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Qué le espera a la “Pequeña África”

Nicolás Edward Gutiérrez Pérez


Octubre 2019

Universidad Militar Nueva Granada


Facultad de Relaciones Internacionales, Ciencias políticas y Estrategia
Negociación y resolución de conflictos
Bogotá D.C
Resumen
Paul Biya ha sido reelegido como cabeza del ejecutivo camerunés por séptima ocasión
consecutiva. Las tensiones que datan desde el siglo pasado dentro de las fronteras del país
africano han venido aumentando de forma considerable. Pretensiones separatistas en el sur y
terrorismo en el norte son los principales problemas por los que atraviesa la sociedad
camerunesa. De no existir una respuesta oportuna por parte del gobierno, el conflicto podría
escalar, avanzar en complejidad y pasar a representar otra conflagración en la región.
Palabras clave: Reelección, separatismo, terrorismo, conflicto, conflagración.

Abstract
Cameroonian executive head, Paul Biya, has been reelected for the seventh consecutive time.
Tensions that borned in the past century on the African country are growing up in a considerable
level. The top problems that affect the Cameroonian society are, in the south, independence
movements and in the north, terrorism. If the government aren’t able to find a way to end the
crisis, the conflict could mature, move forward in complexity and escalate into another
conflagration in the area.
Keywords: Reelection, separatism movements, terrorism, conflict, conflagration.

