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JURISPRUDENCIA CHILENAS
NUM. 458.
VISTOS: las facultades que el decreto ley 602, de 5 de agosto de 1974, otorgó al Ministerio
de Vivienda y Urbanismo, para fijar los textos definitivos de las leyes relativas a
construcciones y urbanización,
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Decreto:
TÍTULO I
DISPOSICIONES GENERALES
Capítulo I
Normas de competencia
Artículo 2º.- Esta legislación de carácter general tendrá tres niveles de acción:
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La Ordenanza General, que contiene las disposiciones reglamentarias de esta ley y
que regula el procedimiento administrativo, el proceso de planificación urbana,
urbanización y construcción, y los standards técnicos de diseño y construcción
exigibles en los dos últimos.
Las Normas Técnicas, que contienen y definen las características técnicas de los
proyectos, materiales y sistemas de construcción y urbanización, de acuerdo a los
requisitos de obligatoriedad que establece la Ordenanza General. Las normas
técnicas de aplicación obligatoria deberán publicarse en internet y mantenerse a
disposición de cualquier interesado de forma gratuita.
Dictamen N° 20485 de 2002, “En relación con la materia, cabe recordar que el DFL. N° 458,
de 1975, del Ministerio de Vivienda y Urbanismo, Ley General de Urbanismo y
Construcciones, contiene disposiciones relativas a planificación urbana, urbanización y
construcción que rigen en todo el territorio nacional, con tres niveles de acción: la Ley
General, que contiene los principios, atribuciones y demás normas generales que rigen en
las acciones de planificación urbana; la Ordenanza General, que contiene las disposiciones
reglamentarias y de procedimiento administrativo; y las Normas Técnicas, que definen las
características técnicas de los proyectos, para el cumplimiento de la Ordenanza General,
según se establece en los artículos 1° y 2° de la Ley General de Urbanismo y
Construcciones.
El artículo 5° del mismo cuerpo legal señala, en tanto, que las Municipalidades deben
aplicar los tres niveles de esta legislación en sus acciones administrativas relacionadas con
planificación urbana, urbanización y construcción, debiendo velar, en todo caso, por el
cumplimiento de sus disposiciones.”
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Le corresponderá, también, aprobar por decreto supremo las Normas Técnicas que
confeccionare el Instituto Nacional de Normalización y los Reglamentos de
Instalaciones Sanitarias de Agua Potable y Alcantarillado, y de Pavimentación.
Los decretos supremos mencionados en los dos últimos incisos precedentes, se
dictarán por el Ministerio de la Vivienda y Urbanismo, por orden del Presidente de
la República.
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1976 y modificaciones posteriores) y de la Ordenanza General de Urbanismo y
Construcción (OGUC, Decreto Nº 47, de 5 de junio de 1992).
Desde luego, estas normas encuentran perfecta armonía con las disposiciones relativas a
los permisos de edificación y recepciones de obras. El artículo 9, letra a) de la LGUC, le
encomienda al Director de Obras estudiar los antecedentes, dar los permisos de ejecución
de obras y recibir las obras, acorde a las normas de la Ley, la Ordenanza, Planes
reguladores y demás reglamentos aplicables.”
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través de las Secretarías Regionales Ministeriales, deberá supervigilar las disposiciones
legales, reglamentarias, administrativas y técnicas sobre construcción y urbanización e
interpretar las disposiciones de los instrumentos de planificación territorial...
De tal manera que la Avenida Parque en el sector de Avenida Américo Vespucio entre
Avenida Independencia y calle Versalles existe como área verde desde 1.994, cuando entró
en vigencia el actual PRMS que prima sobre el Plan Regulador Comunal. Por lo demás, en
todos los Informes previos acompañados por la propia recurrente, otorgados en 1.996 y en
2.007, en lo atingente al uso del suelo, se señala como permitido el Área verde, de suerte
que al definirla el nuevo plan regulador, no crea una norma sino que interpreta una
disposición existente acorde con la facultad que le confiere el artículo 4° antes citado, y
por lo mismo, no resulta admisible que se haya vulnerado un derecho adquirido, como
sostiene la recurrente”
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Vale decir que las normas citadas señalan expresamente que al municipio le toca aplicar y
en ningún caso interpretar los planes reguladores, tarea se encarga expresamente a su
superior jerárquico que en esta materia son las Subsecretarias Regionales Ministeriales del
Ministerio de Vivienda y Urbanismo.”
Dictamen N° 15048 de 2015, “…y sin perjuicio de las facultades interpretativas que
respecto de instrumentos de planificación como el analizado le confiere el artículo 4° de la
citada Ley General de Urbanismo y Construcciones, es menester indicar que esa secretaría
regional deberá, en el futuro, tener en consideración que tal facultad dice relación con la
posibilidad de que esas entidades puedan interpretar las disposiciones de los instrumentos
de planificación territorial, vale decir, explicar o declarar su sentido y alcance, pero no
confundir la discrecionalidad que le concede el ordenamiento jurídico con arbitrariedad,
situación que deberá tener presente en el futuro.”
En seguida, que de los términos de ese precepto, y acorde a lo manifestado por esta Sede
de Fiscalización en su dictamen N° 30.891, de 2012, aparece que la facultad de que se
trata no se refiere sino al ejercicio de una potestad de carácter interpretativo con que el
ordenamiento que regula la materia ha dotado a la indicada Secretaría de Estado, con la
finalidad de que sea esa Cartera, a través de la nombrada División, la que por medio de
documentos puestos a disposición de cualquier interesado, pueda establecer la forma en
que debe entenderse y darse cumplimiento a esa preceptiva.”
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Dictamen N° 80454 de 2013, “Finalmente, y en lo tocante a la emisión de instrucciones a
través de oficios de la individualizada División dirigidos a personas determinadas y
carentes de la debida publicidad -aspecto sobre el cual también reclama el recurrente, con
motivo de la emisión del documento que indica, anterior a la antedicha circular, y que
versa sobre la misma temática, precisando el alcance de la norma en estudio-, cumple esta
Sede de Control con señalar que corresponde que esa Secretaría de Estado arbitre las
medidas tendientes a que, en lo sucesivo, el ejercicio de la potestad de interpretación que
le confiere el artículo 4° de la LGUC, se ajuste a su tenor, según el cual “Al Ministerio de
Vivienda y Urbanismo corresponderá, a través de la División de Desarrollo Urbano,
impartir las instrucciones para la aplicación de las disposiciones de esta Ley y su
Ordenanza General, mediante circulares, las que se mantendrán a disposición de cualquier
interesado” (aplica dictamen N° 30.891, de 2012, de este Órgano Contralor).”
En seguida, que de los términos de dicho precepto aparece que la facultad en comento no
se refiere sino al ejercicio de una potestad de carácter interpretativo con que el
ordenamiento que regula la materia ha dotado a la indicada Secretaría de Estado, con la
finalidad de que sea esa Cartera, a través de su División de Desarrollo Urbano, la que por
medio de documentos puestos a disposición de cualquier interesado, pueda establecer la
forma en que debe entenderse y darse cumplimiento a esa preceptiva.”
Dictamen N° 56880 de 2011, “Sobre el particular, es del caso manifestar que el artículo 4°,
de la Ley General de Urbanismo y Construcciones, prevé que corresponderá al Ministerio
de Vivienda y Urbanismo, a través de la División de Desarrollo Urbano, impartir las
instrucciones para la aplicación de las disposiciones de esta Ley y su Ordenanza General,
mediante circulares, las que se mantendrán a disposición de cualquier interesado.
Asimismo, a través de las Secretarías Regionales Ministeriales, deberá supervigilar las
disposiciones legales, reglamentarias, administrativas y técnicas sobre construcción y
urbanización e interpretar las disposiciones de los instrumentos de planificación
territorial.
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competencia para pronunciarse sobre la correcta aplicación e interpretación de las normas
de dichos textos legales (aplica criterio contenido en los dictámenes N°s. 3.562, de 1991 y
39.833, de 2001).”
Dictamen N° 18447 de 2004, En relación a los alcances de la facultad para impartir
instrucciones por parte de la División de Desarrollo Urbano del Ministerio de Vivienda y
Urbanismo, debe considerarse el objetivo que tuvo en vista el legislador y el carácter
eminentemente técnico que posee dicha unidad.
En efecto, el artículo 4° de la Ley General de Urbanismo y Construcciones señala que
corresponde al Ministerio de Vivienda y Urbanismo, a través de la División de Desarrollo
Urbano, impartir las instrucciones para la aplicación de las disposiciones de esta Ley y su
Ordenanza General, mediante circulares, las que se mantendrán a disposición de cualquier
interesado. A su vez, encarga a las Secretarías Regionales Ministeriales de Vivienda y
Urbanismo la supervigilancia de los preceptos legales, reglamentarios, administrativos y
técnicos sobre construcción y urbanización y la “interpretación” de las disposiciones
contenidas en los instrumentos de planificación territorial, la que rige a partir de su
notificación o publicación, según corresponda.
Ahora bien, las instrucciones han sido definidas en términos generales como aquellas
órdenes que la autoridad administrativa imparte internamente a los funcionarios o
agentes públicos, relacionadas con el correcto cumplimiento de la ley, o con la necesidad
de desarrollar una más eficaz y expedita administración, que se imparten mediante
circulares y no requieren publicación en el Diario Oficial para ser válidas, puesto que sus
efectos son de orden interno, es decir, para regir dentro del servicio. Ello importaría, por lo
demás, un trámite que no ha sido contemplado en la ley, de modo que basta, como lo
expresa el artículo 4° transcrito, que estén “a disposición de cualquier interesado”. Por
otro lado, al no existir norma que disponga su sometimiento a la toma de razón, las
instrucciones constituyen actos administrativos a los que no se aplica dicho trámite
constitucional.
Cabe precisar que, en la situación en análisis, las instrucciones importan reglas con
predominio de normas técnicas o explicativas para el cumplimiento de un servicio
administrativo, según su acepción natural, y que en este caso se imparten para “aplicar” la
Ley y la Ordenanza nombradas, vocablo este que según el Diccionario de la Real Academia
de la Lengua Española significa, en las acepciones atinentes, “emplear, administrar o
poner en práctica un conocimiento, medida o principio, a fin de obtener un determinado
efecto o rendimiento en una cosa o persona” o “referir a un caso particular lo que se ha
dicho en general...”.
En estas condiciones, si el legislador ha radicado en el Ministerio de Vivienda y Urbanismo,
a través de la Dirección de Desarrollo Urbano, la facultad de impartir instrucciones para la
aplicación de la Ley General de Urbanismo y Construcciones y de su Ordenanza General,
no debe desconocerse que dicha atribución comprende la de interpretar la indicada
preceptiva, dado que en derecho, si se faculta para impartir instrucciones destinadas a
aplicar sobre determinados preceptos, ello importa previamente determinar el alcance o
sentido de ellos. (Aplica dictámenes N°s. 5.888, de 1999 y 39.735, de 2000).
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Sin embargo, debe tenerse presente que la conclusión recién alcanzada presenta dos
matices que determinan su alcance, y que corresponden a los destinatarios y a la
posibilidad de su invalidación. En efecto, si por instrucción debe entenderse aquella orden
impartida por una autoridad administrativa a determinados funcionarios o agentes
públicos, lógicamente que tales instrucciones deberán ser observadas por aquellos a
quienes el ordenamiento jurídico ha atribuido una potestad específica relacionada con la
aplicación de la Ley General de Urbanismo y Construcciones y su Ordenanza General, aun
cuando gocen de autonomía constitucional, como es el caso de las municipalidades, pues
el ejercicio legítimo de ésta debe entenderse siempre con sujeción a derecho, de modo que
si una norma de rango legal determina quién debe impartir las instrucciones para su
aplicación, el desconocimiento de aquella implicaría infringir el mandato contenido en el
artículo 4° tantas veces citado.
Ello se confirma con la norma del artículo 35 de la Constitución Política que respecto de los
actos administrativos distingue entre reglamentos, decretos e instrucciones según el
mayor o menor grado de generalidad de su aplicación, entendiendo que en la especie se
trata de un acto interno de la Administración y para ciertos agentes públicos, funcionarios
o autoridades, sin que obste al deber de estar disponible para la comunidad interesada,
por el principio de transparencia que rige la actividad administrativa.
Asimismo, constituye un límite para el ejercicio de la facultad de impartir instrucciones por
parte de la División de Desarrollo Urbano que ella se haga con estricta sujeción a la
Constitución y a las leyes, particularmente a la preceptiva que se pretende aplicar, de
modo que sin perjuicio de las acciones y recursos que en derecho procedan para su
impugnación, la competencia de la Contraloría General para ejercer el control de
juridicidad de los actos administrativos, conforme lo prevén los artículos 87 y 88 de la
Constitución Política de la República y la ley N° 10.336, Orgánica Constitucional de esta
Entidad Fiscalizadora, comprende en ese caso la potestad de que, a través de la emisión de
pronunciamientos jurídicos, pueda revisar la procedencia de aquellas actuaciones.
Dictamen N° 30689 de 1998, “Sobre el particular cumple señalar en primer término que la
norma del artículo 4° de la citada ley general estatuye "AI Ministerio de Vivienda y
Urbanismo corresponderá, a través de la División de Desarrollo Urbano, impartir las
instrucciones para la aplicación de las disposiciones de esta ley y su Ordenanza General,
mediante circulares, las que se mantendrán a disposición de cualquier interesado.
Asimismo, a través de las Secretarías Regionales Ministeriales, deberá supervigilar las
disposiciones legales, reglamentarias, administrativas y técnicas sobre construcción y
urbanización e interpretar las disposiciones de los instrumentos de planificación
territorial."
Del texto legal transcrito se infiere que la competencia que se otorga a las SEREMI de
Vivienda y Urbanismo comprende, por una parte, supervigilar los preceptos a que se
refiere en materia de construcción y urbanización y, por otra, "interpretar" las
disposiciones de los instrumentos de planificación territorial. Corresponde precisar que la
aludida ley general establece, en sus artículos 32°, 35°, 41°, 46° y 52° respectivamente, que
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los referidos instrumentos son los siguientes: Plan Regional de Desarrollo Urbano; Plan
Regulador Intercomunal; Plan Regulador Comunal; Plan Seccional; y Límite Urbano.
Al respecto, debe considerarse que el mencionado verbo "interpretar" significa, según el
Diccionario de la Lengua Española, de la Real Academia, en la acepción que interesa para
estos efectos , "explicar o declarar el sentido de una cosa, y principalmente el de textos
faltos de claridad". Desde el punto de vista jurídico, interpretar una norma consiste en fijar
su verdadero sentido y alcance.
En estas condiciones, cuando el legislador ha encomendado a la Secretaría de Estado
referida, a través de los SEREMI de Vivienda y Urbanismo, la interpretación de las
"disposiciones" de los instrumentos de planificación territorial mencionados, le atribuyó la
facultad de determinar el verdadero sentido y alcance de dicha preceptiva. Debe
recordarse, en este punto, que el artículo 64°, letra g), de la ley 19.175 prescribe, en la
parte pertinente, que a las Secretarías Regionales Ministeriales corresponde cumplir las
funciones que contemplen las leyes.
Ahora bien, estas Entidades pueden interpretar los referidos cuerpos de planificación
territorial para un caso particular y concreto que se presente a su conocimiento, sea que
haya o no un interés actual comprometido, o bien, de propia iniciativa, para situaciones
hipotéticas o generales, puesto que la ley no limita su potestad en la materia en cuestión,
siendo vinculantes sus pronunciamientos por haber sido expedidos conforme a un
mandato legal.
Por otra parte, en cuanto a la forma que deben revestir los citados pareceres de los
Servicios aludidos, es preciso manifestar que el artículo 4° de la Ley General de Urbanismo
y Construcciones no regla el procedimiento respectivo; por ende, podrán ser emitidos
conforme a la preceptiva legal ordinaria que regula la formalidad de los actos
administrativos. No se advierte fundamento en derecho para que se hagan únicamente a
través de circulares, como argumenta la peticionaria, puesto que la citada norma legal
sólo exige tal forma para las instrucciones impartidas por la División de Desarrollo Urbano
del Ministerio de Vivienda y Urbanismo.”
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Corte Suprema, de fecha …., Rol 7807-2015
“Que el recurso intentado no puede prosperar por lo señalado en el considerando anterior,
sin perjuicio que no cabe reprochar a la sentencia recurrida yerro alguno en la
interpretación de las normas que condujeron a desestimar la acción intentada, por cuanto
los artículos 5 y 55 de la Ley General de Urbanismo y Construcciones, cuyo texto refundido
fue fijado por el Decreto Supremo Nº 458 de 1976, establecen, el primero, que “a las
Municipalidades corresponderá aplicar esta ley, la Ordenanza General, las Normas
Técnicas y demás Reglamentos, en sus acciones administrativas relacionadas con la
planificación urbana, urbanización y construcción, y a través de las acciones de los
servicios de utilidad pública respectivos, debiendo velar, en todo caso, por el cumplimiento
de sus disposiciones”; y el segundo, en la parte pertinente de su inciso primero, que “fuera
de los límites urbanos establecidos en los Planes Reguladores no será permitido abrir
calles, subdividir para formar poblaciones, ni levantar construcciones, salvo aquellas que
fueren necesarias para la explotación agrícola del inmueble, o para las viviendas del
propietario del mismo”.
Dictamen N° 3181 de 2005, “Por su parte, cabe señalar que el artículo 4°, letra h), de Ley
N° 19.175, Orgánica Constitucional sobre Gobierno y Administración Regional, establece
que corresponde al gobernador ejercer la supervigilancia de los bienes del Estado,
especialmente los nacionales de uso público. Agrega que en virtud de esa facultad, dicha
autoridad velará por el respeto al uso a que están destinados, impedirá su ocupación ilegal
o todo empleo ilegítimo que entrabe su uso común y exigirá administrativamente su
restitución cuando proceda.
Al respecto, es necesario hacer presente que la jurisprudencia administrativa ha
manifestado, mediante Dictamen N° 36.053, de 1997, que la atribución del gobernador,
antes indicada, no lo habilita para intervenir en el ejercicio de las facultades que competen
a las municipalidades para administrar los bienes a su cargo.
