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UNIVERSIDAD AUTÓNOMA DEL ESTADO DE HIDALGO

INSTITUTO DE CIENCIAS DE LA SALUD

ÁREA ACADÉMICA DE ODONTOLOGÍA

CLÍNICA DE ODONTOLOGÍA INFALTIL

FLUOROSIS DENTAL

CATEDRÁTICOS:

Dra. Alor Pérez Rocío Efigenia

Dra. Hidalgo Espinosa Laura Elena

Pérez Vidal Lizbeth

9°2

Julio-Diciembre 2020
Introducción

El flúor es uno de los elementos más abundantes en la tierra, está presente en la


corteza terrestre de forma natural. Es un elemento, potencialmente tóxico con
algunas funciones bioquímicas indispensables, ya que se requiere para la
formación de tejido óseo y para el mantenimiento de la integridad ósea, aunque en
dosis elevadas produce fluorosis dental, fluorosis esquelética y fractura de cadera.

La Asociación Dental Americana (ADA) en 1950 indicó el uso de flúor como


medida de salud pública para la reducción de caries mediante la fluoración de
suministros de agua sin reserva en las comunidades. El límite de concentración
máximo de flúor que se utiliza es de 1.5 mg/l en el agua de consumo humano
según la modificación a la normativa mexicana la NOM-127-SSA1-1994 bajo la
recomendación de la OMS, aunque está considerando reducirlo debido al efecto
nocivo que este causa.

La dosis recomendada de flúor para ingesta diaria es de 2,2 mg, según la Norma
Oficial Mexicana NOM-051-SCFI/SSA1-2010, especificaciones generales de
etiquetado para alimentos y bebidas no alcohólicas, información comercial
sanitaria. La OMS incluyó la fluoración de sal como una de sus diez prioridades,
además recomienda el desarrollo de pastas dentales fluoradas económicas.

La ingesta excesiva de flúor en el agua puede ocasionar fluorosis en los dientes y


los huesos. Cantidades moderadas tienen efecto en los dientes, pero el consumo
de grandes cantidades a largo plazo puede llevar a problemas óseos
potencialmente severos, dañar el sistema inmunológico, cáncer de huesos,
rupturas de tendones, problemas del desarrollo mental, infertilidad, fatiga crónica,
problemas gastrointestinales, problemas renales, disminución de la función
tiroidea, retardo de erupción dental.
Justificación

La fluorosis dental se produce por el exceso de consumo de flúor, produciendo un


daño irreversible en el esmalte, que inicia en la dentición temporal. El ingerir flúor
a edades tempranas cuando los dientes se encuentran en un proceso de
amelogénesis es preocupante, ya que es cuando los dientes permanentes se
encuentran más vulnerables a los efectos de fluoruros. La apariencia clínica de la
fluorosis puede ir desde manchas color blanquecino hasta café obscuro o hasta la
pérdida del esmalte en casos más severos, causando incluso una baja autoestima
en los pacientes que la padecen.

Objetivos

General

Realizar una investigación sobre la fluorosis, su clasificación, etiología, así como


su tratamiento.
Especifico
Dar a conocer el resultado de la investigación a los alumnos de la clínica de
Odontología Infantil, así como a los catedráticos, para compartir opiniones y tratar
de resolver sus dudas
Desarrollo del tema

La fluorosis dental es una condición irreversible causada por la ingestión excesiva


de fluoruro durante la formación del diente. Es la primera señal visible de que un
niño ha sido sobrexpuesto al fluoruro. Es una condición que aparece como el
resultado de la ingesta de demasiado fluoruro durante el período de desarrollo de
los dientes, generalmente desde que se nace hasta que se cumplen 6-8 años.

Este trastorno que empieza en la etapa de odontogénesis, cuando los dientes se


están formando, y las pruebas clínicas de esta enfermedad son más evidentes en
la dentición permanente, ya que, en los temporarios su frecuencia es menor,
debido a que el periodo de mayor mineralización de los dientes deciduos, se da en
la gestación, donde la placenta constituye una barrera al paso del fluoruro,
además el tiempo en que se forma el esmalte en dicha dentición, es menor que en
la permanente.