Amanecía en la región nororiental y suroriental del país camerunés. Era primero de octubre
del año 2017 (según el calendario gregoriano). El ambiente claramente era diferente, se
respiraba desconfianza, temor. La atmósfera era densa y se podía percibir en la mirada de los
habitantes un sentimiento de incertidumbre. La ansiedad se entremezclaba con la temeridad, y,
entonces, la decisión ya estaba tomada. Entre tonos blancos y azules Ambazonia hizo su
aparición. El consorcio Unido del Sur de Camerún ya no reconocería más a la autoridad
proveniente de Yaundé. En adelante, la región anglófona dejaría de denominarse así para
convertirse en un nuevo Estado, un Estado anglófono camerunés independiente.
La colonización de la tierra africana por parte de las potencias europeas a lo largo del siglo
anterior, su posterior retirada y, junto a ella, el surgimiento de nuevos Estados, fueron los
hechos que anteceden a los conflictos que en la actualidad tienen lugar en la mayoría del
territorio subsahariano.
Motivo al nacimiento de una gran cantidad de escenarios “en disputa” dentro del mencionado
continente, la comunidad científica ha realizado un aporte considerable representado en
documentos orientados a informar, esclarecer y, sobre todo, a trazar posibles salidas a las
dificultades planteadas.
Este texto, estructurado bajo parámetros de objetividad, puntualidad y transparencia, tiene
como objetivo principal hacer parte del selecto grupo de documentos que aportan eventuales
soluciones sobre el tema tratado. Para ello se plantea la siguiente pregunta; ¿A qué alternativas
puede recurrir el gobierno de Camerún para hacer frente y superar el conflicto originado al
interior de sus fronteras?
Para entender el desarrollo del problema dentro del país camerunés, resulta necesario
recalcar, tal cual como se enunció al inicio de este escrito, que el mencionado territorio es una
excolonia europea. En primera instancia, fue amalgamado por Alemania y, posterior a la
finalización de la primera guerra mundial pasó a ser administrado por la sociedad de las
naciones para ulteriormente dividirse en dos facciones, el Camerún Francés y el Camerún
Británico.
Con el paso de los años, la población de la región anglófona fue sometida a consulta
mediante un plebiscito el cual buscaba poner fin a la autodeterminación de dicho territorio. Los
habitantes debían decidir si optaban por anexarse a Nigeria o a la República de Camerún
(Anteriormente denominado Camerún Francés) (Royo, J. 2018). Ésta última sería la encargada
de adoptar a la “comarca británica”.
La población inicialmente confió en el modelo de organización territorial federalista de la
República de Camerún para ceder su autonomía, sin embargo, la constitución de 1972 terminó
remplazando al federalismo por el Estado unitario; de allí empiezan a nacer (lánguidamente)
las primeras voces inconformes.
Debido a esta mixtura de culturas y dialectos que hasta ahora parecen pocos, varios autores,
entre ellos María José Izquierdo, afirman que el país camerunés es un Estado multilingüe que
abarca mas de 247 lenguas indígenas (2018) además de, obviamente, el inglés y el francés.
Adicionalmente la CIA (Central Intelligence Agency) sostiene que en la nación conviven un
gran número de grupos étnicos, entre ellos; bantús, kirdis, fulanis, nigritas, etc., (2019). Razón
a todo lo mencionado hasta ahora, el país camerunés es conocido y bien llamado como “La
pequeña África”.
A pesar de que Camerún es un Estado, en teoría, muy diverso, lo cierto es que en realidad,
ocho de las diez regiones que lo conforman son francófonas, y representan el 83% de la
población total, en las dos regiones restantes el inglés es predominante pero apenas representa
el 17% del territorio (Izquierdo, M. 2018).
Legalmente, el país africano posee al francés y al inglés como lenguas oficiales, sin embargo,
es más que evidente la disparidad existente entre una y otra. A su vez, es correcto afirmar que,
al ser la mayoría de la población francófona, la elaboración de políticas y la participación en la
construcción de las mismas por parte de la población anglófona a lo largo de la historia ha sido
muy precaria.
El presidente Paul Biya, ha estado al mando de la República de Camerún desde 1982. El jefe
de Estado pertenece a el Rassemblement Démocratique du Peuple Camerounais (RDPC),
partido el cual representa a la mayoría francófona que, a su vez, ha dirigido al país desde hace
37 años.
Si se observa detenidamente la composición del gobierno camerunés se podrá comprobar
que el parlamento de dicho país es bicameral y que, tanto en la cámara baja como en la cámara
alta, la inmensa mayoría de los escaños pertenecen al partido oficialista. Según la Oficina de
Información Diplomática del Ministerio de Asuntos Exteriores, Unión Europea y Cooperación,
el RDPC hace presencia en 148 de los 180 asientos en la Asamblea Nacional (cámara baja) y
controla 93 de las 100 curules del Senado (cámara alta) (2019).
El hecho de conocer esos detalles resulta relevante para comprender la posterior escalada del
conflicto. Luego de décadas de desatenciones y desentendimientos por parte del gobierno
central hacia la región anglófona, ocurrió lo esperado. Para el año 2016 las huelgas y
manifestaciones en la antigua sección británica empezaron a robustecerse provocando la
represión como respuesta estatal. Dichas acciones culminaron en un mayor distanciamiento
entre ambas regiones lo que representó el fortalecimiento de movimientos independentistas y
ulterior nacimiento del Estado de Ambazonia.
Sería posterior a la declaración de independencia del “Estado emergente” que la contienda
tomaría otro matiz. A partir del 01 de octubre del 2017 el gobierno central emprendió una serie
de medidas “excesivas” en contra de la región anglófona ocasionando el surgimiento de grupos
rebeldes armados, entre ellos: el Ejército de Resistencia de Banso, la Fuerza de Liberación de
Donga Mantung y las Fuerzas de Restauración de Ambazonia (Izquierdo, 2019). Los nuevos
actores germinados como respuesta ante la represión de la fuerza estatal iban a implicar que el
conflicto camerunés finalmente traspasara sus fronteras.
Consecuencia a los constantes enfrentamientos entre los grupos insurgentes y la fuerza
armada legal del Estado, se encontró que la cifra de refugiados cameruneses dentro del territorio
nigeriano (límite al este) sobrepasaba a los 30.000. Además, el jefe del departamento de
estudios regionales del centro de investigación estratégico para la defensa nacional en Abuja,
Nna-Emeka Okerke (2018) afirmó qué:

So far, there have been some recorded incidences of cross border violations of Nigerian
territory by Cameroon security forces in pursuit of ADF militants. The Cameroon
security forces have argued that Anglophone militants operate from some Nigerian
border areas and then launch attacks targeting the military and security forces of
Cameroon. As such, this trend could have dangerous consequences for bilateral relations
between both countries (p, 12).