Lo anterior, teniendo en consideración que de acuerdo al principio de coordinación
consagrado en el inciso segundo del artículo 5° de Ley N° 18.575, de Bases Generales de la
Administración del Estado, los Órganos de la Administración deben cumplir sus cometidos
de manera coordinada y propender a la unidad de acción con el objeto de evitar la
duplicación e interferencia de funciones.
De este modo, la jurisprudencia antes citada ha concluido que el gobernador sólo puede
adoptar medidas tendientes a que se respete el uso de los bienes en comento, impedir su
ocupación ilegal u obtener administrativamente su restitución sólo en el evento que el
municipio así lo solicite.”
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Urbanismo. En consecuencia, se entenderán derogadas las disposiciones de otras
leyes que fueren contrarias a las de la presente ley.
Dictamen N° 56032 de 2008, “Por su parte, el inciso primero del artículo 56 del decreto con
fuerza de ley N° 458, de 1975, del Ministerio de Vivienda y Urbanismo, Ley General de
Urbanismo y Construcciones, preceptúa que "en las áreas rurales, se prohíbe a los dueños
de predios colindantes con los caminos públicos nacionales, definidos por la Ley de
Caminos, ocupar las franjas de 35 metros, medidas a cada lado de los cierros actuales o
los que se ejecuten en variantes o caminos nuevos nacionales, con construcciones que en
el futuro perjudiquen su ensanche".
Como puede apreciarse, mientras que el artículo 39 citado, aplica la prohibición tanto en
áreas urbanas como rurales -acorde con la interpretación jurisprudencial mencionada-, la
Ley General de Urbanismo y Construcciones sólo la contempla para las zonas rurales.
Siendo así, debe tenerse presente lo preceptuado en el artículo 7° de la Ley General de
Urbanismo y Construcciones, en cuanto establece que las disposiciones de esa ley
prevalecerán sobre cualquiera otra que verse sobre las mismas materias. Agrega que, en
consecuencia, se entenderán derogadas las disposiciones de otras leyes que fueren
contrarias a las de la presente ley.
Pues bien, teniendo en cuenta este último precepto, cabe manifestar que de la sola lectura
de los artículos 39 y 56, transcritos, se advierte que ambas disposiciones versan sobre la
misma materia -prohibición de ocupar las fajas laterales de los caminos públicos-, de
manera que resulta plenamente aplicable lo preceptuado en el referido artículo 7°, en el
sentido de que la disposición de la Ley General de Urbanismo y Construcciones prevalece
sobre la norma anterior de la Ley de Caminos, por lo que la prohibición en comento sólo
rige en áreas rurales.
A igual conclusión debe arribarse si se considera que la segunda parte del mencionado
artículo 7° entiende derogadas las disposiciones de otras leyes que sean contrarias a la Ley
General de Urbanismo y Construcciones, toda vez que, en la especie, el artículo 39 de la
citada Ley de Caminos -primitivo artículo 17 del decreto con fuerza de ley N° 206, de
1960-, en cuanto aplica la prohibición en las áreas urbanas -según la interpretación de la
jurisprudencia administrativa-, es contrario al artículo 56 de la Ley General de Urbanismo y
Construcciones, que, explícitamente, sólo la ha limitado a las áreas rurales.”
Capítulo II
De los funcionarios
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Artículo 8º.- En todas las Municipalidades se consultará el cargo de Director de
Obras, que deberá ser desempeñado por un profesional con título universitario. En
aquellas comunas que tengan más de 40.000 habitantes, este cargo deberá ser
desempeñado por un arquitecto o ingeniero civil; en las demás comunas podrá
serlo, además, un constructor civil. Para desempeñar el cargo se requerirá, además,
ser miembro activo inscrito en el Colegio Profesional respectivo. Ningún otro
funcionario municipal podrá ejercer estas funciones.
Dictamen N° 42291 de 2016, “Ahora bien, el artículo 8° del decreto con fuerza de ley N°
458, de 1975, del Ministerio de Vivienda y Urbanismo, Ley General de Urbanismo y
Construcciones, establece, en lo que interesa, que en todas las municipalidades se
consultará el cargo de director de obras, y que “cuando no hubiere oponentes al cargo, o
cuando los ingresos municipales no fueren suficientes para costearlo, la Municipalidad
deberá contratar, por un periodo determinado, los servicios de un profesional particular o
que desempeñe otro cargo en la misma comuna o provincia”.
De esta manera, teniendo en consideración que la planta del municipio de Quinta Normal
no contempla de manera nominada la plaza de director de obras municipales y que de
acuerdo a la precitada norma, se ha ordenado por el legislador que en todas las entidades
edilicias se contemple dicho cargo, este deberá ser desempeñado por uno de sus directivos
genéricos, -siempre y cuando cumpla con los requisitos específicos para dicha labor-, y, de
no ser ello posible, procede que el ente comunal contrate, por un período determinado, los
servicios de un profesional que lo ejerza (aplica criterio de dictámenes N°s. 43.428, de
2010, y 70.402, de 2015).”
Dictamen N° 43428 de 2010, “En efecto, el inciso primero del artículo 8° del decreto con
fuerza de ley N° 458, de 1975, del Ministerio de Vivienda y Urbanismo, Ley General de
Urbanismo y Construcciones, establece, en lo que interesa, que en todas las
municipalidades se consultará el cargo de Director de Obras, el que deberá ser
desempeñado por un profesional con título universitario -de arquitecto, ingeniero civil o
constructor civil, atendido lo dispuesto en el artículo 12, N° 1, letra a), de la ley N° 19.280 y
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tal como se ha precisado en los dictámenes N°s. 42.186, de 1998 y 49.386, de 2006, de
este Organismo de Control-, y que ningún otro funcionario municipal podrá ejercer estas
funciones.
En tanto, el inciso final del mismo artículo 8° dispone que cuando no hubiere oponentes al
cargo, o cuando los ingresos municipales no fueren suficientes para costearlo, la
municipalidad deberá contratar, por un período determinado, los servicios de un
profesional particular o que desempeñe otro cargo en la misma comuna o provincia.
Agrega dicha norma que la remuneración por tales servicios se fijará de acuerdo al arancel
de honorarios del Colegio respectivo, y será compatible con la de otros cargos que
desempeñe.
Como es posible advertir del tenor del citado precepto, el legislador ha ordenado
expresamente que en todas las entidades edilicias se consulte el cargo de Director de
Obras, y que, en caso de no poder proveerse éste por los motivos que indica, se contrate a
un profesional al efecto, en los términos que señala.
Siendo así, considerando que el decreto con fuerza de ley N° 2-19.280, de 1994, del
Ministerio del Interior, que adecua, modifica y establece la planta de personal de la
Municipalidad de Río Verde, no contempla de manera nominada el cargo de Director de
Obras Municipales, como tampoco un cargo directivo o de jefatura, innominado, por cuyo
intermedio pueda cumplirse esa función, se configura la circunstancia de no existir
oponentes a dicho cargo, prevista en el aludido artículo 8° de la Ley General de Urbanismo
y Construcciones, lo que permite a ese municipio contratar, por un período determinado,
los servicios de un profesional que la desempeñe.
En consecuencia, en mérito de lo expuesto, y dado que actualmente en ese municipio no se
encuentra provista la anotada plaza, cabe concluir que, en la especie, procede la
contratación a que se refiere el inciso final del mencionado artículo 8° -resultando
aplicable a la misma la exigencia de alguno de los títulos profesionales contenida en el
señalado artículo 12, N° 1, letra a), de la ley N° 19.280-, mecanismo excepcional
establecido por el legislador para velar por el efectivo cumplimiento de una de las
funciones que expresamente ha encomendado a las municipalidades.”
Dictamen N° 42157 de 2010, “Siendo ello así, en los casos de municipalidades cuyas
plantas de personal no contemplen de manera nominada el cargo de Director de Obras
Municipales, como tampoco un cargo directivo o de jefatura, innominado, por cuyo
intermedio pueda cumplirse esa función, se configura la circunstancia de no existir
oponentes a dicho cargo, prevista en el inciso final del aludido artículo 8° de la Ley General
de Urbanismo y Construcciones, lo que permite a los municipios contratar, por un período
determinado, los servicios de un profesional que la desempeñe, siéndole aplicable a dicha
contratación la exigencia de alguno de los títulos profesionales contenida en el señalado
artículo 12, N° 1, letra a), de la ley N° 19.280.”
Dictamen N° 49386 de 2006, “En primer término, cabe hacer presente, que la norma antes
citada, prescribe que en todas las municipalidades se consultará el cargo de Director de
Obras, que deberá ser desempeñado por un profesional con título universitario. En
aquellas comunas que tengan más de 40.000 habitantes, este cargo deberá ser
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desempeñado por un arquitecto o ingeniero civil; en las demás comunas podrá serlo,
además, un constructor civil. Para desempeñar el cargo se requerirá, además, ser miembro
activo inscrito en el Colegio Profesional respectivo.
Ahora bien, es necesario tener en consideración, que cuando se dictó la Ley General de
Urbanismo y Construcciones, las normas estatutarias que regían al personal municipal,
estaban contenidas en el DFL. N° 338 de 1960, Estatuto Administrativo, y sus
remuneraciones, reguladas por el DL. N° 249 de 1974.
En este contexto, cuando entró en vigencia el artículo 8° del DFL. 458 de 1975, incorporó
un requisito copulativo y especial para desempeñar el cargo de Director de Obras, que al
mismo tiempo se condecía con la colegiatura obligatoria existente en esa época.
Posteriormente, mediante el artículo 5° del DL. 2879 de 1979, que establece normas sobre
remuneraciones, nombramientos y modificaciones de las plantas de personal que indica,
se estableció, en lo que interesa, que los requisitos de ingreso a los servicios, instituciones
y empresas regidas por los artículos 1° y 2° del decreto ley 249 de 1974, entre los que se
encontraba a las municipalidades, serán únicamente los que se contemplan en el decreto
con fuerza de ley 338 de 1960, derogando expresamente los requisitos de ingreso,
promoción o ascenso fijados en sus estatutos orgánicos o en otras normas legales en
vigencia a la época.
De acuerdo con lo expuesto, la exigencia de ser miembro activo inscrito en el Colegio
Profesional respectivo, se encuentra derogada y en consecuencia, quien desempeñe el
cargo de Director de Obras Municipales, sólo requiere cumplir con los requisitos
contemplados en los artículos 10° de Ley N° 18.883 y 12 letra a) de la ley 19.280.
A mayor abundamiento, cabe recordar, que desde la entrada en vigencia de la actual
Constitución Política de la República, conforme lo dispuesto en el artículo 19 N° 16 inciso
3°, ninguna ley o disposición de autoridad pública podrá exigir la afiliación a organización
o entidad alguna como requisito para desarrollar una determinada actividad o trabajo, ni
la desafiliación para mantenerse en estos, de modo que la derogación de la exigencia en
comento, se condice con la institucionalidad imperante actualmente en el país.
Así lo ha reconocido la jurisprudencia de este Organismo, que mediante el dictamen N°
9557 de 2000, resolvió que conforme lo dispuesto en los numerales 15 y 16 del artículo 19
de la Carta Fundamental, y los decretos leyes 3621 de 1981 y 2757 de 1979, ni la ley, ni la
autoridad, ni persona alguna, puede imponer para el ejercicio de una profesión u oficio o
para el desempeño de un cargo de cualquier naturaleza, la condición de colegiado de un
profesional o discriminar a favor o en contra de aquellos que posean dicha calidad.”
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hacen, cuando se refieren a otras profesiones, utilizando denominaciones específicas,
como serían, Ingeniería Civil Mecánica e Ingeniería Civil en Informática, que por ende, se
tratan de títulos profesionales diferentes.
En consecuencia, y en mérito de lo expuesto, el requisito establecido tanto en la letra a)
del N° 1 del artículo 12 de la Ley 19.280, como en el artículo 8° del D.F.L 458, de 1975, del
Ministerio de Vivienda y Urbanismo, para desempeñar el cargo de Director de Obras
Municipales, debe entenderse referido única y exclusivamente al título profesional
denominado "ingeniero civil".
Dictamen N° 1963 de 2013, “Es dable agregar que el artículo 9° de la Ley General de
Urbanismo y Construcciones, contenida en el decreto con fuerza de ley N° 458, de 1975,
del Ministerio de Vivienda y Urbanismo, dispone que serán funciones del director de obras,
específicamente, estudiar los antecedentes, dar los permisos de ejecución de obras,
conocer los reclamos durante las faenas y dar recepción final de ellas, todo de acuerdo a
las disposiciones sobre construcción contempladas en la normativa legal y reglamentaria
que expresa, dirigir las construcciones municipales que ejecute directamente el municipio,
y supervigilar estas construcciones cuando se contraten con terceros.
Considerando lo anterior, es dable advertir, en primer lugar, que a las unidades de obras
municipales el legislador les ha encomendado, en lo que interesa al presente análisis,
funciones revisoras y fiscalizadoras, como la recepción de las obras construidas y la
fiscalización de las obras en uso, constituyendo todas ellas funciones públicas.
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municipio, sino que a esa autoridad le corresponde, en relación con esa materia, y en
conformidad con el carácter de sus funciones, dirigir las construcciones municipales que
ejecute directamente el municipio, y supervigilar tales construcciones cuando se contraten
con terceros, según lo dispone el artículo 9°, letra b), de la Ley General de Urbanismo y
Construcciones.”
Artículo 10º.- Todas las Municipalidades que tengan Plan Regulador aprobado, y
cuya comuna tenga un centro urbano de más de 50.000 habitantes, deberán
consultar el cargo de Asesor Urbanista desempeñado por un arquitecto.
19
Dictamen N° 45637 de 2002, “En este orden de consideraciones, es menester consignar
que las Municipalidades no pueden dejar de cumplir las funciones asignadas al asesor
urbanista -en lo que interesa, aquéllas previstas en el artículo 21, inciso tercero, letra c) de
Ley N° 18.695- amparándose en la ausencia de aquél, ya sea que no se haya provisto dicha
plaza o que el funcionario designado al efecto se encuentre impedido de ejercer sus
funciones.
En consecuencia, en mérito de lo expuesto, las Municipalidades deben adoptar las
medidas tendientes para tal efecto, procediendo según se ha indicado, atendiendo a las
circunstancias que concurran en cada caso.”
Ahora bien, luego de examinar la legislación que regula la materia, esta Contraloría
General cumple con manifestar, compartiendo lo expresado por el Ministerio de la
Vivienda y Urbanismo, que la modificación a Ley N° 18.695 en estudio, deja en evidencia el
propósito del legislador de separar y diferenciar las labores ejecutivas u operativas de las
planificadoras, radicando las primeras en la Dirección de Obras y las segundas, en la
Secretaría de Planificación Comunal. (Aplica criterio del Dictamen N° 5.357 de 2000).
De esta manera, tanto la reubicación del asesor urbanista desde la Dirección de Obras
hacia la Secretaría Comunal de Planificación, como las nuevas funciones a él
encomendadas, obedecen a la necesidad que la mencionada Secretaría circunscriba sus
funciones al ámbito de planificación y asesoría urbano comunal.
A mayor abundamiento, cabe reiterar que las funciones del Asesor Urbanista se
encuentran taxativamente señaladas en el referido artículo 21 de Ley N° 18.695 y si la
intención del legislador hubiese sido que, además conservara las que le encomendaba el
artículo 10° de la Ley General de Urbanismo y Construcciones, debería haber señalado que
las funciones otorgadas son sin perjuicio de “las demás que le encomiende la ley”, lo cual
no acontece en la especie.
20
En consecuencia, cabe concluir que la norma contemplada en el artículo 10° de la Ley
General de Urbanismo y Construcciones, se encuentra tácitamente derogada, por lo que,
en la actualidad, los conjuntos armónicos deben ser sometidos, únicamente, a la
autorización de la respectiva Dirección de Obras Municipales para obtener permiso de
construcción.”
Artículo 11º.- A falta del Director de Obras los permisos serán otorgados por la
Secretaría Regional correspondiente del Ministerio de la Vivienda y Urbanismo. En
estos casos, la Municipalidad sólo cobrará el 50% de los derechos
correspondientes.
Dictamen N° 41517 de 2010, “Sobre el particular, cumple esta Entidad de Control con
manifestar que concuerda con el criterio manifestado por la Subsecretaría de Vivienda en
su informe, en el sentido de que, tal como, por lo demás, lo ha manifestado la
21
jurisprudencia administrativa contenida, vgr., en los dictámenes N°s. 35.046, de 2001 y
7.308, de 2002, de este Órgano de Control, el artículo 11 en comento constituye una regla
especial, cuya interpretación debe ser restrictiva.
En consecuencia, en los casos en que, a falta de Director de Obras Municipales
-entendiéndose, acorde con la jurisprudencia indicada, que ello ocurre sólo una vez que
han operado sin resultado las normas de subrogación previstas en la ley N° 18.695,
Orgánica Constitucional de Municipalidades, cuyo texto refundido, coordinado y
sistematizado se fijó por el decreto con fuerza de ley N° 1, de 2006, del Ministerio del
Interior-, las Secretarías Regionales Ministeriales de Vivienda y Urbanismo actúen en
virtud de lo dispuesto en el artículo 11, éstas deben limitarse sólo al otorgamiento de los
permisos a que ese precepto legal se refiere.”
Dictamen N° 7308 de 2002, “Al respecto, corresponde señalar que la norma precitada
constituye una regla especial que regula exclusivamente la subrogación del Director de
Obras Municipales en la situación que expresamente señala, por ende, su interpretación
debe ser restrictiva.
Asimismo, dable es puntualizar que el subrogante tiene la obligación de asumir todas las
funciones del servidor a quien subroga y tratándose del Director de Obras Municipales, a
éste no sólo le compete la labor específica de otorgar los permisos municipales, sino que le
atañen múltiples otras funciones relacionadas con la construcción y urbanización de la
comuna, las que se contemplan, principalmente, en los artículos 24 de la Ley N° 18.695 y
9° de la Ley General de Urbanismo y Construcciones.
