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¡Vive a diario tu pentecostés!

La visitación del Espíritu Santo, es algo espectacular. Los cielos se abren, el viento recio, las llamas
de fuego, las nuevas lenguas… ¡Son cosas que maravillan! Pero demasiadas veces caemos en el
error de pensar que son solo eso: Visitaciones…

Pero cuando el Espíritu Santo llegó en pentecostés, no fue una visita. Fue un derramamiento. Era
un acto sobrenatural de llenura del Espíritu. Era el Bautismo del Espíritu Santo sobre los discípulos.
Muchos de nosotros lo vivimos así como ellos. Un día, fuimos bautizados por el Espíritu de Dios. Y
experimentamos el goce y disfrute de ese momento. Pero si algo debemos tener en cuenta, es que
ese momento, aunque fue un inicio. No quedó supeditado a ese solo momento. Aunque sucedió
en un lugar (bien sea el templo, la iglesia, la casa congregacional, o el aposento alto para los
discípulos) No era para limitarlo a un lugar. Y aunque ocurrió un día específico, un domingo, un
encuentro con Dios, un encuentro de gracia, o un pentecostés, no quedó relegado solamente a
ese día… La voluntad de Dios es que a partir de ese día, empiece un nuevo modo de vivir, un estilo
diferente, donde la marca de cada día, se la llenura del Espíritu Santo.

Es fácil acostumbrarse a que el derramar de Dios sea en un lugar. Para algunos será un templo. Y
usted escuchará: “¡Ya me hace falta congregarme, hasta cuando estaremos sin ir a la iglesia!” (Y
aunque no está mal sentir así, -confieso que yo mismo extraño nuestras reuniones
congregacionales presenciales) debemos tener cuidado que no estemos limitando nuestra
experiencia con Dios, y la llenura de su Espíritu Santo, a un edificio al que llamamos iglesia.

Es fácil acostumbrarse a que el derramar de Dios sea un día específico. Para algunos será cada vez
que hagamos un encuentro de gracia, o un encuentro con Dios, o un domingo especial, o el evento
de cada fase; pero cuidado. La llenura del Espíritu Santo no debe ser supeditada a sucesos
eventuales. Debe ser una constante, cada día, no solo el domingo. En cada proceso, no solo en los
eventos que nos gustan.

Porque el Bautismo del Espíritu Santo en pentecostés, vino fue a encender un fuego, que no podía
dejarse apagar. Y terminó el día de pentecostés, y llegó el día 51 después de la pascua, y el 52… y
el día 100, y el año 50 dc, y el año 2021 dc, y el fuego no puede dejarse extinguir…

Cuando leemos el final del capítulo de pentecostés, en Hechos 2, nos encontraremos con esto: “Y
perseverando unánimes cada día en el templo, y partiendo el pan en las casas, comían juntos con
alegría y sencillez de corazón, alabando a Dios, y teniendo favor con todo el pueblo. Y el Señor
añadía cada día a la iglesia los que habían de ser salvos”. (Hechos 2:46-47 RVR1960)

Usted ve a los discípulos a partir de pentecostés operando en el fuego del Espíritu, ¿Cuál era la
clave de esto? “Perseverando unánimes”, el fuego estaba en ellos, y su perseverancia unánime lo
avivaba cada día, cada experiencia normal de vida para ellos, se tornó en una experiencia de avivar
el espíritu, hasta partir el pan cobró un nuevo sentido, porque involucraba a Cristo, y la cena del
Señor. Cada comida les recordaba que Cristo estaba en ellos por el Espíritu Santo, sin limitarse al
día de pentecostés, o a los domingos, ¡No! Dice: ¡Cada día!, tampoco lo limitaban a lugares, como
el templo o el aposento alto, o el local de la iglesia porque no existía, ni a una sola casa… dice: “En
el templo, y en las casas” y dice que cada día el Señor añadía a la iglesia a los que habían de ser
salvos. Porque cada día para ellos, se convirtió en un pentecostés particular. Vivían en
pentecostés. Usted y yo tenemos que mudarnos de vida. Tenemos que mudarnos a pentecostés.
Pero, ¿Cuál era la clave para vivir una vida marcada por pentecostés? Era esta: Entender el
propósito de la venida del Espíritu Santo. “Y me seréis testigos, cuando haya venido sobre vosotros
el Espíritu Santo” (Hechos 1:8)

