrogativa reconocida por el sistema supranacional, “su inocencia”, mientras
no se le pruebe lo contrario; o bien y como segunda alternativa, el acusado puede presentar una “versión”
distinta a la de la fiscalía de cómo ocurrieron los hechos, que nos lleve a los jueces o bien a descartarle de plano
su participación o a absolverlo por la concurrencia de eximentes de responsabilidad penal, o en caso contrario,
a morigerarle la pena por favorecerle circunstancias aminorantes de la misma.
En el primer sistema, esto es, el del antiguo Código de Procedimiento Penal, en un decir
leído alguna vez al profesor RAÚL TAVOLARI 434 , “es el legislador el que en definitiva se ha sentado en el lugar del
juez” y le ha señalado cuál es el peso específico de cada prueba, limitándolo en gran medida en lo tocante a la
valoración que él deba darle a cada medio probatorio con el que se enfrenta, no así, en lo referente a los
hechos, donde aquél por el contrario tiene mayor libertad para determinar cuáles son los que debe o quiere
probar, porque aquí la libertad viene dada por las circunstancias concretas de cada caso que se le presenta, lo
que hace precisamente entretenida esta cuestión para los falladores, porque nunca resuelven dos ilícitos
normativamente iguales de manera semejante .
Al decir del profesor BROWN, 435 en el sistema inquisitivo “la única defensa del imputado eran
las reglas que reglamentaban estrictamente los medios probatorios del proceso oficiosamente. Prevalecía el criterio de la ley
sobre el criterio del juez”.
La Ley, esto es, el Código de Procedimiento Penal, casi se encargaba automáticamente del
resto, así les decía por ejemplo en el artículo 457 cuáles eran los únicos medios por los cuales se acreditaban los
hechos en un juicio criminal, eran seis y nada más que seis; los testigos, el informe de peritos, la inspección
personal de los jueces, los instrumentos, ya fueran ministerio públicos o privados, la confesión (que era la
“reina”) y las presunciones o indicios.
Hoy, hay libertad de medios de prueba, todo hecho se prueba con cualquiera cosa o
elemento que sirva para ello.
En el inquisitivo, eran los jueces los que cumplían con más de una labor, por un lado
investigaban la existencia del hecho punible, al recibir una denuncia, o bien lo hacían de oficio y luego, si
estimaban que existían presunciones fundadas de la existencia de un delito y de la participación del inculpado
en aquél, ya sea como autor, cómplice o encubridor, lo sometían a proceso, ello con la prueba que ellos mismos
se adjuntaban, luego, llegaba un momento en que debían pesar la prueba inculpatoria que tenían, la que, si era
de magnitud, les colocaba en la obligación de acusar, recién ahí, abrían el proceso al acusado, dándole
oportunidad de recibir prueba de descargo al contestar la acusación, y con o sin esa prueba, debían dictar
sentencia.
436
TAVOLARI OLIVEROS, Raúl; apuntes sobre la Prueba, año 2001
437
BROWN, Guillermo; Ob.cit.pág.21
Por otro lado, se situaba al acusado como un objeto de la persecución penal y sus derechos
no tenían tanta importancia en cuanto los jueces se apegaran a una correcta valoración de la prueba, esto es, a
tasar correctamente cada una de las pruebas que ellos mismos se aportaran, por ello les era tan importante su
confesión, debe pensarse que aquél podía incluso renunciar a rendir prueba de descargo. 436
Precisamente, el rol del juez en el nuevo sistema ha dejado de ser activo en el recogimiento
de datos que le sirvan para una sentencia absolutoria o condenatoria y son las partes, ministerio público y/o
querellante y la defensa, quienes debe aportarle a los magistrados del tribunal oral en lo penal, toda la prueba
que avale sus respectivas posiciones antagónicas, en un juicio que por principio es adversarial y contradictorio.
Una de las claves del nuevo sistema probatorio, radica principalmente en que ahora los
jueces no “aportan” prueba, pese a que incluso están facultados para interrogar a testigos o peritos, pero
sujetos a la limitación de aclarar solamente sus dichos, por eso, es dable sostener que sobre los litigantes recae
la carga de probar o mejor dicho, como sostiene DEL RÍO FERRETTI, 437 “la función de probar, pues se parte del
supuesto que ello se da dentro de la idea del sistema y principio acusatorio”.
Según GUILLERMO BROWN 439 la valoración de la prueba parte mucho antes que la
sentencia, ella parte en la etapa de investigación, “La instrucción penal tiene una actividad valorativa de la
prueba reunida desde un principio del proceso...cabe entonces afirmar que esa actividad de apreciación de
prueba, en principio, también es realizada por el ministerio público”.
Compartimos plenamente este aserto del profesor argentino, por cuanto los fiscales al
formalizar por un delito determinado, ya deben hacer una “mini” o breve valoración de la prueba que tienen,
por cuanto deben comunicar que a un sujeto se le investiga por un ilícito determinado. Esta valoración sube, o
sea, es más exigente, al momento en que ellos soliciten, por ejemplo la medida cautelar de la prisión
preventiva, como se desprende de los literales a) y b) del artículo 140 del Código Procesal Penal, es decir,
respectivamente, ”que existen antecedentes que justificaren la existencia del delito que se investigare” y “que
existen antecedentes que permitieren presumir fundadamente que el imputado ha tenido participación en el
delito como autor, cómplice o encubridor”.
Además, y mirado desde el justiciable, el acusado ahora pasa a ser un sujeto de derechos y
deben los jueces velar porque se le respeten sus derechos y garantías constitucionales, ya se encarga el Código
Procesal Penal de remarcarles aquello, al punto que por ejemplo, después de una detención sin lectura de
derechos, o al menos, sin constancia fehaciente de aquél suceso, son el juez y/o el ministerio público, por
mandato del artículo 136 del Código Procesal Penal, quienes deben hacerlo.
438
Véase artículo 449 del CPP
439
Carlos del Río Ferretti, ob.cit.
440
Nota: El artículo 3 del Código Procesal Penal, dispone: “ El ministerio público dirigirá en forma exclusiva la investigación de
los hechos constitutivos de delito, los que determinaren la participación punible y los que acreditaren la inocencia del imputado, en la
forma prevista por la Constitución y la Ley”.
441
BROWN, Guillermo; Ob.cit.págs.15 y 16.
El Código Procesal Penal contempla en el Libro II, Título III, entre los artículos 281 y 351 el
Juicio Oral y este articulado está dividido en diez párrafos que se refieren a los siguientes tópicos:
Artículo 281.- Fecha, lugar, integración y citaciones. El juez de garantía hará llegar el auto de apertura del juicio
oral al tribunal competente, dentro de las cuarenta y ocho horas siguientes al momento en que quedare firme.
También pondrá a disposición del tribunal de juicio oral en lo penal las personas sometidas a prisión preventiva
o a otras medidas cautelares personales.
Una vez distribuida la causa, cuando procediere, el juez presidente de la sala respectiva procederá de inmediato a
decretar la fecha para la celebración de la audiencia del mismo, la que deberá tener lugar no antes de quince ni después de
sesenta días desde la notificación del auto de apertura del juicio oral.
Señalará, asimismo, la localidad en la cual se constituirá y funcionará el tribunal de juicio oral en lo penal, si se
tratare de alguno de los casos previstos en el artículo 21 A del Código Orgánico de Tribunales.
En su resolución, el juez presidente indicará también el nombre de los jueces que integrarán la sala. Con la
aprobación del juez presidente del comité de jueces, convocará a un número de jueces mayor de tres para que la integren,
cuando existieren circunstancias que permitieren presumir que con el número ordinario no se podrá dar cumplimiento a lo
exigido en el artículo 284.
Ordenará, por último, que se cite a la audiencia de todos quienes debieren concurrir a ella. El acusado deberá ser
citado con, a lo menos, siete días de anticipación a la realización de la audiencia, bajo los apercibimientos previstos en los
artículos 33 y 141, inciso cuarto
Artículo 282. Continuidad del juicio oral. La audiencia del juicio oral se desarrollará en forma continua y
podrá prolongarse en sesiones sucesivas, hasta su conclusión. Constituirán, para estos efectos, sesiones
sucesivas, aquéllas que tuvieren lugar en el día siguiente o subsiguiente de funcionamiento ordinario del
tribunal.
Artículo 283.- Suspensión de la audiencia o del juicio oral. El tribunal podrá suspender la audiencia hasta por dos
veces solamente por razones de absoluta necesidad y por el tiempo mínimo necesario de acuerdo con el motivo de la
suspensión. Al reanudarla, efectuará un breve resumen de los actos realizados hasta ese momento.
El juicio se suspenderá por las causas señaladas en el artículo 252. Con todo, el juicio seguirá adelante cuando la
declaración de rebeldía se produjere respecto del imputado a quien se le hubiere otorgado la posibilidad de prestar
declaración en el juicio oral, siempre que el tribunal estimare que su ulterior presencia no resulta indispensable para la
prosecución del juicio o cuando sólo faltare la dictación de la sentencia.
La suspensión de la audiencia o la interrupción del juicio oral por un período que excediere de diez días impedirá
su continuación. En tal caso, el tribunal deberá decretar la nulidad de lo obrado en él y ordenar su reinicio.
Cuando fuere necesario suspender la audiencia, el tribunal comunicará verbalmente la fecha y hora de su
continuación, lo que se tendrá como suficiente citación.
Artículo 284. Presencia ininterrumpida de los jueces y del ministerio público en el juicio oral. La audiencia del
juicio oral se realizará con la presencia ininterrumpida de los jueces que integraren el tribunal y del fiscal, sin perjuicio de
lo dispuesto en el artículo 258. Lo dispuesto en el inciso final del artículo 76 respecto de la inhabilidad se aplicará también
a los casos en que, iniciada la audiencia, faltare un integrante del tribunal de juicio oral en lo penal. Cualquier infracción
de lo dispuesto en este artículo implicará la nulidad del juicio oral y de la sentencia que se dictare en él.
Artículo 286. Presencia del defensor en el juicio oral. La presencia del defensor del acusado durante toda la audiencia
del juicio oral será un requisito de validez del mismo, de acuerdo a lo previsto en el artículo 103.
La no comparecencia del defensor a la audiencia constituirá abandono de la defensa y obligará al tribunal a la
designación de un defensor penal público, de acuerdo con lo dispuesto en el inciso segundo del artículo 106.
No se podrá suspender la audiencia por la falta de comparecencia del defensor elegido por el acusado. En tal caso,
se designará de inmediato un defensor penal público al que se concederá un período prudente para interiorizarse del caso.
Artículo 288. Ausencia del querellante o de su apoderado en el juicio oral. La no comparecencia del querellante o
de su apoderado a la audiencia, o el abandono de la misma sin autorización del tribunal, dará lugar a la declaración de
abandono establecida en la letra c) del artículo 120.
Artículo 289. Publicidad de la audiencia del juicio oral. La audiencia del juicio oral será pública, pero el tribunal
podrá disponer, a petición de parte y por resolución fundada, una o más de las siguientes medidas, cuando considerare que
ellas resultan necesarias para proteger la intimidad, el honor o la seguridad de cualquier persona que debiere tomar parte
en el juicio o para evitar la divulgación de un secreto protegido por la ley: a) Impedir el acceso u ordenar la salida de
personas determinadas de la sala donde se efectuare la audiencia; b) Impedir el acceso del público en general u ordenar su
salida para la práctica de pruebas específicas, y c) Prohibir al fiscal, a los demás intervinientes y a sus abogados que
entreguen información o formulen declaraciones a los medios de comunicación social durante el desarrollo del juicio. Los
medios de comunicación social podrán fotografiar, filmar o transmitir alguna parte de la audiencia que el tribunal
determinare, salvo que las partes se opusieren a ello. Si sólo alguno de los intervinientes se opusiere, el tribunal resolverá.
Artículo 290. Incidentes en la audiencia del juicio oral. Los incidentes promovidos en el transcurso de la audiencia
del juicio oral se resolverán inmediatamente por el tribunal. Las decisiones que recayeren sobre estos incidentes no serán
susceptibles de recurso alguno.
El incidente de objeción de pregunta prohibida. Mediante éste se busca impedir la realización de
preguntas prohibidas, efectuadas por la contraria, durante el curso del juicio oral, ya sea por impertinencia o
bien porque se trata de alguno de los casos del artículo 330 del CPP. Es oral, fundado y debe ser precedido de
debate, si no lo hay, procedería la reposición. Si el tribunal ha decidido la objeción sin abrir debate dicho
recurso es procedente, no obstante la declaración genérica de improcedencia de recursos contenida en el
artículo 290 del CPP. Para ello consideramos que debe hacerse primar por especialidad la norma del artículo
363 del mismo Código.
1.- IMPERTINENTES
a) Irrelevante o inconducente (no guarda relación en absoluto con los hechos relevantes del
juicio)
b) Improcedente (no está comprendida en los puntos sobre los cuales debe recaer la
declaración del testigo) 441
4.- SUGESTIVA (la que contiene la afirmación o negación del hecho que se espera como
respuesta. En el contrainterrogatorio se acepta, no así en el interrogatorio.
El tema de las objeciones de preguntas está contenido en el artículo 330 del Código Procesal
penal y allí se habla de “preguntas engañosas”, “aquellas destinadas a coaccionar ilegítimamente al testigo o
perito”, “ni las que fueren formuladas en términos poco claros para ellos”. Limitándose el inciso final de la
norma referida que estas normas se aplicarán al imputado cuando se allanare a prestar declaración.
Según VIAL CAMPOS, 442 las objeciones son incidencias que tienen por objeto que el
Tribunal falle sobre la admisibilidad de una determinada información, evidencia o prueba. Según el mismo
autor las objeciones persiguen tres finalidades: i) alertan a los jueces de potenciales errores y facultar al juez
para excluir evidencias o preguntas de los intervinientes para evitar esos errores; ii) alertan al abogado que su
proceder no es correcto y lo facultan a cambiarlo; iii) es una herramienta eficiente para limitar a aquella parte
que no respeta los límites del proceso y coartarlo en este actuar incorrecto y, nuestro sistema le agrega otro
objetivo, tal es el de la “obligación de preparar un eventual recurso de nulidad”, según previene el artículo 377
del Código Procesal Penal.
440
Nota: opinión de los profesores Julián López Masle y Jorge Boffil G., en curso sobre Reforma Procesal Penal.
441
Nota: véase sobre el particular el inciso penúltimo del artículo 259 del CPP, que señala: “y señalando, además, los puntos
sobre los que han de recaer sus declaraciones…”
442
VIAL CAMPOS, Pelayo, Ob. cit. págs. 268 y 269
Dentro de las actividades defensivas que puede realizar el letrado que representa al
imputado se encuentra la posibilidad de refutar y contrainterrogar a los testigos de la contraria, en los
términos previstos en los artículos 329 y 330 del CPP. En consecuencia, al inadmitir el tribunal una
determinada pregunta, por estimarla prohibida, en circunstancias que no lo era, afecta el derecho de defensa
técnica del acusado, vulnerando en esencia las facultades de refutación de su parte. Al Tribunal se le pueden
también impedir preguntas que no sean aclaratorias
Artículo 291. Oralidad. La audiencia del juicio se desarrollará en forma oral, tanto en lo relativo a las alegaciones y
argumentaciones de las partes como a las declaraciones del acusado, a la recepción de las pruebas y, en general, a toda
intervención de quienes participaren en ella. Las resoluciones serán dictadas y fundamentadas verbalmente por el tribunal
y se entenderán notificadas desde el momento de su pronunciamiento, debiendo constar en el registro del juicio.
El tribunal no admitirá la presentación de argumentaciones o peticiones por escrito durante la audiencia del
juicio oral.
Sin embargo, quienes no pudieren hablar o no lo supieren hacer en el idioma castellano, intervendrán por escrito
o por medio de intérpretes.
El acusado sordo o que no pudiere entender el idioma castellano será asistido de un intérprete que le comunicará
el contenido de los actos del juicio.
Artículo 292. Facultades del juez presidente de la sala en la audiencia del juicio oral. El juez presidente de la
sala dirigirá el debate, ordenará la rendición de las pruebas, exigirá el cumplimiento de las solemnidades que
correspondieren y moderará la discusión. Podrá impedir que las alegaciones se desvíen hacia aspectos no pertinentes o
inadmisibles, pero sin coartar el ejercicio de la acusación ni el derecho a defensa.
También podrá limitar el tiempo del uso de la palabra a las partes que debieren intervenir durante el juicio,
fijando límites máximos igualitarios para todas ellas o interrumpiendo a quien hiciere uso manifiestamente abusivo de su
facultad.
Además, ejercerá las facultades disciplinarias destinadas a mantener el orden y decoro durante el debate, y, en
general, a garantizar la eficaz realización del mismo.
En uso de estas facultades, el presidente de la sala podrá ordenar la limitación del acceso de público a un número
determinado de personas. También podrá impedir el acceso u ordenar la salida de aquellas personas que se presentaren en
condiciones incompatibles con la seriedad de la audiencia.
Artículo 294. Sanciones. Quienes infringieren las medidas sobre publicidad previstas en el artículo 289 o lo dispuesto
en el artículo 293 podrán ser sancionados de conformidad con los artículos 530 ó 532 del Código Orgánico de Tribunales,
según correspondiere.
Sin perjuicio de lo anterior, el tribunal podrá expulsar a los infractores de la sala.
En caso de que el expulsado fuere el fiscal o el defensor, deberá procederse a su reemplazo antes de continuar el
juicio. Si lo fuere el querellante, se procederá en su ausencia y si lo fuere su abogado, deberá reemplazarlo.
Artículo 295. Libertad de prueba. Todos los hechos y circunstancias pertinentes para la adecuada
solución del caso sometido a enjuiciamiento podrán ser probados por cualquier medio producido e incorporado en
conformidad a la ley.
6.5.2.-La correcta lectura del artículo 295 del Código Procesal Penal
Sobre el particular PFEFFER URQUIAGA señala que en la historia legislativa del precepto,
quedó la siguiente constancia: “El sistema de pruebas propuesto es el de completa libertad probatoria, lo que significa
que, en principio, todo hecho puede ser probado por cualquier medio. No existen medios restringidos ni excluidos, como
tampoco existe la vinculación de la necesidad de probar ciertos hechos con ciertos medios”. 443
CAROCCA PÉREZ señala sobre esto lo siguiente: “En el Código Procesal Penal se admite la
presentación de cualquier clase o fuentes de prueba, es decir, de personas o elementos capaces de producir o reproducir
afirmaciones ante los jueces destinadas a producir su convencimiento”. 444
Sin embargo, este medio, que sabemos que en la fase investigativa no es más que la fuente de
prueba, tal como señala, CAROCCA PÉREZ debe haber sido “producido” en conformidad a la ley.
Por último, no basta que el medio probatorio que llega al juicio se haya producido conforme
a la ley, sino que, además, debe ser “incorporado” al juicio de la manera que el legislador también ha previsto,
es decir, la fuente de prueba obtenida en la fase de investigación, debe ser ofrecida formalmente en la fase
443
PFEFFER URQUIAGA, Emilio; Ob. cit, pág. 452
444
CAROCCA PÉREZ, Álex; “Manual El Nuevo Sistema Procesal Penal”, Ob. cit. pág. 233.
CAROCCA PÉREZ señala sobre el particular lo siguiente: “En el Código Procesal Penal se
admite la presentación de cualquier clase o fuentes de prueba, es decir, de personas o elementos capaces de producir o
reproducir afirmaciones ante los jueces destinadas a producir su convencimiento”. 446
Como hemos dicho, esta norma es la que contempla entre nosotros, lo que se ha denominado
la libertad de prueba, es decir, no hay medios preestablecidos en la ley para acreditar determinados hechos o
circunstancias pero, con dos limitaciones. La una, es que se haya producido (debiera decir obtenido) en
conformidad a la ley y la otra, que se incorpore en el juicio oral, de la manera precisa que la ley contempla,
dependiendo si se trata de una prueba testimonial, documental, pericial u otro cualquiera. Conviene dejar en
claro desde ya, que la prueba que se rinda en el juicio oral, hoy en día no puede ser dividida en los
tradicionales seis medios de prueba del Código de Procedimiento Penal de antaño, esto es, documentos,
confesión, testigos, peritos, inspección personal del tribunal y presunciones, porque hoy en día hay libertad
probatoria, cualquier hecho puede probarse por cualquier medio, sin embargo, subsiste el tratamiento de la
prueba testimonial (hoy la más importante), le sigue la prueba pericial, la documental y los objetos materiales.
A no olvidar la prueba indiciaria 447 o presunciones, nuestra Excma. Corte Suprema ya se ha pronunciado
sobre la prueba por presunciones. 448
Artículo 296. Oportunidad para la recepción de la prueba. La prueba que hubiere de servir de base a la
sentencia deberá rendirse durante la audiencia del juicio oral, salvas las excepciones expresamente previstas en la ley. En
estos últimos casos, la prueba deberá ser incorporada en la forma establecida en el Párrafo 9º de este Título.
La regla general es que la prueba que se produce o desahoga en el juicio es la que ven y
escuchan los jueces, esto es lo que se llama inmediación, es decir, nadie media entre el medio de prueba y ellos.
Sin embargo, hay excepciones y así se puede producir prueba de manera anticipada y, para que lo que nos
interesa en este tema del lavado de activos, es plenamente aplicable la norma del artículo 32 de la Ley N°
20.000, a que se remite, a su vez, el artículo 33 de la Ley N° 19.913 y así encontramos la posibilidad de prueba
anticipada en:
445
MENESES PACHECO, Claudio; “Fuentes de Prueba y Medios de Prueba en el Proceso Civil” en la Revista Ius et Praxis Año
14, Vol. 2, pág. 49, trata el tema de la diferenciación entre la fuente y el medio de prueba, manifestando: “un sector importante del
procesalismo contemporáneo ha distinguido entre” fuentes de prueba” y “medios de prueba”, para analizar en forma completa esta
cara de la prueba judicial. Grosso modo, se postula la necesidad de seccionar esta dimensión en dos rubros, ubicando uno en un plano
extrajudicial (fuentes) y otro en el terreno del proceso (medios) pdf.
446
CAROCCA PÉREZ, Álex, Ob. cit. pág. 234
447
Dolores Delgado García, véase su interesante artículo “La Prueba Indiciaria en el Delito de Lavado de Activos -Perspectiva
del Fiscal”- Fiscal, Fiscalía Especial para la Prevención y Represión del Tráfico Ilegal de Drogas, España en Septiembre 2006, en vínculo
de internet http://www.juschubut.gov.ar/03_direcciones/9_escuela/pdf/2007/ufitco/Prueba-Perspectiva-Fiscal.pdf.
448
Nota: La Excma. Corte Suprema con fecha trece de julio de dos mil cuatro, en los antecedentes rol único 0200067927-8 ya ha
resuelto en el sentido indicado, conociendo de un recurso de nulidad entablado contra una sentencia de un Tribunal Oral en lo Penal,
que dispuso en el considerando pertinente: Séptimo: Que es pertinente aclarar que en el sistema procesal penal chileno actualmente
vigente en todas las regiones del país, salvo la Metropolitana, la prueba no tiene limitaciones en cuanto al medio que exista, siempre
que ella se produzca e incorpore con arreglo a la ley, tal como lo dispone el artículo 295 del Código Procesal en estudio, por lo que la
prueba de presunciones sigue siendo un medio de convicción vigente y plenamente aplicable. En relación a las demás observaciones del
recurrente, esta Corte estima por lo pronto que el motivo del presente recurso es velar porque en el procedimiento y en la dictación de
la sentencia no se violen los derechos garantidos en la Constitución o por tratados internacionales, pero en caso alguno es una
instancia, por lo que los jueces del fondo son absolutamente libres de ponderar los medios de prueba, lograr su convicción acerca de
los hechos y otorgar la calificación jurídica que les corresponde, aspecto que veladamente cuestiona la defensa al atacar los medios de
prueba a través de los cuales el tribunal oral tomó su decisión. No se observan en el fallo impugnado las transgresiones denunciadas,
sin perjuicio de la inexactitud de las referencias de los considerandos que detalla el recurso.
Artículo 297. Valoración de la prueba. Los tribunales apreciarán la prueba con libertad, pero no podrán contradecir los
principios de la lógica, las máximas de la experiencia y los conocimientos científicamente afianzados.
El tribunal deberá hacerse cargo en su fundamentación de toda la prueba producida, incluso de aquélla
que hubiere desestimado, indicando en tal caso las razones que hubiere tenido en cuenta para hacerlo.
La valoración de la prueba en la sentencia requerirá el señalamiento del o de los medios de prueba
mediante los cuales se dieren por acreditados cada uno de los hechos y circunstancias que se dieren por probados. Esta
fundamentación deberá permitir la reproducción del razonamiento utilizado para alcanzar las conclusiones a que llegare la
sentencia.
Cuando se habla de un sistema de libre valoración de la prueba, o de acuerdo a la sana
crítica, se está pensando justamente en esta norma del CPP. Esta nueva forma de valorar la prueba se enfrenta
diametralmente con el antiguo sistema que imperaba en nuestro país, donde cada medio de prueba era tasado
legalmente, es decir, cada prueba tenía, por así decirlo, un peso específico y en base a eso se establecían o no
hechos punibles y la participación del encartado por parte del juez. Esta exigencia, al decir del profesor
argentino Guillermo Brown, 449 queda de manifiesto en que en el sistema de libre convicción, el sentenciar es
mucho más complejo que en el de la prueba tasada, pues, en el primero, el legislador es quien ponía un freno a
la interpretación que el juez podía hacer de la prueba, fijándole distinto valor a cada prueba; empero, hoy el
legislador le ha dejado esta tremenda responsabilidad al propio juez, como bien señala dicho autor “En el de la
prueba tasada el juzgador no realiza gran parte de la actividad axiológica, porque ya la realizó la ley al tasar la prueba y al
imponerle un valor a cada una de ellas; mientras en el sistema de libres convicciones la ley no realiza valoración de prueba
alguna; no plasma en normas jurídicas juicio previo alguno acerca de esa valoración, deja esa actividad en manos del
sentenciante. Sin embargo, exige del juzgador una intervención intelectual, un trabajo y una responsabilidad mucho
mayores, al punto de constituirse este método de supuesta libertad, en un sistema de severa exigencia de apreciación”.
La libertad probatoria a que se refiere el artículo 297 del citado cuerpo legal, no debe ser
entendida como una total o amplia libertad para dar o no dar por acreditados hechos punibles o participación,
no se trata de la libre convicción con que actúa, por ejemplo, la institución de los jurados, sino que, por el
contrario, debe ser entendida como una apreciación de la prueba producida que no vulnere o traspase los
principios de la lógica, las máximas de la experiencia y los conocimientos científicamente afianzados.
Esta barrera puesta a la apreciación probatoria es la que requerirá entonces, de parte de los
juzgadores una forma distinta de la redacción de los fallos. Es bastante más difícil ahora, que bajo el antiguo
sistema, justificar sentencias condenatorias o absolutorias.
448
BROWN, Guillermo; “Límites a la valoración de la Prueba en el Proceso Penal”, Editorial Jurídica Nueva Tesis, Argentina, año
2002, págs. 65 y 66.
450
CERDA SAN MARTÍN, Rodrigo; “Manual del Nuevo Sistema de Justicia Criminal”, Editorial Librotecnia, 1° edición, junio de
2005, pág.369.
Será clave entonces para partir entendiendo este tema, el de la fijación de los hechos, su
posterior calificación jurídica y el de la participación. El centro de toda sentencia criminal, sin lugar a dudas
será el de la fijación o establecimiento de los hechos y sus circunstancias, a ello luego el Tribunal aplicará el
derecho vigente.
Las probanzas que se desahogan o rinden ante los jueces del Tribunal Oral o los jueces de
garantía, en los juicios que ellos conocen, son simplemente un conjunto de relatos que no deben ser
considerados aisladamente, sino que en su conjunto. Esa visión global de toda la prueba producida en la
audiencia es lo que permitirá, en gran medida, fijar una historia, esto es, recrear ante los jueces un hecho del
pasado, con todas las dificultades que a veces eso conlleva.
Para comenzar a entender el tema de la valoración, siguiendo a R. CERDA Y M. FELICES,
451 “partiremos señalando que cada sistema procesal debe optar por un subsistema de valoración de la prueba y esa
Tal como señalan R. CERDA Y M. FELICES, 452 “En este modelo existe libertad de medios y libre
valoración de la prueba por parte del juez, pero sujetándolo a estándares generales de racionalidad, lo que conlleva la
exigencia de una completa motivación de las conclusiones probatorias, como garantía y herramienta de control de su
racionalidad”.
451
CERDA SAN MARTÍN, Rodrigo y FELICES MENDOZA, María; “El Nuevo Proceso Penal. Constitucionalización, Principios y
Racionalidad Probatoria”, Editorial Grijley, 1° edición, Arequipa, Perú, pág. 215.
452
CERDA SAN MARTÍN, Rodrigo y FELICES MENDOZA, María; Ob. cit. pág. 220.
Respecto de los enunciados fácticos o de hechos, que las partes proponen a la decisión del
Tribunal, ellos tienen simple y únicamente, para el juez tres salidas, una vez que sea desahogada o rendida la
totalidad de la prueba en un juicio oral.
a) El enunciado fáctico o de hechos será verdadero si éste resulta corroborado por la prueba
rendida;
La prueba en el proceso se manifiesta en tres facetas distintas, pero que lleva a una única
finalidad, una correcta decisión judicial.
Así un testigo cualquiera nos podrá relatar un hecho que en su sólo contexto podrá parecer
fragmentado, sin embargo, al unirse a otros medios de prueba, irá encontrando sentido.
Por ejemplo, Sempronio nos dice que el día martes 12 de julio de 2011 a las 22:30 horas, Cayo
le pegó un determinado día con un bate de beisbol en el brazo. Cayo declara en el juicio como medio de
defensa y reconoce haber golpeado a Sempronio con el bate de beisbol, sin embargo, aduce que lo hizo en
legítima defensa, pues Sempronio lo quería asaltar y luego que lo golpeó huyó del lugar porque le dio miedo
la situación.
Sempronio cuando declara, nos dice que después del golpe fue al hospital y le constataron
una fractura en el brazo y le niega a la defensa en el contrainterrogatorio que haya querido asaltar a Cayo,
aduciendo que simplemente iba pasando por allí y reconoce haber sido condenado anteriormente por un delito
de robo con intimidación.
Una convención probatoria establece que Cayo no registra anotaciones penales pretéritas.
El fiscal acompaña entonces el dato de la atención médica y una radiografía que nos da fe de
la existencia de una lesión, precisamente una fractura en el radio, producida por un elemento contundente,
según atestigua la hoja de primeras atenciones médicas del hospital van Buren de Valparaíso del día 12 de julio
de 2011 de las 23:05 horas. Este antecedente foráneo a la declaración de Sempronio, nos da cuenta ya de la
veracidad de parte de su relato, en lo tocante a la existencia de la lesión, sin embargo, eso nada nos dice acerca
de la real participación de Cayo como el autor de las lesiones, salvo la incriminación que le hace Sempronio.
Además, el fiscal hace comparecer a estrados a un médico legista, quien se encargo de revisar las lesiones de
Sempronio, quien señala al tribunal que se trata de una fractura compleja del hueso radio del antebrazo
derecho de aquél, la que sanará, salvo complicaciones en el plazo de 60 días, y que le generará incapacidad
laboral or igual lapso de tiempo, pues aquél examinó al indicado el día 25 de julio de 2011 y apreció el brazo
derecho de Sempronio enyesado y tuvo a la vista la hoja de atención médica y la radiografía del hueso radio,
donde consta un fractura.
453
TARUFFO, Michele; “Algunas consideraciones sobre la relación entre prueba y verdad”. En la Prueba. Artículos y
Conferencias, Editorial Metropolitana, Santiago de Chile, junio de 2009, pág. 59.
A este hecho acreditado por el Tribunal con los medios de prueba reseñados – (testimonial)
declaración de la víctima Sempronio, (documental) consistente en la hoja dato de atención de urgencia del
mencionado y una radiografía de su antebrazo derecho, unido a la (pericial) los atestados del médico legista, se
le debe aplicar el derecho.
Art. 397. El que hiriere, golpeare o maltratare de obra a otro, será castigado como
responsable de lesiones graves: N°2) Con la de presidio menor en su grado medio, si las lesiones produjeren al
ofendido enfermedad o incapacidad para el trabajo por más de treinta días.
Luego, el Tribunal puede dar por acreditado el siguiente hecho preliminar: Que el día 12 de
julio de 2011, un tercero le propinó con un elemento contundente un golpe en el antebrazo a Sempronio, cerca
de las 22:30 horas, a consecuencia de lo cual, resultó con fractura del hueso radio. Lesión que demorará en
sanar 60 días salvo complicaciones.
Luego, aplicando el derecho, tenemos la existencia de un delito de lesiones graves, pues las
lesiones produjeron en la víctima (Sempronio) incapacidad por un plazo mayor al de 30 días, en la especie, 60
días.
Para acreditar la participación del encartado Cayo en los hechos, el fiscal acompaña un bate
de beisbol (evidencia material) encontrado el día de los hechos cerca del lugar de los acontecimientos y así
hace declarar a un policía que relata que luego de acudir en auxilio de una víctima que se encontraba en la vía
pública y escuchar su relato, a dos metros, semioculto en unos matorrales se encontró un bate de beisbol de
madera de 90 centímetros de largo, el que se levantó con cadena de custodia. El fiscal le exhibe al testigo la
evidencia material (un bate de beisbol) y el policía lo reconoce como el que levantó esa noche, en el lugar de los
hechos, indicando que luego lo envió a Labocar para las pericias de huellas.
Luego, el fiscal presenta a un perito de huellas, dactiloscópico, quien señala que en la base
del bate de beisbol se encontraron dos huellas nítidas que periciadas corresponden a los dedos índice y pulgar
de la mano derecha de un sujeto que en los registros de huellas dactiloscópicas corresponde a Cayo.
De estas otras probanzas, el Tribunal ahora no tiene dudas de que la lesión fue producida a
Sempronio con el bate de beisbol que se incorporó a la audiencia, porque fue encontrado cerca del lugar de la
agresión por un policía y que en aquél constan dos huellas dactilares de la mano derecha de Cayo.
Para incriminar a Cayo como autor de las lesiones contamos, hasta ahora, con la inculpación
que le hace Sempronio y con la existencia de las huellas dactilares de dos de sus dedos de la mano derecha en
la base del elemento contundente con que se produjeron las lesiones. No hay testigos oculares de la agresión.
Aquí es versión contra versión, a la que cabría agregar los elementos indiciarios para
inclinarse por una u otra postura.
1) parece ilógico que un autor de un robo que no logró consumar, denuncie a la víctima por
las lesiones que aquella le causó;
2) el haber sido autor de un delito de robo con intimidación anterior, no lo transforma per se
y de manera automática en autor de otros hechos similares. (Derecho penal del acto y no Derecho penal del
autor)
3) la versión de Sempronio de ser víctima de una agresión con un bate de beisbol, por parte
de Cayo, aparece confirmada por otras probanzas (documental de lesiones del hospital, radiografía de sus
lesiones y asertos del médico legista, unido a la pericia de huellas de Cayo en el bate de beisbol)
2) Sempronio que lo inculpa tiene anotaciones penales por el mismo delito (robo con
intimidación), de donde no aparece descabellada la versión de Cayo de que fue asaltado por Sempronio y el
simplemente se defendió.
3) Cayo no niega haber agredido a Sempronio – simplemente alega que lo hizo en legítima
defensa – y es entendible que luego haya huido del lugar por temor.
En suma, se trata de justificar con razones una decisión. Aquí cada juez podrá encontrar,
además de los señalados, otros argumentos para pronunciarse en definitiva.
Aparece entonces, que el trabajo del juzgador será armar este verdadero rompecabezas, unir
los hechos probados y sus circunstancias, para así sacar conclusiones valederas, las que deberán estar
justificadas y fundamentadas. La verdad es que la solución de este ejemplo, podría ir tanto por uno o por otro
lado, sin embargo, sea cual fuere ella, lo importante serán los razonamientos utilizados por el juzgador.
Finalmente, recordar que el artículo 340 del CPP, nos señala que:
“Nadie podrá ser condenado por delito sino cuando el tribunal que lo juzgare adquiriere, más allá de
toda duda razonable, la convicción de que realmente se hubiere cometido el hecho punible objeto de la acusación y que en él
hubiere correspondido al acusado una participación culpable y penada por la ley.
El tribunal formará su convicción sobre la base de la prueba producida durante el juicio oral.
No se podrá condenar a una persona con el solo mérito de su propia declaración.”
Así, habrá jueces que optarán por la inocencia de Cayo, al alzarse una duda razonable, no de
la participación de aquél - en el golpe con el bate de béisbol que causó la fractura en el hueso radio del
antebrazo derecho de Sempronio -, que es lo que reconoce, sino que de las motivaciones de su actuar, guiadas
por una legítima defensa, amparada también en el hecho de haber reconocido el golpe y haberse situado en el
lugar, siendo entendible que haya huido del mismo luego de defenderse de su agresor.
En relación a la carga o peso de la prueba, en otras palabras a quién debe probar, la regla
básica será que eso es una tarea del órgano acusador, es decir el Ministerio Público.
Por eso, al acusado no le compete hoy, por regla general, acreditar nada en relación con la
acusación penal, en suma el NO DEBE PROBAR QUE ES INOCENTE, porque la ley, desde el inicio lo presume
o estima inocente, luego, el ente persecutor es quien debe destruir ante los jueces tal presunción.
De allí que antes, en el sistema antiguo – el del Código de Procedimiento Penal (de 1906) – el
acusado debía probar su inocencia, por ello era fundamental que aquél declarara, prestando la que se llamaba
declaración indagatoria ante el juez.
Hoy, por el contrario, el acusado puede guardar silencio y no puede ser obligado a declarar,
su derecho es precisamente éste, a guardar silencio. Empero, este derecho es renunciable y aquél puede
declarar si lo desea, como medio de defensa.
El testimonio hoy en día, se constituye en el medio de prueba más utilizado en los juicios
orales, cualquier persona que preste declaración en juicio, por regla general, deberá hacerlo personalmente
declarando en estrados, eso vale para testigos y para peritos.
Hay que tener presente que en nuestra legislación, téngase presente que hoy no existen los
testigos inhábiles, ello dice relación directa con el nuevo sistema de valoración libre de la prueba que se
impone a los jueces.
El artículo 298 del Código Procesal Penal, señala: Deber de comparecer y declarar: “Toda
persona que no se encontrare legalmente exceptuada tendrá la obligación de concurrir al llamamiento judicial
practicado con el fin de prestar declaración testimonial; de declarar la verdad sobre lo que se le preguntare y
de no ocultar hechos, circunstancias o elementos acerca del contenido de su declaración...”
Sólo interesa señalar de este artículo una frase: “obligación de declarar la verdad sobre lo que
se le preguntare y de no ocultar hechos, circunstancias o elementos acerca del contenido de su declaración”.
Lo anterior explica el tenor del juramento o promesa del artículo 306 del Código Procesal
Penal, que debe obligatoriamente tomársele al testigo o perito antes de que preste su declaración.
El tenor del juramento o promesa que se toma hoy en los nuevos tribunales, es el siguiente:
“Jura o promete decir verdad acerca de todo lo que se le va a preguntar, sin ocultar ni añadir nada de lo que
pudiere conducir al esclarecimiento de los hechos”
El artículo 299 del Código Procesal Penal, indica: Renuencia a comparecer o a declarar: “Si el
testigo legalmente citado no compareciere sin justa causa, se procederá conforme a lo dispuesto en el inciso
tercero del artículo 33. Además, podrá imponérsele el pago de las costas provocadas por su inasistencia.