Niveles demasiado altos de fluoruros pueden perturbar el buen funcionamiento de


las células que forman el esmalte (odontoblastos) y por lo tanto, impiden que el
esmalte madure de forma normal. El fluoruro causa la afección, dañando las
células formadoras de esmalte, el odontoblasto. El daño a estas células resulta en
un desorden en la mineralización; dependiendo del tiempo de exposición y la alta
cantidad de fluoruro, las secciones del diente que se va formando pueden volverse
hipomineralizados o hipermineralizados, por lo que la porosidad del esmalte
aumenta.

En el esmalte que se va formando aparece una línea calciotraumática donde


pueden verse capas hipermineralizadas e hipomineralizadas. Otra línea
hipermineralizada puede aparecer adyacente a la fase de transición en la
superficie del esmalte.

Esto produce un moteando del diente que se presenta inicialmente como las
"manchas blancas", que van manchando permanentemente y progresan al
castaño y finalmente los dientes jaspeados. El esmalte a su vez ahora tiende a
destruirse, llevando así a la formación de caries, lesiones o cavidades. El diente se
pone más poroso, la porosidad del diente afectado aumenta dependiendo del
grado de fluorosis. El grado de fluorosis se relaciona directamente con la erupción
del diente.

Cuando las fluorosis dentales solo ocurren durante la fase de formación de


esmalte, esta se verá por todos sus lados, como la primera señal visible de que
una dosis excesiva de fluoruro ha ocurrido en el niño durante este período
vulnerable.

La fluorosis puede ser de leve a aguda, en dependencia de cuánto se haya estado


expuesto a los fluoruros durante el período de desarrollo de los dientes.

Fuentes de flúor

La presencia del flúor en los alimentos depende de muchos factores, como los
patrones dietéticos predominantes, la práctica de fluoración del agua, el uso de
compuestos fluorados, alimentos, bebidas. Las fuentes de alimentación de mayor
aporte natural de flúor son el té, el pescado consumido con espinas. También está
presente en las carnes, huevos, frutas, cereales. Cuando los niños son
alimentados con leche en polvo diluida con agua fluorada, las cantidades de flúor
ingeridas pueden llegar a ser 150 veces superiores a la de los niños con lactancia
materna.

Absorción del flúor

La absorción del flúor se produce a lo largo del tubo digestivo, caracterizándose


por una rápida difusión hacia la sangre. Se absorbe en el estómago mediante un
proceso pasivo, facilitado por la acidez gástrica y en el intestino mediante proceso
de pH independiente.

Excreción del flúor

La excreción es la vía principal de eliminación del flúor ingerido, excreción que se


produce mediante procesos que son modificados por el pH. Esta excreción consta
de filtración glomerular, seguida de diferentes grados de absorción tubular. La
excreción está en función de la ingesta de tal manera, que cuando la exposición al
flúor es regular, las concentraciones del elemento en la orina tienden a alcanzar
las concentraciones presentes en el agua de consumo habitual, se excreta
también a través del sudor y las heces, aunque ambas vías están limitadas por
numerosos factores.

El exceso del flúor está dado por:

1. Ingesta de la pasta dendrítica en los primeros años de vida.

2. Empleo inadecuado de los suplementos de flúor.

3. Reconstitución de la fórmula para lactantes con agua fluorada.

4. Alimentos y bebidas elaboradas con agua fluorada, procedente de los


abastecimientos de consumo público, por el efecto de difusión del flúor a los
mismos.

Vías de administración

El flúor puede llegar a la estructura dentaria a través de 2 vías:

Vía sistémica:

Los fluoruros son ingeridos a través del torrente circulatorio depositándose


fundamentalmente a nivel óseo, y en menor medida en los dientes. El máximo
beneficio de este aporte se obtiene en el período pre-eruptivo, tanto en la fase de
mineralización como en la de posmineralización. La administración por vía
sistémica de fluoruros supone el aporte de dosis continuadas y bajas del mismo,
siendo por tanto los riesgos de toxicidad prácticamente inexistentes.

