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3. El fruto de la justicia
“Y esto pido en oración, que vuestro amor abunde aún más y más… para que aprobéis lo mejor, a
fin de que seáis sinceros e irreprensibles para el día de Cristo, llenos de frutos de justicia que son
por medio de Jesucristo, para gloria y alabanza de Dios.” (Filipenses 1:9-11 RVR1960)
Cuando Pablo le escribió a los filipenses, les mencionó que oraba para que ellos manifestaran el
fruto de la Justicia. Él tenía en mente que la justicia se manifiesta en obrar correctamente. A los
colosenses se los dijo en estas palabras: “Para que andéis como es digno del Señor, agradándole
en todo, llevando fruto en toda buena obra, y creciendo en el conocimiento de Dios” (Colosenses
1:10 RVR1960)
Pablo entendía que tales frutos, son por medio de Jesucristo, para gloria y alabanza de Dios. Eso
significa que sin la obra de Cristo, no tenemos justicia. Pero por la redención de Cristo, hemos sido
hechos justicia de Dios en Él.
Las buenas obras de la justicia, no las hacemos para obtener la salvación y justificación de Dios,
sino para evidenciar que somos justificados y hemos sido declarados salvos por Dios. Los frutos de
la justicia, representadas en las buenas obras, se miden en: Nuestro conocimiento, nuestras
decisiones, y nuestras acciones.
Para evaluar:
¿Cuáles son las obras que me definen? ¿Las obras buenas de Dios o las malas de Satanás?