PRF Jorge Machin

CAPÍTULO IV
Resultados de la Investigación
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Aplicación de las Medidas Cautelares Innominadas en el Recurso de Amparo
RESULTADOS DE LA INVESTIGACIÓN
A continuación serán presentados los resultados de la
investigación, los cuales van en función de los objetivos propuestos
confrontando las ideas expuestas con los criterios de diferentes autores.
Estos resultados serán obtenidos a través de una interpretación por
objetivo para aquellos en los cuales no fue necesaria la aplicación de
instrumentos de recolección como son los objetivos designados con los
números 1, 2 y 3. Seguidamente se realizará un análisis y posterior
interpretación de los objetivos número 4 y 5 por tratarse de objetivos para
los cuales se requirió la aplicación de una entrevista estructura y un
análisis numerario para determinar los casos que se han presentado en
función de esta investigación respectivamente.
Al analizar los antecedentes históricos de las medidas
cautelares innominadas con el fin de dar a conocer su evolución en el
proceso civil venezolano y su repercusión en el Recurso de Amparo
se puede señalar que el fin del legislador al establecer las medidas
cautelares innominadas al derecho positivo es el de garantizar los efectos
ejecutivos de un fallo, ante el peligro que supone para los intereses del
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demandante; es decir, de prevenir una lesión irreparable que tenga por
objeto la efectividad provisional de un proceso.
El Legislador dotó tales herramientas que constituyen el poder
cautelar general dominadas por ciertas providencias en el régimen
positivo; pues no fue hasta el Código Procesal de 1987 donde se dio la
bienvenida a las medidas cautelares innominadas en el nuevo Código de
Procedimiento Civil que serán decretadas para administrar Justicia
cuando se consideren prudentemente necesarias para lograr la Seguridad
Jurídica en un proceso, debido a que estas medidas fueron consagradas
para dar un resultado práctico a las acciones del demandante contra el
demandado, estableciéndolas y reglamentándolas en la doctrina, ya que
fueron estudiadas y creadas dichas providencias cautelares en el
ordenamiento jurídico.
En cuanto a la repercusión de las medidas cautelares innominadas
en el Recurso de Amparo, debe expresarse que se trata de un
procedimiento con celeridad, sencillez y gratuidad para garantizar la
protección constitucional, ya que su finalidad es la de tutelar de manera
eficaz el ejercicio de los derechos y garantías constitucionales de los

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habitantes de la República que eventualmente pudieren ser afectados por
la violación o amenaza de violación de sus derechos. Ya que estas dos
figuras se han decretado como uso del mecanismo ordinario de
protección para garantizar la efectividad de la sentencia que se dicte en
un proceso; por lo tanto dichas providencias cautelares son procedentes
en el Recurso de Amparo cuando es necesario hacer cesar la continuidad
de la lesión ocasionada a algunas a las partes intervinientes; con el fin de
lograr una perfecta y necesaria admisibilidad que asegure el
restablecimiento de la situación jurídica infringida para la efectividad
provisional de un proceso.
En relación a la evolución histórica del Recurso de Amparo el
legislador establece la procedencia del Amparo, no sólo contra los actos
y hechos emanados del poder público, sino también contra los hechos,
actos, omisiones o amenazas a particulares; es decir, cuando haya
violación de las normas legales que regulan el ejercicio y goce de tales
derechos, que fue constituida fundamentándose esencialmente en la
exposición de motivos de la Constitución Nacional que señala establecer
el principio general de protección a todos los ciudadanos que fue
reglamentada y publicada con dicha finalidad en la gaceta oficial del año

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1961 que se caracteriza como una garantía constitucional y realiza una
función aseguradora para el ordenamiento jurídico; de acuerdo a las
conclusiones derivadas de Rondón (1988, p. 27) se señala que la
Constitución se constituye en 1961, esencialmente en la exposición de
motivos que se limita a señalar que el Amparo se establece solamente al
principio general, para que la ley lo reglamente pero a fin de no dejar en
suspenso su eficacia hasta al promulgación de la Ley respectiva y se
consagra en las disposiciones transitorias el derecho de “habeas Corpus”
reglamentado de forma provisional.
El Recurso de Amparo está definido como la vía que protege a
todo ciudadano frente a violaciones de los derechos y libertades
originadas por disposiciones, actos jurídicos o simples vías de hecho de
los poderes públicos y a partir de la vigencia de esta Constitución, fueron
elaborados varios proyectos de la Ley de Amparo Constitucional.
El Recurso de Amparo establecido en la Constitución de la
República está fundamentado con el propósito de que se restablezca
inmediatamente la situación jurídica infringida ya que esta figura jurídica
protege y ampara un derecho que fue lesionado, para promover el

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bienestar general y la dignidad social; debido a que éste se caracteriza
como normas legales que regulan una función aseguradora en el ejercicio
y goce de dichos derechos. Indica así mismo Osorio (1963, p. 54) que el
amparo es la institución que tiene su ámbito dentro de las normas del
derecho político constitucional, debido a que su finalidad es proteger los
derechos consagrados en la Constitución de la República.
El Objeto del Recurso de Amparo es proceder contra actos y
cualquier actuación de todos los órganos de poder público; ya que su fin
es proteger los derechos individuales, sociales, económicos y políticos; y
que el Estado garantice el derecho de restablecer un daño causado a todo
habitante de la República. En cuanto a la opinión de Ortiz (1999, p. 161)
señala que la acción de Amparo debe proceder en los casos de violación
directa de la Constitución, así como también cuando haya violación de
las normas legales que regulan el ejercicio y goce de dichos derechos.
La acción de Amparo tiene como fin primordial constituir un
medio rápido de tutela a los derechos y garantías fundamentados en la
Constitución. Cabe señalar de igual forma que el legislador establece la
procedencia de amparo, no sólo contra actos y hechos emanados del

