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APUNTES SOBRE EL

ABORDAJE SISTÉMICO DE LA FAMILIA


Juanjo Villegas Aguinaga
Psicólogo. Psicoterapeuta familiar y de pareja
1995

I.- LA DIVERSIDAD EPISTEMOLÓGICA

II.- APORTACIONES DESDE LA TEORÍA GENERAL DE SISTEMAS

A.- Perspectiva histórica: del objeto diseccionado a la complejidad del


contexto.
B.- Definición de sistema.
C.- Clases de sistemas.
D.- Características y propiedades de los sistemas abiertos. Dinámica de
los sistemas.

III.- LA FAMILIA COMO SISTEMA OBSERVADO

Principales conceptos referenciales desde la descripción del sistema


familiar.

IV.- APROXIMACIÓN A LA CIBERNÉTICA DE SEGUNDO ORDEN

A.- Cibernética de primer orden: del individuo al sistema observado.


Conceptos y postulados generales. Objeciones.

B.- Cibernética de segundo orden: los sistemas observantes. Conceptos


y postulados generales.

C.- Aportaciones a la Terapia Familiar: la perspectiva constructivista.


Apuntes sobre “Abordaje sistémico de la familia Juanjo Villegas

"Desde luego, cada miembro tiene que aceptar la idea de la interdependencia


como una verdad por lo menos equivalente a la de su creencia en sí mismo. El
terapeuta familiar está armado con un conjunto de creencias sobre el modo
como operan los sistemas, y es necesario traducirlas del nivel de la teoría al
individual de cada pareja.

Los miembros de la familia presentan su realidad individual en sus propios


términos. Yo, el terapeuta, trato de descubrir conexiones ocultas,
correspondencias invisibles, refutando y provocando a los miembros de la
familia. El proceso combina monólogos, diálogos y polémica. Ellos responden
con un "pero" con más frecuencia que con un "exacto". Yo escucho y animo
siempre guiado por la noción de que iniciamos y respondemos simultáneamente.
Las personas están atadas porque pasan por alto su propia participación en los
problemas que sufren. Lo que les libera es ver su rol en las pautas que las
mantienen amarradas entre sí".

Minuchin, S. (1994)

I.- LA DIVERSIDAD EPISTEMOLÓGICA

En la compresión y terapéutica de la enfermedad mental se han desarrollado


diferentes modelos epistemológicos, tan variados como contradictorios. A tal
disparidad se le añade el clima de litigio entre los representantes de los
diferentes modelos. Sin embargo, en la actualidad se aprecian indicios en el
bosquejo de un modelo biopsicosocial.

La psicopatología es compleja a muchos niveles lógicos y para circunscribirla de


manera satisfactoria es necesario disponer de un modelo igualmente complejo.
Es en este contexto donde podemos comprender mejor la génesis del modelo
ecosistémico que "no desprecia las variables biológicas, comportamentales o
psicodinámicas de las alteraciones mentales. Estas variables se consideran en la
medida en que pueden articularse con una concepción holística de los
comportamientos humanos, y no con una concepción centrada exclusivamente
en el individuo. Por esto, el modelo ecosistémico constituye una teoría de las
teorías -"metateoría"- (Salem, 1990).

Hagamos un breve repaso de los cuatro modelos principales:

- modelo biológico: es el más médico y explica la psicopatología en términos de


perturbaciones orgánicas o bioquímicas del funcionamiento cerebral. Desde
esta óptica, los trastornos mentales deben tratarse ante todo por terapéuticas
de tipo somático.

- modelo conductista: considera que los comportamientos humanos son


adaptativos y que son adquiridos y mantenidos por mecanismos de
aprendizaje. Estos mecanismos de aprendizaje pueden utilizarse
terapéuticamente para "aprender" comportamientos nuevos. En la actualidad
existe la rama cognitivista en este modelo, donde tiene en cuenta los procesos
cognitivos en la modificación comportamental.

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- modelo psicodinámico: explica la personalidad humana como una dinámica


de fuerzas intrapsíquicas con dimensiones conscientes e inconscientes (p.v.
genético, dinámico, económico y tópico). El conflicto se hace accesible a través
de la relación transferencial y la interpretación; y se resuelve mediante esta
relación sustitutiva (E.E.C.).

- modelo ecosistémico: surgido parcialmente de la corriente psicodinámica, se


alimenta de otras fuentes teóricas como la ecología, la teoría de sistemas, la
cibernética y la teoría de la comunicación. Este modelo considera al individuo
en su red interaccional actual (contexto) y expresa que la relación entre sujeto y
entorno está sujeta a una dinámica circular de influencias recíprocas. En esta
interacción se observa diferentes canales de comunicación: verbales,
paraverbales y no verbales. El fenómeno de la retroalimentación (feedback)
explica la dinámica entre la necesidad de equilibrio (homeostasis) y la
modificación (morfogénesis) adaptativa del sistema. Así las alteraciones
mentales del sujeto se consideran en su conexión con los comportamientos y
las expectativas de otros miembros del contexto en el cual evolucionan y se
mantienen. El contexto más significativo parece ser la familia y la terapia se
esforzará en influir en este contexto conociendo y modificando sus reglas,
estructuras, pautas de comunicación, etc.

- modelo biológico }
- modelo conductista }---- perspectiva analítica del objeto de
- modelo psicodinámico } conocimiento (causalidad lineal)

- modelo ecosistémico }---- perspectiva holística del objeto de


conocimiento (causalidad circular)

II.- APORTACIONES DESDE LA TEORÍA GENERAL DE SISTEMAS

A.- Perspectiva histórica: del objeto diseccionado a la complejidad del


contexto.

La explicación precientífica del conocimiento de la Naturaleza se caracterizaba


por una cosmovisión de los fenómenos naturales a los que se atribuían
propiedades mágicas, animistas y mitológicas. Esta visión holística tenía en
cuenta el entorno natural y sobrenatural del objeto de estudio.

Las ideas holísticas aún se mantienen en la Antigua Grecia (principio aristotélico:


"el todo es más que la suma de las partes"), pero su concepción descriptivo-
metafórica del mundo va cediendo paso paulatinamente al esquema clásico
racional, mecánico, matemático e individualista tan característico de la ciencia
experimental.

Hipócrates llegaría a ser el primero en describir las enfermedades atribuyéndolas


causas naturales. En su teoría fisiológica afirmaba que el cerebro es el órgano
de la razón y la sede de los fenómenos mentales en general. La mirada del
científico, del médico, permanecía centrada sobre el individuo y su perspectiva
era analítica. Así comenzaba la era científica de la medicina pero al mismo
tiempo se desechaba la concepción holística.

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A partir de este momento, descomponer cada cuestión en tantos elementos


simples como fuera posible permitió el avance de las ciencias y la tecnología. El
hombre deja de adoptar una actitud pasiva frente a los oscuros designios de la
Naturaleza para adoptar una actitud más activa y dominadora. El hombre
empieza a investigar sobre la relación de las causas y efectos que se
manifiestan en la realidad.

La concepción determinista y mecánica de la causalidad lineal impulsa la


ciencia física, que se nutre de una especie de diálogo experimental con la
Naturaleza infiriendo pautas repetitivas y susceptibles de enunciarlas
explícitamente por medio de leyes matemáticas. Con ello es posible la
predicción, que constituye uno de los fundamentos del éxito de la ciencia
moderna: de determinadas circunstancias se obtendrán ciertos efectos.
Busquemos los mecanismos causales de los fenómenos y podremos analizar
racionalmente sus consecuencias.

Fue precisamente de una nueva rama de la ciencia física, la Termodinámica, de


donde vino la principal ruptura con el esquema de la mecánica clásica (a mayor
necesidad de rendimiento mayor necesidad de energía).