El testigo que se negare sin justa causa a declarar, será sancionado con las penas que
establece el inciso segundo del artículo 240 del CPC. 454
6.61.3.- La no autoincriminación
El artículo 305 del Código Procesal Penal, señala: Principio de no autoincriminación: “Todo
testigo tendrá el derecho de negarse a responder aquellas preguntas cuya respuesta pudiere acarrearle peligro
de persecución penal por un delito.
El testigo tendrá el mismo derecho, cuando, por su declaración, pudiere incriminar a alguno
de los parientes mencionados en el artículo 302 455 inciso primero”.
El artículo 307 del Código Procesal Penal, dispone: Individualización del testigo: “....Si
existiere motivo para temer que la indicación pública de su domicilio pudiere implicar peligro para el testigo u otra
persona, el presidente de la sala o el juez, en su caso, podrá autorizar al testigo a no responder dicha pregunta durante la
audiencia”.
La novedad de esta norma, radica en que el testigo puede guardarse de señalar su domicilio,
cuando existiere motivo para temer que la indicación pública de aquél, pudiere implicar peligro para él u otra
persona.
Si el testigo se ampara en ello, quedará prohibida su divulgación en cualquier forma, así
como de su identidad o de antecedentes que condujeren a ella.
Esta norma ha sido usada con bastante frecuencia en los juicios orales, pues muchos de los
testigos o peritos han preferido omitir sus domicilios particulares al momento en que el tribunal los
individualiza.
El tribunal de juicio oral, sobre el particular deberá decretar esta prohibición, como señala el
artículo 307 inciso tercero del Código Procesal Penal, es decir, deberá dictar “oralmente” una resolución en tal
sentido. La infracción a la norma aludida, trae consigo una sanción, donde se diferencia a un particular de un
456
El artículo 240 del CPC señala: “....El que quebrante lo ordenado cumplir será sancionado con reclusión menor en su grado
medio a máximo”. Esto es de 541 días a 5 años.
457
Algunos de los parientes mencionados en el 302 inciso 1° del CPP son: “ascendientes o descendientes, parientes colaterales
hasta el segundo grado de consanguinidad o afinidad.
Protección a los testigos: “El tribunal, en casos graves y calificados, podrá, por solicitud de cualquiera de las partes o del
propio testigo, disponer medidas especiales destinadas a proteger la seguridad de este último, las que podrán consistir,
entre otras, en autorizarlo para deponer vía sistema de vídeo conferencia, separado del resto de la sala de audiencias
mediante algún sistema de obstrucción visual, o por otros mecanismos que impidan el contacto directo del testigo con los
intervinientes o el público. Dichas medidas durarán el tiempo razonable que el tribunal dispusiere y podrán ser renovadas
cuantas veces fuere necesario.
De igual forma, el ministerio público, de oficio o a petición del interesado, adoptará las medidas que fueren
procedentes para conferir al testigo, antes o después de prestadas sus declaraciones, la debida protección.
Se entenderá que constituye un caso grave y calificado aquel en que la solicitud se fundamente en la existencia
de malos tratos de obra o amenazas en los términos del artículo 296 del Código Penal. Para adoptar esta decisión, el
tribunal podrá oír de manera reservada al testigo, sin participación de los intervinientes en el juicio.”.
Los jueces están facultados, sólo en caso de que estimen como graves y calificados para
disponer medidas especiales destinadas a proteger la seguridad del testigo que lo solicitare, aquellas medidas
son temporales y renovables.
El artículo 309 del Código Procesal Penal, expresa: Declaración de testigos: “En el
procedimiento penal no existirán testigos inhábiles. Sin perjuicio de ello, los intervinientes podrán dirigir al testigo,
preguntas tendientes a demostrar su credibilidad o falta de ella, la existencia de vínculos con alguno de los intervinientes
que afectaren o pudieren afectar su imparcialidad, o algún otro defecto de idoneidad.
Todo testigo dará razón circunstanciada de los hechos sobre los cuales declarare, expresando si los
hubiere presenciado, si los dedujere de antecedentes que le fueren conocidos o si los hubiere oído referir a otras personas”.
Algo adelantamos sobre el hecho de que hoy no existen testigos inhábiles, así que a
olvidarse de los menores de 16 años, de los procesados ó condenados mientras cumplan la condena, de los ya
condenados por falso testimonio, de los vagabundos, de los de malas costumbres, de los que tuvieren
enemistad con alguna de las partes, etc., es decir, de todos los nombrados en el artículo 460 del Código de
Procedimiento Penal.
Para el legislador actual, no hay testigos inhábiles, por ello es tan importante la acreditación
de los peritos y la credibilidad de los testigos y el contra examen que les haga la contraria, en gran parte irá
destinado a restarles credibilidad, ya sea en lo personal o bien en sus testimonios.
El artículo 310 del Código Procesal Penal, reza: Testigos menores de edad: “El testigo menor de
edad sólo será interrogado por el presidente de la sala, debiendo los intervinientes dirigir las preguntas por su intermedio”.
Hoy, cabe mejor hablar de prueba pericial que de informe pericial, pues recordemos que el
informe que contiene la pericia nada vale en sí; lo válido en el juicio oral, es el testimonio del perito, de
conformidad con la forma establecida en el artículo 329 del Código del ramo.
El artículo 314 del Código Procesal Penal, señala: Procedencia del informe de peritos: “El
ministerio público y los demás intervinientes podrán presentar informes elaborados por peritos de su confianza y solicitar
que éstos fueren citados a declarar al juicio oral, acompañando los comprobantes que acreditaren la idoneidad profesional
del perito.
Procederá el informe de peritos en los casos determinados por la Ley y siempre que para apreciar algún
hecho o circunstancia relevante para la causa fueren necesarios o convenientes conocimientos especiales de una ciencia,
arte u oficio”.
Los informes deberán emitirse con imparcialidad, ateniéndose a los principios de la ciencia o
reglas del arte u oficio que profesare el perito”.
Procederá, sólo en los casos determinados por la ley (véanse al efecto los artículos 198, 199,
200, 210, 202 y 203, todos del Código Procesal Penal) y siempre que para apreciar algún hecho o circunstancia
relevante para la causa fueren necesarios o convenientes conocimientos especiales de una ciencia, arte u oficio.
Artículo 315. Contenido del informe de peritos. Sin perjuicio del deber de los peritos de
concurrir a declarar ante el tribunal acerca de su informe, éste deberá entregarse por escrito y contener:
a) La descripción de la persona o cosa que fuere objeto de él, del estado y modo en que
se hallare;
c) Las conclusiones que, en vista de tales datos, formularen los peritos conforme a los
principios de su ciencia o reglas de su arte u oficio.
6.7.2.- Uso del artículo 332 CPP para testigos, peritos y acusados
Primero, que los acusados y testigos hayan olvidado parte de lo sucedido, en relación a su
declaración primigenia tomada al poco tiempo de acaecidos los hechos, o bien, para el caso de peritos que no
recuerden alguna conclusión o diligencia de su pericia; - palabra clave: OLVIDO -.
Segundo, que los acusados y testigos manifiesten en el juicio cosas distintas a las ya relatadas
en la fase primaria de la investigación y, en el caso de peritos, que manifiesten cosas distintas a las vertidas en
su pericia, en suma, que den declaraciones que contradigan sus anteriores dichos; - palabra clave:
CONTRADICCIÓN –
Luego, sólo cuando se esté ante un OLVIDO, una CONTRADICCIÓN o se pida una
ACLARACIÓN, entrará en juego el uso de la norma en comento.
A no olvidar, que para hacer uso de esta facultad – que no es más que una herramienta de la
contradicción – se necesita, por un lado, a un acusado, un testigo o un perito sentado en el estrado declarando,
y por el otro, a un interviniente que desee dejar de manifiesto ante el Tribunal una contradicción, refrescar la
memoria o bien aclarar algún dicho, en relación con lo que el acusado, testigo o perito manifestó respecto de
los hechos, en la etapa de investigación.
Lo normal es que el acusado, testigo o perito declaren ante el TJOP bastante tiempo después
de acaecidos los hechos, razón por la cual, debieran antes del juicio juntarse con el respectivo interviniente que
los presenta al juicio, con la finalidad de repasar, justamente, lo que ellos habían declarado en relación a lo
mismo, en la fase de investigación, inmediatamente o poco después de sucedidos los acontecimientos que los
llevan al juicio, de esa manera, el uso de la herramientas del artículo 332 del CPP sería casi excepcional. Sin
embargo, la práctica nos ha señalado que muchos de los testigos y peritos no son preparados previamente y
olvidan, por cierto lo que ya habían narrado.
Artículo 323. Medios de prueba no regulados expresamente. Podrán admitirse como pruebas películas
cinematográficas, fotografías, fonografías, videograbaciones y otros sistemas de reproducción de la imagen o del sonido,
versiones taquigráficas y, en general, cualquier medio apto para producir fe.
El tribunal determinará la forma de su incorporación al procedimiento, adecuándola, en lo posible, al medio de prueba más
análogo.
Artículo 324. Prueba de las acciones civiles. La prueba de las acciones civiles en el procedimiento criminal se sujetará
a las normas civiles en cuanto a la determinación de la parte que debiere probar y a las disposiciones de este Código en
cuanto a su procedencia, oportunidad, forma de rendirla y apreciación de su fuerza probatoria.
Lo previsto en este artículo se aplicará también a las cuestiones civiles a que se refiere el inciso primero del artículo 173 del
Código Orgánico de Tribunales.
Artículo 333. Lectura o exhibición de documentos, objetos y otros medios. Los documentos serán leídos y
exhibidos en el debate, con indicación de su origen. Los objetos que constituyeren evidencia deberán ser exhibidos y podrán
ser examinados por las partes. Las grabaciones, los elementos de prueba audiovisuales, computacionales o cualquier otro
de carácter electrónico apto para producir fe, se reproducirán en la audiencia por cualquier medio idóneo para su
percepción por los asistentes. El tribunal podrá autorizar, con acuerdo de las partes, la lectura o reproducción parcial o
resumida de los medios de prueba mencionados, cuando ello pareciere conveniente y se asegurare el conocimiento de su
contenido. Todos estos medios podrán ser exhibidos al acusado, a los peritos o testigos durante sus declaraciones, para que
los reconocieren o se refirieren a su conocimiento de ellos.
Artículo 331. Reproducción de declaraciones anteriores en la audiencia del juicio oral. Podrá darse lectura a los
registros en que constaren anteriores declaraciones de testigos, peritos o imputados, en los siguientes casos:
a) Cuando se tratare de declaraciones de testigos o peritos que hubieren fallecido o caído en incapacidad física o
mental, o estuvieren ausentes del país, o cuya residencia se ignorare o que por cualquier motivo difícil de superar no
pudieren declarar en el juicio, siempre que ellas hubieren sido recibidas por el juez de garantía en una audiencia de prueba
formal, en conformidad con lo dispuesto en los artículos 191, 192 y 280;
b) Cuando constaren en registros o dictámenes que todas las partes acordaren en incorporar, con aquiescencia del
tribunal;
c) Cuando la no comparecencia de los testigos, peritos o coimputados fuere imputable al acusado;
d) Cuando se tratare de declaraciones realizadas por coimputados rebeldes, prestadas ante el juez de garantía; y
e) Cuando las hipótesis previstas en la letra a) sobrevengan con posterioridad a lo previsto en el artículo 280 y se
trate de testigos, o de peritos privados cuya declaración sea considerada esencial por el tribunal, podrá incorporarse la
respectiva declaración o pericia mediante la lectura de la misma, previa solicitud fundada de alguno de los intervinientes.
a) es un derecho que la ley le concede a los litigantes, a solicitar la anuencia del Tribunal para
rendir una prueba que no hayan ofrecido anteriormente en sus escritos de acusación (259 letra f), adhesión a la
acusación o acusación particular (261 letra c), ni en la oportunidad de contestar la acusación en forma oral o
por escrito que tiene el acusado (263 letra c);
b) para ejercer tal beneficio deberán acreditarle o justificarle los litigantes al Tribunal, el
hecho de no haber sabido de la existencia de esa prueba, sino hasta ese momento.
La lógica pregunta que les surge a los jueces es ¿cómo les justificarán los litigantes la
alegación de su existencia, sino hasta ese momento?, acaso, ofrecerán rendir prueba al efecto, y si lo hacen,
pueden “colgarse” o aprovechar la norma de la prueba nueva del inciso segundo, arguyendo precisamente que
“si con ocasión de la rendición de una prueba (la ley no distingue entre la ofrecida oportunamente y la
ignorada) surgiere una controversia....”
En lo personal, estimo que justamente se puede aceptar “prueba sobre prueba” para
acreditar el ofrecimiento de la “prueba nueva”, utilizándose para ello el argumento señalado anteriormente.
b) La controversia debe ceñirse sólo a alguno de los siguientes tres aspectos: - veracidad, 456
c) La prueba nueva a rendirse, sólo debe ser para acreditar o justificar, precisamente que la
prueba ofrecida es veraz, auténtica o íntegra, o bien, al contrario que no lo es. Lo mismo cabe, como ya dijimos,
respecto a la prueba ignorada o no ofrecida, precisamente, aquí el test recaerá en determinar la veracidad de
tal afirmación;
d) Estas pruebas nuevas, no necesariamente deben haberse ofrecido antes, siempre que no
hubiere sido posible prever su necesidad.
El uso durante el juicio de prueba sobre prueba, o mejor dicho, la aceptación que el tribunal
haga de que se rinda esta prueba por alguno de los litigantes, en mi concepto es, ocupando las palabras del
profesor DEL RÍO FERRETTI, 459 un mecanismo de objetivación de la verdad, pues, se intentará acreditar
mediante ella, entre otras cosas “la veracidad, autenticidad o integridad” de determinado medio de prueba.
El artículo 337 del Código Procesal Penal, señala: Constitución del tribunal en lugar distinto
de la sala de audiencias. “Cuando lo considerare necesario para la adecuada apreciación de determinadas
circunstancias relevantes del caso, el tribunal podrá constituirse en un lugar distinto de la sala de audiencias,
manteniendo todas las formalidades propias del juicio”
Norma novedosa que no hay que confundir con la del artículo 21 A) del Código Orgánico de
Tribunales, en este artículo se faculta al Tribunal para constituirse en un lugar distinto de la sala de audiencias
a fin de apreciar determinadas circunstancias relevantes del caso, aparece como una inspección ocular
disfrazada, pero creo que no llega a tanto, es una rareza del legislador.
458
Para el Diccionario de la Real Academia de la Lengua, veracidad es: “Cualidad de veraz” y a su vez Veraz es: “que dice, usa o
profesa siempre la verdad.” Diccionario de la Lengua Española, Vigésima Primera Edición, Tomo II, año 1992, Editorial Espasa Calpe,
pág.2075 y 2076.
459
Para el Diccionario de la Real Academia de la Lengua, autenticidad es: “Calidad de auténtico” y a su vez Auténtico es:
“acreditado de cierto y positivo por los caracteres, requisitos o circunstancias que en ello concurren”. Diccionario de la Lengua
Española, Vigésima Primera Edición, Tomo I, año 1992, Editorial Espasa Calpe, pág.232.
460
Para el Diccionario de la Real Academia de la Lengua, integridad es: “cualidad de íntegro” y a su vez íntegro es: “que no
carece de ninguna de sus partes y dícese de la persona recta, proba, intachable”. Diccionario de la Lengua Española, Vigésima Primera
Edición, Tomo II, año 1992, Editorial Espasa Calpe, pág.1177.
461
Carlos del Río Ferretti, ob.cit.
7.1.- Comienza siempre con un relato libre del imputado, el Código Procesal
Penal señala: “En tal caso, el juez presidente de la sala le permitirá que manifieste libremente lo que creyere
conveniente respecto de la o de las acusaciones formuladas”; 460
En el caso de los testigos, ellos declaran al tenor de las preguntas que le hagan los respectivos
intervinientes, contestándolas. El inciso 3° del artículo 329 del Código Procesal Penal dispone: “La declaración de
los testigos se sujetará al interrogatorio de las partes”.
Por regla general, deben contestar todas las preguntas que se les realicen, pues el artículo 299
inciso 2° del Código Procesal penal dispone que: “El testigo que se negare sin justa causa a declarar, será sancionado
con las penas que establece el inciso 2°del artículo 240 del Código de Procedimiento Civil”. 461
Sin embargo, la norma anterior tiene excepciones, es decir, si el testigo es cónyuge,
conviviente, ascendiente, descendiente, pariente colateral hasta el segundo grado, por consanguinidad o
afinidad, pupilo, guardador, adoptante o adoptado del imputado (acusado) no está obligado a declarar. Estos
especiales testigos, tienen la facultad de abstenerse de declarar, ese es su derecho, pero es renunciable y
pueden, entonces renunciar a aquél y declarar. Este consentimiento, a la vez, puede ser dejado sin efecto por el
declarante en cualquier momento y negarse a seguir declarando, aunque inicialmente hayan decidido hacerlo.
Otra excepción a declarar la tienen determinadas personas por razones de secreto, es decir
aquellas personas (testigos) que por su estado, profesión o función legal, como el abogado, médico o confesor,
tuvieren el deber de guardar el secreto que se les hubiere confiado, pero, únicamente en lo que se refiriere a ese
secreto. La contra excepción a esta norma está en la circunstancia de que la persona que les confió “el secreto”,
las puede relevar del deber de guardarlo (el secreto) y, en ese caso deben responder las preguntas que se les
hagan.
460
Véase el inciso 3° del artículo 326 del CPP
461
Nota: la pena establecida en el artículo 240 del CPC es la siguiente: reclusión menor en su grado medio a máximo, es decir,
desde 541 días a 5 años.
Salvo todas las excepciones anotadas, que no son pocas, el testigo no solamente está obligado
a declarar, sino que también a “declarar la verdad sobre lo que se le preguntare y de no ocultar hechos, circunstancias
o elementos acerca del contenido de su declaración”, como señala la parte final del inciso 1° del artículo 298 del
Código Procesal Penal.
En lo que dice relación a la negativa a contestar algunas preguntas, rigen para ellos las
mismas normas que para los testigos, por señalarlo así expresamente el artículo 319 del Código Procesal Penal.
A los testigos y peritos se les puede examinar por las partes que los presentan al juicio y
contraexaminar o contrainterrogar por las partes contrarias
A los imputados se les puede examinar o interrogar por las partes. 463
Para entender cabalmente este tema, cabe señalar que a los testigos y peritos siempre los
presenta a declarar la parte que, respectivamente, los haya llevado como probanzas de su propia teoría, en
consecuencia, trátese de un fiscal, un querellante o un defensor, si ha presentado a un testigo o perito, sólo lo
podrá interrogar y no contra interrogar. Por el contrario, la parte que no haya presentado al testigo o perito al
juicio, podrá contrainterrogarlo.
Nuestro Código Procesal Penal emplea la locución “contrainterrogatorio” sólo en dos de sus
normas, los artículos 329 y 330 y, por supuesto, no define que es lo que se entiende por contrainterrogatorio.
462
Véase el artículo 305 del CPP
463
Nota: el artículo 326 del CPP que se refiere a la declaración del acusado en el juicio, señala que una vez que el acusado
preste declaración “podrá ser interrogado directamente por el fiscal, el querellante y el defensor, en ese mismo orden”. El legislador
aquí no empleó la voz “contrainterrogatorio” como cuando se trata de los testigos y peritos como hizo en el artículo 330 del CPP, sin
embargo, tal norma es aplicable al imputado que se allanare a prestar declaración, según previene el inciso final del artículo recién
citado, con lo que, en mi opinión, hay razón de texto para que el imputado pueda ser contrainterrogado. La pregunta ahora es quién
tiene ese derecho, el fiscal o el defensor. Recuérdese que tratándose de testigos y peritos el derecho a contrainterrogar es para el
litigante contrario, esto es, para aquél que no ha presentado a ese testigo o perito al juicio. Empero, tratándose de los acusados, ellos
no son presentados en calidad de testigos a su juicio, ellos deponen como medio de defensa y en consecuencia estimo en lo personal
que podría ser contrainterrogado solamente por el fiscal.
Tal como sostiene VIAL CAMPOS, “El contrainterrogatorio se establece expresamente como un
derecho de la parte que no presentó al testigo (o perito, le agrego yo), permitiéndose las preguntas sugestivas, lo que es
compatible con la contradicción que todo proceso requiere y que asegura que la prueba ingresada al juicio cumpla con un
estándar mínimo de fiabilidad”. 465
Tal como sostienen BLANCO, DECAP, MORENO y ROJAS, 466 se ha planteado una duda
respecto de la locución “directamente” que emplea el legislador en el artículo 326 del Código Procesal Penal,
en efecto ellos señalan, “otra cuestión que se ha debatido dice relación con el empleo de la expresión “directamente”,
utilizado a propósito del interrogatorio que efectúa el fiscal y el querellante. Ello en atención a que normalmente la
doctrina emplea la expresión interrogatorio o examen directo para referirse a los testigos propios y, en cambio, se utiliza la
nomenclatura de contraexamen o contrainterrogatorio para referirse al efectuado sobre un testigo de la parte contraria.
Debe señalarse que la cuestión no es simplemente semántica, sino que tiene un efecto sobre las preguntas que resultan
admisibles según se trate de uno u otro tipo de interrogatorio. Nos parece errónea la solución que han dado algunos jueces
a esta cuestión, cuando han resuelto que al decir el art. 326 que el imputado será interrogado directamente por el fiscal,
está haciendo aplicable la prohibición de realizarle preguntas sugestivas, conforme lo dispone el art. 330. Y resulta
errónea porque la prohibición contenida en esta última disposición expresamente está planteada respecto de los testigos
propios y nadie podrá sostener fundadamente que el imputado pueda ser asimilado a un testigo propio de la fiscalía. De allí
que nos parece más respetuosa con las reglas de la litigación la solución dada por la gran mayoría de jueces, en orden a
admitir las preguntas sugestivas por parte de fiscal y querellante; Pero queda todavía pendiente saber si el defensor puede
realizar preguntas sugestivas al imputado. En nuestra opinión, siguiendo la teoría de la litigación, debiéramos entender
que es un testigo propio, resultándole aplicable la regla contenida en el art. 330, que prohíbe respecto de ellos las preguntas
sugestivas”.
Más simple me ha parecido siempre la explicación que le escuché un día a Jorge Bofill G.,
sobre la voz “directamente” a la que nos hemos referido y es la siguiente, - que de esa manera, una vez que el
imputado terminara de prestar su declaración libre inmediata y directamente iba a ser interrogado por el fiscal,
querellante y defensor, en ese mismo orden, excluyendo de tal forma la posibilidad de que los jueces se
entrometieran preguntándole al imputado una vez que aquél diera su versión o relato libre de los hechos.
El tema del contrainterrogatorio es vital, pues por su intermedio, esto es, por la vía de la
interrogación cruzada que haga el litigante contrario al testigo o perito de la contraparte – o la fiscalía y
querellante al coimputado – puede obtenerse mayor claridad sobre la versión ya entregada por el mismo
(testigo, perito o coimputado) durante el interrogatorio que le hizo la misma parte que lo presentó.
464
VIAL CAMPOS, Pelayo; “Técnicas y fundamentos del contraexamen en el proceso penal chileno”, Editorial Librotecnia,
Santiago de Chile, reimpresión de la primera edición, octubre de 2007, pág. 13, donde el autor cita: “Silogismos del contraexamen,
LARRY S.POZNER y ROGER J. DOOD, Cross-Examination, Sciencie and Techniques, The Michie Company, Law Publishers, Virginia, 1993,
pág.1”.
465
VIAL CAMPOS, Pelayo, Ob. cit. págs. 16 y 17.
466
BLANCO SUAREZ, Rafael; DECAP FERNÁNDEZ, Mauricio; MORENO HOLMAN, Leonardo y ROJAS CORRAL, Hugo; “Litigación
Estratégica En el Nuevo Proceso Penal”, Editorial Lexis Nexis, 1° edición abril de 2005, Santiago de Chile, págs.166 y 167.
Como sostiene VIAL CAMPOS, 467 “los tres objetivos básicos del contraexamen se pueden resumir
en tres grupos: a) obtener testimonio favorable del testigo; b) desacreditar el testimonio del testigo o desacreditar al testigo
y c) limitar el testimonio del testigo”.
Yo agrego que todo lo dicho para el testigo por el indicado autor, es tan válido para el perito
como para el imputado.
El legislador ha puesto cortapisas serias a la actividad de los jueces en el juicio oral y ello, en
mi opinión, es más que entendible, en efecto, no se quiere a un juez parte (como antaño) que era investigador,
acusador y, además, sentenciador.
Por ello, ha limitado las facultades de los jueces del juicio, solamente a poder hacer
preguntas aclaratorias a los imputados que se allanen a declarar, jamás podrán, por intermedio de sus
preguntas introducir nueva información. De hacerlo, me temo que no estarían ocupando su lugar de jueces
imparciales que les prevé el sistema, sino el de partes interesadas y, con sus interrogatorios, en lo que no sean
aclaratorios, o bien estarían subsidiando la labor del fiscal o la del defensor.
No ha sido fácil y es una práctica en algunos jueces, bajo el pretexto de aclarar dudas
generales del caso que se les plantea, formularles preguntas al imputado, empero, lo que ha querido el
legislador ha sido única y exclusivamente, aclarar a los jueces con una o más preguntas, alguna duda que les
haya quedado de lo sostenido por el acusado, por ejemplo, porque no se le ha entendido claramente, porque
sobre el mismo tópico ha dichos dos cosas distintas, etc.
De la historia de la ley, ello aparece más que claro, así, cuando se discutió el tema, en el
Senado se señaló: “Respecto de las preguntas que puede formular el tribunal al testigo o perito, el Senado dejó
constancia que no pueden referirse a hechos no comprendidos en su declaración, sino que tienen por objeto solamente
aclarar pasajes oscuros o contradictorios de la misma”. 469
Tal como sostienen HORVITZ y LÓPEZ, 470 “en el nuevo sistema de justicia criminal chileno sólo
las partes aportan y producen pruebas en el juicio oral”, por ende, la regla será que los jueces no puedan producir
pruebas mediante las respuestas que se den a sus preguntas, que como se refuerza, son solamente aclaratorias.
Añaden los citados autores que “sin embargo, los miembros del tribunal del juicio conservan una importante facultad,
que puede ser considerada como el único caso en el que podrían “producir” prueba, aunque el Código es cuidadoso cuando
regula las facultades del tribunal tras el interrogatorio de los declarantes. En efecto, suele establecerse la posibilidad de que
los miembros del tribunal formulen preguntas a los testigos, peritos o al propio imputado para que “aclaren sus dichos”
(arts. 326 inciso 3° y 329 inciso 4° CPP). Esta facultad nos parece razonable. Es lógico que ante declaraciones oscuras o la
utilización de conceptos técnicos no esclarecidos por los interrogadores, el tribunal pueda formular las correspondientes
preguntas aclaratorias. Ello no vulnera en modo alguno la lógica del juicio si el tribunal se mantiene en el contexto y
margen del interrogatorio realizado por los intervinientes”.
467
VIAL CAMPOS, Pelayo; Ob. cit. pág. 36
468
Véase el apartado final del inciso 3° del artículo 326 del CPP
469
PFEFFER URQUIAGA, Emilio; Ob. Cit. Pág. 495
470
HORVITZ LENNON, María Inés y LOPEZ MASLE, Julián, Ob. Cit. Tomo II págs. 269 y 270
Estimo que los intervinientes tienen el deber de hacerle saber a los jueces que deben cumplir
sus funciones con total y estricto apego a la ley, es decir, si un litigante advierte que un juez realiza preguntas a
un testigo, perito, imputado o coimputado puede, sin más objetar dicha pregunta del Tribunal.
El fundamento de dicha objeción no lo vamos a encontrar por cierto en el artículo 330 del
Código Procesal Penal, que señala cuáles son las preguntas permitidas y prohibidas de los litigantes en un
juicio, pues dicha norma está pensada, simplemente para los intervinientes (fiscal, defensor, querellante) y no
para el juez, que no es un interviniente, sino que un sujeto procesal.
Dentro de los principios del sistema está la imparcialidad del Tribunal, ya el artículo 1° del
Código Procesal Penal señala: “Ninguna persona podrá ser condenada o penada, ni sometida a una de las medidas de
seguridad establecidas en este Código, sino en virtud de una sentencia fundada, dictada por un Tribunal imparcial”.
Luego, al efecto que nos interesa, la imparcialidad del Tribunal radica en este caso, en que el
Tribunal no pueda “producir nueva prueba” mediante interrogatorios no aclaratorios, es decir, ingresando
nueva información que luego deba valorar, ya sea en beneficio o en detrimento del coimputado. Cuando ello
ocurra, estimo que los litigantes pueden y deben objetar las preguntas no aclaratorias de los jueces.
ECHEVERRÍA RAMÍREZ, 472 también lo sostiene así y, al efecto indica respecto de un fallo
de un Tribunal Superior “ese Tribunal Superior reconoce el derecho de las partes a controlar y objetar las preguntas de
los jueces, recordando el deber de pasividad que el tribunal debe mantener frente a las posiciones y la prueba de los
litigantes, argumentando que frente a una controversia entre partes, el juzgador debe asumir una función de control y
arbitraje, apegándose estrictamente al principio de imparcialidad”.
Un testigo o perito declaran en una sola oportunidad y no pueden luego, pedir ser citados a
declarar en el juicio para complementar sus asertos anteriores. La verdad es que en el caso de los testigos
comienzan declarando a las preguntas que les haga el litigante que los presenta y luego, pueden ser
471
ECHEVERRÍA RAMÍREZ, Germán, “Imparcialidad del Tribunal Oral en lo Penal: tras la conquista de la garantía”, en Revista de
Derecho, Vol. XXIII N°1-Julio de 2010, pág.269 a 310, extraído del vínculo de internet:
http://www.scielo.cl/pdf/revider/v23n1/art12.pdf.
472
Ídem cita anterior
473
Véase el inciso final del artículo 326 del CPP
Ello se faculta en el inciso 5° del artículo 329 del Código Procesal Penal, y la inteligencia de la
norma supone lo siguiente:
a) no es una facultad oficiosa del tribunal, procede siempre a solicitud de parte, es decir, si
no hay solicitud, el Tribunal no puede decretarla;
c) con oposición de la contraria o sin ella, el tribunal es soberano para resolver, el legislador
emplea la voz “podrá”, lo que indica que es facultativo para el Tribunal acceder o no a dicha petición;
e) procedería luego de aquel ejercicio, el uso de las preguntas aclaratorias por parte del
tribunal si hubiere algo que aclarar.
En cambio, en el caso de los imputados, ellos pueden pedir ser oídos en cualquier estado del
juicio para complementar o bien aclarar sus dichos anteriores. Luego, el ejercicio de esta facultad implica que
ellos hayan declarado antes en el juicio y, luego de producida una prueba, deseen aportar datos nuevos o
complementar los anteriores o bien aclarar los mismos, según se desprende claramente del inciso final del
artículo 326 del Código Procesal Penal.
Recapitulando sobre las diferencias anotadas entre la declaración de un testigo y/o perito
con las de un imputado, estimo que las divergencias anteriores que hemos anotado entre ellas son manifiestas,
en consecuencia, en mi opinión no puede hablarse lisa y llanamente de “declaraciones” cuando se trata de
imputados, pues son en mucho diferentes a la de los testigos y peritos, en cuanto a la forma, oportunidad,
formalidades, etc., de allí entonces que se está indicando que no puede asimilarse tan fácilmente a los
coimputados con los testigos y debiera pensarse derechamente, que cuando un coimputado se sienta en un
juicio a prestar declaración, solamente está haciendo uso de un derecho, el de ser oído por el Tribunal que lo
está juzgando, en otras palabras, siempre declara como un medio de defensa.
De ser así, al momento de valorar los dichos de los imputados, el Tribunal no debiera hacer
el mismo trabajo que hace al valorar las declaraciones de testigos y peritos, en sí, las “declaraciones
presenciales de imputados en juicio” se parecen a una declaración sin serlo. El parecido sólo está en que el
Tribunal, al igual que en el caso de testigo y peritos, escucha de su propia boca lo que ellos señalan, la
inmediación reflejada en esos actos es evidente, sin embargo, hasta ahí no más llega el parecido, pues en el
fondo provienen de sujetos que dentro del proceso tienen roles distintos y disímiles.
El testigo o perito siempre será un tercero ajeno en todo al resultado del juicio (salvo el caso
del testigo-víctima), sin embargo, el peso de la sentencia no recaerá sobre aquél, en el evento de ser
474
Nota: el inciso 2° del artículo 8 del CPP dispone: “El imputado tendrá derecho a formular los planteamientos y alegaciones
que considerare oportunos, así como a intervenir en todas las actuaciones judiciales y en las demás actuaciones del procedimiento,
salvas las excepciones expresamente previstas en este Código”.
Luego, el prisma que debe tener el Tribunal al apreciar o valorar las declaraciones de
imputados, versus el trabajo que haga al valorar las declaraciones de testigos o peritos, debe, lógicamente ser
distinto.
El artículo 338 prevé que antes que el Tribunal del Juicio de por finalizada la audiencia, una
vez que se haya desahogado toda la prueba y escuchado al fiscal, querellante y defensor, en sus alegaciones
finales, le otorgue la palabra al acusado para que manifestare lo que estimare conveniente. A continuación se declarará
cerrado el debate.
Estas palabras finales del acusado no constituyen propiamente una declaración formal, como
la que se prevé en el artículo 326 del CPP y que, para todo el procedimiento, cautela como posibilidad, el
artículo 98 del mismo Código. 475
La fuente 476 de esta parte de la norma, la encontramos en el Código Procesal Penal Modelo
para Iberoamérica, según previene MATURANA, sin embargo, aquél cita erróneamente el artículo 311 del
Código Modelo, cuando en realidad, es la parte final del artículo 318 que señala: “Por último, el presidente
preguntará al imputado si tiene algo más que manifestar, concediéndole la palabra, y cerrará el debate” 477
Respecto del contenido mismo de la deliberación el mencionado artículo 343 del citado
Código, da a los jueces, las siguientes pautas:
1. deberá ser pronunciada en la audiencia respectiva, después del cierre del debate;
475
Vid Jurisprudencia CA de Talca, 22 diciembre 2003. Rol N° 1.185 - Última declaración del acusado. Alcance. Existe consenso
en que todo lo que exponga el acusado en uso de la facultad que le concede esta norma, conocida como la "última palabra del
acusado", no configura una declaración en sentido técnico estricto. Desde luego, porque no está sujeta a posibilidad de contradicción o
examen alguno. Tal imposibilidad hace que no pueda ser valorada como un "medio de prueba" por el tribunal, atendido a que se
vulneraría el principio del contradictorio. En PFEFFER URQUIAGA, Emilio, “Código Procesal Penal Anotado y Concordado”, Segunda
Edición actualizada y aumentada, Editorial Jurídica de Chile, Santiago de Chile, febrero del año 2006, pág. 509
476
MATURANA M., Cristián, coordinador - FACULTAD DE DERECHO UNIVERSIDAD DE CHILE, “Reforma Procesal Penal – Génesis,
Historia Sistematizada y Concordancias, Tomo II, Código Procesal Penal, Libro II, Editorial Jurídica de Chile, Santiago de Chile, 1° edición,
año 2003, pág.676
477
MAIER J., Julio, “Derecho Procesal Penal Argentino”, Tomo I, Editorial Hammurabi S.R.L, Buenos Aires, 2° Edición año 1989,
pág. 412
La falta de alguno de estos requisitos mínimos, trae aparejada la nulidad del juicio mismo,
según se desprende del inciso 3° del artículo 343 del Código referido.
Estimamos absolutamente acertado aquello, pues además de ser de más rápida y fácil
comprensión para quien la lea, quedará estampada en un registro que podrá revisarse a futuro y que
necesariamente es de menor complejidad que tener que escuchar posteriormente el audio o grabación en que
quedó ella consignada.
Eso sí que esta decisión que es mejor consignar en el papel, siempre debe darse a conocer
oralmente a los intervinientes y demás asistentes a la audiencia.
La ley ha señalado un plazo máximo de 24 horas para deliberar, sólo sí, se cumplen a nuestro
juicio dos requisitos copulativos:
Fíjense eso sí, que de lo anotado pareciera que el mensaje dado a los jueces deliberadores, va
precisamente en sentido contrario, pues, sabemos que no se da un lapso de tiempo para resolver, sino en el
caso excepcional aludido, en los demás el legislador, ha dejado entrever en la norma que quiere la mayor
rapidez posible, cuando señala textualmente: “no permitiere pronunciar la decisión inmediatamente”.
En todo caso jamás puede excederse el plazo de 24 horas entre el cese del debate y el
pronunciamiento de lo acordado en la deliberación, pues la infracción a lo señalado, trae aparejada la nulidad
del juicio, según se desprende del inciso 3° del artículo 343 del Código Procesal Penal, “La omisión del
Respecto del contenido mismo de la deliberación el mencionado artículo 343 del citado
Código, da a los jueces, las siguientes pautas:
a) deberá ser pronunciada en la audiencia respectiva, después del cierre del debate;
b) e deberá comunicar la decisión sobre la absolución o condena del o los acusados por cada
uno de los delitos que se le imputaren;
c) se deberá indicar respecto de cada uno de ellos los fundamentos principales tomados en
consideración para llegar a dichas conclusiones
La falta de alguno de estos requisitos mínimos, trae aparejada la nulidad del juicio mismo,
según se desprende del inciso 3° del artículo 343 del Código referido.
Estimamos absolutamente acertado aquello, pues además de ser de más rápida y fácil
comprensión para quien la lea, quedará estampada en un registro que podrá revisarse a futuro y que
necesariamente es de menor complejidad que tener que escuchar posteriormente el audio o grabación en que
quedó ella consignada.
Eso sí que esta decisión que es mejor consignar en el papel, siempre debe darse a conocer
oralmente a los intervinientes y demás asistentes a la audiencia.
La ley no ha señalado más que las pautas generales en el artículo 343 del Código Procesal
Penal, ya comentadas; sin embargo, hacer aplicación en parte del artículo 340 del mismo Código, parece lo más
conveniente, por las siguientes razones:
Lo dicho aparece, además, corroborado en la parte primera del artículo 341 del Código
Procesal Penal, cuando dispone: “La sentencia condenatoria no podrá exceder el contenido de la acusación. En
consecuencia, no se podrá condenar por hechos o circunstancias no contenidos en ella”
En suma, en mi opinión debemos considerar como requisitos ineludibles del contenido del
acta de deliberación, los siguientes:
Aquí cabe hablar derechamente de la famosa congruencia, es decir, el correlato fiel entre los
hechos contenidos en la acusación y el fallo. Bastante se ha dicho sobre el particular, sólo cabe comentarles
genéricamente que creo que la congruencia queda entregada hoy a dos Tribunales distintos, los que
necesariamente se engarzan en una congruencia final.
Explicando diré que el juez de garantía deberá velar porque exista congruencia entre el relato
de los hechos y de las personas en contra de las cuales se ha formalizado por dichos hechos y la acusación del
fiscal.
En cambio, los jueces orales, deberán analizar la congruencia existente entre los hechos de su
acusación, quienes figuran como acusados y su fallo.