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poder público, sino también contra los hechos, actos, omisiones o
amenazas de los particulares.
La Constitución y la doctrina no engloban ciertos y determinados
requisitos de procedibilidad para interponer el recurso de amparo, pero es
de entenderse que debe existir la necesidad de una violación o amenaza o
irrespeto a los derechos del individuo ya que se puede emplear cuando no
existan otras vías procesales que sirvan para ventilar la protección del
ciudadano, capaces de impedir un daño. Por que esta figura actúa debido
a esa condición, que es expuesta y fundamentada por el legislador
adaptándola al ordenamiento jurídico.
Para que pueda ser aplicable el Recurso de Amparo tendrá que ser
interpuesto ante el Juez competente, proceso en el cual las partes tendrán
que fundamentar las pruebas necesarias y la presentación de informes,
para que en la Sentencia se pueda lograr restablecer inmediatamente la
situación jurídica infringida ante dicha autoridad competente; este
proceso será oral, público, breve y gratuito.
Así mismo lo fundamenta el artículo 27 de la Constitución de 1999
que dispone “que el procedimiento de la acción de amparo será oral,

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público, breve y gratuito y no sujeto a formalidades y la autoridad
competente tendrá potestad para restablecer la situación jurídica
infringida o la situación que más se asemeje a ella, todo tiempo será hábil
y el tribunal lo tramitará con preferencia a cualquier otro asunto.
Luego de determinar en que consisten las medidas cautelares
innominadas, tanto en la doctrina como en la jurisprudencia con el
objeto de precisar su finalidad como medio de seguridad procesal se
ha obtenido como resultado que pueden definirse como aquellas medidas
preventivas que garantizan el cumplimiento de un debate controversial
para administrar la justicia; siempre y cuando sean decretadas por el Juez
según su prudente arbitrio que las dictará cuando sea prudentemente
necesario con el fin de lograr evitar la continuación de una lesión
ocasionada por una de las partes a los derechos de la otra.
Al respecto, Sánchez (Citado por Ortiz, 1997, p. 362 y 363) define
las medidas cautelares innominadas como aquellas decretadas por el Juez
dependiendo de las irregularidades del caso en particular, que sin existir
expresamente en la norma, trata de evitar daños graves de difícil
reparación y que tengan por objeto la efectividad provisional de un

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proceso.
En cuanto a los requisitos, se puede establecer que estas
providencias cautelares se deben cumplir de acuerdo a las disposiciones
establecidas en los artículos 585 y 588 del Código de Procedimiento
Civil Venezolano, ya que el Legislador expresa que para que puedan
decretarse las medidas cautelares innominadas, debe existir el riesgo
manifiesto de que quede ilusoria la ejecución del fallo y siempre que se
acompañe un medio de prueba que constituya presunción grave de esta
circunstancia y del derecho que se reclama, así como también el fundado
temor de que una de las partes pueda causar lesiones graves o de difícil
reparación al derecho de la otra.
Así mismo, la jurisprudencia establece que dichas medidas
cautelares innominadas son procedentes al existir elementos suficientes
de convicción que determinen la presunción grave de una lesión
irreparable que una de las partes pueda causar en los derechos de la otra
sin necesidad de que sean llenados todos los establecidos anteriormente.
Entre las principales características de las providencias cautelares
atípicas o innominadas, se pueden establecer específicamente que éstas

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son medidas cautelares preventivas; ya que su fin es proteger los efectos
de un proceso principal; son decretadas a solicitud de parte y el juez
tendrá la facultad de apreciar lo pertinente a la medida solicitada; el
decreto de estas medias es discrecional por parte del Juez ya que éste de
forma inmediata podrá satisfacer la pretensión que se reclama; la medida
procederá si existiere el peligro de un daño inminente o continuo y son de
naturaleza instrumental por estar sujetas a la existencia de un juicio
principal garantizando los resultados de un proceso previo.
Las principales diferencias entre ambas medidas cautelares en el
Código de Procedimiento Civil radican en que las medidas cautelares
innominadas están destinadas a proceder contra lesiones graves de difícil
reparación ocasionadas a una de las partes; estas actúan de manera
particular y recaen sobre obligaciones de hacer ya que son
preferentemente extrapatrimoniales, mientras que las medidas típicas
actúan de forma general y son procedentes cuando existe, el fumus bonis
iuris, el periculum in mora y la pendente litis recayendo éstas
obligatoriamente sobre bienes valorables en dinero.
En cuanto a la relación entre éstas providencias cautelares, se

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puede decir, que ambas son figuras jurídicas decretadas por el Juez en
casos especiales de urgencia y que se encuentran ligadas por un vínculo
de subsidiaridad o de instrumentalidad a la providencia jurisdiccional
definitiva que pone fin al proceso, ya que éstos proceden cuando existe el
riesgo manifiesto de que queda ilusoria la ejecución del fallo.
Ortiz (1997, p. 368) señala que las medidas innominadas poseen
características muy parecidas a las medidas típicas, pero con leves
variantes y cuyas reglas generales le son aplicables. Debe señalarse que
las medidas innominadas no están destinadas a recaer sobre bienes, sino
sobre obligaciones de hacer pudiendo tener o no efectos patrimoniales y
que dichas medidas están destinadas a autorizar o prohibir la conducta de
una de las partes, pero de algún modo no podrán hacer desposesiones de
bienes o traslados de propiedad ya que ésta no es su función. Mientras
que por el contrario las medidas típicas están destinadas a recaer sobre
bienes valorables en dinero.
Por otra parte, se hace importante señalar que no se ha establecido
una clasificación legal específicamente en lo concerniente a las medidas
cautelares innominadas; solo ha podido expresarse una clasificación a