Y aquí hay algo digno de resaltar. No dice: “Y ustedes los apóstoles serán testigos…” Jesús se
estaba dirigiendo a todos los que estaban reunidos. Eran como 120, los mismos que recibieron el
Espíritu en pentecostés. Y cuando ellos recibieron el Bautismo, se apropiaron de la palabra que
Jesús les había hablado: Ellos también eran testigos, junto con Pedro y los apóstoles. Y por eso
perseveraron en mantener la vida del Espíritu. Porque no estaban dependiendo de Pedro o de los
otros once para ser llenados. Ellos sabían que mantener el fuego encendido dependía de ellos. Por
esa razón, cuando vino el ataque y la persecución contra la iglesia, usted no ve a la gente
apartándose de la fe. Usted la ve afianzándose en la confianza en Jesús. Porque cada uno de ellos
ardía en el fuego del Espíritu. Cada uno asumía el papel de ser testigo.

Algunos años más tarde, Pedro lo resumió en una frase, aseverándole a los creyentes expatriados
a causa del mensaje, a los que habían sido llenados con el Espíritu Santo, y marcados por su
santidad, a los que ahora eran perseguidos y estaban lejos de sus hogares en diferentes lugares del
mundo, él les afirmó que si entendían lo que eran, nunca se apartarían de la fe en Cristo. Él les
dijo: “Más vosotros sois linaje escogido, real sacerdocio, nación santa, pueblo adquirido por Dios,
para que anunciéis las virtudes de aquel que os llamó de las tinieblas a su luz admirable” (1 Pedro
2:9)

Por esa razón ellos no estaban esperando que alguien viniera a hacer las cosas. Ellos se entendían
como linaje escogido. Ellos no estaban esperando que los líderes se movieran para moverse,
porque ellos entendían que tener el Espíritu y haber sido bautizados en el fuego, les hacía reyes y
sacerdotes. Ellos no se limitaban a un territorio para hacer el trabajo de Dios. Porque se entendían
como nación santa y pueblo adquirido por Dios. Pero por encima de todo, ellos no dejaban de
hacer la obra de Dios donde estuviesen, porque habían entendido que ellos eran testigos que
anunciaban las virtudes de aquel que los había llamado de las tinieblas a su luz admirable.

CeCERDi, ¿Y nosotros? ¿Hemos entendido lo que somos? ¿Hemos comprendido lo que hemos
recibido? ¿Cuántos de nosotros hemos sido bautizados con el Espíritu Santo? Y Si alguno dice que
no, ¿Por qué no has sido bautizado? Hermanos, estamos en un tiempo crucial del mundo. Las
situaciones actuales, y mucho más las que vienen, ameritan cristianos definidos. Gente clara en lo
que son. En el llamado, en la labor, en el ministerio. Cada creyente, es un ministro. Cada miembro
de CeCERDi debe ser un líder. Aquí no podemos seguir jugando a la iglesia. Esté donde esté, usted
sigue siendo un ministro. Usted sigue siendo un testigo. ¡Usted es un líder y un sacerdote!

Mire hermano, necesitamos salir de un modo mental equivocado que nos ha sido inoculado por la
cultura religiosa en la que hemos crecido. Tradicionalmente hemos creído que en la iglesia hay
sacerdotes y laicos. Líderes y seguidores. Ministros y creyentes. Eso puede que sea así en la iglesia
tradicional, católica o evangélica, donde se diferencia entre laicos y el clero. Donde el trabajo
ministerial es para los profesionales de la fe. Los que estudiaron en seminarios. Los pastores. No
para todos, sino para unos pocos. Si usted recibió el Espíritu Santo, usted es un testigo. Usted es
un ministro, ¡usted es un sacerdote!