El funcionamiento de las máquinas de vapor planteó el problema de ajustar la


inyección de vapor a las variaciones de carga, para eso tuvo que inventarse un
sistema de regulación. La termodinámica suministra una teoría de evolución de
los sistemas complejos que no es reducible a interacciones de tipo mecánico
entre sus constituyentes elementales. Aporta conceptos como los de sistema
abierto y cerrado, y equilibrio por medio de sistemas de regulación.

Posteriormente la electricidad y la cibernética aportan conceptos como el de:


- feedback o retroalimentación (sistema de regulación automático que se trata
de una "acción de retorno", por la cual informaciones sobre los efectos de una
acción global, con el fin de alcanzar un determinado objetivo, son reenviadas a la
fuente, lo que tiene por efecto o bien mantener la misma acción o modificarla,
ampliándola o disminuyéndola (cerrar bucle, circularidad).
- control, realimentación y tratamiento de información.

De este modo se empieza a comprender que la organización ya no es el


resultado de propiedades misteriosas ligadas a la vida misma, sino que se
pueden estudiar propiedades estructurales de sistemas artificiales dotados de
una adecuada organización, que pueden dar cuenta de determinados aspectos
del comportamiento complejo de los seres vivos o de los sistemas sociales.

En los años 30, Ludwing Von Bertalanffy formuló por primera vez la noción de
Teoría General de Sistemas. Considera al ser vivo un organismo, no como una
máquina físico-química; se trata de una perspectiva que resalta el aspecto
sistémico del organismo, interesándose por los sistemas en cuanto a unidades
complejas, cuyas propiedades no se reducen a las de las partes.

Se han necesitado siglos para desarrollar instrumentos conceptuales y técnicos


en los que la verificación experimental con su rigor científico incorpore la visión

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holística. Individuo y contexto son considerados conjuntamente, nace el modelo


ecosistémico.

B.- Definición de sistema.

Sistema: conjunto de elementos en interacción dinámica organizados en función


de una finalidad.

Desde esta aproximación al concepto de Sistema podemos inferir algunas


nociones de interés.

Los elementos que conforman el conjunto contienen propiedades y


características en sí mismos. Al principio la teoría sistémica no le concedió
mayor importancia a esta dimensión (caja negra); sin embargo, tras una
renovación epistemológica derivada de la práctica de la terapia familiar (en la
que la temporalidad adquiere relevancia), la historicidad y coevolución de los
elementos son factores que se tienen en cuenta para la comprensión del sistema
(p. ej. los miembros de una familia son percibidos como sujetos con una historia
evolutiva y psicoafectiva).

La interacción dinámica nos plantea cuestiones sobre el tipo de relación y


comunicación que establecen dichos elementos, los mecanismos de regulación
del sistema, el estado de su permeabilidad en el intercambio de información, etc.

Conforme a la organización del sistema podremos conocer las reglas y


estructuras que lo determinan. Dicha estructura, a su vez toma parte en la
dinámica de otras macroestructuras (jerarquización de los sistemas).

La finalidad nos introduce en la direccionalidad de los sistemas complejos:


desarrollar niveles mayores de complejidad para los elementos, para el sistema y
para el entorno sin arriesgar la supervivencia de cada uno.

C.- Clases de sistemas.

Todo sistema tiene una entidad propia, es decir, se puede decir que tiene unos
límites. Todo sistema está inmerso en un medio dado, con el cual mantiene, o
no, intercambio.

Llamamos sistemas cerrados a aquellos que no intercambian materia, ni


energía, ni información con su entorno. Para subsistir, un sistema cerrado utiliza
su reserva potencial. Su consecuencia es que no sufre ninguna influencia de su
entorno y sus límites impermeables tampoco le permiten influir en él.

Estamos ante un sistema abierto (p.ej. los organismos vivos) cuando se halla
en una interacción permanente con el entorno e intercambia con él materia,
energía, información. Sus límites son permeables. (El sistema incorpora del
entorno productos necesarios para su supervivencia contra la degradación
ejercida por el tiempo y "expulsa" al entorno la entropía: grado de desorden o
incertidumbre).

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D.- Características y propiedades de los sistemas abiertos. Dinámica de los


sistemas.

Antes de abordar la dinámica de los sistemas abiertos y acceder a los conceptos


principales de la epistemología sistémica es importante presentar tres aspectos
de los que se ocupa la T.G.S. y que tienen su trascendencia en la práctica de la
terapia familiar:

a) El problema de los límites que surge cuando se trata de "aislar" el objeto de


estudio. Debe de decidirse qué aspectos de la realidad deben incluirse en el
sistema que se está considerando y cuáles deben de ser abandonados. Como
norma cabe decir que un determinado aspecto (propiedad o atributo) debe
considerarse como relevante para el problema que ha motivado el estudio si las
variaciones de este aspecto afectan al funcionamiento global del sistema.

b) El problema de la coherencia, según el cual los sistemas no pueden ser


comprendidos considerando únicamente las propiedades de sus constituyentes,
sino que deben ser considerados como una entidad global. No es posible
contentarse con una simple enumeración de los elementos o partes que lo
constituyen, ni aún de cómo están tratadas entre sí; es necesario establecer la
conexión funcional y dinámica entre las partes, de modo que permita explicar la
evolución global del sistema. La urdimbre entre ellas hace que la historia del
conjunto sea mutuamente dependiente, que esté codeterminada, de modo que
no es posible entender el comportamiento de los elementos prescindiendo del
resto. Si a un sistema se le priva de alguno de sus componentes, su historia se
verá sensiblemente alterada.

c) Esta teoría considera al universo como un conjunto jerarquizado de sistemas


concretos organizados en subsistemas que encajan y se unen entre sí
evolucionando, siendo un subsistema algo que posee todas las propiedades de
un sistema (una composición, un entorno, una estructura...) pero que es una
parte del sistema original. El término jerarquizado no guarda relación con su uso
en el lenguaje ordinario cuando se alude a formas de dependencia
extremadamente subordinadas con respecto a los escalones más altos de la
jerarquía. Aquí aludimos a la existencia de distintas capas o niveles de
organización (los niveles resolutivos) cada uno de los cuales mantiene relaciones
con sus colaterales (superior e inferior) pero de modo que esta relación no se
puede considerar de dependencia unidireccional al menos en el sentido que
tiene en una escala de mando jerarquizada. Todo sistema en un nivel intermedio
es a la vez parte (subsistema de los sistemas de nivel superior) y entidad en sí
(integradora de los elementos del nivel inferior). [Holón].

Dinámica de los sistemas.

La capacidad de sobrevivir que tiene un sistema abierto, o sea, su adaptabilidad


a las propias exigencias internas y a las del medio, está determinada por su
dinamismo.

El mecanismo esencial de esta dinámica es la retroalimentación o feedback.


Un sistema abierto precisa de una información sobre los afectos de sus

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acciones, los bucles de la retroalimentación informan a los "centros de decisión"


lo que pasa y les permite tomar decisiones con conocimiento de causa. Se trata
de una "acción de retorno", por la cual informaciones sobre los efectos de una
acción o de una transformación son reenviadas a la fuente, lo que tiene por
efecto o bien mantener la misma acción o transformación o bien modificarla,
ampliándola o disminuyéndola.

Si las noticias que llegan a la fuente favorecen la acción en el mismo sentido


estamos ante un feedback positivo (desviación amplificada). Sus efectos son
acumulativos, favorece el crecimiento de la desviación, de la divergencia; o sea,
el feedback positivo produce un cambio de reglas del sistema, el sistema se
modifica en su conjunto. Si se produce una reacción en cadena descontrolada de
la retroalimentación positiva desestabiliza al sistema y lo lleva a su destrucción.

Para que un sistema sobreviva en el tiempo requiere una acción contraria al


feedback positivo, que lo contrarreste. Estamos ante la función de la
retroalimentación negativa (desviación contrarrestante). Esta conduce al
sistema hacia un comportamiento regulador para restaurar el equilibrio del
sistema (homeostasis).

Así, los mecanismos de feedback determinan dos condiciones esenciales de


todo sistema: la estabilidad y el cambio.