Vía tópica:

Supone la aplicación directa del fluoruro sobre la superficie dentaria, por lo que su
uso es poseruptivo, pudiendo iniciarse a los 6 meses de edad y continuarse
durante toda la vida. Lógicamente, su máxima utilidad se centraría en los períodos
de mayor susceptibilidad a la caries (infancia y primera adolescencia), o en adultos
con elevada actividad de caries. La primera técnica de fluoruro tópico que
demostró eficacia implico el uso de una solución neutra de fluoruro de sodio al 2
%.

Los métodos más recomendados para usar el fluoruro en la práctica dental son las
aplicaciones locales de solución o gel, y el empleo hogareño de pasta dental,
tabletas o enjuagues bucales. Se puede sugerir el uso de dentríficos fluorados a
todos los pacientes, pero es preciso decidir cuál de los otros métodos va a
seleccionarse para cada persona. Un factor obvio que afecta esta decisión es la
edad del paciente y la concentración de flúor en el suministro de agua local; pero
otro peligro a considerar, es el grado de peligro que representa la caries en el niño
y en el adulto. En este sentido se pueden clasificar a los pacientes de "riesgo alto",
que es aquel con un elevado índice de caries, o con un padecimiento médico o
antecedentes de fiebre reumático, que pudiera complicarse por una bacteriemia
resultante de una infección o con una subnormalidad mental que impida el
tratamiento dental; o de "riesgo bajo", que son aquellos pacientes con un reducido
índice carioso y sin algún estado médico que complique su situación. En tal
sentido, ya se habían determinado con anterioridad los conceptos actuales de la
dosis eficaz de flúor: No se conoce con seguridad una dosis de flúor que resulte
eficaz en sus distintas aplicaciones. No obstante, la Asociación Dental Americana
editó hace unos años las dosis más eficaces de aplicación de flúor. Debe tenerse
en cuenta que son distintos parámetros los que decidirán las dosis eficaces, a
saber, entre otros, la edad del individuo, el estatus de la caries y la concentración
de flúor en el agua bebida. En la actualidad aparece un problema de fluorosis que
se produce a distancia, es decir, individuos que viviendo en áreas no fluoradas
utilizan pastas con flúor, geles en la visita al profesional o tabletas de flúor en casa
y que reciben alimentos con flúor fabricados en áreas no fluoradas como bebidas
refrescantes. Esto hace que se produzcan fenómenos de fluorosis.

Tipos de fluorosis:

● En la fluorosis dental leve hay estrías o líneas a través de la superficie del


diente.
● En la fluorosis dental moderada, los dientes son altamente resistentes a la
caries dental, pero tienen manchas blancas opacas.
● En la fluorosis dental severa el esmalte es quebradizo y pueden ser muy
visibles manchas marrones en los dientes.

El exceso de flúor en los 2 primeros años de vida provocará fluorosis en los


dientes definitivos, que por lo general salen entre los 7 y años de edad.
Cuando la enfermedad se encuentra en su fase inicial, es posible que la dentadura
sea restaurada. Si la dieta alimentaria es deficiente, el problema dental puede
agravarse.
El exceso de flúor también puede ocasionar enfermedades en los huesos, como
fluorosis ósea y osteoporosis.

Cuadro clínico de la fluorosis dental

Manchas o “motas” blanquecinas que cubre una mínima superficie del diente,
hasta manchas de color café oscuro. Aspecto de deterioro y corrosión en el diente.
Fragilidad, que provoca fracturas progresivas y acentuada pérdida de la estructura
dentaria. Lesiones fluoróticas bilateralmente simétricas con un patrón horizontal
estriado de una parte a otra del diente.