Ahora bien, cabe señalar que esta Entidad de Control realizando una interpretación
armónica de los preceptos referidos manifestó por dictamen N° 35.046, de 21 de
septiembre de 2001, -cuya copia se adjunta- que la subrogación del Director de Obras
Municipales corresponderá, en primer término, al funcionario de la misma unidad que siga
en el orden jerárquico y que cumpla con los requisitos para desempeñar dicho cargo, esto
es, que se trate de un arquitecto, ingeniero civil, constructor civil o un ingeniero
constructor civil.
Seguidamente, si en la respectiva unidad no existe un funcionario que reúna tales
exigencias, el Alcalde, en virtud de la facultad que le concede el artículo 79 de la Ley N°
18.883, podrá designar como subrogante del Director de Obras a un servidor de otra
unidad municipal, siempre, por cierto, que posea uno de los títulos profesionales antes
referidos. En subsidio, en el caso de no ser posible aplicar los preceptos referidos
corresponde que el Director de Obras Municipales sea reemplazado por el respectivo
SEREMI de Vivienda y Urbanismo.
Enseguida, es útil destacar que el dictamen N° 35.046, de 2001, precitado complementó el
dictamen N° 30.725, de 1998, y reconsideró la jurisprudencia contenida en los oficios N°s
5906, de 1995 y 5196, de 1997.”
22
con los requisitos para desempeñar dicho cargo, esto es, que se trate de un arquitecto,
ingeniero civil, constructor civil o un ingeniero constructor civil.
Luego, si en la respectiva unidad no existe un funcionario que reúna tales exigencias, el
Alcalde, en virtud de la facultad que le concede el artículo 79 de Ley N° 18.883, podrá
designar como subrogante del Director de Obras a un servidor de otra unidad municipal y
siempre, por cierto, que ostente alguno de los títulos profesionales antes referidos.
Por último y sólo en el evento de no ser factible aplicar las normas contenidas en los
artículos 78 o 79 de Ley N° 18.883, procedería remitirse a lo dispuesto en el artículo 11 de
la Ley General de Urbanismo y Construcciones, esto es, que el Director de Obras
Municipales fuera reemplazado por el respectivo SEREMI de Vivienda y Urbanismo.
Por tanto, se complementa en el sentido antes indicado el Dictamen N° 30.725 de 1998 y
se reconsideran parcialmente y en lo que corresponda, los Dictámenes N°s. 5.906 de 1995
y 5.196 de 1997 y todo otro pronunciamiento en contrario.”
23
de la acción de los artículos 12 y 118 de la Ley General de Urbanismo Y Construcciones; y
b) Jurisdiccional, que se inicia con una etapa administrativa previa ante el Alcalde y
culmina con la presentación del reclamo en sede judicial conforme lo establece el artículo
151 de la Ley N° 18.695.
Que, en efecto, tal como ya se señalara en sentencias recaídas en las causas de esta Corte
Rol N° 1919-2014 de 16 de junio de 2014 y N° 23.214 de 22 de diciembre de 2014, del
estudio de las normas antes indicadas es posible concluir que existen notorias diferencias
entre estos dos tipos de recursos o reclamos, uno de carácter administrativo que se
entabla ante la autoridad superior en materias exclusivamente relacionadas con la Ley
General de Urbanismo y Construcciones, y otra de índole netamente jurisdiccional, que
sólo puede tener por fundamento una infracción de ley, cuya finalidad trasciende lo
relacionado únicamente con la referida ley.
En consecuencia, los actos u omisiones ilegales del Director de Obras son susceptibles de
ser reclamados a través de la acción consagrada en el citado artículo 151. Si bien aquél
depende en los aspectos técnicos del Secretario Regional Ministerial de Vivienda y
Urbanismo, ello no obsta a que en su calidad de funcionario municipal esté bajo la
dependencia del alcalde y, por ende, sujeto a su control.”
La anterior interpretación no sólo tiene su origen en el texto de la ley, que claramente deja
a salvo la opción del interesado quien “puede” optar por la vía administrativa
contemplada en el artículo 12 de la Ley General de Urbanismo y Construcciones, sino que
además se impone por cuanto las personas que se sienten afectadas por ilegalidades de la
Administración, tienen el derecho a obtener tutela jurisdiccional efectiva, cuestión que en
el caso concreto se materializa con el ejercicio de la acción contemplada en el artículo 151
de la Ley N° 18.695, contencioso administrativo especial previsto por el legislador para
24
tales fines, objetivo que no se logra con la reclamación del mencionado artículo 12, toda
vez que ésta solo contempla una revisión por parte de la Administración.
25
controlados por los segundos, en aquellas materias que expresamente señala la ley, como
acontece en el caso de autos.
Que en razón de todo lo anterior, el reclamo de ilegalidad en examen ha de ser
desestimado.”
Que de todo lo dicho hasta ahora, aparece que el reclamo de ilegalidad interpuesto en
contra de la Directora de Obras Municipales de Castro, por haber emitido ésta el permiso
de edificación impugnado, no resulta procedente atendida la especialidad técnica que se
requiere para resolver dicha materia, la que conforme a las disposiciones citadas
precedentemente debió ser conocida y resuelta por la SEREMI de Vivienda y Urbanismo de
la Región de Los Lagos, careciendo además el Alcalde de Castro de atribuciones para
enmendar la decisión que adoptó dicha profesional.
Debe tenerse presente también que si bien las Direcciones de Obras forman parte de la
organización municipal, la norma especialísima del artículo 12 de la Ley General de
Urbanismo y Construcción establece una relación directa, de tutela y supervigilancia de
parte de las SEREMIS de Vivienda y Urbanismo sobre los Directores de Obras Municipales,
a tal punto que estos últimos son controlados por los Secretarios Regionales Ministeriales
de V. y U. en las materias expresamente señaladas por la ley, entre las cuales está,
naturalmente, la de verificar el cumplimiento de las normas urbanísticas aplicables a la
concesión de un permiso de edificación. Lo anterior, atendida la entidad, la calidad y la
naturaleza de las decisiones que les corresponde adoptar, todas las cuales dicen relación
con aspectos muy técnicos y de interpretación o aplicación de normas reglamentarias, que
requieren conocimientos específicos por parte de profesionales competentes, decisiones
que por lo tanto no resultan susceptibles de ser atacadas por el reclamo de ilegalidad
previsto en el artículo 151 de la Ley Orgánica Municipal.”
26
Dictamen N°72572 de 2014, “Ahora bien, del análisis de las reseñadas normas de la LGUC
fluye que ésta establece un procedimiento pormenorizadamente reglado, en el marco del
cual las Direcciones de Obras Municipales y las Secretarías Regionales Ministeriales de
Vivienda y Urbanismo, estas últimas, en el ejercicio de la función de supervigilancia y
frente a las reclamaciones que se les formulen, adoptan las resoluciones que prevé el
mismo ordenamiento.
Siendo ello así, debe concluirse que las actuaciones de las antedichas Secretarías
Regionales no son susceptibles de ser representadas en los términos del artículo 59 de la
ley N° 18.883.”
Dictamen N° 81274 de 2011, “En seguida, que el artículo 12 del mismo texto legal previene
que la respectiva SEREMI podrá resolver las reclamaciones interpuestas en contra de las
resoluciones dictadas por los Directores de Obras Municipales, agregando que el reclamo
deberá ser interpuesto en el plazo de 30 días, contados desde la notificación
administrativa del reclamante, y tramitado conforme al procedimiento previsto en el
artículo 118 del mismo texto legal.
Ahora bien, conforme a la normativa reseñada, es dable colegir que las SEREMI, en
ejercicio de las atribuciones antes aludidas, se encuentran facultadas para pronunciarse
acerca de las actuaciones de las Direcciones de Obras Municipales que incidan en la
aplicación de la normativa sobre construcción y urbanización, siendo del caso puntualizar,
en seguida, que tales unidades municipales tienen el imperativo jurídico de acatar sus
resoluciones.
Con todo, es del caso apuntar, acorde a la jurisprudencia administrativa contenida, entre
otros en los dictámenes N°s 12.573, de 2011, 24.675, de 2010, y 53.531, de 2009, que la
invalidación debe ser resuelta por la misma autoridad que dispuso la medida
supuestamente irregular, de modo que, en la situación que se examina, no procede que la
SEREMI invalide actuaciones de la DOM, sin perjuicio de las medidas que aquélla le ordene
adoptar.”
Dictamen N° 32983 de 2007, “A su vez, el artículo 12° de la LGUC dispone que estas
Secretarías Regionales poseen la facultad de resolver, como órganos administrativos, las
reclamaciones interpuestas en contra de las resoluciones dictadas por los Directores de
Obras.
Cabe precisar, que lo anterior no obsta las facultades fiscalizadoras que competen a este
Organismo de Control respecto de la juridicidad de las decisiones que adopten aquellos
funcionarios, lo que se deberá ejercer una vez agotado por parte del afectado, el reclamo
ya señalado.
En consecuencia, corresponde que el recurrente ejerza previamente el reclamo a que se
refiere el artículo 12° de la LGUC, debiendo esta Contraloría abstenerse de emitir un
pronunciamiento, en esta oportunidad.”
27
Dictamen N° 53332 de 2003, “A su vez, el artículo 12 del mismo cuerpo legal señala que
las referidas Secretarías Regionales podrán resolver las reclamaciones interpuestas en
contra de las resoluciones dictadas por los Directores de Obras dentro del plazo que indica.
En este sentido, es necesario precisar, conforme a la jurisprudencia administrativa
contenida en el dictamen N° 39.147, de 2001, entre otros, que el ejercicio del derecho de
reclamación ante el Secretario Regional Ministerial respectivo, no obsta a las facultades
fiscalizadoras que competen a este Organismo de Control respecto de la juridicidad de las
decisiones que adopten aquellos funcionarios, las que se ejercerán una vez agotado por
parte del afectado el referido reclamo.
En consecuencia, esta Contraloría General tiene competencia para controlar la legalidad
de las decisiones que adoptan, tanto las Direcciones de Obras de los municipios, como las
Secretarías Regionales Ministeriales de Vivienda y Urbanismo -que conocen de las
reclamaciones que los interesados interponen en contra de las aludidas unidades
municipales-.”
Dictamen N° 8604 de 2000, “De las citadas disposiciones aparece que el legislador ha
establecido un procedimiento especial de reclamación, en contra de lo que resuelvan los
Directores de Obras, de tal manera que corresponde que se ejerza previamente dicho
recurso administrativo ante el Secretario Regional Ministerial respectivo.
Con todo, es oportuno precisar que ello no obsta a las facultades fiscalizadoras que
competen a este Organismo de Control respecto de la juridicidad de las decisiones que
adopten aquellos funcionarios, las que se ejercerán una vez agotado por parte del
afectado, el reclamo a que se ha hecho referencia en los párrafos que anteceden. (Aplica
criterio del dictamen N° 21.877, de 1997).
28
En consecuencia, corresponde que usted ejerza previamente el reclamo a que se refiere el
artículo 12 de la Ley General de Urbanismo y Construcciones.”
29
profesional de asesoría y gestión inmobiliaria, siempre y cuando las labores en que
intervenga no digan relación con estudios o ejecución de obras que se realicen dentro de la
comuna en que ejerce sus funciones y las cuales deban ser aprobadas por el departamento
de obras donde trabaja.”
30
Dictamen N° 44082 de 2008, “Mediante su oficio N° 1.860 de 2008, la Contraloría Regional
del Libertador General Bernardo O'Higgins solicita un pronunciamiento acerca de si debe
ser esta Entidad de Control la que instruya los sumarios que, en virtud de lo dispuesto en el
artículo 15 de la Ley General de Urbanismo y Construcciones le sean requeridos, o si puede
ordenar que sea la respectiva municipalidad la que lo haga.
Sobre el particular es menester precisar que el citado artículo 15 dispone que "Si la División
de Desarrollo Urbano del Ministerio de Vivienda y Urbanismo, o las Secretarías Regionales
Ministeriales de Vivienda y Urbanismo, en el desempeño de sus labores o por denuncia
fundada de cualquier persona, tuvieren conocimiento de que algún funcionario, en el
ejercicio de sus funciones, ha contravenido las disposiciones de esta ley, de su ordenanza
general o de aquellas contenidas en los instrumentos de planificación territorial vigentes
en la comuna, deberán solicitar la instrucción del correspondiente sumario administrativo
a la Contraloría General de la República, debiendo informar de ello al Alcalde respectivo,
para los efectos legales a que haya lugar y al Concejo Municipal, para su conocimiento".
Del análisis del transcrito precepto legal aparece que éste se limita a imponer una
obligación a la División de Desarrollo Urbano y a las secretarías regionales ministeriales de
vivienda y urbanismo, en orden a solicitar a esta Contraloría General la instrucción del
correspondiente sumario cuando tuvieren conocimiento de que algún funcionario, en el
ejercicio de sus funciones, ha contravenido las disposiciones a que se refiere, deber que,
cabe añadir, resulta coherente con las facultades que tienen esos órganos para impartir
instrucciones para la aplicación de las disposiciones de la citada Ley General de Urbanismo
y Construcciones -aprobada por el decreto con fuerza de ley N° 458, de 1975, del
Ministerio de Vivienda y Urbanismo- y de su Ordenanza General, y de supervigilar las
disposiciones legales, reglamentarias, administrativas y técnicas sobre construcción y
urbanización e interpretar los instrumentos de planificación territorial, respectivamente,
según lo establece el artículo 4° de ese decreto con fuerza de ley.
No se extiende, dicho artículo 15, a la definición del servicio que debe instruir el sumario a
que alude, ni menos señala ese deber respecto de esta Contraloría General, en relación
con la cual, sin embargo, establece un mecanismo que tiene por finalidad asegurar que
lleguen a su conocimiento situaciones que pueden dar lugar a que ejerza las facultades
que le vienen dadas por mandato de la Constitución Política y de su Ley Orgánica
Constitucional, N° 10.336, y que apuntan al control de la legalidad de los actos de los
órganos de la Administración, como son, por cierto, las municipalidades -según lo previsto
en el artículo 1° de la Ley Orgánica Constitucional de Bases Generales de la Administración
del Estado-, a cuyo respecto dispone el artículo 51 de la ley N° 18.695, Orgánica
Constitucional de Municipalidades -cuyo texto refundido, coordinado y sistematizado se
fijó por el decreto con fuerza de ley N° 1, de 2006, del Ministerio del Interior-, que "serán
fiscalizadas por la Contraloría General de la República, de acuerdo con su ley orgánica
constitucional, sin perjuicio de las facultades generales de fiscalización interna que
correspondan al alcalde, al concejo y a las unidades municipales dentro del ámbito de su
competencia".
Lo indicado, a mayor abundamiento, no podría ser de otro modo, ya que por una parte el
contenido de la Ley General de Urbanismo y Construcciones está dado, según prescribe su
artículo 2°, por los principios, atribuciones, potestades, facultades, responsabilidades,
31
derechos, sanciones y demás normas que rigen a los organismos, funcionarios,
profesionales y particulares, en las acciones de planificación urbana, urbanización y
construcción, y, por la otra, las atribuciones constitucionales y legales que este Ente de
Control ejerce respecto de ese ámbito normativo, son de carácter amplio, de manera que,
en relación con lo consultado, el órgano Fiscalizador puede incluso estimar que los hechos
sometidos a su conocimiento no ameritan incoar un proceso disciplinario, vgr., por no
advertir hechos constitutivos de infracciones administrativas o por encontrarse prescritas
las acciones para perseguir las responsabilidades de esa naturaleza.
En mérito de lo precedentemente señalado, debe concluirse que el alcance del artículo 15,
de que se trata, no es otro que el de establecer un mecanismo destinado a que las
situaciones que pudieren significar infracciones a las normas que el mismo precepto indica
lleguen a conocimiento de esta Entidad Fiscalizadora por comunicación de las autoridades
competentes, con el objeto de que, si lo estima procedente, adopte, de acuerdo a las
facultades que constitucional y legalmente le asisten, las medidas destinadas a hacer
efectiva la responsabilidad administrativa, lo que puede lograrse a través de un proceso
disciplinario incoado ya sea por este órgano Contralor, o bien por el municipio involucrado,
a requerimiento de esta Contraloría General.”
Capítulo III
De los profesionales
Artículo 16°. Toda obra sometida a las disposiciones de la presente ley deberá ser
proyectada y ejecutada por profesionales legalmente autorizados para ello, de
acuerdo a las normas que señale la Ordenanza General.
32
Dictamen N° 29737 de 1987
Artículo 17°. Para los efectos de la presente ley, son arquitectos, ingenieros civiles,
ingenieros constructores y constructores civiles, las personas que se encuentran
legalmente habilitadas para ejercer dichas profesiones, quienes serán responsables
por sus acciones u omisiones en el ámbito de sus respectivas competencias.
La intervención de estos profesionales en una construcción requerirá acreditar que
cuentan con patente vigente en la comuna de su residencia o trabajo habitual.
33
El arquitecto que realice el proyecto de arquitectura será responsable de cumplir
con todas las normas legales y reglamentarias aplicables a dicho proyecto y por los
errores en que haya incurrido en el ejercicio de sus funciones, si de éstos se han
derivado daños o perjuicios.
El profesional competente que realice el proyecto de cálculo estructural, incluidos
los planos, la memoria de cálculo, especificaciones técnicas y el estudio de
geotecnia o mecánica de suelos, será responsable de cumplir con todas las normas
aplicables a estas materias y por los errores en que haya incurrido, en el ejercicio
de sus funciones, si de éstos se han derivado daños o perjuicios. En los casos en
que el estudio de mecánica de suelos sea realizado por un profesional competente
diferente, este estudio será de su exclusiva responsabilidad.
Sin perjuicio de lo establecido en el Nº 3 del artículo 2003 del Código Civil, los
constructores serán responsables por las fallas, errores o defectos en la
construcción, incluyendo las obras ejecutadas por subcontratistas y el uso de
materiales o insumos defectuosos, sin perjuicio de las acciones legales que puedan
interponer a su vez en contra de los proveedores, fabricantes y subcontratistas.