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nivel doctrinal, la cual está sistematizada en forma general de la siguiente
manera:
• Medidas que se fundamentan en las resultas de una sentencia tanto
positiva como negativa.
• Providencias que tienen por objeto que se dicte una sentencia
ajustada a la verdad.
• Medidas encaminadas a lograr una perfecta decisión a través de la
solución interna de las controversias.
• Medidas destinadas a la imposición de una caución con el fin de
obtener una providencia judicial.
Las disposiciones legales aplicables al procedimiento de las
medidas cautelares innominadas son procedentes de igual forma a las
medidas cautelares típicas, y se encuentran establecidas en la misma ley
procesal en los artículos 601, 605 y 606 del Código de Procedimiento
Civil Venezolano que señalan que una vez que la parte interesada solicite
la medida, el Tribunal deberá mandar a aclarar los puntos que se
considere deficientes en la solicitud, si por el contrario encontrase
suficiente la prueba producida, decretará la medida y se procederá a su
ejecución.
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Al efecto de haberse dictado una sentencia definitiva y no se hay
decidido sobre la medida solicitada, el Tribunal de la causa seguirá
conociendo de tal solicitud aún si se ha admitido apelación en ambos
efectos.
En todo caso podrá existir oposición a la medida decretada por el
Tribunal, pero solo podrá suspenderse la providencia cautelar, cuando la
parte contra quién obre haya ofrecido caución o garantía suficiente. Y en
el supuesto de que el Juez negare la medida, no procederá la oposición de
parte, sino el Recurso de Apelación que deberá ser oído en ambos
efectos.
Por otra parte, también podrá existir la oposición de terceros
cuando le sean perjudicados sus derechos.
Las medidas cautelares innominadas ofrecen suficiente seguridad
procesal en el ordenamiento jurídico venezolano, ya que éstas tienen la
facultad de suplir la falta normativa de un caso particular siempre que
exista fundado temor de que una de las partes pueda causar una lesión
irreparable o de difícil reparación a los derechos de la otra.

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El decreto de las medidas cautelares innominadas en el
procedimiento Civil tiene como efecto la reparación del daño causado en
la incidencia. Las sentencias interlocutorias que llegaren a acordar, negar,
suspender o revocar dichas medidas tienen casación de inmediato por
tener fuerza de definitivas en cuanto a lo que se resuelve. De esta forma,
la cuestión de fondo y la definitiva no están en capacidad de hacer cesar
la lesión ocasionada y en lo concerniente a la sentencia interlocutoria,
ésta no influye en la sentencia definitiva que resuelve la cuestión de
fondo.
En cuanto a la aplicación de las medidas cautelares innominadas
específicamente en el Recurso de Amparo, la posición asumida por la
Sala Política Administrativa del Tribunal Supremo de Justicia derivada
de algunas decisiones, pareciera centrarse en la idea que tratándose de un
procedimiento con celeridad, sencillez y gratuidad no es admisible
ninguna incidencia, tanto es así que no hay la posibilidad de recusación;
esto ha llevado a la Sala a pensar que las medidas cautelares, tratándose
de una incidencia del juicio principal, no son admisibles en el
procedimiento de Amparo. Por su parte, la posición de la Corte en Pleno
no sólo ha establecido la posibilidad de dictar las medidas cautelares en

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el procedimiento de Amparo, sino que, incluso ambas han decretado
medidas cautelares conociendo de Amparo Constitucional. Por último
cabe destacar que la Sala de Casación Civil ha establecido que el Recurso
de Amparo será inadmisible cuando las partes cuenten con una medida
innominada que utilizada en un proceso, puedan salvaguardar el derecho
o la garantía amenazada de violación; de igual forma se declarará
inadmisible el Recurso de Amparo contra una medida innominada
cuando no se hubieren agotado las vías de impugnación; y que las
medidas innominadas podrán ser posibles en los procedimientos de
amparo cuando la misma Ley de Amparo remita Supletoriamente al
Código de Procedimiento Civil.
En cuanto a los requisitos necesarios de procedibilidad de las
medidas cautelares innominadas en el recurso de amparo, cabe
señalar que el Amparo, como cualquier juicio tiene poder cautelar,
necesario para el aseguramiento del proceso y que permita la ejecución
de la sentencia, por cuanto no existen obstáculos para utilizar las
disposiciones del ordenamiento procesal y especialmente las consagradas
en el Código de Procedimiento Civil. En efecto, podrá entenderse como
una medida preventiva la previsión del artículo 22 de la Ley Orgánica de

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Amparo sobre Derechos y Garantías Constitucionales, de igual forma se
debe señalar, que la legislación procesal común es aplicable
supletoriamente a los procedimientos de amparo como lo dispone el
artículo 48 de la mencionada Ley Orgánica, remisión que conduce a la
disciplina de las medidas preventivas del Código de Procedimiento Civil
especialmente en los artículos 585 y 588 ejusdem que consagran los
requisitos de procedibilidad de las medidas cautelares, los cuales son; la
existencia de un juicio pendiente, la presunción grave del derecho que se
reclama, el peligro en la demora y la ocurrencia del daño que se pretende
hacer cesar.
Por su parte, la Constitución Bolivariana de la República de
Venezuela, en su artículo 27 ha señalado que el procedimiento de la
acción de Amparo será oral, público, breve, gratuito y la autoridad
competente tendrá potestad para restablecer inmediatamente la situación
jurídica infringida o aquella que más se asemeje a ella; pero se debe
hacer mención de que dicha autoridad podrá resolver la procedencia de
medidas cautelares o de cualquier incidencia, dentro del menor tiempo
posible y a través de una sentencia interlocutoria.

