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Hoy quiero comenzar con una historia.

Y es que existe una forma muy curiosa


de cocinar ranas…

Si quisieras cocinar una rana, ¿cómo lo harías? Si la pusieras en una cazuela con
agua caliente, saltaría fuera y desaparecería de tu vista antes de que te dieras
cuenta.

Sin embargo, existe una forma mucho más retorcida. Consiste en poner una
cazuela con agua tibia, un entorno cómodo para la rana, y poco a poco ir
elevando la temperatura del agua (a fuego muy lento) para que la rana no se
percate de la subida de temperatura… hasta que ésta acaba hervida.

Índice del artículo [hide]


 1 El síndrome de la rana hervida
 2 Mi técnica take-away:
 3 Vence la apatía
o 3.1 1. Detecta cuál es tu agua.
o 3.2 2. ¿Podrías saltar?
o 3.3 3. Hazlo. Salta.

El síndrome de la rana hervida


No te extrañes al leerlo, pues algo muy parecido nos ocurre a nosotros los
humanos. Hay determinados sucesos que si ocurrieran súbitamente, nos
alertaríamos y “saltaríamos”, cambiando también súbitamente nuestro
comportamiento. Sin embargo, como estos sucesos ocurren de manera paulatina
y van subiendo su intensidad poco a poco, no nos damos cuenta de cuánto
estamos aguantando hasta que estamos totalmente “hervidos” o, como es más
común en nuestro lenguaje emocional, “quemados”.

¿Puedes detectar alguno de estos sucesos en tu vida? Quizá las personas a tu


alrededor se están aprovechando de ti poco a poco, hasta que acabas por perder
el control de tu vida. Quizá llevas demasiado tiempo sin decir “NO” a algunas
proposiciones. Quizá estés hasta arriba de preocupaciones a costa de tu tiempo
libre. O quizá el agua a tu alrededor todavía no esté hirviendo, pero entonces la
pregunta sería:

¿Cuánto más calor podrás soportar?


Todo esto tiene que ver con la apatía, ese estado que es veneno para nuestros
sueños. También tiene que ver con nuestra percepción del mundo que nos rodea
y con la manía de aferrarnos a nuestra zona de confort aunque ésta nos
provoque dolor y malestar.

Pero no todo van a ser malas noticias, no te asustes, porque tengo una buena
noticia para ti.

Nosotros no somos ranas, nosotros podemos saltar aunque el agua metafórica a


nuestro alrededor esté hirviendo. Por eso te he preparado mi técnica take-away
para dejar de ser una víctima y tomar las riendas de tu vida. Aquí te dejo los pasos
a seguir.

Mi técnica take-away: para


llevar

Vence la apatía

1. Detecta cuál es tu agua.


Qué situación es la que te supera, la que te “quema”. Es fundamental que detectes
cuáles son tus aguas conflictivas y cómo te afectan. Al igual que para detectar
las personas tóxicas,  necesitas primero identificar tu conflicto,  identifica tu olla.
¿Qué te quema? ¿Qué te saca de tus casillas? ¿Qué te está anulando como
persona y como profesional?

2. ¿Podrías saltar?
Si es así, ¿Cómo sería ese salto? ¿Qué necesitarías para saltar? Este paso es
importante porque no todas las personas quieren cambiar, no todas quieren
asumir el riesgo de vivir plenamente. Porque querer vivir plenamente requiere
esfuerzo, requiere constancia y requiere confianza en uno mismo. La pregunta es,
¿puedes seguir aguantando que el agua se caliente más o ya estás al límite? Si es
así, salta.

3. Hazlo. Salta.
La apatía se confronta actuando. No mueras en vida, no seas un zombie. Salta de
la olla y comienza a tomar las riendas de tu vida. No te conviertas en un
espectador, sé el protagonista. ¿Qué vas a hacer para cambiar tu situación? Define
con pelos y señales tu plan de acción que te llevará al éxito.

Aunque de todas maneras, lo inteligente emocionalmente sería saltar antes de


que el agua de nuestro alrededor esté hirviendo. Si sigues esos pasos, voilà,
volverás a ser el dueño de tu vida.

Y si te ha gustado este post y quieres pasar a la acción, te recomiendo mi guía 4


técnicas infalibles para dominar tus emociones. Ahí descubrirás mis técnicas take-
away más potentes para cambiar tu estado emocional en menos de 5 minutos.

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