El inspector técnico de obra (ITO) será responsable de supervisar que las obras se
ejecuten conforme a las normas de construcción aplicables en la materia y al
permiso de construcción aprobado y sus modificaciones, así como al proyecto de
arquitectura correspondiente, el proyecto de cálculo estructural y su memoria, y
los proyectos de especialidades, incluidos los planos y especificaciones técnicas
correspondientes.
34
Las condiciones ofrecidas en la publicidad y la información que se entregue al
comprador se entenderán incorporadas al contrato de compraventa. Tal
información deberá expresar claramente la superficie total y útil de la o las
unidades que se están ofertando, la de sus terrazas, bodegas y estacionamientos.
Los planos y las especificaciones técnicas, definitivos, como asimismo el Libro de
Obras a que se refiere el artículo 143, se mantendrán en un archivo en la Dirección
de Obras Municipales a disposición de los interesados.
La responsabilidad civil a que se refiere este artículo, tratándose de personas
jurídicas que se hayan disuelto, se hará efectiva respecto de quienes eran sus
representantes legales a la fecha de celebración del contrato.
Las acciones para hacer efectivas las responsabilidades a que se refiere este
artículo prescribirán en los plazos que se señalan a continuación:
1. En el plazo de diez años, en el caso de fallas o defectos que afecten a la
estructura soportante del inmueble.
2. En el plazo de cinco años, cuando se trate de fallas o defectos de los elementos
constructivos o de las instalaciones.
3. En el plazo de tres años, si hubiesen fallas o defectos que afecten a elementos de
terminaciones o de acabado de las obras.
En los casos de fallas o defectos no incorporados expresamente en los numerales
anteriores o que no sean asimilables o equivalentes a los mencionados en éstos, las
acciones prescribirán en el plazo de cinco años.
35
posibilidad de solicitar que se le indemnice de eventuales daños y perjuicios sufridos con
ocasión de fallas o defectos en la construcción de la propiedad.
SEXTO: Que, en cuanto al primer error de derecho denunciado, cabe consignar que la
responsabilidad objetiva invocada por el actor para fundar su recurso en esta parte no es
tal, pues no existe disposición legal alguna que la establezca, y, por el contrario, el artículo
18 de la Ley General de Urbanismo y Construcciones obliga al propietario primer vendedor
de la construcción a responder por los daños y perjuicios que deriven de fallas o defectos
en la misma, sea durante su ejecución o después de terminada. Además, establece que los
proyectistas serán responsables por los errores en que hayan incurrido, si de éstos se han
derivado daños o perjuicios, y que, sin perjuicio de lo establecido en el N° 3 del artículo
2003 del Código Civil, los constructores lo serán por las fallas, errores o defectos en la
construcción, incluyendo las obras ejecutadas por subcontratistas y el uso de materiales o
insumos defectuosos, sin perjuicio de las acciones legales que puedan interponer a su vez
en contra de los proveedores, fabricantes y subcontratistas. Finalmente, previene que las
personas jurídicas serán solidariamente responsables con el profesional competente que
actúe por ellas como proyectista o constructor, respecto de los señalados daños y
perjuicios; SÉPTIMO: Que el examen de la disposición referida conduce, necesariamente, a
concluir que el régimen de responsabilidad establecido en esta materia se centra en torno
a la figura del propietario primer vendedor de la obra y de los profesionales encargados de
su construcción, sin que se haga mención en parte alguna de una eventual responsabilidad
del municipio derivada de la recepción definitiva de la obra.
36
DÉCIMO (…) De esta norma, como bien lo señaló el fallo recurrido, surge la obligación del
propietario, primer vendedor de una construcción, de responder por todos los daños y
perjuicios que provengan de fallas o defectos en ella, sea durante su ejecución o después
de terminada, por lo tanto, es el legislador, quien impone la obligación, en este caso a la
Inmobiliaria Petrohué S.A. de indemnizar los daños y perjuicios que se pudieran ocasionar
como consecuencia de fallas o defectos de construcción, disposición que facilita a los
adquirentes de una vivienda la obtención de reparación. Luego, es una situación
totalmente distinta a la señalada por los artículos 1857 y 1996 del Código Civil, el primero
relativo a la acción redhibitoria, definida como la que tiene el comprador para que se
rescinda la venta o se rebaje proporcionalmente el precio por los vicios ocultos de la cosa
vendida, raíz o mueble, llamados redhibitorios, y la segunda, relativa al contrato de
confección de obra material;
Octavo: Que para resolver el recurso es útil consignar que el precepto referido establece la
responsabilidad del primer vendedor por todos los perjuicios derivados de fallas en la
construcción, y toda vez que esta fuente se ocupa de esta materia con un contenido
claramente diverso al que el Código Civil entrega respe cto de los contratos, no es posible
menos que concluir que se trata de una norma especial que de acuerdo al artículo 13 del
Código Civil, ha de primar sobre aquellas de aplicación general. Noveno: Que, en
consecuencia, el yerro denunciado y que se hizo consistir en la falta de aplicación del
artículo 1489 del Código Civil no ha tenido lugar, porque en esta clase de contratos,
regulados por la norma del artículo 18 del D.F.L. N° 458, Ley General de Urbanismo y
Construcciones, es posible solicitar indemnización, sin instar previamente por el
cumplimiento o resolución del contrato, porque es claro que el comprador afectado no
pretende la resolución sino, únicamente, que le sean resarcidos los daños. La norma
aplicada cumple la función de reducir el pleito a los daños y de evitar que se extienda
innecesariamente- al contrato. Por otra parte, es muy evidente que las reglas generales en
esta materia son inaplicables, pues es claro que desalientan el ejercicio de esta clase de
acciones, lo que ciertamente ha motivado la norma especial.
16°) Esta Corte de Casación ha expresado que la citada norma impone responsabilidad al
propietario primer vendedor de un inmueble, en términos tales que habiendo el
perjudicado optado por el ejercicio de dicha acción y habiéndose acreditado por éste el
daño sufrido y la relación de causa a efecto entre el perjuicio sufrido y la falla o defecto de
la construcción, es procedente disponer su pago. Así ha acontecido en la sentencia
cuestionada, con lo considerado, los hechos determinados y las conclusiones a las que
37
arribaron los jueces del fondo, razón por la cual no se ha incurrido en error atinente a lo
dispuesto en el artículo 2314 del Código Civil, concerniente a la responsabilidad
extracontractual, cuyo no es el estatuto que se hecho procedente en el caso sub judice.
OCTAVO: Que ahora bien, al ser la demandada Inmobiliaria Fourcade S.A. propietaria
primer vendedor del inmueble de calle Isla Maillén Nº 197, Puerto Montt, las diversas
acciones de reparación en favor de la vivienda y de su actual dueño, cualquiera haya sido
la envergadura o calidad de los desperfectos o daños, son hechos que han constituido la
interrupción natural de la prescripción, pues importaron reconocer que tal construcción
fue afectada por daños que a ella correspondía corregir, en atención a lo prevenido en el
artículo 18 del D.F.L. Nº 458, Ley General de Urbanismo y Construcciones.
CORTE SUPREMA, 11/09/2007, ROL: 6212/2005, PARTES: SAHURIE LUER EMILIO CON
JAHUEL INGENIERIA Y CONSTRUCCION LIMITADA,
33º) Que, nuestra doctrina especializada –Enrique Barros, Tratado de Responsabilidad civil
extracontractual- entre otros, señala que las acciones contenidas en el Código Civil y la Ley
General de Urbanismo y Construcciones se superponen. En general, se ha sostenido que
para determinar sus respectivos ámbitos de aplicación debe atenderse a la magnitud de
los efectos que se siguen de los vicios de la construcción. De este modo, si los vicios
38
determinan la ruina o amenaza de ruina del edificio, resultarían aplicables las reglas del
Código Civil; por el contrario si se trata de un vicio o defecto distinto de la ruina, regirían
las normas especiales de la legislación sobre urbanismo y construcciones.
36º) Que, también debe tenerse en cuenta que la Ley General de Urbanismo y
Construcciones da lugar a una opción del estatuto aplicable, porque junto con establecer
una regla de responsabilidad de los constructores, deja a salvo que ella rige “sin perjuicio
de lo dispuesto en el N° 3 del artículo 2003 del Código Civil ”.El reconocimiento de una
opción es consistente con un sistema de responsabilidad que pretende proteger a las
víctimas de ruinas de edificios y de vicios o defectos de la construcción. En este contexto la
pregunta práctica esencial se refiere a las situaciones en que para la víctima resulta más
favorable recurrir al Código Civil que a la Ley General de Urbanismo y Construcciones.
Tercero: Que cabe dejar anotado que la pretensión que se examina se ha enmarcado en el
estatuto de responsabilidad que prevé el inciso tercero del artículo 18 de la Ley General de
Urbanismo y Construcciones, que dispone: “Sin perjuicio de lo establecido en el N° 3 del
artículo 2003 del Código Civil, los constructores serán responsables por las fallas, errores o
defectos en la construcción, incluyendo las obras ejecutadas por subcontratistas y el uso
de materiales o insumos defectuosos, sin perjuicio de las acciones legales que puedan
interponer a su vez en contra de los proveedores, fabricantes y subcontratistas”. El citado
artículo 2003 del Código Civil dispone, por su parte: “3ª. Si el edificio perece o amenaza
ruina, en todo o parte, en los cinco años subsiguientes a su entrega, por vicio de la
construcción, o por vicio del suelo que el empresario o las personas empleadas por él
hayan debido conocer en razón de su oficio, o por vicio de los materiales, será responsable
el empresario; si los materiales han sido suministrados por el dueño, no habrá lugar a la
responsabilidad del empresario, sino en conformidad al artículo 2000, inciso final.” En
consecuencia, de conformidad con lo dispuesto en el artículo 22 de dicho cuerpo legal,
para mantener la debida correspondencia y armonía entre los textos legales en juego, la
regla de la Ley General de Construcciones y Urbanismo ha de entenderse como excluyente
de la prueba de la subjetividad del constructor, elemento a que allí no se hace referencia;
pero sí en el Código de Bello cuando se exige para hacer responsable al empresario
constructor, que éste “o las personas empleadas por él hayan debido conocer en razón de
su oficio” los vicios de la construcción, del suelo en que se edificó o de los materiales que
se emplearon. La exclusión de esta prueba de la subjetividad, sin embargo, no importa la
de toda prueba de cargo, como si se dijese que estuviésemos ante un sistema de
responsabilidad objetiva, sino más bien, establece uno de responsabilidad estricta, donde
la prueba del actor ha de comprender únicamente la existencia del daño y que éste se ha
causado por “fallas, errores o defectos en la construcción, incluyendo las obras ejecutadas
por subcontratistas y el uso de materiales o insumos defectuosos”.
39
CORTE DE APELACIONES DE SANTIAGO, 13/06/2014, ROL: 764/2013, PARTES:
CORPORACION ADMINISTRATIVA DEL PODER JUDICIAL / CONSTRUCTORA SQ S A-
HENRIQUEZ ISLA MARCO,
CORTE SUPREMA, 13/10/2015, ROL: 28582/2014, PARTES: COMERCIAL OCIO GROUP LTDA
/ ORREGO UNDURRAGA BERNARDITA- GRIFFIN TORRETTI CATALINA,
40
cuanto a las condiciones ofrecidas en la publicidad deben entenderse incorporadas al
contrato de compraventa, lo que así se hizo cuando en los respectivos contratos de
compraventa con los integrantes del condominio Parques de Bilbao refirieron el plano 214,
en consecuencia estas dos unidades forman parte de los bienes comunes respecto de la
empresa demandada y por lo mismo de conformidad con lo dispuesto en los artículos 582
y siguientes del Código Civil, Ley de General de Urbanismo y Construcciones y Ley 19.537
en relación con el artículo 1713 del Código Civil, constituyen bienes de propiedad del
Condominio Parques de Bilbao que deberán restituir dentro de tercero día de ejecutoriada
esta sentencia.
4° Que los actores aseveran que la vista panorámica y privilegiada de los inmuebles
ofrecidos en venta, y que ellos compraron, fue anunciada por la Inmobiliaria Los Canelos
S.A. en la descripción del proyecto inmobiliario “Cumbres de Andalué”, sosteniéndose en la
Guía de Venta de Loteo Cumbre de Andalué” que “los lotes cuentan con una vista
privilegiada a las lagunas chica y grande de San Pedro, al río Bio Bio y su desembocadura
al mar, Océano Pacífico y las ciudades de Concepción, Talcahuano y San Pedro”. (…) 7°
Que todos los aspectos antes reseñados revelan que no pueden ser dilucidados en un
recurso de protección, sino que en un juicio contradictorio de lato conocimiento, en que las
partes van a tener la posibilidad procesal de rendir probanzas necesarias a sus
pretensiones, pleito en el que debe determinarse si se ha producido un incumplimiento
contractual por los vendedores, y en su caso, si procede o no una indemnización de
perjuicios, existiendo reiterada jurisprudencia judicial en el sentido que estamos
precisando, ya que este amparo constitucional, en razón de su naturaleza breve, rápida,
cautelar y desformalizada, no es la vía adecuada para ello.
Sexto: Que el artículo 18 de la citada Ley establece en forma específica tres tipos de
defectos a los cuales les asigna plazos de prescripciones diversos, según sean de índole
estructurales, constructivos o relativos a terminaciones. Sin embargo, en el inciso
penúltimo del citado precepto se expresa que “En los casos de fallas o defectos no
incorporados expresamente en los numerales anteriores o que no sean asimilables o
equivalentes a los mencionados en éstos, las acciones prescribirán en el plazo de cinco
años”. Es decir, el legislador contempló no sólo los defectos estructurales, constructivos de
terminaciones, sino que en términos amplios se aludió a defectos en la obra que pueden
generar responsabilidad. Atendido que es un hecho inmutable que la caída se produjo en
un socavón que correspondía a un relleno en la construcción que no puede asimilarse al
“suelo natural”, el que debe entenderse conforme lo indica la Ordenanza de Urbanismo y
41
Construcciones -1.1.2- como el “estado natural del terreno anterior a cualquier
modificación artificial practicada en él”, esta Corte debe concluir que sí corresponden al
ámbito de aplicación del artículo 18 las irregularidades en el terreno circundante a la obra
principal que no presten al adquirente la seguridad que razonablemente puede esperar de
una obra terminada. Esta afirmación queda corroborada por cuanto se estableció que no
se compactó como correspondía el terreno en que se produjo la caída, lo que permite
aseverar que se realizó una obra, aunque imperfecta y defectuosa, lo que ocasionó, en
definitiva, el daño cuya indemnización se otorgó a título de daño emergente.
Artículo 19°. Las causas a que dieren lugar las acciones a que se refiere el artículo
18 anterior se tramitarán conforme con las reglas del procedimiento sumario
establecido en el Título XI del Libro III del Código de Procedimiento Civil.
42
Con todo, las partes podrán someter las controversias a la resolución de un árbitro
de derecho que, en cuanto al procedimiento, tendrá las facultades de arbitrador a
que se refiere el artículo 223 del Código Orgánico de Tribunales. El árbitro deberá
ser designado por el juez letrado competente y tener, a lo menos, cinco años de
ejercicio profesional.
43
9. Serán aprobadas por el tribunal las propuestas de conciliación para poner
término al proceso formuladas por la parte demandada, siempre que ellas cuenten
con la aceptación de los dos tercios de los demandantes, que se ofrezcan garantías
razonables del efectivo cumplimiento de las obligaciones que se contraen, si no
fueren de ejecución instantánea y que no se contemplen condiciones
discriminatorias para alguno de los actores.
10. En los contratos que se perfeccionen a partir de la publicación de esta ley no
será impedimento para demandar colectivamente el que se haya pactado
compromiso de arbitraje, el cual quedará sin efecto por el solo hecho de la
presentación de la demanda colectiva.
CORTE DE APELACIONES DE SAN MIGUEL, ROL: 202/2015, PARTES: LENA SALGADO JORGE
MANUEL CON INMOBILIARIA CALEUCHE LIMITADA
Quinto: Que solo en estrado la parte demandante reconvencional explicita –lo que no
ocurre en el libelo pretensor- que la acción intentada se justifica sobre la base de lo
dispuesto en el artículo 680 del Código de Procedimiento Civil, en relación a los artículos
transcritos de la Ley General de Urbanismo y Construcciones, teniendo en cuenta que
dicha acción, por su naturaleza, requiere una tramitación rápida para ser eficaz.
44
Dictamen N° 6882 de 1996
Capítulo IV
De las sanciones
Artículo 20°. Toda infracción a las disposiciones de esta ley, a su ordenanza general
y a los instrumentos de planificación territorial que se apliquen en las respectivas
comunas, será sancionada con multa, a beneficio municipal, no inferior a un 0,5%
ni superior al 20% del presupuesto de la obra, a que se refiere el artículo 126 de la
presente ley. En caso de no existir presupuesto, el juez podrá disponer la tasación
de la obra por parte de un perito o aplicar una multa que no será inferior a una ni
superior a cien unidades tributarias mensuales. Todo lo anterior es sin perjuicio de
la paralización o demolición de todo o parte de la obra, según procediere, a menos
que el hecho sea constitutivo de delito o tenga una sanción especial determinada
en esta ley o en otra.
La municipalidad que corresponda, la Secretaría Regional Ministerial de Vivienda y
Urbanismo respectiva o cualquier persona podrá denunciar ante el Juzgado de
Policía Local correspondiente, el incumplimiento de las disposiciones aludidas en el
inciso anterior. La denuncia deberá ser fundada y acompañarse de los medios
probatorios de que se disponga.
Las acciones relativas a las infracciones a que se refiere este artículo, prescribirán al
momento de la recepción de la obra por parte de la Dirección de Obras
Municipales.
45
CORTE SUPREMA, ROL: 6916/2008, PARTES: MANUEL A CALDERON SILVA I
MUNICIPALIDAD DE TRAIGUEN
46
CORTE SUPREMA, ROL: 6916/2008, PARTES: MANUEL A CALDERON SILVA - I
MUNICIPALIDAD DE TRAIGUEN
47
Dictamen N° 19638 de 2010
48
Artículo 24°. Los notarios y Conservadores de Bienes Raíces que otorgaren
escrituras o efectuaren inscripciones en sus registros en contravención a las
disposiciones de esta ley y de las Ordenanzas incurrirán en la pena de suspensión
de su oficio hasta el término de seis meses, sin perjuicio de las responsabilidades
civiles que pudieren afectarles. La suspensión será decretada por la Corte de
Apelaciones respectiva.