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En relación a lo que respecta al procedimiento aplicable a las
medidas cautelares innominadas en el Recurso de Amparo; debe
señalarse en primer lugar que la acción de amparo podrá ser interpuesta
ante el Juez competente por cualquier persona natural o jurídica, por
representación o directamente; ésta acción, tanto en lo principal como en
lo incidental y en todo lo que de ella se derive, hasta la ejecución de la
providencia respectiva, será de inminente orden público según lo
dispuesto en los artículos 13 y 14 de la Ley Orgánica de Amparo sobre
Derechos y Garantías Constitucionales.
Si el Juez no optare por restablecer inmediatamente la situación
jurídica infringida, deberá ordenar que en el término de 48 horas,
contadas a partir de la notificación respectiva, sean presentados los
informes sobre la pretendida violación o amenaza que hubiera dado
motivación a la solicitud del Amparo. Este informe contendrá una
relación sucinta y breve de las pruebas, disposición establecida en los
artículos 23 y 24 de la misma ley; así como también, si fuere el caso, la
solicitud de la medida que la parte considere procedente con el objeto de
asegurar la eficacia y adecuada continuidad del proceso. Si el Juez
encontrare suficiente las pruebas podrá decretar la medida solicitada y

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procederá a su ejecución como lo establece supletoriamente el artículo
601 del Código de Procedimiento Civil. Contra ésta decisión no se
concederá apelación ni casación, sino en todo caso oposición; sólo
después de la apertura del lapso de oposición, dicta el Juez una sentencia,
contra la cual puede interponerse el correspondiente Recurso de
Apelación (artículo 603 Código de Procedimiento Civil) o el Recurso de
Casación cuando se produzca un gravamen irreparable.
En caso de que el Juez niegue la medida, no es posible la oposición
de parte, sino necesariamente el Recurso de Apelación, recurso éste que
debe ser oído a doble efecto por cuanto a tenor de lo establecido en el
artículo 288 del C.p.C. según el cual de toda sentencia definitiva se oirá
apelación y el artículo 290 ejusdem que ordena oír la apelación a un
doble efecto; obviamente se requiere considerar que la interlocutoria que
niega la medida prejuzga como definitiva y tiene sus mismos efectos.
Por otro lado, el mero decreto de la medida no produce a tenor de
la ley un gravamen, de modo que solo la sentencia que decide la
oposición admite cualquier recurso impugnativo, incluso de la decisión
del superior se admite Recurso de Casación inmediata si la cuantía es

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aquella exigida para recurrir en casación.
Ortíz (1998, p. 372) señala que si la sentencia confirma la medida
cautelar decretada, se entiende que la apelación sea a un solo efecto, pues
lo contrario sería admitir la suspensión de la medida con la indeseable
consecuencia de dejar el derecho del actor en completa indefensión; en
cambio que si la sentencia revoca la medida decretada entonces la
apelación debería ser a doble efecto, para evitar la indefensión del mismo
actor que vería frustrado su derecho a pesar de haber comprobado los
extremos de ley.
El decreto que acuerde o niegue la medida puede ser impugnado,
sea en oposición o apelación, es lógico pensar que dicho decreto debe ser
motivado; si bien, no es tan riguroso éste requisito, parece conveniente a
los efectos de salvaguardar la igualdad entre las partes en el proceso y el
derecho de defensa, requerir por parte del Juez el señalamiento concreto
de cuales fueron las pruebas que a su juicio demostraran los requisitos de
admisibilidad de la medida, solo así la parte podrá preparar una defensa
adecuada.
Posteriormente a la presentación de los informes, el Juez fijará una

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audiencia oral dentro de los noventa y seis (96) horas siguientes, para que
las partes o sus representantes legales expresen los argumentos
respectivos. Efectuado dicho acto, el Juez dispondrá de veinticuatro (24)
horas para deducir la solicitud de Amparo Constitucional.
Seguidamente, para dar cumplimiento al objetivo específico
signado con el Nº 4 se tomó como instrumento una entrevista
estructurada que consta de nueve ítems para ser respondidos por la
población objeto de estudio, integrada por los Jueces Primero y Cuarto de
Primera Instancia en lo Civil y Mercantil de la Circunscripción Judicial
del Estado Zulia; este objetivo tiene como fin evaluar la aplicación de las
medidas cautelares innominadas en el recurso de amparo como medio
procesal para la solución de la crisis judicial y sus resultados serán
presentados a través de un análisis por ítems y posterior interpretación
del objetivo.
• Objetivo: Evaluar la aplicación de las medidas cautelares
innominadas en el Recurso de Amparo como medio procesal para la
solución de la Crisis Judicial.