El Espíritu Santo no te fue dado para disfrutar una experiencia ¡Esa en una idea errónea! Dios te
bautizó con su Espíritu Santo, para habilitarte como su testigo. ¡Tú eres el sacerdote de tu casa!
Si los discípulos se hubieran quedado en la experiencia de pentecostés, no hubieran
experimentado el crecimiento que les vino. Créame, vidas llenas del Espíritu Santo, producen
crecimiento espiritual y numérico en la obra del Señor. ¡Sin importar las condiciones!

No vaya usted a pensar románticamente, que después del bautismo del Espíritu, todo fue color de
rosas. ¡Para nada! Le animo a que lea el libro de los hechos, con la venida del Espíritu Santo inició
el avivamiento, las señales, los milagros, pero también, comenzaron los problemas, las aflicciones,
las persecuciones. Nada fue fácil. Por eso era que necesitaban el fuego del Espíritu Santo.

Hay gente diciéndose: “Yo pensé que después de pentecostés las cosas iban a ser distintas. Creí
que íbamos a salir de esta crisis.” Error. Por el contrario, para ser testigos, hay que prepararse para
un ambiente hostil. Por eso se necesita el Espíritu Santo. ¿Usted cree que los discípulos hubieran
aguantado un año de persecución sin estar llenos del E.S.? ¡Para nada! Por eso Jesús les dijo:
“Quédense en Jerusalén, hasta que Dios derrame sobre ustedes el poder del E.S”. Porque para
soportar la presión del ambiente hostil, se necesita la energía del E.S.

Vea, en el capítulo 4 de hechos, después de un hecho poderoso del poder de Dios, los discípulos se
encontraron con una realidad diferente a lo que se podría esperar: enfrentaron al ataque del
infierno. Pedro y Juan, después de ministrar sanidad a un paralítico en la puerta del templo,
aprovecharon el milagro para testificar de Cristo y de su poder. Y estando en esto, dice la Biblia:
“Vinieron sobre ellos los sacerdotes con el jefe de la guardia del templo, y los saduceos, resentidos
de que enseñasen al pueblo, y anunciasen en Jesús la resurrección de entre los muertos. Y les
echaron mano, y los pusieron en la cárcel hasta el día siguiente, porque era ya tarde. Pero muchos
de los que habían oído la palabra, creyeron; y el número de los varones era como cinco mil.”

¡La predicación del Evangelio los metió en Problemas! Los sacerdotes del templo y las autoridades
judías, enojados contra ellos, les metieron en la cárcel. Hermanos, cuando queremos cumplir el
mandato de ser testigos, es posible que nos vengan aflicciones. Mire en este tiempo. Una
pandemia nos ha apresado. Iniciamos un encuentro de gracia, y no pudimos terminarlo, teníamos
unos planes para el año 2020, que vamos por la mitad del 2021 sin verlos cumplidos. ¿Por qué?
Porque cuando queremos cumplir la misión de ser testigos, el infierno se levanta en contra.

Pero cuando los apóstoles fueron apresados, ¿Qué hicieron los otros discípulos? ¿Pararon la obra?
¡No! Los mismos apóstoles apresados, no dejaron de predicar. En lo que les dieron oportunidad,
empezaron a testificar de Cristo. ¡Frente a sus mismos verdugos! Y la Biblia dice: “Pero muchos de
los que habían oído la palabra, creyeron; y el número de los varones era como cinco mil.” Predicar
la palabra en medio del fuego de la aflicción, ¡provocó que mucha gente se convirtiera! Porque así
funciona el poder del Espíritu Santo.