TITULO II
DE LA PLANIFICACIÓN URBANA
Capítulo I
49
Definiciones
Es del caso hacer presente que conformé a lo dispuesto en el artículo 27, inciso 2°, de la
LGUC, los objetivos y metas que se establezcan en la respectiva política nacional para el
desarrollo urbano serán incorporados en la planificación urbana en todos, sus niveles.
Para resolver el asunto planteado, es necesario precisar, en primer término, que los
procesos de planificación territorial, de acuerdo al artículo 27 de la Ley General de
Urbanismo y Construcciones, persiguen orientar y regular el desarrollo de los centros
50
urbanos en función de una política nacional, regional y comunal de desarrollo
socioeconómico.
Agrega el inciso tercero del artículo 41 del cuerpo legal mencionado, que el plan regulador
"es un instrumento constituido por un conjunto de normas sobre adecuadas condiciones
de higiene y seguridad en los edificios y espacios urbanos, y de comodidad en la relación
funcional entre las zonas habitacionales, de trabajo, equipamiento y esparcimiento".
De lo anterior se colige que la planificación urbana, en todos sus niveles, debe concretarse
en regulaciones de carácter general, esencialmente modificables, que en el intertanto
solamente originan una mera expectativa -la posibilidad de construir-, pero de los cuales
pueden derivarse derechos legítimamente adquiridos por los particulares en la medida que
se dicten los actos de efectos particulares que la propia normativa estime idóneos para
esos efectos.
CAPITULO II
51
“ En efecto, esta legislación de carácter especial establece un sistema de planificación urbana que
se proyecta en 4 niveles de acción, que corresponden a 4 tipos de áreas que, de conformidad con
el artículo 28 de la Ley General de Urbanismo y Construcciones, son: nacional, regional,
intercomunal y comunal. Las 3 primeras, por su naturaleza, abarcan territorios que exceden el
ámbito comunal y, por lo mismo, la planificación en éstas se lleva a cabo y obedece a objetivos
distintos de aquéllos que corresponden al nivel comunal, aseveración que se deduce de la sola
lectura de los distintos párrafos del Capítulo II “De la Planificación Urbana en Particular”,
contenido en el Título II “De la Planificación Urbana”, de la ley citada.
Además, debe tenerse en consideración que el sistema de planificación contenido en la Ley General
del ramo es de orden jerárquico, debiendo la planificación de los niveles inferiores supeditarse a la
de los niveles superiores. Dicha jerarquía adquiere especial trascendencia en la relación “plan
intercomunal y/o metropolitano y plan comunal”, consagrada en los artículos 34, 37 y 38 de la ley
en comento, en virtud de los cuales las disposiciones de los Planes Reguladores Intercomunales
serán obligatorias en la elaboración de los Planes Reguladores Comunales y las disposiciones de los
Planes Reguladores Intercomunales, que constituyan alteraciones a las disposiciones de los Planes
Reguladores Comunales existentes, se entenderán automáticamente incorporadas a éstos como
modificaciones.”
Artículo 28 Bis.- A través de planos de detalle podrá fijarse con exactitud los
trazados y anchos de los espacios declarados de utilidad pública en los planes
reguladores comunales, seccionales o intercomunales, siempre que no los
modifiquen.
Los planos de detalle serán elaborados por el municipio o por la Secretaria Regional
Ministerial de Vivienda y Urbanismo, según especifiquen planes de nivel comunal o
intercomunal. Cuando los confeccione el municipio deberá solicitar un informe a la
Secretaria Regional Ministerial de Vivienda y Urbanismo respectiva sobre el
proyecto de plano, y cuando los elabore esta última, deberá requerir informe de los
municipios afectados. Si el informe no se emite dentro de quince días hábiles
contados desde su recepción se entenderá que no hay observaciones, salvo que la
autoridad correspondiente solicite, dentro de dicho plazo, una prórroga por igual
período.
52
CIRCULAR GENERAL DDU N° 283, de 16 de mayo de 2016, APLICACIÓN ARTÍCULO 28 BIS E
INCISO SEGUNDO ARTÍCULO 59 LGUC EN RELACIÓN CON PLANOS DE DETALLES
Del análisis de la preceptiva anterior es posible entender que el propósito de estos planos
de detalle es graficar en forma pormenorizada el área afecta a declaratoria de utilidad
pública, mediante un proceso expedito y claro. Este procedimiento, otorga al propietario
afectado el derecho a que la autoridad respectiva fije con exactitud los trazados y anchos
del espacio declarado de utilidad pública, incrementando así su certeza jurídica.
Conforme a lo anteriormente expuesto esta División puede colegir que:
• Concurre la aplicación del artículo 28 Bis e inciso segundo del artículo 59 solo cuando
exista una afectación a utilidad pública dispuesta en el respectivo plan regulador.
• El plano de detalle no puede definir nuevas declaratorias a utilidad pública ni
modificarlas. Su objeto es establecer con exactitud aquella dispuesta por el respectivo plan
regulador.
• La SEREMI MINVU o la Municipalidad están facultadas para elaborar un plano de detalle
tanto por iniciativa propia, como a petición del propietario afectado por una declaratoria a
utilidad pública. En este último caso, dentro del plazo de seis meses a partir de la solicitud,
deberá aprobarse el plano de detalle conforme a lo establecido en el inciso segundo del
artículo 59 de la LGUC.
• La escala gráfica del plano de detalle será de 1:500, 1:200 o 1:100 o la escala adecuada
que permita dibujar de forma clara los espacios declarados de utilidad pública. Para lo
cual, de requerir una base topográfica, ésta deberá considerar el estándar y precisión que
la graficación de la declaratoria de utilidad pública requiera, insumo que será de
responsabilidad de la Municipalidad o SEREMI MINVU cuando corresponda.
• La promulgación del plano de detalle, ya sea por decreto alcaldicio o Resolución del
Intendente no requerirá ser publicada en el Diario Oficial, por cuanto el plano de detalle
está referido a una afectación establecida por el respectivo plan regulador ya sancionado
en su oportunidad.
• La SEREMI MINVU deberá mantener a disposición de las personas que lo soliciten, el
plano de detalle promulgado por decreto alcaldicio o Resolución del Intendente, conforme
dispone el artículo 1.1.6. de la Ordenanza General de Urbanismo y Construcciones (OGUC),
para ello será necesario que la Municipalidad remita a la SEREMI MINVU respectiva el o
los planos de detalle que hubiere promulgado por decreto alcaldicio.
• Del mismo modo corresponderá que, en virtud del artículo 1.1.7. de la OGUC, la
Dirección de Obras Municipales otorgue el debido acceso a los planos de detalle que
hubiere promulgado la Municipalidad.
• El Informe que deba emitir la SEREMI MINVU a solicitud de la Municipalidad o viceversa,
deberá dar cuenta solamente respecto de la parte de la afectación a utilidad pública
indicada en el proyecto de plano de detalle.
54
Artículo 30º.- Se entenderá por Planificación Urbana Regional aquella que orienta
el desarrollo de los centros urbanos de las regiones.
Artículo 32º.- El Plan Regional de Desarrollo Urbano será confeccionado por las
Secretarías Regionales del Ministerio de la Vivienda y Urbanismo, de acuerdo con
las políticas regionales de desarrollo socio-económico.
Artículo 33.- Los planes regionales de desarrollo urbano serán aprobados por el
consejo regional y promulgados por el intendente respectivo, debiendo sus
disposiciones incorporarse en los planes reguladores metropolitanos,
intercomunales y comunales.
55
Ahora bien, es dable anotar que de acuerdo con el inciso primero del artículo 34 de la
LGUC “Se entenderá por Planificación Urbana Intercomunal aquella que regula el
desarrollo físico de las áreas urbanas y rurales de diversas comunas que, por sus
relaciones, se integran en una unidad urbana”, la que, en la situación en análisis, se realiza
por medio del PRMS, el que está constituido “por un conjunto de normas y acciones para
orientar y regular el desarrollo físico del área correspondiente”.
Sobre el particular, es menester anotar que según el inciso primero del artículo 34 de la
LGUC “Se entenderá por Planificación Urbana Intercomunal aquella que regula el
desarrollo físico de las áreas urbanas y rurales de diversas comunas que, por sus
relaciones, se integran en una unidad urbana”, que, en la situación en análisis, se realiza
por medio del PRMS, documento que está constituido “por un conjunto de normas y
acciones para orientar y regular el desarrollo físico del área correspondiente”.
56
regulador citado, Título que -conforme al mandato establecido en el artículo 34 de la Ley
General de Urbanismo y Construcciones, DFL N° 458, de 1975, del Ministerio de Vivienda y
Urbanismo, y desarrollado por el artículo 2.1.7 de la Ordenanza General de Urbanismo y
Construcciones, aprobada por el Decreto N° 47 de 1992, del mismo origen- regula el "Área
restringida o excluida al desarrollo urbano".
Es útil precisar que el Título 8° en cuestión, distingue tres tipos de áreas restringidas o
excluidas al desarrollo urbano: las áreas de alto riesgo para los asentamientos humanos
(8.2), las áreas de valor natural y/o interés silvoagropecuario (8.3) y las áreas de
resguardo de infraestructura metropolitana (8.4).
Conforme a lo dispuesto en el Capitulo 8.3 del referido Título 8°, las "Áreas de Valor
Natural y/o de Interés Silvoagropecuario", corresponden al territorio emplazado fuera de
las áreas urbanizadas y urbanizables, que comprende las áreas de interés natural o
paisajístico y/o que presentan vegetación y fauna silvestre, cursos o vertientes naturales
de agua y que constituyen un patrimonio natural o cultural que debe ser protegido o
preservado. En estas áreas se permite la construcción de instalaciones de apoyo a su
destino de recurso agrícola y las mínimas para su valoración paisajística. Se consideran en
esta categoría las Áreas de Valor Natural, las Áreas de Interés Silvoagropecuario y el Área
Restringida por Cordones Montañosos.
Ahora bien, el artículo 8.3.1.1 del Plan Regulador Metropolitano de Santiago, contempla
dentro de las denominadas "Áreas de Valor Natural" las "Áreas de Preservación
Ecológica", definidas como aquellas áreas que serán mantenidas en estado natural, para
asegurar y contribuir al equilibrio y calidad del medio ambiente, como asimismo preservar
el patrimonio paisajístico.
De este modo, acorde con el inciso cuarto de la referida norma, su uso se encuentra
limitado a fines científico, cultural, educativo, recreacional, deportivo y turístico, con las
instalaciones y/o edificaciones mínimas e indispensables para su habilitación.
Agrega su inciso quinto, que “Las normas que regirán estas actividades y asimismo las de
los usos complementarios a ellas como: equipamiento de seguridad, comunicaciones,
salud, comercio y estacionamientos de uso público, serán definidas por la Secretaría
Regional Ministerial Metropolitana de Vivienda y Urbanismo en cada caso, atendiendo a
sus características específicas y a los estudios pertinentes aprobados por los organismos
competentes que corresponda.".
Como puede apreciarse, y en armonía con lo dispuesto en los artículos 2.1.7, inciso cuarto
letra b), y 2.1.18 de la Ordenanza General de Urbanismo y Construcciones, aun cuando las
57
áreas de preservación ecológica del Plan Regulador Metropolitano de Santiago están
excluidas del desarrollo urbano, en ellas se permite la construcción de ciertas instalaciones
y/o edificaciones, siempre que éstas se refieran a actividades cuyos fines, se enmarcan
dentro del uso permitido por el mismo Plan.
Sobre el particular cabe precisar, en primer término, que tal como señala Metrogas S.A., el
Área de Preservación Ecológica de Peñalolén en donde se emplaza el proyecto de dicha
empresa es un área rural, razón por la que le resulta aplicable lo dispuesto en el articulo
55 de la Ley General de Urbanismo y Construcciones, que regula el otorgamiento de
autorizaciones de instalación de determinadas construcciones fuera de los límites urbanos,
por parte de la autoridad administrativa.
Enseguida, es necesario advertir que, sin embargo, la aplicación del citado artículo 55 no
puede implicar el desconocimiento de las facultades legales y reglamentarias de que ha
sido investido el planificador intercomunal metropolitano, las que, por su parte, tienen
también su origen en una norma expresa de la Ley General de Urbanismo y
Construcciones, como es el artículo 34 de la misma.
Ello toda vez que, acorde con esta última norma, se entiende por Planificación Urbana
Intercomunal aquella que regula el desarrollo físico de las áreas urbanas y rurales de
diversas comunas que, por sus relaciones, se integran en una unidad urbana. De acuerdo
al inciso segundo de este artículo, cuando esta unidad sobrepase los 500.000 habitantes,
le corresponderá la categoría de área metropolitana para los efectos de su planificación.
De lo expuesto, puede advertirse que la misma ley que, a través de su artículo 55, regula el
otorgamiento de autorizaciones de instalación de determinadas construcciones fuera de
los límites urbanos, determina, mediante su artículo 34, la existencia de una potestad
planificadora en dichas zonas, ejercida en la especie a través del Plan Regulador
Metropolitano de Santiago.
58
Así, la normativa legal precitada, que concurre respecto del problema en examen, deberá
interpretarse de manera armónica, pues lo contrario implicaría desconocer el estatuto
rural de esta zona o bien, las facultades del planificador metropolitano sobre la misma,
vulnerando en ambos casos las normas legales respectivas.
En este orden de ideas, resulta necesario precisar que, a diferencia de lo que señala la
empresa titular del proyecto, y como puede advertirse en particular del tenor literal de los
incisos tercero y cuarto del artículo 55 de la Ley General de Urbanismo y Construcciones,
éste no contiene una autorización genérica o zonificación general para el establecimiento
de construcciones fuera del límite urbano, sino que se limita a establecer un procedimiento
para la autorización de dichas instalaciones en el sector mencionado, procedimiento que
no resulta incompatible con el establecimiento de reglas de zonificación por parte del
planificador metropolitano.
En el mismo sentido indicado, el inciso tercero del artículo 2.1.19 de la Ordenanza General
de Urbanismo y Construcciones, al referirse a las construcciones que se autoricen fuera del
límite urbano con arreglo al inciso final del artículo 55 de la Ley General de Urbanismo y
Construcciones, precisa, en lo que interesa al asunto en examen, que en el informe que en
dicho procedimiento debe expedir la Secretaría Regional Ministerial de Vivienda y
Urbanismo -autoridad regional de carácter sectorial-, ésta "verificará que las
construcciones cumplen con las disposiciones pertinentes del respectivo Instrumento de
Planificación Territorial".
En estas condiciones, forzoso es concluir que las reglas de zonificación que resultan
aplicables a las áreas rurales que han sido objeto de planificación intercomunal -que no se
59
contienen ni en el artículo 55 de la Ley General, ni en el artículo 2.1.19 de la Ordenanza-,
deben encontrarse en el instrumento que la preceptiva mencionada ha previsto al efecto, y
que en la especie corresponde al Plan Regulador Metropolitano de Santiago.
Por otro lado, resulta improcedente acoger lo sostenido por Metrogas S.A. en el sentido de
que el artículo 8.1.3 del Plan Regulador Metropolitano permitiría introducir en el área
citada las instalaciones que propone, no obstante no coincidir éstas con el uso de suelo
permitido en el numeral 8.3.1.1 del mismo instrumento, por cuanto dicha interpretación
implicaría aceptar la modificación de una zonificación dispuesta por el Plan Regulador
Metropolitano de Santiago, e introducir un uso de suelo no previsto por éste, mediante un
procedimiento y a través de una autoridad diferentes de los establecidos por la ley para la
modificación de los planes intercomunales o de las áreas de protección ambiental, e
incluso menos exigente que el contemplado en el propio inciso final del artículo 55 para la
autorización de construcciones' fuera de los límites urbanos. En cualquier caso, una
interpretación armónica de ambas disposiciones del Plan, lleva a concluir que en virtud del
mecanismo previsto en el referido artículo 8.1.3, sólo pueden admitirse las construcciones
y edificaciones que siendo ajenas al destino de las áreas referidas sean compatibles con la
naturaleza y finalidades que para ellas contempla el mismo Plan, lo que tampoco sucede
en la especie.
A su vez, y en lo que toca al inciso final del artículo 2.1.29 de la Ordenanza General de
Urbanismo y Construcciones, corresponde precisar que, como se advierte de la redacción
60
de esta normó, al remitir la instalación de infraestructura energética en el área rural al
articulo 55 de la Ley General y someterla a las autorizaciones que indica, lo que hace es
precisar las reglas de procedimiento a aplicar, las que en ningún caso pueden desconocer
la zonificación prevista, en su caso, en el respectivo instrumento de planificación
territorial.
De este modo, no puede sino concluirse que la resolución exenta N° 368 de 2007, de la
Comisión Regional del Medio Ambiente de la Región Metropolitana, no se ajusta a
derecho, por no corresponder el otorgamiento de una autorización provisoria respecto de
un proyecto que, atendida su naturaleza, no se encuentra permitido por la normativa, al
no ser compatible con los usos de suelo previstos por el Plan Regulador Metropolitano de
Santiago para el Área de Preservación Ecológica de Peñalolén.
“Ahora bien, en relación con la derogación tácita de las disposiciones legales que se
indican, cabe precisar, en primer término, que a la modificación del artículo 3º de la Ley
Nº18.695 –que no hizo sino ampliar el ámbito de aplicación de las funciones privativas que
competen a los municipios- entre otras, la de planificación y regulación urbana de la
comuna y la confección del plan regulador comunal “al ámbito de su territorio”-, no puede
atribuírsele el efecto de haber dejado sin aplicación la normativa contenida en otros textos
aplicables en la materia, como la Ley General de Urbanismo y Construcciones, toda vez
que el mismo artículo 3º en comento, en su actual letra b) –ex letra c), cuyos términos son
idénticos- exige que la confección del Plan Regulador Comunal se realice “de acuerdo con
las normas legales vigentes”, referencia que debe entenderse hecha, entre otras, a la
citada Ley General del ramo.