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Items Nº 1: ¿Aportan las medidas cautelares innominadas una
solución a la Crisis Judicial?
Juez Primero de Primera Instancia en lo Civil y Mercantil de la
Circunscripción Judicial del Estado Zulia. Dr. Jorge Machín Cáceres.
La crisis del Poder Judicial escapa del contexto de las medidas
cautelares innominadas. En efecto, uno de los elementos característicos
de lo que se conoce como: crisis del poder judicial, lo constituye la
lentitud del procedimiento y de la demora en la sentencia lo cual nos
coloca frente a un problema de política judicial que debe buscar sus
soluciones en la familia, la universidad y el régimen de selección y
preparación de los jueces y del personal que labora en los tribunales.
Mientras que los aportes de las medidas cautelares innominadas deben
buscarse dentro de la ciencia del proceso.
Juez Cuarto de Primera Instancia en lo Civil y Mercantil de la
Circunscripción Judicial del Estado Zulia. Dr. José Manuel Guanipa.
El tema de la crisis judicial es muy amplio y se debe establecer a
que parte se refiere.
La crisis judicial engloba aspectos tales como salarios, designación

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de los jueces, funcionarios tribunalicios, deficiencias de las instalaciones,
etc. El Amparo es un juicio concreto, breve y oral, puede ayudar a que la
crisis judicial mejore, pero atañe a la duración del proceso.
Las medidas cautelares innominadas no son una variable
independiente, suficientemente importante como para tomarla en cuenta
para solucionar la crisis del poder judicial, ya que la crisis del poder
judicial es mucho más amplia.
Según los anteriores criterios, se puede observar que la crisis
judicial es amplia, debido a que ésta abarca muchos factores que se
suman a ciertas deficiencias en el funcionamiento y aplicación del
sistema legislativo, lo cual nos coloca frente a un problema de política
judicial mucho más profundo que el tema de las medidas cautelares
innominadas ya que éstas no son un medio procesal suficiente para el
restablecimiento de la crisis del Poder Judicial.
Items Nº 2: ¿Qué ventajas ofrece la aplicación de las medidas
cautelares innominadas en el Recurso de Amparo?

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Las medidas cautelares innominadas podrían resultar
manifiestamente inoficiosas en el procedimiento de Amparo
Constitucional, ya que la ley prevé un procedimiento breve sumario y
eficaz. Ahora bien, es una realidad que los juicios de amparo se han
hecho tan largos y dispendiosos como los procesos ordinarios debido a la
demora en las decisiones judiciales; es por ello que los medios cautelares
innominadas vienen a constituir una garantía en cuanto a los fines que se
pretenden con el ejercicio de la acción.
No se podrá hablar de ventajas ni de desventajas, sino de
procedencia. Si una medida cautelar es aplicable, hay que ver las ventajas
que le ofrece al demandante y las desventajas al demandado.
Así pues, las medidas cautelares innominadas ofrecen como
ventaja, una garantía preventiva en el cumplimiento de un debate
controversial en cuanto al fin que se persigue con el ejercicio de la acción
siempre y cuando sean procedente estas providencias cautelares dentro de

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un procedimiento de Amparo Constitucional.
Items Nº 3: ¿Qué desventajas existen en la aplicación de las
medidas cautelares innominadas en el Recurso de Amparo?
A mi juicio, no existe ninguna desventaja en la aplicación de las
medidas cautelares innominadas, solo que el Juez tiene que ser prudente
de no dictar providencias que sean manifiestamente satisfactivas que
constituyan un adelanto de las providencias de mérito.
No se podría hablar de ventajas ni de desventajas sino de
procedencia. Si una medida cautelar es aplicable, hay que ver las ventajas
que le ofrece al demandante y las desventajas la demandado.
Por lo anterior, se puede observar que en la aplicación de las
medidas cautelares innominadas en el Recurso de Amparo, el juez
decretará las medidas según su prudente arbitrio, con la finalidad de

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hacer cesar la continuidad de una lesión y administrar justicia. Ya siendo
estas procedentes, no se puede hablar de desventajas en la aplicación de
dichas providencias cautelares en el recurso de amparo, debido a que
éstas son prudentemente necesarias para garantizar la efectividad de un
proceso.
Items Nº 4: ¿Ofrece seguridad jurídica a las partes la
aplicación de las medidas cautelares innominadas en el Recurso de
Amparo?
Sí, toda medida cautelar dictada con fundamento a los
presupuestos establecidos en la Ley, debe dar seguridad jurídica a las
partes.
Sí, la aplicación de estas medidas ofrece seguridad a las partes.
Analizando lo anterior, se señala que las medidas cautelares

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innominadas en el Recurso de Amparo deben ofrecer seguridad jurídica,
ya que dichas providencias fueron establecidas por el Código de
Procedimiento civil con el fin de ser medidas de aseguramiento en el
régimen positivo. Estas deben ser decretadas por el Juez, el cual tiene
que obrar equitativa y racionalmente cumpliendo con los requisitos de
procedibilidad establecidos en la Ley; dando como resultado a las partes
la garantía de asegurar el ejercicio de un derecho o el cumplimiento de
una obligación.
Items Nº 5: ¿Se cumple el principio de celeridad procesal en la
aplicación de las medidas cautelares innominadas en el Recurso de
Amparo?
El decreto de las medidas cautelares innominadas debe responder a
una revisión sumaria que haga el Juez del cumplimiento de los
presupuestos establecidos en la ley para su decreto. Considerado que el
decreto de las medidas cautelares innominadas en los procedimientos de
amparo no es realmente expedito, lo cual atenta contra el principio de

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celeridad que caracteriza a las providencias de cautela.
Si se aplica el principio de celeridad.
El principio de celeridad está en decretarlas o no, no en
simplemente decretarlas. Y si se decretan, ejecutarlas de inmediato.
Tomando en cuenta las consideraciones anteriores, es de hacer
notar que no existe un criterio uniforme o preciso que señale
expresamente el eficaz cumplimiento del principio de celeridad procesal
en los procesos de amparo en los cuales se soliciten medidas cautelares
innominadas.
Ahora bien, se ha estudiado que el proceso de amparo debe ser
“breve”, por cuanto a criterio propio se considera que el principio de
celeridad procesal en la aplicación de las medidas cautelares innominadas
en el recurso de amparo, debe ser la regla y en consecuencia el retardo
del procedimiento, la excepción.