Voy a contarle esto, estos días que hemos estado en el hospital, nos hemos sentido más presos
aún por la pandemia, el ambiente espiritual es perturbador y opresivo, pero hemos entendido que
estamos allí con un propósito, y mientras yo me quedo pegado a la cama de mi papá, la pastora
Libna tiene la libertad de moverse por toda el área de Covid, y la gente la reconoce, y le piden que
ore. Y Cada vez que la pastora ora por la gente, o comparte la palabra con los que la necesitan, ella
dice que siente que algo se libera dentro de ella, y el fuego del Espíritu se aviva, produciendo un
milagro, no solo en las personas por las que ora, sino en el centro mismo de su ser, porque poder y
virtud son liberados a través de ella, cuando asume su rol de ser testigo, en medio de las
circunstancias más hostiles. ¡Para eso hemos recibido el Bautismo del Espíritu Santo!.
Ahora bien, los apóstoles fueron liberados de la prisión, pero ellos sabían que las cosas habían
cambiado. Nada sería igual. Todo sería diferente. Lo normal ya no sería la comodidad de un
servicio donde pudieran disfrutar el ambiente, ahora lo normal sería persecución. Ellos lo
entendieron porque Dios se los reveló a través de la Palabra, en el Salmo 2. Y si usted va siguiendo
el tiempo con Dios de este mes, el 02 de Junio el Señor nos dijo las mismas palabras a nosotros:

“¿Por qué se amotina la gente y los pueblos piensan cosas vanas? Se levantarán los reyes de la
tierra, y príncipes consultarán unidos, Contra Jehová y contra su ungido, diciendo: Rompamos sus
ligaduras, y echemos de nosotros sus cuerdas. (Hermanos, todo lo que estamos viendo suceder en
el mundo hoy, tienen un trasfondo común: hay un mover de tinieblas operando detrás. Un sistema
mundial se está levantando contra Jehová y contra su ungido. La iglesia está siendo atacada. Las
bases judeo cristianas de nuestras sociedades, están siendo golpeadas. Toda una agenda anti Dios
está siendo impulsada en el mundo. No es solo contra la iglesia, que representa a Cristo, el ungido
de Dios en la tierra. Es también contra Jehová. La ley que promueve el aborto, el matrimonio
homosexual, el ataque sistemático a la familia, la legalización de lo malo, son ataques contra la
cosmovisión bíblica sobre la que los cristianos habían construido la civilización pasada. El mundo
que conocíamos, estaba basado en ideas bíblicas. Puestas como fundamentos por los
reformadores cristianos. Esos principios hicieron grandes a naciones como Dinamarca, Gran
Bretaña, Holanda, Noruega, Suiza, Suecia, y también a Canadá y EEUU. Y en el siglo pasado,
hicieron prosperar a Corea del Sur. Pero hoy, hay todo un sistema contrario levantándose, contra
Jehová y contra su ungido. Una alianza maligna, entre comunistas, socialistas, islamitas y
movimientos LGTB+ que vienen contra Jehová y contra su ungido. ¿Y sabe lo que es peor? En
todos los países donde se han levantado estos sistemas, hay opresión, tiranía, pobreza y miseria.
Lo mismo que salió contra los apóstoles, se levanta hoy contra la iglesia. Pero el Salmo dice:

“El que mora en los cielos se reirá; El Señor se burlará de ellos. Luego hablará a ellos en su furor, y
los turbará con su ira. Pero yo he puesto mi rey Sobre Sion, mi santo monte. Yo publicaré el
decreto; Jehová me ha dicho: Mi hijo eres tú; Yo te engendré hoy. Pídeme, y te daré por herencia
las naciones, Y como posesión tuya los confines de la tierra. Los quebrantarás con vara de hierro;
Como vasija de alfarero los desmenuzarás. Ahora, pues, oh reyes, sed prudentes; Admitid
amonestación, jueces de la tierra. Servid a Jehová con temor, Y alegraos con temblor. Honrad al
Hijo, para que no se enoje, y perezcáis en el camino; Pues se inflama de pronto su ira.
Bienaventurados todos los que en él confían. (Salmos 2:1-12)