Veremos el contenido de tal artículo, en el mismo orden de los numerales dados por la
norma.
Sobre el particular no hay que extenderse mayormente, debe necesariamente ir el nombre del
tribunal, su lugar de expedición, la fecha de su dictación y la individualización del acusado y de el o los
acusadores.
La única diferencia que apreciamos, es que hoy día se señala la mención del Tribunal y no la
expresión del lugar en que se pronuncie como antes.
A lo mejor, lo anterior tiene su explicación, en que hoy día un Tribunal de Juicio Oral en lo
Penal, puede perfectamente constituirse y sesionar en audiencias, en un lugar distinto a aquél en que radica su
lugar de asiento, siempre y cuando esté dentro de su jurisdicción; por ejemplo, perfectamente el Tribunal Oral
de Curicó, puede tener audiencias de un juicio en la ciudad de Molina o Licantén, en la Séptima Región y así,
la experiencia se refleja en el resto del país.
El legislador parece también entenderlo de esa manera, pues, respecto de las nuevas
dotaciones de jueces orales, se habla de un tribunal o sala “itinerante”, mientras se instala, con el tiempo, la
dotación definitiva.
Aquí el Tribunal normalmente relatará sucintamente los hechos objeto de la acusación penal,
lo civil reclamado, si es que lo hay y las defensas hechas al acusado.
La exposición clara, lógica y completa de cada uno de los hechos y circunstancias que se
dieren por probados, fueren ellos favorables o desfavorables al acusado, y de la valoración de los medios de
prueba que fundamentaren dichas conclusiones de acuerdo con lo dispuesto en el artículo 297;
En esta parte se analizan que hechos se dieron por probados con la prueba rendida en la
audiencia, incluyéndose por cierto las convenciones probatorias, si es que las hubo, con la debida
fundamentación, de las conclusiones.
Con toda propiedad se puede decir que este es el corazón de toda nueva sentencia criminal,
pues aquí los jueces deberán fundamentar sus nuevos fallos de conformidad a la libertad para valorar o
apreciar la prueba que se rindió ante ellos y el camino que han tomado los tribunales para confeccionar sus
nuevos fallos no ha sido idéntico: así, por ejemplo, algunos tribunales en conformidad a este literal, han
consignado uno a uno los hechos que a ellos les parecieron estar acreditados conforme a la prueba que
escucharon en la audiencia, en seguida, ellos, pasan a relatar con que medios de prueba ellos dieron por
acreditado tales hechos, valorándolos uno a uno, es decir, señalando las razones de porqué, en su personal
concepto, esos hechos se acreditan con esos medios de prueba.
Otros en cambio, han optado por mencionar un hecho genérico, comprensivo de todos los
elementos del tipo penal respectivo, incluyendo allí los elementos de cargo que sirven para justificar la
Las razones legales o doctrinales que sirvieren para calificar jurídicamente cada uno de los
hechos y sus circunstancias y para fundar el fallo;
Esta parte no requiere mayor análisis, porque aquí los jueces simplemente califican los
hechos que dieron por acreditados y probados conforme al numeral anterior, en un tipo penal. A lo mejor, la
única dificultad que trae aparejada este literal, es aquella que dice relación con una calificación jurídica
“distinta” a la de la acusación penal. Cuando ello ocurre, normalmente, los jueces lo advierten una vez que se
han reunido a deliberar, en ese entendido si alguno de ellos, basta uno solo, estima que los hechos acreditados
se compadecen en otra norma punitiva distinta, deben, en primer término ver si durante la audiencia hubo
debate sobre el punto, es decir, si alguno de los intervinientes, con toda seguridad, la defensa o el querellante,
se han referido a ello. Empero, como consejo, cuando ello ocurra, es siempre preferible abrir debate sobre el
particular. El tribunal entonces vuelve a la sala y advierte, por intermedio de su presidente que uno o más de
los magistrados estima que los hechos pueden tener una calificación jurídica distinta y se invita a los
intervinientes a debatir sobre el particular. Una vez escuchado el debate, los miembros de la sala vuelven a
deliberar y allí aceptarán por mayoría o se contendrá el voto de minoría, en lo referente a una calificación
jurídica distinta. Sea cual sea el camino, lo allí decidido no puede mutarse lógicamente en el fallo.
Sobre el particular, el artículo 341 inciso 2° del Código Procesal Penal, dispone: Sentencia y
acusación. “...Con todo, el tribunal podrá dar al hecho una calificación jurídica distinta de aquélla contenida en
la acusación o apreciar la concurrencia de causales modificatorias agravantes de la responsabilidad penal no
incluidas en ella, siempre que hubiere advertido a los intervinientes durante la audiencia..”
Cabe tener presente únicamente que para que ello ocurra, necesariamente, en algún minuto
de la audiencia debe haberse provocado el “debate” o discusión sobre la posible nueva calificación jurídica de
los hechos.
La resolución que condenare o absolviere a cada uno de los acusados por cada uno de los
delitos que la acusación les hubiere atribuido; la que se pronunciare sobre la responsabilidad civil de los
mismos y fijare el monto de las indemnizaciones a que hubiere lugar;
Aquí los jueces deben indicar con total claridad una parte resolutiva del fallo donde
condenen y/o absuelvan a cada uno de los acusados por todos y cada uno de los delitos contemplados en la
acusación del fiscal, no olvidando el pronunciamiento sobre la responsabilidad civil que le asiste a los
condenados y el monto y carácter de las indemnizaciones civiles a que hubiere lugar, aquí sólo cabe recordar
que el “onus probandi” se rige por el Código Civil y la valoración de la prueba, por las reglas dadas en la parte
criminal, esto es libertad en la valoración de la prueba, sujeta a las limitaciones contempladas en la ley.
La Decisión
Esta es la conocida parte resolutiva del fallo, donde la sala por unanimidad o bien por
mayoría, en la misma forma acordada ya en la deliberación, condenará o absolverá al acusado de la acusación
entablada en su contra por el ministerio público.
La firma de los jueces que la hubieren dictado.
La sentencia será siempre redactada por uno de los miembros del tribunal colegiado,
designado por éste, en tanto la disidencia o prevención será redactada por su autor. La sentencia señalará el
nombre de su redactor y el del que lo sea de la disidencia o prevención.
El artículo 351 del Código Procesal Penal dispone: Reiteración de crímenes o simples delitos
de una misma especie. “En los casos de reiteración de crímenes o simples delitos de una misma especie se
impondrá la pena correspondiente a las diversas infracciones, estimadas como un solo delito, aumentándola
en uno o dos grados.
Si, por la naturaleza de las diversas infracciones, éstas no pudieren estimarse como un solo
delito, el tribunal aplicará la pena señalada a aquélla que, considerada aisladamente, con las circunstancias del
caso, tuviere asignada una pena mayor, aumentándola en uno o dos grados, según fuere el número de los
delitos.
Podrá, con todo, aplicarse las penas en la forma establecida en el artículo 74 del Código Penal
si, de seguirse este procedimiento, hubiere de corresponder al condenado una pena menor.
Para los efectos de este artículo, se considerarán delitos de una misma especie aquéllos que
afectaren al mismo bien jurídico.”
Les diré que esta es una norma que reemplaza en parte al antiguo 509 Código de
Procedimiento Penal y dispone reglas particulares para la aplicación de la pena, tratándose de reiteración de
crímenes o simples delitos.
Algo muy importante: define los que deben considerarse delitos de la misma especie y serán:
“Aquellos que afectaren al mismo bien jurídico”
Eso sí, siempre deja a salvo la norma del artículo 74 del Código Penal si es más favorable
para el acusado.
1.- Concepto
El profesor Germán Hermosilla Arriagada ha señalado que “el procedimiento abreviado es una
forma especial de tramitar y fallar, sumariamente, los hechos que han sido motivo de la investigación y acusación fiscal y
particular, dentro de la misma audiencia de preparación, en lugar de serlo a través del juicio oral. Se trata, pues, de un
procedimiento sustitutivo del juicio oral, cuya brevísima tramitación le corresponde al Juez de garantía, quien, además,
deberá dictar la sentencia definitiva. La petición de su aplicación le compete únicamente al fiscal, nadie más puede hacerlo;
pero si no se cuenta con la aprobación del acusado, no existe posibilidad de su utilización”.
Se ha dicho también que “el procedimiento abreviado, es un mecanismo alternativo al juicio oral,
que pretende evitar la realización de juicios en un porcentaje alto de los casos, y que busca obtener sentencias más rápidas
y a menor costo. Consiste en la posibilidad de que las partes puedan acordar una forma de procedimiento diversa, y,
proceder a un debate simplificado frente al juez encargado de controlar la investigación, al término del cual pronunciará la
sentencia”.
En lo personal estimo que se trata efectivamente de una vía alternativa al Juicio Oral, un
verdadero procedimiento de actas, en base a los registros que el Ministerio Público ha reunido durante la
instrucción, de naturaleza más eficiente que garantista, toda vez que implica el sacrificio de notables derechos
del acusado en pos de una salida más rápida y económica. Por lo mismo supone un acuerdo entre el acusado y
el fiscal, homologado en sede jurisdiccional, en virtud del cual el primero renuncia voluntariamente a un
posible juicio oral y acepta expresamente los hechos materia de la acusación y los antecedentes de la
investigación en que se funda; y el segundo solicita al Juez de Garantía la imposición de una pena que no
exceda de cinco años. En el evento que la sentencia sea condenatoria, el Juez de Garantía no puede imponer
una pena mayor a la solicitada por el Ministerio Público.
Entre las características de este procedimiento especial, pueden señalarse las siguientes:
a.- Es un procedimiento especial, que excluye la generalidad constituida por el juicio oral;
En este evento, opera como descongestionante del sistema, al llevar a procedimientos más
simples, más rápidos, menos complejos y más baratos la solución del conflicto penal. En lo que respecta a la
producción y control de calidad del material probatorio necesario para dictar sentencia, se elimina el debate
oral, público y contradictorio. Aquí subyace la pugna entre eficiencia versus garantías; Estado versus
individuo.
Si todas las investigaciones policiales exitosas fueran conducidas por los Fiscales hacia el
juicio oral y público, sencillamente el sistema colapsaría.
Por ello, hay que estimar que cuando el Ministerio Público opta por aplicar el abreviado, es
porque tiene razones en el caso concreto de que de seguir al juicio oral, pudiera verse perjudicado el interés
social.
Bien se ha dicho que hay una única llave que abre la puerta del procedimiento abreviado y
ella le pertenece al Fiscal.
c.- La iniciativa del Ministerio Público puede manifestarse sólo en dos momentos:
d.- Implica para el acusado la renuncia de su derecho a tener un juicio previo, oral y
público.
Por ello, estimamos que el procedimiento abreviado disminuye las garantías, desde ya el
derecho de defensa se ve seriamente menoscabado, pues el acusado queda impedido de rendir pruebas, no le
es posible refutar fácticamente los elementos de convicción que obren en la investigación oficial; frente al
reconocimiento de los hechos de la acusación, el estado de inocencia del imputado si bien se mantiene, sufre
una sensible disminución; de otro lado, el principio acusatorio, de división de funciones, también se ve
disminuido, ya que el mismo Juez que intervino durante la instrucción será quien resuelva acerca de la
procedencia del abreviado, y en la afirmativa, será quien dicte sentencia definitiva.
Por lo señalado, se hace indispensable que el acusado conozca a cabalidad los hechos materia
de la acusación, así como los antecedentes de la investigación, para que de ese modo sea capaz de sopesar el
riesgo probable de condena que conlleva este procedimiento y aceptar libre y voluntariamente la renuncia a
juicio.
La Cámara de Diputados ya expresaba: “Aquí, el imputado acepta que los antecedentes reunidos
por el fiscal son ciertos, en general. El juez tiene que indagar dentro de esos antecedentes y, sobre la base de ellos, puede
absolver”.
El artículo 412 del CPP dispone expresamente que si la sentencia es condenatoria, ella no
puede imponer una pena superior ni más desfavorable a la requerida por el órgano acusador.
Como se trata de un procedimiento especial, cuya admisión afecta seriamente los derechos
de los intervinientes, ya que, por un lado, excluye el derecho del acusado de llevar el conflicto penal al juicio
oral y público, y por el otro, el querellante particular quedará impedido de obtener un pronunciamiento sobre
la demanda civil que hubiere interpuesto, es preciso que concurran los presupuestos legales que lo hacen
procedente, a saber:
Como ya vimos, esta solicitud se puede manifestar por escrito, junto al libelo acusatorio, o en
forma verbal, durante la audiencia de preparación de juicio oral. En este último caso, el artículo 407 del CPP
permite a los acusadores modificar su libelo así como la pena requerida, a fin de permitir la tramitación
conforme al abreviado.
Pero con la modificación legal de julio de 2016, el tribunal está limitado respecto de los
delitos señalados en el artículo 449 del Código Penal, en el siguiente sentido: “si el imputado acepta
expresamente los hechos y los antecedentes de la investigación en que se fundare un procedimiento abreviado,
el fiscal o el querellante, según sea el caso, podrá solicitar una pena inferior en un grado al mínimo de los
señalados por la ley, debiendo considerar previamente lo establecido en las reglas 1a o 2a de ese artículo.”
Para lograr entender a cabalidad lo anterior, es necesario remitirse a lo que señala dicha
norma:
“Art. 449 CP. Para determinar la pena de los delitos comprendidos en los Párrafos 1 a 4 bis, con excepción de
aquellos contemplados en los artículos 448, inciso primero, y 448 quinquies, y del artículo 456 bis A, no se considerará lo
establecido en los artículos 65 a 69 y se aplicarán las reglas que a continuación se señalan:
1ª. Dentro del límite del grado o grados señalados por la ley como pena al delito, el tribunal determinará la
cuantía de la pena en atención al número y entidad de las circunstancias atenuantes y agravantes concurrentes, así como
a la mayor o menor extensión del mal causado, fundamentándolo en su sentencia.
2ª. Tratándose de condenados reincidentes en los términos de las circunstancias agravantes de los numerales 15
y 16 del artículo 12, el tribunal deberá, para los efectos de lo señalado en la regla anterior, excluir el grado mínimo de la
pena si ésta es compuesta, o el mínimum si consta de un solo grado.”
Entonces, esto quiere decir que primero debemos aplicar las reglas especiales recién
señaladas del Código Penal (porque vienen a alternar las reglas generales de determinación de pena) y sólo
luego de esa operación, se podrá rebajar en un grado al mínimo.
La pena privativa de libertad requerida por el Fiscal, en general, no puede ser superior a
cinco años de presidio o reclusión menores en su grado máximo. Pero con la modificación de julio del año
2016, también se permite realizar estos procedimientos en casos de penas no superiores a diez años de presidio
o reclusión mayores en su grado mínimo, tratándose de los ilícitos comprendidos en los párrafos 1 a 4 bis del
título IX del Libro Segundo del Código Penal y en el artículo 456 bis A del mismo Código, con excepción de las
figuras sancionadas en los artículos 448, inciso primero, y 448 quinquies de ese cuerpo legal, o bien cualesquiera
otras penas de distinta naturaleza, cualquiera fuere su entidad o monto, ya fueren ellas únicas, conjuntas o
alternativas.
En consecuencia, los casos en que se permite la aplicación del procedimiento abreviado con
penas de hasta 10 años, son las siguientes:
k) Robo con violencia o intimidación (simple o calificado)
l) Piratería
m) Robo por sorpresa
n) Extorsión (art. 438 CP)
o) Robo con fuerza en las cosas (en lugar habitado, no habitado, en bienes nacionales de uso público
o sitios no destinados a la habitación)
p) Robo de vehículos (art. 443)
q) Robo de Cajeros Automáticos (art. 443 bis)
r) Hurtos (simples, agravados, de suministros, etc)
s) Abigeato (en todas sus hipótesis)
t) Receptación (art. 456 bis A)
Por alguna razón, entonces el legislador excluyó la hipótesis del inciso primero del hurto de
hallazgo (del art. 448); la apropiación de plumas, pelos, crines, cerdas, lanas o cualquier elemento del pelaje de
animales ajenos (del art. 448 quinquies). Si se trata de otras penas de distinta naturaleza, no hay limitación, pues
Para que el acusado pueda aceptar informadamente es preciso que tenga cabal conocimiento
de los hechos materia de la acusación, que comprenden tanto el hecho punible como la participación, así como
también los antecedentes de la investigación.
El artículo 260 del CPP posibilita este conocimiento al exigir, junto a la citación para la
audiencia de preparación, la entrega al acusado de una copia de la acusación y la información adicional que se
encuentran a su disposición en el Juzgado de Garantía los antecedentes acumulados durante la investigación.
En razón de los efectos que genera para el acusado el procedimiento abreviado, el Código ha
previsto medidas de resguardo que tiendan a asegurar la manifestación libre de esta conformidad, es por ello
que el Juez de Garantía debe asegurarse que tal consentimiento se presta en forma libre y voluntaria,
consultándole si conoce su derecho a exigir un juicio oral, si conoce los términos del acuerdo y sus
consecuencias, si ha sido objeto de coacciones y presiones indebidas por parte del Fiscal o de terceros.
El Fiscal debe proponer al acusado y su defensor una pena que resulte tan atractiva que lo
induzca a reconocer los hechos materia de la acusación y a renunciar al juicio oral. Si ello no fuere así, ningún
imputado optaría por el abreviado.
Señala el artículo 410 del CPP que el Juez aceptará la solicitud cuando los antecedentes de la
investigación fueren suficientes para proceder conforme a las normas del procedimiento abreviado, la pena
solicitada por el Fiscal en concreto se ajuste a los límites legales y verificare que el acuerdo hubiere sido
prestado por el acusado con conocimiento de sus derechos, libre y voluntariamente.
El consentimiento del acusado recae entonces sobre los siguientes aspectos que el Juez debe
ir verificando o chequeando:
• Que conoce su derecho a ir a un juicio oral y pese a ello renuncia a tal garantía;
• Que entiende los términos del acuerdo y las consecuencias que éste pudiera significarle
(en otras palabras, que acepta los hechos de la acusación y los antecedentes de la investigación que en ellos
se fundan y la probable pena que le correspondería si en suma fuera condenado);
• Que, las aceptaciones anteriores hechas por el acusado, no hubieran sido obtenidas por
coacciones ni presiones indebidas por parte del fiscal o de terceros.
Las decisiones en este sentido han fluctuado entre un control intenso de legalidad de los
requisitos del acuerdo (calificación jurídica del hecho; pena correspondiente al delito imputado; coincidencia
con los límites legales), que implica de parte del Juez la expresión de una opinión jurídica propia sobre el
fondo y un control de legalidad menos fuerte, de mera plausibilidad o razonabilidad jurídica de la calificación
efectuada inicialmente por el Fiscal, como dice el profesor Jorge Mera Figueroa “que exista un piso jurídico
sensato”.
Cualquiera sea la alternativa que el Juez adopte, creemos que no debe dejar de considerar en
su decisión los principios del sistema procesal penal que nos rige (racionalización, simplificación del
procedimiento, diversificación de la respuesta punitiva del Estado frente a la criminalidad, eficacia, legalidad,
garantía de los derechos fundamentales de los intervinientes, en especial del imputado y de la víctima), los
objetivos de la instrucción, los derechos e intereses de los intervinientes, los fines de la aplicación de este
procedimiento especial y las funciones del Ministerio Público y del Juez de Garantía.
El Fiscal es el persecutor penal y dentro de sus facultades llega a una negociación con el
imputado, a través de la cual disminuirá su pretensión punitiva recibiendo como contrapartida un menor
riesgo de absolución y un menor desgaste de energías y recursos que significa el procedimiento abreviado
versus el juicio oral. Para que el procedimiento abreviado sea operativo, la ley les ha otorgado a los fiscales un
cierto grado de discrecionalidad, para ofrecer al imputado una penalidad que le pueda resultar atractiva.
Por ello algunos Jueces de Garantía expresan que el control de legalidad que efectúan al
inicio del procedimiento abreviado es intenso.
Los efectos de la decisión no son neutros, pues el rechazo continuo de la aplicación del
procedimiento abreviado al ejercer el Juez un fuerte control de legalidad, forzará la realización de un juicio
oral, aún cuando la calificación de los hechos efectuada por el Fiscal sea plausible dogmáticamente.
De acuerdo, a lo sostenido por el profesor Mera la excesiva rigidez del control puede llevar a
los Fiscales a buscar otras soluciones técnicamente factibles, como el archivo provisional antes de la
judicialización, constatado que sea el desinterés de la víctima en la persecución.
Tampoco considero que el Juez quede obligado a reconocer las atenuantes propuestas por el
Fiscal si, terminado el debate y ponderados los antecedentes aportados por las partes, llega a la convicción de
que ellas no son legalmente concurrentes, no obstante ello, no podrá aplicar al acusado una pena superior a la
requerida por el Fiscal, de conformidad a lo establecido en el artículo 412 inciso 1° del CPP, que tiene el
carácter de una norma decisoria litis (similar a lo que ocurre con el artículo 395 del CPP).
También se precisa el concurso del querellante, quien puede asumir dos posiciones al
respecto:
• Derechamente está de acuerdo con la solicitud del Fiscal, lo que se refleja en su propia
acusación particular, en ese caso no hay problema. Demás está decir que el querellante que es acusador
particular nunca puede pedir ir al procedimiento abreviado;
• En su acusación particular efectúa una calificación jurídica de los hechos, atribuye una forma
de participación o señala circunstancias modificatorias de responsabilidad penal diferentes de las consignadas
por el Fiscal en su acusación y, como consecuencia de ello, la pena por él solicitada excediere el límite señalado
en el artículo 406 CPP.
• Pero, aún en este último caso, si el Juez de Garantía no estima fundada la oposición del
querellante, puede acceder a ir al procedimiento abreviado, cuando además se den los otros requisitos legales.
Por último, si el Juez estima que no se reúnen los requisitos legales, o si considera fundada la
oposición del querellante, rechazará la solicitud de procedimiento abreviado y dictará el auto de apertura de
juicio oral.
En esta última hipótesis se tendrán por no formuladas la aceptación de los hechos por parte
del acusado y la aceptación de los antecedentes de la investigación, como tampoco las modificaciones de la
acusación o de la acusación particular.
Es más, el Juez debe disponer que todos los antecedentes relativos al planteamiento,
discusión y resolución de la solicitud de procedimiento abreviado sean eliminados del registro.
De otro lado, existe prohibición legal para invocar, dar lectura ni incorporar como medio de
prueba al juicio oral ningún antecedente relativo con la proposición, discusión, aceptación, procedencia,
rechazo o revocación de la tramitación de un procedimiento abreviado.
A través de este procedimiento se busca dar una salida expedita, rápida y económica, por
motivos de eficacia, a aquellos casos en que no exista una controversia sobre los resultados de la investigación
realizada por el Fiscal.
Es este punto nuestro legislador efectuó una combinación entre el sistema norteamericano
(donde se le pregunta al imputado si se declara culpable o inocente, “guilty plea”, consecuencia de un proceso
de negociación, “plea bargaining”, que posibilita una sentencia condenatoria sin juicio) y el sistema europeo
(donde el imputado sólo renuncia al juicio, manteniéndose como inocente, con un debate simplificado),
exigiendo de parte del imputado la aceptación de los hechos y antecedentes de la investigación, estableciendo
como límite para el juzgador que la condena no se pueda producir por la sola confesión del acusado.
El Fiscal renuncia a la posibilidad de una pena en los tramos superiores fijados por la ley
auto limitando su pretensión a un tramo inferior, a cambio de este sacrificio el Fiscal obtiene la enorme ventaja
de no tener que producir la prueba en el juicio oral, validándose como pruebas los antecedentes que ha
recopilado en la fase preparatoria, los que van a ser objeto del debate simplificado y van a servir de
fundamento al fallo. Además, obtiene del imputado una declaración de aceptación de los hechos materia de la
acusación, con lo cual la sustancia de los mismos queda excluida del debate, sin perjuicio de las
interpretaciones de los mismos y de las consecuencias jurídicas que se les atribuyan.
El imputado, por su parte, obtiene certeza respecto de la pena que arriesga y una eventual
rebaja de la misma, a cambio renuncia a su derecho a que la culpabilidad sea probada o acreditada por el
Fiscal en el juicio oral y acepta ser juzgado por medio de documentos que dan cuenta de la investigación del
Fiscal.
El mensaje del Código Procesal Penal nos señala en este punto que: “Entre las posibilidades de
simplificación de los procedimientos que se proponen, la principal es el llamado procedimiento abreviado.... Se trata
fundamentalmente de la posibilidad de que el imputado renuncie a su derecho al juicio oral cuando manifieste su acuerdo
en los hechos contenidos en la acusación y en los antecedentes de la instrucción que la fundan”
Sin embargo, y como se señaló en el Parlamento, el sentido parece ser distinto, en efecto “El
Juez no puede imponer una pena superior a la propuesta por el Fiscal, pero no puede entenderse que aún sobre la base de la
aceptación de los hechos, el Juez tenga que necesariamente condenar porque ello significaría legalizar un allanamiento a
una condena y atribuirle un sentido jurisdiccional al acuerdo entre el Fiscal y el imputado, en desmedro de las facultades
naturales del órgano jurisdiccional” .
Sostenemos como jueces, que la anterior debe ser la idea matriz, es decir, pensar el abreviado
como un procedimiento descongestionante del sistema (evitar muchos juicios orales), pero no como una mera
negociación entre el Fiscal y el acusado que implique amarrar al tribunal en cuanto al sentido de la decisión.
Resulta interesante, en este aspecto, lo manifestado por Ignacio Castillo V., asistente del
programa de Justicia Criminal de la Universidad Diego Portales, en un foro virtual, a saber: “Si bien es cierto que
el procedimiento abreviado representa un mecanismo de justicia negociada, y que él es de gran utilidad para la eficiencia
del sistema, no es menos cierto que, a mi juicio, en este proceso se evidencia una fuerte tensión (parafraseando a Binder)
donde choca la eficiencia y garantía. Lo cierto es que, y en esto comparto lo que el otro día nos escribía acá el profesor
Riego, debemos formar una justificación al procedimiento abreviado, desde la realidad latinoamericana, alejándonos de los
argumentos europeos y americanos”.
Siguiendo la opinión del mismo citado, pareciera nos fluye una lógica inquisitiva, sin
embargo, creemos que el problema no pasa por tan simple argumentación, como intentaremos dejar sentado
en este trabajo.
Compartimos la explicación que da el profesor Cristián Riego cuando sostiene que: “se trata
de un pacto de cambio de procedimiento en que ambas partes ceden parcialmente en sus pretensiones obteniendo una
ventaja por ello. El Fiscal renuncia a la posibilidad de una pena en los tramos superiores fijados por la ley auto limitando
su pretensión a un tramo inferior, a cambio de este sacrificio el Fiscal obtiene la enorme ventaja de no tener que producir
la prueba en el juicio oral, validándose como pruebas los antecedentes que ha recopilado en la fase preparatoria, los que
van a ser objeto del debate simplificado y van a servir de fundamento al fallo. Además, obtiene del imputado una
declaración de aceptación de los hechos materia de la acusación, con lo cual la sustancia de los mismos queda excluida del
debate, sin perjuicio de las interpretaciones de los mismos y de las consecuencias jurídicas que se les atribuyan. El
imputado, por su parte, obtiene certeza respecto de la pena que arriesga y una eventual rebaja de la misma, a cambio
renuncia a su derecho a que la culpabilidad sea probada por el Fiscal en el juicio oral y acepta ser juzgado por medio de
documentos que dan cuenta de la investigación del Fiscal.”
La solicitud del Fiscal en este sentido podrá ser planteada al Juez de Garantía por escrito, en
la oportunidad señalada en el artículo 248 del CPP, esto es en el plazo de diez días siguientes al cierre de la
investigación, junto con la acusación; o verbalmente, en la audiencia de preparación del juicio oral (art. 407
CPP).
En este último caso, el Fiscal y el acusador particular, si lo hubiere, podrán modificar su
acusación, así como la pena requerida, a fin de permitir la tramitación del procedimiento abreviado.
El Juez aceptará la solicitud del Fiscal y del imputado cuando los antecedentes de la
investigación fueren suficientes para proceder conforme a este procedimiento, la pena solicitada por el Fiscal
no supere los cinco años y verificare que el acuerdo ha sido prestado por el imputado con conocimiento de sus
derechos, libre y voluntariamente.
De otro lado, existe prohibición legal para invocar, dar lectura ni incorporar como medio de
prueba al juicio oral ningún antecedente relativo con la proposición, discusión, aceptación, procedencia,
rechazo o revocación de la tramitación de un procedimiento abreviado (arts. 410 inciso final y 335 del CPP).
El Título III del Libro IV del CPP no hace referencia a la posibilidad de impugnar la
resolución del Juez de Garantía que se pronuncia acerca de la solicitud de procedimiento abreviado.
El profesor Emilio Pfeffer Urquiaga sostiene que ello fue así pues se entendió que supuesto
el acuerdo de las partes y la posibilidad de oposición del querellante, en general el Juez debiera acceder a la
solicitud, y en el evento de rechazarse se aplican las reglas generales.
El profesor Jorge Mera Figueroa afirma también que dicha resolución no es apelable, incluso
utiliza tal aserto para argumentar respecto de la intensidad del control judicial de la calificación jurídica.
Sin embargo, la jurisprudencia de los tribunales ha sido vacilante, pues en algunos casos se
han declarado inadmisibles las apelaciones deducidas en contra de resoluciones de esta índole y en otros, los
recursos han sido concedidos, habiéndose fundado éstos en la causal genérica contenida en el artículo 370 letra
a) del CPP.
Al inicio del procedimiento abreviado, el Juez abrirá el debate, otorgará la palabra al Fiscal,
quien efectuará una exposición resumida de la acusación y de las actuaciones y diligencias de la investigación
que la fundamentaren.
Terminado el debate el Juez dictará sentencia, que puede ser absolutoria o condenatoria y
debe cumplir los requisitos establecidos en el artículo 413 del CPP.
Atendida la naturaleza de este procedimiento cuesta imaginarse las situaciones que puedan
llevar a una absolución. Durante la discusión en la Cámara de Diputados se planteó como caso posible que el
hecho no sea constitutivo de delito o la concurrencia de una causal de extinción de responsabilidad penal. El
profesor Cristián Riego agrega la posibilidad de absolución en caso de prescripción de la acción penal.
Se ha sostenido por algunos que la aceptación que hace el imputado de los hechos materia de
la acusación y de los antecedentes de la investigación en que se funde no alcanza a la participación, de modo
que acreditar ésta será de cargo del órgano acusador y al no hacerlo se plantea otra posibilidad de absolver.
Personalmente creemos que el reconocimiento de los hechos que efectúa el acusado para los
efectos del procedimiento abreviado puede servir para calificar jurídicamente el hecho punible como la
participación culpable, si se estiman acreditados tales sucesos.
Por disposición legal el Juez no podrá imponer una pena superior ni más desfavorable a la
requerida por el Fiscal o el querellante en su caso.
1.- Concepto
Este segundo procedimiento especial, está tratado por el legislador en los artículos 388 a 399
del Código Procesal Penal.
El profesor Germán Hermosilla Arriagada señala que: “El procedimiento simplificado tiene por
objeto que el juez de garantía conozca y falle, en forma oral, breve y concentrada, determinados asuntos que no revisten
mayor complejidad, por lo que no requieren de las mismas actuaciones y plazos para ser conocidos y resueltos que la acción
penal pública por crimen o simple delito”
Otro concepto: “Se trata de un procedimiento especial, oral, de competencia de los jueces de garantía
para conocer y fallar las faltas y los hechos constitutivos de simple delito para los cuales el Ministerio Público requiera la
imposición de una pena que no exceda de presidio o reclusión menor en su grado mínimo”.
b) los simples delitos donde el fiscal requiriere la imposición de una pena que no
exceda los 540 días de presidio o reclusión menores en su grado mínimo;
La expresión “El conocimiento y fallo de las faltas” a que se alude en el artículo 388 del CPP y
las voces “conocer y fallar las faltas penales” y “conocer y fallar.....las faltas e infracciones contempladas en la
Ley de Alcoholes, cualquiera sea la pena que ella les asigne”, referidas respectivamente en las letras d) y e) del
artículo 14 del COT, abre un campo bastante amplio de competencia tratándose de estos ilícitos menores.
En la escala antedicha, se señalan las penas de las faltas, estableciéndose, que lo son:
• Prisión
• Inhabilidad perpetua para conducir vehículos a tracción mecánica o
animal
• Suspensión para conducir vehículos a tracción mecánica o animal
• Multa y/o comiso (estas dos últimas como penas comunes a los
crímenes o simples delitos de la misma escala)
Entonces, como corolario, uno tendría que señalar que va a reconocer que está frente a una
falta penal, atendida la pena que la conducta allí descrita conlleve.
Así, en general podremos sostener que son de su conocimiento las faltas penales que
contempla el Código Penal y además, otras faltas sancionadas en diversos cuerpos legales, a saber, las
contenidas en la Ley de Alcoholes y las de la Ley N°19.366.
Las faltas e infracciones a la Ley de Tránsito, son de exclusiva competencia de los Juzgados
de Policía Local.
No todo simple delito deberá sujetarse a las normas del procedimiento simplificado, así, la
primera excepción contenida en el artículo 388, es aquella referida a la pena requerida por el ministerio
público, pues, si ella es de presidio menor en su grado medio o mayor (541 días a 5 años), no se sujetará a tal
procedimiento.
Ahora, la regla general es que los simples delitos donde el fiscal requiera una pena de
presidio menor en su grado mínimo (61-540 días) sean conocidos vía procedimiento simplificado, empero, la
norma vuelve a dar otra contra excepción, señalando que salvo que aquellos simples delitos sean conocidos
por la vía del procedimiento abreviado, que comprende ilícitos con penas requeridas por el fiscal que van
desde 1 día a 5 años.
Luego, para ver que simples delitos son de competencia del juez de garantía, por vía del
procedimiento simplificado, en primer lugar habrá que estarse a la pena que requiera se le imponga por el
fiscal al imputado.
Ello significa que habrá que estarse entonces a la pena en concreto y no la pena en abstracto
contemplada para cada tipo penal, según las escala del artículo 21 del CP.
Estimamos que éste procedimiento participa de algunas características similares a las del
procedimiento abreviado, así:
No es que el fiscal aquí presente un escrito ante el juez de garantía señalándole que va a usar
el simplificado, sino que simplemente presenta un escrito que se llama “requerimiento”, que está tratado en el
artículo 391 del CPP, en cuanto a su contenido y señala que deberá contener:
ii.- una relación sucinta del hecho que se le atribuyere, con indicación del tiempo y lugar
de comisión y demás circunstancias relevantes;
El requerimiento importa una decisión del ministerio público de llevar a la justicia una
investigación criminal por una falta penal o un simple delito en contra de una persona determinada, luego
importa una decisión que tiene efectos jurisdiccionales y “reemplaza” en cierta forma este escrito a la
acusación penal, escrito que se presenta en el procedimiento ordinario dentro de los diez días siguientes al
cierre de la investigación.
Artículo 393 bis. Procedimiento simplificado en caso de falta o simple delito flagrante.
Tratándose de una persona sorprendida in fraganti cometiendo una falta o un simple delito de aquéllos a que da lugar este
procedimiento, el fiscal podrá disponer que el imputado sea puesto a disposición del juez de garantía, para el efecto de
comunicarle en la audiencia de control de la detención, de forma verbal, el requerimiento a que se refiere el artículo 391, y
proceder de inmediato conforme a lo dispuesto en este Título.
Sólo admite aquella acción civil que tiene por objeto la restitución de la cosa o su valor.
El artículo 389 del CPP señala que supletoriamente, esto es, en todo aquello no contemplado
expresamente en este procedimiento, se aplican las normas del Libro II de este Código, que no son otras que
las del juicio oral, pero el legislador agrega, “en cuanto se adecuen a su brevedad y simpleza”.
Pudiésemos hablar de tres fases dentro del juicio oral: la primera donde las partes hacen sus
alegatos de apertura, la segunda, donde ellos presentan la prueba y la tercera, donde concluyen con sus
alegatos de clausura.
En lo referente a las normas relativas a la incorporación de la prueba del juicio oral, esto es,
testigos y peritos, se sigue igual suerte en el procedimiento simplificado, aplicándose el artículo 329 del CPP.
El procedimiento monitorio se encuentra regulado en el libro IV, Título I del Código Procesal
Penal.
En efecto, el artículo 388 del citado cuerpo legal, nos indica que: El conocimiento y fallo de las
faltas se sujetará al procedimiento previsto en este título.
Si bien, sabemos que el procedimiento monitorio se aplica a las faltas, el inciso 1° del artículo
388 del CPP, nos puede llevar a una confusión en orden a entender que ciertas faltas se tramiten vía
procedimiento simplificado, ya que, la redacción del inciso 1° del artículo 392 puede conducirnos a ello.
¿Por qué lo anterior?, la respuesta es simple, por cuanto, el inicio de la referida disposición
consigna que: “Tratándose de las faltas que debieren sancionarse sólo con la pena de multa…”, se aplica lo
preceptuado en el artículo en comento.
Al respecto cabe precisar que después de la entrada en vigencia del CPP, se dictaron
disposiciones legales que derogaron las penas privativas de libertad, léase prisión, a los hechos delictivos
constitutivos de faltas penales, estableciéndose únicamente penas pecuniarias para estas infracciones punibles.
3.2.- Tramitación
Una vez que el fiscal recibe una denuncia por un hecho constitutivo de una falta penal,
deberá presentar ante el Juez de Garantía competente un requerimiento el que deberá contener las menciones
del artículo 391 del CPP y además: “una proposición sobre el monto de la multa, que debiere imponerse al imputado”.
¿Quién presenta el requerimiento tratándose de las faltas que señala el artículo 390 inciso 2°
del CPP.? Las faltas que señala la referida disposición son las indicadas en los artículos 494 N°5 y 496 N°11 del
Código Penal, esto es, la falta de lesiones leves y la injuria liviana respectivamente.
Analizando la disposición diremos que respecto de las lesiones leves, en nuestro concepto,
de una interpretación sistemática de la normativa procesal penal, además de una lectura armónica e integral
del inciso 2° del citado artículo 390 y del carácter técnico del requerimiento, se ha entendido que le
corresponde al fiscal confeccionar y presentar el libelo en cuestión, como titular de la acción penal, siempre y
cuando el ofendido por el ilícito hubiere denunciado el hecho a la justicia, al ministerio público o a la policía,
de conformidad al prescrito en el artículo 54 del CPP.
En relación con la falta del artículo 496 N°11 del Código del ramo, y por los mismos
argumentos indicados precedentemente, y en especial por el tenor del artículo 55 letra B) y 400 del CPP,
estimamos, que la confección y presentación del requerimiento le corresponde a la persona que le compete la
titularidad de la acción, esto es, la afectado por la injuria liviana, ya que, estamos en presencia de un ilícito de
acción penal privada, la cual –como sabemos- sólo podrá ser ejercida por la víctima.
Esto es, una vez que el Juez de Garantía recibe en su despacho el libelo respectivo, cuenta
con el plazo de veinticuatro horas, para resolver la cuestión, según prescribe el artículo 38 del CPP.
a.- La instrucción acerca del derecho del imputado de reclamar en contra del
requerimiento y de la imposición de la sanción, dentro de los quince días siguientes a su notificación, así
como de los efectos de la interposición del reclamo.