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Items Nº 6: ¿Qué tipo de medida cautelar innominada es
decretada con mayor frecuencia en estos casos?
Las medidas de prohibición de innovar o suspensión de efectos.
Dependiendo de cada caso, requiriéndose que cesen los efectos de
un hecho concreto para suspender los efectos de la decisión infractora de
los derechos constitucionales.
En cuanto al tipo de medida que es decretada con mayor
frecuencia, se puede decir que el Juez dicta estas medidas dependiendo
de las irregularidades de ada caso en particular; aunque frecuentemente,
en la mayoría de los casos presentados se decretan; la prohibición de
innovar o suspensión de los efectos, requiriendo que la infracción o el
daño cese.
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Items Nº 7: ¿Qué fin persigue el decreto de las medidas
cautelares innominadas en el Recurso de Amparo?
Las medidas cautelares innominadas tienen por finalidad hacer
cesar la continuidad de un daño preexistente.
La instrumentalidad o posibilidad de que la sentencia definitiva
pueda ejecutoriarse y no quede ilusoria la ejecución del fallo.
Podrían salvaguardar un derecho que no es el objeto fundamental
de la pretensión. Las medidas cautelares innominadas tienen como fin el
salvaguardar el derecho de la parte ejecutada.
Por cuanto, según los criterios anteriores, las medidas cautelares
innominadas tienen como finalidad impedir la violación de un derecho y
facilitar el ejercicio del mismo, dando eso como resultado, garantizar la
eficacia de la sentencia definitiva.

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Items Nº 8: ¿Las medias cautelares innominadas garantizan la
restitución de la situación jurídica infringida, objeto del Recurso de
Amparo?
Sí, la garantizan pero no la hacen satisfactiva.
Sí, ya que ese es el fin, restablecer la situación jurídica infringida.
En conclusión, las medidas preventivas son dictadas cuando existe
riesgo manifiesto de que quede ilusoria la ejecución del fallo, y en
específico a las medidas cautelares innominadas, éstas van dirigidas a
hacer cesar la continuidad de una lesión ocasionada a la parte solicitante.
Por tanto, este tipo de medidas, decretadas en un proceso de amparo, dan
como resultado, la garantía de restablecer la situación jurídica infringida,
siempre y cuando se apliquen y sean procedentes, ya que las mismas se
caracterizan como una garantía constitucional que realiza una función
aseguradora.
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Items Nº 9: ¿Qué condiciones se deben cumplir para que
procedan las medidas cautelares innominadas en el Recurso de
Amparo?
Se deben cumplir los presupuestos establecidos en el artículo 585
del Código de Procedimiento Civil en concordancia con el artículo 588
ejusdem, esto es, la existencia de un juicio pendiente, la presunción grave
del derecho que se reclama (fomus bonis iuris), el peligro en la tardanza
de la medida y la prueba de éstos extremos y de la ocurrencia del daño
que se pretende hacer cesar.
El juicio de amparo, por ser breve, en principio la Corte no ha
permitido medidas cautelares innominadas. Sin embargo, Humberto La
Roche considera que sí se podría, igual que la sentencia de abril del 2000
del Tribunal Superior de Justicia, dependiendo de cada caso. No se puede
resolver anticipadamente la litis porque es un proceso breve a menos que

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la garantía violada sea tan inminente que haga necesaria las medidas
cautelares innominadas.
No se puede establecer un parámetro uniforme. Si se permiten las
medidas cautelares innominadas en amparo, siempre y cuando no
constituya una medida anticipada y que no se causen daños irreparables a
las partes.
No todos los procedimientos de amparo permiten medidas
cautelares innominadas. Según la Corte Suprema de Justicia ha
establecido para la procedencia de las medidas cautelares innominadas,
los requisitos de los artículos 585 y 588 del Código de Procedimiento
Civil. Sin embargo, la sentencia del año 2000 del Tribunal Supremo de
Justicia señala, que si hay pruebas suficientes de los indicios para que
procedan y si de los autos surge elemento suficiente para la medida, ésta
se debe dictar.
Por lo expresado anteriormente, se señala que la principal
condición para que procedan tales medidas es el cumplimiento de los
requisitos establecidos en el artículo 585 en concordancia con el 588 del

173
Código de Procedimiento Civil. Pero a su vez, no solo requiere la
demostración de éstos presupuestos, sino también el peligro inminente de
un daño que haga necesaria la procedencia de las medidas innominadas
durante el proceso.
INTERPRETACION
La aplicación de las medidas cautelares innominadas en amparo se
basa en la consideración que ha de esclarecerse o actuarse mediante las
formas regulares que aseguran la defensa en juicio dando como resultado
la posibilidad misma o la integridad de ese proceso. Ya que el nuevo
Código de Procedimiento Civil da la bienvenida a dichas providencias en
el régimen positivo con el fin de restablecer la situación jurídica
infringida.
Ahora bien, tratándose de una medida cautelar innominada dictada
en el curso de un procedimiento de Amparo Constitucional, es necesario
establecer si éstas se decretan cuando exista riesgo manifiesto de que
quede ilusoria la ejecución del fallo, siempre y cuando se acompañe con
un medio de prueba que constituya la presunción grave de ésta