Por eso, en vez de atemorizarse y claudicar en la fe, por los ataques que sabían iban a venir, ellos
confiaron en que el Salmo completo sería completamente cumplido en ellos. Por eso dice el
reporte de Lucas que “ellos, habiéndolo oído, alzaron unánimes la voz a Dios, y dijeron: Soberano
Señor, tú eres el Dios que hiciste el cielo y la tierra, el mar y todo lo que en ellos hay” , y citando el
salmo 2, lo aplicaron a su situación diciendo: “verdaderamente se unieron en esta ciudad contra tu
santo Hijo Jesús, a quien ungiste, Herodes y Poncio Pilato, con los gentiles y el pueblo de Israel,
para hacer cuanto tu mano y tu consejo habían antes determinado que sucediera.

Pero más allá de quejarse, y Pedir que Herodes y Pilatos fueran castigados, ellos rogaron: “Y
ahora, Señor, mira sus amenazas, y concede a tus siervos que con todo denuedo hablen tu
palabra, mientras extiendes tu mano para que se hagan sanidades y señales y prodigios
mediante el nombre de tu santo Hijo Jesús. ¡Pidieron fortaleza de ánimo para seguir predicando!
Y dice la Biblia que “Cuando hubieron orado, el lugar en que estaban congregados tembló; y todos
fueron llenos del Espíritu Santo, y hablaban con denuedo la palabra de Dios”. (Hechos 4:24-31
RVR1960)
Amados hermanos, esto mismo es lo que está sucediendo en nuestros días. Un sistema se ha
levantado contra Jehová y contra su ungido Jesucristo, encarnado en la tierra hoy en su iglesia, el
cuerpo de Cristo. Hay una sociedad entera siendo engañada con falsas expectativas de sistemas
anti Dios, las leyes de las naciones han estado cambiando, porque toda una cosmovisión ha estado
adoctrinando a la gente desde los medios de comunicación masiva, en el siglo pasado, con el cine,
la radio y la tv, pero han sido impulsados mucho más en este siglo, mediante el internet, las redes
sociales, y la TV streaming. Netflix, Youtube, Facebook, son hoy día, los promotores de cultura en
la sociedad mundial. Y las redes sociales se han abrogado incluso el poder de silenciar a los que
ellos consideran que no pueden decir nada. Es decir, a los que tienen otra cosmovisión. Así,
Facebook acaba de silenciar por dos años, al expresidente Donald Trump, porque sus ideas
conservadoras, van en contra de la agenda mundial que este sistema perverso tiene planificada.

Cada vez hay más noticias de cristianos juzgados en tribunales de países occidentales considerados
cristianos, por el simple hecho de manifestar desacuerdo con filosofías pro aborto, o pro Lgbt.
Pastores siendo llevados a tribunales por no querer casar en sus iglesias a personas del mismo
género. Esa es la persecución de hoy. Que unida a pandemias (que algunos han llegado a decir,
que también son provocadas) han metido a la gente en prisiones de miedo, y de ideas que la
sociedad establece.

Pero el ejemplo de los apóstoles y creyentes del primer siglo debe impulsarnos a no temer, sino a
levantarnos a orar, para que nos sea dada palabra y denuedo, para promover a toda voz, la
salvación de Dios, y los principios fundamentales de su palabra. Debemos orar por milagros y
maravillas en las áreas donde Satanás nos quiere encerrar. Satanás está usando la economía, la
enfermedad y la filosofía para arrinconarnos, pero en esas áreas pidamos milagros de parte de
Dios, mientras nos da entendimiento y denuedo para establecer el reino en la economía, en la
política, en la salud, en la educación, en los medios, y en todas las esferas de la sociedad, creyendo
que Dios nos quiere usar como un canal para establecer sus decretos.