Complicación más temida:

Cuando se padece esta enfermedad, debido a la fragilidad del diente, se


presentan fracturas que causan una agresiva y acentuada pérdida de la estructura
dentaria, lo que ocasiona problemas funcionales mayores.

Causa de la fluorosis dental

La fluorosis dental se produce por el acúmulo de flúor en el diente en la fase de


calcificación preeruptiva, probablemente por una alteración en la actividad de los
ameloblastos, de modo que interfiere la aposición de cristales de calcio, dando
lugar a hipocalcificaciones. A partir de los 8 años se descalcifican los últimos
dientes definitivos. Así pues, ​esta edad (años) supone el límite, hasta el cual
existe un riesgo teórico de fluorosis dental de la dentición permanente. Sin
embargo, la mayoría de los grupos de consenso sobre la administración de flúor
establecen el límite superior real en 6 años, ya que uno de los factores más
importantes, como la ingesta de la pasta dentrífica, desaparece a esta edad, pues
ya hay una adecuada coordinación del reflejo de deglución. Además, a los 6 años
los únicos dientes que quedan susceptibles a fluorosis dental son muy posteriores
y, por tanto, no habría afectación estética importante.

Tratamiento 
Diferentes tratamientos dentales pueden ayudar a mejorar la estética en pacientes
con fluorosis dental. De acuerdo con el grado de intensidad de la manifestación se
pueden realizar tratamientos para obtener una apariencia armoniosa.

Microabrasión

La tinción dental intrínseca en esmalte y la dentina se pueden controlar por


métodos no invasivos, tales como la microabrasión del esmalte.

Es un método conservador de que mejora el aspecto de los dientes mediante la


restauración de la suavidad superficial y brillante, sin causar pérdida estructural
significativo.

La técnica de micro abrasión del esmalte se compone de abrasión selectiva de las


zonas decoloradas sin causar cambios estructurales superficiales. Existen 2
técnicas con diferencias del material abrasivo. El primer método es la
microabrasión con ácido fosfórico al 37% y pulido con piedra pómez. El segundo
método consiste en la utilización de Carburo de silicio + Ácido clorhídrico 6.6%.

El rendimiento clínico de la micro abrasión del esmalte se ve afectada por la


gravedad de fluorosis dental, su rendimiento de mejorar la apariencia disminuye
con el aumento de la severidad de fluorosis.

La microabrasión del esmalte es el método de primera elección para eliminar


coloraciones en el tejido dentario. Es un tratamiento mínimamente invasivo cuya
finalidad, por medio de pastas abrasivas, es pulir el esmalte moteado producto de
una coloración intrínseca de fluorosis dental.
Blanqueamiento dental
El blanqueamiento dental es actualmente uno de los tratamientos más solicitados
para mejorar la estética dental. Es un proceso dinámico que implica la difusión del
material de blanqueamiento para interactuar en la dentina creando un cambio de
coloración y alteraciones micro morfológicas en la superficie con el fin de crear
propiedades ópticas deseadas.

Las técnicas para efectuarlo utilizan agentes blanqueadores como el peróxido de


carbamida, el perborato de sodio y el peróxido de hidrógeno.

En formas muy suaves y leves de blanqueamiento de dientes vitales para


tratamiento de fluorosis, se utiliza peróxido de hidrógeno al 35% en el consultorio
o bien se puede realizar tratamiento en casa bajo la supervisión del dentista,
usando peróxidos de carbamida al 10% (2-3 horas diarias y para 28-33 días) y
bandejas personalizados ajustables.

Cuando se siguen las instrucciones del fabricante, el blanqueamiento dental a


base de peróxido de carbamida y peróxido de hidrógeno es seguro y eficaz.

La ventaja del blanqueamiento es que ofrece un enfoque conservador mínimo y


simple de la eliminación de manchas y dientes descoloridos sin el daño de la
estructura dental. Las desventajas son las alteraciones de sensibilidad o daño de
inflamación marginal consecuencia de exceso de material o exceso de tiempo de
uso.