174
circunstancia y el derecho que se reclama para que tales medidas
solicitadas por las partes sean aplicadas y procedentes según el prudente
arbitrio del Juez, llevándola a un resultado positivo.
Finalmente, se presentará un análisis por ítems y posterior
interpretación del objetivo signado con el Nº 5, para lo cual se realizó un
estudio de los expedientes en los cuales se hayan solicitado Recursos de
Amparo para determinar así la procedencia o no de este Recurso. Para el
desarrollo de este objetivo, fueron obviados las causas que no han
llegado a estado de sentencia.
• Objetivo: Determinar las casos de Medidas Cautelares
Innominadas en el Recurso de Amparo que se han presentado en los
Juzgados de Primera Instancia en lo Civil y Mercantil de la
Circunscripción Judicial del Estado Zulia en el período 1999-2000.
Indicador: Expedientes.
175
Items Nº 1: ¿Cuántos casos se encontraron de Recurso de
Amparo?
Gráfico Nº 1
10
9
8
7
6
5
4
3
2
1
0
Juzgado Juzgado Juzgado Juzgado
1ero 2do 3ero 4to
Fuente: Salima y Yagua (2000)
Según el gráfico Nº 1 se pueden observar los casos de Recurso de
Amparo que fueron dados en los Juzgados de Primera Instancia de la
Circunscripción Judicial del Estado Zulia. Especificando que el Juzgado
Primero se encontraron ocho (08) expedientes en los cuales se solicita la
acción de amparo; en el Juzgado Segundo fueron encontrados igualmente
ocho (08) casos en solicitud de amparo; en el Juzgado Tercero se puede
observar siete (07) expedientes donde solicitan el recurso de amparo.
En el Juzgado Cuarto no se pudo encontrar ningún expediente
debido a que todos estaban remitidos a Tribunales Superiores.

176
Estos casos serán explicados posteriormente en cuanto su
procedencia o no.
Items Nº 2: ¿Cuántos de los casos de Recurso de Amparo

fueron procedentes?
Gráfico Nº 2
10
9
8
7
6
5
4
3
2
1
0
1ero 2do 3ero 4to
El gráfico Nº 2 explica lo concerniente en cuanto a la procedencia
de los casos de Recurso de Amparo que fueron encontrados en los
diversos Juzgados de Primera Instancia de la Circunscripción Judicial del
Estado Zulia.
Identificando que en el Juzgado Primero no se encontraron
sentencias que declaran con lugar la acción de amparo que fue solicitada.
177
En el Juzgado Segundo se pudieron observar de los expedientes
encontrados con dicha solicitud de amparo que fueron tres (03) casos
declarados con lugar en la sentencia definitiva y en el Juzgado Tercero
fueron observados cuatro (04) casos declarados con lugar de la solicitud
de amparo.
Items Nº 3: ¿Cuántos de los casos de Recurso de Amparo

fueron improcedentes?
Gráfico Nº 3
10
9
8
7
6
5
4
3
2
1
0
1ero 2do 3ero 4to
En el gráfico que antecede se puede observar cuantos casos de
Recurso de Amparo fueron improcedentes en los Juzgados de Primera
Instancia de la Circunscripción Judicial del Estado Zulia.
Detalladamente, de los expedientes revisados se explica que en el
Juzgado Primero se encontraron cuatro (04) casos en los cuales se

178
declaró sin lugar la acción de amparo que fue interpuesta.
En el Juzgado Segundo fueron observados tres (03) casos que
fueron declarados improcedentes en cuanto a la acción de amparo
solicitada y en el Juzgado Tercero se pudieron observar igualmente tres
(03) casos declarados sin lugar en lo que respecta a la acción de amparo
solicitada.
Items Nº 4: ¿Cuántos casos de Recurso de Amparo fueron

encontrados con Medidas Cautelares Innominadas?
Gráfico Nº 4
10
9
8
7
6
5
4
3
2
1
0
1ero 2do 3ero 4to
Según el gráfico anterior se puede explicar en cuantos casos de
Recurso de Amparo fueron solicitadas medidas cautelares innominadas;

179
especificando que en el Juzgado Primero sólo se pudo encontrar un (01)
caso de Recurso de Amparo con solicitud de medida cautelar
innominada.
En el Juzgado Segundo fueron encontrados dos (02) casos
solicitando las medidas cautelares innominadas en el Recurso de Amparo
y en el Juzgado Tercero fueron observados tres (03) casos de Recurso de
Amparo con solicitud de medidas cautelares innominadas.
Items Nº 5: ¿Cuántos de los casos de Medidas Cautelares

Innominadas en Recurso de Amparo fueron procedentes?
Gráfico Nº 5
10
9
8
7
6
5
4
3
2
1
0
1ero 2do 3ero 4to
Debido al gráfico ya presentado se podrá explicar; que en cuanto a

180
la procedibilidad de las medidas cautelares innominadas solicitadas en el
Recurso de Amparo que fueron encontrados en los siguientes juzgados:
En el Juzgado Primero, no procedió la medida cautelar innominada que
fue solicitada en el procedimiento de amparo; en el Juzgado Segundo
igualmente se pudo observar que tampoco procedieron las medidas
cautelares innominadas que fueron solicitadas en los casos de acción de
amparo y en el Juzgado Tercero se pudo encontrar la declaración con
lugar a la procedencia de dos (02) casos con solicitud de medidas
cautelares innominadas en procedimientos de amparo constitucional.
Items Nº 6: ¿Cuántos de los casos de Medidas Cautelares
Innominadas en Recurso de Amparo fueron improcedentes?
Gráfico Nº 6
10
9
8
7
6
5
4
3
2
1
0
1ero 2do 3ero 4to