Del mismo modo, la delimitación de las facultades del Asesor Urbanista y del Director de
Obras Municipales, materia que ha experimentado algunas modificaciones, así como la
aprobación del proyecto del plan regulador comunal y sus modificaciones por parte del
61
Concejo Municipal –situación que se ha mantenido inalterada- no afectan la concurrencia
de otras entidades afines en el proceso de tramitación del referido Plan Regulador
Comunal.
62
Elaborado un Plan Regulador Intercomunal, las Municipalidades respectivas
deberán pronunciarse sobre dicho Plan dentro de un plazo de 60 días, contados
desde su conocimiento oficial, vencido el cual la falta de pronunciamiento será
considerado como aprobación.
Previa autorización de la Secretaría Regional correspondiente, un grupo de
Municipalidades afectas a relaciones intercomunales podrán confeccionar
directamente un Plan Regulador Intercomunal, el que deberá ser aprobado por
dicha Secretaría, con consulta a los organismos fiscales que estime necesario, sin
perjuicio de lo dispuesto en el artículo siguiente.
Artículo 37º.- Los Planes Reguladores Intercomunales serán aprobados por decreto
supremo del Ministerio de la Vivienda y Urbanismo, dictado por orden del
Presidente de la República, previa autorización del Intendente respectivo, y sus
disposiciones serán obligatorias en la elaboración de los Planes Reguladores
Comunales.
En las comunas que carezcan de Plan Regulador Comunal harán los efectos de tal
las disposiciones del Plan Regulador Intercomunal, sin perjuicio de la exigencia
establecida en la letra a) del artículo 47º.
63
En las áreas metropolitanas la Secretaría Regional del Ministerio de la Vivienda y
Urbanismo podrá asesorar a las Juntas de Alcaldes que se organicen para el estudio
y resolución de problemas comunes a varios municipios, y que se aborden en la
forma dispuesta en la Ley Orgánica de Municipalidades.
Dictamen N° 59456, de 16.12.2008, “[…] Por su parte, el artículo 41, del referido decreto con
fuerza de ley, establece que la planificación urbana comunal es la que "promueve el desarrollo
64
armónico del territorio comunal, en especial de sus centros poblados, en concordancia con las
metas regionales de desarrollo económico social".
Luego, la Ordenanza General, en su artículo 2.1.10., señala los documentos que conforman el plan
regulador comunal y cuáles son los aspectos y objetivos que abarcan, contemplándose en la letra
c) del N° 3 relativo a la ordenanza local, las normas urbanísticas sobre las exigencias de
estacionamientos según el destino de las edificaciones.
Como puede advertirse, la planificación urbanística se traduce en un sistema de normas de
distintos niveles que confluyen y se complementan mutuamente, teniendo cada instrumento una
especial competencia en razón al territorio y la materia, como lo establece en cada caso el
ordenamiento jurídico, correspondiendo a la ordenanza local, que constituye un documento del
plano regulador comunal, contemplar las exigencias de los estacionamientos por los que se
consulta (aplica criterio contenido en dictamen N° 21. 395, de 2001).
Por lo tanto, en mérito de lo precedentemente expuesto, cabe concluir que las normas específicas
que han de regular la cantidad de estacionamientos exigidos por superficie construida, son las
contempladas en la Ordenanza Local del Plan Regulador Comunal de Las Condes y no las
contenidas en el Plan Regulador Metropolitano de Santiago.”
65
a) Una Memoria explicativa, que contendrá los antecedentes socio-económicos;
los relativos a crecimiento demográfico, desarrollo industrial y demás
antecedentes técnicos que sirvieron de base a las proposiciones, y los
objetivos, metas y prioridades de las obras básicas proyectadas;
b) Un estudio de factibilidad para ampliar o dotar de agua potable y
alcantarillado, en relación con el crecimiento urbano proyectado, estudio que
requerirá consulta previa al Servicio Sanitario correspondiente de la Región;
c) Una Ordenanza Local que contendrá las disposiciones reglamentarias
pertinentes, y
d) Los planos, que expresan gráficamente las disposiciones sobre uso de suelo,
zonificación, equipamiento, relaciones viales, límite urbano, áreas prioritarias
de desarrollo urbano, etc.
Para los efectos de su aprobación, modificación y aplicación, estos documentos
constituyen un solo cuerpo legal.
66
convocada especialmente para este efecto. En dicha sesión deberá presentarse
un informe que sintetice las observaciones recibidas.
6. Los interesados podrán formular, por escrito, las observaciones fundadas
que estimen convenientes acerca del proyecto hasta quince días después de la
audiencia pública a que se refiere el número anterior.
El lugar y plazo de exposición del proyecto y el lugar, fecha y hora de las audiencias
públicas deberán comunicarse previamente por medio de dos avisos publicados, en
semanas distintas, en algún diario de los de mayor circulación en la comuna o
mediante avisos radiales o en la forma de comunicación masiva más adecuada o
habitual en la comuna.
Cumplidos los trámites anteriores, el alcalde deberá presentar el proyecto para la
aprobación del concejo comunal, junto con las observaciones que hayan hecho
llegar los interesados, en un plazo no inferior a quince ni superior a treinta días,
contado desde la audiencia pública indicada en el N° 5.
El concejo deberá pronunciarse sobre las proposiciones que contenga el proyecto
de plan regulador, analizando las observaciones recibidas y adoptando acuerdos
respecto de cada una de las materias impugnadas. En caso de que aprobare
modificaciones, deberá cautelar que éstas no impliquen nuevos gravámenes o
afectaciones desconocidas por la comunidad. No podrá, en todo caso, pronunciarse
sobre materias o disposiciones no contenidas en el aludido proyecto, salvo que el
proyecto modificado se exponga nuevamente conforme a lo dispuesto en el inciso
segundo.
El proyecto aprobado será remitido, con todos sus antecedentes, a la secretaría
regional ministerial de Vivienda y Urbanismo respectiva. Dicha secretaría
ministerial dentro del plazo de sesenta días, contado desde su recepción, revisará
el proyecto y emitirá un informe sobre sus aspectos técnicos.
Si la comuna está normada por un plan regulador metropolitano o intercomunal, el
informe de la secretaría regional ministerial será remitido directamente al
municipio, junto con el proyecto y sus antecedentes, con copia al gobierno
regional. Si el informe es favorable, el proyecto de plan regulador o de plan
seccional será promulgado por decreto alcaldicio.
Si el proyecto no se ajustare al plan regulador metropolitano o intercomunal, la
secretaría regional ministerial de Vivienda y Urbanismo deberá emitir un informe
negativo y lo remitirá, conjuntamente con el proyecto y sus antecedentes, al
municipio, el cual podrá modificar el proyecto para concordarlo con el plan
regulador metropolitano o intercomunal o insistir en su proyecto. En este último
caso remitirá el proyecto, con todos los antecedentes, incluido el informe negativo
67
de la secretaría regional ministerial de Vivienda y Urbanismo, al gobierno regional
para que éste se pronuncie sobre los aspectos objetados.
Si no existiera un plan regulador metropolitano o intercomunal que incluya el
territorio comunal, el informe de la secretaría regional ministerial de Vivienda y
Urbanismo será remitido, junto con el proyecto y sus antecedentes, al gobierno
regional para su aprobación por el consejo regional, con copia al municipio.
El pronunciamiento del consejo regional se hará sobre la base del informe técnico
de la secretaría regional ministerial. Si el informe fuere desfavorable, el consejo
sólo podrá aprobar el proyecto mediante acuerdo fundado.
Aprobado el proyecto de plan regulador en la forma establecida en los tres incisos
anteriores, será promulgado por resolución del intendente.
Los actos administrativos que promulguen la aprobación o modificación de un
instrumento de planificación territorial deberán publicarse en el Diario Oficial,
junto con la respectiva ordenanza. Los planos y la ordenanza correspondiente se
archivarán en los Conservadores de Bienes Raíces respectivos, en la División de
Desarrollo Urbano del Ministerio de Vivienda y Urbanismo, en la secretaría regional
del Ministerio de Vivienda y Urbanismo respectiva y en las municipalidades
correspondientes.
La Ordenanza General contemplará normas relativas a los “conjuntos armónicos de
edificación”, en base a los cuales se podrá autorizar excepciones a la Ordenanza
Local del Plan Regulador Comunal.
68
allí se especifique. En este mismo aviso se indicará el lugar y fecha en que se
realizarán las audiencias públicas a que se refiere el número siguiente.
2. Realizar una o más audiencias públicas en los barrios o sectores más afectados
para exponer el proyecto a la comunidad, en la forma establecida en la Ordenanza
de Participación Ciudadana de la respectiva Municipalidad.
3. Consultar la opinión del Consejo Económico y Social comunal actual Consejo
Comunal de Organizaciones de la Sociedad Civil, según modificación dispuesta por
la ley N° 20.500, en sesión citada expresamente para este efecto.
4. Dar inicio al proceso de aprobación del Plan Regulador Comunal o de sus
modificaciones, exponiendo el proyecto de Plan Regulador Comunal a la
comunidad, integrado por los documentos que lo conforman de acuerdo al artículo
2.1.10. de la OGUC, por un plazo de treinta días, con posterioridad a la o las
audiencias públicas. Aquellos documentos podrán ser adquiridos por los
interesados, a su costa.
5. Vencido dicho plazo se consultará a la comunidad, por medio de una nueva
audiencia pública, y al Consejo Comunal de Organizaciones de la Sociedad Civil, en
sesión convocada especialmente para este efecto. En esa sesión deberá
presentarse un informe que sintetice las observaciones recibidas.
6. Los interesados podrán formular, por escrito, las observaciones fundadas que
estimen convenientes acerca del proyecto de PRC, hasta quince días después de la
audiencia pública a que se refiere el número anterior.
El lugar y plazo de exposición del proyecto de PRC y el lugar, fecha y hora de las audiencias
públicas, deberán comunicarse previamente por medio de dos avisos publicados, en
semanas distintas, en algún diario de los de mayor circulación en la comuna o mediante
avisos radiales o en la forma de comunicación masiva más adecuada o habitual en la
comuna.
Cumplidos los trámites anteriores, el alcalde deberá presentar el proyecto de PRC para la
aprobación del Concejo Municipal, junto con las observaciones que hayan hecho llegar los
interesados, en un plazo no inferior a quince ni superior a treinta días, contado desde la
audiencia pública indicada en el reseñado número 5.
El Concejo Municipal deberá pronunciarse sobre las proposiciones que contenga el
proyecto de Plan Regulador Comunal, analizando las observaciones recibidas y adoptando
acuerdos respecto de cada una de las materias impugnadas. Cuando se tratare de
objeciones o proposiciones concretas de los interesados, tales acuerdos deberán
comunicarse por escrito a quienes las hubieren formulado. En caso que dicho Concejo
aprobare modificaciones, deberá cautelar que éstas no impliquen nuevos gravámenes o
afectaciones desconocidas por la comunidad. No podrá, en todo caso, pronunciarse sobre
materias o disposiciones no contenidas en el aludido proyecto, salvo que el proyecto de
Plan Regulador Comunal modificado se exponga nuevamente conforme a lo dispuesto en
el inciso segundo del artículo 2.1.11. de la OGUC, es decir, se repita el procedimiento
informativo señalado, pero ahora, respecto del proyecto modificado.
69
El proyecto de Plan Regulador Comunal aprobado será remitido, con todos sus
antecedentes, a "la Secretaría Regional Ministerial de Vivienda y Urbanismo respectiva,
para que se continúe con su tramitación conforme con el procedimiento contenido en los
incisos siguientes de los artículos reseñados.
Por último, las modificaciones a los PRC se sujetarán al mismo procedimiento ya señalado.
70
2. En lo que atañe a la entrega de la información en comento, a través de una carta
certificada a las organizaciones territoriales legalmente constituidas que estén
involucradas, es menester recordar que si bien las municipalidades llevan un registro
público, en el que deben inscribirse las juntas de vecinos y demás organizaciones
comunitarias que se constituyan en su territorio, según lo prevé el artículo 6° de la ley N°
19.418, sobre Juntas de Vecinos y demás Organizaciones Comunitarias, la comunicación
de que se trata debe también remitirse a aquellas organizaciones territoriales legalmente
constituidas que, por alguna circunstancia, no se encuentren en dicho registro.
3. Respecto de la difusión de la información sobre el PRC, cabe manifestar que sin perjuicio
del aviso de prensa que contempla el N° 1 del artículo 2.1.11. de la OGUC, las
municipalidades deberán, a fin de resguardar el principio de eficacia en la entrega de la
misma y de propender a la amplitud de la convocatoria, emplear los medios de
comunicación de que disponen regularmente, tales como sus sitios Web y redes sociales.
5. Las entidades edilicias resguardarán, en general, que las audiencias públicas reseñadas,
se efectúen en horarios que favorezcan la concurrencia de la ciudadanía, en concordancia
con la pertinente ordenanza de participación ciudadana, debiendo en todo caso,
practicarse estas en la forma que resulte más cómoda para ellos y que sea compatible, en
la medida de lo posible, con sus obligaciones laborales o profesionales.
7. En la exposición de los criterios adoptados por el municipio sobré cada uno de los
contenidos del PRC previstos en el artículo 2.1.10. de la OGUC esto es, la Memoria
Explicativa y los estudios correspondientes, el Estudio de Factibilidad de agua potable, la
Ordenanza Local y Planos deberán ser expresados de una forma tal que se asegure su
comprensión, integridad y transparencia, procurando el uso de mecanismos de exposición
simples y didácticos que posibiliten a todas las personas el adecuado entendimiento del
71
contenido de las propuestas, sus alcances y efectos, contemplando, por cierto,
mecanismos adecuados para dar cumplimiento a lo previsto en la ley N° 20.422, que
Establece Normas sobre Igualdad de Oportunidades e Inclusión Social de las Personas con
Discapacidad.
Para ello, podrán emplearse diversos mecanismos, tales como, disponer de material de
apoyo textos de la LGUC, la OGUC y la normativa que incida en la materia, contar con
personal que pueda atender las consultas de la comunidad, que se exponga el contenido
del plan regulador, dando cuenta, en un lenguaje claro y comprensible, acerca de las
competencias de los PRC ámbito de aplicación y la preceptiva en que incide, las
consecuencias que en la ejecución de proyectos implica esa regulación, detallando el
contenido de las propuestas, los objetivos perseguidos con éstas, sus alcances y efectos.
Por su parte, el proyecto de PRC deberá exponerse en forma íntegra, y sus planos, además
de presentarse en iguales escalas que aquellas con las que serán aprobados, e incluyendo
viñetas legibles, deberán también presentarse en una escala que permite su cabal
comprensión, aun cuando ello implique la creación de planos a una escala diversa.
Adicionalmente, los municipios deben orientar a la ciudadanía en relación con las fuentes
legales y reglamentarias aplicables al PRC, con el objeto de facilitar su consulta.
DECIMOCUARTO: Que del tenor literal del artículo 43 de la Ley General de Urbanismo y
Construcciones es posible advertir que la aprobación de la modificación del plan regulador
por parte del Concejo Municipal es anterior a la remisión de éste a la Secretaría Regional
72
Ministerial de Vivienda para su informe, pudiendo el municipio modificarlo para subsanar
las observaciones que ésta plantee, sin que la ley establezca la obligación de someter el
proyecto nuevamente a la aprobación del Concejo Municipal. Tanto es así que la
modificación fue aprobada sin reparos por dicha Secretaría y sometida también a la
revisión de la Contraloría General de la República, organismo este último que estimó que
cumplía con las exigencias técnicas y procedimentales para su aprobación.”
Artículo 44º.- El estudio y aprobación del Plan Regulador Comunal, así como sus
revisiones, reactualización y modificaciones posteriores, se efectuarán de acuerdo
con las disposiciones de esta ley y con las normas para confección de planes
reguladores que establezca el Ministerio de la Vivienda y Urbanismo, según la
población y rango regional de las comunas.
“[…] TERCERO: Que el análisis de la cuestión propuesta exige consignar que la demanda de
autos fue deducida por el Concejo Ciudadano de la comuna de Lago Ranco contra la
Municipalidad de la misma comuna para que se declare la nulidad de derecho público del
Decreto Exento N° 641 de 14 de abril de 2003, por el que se aprobó la modificación del
Plan Regulador Comunal de Lago Ranco. La acción se funda principalmente en que el
procedimiento referido se encuentra afectado por los vicios que da cuenta las
73
observaciones formuladas por la Contraloría Regional de Los Ríos en su informe final N°
17/2008 y que implicaron la infracción de disposiciones constitucionales y de las legales
atinentes a la materia.
Como consideración jurídica, el mismo fallo expresó que al dictarse el Decreto Alcaldicio
aprobatorio de la modificación del Plan Regulador Comunal se vulneró lo dispuesto en los
artículos 43 y 45 de la Ley General de Urbanismo y Construcciones, puesto que se procedió
sin cumplir con las formalidades que forman parte de su tramitación y que esas omisiones
que acarrean la “nulidad absoluta” -entendiendo de todo el contexto del fallo que se
refiere a la nulidad de derecho público-, la que no se sanea con el transcurso del tiempo y
produce sus efectos respecto de todas las personas y debe ser declarada por el tribunal,
toda vez que los órganos deben actuar dentro de la esfera de su competencia, en la forma
que prescribe la ley y todo acto en contravención a ella es nula y origina las
responsabilidades y sanciones que la ley señala.”
Artículo 46º.- En las comunas en que no exista Plan Regulador podrán estudiarse
Planes Seccionales, los que se aprobarán conforme a lo prescrito en el inciso
primero del artículo 43.
74
establece que el uso de suelo corresponde a “actividades productivas molestas e
inofensivas: densidad media y alta”.
Voto en contra
“[…] 4°.- Que, como en el caso de autos, según se consignó en el motivo precedente, la
servidumbre que se dispuso constituir tiene por objetivo preciso y determinado permitir la
explotación minera, los jueces del fondo, en opinión de estos disidentes, no han incurrido
en el yerro que se denuncia.