Un sistema organizado tiende a preservar su supervivencia manteniendo cierta


constancia en su organización. El sistema reacciona ante toda perturbación de
origen interno o externo por medio de una serie de mecanismos reguladores que
pretenden volver al estado inicial. Esta resistencia al cambio se llama
homeostasia del sistema. La homeostasis (estado constante o la estabilidad del
sistema que en general se mantiene mediante mecanismos de retroalimentación
negativa) es una de las características de los sistemas vivos ya que les permite
mantener su identidad y permanencia en el tiempo en un entorno cambiante (la
estabilidad en el fondo no es estática), pero también es un mecanismo que al
oponerse al cambio puede dañar las funciones adaptativas del sistema.

El hecho de permanecer estable no es suficiente para sobrevivir: es necesario


evolucionar en el tiempo, ser capaz de adaptarse, cuando es indispensable, a los
cambios requeridos por las presiones internas del sistema o por las presiones
externas. Son los feedbacks positivos quienes representan las respuestas
positivas del sistema a estas presiones (también llamado proceso
morfogenético). De esta manera el sistema es momentáneamente
desestabilizado, se halla en "crisis" o en "tránsito" hacia un nuevo equilibrio.
Tales crisis jalonan el crecimiento y la evolución de los sistemas abiertos,
particularmente de los sistemas vivos. Por crecimiento se entiende aquí un
aumento de la complejidad del sistema. Cuanto más complejo sea un sistema,
más rico y variado es, y dispone de más medios de regulación, lo que implica
que la organización de su centro de decisión sea tan compleja y variada como el
sistema mismo.

El juego complementario de feedbacks positivos y negativos permite a los


sistemas encontrar nuevos equilibrios sin perder del todo su estabilidad, pero

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modificando las condiciones de su homeostasia (morfostasis). Esto permite


también adquirir nuevas propiedades a los sistemas (aumento del grado de
complejidad).

Estas nociones preliminares permiten comprender tres conceptos principales que


caracterizan a la T.G.S.:

- concepto de totalidad: según el cual el sistema es algo más que la suma de las
partes (principio de la no-sumatividad). Cada una de las partes de un sistema
está relacionada de tal modo con las otras que un cambio en una de ellas
provoca un cambio en todas las demás y en el sistema total.

- concepto de causalidad circular: las relaciones entre los elementos de un


sistema no son lineales (causalidad lineal), sino circulares: si "A" afecta a "B", "B"
afecta a "A" a su vez, de modo que "A" afectará a "B" de la misma manera o de
una manera diferente, y así sucesivamente. Para ser capaz de pensar en
términos sistémicos, es necesario poder pensar en términos circulares donde la
causa y el efecto se confunden, el efecto es también causa y la causa efecto.

- concepto de equifinalidad: idénticos resultados pueden tener orígenes


diferentes y diferentes resultados pueden ser producidos por las mismas
"causas". Lo que significa que si se quiere comprender lo que ocurre en un
sistema, es el análisis de las interacciones contemporáneas lo que importa más
que la génesis del sistema y sus elementos. El sistema constituye entonces su
mejor explicación ya que sus características organizativas, estructurales y
funcionales, pueden llegar a ser totalmente independientes con respecto a su
génesis. Por ejemplo, las manifestaciones psicopatológicas de un miembro
familiar están menos condicionadas por su etiología que por la estructura
contemporánea del sistema que las retroalimenta.

III.- LA FAMILIA COMO SISTEMA OBSERVADO

Principales conceptos referenciales desde la descripción del sistema familiar.

Son numerosas las definiciones que las diversas Ciencias Humanas han dado
de la familia. Unas y otras nos revelan la importancia de la familia como matriz
donde el ser humano a la vez que va estructurando su personalidad va operando
los aprendizajes fundamentales sobre los cuales se elabora el conjunto de las
relaciones sociales (socialización).

Partiendo de las nociones anteriormente expuestas sobre la T.G.S., estamos en


condiciones de describir la familia de la siguiente manera: es un sistema abierto,
jerarquizado, constituido por varios miembros que interaccionan entre sí
(circularmente) según unas reglas de comportamiento y unas funciones
dinámicas que están en constante intercambio (intra e intersistémico) y, que
tiene como finalidad la de garantizar la supervivencia familiar y servir al
desarrollo de las necesidades individuales.

Cuando decimos que esta concepción sistémica de la familia dota al terapeuta


de una determinada óptica epistemológica queremos transmitir, a través de este

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recurso metafórico, la apertura que se genera en su campo perceptivo cuando


recibe a una familia desde el mencionado marco referencial sistémico.

La amplitud multifactorial y, por consiguiente, la complejización de la


comprensión de los fenómenos humanos en la constelación familiar nos lleva a
considerar los siguientes aspectos referenciales multidireccionales en la práctica
clínica:

1.- La familia está compuesta por individuos con una realidad psicoafectiva
específica, pero la globalidad familiar es algo más que la suma de sus miembros
individuales (no-sumatividad). Dentro de la familia la conducta de cada individuo
está relacionada con la de los otros de tal modo que un cambio en uno de ellos
provoca un cambio en todos los demás (totalidad).

2.- El comportamiento de cada miembro influye directa o indirectamente sobre el


de los otros y es influido a su vez por los demás (causalidad circular y
puntuación de la secuencia de hechos).

3.- Para comprender lo que ocurre en el sistema familiar tenemos que atender al
análisis de las interacciones contemporáneas (el "aquí y ahora") más que la
génesis del sistema y sus elementos (equifinalidad). Sin embargo, cada vez va
tomando más peso epistemológico la dimensión temporal y evolutiva donde la
familia nos aparece como "un grupo natural con historia" que no podemos obviar.

4.- Cómo interaccionan los miembros de la familia nos ayuda a comprender la


comunicación familiar y su especificidad. (Contenido y relación; información
digital y analógica; canales de comunicación verbales, paraverbales y no
verbales; comunicación simétrica, complementaria, paralela...etc).

5.- La familia es un sistema regido por reglas donde sus miembros se comportan
entre sí de una manera reiterada y organizada. Las reglas son acuerdo de
relación. El conjunto de reglas forman un "juego" que se repite con cierta
frecuencia al observar la dinámica relacional de la familia. (reglas: reconocidas,
implícitas, secretas, metarreglas; reglas rígidas, flexibles...). (Definición de la
relación: manera y grado en que las partes de una relación llegan a un consenso
sobre lo que es aceptable para el otro en la relación).

En la actualidad la evolución de la teoría sistémica tiende a complementar la


atención pragmática de la interacción observable con un plano que podríamos
llamar de los "mitos familiares", reconstruyendo el recorrido histórico y, por
tanto, reintegrando en el sistema la dimensión de la temporalidad; así el nivel
sincrónico de los comportamientos expresados en el "aquí y ahora" se
correlaciona con el nivel diacrónico de la historia y de sus significados, lo que
implica que el trabajo terapéutico adquiera un nivel mayor de complejidad. [Mito
familiar: "son las creencias y expectativas, bien sistematizadas y compartidas por
todos los miembros de la familia, respecto a sus roles mutuos y a la naturaleza
de la relación" (Ferreira); "artículos de fe de la familia" según Stierlin, que
pretenden explicar, pero que en realidad niegan o encubren, la facticidad de las
relaciones familiares pasadas o presentes. No se trata de una creencia inútil,
sino que tiene una fuerza estructuradora que produce y justifica muchas de las

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pautas transaccionales (reglas) que se dan entre los miembros de la familia


distribuyendo funciones y asignando derechos y obligaciones. Los mitos
familiares pueden ser comprendidos como equivalentes a nivel sistémico de los
mecanismos de defensa individuales].

Otro aspecto peculiar de las reglas familiares son los rituales. Los rituales son
actos simbólicos coevolutivos que al estar más cerca del código analógico que
del digital hacen definir la relación y/o ayudan a todos los involucrados a
modificar las formas de relación mutua. La observación de la existencia o no de
rituales familiares nos habla de la dimensión simbólica familiar ante la naturaleza
de los acuerdos y los compromisos, la adaptación al ciclo vital, etc.