El blanqueamiento dental es un tratamiento efectivo y mínimamente invasivo a


base de agentes químicos en forma de gel para lograr resultados estéticos en
alteraciones de color.

Restauraciones directas–carillas de composite


Una serie de materiales modernos están disponibles que permiten la colocación
de restauraciones anteriores altamente estéticas. Estas pueden ser
proporcionados directamente y de una manera conservadora utilizando resina
compuesta, evitando la necesidad de técnicas indirectas más destructivas.
Es relativamente simple y rentable para la corrección estética de un caso de
alteraciones hipoplásica con carillas de composite en capas.

Restauraciones de composite anteriores aditivos indirectos representan una


opción rápida, mínimamente invasivo, de bajo costo, y reparables para un plan de
tratamiento para mejorar la sonrisa.

Se propone un protocolo de paso a paso para la evaluación diagnóstica,


fabricación maqueta y ensayo, preparación de los dientes y la impresión, y la
cementación adhesiva.

Después de realizar los tratamientos de restauración estética directa con resinas


compuesta en pacientes con fluorosis endémica, se observó una mejora
significativa funcional y psicosocial de los trastornos orales.

La resolución de los problemas iniciales estéticos, la satisfacción del paciente y


agradable integración de las restauraciones indirectas confirmó el éxito de esta
rehabilitación dentición anterior.

Las restauraciones directas de resina son una opción cuando se requiere hacer
modificaciones en forma, tamaño y color del diente con un desgaste dental mínimo
y un bajo costo del material.

Restauraciones indirectas–carillas porcelana y coronas totales


Los estándares de la odontología están siendo elevados en relación con la
estética y funcionalidad. La Odontología mínimamente invasiva se ha convertido
en un componente esencial en la creación de restauraciones que son funcionales
y han aumentado la longevidad,

La técnica empleada para la colocación de restauraciones indirectas de porcelana


es realizar una planeación y encerado diagnóstico para posteriormente realizar
una llave de silicona de polivinilsiloxano. Posteriormente se realiza el tallado del
diente con fresa de diamante haciendo un corte de 0.5mm en pared vestibular. Se
realiza la colocación de hilos retractores y la toma de impresión de doble paso
para realizar las carillas de porcelana indirectas en el laboratorio. El material varía
de acuerdo con factores a analizar durante la planeación. El cementado de las
carillas debe hacerse con un acondicionamiento tanto del diente como de la
porcelana y tomando en cuenta medidas del fabricante. Por último se retiran
excesos. Se debe estar consciente de que la preparación ideal para las carillas de
porcelana se mantiene dentro de esmalte.

Porcelana feldespática es utilizada para la restauración final, ya que proporcionan


la estética y la translucidez óptimas.

La capacidad de enmascaramiento de color de la cerámica utilizada para carillas


se ve afectada significativamente por el espesor de la cerámica y la sombra del
agente de cementación utilizado.

Las restauraciones indirectas poseen una mejor apariencia estética y mejor


durabilidad estructural en comparación con las restauraciones directas. El tiempo
de colocación es mayor pues influye el tiempo de elaboración en el laboratorio.

Conclusiones

La fluorosis dental es la hipomineralización del esmalte dental por un aumento de


la porosidad y tiene tres formas de presentación: leve, moderada y severa. Es
causada por el acumulo excesivo de flúor en el diente, dado por un aumento de la
ingesta de este. Entre los factores que provocan un exceso de flúor están: la
ingesta de la pasta dendrítica en los primeros años de vida, el empleo inadecuado
de los suplementos de flúor, la reconstitución de la fórmula para lactantes con
agua fluorada, la ingestión de alimentos y bebidas elaboradas con agua fluorada.
Su cuadro clínico esta dado principalmente por manchas o “motas” blanquecinas
que cubre una mínima superficie del diente, hasta manchas de color café oscuro y
su complicación más temida, que es la fractura que causa una agresiva y
acentuada pérdida de la estructura dentaria.
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