Respecto del reclamo que puede formular el imputado, estimamos, que debe consistir en los
términos que se establecen en el inciso final del artículo 392, es decir: manifestando de cualquier modo
fehaciente, su falta de conformidad con el requerimiento, ya sea por escrito o en forma verbal.
En efecto, en este caso continúa el procedimiento en la forma prevista en los artículos 393 y
siguientes.
Es decir, se lleva a cabo la preparación del juicio simplificado, ante lo cual, el tribunal citará a
todos intervinientes al juicio, el que no podrá tener lugar antes de veinte ni después de cuarenta días.
La conclusión que surge es que éste es uno de los excepcionalísimos casos, en que un
procedimiento monitorio aplicable únicamente a las faltas, se tramite y se resuelva en definitiva en un juicio
oral simplificado, ante el juez de garantía.
Comentando este último punto resulta sui generis, la naturaleza jurídica de la resolución que
se pronuncia sobre el requerimiento, en el sentido de estar sujeta a una condición suspensiva, antes de adquirir
el carácter de sentencia ejecutoriada.
Como actitud final que puede asumir el imputado vemos que también puede manifestar su
falta de conformidad el monto de la multa impuesta, es decir, si lo encuentra excesivo en relación con el
menoscabo pecuniario irrogado con el ilícito.
3.4.- Finalmente el inciso final del comentado artículo 392 del CPP, regula
las hipótesis que operan, cuando es el juez de garantía, quien no considera
suficientemente fundado el requerimiento o la multa propuesta por el fiscal
En estos casos, al igual que en las situaciones de reclamos del imputado, se proseguirá con el
procedimiento en la forma prevista en los artículos siguientes, esto es, el tribunal debe llamar a juicio oral
simplificado y citar a todos los intervinientes.
Cabe expresar que este pronunciamiento lo manifiesta el juez en una resolución –que como
ya dijimos- debe ser dictada antes de las veinticuatro horas siguientes a la recepción del requerimiento.
Lo anterior también procederá si, dentro del plazo de quince días, el imputado manifiesta su
falta de conformidad con la imposición de la multa o su monto.
Siguiendo con el estudio del tema que nos convoca, estimamos que con la dictación de la ley
N° 19.789, cuya entrada en vigencia fue el 30 de enero de 2002, y en cuyo texto se introduce el artículo 393 bis
del Código Procesal Penal se solucionó un problema en el ámbito de la expedición y resolución de los
procedimientos simplificados y monitorios.
Por esas consideraciones, se regula una nueva hipótesis de hecho, que consigna el artículo
393 bis en cuestión, estableciéndose que en la audiencia de control de la detención, el fiscal pueda en forma
verbal, comunicarle el requerimiento a que se refiere el artículo 391, y…” proceder de inmediato conforme a lo
dispuesto en este título”.
Si vemos el nombre con que el artículo 393 bis del CPP, reglamenta los supuestos de hechos
que consigna, a saber: “Procedimiento simplificado en caso de falta o simple delito flagrante”, podemos
estimar, que en estos casos de requerimiento verbal, que se efectúa en la audiencia de control de la legalidad
de la detención, se aplique indistintamente el procedimiento simplificado no sólo a los simples delitos cuya
pena no exceda de quinientos cuarenta días sino que también a las faltas que permiten la detención por
flagrancia al tenor del artículo 134 inciso 4° del CPP. (Las faltas contempladas en el Código Penal, en los
A nuestro juicio esta interpretación, resulta incompatible con el propio articulado del Título I
del Libro IV, del CPP. En efecto, el artículo 392 del CPP, sobre: “Procedimiento Monitorio” preceptúa
imperativamente que: “…tratándose de faltas…el fiscal deberá presentar ante el juez competente el requerimiento…”
478
Art. 494 n° 4°: El que amenazare a otro con armas blancas o y el que riñendo con otro las sacare, como no sea con
motivo justo.
479
Art. 494 n° 5°: El que causare lesiones leves, entendiéndose por tales las que, en concepto del tribunal, no se hallaren
comprendidas en el artículo 399, atendidas la calidad de las personas y circunstancias del hecho. En ningún caso el tribunal podrá
calificar como leves las lesiones cometidas en contra de las personas mencionadas en el artículo 5° de la Ley sobre Violencia
Intrafamiliar.
480
El que ejecutare alguno de los hechos penados en los artículos 189, 233, 448, 467, 469, 470 y 477, siempre que el delito se refiera a
valores que no excedan de una unidad tributaria mensual.
481
Art. 189 CP. El que hiciere desaparecer de estampillas de correos u otras adhesivas, o de boletas para el transporte de personas o
cosas la marca que indica que ya han servido, con el fin de utilizarlas, y el que a sabiendas expendiere o usare estampillas o boletas de
las cuales se ha hecho desaparecer dicha marca, siempre que en uno y otro caso el valor de tales estampillas o boletas exceda de una
unidad tributaria mensual, será castigado con reclusión menor en su grado mínimo o multa de seis a diez unidades tributarias
mensuales.
482
Artículo 233.- El empleado público que, teniendo a su cargo caudales o efectos públicos o de particulares en depósito, consignación
o secuestro, los substrajere o consintiere que otro los substraiga, será castigado:
1.º Con presidio menor en su grado medio y multa de cinco unidades tributarias mensuales, si la substracción
excediere de una unidad tributaria mensual y no pasare de cuatro unidades tributarias mensuales.
2.º Con presidio menor en su grado máximo y multa de seis a diez unidades tributarias mensuales, si excediere de cuatro unidades
tributarias mensuales y no pasare de cuarenta unidades tributarias mensuales.
3.º Con presidio mayor en sus grados mínimo a medio y multa de once a quince unidades tributarias mensuales, si excediere de
cuarenta unidades tributarias mensuales.
En todos los casos, con la pena de inhabilitación absoluta temporal en su grado mínimo a inhabilitación absoluta perpetua
para cargos y oficios públicos.
483
Artículo 494 bis.- Los autores de hurto serán castigados con prisión en su grado mínimo a medio y multa de una a cuatro unidades
tributarias mensuales, si el valor de la cosa hurtada no pasa de media unidad tributaria mensual.
La falta de que trata este artículo se castigará con multa de una a cuatro unidades tributarias mensuales, si se encuentra en grado de
frustrada. En estos casos, el tribunal podrá conmutar la multa por la
realización de trabajos determinados en beneficio de la comunidad, señalando expresamente el tipo de trabajo, el lugar donde deba
realizarse, su duración y la persona o institución encargada de controlar su cumplimiento. Los trabajos se realizarán, de preferencia, sin
afectar la jornada laboral o de estudio que tenga el infractor, con un máximo de ocho horas semanales. La no realización cabal y
oportuna de los trabajos determinados por el tribunal dejará sin efecto la conmutación por el solo
ministerio de la ley, y deberá cumplirse íntegramente la sanción primitivamente aplicada.
En los casos en que participen en el hurto individuos mayores de dieciocho años y menores de esa edad, se aplicará a los mayores la
pena que les habría correspondido sin esa circunstancia, aumentada en un
grado, si éstos se han prevalido de los menores en la perpetración de la falta. En caso de reincidencia en hurto falta frustrado,se
duplicará la multa aplicada. Se entenderá que hay reincidencia cuando el responsable haya sido condenado previamente por delito de
la misma especie, cualquiera haya sido la pena impuesta y su estado de cumplimiento.
Si el responsable ha reincidido dos o más veces se triplicará la multa aplicada.
La agravante regulada en el inciso precedente prescribirá de conformidad con lo dispuesto en el artículo 104. Tratándose de faltas, el
término de la prescripción será de seis meses.
484
Art. 495 n° 21: El que intencionalmente o con negligencia culpable cause daño que no exceda de una unidad tributaria mensual en
bienes públicos o de propiedad particular.
485
Art. 496 n° 3: El que impidiere el ejercicio de las funciones fiscalizadoras de los inspectores municipales.
486
Art. 496 n° 5°. El que ocultare su verdadero nombre y apellido a la autoridad o a persona que tenga derecho para exigir que los
manifieste, o se negare a manifestarlos o diere domicilio falso.
487
Art. 496 n° 26. El que tirare piedras u otros objetos arrojadizos en parajes públicos, con riesgo de los transeúntes, o lo hiciere a las
casas o edificios, en perjuicio de los mismos o con peligro de las personas.
3.8.- Hurto Falta del artículo 494 N°19 del Código Penal
Corresponde que en la audiencia de control de la detención el fiscal –si lo estima del caso-
efectúe el requerimiento verbal, ante lo cual, el Juez de Garantía deberá dictar en la audiencia -si considera
fundado el requerimiento-, la sentencia respectiva.
Porque, según prescribe el artículo 38 del CPP: Las cuestiones debatidas en una audiencia
deberán ser resueltas en ella; y obviamente el requerimiento es un asunto expuesto en una audiencia.
En suma, este procedimiento monitorio requiere de una gran experticia de los jueces de
garantía quienes deberán estar preparados para dictar – en la audiencia de control - sentencias respecto de
algunas faltas, con todos y cada uno de los requisitos del artículo 392 del cuerpo de leyes en estudio.
Finalmente no deja de resultar interesante que este artículo 393 bis, viene a efectuar un
reconocimiento expreso, al “Control de la detención”, como la audiencia con la cual se inicia y judicializa el
proceso oral y público.
El artículo 132 CPP, en donde se regula la materia, nos habla de: “Comparecencia judicial…a la
primera audiencia judicial…”. Pues bien ahora los jueces podemos decir con propiedad que llevamos a cabo el
control de la legalidad de la detención.
Si analizamos los artículos 391 y 392 del CPP., que mencionan detalladamente los requisitos
que debe contener el requerimiento que da origen al procedimiento monitorio, podremos apreciar que no
existe referencia alguna a una eventual acción que pudiera impetrarse.
Además, siempre es el fiscal quien incoa este procedimiento, por cuanto le compete
únicamente la interposición de este libelo y, como sabemos, el ministerio público no es el representante de la
víctima, asistiéndole solamente el deber de informar al ofendido sobre su eventual derecho a indemnización y
la forma de solicitarlo, y de remitir los antecedentes, cuando correspondiere, al organismo del Estado que
tuviere a su cargo la representación de la víctima en el ejercicio de las acciones civiles (artículo 78 letra c) del
CPP.).
Posteriormente una vez que es emplazado el ofendido al juicio, éste decide interponer una
acción civil con el fin de obtener la restitución de la cosa o su valor.
En efecto, dicha pretensión es perfectamente legítima, al tenor del artículo 393 inciso 2° del
CPP. Finalmente, no debemos olvidar que las normas del Libro II se aplican en forma supletoria en lo que no
regulare el Libro IV, del cuerpo de leyes en estudio.
Los delitos de acción privada están indicados en el artículo 55 del CPP; a saber:
• La calumnia y la injuria;
“Artículo 116.- Prohibición de querella. No podrán querellarse entre sí, sea por delitos de
acción pública o privada:
a) Los cónyuges, a no ser por delito que uno hubiere cometido contra el otro o contra sus
hijos, o por el delito de bigamia.
b) Los convivientes civiles, a no ser por delito que uno hubiere cometido contra el otro o
contra sus hijos.
c) Los consanguíneos en toda la línea recta, los colaterales y afines hasta el segundo grado, a
no ser por delitos cometidos por unos contra los otros, o contra su cónyuge o hijos.”
• Los delitos que deriven del giro del cheque efectuado por un librador
que no cuente de antemano con fondos o créditos disponibles suficientes
en su cuenta corriente, que hubiere retirado los fondos disponibles
después de expedido el cheque o hubiere girado sobre cuenta corriente
cerrada. Por lo tanto, las acciones penales que dimanen de las referidos
despliegues defraudatorios, se sujetarán a la tramitación del Título II del
Libro IV del CPP. 488
El libelo incriminatorio debe cumplir con los requisitos de los artículos 113 y 261 del CPP.
Como primera aproximación al tema, vemos que las exigencias materiales y formales que la
ley dispone para la interposición querella son elevadas.
488
Art. 42 DFL 707/82; El delito de giro doloso de cheques, en virtud de la Ley N° 19.806 de 31 de mayo de 2002, sobre normas
Adecuatorias del sistema legal chileno a la Reforma Procesal Penal, puede ser tanto un delito de acción pública como uno de acción
privada, dependiendo de la causal de protesto. Si la causal de protesto es falta de fondos o cuenta cerrada, el delito confiere acción
penal privada al tenedor del cheque protestado por dichas causales.
b).- El nombre, apellido, profesión u oficio y residencia del querellado, o una designación
clara de su persona.
Estimamos que si se ignoraren dichas determinaciones, no se puede deducir querella para
que se proceda a la investigación del delito y el castigo de él o de los culpables, según lo permite el propio
artículo 113 letra c) parte final del CPP., por cuanto, en la tramitación de los delitos de acción privada el
ministerio público se sustrae completamente de la dirección exclusiva de la investigación de los hechos
constitutivos de delito, los que determinaren la participación punible y los que acreditaren la inocencia del
imputado.
Además creemos que existe una razón de texto que obliga a la individualización
pormenorizada del querellado, ya que de otra forma no se entiende que la ley en el artículo 400 inciso 2°
imponga al querellante la obligación de acompañar una copia de la querella por cada querellado a quien la
misma debiere ser notificada;
c).- La relación circunstanciada del hecho, con expresión del lugar, año, mes, día y hora en
que se hubiere ejecutado, si se supieren.
Este requisito no es más que la manifestación legal de cumplir con la garantía procesal del
juez natural y evitar conflictos de competencia. (Artículos: 2, 113 letra d), 400 y 483 del CPP.)
Como vemos el artículo 400 inciso 3° del CPP, entrega una facultad tanto al querellante para
impetrarlas, como al Juez para decretarlas, en relación a algunas diligencias destinadas a precisar los hechos
que eventualmente configurarían el delito de acción privada.
Sin embargo, respecto de los delitos de acción privada el impulso procesal le corresponde a
la víctima del hecho y el órgano jurisdiccional está facultado para disponer la práctica de diligencias
investigativas, con el fin de precisar los hechos.
Este último punto resulta difícil de comprender y asimilar, ya que, como indicaremos infra,
al analizar los restantes requisitos de la querella, al parecer, el supuesto que consigna el artículo 400 inciso 3°
del CPP., sería de escasa aplicación, es decir, sería excepcional que juez de garantía decrete actuaciones
investigativas.
e).- Plantear una calificación jurídica de los hechos, forma de participación del querellado
y solicitud de pena. (Artículo 261 letra A).
Al apreciar esta exigencia, vemos que esta querella de la víctima, que da inicio a la
tramitación pertinente se asemeja más bien a una acusación particular que formula el querellante, reuniendo a
su respecto casi los mismos requisitos de la acusación que efectúa el ministerio público, allá en el artículo 259
del CPP.
En suma, lo que técnicamente efectúa el querellante es una manifestación de cargos, con todo
lo que ello implica, es decir, presentar el libelo que provoca el emplazamiento al juicio.
A nuestro juicio, únicamente la ley le asigna el nombre de querella –siendo en sentido técnico
una acusación-, por cuanto le asiste a este interviniente la posibilidad de solicitar diligencias, lo que resulta del
todo incompatible con un libelo de cargos.
En el evento –como se indicó- de que el juez de garantía decrete las diligencias con el fin de
aclarar los hechos que configuran el delito, y luego las mismas se cumplan, el tribunal citará a la audiencia de
juicio. (Artículo 400 inciso 3° del CPP.)
Lo anterior no es más que el estatuto general de las acciones que regula el CPP. en el
Párrafo1° del Título III, del Libro I, esto es, que la acción privada se extingue por la renuncia de la persona
ofendida, según prescribe el artículo 56 del CPP.
Además, el querellante soportará las costas que su intervención como parte hubiere causado,
cuando abandonare la querella y en los casos en que el imputado fuere sobreseído definitivamente, la parte
querellante será condenado en costas. (Artículos 45, 47 y 48 del CPP). Existe una situación procesal por la cual
el querellante puede eximirse del pago de las costas de la causa, que opera cuando el desistimiento obedece a
un acuerdo con el imputado.
La tramitación de la acción privada dispone en el inciso 2° del artículo 401que una vez
iniciado el juicio no se dará lugar al desistimiento de la acción, si el querellado se opusiere a él. Como vemos,
el referido precepto no se condice con lo expresado en otras disposiciones del CPP, respecto al punto.
En efecto, el artículo 118 del citado cuerpo legal, nos preceptúa que: el querellante podrá
desistirse de su querella en cualquier momento del procedimiento, quedando sujeto a la decisión general sobre
costas que dictare el tribunal.
La pregunta que surge, es ¿Porqué una vez iniciado el juicio no se da lugar al desistimiento
de la acción, si el querellante se opusiere a él?
Sobre el particular, es de toda lógica que si la parte que sostiene la acción no se apersone
injustificadamente a la audiencia de juicio, se ponga término al proceso.
Además el referido precepto que se consigna en el artículo 402 inciso 1° del CPP, no es otra
cosa, que regular una situación que el cuerpo de leyes en comento, ya previó en otras audiencias que se
celebran ante el juez de garantía.
En efecto, el artículo 132 inciso 1° del CPP consigna que: a la primera audiencia judicial del
detenido deberá concurrir el fiscal.
La ausencia de éste dará lugar a la liberación del detenido. Por su parte el artículo 120 del
cuerpo de leyes en comento en su letra c) señala que: El tribunal, de oficio o a petición de cualquiera de los
intervinientes, declarará abandonada la querella por quien la hubiere interpuesto, cuando no concurriere
injustificadamente a la audiencia del juicio oral.
Analizando el artículo 402 del CPP, vemos que estipula una facultad excepcional que se le
encomienda al juez de garantía, cual es, el de proceder de oficio, cuando constata la inasistencia de la parte
querellante, debiendo decretar el sobreseimiento definitivo.
De la lectura del mencionado artículo se desprende que dicha resolución la debe adoptar el
juez de garantía, cuando, además, constate la inactividad del querellante en el procedimiento por más de
treinta días, entendiendo por tal la falta de realización de diligencias útiles para dar curso al proceso que
fueren de cargo del querellante.
Sabemos que una vez interpuesta la querella por la persona habilitada para promover la
acción penal, el tribunal debe citar a los intervinientes a una audiencia de juicio. La primera pregunta que
surge, es respecto al plazo que debe fijar el tribunal.
El querellado deberá ser notificado con, a lo menos, diez días de anticipación a la fecha de la
audiencia, debiendo ser citado con el apercibimiento personal del artículo 33 del CPP.
Las partes deben concurrir al juicio con todos sus medios de prueba, y si alguna de ellas
requiriere citar a testigos o peritos por medio del tribunal, deberá formular la presentación, antes de los cinco
días de la fecha de emplazamiento al juicio.
Lo anterior no es más que la aplicación del artículo 405 del cuerpo de leyes en estudio, que se
remite supletoriamente, en lo que no proveyere el Título II del Libro IV (“Procedimiento por Delito de Acción
Privada) al Título I del Libro IV (“Procedimiento Simplificado”).
A nuestro juicio, el tribunal, además, debe designar en la resolución que llama a juicio a un
defensor penal público, sin perjuicio, del derecho que le asiste al querellado de designar a uno o más
defensores de su confianza.
El artículo 8 del CPP, que se enmarca en el Título I del Libro I del CPP, sobre principios
básicos, indica que el imputado tendrá derecho a ser defendido por un letrado desde la primera actuación del
procedimiento dirigido en su contra.
Por su parte el artículo 102 preceptúa que la designación del defensor deberá tener lugar
antes de la realización de la primera audiencia a que fuere citado el imputado.
Al respecto las normas sobre juicio oral, específicamente el artículo 325 del cuerpo de leyes
en comento, aplicables por analogía a este juicio oral por acción penal privada, prescribe que el día de apertura
del juicio oral se constituirá con la asistencia del fiscal, acusado y de su defensor.
Ahora, sabemos que la ausencia del citado interviniente en cualquier actuación en que la ley
exigiere expresamente su participación acarreará la nulidad de la misma.
Finalmente no debemos olvidar, que la defensa en el nuevo proceso penal, reúne las
siguientes características: es una condición de legitimidad democrática, otorga respaldo al enjuiciamiento,
tiene un rol institucional, se le otorga una función superior a la de mero representante del imputado, similitud
con la publicidad. En consecuencia, es una condición de validez del juicio.
Estimamos que para un mejor desarrollo de la audiencia y por economía procesal, siempre el
tribunal debiera ordenar la comparecencia personal del imputado, ya que, en el evento de que no prospere una
conciliación u otra salida alternativa, debe llevarse adelante el juicio, aplicándose –como se dijo- el artículo 405
Como lo indica el artículo 404 del CPP es un trámite inicial del juicio el llamado del tribunal
a una conciliación entre las partes o a buscar un acuerdo que ponga término a la causa, por ejemplo, un
acuerdo reparatorio.
Por su parte, la ley regula expresamente que, tratándose de los delitos de calumnia o de
injuria, se otorgará al querellado la posibilidad de dar explicaciones satisfactorias de su conducta.
A nuestro juicio, una vez producido y verificado el acuerdo, el tribunal debe dictar
sobreseimiento definitivo y total en la causa, por la causal del artículo 250 letra e) del CPP., esto es, cuando
sobreviene un hecho que, con arreglo a la ley, pusiere fin a la responsabilidad del querellado.
Consideramos que tal excepción es acertada, por cuanto, la norma del artículo 398 del CPP.,
requiere para producir el efecto de dejar sin efecto la sentencia y dictar el correspondiente sobreseimiento
definitivo una vez que han transcurrido seis meses, que el imputado no hubiere sido objeto de un nuevo
requerimiento o de una formalización de la investigación, impulsos procesales que le competen única y
exclusivamente al ministerio público, por ende en el ámbito del procedimiento por delito de acción privada,
resultan impracticables, por sustraer al órgano persecutor de su ámbito competencial su protagonismo en la
tramitación el Título II del Libro IV.
Respecto al tópico creemos que en este procedimiento se rompe el principio informador del
CPP., esto es, la independencia de la acción civil respecto de la acción penal, el cual se enuncia en el artículo 67
y que se manifiesta en numerosas instituciones, a saber: Juicio oral (68 inciso final) Principio de oportunidad
(artículo 170 inciso final) Suspensión condicional del procedimiento (art. 237 inciso final y 240 inciso 1°).
Procedimiento simplificado (art. 393 inciso 2° y 398 inciso final) y Procedimiento Abreviado (art. 412 inciso
final).
En efecto, por una parte resulta improcedente la interposición de la acción civil en este
procedimiento, según la remisión a las normas del juicio simplificado, y por la otra hay que tener presente lo
dispuesto en el artículo 66 del CPP. P., es decir: cuando sólo se ejerciere la acción civil respecto de un hecho
punible de acción privada, se considerará extinguida, por esa circunstancia, la acción penal.
Creemos que es distinto el supuesto, cuando se ejerce en primer término la acción penal y
luego la pretensión civil, siendo esta acción procedente y debiendo el tribunal.
Desde ya, es conveniente precisar que el desafuero sólo es posible con respecto a los
CRÍMENES y SIMPLES DELITOS, por cuya razón no lo autoriza la comisión de las FALTAS. Así se desprende
del tenor de los Arts. 58 de la Constitución y 416 del Código Procesal Penal.
Conforme a él, es posible que el ministerio público realice la indagación preliminar, a la que
ya nos hemos referido, y aún formalice la investigación ante el juez de garantía, continuando con el
procedimiento hasta el cierre de la investigación, todo ello, sin necesidad de solicitar el desafuero.
Si estima que cuenta con las evidencias suficientes para tener por comprobado el hecho
punible indagado y la participación culpable que le habría correspondido a la persona aforada, lo que lo
habilita para acusarlo, sólo entonces requerirá que la Corte de Apelaciones correspondiente declare que ha
lugar a la formación de causa.
489
Nota: Esta materia se inserta con permiso del autor, (Germán Hermosilla Arriagada) sólo para fines académicos y se extrae
de su Manual, Libro V, publicado como apuntes de clases para la Universidad Central de Chile.
El inciso final del citado Art. 416 dispone que si se tratare de un delito de ACCIÓN PENAL
PRIVADA, en los que, como sabemos, el ministerio público no tiene injerencia, será el QUERELLANTE el que
deberá ocurrir a la Corte de Apelaciones respectiva solicitando el desafuero, con el objeto de que el juez de
garantía pueda admitir a tramitación su querella criminal.
Como puede observarse, si se trata de un delito de acción penal privada, que, únicamente
puede investigarse en virtud de una querella, es menester que el querellante ocurra previamente ante la Corte
de Apelaciones respectiva solicitando el desafuero pertinente. Si no lo obtuviere, el juez de garantía no dará
curso a la querella.
El Art. 58 de la Constitución dispone que la solicitud de desafuero debe ser resuelta por la
Corte de Apelaciones, en pleno, esto es, con la intervención de todos sus ministros.
El Art. 63 del Código Orgánico de Tribunales, en su número 2°, letra a), prescribe que
corresponderá a la Corte de Apelaciones conocer en primera instancia "De los desafueros de las personas a
quienes les fueren aplicables los incisos segundo, tercero y cuarto del Art. 58 de la Constitución Política" y el
Art. 66 del mismo Código añade que el conocimiento de esta clase de asuntos corresponderá a todo el tribunal.
Finalmente, el Art. 67 de igual Código previene que para el funcionamiento del tribunal
pleno se requerirá, a lo menos, "la concurrencia de la mayoría absoluta de los miembros de que se componga la
Corte".
Creemos que el tribunal pleno debe conocer del desafuero en audiencia pública, atendida la
naturaleza del nuevo procedimiento, esencialmente oral, en la cual escuchará los alegatos de ambas partes,
dejando la causa en acuerdo ante todo el tribunal. Se designará un ministro redactor, el que deberá dar forma a
dicho acuerdo, una vez adoptado. Por supuesto, podrán existir votos disidentes y prevenciones, de los que
deberá dejarse constancia en la sentencia.
La resolución del tribunal pleno que decide acerca del desafuero, en nuestro concepto, es una
sentencia definitiva, ya que pone fin al antejuicio en la primera instancia. De acuerdo con lo dispuesto en el
Art. 418 dicha sentencia es APELABLE ante la Corte Suprema, la que conoce de dicho recurso en pleno en
virtud de lo prescrito en el N°2 del Art. 96 del Código Orgánico de Tribunales.
Parece obvio que el desafuero, ya que dicho tribunal no tiene competencia ni para investigar
ni para conocer del procedimiento que reglamenta el Código Procesal Penal. Por lo demás, el inciso tercero del
citado Art. 58 de la Constitución Política señala textualmente, "El Tribunal procederá, entonces, conforme a lo
dispuesto en el inciso anterior, que se refiere precisamente a la declaración de haber o no lugar a la formación
de causa.
Lo curioso, en todo caso, es que hasta este momento no existe una acusación de parte del
fiscal, y no podría haberla ya que prácticamente no existe investigación. Todo ha comenzado con la detención
inmediata de un aforado que ha sido sorprendido cometiendo un delito.
Resulta obvio que tampoco sería del caso aplicar la exigencia del desafuero previo para
poder privar de libertad a un aforado en este evento, en razón de que la detención por la comisión flagrante de
un delito constituye precisamente una excepción a esta exigencia conforme a lo dispuesto por el inciso
segundo del referido Art. 58. El desafuero es necesariamente posterior a la detención. Atendido lo anterior,
creemos que aunque la ley no lo dice expresamente, la Corte de Apelaciones, a quien se remite un aforado
DETENIDO por haber sido sorprendido cometiendo un delito, debe estudiar la copia del registro de las
diligencias que se hubieren practicado para resolver si ha lugar o no a la formación de causa, aunque no exista
acusación de parte del fiscal ni haya siquiera formalización de la investigación, todo ello a la mayor brevedad.
Si el aforado apelare de la decisión de la Corte en orden a formar causa, y se pidiere ante ella
la libertad del aforado, pendiente el recurso, la Corte podría hacer una de estas dos cosas: disponer que la
libertad se pida en la oportunidad y ante el tribunal correspondiente o bien, disponer la remisión inmediata
del asunto al juez de garantía competente para que resuelva esta petición aunque la decisión de la Corte
relativa a la formación de causa no haya sido revisada por la vía de la apelación. Nos inclinamos por la
segunda solución, reconociendo que es una cuestión discutible, fundamentalmente por la primacía que reviste
la decisión sobre la libertad de una persona.
El Art. 419 nos dice que en el caso de los diputados y senadores, la sentencia que declare que
ha lugar a la formación de causa, una vez firme, debe comunicarse por la Corte de Apelaciones a la rama del
Congreso a que pertenece el imputado. Desde la fecha de la comunicación, el diputado o senador quedará,
además, SUSPENDIDO DE SU CARGO.
El artículo. 420 establece que declarado el desafuero por sentencia firme, en el caso a que se
refiere el inciso primero del Art. 416, o sea, cuando cerrada la investigación, el fiscal estima que procede la
acusación en contra del aforado por crimen o simple delito, por cuya razón precisamente pidió el desafuero, el
juez de garantía fijará de inmediato la fecha de la audiencia de preparación del juicio oral, la que deberá
efectuarse dentro de los quince días siguientes a la recepción de los antecedentes por el juzgado. A su vez la
audiencia del juicio oral mismo deberá iniciarse dentro del plazo de quince días contados desde la notificación
del auto de apertura del juicio oral. Con todo, se aplicarán los plazos previstos en las reglas generales cuando
el imputado lo solicitare para preparar su defensa.
El Art. 421 estatuye que si, en el caso del inciso primero del Art. 416, al que ya nos referimos,
la Corte de Apelaciones declarare no haber lugar a la formación de causa, esta resolución producirá los efectos
del sobreseimiento definitivo respecto del aforado favorecido con aquella declaración.
En la situación contemplada en el inciso tercero del citado Art. 416, esto es, si se tratare de un
delito de acción privada, el juez de garantía no admitirá a tramitación la querella y archivará los antecedentes.
La ley no contempló en este caso el recurso de apelación como lo hizo cuando la Corte de
Apelaciones declara que ha lugar a la formación de causa.
El Art. 423 dispone que el procedimiento establecido en el párrafo 1° de este Título, relativo a
los diputados, senadores y ex presidentes de la República, al que ya nos referimos, es aplicable a los casos de
desafuero de un INTENDENTE o de un GOBERNADOR, en lo que fuere pertinente.
El fuero de los intendentes y gobernadores se encuentra establecido en el inciso final del Art.
113 de la Constitución Política de la República, el que estatuye que ningún tribunal procederá criminalmente
contra alguno de ellos sin que la Corte de Apelaciones respectiva haya declarado que ha lugar a la formación
de causa. Este fuero fue establecido mediante una reforma constitucional introducida por la ley N° 19.097,
publicada en el Diario Oficial el 12 de Noviembre de 1991.
Conforme a las reglas generales podría estimarse que de esta materia debiera conocer una de
las salas de la Corte. Sin duda, se trata de un nuevo vacío legal.
El Art. 424, refiriéndose a su objeto, expresa que la querella de capítulos tiene por finalidad
hacer efectiva la responsabilidad CRIMINAL de los jueces, fiscales judiciales y fiscales del ministerio público
por actos que hubieren ejecutado en el ejercicio de sus FUNCIONES que importaren una infracción penada por
la ley.
Como puede observarse, la querella de capítulos resulta procedente únicamente cuando las
personas nombradas hubieren cometido un ilícito penal EN EL EJERCICIO DE SUS FUNCIONES.
La querella de capítulos se aplica, como dispone la norma transcrita, para hacer efectiva la
responsabilidad criminal de los jueces, incluido los ministros de las Cortes de Apelaciones y ministros de la
Corte Suprema, ya que son igualmente jueces; los fiscales judiciales, que son los auxiliares de la administración
de justicia, y los fiscales del ministerio público actual.
Esta materia recibió en el nuevo Código Procesal Penal un untamiento mucho más
simplificado del que tenía en el Código de Procedimiento Penal, y que, en la práctica, tuvo escasa aplicación,
fundamentalmente, debido al hecho de que los tribunales superiores hicieron uso de medidas disciplinarias
para sancionar tales actos.
El Art. 425 del CPP prescribe que una vez cerrada la investigación, si el fiscal estimare que
procede formular ACUSACIÓN por crimen o simple delito contra un juez, fiscal judicial o fiscal del ministerio
público, POR ACTOS EJECUTADOS EN EL EJERCICIO DE SUS FUNCIONES, deberá presentar una
QUERELLA, por escrito, ante la Corte de Apelaciones respectiva la que deberá contener los capítulos de la
acusación, indicando los hechos que constituyeren la infracción de la ley penal cometida por el juez o
funcionario capitulado, a fin de que si dicho tribunal hallare mérito bastante, declare ADMISIBLES los
capítulos de la acusación.
La sentencia que adoptare la Corte de Apelaciones es apelable ante la Corte Suprema por
mandato del Art. 427, tanto si acoge como si deniega la querella de capítulos.
Por su parte, el Art. 364 del Código Orgánico de Tribunales dispone que la responsabilidad
criminal y civil de los fiscales judiciales se regirá por las reglas establecidas en el título X de dicho Código,
entre las cuales se comprende el citado artículo 324.
El citado Art. 425 del CPP previene que se requiere, asimismo, la declaración de
admisibilidad de los capítulos de la acusación por parte de la Corte de Apelaciones respectiva, si el fiscal,
durante la investigación, quisiere solicitar del juez de garantía la PRISIÓN PREVENTIVA de alguna de estas
personas u otra medida cautelar en su contra.
El Art. 426 previene que si un juez, un fiscal judicial o un fiscal del ministerio público fuere
DETENIDO por habérsele sorprendido en delito flagrante, el fiscal lo pondrá inmediatamente a disposición de
la Corte de Apelaciones correspondiente. Asimismo, le remitirá copia del registro de las diligencias que se
hubieren practicado y que fueren conducentes para resolver el "asunto".
En el capítulo anterior, relativo al Desafuero, tuvimos ocasión de aclarar el sentido que debe
darse al vocablo "asunto", empleado por el legislador. Nos remitimos a lo ya expresado.
El Art. 428 dispone que cuando por sentencia firme se hubieren declarado admisibles
TODOS o ALGUNOS de los capítulos de la ACUSACIÓN, el juez o funcionario capitulado quedará
SUSPENDIDO DEL EJERCICIO DE SUS FUNCIONES y el procedimiento penal continuará de acuerdo a las
reglas generales.
Al igual que en el caso del desafuero, dicha norma agrega que en el evento a que se refiere el
inciso primero del Art. 425, o sea, cuando cerrada la investigación el fiscal estima que procede formular
acusación, el juez de garantía fijará de inmediato la fecha de la audiencia de PREPARACIÓN del juicio oral, la
que deberá verificarse dentro de los quince días siguientes a la recepción de los antecedentes por el juzgado de
garantía.
A su vez, la audiencia del JUICIO ORAL deberá iniciarse dentro del plazo de quince días
contados desde la notificación del auto de apertura del juicio oral. Con todo, se aplicarán los plazos previstos
en las reglas generales cuando el imputado lo solicitare para preparar su defensa.
Si en el caso del inciso primero del citado Art. 425, la Corte de Apelaciones declarare
inadmisibles TODOS los capítulos de la acusación comprendidos en la querella, la resolución producirá los
efectos del sobreseimiento definitivo respecto del juez, fiscal judicial o fiscal del ministerio público favorecido
con aquella declaración.
4.- La extradición
4.1.- Concepto
Luis Jiménez de Azúa, en su Tratado de Derecho Penal, Tomo II, edición de 1964, según cita
de Javier Valle Riestra, "La Extradición", Lima, 1989,1a define como "La entrega que un Estado hace a otro de
un individuo, acusado o condenado por un delito común, que se encuentra en su territorio, para que en este
país se le enjuicie penalmente o se ejecute la pena, realizada conforme a normas preexistentes de validez
interna o internacional"
La extradición es un acto complejo puesto que debe sujetarse a las normas del derecho
interno de los Estados que intervienen en ella, así como a las reglas de los Tratados o Convenciones de carácter
Internacional que hubieren celebrado.
En nuestro país son fuentes de estas reglas internacionales: los Tratados o Convenciones
celebrados con el país requerido o requirente, que se hallaren vigentes; el Código de Derecho Internacional
Privado o Código de Bustamante de 1928, suscrito en la Conferencia Panamericana de La Habana; y la
Convención sobre Extradición de Montevideo, de 1933.
El Art. 440 del Código Procesal Penal determina al efecto que para acceder a la extradición
pedida por otro país, la persona de que se trata debe ser imputada de un delito o condenada a una pena
privativa de libertad superior a un año.
La primera es el acto mediante el cual el Estado chileno, a través del Ministerio de Relaciones
Exteriores y con motivo de un requerimiento efectuado por los tribunales de justicia, solicita a un país
La segunda es el acto en virtud del cual un país extranjero, mediante sus órganos
competentes, solicita al Estado chileno la entrega de un individuo que se encontrare en territorio nacional, al
que se imputa HABER COMETIDO UN DELITO EN EL PAÍS REQUIRENTE, para ser procesado por los
tribunales de dicho país o para que cumpla la pena privativa de libertad que allí se hubiere decretado en su
contra.
El objeto de este Instituto es evitar la impunidad de aquellas personas que, luego de haber
cometido un delito común, se fugan del país en que han delinquido para eludir ser procesados por sus
tribunales o para evitar el cumplimiento de su condena.
Se justifica por la necesidad que tienen los Estados de prestarse auxilio mutuo para el logro
de este objetivo, sobre todo en la era actual en que las comunicaciones y el transporte entre los diferentes
países es muy fluido y rápido
Existe consenso entre los estudiosos del tema en que la extradición únicamente es procedente
con respecto a los DELITOS COMUNES; no así en lo relativo a los DELITOS POLÍTICOS, que autorizan el
ASILO.
La dificultad estriba en distinguir unos de otros, toda vez que los delitos políticos no han
sido definidos en la ley interna ni en los Tratados suscritos por Chile.
Además, es frecuente que una persona que comete un delito que pudiera calificarse como
político, lo haga mediante la perpetración de un delito común, por ejemplo, secuestro, lesiones u homicidio.
El artículo 431 del CPP dispone que cuando en la tramitación de un procedimiento penal se
hubiere FORMALIZADO la investigación de un delito que tuviere señalado en la ley una PENA PRIVATIVA
DE LIBERTAD cuya duración mínima excediere de UN AÑO, respecto de un individuo que se encontrare en
país extranjero, el ministerio público deberá solicitar al juez de garantía que ELEVE los antecedentes a la Corte
de Apelaciones a fin de que este tribunal, si estimare procedente la extradición, ordene que ella sea pedida.
Igual solicitud podrá hacer el querellante si no la formulare el ministerio público.
Por otra parte, dicha norma añade que la extradición activa procederá, asimismo, con el
objeto de hacer cumplir en el país una sentencia definitiva condenatoria a una pena privativa de libertad, cuyo
cumplimiento efectivo sea superior a un año, pronunciada por tribunales chilenos.
a) Que se trate de la investigación de un delito que tenga señalada en la ley una pena
privativa de libertad superior a un año o del cumplimiento efectivo de una sentencia definitiva condenatoria, a
igual pena;
El Art 431 del CPP dispone que cuando en la TRAMITACIÓN de un procedimiento penal se
hubiere FORMALIZADO la investigación por un delito que tuviere señalado en la ley una pena privativa de
libertad superior a un año, y el imputado se encontrare en el extranjero, el ministerio público podrá pedir al
juez de garantía que ELEVE los antecedentes a la Corte de Apelaciones respectiva, a fin de que este tribunal, si
lo estima procedente, ordene que dicho imputado sea pedido.