6.- La familia es un grupo organizado según unas pautas de interacción y una


reglas que nos van indicando la estructura interna del sistema. La estructura de
una familia nunca es estática o invariable, si una estructura no cambia, significa
simplemente que no necesita cambiar en ese momento. La terapia, como
proceso de reestructuración, exige y se empeña en conseguir la alteración de las
condiciones o funciones que mantienen la estructura de un sistema disfuncional.

Desde esta perspectiva podemos inferir el mapa familiar atendiendo a las reglas
e interacciones que dependen de la manera en que se establecen las fronteras o
límites entre el individuo y su sistema familia o entre el sistema familiar y el
entorno social. Minuchin empleó el concepto de "mapa estructural" para
organizar el material clínico y formular hipótesis para la planificación del
tratamiento. En un mapa queda reflejado los datos demográficos, los lazos de
parentesco, las alianzas, los conflictos,... etc.

En general se entiende que los límites no sólo son líneas de demarcación sino
también lugares de intercambio. Cuando los límites son muy rígidos, las
relaciones son muy pobres y el sistema en su conjunto tiende al
anquilosamiento; por el contrario, cuando los límites son muy débiles, el sistema
se puede ver invadido y desaparecer. Es necesario considerar el tema de los
límites en el sistema familiar en relación con el ciclo vital. A veces, la forma en
que los miembros se sientan al entrar en la sala de consulta nos ejemplifica la
distribución de los límites en la familia en una primera aproximación. (Los límites
delimitan los sistemas en subsistemas: conyugal parental, fraternal, nuclear,...;
pero también nos configuran otras características estructurales como son: las
diadas, los triángulos, las alianzas, las coaliciones, las lealtades
transgeneracionales, etc.).

7.- En tanto que sistema abierto, la unidad familiar intercambia continuamente


informaciones con su entorno, de la misma manera que con su medio interno. En
otros términos, toda información proveniente del exterior o del interior puede
influir sobre el equilibrio familiar (homeostasis) y ser tratada por el juego de
feedbacks positivos o negativos.

Una familia, como todos los sistemas vivos, tiende a preservar su estabilidad, lo
hace precisamente por medio de feedbacks negativos puestos en juego en
respuesta a todo comportamiento de sus miembros o a toda información que
tiene por efecto desestabilizarla (tendencia homeostática).

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Pero la familia no puede mantener indefinidamente el mismo equilibrio, bajo la


pena de convertirse en disfuncional, necesita adaptarse a las nuevas
necesidades de los miembros o a las exigencias del entorno (capacidad de
transformación). Esto lo hace dando feedbacks positivos a los comportamientos
nuevos que ponen en cuestión las reglas habituales. Modificar el sistema
regulador provoca cambios y crisis. Es natural que toda la familia atraviese
periódicamente crisis (reajuste de reglas), si la familia tolera este paso, se
adapta encontrando nuevas reglas (que tienen en cuenta los nuevos
imperativos) y, restablece de nuevo su equilibrio con una homeostasis mejor
adaptada a la situación actual.

Las tensiones pueden ser originadas por cambios intrasistémicos: nacimiento de


hijos, crecimiento, divorcio, duelos,...etc.; o intersistémicos: mudanzas,
escolaridad, situación laboral,...etc. Y es justamente en ocasión de cambios o
presiones intra o intersistémicas de particular importancia cuando surgen la
mayoría de las perturbaciones mentales.

8.- Además de centrarnos en el aquí y ahora, y en el juego dinámico del sistema


familiar no podemos perder la perspectiva de su Ciclo evolutivo. Adoptar esta
perspectiva es asumir una complejidad inherente a dos procesos vitales
diferenciados que comparten una dimensión temporal: el Ciclo Vital de la familia
(considerada holísticamente) y el Ciclo Vital de los individuos.

El ciclo de desarrollo familiar es diferente que la mera suma de los ciclos


evolutivos individuales. Toda familia atraviesa una serie de etapas en el tiempo,
cada una de ellas le exige nuevas redefiniciones de las relaciones, nuevas
tareas, asumir nuevos riesgos y oportunidades, renovar expectativas, etc.
(Etapas: galanteo, matrimonio, paternidad, familia con niños en edad escolar,
con hijos adolescentes, con jóvenes adultos, independización de los hijos,
reencuentro conyugal, envejecimiento, jubilación y muerte).
Simultáneamente, en el propio transcurrir histórico de la familia y en su matriz
sistémica es donde cada miembro del sistema está viviendo su etapa evolutiva
en interacción con otros ciclos evolutivos individuales diferentes.

Tener en cuanta esta perspectiva evolutiva es importante para el trabajo clínico


de los terapeutas familiares, su relevancia clínica se justifica porque todas o casi
todas las familias atraviesan estas crisis evolutivas, porque este aspecto
evolutivo se muestra como un factor importante en muchos casos clínicos y
porque es inevitable que el problema interactúe con aspectos relacionados con
las transiciones evolutivas.

9.- La familia se sitúa en la articulación Individuo - Sociedad. Una doble polaridad


parece gobernar los sistemas relacionales humanos: por un lado tenemos la
tendencia a la diferenciación y a la individuación de la persona; del otro, su
tendencia a la socialización (ser yo / ser con). Así, el ideal no se encontraría a
medio camino entre los dos, medio-socializado, medio-individualizado, sino en
un punto donde uno podría ser completamente Yo individualizado y
completamente con el Otro.

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El éxito de una buena individuación depende de la masa emocional familiar y de


la manera en que ésta "permite" la diferenciación de los otros. La individuación
es un proceso natural que pone en juego el plano individual y el plano relacional;
así podremos entender que para individuarse previamente se ha tenido que
permanecer unido con el sistema familiar.

10.- El hecho de convertirse autónomo un miembro familiar no significa romper


los lazos con la familia, las relaciones familiares permanecen activas durante
toda la vida (aunque varían).

En un cierto grado sucede que las pautas interaccionales de una familia nuclear
son "prefiguradas" por su relación con las Familias de Origen. Una perspectiva
multigeneracional nos da a conocer cómo ciertas reglas, valores, mitos,
conflictos sin resolver, disfunciones, deudas... son transmitidos en el transcurso
de muchas generaciones.

11.- La familia como sistema abierto está en interacción con otros sistemas
jerárquicamente organizados (escuela, mundo laboral, barrio, instituciones,
servicios sociales, cultura,...). Aunque estos sistemas interrelacionados en red no
participen directamente en el proceso terapéutico, el terapeuta debe tomarlos en
cuenta. La familia en tanto agente de socialización es receptora también de las
influencias derivadas de la red social, y no evaluar ésto puede significar atribuir a
un comportamiento dado un significado totalmente distinto.

12.- Los terapeutas familiares utilizan el término familia funcional para describir
a una familia "normal" porque remite ese concepto a un proceso que se inscribe
en un contexto transaccional y evolutivo (circularidad, dimensión evolutiva,
dinámica de sistemas... etc.). Así pues una familia es funcional cuando asegura
su dinamismo pasando de estados de crisis a estados de equilibrio más
adaptados, para reencontrarse de nuevo en otras crisis. Un objetivo terapéutico
muy importante es que una familia sepa y pueda afrontar sus futuras crisis tras
un final de tratamiento en el que hubieran logrado un reequilibrio funcional.

Por otra parte la patología se considera en términos de disfunciones sistémicas.


Las familias disfuncionales son aquellas que no intercambian períodos de
estabilidad - crisis, y finalmente se encapsulan (a merced de su entropía) o viven
períodos de cronicidad donde no se llega a favorecer la evolución de sus propios
miembros, sujetándose éstos al servicio de las necesidades familiares.

