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2.

El crecimiento económico del sistema feudal en los siglos XI-XIII


El mayor poder militar de los reinos cristianos de la Europa occidental, apalancado en el
crecimiento demográfico y agrario, fue clave en la expansión económica del sistema feudal
entre el siglo XI y el XV. Esta división legal e ideológica implicaba una división social del
trabajo, pues en los orígenes, en el sistema feudal no había ni comerciantes cristianos ni
artesanos en las ciudades . Era una división del trabajo imperfecta, porque en estos siglos
los monjes, además de rezar, fueron un elemento combativo decisivo en los ejércitos
cristianos. De hecho, las conquistas militares de los reinos cristianos fueron el motor de la
expansión de la agricultura europea.

Después de haber sufrido las invasiones de los musulmanes, en el sur de


Europa hubo una reacción de los reinos cristianos, posibilitada, entre otras cosas, por la
desmembración del califato de Córdoba, en 1031. En los siglos XI a XIII, los reinos
cristianos consiguieron reconquistar los antiguos territorios heredados por los pueblos
godos del mundo romano y arrojaron a los musulmanes de España y el sur de Italia y
Sicilia. En efecto, entre los siglos XI y XIII, gracias al debilitamiento de los reinos de
taifas, la expansión económica en Castilla fue acompañada de una expansión territorial y
militar, por la reconquista que los reinos cristianos del norte realizaron de los territorios
musulmanes . La reconquista fue seguida de la repoblación y colonización de los territorios
ganados militarmente a los reinos musulmanes que implantó el sistema feudal en
España, como sucedió en Europa.

Este proceso de reconquista conformó la organización política, institucional, social y


económica de tipo feudal de los distintos condados y reinos de la península Ibérica hasta la
revolución liberal del siglo XIX. Es más, las cruzadas permitieron a los cristianos
conquistar parte del Levante y de la tierra santa. Pero también desviaron hacia Europa
occidental grandes riquezas, fruto de los botines, aunque menos de las esperadas por los
cruzados cristianos. Asimismo, en el norte de Europa, los alemanes conquistaron y
colonizaron la Europa central y oriental, al este del Elba, desplazando de esos territorios a
los eslavos.

Obviamente, los reinos cristianos lograron imponerse por su creciente riqueza económica y


poder militar, pero también por la decadencia de los imperios islámicos. Por el
contrario, los ejércitos de los reinos cristianos y feudales no eran permanentes, sino
reclutados por los reyes y nobles para las campañas de guerra, exigiendo a los nobles
feudales, y éstos a sus campesinos, la prestación gratuita de los servicios militares jurados
en los contratos de feudo y vasallaje. La economía feudal durante la Edad Media dales se
impusieron en la Europa occidental a los reinos musulmanes basados en los sistemas
tributarios.
2.1 El aumento de la población europea

En aquellos tiempos medievales, la evolución del número de habitantes era tanto una causa
como una consecuencia de la expansión agraria . Por ello, la población es un testigo fiel de
la coyuntura de aquellas economías agrarias. Se distinguen tres fases en la evolución de la
población europea entre los siglos VI y XIII La primera fue de crisis demográfica, pues,
según Russell, entre los años 500 y 650, la población europea disminuyó de 27,5 a 18
millones, debido a la caída del comercio de alimentos, a la inseguridad originada por las
invasiones bárbaras y a las reiteradas pestes , muy mortíferas en la segunda mitad del siglo
VI. Hacia el año 650, la población estaba muy desigualmente repartida, pues los señoríos
atraían a los campesinos que buscaban seguridad, dejando extensas zonas despobladas. La
densidad de población era baja en Europa, pues rondaba los 3 habitantes/km2 en el siglo
VII.

Esto último fue posible por el incremento de la nupcialidad y la fecundidad, ya que los
campesinos se casaban más jóvenes por las mejores perspectivas

Historia económica mundial de conseguir tierras que cultivar. Asimismo, la revitalización


del comercio abrió nuevas posibilidades a la comercialización de los excedentes agrarios.

2.2 La expansión agraria desde el siglo XI

El aumento de la producción agraria en Europa surgió, como veremos en

el epígrafe 2.2.1, de la extensión de la superficie cultivada, aunque en algunas zonas hubo


también una cierta intensificación de los cultivos, por la

reducción del barbecho y las mejoras técnicas.

2.2.1 El dinamismo introducido por la extensión de los cultivos

En los siglos XI a XIII se roturaron grandes extensiones de tierras en la Europa occidental


para su puesta en cultivo. Según Pounds, se distinguieron dos tipos de colonización agraria:
la interior y la de frontera.
En primer lugar, las roturaciones iniciales se hicieron en el interior de los señoríos ya
poblados, pues las rozas se hacían junto a los antiguos cultivos, arrebatando el terreno a los
bosques, los baldíos, las zonas pantanosas e incluso el mar. Estas roturaciones interiores a
los reinos cristianos eran realizadas conjunta y coordinadamente por los campesinos y los
señores. Las roturaciones eran conocidas por el señor feudal y, cuando exigían grandes
inversiones, eran dirigidas y financiadas por los propios nobles o por la Iglesia. Éste era el
caso de las rozas de bosques y, sobre todo, en las desecaciones de terrenos pantanosos y la
construcción de los polders , que exigían mayores inversiones. Los campesinos tenían
incentivos para ampliar sus cultivos en sus propias aldeas, por cuanto los nobles reconocían
las nuevas parcelas como alodios. De esta manera mejoraba la situación de los campesinos
y así los señores evitaban su huida a las tierras de frontera.
Otro sistema de colonización interna fue la creación de villas nuevas por parte de los
nobles, los monasterios o el rey, que fomentaba la emigración a zonas despobladas,
concediendo a los campesinos mejores condiciones de asentamiento. Para ello creaban estas
villas nuevas, también llamadas francas, a las que los nobles otorgaban las cartas pueblas.
Sus habitantes recibían algunas libertades personales y escapaban parcialmente a las
servidumbres y sumisiones más duras del feudalismo clásico.

2.2.2 La limitada intensificación de los cultivos y los rendimientos de la tierra

Media no hubo innovaciones descollantes, sí se experimentaron algunos cambios técnicos


que permitieron la intensificación de los cultivos, destacando los siguientes. Primero,
mejoraron las instalaciones agrarias, como los molinos, gracias a las inversiones de los
nobles que tenían el monopolio de su explotación. Desde el siglo X se generalizó en Europa
el molino de agua para moler los granos, y desde el XII también se difundieron los molinos
de viento, que fueron imprescindibles para desecar los terrenos, sobre todo en la creación
de polders en Holanda. La energía hidráulica también se aplicó a la industria desde ese
siglo, cuando se difundieron los batanes para aprestar los paños y los martinetes para la
metalurgia.

Media, cuando la población se había retirado a las montañas por motivos defensivos, cerca
de los castillos y monasterios, donde las tierras eran marginales . A finales del siglo XIII,
cuando las roturaciones se extendieron hasta alcanzar las tierras marginales, por el
crecimiento de la población, los rendimientos por unidad de superficie disminuyeron.
Como resultado de la extensión e intensificación de los cultivos, la productividad de la
tierra mejoró desde el siglo XI con respecto a la Alta Edad Media .

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