Como puede observarse, la extradición sólo puede ser solicitada por el ministerio público, o
por el querellante si aquél no lo ha hecho, pero sólo una vez que se haya FORMALIZADO la investigación.
El Art 432 del CPP previene que es posible formalizar una investigación criminal por un
delito cometido por una persona que se encuentre AUSENTE del país, debiendo ser representado en la
audiencia respectiva por el defensor penal público, si no contare con defensor particular. De lo anterior se
desprende que es factible que el ministerio público comience una investigación criminal, no obstante que la
persona sindicada de haber cometido el delito que se pesquisa se encuentre en el extranjero. Si al término de
esta indagación el fiscal estima que ha reunido antecedentes bastantes para formalizar, pedirá al juez de
garantía la fijación de una audiencia para estos efectos, diligencia en la que el ausente será representado en la
forma que ya expresamos.
Esta petición será debatida en dicha audiencia, en la que el ausente será representado como
hemos dicho, por un defensor particular o, en su defecto, por el defensor penal público Al término de ella, si el
juez estimare que concurren en la especie los requisitos de procedencia de la extradición y los consignados en
el Art. 140, que, como sabemos, son los que autorizan la prisión preventiva del imputado, acogerá la petición
en el sentido de ELEVAR los antecedentes a la Corte de Apelaciones respectiva.
En caso afirmativo, ordenará ELEVAR los antecedentes a la Corte de Apelaciones para que
ella RESUELVA.
En este mismo evento, el juez de garantía, a petición del fiscal o del querellante, podrá
declarar ADEMÁS, la procedencia de pedir, en el país extranjero, la prisión preventiva u otra medida cautelar
personal respecto del imputado, en caso que se cumplan las condiciones que permitirían decretar en Chile la
medida respectiva.
Para que el juez de garantía eleve los antecedentes a la Corte de Apelaciones, será necesario
que conste en el procedimiento, el país y el lugar en que el imputado se encontrare en la actualidad.
El Art. 63, N° 1, letra d), del Código Orgánico de Tribunales, prescribe que las Cortes de
Apelaciones conocerán en ÚNICA INSTANCIA de la solicitud de extradición activa.
El conocimiento y decisión de esta clase de asuntos pertenecerá a la Sala que sea designada
por sorteo, ya que en esta materia deben aplicarse las reglas generales consignadas en el Art. 66 de dicho
cuerpo de leyes, ante la ausencia de una norma especial.
El Artículo 433 del CPP, dispone que recibidos los antecedentes por la Corte de Apelaciones,
ésta fijará una audiencia para fecha próxima, a la cual deberá citar al ministerio público, al querellante, si éste
hubiere solicitado la extradición, y al defensor del imputado.
La audiencia, que tendrá lugar con los litigantes que asistieren y que no se podrá suspender
a petición de éstos, se iniciará con una relación pública de los antecedentes que motivaren la solicitud; después
se concederá la palabra al fiscal, en su caso al querellante, y luego al defensor.
El Art. 434 dispone que el requerimiento de la Corte de Apelaciones deberá consignar los
antecedentes que exigiere el TRATADO APLICABLE para solicitar la detención previa o, a falta de tratado, al
menos los antecedentes contemplados en el Art. 442, que luego veremos.
El Art. 437 dispone que el Ministerio de Relaciones Exteriores, deberá legalizar y traducir los
documentos acompañados, si fuere del caso, y hará las gestiones necesarias para dar cumplimiento a la
resolución de la Corte de Apelaciones.
Si obtuviere la extradición del imputado, lo hará conducir desde el país en que se encontrare,
hasta ponerlo a disposición de la Corte, de Apelaciones requirente. La Corte, a su vez, ordenará, que el
imputado sea entregado al tribunal competente, a fin de que el procedimiento siga su curso o de que se
cumpla la condena, si se hubiere pronunciado sentencia firme.
El Art. 440, prescribe que cuando un país extranjero SOLICITARE A CHILE la extradición de
individuos que se encontraren en territorio nacional y que en el país requirente estuvieren imputados de un
delito o condenados a una pena privativa de libertad de duración superior a un año, el Ministerio de
Relaciones Exteriores remitirá la petición y sus antecedentes a la CORTE SUPREMA.
En ambas se requiere que se trate de personas imputadas de delitos que tengan asignada en
la ley una pena PRIVATIVA DE LIBERTAD superior a un año, o bien, de personas que hayan sido condenadas
a igual pena.
En el caso de la extradición pasiva, la petición del país extranjero que se conduce por
intermedio del Ministerio de Relaciones Exteriores, se dirige a la Corte Suprema de Justicia.
El Art. 441 establece que una vez recibidos los antecedentes conducidos a través del
Ministerio de Relaciones Exteriores, la Corte Suprema designará a uno de sus MINISTROS, quien conocerá en
primera instancia de la solicitud de extradición, debiendo fijar día y hora para la realización de una
Audiencia pública. Luego, dicho ministro pondrá la petición y sus antecedentes en conocimiento del
representante del Estado requirente y del imputado, a menos que se hubieren solicitado medidas cautelares
personales en contra de este último. Si se hubiesen pedido tales medidas, el conocimiento de la petición y los
antecedentes se suministrarán al imputado una vez que las mismas se hubieren decretado. Lo anterior, por
razones obvias.
El Art. 444 dispone que si el Estado requirente y el imputado quisieren rendir prueba
testimonial, pericial o documental, deberán ofrecerla con una anticipación de tres días, a lo menos, a la fecha
de la audiencia, individualizando a los testigos, si los hubiere. La prueba deberá rendirse en la audiencia
respectiva.
El Art. 442 del CPP dispone que AÚN ANTES DE RECIBIRSE LA SOLICITUD FORMAL DE
EXTRADICIÓN, el Ministro de la Corte Suprema designado podrá decretar la DETENCIÓN del imputado, si
así se hubiere estipulado en el tratado respectivo o lo requiriere el Estado extranjero mediante una solicitud
que contemple las siguientes menciones mínimas:
Por su parte, el Art. 446, estatuye que UNA VEZ PRESENTADA LA SOLICITUD DE
EXTRADICIÓN, el Estado requirente podrá solicitar la prisión preventiva del imputado u otras medidas
cautelares personales, las que se decretarán si se cumplieren los requisitos que disponga el tratado respectivo
o, en su defecto, los previstos en el título V del Libro Primero.
El Art. 447 dispone que en cualquier estado del procedimiento se podrá conceder la
LIBERTAD PROVISONAL al imputado de acuerdo a las reglas generales, pero el ministro de la Corte
Suprema que se designare deberá adoptar las medidas que estime pertinentes PARA EVITAR SU FUGA.
Como dijimos, una vez recibida por la Corte Suprema la solicitud de extradición pasiva por
conducto del Ministerio de Relaciones Exteriores, designará a uno de sus ministros para que conozca de ella en
primera instancia. Dicho ministro, como tribunal unipersonal, fijará día y hora para la celebración de una
Audiencia, a la que citará al representante del Estado requirente y al imputado.
La audiencia será presidida por dicho ministro y será pública. A su inicio, el representante
del Estado requirente dará breve cuenta de los antecedentes en que se funda la petición de extradición. Si este
representante fuere el ministerio público hará saber también los hechos y circunstancias que obraren en
beneficio del inculpado debido a que a ello lo obliga el principio de objetividad, al que nos referimos.
Una vez rendida la prueba, si el imputado lo deseare, podrá prestar declaración y, de hacerlo
podrá ser contrainterrogado. Debe señalarse que en conformidad con lo dispuesto en el Art. 445, el imputado
tendrá siempre DERECHO a prestar declaración, pero en tal caso podrá ser libre y directamente interrogado
por d representante del Estado requirente y por su defensor.
El ministro de la Corte Suprema, actuando como tribunal unipersonal, una vez terminada la
Audiencia referida, deberá pronunciar sentencia definitiva, por escrito, dentro de quinto día, en la que podrá
acoger o no la extradición solicitada.
b) Si el delito que se le imputare o aquél por el cual se le hubiere condenado, sea de aquellos
que autorizan la extradición según los tratados vigentes o, a falta de éstos, en conformidad con los principios
de derecho internacional; y
c) Que de los antecedentes del procedimiento pudiere presumirse que en Chile se deduciría
acusación en contra del imputado por los hechos que se le atribuyen.
El Art. 454 del CPP dispone que si la persona cuya extradición se requiriere, luego de ser
informada acerca de los derechos que tiene a un procedimiento formal de extradición y de la protección que
éste le brinda, con asistencia letrada, expresa ante el ministro de la Corte Suprema que conociere de la causa,
su conformidad en ser entregado al Estado solicitante, dicho ministro concederá, sin más trámites la
extradición pedida, poniendo a dicha persona a disposición del Ministerio de Relaciones Exteriores, a fin de
que sea entregado al país que lo hubiere requerido.
Dentro de los componentes del debido proceso encontramos el deber de los tribunales de
motivar y fundar sus resoluciones y el derecho de las partes para impugnar esas decisiones.
Una Jurisprudencia de la Excma. Corte Suprema 490 ha señalado sobre el debido proceso lo
siguiente: “DUODÉCIMO: Que en lo que atañe a la garantía del debido proceso, tal como ya ha tenido oportunidad de
señalar este máximo tribunal en los ingresos Roles 4954-08; 1414-09 y 4164-09, constituye un derecho asegurado por la
Constitución Política de la República, el que toda sentencia de un órgano que ejerza jurisdicción debe fundarse en un
proceso previo legalmente tramitado; la misma Carta Fundamental, en el artículo 19, N° 3°, inciso 5°, confiere al
legislador la misión de establecer siempre las garantías de un procedimiento racional y justo. Es así que, en torno a los
aspectos que contempla el derecho a un debido proceso, no hay pareceres discrepantes en cuanto lo constituye un conjunto
de garantías que la Constitución Política de la República, los tratados internacionales ratificados por Chile y que se
encuentran vigentes, y las leyes, entregan a las partes de la relación procesal, asegurándose que todos puedan hacer valer
sus pretensiones en los tribunales, que sean escuchados, que puedan reclamar cuando no están conformes con la decisión,
que se respeten los procedimientos establecidos en la ley y se dicten resoluciones motivadas o fundadas. DÉCIMO
TERCERO: Que, además, debe expresarse que en lo que atañe a la vulneración de las reglas del debido proceso, la doctrina
nacional y extranjera concuerdan en que el catálogo de garantías mínimas para que exista "un proceso racional y justo"
incluye el que siempre exista un procedimiento que ostente la presencia de un contradictor y que las partes en el juicio
tienen derecho a un trato en igualdad de condiciones. A su tiempo, es necesario también considerar que el principio
llamado del "debido proceso", ubicado en el capítulo tercero de la Constitución, destinado a establecer los derechos y
deberes constitucionales, indica en su artículo 19, Nº 3, inciso 5º, que "Toda sentencia de un órgano que ejerza
jurisdicción debe fundarse en un proceso previo legalmente tramitado. Corresponderá al legislador establecer siempre las
garantías de un procedimiento y una investigación racionales y justos". Vale decir, la legalidad de un juzgamiento va a
depender directamente de un proceso previo, y de una investigación, ambos racionales y justos. Esta garantía tiene su
antecedente en la Declaración de Derechos Humanos, la Declaración Americana de los Derechos y Deberes del Hombre y
el Pacto de San José de Costa Rica, esto es, forma parte de la temática de los Derechos Humanos y nació hacia el interior de
la defensa de ellos en todo orden de situaciones y en especial en el de la legalidad del juzgamiento, por lo que la mayoría de
las disposiciones establecidas en tales convenciones se refieren a la actividad jurisdiccional y especialmente en el plano de
aquella referida a la que regula el proceso penal. En efecto, el carácter tutelar del proceso no sólo asegura a la persona a
quien se le desconoce un derecho a fin que le sea reconocido, sino que, además, y para lo que nos interesa, si el Estado o un
particular pretenden que se ejerza la potestad punitiva cuando se le imputa la comisión de un delito, asegura que la pena
sea impuesta a través de un proceso que reúna las mínimas condiciones que autoricen al Estado para castigar. La garantía
se satisface con diversos principios como son, entre otros: (1) derecho a juez natural, (2) juez independiente e imparcial,
(3) derecho a un juicio previo y público, (4) derecho a presentar pruebas de descargo y a examinar la prueba de cargo, (5)
derecho a ser juzgado en proceso tramitado conforme a la ley; y, (6) derecho a una defensa técnica. Por otro lado, puede
decirse también que ello se resume en cuatro características: a) audiencia, b) bilateralidad, c) igualdad y d) celeridad.
DÉCIMO CUARTO: Que este mandato puntualmente va dirigido al legislador, pero no todo quebranto de esta
naturaleza puede tener el carácter de violación de norma superior y ello se percibe claramente cuando se ha legislado
mediante normas procesales expresas que tratan precisamente la materia en que se inserta el reproche. Y, en todo caso, el
agravio a la garantía del debido proceso debe ser real, en cuanto perjudique efectivamente los derechos procesales de la
parte. Esto es, entrabe, limite o elimine su derecho constitucional al debido proceso (Miguel Otero, Código Procesal Penal,
490 Rol 2787-2010. Corte Suprema Segunda Sala (Penal) 29 de Junio de 2010 en http://www.puntolex.cl/prod_ppp/585/article-
126085.html, visitado 5/7/2010
Si los actos que se desarrollan en el proceso son irregulares o injustos se habrá incurrido en
una incorrección o defectuosidad en el actuar procesal que debe ser corregido. Las partes y, eventualmente, el
tribunal que constatan estas incorrecciones o defectos, pueden ejercer su poder de impugnación, los primeros,
y de corrección, el segundo.
Desde el punto de vista procesal los sistemas de impugnación son distintos respecto de las
resoluciones y de las actuaciones judiciales. Estas últimas se impugnan directamente a través del incidente de
nulidad procesal. Por excepción las actuaciones se pueden impugnar en forma directa mediante algunos
recursos, principalmente el recurso de casación en la forma, el cual no se interpone en contra de la actuación
judicial, sino que en contra de la resolución que se dictó en un procedimiento viciado por los defectos que se
hubieren generado con motivo de la práctica u omisión de determinadas actuaciones judiciales.
Para Manuel Ortells los medios de impugnación, en un sentido restringido, son todos
aquellos instrumentos legales puestos a disposición de las partes y destinados a atacar una resolución judicial
para provocar su reforma o anulación o declaración de nulidad. 492
Así las cosas, los recursos procesales, que constituirán el objeto de nuestro estudio, son una
especie de medio de impugnación, quizás el de mayor importancia práctica, por su frecuencia y alcances, pero
no los únicos. También constituyen medios de impugnación: el incidente de alzamiento de medidas
precautorias; la oposición respecto de la actuación decretada con citación; el incidente de nulidad procesal del
rebelde (art. 80 CPC); la oposición de tercero (art. 234 inciso penúltimo CPC); el juicio ordinario posterior a la
sentencia en las querellas posesorias (art. 581 CPC); la renovación de la acción ejecutiva (art. 477 CPC); la
revisión de las sentencias firmes.
491 ORELLANA, Fernando “Manual de Derecho Procesal. Recursos Procesales” Tomo IV, Editorial Librotecnia, segunda edición,
Santiago junio de 2008, página 10.
492 Citado por Fernando Orellana, ob. cit., páginas 10 a 12.
Señala el profesor Cristián Maturana que al existir la posibilidad cierta de error o injusticia
en las resoluciones judiciales, la justicia del caso concreto queda mejor garantizada si el propio juez que dictó
la resolución puede revisarla (mediando petición del interesado perjudicado); y además, las garantías
aumentan cuando el nuevo examen de la cuestión ya decidida se confía a un tribunal distinto, de jerarquía
superior y generalmente colegiado, que tiene facultades para sustituir por otra la decisión impugnada
pronunciada por el inferior. Agrega que los recursos aparecen como salvaguarda de los intereses particulares,
tanto de las partes, como del propio juez. Así es, ya que si resulta fácil comprender como la parte afectada por
el posible error recurre a la impugnación en busca de la remoción de la resolución injusta, respecto al órgano
jurisdiccional, la posibilidad existente de que otro tribunal superior pueda revisar su sentencia genera una
saludable presión – no coactiva – sobre los jueces inferiores, que les impulsa a analizar todos los aspectos de la
cuestión que deben resolver, y a motivar sólidamente la resolución que en definitiva adopten. 494
En síntesis, los fundamentos de los recursos tienen una índole subjetiva y objetiva. El
primero es de naturaleza psicológica y no es otra cosa que la expresión jurídica del instinto de conservación en
lo que a la defensa de los derechos de la persona y de sus bienes atañe. El fundamento objetivo, en cambio, es
de índole social y mira más bien al interés de la comunidad que al del individuo y radica en la necesidad social
de remediar la desviación jurídica en que puede incurrir la autoridad. Por último, al decir de Carnelutti, en
último término los recursos no son otra cosa que el modo de fiscalizar la justicia de lo resuelto.
De ahí que los recursos constituyen instrumentos procesales destinados a subsanar los
errores que puedan cometerse en el pronunciamiento de una resolución judicial o en el procedimiento en que
ésta se formó y cumplen, además, el objetivo de mitigar las insatisfacciones que pueden experimentar las
partes.
493 CORREA SELAMÉ, Jorge en “Recursos Procesales Penales”, Lexis Nexis, Santiago junio 2005, página 5.
494 En el apunte denominado “Los Recursos”, publicado por el Departamento de Derecho Procesal de la Facultad de Derecho de
la Universidad de Chile, julio de 2003, páginas 1 y 2.
Los medios de impugnación son instrumentos legales para atacar, reformar o anular
actuaciones procesales y resoluciones judiciales, es decir, se trata de un derecho establecido por la ley que
procura la corrección y regularidad de dichas actuaciones y resoluciones.
Para Rocco el derecho de impugnar la sentencia no es otra cosa que la facultad, comprendida
en el derecho de acción y de contradicción en un juicio, de obtener ante un oficio jurisdiccional
jerárquicamente superior, o en casos excepcionales y establecidos de manera taxativa en la ley, ante el mismo
oficio jurisdiccional que ha emitido la primera sentencia, un nuevo examen de una controversia que ha sido
objeto de un juicio precedente. Pero no se puede hablar de un derecho de impugnar sentencias, por cuanto se
trata de una facultad comprendida en el derecho, más general, de acción o de contradicción en juicio. 495
Indica Fernando Orellana que en cuanto a la naturaleza jurídica de este derecho la doctrina
se divide en dos grandes bandos.
Unos sostienen que el derecho de impugnación constituye una nueva acción de naturaleza
constitutiva, la cual está destinada a eliminar los efectos jurídicos producidos en un proceso en el cual se
interpone la impugnación, por lo tanto es distinta la acción, la pretensión y la resistencia inicial de dicho
proceso.
Otros, en cambio, nos señalan que es necesario distinguir para calificar la naturaleza jurídica,
según el medio de impugnación se dirija o no contra sentencias firmes.
En cuanto al derecho a impugnar las sentencias finales, parece lógico distinguir el caso de
que éstas sean firmes y supongan, por lo tanto, la terminación del proceso, y el de que no hayan adquirido
firmeza. En el segundo supuesto, aquel derecho no es distinto de la acción inicial. En el primero, es decir, en
los casos de revisión, rescisión de sentencias dictadas en rebeldía y otros medios de impugnación de la cosa
juzgada, el derecho de impugnación sí que puede concebirse como una nueva acción o pretensión de carácter
constitutivo.
b).- Es un derecho de carácter subjetivo, por cuanto sólo pueden ejercerlo la parte que ha
sufrido un agravio o perjuicio por la dictación de una resolución judicial.
c).- Se trata de un derecho que precluye, ya que debe ser ejercido dentro del plazo u
oportunidad procesal que indique la ley. Esto se traduce en la necesidad de establecer un límite en el
tiempo para el ejercicio de este derecho, o de lo contrario, las resoluciones no lograrían alcanzar el carácter
de cosa juzgada, por lo tanto el avance del proceso no sería posible ni la litis lograría llegar a una solución
definitiva.
3.1.- Concepto
El profesor Fernando Orellana explica en su obra que, desde el punto de vista etimológico,
la expresión recursos proviene del latín recursus, que significa “la vuelta o retorno de alguna cosa”. Agrega
que, jurídicamente, la misma palabra denota tanto el recorrido que se hace nuevamente mediante otra
instancia, como medio de impugnación por virtud del cual se recorre el proceso. En definitiva, sostiene que los
recursos procesales son medios de impugnación, actos jurídicos procesales, de parte o de terceros para solicitar
la enmienda o nulidad de una resolución judicial no firme, que causa agravio o gravamen, solicitándole al
mismo tribunal o al superior jerárquico que resuelva el asunto conforme a derecho. 497
El profesor Cristian Maturana, por su parte, define el recurso como el acto jurídico procesal
de parte o de quien tenga legitimación activa para actuar, mediante el cual impugna una resolución judicial,
dentro del mismo proceso que se pronunció, solicitando su revisión a fin de eliminar el agravio que sostiene se
le ha causado con su dictación. Acto seguido agrega, que es un medio técnico que ejerce una parte dentro del
proceso en que se dictó una resolución para la impugnación y subsanación de los errores de que
eventualmente puede adolecer una resolución judicial, dirigido a provocar la revisión de la misma, ya sea por
el juez que la dictó o por otro de superior jerarquía. 498
Para el profesor Gonzalo Cortez los recursos procesales son un tipo o clase de medio de
impugnación a través de los cuales se pretende un nuevo examen de las cuestiones fácticas o jurídicas resueltas
en una resolución que aun no ha alcanzado firmeza. Se hacen valer dentro del mismo proceso en el que fue
pronunciada la resolución y su objetivo apunta a que dicha resolución sea modificada o anulada en razón de
resultar perjudicial a quien interpone el recurso. 499
Añade el mismo autor que los recursos procesales constituyen el medio de impugnación por
antonomasia y se caracterizan por estar referidos a resoluciones que aun no han alcanzado firmeza, incidiendo
de esta manera en un proceso pendiente y prolongando esta pendencia. El recurso se interpone contra una
resolución que no ha producido el efecto de cosa juzgada formal, por lo que el proceso no ha terminado, sino
que continua en su estado de recurso, correspondiente a la misma acción que se intentó. De ahí que, a
diferencia de otros medios de impugnación, el recurso es un medio de pasar a otro grado de la jurisdicción, sin
romper la unidad del proceso.
a).- El recurso debe estar contemplado en la ley, determinando el tribunal que debe conocer
de él y el procedimiento que debe seguirse para su resolución.
En cuanto al tribunal que conozca y resuelva, la CPR en su artículo 77 dispone que una ley
orgánica constitucional, determinará la organización y atribuciones de los tribunales que fueren necesarios
para la pronta y cumplida administración de justicia en todo el territorio de la República. Esa ley es el Código
Orgánico de Tribunales, texto normativo que regula, de un modo general, los tribunales competentes para
conocer de los recursos, sin perjuicio de lo que se establezca en leyes especiales.
Finalmente, en lo que dice relación con la ritualidad que debe seguirse para su tramitación y
decisión, se estará a lo preceptuado en los Códigos Procesales de común aplicación y en leyes especiales,
siempre bajo el estándar de un justo y racional procedimiento, de acuerdo a lo previsto en el artículo 19 N° 3
inciso 5° de la CPR.
b).- Debe tratarse de un acto jurídico procesal de parte o de quien tenga legitimación para
actuar.
Se trata de un acto procesal unilateral de parte sometido a las formalidades que en cada caso
disponga la ley adjetiva, so pena de inadmisibilidad.
Las partes del juicio están legitimadas para recurrir de las decisiones judiciales, sin embargo,
además de ellas, pueden hacerlo también los que podrían haber sido parte en el procedimiento en que se
pronunció la sentencia, como los terceros interesados, de acuerdo a lo señalado en el artículo 24 del CPC. En el
ámbito procesal penal reformado, atentos a lo dispuesto en el artículo 352 del CPP, pueden recurrir el
Ministerio Público y los demás intervinientes agraviados por la resolución, sólo por los medios y en los casos
expresamente establecidos.
Acota el profesor Maturana que, por no tratarse de actos de parte, no constituyen recursos
determinados actos que llevan a cabo de oficio los órganos jurisdiccionales, ya sea como motivo de la
interposición deficiente de un recurso, como ocurre en la casación en el fondo de oficio, o con motivo de la
dictación de una resolución judicial y respecto de la cual el tribunal superior conociendo posteriormente,
puede conducir a su invalidación oficiosa por estimar que se han incurrido en vicios en el proceso o en su
dictación como ocurre en la casación en la forma de oficio o en graves faltas o abusos que conducen al ejercicio
de las facultades disciplinarias. 501
Comenta Fernando Orellana que este requisito ya se encontraba en las Partidas, al expresar:
“Alzar se puede todo ome libre de juicio que fuese dado contra él si se sintiere por agraviado”. 502
Agrega este autor que el perjuicio o gravamen debe ser personal de quien lo intente, es decir,
quien recurre debe ser perjudicado por la sentencia, sin que pueda llevarse a cabo a nombre de terceras
personas.
La resolución impugnada debe ser agraviante para la parte que recurre, gravamen o
perjuicio que se manifiesta en su parte dispositiva y no en la considerativa, pues es en aquella parte en la cual
el tribunal se pronuncia acerca de las peticiones de las partes.
El agravio puede existir no sólo respecto de una parte, sino que respecto de todas las partes
en el proceso con motivo de la dictación de una resolución judicial, puesto que ella en su parte dispositiva
Ese tipo de resoluciones, que perjudican a ambas partes, son las que generan la posibilidad
de la adhesión del recurso, según veremos más adelante.
En el ámbito civil, en los juicios de hacienda, el artículo 751 del CPC contempla en forma
específica los casos en que una sentencia definitiva causa agravio o perjuicio a una de las partes, esto ocurre
cuando: a) la sentencia no acoge totalmente la demanda (agravio para demandante); b) la sentencia no acoge
totalmente la reconvención (agravio para el actor reconvencional); c) la sentencia no desecha en todas sus
partes la demanda (agravio para el demandado), y d) la sentencia no desecha en todas sus partes la
reconvención (agravio para demandado reconvencional).
d).- La existencia de una resolución judicial que pueda ser impugnable, dentro del mismo
proceso.
El derecho al recurso no es más que una derivación del derecho de acción que se ha ejercido
dentro del mismo proceso en que se dictó la resolución. Existe una relación de todo a parte entre la acción y el
recurso, siendo éste el medio para que la parte continúe con su actividad dentro del proceso a través de una
nueva etapa, para los efectos de obtener la dictación de una resolución que resuelva el conflicto. En este
sentido se podría señalar que el recurso no es más que el medio para pasar de una a otra fase del proceso, sin
romper la unidad de éste.
De otro lado, por razones de certeza jurídica, se establecen límites para el ejercicio del
derecho a recurrir, debiendo hacerse efectivo dentro de un plazo fatal. Se busca equilibrar los valores en juego:
por un lado, velar por la recta aplicación del derecho o la actuación de la ley, evitando los errores en el
juzgamiento, y por otro lado, dirimir de un modo cierto el conflicto, con fuerza de cosa juzgada.
En palabras del maestro Chiovenda “Para proveer a la certeza de la esfera jurídica de los litigantes,
dando un valor fijo y constante a las prestaciones, la organización jurídica quiere que la actividad jurisdiccional se
desarrolle una sola vez (aunque ordinariamente con la posibilidad de varios grados). Aplicando la ley del mínimo medio,
tiende al máximo resultado con el mínimo empleo de actividad; entre las ventajas de la certeza jurídica y los datos de los
posibles errores del juez en el caso concreto concede predominio a los primeros. Por esto, transcurridos los términos para
impugnar una sentencia, ésta deviene definitiva, y de ahí deriva que la declaración de la voluntad de la ley que ella
contiene deviene indiscutible y obligatoria para el juez en cualquier juicio futuro. Por lo tanto, la cosa juzgada contiene en
sí misma la preclusión de cualquier cuestión futura. La institución de la preclusión es la base práctica de la eficacia de la
sentencia; quiere decir que la cosa juzgada substancial (obligatoriedad en los juicios futuros) tiene por presupuesto la cosa
juzgada formal (preclusión de las impugnaciones). 503
De allí que el recurso se interpone siempre en contra de una resolución que no ha producido
cosa juzgada formal, puesto que se trata de un proceso que no ha terminado por restarse una fase recursiva,
Se persigue la reforma de una resolución, cuando ella ha sido dictada cumpliendo los
requisitos legales, pero se estima por la parte recurrente que en ella no se ha resuelto en forma justa, de
acuerdo con lo solicitado dentro del proceso. Así ocurre con los recursos de reposición y apelación.
Se persigue la nulidad o invalidación de una resolución, cuando ella ha sido dictada sin
darse cumplimiento a los requisitos previstos por la ley, requiriéndose su invalidación por las causales
específicas previstas por el legislador para los efectos de eliminar el agravio que se le ha causado con su
dictación. Así ocurre con los recursos de casación de forma y de fondo y de nulidad en el sistema procesal
penal reformado.
Actúa como fuente directa respecto de todos aquellos recursos – acciones constitucionales -
establecidos en su texto, dentro de los cuales podemos mencionar la acción de protección, contenida en el
artículo 20 de la CPR, la acción de amparo, regulada en el artículo 21 del mismo cuerpo normativo, y la acción
de reclamación por privación de la nacionalidad, del artículo 12.
a) que la Constitución consagra el debido proceso legal, donde los recursos velan por la
justicia y racionalidad de las resoluciones;
c) que los tribunales tienen la facultad de conocer las causas y dentro de esta facultad se
entienden incorporados los recursos procesales; y
Como fuente directa, por cuanto señala los tribunales que van a conocer de los diversos
recursos devolutivos, siendo éstos las Cortes de Apelaciones y la Corte Suprema. Se constata aquí una
Como fuente indirecta, en tanto el artículo 276 del COT establece el recurso de reposición en
carácter administrativo, que procede sólo respecto de las resoluciones que versan sobre la calificación de los
jueces, como también la apelación por la misma causa.
Para el profesor Fernando Orellana, sin duda que la intención del legislador de establecer los
recursos procesales en el Libro I, es que éstos se hagan aplicables a todo procedimiento de carácter general y
especial que se contemple en el Código, salvo que exista una norma expresa en contrario. 504
En cuanto a los recursos que contempla y reglamenta se encuentran los siguientes: reposición
(artículo 181 CPC), aclaración, rectificación y enmienda (artículo 182 CPC), apelación (186 y siguientes CPC),
de hecho, de casación (Título XIX del Libro III CPC) y de revisión (Título XX del Libro III CPC).
Ese cuerpo normativo empleaba el mismo sistema del CPC, pero con mucho menor
reglamentación.
En el Libro I establecía las disposiciones generales para el juicio criminal. Dentro de éste, el
sistema de tratamiento de los recursos no es igual que en el CPC. La mayor diferencia la encontramos en el
recurso de apelación, ya que en el Código de Procedimiento Penal el recurso de apelación, y los recursos en
general, no están reglamentados en forma orgánica. Existen normas dispersas a lo largo del Libro I e incluso se
reglamenta la apelación en forma especial dentro de la sentencia definitiva en los artículos 510 y siguientes. Sin
perjuicio de ello, el Código de Enjuiciamiento Criminal reglamenta habitualmente la apelación en forma
casuística al referirse a diversas resoluciones.
Este cuerpo legal realiza una regulación orgánica de los recursos en su Libro III,
contemplando en su título I las Disposiciones Generales aplicables en la interposición de cualquier recurso,
salvo norma especial diversa; en el Título II reglamenta el recurso de reposición; en el Título III regula el
recurso de apelación; en el Título IV regula el recurso de nulidad, y en el párrafo III del Título VIII del Libro IV
regula la acción de revisión de sentencias condenatorias firmes.
Sin perjuicio de lo anterior, debemos tener presente que en diversas disposiciones del CPP se
contemplan disposiciones especiales respecto de la procedencia del recurso de apelación y, además, se
contempla la existencia de una acción de amparo ante el juez de garantía (artículo 95 CPP).
La forma en que se regulan los recursos en el nuevo sistema procesal penal es la que sigue:
en primer lugar, se rigen por las reglas especiales contempladas para cada recurso en el CPP; en segundo
lugar, se aplican las reglas generales contenidas en el Título I del Libro III del CPP; en tercer lugar, de acuerdo
a lo establecido en el artículo 361 del CPP, rigen supletoriamente las reglas del Título III (Del Juicio Oral) del
Libro II del CPP; finalmente, en atención a lo señalado en el artículo 52 del CPP, podrán aplicarse, también
supletoriamente, las disposiciones comunes a todo procedimiento del Libro I del CPC, en cuanto no se
opusieren a lo estatuido en el CPP o en leyes especiales. En razón de lo último, estimamos procedente en esta
materia la aclaración, rectificación o enmienda.
Por último y aun cuando el CPP nada dice, deben entenderse aplicables las acciones
constitucionales, especialmente la de amparo, y el recurso de queja.
Los recursos procesales se han clasificado tradicionalmente desde tres puntos de vista: según
la finalidad que persiguen, según el tribunal ante el cual se interponen y cuál es el que falla o resuelve y según
su procedencia en contra de una mayor o menor cantidad de resoluciones judiciales.
c).- Recursos (acciones) que tienen por finalidad proteger las garantías constitucionales.
a).- Recursos que se interponen ante el mismo tribunal que dictó la resolución que se
impugna, siendo el mismo tribunal quien falla o resuelve.
b).- Recursos que se interponen ante el mismo tribunal que dictó la resolución que se
impugna, siendo el superior jerárquico quien falla o resuelve.
En el caso de los jueces árbitros, el tribunal superior jerárquico para los efectos de la
interposición de un recurso de queja es la Corte de Apelaciones respectiva (artículo 63 N° 2 del COT).
Dentro de esta clasificación podemos distinguir entre los llamados recursos ordinarios y
extraordinarios.
Son aquellos que proceden contra la mayoría de las resoluciones judiciales y respecto de los
cuales el legislador no ha establecido alguna causal específica, de manera tal que se posibilita su interposición
por el hecho de existir un perjuicio o gravamen causado por una resolución.
Son aquellos que proceden contra ciertas y determinadas resoluciones judiciales, y respecto
de los cuales el legislador ha establecido causales específicas.
a).- Recurso principal, es aquel que se interpone contra una resolución que resuelve el
conflicto de relevancia jurídica sometido al conocimiento del tribunal respectivo, así por ejemplo el recurso de
apelación procede por regla general contra las sentencias definitivas.
b).- Recurso incidental, es aquel que se interpone contra aquellas resoluciones que no
resuelven el conflicto, por ejemplo la reposición con apelación subsidiaria contra la sentencia interlocutoria de
prueba.
Los recursos devolutivos son aquellos cuya resolución o fallo corresponde al tribunal
superior jerárquico del que dictó la resolución impugnada. Al tribunal superior se le denomina tribunal ad
quem, mientras que el tribunal que dicta la resolución recurrida se denomina tribunal a-quo. Son de este tipo
los recursos de apelación, de queja y de casación.
Se les llama recursos a aquellos medios de impugnación que tienen efectos devolutivos,
como la apelación y la casación. Mientras que los remedios son todos los que no tienen efecto devolutivo,
como la reposición.
En esta distinción nos encontramos frente a un mismo tipo de recurso, existiendo únicamente
diferencia temporal respecto al momento de su planteamiento.
- Recursos que se presentan ante el tribunal que dictó la resolución que se impugna para
que sea él mismo quien la corrija. Son tales los recursos de aclaración, rectificación o enmienda, y el de
reposición.
Las grandes directrices u orientaciones de carácter procesal que inspiran los recursos en
nuestro sistema son: el principio de legalidad, el principio de jerarquía, el principio de doble instancia, el
principio de preclusión y el principio dispositivo.
Esta directriz se aplica preferentemente para determinar cuál es el tribunal competente para
conocer del recurso, existiendo escasas excepciones señaladas expresamente por la ley.
La regla general indica que es competente para conocer de un recurso procesal el tribunal
superior jerárquico de aquél que pronunció la resolución que se impugna. Hacen excepción a esta regla el
recurso de reposición, que es conocido por el mismo tribunal que dictó la resolución impugnada, y el recurso
de nulidad en materia penal, en los casos en que es conocido por la Corte Suprema.
Coherente con lo anterior, en nuestro país existe una organización jerárquica de los
tribunales de justicia, la cual se encuentra constituida por tribunales inferiores y superiores, los primeros
compuestos por los jueces y tribunales letrados y los segundos por las Cortes de Apelaciones y la Corte
Suprema.
Tanto en materia civil como en el antiguo procedimiento penal, el legislador establece como
regla general el principio de la doble instancia para la garantía del debido proceso. En materia civil tal
orientación se encuentra supeditada a la importancia pecuniaria del asunto o negocio. Excepcionalmente, los
asuntos de relevancia jurídica se conocen y fallan en única instancia.
En el nuevo sistema procesal penal, la regla general la constituye la única instancia, dado que
no es procedente el recurso de apelación en contra de las sentencias definitivas pronunciadas en el juicio oral
conocido por el tribunal penal colegiado y en el juicio oral simplificado, conocido por los jueces de garantía.
Además se establece que el aludido recurso sólo procede respecto de la sentencia definitiva que se dicta en el
procedimiento abreviado y en determinadas resoluciones dictadas por los jueces de garantía.
Por regla general los recursos procesales deben deducirse dentro de una oportunidad o plazo
fatal, de modo que si ellos se deducen transcurrida que sea dicha oportunidad, serán declarados inadmisibles
por haberse extinguido o precluido la facultad por el solo ministerio de la ley.
Para los efectos de deducir los recursos se establecen por regla general plazos de días, que
son individuales y no comunes para las partes. Sin embargo, excepcionalmente existen casos en los cuales el
legislador más que un plazo contempla un instante preciso para deducir el recurso, como ocurre en el nuevo
proceso penal con el recurso de reposición en contra de las resoluciones dictadas en audiencias orales, en las
cuales éste es procedente solo si no hubiere precedido un debate, debiendo deducirse el recurso tan pronto se
dictaren (artículo 363 CPP).
Por otra parte, debemos tener presente que en los recursos se presenta otra modalidad muy
importante de preclusión, como es aquella denominada consumación, consistente en que la facultad de
recurrir se agota o extingue cuando ella se ha ejercido. En consecuencia, deducido que sea un recurso se agota
la posibilidad de ejercer ese medio de impugnación, cualquiera fueren los motivos que se hubieren omitido en
la interposición del recurso primitivamente deducido.
Los recursos procesales son medios de impugnación que por regla general funcionan o se
ponen en movimiento por iniciativa de las partes, de manera que si éstas no reclaman del vicio que le causa
perjuicio, éste queda subsanado.
Para Fernando Orellana los fines u objetivos que persiguen los recursos son tres: la nulidad
de una resolución, su enmienda y otros objetivos, atendida la naturaleza del recurso . 506
En nuestro sistema existen dos tipos de recursos que tienen por objeto dejar sin efecto una
resolución judicial, cuando se ha dictado con prescindencia de sus requisitos de validez, nos referimos a la
casación, en sus dos facetas de forma y de fondo, y a la nulidad en materia penal. Esto es sin perjuicio de la
acción de revisión de las sentencias condenatorias firmes.