13.- Dentro de la perspectiva de la terapia familiar sistémica se considera que los


síntomas, ya sean físicos, psíquicos o de conducta, tienen un significado y una
función individual y familiar (están al servicio de la homeostasis y son denuncia
de una disfunción familiar). Cuanto más cumple un síntoma una función familiar,
tanto mayor es la probabilidad de que, en una estructura estática, la desaparición
o modificación de los síntomas de uno de los miembros origine la formación de
síntomas en otros miembros de la familia. Al miembro portador del síntoma se le
denomina paciente designado o identificado.

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Apuntes sobre “Abordaje sistémico de la familia Juanjo Villegas

14.- La óptica sistémica actúa como un macroscopio que no sólo visiona el


sistema familiar, sino que el terapeuta (en principio observador) también es
observado.

El sistema familiar en interacción recíproca con el terapeuta o coterapeutas,


conforman el sistema terapéutico, que a su vez cuando existe supervisor da
origen al sistema de supervisión. El sistema terapéutico en conjunción con el
sistema de supervisión configura el sistema terapéutico total.

También en la indicación y derivación de casos a terapia familiar es relevante el


prisma sistémico. Puede suceder que el remitente "forme parte" del sistema
familiar derivado a terapia y hubiera que tenerlo en cuenta para el proceso
terapéutico; o bien, que una derivación descuidada de la compresión sistémica
pudiera perturbar el abordaje familiar. Una derivación sistémica correcta facilita
enormemente el posterior abordaje terapéutico de la familia.

IV.- APROXIMACIÓN A LA CIBERNÉTICA DE SEGUNDO ORDEN

El modelo ecosistémico se ha convertido en un paradigma científico de especial


relevancia en la segunda mitad del siglo XX y su área de intervención se va
extendiendo de día en día en la clínica psicoterapéutica, en las organizaciones
sociales, en el mundo empresarial, en las corrientes de pensamiento... Esto es
debido, entre otros factores, a que es un modelo vivo y como tal sujeto a sus
propios principios que postula, es decir, desde su reciente presencia en el campo
epistemológico hasta nuestros días ha ido enriqueciéndose y coevolucionando
junto al desarrollo de las diferentes fuentes teóricas de las que se nutre -Teoría
General de Sistemas, Teoría Cibernética, Teoría de la Comunicación, Ecología,
Biología, Física, Psicología Evolutiva, etc.- con un prisma autorreferencial que le
permite adaptarse a las nuevas exigencias científicas cada vez más complejas.

El presente Tema va a prestar especial atención a la evolución del modelo


ecosistémico en la Terapia Familiar, tras la incorporación de los nuevos
conceptos de la Teoría Cibernética, y su repercusión en el campo de la
Psicoterapia (llamada por algunos autores: perspectiva constructivista).

El término Cibernética (del griego kybernetes, piloto, timonel) fue acuñado por el
matemático Norbert Wiener en 1948, para estudiar el control y la comunicación
en los sistemas, ya se trate de máquinas o de seres humanos.

La cibernética se ocupa de investigar científicamente procesos sistémicos de


carácter muy variado, entre ellos los fenómenos de regulación, procesamiento de
la información, adaptación, autoorganización, autorreproducción, acumulación de
información y conducta estratégica. O sea, por cibernética entendemos la
organización de sistemas de comunicación por referencia al abordaje que hacen
así del cambio como de la estabilidad (Keeney y Ross).

Sus investigaciones se centraron en las relaciones y funciones formales de la


conducta y las estudiaron independientemente de los procesos de transferencia
y transformación de la energía. Es decir, que la cibernética se ocupe de la teoría
de la organización, del control y de la información quiere decir que incide más en

13
Apuntes sobre “Abordaje sistémico de la familia Juanjo Villegas

el estudio de las formas y en la organización que en el de las sustancias y las


esencias: "la cibernética pertenece a la ciencia de la pauta y la organización, que
se diferencia de cualquier búsqueda de elementos materiales, objetos, fuerzas y
energías. En la cibernética, cualquier cosa, o más bien cualquier idea, es ´real´.
Representa un salto paradigmático que lleva de la materia al mundo de la pauta"
(Keeney).

Mención especial, por su investigación en el campo de la cibernética, es la


aportación del físico vienés Heinz von Foerster, "nuestro Sócrates electrónico",
considerado como punto referencial primordial en el desarrollo de los postulados
de la cibernética de la cibernética.

Gregory Bateson, en particular, y el equipo del MRI de Palo Alto, se dio cuenta
de la importancia de la cibernética para comprender e influir las relaciones
humanas complejas. En el ámbito de la terapia familiar, las ideas procedentes de
la cibernética hicieron que se formularan preguntas fundamentales sobre
muchos presupuestos epistemológicos y ciertas premisas terapéuticas y de
diagnóstico (linealidad, circularidad). Pueden distinguirse dos fases:

 En la primera, los investigadores se preocuparon por determinar cómo


podría mantenerse la estabilidad de un sistema (homeostasis,
morfostasis).

 En la segunda, los temas predominantes fueron las condiciones y


necesidades del cambio y la creatividad (cambio, morfogénesis).

Maruyama llamó a la primera fase, en la cual se prestó fundamental atención a


los sistemas que contrarrestan las desviaciones, "cibernética primera". Los
estudios de las relaciones causales recíprocas que amplifican las desviaciones
del sistema y le llevan a cambiar o adaptarse al medio constituyen la "cibernética
segunda".

A.- Cibernética de primer orden: del individuo al sistema observado.


Conceptos y postulados generales. Objeciones.

Una de las más atractivas y fecundas formas de terapia aparecidas en los


últimos años es la terapia familiar sistémica, es decir la perspectiva que se
orienta a tratar las pautas que conectan la conducta problema de una persona,
con la conducta de otras. Este desplazamiento del foco, de la conducta individual
a las pautas sociales de organización, tuvo su fundamento epistemológico en la
Teoría General de los Sistemas desarrollada por el biólogo Ludwing von
Bertalanffy y en la Cibernética principalmente (Heinz von Foerster). Esta última
se ha entendido como una teoría que ha presentado dos fases, la primera de
ellas se le ha llamado retrospectivamente como cibernética de primer orden
(primera cibernética, cibernética simple).

14
Apuntes sobre “Abordaje sistémico de la familia Juanjo Villegas

POSTULADOS GENERALES DE LA PRIMERA CIBERNETICA

 Objetividad y realidad: desde la cibernética de primer orden se considera al


sistema como algo a observar, separado del observador. Es decir, el observador
describe realidades independientes a él mismo, estudia los enlaces circulares,
los mensajes, su estructura interna (reglas, propiedades interaccionales...) etc.,
en tanto verdades ontológicas. Existe un objeto en la realidad externa al que hay
que estudiar, hay que descubrir, dando por sentado que los objetos que
conocemos son como son con independencia del conocimiento que forjamos
sobre ellos. [P.ej. estos presupuestos epistemológicos unen el síntoma del P.I.
circularmente a los comportamientos de los otros miembros de la familia, todo un
intrépido salto conceptual (Haley)].

 Función del observador: se destaca la neutralidad en la función del


observador. El observador no puede ni debe influir o contaminar su objeto de
conocimiento, ni éste tiene que perturbar el acto científico del observador. Se
postula de esta manera una estricta separación, una dicotomía radical entre
sujeto y objeto, el conocimiento científico aparece plenamente de esta manera
como un ´proceso sin sujeto´.

El terapeuta familiar es neutro en el sentido científico clásico. Si la intervención


terapéutica no es eficaz, es que la hipótesis del terapeuta sobre el
funcionamiento del sistema era falsa. Supondrá que alguna información
importante le falta. Esta información que falta deberá ser descubierta para
permitir al observador comprender el sistema e intervenir eficazmente.

 Proceso de investigación: el observador desde su posición epistemológica


se aproxima al sistema observado y se interesa en sus mecanismos de
regulación interna que mantienen dinámicamente una constante de existencia y
de funcionamiento. Precisamente por esta característica a este momento del
desarrollo de la terapia familiar se le suele conocer como modelo homeostático
(L. Onnis).