No altera la conclusión anterior, la circunstancia que la servidumbre solicitada se
encuentre emplazada en la denominada zona U6 instituida por el “Plan Seccional Barrio
Industrial La Negra”, cuya ordenanza establece que el uso de suelo corresponde a
“actividades productivas molestas e inofensivas: densidad media y alta”, porque no existe
elemento fáctico que permita afirmar que la servidumbre cuya constitución se pide
contraviene dicha zona. La decisión judicial que se pronuncia respecto de la constitución
de una servidumbre minera a favor de quien la solicita, está determinada por el
cumplimiento de los presupuestos de hecho necesarios para constituirla, y que se
encuentran establecidos en el artículo 120 del Código de Minería, cuya observancia se dio
por cumplida por los jueces del fondo; proceso racional que se hizo conforme a los
términos de la interlocutoria de prueba que rola a fojas 22 vta. Lo anterior, permite
concluir que se encuentra ajustada a derecho la decisión adoptada, y que la materia que
se plantea en el recurso es ajena al debate; […]
6º.- Que, en consecuencia, a juicio de los disidentes, se debe concluir que los jueces del
fondo no infringieron las normas contenidas en los artículos 1, 27, 41 y 46 de la Ley
General de Urbanismo y Construcciones, pues no son los llamados a velar por su
cumplimiento.”
DÉCIMO: Que de esta manera resulta evidente que los sentenciadores no han incurrido en
los errores de derecho que se les imputan y que, por el contrario, se han limitado a aplicar
la normativa que rige la situación de hecho materia de la reclamación, pues, tal como se
razona en el fallo impugnado, el decreto reclamado se ha limitado a dar cumplimiento a lo
prescrito en el artículo 14.3 del Plan Regulador Comunal de Viña del Mar, instrumento en
el que se contiene la restricción urbanística objeto de la acción de que se trata, sin que por
medio del Decreto Alcaldicio N° 12.029 se establezcan nuevas o distintas limitaciones al
dominio de los interesados
76
Dictamen N° 12255 de 7 de abril de 2000, “[…] Requerido informe a la División de Vivienda
y Urbanismo y Obras Públicas y Transportes de esta Entidad de Control, éste ha sido
emitido a través del Oficio N° 299, del año en curso, el cual concluye, por las razones que
señala, que en la especie el citado artículo 6° de Ley N° 18.695, ha derogado el artículo 47
letra b), de la Ley General de Urbanismo y Construcciones.
Sobre el particular, es útil anotar que el artículo 6° de Ley N° 18.695, dispone, en lo que
interesa, que la gestión municipal contará, a lo menos, con los siguientes instrumentos: b)
El plan regulador comunal.
Por su parte, el artículo 47, letra b), de la Ley General de Urbanismo y Construcciones,
contenida en el DFL. N° 458, de 1975, del Ministerio de Vivienda y Urbanismo, prescribe
que deberán contar con el plan regulador comunal, “todos aquellos centros poblados de
una comuna que tengan una población de 7.000 habitantes o más".
Pues bien, según se advierte, el citado artículo 6° de Ley N° 18.695, ha sido redactado en
términos perentorios, según se deduce de la expresión “contará a lo menos” que ha sido
empleada en su texto. Vale decir, los instrumentos de gestión a que alude la norma en
comento, esto es, el plan de desarrollo comunal y sus programas, el plan regulador
comunal y el presupuesto municipal anual, son, a juicio del legislador, los mínimos e
imprescindibles con los que todo Municipio debe contar para el desarrollo de su respectiva
comuna.
[…]
En consecuencia y atendido lo expuesto, debe necesariamente concluirse que en la especie
el actual artículo 6° de Ley N° 18.695, ha derogado tácitamente al artículo 47 letra b), de
la Ley General de Urbanismo y Construcciones.
Por consiguiente, Municipalidad no obstante contar con una población inferior a 7.000
habitantes, se encuentra actualmente obligada, de acuerdo con lo prescrito en la letra b),
del artículo 3° de Ley N° 18.695, a elaborar el plan regulador comunal, instrumento
fundamental de gestión municipal previsto en el artículo 6°, letra b), de ese mismo cuerpo
legal.”
77
correspondiente. Si así no lo hiciere, el Intendente Regional dispondrá la
modificación que corresponda del presupuesto municipal.
78
Plan Regulador Comunal de Viña del Mar de 1980 en lo referente al sector que fue
traspasado para crear aquélla comuna por la Ley N°19.424.
Por otra parte, es evidente que la reformulación del Plan Regulador Comunal de Viña del
Mar no pudo abarcar la regulación relativa al territorio que se había traspasado por la Ley
N° 19.424 para formar la comuna de Concón.
Es así que fundado en el principio de competencia territorial y en lo dispuesto en el artículo
48 de la Ley General de Urbanismo y Construcciones, quien tiene la atribución exclusiva
para modificar las condiciones de uso de suelo en el sector traspasado a la comuna de
Concón es su Municipalidad. Por consiguiente, la alegación en estudio debe ser
desestimada.”
Artículo 49º.- Las Municipalidades con obligación de tener Plan Regulador Comunal
podrán designar una comisión, con representación municipal y particular, para
asesorar en su estudio y coordinar su programación y realización. Los cargos de la
comisión serán ad honorem y, además, voluntarios para los particulares. Asimismo,
las Municipalidades podrán solicitar la designación de funcionarios de la
Administración Pública para que integren esta comisión asesora.
79
Secretaria Regional Ministerial y para lo cual se requiere de un mero informe de la
municipalidad correspondiente, el que no obliga al Ministerio. Además, el art/50 ya
mencionado tampoco ha sido derogado por ley 18695, por cuanto art/58 letra b) de esta
última, al expresar que el Alcalde requerirá el acuerdo del Concejo para "aprobar el
proyecto del plan regulador comunal y sus modificaciones", se está refiriendo a la
normativa general que regula la materia, contenida en DFL 458/75, interpretación que
corrobora ley 18695 art/3 letra c) que establece que "corresponderán a las
municipalidades las siguientes funciones privativas: c) la planificación y regulación urbana
de la comuna y la confección del plan regulador comunal, de acuerdo con las normas
legales vigentes", frase esta última incompatible con cualquier criterio tendiente a
demostrar que ley 18695 derogó el art/50 del DFL 458/75, pues dicha preceptiva se remite
expresamente a la legislación vigente sobre la materia.
Finalmente, el tantas veces aludido art/50 no ha sido derogado por ley 19175 art/36 letra
c), art/20 letra f) y art/100, que facultan al Consejo Regional, el primero, y al Gobierno
Regional el segundo, para aprobar los planes reguladores comunales, por cuanto esa
normativa es reiterativa en el sentido de que esas atribuciones deben ejercerse "en
conformidad con la Ley General de Urbanismo y Construcciones" o "de acuerdo con la
normativa que rija la materia", y que dichas competencias "no afectarán las funciones y
atribuciones que correspondan a la administración pública nacional".
Artículo 51º.- Los trazados de los Planes Reguladores Comunales se realizarán por
el municipio mediante;
(a) las expropiaciones derivadas de la declaración de utilidad pública contenida en
el artículo 59º;
(b) las adquisiciones hechas en licitación pública o compra directa por la
Municipalidad, de acuerdo con su Ley Orgánica. En el caso de compra directa, el
precio no podrá exceder de la tasación respectiva que efectúe la Dirección de
Obras Municipales. Para estas adquisiciones, no regirá lo dispuesto en el artículo
49º de la Ley Nº 17.235, y
(c) las cesiones de terrenos que se urbanicen, de acuerdo con las disposiciones de
esta ley y su ordenanza general.
CAPITULO III
80
De los límites urbanos
Artículo 52º.- Se entenderá por límite urbano, para los efectos de la presente ley y
de la Ley Orgánica de Municipalidades, la línea imaginaria que delimita las áreas
urbanas y de extensión urbana que conforman los centros poblados,
diferenciándolos del resto del área comunal.
El territorio comunal se divide en área urbana, de extensión urbana y área rural. Siendo la
diferenciación básica aquella entre área urbana y área rural. El área de extensión urbana
es aquella superficie ubicada al interior del límite urbano, destinada al crecimiento urbano
proyectado por el plan regulador comunal. Por su parte el área urbana es aquella
superficie del territorio ubicada al interior del límite urbano, destinada al desarrollo
armónico de los centros poblados y sus actividades existentes y proyectadas por el IPT.
Finalmente el área rural es aquel territorio ubicado fuera del límite urbano.
5º) Que entrando al análisis del recurso cabe consignar en primer término que yerra el
recurrente al estimar que la sentencia infringe los artículos 38 del DL 2186 y 52 de la Ley
General de Urbanismo y Construcciones, como lo denunció en el primer capítulo de la
casación. En efecto, el solo hecho que el terreno expropiado se encuentre emplazado en
una zona de extensión urbana, tal como lo afirman los jueces del mérito en su sentencia,
no importa que su valor sea el que se reclama, máxime si, como en este caso se estableció,
no estaba urbanizado al momento de la expropiación ni existía autorización para el
desarrollo de algún proyecto inmobiliario en él. Por el contrario, de acuerdo a lo que
dispone el artículo 38 del DL 2186, la indemnización se refiere al daño patrimonial
efectivamente causado con la expropiación, que sea una consecuencia directa e inmediata
de la misma;
C. S., 19 de diciembre de 2005, Rol N° 3330-2005, Del Rio Goude Ignacio con Fisco de Chile
Casación en el Fondo
1º) Que el recurso denuncia la infracción de los artículos 52, 53 y 54 de la Ley general de
Urbanismo y Construcciones; 1699…del Código Civil; 342….del Código de Procedimiento
Civil
2º) Que en lo tocante al primer capítulo de errores de derecho y que dice relación con la
infracción a los artículos ya señalados de la Ley General de Urbanismo y Construcciones, el
recurso señala que se han contravenido dichas normas, por falta de aplicación, pues los
sentenciadores, en lugar de recurrir a ellas para determinar la calidad de urbano del
predio materia de la presente expropiación, se remitieron al artículo 1º de la Ley 18.101
sobre arrendamiento de predios urbanos, el que es inaplicable al caso de que se trata.
Explicando la forma en que se habría producido la infracción denunciada, se señala que el
terreno sujeto a expropiación se encuentra ubicado dentro del radio urbano de la ciudad
de Gorbea, circunstancia ésta que tiene importancia para la determinación del monto de
la indemnización por expropiación. Dice que las normas reseñadas establecen que se
entiende por límite urbano, la línea imaginaria que delimita las áreas urbanas y de
expansión urbana que conforman los centros poblados, y que en estos últimos, cuando no
se cuenta con plan regulador, conforme al artículo 53 de dicha ley, la fijación del límite
urbano se realiza por la respectiva municipalidad cumpliendo con los dispuesto en el
artículo 43 de la misma; y que en las ciudades en que se aprobare un plan regulador, el
limite urbano es el fijado por éste (artículo 54)
3º) Que, prosiguiendo con el análisis de este capítulo de errores de derecho, se sostiene
que conforme a la normativa citada, la certificación de la ubicación de dicho límite
corresponde hacerlo al Director de Obras e la respectiva Municipalidad, que para estos
efectos, y de acuerdo con las disposiciones de la Ley General de Urbanismo y
Construcciones es ministro de fe.
82
Artículo 53.- La fijación de límites urbanos de los centros poblados que no cuenten
con Plan Regulador y sus modificaciones, se sujetarán a la misma tramitación
señalada en el inciso primero del artículo 43, debiendo recabarse, además, informe
de la Secretaría Regional Ministerial de Agricultura, organismo que deberá emitirlo
dentro del plazo de 15 días, contado desde que le sea requerido por la
municipalidad. Vencido dicho plazo, se tendrá por evacuado sin observaciones.
Artículo 55º.- Fuera de los límites urbanos establecidos en los Planes Reguladores
no será permitido abrir calles, subdividir para formar poblaciones, ni levantar
construcciones, salvo aquellas que fueren necesarias para la explotación agrícola
del inmueble, o para las viviendas del propietario del mismo y sus trabajadores, o
para la construcción de conjuntos habitacionales de viviendas sociales o de
viviendas de hasta un valor de 1.000 unidades de fomento, que cuenten con los
requisitos para obtener el subsidio del Estado.
Con dicho objeto, cuando sea necesario subdividir y urbanizar terrenos rurales para
complementar alguna actividad industrial con viviendas, dotar de equipamiento a
algún sector rural, o habilitar un balneario o campamento turístico, o para la
construcción de conjuntos habitacionales de viviendas sociales o de viviendas de
hasta un valor de 1.000 unidades de fomento, que cuenten con los requisitos para
obtener el subsidio del Estado, la autorización que otorgue la Secretaría Regional
del Ministerio de Agricultura requerirá del informe previo favorable de la Secretaría
Regional del Ministerio de la Vivienda y Urbanismo. Este informe señalará el grado
de urbanización que deberá tener esa división predial, conforme a lo que
establezca la Ordenanza General de Urbanismo y Construcciones.
83
Igualmente, las construcciones industriales, de infraestructura, de equipamiento,
turismo y poblaciones, fuera de los límites urbanos, requerirán, previamente a la
aprobación correspondiente de la Dirección de Obras Municipales, del informe
favorable de la Secretaría Regional del Ministerio de la Vivienda y Urbanismo y del
Servicio Agrícola que correspondan. El mismo informe será exigible a las obras de
infraestructura de transporte, sanitaria y energética que ejecute el Estado.
C. S., 25 de noviembre de 2013, Rol N° 11838 de 201 Sociedad de Inversiones Mar y Tierra
Ltda., con Fisco de Chile
Circular DDU Especifica Nº 03/ 2010, de 18 de febrero de 2010, aplicación del art. 55 LGUC
y artículo 2.1.29. OGUC sobre centrales de generación eléctrica eólica, a emplazar en el
área rural. Relativa a construcciones en el área rural; uso de suelo infraestructura.
Circular DDU 335, de 02 de marzo de 2017, Aplicación de las disposiciones que introdujo
en los artículos 55, 116 y 146 LGUC la Ley N° 20843. Relativa a construcciones en el área
rural; facultades y responsabilidades; permisos, aprobaciones y recepciones; edificación.
Circular DDU 363, de 1 de junio de 2017, Aplicación de las disposiciones que introdujo en
los artículos 55°, 116 Y 146 de la Ley General de Urbanismo y Construcciones, la Ley
N°20.943, en relación a complejos deportivos con actividades educativas.
CONSTRUCCIONES EN EL ÁREA RURAL; FACULTADES Y RESPONSABILIDADES; PERMISOS,
APROBACIONS y RECEPCIONES: EDIFICACIÓN. SANTIAGO,
84
Dictamen N° 25972 de 1997
Dictamen N° 46812 de 1999
Dictamen N° 52120 de 2002
Dictamen N° 29462 de 2004
Dictamen N° 40901 de 2012
Dictamen N° 41619 de 2013
Artículo 56º.- En las áreas rurales, se prohíbe a los dueños de predios colindantes
con los caminos públicos nacionales, definidos por la Ley de Caminos, ocupar las
franjas de 35 metros, medidas a cada lado de los cierros actuales o los que se
ejecuten en variantes o caminos nuevos nacionales, con construcciones que en el
futuro perjudiquen su ensanche.
CAPITULO IV
Artículo 57º.- El uso del suelo urbano en las áreas urbanas se regirá por lo
dispuesto en los Planes Reguladores, y las construcciones que se levanten en los
terrenos serán concordantes con dicho propósito.
85
Artículo 58º.- Igualmente, el otorgamiento de patentes municipales será
concordante con dicho uso del suelo. Las patentes, no regidas por normas
especiales diversas, requerirán el informe previo favorable de la Dirección de Obras
Municipales. El otorgamiento de patentes que vulneren el uso del suelo establecido
en la planificación urbana acarreará la caducidad automática de éstas, y será causal
de destitución del funcionario o autoridad municipal que las hubiere otorgado.
Artículo 59º.- Decláranse de utilidad pública todos los terrenos consultados en los
planes reguladores comunales, planes reguladores intercomunales y planes
seccionales destinados a circulaciones, plazas y parques, incluidos sus ensanches,
en las áreas urbanas, así como los situados en el área rural que los planes
reguladores intercomunales destinen a vialidades.
Por Ley 19939, (D.O. de 13 de febrero de 2004) se modificó el art. 50 LGUC en su versión
anterior a la actual, estableciendo por primera vez, plazos de caducidad asociados a las
declaratorias de utilidad pública, en atención al tipo de via y área verde (X), los cuales iban
desde los 5 hasta los 10 años prorrogables por una sola vez.
Circular DDU 277, de 29 de octubre de 2014, Informa sobre publicación de la Ley N° 20.791
que modificó la LGUC en materia de afectaciones de utilidad pública de los planes
reguladores.
Circular DDU 283, e 08 de mayo de 2015, Ley n° 20.791 publicada en el D.O. del 29 de
octubre de 2014. Aplicación artículo 28 Bis e inciso segundo artículo 59 LGUC en relación
con planos de detalle.
86
Circular DDU Específica Nª 05/2015 de 28 de julio de 2015, Aplicación de los incisos
segundo y tercero del artículo transitorio de la Ley N° 20.7891, que modifica la LGUC en
materia de afectaciones de utilidad pública de los planes reguladores.
Artículo 60º.- El Plan Regulador señalará los terrenos que por su especial
naturaleza y ubicación no sean edificables. Estos terrenos no podrán subdividirse y
sólo se aceptará en ellos la ubicación de actividades transitorias, manteniéndose
las características rústicas del predio. Entre ellos se incluirán, cuando corresponda,
las áreas de restricción de los aeropuertos.
Igualmente, el Plan Regulador señalará los inmuebles o zonas de conservación
histórica, en cuyo caso los edificios existentes no podrán ser demolidos o
87
refaccionados sin previa autorización de la Secretaría Regional de Vivienda y
Urbanismo correspondiente.
Circular DDU 149, de 04 de mayo de 2005, Aplicación del artículo 60°, inciso 2° de la LGUC,
para permisos con anteproyecto aprobado.