Los recursos conocidos por los tribunales en el ejercicio de sus facultades jurisdiccionales,
tienen por objeto perseguir la enmienda o nulidad de la resolución que se impugna. Mientras que los recursos
(acciones) que conocen los tribunales en ejercicio de sus facultades conservadoras, tienen por objeto que el
órgano jurisdiccional declare una determinada situación, la que procede para el amparo o protección de las
garantías constitucionales frente a cualquier acto ilegal o arbitrario que las vulnere.
Por regla general los tribunales de justicia conocen de los recursos procesales por medio de
sus facultades jurisdiccionales, así ocurre con los recursos de reposición, apelación, de hecho, revisión,
casación y de nulidad en materia penal.
En ejercicio de las facultades disciplinarias, los tribunales conocen de los recursos de queja y
queja propiamente tal.
En ejercicio de las facultades económicas los tribunales conocen del recurso de aclaración,
rectificación o enmienda.
Se trata de relacionar los recursos procesales con las resoluciones judiciales, por cuanto
nuestro legislador establece un recurso para cada tipo de resolución, según su naturaleza jurídica.
En contra de este tipo de resolución, cuando se ha dictado en primera instancia procede por
regla general el recurso de apelación y en forma extraordinaria el recurso de casación, si operan las causales y
se cumplen los requisitos señalados por la ley.
Contra las sentencias definitivas también son procedentes los recursos de queja y de revisión,
bajo las causales y condiciones previstas por la ley.
En este tipo de resoluciones debemos distinguir los recursos que proceden en materia civil y
en materia penal.
En materia civil, el recurso que procede por regla general contra este tipo de resoluciones es
la apelación. También proceden los recursos de casación y queja, cuando ponen término al juicio o hacen
imposible su continuación, y de reposición en los casos expresamente previstos por la ley.
Mención especial efectuaremos respecto de las sentencias interlocutorias que ponen término
al juicio o hacen imposible su prosecución.
Agrega el autor citado que, sin embargo, debemos desechar multitud de cuestiones
accesorias, porque muchas de las sentencias interlocutorias no ponen término al juicio o hacen imposible su
continuación, pero en cambio establecen derechos a favor de las partes. Por ejemplo, la sentencia interlocutoria
Por lo tanto, la interlocutoria que pone término al juicio o hace imposible su continuación se
refiere a incidentes especiales que pueden tener por su naturaleza la característica de establecer derechos
permanentes a favor de las partes.
En este punto debemos distinguir entre los diversos estados en que se pueden encontrar las
resoluciones, esto es: pendientes, que causan ejecutoria, firmes o ejecutoriadas y sentencias de término.
Si los plazos para recurrir se encuentran en curso, no se pueden cumplir las resoluciones
judiciales.
Así ocurre con el recurso de apelación cuando es concedido en el solo efecto devolutivo. En
virtud de este efecto subsisten dos tribunales competentes: el tribunal de primera instancia para cumplir la
sentencia y el tribunal de segunda instancia que conoce y falla de la apelación. La competencia del tribunal de
primer grado es condicional, es decir, depende de que el tribunal de segunda instancia confirme la sentencia
apelada. Si la resolución del tribunal de segundo grado revoca la resolución apelada se produce una suerte de
ineficacia de lo actuado en el intertanto por el tribunal a quo, que más que nulidad es una “resolución” (en
sentido civil), al haber fallado la condición prevista, de confirmación del fallo.
En el nuevo proceso penal, la regla general para todos los recursos se encuentra contemplada
en el artículo 355 del CPP al disponer que la interposición de un recurso no suspenderá la ejecución de la
decisión (causan ejecutoria), salvo que se impugnare una sentencia definitiva condenatoria o que la ley
dispusiere expresamente lo contrario.
Se encuentran en este estado una vez que han sido notificadas a las partes si no procede
recurso alguno en contra de ellas; en caso contrario, procediendo recursos, quedarán ejecutoriadas desde que
se notifique el decreto que la manda cumplir una vez que terminen los recursos deducidos o desde que
Este tipo de sentencia se vincula a dos conceptos: la instancia y los recursos. En la actualidad,
dentro del CPC no hay elementos para poder configurar esta clase de resolución judicial, salvo la alusión que
se efectúa en el artículo 98 a propósito de la acumulación de autos, pues la referencia que efectuaba el artículo
153 en materia de abandono de procedimiento fue eliminada.
Pero el C de PP en su artículo 359 permite configurar este concepto y afirmar que sentencia
de término es aquélla que pone fin a la última instancia del juicio. En consecuencia, son de este tipo las
sentencias de única instancia y las sentencias de segunda instancia.
Para los efectos de determinar si es posible cumplir una sentencia de término habrá que
estarse a si los recursos que se deducen en contra de ella impiden o no que cause ejecutoria, de conformidad a
lo señalado precedentemente.
Los recursos procesales deben deducirse dentro de los plazos establecidos por el legislador y
solo en forma excepcional éste no establece plazos sino una oportunidad procesal para deducirlos.
La vinculación entre los plazos y los recursos resulta relevante para poder determinar el
estado procesal de una resolución judicial, ya que por regla general éstas se encontrarán ejecutoriadas una vez
transcurridos los plazos señalados por la ley para recurrir.
a).- El recurso de aclaración, rectificación o enmienda, donde no existe un plazo fijo para su
interposición, pues a través de él se pretende obtener una corrección formal de la resolución y no una de
fondo.
b).- El recurso de reposición extraordinario, que procede contra autos y decretos, no tiene
limitación de tiempo, siempre que se hagan valer nuevos antecedentes (artículo 181 inciso 1º del CPC). Su
fundamento es que este tipo de resoluciones judiciales no produce la excepción de cosa juzgada (artículo 175
del CPC).
c).- El recurso de revisión en materia penal, donde no existe un plazo para su interposición,
e incluso puede ser deducido por los herederos en salvaguarda de la memoria del condenado. La razón de esto
obedece al bien jurídico protegido por medio de este recurso, como lo es la memoria de un sujeto que hubiere
muerto o el castigo injusto al que se vio sometido a él, tiene mayor valor que el establecimiento de un plazo
determinado y fatal.
En este punto nos referiremos a los efectos que causa la interposición de los recursos frente al
cumplimiento de las resoluciones judiciales.
b).- Recurso de reposición. Debemos distinguir entre la materia civil y penal. En la primera,
no hay norma expresa respecto del cumplimiento de los autos y decretos una vez deducido el recurso, pero
como el artículo 181 inciso 1° del CPC señala que tales resoluciones se cumplirán cuando se encuentren firmes,
debemos entender que la reposición suspende su cumplimiento mientras no sea fallada.
En tanto la reposición sea resuelta de plano como lo dispone la ley no resulta relevante esta
suspensión; sin embargo, en la práctica judicial, se suele conferir traslado a la contraria respecto de la solicitud
de reposición, lo que hace relevante la determinación anterior.
c).- Recurso de apelación. Este arbitrio procesal se puede conceder en el solo efecto
devolutivo o bien en ambos efectos, esto es, devolutivo y suspensivo. En el primer caso, no se suspende la
ejecución de la resolución impugnada durante la tramitación del recurso, a menos que se conceda una orden
de no innovar por la Corte de Apelaciones respectiva. En el segundo caso, como su nombre lo dice, el efecto
suspensivo “suspende” la competencia del tribunal inferior para seguir conociendo del asunto, lo que impide
el cumplimiento de la resolución apelada.
d).- Recurso de hecho. En este punto debemos distinguir entre el verdadero y el falso
recurso de hecho.
En el verdadero recurso de hecho o recurso de hecho propiamente tal, esto es, cuando se ha
interpuesto un recurso de apelación legalmente procedente y se deniega su otorgamiento, el fallo se cumple de
inmediato, por cuanto no existe recurso de apelación. Sin embargo, por disposición del artículo 204 inciso final
del CPC se puede pedir y decretar orden de no innovar.
En el falso recurso de hecho, esto es, cuando se ha concedido una apelación que es
legalmente improcedente o se ha concedido erradamente en cuanto a sus efectos, también se puede provocar el
cumplimiento de la sentencia (salvo que la apelación se haya concedido equivocadamente en ambos efectos),
pudiendo ello evitarse a través de la respectiva orden de no innovar.
e).- Recurso de casación. Por regla general la casación no suspende el cumplimiento de las
resoluciones impugnadas, salvo en los casos que la ley lo señala expresamente.
En el antiguo procedimiento penal existe una amplia remisión al CPC. Sin embargo, respecto
de los efectos de la casación en una sentencia de término produce la suspensión de su cumplimiento cuando se
trata de una sentencia condenatoria, pero si es absolutoria, el procesado debe ser puesto en libertad, aunque
penda el recurso.
f).- Recurso de queja. Por regla general la interposición de este recurso no suspende el
cumplimiento de la resolución impugnada, ya que la suspensión de sus efectos se producirá únicamente a
través de la concesión de una orden de no innovar.
g).- Recurso de revisión. En materia civil este medio de impugnación, por regla general,
tampoco suspende el cumplimiento del fallo impugnado y, sólo en forma excepcional, en vista de las
circunstancias y a petición del recurrente, habiéndose oído previamente al Ministerio Público Judicial y
rendido fianza, se suspenderá su ejecución (artículo 814 CPC). En el nuevo proceso penal ocurre algo similar,
pues de acuerdo al artículo 477 del CPP la solicitud de revisión no suspenderá el cumplimiento de la sentencia
i).- Reclamación por pérdida de la nacionalidad. Este recurso por el solo hecho de ser
interpuesto suspende los efectos de la resolución o acto impugnado.
j).- Recurso de amparo. El fallo de amparo dictado por la Corte de Apelaciones respectiva es
apelable ante la Corte Suprema. Si es favorable al recurrente, la apelación procede en el solo efecto devolutivo,
de manera que no se suspende el cumplimiento del fallo. Si es desfavorable, la apelación se concede en ambos
efectos, suspendiendo el cumplimiento del fallo.
k).- Recurso de amparo económico. El legislador no señala nada al respecto, pero por
tratarse de una facultad conservadora del tribunal, éste podrá ordenar que no se siga adelante con los actos
que infringen la garantía constitucional del artículo 19 N° 21.
l).- Recurso de protección. Por regla general su interposición no afecta al acto ilegal o
arbitrario que vulnera una garantía constitucional de las mencionadas en el artículo 20 de la CPR. Sin embargo,
la Corte de Apelaciones respectiva puede adoptar en forma inmediata las providencias que estime necesarias o
pertinentes para restablecer el imperio del derecho y asegurar a la persona afectada (facultad cautelar).
Los recursos procesales penales son medios que la ley concede al Interviniente que se estima
perjudicado por una resolución judicial para obtener del mismo tribunal que la pronunció, o de otro de
categoría superior, que la modifique, la revoque, o la invalide.
INTERVINIENTES, de acuerdo con el Art. 12 del Código Procesal Penal - son EL FISCAL,
EL IMPUTADO, EL DEFENSOR, LA VÍCTIMA Y EL QUERELLANTE, - “desde que realizaren cualquiera
actuación procesal o desde el momento en que la ley les permitiere ejercer facultades determinadas.”
A ellos se agregaron los recursos de Amparo ante el juez de garantía; y Nulidad, en lugar de
la Casación forma y fondo.
Como ya hemos estudiado con cierto detalle los recursos procesales civiles, nos ocuparemos
de consignar las diferencias existentes entre aquellos y los recursos procesales penales, a medida que hagamos
un estudio pormenorizado de las características particulares de estos últimos, su naturaleza jurídica, objetivos,
tramitación y efectos.
El fundamento genérico de los recursos procesales en materia penal, al igual que los recursos
procesales civiles, es doble:
-Por una parte, es necesario admitir que los tribunales pudieron equivocarse al adoptar
una decisión judicial, sea porque no apreciaron en forma debida y completa los antecedentes anteriores a la
decisión, sea porque no interpretaron o no aplicaron correctamente las normas legales pertinentes; y
-Por la otra, debe atenderse al perjuicio o gravamen que esta decisión equivocada pudo
causar a las partes y que éstas piden remediar.
Con respecto al recurso de nulidad, debe señalarse, especialmente, que constituye uno de
sus fundamentos específicos la existencia de vicios u omisiones en que pudo incurrirse en el procedimiento, en
el fallo mismo, o con motivo de su dictación, los que deben ser subsanados por el tribunal superior, mediante
la invalidación del procedimiento y del fallo, o tan solo de este último, dependiendo de la causal, pero sólo en
caso que estos vicios ocasionen un perjuicio cierto al recurrente.
Cabe señalar, por otra parte, que en la audiencia del juicio oral llevada a cabo ante el
TRIBUNAL DE JUICIO ORAL EN LO PENAL, al final de la cual debe pronunciarse la sentencia definitiva, o,
al menos, la decisión de culpabilidad o inocencia junto con los principales fundamentos tomados en
consideración, los intervinientes han tenido la oportunidad debida para efectuar sus alegaciones, para
producir sus pruebas y para controvertir las presentadas por la parte contraria, a todo lo que debe agregarse,
que la sentencia definitiva será adoptada por tres jueces letrados que han asistido a la totalidad del juicio.
De esta manera, los tribunales superiores revisan las resoluciones judiciales de los jueces
inferiores y los antecedentes que las motivaron, mediante un mecanismo registral, basándose únicamente en la
cuenta oral y resumida dada por un tercero que los ha leído, el Relator.
Dos de los tratados internacionales ratificados por nuestro país y actualmente vigentes,
consagran el llamado “Derecho al Recurso” que consiste en la facultad de los litigantes para recurrir ante el
tribunal superior con respecto a la decisión del inferior cuando estiman que ésta es injusta o errada y les
ocasiona agravio o perjuicio.
El Art.352 del CPP, prescribe que “Podrán recurrir en contra de las resoluciones judiciales el
ministerio público y los demás intervinientes agraviados por ellas, sólo por los medios y en los casos expresamente
establecidos en la ley”, norma que, de paso, reafirma el principio de legalidad absoluta en materia de recursos.
Respetando este derecho, se optó por mantener el recurso de apelación, pero sólo en contra
de determinadas resoluciones del juez de garantía; en cuanto a las sentencias del tribunal penal oral se instauró
el recurso de nulidad, en lugar del de casación.
El derecho al recurso implica, por otra parte, que los tribunales superiores no pueden
revocar, modificar ni invalidar la resolución de un tribunal inferior si alguna de las partes no ha reclamado en
contra de ella por el agravio o perjuicio que pudiera haberles ocasionado.
Para respetar el derecho al recurso, se suprimió el trámite de la CONSULTA que era de uso
muy frecuente en el antiguo sistema de enjuiciamiento penal, ordenado en los Arts. 415, 444, 533 y 534 del
antiguo Código de Procedimiento Penal, y en cuya virtud determinadas resoluciones judiciales, cuando no
eran apeladas por las partes, debían ser consultadas al tribunal superior jerárquico - las Cortes de
Apelaciones- tribunal que debía REVISARLAS para decidir si se hallaban bien o mal dictadas, ejerciendo, de
oficio, las facultades propias de un recurso de apelación.
Con muy buen criterio, en nuestro concepto, el legislador no contempló este trámite en el
nuevo Código Procesal Penal que, de paso, implicaba una grave desconfianza hacia la competencia y
capacidad profesional de los jueces unipersonales, y que atentaba contra el derecho de las partes al recurso,
consagrado en la ley y en los Tratados Internacionales referidos.
Sobre este particular, en el Mensaje con que fue remitido al Congreso Nacional el Proyecto
de Código Procesal Penal se señala: “La concepción básica que inspira el régimen de recursos que el proyecto
propone implica un radical cambio en el sistema de controles de la actividad de los jueces penales. El modelo
vigente (antiguo sistema) funciona sobre la base de un muy intenso sistema de controles verticales. Se puede
decir que todas las decisiones de relevancia que un juez del crimen adopta son objeto de revisión, incluso sin
reclamación de parte, por sus superiores jerárquicos”.
Con el mismo propósito, se restringió la facultad de los tribunales superiores para modificar
o invalidar las resoluciones de los jueces inferiores, mediante ACTUACIÓN DE OFICIO, tomando en cuenta
precisamente que esta facultad atenta claramente contra el derecho al recurso que pertenece a las partes, en
este caso, a los intervinientes. Si ellos se encuentran conformes con la resolución adoptada por el tribunal
inferior, por lo que no utilizan ningún recurso procesal en su contra, no resulta procedente que el tribunal
superior modifique o invalide dicha resolución oficiosamente.
Como regla general, y para evitar la prolongación del procedimiento por el ejercicio continuo
de recursos, se estableció que la interposición de un recurso no suspende la ejecución de la decisión judicial
adoptada, a menos que se trate de la sentencia definitiva condenatoria o que la ley disponga expresamente lo
contrario.
8.-Tribunal ante el cual deben ser interpuestos y tribunal que los falla
Al igual que en materia procedimental civil, no existe un plazo único para la interposición de
los recursos procesales penales.
Cada recurso tiene señalado en la ley un plazo particular, sin perjuicio de que existan
coincidencias con respecto a la extensión de éstos. Así, para pedir reposición de una resolución dictada fuera
de una audiencia oral, existe un plazo de tres días; para interponer apelación, existe un plazo único de cinco
días; y para ejercer el recurso de nulidad, un plazo de diez días.
Los plazos comienzan a correr para los intervinientes a contar desde la fecha en que les sea
notificada la respectiva resolución. Se trata de plazos fatales, de días hábiles, y no prorrogables.
De acuerdo con las normas sobre “Actividades Judiciales” del título II del Libro Primero, los
plazos que contempla el Código Procesal Penal, tienen las siguientes características:
El Art. 14 estatuye que todos los días y horas son hábiles para las actuaciones del
procedimiento penal y que los plazos no se suspenderán por la interposición de días feriados.
Los plazos son, pues, de días corridos. Sin embargo, el mismo artículo prescribe que “No
obstante, cuando un plazo de días concedido a los intervinientes venciere en día feriado, se considerará
ampliado hasta las veinticuatro horas del día siguiente que no fuere feriado.”
El Art. 16 dispone que los plazos establecidos en el Código Procesal Penal son fatales e
improrrogables.
Que el plazo sea fatal, significa que la posibilidad de ejercer un derecho o la oportunidad
para ejecutar un acto, se extinguen al vencimiento del término concedido para estos efectos, sin necesidad de
declaración judicial.
Por otra parte, que un plazo sea improrrogable, quiere decir que el tribunal no se encuentra
autorizado para extender su duración más allá de su vencimiento, lo que, por lo demás, es un efecto propio de
los plazos legales.
De acuerdo con lo dispuesto por el Art. 353 CPP, el aumento o prórroga de los plazos para
interponer recursos sólo procede cuando se impugnan las resoluciones del tribunal de juicio oral en lo penal y
siempre que el juicio hubiere sido conocido por un tribunal que se hubiere constituido y funcionado en una
localidad situada fuera del lugar de su asiento en los casos que autoriza el Art. 21 del Código Orgánico de
Tribunales.
d) Nuevo plazo.
El Art. 17 CPP, que la estatuye, señala que el que por un hecho que no le fuere imputable,
por defecto de la notificación, por fuerza mayor o caso fortuito, se hubiere visto impedido de ejercer un
derecho o desarrollar una actividad dentro del plazo previsto por la ley, podrá solicitar al tribunal un nuevo
plazo, que le podrá ser otorgado por la misma duración del anterior.
La solicitud deberá formularse dentro de los cinco días siguientes a aquél en que hubiere
cesado el impedimento.
Con respecto a la facultad de recurrir, el Art. 352 del CPP dispone: “Podrán recurrir en contra
de las resoluciones judiciales el ministerio público y los demás intervinientes agraviados por ellas, sólo por los medios y en
los casos expresamente establecidos por la ley.”
Esta disposición legal vino a puntualizar, desde el inicio, que los recursos procesales penales
son de derecho estricto; sólo pueden ser deducidos en la forma y en los casos expresamente autorizados por la
ley.
Como observación de carácter general, podemos señalar que los recursos procesales penales,
referidos anteriormente, son similares a los recursos procesales civiles, ya estudiados. Su naturaleza, objetivos,
resoluciones en contra de las que proceden, tribunales ante los que se interponen y tribunales que los conocen
y resuelven, así como los efectos que producen su interposición en el procedimiento y en la ejecución de la
sentencia que se impugna, presentan también características similares a las de los recursos procesales civiles.
Asimismo, los efectos que son llamados a producir las resoluciones judiciales que los fallan,
son también semejantes.
a) Reglas supletorias.
Los actuales artículos 356 y 357 del CPP, que tratan de la vista de los recursos en los
tribunales superiores, no existían en el Proyecto primitivo remitido por el Ejecutivo al Congreso Nacional,
dado que hacía aplicables las reglas generales que sobre recursos proporcionaba el Código de Procedimiento
Civil. Ellos fueron introducidos, junto a otras tres disposiciones sobre la misma materia, por la Comisión de
Constitución, Legislación, Justicia y Reglamento del Senado en un intento por suplir los vacíos que, en su
concepto, presentaba el Proyecto. Lamentablemente, no cumplieron en forma íntegra dicho propósito y la
reglamentación completa y debida de los recursos procesales continúa siendo una tarea pendiente.
b) Limitaciones al derecho del tribunal y de las partes para suspender la vista de las
causas en materia criminal.
Con el objeto de evitar dilaciones, se dispuso que la vista de los recursos penales no podrá
suspenderse por las causales previstas en los Nºs. 1, 5, 6 y 7 del Art.165 del Código de Procedimiento Civil.
La del Nº 1, se refiere al impedimento que puede producirse por el examen de las causas
colocadas en lugar preferente o la continuación de la vista de otro pleito del día anterior.
La del Nº 5, dice relación con el derecho que asiste a alguna de las partes para solicitar la
suspensión o a los abogados o procuradores de ambas para pedir la suspensión de la vista de común acuerdo.
La del Nº 6, al derecho de los abogados para pedir la suspensión de la vista por tener otra
vista o comparecencia a la que deben asistir en el mismo día ante otro tribunal.
La del Nº 7, en fin, al derecho del tribunal para ordenar la suspensión de la vista por
disponer la práctica de algún trámite cuyo cumplimiento sea estrictamente indispensable antes de la vista de la
causa.
El mismo artículo 357 CPP, agrega que al confeccionar la tabla o al disponer la agregación
extraordinaria de recursos o al determinar la continuación de un pleito para el día siguiente, la Corte adoptará
las medidas necesarias para que la sala que correspondiere no viere alterada su labor.
El Art. 356 CPP prescribe, además, que “No podrá suspenderse la vista de un recurso penal por
falta de jueces que pudieren integrar la sala. Si fuere necesario, se interrumpirá la vista de recursos civiles para que se
integren a la sala jueces no inhabilitados. En consecuencia, la audiencia sólo se suspenderá si no se alcanzare, con los
jueces que conformaren ese día el tribunal, el mínimo de miembros no inhabilitados que debieren intervenir en ella.”
En suma, y excepto en el caso del fallecimiento del abogado del recurrente, la vista de un
recurso penal sólo puede suspenderse “Si lo solicitare el recurrente o todos los intervinientes facultados para
concurrir a ella, de común acuerdo. Este derecho podrá ejercerse una sola vez por el recurrente o por todos los
intervinientes, por medio de un escrito que deberá presentarse hasta las doce horas del día hábil anterior a la
audiencia correspondiente, a menos que la agregación de la causa se hubiere efectuado con menos de setenta y
dos horas antes de la vista, caso en el cual la suspensión podrá solicitarse hasta antes de que comenzare la
audiencia.”
En lugar de la audiencia formal del antiguo sistema, en que debía oírse la relación y los
alegatos en un estilo que resultaba bastante rígido -lo que todavía subsiste en materia civil- se suprimió la
relación y se facultó a los intervinientes, cuando efectuaran sus alegaciones, para controvertir lo expresado por
el contendedor no sólo en cuestiones de hecho sino que de derecho.
Además, cualquiera de los tres jueces puede dirigir preguntas a los abogados que han
alegado para que aclaren o profundicen sus argumentaciones, o las refieran a algún aspecto específico de la
cuestión debatida.
Concordante con el sistema oral, el Art. 358 dispone que la vista de la causa se efectuará en
una AUDIENCIA PÚBLICA, previamente determinada por el Presidente de la Corte, a la que puede asistir
cualquier persona que así lo desee.
El tribunal otorgará la palabra primeramente a el o los recurrentes para que expongan los
fundamentos del recurso, así como las peticiones concretas que formularen, oportunidad en que el tribunal
superior podrá quedar enterado de los fundamentos del recurso así como de las peticiones concretas
efectuadas.
Luego se permitirá la intervención verbal de los recurridos para que, igualmente, expongan
lo que convenga a sus derechos.
Finalmente, se otorgará la palabra a todos los intervinientes con el fin de que formulen
aclaraciones respecto de los hechos o de los argumentos vertidos en la audiencia. Como puede observarse, los
abogados podrán referirse no sólo a las cuestiones de hecho sino que a las de derecho, lo que en el fondo
importa un derecho de réplica a los argumentos jurídicos vertidos por la parte contraria.
En el curso de las exposiciones, cualquiera de los miembros del tribunal podrá formular
preguntas a los representantes de las partes a fin de que profundicen su argumentación o la refieran a algún
aspecto específico de la cuestión debatida.
Como puede advertirse, a diferencia del sistema actual utilizado en los tribunales de alzada,
en el nuevo sistema procedimental las causas penales se verán sin que el relator haga una relación previa de
ellas a los miembros del tribunal, lo que resulta congruente con la oralidad e inmediación, y además se explica
La relación se reemplaza primeramente, por la lectura personal que pueden efectuar los
miembros del tribunal de los antecedentes referidos y luego, principalmente, por la exposición verbal que
deberá hacer el recurrente acerca de los fundamentos del recurso y de las peticiones concretas que formule.
Sin embargo, cabe señalar que la Corte, previo a la resolución sobre el fondo, tiene que
pronunciarse acerca de la admisibilidad del recurso interpuesto, cuestión que en el sistema procedimental civil
le corresponde a la Sala de Cuenta. Como sabemos, para resolver acerca de esta admisibilidad los integrantes
de esa sala deben conocer materias tales como: clase de recurso deducido; resolución en contra de la cual se
ejerce; plazo en que fue presentado; persona que lo interpone; formalidades mínimas del escrito en que se
contiene; y fundamentos y peticiones concretas que se formulan por su intermedio.
Para adoptar este Acuerdo, la Corte Suprema se fundó en las reglas sobre relación contenidas
en el Código Orgánico de Tribunales y en el Código de Procedimiento Civil, las que hizo aplicables en virtud
de la norma remisoria del Art. 52 del Código Procesal Penal que estatuye que serán aplicables al
procedimiento penal, en cuanto no se opusieren a lo estatuido en el Código del ramo o en leyes especiales, las
normas comunes a todo procedimiento contempladas en el Libro Primero del Código de Procedimiento Civil,
entre las que se encuentran, precisamente. las relativas a la Apelación.
No obstante que pudiera ponerse en duda la facultad de la Corte Suprema para interpretar
genéricamente y en forma obligatoria una disposición legal, la solución proporcionada por ese Alto Tribunal a
esta omisión legal, sin duda es acertada y se encuentra en consonancia con la celeridad pretendida por el
nuevo procedimiento penal. Sin embargo, es de temer que su aplicación práctica, derive en la mantención de la
relación acerca del fondo, puesto que en caso que la cuenta del relator se efectúe privadamente ante los
ministros de la sala respectiva, forzosamente ella se extenderá al fondo del asunto que se propone, sin
conocimiento ni control de los intervinientes.
Creemos que en esta materia se hace necesaria una modificación legal que llene este vacío
legal y que reponga la relación en los términos anteriormente expresados.
La regla general que informa los recursos, de acuerdo con lo dispuesto en el Art. 360 del CPP,
es la de que la competencia del tribunal superior que debe resolverlos, queda determinada por las solicitudes
que formulen los recurrentes, por escrito, ratificada verbalmente en su alegato, quedándole vedado al tribunal
extender su decisión a cuestiones no planteadas por ellos o fuera de los límites de lo solicitado.
-La primera está contenida en el mismo Art. 360 CPP y consiste en que si uno solo de
varios imputados por un delito determinado dedujere un recurso contra la resolución del tribunal, la
decisión que lo favorezca aprovechará a los demás, a menos que los fundamentos fueren exclusivamente
personales del recurrente, debiendo el tribunal declararlo así en forma expresa.
-La segunda excepción se refiere al recurso de nulidad y consiste en la facultad que tiene
la Corte para acoger de oficio el recurso interpuesto en favor del imputado “por un motivo distinto del
invocado por el recurrente” siempre que fuere alguno de los capítulos absolutos de nulidad señalados en el
Art. 374 CPP.
El inciso tercero del Art. 360, se refiere al principio que la doctrina denomina, “reformatio in
peius”, al disponer que si la resolución judicial hubiere sido objeto de un recurso por un solo interviniente, la
Corte no podrá reformarla en su perjuicio.
Esta norma vino a limitar severamente la competencia que tenían las Cortes de Apelaciones
en materia penal, bajo el imperio del Código de Procedimiento Penal, puesto que en virtud del Art. 528 de este
último Código, podían modificar la sentencia en forma desfavorable al procesado cuando éste ejercía un
recurso de apelación.
En otras palabras, podía ocurrir que el apelante no sólo no obtuviera una modificación del
fallo en su favor, sino que podía imponérsele una pena más severa.
14.-Renuncia y desistimiento
El Art. 354 del CPP, dispone que los recursos pueden renunciarse expresamente, pero solo
una vez que se ha notificado la resolución en contra de la cual procedieren.
El Art. 354 CPP prescribe que quienes ya hubieren interpuesto un recurso podrán desistirse
de él, siempre que lo hagan antes de su resolución. En todo caso, los efectos del desistimiento no se extenderán
a los demás recurrentes o a los adherentes al recurso.
15.1.- Concepto
El recurso de reposición, como se sabe, es el que se interpone por la parte agraviada ante el
mismo tribunal que pronunció una resolución para que la modifique o la deje sin efecto, satisfaciendo, de esta
manera, su agravio.
En materia procedimental civil procede en contra de los autos y de los decretos, como regla
general y excepcionalmente en contra de ciertas sentencias interlocutorias. Su improcedencia en contra de las
sentencias interlocutorias se funda en el principio del desasimiento del tribunal en cuya virtud se dice que éste
no puede modificar las sentencias definitivas e interlocutorias que hubiere pronunciado después que éstas
hayan sido notificadas a una de las partes, principio que tiene por objeto favorecer la certeza de las decisiones
de un tribunal.
Lo anterior nos lleva a concluir que en materia procedimental penal no se aplica el principio
del desasimiento del tribunal con respecto a las sentencias interlocutorias.
Gran parte de la labor jurisdiccional la realizan los jueces de garantía y los tribunales de
juicio oral en lo penal en audiencias públicas, ocasión en que tienen oportunidad de oír a los intervinientes, de
escuchar sus alegaciones y pretensiones. Por este motivo la mayoría de sus resoluciones son pronunciadas
oralmente en la misma audiencia.
El Art. 363 del CPP dispone que la reposición de las resoluciones pronunciadas durante las
audiencias orales deberá ser efectuada verbalmente, tan pronto aquellas se dictaren y sólo será admisible
cuando no hubiere sido precedida de debate. En cambio, si hubiera existido un debate previo entre las partes
respecto de la materia que deberá resolverse, la decisión que adoptare el tribunal no será reponible.
El inciso primero del Art. 362 del CPP, dispone que “De las sentencias interlocutorias, de los
autos y de los decretos dictados fuera de audiencia, podrá pedirse reposición al tribunal que los hubiere pronunciado. El
recurso deberá interponerse dentro de tercero día y deberá ser fundado.”
Como vemos, en este caso, el recurso de reposición deberá ser presentado por escrito, dentro
de tercero día de notificada la resolución de que se trate, y deberá ser fundado.
Como puede observarse, la norma transcrita deja a criterio del tribunal calificar las
circunstancias que determinan la complejidad del asunto.
16.1.- Concepto
Sin embargo, se estima que igualmente es aplicable atendida la norma remisoria del Art. 52
del CPP, que señala: “Serán aplicables al procedimiento penal, en cuanto no se opusieren a lo estatuido en este Código o
en leyes especiales, las normas comunes a todo procedimiento contempladas en el Libro I del Código de Procedimiento
Civil.”
Cabe señalar que entre esas normas comunes se encuentra precisamente la reglamentación
de este recurso, el que, por otra parte, no pugna con las normas del Código Procesal Penal.
Recordemos que se trata de un recurso que tiene por objeto obtener que el mismo tribunal
que dictó una resolución aclare los puntos oscuros o dudosos, salve sus omisiones o rectifique los errores de
referencia o de cálculos numéricos que aparezcan de manifiesto en la misma resolución.
Procede únicamente en contra de las sentencias definitivas e interlocutorias, las que, como se
sabe, producen el desasimiento del tribunal una vez que han sido notificadas, lo que implica que éste no
podría modificarlas en manera alguna luego de dicha notificación.
Finalmente, conviene tener presente que el principio del desasimiento del tribunal, que
persigue obtener la certeza de las resoluciones judiciales, en materia de procedimiento penal no tiene la misma
fuerza que en materia de procedimiento civil, ya que es posible modificar o dejar sin efecto una resolución
interlocutoria por la vía del recurso de reposición, según acabamos de estudiar.
16.2.- Tramitación
De acuerdo con lo dispuesto en el Art.183 del CPC ,aplicable en la especie por mandato del
Art.52 del CPP, podrá el tribunal pronunciarse sobre ella sin más trámite o después de oír a la otra parte.
En caso que el tribunal desee rectificar de oficio la misma sentencia, podrá hacerlo siempre
que lo efectúe dentro de quinto día contado desde la primera notificación de ella y únicamente con respecto a
la corrección de errores de copia, de referencia o de cálculos numéricos que aparezcan de manifiesto en la
misma sentencia.
17.1.- Concepto
Sin embargo, este recurso de amparo no fue concebido con la amplitud de la Acción de
Amparo Constitucional, puesto que únicamente se instauró para los casos en que la privación de libertad de
una persona no fuera dispuesta por una resolución judicial.
El Art. 95 del CPP, que lo estableció, expresamente señala al respecto: “Con todo, si la
privación de libertad hubiera sido ordenada por resolución judicial, su legalidad sólo podrá impugnarse por
los medios procesales que correspondan ante el tribunal que la hubiera dictado”.
El objetivo de este recurso se consigna en el inciso primero de la citada disposición legal que
estatuye, “Toda persona privada de libertad tendrá derecho a ser conducida sin demora ante un juez de
garantía, con el objeto de que examine la legalidad de su privación de libertad y, en todo caso, para que
examine las condiciones en que se encontrare, constituyéndose, si fuere necesario, en el lugar en que ella
estuviere. El juez podrá ordenar la libertad del afectado o adoptar las medidas que fueren procedentes.”
De acuerdo con esta norma, este recurso tiene por objeto que el juez de garantía que
corresponda examine la legalidad de la privación de libertad de una persona que no haya sido detenida en
virtud de una resolución judicial, pudiendo disponer su libertad o adoptar las medidas que fueren
procedentes.
De acuerdo con lo que se ha expresado, este recurso no podría ser deducido en los casos en
que la persona detenida ya hubiere sido puesta materialmente a disposición de un juez de garantía, en razón
de que el objetivo principal perseguido ya se habría logrado, esto es, poner al detenido a disposición de un
tribunal, sin perjuicio de otras acciones que pudieren ejercerse para reclamar acerca de la ilegalidad de la
detención o de las condiciones indebidas en que pudiera haber sido detenida esa persona o de aquellas en que
se la mantuvo mientras permaneció privada de libertad.
Tampoco podría ser deducido para impedir que una persona pudiera ser detenida, ya que
claramente no tiene un carácter preventivo.
Este recurso debe ser presentado ante el juez de garantía que conociere del caso o aquel del
lugar en que la persona se encontrare detenida, tribunales que deberán conocer de este recurso en única
instancia.
El recurso puede ser presentado por el abogado del detenido, sus parientes o cualquier
persona en su nombre.
El juez de garantía requerido deberá resolver esta petición derechamente, sin citar a una
audiencia, atendida la naturaleza de dicha solicitud y la urgencia que reviste.
En el inciso final del Art. 95 CPP se dispone que si la privación de libertad hubiere sido
dispuesta por una resolución judicial no podrá utilizarse este recurso de amparo ante el juez de garantía sino
que los recursos procesales que procedan en contra de dicha resolución, pero que todo ello es sin perjuicio de
lo establecido en el Art. 21 de la Constitución Política de la República, esto es, de la Acción de Amparo
Constitucional o Habeas Corpus.
Como puede observarse, si bien no es posible emplear el recurso de amparo ante el juez de
garantía en los casos que hemos visto, sí es posible ejercer la acción de amparo constitucional.
En ocasiones, esta última acción será el único medio de que dispondrá el interesado, dadas
las limitaciones del recurso de amparo ante el juez de garantía, para obtener la libertad de una persona
detenida por orden judicial; para pedir que se guarden las formalidades legales de su detención, o si se
encontrare en libertad, para darle seguridad ante el temor de que sea privada de ella por una autoridad o
persona particular en forma ilegítima.
Hubo algunos autores que incluso se apresuraron a concluir que el recurso de amparo
constitucional no tenía aplicación.
No obstante, la mayoría de los autores sostuvo -y esta es la opinión que prevaleció- que la
citada acción de amparo constitucional seguía vigente y que para su aplicación debía atenderse a las reglas
elementales de tramitación que proporcionaba el mismo Art. 21 de la Constitución Política; las normas
pertinentes del Código Orgánico de tribunal y, en fin, las del Auto Acordado de la Corte Suprema de 19 de
Diciembre de 1932, en lo aplicable, puesto que si bien había sido dictado para la aplicación del recurso de
amparo establecido en la Constitución Política de 1925, sustancialmente esta acción de amparo era la misma
que la estatuida en la Constitución de 1980.
Por otra parte, debe señalarse que esta Acción de Amparo, no fue derogada en manera
alguna a raíz de la reforma Procesal Penal, para lo que habría sido necesario, por otra parte, la aprobación de
una reforma constitucional.
A lo anterior cabe agregar, como también dijimos, que el propio Art. 95 del CPP, que
estableció el recurso de Amparo ante el Juez de Garantía, lo instituyó “sin perjuicio de lo establecido en el
Art.21 de la Constitución Política de la República.”
De acuerdo con el citado Art. 21 de la actual Constitución el recurso de amparo puede ser
interpuesto:
a) En favor de toda persona que se encuentre arrestada, detenida o presa a la fecha en que
se deduce el recurso con infracción de lo dispuesto en la Constitución o en las leyes, para que sea puesta en
libertad, se reparen los defectos legales o se la ponga a disposición del juez competente. Añade dicha
norma que el juez procederá en todo breve y sumariamente, corrigiendo por sí mismo esos defectos o
dando cuenta a quien corresponda para que los corrija.
b) El mismo recurso, agrega, podrá ser deducido en favor de toda persona que ilegalmente
sufra cualquiera otra privación, perturbación o amenaza en su derecho a la libertad personal o seguridad
individual.
En este caso la citada norma constitucional prescribe que la respectiva magistratura adoptará
las medidas necesarias para restablecer el imperio del derecho y asegurar la debida protección del afectado.
Estas medidas son las indicadas anteriormente en lo que resulten aplicables.