Las familias aparecen a la vista del terapeuta como sistemas dotados de


autorregulación con una tendencia prevalente a neutralizar, a través de
retroalimentaciones negativas, cada modificación de la propia homeostasis
(función homeostática del síntoma). Se subraya la capacidad de autocorrección
de cada desviación del equilibrio, a través de mecanismos de feedback negativo.
La dinámica del sistema se valora sobre todo como un juego interactivo de
"inputs" y de "outputs" similar al modelo mecanicista de las máquinas triviales,
donde es irrelevante la ´caja negra´.

 CONCEPTOS FUNDAMENTALES: totalidad, retroalimentación (feedback


negativo y positivo), homeostasis, estabilidad, control, autorregulación,
morfostasis, morfogénesis, circularidad, reglas, estructura, adaptación, etc.

OBJECIONES A LA CIBERNÉTICA SIMPLE (DESDE LA TF)

a) la descripción de los sistemas humanos como circuitos de retroalimentación


negativa, repetitivos e inmutables pierde sobre todo un aspecto fundamental:

15
Apuntes sobre “Abordaje sistémico de la familia Juanjo Villegas

la dimensión del tiempo. El sistema es siempre igual a si mismo y por tanto es


un sistema sin historia. Se observa la importancia de la reintroducción en el
sistema de la dimensión diacrónica del tiempo.

Maruyama con sus conceptos de morfostasis y morfogénesis ya había


subrayado la tendencia sistémica no sólo a mantener, sino también a cambiar
de forma; pero fueron los estudios del químico Prigogine sobre la
termodinámica del no-equilibrio los que mayormente contribuyeron a la
elaboración de un modelo evolutivo en el que el equilibrio de un sistema no es
entendido como estático, sino permanentemente dinámico: el sistema está
expuesto a oscilaciones o fluctuaciones y como efecto de estas
perturbaciones internas o externas al sistema, la estabilidad se aleja del
equilibrio amplificándola, así el sistema puede moverse hacia un cambio de
status, esto conduce a una fase crítica, definida como ¨bifurcación´, en este
punto el sistema puede evolucionar hacia varios estados estacionarios que no
son previsibles ´a priori´. Esta tendencia evolutiva se mantiene por una
continua interacción circular de feedback negativos y positivos que garantiza
la posibilidad de desarrollo del sistema: se habla por ello de ´feedback
evolutivo´ que indica significativamente que un sistema no es nunca igual a si
mismo (sistema con historia).

b) el síntoma es criticado como elemento expresivo que tiende al refuerzo de la


homeostasis patológica del sistema. El síntoma se comienza a entender como
indicador de un momento de extrema inestabilidad del sistema y nos alerta
sobre las potencialidades evolutivas de cambio del propio sistema en crisis,
es decir, aunque con el sufrimiento y la incertidumbre que le acompaña,
puede llevar al sistema hacia niveles más maduros de desarrollo.

c) la irrelevancia de la ´caja negra´ es reconsiderada y toma interés el sujeto con


su propia historicidad, motivaciones, significados, intenciones y objetivos: se
revalora la especificidad y la subjetividad individual. El sistema ya no se
considera como mera totalidad ´holística´, sino que se tiene en cuenta
también el juego particular del sujeto como parte integrante del juego familiar.

d) las estructuras rígidamente estabilizadas desde el modelo homeostático son


cuestionadas desde el modelo evolutivo donde se las considera estructuras
en formación y desarrollo permanente.

e) la actividad aséptica y asimétrica del terapeuta con respecto al sistema


observado es cuestionado. Seleccionar la intervención que nos llevará al
cambio es un aspecto lineal en una teoría que nos da precisamente el
principio de la circularidad en toda relación. Además, dado que era totalmente
imposible neutralizar de forma completa en un contexto terapéutico la
interacción entre paciente y terapeuta, los intentos de la familia de interactuar
con los terapeutas se leían en términos de un problema de control de la
relación, es decir a través de la metáfora del poder (Haley): dos cajas negras
en lucha por el control del setting terapéutico, interpretación cuestionada
desde ámbitos donde se comienza a hablar de encuentro conversacional y
proceso terapéutico.

16
Apuntes sobre “Abordaje sistémico de la familia Juanjo Villegas

B.- Cibernética de segundo orden: los sistemas observantes. Conceptos y


postulados generales.

La introducción de la epistemología de la segunda cibernética al campo de la


terapia sistémica tiene sus fuentes en diferentes autores: Heinz von Foerster,
Umberto Maturana, Francisco Varela, Ernst von Glasersfeld, Ilya
Prigogine..., y sus postulados llevan a revisar la comprensión de la relación
entre el terapeuta y la familia, la observación de los sistemas y el proceso de la
intervención terapéutica.

 Objetividad y realidad: esta epistemología desmitifica el principio de


objetividad clásico, es decir, se cuestiona sobre el conocimiento de la realidad.
Es una barbaridad lógica afirmar que el conocimiento científico es válido en la
medida en que refleja la realidad, que nos dice con cierta precisión cómo es la
realidad (desmitificación de la representación).

La realidad no existe con independencia de la prácticas mediante las cuales la


objetivamos y, con ello, la construimos. La realidad es siempre ´realidad-para-
nosotros´, realidad-desde-nuestra perspectiva´; lo que somos física, biológica,
psicológica y socialmente constriñe decisivamente el modo en que podemos
construir la realidad.

 Función del observador: el punto crucial en esta nueva epistemología es el


abandono de la creencia en una observación científica neutral. Las
características psicobiológicas del observador organizan necesariamente su
percepción y la realidad que él cree identificar. La conjunción de la visión de
muchos observadores, no creará un mundo único, un ´uni-verso´, sino un mundo
múltiple, un ´multi-verso´ (P. Caillé).

Así pues, el observador influencia el campo de observación, tenemos que


observar nuestra propia observación (von Foerster), y a su vez el sistema
observado influencia al observador, dándose una circularidad constructiva
(autorreferencial y recursiva).

En realidad el observador entra a formar parte del sistema que observa en el


momento en que comienza a observarlo, y por otra parte paradójicamente, no
podría conocerlo si no formara parte de él. De aquí que la representación que el
científico ofrece del sistema no podrá nunca ser del todo objetiva, en cuanto
contribuye él mismo a construir la realidad descrita. Es el paso de una
epistemología de la representación a una epistemología de la construcción, de
una epistemología de los sistemas observados a una epistemología de los
sistemas autoobservantes.

 Proceso de investigación: al perder el observador su posición de


neutralidad, de distanciamiento, también debe renunciar a la pretensión de
controlar y manipular el proceso de investigación y de prever las salidas. Su
función es sobre todo la de introducir en el sistema elementos de mayor
complejidad, de acrecentar las posibilidades de elección respecto a la visión

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Apuntes sobre “Abordaje sistémico de la familia Juanjo Villegas

unívoca y estereotipada que el sistema tiene de la propia realidad, para que las
reconsidere y ponga en marcha el proceso evolutivo.

El observador ya no se sitúa ante un sistema trivial donde la “caja negra” es


irrelevante, sino que dos sistemas se encuentran, interaccionan y co-crean un
proceso de investigación donde se ´abren las cajas negras´ y se reflejan:
reflexión de la reflexión ("danza de autoobservaciones" M. Pakman).

CONCEPTOS FUNDAMENTALES

 Autorreferencia: dado que la cibernética de la cibernética, o lo que von


Foerster llama cibernética de segundo orden, sitúa al observador en el seno de
lo observado, toda descripción es autorreferencial. Este concepto se refiere a la
posibilidad de hacer enunciaciones que remitan a la enunciación que se está
haciendo o al que la enuncia. Las percepciones, expectativas y teorías de la
conducta vuelven a recaer en aquellos que las sostienen. Estas percepciones,
expectativas y teorías determinan cómo se comporta el individuo, si ciertas
expectativas se satisfacen o no y si ciertas teorías son legitimadas o falsificadas.