Artículo 61º.- El cambio de uso del suelo se tramitará como modificación del Plan
Regulador correspondiente.
Artículo 62º.- Los terrenos cuyos uso no se conformare con los instrumentos de
planificación territorial correspondientes, se entenderán congelados. En
consecuencia, no podrá aumentarse en ellos el volumen de construcción existente
para dicho uso de suelo. Sin embargo, los aumentos que tengan por objeto preciso
mitigar los impactos ambientales adversos que provocare su actividad productiva
no estarán afectos a dicho congelamiento, como, asimismo, las obras destinadas a
mejorar la calidad de su arquitectura, de sus estructuras y de sus instalaciones,
incluidas aquéllas que tengan un sentido estético que contribuya a mejorar su
aspecto.
Las industrias mal ubicadas, que causen molestias o daños al vecindario, deberán
trasladarse dentro del plazo que les señale la Municipalidad, previo informe del
Departamento de Higiene Ambiental del Servicio Nacional de Salud y de la
Secretaría Regional correspondiente del Ministerio de la Vivienda y Urbanismo.
Este plazo no será inferior a un año.
Circular DDU 194, de 27 de diciembre de 2007, Aplicación artículo 62° LGUC. Deja sin
efecto Circular Ord. N° 215, DDU 48 de fecha 04.03.1999.
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Artículo 63º.- La fusión de dos o más terrenos en uno solo tendrá un beneficio de
mayor densidad, a través de aumentar el coeficiente de constructibilidad del predio
en un 30%. Cuando resulten terrenos de 2.500 m2. o más, podrán acogerse a los
beneficios que otorga el concepto de "Conjunto Armónico".
Dictamen N° 40901 de 2012 N°s. 9.443, de 2000, 2.663, de 2003 y 13.769, de 2009, esta
Contraloría General concluyó que en los procesos de subdivisión de predios rurales
participan, en lo que interesa, exclusivamente, las Secretarías Regionales Ministeriales de
Agricultura y de Vivienda, en los términos establecidos en el artículo 55 de la mencionada
LGUC”
Artículo 64º.- En las áreas urbanas, los bienes nacionales de uso público que
correspondan a terrenos de playa o riberas de mar, de ríos y de lagos navegables,
se usarán en concordancia con lo dispuesto en el Plan Regulador y su Ordenanza
Local. Las concesiones que la Dirección del Litoral otorgare sobre ellos requerirán el
informe previo favorable de la Dirección de Obras Municipales respectiva.
Dictamen N° 16473 de 1982 “artículo 64 DFL 458 no resulta aplicable cuando se trata
exclusivamente de concesiones sobre porciones de agua, ya que tal precepto se aplica
solamente a los permisos o autorizaciones concernientes a terreno de playas o riberas de
mar, rios y de lagos navegables en las áreas urbanas, de tal suerte que la exigencia de
ceñirse al plan regulador y su ordenanza local no alcanza a aquellas concesiones que
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tienen por objeto permitir el uso exclusivo de una determinada porción de agua, como
tampoco es necesario en tal evento obtener previamente el informe favorable del director
de obras municipales respectivo.”
CAPITULO V
90
Dictamen N° 29462 de 2004 Finalmente, ha de hacerse presente que las reglas del artículo
65 de la Ley General de Urbanismo y Construcciones relativas a subdivisión y urbanización
del suelo, sólo se aplican al sector urbano, no siendo extensibles al sector rural como el de
la especie, aunque esté regulado por el PRMS.”
CIRCULAR DDU 371, 29 A60. 2017, MAT.: Aplicación de los artículos 65, 67, 68, 70, 134,
135 Y 140 de la LGUC, y de los artículos 2.2 .1. y 2.2.4. de la OGUC. Permisos, aprobaciones
y recepciones; franjas afectas a utilidad pública; tipos de permisos de urbanización y casos
en que resulta obligatorio urbanizar un predio.
Circular DDU 271, de 23 de julio de 2014, Modificación al artículo 67 LGUC por la Ley N°
20.703 (D.O. 05.11.2013) que incorporó las autorizaciones de modificación y rectificación
de deslindes. Deja sin efecto circulares.
CIRCULAR DDU 300 09 DIC. 2015 ANT.: Dictamen de Contraloría General de la República
N° 87.449 de 04.11.2015. MAT.: Modifica Circular Ord. N° 0397, de 23.07.2014, DDU 271,
referida a las autorizaciones de modificación y rectificación de deslindes. Complementa
Circular Ord. N° 1022, de 03.12.2007, DDU-ESPECÍFICA N° 95/2007, en lo que respecta a la
modificación de deslindes de predios en los que se emplaza un proyecto acogido a
conjunto armónico. Disposiciones generales; aprobaciones y recepciones.
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CIRCULAR DDU 368 CIRCULAR 25 de julio 2017 MAT.: Sobre fusión y subdivisión simultánea
CIRCULAR DDU 371, 29 A60. 2017, MAT.: Aplicación de los artículos 65, 67, 68, 70, 134, 135 Y 140
de la LGUC, y de los artículos 2.2 .1. y 2.2.4. de la OGUC. PERMISOS, APROBACIONES Y
RECEPCIONES; FRANJAS AFECTAS A UTILIDAD PÚBLICA; TIPOS DE PERMISOS DE UR BANIZACIÓN Y
CAS OS EN QUE RESULTA OBLIGATORIO URBANIZAR UN PREDIO. A SEGÚN DISTRIBUCIÓN.
Artículo 68º.- Los sitios o lotes resultantes de una subdivisión, loteo o urbanización,
estén edificados o no, deberán tener acceso a un espacio de uso público y cumplir
con las disposiciones de la presente ley, su Ordenanza y el Plan Regulador
correspondiente.
CIRCULAR DDU 371, 29 A60. 2017, MAT.: Aplicación de los artículos 65, 67, 68, 70, 134, 135 Y 140
de la LGUC, y de los artículos 2.2 .1. y 2.2.4. de la OGUC. Permisos, aprobaciones y recepciones;
franjas afectas a utilidad pública; tipos de permisos de urbanización y casos en que resulta
obligatorio urbanizar un predio. A según distribución.
Expone que, a su juicio, al ser insuficientes las obras de urbanización existentes a la época
de su dictación, tal acto administrativo debió haber autorizado un loteo, y hecho exigible,
por ende, las cesiones previstas en el artículo 70 de la Ley General de Urbanismo y
Construcciones (LGUC), contenida en el decreto con fuerza de ley N° 458, de 1975, del
Ministerio de Vivienda y Urbanismo, según el cual, en lo que concierne, “En toda
urbanización de terrenos se cederá gratuita y obligatoriamente para circulación, áreas
verdes, desarrollo de actividades deportivas y recreacionales, y para equipamiento, las
superficies que señale la Ordenanza General, las que no podrán exceder del 44% de la
superficie total del terreno original”.
92
condicionados a la ejecución de obras de urbanización, incluyendo como tales la apertura
de calles y formación de nuevos barrios o poblaciones.
Luego, que el artículo 68 de ese cuerpo normativo prevé, también en lo que atañe, que
“Los sitios o lotes resultantes de una subdivisión, loteo o urbanización, estén edificados o
no, deberán tener acceso a un espacio de uso público y cumplir con las disposiciones de la
presente ley, su Ordenanza y el Plan Regulador correspondiente”.
Puntualizado lo anterior, es menester anotar que del estudio de los antecedentes adjuntos
se aprecia que el inmueble en análisis está afecto a declaratoria de utilidad pública por el
ensanche de la vía troncal Mapocho, en su tramo entre “Walker Martínez - Av. Norte Sur
Av. Pdte. Jorge Alessandri Rodríguez”, con un ancho mínimo proyectado de 30 metros
entre líneas oficiales, según el artículo 7.1.1.2. del Plan Regulador Metropolitano de
Santiago, contenido en la resolución N° 20, de 1994, del respectivo Gobierno Regional,
modificado por la resolución N° 12, de 2010, de ese servicio.
Siendo ello así, resulta adicionalmente reprochable que, en la especie, esa DOM autorizara
una subdivisión predial y no un loteo, toda vez que la primera supone la existencia de
93
obras de urbanización suficientes, lo que no se verifica en la situación estudiada, debiendo,
asimismo, haberse exigido el cumplimiento de la preceptiva aplicable a los segundos, entre
ellos, la obligación de efectuarse cesiones acorde el precitado artículo 70.”
Enseguida, sobre la base de la clasificación expuesta establece cuáles son los instrumentos
de planificación competentes para cada caso, señalándose en el artículo 2.1.10. número 3,
94
letra b), que será la Ordenanza Local, la que fijará las normas urbanísticas relativas a: "Las
vías estructurantes de la comuna en relación a las vías colectoras y de servicio, con sus
respectivos anchos mínimos, líneas de edificación y franjas sujetas a expropiación; como
asimismo, los anchos de las vías expresas y troncales si éstas hubieran sido definidas en la
planificación regional o intercomunal en su caso", hipótesis prevista en el artículo 2.1.7.
número 2, que señala que corresponderá al plan regulador intercomunal "La
determinación de las relaciones viales intercomunales, mediante el trazado de las vías
expresas y troncales".
De ahí que la definición, ubicación, distancia entre líneas oficiales, y ancho de una calle
deben ser establecidos en la Ordenanza Local, y considerando que del cumplimiento de
esas normas depende que la coherencia del instrumento regulador se vea reflejada en
toda subdivisión, loteo o urbanización, ellas no pueden ser modificadas en los permisos de
edificación que autoricen los diferentes proyectos, criterio de correspondencia material
que se ve confirmado por el artículo 69 de la misma ley citada que señala que "Todo plano
aprobado de subdivisión, loteo o urbanización pasará automáticamente a ser parte del
Plan Regulador de la Comuna".
Lo expuesto ha sido expresado por esta Entidad de Control en dictámenes N°s 11.848, de
2005 y 35.802, de 2004, en los cuales se ha expresado, respectivamente, que "La
determinación del ancho entre líneas oficiales de las arterias que posean el carácter de
colectoras y de servicio constituye una materia propia de los planes reguladores
comunales" y, que "Según art/69 de Ley de Urbanismo y Construcciones, en armonía con
art/116 del mismo texto, todo plano aprobado de subdivisión, loteo o urbanización,
pasara automáticamente a ser parte del plan regulador de la comuna".
95
equipamiento, con el objeto de instalar las obras correspondientes en una
ubicación y espacio más adecuados.
Circular DDU 343, de 21 de marzo de 2017, Aplicación artículo 2.2.5. OGUC sobre
improcedencia de cesión obligatoria dispuesta por el artículo 70 LGUC, en predio distinto
al que genera el loteo. Planificación; normas de urbanización; cesiones d terrenos.
CIRCULAR DDU 371, 29 A60. 2017, MAT.: Aplicación de los artículos 65, 67, 68, 70, 134,
135 Y 140 de la LGUC, y de los artículos 2.2 .1. y 2.2.4. de la OGUC. Permisos, aprobaciones
y recepciones; franjas afectas a utilidad pública; tipos de permisos de urbanización y casos
en que resulta obligatorio urbanizar un predio. A según distribución.
Dictamen N° 53893 de 2006 Sobre el particular, cumple señalar, en primer término que la
gestión urbanística se encuentra sujeta a la observancia de ciertas cargas que implican la
ejecución de obras de pavimentación de calles y pasajes, las plantaciones y obras de
ornato, las instalaciones sanitarias y energéticas, como asimismo la contribución o
transferencia que deben hacer los propietarios, de una parte porcentual del bien sobre el
cual recae su dominio, todo ello de conformidad con los artículos 70 y 134 del DFL. N° 458,
de 1975, del Ministerio de Vivienda y Urbanismo, Ley General de Urbanismo y
Construcciones.
El precitado artículo 70 de la ley, en relación con los artículos 2.2.5 y siguientes de su
Ordenanza General, se refieren a las cesiones de terreno, y prescriben que en toda
urbanización de terrenos se cederá gratuita y obligatoriamente para circulación, áreas
verdes, desarrollo de actividades deportivas y recreacionales y para equipamiento, las
superficies que señale la Ordenanza General.
96
ceder producto de una urbanización como sucede en la especie y las divergencias que
pudieren resultar al respecto configuran asuntos de naturaleza litigiosa que corresponde
conocer y resolver a los Tribunales Ordinarios de Justicia.”
Por su parte, la División Jurídica del Ministerio de Vivienda y Urbanismo, mediante oficio
dirigido a la respectiva Secretaría Ministerial de la VIII Región informó sobre el alcance del
artículo 9° de Ley N° 19.537, manifestando, en principio, que las exigencias sobre cesiones
gratuitas de terrenos debían cumplirse aun cuando no existiera división del suelo. No
obstante, con posterioridad, dicho oficio -a solicitud del señor XX, fue aclarado por la
referida unidad, precisándose que en la situación planteada por aquél debía estarse a lo
dispuesto en los Dictámenes N°s. 1.892, de 1996 y 13.798, de 1999, de esta Contraloría
General, en los que se concluyó que resulta improcedente que se exijan cesiones gratuitas
de terrenos para circulación, áreas verdes y equipamiento, cuando se produce un
crecimiento urbano por densificación, sin mediar subdivisión de suelo, loteo u otro caso de
urbanización contemplado en la ley. “
97
CAPITULO VI
De la Renovación Urbana
Artículo 72º.- Las Municipalidades que tengan Plan Regulador podrán fijar "Zonas
de Remodelación", en las cuales se disponga congelar la situación existente y
establecer una política de renovación de las mismas.
La Secretaría Regional de Vivienda y Urbanismo podrá, asimismo, en determinados
casos, fijar de oficio "Zonas de Remodelación", de acuerdo a sus facultades.
Dictamen N° 29801 de 2016, El sector que se modifica debe ser de aquellos susceptibles de
ser declarados “Zona de Remodelación”, en atención a lo indicado en el artículo 72 de la
LGUC, según el cual estas zonas tienen por objeto “congelar la situación existente y
establecer una política de renovación de las mismas.
98
Deberá confeccionarse un Plan Seccional de Zona de Remodelación, el que incluirá, entre
otros antecedentes, un catastro de la situación existente de la zona escogida en base a
uno o más planos que grafiquen los trazados viales, las líneas oficiales, las líneas de
edificación existentes, las características de la edificación existente con su volumetría,
coeficientes, densidades y los usos de suelo existentes.
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Artículo 75º.- Las características técnicas mínimas que deberán tener los "Planes
Seccionales de Zonas de Remodelación" y el procedimiento para su aprobación y
aplicación serán regulados en la
Ordenanza General.
Artículo 76º.- Las Municipalidades en cuyas comunas exista Plan Regulador podrán
declarar zonas de construcción obligatoria, en cuyo caso los propietarios de sitios
eriazos o de inmuebles declarados ruinosos o insalubres por la autoridad
competente, deberán edificarlos dentro del plazo que se señale en el decreto
aprobatorio correspondiente.
100
La resolución respectiva fijará un plazo al propietario para adoptar la nueva línea, el
que no podrá ser inferior a 3 años, plazo que podrá ser ampliado hasta por dos
años más por razones fundadas.
Si para tomar la línea, quedare el resto del terreno inapropiado para construir, el
propietario podrá hacer uso del derecho establecido en el Art. 89º de esta ley.
Dictamen N° 86933 de 2016, La declaración acerca de que resulta obligatorio para los
propietarios de un inmueble tomar la línea de edificación que fija el plan regulador,
obedece a una facultad de esa municipalidad cuyo ejercicio debe ser ponderado
exclusivamente por aquella autoridad y ejercida conforme con el ordenamiento vigente.
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Dictamen N° 38623 de 2016
a) Fijar plazo a los propietarios para efectuar las reparaciones necesarias para
evitar el colapso parcial o total de una construcción;
b) Ordenar la construcción de cierros exteriores en los sitios eriazos, en plazos no
inferiores a seis meses, con las características que señale el Plan Regulador y su
Ordenanza Local, o las que se fijen a falta de aquéllos;
c) Fijar plazo para conectarse a la redes públicas de agua potable y alcantarillado,
cuando éstas existan, y
d) Ordenar demoler las construcciones que amenacen ruina, o aquéllas construidas
ilegalmente vulnerando las disposiciones del Plan Regulador, bajo apercibimiento
de ejecutar derechamente la demolición por cuenta del rebelde.
En el ejercicio de estas facultades, la Municipalidad podrá apercibir a los
propietarios con la aplicación de una multa si no cumplieren con lo ordenado, la
que se hará efectiva administrativamente a beneficio municipal.
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Dictamen N° 407 de 1985
Las acciones a desarrollar directamente por la comunidad podrán ser, entre otras,
las siguientes:
a) Conservación de los árboles y plantaciones en los espacios de uso público;
b) Conservación de las aceras, en la forma y con las características que señale la
Dirección de Obras Municipales;
c) Proposición anual de planes de obras de la Unidad Vecinal, ante el Alcalde de la
comuna, especificando los aportes que hará la Junta de Vecinos respectiva, y
d) Instalación de casetas para teléfono público y refugios en paraderos de
locomoción colectiva.
CAPITULO VII
De las expropiaciones
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Artículo 83º.- Las expropiaciones que realicen las municipalidades en virtud de una
declaratoria de utilidad pública se sujetarán al procedimiento contemplado en el
decreto ley Nº2.186, de 1978, Ley Orgánica de Procedimiento de Expropiaciones.
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Dictamen N° 29801 de 2016,
El artículo 88 del Decreto N° 458/75 (v. y U.), se encuentra derogado por el artículo 41 del
DL N° 2186/78 t/41.
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Artículo 99º.- Mientras una municipalidad no haga efectiva la expropiación de los
terrenos declarados de utilidad pública de acuerdo a lo prescrito en el artículo 59,
la parte afectada de dichos inmuebles estará exenta del pago de contribuciones.
Para hacer efectiva esta exención, el interesado deberá acompañar al Servicio de
Impuestos Internos un certificado de informaciones previas que acredite qué parte
del predio se encuentra declarada de utilidad pública en virtud del instrumento de
planificación respectivo.
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