Una lectura somera del Auto Acordado referido permite constatar que no todas sus
referencias calzan con el articulado actual de la Constitución Política de 1980 toda vez que fue dictado sobre la
base del recurso establecido en la Constitución de 1925. Por otra parte, no será posible tomar en cuenta, las
referencias que se hacen a las normas del Código de Procedimiento Penal por el motivo que ya hemos
expresado.
Cabe señalar que dicho Auto Acordado no consideró la situación del amparo preventivo, en
que una persona ve amenazado su derecho a la libertad personal, toda vez que este derecho sólo vino a ser
establecido en la Constitución de 1980.
El Auto Acordado de la Corte Suprema, con el objeto de que este recurso quede al alcance de
todos los habitantes de la República, expresa que puede ser ejercido no sólo por el interesado sino por
cualquiera persona a su nombre, capaz de parecer en juicio por sí, aunque no tenga para ello un mandato
especial.
De acuerdo con la norma constitucional, tantas veces citada, el objeto de este recurso es
obtener que los tribunales decreten:
a) la libertad de una persona que se hallare actualmente arrestada, detenida o presa con
infracción de lo prescrito en la Constitución y en la ley; y
b) las medidas pertinentes para que se guarden las formalidades legales, adoptando, de
inmediato, las providencias que se juzguen necesarias para restablecer el imperio del Derecho y para
asegurar la debida protección del afectado;
Para resolver estas materias el tribunal puede disponer “que el individuo sea traído a su
presencia y su decreto será precisamente obedecido por todos los encargados de las cárceles o lugares de detención”,
procediendo en todo, breve y sumariamente y corrigiendo por sí mismo esos defectos, o dando cuenta a quien
corresponda para que los corrija.
18.7.- Tramitación
Por su parte, el Auto Acordado de la Corte Suprema, referido, expresa que se puede hacer
uso, en todas las fases del recurso, de los medios más rápidos de comunicación y que el Secretario de la Corte
de Apelaciones respectiva deberá consignar el día y hora que llega a su oficina la solicitud o telegrama en que
se deduce el amparo y la pondrá en el acto en manos del Relator para que dé cuenta inmediatamente al
Tribunal y éste provea lo pertinente.
El tribunal requerido deberá pedir informe, igualmente, por la vía más rápida a la autoridad
o funcionario a quienes el recurrente atribuya, o aparezca del recurso, que tienen alguna responsabilidad o
actuación en la privación, perturbación o amenaza a la libertad personal y seguridad individual del amparado.
El Art. 69 del Código Orgánico de Tribunales prescribe que los recursos de amparo se
agregarán extraordinariamente a la tabla del mismo día o del día hábil siguiente al de su ingreso al tribunal, o
al día siguiente hábil en que se haya obtenido la respuesta del juez, funcionario o autoridad a quien se le
hubiere pedido informe.- La distribución de los recursos de amparo corresponderá al Presidente de la Corte, el
que deberá tener presente los casos en que proceda legalmente la radicación.
El mismo Auto Acordado expresa que si la demora de los Informes que pidiere la Corte
excediese de un límite razonable, deberá el tribunal adoptar las medidas que sean pertinentes para obtener su
inmediato despacho, y en último caso, prescindirá de ellos para el fallo del recurso.
Una cuestión importante que debe dilucidarse es si las normas generales sobre la vista de los
recursos en las Cortes, contempladas en el Código Procesal Penal, actual, particularmente las dadas en sus
artículos 356, 357, 358 y 361 - todas ellas introducidas por la Comisión de Constitución, Legislación, Justicia y
Reglamento del Senado al Proyecto presentado por el Ejecutivo - deben aplicarse o no a la tramitación y fallo
del amparo constitucional.
Se trata de una cuestión dudosa, ya que estas normas, si bien no fueron proporcionadas
específicamente para esta acción de amparo, sino que para los recursos de que trata el Libro Tercero de dicho
Código, tienen un indudable carácter general en materia procedimental penal.
Nos inclinamos a pensar que, a falta de reglas específicas dadas para la tramitación del
recurso de amparo, deberán utilizarse las proporcionadas por el Código Procesal Penal, en lo que resulten
aplicables, atendida la naturaleza del recurso.
18.8.- Sentencia
El recurso presentado debe terminar mediante una sentencia, ya sea para acogerlo, ya sea
para desecharlo.
En caso que sea acogido, la Corte deberá adoptar, en la misma sentencia, las medidas o
providencias que juzgue necesarias para restablecer el imperio del Derecho y asegurar la debida protección del
afectado. Entre ellas, se encuentra la de que se guarden las formalidades debidas y, si procediere, la libertad
del amparado.
Debe señalarse que, ante la ausencia de una reglamentación específica que indique el plazo
para deducir este recurso, y en cumplimiento de la regla remisoria del Art. 52 del C.P.P, nos parece que este
plazo deberá ser de cinco días hábiles.
19.1.- Concepto
Por tanto, el recurso de apelación es el que tiene por objeto obtener que un tribunal superior
modifique o revoque, con arreglo a derecho, la resolución de un tribunal inferior en la parte en que le causa
agravio o perjuicio al apelante.
El recurso de apelación, sin duda, constituye uno de los principales recursos procesales y, en
materia civil su ejercicio es de general aplicación, al contrario de lo que ocurre en materia procedimental penal
en que su empleo ha sido restringido por la ley.
Por la vía de la apelación, como se ha señalado, es posible revisar todas las cuestiones de
hecho y derecho comprendidas en el recurso; las facultades del tribunal revisor, son, pues, de carácter amplio.
En virtud de la apelación el tribunal de alzada puede confirmar la resolución apelada, puede modificarla y
aún, puede revocarla para sustituirla por una distinta.
Sin embargo, en materia PROCEDIMENTAL CIVIL esta revisión amplia, que implica un
juicio de valor acerca del acierto o desacierto de la resolución revisada, se lleva a cabo con el sólo mérito de los
antecedentes escritos que obran en autos, dando cumplimiento así a lo dispuesto en el Art. 160 del Código de
Procedimiento Civil, verdadera “regla de oro” en esta materia. De esta forma el tribunal de alzada, para
resolver el recurso, volverá a examinar las alegaciones, actas de todo tipo, documentos, resoluciones y demás
antecedentes reunidos; los mismos que motivaron la resolución impugnada.
Pero, como sabemos, este nuevo examen ni siquiera será personal, ya que los ministros que
forman la sala de la Corte que debe conocer y resolver la apelación, habitualmente tomarán conocimiento de
estos antecedentes a través de la cuenta que les hará un tercero: el Relator. De esta manera, no obstante que la
decisión del tribunal revisor es la que pondrá término al juicio, ella no se fundará en el conocimiento personal
y directo de los juzgadores sobre los antecedentes del recurso, sino que solamente en la cuenta o relación que
de ellos les hará un tercero acerca de su constancia escrita.
Sin embargo, los ministros que componen la sala que resolverá el recurso de apelación penal
tomarán un conocimiento más completo del asunto que en materia civil, ya que oirán, en la misma audiencia,
los argumentos de hecho y de derecho esgrimidos por el apelante, para pedir la modificación o revocación de
la resolución apelada, y los que exponga el apelado, para solicitar su confirmación.
Pero además, los abogados podrán formular aclaraciones respecto de los hechos o de los
argumentos vertidos en el debate por la parte contraria, sin perjuicio de que en cualquier momento, alguno de
los miembros del tribunal pueda hacer preguntas a dichos abogados respecto a lo afirmado por ellos o por su
contra parte, o pedirles que profundicen su argumentación o la refieran a algún aspecto específico de la
cuestión debatida.
La circunstancia de que el Art. 361 del CPP otorgue el carácter de supletorias para la
tramitación, conocimiento y decisión de los recursos a las reglas del Título III del Libro Segundo del Código
Procesal Penal, que tratan del juicio oral, no resulta suficiente para estos efectos por tratarse claramente de una
materia distinta.
La única solución, existente por ahora, especialmente con respecto al recurso de apelación,
es la que ha dado la Corte Suprema, consistente en aplicar, en subsidio de las reglas supletorias del Título III
del Código Procesal Penal, referidas, las reglas comunes a todo procedimiento contenidas en el Libro I del
Código de Procedimiento Civil, entre las cuales se encuentran precisamente las relativas al recurso de
apelación, haciendo uso de la norma remisoria del Art. 52 del CPP que textualmente expresa: “Serán
aplicables al procedimiento penal, en cuanto no se opusieren a lo estatuido en este Código (CPP) o en leyes
especiales, las normas comunes a todo procedimiento contempladas en el Libro I del Código de Procedimiento
Civil”.
Primero.- Las normas específicas dadas en los Arts. 364 a 371 del CPP, que tratan
particularmente del recurso de apelación en materia penal;
Segundo.- Las disposiciones generales sobre recursos penales, contenidas en el Título I del
Libro III del CPP, Arts. 352 a 361, por mandato del Art. 361 del CPP;
Tercero.- En forma supletoria, las reglas del Título III del Libro Segundo del Código Procesal
Penal, (que tratan del juicio oral) por mandato del mismo artículo 361; y
Sobre esta misma materia es importante tener presente las “Instrucciones sobre el Recurso de
Apelación”, dadas por la Corte Suprema mediante Acuerdo de su tribunal pleno a los tribunales del país,
mediante Oficio Nº 003264, de 17 de Enero de 2001, en el que precisamente se adopta el mismo predicamento
que hemos indicado con respecto al orden en que deben aplicarse todas las disposiciones relativas al recurso
de apelación en materia procedimental penal.
Estas reglas se refieren además a las características del plazo para apelar; a las formalidades
del escrito de apelación; a los antecedentes que se deben remitir al tribunal de alzada; a la obligación de los
Intervinientes de comparecer a dicho tribunal a proseguir el recurso; al pronunciamiento acerca de la
En materia procedimental penal, como hemos expresado, la procedencia legal del recurso de
apelación se ha restringido severamente en aras de la celeridad de esta clase de procedimiento, por lo que el
recurso referido ha dejado de ser de aplicación general para las resoluciones que sí lo hacen procedente en
materia civil.
En efecto, el Art.370 el CPP dispone: “Las resoluciones dictadas por el juez de garantía serán
apelables en los siguientes casos:
Por otra parte, el Art. 364 CPP prescribe que “Serán inapelables las resoluciones dictadas por un
tribunal de juicio oral en lo penal.”
Conforme a lo señalado por dichas normas el recurso de apelación sólo resulta procedente en
contra de ciertas resoluciones pronunciadas por el juez de garantía; nunca en contra de las adoptadas por el
tribunal penal oral.
Como veremos, en contra de la sentencia pronunciada por el tribunal penal oral procede el
recurso de Nulidad, semejante al recurso de casación, pero en el cual no se hace distinción entre forma y fondo
y del que conoce, en ocasiones, la Corte Suprema y en otras la Corte de Apelaciones respectiva, dependiendo
de la causal invocada.
En verdad, si debiera repetirse el juicio oral para dar cumplimiento al principio fundamental
de la apelación en orden a que el tribunal revisor debe examinar los mismos antecedentes tomados en cuenta
por el tribunal inferior y nada más que ellos, se obtendría como resultado un juicio oral similar, pero diferente.
En rigor, no podría hablarse de la apelación de una sentencia definitiva; sino que una
decisión adoptada en otro juicio distinto.
Por otra parte, si la revisión que implica la apelación pudiera realizarse únicamente en base a
los registros del juicio oral, por más que fueran completos, ello implicaría desnaturalizar todo el sistema
ideado por el legislador con respecto al principio de la inmediación de los jueces y al método de la oralidad.
Sin embargo, la supresión del recurso de apelación en contra de las decisiones del tribunal de
juicio oral en lo penal fue objeto de controversia, la que se mantuvo en el seno de las Comisiones del Congreso.
La Comisión referida, no obstante, no compartió este punto de vista por considerar que “ni
de la Constitución Política ni de los tratados internacionales se desprende la obligatoriedad para el legislador
de establecer el recurso de apelación en materia penal”. Se agregó que con la existencia del recurso de casación,
hoy día nulidad, se cumple debidamente la exigencia señalada, toda vez que lo que se requiere es que pueda
revisarse lo resuelto mediante un recurso.
En cuanto a la restricción del recurso de apelación en contra de las resoluciones del juez de
garantía y sin perjuicio de que se pretenda obtener con ello la celeridad del procedimiento, debe tenerse en
consideración que la mayoría de las resoluciones de dichos jueces se adoptan al final de las audiencias orales
públicas, en las que participan todos los Intervinientes, oportunidad en que éstos formulan sus alegaciones y
hacen valer sus puntos de vista, todo lo que el juez podrá tomar en cuenta al resolver.
a) De acuerdo con lo prescrito por el Art. 115 del CPP, es apelable la resolución que
declara inadmisible la querella, pero sin que en la tramitación del recurso pueda disponerse la suspensión
del procedimiento.
b) Conforme a lo dispuesto por el Art. 120 del C.P.P., es apelable la resolución que
declarare el abandono de la querella, sin que, asimismo, pueda disponerse la suspensión del procedimiento
durante la tramitación del recurso.
c) En virtud del Art. 132 bis del CPP, introducido por la ley Nº 20.253, de 14 de Marzo de
2008, es apelable la resolución que declara la ilegalidad de la detención tratándose de los delitos
establecidos en los Arts.141, 142, 361, 362, 365 bis, 390, 391, 433 y 440 del Código Penal y los de la ley Nº
20.000 que tengan señalada pena de crimen. En los demás casos no será apelable.
La resolución que declare la ilegalidad de la detención será apelable por el fiscal o el abogado
asistente del fiscal, en el sólo efectivo devolutivo.
d) El Art. 149 del C.P.C. dispone que la resolución que ordenare, mantuviere, negare lugar,
o revocare la prisión preventiva, será apelable cuando hubiere sido dictada en una audiencia.
Pensamos que esta norma, de dudosa justificación en cuanto hace inapelable las resoluciones
que se pronuncien sobre la prisión preventiva adoptadas fuera de audiencia, obligará a la defensa de los
imputados a ejercer el recurso de amparo constitucional contemplado en el Art. 21 de la Constitución Política
por más que se ejerza en contra de una resolución judicial, dado que se trata de la libertad personal del
imputado.
e) El inciso final del Art. 155 del CPP, estatuye que la procedencia, duración, impugnación
y ejecución de las medidas cautelares personales establecidas en el Art. 155 del CPP deben regirse por las
Atendido lo anterior, estimamos que resulta procedente el recurso de apelación con respecto
a las resoluciones adoptadas por el juez de garantía en estas materias, en los mismos términos que en la prisión
preventiva.
f) En virtud de lo prevenido por el Art. 158 del CPP son apelables las resoluciones que
negaren o dieren lugar a las medidas cautelares reales contenidas en el Título VI del Libro Primero.
g) El Art. 237 CPP dispone que es apelable la resolución que se pronunciare acerca de la
suspensión condicional del procedimiento, por el imputado, por la víctima, por el Ministerio Público y por
el querellante.
h) El Art. 239 CPP previene que es apelable la resolución del juez de garantía que revocare
la suspensión condicional del procedimiento, ya concedida.
i) El Art. 247 del CPP prescribe que es apelable la resolución del juez de garantía que
decreta el sobreseimiento definitivo de la causa por no haber comparecido el fiscal a la audiencia
convocada o si luego que el juez le otorgue un plazo máximo de dos días para que éste pronuncie sobre el
cierre, no lo hiciere o se negare a declarar cerrada la investigación. Asimismo, y aun cuando no se señalare
expresamente, por aplicación del art. 253 CPP (apelación de sobreseimientos) o por aplicación de las reglas
generales del art. 370 (por tratarse de una resolución que pone término al procedimiento), también es
apelable la resolución que declarare el sobreseimiento definitivo por no acusar dentro del plazo establecido
en la norma (legal de 10 días + el judicial por un máximo 2 días)
j) El Art. 253 del CPP, dispone que es apelable la resolución que decreta el sobreseimiento.
k) El Art. 258 del CPP, estatuye que la resolución del juez de garantía que negare lugar a
una de las solicitudes que el querellante formulare en conformidad al mismo artículo, relativo al
forzamiento de la acusación, será inapelable, sin perjuicio de los recursos que procedieren en contra de
aquella que pusiere término al procedimiento.
l) El Art. 271 CPP dispone que es apelable la resolución del juez de garantía que recayere
sobre las excepciones de incompetencia, litis pendencia y falta de autorización para proceder
criminalmente, todas las que deberán adoptarse en la audiencia de preparación del juicio oral.
m) en conformidad con lo prevenido por el Art. 277 del CPP es apelable el auto de
apertura del juicio oral cuando el recurso lo interpusiere el ministerio público por exclusión de alguna de
las pruebas ofrecidas por él.
n) De acuerdo con lo dispuesto en el Art. 406 del CPP, es apelable la sentencia definitiva
que dicte el juez de garantía en el procedimiento abreviado, recurso que deberá concederse también en
ambos efectos.
Es necesario puntualizar que en un juzgado de garantía pueden funcionar uno, dos o más
jueces de garantía, cada uno de los cuales es un tribunal unipersonal, separado e independiente de los demás.
Sin embargo, como el juzgado de garantía tiene una sola secretaría administrativa, común a todos los jueces, el
escrito de apelación deberá ser presentado precisamente en esa secretaría y, por supuesto, deberá contener la
debida especificación de la causa con respecto al juez de garantía cuya resolución se impugna, el RUN, Rol
Único Nacional y el RIT, Rol Interno del Tribunal.
El Art. 365 del CPP, prescribe que: “El recurso de apelación deberá entablarse ante el mismo juez
que hubiere dictado la resolución y éste lo concederá o denegará.”
El Art. 366 CPP, señala “El recurso de apelación deberá entablarse dentro de los cinco días siguientes
a la notificación de la resolución impugnada.”
Como se trata además de un plazo de días rige la regla del Art. 14 del CPP que dispone que
todos los días y horas serán hábiles para las actuaciones del procedimiento, pero si un plazo venciere en día
feriado, se considerará ampliado hasta las veinticuatro horas del día siguiente que no fuere feriado.
c) Adhesión a la apelación.
De acuerdo con lo prescrito en el Art. 367 del CPP, el recurso debe ser interpuesto por escrito,
con indicación de sus fundamentos y de las peticiones concretas que se formulen.
La exigencia der ser presentado por escrito excluye la posibilidad de interponer el recurso de
apelación en las audiencias orales.
No obstante lo anterior, debe observarse que el Art. 149 del C.P.P., luego de las
modificaciones introducidas por la ley Nº 20.253 de 14 de Marzo de 2008, por excepción, permite la deducción
del recurso de apelación dentro de la audiencia en que el juez de garantía negare o revocare la prisión
preventiva del imputado, dado que prescribe que “El recurso de apelación contra esta resolución deberá
interponerse en la misma audiencia...”
Es preciso señalar que tanto el recurrente como el recurrido deberán referirse a las materias
comprendidas en el recurso, oralmente, cuando les corresponda alegar en la audiencia pública que la Corte de
El Art. 365 CPP, transcrito, refiriéndose al juez de garantía cuya resolución se apela se limita
a señalar, “y éste lo concederá o denegará”.
Nada dijo acerca de la admisibilidad del recurso o en qué casos éste podía ser acogido o
denegado.
Estimamos que, siguiendo las reglas generales del recurso de apelación en materia
procedimental civil -a cuya aplicabilidad ya nos hemos referido- corresponderá al juez de garantía, cuya
resolución se impugna, pronunciarse primeramente acerca de si concede o no el recurso interpuesto.
Para resolver su procedencia examinará los mismos requisitos que en materia civil:
De acuerdo con lo dispuesto en el Art. 368 del CPP, la apelación se concederá en el solo
efecto devolutivo, a menos que la ley señalare expresamente lo contrario.
Lo anterior significa que la resolución apelada puede cumplirse no obstante la concesión del
recurso.
Esta regla guarda relación con la celeridad del procedimiento penal, propósito que podría
verse frustrado con la concesión del recurso en ambos efectos: suspensivo y devolutivo.
Sin embargo, una ley reciente, la Nº 20.253 de 14 de Marzo de 2008, ya mencionada, vino a
modificar esta situación en materia de prisión preventiva, puesto que el inciso segundo de la citada norma
Como puede observarse, en los casos indicados, el imputado contra quien se ha solicitado la
prisión preventiva por el fiscal o el querellante, no podrá ser puesto en libertad, sea que el juez de garantía
deniegue esta medida cautelar personal o bien, cuando habiéndola concedido con anterioridad, la revoque a
petición de la defensa de dicho imputado, hasta que no se encuentre ejecutoriada dicha resolución, o sea, hasta
que la Corte de Apelaciones no resuelva el recurso, lo que, en la práctica, importa establecer el efecto
suspensivo.
El recurso de apelación en contra de esta resolución que niega lugar a la prisión preventiva
del imputado o revoca esta medida cautelar -lo que trae aparejada su libertad- deberá ejercerse por el fiscal o
el querellante en la misma audiencia en que el juez de garantía adopte dicha decisión, gozará de preferencia
para su vista y fallo y será agregado extraordinariamente a la tabla el mismo día de su ingreso al tribunal de
alzada o, a más tardar, a la del día hábil siguiente. Cada Corte de Apelaciones deberá establecer una sala de
turno para conocer de estas apelaciones en días feriados.
El Art. 371 del CPP dispone que una vez concedido el recurso, el juez remitirá al tribunal de
alzada copia fiel de la resolución y de todos los antecedentes que fueren pertinentes para un acabado
pronunciamiento del recurso.
Sobre este particular es útil tener presente las instrucciones impartidas por la Corte Suprema
por acuerdo de su tribunal pleno, a los tribunales del país, mediante Oficio Nº 3264 de 17 de Enero de 2001, al
que ya nos hemos referido.
En dichas Instrucciones se dispone que entre los antecedentes que debe remitir el juez de
garantía a la Corte de Apelaciones respectiva, debe incluirse una certificación acerca de quiénes son los
Intervinientes, debidamente individualizados, sus abogados y apoderados, o si carecen de ellos.
Sobre este particular es útil tener presente que el Art. 41 del CPP dispone que “Las audiencias
ante los jueces con competencia en materia penal se registrarán en forma íntegra por cualquier medio que asegure su
fidelidad, tal como audio digital, video u otro soporte tecnológico equivalente”
De acuerdo con las INSTRUCCIONES impartidas por la Corte Suprema a los tribunales del
país, ya referidas -las que deben aplicarse ante el silencio del Código de Procedimiento Penal sobre esta
materia- una vez que se reciba en la Secretaría de la Corte de Apelaciones respectiva el recurso de apelación
interpuesto y los antecedentes pertinentes, el Secretario deberá certificar la fecha de su recepción y dispondrá
que se ingresen en el rol del tribunal de alzada.
Luego, deberá entregar estos antecedentes al Presidente de la Corte el que, sin esperar la
comparecencia del recurrente, citará a los Intervinientes a una audiencia posterior al quinto día hábil siguiente
al ingreso de los antecedentes para la vista del recurso, a menos que se trate de la apelación relativa a la prisión
preventiva del imputado o de otra medida cautelar personal decretada en su contra, caso en el cual los
antecedentes respectivos serán agregados extraordinariamente a la tabla del día siguiente hábil al de su
ingreso al tribunal, o el mismo día en casos urgentes, de acuerdo con lo dispuesto en el Nº 1º del Art. 69 del
Código Orgánico de Tribunales.
Como puede observarse, en esta parte, las citadas instrucciones alteran el sistema existente
para las apelaciones en materia civil, ya que el Presidente de la Corte deberá fijar una audiencia determinada
para la vista del recurso, la que tendrá el carácter de pública, conforme a lo prescrito por el Art. 358 del C.P.P.,
distribuyendo para este efecto las apelaciones entre las salas de que se componga la Corte.
Pues bien, lo que dispone el Art. 358 del CPP es que “La falta de comparecencia de uno o más
recurrentes a la audiencia dará lugar a que se declare el abandono del recurso respecto de los ausentes. La incomparecencia
de uno o más de los recurridos permitirá proceder en su contra”.
Dos sanciones de igual naturaleza para las partes por su falta de comparecencia al tribunal
de alzada, en dos oportunidades diferentes pero cercanas, parece exagerado.
Cabe hacer notar que el Proyecto del actual Código Procesal Penal, remitido por el Ejecutivo
al Congreso Nacional, disponía en el Art. 395 que las apelaciones y el recurso de casación -antecedente del
recurso de nulidad actual- deberían ser vistos por los tribunales sin esperar la comparecencia de las partes. En
consecuencia, agregaba, no tendría aplicación, en los recursos de apelación y casación en materia penal, lo
dispuesto en el Art. 200 del Código de Procedimiento Civil.
Con el mérito de todo lo expresado, estimamos que el espíritu del legislador fue sancionar la
falta de comparecencia de las partes a la audiencia pública en que debe verse el recurso y no por una supuesta
obligación de hacerse parte ante el tribunal de alzada en el plazo establecido en el Art. 200 del Código de
Procedimiento Civil.
c) Orden de no innovar
Esta orden de no innovar fue instituida en consonancia con el efecto suspensivo establecido
para las apelaciones deducidas en contra de la resolución del juez de garantía que niega o revoca la prisión
preventiva, ya estudiado anteriormente, y tiene por objeto completar las hipótesis en que el imputado podría
gozar de libertad tan pronto le sea notificada una resolución del juez de garantía que lo permite, esto es, antes
de que dicha resolución sea revisada por la Corte de Apelaciones por la vía del recurso de apelación.
Curiosamente, la ley no señaló el organismo de la Corte que debería practicar este examen, lo
que, como es obvio, planteó de inmediato el problema de su determinación.
Sabemos que, conforme a las normas del Código Orgánico de Tribunales, este examen lo
practica la sala tramitadora o sala de cuenta, cuando hay más de una.
La Corte Suprema, en las instrucciones ya mencionadas, cambió esta regla, disponiendo que
el examen de admisibilidad debería efectuarlo la misma sala que hubiera sido sorteada para conocer de la vista
de la causa, agregando que el conocimiento de los antecedentes del recurso debería tomarlo de la cuenta que
les hiciera un Relator, con anterioridad inmediata a la vista.
Como hemos dicho, en esta materia las Instrucciones referidas se apartan manifiestamente de
las disposiciones de los Códigos de Procedimiento Civil y Penal, por cuanto encomiendan el examen de
admisibilidad a la propia sala que debe conocer el recurso en lugar de la sala tramitadora y porque reponen la
relación, suprimida expresamente por el Código Procesal Penal, aunque solo se trate de una cuenta relativa a
la admisibilidad de la apelación.
Como señalamos, esta audiencia deberá haberse fijado previamente, con toda precisión, por
el Presidente de la Corte, designando por sorteo, la sala a la que deberá corresponderle su conocimiento.
De acuerdo con lo dispuesto por el Art. 358 del CPP, la audiencia deberá comenzar con el
anuncio, tras lo cual, sin mediar relación, el Presidente de la sala deberá otorgar la palabra a el o los
recurrentes “para que expongan los fundamentos del recurso, así como las peticiones concretas que formularen.”
Dicha norma agrega que luego se permitirá intervenir a los recurridos y que, finalmente, “se
volverá a ofrecer la palabra a todas las partes con el fin de que formulen aclaraciones respecto de los hechos o de los
argumentos vertidos en el debate.”
Añade la norma referida que “En cualquier momento del debate, cualquier miembro del tribunal
podrá formular preguntas a los representantes de las partes o pedirles que profundicen su argumentación o la refieran a
algún aspecto específico de la cuestión debatida.”
Como puede advertirse, el precepto parcialmente transcrito sustituye la relación del relator
por los fundamentos de hecho y de derecho que deben formular los abogados de las partes en sus alegatos
verbales, suponiendo que por este medio, además de las preguntas que deseen formularles, quedarán
debidamente instruidos de los antecedentes para resolver el recurso propuesto.
Por último el inciso final del citado Art.358 CPP dispone que “Concluido el debate, el tribunal
pronunciará sentencia de inmediato o, si no fuere posible, en un día y hora que dará a conocer a los intervinientes en la
misma audiencia. La sentencia será redactada por el miembro del tribunal colegiado que éste designare y el voto disidente o
la prevención, por su autor.”
Conviene recordar todo lo que dijimos anteriormente acerca de la competencia específica del
tribunal de alzada y lo prescrito por el Art. 360 del CPP sobre el particular.
20.1.- Concepto
Al igual que en materia procedimental civil es el recurso que tiene por objeto obtener del
tribunal superior que conceda un recurso de apelación denegado por el tribunal inferior; que deniegue una
apelación concedida por aquél; o que la apelación otorgada lo sea en el solo efecto devolutivo o en ambos
efectos.
Atendiendo a su objeto, el recurso de hecho no es otra cosa que una revisión jurídica, por
parte del tribunal superior, de la resolución del juez de primera instancia que provee un escrito de apelación,
teniendo presente que dicho juez pudo haberse equivocado al adoptar dicha resolución.
De acuerdo con el Art. 369 del CPP, el recurso de hecho procede en las cuatro hipótesis
siguientes:
El Art. 369 del CPP, siguiendo el esquema del Código de Procedimiento Civil, establece que
el recurrente de hecho deberá interponer su recurso directamente ante el tribunal superior -que es el que debe
conocer del recurso de apelación- para que éste resuelva si debe o no concederse la apelación y, en caso
afirmativo, cuáles deben ser sus efectos.
El citado Art. 369 estatuye que este plazo será de tres días.
Sin embargo dicha norma no cuidó de precisar la fecha precisa desde la cual debe contarse
este plazo.
Esta solución, por lo demás, permite interponer el recurso de hecho dentro de plazo,
cualquiera que sea el fundamento de su procedencia.
Aun cuando el citado Art. 369 CPP no lo dice expresamente, no cabe dudas, por su contexto,
que el recurso de hecho debe presentarse, por escrito, ante el tribunal que debe conocer de la apelación y que
dicho escrito deberá contener una breve reseña de los fundamentos del recurso y, desde luego, la petición
concreta que se efectúa.
20.6.-Tramitación
Presentado el recurso de hecho, “el tribunal de alzada solicitará, cuando correspondiere, los
antecedentes señalados en el Art. 371 y luego fallará en cuenta. Si acogiere el recurso por haberse denegado la apelación,
retendrá tales antecedentes o los recabará, si no los hubiese pedido, para pronunciarse sobre la apelación.”
Como puede observarse, la tramitación para ambas clases de recurso de hecho, verdadero o
falso, es la misma.
Cabe observar que la norma transcrita no se refirió a la petición de informe del juez
recurrido, exigida por el Código de Procedimiento Civil para el denominado verdadero recurso de hecho. Ante
la ausencia de tal exigencia, estimamos que dicho informe no resulta procedente en este caso.
La ley se limitó a decir que este recurso debe fallarse en cuenta, lo que equivale a expresar
que debe fallarse con la sola cuenta del Relator, agregando que si se acogiere el recurso de hecho por haberse
denegado la apelación, retendrá tales antecedentes o los recabará, si no los hubiese pedido, para pronunciarse
sobre el recurso de apelación.
c) Si acogiere el recurso de hecho ejercido para que se conceda una apelación en un efecto
distinto al otorgado, revocará la resolución del juez de garantía, en lo apelado, estableciendo el efecto que
legalmente corresponda, lo que comunicará a dicho juez para que continúe o no el procedimiento o la
ejecución del fallo, según corresponda.
Contenía, en cambio, un recurso de CASACIÓN en sus Arts. 428 a 445, que no hacía
distinción entre casación de forma y de fondo y que había sido concebido como un recurso desformalizado y
con causales amplias y abiertas para facilitar su interposición, esto último, tomando en cuenta que no se había
consultado el recurso de apelación en contra de las resoluciones del tribunal de juicio oral en lo penal. Su
conocimiento y fallo se entregaba en ocasiones a la Corte Suprema y en otras a la Corte de Apelaciones
respectiva.
En cuanto a la forma y plazo para ejercerlo, se disponía que debía ejercerse por escrito dentro
de los quince días siguientes a la notificación de la sentencia impugnada.
Debía ser conocido y fallado en audiencia oral. Si fuera acogido, debía disponerse la nulidad
de la sentencia y la realización de un nuevo juicio oral por el tribunal que correspondiera.
Como fruto de este estudio, se llegó a la conclusión que era menester refundir el recurso de
casación contenido en el Proyecto primitivo y el extraordinario referido recién en uno solo, que fue
denominado recurso de nulidad, privilegiándose la competencia de las Cortes de Apelaciones para su
conocimiento y fallo.
Desde luego, en el recurso de nulidad se precisan de mejor forma las causales que pueden
invocarse, incluyendo, además de los derechos y garantías asegurados por la Constitución Política de la
República, los cautelados por los Tratados Internacionales ratificados por Chile que se encontraren vigentes y
se determinan, también, con mayor precisión, qué recursos deben elevarse a la Corte Suprema y cuáles a las
Cortes de Apelaciones, privilegiando, como se ha dicho, la competencia de estas últimas.
21.2.- Concepto
De acuerdo con lo dispuesto en el Art.372 del CPP, el recurso de nulidad es el que se concede
para invalidar el juicio oral y la sentencia definitiva, o solamente esta última, cuando en cualquiera etapa del
procedimiento o en el pronunciamiento de la sentencia, se hubieren infringido sustancialmente los derechos o
garantías asegurados por la Constitución Política de la República o por los tratados internacionales ratificados
por Chile que se encontraren vigentes; o cuando se hubiere hecho una errónea aplicación del derecho que
El legislador dejó claramente establecido que el recurso de nulidad es el medio para anular o
invalidar: el juicio oral y las sentencias dictadas al final de dicho juicio por el tribunal oral en lo penal, o
solamente estas últimas, cumpliendo de esta manera el mismo objetivo que el recurso de casación en materia
civil. Empero, en materia procedimental penal el recurso de nulidad adquiere una mayor importancia debido a
la inexistencia del recurso de apelación, lo que virtualmente lo convierte en el cauce obligado para canalizar
los agravios de los intervinientes.
Conviene señalar que el recurso de nulidad, como todo recurso, se ejerce en contra de
resoluciones judiciales, en este caso, SENTENCIAS DEFINITIVAS, por haber incurrido éstas en infracciones a
las normas constitucionales, a las contenidas en los tratados internacionales ratificados por Chile y
actualmente vigentes o en contra de las demás disposiciones legales, siempre que estas infracciones hayan
influido en lo dispositivo de las sentencias. Pero, también se ejerce en contra de las mismas resoluciones
cuando se han pronunciado en un procedimiento que adolece de vicios u omisiones que, igualmente, debido a
su magnitud y gravedad, han influido sustancialmente en lo dispositivo de las sentencias.
Conviene precisar, finalmente, que el recurso de nulidad sólo procede en contra de las
sentencias definitivas; no puede ejercerse en contra de las sentencias interlocutorias, autos ni decretos.
Como la ley no dio ninguna regla especial para la interposición, tramitación y fallo del
recurso de nulidad en estas dos últimas clases de procedimiento, se concluye que deberán aplicarse, en
general, las normas que sobre este particular se contienen en los Arts. 372 a 387 del CPP.
Recordemos, por último, que la SENTENCIA DEFINITIVA dictada por el juez de garantía
en el procedimiento abreviado sólo puede ser impugnada, conforme a lo previsto en el Art.414 del CPP, por el
recurso de apelación, el que, en este caso, debe concederse en ambos efectos.
El Art. 373 del CPP, que se refiere a las causales genéricas del recurso de nulidad, dispone
que este recurso procederá cuando en el PROCEDIMIENTO o en el PRONUNCIAMIENTO DE LA
SENTENCIA se hubieren infringido sustancialmente derechos o garantías asegurados por la Constitución
Política de la República o por los Tratados internacionales ratificados por Chile, que se encuentren vigentes.
Esta finalidad se encuentra instituida en el mismo artículo 373, referido, el cual dispone que
podrá ejercerse el recurso de nulidad cuando en la dictación de la sentencia se hubiere hecho una errónea
aplicación del derecho que hubiere influido sustancialmente en lo dispositivo del fallo. Ella consiste en
observar un criterio uniforme en la aplicación del Derecho, en general, aparte de la uniformidad en la
aplicación de las normas constitucionales y de las contenidas en los tratados internacionales, exigidas por el Nº
1 del Art. 373, en términos de producir una igualdad entre las partes, favoreciendo, además, una
jurisprudencia igualitaria de los tribunales.
Cabe señalar que, no obstante que en materia civil esta finalidad es propia del recurso de
casación en el fondo, el inciso segundo del Art. 376 del Código Procesal Penal ha entregado su conocimiento a
las Cortes de Apelaciones, alterando el sistema anteriormente vigente.
Las causales del recurso de nulidad, llamadas por el legislador, motivos absolutos de
nulidad, están instituidas en el Art. 374 del CPP y han sido objeto de un tratamiento especial como veremos en
el párrafo correspondiente.
De la simple lectura de estas causales de nulidad aparece una clara correspondencia con
algunas de las causales específicas del recurso de casación en la forma en materia civil, cumpliéndose de esta
manera el doble objetivo que tenía el antiguo recurso de casación penal.
La circunstancia de que no exista un recurso de apelación para revisar las resoluciones del
tribunal de juicio oral en lo penal, incompatible, como se ha dicho, con el nuevo sistema de enjuiciamiento
criminal, debiera convertir al recurso de nulidad en el recurso ordinario para impugnarla.
De lo expresado se sigue que el juicio oral es conocido y fallado en única instancia por el
tribunal penal oral, sin perjuicio de que pueda ser invalidado.
Este recurso implica dar una salida legítima a la situación que pudiera producirse por la falta
de un recurso de apelación frente a la existencia de un procedimiento visiblemente viciado, o de una decisión
manifiestamente injusta.
Como se sabe, en materia civil, la casación de fondo está reservada a la Corte Suprema de
Justicia, quien conoce de ella en forma exclusiva. Esta casación se funda en la infracción de ley cuando ha
influido sustancialmente en lo dispositivo del fallo.
En el nuevo sistema procedimental penal, en cambio, conocen del recurso, tanto la Corte
Suprema como las Cortes de Apelaciones, sin tomar mayormente en cuenta si la causal invocada se refiere a la
forma o al fondo.
Como hemos expresado, el Art. 373 del CPP estableció causales genéricas al tratar de los
objetivos del recurso.
Además debe señalarse que el recurso incorpora, en forma expresa, la infracción de las
normas relativas a los derechos y garantías establecidos no sólo por la Constitución Política de la República
sino que por los Tratados Internacionales ratificados por Chile y que se hallaren vigentes, cuestión esta última
que resulta posible al amparo del Art. 5 de Constitución.
Cabe destacar que, entre los derechos y garantías amparados por el recurso de nulidad, se
encuentra el racional y justo procedimiento que, a su vez, comprende otras garantías, como la igualdad ante la
ley, la existencia de un tribunal imparcial y pre establecido, y la defensa jurídica.
El Art. 160 del mismo Código añade que “Se presumirá de derecho la existencia del perjuicio si la
infracción hubiere impedido el pleno ejercicio de las garantías y de los derechos reconocidos en la Constitución, o en las
demás leyes de la República.”
Debemos tener presente que la demostración del perjuicio no será necesaria cuando el
recurso de nulidad se funde en algunos de los motivos absolutos de nulidad, dado que el Art. 374 señala
expresamente que “El juicio y la sentencia serán siempre anulados....”, lo que implica, en nuestro concepto, que
el legislador ha presumido en estos casos la existencia de un perjuicio. A este respecto cabe señalar que es tal
la importancia que se concede a estas causales que el legislador, como una rara excepción, permite que la
Corte, de oficio, acoja un recurso de nulidad deducido por el imputado, por una causal distinta de la invocada
por aquél, siempre que se trate de un motivo absoluto de nulidad. Así lo dispone expresamente el inciso
segundo del Art. 379 del CPP.
e) Valoración de la prueba.