Es decir, una operación lógica por la cual una operación se toma a si misma de
objeto, como sucede, por ejemplo, cuando hablamos del lenguaje, pensamos el
pensamiento, somos conscientes de nuestra conciencia o conocemos nuestra
manera de conocer.

 Ética de la observación: en el nexo necesario entre el observador y lo


observado surge la cuestión ética, ello nos conduce a examinar cómo participa el
observador en lo observado.

Cuando el observador se preocupaba por conocer las propiedades de lo


observado como alguien ajeno se evadía de la responsabilidad de las mismas,
ahora bien, en la medida que en la observación está implicado también las
propiedades del observador éste se hace responsable del proceso de
construcción de la nueva realidad que debería respetar la autonomía de todos
los miembros del sistema a la vez que debería actuar siempre como para
incrementar el número total de alternativas en el mismo.

 Autonomía, autopoyesis - autoorganización: los especialistas describen la


cibernética de la cibernética como una manera de concebir la autonomía de los
sistemas (sistemas regidos por sus propias leyes). Esto implica que el sistema
es considerado sin hacer referencia alguna a su medio externo, un sistema
enteramente autorreferencial.

La familia es un sistema autónomo. Como organismo social, su orden más alto


de proceso de retroalimentación tiende a mantener su unidad como ser familiar
total. La organización, autonomía o totalidad de un sistema como la familia no
puede modificarse, pues de lo contrario no habría familia. Si un sistema familiar
pierde su autonomía, ya no podría distinguírselo como unidad. Pero ésto no
significa que la familia sea un sistema cerrado, que no interactúe con el medio,
que no cambie. Lo que cambia es su estructura, no su organización. Una meta

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Apuntes sobre “Abordaje sistémico de la familia Juanjo Villegas

de la terapia puede ser facilitar la existencia de estructuras alternativas para


mantener la organización, lo contrario sería disolver el sistema autónomo.

En la Biología, Maturana y Varela recurrieron al término autopoyesis para aludir


a la capacidad de los sistemas vivientes para desarrollar y mantener su propia
organización modificando sus estructuras potenciando con ello sus
probabilidades de supervivencia, de esta forma se alcanza el equilibrio en un
ambiente en constante cambio, pero ésto sólo es posible si el sistema mantiene
permanente la capacidad de autoorganización (acumulación de nueva
información para ir desarrollando modalidades organizativas más complejas y
adaptativas). La cibernética nos permite examinar tanto la autonomía como la
interdependencia de sistemas totales.

C.- Aportaciones a la Terapia Familiar: la perspectiva constructivista.

CONOCER COMO CONOCEMOS

El problema central que se plantea de salida es cómo conocemos la realidad o lo


que es lo mismo, qué relación existe entre saber y realidad. Mientras la
concepción tradicional de la teoría del conocimiento considera esta relación
como una correspondencia en la que el científico descubre los misterios de la
naturaleza y amplía el saber humano, en nuestros días cobra cada vez mayor
importancia el punto de vista según el cual toda realidad es la construcción de
quienes creen que descubren e investigan la realidad, en otras palabras, la
realidad supuestamente hallada es una realidad inventada, consecuencia de
nuestro modo de buscar la realidad.

Para los constructivistas toda concepción, todo saber y toda comprensión es


siempre construcción e interpretación del sujeto viviente: el mundo que
experimentamos lo construimos nosotros mismos. El conocimiento no puede ser
el fruto de una recepción pasiva, sino que se origina como producto de la
actividad de un sujeto activo.

El constructivismo es, pues, radical porque rompe con las convenciones


tradicionales y desarrolla una teoría del conocimiento en la cual éste ya no se
refiere a una realidad ontológica, objetiva, sino que se refiere exclusivamente al
ordenamiento y organización de un mundo constituido de nuestra experiencias
(Ernst von Glasersfeld).

(Constructivismo social o socioconstruccionismo, de la mano de autores como


Carlos Sluzki, Michael White y David Epston, se apoya en las ideas de
Foucault sobre la relación entre el relato y el poder y en la de Derrida a propósito
de los mecanismos de desconstrucción. De acuerdo con ellos, los síntomas
estarían vinculados a ciertas narraciones evocadoras del discurso social del
poder y desaparecerían cuando, externalizadas éstas, su lugar fuera ocupado
por nuevas narraciones no relacionadas con el problema. La desconstrucción de
las prácticas de poder y de las del saber de los expertos, muy vinculadas a
aquéllas, se realiza mediante la diferenciación de los correspondientes
constructos como ajenos al sujeto, lo que permite su sustitución por otros
inocuos).

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Apuntes sobre “Abordaje sistémico de la familia Juanjo Villegas

Que el observador participa en la construcción de lo observado es la tesis en que


insiste la perspectiva llamada constructivismo. En una perspectiva
constructivista, toda descripción sobre familia y sobre terapia familiar se toma en
principio como una información acerca del observador o la comunidad de
observadores. En otras palabras, escuchar lo que un terapeuta de familia
asevera percibir en la terapia nos dice más acerca del terapeuta (el observador)
que acerca de la familia (lo observado), o por lo menos nos dice tanto sobre
aquél como sobre ésta. A este desplazamiento de perspectiva el cibernético von
Foerster lo llamó el paso de los sistemas observados a los sistemas
observadores (guiados por los preceptos autorreferenciales).

DE LA FAMILIA A LA ARTICULACION INDIVIDUO - FAMILIA

Este cambio puede expresarse sintéticamente como un desplazamiento del foco


de la atención sobre la familia como totalidad, hacia la articulación entre individuo
y familia.

El modelo sistémico tradicional se ha caracterizado por el intento de elaborar


explicaciones que transcienden al individuo, concebida la mente como caja
negra, la atención se podía dirigir hacia los patrones de interacción de la familia.
El objetivo era el de describir y explicar la psicopatología con conceptos tales
como homeostasis y reglas referidos a la totalidad del sistema. La adopción de
una perspectiva constructivista implica en cambio una recuperación del individuo.
La hipótesis es que cada miembro de la familia presenta modalidades de
organizar la realidad diversas entre sí e incluso en conflicto con las de otros
miembros pero interdependientes con la posición ocupada por los otros
miembros de la familia, es decir, se tiene en cuenta la especificidad del sujeto y
su interconexión con los otros miembros del sistema relacional al que pertenece.

Actualmente el interés se dirige hacia las relaciones entre comportamiento


interactivo y aspectos no observables de la interacción (intenciones, objetivos,
emociones, sentimientos...). Es lo que Keeney y Ross han denominado marco
político de referencia y marco semántico de referencia (análogo al nivel
fenomenológico y al nivel mítico de Caillé). El primero indica la organización
cibernética de la comunicación, las pautas relacionales y comportamentales del
sistema: es el rastreo secuencial de quién hace qué a quién y cuándo; el
segundo, se refiere a los significados que subyacen en las secuencias.

La hipótesis que subyace a este planteamiento es que varios miembros de la


familia perciben (y por tanto utilizan en sesión) los patrones interactivos
coherentes con las propias intenciones, objetivos y sentimientos. Así la terapia
no sólo va a tener en cuenta ambos niveles, sino que su mapa de intervenciones
va a estar determinado por la circularidad autorreferencial y complementaria por
la cual ambos niveles se confirman el uno al otro garantizando una integridad
sistémica, de aquí la complejidad del sistema familiar.

La reconstrucción de los varios miembros de la familia de los propios patrones


interactivos nos informa no sólo lo que realmente sucede, sino sobre las

20
Apuntes sobre “Abordaje sistémico de la familia Juanjo Villegas

modalidades de decodificar la realidad de cada uno y sobre la diversa posición


ocupada por cada uno dentro del sistema.