El gobierno de Camerún, igualmente, enfrenta otro problema que trasciende fronteras. Esta
vez proveniente de la cuenca del lago Chad en el extremo norte de su territorio (Sobra recordar
que dicho afluente está ubicado sobre Nigeria, Níger, Chad y Camerún). Allí, desde el año 2014
libra una batalla conjunta contra el grupo yihadista Boko Haram. Resulta conveniente señalar
que el ejército camerunés sostiene enfrentamientos diferentes a lo largo y ancho de su geografía.
En el norte, combate junto a la Fuerza de Tarea Conjunta Multinacional en contra del grupo
extremista salafista ya mencionado, en el este, colabora con mitigar las consecuencias
originadas por la crisis de la República Centroafricana, en la costa, persigue a la piratería y en
el sur, hace frente a los nacientes grupos insurgentes de las regiones anglófonas (Izquierdo,
2019).
La complejidad del conflicto desarrollado en Camerún ha provocado que distintas
organizaciones se pronuncien al respecto. El informe 2017/2018 de Amnistía Internacional para
el país subsahariano denuncia, por ejemplo; abusos cometidos por grupos armados, tortura y
otros malos tratos, juicios injustos, vulneración de la libertad de expresión, de asociación y de
reunión; refugiados, violación al derecho a la educación, a un nivel de vida adecuado y, además,
penas de muerte.
La ONG, no solo responsabiliza al Estado por los actos mencionados, sino que reparte las
cargas sobre los diversos actores que intervienen en el conflicto.
Luego de repasar el embrollo y adquirir la claridad suficiente sobre cada ramificación de la
disputa dentro de la “pequeña África”, es posible proponer una serie de alternativas a las cuales
las partes pueden acudir.
Inicialmente, son tres las opciones a las cuales puede recurrir el gobierno de Camerún.
La primera; continuar con el conflicto en pro de impedir la segregación de los anglófonos.
La segunda; retirar su atención de Ambazonia y permitir el fortalecimiento de los separatistas.
La tercera; dar inicio a una senda de diálogos y optar por la negociación con la región en disputa.
De elegir la primera vía, la consecuencia inmediata sería el sometimiento de la población
civil ante la represiva operación de los grupos insurgentes y de la fuerza legal del Estado además
del inevitable incremento de las tensiones con Nigeria (su vecino en el este) producto de la
violación a su territorio representada en la transfronterización de los grupos insurgentes y, en
menor medida, de la migración de cameruneses a su espacio geográfico.
Al momento de preferir la segunda opción, lo siguiente a ocurrir (con un amplio margen de
probabilidad), sería la culminación del proceso de independencia de la Ambazonia,
repercutiendo así en la aparición de un nuevo Estado. Si esto llegase a pasar, el pie de fuerza
del ejército camerunés sería trasladado a combatir al Boko Haram en el extremo norte del país.
Finalmente, si decide optar por la tercera alternativa; anticiparse a la actuación de los actores
comprometidos será un tanto más complejo. Se trataría de iniciar un proceso que requiere de
tiempo, esfuerzo y voluntad proveniente de todas las partes. De lograrse, el conflicto se
trasladaría a un escenario (al menos momentáneo) de “estabilidad” entre las regiones
implicadas.
Antes de tomar la decisión, el gobierno de Camerún debe tener en cuenta que su interés a
futuro es convertirse en un referente en la región. Por lo tanto, es requerido realizar una revisión
a su estructura económica. Según el informe presentado por la CIA, el sector servicios, es el
que más aporta al PIB del país africano con un 56.8%; seguido del sector industrial con el 26.5%
y, por último, el sector agropecuario con el 16.7% (2017). Adicionalmente, se debe tener en
cuenta que la nación es productora de: café, cacao, algodón, caucho, plátanos, semillas
oleaginosas, granos, yuca, ganado y madera. Por último, el trabajo proyectado por la Central
Intelligence Agency, afirma que el sector industrial camerunés es destacado en producción y
refinación de petróleo, producción de aluminio, procesamiento de alimentos, bienes de
consumo ligeros, textiles, madera y reparación de embarcaciones.
Partiendo de la información anterior, es correcto concluir que las dos primeras opciones
sugeridas al inicio de esta página representarían mayores pérdidas y consecuencias negativas a
futuro. En ambas alternativas, el Gobierno Camerunés estaría perdiendo riqueza representada
en tierra, mano de obra y gastos de defensa (si esto ocurre, la probabilidad de convertirse en un
referente en la región se reduciría, al menos en un futuro cercano).
En este punto, la opción número tres parece ser la más indicada. Es la única alternativa que
permitiría al Gobierno central cuidar su sector de servicios, proteger a las zonas que más
ganancias aportan a su PIB y, ante todo, es la opción que le permite aprovechar de forma
eficiente a la población económicamente activa (fuerza de trabajo) tanto en la industria, como
en el campo. Ahora, ¿cómo hacerlo posible?
Sencillo, el Estado debe apoyarse en instituciones que generen confianza a todas las esferas
de la sociedad. Según la CIA, el 69.2% de la población camerunesa profesa la fe cristiana. Por
ende, la iglesia podría resultar clave en el proceso de negociación. El gobierno, además, debería
solicitar la colaboración de un actor mediador y otro observador, los cuales, en el momento
oportuno, puedan garantizar el cumplimiento de los diálogos.
Por último, y quizás, el paso más complejo a seguir: Asegurar que ambas partes se
encuentren realmente comprometidas con superar el conflicto. Al Gobierno camerunés no le
conviene perder a la Ambazonia, pues representa riqueza en cuanto a mano de obra y territorio.
Por otro lado, a la región anglófona no le conviene perder el centro de control y las instituciones
ya establecidas para emprender una aventura en solitario.
La petición principal de los anglófonos es, básicamente, que Yaundé le brinde a su población
una mayor representación e inclusión en la sociedad. Para subsanar dicho requerimiento, el
Gobierno central podría promover un cierto número de reformas orientadas a satisfacer las
demandas de Ambazonia. Entre ellas: asegurar que los anglófonos accedan a un mayor número
de asientos tanto en la Asamblea Nacional como en el Senado, promover políticas eficientes de
bilingüismo y, finalmente, llegar a un acuerdo para descentralizar al país. Bien sea por procesos
de devolución, autonomía regional o, en últimas, regresar al ordenamiento territorial federal.
La región anglófona también debe aportar en el proceso. Lo primero, es que demuestre una
verdadera voluntad de paz. En ese momento, los grupos insurgentes de forma progresiva
deberán dejar las armas y, de igual forma, deberán empezar a prepararse para participar en la
vida civil o política de la nación. Como paso último, se deberá educar a la ciudadanía en pro de
garantizar el respeto entre las regiones en contrapuestas y, de alguna forma, evitar el rearme.
El proceso de negociación no será para nada sencillo de completar. Tomará tiempo, desgaste
y dedicación por parte de los actores involucrados. Construir la cultura de paz es tal vez la
opción más complicada de alcanzar, pero con el paso del tiempo demostrará ser la elección más
racional posible.
Referencias

