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POR: ROGER LEMUS

CONSEJERÍA BÍBLICA
Y LA IGLESIA LOCAL

• Jesús es el único que puede poner en


libertad a los cautivos.

Y se le dio el libro del profeta Isaías: y habiendo abierto el
libro, halló el lugar donde está escrito: El Espíritu del
Señor está sobre mí, por cuanto me ha ungido para dar
buenas nuevas a los pobres; me ha enviado a sanar a los
quebrantados de corazón; a pregonar libertad a los
cautivos; y vista a los ciegos; a poner en libertad a los
oprimidos; a predicar el año agradable del Señor. Y
enrollando el libro, lo dio al ministro, y se sentó: y los ojos
de todos en la sinagoga estaban jos en él, y comenzó a
decirles: Hoy se ha cumplido esta Escritura delante de
vosotros (Lucas 4:17-21)

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CONSEJERÍA BÍBLICA Y LA IGLESIA LOCAL

El problema básico de la humanidad


es el pecado.
(Romanos 3:9-18; 5:12; Efesios 2:1- 3).

ESTE PROBLEMA DEL PECADO INCLUYE NUESTRA FALTA DE MADURES, NUESTRA DESOBEDIENCIA, NUESTRA
FALTA DE CONOCIMIENTO Y NUESTRA DEBILIDAD (1 TESALONICENSES 5:14). TAMBIÉN INCLUYE LOS
PROBLEMAS DE PECADO DE OTROS, LOS CUALES NOS PUEDEN AFECTAR A NOSOTROS.

CONSEJERÍA BÍBLICA Y LA IGLESIA LOCAL

LA PALABRA DE DIOS DEBE SER LA ÚNICA AUTORIDAD PARA EL MINISTERIO A LAS


NECESIDADES DE LA GENTE PORQUE LA PALABRA DE DIOS ES VERDAD (JUAN 17:17)
CONSEJERÍA BÍBLICA Y LA IGLESIA LOCAL

La consejería bíblica es y debe ser parte del


ministerio de discipulado básico de la
iglesia local.

La meta de la consejería bíblica


es la misma que la del
discipulado: Una relación
madura con Jesucristo
(Colosenses 1:28-29; 2 Timoteo
2:1-2).
CONSEJERÍA BÍBLICA Y LA IGLESIA LOCAL

DIOS ESTABLECIÓ LA IGLESIA LOCAL CON EL PROPÓSITO DE DESARROLLAR


LOS MINISTERIOS NECESARIOS PARA LA MADUREZ CRISTIANA.
A. La iglesia local provee la oportunidad de tener
responsabilidad de cuidar a otros por medio del
consejero

B. La iglesia local provee un amplio campo de


practica a la persona que desea capacitarse como
consejero y a la vez puede desarrollar la vida
cristiana del que es aconsejado

C. La iglesia local está orientada a las personas, no


solamente a los problemas, ayudando a su
aconsejado a tener una relación más sana
consigo misma, con su prójimo y profunda con
Dios.


.

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