Una consecuencia de lo anterior es que la dimensión temporal se dilata del


tradicional ´hic et nunc´, ahora se recupera el pasado en cuanto historia
susceptible de reescribirse y reinventarse continuamente, el pasado puede ser
asimilado a una revisión desde la actualidad, que continuamente modificamos en
relación a nuestros objetivos, sentimientos y constructos. El terapeuta puede
favorecer la reinvención del propio pasado individual y la propia historia del
grupo. De igual forma puede favorecer la elaboración de nuevos constructos
semánticos proyectados hacia el futuro (recientemente se empieza a conceder
un lugar relevante en la conducción de la sesión a las preguntas hipotéticas).

DE LA PRACTICA PRESCRIPTIVO-INSTRUCTIVA A UN MODELO


PERTURBADOR

Lo que se ha dicho de la articulación individuo - familia tiene su correlato en la


articulación terapeuta - familia.

Tradicionalmente el enfoque sistémico ha compartido el presupuesto médico de


que el conocimiento de la autoorganización del sistema familiar pasa por la
identificación de los signos o indicios en una situación relacional construida como
externa e independiente del terapeuta y respecto a la que debe mantenerse lo
más alejado posible. Así el terapeuta tiene que identificar las características del
sistema e intervenir prescribiendo "recetas psicoterapéuticas" para producir
cambios sin verse arrastrado por la familia (terapeuta considerado como
ingeniero de la conducta y la interacción terapeuta - familia como input capaz de
generar cambio).

Bajo la perspectiva constructivista se invierte esta posición. Para que el


terapeuta pueda reconstruir la autoorganización que está en el origen del
malestar no debe permanecer separado del sistema observado, sino que debe
con habilidad conectarse con él adoptando una posición reflexiva respecto a la
interacción entre él mismo y el sistema observado y respecto a las premisas que
atribuyen significado a tal interacción.

Su objetivo no es el de inducir al paciente a aceptar los significados introducidos


por el terapeuta, sino recontextualizar de forma distinta las percepciones del
paciente de los comportamientos propios y ajenos y por tanto atribuir un
significado diverso a los acontecimientos. La epistemología sistémica según la
cual lo más complejo explica lo más simple, resulta extraña al ´sentido común´.
Este, el significado del comportamiento generalmente lo atribuye a razones
internas al sujeto que lo produce o como mucho como reacción a otro sujeto. Las
intervenciones del terapeuta recontextualizando el significado de los
comportamientos en el sistema más amplio, reencuadrando en contextos más
complejos en el curso de la experiencia terapéutica, perturba las premisas
personales que traen a sesión el paciente y sus familiares y cogeneran nuevas
estrategias adaptativas.

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Apuntes sobre “Abordaje sistémico de la familia Juanjo Villegas

En palabras de Philippe Caillé: dos sistemas se encuentran: uno, organizado


por un problema; el otro, por un proyecto de asistencia. Estos sistemas no
pueden, de ninguna manera, influenciar la estructura del otro. Pueden modificar
pero de manera imprevisible la percepción, es decir, la realidad que rige la
estructura del otro, revelándole una información de la que antes carecía.

La interacción entre estos dos sistemas puede compararse entonces a la de dos


espejos de un tipo particular, dos ´espejos reflectantes´ (espejo sistema
observador y espejo sistema observado). A cada reflejo aparecen diferencias y
por tanto información nueva. Información nueva cocreada se introduce en el
sistema y que perturba y complejiza la epistemología que trae inicialmente la
familia, fomentando de esta manera la ampliación de las fluctuaciones (crisis)
hasta el punto de producir un cambio. Esto significa que el terapeuta bloquea los
caminos que el sistema sigue habitualmente de una forma repetitiva y rígida, y
promueve el descubrimiento de nuevos caminos.

Los sistemas disfuncionales parecen haber perdido su capacidad para hacer su


elección y de reactivar sus potenciales evolutivos. Por esta razón, ofrecer nuevas
alternativas estimula su capacidad de elección e implica también un intento de
reactivar sus potenciales evolutivos. Es este aspecto, de hecho, cualquier
solución que el sistema elija, el hecho de que el sistema debe elegir significa que
ya está produciéndose el cambio. Es el sistema el que hace la elección y el que
va encontrando, poco a poco, en las interacciones con el terapeuta, las
direcciones de su cambio: estas direcciones son, por lo tanto, absolutamente
impredecibles.

(Una perturbación es útil al sistema si primero, contiene y reelabora elementos e


informaciones suministrados por el sistema; segundo, si revela la existencia de
´otras´visiones de la realidad. Pero será solo el sistema el que escogerá la forma
imprevisible y autónoma del propio cambio, éste no es ´recetado´. Papel del
terapeuta como el de perturbador estratégicamente orientado).

Esta circulación de información de ´reflejo en reflejo´, marca la existencia de


evolución compartida de una coevolución que debe continuar hasta que los dos
sistemas hayan co-evolucionado suficientemente para sentirse liberados del
síntoma y del proceso terapéutico (conducción de la familia a un proceso
evolutivo).

LA INCLUSION DEL TERAPEUTA COMO PARTE INTEGRANTE DE UN


SISTEMA AUTORREFERENCIAL

Si de hecho, el terapeuta es el copartícipe de lo que ocurre en el sistema


terapéutico y co-constructor de la realidad terapéutica, no puede parapetarse
más tras ninguna apariencia de neutralidad, ni de inocencia. Se convierte
inevitablemente en co-responsable tanto de la definición de enfermedad (que es
también por sí misma una construcción de la realidad), como de la evolución de
los resultados de la situación de malestar.

El terapeuta es llamado a una nueva responsabilidad, a una función ética. Es


oportuno subrayar cómo la atención dirigida a la autorreferencialidad del sistema

22
Apuntes sobre “Abordaje sistémico de la familia Juanjo Villegas

terapéutico y en consecuencia a la involucración no sólo cognitiva, sino también


emocional del terapeuta, en el sistema en tratamiento, hay también reencauzado
un discurso que parecía, hasta un tiempo reciente, no encontrar acceso al
campo de la psicoterapia sistémica: el de los fenómenos transferenciales en la
relación terapéutica. Se va cada vez más extendiendo la tendencia en terapia
sistémica a dar gran relieve a las vivencias y a las reacciones emotivas del
terapeuta, que si se elaboran, tanto en la formación como en la supervisión,
pueden convertirse en importante recurso terapéutico (Elkaim: resonancias.
Selvini: estilos emotivos. Minuchin: estilo del terapeuta). Se trata de
indicaciones significativas de la tendencia, como observa la misma Selvini, a
´abrir la caja negra del terapeuta´.

L. Onnis resume en tres importantes consecuencias para el terapeuta el paso de


una epistemología de la representación a una epistemología de la construcción:

1.- el terapeuta abandona el mito de la distancia y de la neutralidad.


Abandona la pretensión de un conocimiento objetivo de la realidad terapéutica.
La realidad terapéutica no es representable, es más bien, construible.

2.- el terapeuta debe renunciar a la pretensión de controlar el proceso


terapéutico y de prever los resultados: el sistema con el que se halla en relación
se configura como sistema activo y autónomo, capaz de crear el propio cambio,
cuyos desarrollos son del todo imprevisibles.

3.- el terapeuta, lejos de manipular el sistema, tiene sobre todo la función


de perturbador de la realidad estática del sistema, introduciéndole elementos de
mayor complejidad, de tal forma que el sistema pueda reconsiderar la propia
realidad y poner en marcha el proceso evolutivo.

BIBLIOGRAFIA

1.- BERTALANFFY, L. von: "Teoría General de los Sistemas". Fondo de


Cultura Económica, México, 1976.

2.- HOFFMAN, L.: "Fundamentos de la terapia familiar". Fondo de Cultura


Económica. México.1987.

3.- R. CEBERIO, M y WATZLAWICK, P.: “La construcción del universo”. Ed.


Herder. Barcelona. 1998.

4.- SALEM, G.: “Abordaje terapéutico de la familia”. Ed. Masson. 1990.

5.- VON FOERSTER, H.; “Las semillas de la Cibernética”. Edic. Gedisa,


Barcelona, 1996

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