Que con confianza podamos decir como David: “Yo publicaré el decreto; Jehová me ha dicho: Mi
hijo eres tú; Yo te engendré hoy. Pídeme, y te daré por herencia las naciones, Y como posesión tuya
los confines de la tierra. Los quebrantarás con vara de hierro; Como vasija de alfarero los
desmenuzarás”. Que entendamos que nuestro llamado es ser testigos, como sacerdotes de Dios
en donde estemos, pero también como líderes (reyes) que dominan naciones, con las ideas de
Dios. Que educan naciones, que crean cultura, con una cosmovisión bíblica, centrada en los
principios divinos. Libres de la contaminación del socialismo, y del humanismo. Libres del
evangelio centrado en el hombre, y convencidos del evangelio centrado en el gobierno de Dios
para la humanidad.

Levantémonos como generación que cree en su llamado a ser reyes y sacerdotes, no para llegar a
lugares de gobierno para ser iguales a los demás, sino para transformar cada lugar donde estemos.
Usted no necesita ser un alcalde para transformar su entorno. Pero si llega a ser alcalde,
simplemente entienda que Dios le amplió su rango de acción, que inició el mismo día en que él lo
llenó de su Espíritu santo, para transformarle, haciéndolo parte de su Reino. El punto es, amados
míos, que Dios quiere entregarnos las naciones. Y no podemos huir a tal responsabilidad. Por esa
razón, necesitamos asumir nuestro llamado con valentía. Las naciones ameritan de gente que las
instruya en el camino correcto, para no caer en el despeñadero de un sistema anti Dios. Y los
únicos que pueden guiar al mundo hacia la salvación en Cristo, son los que él llamó para hacerlos
sus testigos, reyes y sacerdotes. Para anunciar las virtudes de Cristo, a un mundo en decadencia.
Por esa razón, le dejo esto como tarea: No podremos asumir el liderazgo del Reino de Dios, si
primero no dominamos el oficio sacerdotal. Como Iglesia, queremos activar nuestra función
sacerdotal este mes. Junio es el mes donde queremos activar a toda la iglesia en oración. Yo sé
que cuento con gente que está lista. Pero sé también, que tengo muchos guerreros que parecen
estar dormidos.

Hay gente que está batallando con la economía, otros con la pandemia y el coronavirus. Pero hay
otros que simplemente están inactivos porque se han dormido en los laureles. CeCERDi tiene
líderes ministeriales activados en diferentes áreas: En la intercesión, tenemos a las pastoras Inatti,
dándole diariamente la batalla a las tinieblas a favor de mucha gente necesitada de oración. En la
promoción de la vida en la palabra, está la pastora Leyda, promoviendo y asignando el TCD, que
aunque es semanal, cada sábado en la tarde, debería llevarlo cada persona de manera diaria.

El ministerio Sembrando Amor, con los pastores García, sigue funcionando, gracias al aporte de los
sembradores que día a día bendecimos, de parte del Señor, y las casas congregacionales, se siguen
impulsando. Pero aún hay muchísima gente, que no se reporta. Algunos porque están esperando
que empiecen los cultos en el templo. Otros, porque están esperando que un pastor de CeCERDi
los visite. Y otros, porque decepcionados por nuestro modo de ser iglesia, o seducidos por las
cosas del mundo han vuelto atrás.

Pero a los que están, hoy quiero decirles: Necesitamos agruparnos. Reunir fuerzas. Orar juntos.
Quiero pedirte que esta semana, asumas tu papel de ser rey y sacerdote, y activemos juntos una
red de oración en CeCERDi, para empezar a rogar al Señor que nos entregue esta ciudad. ¿Cómo lo
puede hacer? Escúcheme bien, voy a darle estas instrucciones:

1. Escriba un mensaje a la pastora Libna de Parra, manifestándole su deseo de ser parte de


los que clamarán al Señor en este tiempo.
2. Ubique a dos personas más que quieran hacer equipo con usted, así conformaremos
tripletas de oración. Es importante que esas personas escuchen esta prédica, para que
tengan claridad de la visión. Preferiblemente pueden ser personas de CeCERDi, pero eso
no es limitativo.
3. Usted, que va a dar ese paso de fe, hacia su propio sacerdocio y liderazgo, va a solicitar la
guía de oración que estaremos usando.

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