181
En vista del gráfico anterior, se puede especificar cuantos casos de
Recursos de Amparo cuya solicitud de medidas cautelares innominadas
fueron improcedentes. Encontrando en el Juzgado Primero la
inadmisibilidad de la medida cautelar innominada que fue solicitada en
un caso de Recurso de Amparo. En el Juzgado Segundo se pudieron
encontrar dos casos en que fueron solicitadas medidas cautelares
innominadas, declarándolas sin lugar en la acción de amparo y en el
Juzgado Tercero se observó la improcedencia de un caso en que fue
solicitada la medida cautelar innominada en el procedimiento de amparo.
INTERPRETACIÓN
Por consiguiente, al determinar los casos de medidas cautelares
innominadas en el Recurso de Amparo en los Juzgados de Primera
Instancia de la Circunscripción Judicial del Estado Zulia, se pudo
observar debido a los gráficos ya establecidos que la mayoría de los
casos con dicha solicitud de medidas cautelares innominadas fueron
declaradas sin lugar en los procedimientos de amparo. Sin dejar a un lado
que en algunos casos de Recurso de Amparo en que fueron interpuestos
medidas cautelares innominadas fueron declaradas con lugar,

182
derivándose a un porcentaje bastante bajo.
Como también se observó que en los casos encontrados de Recurso
de Amparo, casi no se solicitaron medidas cautelares innominadas, pues
ésta posee un porcentaje bastante mayor que las otras hipótesis ya
planteadas.
En el desarrollo de este objetivo se obviaron los expedientes con
dicha solicitud de amparo que fueron observados sin haber llegado a la
etapa de sentencia definitiva.

PRF Jorge Machin

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CAPÍTULO IV

A continuación serán presentados los resultados de la

investigación, los cuales van en función de los objetivos propuestos

confrontando las ideas expuestas con los criterios de diferentes autores.

Estos resultados serán obtenidos a través de una interpretación por

objetivo para aquellos en los cuales no fue necesaria la aplicación de

instrumentos de recolección como son los objetivos designados con los

números 1, 2 y 3. Seguidamente se realizará un análisis y posterior

interpretación de los objetivos número 4 y 5 por tratarse de objetivos para

los cuales se requirió la aplicación de una entrevista estructura y un

análisis numerario para determinar los casos que se han presentado en

función de esta investigación respectivamente.

Al analizar los antecedentes históricos de las medidas

cautelares innominadas con el fin de dar a conocer su evolución en el

proceso civil venezolano y su repercusión en el Recurso de Amparo

se puede señalar que el fin del legislador al establecer las medidas

cautelares innominadas al derecho positivo es el de garantizar los efectos

demandante; es decir, de prevenir una lesión irreparable que tenga por

objeto la efectividad provisional de un proceso.

El Legislador dotó tales herramientas que constituyen el poder

cautelar general dominadas por ciertas providencias en el régimen

positivo; pues no fue hasta el Código Procesal de 1987 donde se dio la

bienvenida a las medidas cautelares innominadas en el nuevo Código de

Procedimiento Civil que serán decretadas para administrar Justicia

cuando se consideren prudentemente necesarias para lograr la Seguridad

Jurídica en un proceso, debido a que estas medidas fueron consagradas

para dar un resultado práctico a las acciones del demandante contra el

demandado, estableciéndolas y reglamentándolas en la doctrina, ya que

fueron estudiadas y creadas dichas providencias cautelares en el

En cuanto a la repercusión de las medidas cautelares innominadas

en el Recurso de Amparo, debe expresarse que se trata de un

procedimiento con celeridad, sencillez y gratuidad para garantizar la

protección constitucional, ya que su finalidad es la de tutelar de manera

eficaz el ejercicio de los derechos y garantías constitucionales de los

habitantes de la República que eventualmente pudieren ser afectados por

la violación o amenaza de violación de sus derechos. Ya que estas dos

figuras se han decretado como uso del mecanismo ordinario de

protección para garantizar la efectividad de la sentencia que se dicte en

un proceso; por lo tanto dichas providencias cautelares son procedentes

en el Recurso de Amparo cuando es necesario hacer cesar la continuidad

de la lesión ocasionada a algunas a las partes intervinientes; con el fin de

lograr una perfecta y necesaria admisibilidad que asegure el

restablecimiento de la situación jurídica infringida para la efectividad

En relación a la evolución histórica del Recurso de Amparo el

legislador establece la procedencia del Amparo, no sólo contra los actos

actos, omisiones o amenazas a particulares; es decir, cuando haya

violación de las normas legales que regulan el ejercicio y goce de tales

derechos, que fue constituida fundamentándose esencialmente en la

exposición de motivos de la Constitución Nacional que señala establecer

el principio general de protección a todos los ciudadanos que fue

reglamentada y publicada con dicha finalidad en la gaceta oficial del año

1961 que se caracteriza como una garantía constitucional y realiza una

función aseguradora para el ordenamiento jurídico; de acuerdo a las

conclusiones derivadas de Rondón (1988, p. 27) se señala que la

Constitución se constituye en 1961, esencialmente en la exposición de

motivos que se limita a señalar que el Amparo se establece solamente al

principio general, para que la ley lo reglamente pero a fin de no dejar en

suspenso su eficacia hasta al promulgación de la Ley respectiva y se

consagra en las disposiciones transitorias el derecho de “habeas Corpus”

reglamentado de forma provisional.

El Recurso de Amparo está definido como la vía que protege a

todo ciudadano frente a violaciones de los derechos y libertades

originadas por disposiciones, actos jurídicos o simples vías de hecho de