Amnistía Internacional. (2018). Camerún 2017-2018. Extraído de

https://www.amnesty.org/download/Documents/POL1067002018SPANISH.PDF

BBC (2018). Por qué el lago Chad, uno de los más grandes del mundo, ha perdido más

del 90% de su superficie en cuatro décadas. Extraído de

https://www.bbc.com/mundo/noticias-internacional-43206097

CIA (2019). Cameroon. Tomado de: https://www.cia.gov/library/publications/the-

world-factbook/geos/cm.html

Deutsche Welle. (2018). Presidente de Camerún es reelegido después de 36 años en el

poder. Extraído de https://p.dw.com/p/36ynF

El País. (2018). Biya gana las elecciones en Camerún y la oposición recurre al

Constitucional. Tomado de

https://elpais.com/internacional/2018/10/16/actualidad/1539695002_813129.html

Izquierdo, M. (2018). Camerún: elecciones y conflicto territorial. Tomado de

http://www.ieee.es/Galerias/fichero/docs_analisis/2018/DIEEEA38-2018CamerunMJIA.pdf

Karmon, E. (2014). Boko Haram’s International Reach. Perspectives on Terrorism,

8(1), 74-83. Retrieved from http://www.jstor.org/stable/26297101

Oficina de información diplomática. (2019). República de Camerún. Tomado de

http://www.exteriores.gob.es/Documents/FichasPais/CAMERUN_FICHA%20PAIS.pdf

Okereke, C. (2018). Analysing Cameroon’s Anglophone Crisis. Counter Terrorist

Trends and Analyses, 10(3), 8-12. Retrieved from http://www.jstor.org/stable/26380430

Royo, J. (2018). Camerún: Al borde de una guerra civil. Recuperado de

https://www.africaye.org/camerun-al-borde-de-la-guerra-civil/

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