Se sostuvo que apreciar bien o mal la prueba no es un aspecto que esté sujeto al control del
tribunal superior por la vía de la nulidad, pero que “otra cosa es la revisión que éste puede hacer acerca de la
relación lógica entre la valoración de la prueba que los sentenciadores hacen y las conclusiones a que llegan en su fallo.”
Como ya hemos señalado, el recurso de nulidad, al igual que la casación civil, no da origen a
una segunda instancia, entendiendo por tal el grado de jurisdicción que permite una doble revisión de los
hechos y del derecho.
De tal manera, el juicio oral se conoce en única instancia. Lo propio acontece con el juicio
simplificado y con el de acción penal privada.
Como hemos dicho, siguiendo el criterio del Ejecutivo, se entregó el conocimiento del
recurso de nulidad a dos clases de tribunales diferentes: la Corte Suprema y las Cortes de Apelaciones,
dependiendo de la causal invocada.
Estudiaremos las causales de nulidad junto con indicar el tribunal que debe conocer de ellas.
El Art. 376 del CPP dispone que este tribunal será competente para conocer del recurso de
nulidad tendiente a invalidar el juicio oral y la sentencia: “Cuando en cualquiera etapa del procedimiento o en el
pronunciamiento de la sentencia, se hubieren infringido sustancialmente derechos y garantías asegurados por la
Constitución o por los tratados internacionales ratificados por Chile que se encuentren vigentes.”
Se trata, por cierto, de causales genéricas de la más alta trascendencia que miran a proteger
los principios y garantías establecidos en la Constitución Política o en los Tratados Internacionales referidos y
que por su naturaleza corresponden a todas las personas, especialmente el “racional y justo proceso”, como se
ha dicho.
Al resolver estas delicadas materias, la Corte Suprema deberá fijar la correcta interpretación,
no solo de las normas constitucionales, fijando su debida interpretación y aplicación, sino que además, estos
mismos extremos con respecto a las normas contenidas en los tratados internacionales, relativos a los derechos
y garantías de las personas, entre los que destacan la Convención Americana de Derechos Humanos, o Pacto
de San José de Costa Rica, y el Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos.
a.2) Cuando existen diferentes interpretaciones de un mismo precepto legal por parte de
los tribunales superiores.
El Art. 376 del CPP dispone que corresponderá a la Corte Suprema conocer además del
recurso de nulidad cuando se fundare en haber incurrido la sentencia en una errónea aplicación del derecho
que hubiere influido sustancialmente en lo dispositivo del fallo, en caso que respecto de la materia propuesta
existieren distintas interpretaciones por los tribunales superiores de justicia.
La Comisión respectiva del Senado dejó constancia que correspondía a la Corte Suprema
“fijar estándares jurídicos básicos”, función que, se dijo, no sólo es de control sino que de carácter normativo, de
la cual deberían emanar ciertos criterios que apuntaran a la uniforme aplicación del Derecho.
Sin embargo, debe tenerse presente, que si bien, es posible lograr por este medio un mayor
grado de certeza, necesario para dar seguridad y estabilidad a las relaciones jurídicas y a la manera de
entender el sentido y alcance de las normas legales, no debe olvidarse que no forma parte de la tradición ni de
la cultura jurídica chilena, el denominado “precedente” obligatorio, propio del sistema anglo americano, el que
pugnaría con todo el sistema positivo nacional y con la independencia de que gozan legalmente los tribunales
para interpretar la ley y el derecho al resolver una contienda o controversia sometida a su conocimiento.
a.3) Cuando, al menos, una de las varias causales en que se funda el recurso corresponde
legalmente a la Corte Suprema.
El mismo artículo 376 CPP prescribe que igualmente corresponderá a la Corte Suprema el
conocimiento del recurso de nulidad cuando se fundare en distintas causales y una de ellas deba ser de su
conocimiento, o cuando se tratare de distintos recursos de nulidad contra la misma sentencia y entre las
causales propuestas figure una que sea legalmente del conocimiento de dicho tribunal.
Al respecto el inciso final del citado Art. 376 previene: “Del mismo modo, si un recurso se
fundare en distintas causales y por aplicación de las reglas contempladas en los incisos precedentes correspondiere el
conocimiento de al menos una de ellas a la Corte Suprema, ésta se pronunciará sobre todas ellas. Lo mismo sucederá si se
dedujeren distintos recursos de nulidad contra la sentencia y entre las causales que los fundaren hubiere una respecto de
la cual correspondiere pronunciarse a la Corte Suprema.”
El inciso segundo del Art. 376 del C.P.P. dispone que la Corte de Apelaciones respectiva será
competente para conocer del recurso de nulidad:
- Cuando éste se fundare en haberse hecho una errónea aplicación del derecho en la
sentencia que hubiere influido sustancialmente en su parte dispositiva; y
- Cuando se fundare en cualquiera de las causales del Art. 374, que, como expresamos,
contemplan los motivos absolutos de nulidad.
b.1) Cuando el recurso se funde en una errónea aplicación del derecho con influencia
sustancial en lo dispositivo del fallo.
Por otra parte, conviene precisar que la letra b) del Art. 373 del C.P.P. se refiere a la errónea
aplicación del DERECHO, lo que significa que comprende no solo los preceptos legales, codificados o no, sino
que además los Decretos Leyes, los Decretos con Fuerza de Ley, y la costumbre en los casos en que según la ley
constituya derecho.
La razón de este profundo cambio de criterio radica en que se estimó por la Comisión de
Constitución, Legislación, Justicia y Reglamento del Senado, que debía darse más énfasis a la función de
gobierno judicial que compete a la Corte Suprema y, en este contexto contemplar la posibilidad que, al menos,
“en lo que concierne al conocimiento de los recursos penales ella quede más aliviada de su carga de trabajo, y
en condiciones de enfrentar de mejor manera los nuevos requerimientos derivados del aumento sustancial de
los tribunales que contempla la reforma”.
Cuando se estudió esta competencia en la citada Comisión, se relacionó esta materia con el
papel de la Corte Suprema. Al respecto, se sostuvo que guiados por el prestigio de ese alto tribunal, “el
constituyente y el legislador han ido entregando cada vez mayores atribuciones, tanto a ella como a los señores
ministros que la integran, cada una de las cuales puede haberse justificado plenamente en su momento, pero lo
cierto es que la acumulación de ellas parece haber excedido los límites que aconsejaría la eficiencia para el
buen cumplimiento de sus funciones esenciales.”
El Art. 374 del CPP, manteniendo el criterio adoptado por el recurso de casación contenido
en el Proyecto primitivo remitido al Congreso por el Poder Ejecutivo, estableció motivos absolutos de nulidad,
de tal manera que la existencia de uno de ellos deviene en que el juicio penal oral o la sentencia dictada en él,
deberán ser necesariamente anulados.
Incluso se concedió a las Cortes, como se ha dicho, la facultad para invalidar de oficio el
juicio penal oral o únicamente la sentencia cuando concurriera alguno de estos motivos, aunque no hubieran
sido invocados por el recurrente, pero siempre que el recurso se hubiere deducido en favor del imputado.
Conforme a lo dispuesto en el Art. 274 del CPP estos motivos absolutos de nulidad son los
siguientes:
La letra anterior, como puede apreciarse, contempla varias situaciones diferentes que miran a
la competencia del tribunal penal oral; a la inhabilitación de los jueces que lo componen por implicancia o
recusación; al número de jueces o de votos necesarios para formar sentencia, o, en fin, a la inasistencia de los
La incompetencia, que puede ser absoluta o relativa, se refiere al tribunal de juicio oral en lo
penal, esto es, a la del tribunal que ha pronunciado la sentencia que se impugna o bien, y siguiendo el mismo
criterio, al juez de garantía que ha dictado la sentencia definitiva en el procedimiento simplificado o en el de la
acción penal privada.
La inhabilitación se refiere, en forma personal, a los jueces que, integrando el tribunal penal,
pronunciaron la sentencia reclamada, no obstante la implicancia o recusación que los afectaba en los casos
indicados en la ley.
Por último, debe señalarse que el Art. 17 del COT se encarga de señalar el número de jueces
que constituyen el tribunal de juicio oral en lo penal; el número de salas de que compone el tribunal
respectivo; la forma de integración de los jueces entre las distintas salas; y la distribución de las causas entre
ellas.
Por su parte, el Art.19 del mismo Código, luego de indicar la forma como deben adoptarse
las decisiones en este tribunal colegiado, prescribe que “Sólo podrán concurrir a las decisiones del tribunal los jueces
que hubieren asistido a la totalidad de la audiencia del juicio oral”.
La decisión deberá ser adoptada por la mayoría de los miembros de la sala.”
2º.) “Cuando la audiencia del juicio oral hubiere tenido lugar en ausencia de alguna de las
personas cuya presencia continuada exigen, bajo sanción de nulidad, los Arts. 284 y 286";
Sobre este respecto, el Art. 284 del CPP dispone que “La audiencia del juicio oral se realizará con
la presencia ininterrumpida de los jueces que integraren el tribunal y del fiscal, sin perjuicio de lo dispuesto en el artículo
258. “. Dicha norma agrega que “Cualquier infracción de lo dispuesto en este artículo implicará la nulidad del juicio
oral y de la sentencia que se dictare en él.”
Por su parte, el Art. 286 del CPP dispone que “La presencia del defensor del acusado durante toda
la audiencia del juicio oral será requisito de validez del mismo, de acuerdo con lo previsto en el artículo 103.
La no comparecencia del defensor a la audiencia constituirá abandono de la defensa y obligará al
tribunal a la designación de un defensor penal público de acuerdo con lo dispuesto en el artículo 106.”
3º.) “Cuando al defensor se le hubiere impedido ejercer las facultades que la ley le
otorga”;
Esta causal no se refiere a la presencia ininterrumpida del defensor en las audiencias que se
han referido en la letra anterior, sino que a las trabas o impedimentos que se le hayan opuesto para ejercer su
labor en defensa de los derechos del imputado. Por ejemplo, ella existiría si le hubiera privado del derecho a
contra interrogar a los testigos de cargo presentados por el Ministerio Público.
4º.) “Cuando en el juicio oral hubiesen sido violadas las disposiciones establecidas por la
ley sobre publicidad y continuidad del juicio;
El Art. 342 se refiere en estos numerales a los requisitos que debe contener la sentencia que
debe pronunciar el tribunal de juicio oral al término de dicho juicio, relativos: a las consideraciones o
fundamentos del fallo; a la decisión, expresada al final, relativa a la absolución o condena de los acusados por
cada uno de los delitos que la acusación les hubiere atribuido; y al pronunciamiento acerca de la aceptación o
rechazo de la demanda civil intentada.
“c) La exposición clara, lógica y completa de cada uno de los hechos y circunstancias que
se dieren por probados, fueren ellos favorables o desfavorables al acusado, y la valoración de los medios de
prueba que fundamentaren dichas conclusiones de acuerdo con lo dispuesto en el artículo 297;
d) Las razones legales o doctrinales que sirvieren para calificar jurídicamente cada uno de
estos hechos y sus circunstancias y para fundar el fallo;
e) La resolución que condenare o absolviere a cada uno de los acusados por cada uno de
los delitos que a acusación les hubiere atribuido; la que se pronunciare sobre la responsabilidad civil de los
mismos y fijare el monto de las indemnizaciones a que hubiere lugar.”
6º. “Cuando la sentencia se hubiere dictado con infracción de lo prescrito en el Art. 341";
7º.) “Cuando la sentencia hubiere sido dictada en oposición a otra sentencia criminal
pasada en autoridad de cosa juzgada.”
Sobre el particular debe recordarse el principio consagrado en el Art. 1º, inciso segundo del
CPP que preceptúa, “La persona condenada, absuelta o sobreseída definitivamente por sentencia ejecutoriada, no podrá
ser sometida a un nuevo procedimiento penal por el mismo hecho.”
El Art. 375 del CPP señala, finalmente, que “no causan nulidad los errores de la sentencia
recurrida que no influyeren en su parte dispositiva, sin perjuicio de lo cual la Corte podrá corregir los que advirtiere
durante el conocimiento del recurso.”
El Art. 377 del CPP dispone que si la infracción que motivare el recurso de nulidad se
refiriere a una ley que regule el procedimiento, el recurso sólo será admisible cuando quien lo entable hubiere
reclamado oportunamente del vicio o defecto invocado.
El inciso final del Art. 165 prescribe que la solicitud de nulidad de alguna actuación o
diligencia del procedimiento constituirá suficiente preparación del recurso de nulidad para el caso en que el
tribunal no acoja dicha solicitud.
La misma norma expresa que no será necesaria esta reclamación en los siguientes casos:
Como hemos dicho, este recurso se presenta ante el tribunal que hubiere dictado la sentencia
en contra de la cual se dirige: tribunal de juicio oral en lo penal si la sentencia se ha pronunciado para poner
término a un juicio oral o juez de garantía, si dicho fallo ha puesto término a un procedimiento por delito de
acción privada o a uno de carácter simplificado.
En todos los casos indicados, el recurso debe interponerse dentro del plazo de los diez días
siguientes a la notificación de la sentencia practicada a la parte que recurre.
El recurso de nulidad deberá ser deducido por escrito y en él deberán consignarse los
fundamentos y las peticiones concretas que se formulen. Como sabemos, estas últimas determinan la
competencia específica del tribunal superior.
Cuando el recurso se fundare en la causal prevista en el Art. 373, letra b), o sea, en la errónea
aplicación del derecho, y el recurrente sostuviere que por aplicación del inciso tercero del Art. 376, su
conocimiento y fallo correspondiere a la Corte Suprema, deberá indicar, además, los fallos en que se hubieren
sostenido las distintas interpretaciones que señala y acompañar copias de dichas sentencias o de las
publicaciones que se hubieren efectuado del texto íntegro de todas ellas.
El Art.359 del CPP dispone, además, que el escrito de interposición del recurso es la
oportunidad procesal de que goza el recurrente para ofrecer la prueba que en su concepto es necesaria para
acreditar las circunstancias que constituyeren la causal invocada, agregando que esta prueba deberá recibirse
en la audiencia decretada para la vista del recurso, de acuerdo con las reglas que rigen su recepción en el juicio
oral.
Cabe precisar que el Art. 379 del CPP previene que, interpuesto el recurso, no se podrán
invocar nuevas causales.
El Art. 379 CPP dispone que la interposición de un recurso de nulidad suspende los efectos
de la sentencia condenatoria recurrida; en lo demás, agrega, se aplicará lo dispuesto en el Art. 355 del CPP que
prescribe que la interposición de un recurso en materia procedimental penal no suspende la ejecución de la
decisión impugnada.
Sin embargo, como puede resultar necesario asegurar la presencia del imputado hasta el
momento en que la respectiva resolución sea revisada por el tribunal superior, el tribunal inferior podrá
imponer, entre tanto, algunas de las medidas indicadas en el Art. 155 del mismo Código.
De acuerdo con lo dispuesto por el Art. 380 del CPP, presentado el recurso ante el tribunal
que hubiere pronunciado la sentencia que se impugna, éste se pronunciará de plano sobre su admisibilidad.
- en haberse deducido el recurso en contra de resolución que no fuere impugnable por este
medio; y
- en haberse interpuesto fuera de plazo.
El Art. 381 CPP dispone textualmente: “Concedido el recurso, el tribunal remitirá a la Corte copia
de la sentencia definitiva, del registro de la audiencia del juicio oral o de las actuaciones determinadas de ella que se
impugnaren, y del escrito en que se hubiere interpuesto el recurso.”
De acuerdo con lo dispuesto en el Art. 382 del CPP, y con las instrucciones impartidas por la
Corte Suprema en el Acuerdo de Pleno, a que ya nos hemos referido a propósito del recurso de Apelación, una
vez que ingrese el recurso de nulidad a la Secretaría de la Corte Suprema procedente de la Cortes de
Apelaciones respectiva, el Secretario del tribunal debe certificar la fecha de ingreso en los antecedentes
remitidos por el tribunal a quo y además debe incluirlos en un Libro de Ingreso, asignándoles un número de
orden, con el cual figurarán mientras dure la tramitación en el tribunal superior.
Desde la práctica de estos hechos, y sin que medie notificación, comienza a correr el plazo de
cinco días para que las demás partes:
La adhesión al recurso deberá cumplir con todos los requisitos necesarios para interponer el
recurso de nulidad y su admisibilidad se resolverá de plano.
Sobre este respecto damos por reproducidos los razonamientos expresados para obtener esta
conclusión.
Conforme a lo prescrito en el Art. 383 del C.P.P., una vez transcurrido el plazo señalado, el
tribunal ad quem deberá pronunciarse en cuenta acerca de la admisibilidad o inadmisibilidad del recurso.
Lo declarará inadmisible:
Aún cuando la ley no lo dijo expresamente, se concluye por el contexto y espíritu de las
normas generales relativas a los recursos procesales penales, que una vez que el recurso sea declarado
admisible, el Presidente del tribunal superior deberá fijar determinadamente la fecha en que deberá celebrarse
la audiencia para su vista, resolución que, obviamente, deberá ser notificada a las partes.
c) Casos en que la Corte Suprema está facultada para no emitir decisión acerca de la
admisibilidad del recurso de nulidad por estimar que es incompetente para conocer del recurso.
Esto es, en la errónea aplicación del derecho cuando sobre la materia existieren distintas
interpretaciones sostenidas por fallos diversos emanados de tribunales superiores, y la Corte Suprema
estimare que no existen las distintas interpretaciones invocadas, o, que en caso de existir, ellas no fueren
determinantes para la decisión de la causa; y
c.3) Si en algunos de los casos previstos en el inciso final del Art. 376, la Corte Suprema
estimare que concurre respecto de los motivos de nulidad invocados alguna de las situaciones previstas en
los dos párrafos precedentes.
Pues bien, del texto de la letra c) del Art. 383, expresado en términos algo confusos, aparece
que no obstante que el conocimiento del recurso le correspondería a la Corte Suprema en todos estos casos,
dicho tribunal puede no emitir pronunciamiento sobre la admisibilidad del recurso y remitir los antecedentes a
la Corte de Apelaciones respectiva para que si lo estima admisible, entre a conocerlo y a fallarlo, fundándose
en que algunas de las causales de nulidad invocadas en el recurso constituyen motivos absolutos de nulidad; o
en la circunstancia de que, en su concepto, no existen las distintas interpretaciones de los tribunales superiores
sobre una materia de Derecho, o que aun existiendo, no son determinantes para la decisión de la causa.
Con respecto a la vista del recurso de nulidad rigen las reglas contenidas en los Arts. 356, 357
y 358 del CPP que ya hemos examinado a propósito del estudio de las normas generales sobre los recursos en
materia penal y que, entre otros temas, contienen reglas muy estrictas acerca de la suspensión de la vista.
-Recordemos, además, que la vista deberá hacerse en AUDIENCIA PÚBLICA, fijada con
toda precisión por el Presidente de la Corte, la que se iniciará con el anuncio de la causa en la forma usual y a
la que podrán asistir todos los que lo deseen.
-Enseguida, y sin mediar relación, se otorgará la palabra al recurrente para que exponga los
fundamentos del recurso, así como las peticiones concretas que formulare.
-Finalmente, se volverá a ofrecer la palabra a los intervinientes con el fin de que formulen
aclaraciones respecto de los hechos y del derecho.
El Art. 359 CPP prescribe que, “En caso alguno la circunstancia de que no pudiere rendirse la
prueba dará lugar a la suspensión de la audiencia.”
La sentencia será redactada por el miembro del tribunal colegiado que éste designare y el
voto disidente o la prevención, por su autor.
El Art. 384 prescribe que la Corte Suprema o la respectiva Corte de Apelaciones, deberán
fallar el recurso dentro del plazo de veinte días contados desde la fecha en que hubiere terminado la vista del
recurso.
La sentencia deberá pronunciarse sobre todas las cuestiones controvertidas, salvo que
acogiere el recurso, en cuyo caso podrá limitarse a la causal o causales que le hubieren sido suficientes.
Es importante recordar que el Art. 360 del CPP, al referirse a las decisiones sobre los
recursos, dispone que, “El tribunal que conoce de un recurso sólo podrá pronunciarse sobre las solicitudes formuladas
por los recurrentes, quedándole vedado extender el efecto de su decisión a cuestiones no planteadas por ellos o más allá de
los límites de lo solicitado, salvo en los casos previstos en este artículo y en el artículo 379, inciso segundo”.
1º.) Decisión favorable del tribunal ad quem que recae sobre un recurso de nulidad
interpuesto por un imputado y que eventualmente beneficia a un co imputado que no ha recurrido de
nulidad.
Conforme a lo dispuesto en el inciso del Art. 360, ya citado, “Si solo uno de varios imputados por
el mismo delito entablare el recurso contra la resolución, la decisión favorable que se dictare aprovechará a los demás, a
menos que los fundamentos fueren exclusivamente personales del recurrente, debiendo el tribunal declararlo así
expresamente.”
Como puede observarse, no obstante que alguno de los imputados por un delito
determinado no recurriere de nulidad en contra de una sentencia condenatoria dictada por el tribunal a quo, la
sentencia favorable que pronunciare el tribunal ad quem, fallando un recurso de nulidad interpuesto por otro
de los co imputados, producirá efectos en su favor, salvo que los fundamentos del fallo fueren exclusivamente
personales del recurrente.
El inciso segundo del Art. 379 CPP, mencionado, prescribe que una vez interpuesto el
recurso de nulidad, no podrán invocarse nuevas causales, pero agrega, “Con todo, la Corte de oficio, podrá acoger
el recurso que se hubiere deducido en favor del imputado por un motivo distinto del invocado por el recurrente, siempre
que aquél fuere alguno de los señalados en el artículo. 374.”
Se trata de una clara manifestación del principio pro reo que la ley entrega, en este caso, al
tribunal superior de aquél que falló el juicio oral.
Finalmente, el inciso final del citado Art. 384 dispone que el fallo del recurso se dará a
conocer en la audiencia fijada al efecto, mediante la lectura de su parte resolutiva o de una breve síntesis de la
misma.
Al efecto, el Art. 386 CPP, dispone que, salvo los casos mencionados en el Art. 385, si la Corte
acogiere el recurso de nulidad invalidará la sentencia y el juicio oral; determinará el estado en que quedará el
procedimiento; y ordenará la remisión de los antecedentes al tribunal de juicio oral no inhabilitado que
corresponda, para que éste realice UN NUEVO JUICIO ORAL, incluyendo, por cierto, la dictación de una
nueva sentencia definitiva.
El inciso final de la norma referida previene que no será obstáculo para que se ordene un
nuevo juicio oral la circunstancia de haberse dado lugar al recurso por un vicio o defecto cometido en el
pronunciamiento mismo de la sentencia, cuestión que determinará el tribunal superior.
Como puede observarse, no obstante que el vicio o defecto puede haberse producido en la
sentencia que se impugna, ello no impide al tribunal decretar la invalidación del procedimiento si así lo
estimare.
- que el fallo hubiere calificado de delito un hecho que la ley no considerare tal;
- que el fallo hubiere aplicado una sanción cuando no procediere aplicar pena alguna; y
- que el fallo hubiere impuesto una pena superior a la que legalmente correspondiere.
En todos estos casos, el tribunal deberá dictar, sin nueva audiencia, pero separadamente, la
sentencia de reemplazo que se conformare a la ley. Esta sentencia “reproducirá las consideraciones de hecho,
los fundamentos de derecho y las decisiones de la resolución anulada, que no se refieran a los puntos que
hubieren sido objeto del recurso o que fueren incompatibles con la resolución recaída en él, tal como se
hubieren dado por establecidos en el fallo recurrido.”
El Art. 387 del CPP, prescribe que la sentencia que fallare un recurso de nulidad no será
susceptible de recurso alguno, sin perjuicio del recurso de revisión de esa sentencia firme, cuando sea
condenatoria, que pudiere efectuar la Corte Suprema de acuerdo con lo dispuesto en el Art. 473.
Tampoco será susceptible de recurso alguno la sentencia que se dictare en el nuevo juicio que
deba realizarse como consecuencia de la resolución que hubiere acogido el recurso de nulidad. No obstante, si
esta nueva sentencia fuere condenatoria y la que se hubiere anulado fuere absolutoria, procederá el recurso de
nulidad en favor del acusado en conformidad a las reglas generales.
EN SUMA:
Si el recurso de nulidad ejercido por el imputado es acogido por el tribunal ad quem, deberá
celebrarse un nuevo juicio oral el que terminará, a su vez, por sentencia absolutoria o condenatoria
Esta nueva sentencia no podrá ser impugnada ya por ningún recurso, salvo el de Revisión
por la Corte Suprema.
2º.-Si el primer juicio oral termina por sentencia ABSOLUTORIA, el ministerio Público o
el querellante tienen derecho a ejercer en su contra un recurso de nulidad.
Si este recurso es acogido por el tribunal ad quem, deberá celebrarse un nuevo juicio oral el
que terminará, a su vez, por sentencia absolutoria o condenatoria.
La situación anterior ha llevado a algunos autores a sostener que para que un imputado sea
condenado se requiere un “doble conforme”, lo que, sin duda constituye otra manifestación visible del
principio “pro reo”.
Por otra parte, el fiscal a cargo del caso, deberá recurrir sustancialmente a las mismas
pruebas ya seleccionadas para el primer juicio oral, las que, obviamente serán conocidas para la defensa del
imputado y, por tanto, más fáciles de desvirtuar.
La tarea para el Ministerio público ciertamente será compleja y difícil. Es posible que ya no
cuente con los mismos antecedentes probatorios que en el juicio anterior. Piénsese tan solo en los testigos y
peritos; es posible que algunos de ellos ya no se encuentren disponibles o que, por ser demasiado conocidos de
Es obvio que el ente acusador ya no contará con el elemento sorpresa, o tal vez ya no podrá
utilizar aquellas contra interrogaciones oportunas o afortunadas que formulara a los testigos y peritos
presentados por la Defensa y que por su acierto y oportunidad le produjeron buenos resultados. Es de
suponer, además, razonablemente, que dichas personas se hallarán mejor preparadas para afrontar este contra
interrogatorio.
Un nuevo juicio oral implica, por otra parte, amentar la tarea de los tribunales de juicio oral
en lo penal, ya que los jueces no inhabilitados pertenecientes a dicho tribunal, deberán agendar nuevas
audiencias con respecto a un juicio que ya se hallaba terminado y dedicar un nuevo tiempo para participar en
él y pronunciar una nueva sentencia.
Las consideraciones efectuadas sirven para explicar, en parte, la cantidad mínima de recursos
de nulidad acogidos por los tribunales superiores.
22.1.- Concepto
Es el recurso extraordinario que se interpone ante la Corte Suprema para que dicho tribunal
invalide una sentencia condenatoria, en causa criminal, firme o ejecutoriada, en los casos y con los requisitos
señalados por la ley.
Es el único recurso procesal que puede ejercerse en contra de una sentencia definitiva, firme
o ejecutoriada, motivo por el que algunos autores le niegan el carácter de recurso procesal. Conforme a este
predicamento, el Código Procesal Penal no lo trata dentro del capítulo de los recursos, sino que en la etapa de
la ejecución de una sentencia criminal, tomando en cuenta, además, que mediante su ejercicio lo que se
pretende es enervar el cumplimiento de una sentencia.
El Art. 473 del CPP prescribe que la Corte Suprema podrá rever en forma extraordinaria las
sentencias firmes en que se hubiere condenado a alguien por un crimen o simple delito, para anularlas en los
casos que indica.
En materia criminal, debe tratarse de una sentencia definitiva, que condene a una persona
por crimen o simple delito y que se encuentre firme o ejecutoriada. Este recurso no resultaría procedente si la
sentencia fuere absolutoria o condenare sólo por faltas.
La sentencia condenatoria puede ser dictada por cualquier tribunal, incluso, creemos, por la
Corte Suprema, dado el texto del citado artículo 473 del CPP, que instituye esta revisión y que no hace
distinción alguna. Así lo disponía expresamente el Art.58 del antiguo Código de Procedimiento Penal.
Los casos determinados en que procede este recurso son los siguientes:
2º.-cuando alguno estuviere sufriendo condena como autor, cómplice o encubridor del
homicidio de una persona cuya existencia se comprobare después de la condena;
En verdad, la lectura atenta de esta disposición legal ahorra mayores comentarios. Se trata de
situaciones en que la injusticia de la condena impuesta por la sentencia ejecutoriada que se impugna, se hace
evidente o manifiesta con posterioridad.
En estas circunstancias aparece necesario que se revise la condena impuesta a la luz de estos
nuevos hechos, circunstancias o antecedentes.
El Art. 474 dispone que la revisión de la sentencia firme podrá ser pedida, en cualquier
tiempo, por el Ministerio Público, por el condenado o por el cónyuge o conviviente civil, ascendientes,
descendientes o hermanos de éste.
La solicitud debe presentarse directamente en la Secretaría de la Corte Suprema, una vez que
haya quedado ejecutoriada la sentencia que se impugna, para que dicho tribunal la conozca y resuelva,
cualquiera que haya sido el tribunal que la pronunció, incluyendo, como dijimos, la propia Corte Suprema.
El Art. 475 del CPP previene que la solicitud deberá expresar con precisión su fundamento
legal y que deberá a acompañarse a ella copia fiel de la sentencia cuya anulación se pide y los documentos que
comprobaren los hechos en que se sustenta.
Si la causal alegada fuere la de letra b) del Art. 473 del CPP, esto es, cuando alguien se
encuentre sufriendo una condena como autor, cómplice o encubridor del delito de homicidio de una persona
cuya existencia posterior a la condena fuere comprobada, la solicitud deberá indicar los medios con que se
intentare probar que la persona víctima del pretendido homicidio hubiere vivido después de la fecha en que la
sentencia la supone fallecida.
Si la causal invocada fuere la de letra d), esto es, cuando con posterioridad a la fecha de la
sentencia condenatoria, ocurriere o se descubriere un hecho o apareciere algún documento desconocido
durante el proceso, que fuere de tal naturaleza que bastare para establecer la inocencia del condenado, el
peticionario deberá indicar el hecho o el documento cuya existencia no se conoció durante el proceso;
expresará los medios con que se pretendiere acreditar el hecho; y acompañará, en su caso, el documento, o si
no fuere posible, manifestará, al menos, su naturaleza y el lugar y archivo en que se encuentra.
La solicitud que no se conformare con estas exigencias o que adolezca de manifiesta falta de
fundamentos será rechazada de plano por el tribunal, decisión que deberá adoptarse por la unanimidad del
tribunal, según hemos dicho.
De acuerdo con lo dispuesto en el Art. 477 del CPP, la solicitud de revisión no suspenderá el
cumplimiento de la sentencia impugnada.
22.8.-Tramitación de la solicitud
El inciso final del Art. 475 prescribe que, vista la causa en la forma ordinaria, se fallará sin
más trámite.
Conforme a lo prescrito por el Art. 478, la resolución de la Corte Suprema que acogiere la
solicitud de revisión, declarará la nulidad de la sentencia impugnada.
Asimismo, cuando hubiere sido pedido y existiere mérito bastante, la Corte podrá
pronunciarse de inmediato sobre la procedencia de la indemnización a que se refiere la letra i) del Nº 7 del Art.
19 de la Constitución Política de la República.
Igualmente, si la sentencia de la Corte Suprema o, en caso de que hubiere nuevo juicio, la que
pronunciare el tribunal de que conociere de él, comprobare la completa inocencia del condenado, éste podrá
solicitar que dicha sentencia se publique en el Diario Oficial a costa del Fisco y que se devuelvan, por quien las
hubiere percibido, las sumas de dinero que hubiere pagado en razón de multas, costas e indemnización de
perjuicios en cumplimiento de la sentencia anulada, esto último, en consonancia con lo prescrito por la letra i)
del Nº 7 del Art. 19 de la Constitución Política de la República.
El cumplimiento del fallo en lo atinente a las acciones civiles que emanan de él será conocido
por el juez de letras en lo civil que corresponda, en juicio sumario.
Los mismos derechos corresponderán a los herederos del condenado que hubiere fallecido.
Además, la sentencia ordenará, según el caso, la libertad del imputado y la cesación de las
inhabilitaciones impuestas.
Si el ministerio público resolviere formalizar la investigación de los mismos hechos sobre los
cuales recayó la sentencia anulada, el fiscal acompañará en la audiencia respectiva copia fiel del fallo que
acogió la revisión efectuada.
De acuerdo con lo dispuesto en el Art. 159 del CPP, se trata de “actuaciones o diligencias
judiciales defectuosas del procedimiento que ocasionaren a los intervinientes “un perjuicio reparable
únicamente con la declaración de nulidad”, por cuyo motivo deben ser anuladas.
Precisamente, para evitar la posible indefensión que pudiera sufrir alguno de los
intervinientes a causa de estas actuaciones o diligencias defectuosas es que se le confiere al interviniente
perjudicado el derecho para solicitar su invalidación.
Incluso, como veremos, es posible que el tribunal pueda decretar dicha anulación.
El Art. 161 del CPP, estatuye que la nulidad de actuaciones procesales verificadas durante la
etapa de investigación no podrá solicitarse después de la celebración de la audiencia de preparación del juicio
oral. Las que se presenten con posterioridad serán declaradas inadmisibles.
Es necesario tener presente que cuando se trata de un vicio o defecto ocurrido con motivo de
la dictación de una sentencia o en la sentencia misma, la única forma de reclamar es interponiendo un recurso
de nulidad siempre que el vicio o defecto se encuentre contemplado como una de las causales de dicho
recurso.
Por otra parte, y toda vez que se trata vicios u omisiones de las diligencias o actuaciones del
procedimiento, no será posible ejercer este derecho con respecto a los actos de investigación realizados por el
Ministerio Público o bajo su dirección.
El citado Art. 159, definiendo el elemento PERJUICIO expresa que éste existe “cuando la
inobservancia de las formas procesales atenta contra las posibilidades de actuación de cualquiera de los intervinientes en el
procedimiento.”
Ello es así en razón de que una actuación o diligencia defectuosa o viciada es susceptible de
producir un perjuicio en los derechos que la ley asigna a los intervinientes, ocasionando con ello su
INDEFENSIÓN que es lo que la ley trata de evitar. Obviamente este perjuicio deberá ser demostrado por el
interviniente que se estima perjudicado, pero no solo su existencia sino que además la circunstancia de que no
existe otra manera de subsanarlo que decretando la nulidad de la actuación o diligencia defectuosa.
Con respecto a este punto debe tenerse presente que el Art. 160, mencionado, prescribe que
“Se presumirá de derecho la existencia del perjuicio si la infracción hubiere impedido el pleno ejercicio de las garantías y
de los derechos reconocidos por la Constitución, o en las demás leyes de la República.”
Del concepto proporcionado por la ley para ambas instituciones se desprende una similitud
manifiesta en los casos en que el recurso de nulidad se funda precisamente en vicios o defectos de actuaciones
procesales.
En ambos tipos de reclamaciones la actuación viciada acarrea un perjuicio cierto para alguno
de los intervinientes que sólo es posible remediar mediante su invalidación o la de todo el procedimiento en el
caso del recurso de nulidad.
La mejor demostración de la similitud referida la constituye la letra del inciso final del Art.
165 del C.P.P., que previene: “La solicitud de nulidad constituirá preparación suficiente del recurso de nulidad para el
caso que el tribunal no resolviere la cuestión de conformidad a lo solicitado.”
El Art. 161 del CPP prescribe que la solicitud de nulidad deberá impetrarse por escrito, de
manera fundada e incidental, dentro de los cinco días siguientes a aquel en que el perjudicado hubiere tomado
conocimiento fehaciente del acto cuya invalidación pretende, a menos que el vicio se hubiere producido en una
actuación verificada en una audiencia, pues en tal caso deberá pedirse verbalmente antes del término de la
misma audiencia.
Dicha norma agrega, como hemos visto, que no se podrá pedir la nulidad de actuaciones
verificadas durante la etapa de investigación después de la celebración de la audiencia de preparación del
juicio oral; ya que en caso contrario será declarada inadmisible, según se ha dicho.
El Art. 162 del CPP, prescribe que “Sólo podrá solicitar la declaración de nulidad el interviniente en
el procedimiento perjudicado por el vicio y que no hubiere concurrido a causarlo.”
De lo expresado aparece que la calidad de interviniente es la que legitima a una persona para
solicitar la declaración de nulidad de una actuación del procedimiento; un tercero no podría impetrarla.
Por otra parte, se requiere que este interviniente haya sufrido un perjuicio a causa de la
actuación viciada que reclama.
Si no existiera perjuicio o éste pudiera ser remediado en otra forma, la petición de nulidad
será desestimada inadmisible por el tribunal.
Finalmente, debe señalarse que, al igual que la exigencia contenida en el Art. 83 del Código
de Procedimiento Civil, el reclamante no debe haber concurrido a la materialización del vicio o defecto que
invoca.
El Art. 163 del CPP prescribe que si el tribunal estimare que se ha producido un acto viciado
y la nulidad no hubiere sido saneada, deberá poner este hecho en conocimiento del interviniente que pudiere
resultar perjudicado, a fin de que proceda como creyere conveniente a sus intereses, a menos que se tratare de
alguna de las nulidades contempladas en el Art. 160, caso en el cual podrá declararla de oficio.
Como dijimos, el Art. 160 del CPP establece una presunción de derecho en el sentido de que
la existencia del perjuicio, necesario para recabar la solicitud de nulidad, no requiere ser demostrada por el
interviniente, basta que la actuación viciada le “hubiere impedido el pleno ejercicio de las garantías y de los derechos
reconocidos en la Constitución o en las demás leyes de la República.”
Recordemos que con respecto al recurso de nulidad, el Art. 379 del C.P.P., faculta a la Corte
respectiva, para que, ACTUANDO DE OFICIO, pueda acoger el recurso de nulidad interpuesto en favor del
imputado por un motivo distinto del invocado por éste cuando se tratare de alguno de los motivos absolutos
de nulidad contemplados en el Art. 374 del mismo Código.
Es necesario tener presente que en las dos situaciones descritas anteriormente, en que el
tribunal puede invalidar de oficio actuaciones del procedimiento, la ley le confiere una facultad que éste puede
o no utilizar. Se trata de una facultad; no de una obligación, de tal manera que el legislador deja entregado a
criterio de éste adoptar o no una decisión semejante.
El tribunal, al declarar la nulidad, deberá determinar en forma concreta cuáles son los actos a
que ella se extendiere y, siendo posible, ordenará que se renueven, rectifiquen o ratifiquen.
En todo caso, como no es posible que el efecto extensivo de la nulidad se haga indefinido, el
inciso tercero del Art. 165 del CPP, dispone que la declaración de nulidad no podrá retrotraer el procedimiento
a etapas anteriores, a pretexto de la repetición del acto, rectificación del error o cumplimiento del acto omitido.
De esta manera, agrega, “si durante la audiencia de preparación del juicio oral se declarare la nulidad de actuaciones
judiciales realizadas durante la etapa de investigación, el tribunal no podrá ordenar la reapertura de ésta”.
La misma norma añade que “las nulidades declaradas durante el desarrollo de la audiencia del
juicio oral no retrotraerán el procedimiento a la etapa de investigación o a la audiencia de preparación del juicio oral”.